DEVOCIÓN PURA Y SENCILLA

• Venimos de una conversación que nos ha posicionado espiritualmente. Encontrarnos en las profecías no
solo es un desafío, sino una invitación a dejar de construir obras temporales para alinearnos como
colaboradores de Dios y construir su historia eterna en la tierra.

• Dios nos está invitando a una nueva conversación conectada con la anterior. ¿Cómo es el corazón de
aquellos que están dispuestos a ser edificadores de los planes de Dios? ¿Cuál es la batalla principal que
deben librar? ¿Cómo volver a una pura y sencilla devoción?

“Ojalá que me soportarais un poco de insensatez; y en verdad me soportáis. Porque celoso estoy de vosotros
con celo de Dios; pues os desposé a un esposo para presentaros como virgen pura a Cristo.
Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas
de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo”. 2 Corintios 11:1-3, LBLA

A. LUCHANDO CONTRA LA COMPLEJIDAD

• Fuimos creados por Dios y para Dios (Ro. 11:36). Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras (Ef. 2:10). Nuestra esencia está marcada por la pureza y la sencillez.

• La deformación de esa esencia, por la acción del pecado y del desorden de prioridades (He. 12:1), es una
suma de complejidades que nos quita de nuestro llamado a ser transformados diariamente a la imagen
de Jesús. Es difícil permanecer en esa complejidad, es imposible alcanzar la plenitud por ese camino. Pero
nuestra naturaleza pecaminosa nos engaña (Jer. 17:9) prometiéndonos recompensas que finalmente
nunca nos sacian.

• Es más sencillo vivir en el diseño que Dios preparó para nosotros. Claro que debemos aprender a batallar
contra esas complejidades que se han vuelto “naturales” en nosotros. Pero cuando volvemos a nuestra
esencia y, puestos los ojos en Jesús, nos despojamos del pecado y de los pesos innecesarios que fuimos
cargando, aprendemos a correr con paciencia la carrera de la fe.

Complejidad vs. Sencillez

• Pablo hace esta contraposición iluminando uno de los principales errores de Eva, en Edén. En esencia,
tanto ella como Adán cambiaron la sencillez de una vida anclada a una relación con su Creador, por la
complejidad de ser sus propios dioses. Ellos cambiaron:

1. La simpleza de la dependencia absoluta de Dios, por la complejidad de determinar

independientemente el valor moral de las cosas.

2. La simpleza del sano relacionamiento con Dios y el prójimo, por la complejidad del egoísmo y el amor
excesivo a sí mismos.

3. La sencillez de encontrar en Dios su fuente de placer y plenitud, por la complejidad de buscar otras
fuentes de deleite fuera de Dios.

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 Simpleza
Dependencia Buscar sabiduría en
mi relación con el
Espíritu Santo
Humildad Amar a Dios con toda
tus fuerzas
Plenitud Dios como fuente
exclusiva de placer
Complejidad Principio espiritual
Vanagloria Búsqueda de Amoldar nuestras vidas a la
sabiduría fuera de voluntad de Dios nos vuelve
Dios sabios y exitosos
Egoísmo Exceso de amor por La simpleza de mi amor y
uno mismo devoción a Dios alinea mi amor
por mí mismo y por el prójimo
Hedonismo Búsqueda de placer En Dios podemos encontrar
sin dolor y fuera de todos los placeres necesarios
Dios para ser felices

• La devoción simple es mirarlo a Él, contemplarlo a Él, querer ser como Él, caminar el camino que Él
caminó, a fin de presentarnos a Cristo como una virgen pura, en el día de su regreso. Es morir a nuestro
deseo de trascendencia personal. ¿Cómo? Negándonos a nosotros mismos, tomando nuestra cruz y
confiando en su liderazgo.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24

B. CREADOS PARA ESTAR DELANTE DE ÉL

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de
verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. Juan 14:16-17

• Una de las mayores demostraciones de compromiso del Padre con todos sus hijos es que no solo nos
preparó para poder vencer la tentación que nos ofrece la complejidad del sistema en el que vivimos
(somos hechos a su imagen y semejanza), sino que aun se hizo Espíritu para morar en nosotros y
recordanos el camino de regreso a la sencillez de nuestra relación con Él.

“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”. Salmo 32:8

• Nuestra mente, incluso, tiene comportamientos que avalan diversos principios bíblicos acerca de lo que
produce en nosotros un estilo de vida de adoración pura. La devoción pura y sencilla no es otra cosa que
abandonarnos a una relación de enamoramiento constante con nuestro Creador. Es matar los “otros
amores” que este sistema nos ofrece y abrazar el verdadero amor que es Cristo.

