Está en la página 1de 1

Según señala Boughey (2000), producir un texto académico es como cantar una canción con un

coro detrás. La necesidad de tener esas otras voces para cantar en armonía o en oposición a
ellas es una especie de regla sobre la forma en la que se construye el conocimiento académico.
El académico no puede cantar solo porque las otras voces deben proveer una evidencia para lo
que está cantando. Por lo tanto, un texto académico contiene muchas voces: “contiene las
voces de las autoridades que el autor cita y también contiene la voz del autor que aparece en
relación con estas otras voces, como un solo que está respaldado por un coro” (Boughey 2000:
283, traducción nuestra). La comprensión de esto constituye un proceso de largo plazo que
involucra formas “académicas” de conocer y mirar el mundo, y que a su vez pueden estar en
conflicto con las formas de construir conocimiento de algunas personas. (Zavala, V., &
Córdova, G. 2010, p. 120).

Libro: Decir y callar: lenguaje, equidad y poder en la universidad peruana.

También podría gustarte