UNA MIRADA RETROSPECTIVA Y ESCÊPTICA A
LA TEORÍA DE LA TRADUCCIÓN
Miguel Ángel Vega Cernuda
Hablar hoy en día de "teoría de
la traducción" es referirse a una
infinidad de propuestas teóricas
que han convertido esta disciplina,
recientemente constituida, en un
caos conceptual rayano en el ab-
surdo. En los últimos 30 años, la
sucesión de propuestas, supuesta-
mente "orientadas" a "orientar",
más que al profesional, al docente
de la traducción, ha sido tan con-
tinua, repetitiva y contradictoria
que el efecto conseguido ha sido
el contrario del pretendido: la deso-
rientación. No obstante, el docente
y el profesional deben tener en
cuenta las formulaciones hechas
por esta disciplina, tanto por su
valor cognitivo como por su valor,
aunque menor, pragmatizable.
Permítasenos hacer aquí un bre-
ve repaso a las propuestas de esa
teoría, al que añadiremos algunos
apuntes críticos, producto de los
convencimiento obtenidos tanto en
la práctica como de la enseñanza de
la traducción que hemos ejercido
desde ya hace largo tiempo. Con
ello solo pretendemos aquilatar los
rendimientos y fallos de esta teoría.
TIPOS DE TEORÍA TRADUCTOLÓGICA:
CLÁSICOS Y MODERNOS
Como paso previo al análisis
general del tema es perentorio dis-
tinguir dos diferentes comporta-
mientos de la reflexión traducto-
lógica: el "prescriptivo", ya practi-
îi|ieronymus
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
cado por los grandes versores clá-
sicos de la historia -a los que
Mounin, desde su carácter de lego
casi absoluto en el ejercicio de la
profesión, descalificaba con el califi-
cativo de "practicones de la tra-
ducción"- y que se expresaba sobre
todo en los prefacios y prólogos a
sus respectivas traducciones. Estos
prefacios tenían un carácter mayor-
mente empírico.
Junto a este talante prescriptivo
hay que situar el "descriptivo" de la
moderna teoría, expresado en la
abundantísima bibliografía específi-
ca surgida con indudables pre-
tensiones científicas y con dudosos
resultados en los últimos treinta
años. En esta ha habido una infla-
ción de la función "modelizadora"
del proceso traductivo que en oca-
siones, en efecto, ha ayudado a
comprenderlo cognitivamente, pero
que se ha mostrado bastante inútil
para el profesional, pues se ha
limitado a realizar un análisis en
términos lingüísticos del proceso de
traducción sin una aplicación prác-
tica a la casuística real del mismo.
LAS TEORÍAS "CIENTÍFICAS" DE LA
TRADUCCIÓN
LA TRADUCCIÓN EN EL INTERIOR DEL
LENGUAJE O LA "CIENCIA DE LA TRA-
DUCCIÓN"
Las primeras reflexiones teóri-
cas de carácter - insistimos, preten-
63
 didamente- científico aparecieron
como un intento de dar respuesta
al supuesto carácter aporético de la
traducción. A lo largo de la historia
de la cultura, en numerosas ocasio-
nes se ha formulado el teorema de
la imposibilidad de la traducción o
intraducibilidad (Humboldt y Orte-
ga, por ejemplo), teorema que ha
quedado expresado de manera
paradigmática en el dicho, um-
versalmente conocido, traduttore
traditore. Por eso, los lingüistas, ya
al comienzo de la moderna reflexión
traductológica, pusieron manos a la
obra de justificar la posibilidad de
la traducción, analizando y mode-
lando el proceso. Partiendo, sobre
todo, de planteamientos lingüísticos
de gramática generativa y transfor-
macional y convencidos de que las
estructuras profundas de las diver-
sas lenguas son idénticas, inten-
taban superar la contradicción, ya
tradicional en la reflexión lingüís-
tica: la de la traducibilidad/ intra-
ducibilidad. La traducción, para
aquellos que defendían la traduci-
bilidad, consistiría en la reducción
de las estructuras superficiales del
texto original a las estructuras
profundas de la lengua en la que se
ha expresado para, a través de
ellas, llegar a las equivalentes de la
lengua meta, que, a su vez, per-
mitirían formular el resultado
terminal:
ESTO ESTM
(estructura super- (estructura super-
ficial del TO) flcial del TM)
v
A pretendidamente científica de la
v
A
EPLO EPLD
(estructura profunda (estructura profunda
de la LO) de la LD)
Esa "reducción" y "conversión"
de las estructuras de la lengua de
64
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
origen a las de la lengua de destino
(fases del proceso que Kade deno-
minó "descodificación" y "codifica-
ción") sería un proceso cuasi-ma-
temático. Objetivo final de estos
traductólogos de profesión y tra-
ductores de ocasión era identificar
los "algoritmos" del idioma para
aplicarlos al proceso de traducción
identificando los "mecanismos lin-
güísticos que lo fundamentan". Por
eso se habló, sobre todo en Alema-
nia, de "ciencia" -rara vez de "teo-
ría"- "de la traducción" {Überset-
zungswissenschaft). La traducibi-
lidad era para esta pretendida cien-
cia un axioma. Mounin, en sus Pro-
blèmes théoriques de la traduction,
proponía -insistimos que desde su
escasa experiencia traductora: "la
traduction de toute langue en toute
langue est au moins possible dans
le domaine des universaux.
