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EDITORIAL 1

DIA INTERNACIO-
NAL DE LA MUJER,
Caribe Rural
UNA FECHA CON- 2
MEMORATIVA PARA
EL EL MOVIMIEN- Edición Especial No. I Marzo 2012
TO DE MUJERES
RURALES Y UBANAS
DEL MUNDO
EDITORIAL
Asociación Colectivo esta materia los sectores urbanos han favore-
Mujeres al Derecho cido un poco más el empoderamiento de las
Día de la mujer: una fecha para mujeres en los avances de la ciencia y la tec-
conmemorar los esfuerzos de mu- nología; valdría la pena un mayor esfuerzo
chas mujeres en la búsqueda de una para que las que habitan la zona rural accedan
LA NADA MACHISTA 6 a estos conocimientos y puedan ser mayores
QUE SIGUE Y... sociedad más igualitaria
protagonistas en la construcción de autonom-
Ángela María R.
ías y la definición de políticas públicas para el
Hoy 8 de marzo, día que ya todos y todas re- sector rural.
cuerdan para felicitar a las mujeres, pero que Y, cuarto, el derecho al trabajo y a la no dis-
pocos saben o recuerdan ¿por qué las felicitan?, criminación por el mero hecho de ser mujer:
LA VIOLENCIA CON- hay que retomar el significado de este día, hay en este ámbito hay avances pero también hay
TRA LA MUJER EN 8 que rescatar la conmemoración y no la celebra- mucho por hacer y será necesario contar con
LA REGION CARIBE su fuerza de rebeldía para que la sociedad en
(Entrevista). ción de una fecha que define un acontecimiento
importante en la historia: la cuota de vida que su conjunto posibilite el desarrollo de todo su
aportaron unas mujeres trabajadoras cuando potencial en igualdad de condiciones.
luchaban por sus reivindicaciones laborales. Y
EL ORDEN NATU- 14 que a pesar de esta triste experiencia muchas A pesar de los avances en derechos todavía
RAL DE LAS COSAS
mujeres no cesaron la lucha por sus reivindica- persisten en la vida cotidiana, miles de muje-
Renata cabrales C. ciones y derechos de género, y es así como hoy res que viven en el maltrato y el menosprecio,
han acumulado logros que han favorecido a to- situación que es necesario superar y en ese
das las mujeres del mundo y han influenciado sentido es necesario reflexionar y conmemo-
la construcción de nacionalidad, miremos en rar el día de la mujer, resaltando su papel en la
nuestro país: historia y el camino que le ha tocado recorrer
RED DE MUJERES 16 en la búsqueda de construir, junto con el hom-
DEL CARIBE, GANA- bre, una sociedad más igualitaria.
DORA DEL CONCUR-
Primer logro, derecho al voto: conseguido por
SO DE BUENAS las mujeres en Rusia y Estados Unidos en 1917
PRACTICAS EN y 1920 respectivamente, e instaurado en nuestro En esta edición especial dedicada a las MU-
IGUALDAD DE GE- país en 1957. JERES, queremos hacer un homenaje a ellas,
NERO
Segundo, derecho a ocupar cargos públicos: en visibilizándola en su biología y en su género
Colombia por mandato de ley en las pasadas en una sociedad que ellas reproducen, pero
elecciones del 30 de octubre del 2011, por pri- que las desconoce, y hacemos un llamado al
mera vez, los partidos políticos debieron esco- Estado y a la sociedad nacional y regional de
