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Historia original

La temida celda 27 era considerada la prisión de la muerte, pues los presos que pasaban
la noche ahí no llegaban al otro día con vida en Durango, a finales del siglo XIX, existía
una antigua prisión que se ubicaba en lo que hoy es el centro de la capital del estado. La
cárcel era conocida y temida pues había una mazmorra de la muerte, la celda 27. Según
cuenta la leyenda, todo preso que entraba en ella amanecía muerto. El calabozo que a
simple vista era similar a los otros, parecía estar maldito. Llegó un tiempo en que las
historias que se daban alrededor de la celda 27 preocuparon a los carceleros, presos y
hasta las autoridades. Se decía que la prisión estaba poseída por una entidad maligna
que le robaba el alma a quienes cruzaban las rejas. Pero también, los rumores de los
duranguenses explicaban los fenómenos de forma realista alegando que la cárcel estaba
envenenada para matar a los presos y otros creyentes, le echaban la culpa al diablo. Al
final, no había explicación certera de la coincidencia de muertes.

Se cuenta que los carceleros aprovechaban el terror que ocasionaba la celda 27 para
asustar a los presos, y también que terminó siendo la prisión de aquellos que habían
cometido los crímenes más temibles. Cruzar las rejas de esta celda era una sentencia de
muerte. Sin embargo, los sucesos dieron un giro cuando los directores de la cárcel
ofrecieron la libertad al preso que descubriera qué estaba pasando en ese calabozo.

La libertad parecía un premio para aquellos que no creían en las supersticiones. Muchos
presos aceptaron la oferta de entrar de forma voluntaria para investigar las paredes, el
piso, el techo y todo lo que había en la celda 27. Sin embargo, cuenta la leyenda que
nadie era inmune a la maldición y poco a poco, eran menos los que se aventuraban a
pasar la noche ahí. En el año de 1884, en la Hacienda de la Cacaria, trabajaba un joven
alto, moreno y robusto de nombre Juan al que le apodaban el “Sin miedo”, pues presumía
de una valentía inigualable e imprudente. Entre sus hazañas se dice que por las calles de
Durango andaba suelto un perro con rabia que no podía ser capturado por nadie y hacía a
la gente encerrarse en sus casas. Juan, sin temerle al perro, le aventó un tiro con una
escopeta, pero la bala perdida dio a una señora que murió por el impacto. Por este delito,
Juan fue condenado a 20 años en prisión.

Juan después de siete años en la cárcel fue condenado a la celda 27. La leyenda dice
que el director de la prisión le volvió a hacer la oferta de la libertad si con su valentía
demostraba el secreto de las muertes. También se dijo que la sentencia fue obligatoria,
mandada a ordenar por el dueño de la hacienda en la que trabajaba quien se quería casar
con su prometida e incluso que el mismo preso solicitó entrar. Antes de ser enviado a la
muerte, el director de la penitenciaría le concedió una última voluntad y Juan pidió velas y
cerillos, pues planeaba burlar a la muerte en la 27.
La luz de la vela no se apagaba. El valiente contaba las horas para que llegara la mañana
y observaba a su alrededor. Según las historias, Juan vio a un enorme alacrán de 30
centímetros de largo ocultándose en una madriguera y en ese momento sospechó que el
culpable era el insecto. Apagó la vela y tomó los cerillos a la espera del monstruo
ponzoñoso. Llegada la mañana, con lo último que le quedaba de luz, el preso vio al
alacrán acercándose y entonces lo atrapó con su sombrero.

Llegada la mañana, cuando los carceleros se acercaron a recoger el cuerpo, se


encontraron a Juan con el animal atrapado y ahí pidió el indulto como dice el corrido “La
Celda 27”.

En su historia, Durango ha hecho del alacrán su símbolo, por algo se le llama la “tierra de
los alacranes”. En la región hay siete especies diferentes de alacrán, entre ellos se
encuentra uno de los más peligrosos, el Centuroides Sufusus, pues durante los primeros
años de la ciudad de Durango era la primera causa de muerte entre los habitantes y de
peligrosa la situación el gobierno pagaba de tres a cinco centavos por cada alacrán
capturado, de ahí surgió el oficio local de los “alacraneros”.

REFERENCIA: Artículo escrito por Sofía Isadora Salazar para el portal Noro.mx ,21 de octubre 2022

https://noro.mx/celda-27-una-de-las-leyendas-mas-populares-de-durango/#:~:text=En%20Durango%2C%20a%20finales%20del,entraba%20en%20ella
%20amanec%C3%ADa%20muerto.
Versión de J.Emiliano Quintero

En 1890 la celda 27 de la penitencia estatal de Durango era conocida por ser una celda
mortal donde sus presos morían de causas desconocidas, los habitantes de la capital de
Durango (victoria de Durango) generaban todo tipo de hipótesis de lo que podría estar
pasando, los creyentes de lo paranormal hablaban de espíritus y demonios que se comían
el alma de los prisioneros, otros más hablaban de la existencia de un monstruo aterrador
que asesinaba a los prisioneros por las noche pues aseguraban se escuchaban ruidos
tenebrosos y gritos de desesperación , otros más conspiranoicos hablaban de guardias
corruptos que asesinaban prisioneros por las noches para robarles sus pocas
pertenencias. Sin embargo para todos era un gran misterio incluso para el gobierno de
Durango que no entendía por que los prisioneros de esa celda amanecían muertos fue
por ello que el mismo director de la penitenciaria ofreció amnistía, absolución de los
crímenes y una recompensa de $1000 pesos a aquel prisionero que descubriera que
estaba pasando.

Al enterarse de la oferta de amnistía un asesino y bandido de aspecto feroz apodado


“Pedro Cartuchos” pidió se le encerrara en la celda 27 sin embargo a la mañana siguiente
“pedro el cartuchos” estaba muerto, petrificado y con una expresión de terror en su rostro.