Ese planteamiento teórico no era
nada nuevo y desde Port-Royal y la
ilustración (Breitinger, por ejemplo)
se habían formulado concepciones
aproximadas, al menos in nuce.
La teoría expuesta por W. Benjamin
en su "La Tarea del traductor" [Die
Aufgabe des Übersetzers) quizás ha-
ya sido una formulación más filo-
sófica de esta concepción basada en
la universalidad del sistema de sig-
nos lingüísticos.
Bien es verdad que también de
parte de lingüistas vinieron impor-
tantes objeciones a esta descripción
traducción. Radegunde Stolze1 ha
señalado que estos modelos del
proceso traductivo obtenidos en esa
"ciencia de la traducción" son la
1
Stolze, R., Ubersetzungstheorien. Tubinga, 1997.
JJoieronymus
 mayoría de las veces abstractos y
nunca se comprometen con la
"aplicación a un texto concreto". El
lexicógrafo alemán F. J. Hauss-
mann ha resumido el comporta-
miento de la lingüística en la
traducción, quizás algo exagerada-
mente, de la siguiente manera:
"...en dernière instance la linguisti-
que et la traduction sont impo-
ssibles, mais nous faisons comme si
elles étaint possibles. C est un
mensonge, mais un mensonge néce-
ssaire à la vie"2.
Huelga decir que la modelización
que sobre esta concepción se
realizó tuvo cierta fecundidad en
el campo de la traducción au-
tomática. Como afirma Loffler-
Laurian3, "Toute production lagan-
gière se fonde sur des modèles".
Sin embargo, ha habido una serie
de fenómenos textuales que no han
sido suficientemente descritos. Esta
profesora señala que mientras las
gramáticas se limitan a describir
las palabras en el interior de las
frases, lo que es una simplificación
útil para la enseñanza de un idio-
ma, el texto a traducir propone
toda una serie de fenómenos no
descritos. Tales son, por ejemplo,
las denominadas "homografías gra-
maticales" (=una palabra que pue-
de tomar el valor de dos o más
partes del discurso según el con-
texto particular), la puntuación y el
comportamiento de los números,
etc. En inglés, por ejemplo, más del
40% de palabras son susceptibles
de ser homógrafas gramaticales.
Hausmann, F. J., "Le traducteur et la lin-
guistique", en Vega/ Martín-Gaitero, La palabra
vertida. Madrid. 1997, pág. 27.
3
La Traduction Automatique. Septentrion, 1996,
pág. 58
ieronymus
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
En todo caso, ese análisis y
descripción partían de una con-
sideración de lenguas o pares lin-
güísticos más o menos próximos
(francés e inglés, por ejemplo) en los
que la verificación y aplicación de
los universales lingüísticos eran
relativamente fáciles y considera-
ban con preferencia casos de comu-
nicación en los que la referencia a
los "reales" era monocorde, denota-
tiva: los textos técnicos. Tal hacía
por ejemplo, la escuela de Leipzig,
El punto débil -con claras impli-
caciones prácticas- de esta manera
de considerar el proceso de tra-
ducción es que toma el acto de
verter de una lengua a otra como
un mero intercambio de "infor-
mación racional", tal y como
expresa la fórmula establecida por
Kade: "Todos los textos de una
lengua-fuente pueden ser sustitui-
dos, manteniendo el contenido in-
formativo racional en el proceso de
traducción por textos de una len-
gua meta". El "contenido informa-
tivo racional" (rationaler Informa-
tionsgehaltj sería la "invariante" de
los dos textos, el de origen y el de
destino. Wilss abundaba en esta
concepción y afirmaba que la tra-
ducción consistía en "reproducir
una noticia producida por un emi-
sor en la lengua de destino".
Vernay, secuaz de Wilss, ha afir-
mado que la versión solo consiste
en la transmisión de un "quantum"
de información {Informationsmen-
ge). Las deficiencias de este aná-
lisis "científico" del lenguaje y de
su aplicación científica a la lengua
saltaban a la vista, incluso para
una perspectiva meramente teóri-
ca. No parece que Kade y compa-
ñía hayan tenido muy en cuenta
las consideraciones de Humboldt.
65
 Según el romántico alemán, el
lenguaje era energeia, manifes-
tación del espíritu de un pueblo,
que, por lo demás, era irrepetible.
Humboldt, uno de los primeros en
hablar de la "connotación" como
elemento intraducibie en la compa-
ración de los textos, había entre-
visto la naturaleza transracional del
lenguaje. Bastaría haber tenido en
cuenta ese "impulsives Sprechen"
del que habla Marius Wandruschka
para poner en entredicho esa
concepción del "habla" como mero
acto de comunicación de un con-
tenido informativo. El proceso tra-
ductivo que proponía esta ciencia
de la traducción no sería aplicable
ni válido en el caso de la traducción
literaria. En una posible traduc-
ción de la Oda a las ruinas de la
Itálica del sevillano Fernando de
Herrera, ¿valdría la traducción
informativa para expresar ese bor-
dado lingüístico con que el que el
autor nos enfrenta a la vivencia
arqueológica del pasado: "Estos,
Fabio, ay dolor, que ves ahora,
campos de soledad, mustio co-
llado..."? Los textos expresivos o
apelativos no trabajan tanto con
contenidos racionales ni con la
"universalidad de los signos, sino
con las "matizaciones emocionales"
y sus rasgos específicos. Cuando en
La vida es sueño, Calderón hace
exclamar a Rosaura "Hipogrifo vio-
lento que corriste parejas con el
viento", evitando la mera función
informativa del discurso (una for-
mulación "informativa" del mismo
podría haber sido, por ejemplo,
"este caballo desbocado me ha
traído a la velocidad del viento"),
está manejando el registro emo-
cional ( =eufonía, originalidad, etc.)
de la palabra hipogrifo frente a
66
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
caballo, es decir, está motivando la
función expresiva del lenguaje.