ger su lista de candidatos con el 30% de repre- que nos comprometamos de manera efecti-
17 sentación femenina lo que aumentó considera- va con la garantía a los derechos humanos de
COMITÉ
EDITORIAL blemente la participación de mujeres en las cor- las mujeres, consignados en la CONVEN-
poraciones públicas de elección popular. CION SOBRE LA ELIMINACIÓN DE
Tercero, derecho a la formación profesional: en TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINA-
CION CONTRA LA MUJER, CEDAW.
 Página 2
Día internacional de la mujer, una fecha conmemorativa para el
movimiento de mujeres urbanas y rurales del mundo
“...El nivel de civilización a que han llegado diversas
sociedades humanas está en proporción a la indepen-
dencia que gozan las mujeres..."
Flora Tristán
Cada año el 8 de marzo, pasado y venidero a
partir de 1909, una gran diversidad de mujeres
lideresas en el mundo conmemoramos nuestras
reivindicaciones como mujeres, nuestras luchas
y procesos de acción en búsqueda del reconoci-
miento y goce pleno de nuestros derechos. Vi-
vimos en un sistema político y económico
mundial neoliberal basado en la ganancia y el
mercado, que desconoce las necesidades de la
humanidad para su buen vivir, que no tiene in-
terés por los sectores tradicionalmente exclui-
dos; un mundo en guerra y conflictos armados
por el territorio. Pero también el contexto ac-
tual tiene similitudes favorables y son las mi-
llones de organizaciones de mujeres y mujeres
en el mundo que le seguimos apostando a la
vida, a la paz, a la equidad, erradicación de la
violencia y discriminación.
Este articulo que compartimos con las y los
lectores de Caribe Rural, pretende recordar,
1
Organización no gubernamental que trabaja por la defensa de los derechos humanos de las mujeres, con sede en la ciudad de Barran-
quilla-Colombia.
2
Adaptación del colectivo Mujeres al Derecho, del documento elaborado por la Oficina para la Igualdad de Género UCM, Abril 2008
http://www.ucm.es/info/ucmp/cont/descargas/documento20675.pdf. España.
Caribe Rural
Por: Asociación Colectivo Mujeres al Derecho 1
para no olvidar JAMAS, a quien le debemos el
legado de las luchas en el marco del día interna-
cional de la mujer y mostrar brevemente como
en Colombia, desde la Región Caribe, el Colec-
tivo Mujeres al Derecho y el Espacio Multicul-
tural de Mujeres de la Región Caribe, contribui-
mos a mantener vivas las reivindicaciones y lu-
chas de nuestras pares en las décadas pasadas y
actualmente.
Breve Reseña cronológica del nacimiento de la
conmemoración del día internacional de la
Mujer. 2
Los antecedentes históricos de la conmemora-
ción del día internacional de la mujer, nos mues-
tra la exigibilidad por el reconocimiento de la
mujer trabajadora y sus protagonistas son las
mujeres socialistas. En 1909 se celebra por pri-
mera vez un día de la mujer trabajadora en Esta-
dos Unidos, impulsado por las mujeres del parti-
do socialista. En 1910, en la Conferencia Inter-
nacional de Mujeres Socialistas, llevada a cabo
en Copenhague, se proclamo el día internacional
de la Mujer trabajadora, y fue respaldada por
mujeres provenientes de 17 países.
 Página 3 Caribe Rural