• Según un estudio de neurobiología, publicado por la National Geographic, acerca de lo que “el amor
provoca en el cerebro de una persona”, podemos ver, aun desde el lente de la ciencia, que nuestra mente
fue diseñada para ser cautivada por el amor de Dios. Veamos tres conclusiones que este estudio arroja:

a. «En el enamoramiento, tras el impulso emocional del inicio, se ponen en marcha los circuitos
cerebrales de la confianza para consolidar el vínculo amoroso, y se silencian específicamente las
áreas que crean distancias, aquellas que se activan en estados depresivos o de tristeza»

Estar delante de Él nos nutre de confianza, y esa confianza no solo nutre aún más nuestro vínculo de
amor, sino que nos permite vencer la tristeza.

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 b. «Diálogos y silencios entre las neuronas atan a los enamorados por una doble vía: atrayéndoles al
activar la vía de la recompensa emocional, y superando las distancias personales al desactivar la
desconfianza y el temor»

Estar delante de Él trae sanidad a nuestras emociones y nos libra de la desconfianza y el temor.

c. «Ver el rostro de la persona enamorada es importante para despertar y mantener el

enamoramiento, ya que provoca una serie de emociones positivas que le llevan (a la persona
enamorada) a empatizar, conocer los sentimientos e intenciones y ajustar las respuestas»

La clave para permanecer en el primer amor es contemplar su rostro en intimidad. Esto nos lleva a
desarrollar cargas por lo que carga el corazón de Dios y a “ajustar” nuestras respuestas en obediencia
a Él.

Luego de años de estudios, la ciencia ha descubierto lo que la Palabra de Dios anuncia hace miles de
años que:

• Nuestra mente está preparada para ser transformada a través del amor de Dios (somos hechura
suya, y creados a su imagen y semejanza) (Gn. 1:27; Ef. 2:10).

• El perfecto amor echa fuera el temor y la desconfianza (1 Jn. 4:18).

• Somos transformados contemplando el rostro de la Persona a la que amamos (1 Co. 13:12; 2 Co.
3:18).

C. CORAZONES PUROS Y SENCILLOS

“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”.
Mateo 19:14

• Sin dudas, la esencia de esta pureza es observable en la conducta y en el corazón de los niños. Jesús los
estableció como ejemplo de lo que debemos ser, si queremos entrar en el Reino de los cielos. Veamos
algunas de sus características más reelevantes:

1. Interpretación pura y sencilla

o El corazón inocente y puro de un niño lo vuelve capaz de desarrollar una interpretación no adulterada
de las cosas. Su mirada está libre de prejuicios y preconceptos, lo que le permite tener una mirada
sencilla de cada situación.

o Interpretar de manera sencilla y pura las Escrituras es clave para recibir un mensaje no adulterado.
Debemos ser como niños a la hora de acercarnos a las profecías, no desde la inmadurez (Ef. 4:14), sino
desde la sencillez y pureza de la fe.

2. Obediencia pura y sencilla

“Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia.

Reconócelo en todos tus camino y él enderezará tus sendas”. Proverbios 3:5-6, NVI

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 o Los niños dependen de sus padres y cuidadores para protección, provisión y orientación. Desarrollar
este sentido de dependencia/obediencia es vital para poder atravesar los tiempos que estamos
viviendo y desarrollar un estilo de vida de devoción pura y sencilla.

o Eva decidió reclamar para sí el derecho de determinar qué era bueno y qué era malo a la hora de tomar
del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Decidió despegarse de la sencillez de considerar
malo aquello que Dios el había advertido que lo era. Esta búsqueda de “independencia” sentenció su
destino.

3. Carácter puro y sencillo

o El carácter de un niño es flexible y pasible de un continuo aprendizaje. Los niños tienen una
capacidad natural para aprender y adaptarse a nuevas situaciones. Jesús también habló sobre la
importancia de ser como niños en términos de humildad y disposición para aprender (Mt. 18:3).

“En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y preguntaron:

—¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo:
—Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños,
no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño
será el más grande en el reino de los cielos”. Mateo 18:1-4, NVI

o Un estilo de vida de devoción pura y sencilla forma en nosotros un carácter dócil, similar al de un
niño, y este, a su vez, nos impulsa nuevamente a desarrollar una vida de intimidad profunda.

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