Nuestra comunicación, incluso la
que se encarga de trasmitir un
"contenido racional" está cargada
de emotividad y, en ocasiones, el
acto de habla dice más sobre el
emisor que sobre aquello que el
emisor expresa.
Por lo demás, lingüistas ha
habido (Sapir y Whorf, por ejemplo)
que formularon la tesis opuesta a
la chomskyana: la radical diferencia
de las estructuras lingüísticas pro-
duce diferentes "consideraciones" o
"concepciones del mundo". O lo que
es lo mismo, las diversas concep-
ciones del mundo producen diver-
sas estructuras lingüísticas. El he-
cho de que lo que para un grupo
humano es el "fin de año" para
otro sea el capo d'anno y para un
tercero el Silvester; o el hecho de
que lo que en español es una
"banda sonora" (de carretera) en
francés sea bande rugúese no se
debe a que eso sea así porque así se
dice, sino que se dice así porque así
se conoce y así se concibe en cada
una de esas lenguas. El hecho de
que en italiano el acto de producir
música con instrumentos se expre-
se con el verbo suonare, mientras
en español se hace con el verbo to-
car, en alemán con el verbo spielen
y en francés con el verbo jouer
indica que ese único "real", idén-
tico en todos los ámbitos cultura-
les, se interpreta (=se conoce, se
reconoce y se siente) de manera
distinta. Cada grupo humano clasi-
fica e interpreta la realidad como
quiere y le conviene, según sus
caprichos y ocurrencias, sus cos-
tumbres y conveniencias. En ese
acto arbitrario de configuración
JBieronymus
autóctona del mundo, ese grupo
humano desarrolla unas u otras
estructuras y paradigmas lingüís-
ticos, no siempre tan universales.
Por consiguiente, el supuesto com-
ponente universal de las lenguas
habría que conjugarlo con los
elementos específicos que cada una
de ellas desarrolla. La capacidad de
diferenciación sonora del mundo
parece en alemán mucho más aqui-
latada que en español. De ello es
buen ejemplo y testimonio el céle-
bre poema de la poetisa alemana A.
von Droste-Hülshoff Der Knabe im
Moor, en el que, como es bien
sabido, se acumula una docena de
onomatopeyas naturales {knistern,
zischen, etc.), es decir, términos
que expresan imitativamente los
ruidos que se producen en el ano-
checer del pantano westfaliano y
que apenas tienen correspondencia
en español. También el hecho de
que, por ejemplo, y a juzgar por los
respectivos léxicos específicos, el
español disponga de 30.000 térmi-
nos para expresar el mundo de la
medicina, mientras el idioma ale-
mán utiliza potencialmente 200.000
es indicativo de que hay algo en la
teoría, chomskyana o no, de los
universales que no cuadra. Si esto
es así, ¿es posible describir la tra-
ducción como un procedimiento
"científico" para obtener las corres-
pondencias entre las estructuras
profundas de las dos lenguas?
Así pues, cabe señalar una opo-
sición antitética entre lo que afir-
maban los "científicos de la traduc-
ción" y los "místicos del lenguaje",
oposición bajo la que se oculta esa
oposición más general existente en-
tre los denominados ilustrados y los
románticos: Traducibilidad absolu-
lieronymus
ta versus imposibilidad de traduc-
ción. Bien es verdad que los que
afirmaban esta última (Schopen-
hauer, Humboldt, Ortega) solucio-
naban la aporía de manera prácti-
ca: lo que resultaba intraducibie en
potencia, era traducible en acto.
En último término hay que decir
que los alcances, los límites y los
rendimientos de esta descripción de
la traducción, son paralelos a los de
la teoría que la sustenta: modestos,
pero importantes.
LA TRADUCCIÓN EN EL INTERIOR
DE LA NORMA: LA TÉCNICA DE LA
TRADUCCIÓN
Mientras una abundantísima re-
flexión "lingüística" sobre el hecho
"translingüístico" de la traducción
iba produciendo una sensación de
hartazgo descriptivo, en espacios
culturales más pragmáticos se fue
elaborando la denominada "estilís-
tica contrastiva", que trató de sacar
consecuencias didactizables deriva-
das de la consideración de las dife-
rencias e identidades existentes en-
tre los signos lingüísticos de un
idioma y de otro y que, en parte,
se habían descrito ya por los lin-
güistas. Fue así como junto a estos
"científicos" de la traducción se
situaron los "tecnólogos" de la mis-
ma, que consideraron que esta es
una tecnología lingüística y una
artesanía, no una ciencia. Estos
partían de la práctica para intentar
volver a ella sin pretender el
carácter científico para lo que no
era más que una operación arte-
sanal. Nida lo afirmaba categórica-
mente : As producers of a product,
67
 translating and interpreting cons-
titute technologies, not sciences.