El siguiente año, 1911, se conmemora el día
internacional de las mujeres trabajadoras en 4
países (Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza)
las jornadas se desarrollaron con mítines de
mujeres que exigían el derecho al voto, a ocu-
par cargos públicos, a la no discriminación la-
boral, a la formación profesional entre otras
reivindicaciones.
en el año 1977, de cara a los sucesos y la fuerza
que había demostrado el movimiento de muje-
res del mundo, la ONU comenzó a conmemorar
el 8 de marzo como día de la mujer.
El espacio Multicultural y breve reseña de
las memorias del V Encuentro de Mujeres y
Hombres por una Reforma Agraria con pers-
pectiva de género.

Posteriormente el 25 de marzo de 1913, en Es-

En la región Caribe colombiana, como en otros
tados unidos se presenta el hecho más lamenta-
lugares del mundo desde hace mucho tiempo,
ble y notorio que fortalece la conmemoración
distintas mujeres trabajamos para que se reco-
del día internacional de la Mujer trabajadora.
nozcan los problemas de las mujeres rurales,
En una fábrica de textiles se desarrolla una ma-
campesinas, afros e indígenas; problemas que
sacre de 146 mujeres, debido a que el propieta-
en contextos de conflicto armado como el de
rio de la fábrica, encerró a las trabajadoras y
Colombia, se exacerban.
prendió fuego a la fábrica, porque ellas habían
iniciado una huelga. Las reivindicaciones y
Desde el año 2004, la Asociación de Campesi-
exigibilidad de derechos de las mujeres en todo
nas y aparceros de Cantillera y Altamira
el mundo para esa época, también se extendie-
(ASOCAM), Asociación de Mujeres Producto-
ron a las mujeres del campo y trabajadoras ru-
ras del Campo (ASOMUPROCA), Asociación
rales.
de Mujeres de Puerto Giraldo, Empresa Comu-
nitaria de Reforma Agraria Mujeres al Progre-
En 1913, se conmemora por primera vez en
so, Sindicato de Mujeres Campesinas de Re-
Rusia el día internacional de la mujer, previo a
pelón, Grupo de Mujeres de Aguada de Pablo
la primera guerra mundial, oficialmente las
(GRUMUDUAP) y el Colectivo Mujeres al De-
mujeres rusas declararon el primer domingo de
recho (COLEMAD), decidimos constituirnos
cada mes de marzo como el día internacional
en un espacio de análisis, discusión, planeación,
de la mujer. El día internacional de la mujer se
llantos, risas y afectos, que hemos llamado Es-
conmemora por primera vez oficialmente el 8
pacio Multicultural de Mujeres de la Región
de marzo de 1914 en toda Europa, y las muje-
Caribe Colombiana que hoy lo integran 34 for-
res celebran mítines en todo el mundo para so-
mas organizativas de mujeres y mixtas. El Es-
lidarizarse con las mujeres rusas y frenar la
pacio Multicultural de Mujeres de la Región
guerra. En el año 1917 debido a la guerra se
Caribe impulsó una iniciativa desde una pers-
desatan grandes problemas sociales en Rusia y
pectiva de género y generacional, realizando un
 Página 4 Caribe Rural

llamamiento a otras mujeres organizadas y  Nos declaramos en resistencia en contra

también a los hombres campesinos de la región
que congregados en distintos momentos y es-
pacios, compartimos y acordamos estrategias
de acción y una agenda política. En el transcu-
rrir de 8 años, hemos realizado 5 encuentros
centrales.
El 22 de octubre del 2011, nuevamente convo-
camos a las organizaciones partes del Espacio
multicultural y nuestras organizaciones aliadas
a un quinto encuentro, en aras de consolidar
una propuesta colectiva de acción para la exigi-
bilidad jurídica y política de una reforma agra-
ria integral y con perspectiva de género para
los campesinos y campesinas de la región Cari-
be colombiana. A continuación presentamos
algunas de las propuestas y conclusiones a las
que llegamos.
PROPUESTAS CONCRETAS Y MANDA-
TO POPULAR SURGIDOS EN EL V En-
cuentro de Mujeres y Hombres por una Re-
forma Agraria con perspectiva de género.
de los atropellos del sistema capitalista.
 Exigencia conjunta de verdaderos pro-
yectos productivos y sostenibles para
trabajar la tierra, para auto sostenimien-
to y producción.
 Es necesario que se dé una verdadera
reforma agraria integral en donde se
tenga en cuenta el mandato popular.
 Que las tierras en extinción de dominio
sean entregadas al campesinado sin nin-
guna condición y con verdaderas opor-
tunidades de auto sostenimiento.
 Levantémonos y unámonos al movi-
miento internacional de los indignados;
materializar alianzas con el campesina-
do internacional para conocer experien-
cias.
 El campesinado debe mantener sus se-
millas naturales, sin modificaciones
genéticas.