En una hacienda cercana al pueblo el hacendado Juan Rufildo Engrande Leopoldino de la


Mancha Valenciana Sánchez cobraba los rendimientos de sus tierras trabajadas por los
hermanos López, victimas del sistema de clases porfiriano se les entrego únicamente 5
elotes de toda su cosecha y el hacendado se adjudicó 2 carretas llenas, en ese momento
salió la señora Lupita madre de los hermanos López y se atrevió a grítale a el
hacendado, despotricando contra el abusador y corriéndolo de su propiedad no
permitiéndole llevarse sus carretas.

Llegando a su hacienda refunfuñando y molesto por “el atrevimiento de unos cuantos pata
rajada” el hacendado dejo su caballo con su cuidador Pedro Vega quien tomo al caballo y
lo tranquilizo del mal trato que su dueño le dio de regreso ya molesto. Llegando a la
cocina el hacendado molesto comenzó a tomar tequila mientras observa penetrante a una
de sus criadas Juanita Martínez una mujer muy atractiva e inteligente (novia de Pedro) y
que le gustaba desde hacía tiempo ,la madre de juanita se dio cuenta de cómo la
observaba y cerró la puerta para proteger a su hija.

Ya llegada la tarde Pedro esperaba a su amada en un patio de la hacienda, ella llego y


cariñosamente se abrazaron hablan un poco y pedro la invito a cenar esa noche pero ella
se negó, el patrón tenía una cena importante esa noche y no podía dejar a su madre sola
pues era mucho trabajo, en ese momento se despidieron y juanita le dio un beso a pedro,
a lo lejos el hacendado celoso vio todo desde una ventana. La cena llego, estaba el
hacendad junto a varios bandidos, mientras juanita les sirvió algo de tomar a todos el
hacendado aprovecho y trato de tocarle la pierna en ese momento juanita se molestó y le
lanzo un vaso de agua humillándolo frente a todos, ella molesta regreso a la cocina y el
quedo ahí humillado escuchando como todos se reían de él. En ese momento saco su
pistola y pego un tiro al techo, todos guardan silencio y aprovecho eso para comenzar a
explicar el plan de lo que iba a pasar esa noche.

Esa misma noche el hacendado y los bandidos regresaron a casa de los López,
quemaron el maíz y mataron a los hermanos López y a su madre. Ya de regreso en la
hacienda uno de los bandidos puso el arma que usaron en la cama de pedro a petición
del hacendando. A la mañana siguiente las autoridades llegaron a casa de Pedro y lo
arrestaron, Una vez arrestado Juanita fue a verlo a prisión y hablaron sobre la inocencia
de pedro y como podrían sacarlo de ahí.

En ese mismo momento el hacendado entro a prisión y los vio hablando mientras él se
dirigía a la oficina del director de la prisión, ahí el hacendado le pidió que encerrara a
Pedro en la celda 27, el director le comento que nadie sale vivo de ahí y que
honestamente no parecía que el joven fuera el culpable pues en la escena del crimen se
encontraban como mínimo 5 huellas de 5 personas diferentes, en ese momento el
hacendado le dio una bolsa llena de dinero y el directo rápidamente acepto y mando a sus
guardias a encerrar inmediatamente a pedro a la celda 27.

Guardias llegaron y alejaron a pedro de su amada para encerrarlo en la 27, mientras


juanita desconsolada se quedó llorando y el hacendado la vio desde lejos con felicidad.

Pedro fue procesado y se le explico que la celda en la que dormiría era la famosa 27 de
donde nadie sale vivo por lo que le concederían un último deseo, Pedro pidió velas y
cerillos, están le fueron entregadas y lo encerraron inmediatamente.

Llego la noche y Pedro encendió su primer vela, el ambiente en la celda era pesado, la
poca luz que entraba de la luna era interrumpida por murciélagos y lechuzas que pasaban
, Pedro estaba tan asustado y con sus sentidos tan agudos que podía escuchar sus
propios latidos, el viento entrando y sonidos del ambiente. En ese momento su primera
vela termino y en el transcurso de oscuridad en el que prendería otra vela logro escuchar
ruidos misteriosos como un monstruo en la celda, afortunadamente logro prender la vela y
nuevamente toda estaba tensa pero relativamente segura.

Muchas velas después y ya con un montoncito de cera en su celda pedro se estaba


cayendo de sueño, en ese momento la vela que apenas se mantenía encendida se apagó
y con Pedro medio dormido tardo un poco más en prenderla, en ese lapso de tiempo el
sonido del monstruo se volvió más y más fuerte, Pedro se apresuró y prendió la luz
rápidamente pero alcanza a ver una cola de escorpión enorme meterse en un hoyo entre
la pared y el suelo , en ese momento decidió replicar lo ocurrido en la oscuridad pero esta
vez preparado con su sombrero, acto seguido con la vela apagada el escorpión se acercó
y rápidamente pedro prendió la vela y lo atrapo con su sombrero.

A la mañana siguiente el guardia entro y vio a pedro tirado boca arriba, pensando que era
otro cadáver más llamo a los de limpieza para que se llevaran el cadáver pero al moverlo
Pedro despertó y sonriente dijo que tenía a la bestia bajo su sombrero.
Pedro fue liberado, exonerado de sus cargos y cobro la recompensa, con la recompensa
se casó con Juanita y pusieron una granjita a las afueras de la ciudad. Pedro alcanzo una
fama de valiente por haber vencido a “la bestia de la 27” un enorme escorpión de 40cm,
tiempo después los primeros movimientos revolucionarios comenzaron y el hacendado
fue colgado en su hacienda por los campesinos de los que había abusado todos estos
años.

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