Fundadores modernos4 de esta
rama de la translatología compa-
rada fue la pareja de canadienses
Vinay/Darbelnet, a los que siguie-
ron un Malblanc, un Bausch, etc.
Estos se percataron de que en el
ejercicio profesional de la traduc-
ción, a pesar de los universales
lingüísticos, había diferencias es-
tructurales interidiomáticas, no so-
lo superficiales, que eran las que
realmente importaba describir y
reglar, ya que eran las que presen-
taban los auténticos problemas a la
hora de establecer los equivalentes
interidiomáticos. Trabajando sobre
la comparación de pares lingüís-
ticos, describían sus coincidencias
y divergencias y las posibilidades de
establecer las oportunas correspon-
dencias. Se buscaban soluciones
traductivas a los diferentes usos de
formas gramaticales concretas. Así,
por ejemplo, se proponía evitar el
uso del gerundio y su inmediato
correlato lingüístico en la estruc-
tura I'm coming (= "estoy llegando")
y se aconsejaba una forma mor-
fológica y léxica bastante distinta
pero más idiosincrásica como el "ya
voy".
Logros conceptuales de esta teoría
práctica fueron: traduxema, traduc-
ción directa y oblicua, equivalencia,
etc.; logros prácticos, los procedi-
mientos de traducción de Newmark,
del primer Nida, de Bausch, de
Fedorov, de Vázquez-Ayora (modu-
4
Ya anteriormente se había formulado esta
concepción contrastiva. Como se sabe, ya
Capmany, por ejemplo, había hecho un manual
de traducción español-francés.
68
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
lación, transposición, etc.) o el
análisis de faltas (Truffaut). En todo
caso, esta teoría partía de la com-
paración de lenguas, sin tener en
cuenta su realización concreta. Co-
mo la "ciencia de la traducción", la
lingüística contrastiva aplicada a la
traducción reducía las lenguas a un
sistema de estructuras, de signos
que ella comparaba, sin considerar
su realización concreta en el texto o
el discurso.
Una aplicación atrevida de esta
descripción paralela de los compor-
tamientos mutuos de los pares de
lenguas fue la Traducción Auto-
mática, surgida sobre todo a partir
de los años de la guerra fría. La
necesidad de estar al tanto de la
producción científica y técnica rusa
por parte del Estado americano,
impulsó la investigación de unos
sistemas que permitieran traducir
mecánicamente la información a
disposición sin necesidad de espe-
rar al trabajo reposado y lento (es
un decir) de la traducción humana.
En campos en los que las impli-
caciones estilísticas no importaban,
se pensó en establecer equivalen-
cias automatizadas que, aunque
tuvieran un alto grado de ambi-
güedad y simplificación, podían ser-
vir de propuesta textual básica. La
Universidad de Georgetown fue pio-
nera en este campo y a ella se
fue añadiendo un sinfín de insti-
tuciones. Peter Thoma, ingeniero
húngaro nacionalizado americano,
recogió el guante de pasar los
textos de carácter técnico a un
lenguaje informático, produciendo
una serie de programas (Autotram,
Technotram y Systram) en los años
60. En esos programas se trata de
solventar problemas prácticos de
lnieronymus
 conversión léxico-semántica de los
textos de una lengua en textos de
otra por medios electrónicos.
LA TRADUCCIÓN EN EL INTERIOR DEL
HABLA O LA SOCIOLOGÍA DE LA TRA-
DUCCIÓN
La inclusión en las consi-
deraciones acerca de la traducción
de la pragmática lingüística, en-
tendida esta como la relación que
se establece entre el usuario de la
lengua y los signos de esta, em-
pezó a hacer insuficientes, cuando
no inservibles para el traductor,
esas descripciones científicas de los
universalistas, que incluso para el
didacta de la traducción resultaban
difícilmente pragmatizables. Por
otra parte, el desarrollo de las
técnicas de traducción identificadas
en la lingüística contrastiva aboca-
ba a la consideración de otras di-
mensiones del hecho traductivo. Tal
pasaba con el concepto o técnica de
la equivalencia o de adaptación que
derivaba hacia consideraciones
extra-lingüísticas. Se imponía otra
concepción de la traductología más
pegada a la realidad, más empírica.
Ya en 1973, Meschonic en su Poé-
tica de la Traducción abogaba por
el carácter translingüístico de la
traducción en la que intervienen el
inconsciente, la historia, le estética,
etc. En efecto, traductólogos/ores
como Nida, Meschonic o Selesko-
vitch bajaron del podium del aná-
lisis de los signos lingüísticos a la
arena de la realización pragmática
del mismo en el acto traductivo y
empezaron a considerar aspectos
psicológicos, neurológicos, socio-
lógicos y poéticos. Fue la con-
jifeieronymus
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
sideración de la traducción desde el
punto de vista de la comunicación
la que dio lugar a la teoría de la
tipología textual de Reiss, que
postulaba para cada uno de los
tipos de textos una metodología
diversa: en los textos informativos
se debería salvar la invariante del
contenido; en los textos expresivos,
la analogía de la configuración
artística; en los textos operativos, la
identidad de la apelación inmanen-
te en el texto. Y por encima de todo,
a la hora de establecer la estrategia
de traducción, se debía tener en
cuenta la voluntad del mandante
que hacia el encargo.