 La tierra es para quien la trabaja. Le  Se debe conservar la libre determina-

exigimos al gobierno nacional una ver- ción de los campesinos y no perder el
dadera restitución de tierras. enfoque, no cultivar para fines indus-
triales sino alimenticios.
3
Convocantes y participantes: Asociación de Mujeres de Chorrera, Asociación Corregimental de Usuarios Campesinos de Chorrera,
ADMUCIATL, AGROCOSTA, AFRODES, ANDESCOL-Atlántico, ASODESBOL, CND-Atlántico, Coordinadora Nacional Campesi-
na-CNC, Comunidad de Palenque, Liga de Mujeres Desplazadas de Bolívar, Mujeres Kankuamas, Mujeres de Fuerza Wayuu, MINGA-
Caribe, Mujeres Campesinas de Repelón, Marcha Nacional Campesina, Red de Mujeres Desplazadas del Salado, Empresa Comunitaria
La Estrella de Piojó, Empresa Comunitaria Miraflores de Usiacurí, Empresa Comunitaria Arroyo Grande de Piojó, Empresa Comunitaria
Palestina de Piojó, Empresa Comunitaria Platillal de Luruaco, Empresa Comunitaria Rincón Grande de Sabanagrande, Empresa Comuni-
taria Los Cerezos de Piojó, Empresa Comunitaria Los Campanitos de Sabanalarga, Empresa Comunitaria Gallego I y II de Candelaria,
Empresa Comunitaria San Andrés de Sabanalarga, Empresa Comunitaria Los Guayacanes de Repelón, Empresa Comunitaria Mara –
Mará de Baranoa, Empresa comunitaria Las Palmitas de Baranoa, Empresa comunitaria El Rodeo de Baranoa, Empresa Comunitaria
Rancho Luna de Manatí, Empresa comunitaria Loma Arena de Ponedera.
Página 5
 Hacemos un llamado a la movilización,
unión y solidaridad para exigir una vida
digna y mejoras en el campo.
 Promover la educación para la produc-
ción de la tierra en los colegios campesi-
nos.
 Las mujeres deben participar más en la
toma de decisiones, se debe vincular
más la perspectiva de género en las or-
ganizaciones y a las mujeres en los pro-
cesos de negociación de paz.
 Fortalecimiento de la educación técnico
agropecuaria y se destinen recursos ade-
cuados para ello.
 Trabajar más el tema de liderazgo en los
grupos y en la comunidad.
 Es necesario que las mujeres participen
dentro de las mesas de negociación,
porque son la población más afectada.
 Existe un bloque a nivel nacional e in-
ternacional que protegen los derechos de
las mujeres y en el que debemos apoyar-
nos.
 Que se cumpla una verdadera verdad,
justicia y reparación a las poblaciones
afectadas.
 Debemos pronunciarnos para exigir la
participación del campesinado en las
decisiones que afecten al campesinado y
Caribe Rural
.
 Que se produzcan frutos para alimentar
al pueblo y no los bolsillos de la clase
privilegiada ni de las multinacionales.
 Respetar a la madre naturaleza y brin-
darle el primer lugar que se merece.
 Convivir en paz con la naturaleza sin
destruirla con los megaproyectos.
 Total oposición a la megaindustria agrí-
cola y a la extracción minera que destru-
ye nuestro ecosistema.
 Destrucción total del modelo latifundis-
ta del agro por estar en total oposición a
los intereses del campesinado.
 Trabajar para la reconstrucción de la
identidad campesina y la recuperación
de las semillas tradicionales y nativas y
la realización de bancos de semillas para
realizar intercambio de productos
 Página 6
LA NADA MACHISTA QUE SIGUE Y ….
Las primeras décadas del siglo XX en la Costa
Caribe colombiana y particularmente en el de-
partamento de Sucre, mujeres como Felicita
Campo de San Onofre y Juana Julia Guzmán
nacida en Corozal y destacada como dirigente
en Córdoba, hicieron parte como lo señala Yus-
midia Solano, de las “mujeres de perrenque”
que gestaron reconocidos movimientos popula-
res en la región y con ello marcaron rutas de
una gesta femenina que años después se des-
arrollaría en las ciudades costeñas en el contex-
to de los movimientos civilistas y lo más im-
portante, dejaron huellas para las mujeres pro-
vincianas y rurales que en los años 80s fueron
protagonistas de los movimientos de las muje-
res campesinas e indígenas que emergieron y
actuaron en varias regiones de Colombia.
En la Región Caribe, el departamento de Sucre
fue uno de los epicentros de esta alza en movi-
miento de las mujeres rurales que hasta hacía
poco habían acompañado a los hombres campe-
sinos en la lucha por la tierra pero que a partir,
entre otros factores, de la influencia del femi-
nismo y de la política del Desarrollo Rural Inte-
1
Filóloga, M.Sc en Desarrollo Rural. E.mail: anrol54@msn.com. Marzo de 2012.
2
Solano Suarez, Yusmidia. Regionalización y movimiento de mujeres: procesos en el Caribe Colombiano, Universidad Nacional de
Colombia, 2006.
Caribe Rural
Ángela María Rodríguez 1
grado en Colombia - que las incluyó por efec-
tos de los compromisos internacionales frente al
Decenio de las Mujeres y de lucha contra la po-
breza - se movilizaron con una agenda propia.
San Pedro, Los Palmitos, Corozal, Betulia,
Ovejas, Toluviejo…, fueron algunos de los va-
rios municipios sucreños que en ese entonces se
lucieron con destacadas dirigentes femeninas y
con valiosos grupos de mujeres como
AMARS, a algunas de estas beligerantes rurala-
nas las conocí personalmente y un tiempo más
tarde, hacia finales de los 90s participe de talle-
res con varias de ellas, sobre todo de Los Pal-
mitos, Ovejas y San Pedro.
Y ocurrió que se agudizó la violencia con la
puja territorial entre guerrillas y paramilitares y
ello determinó el desplazamiento forzado de
muchas lideresas y extinción de varios de los
grupos y organizaciones de mujeres rurales de
Sucre y pareciera que una NADA machista lo
invadió todo pues nada más se supo de las
herederas de las “mujeres con perrenque”.
 Página 7 Caribe Rural