LA TRADUCCIÓN COMO ACTO TRANS-
LINGÜÍSTICO Y TRANSTEXTUAL
Efectivamente, la visión pura-
mente tecnológica de la traducción,
creadora de estrategias, partía de la
comparación de textos, sin tener en
cuenta su realización concreta en
su aspecto social y cultural. Como
la "ciencia de la traducción",
también la lingüística contrastiva
aplicada a la traducción reducía
esta a un problema de equivalen-
cias de estructuras y de signos en
el interior de dos textos. Los
análisis realizados por la estilística
contrastiva seguían sin hacer
justicia integral al complejísimo
acto de la traducción y no apor-
taban más que condiciones para la
optimación de la traducción. Seguía
siendo una consideración funda-
mentalmente lingüística, inmanen-
te, de la versión. Se seguía consi-
derando desde sí mismo y con valor
absoluto aquel tablero de ajedrez
que Saussure había propuesto
69
 como ejemplo del funcionamiento
de una lengua. Parecía que la
traducción consistía en reproducir
por parte de las "blancas" el mismo
estado de partida conseguido por
las "negras". Estos lingüistas de la
traducción no se percataban de que
incluso el tablero o, lo que es lo
mismo, la sucesión de ocho x ocho
cuadrados alternados de color blan-
co y negro sobre el que se mueven
treinta y dos figuras según reglas
concretas no agotaban la realidad
del ajedrez. A esa realidad inma-
nente le podían advenir otras fun-
ciones y valencias: podía valer como
juego de sociedad o como juego de
competición, como distracción o,
incluso, como manía. Un tablero de
ajedrez de marfil tiene distinta
entidad que otro de madera. Puede
ser mero objeto de adorno o de
regalo. Un tablero de plaza no
podrá ser utilizado para solazarse
con un amigo en la intimidad de
una noche de invierno.
Un caso concreto de comuni-
cación puede ilustrar cómo ésta
transciende lo lingüístico. En un
texto orientado a un público ale-
mán calificábamos la zarzuela de
"arte ingenuo", haciendo referencia
a la dicotomía naïf y sentimental
que Schiller estableció en el célebre
opúsculo sobre el tema (Über naive
and sentimentalische Dichtung) y
que todo alemán culto tiene o pue-
de tener presente. Esta circuns-
tancia, la del público destinatario,
dejaba perfectamente claro lo que
quería decir. Por el contrario, cuan-
do quisimos redactar ese mismo
texto para un público español que
no tiene presente esa dicotomía
schilleriana, nos vimos obligados o
bien a la supresión del mismo o
70
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
bien a una amplísima explicación
contextual, lo que en ambos casos
variaba sustancialmente el mensa-
je. No nos valieron ni la reducción
de las estructuras superficiales a
las estructuras profundas, ni acti-
var procedimientos traductivos co-
mo la ampliación, la explicación
intratextual, etc. O bien suprimía-
mos la referencia o bien introdu-
cíamos un mensaje distinto explici-
tando qué entendía Schiller por
"arte naïf y por "arte sentimental" y
aplicando esta teoría schilleriana a
la zarzuela. Efectivamente, el ele-
mento situacional del discurso nos
condicionó drásticamente la expre-
sión y la comunicación resultante.
Fue así como la insatisfacción
ante los análisis lingüísticos o
textuales realizados hasta entonces
(principios de los ochenta) siguió
produciendo nuevas propuestas.
Así, por ejemplo, el funcionamiento
de las reglas de conversión lin-
güística descritas implicaba un fun-
cionamiento mental-cognitivo que
se trató de reproducir para mejorar
con ello el rendimiento del tra-
ductor en la operación traductiva.
Un caso de la teoría que se desa-
rrolló sobre esta consideración lógi-
co-psicológico fue la teoría de la
fidelidad al sentido o teoría inter-
pretativa, propuesta por la llamada
Escuela de París (Selescovitch,
Lederer, Israel, etc.). El formulado
era antiquísimo (Cicerón, Jeró-
nimo, etc.); el patrón elegido para
desarrollarlo, moderno: el acto de la
interpretación. La chocante rapidez,
casi se podría decir, la simulta-
neidad que debe existir entre la
emisión del mensaje en la LO y su
reexpresión en la LM en el caso de
;ftieronymus
 la interpretación, si esta quiere ser
operativa, llevó a analizar el proceso
mental-lógico que permite esa re-
producción casi instantánea. Des-
componiendo el proceso en sus
fases elementales se creó un mode-
lo aplicable también a la traduc-
ción de textos, sobre todo, los de
carácter técnico y funcional (jurí-
dicos, políticos, etc.). La nueva
visión que con ello se ganó podría
quedar sintetizada en el concepto
decorticación del proceso. Determi-
nando los diferentes estratos o mo-
mentos del proceso, se trataba de
fijar la naturaleza de la traducción,
más allá de lo lingüístico, como ac-
tividad mental: en el acto inter-
pretativo se trataba sobre todo de
"desverbalizar" el mensaje para,
conservando el núcleo no verbal del
mismo, es decir, el contenido sig-
nificativo, "reverbalizar" éste de ma-
nera autónoma en la lengua meta.
Se intentaba desposeer al texto-
meta de toda dependencia lingüís-
tica con relación al texto fuente.
Aunque esta teoría podría parecer
semejante a la que proponía la
Escuela de Leipzig (desverbaliza-
ción= descodificación), ambas esta-
ban muy distantes: mientras esta
proponía la realización del proceso
en el orden de las estructuras
lingüísticas, la teoría de la fidelidad
al sentido se situaba en el plano de
las operaciones mentales.
Con esta teoría mantiene una
cierta relación de perspectiva co-
mún la teoría de la caja negra
(black-box) de la traducción y que
trata de determinar qué es lo que
sucede en la mente del traductor a
la hora de realizar el proceso.
^ iieronymus
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
EL LENGUAJE Y LA TRADUCCIÓN COMO
HECHOS DE CULTURA
Tampoco este análisis bastó para
fundar una teoría suficientemente
fecunda, es decir, más exacta y
completa en su análisis y más
orientada y aplicable a la práctica y
la didáctica. En la teoría de Seles-
covitch seguía hablándose en tér-
minos lingüísticos, si bien se pasó
de la concepción estática de la equi-
valencia a una concepción diná-
mica. Ahora, de concebir la expre-
sión lingüística como la realización
de un conjunto de reglas a priori se
pasó a concebirla como un conjun-
to de utilidades, signos y funciones.
De concebir la lengua como estruc-
tura cerrada se pasó a concebirla
como estructura abierta en la que
se integra toda la personalidad del
individuo y del grupo que la habla.
De nuevo el viejo maestro Nida
formulaba de manera precisa: the
meaning of verbal symbols on any
and every level depends on the
culture of the language community.
Language is a part of culture...
Efectivamente, en el hecho de la
comunicación escrita, no digamos
en la oral, interviene un sinfín de
factores extra-lingüísticos.
La aplicación de esta nueva con-
cepción a la traducción, hizo que
esta dejara de ser un proceso de
conversión lingüística para con-
vertirse en un complejo proceso de
"integración linguístico-cultural" de
un texto extraño en un "contexto de
comunicación humana" distinto al
de origen. Estos fueron los nuevos
factores que se añadieron a los
análisis ya propuestos del hecho
traductivo en los últimos años 80 y
en los 90: la consideración de la
71
 naturaleza cultural, de las impli-
caciones culturales del lenguaje y
del proceso traductor. Idea fun-
damental de esta nueva concepción
es que, tanto la comprensión como
la re-expresión de las palabras y los
textos que se traducen se realiza a
través de informaciones del con-
texto, previamente almacenadas in-
dividual y/o colectivamente y car-
gadas de emotividad, que se activan
de manera espontánea.
Las teorías resultantes de esta
concepción han proyectado pers-
pectivas sociológicas, sociolingüís-
ticas y antropológicas sobre la tra-
ducción, que ponen el acento de la
comprensión del texto a traducir y
del texto traducido en la expecta-
tivas de los destinatarios. Así el
último Nida, que ha analizado el
componente extralingüístico y para-
lingüístico de toda comunicación y
las distintas determinaciones que
advienen al proceso de traducción
motivadas por la posible lectura
que desde una modulación cultural
peculiar puede hacer el destinata-
rio. Incluso los factores transtex-
tuales o paratextuales pueden de-
terminar la lectura del texto. Como
ejemplo extremo, Nida menciona el
error cometido por una sociedad
bíblica americana al encuadernar
en piel de cerdo una traducción al
árabe del Nuevo Testamento.
Por su parte, la teoría del esco-
pos [Skopostheorié] o teoría funcio-
nal propuesta por los teóricos de
Heidelberg Vermeer y Reiss {Grund-
legung einer allgemeinen Transla-
tionstheorie) hacían depender el
proceso traductivo de la "situación
comunicativa" en la que intervenían
de manera decisiva, entre otros fac-
tores, el tipo de texto, las expec-
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HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
tativas de recepción, etc. Sobre todo
el tipo de texto (informativo, ape-
lativo y expresivo) era el más
importante y objetivo condicionante
de la situación y lo que imponían
uno u otro criterio o método de
traducción. Este era el factor que
determinaba la actuación del tra-
ductor, de tal manera que, en aras
de situación comunicativa, en el
texto de destino podían variar tanto
el sentido como la forma con
relación al texto de origen. Había
que salvar la finalidad y mantener
como criterio de traducción la si-
tuación. Esta teoría se completó
con la del "encargo de traducción"
[Übersetzungsauftrag) de Nord. En
esta, lo que anteriormente se había
considerado fidelidad al autor o al
texto se transformaba en lealtad al
mandante del encargo de traduc-
ción, que era quien determinaba la
situación comunicativa. No se ha-
blaba de Treue, sino de Loyalität
La teoría del "principio sisté-
mico", acentuó el carácter cultural
de la traducción. Según esta, la
traducción es el resultado de la
aplicación de diversas teorías com-
plementarias que forman una pers-
pectiva sistémica, en la que se con-
sideran el proceso, el resultado, la
función y la didáctica de la tra-
ducción (Holmes, Snell-Hornby).
Los "estudios de la traducción"
serían una disciplina independiente
aplicada que integraría los diversos
campos que afectan al hecho tra-
ductivo. En esa disciplina, la lin-
güística tendría poco que ver.