Hace pocos meses tuve la oportunidad de reco-
rrer varios municipios de Montes de María,
entre ellos unos localizados en Sucre y com-
probé en campo la persistencia de importantes
organizaciones de campesinos con predominio
del liderazgo masculino y también algunos
pequeños grupos de mujeres, ¡QUE EMO-
CION QUE BIEN!!!! Pero triste a la vez.
Como si no hubiese transcurrido el tiempo, a
estas mujeres participar les sigue costando de-
masiado esfuerzo, para poder asistir a una reu-
nión aún deben madrugar y dejar el almuerzo
hecho y todo listo; aún esa carga de lo domésti-
co la realizan en condiciones bastante precarias
(sin agua de consumo humano en la vivienda,
con cocinas tipo cambuche o que no tienen chi-
menea y tampoco hornillas ahorradoras de
energía; sin baños o sin letrina, etc.), aún mu-
chas de ellas deben pedirle permiso al marido
para participar.
EL ABUSO SEXUAL, LAS MUTIPLES
FORMAS DE VINCULACIÓN FORZADA
AL CONFLICTO, LOS DESPOJOS Y EL
DOLOR DE LAS MUJERES tiene gran riesgo
de quedar sin siquiera reconocimiento y repara-
ción simbólica, en total impunidad, porque la
NADA patriarcal lo cubre todo y no deja ver ni
escuchar lo femenino, lo que le ocurrió y le
ocurre a las mujeres rurales que padecen discri-
minación por su condición de género al punto
de no reconocérseles de manera efectiva la con-
dición de víctimas.
Pero de seguro que las felicitarán el 8 de mar-
zo.

Y lo peor, muchas de ellas están en la cocina

preparando los alimentos mientras los hombres
de la organización están en reunión y cuando
se habla de víctimas de la violencia, de tierras
despojadas y cuando como ahora se preparan
los inventarios de las pérdidas y de los daños
en términos de la reparación y el derecho a la
no repetición, la perspectiva de género está au-
sente, no hay espacios y dinámicas propias pa-
ra las mujeres rurales victimas y ellas no están
siendo adecuadamente escuchadas por el Esta-
do y por la sociedad nacional y territorial.
 Página 8
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN LA REGION CARIBE: Tres
mujeres hablan sobre esta realidad
El tema de la violencia contra la mujer ubica a Colom-
bia como uno de los países en el continente con el
mayor índice de este tipo de violencia. En el infor-
me anual del Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses (2010) se dice que en el año 2010
se realizaron 20.142 exámenes de posibles casos de
violencia sexual contra las mujeres. En un estudio del
mismo Instituto sobre homicidio de mujeres en Co-
lombia, se encontró que entre 2004 y 2008, cada hora
cerca de 9 mujeres recibieron agresiones sexuales y
hubo 6.603 homicidios de mujeres, 238 fueron asesi-
nadas como producto de la violencia económica, 437
de la violencia intrafamiliar, 694 de la violencia so-
ciopolítica, 811 producto de la violencia impulsiva
(venganzas, riñas y delitos sexuales) y el resto por
causa sin identificar.
En el caso particular de la región Caribe, el Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses
tiene registrados 4.322 casos de violencia contra las
mujeres en el año 2011 y dentro de las víctimas, el
13, 6% correspondió a niñas y jóvenes. Y según in-
Marlin Arévalo
Vanegas
Administradora de
empresas. Con
Experiencia en
asesoría y acom-
pañamiento a pro-
cesos organizativos de mujeres en las cia en proyectos de desarrollo y
áreas de DD.HH y género. Actual- procesos organizativos. Actualmen-
mente, coordinadora de la Red de mu- te, asesora del Movimiento de Mu-
jeres del Caribe, seccional Magdalena jeres Ciudadanas –
Corporación Tiempos de Vida.
Caribe Rural
formación de la organización Confluencia de mu-
jeres para la Acción Pública, el departamento del
Atlántico ocupa el primer lugar en casos de homi-
cidios registrando 19 mujeres asesinadas en el
primer semestre del 2011(aún no se conocen los
datos del segundo semestre), este departamento
también se encuentra entre los cinco primeros del
país con mayor tolerancia de violencia contra las
mujeres (Contraloría General de la Nación).
Los datos anteriores, muestran que más allá del
reconocimiento y el diagnóstico de la situación, se
ha avanzado poco en la aplicación de leyes o me-
didas efectivas para disminuir este tipo de violen-
cia ¿qué hacer para contrarrestarla?.
En este espacio hemos invitado a tres feministas y
lideresas de la región Caribe que desde su expe-
riencia en el tema nos aportarán elementos dia-
gnósticos y posibles alternativas que pueden ayu-
dar a disminuir los altos índices de violencia con-
tra las mujeres en la región.
Linda Luna Alejandrina
Contreras Pacheco
Peña
Trabajadora
social, Espe- Abogada, Ma-
cialista en Pro- gister en Desa-
gramas de De- rrollo Educati-
sarrollo Social. vo y Social.
Con experien-
Con experien-
cia en acompañamiento psicojurídi-
co a organizaciones de mujeres y
familias vulnerables. Actualmente,
docente, terapeuta popular y con-
sultora jurídica.
Página 9 Caribe Rural