Una derivación de esta teoría es
la del "polisistema" de Even-Zohar y
Toury, para quienes la literatura es
un polisistema, una integración de
^jiieronymus
 factores y formas como género,
estilos, etc. ¿Cómo funciona la obra
traducida en el polisistema de la
literatura de destino?: Tal sería la
tarea investigadora de la teoría de
la traducción. En todo caso no se
preocupa del texto original sino de
las traducciones en sí mismas.
Finalmente, la "teoría de la
manipulación" pretende que la in-
vestigación de la traducción sea
una parte de la literatura com-
parada. Theo Hermans publicó una
antología bajo el título de The
manipulation in the Literature y de
ahí el nombre de la escuela, a la
que podemos adscribir a Basnett-
McGuire y a Gideon Toury. El prin-
cipio de esta escuela es el siguiente:
toda traducción implica un grado
de manipulación del texto-fuente
con un cierto propósito, en la que
destaca el acto creativo del tra-
ductor.
LA TRADUCCIÓN COMO PROCESO
MENTAL
Un paso más allá en esa des-
cripción lógico-psicológica del acto
traductivo que hemos mencionado
arriba y que, sin embargo, tiene en
cuenta aportaciones de la consi-
deración culturalista de la traduc-
ción, lo dieron Königs y Krings hace
unos años al implicar un concepto
hasta entonces desconocido en la
psicolingüística: la intuición. La
traducción, que en la gramática
transformativa era un complicado
proceso de conversión sobre la base
del análisis y comparaciones de ca-
tegorías lógico-gramaticales de dos
lenguas, aquí se convertía en un
rapidísimo acto de intuición, por el
^ieronymus
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
cual el traductor integraba en un
conocimiento previo las informacio-
nes del TP, que no venían a aña-
dirse o sumarse, sino a integrarse.
La imagen de Königs es brillante: a
cada nueva información que le
adviene al conocimiento, se barajan
de nuevo las cartas de este.
No se trata de describir el
proceso por el cual se establecían
equivalencias y estructuras, sino
de saber qué pasa en la mente
del traductor cuando traduce. Y lo
que sucede se reduce básica-
mente a lo siguiente: la informa-
ción que del texto a traducir le
adviene al traductor se integra
de manera espontánea e immedia-
ta, es decir, intuitivamente, en un
contexto que determina el signifi-
cado que aquel adquiere en la men-
te del traductor. Rasche Bedeut-
ungserfassung, Textverstehen und
spontanes Formulieren als Schreib-
kompetenz serían en formulación de
Stolze, die wichtigsten Fähigkeiten
des Übersetzers. Que, después, lo
así percibido y juzgado se "re-
conoce" es obvio. En todo caso la
intuición y la cognición, como
afirmaba Honig en 1990, no son
procesos sucesivos sino simultá-
neos e interdependientes. ¿Cuál es
lo primario? El mismo Wilss, en
Kognition und Übersetzen, de 1988,
se manifestaba, ya lejos de sus
primeros análisis, a favor de la
consideración primordial del factor
humano, es decir, del traductor
como erkennendes Subjekt en el
análisis del texto. Era la "teoría
subjetivista" de la traducción. Lo
que un traductor entiende, depende
de los elementos subjetivos (no se
entienda el término en el sentido de
"arbitrario"), más o menos nume-
73
 rosos, más o menos desarrollados,
que sea capaz de hacer intervenir
en esa intelección. De ahí se puede
concluir un principio: la responsa-
bilidad del traductor a la hora de la
comprensión y re-expresión. Según
Honig, la traducción es una Sinn-
gebung, una dación de sentido.
Cuanto más capaz sea el traductor
de dar sentido desde una posición
intuitivo-cognitiva más rica, tanto
más exacta y aproximada a la
realidad del texto será su tra-
ducción, tanto más completo y
adecuad será el texto terminal.
BALANCE Y PROSPECTIVA
Hoy en día, la teoría de la traduc-
ción trata de orientar la formación
del traductor hacia la adquisición
de las claves del universo del dis-
curso (sociedad, cultural, historia,
contenidos científicos, etc.) ¿Quie-
re decir esto que esta nueva pers-
pectiva integradora invalida las an-
teriores de los lingüistas genera-
tivistas o las de los técnicos de la
traducción? En parte sí, si bien
todas ellas son reutilizables. Por su-
puesto que se puede seguir hablan-
do de errores, de corrección o in-
corrección de una traducción en los
términos tradicionales, basados en
criterios mayormente contrastivos.
Pero estos conceptos no deberían
ser los determinantes a la hora de
realizar una traducción o a la hora
de apreciarla o desecharla. Consi-
derar el acto traductivo como un
acto complejo, susceptible de múlti-
ples descripciones y diversas pers-
pectivas y añadir a todas ellas la
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HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
consideración del momento opcio-
nal-estético que toda traducción
comporta es la visión más adecua-
da que posiblemente se sitúa muy
por encima de lo que hasta ahora
se ha practicado en la teoría de la
traducción.
Cualquier teoría de la traducción
que pretenda una validez universal
deberá ser de amplia concepción
casuística, de base lingüística y
cultural universal y de resultado
integrador de las múltiples opciones
y disciplinas que se activan en su
ejercicio. Porque la traducción no es
un concepto unívoco; es una
realidad pluriforme, dinámica y
dialéctica que exige una contem-
plación amplia y no exclusivista de
su fenomenología.
La capacidad modeladora de la
teoría debe proponer modelos que
sean funcionales y, en todo caso,
más sencillos que la realidad mo-
delada, en nuestro caso, la tra-
ducción. La orientación pragmática
de la teoría de la traducción debe
proponer, por encima de todo, la
opcionalidad del procedimiento, la
presencia implícita del destinatario
en el proceso y, por supuesto, la
creatividad del traductor frente al
texto y frente al destinatario. Y la
función hermenéutica debe atender
a la historicidad y sociabilidad de
una actividad sin la que la historia
del mundo habría sido distinta.
Frente a este ideal utópico de
una teoría integradora de la tra-
ducción, ¿qué es lo que, en las
propuestas realizadas, en la teoría
de la traducción "realmente existen-
te", tiene vigencia y validez? Sin
duda, muchas cosas:
|ieronymus
 1.- Su pretensión formalizadora
y analítica, que ha logrado impor-
tantes avances conceptuales, al
identificar o fijar
-una amplia diversidad textual no
réductible a un concepto unívoco
del texto y que determina la ac-
tivación de un procedimiento u
otro, de una metodología u otra a la
hora de realizar la versión. Hoy en
día somos definitivamente cons-
cientes de que un texto literario no
exige el mismo tratamiento tra-
ductivo que un hypertext,
-una no menos amplia diversidad
tipológica de traducciones o de mé-
todos traductivos que va desde la
traducción morfemática a la tra-
ducción retórica, pasando por la
gramatical y la libre y que debe
adaptarse a las necesidades del
público lector y a las conveniencias
del productor del texto. A este
respecto la casuística de la auto-
traducción puede ser clarificadora;
-el carácter de relación laboral
implícito en la traducción, en la que
la voluntad del mandante o las
expectativas del destinatario pue-
den den ser determinantes.
2.- La consecución de una ter-
minología diferenciada que, una vez
depurada la ganga verborreica
implícita a la que se apuntan
muchos advenedizos, puede servir
para un mejor manejo de la
realidad a la que sirve esta teoría.
3.- Algunos principios opera-
tivos, como el de la dinamicidad o el
de la funcionalidad del acto tra-
ductivo, que hoy en día tienen
carácter rector.
jü|ieronymus
HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
4.- Sobre todo, algunos procedi-
mientos o técnicas de traducción
que, sin que hayan sido descu-
biertos en nuestra época, se han
sistematizado de manera didáctica
en el presente. Conceptos como
modulación, ampliación o supre-
sión ya están presentes en Cicerón
o en Jerónimo de Estridón. Cuando
Cicerón proponía la traducción de
las palabras no según su número,
sino según su peso, no hacía sino
aludir a un tratamiento traductivo
del texto que en nada se diferencia
del actual. Hoy en día esas técnicas
se han clasificado y escolarizado, lo
que no es poco. En todo caso, a pe-
sar de todo lo que ha llovido sobre
la teoría de la traducción, nos fal-
tan principios y nos sobran méto-
dos. También la traducción intuiti-
va, la traducción inmediata es, ha
sido y seguirá siendo efectiva;
5.-Finalmente, orientadoras des-
cripciones fenomenológicas y axio-
lógicas de la tarea versora por parte
de filósofos y antropólogos de la
traducción que, a pesar de sus
rendimientos en el trato o relación
del lector con la traducción, son
despreciados por esos advenedizos
que sin mayor "conocimiento de
causa textual real", quieren marcar
las pautas de comportamiento del
traductor y del crítico con el texto
traducido y con la actividad traduc-
tora en general.
Pero, frente a estos logros, ¿qué
debe adquirir todavía esta teoría,
cómo debe orientarse? Si quiere ser
efectiva, deberá formular principios,
más que métodos. Estos, los desa-
rrollará empíricamente el traductor
una vez que tenga los primeros.
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 Nida ha titulado, con razón, uno de
sus trabajos "Principles of Trans-
lation as exemplified by Bible
Translating".
Efectivamente, la estética de la
traducción y su filosofía, es decir,
los principios, son todavía la asig-
natura pendiente. Tal es el camino
por el que tiene que seguir la
reflexión traductológica, aunque
debe quedar claro que, como afirma
R. Pannwitz, "la filosofía solo puede
dar la base, nunca ejecutar la
acción". Dar a la filosofía que orien-
ta la primacía sobre una supuesta
ciencia de la traducción, que poco
sirve pues poco se aplica, es una
tarea urgente en el campo de la dis-
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HIERONYMUS. Núms. 9-10. Miguel Ángel VEGA CERNUDA. Una mirada retrospectiva y escéptica a la teoría ...
ciplina, que debe huir de la ver-
borrea terminológica.
En segundo lugar, debe conse-
guir una mayor claridad concep-
tual, mayor unidad e integración y
una formulación más sencilla. Esto
exige teóricos polifacéticos, que
dominen la historia de la tra-
ducción y de su teoría, la historia
de las ideas estéticas y de la
literatura, y que orienten su ac-
tividad con voluntad de síntesis y
de utilidad pragmática, renun-
ciando a una oscuridad termi-
nológica acuñada para consumo
interno, y que lleva a una hi-
pertrofia del meta-lenguaje que
hoy en día caracteriza la teoría
existente.
Miguel Ángel Vega Cernuda
Jaieronymus