Nuestras invitadas en sus distintas respuestas coinciden en definir a la violencia contra la mujer como el
resultado de diversos factores causales enmarcados en un sistema patriarcal muy arraigado en la Región
Caribe, creen que este tipo de violencia es mayor en zonas rurales que en urbanas porque el territorio rural
ha sido históricamente el escenario del conflicto armado y los actores armados suman a los generadores de
violencia contra la mujer - pero faltan las cifras que lo confirmen, y creen también, que las leyes y medidas
que se han implementado hasta el momento no han sido funcionales y por tanto, deben repensarse.

sentido, los mayores involucrados son mari-

BOLETIN CARIBE RURAL ¿Por qué la vio-
lencia de género contra la mujer se produce de
manera tan alarmante en las ciudades del Ca-
ribe Colombiano?
ALEJANDRINA PACHECO PEÑA- En
nuestra región Caribe, desde mi perspectiva y
experiencia personal cotidiana en diferentes ro-
les (reproductivo, productivo, comunitario y
político) pienso que la violencia de género es
un problema estructural donde intervienen fac-
tores culturales, sociales, religiosos, jurídicos y
económicos, los principales:
i) el machismo o creencia en la superioridad de
los hombres sobre las mujeres, se concibe la
unidad familiar como un espacio privado e in-
timo controlado por el hombre, ii) el sistema
de valores y religiones que atribuyen a la mujer
la sumisión como virtud y cualidad, iii) las tra-
diciones matrimoniales culturales donde se le
coloca precio y dote a la novia, lo que la vuelve
una especie de objeto de propiedad del hombre,
iv) la legitimación de la violencia como medio
para resolver los conflictos y iv) la dependencia
económica de la mujer respecto al hombre.
Este tipo de violencia por lo general es cometi-
da por los hombres que tienen o asumen con las
victimas relaciones de poder mediadas por la
confianza, confidencia e intimidad. En este
dos, novios, padres, hermanos, tíos, padras-
tros u otros parientes y, en la mayoría de los
casos el escenario de la violencia es el hogar,
manifestándose en varios niveles que va des-
de el maltrato verbal sutil hasta el someti-
miento y control usando la fuerza física. Las
mujeres en esos casos no tienen la capacidad
de tomar decisiones personales respecto al
problema, por ejemplo: compartirlo para que
la ayuden; mantienen la idea errónea que es
un problema privado o secreto de ellas y lo
ocultan minimizando las consecuencias y su
impacto en su desarrollo integral y núcleo
familiar.
LINDA LUNA CONTRERAS- La pro-
blemática de la violencia contra las mujeres
está asociada indudablemente al modelo pa-
triarcal en el que estamos inmersos e inmer-
sas, así mismo a ese modelo hegemónico de
“ser hombre”, que conlleva unos rasgos emo-
cionales y físicos, que van en detrimento de
las mujeres. Una manifestación de este mo-
delo es –la violencia contra las mujeres-, y
que de paso sea dicho este modelo afecta
también negativamente a los hombres, puesto
que no les permite mostrar las diversas for-
mas de ser hombres- las masculinidades-.
En nuestra región “el machismo” es aprecia-
do y justificado tanto por hombres y
 Página 10
mujeres, por ello aún sigue siendo prioritaria la
acción de develar su origen, las causas, conse-
cuencias y prácticas que refuerzan y reprodu-
cen esta práctica cultural que atenta contra los
derechos humanos de las mujeres y en particu-
lar contra el derecho de las mujeres a tener una
vida libre de violencias.
MARLIN ARÉVALO VANEGAS- Es muy
cierto que en la Región Caribe colombiana
existen unas cifras alarmantes sobre violencia
de género, pero igual el problema se está repro-
duciendo de la misma manera en otras regiones
del país, con una diversidad de actores como
gestores de violencia: miembros de la familia,
conocidos, delincuentes comunes, actores ar-
mados y otros que pasan inadvertidos a la
hora de mencionar los perpetradores de la vio-
lencia contra la mujer, estos son los empresa-
rios o agentes económicos, que generan vio-
lencia sexual de manera cotidiana.
B.C.R.-. ¿Qué tanto conoce el problema de
violencia contra la mujer en las zonas rura-
les de la región? ¿Las cifras pueden ser si-
milares a las de las ciudades?
A.P.P.- Como mujer campesina, involucrada y
conocedora de las problemáticas del sector ru-
ral, pienso que la violencia contra la mujer es
más alta en las zonas rurales que las urbanas,
sobre todo en los municipios donde hay con-
flicto armado. Es uno de los mecanismos que
utilizan los actores armados para el control
territorial, social y comunitario, es así como
desarrollan estrategias que van desde la se-
ducción, enamoramiento hasta el reclutamien-
to, violación, secuestro, asesinato y desapari-
Caribe Rural
ción. Estos dispositivos o mecanismos son me-
diados por el poder, autoridad e incidencia
económica y política, control del territorio y
de las familias rurales. El tema es poco tratado
por el silencio que impera en las zonas con es-
tas características. Sin embargo, hay que decir
que en las ciudades las estadísticas muestran un
aumento de la violencia de género en los últi-
mos cinco (5) años, y es en donde más se regis-
tran los feminicidios.
L.L.C.- En las zonas rurales las cifras de vio-
lencia contra las mujeres puede ser mayor, el
asunto está en que culturalmente se justifica
más y por ende se denuncia menos. También es
clave decir que la acción del Estado es menor
entre más se aleja del perímetro urbano.
Las mujeres rurales están más sometidas al ma-
chismo y a las dependencias ya sea: económica,
afectiva o sexual, lo que hace que acepte y jus-
tifique con mayor conformismo un modo de
vida con violencia.
No obstante, vale la pena anotar que el machis-
mo en la zona rural es más visible, mientras
que en las clases sociales altas, en los profesio-
nales, es decir, en las ciudades, el machismo
va tomando formas más sofisticadas, porque
ese modelo hegemónico de ser hombre es me-
nos visible.
El punto es que ya sea en zonas rurales como
en las zonas urbanas los hombres no quieren
compartir el poder y “los privilegios” que este
modelo conlleva.
 Página 11
M.A.V.- En la Región Caribe la mujer rural ha
sido muy afectada por la violencia, no sólo por
estar inmersa en una sociedad patriarcal, sino
porque es la que históricamente ha soportado
en un alto grado las graves consecuencias del
conflicto armado interno: es afectada en su te-
rritorio y es afectada como desplazada en las
ciudades, en donde se suman otros factores ge-
neradores de violencia como la pobreza en
un nuevo contexto de vida, los cambios forza-
dos de roles en la familia que pueden llevar a
conflictos desencadenados en actos violentos
por parte de su pareja.
Sin embargo, no se puede hablar de cifras
concretas, porque no existen, se ha investiga-
do muy poco sobre la violencia de género en el
campo, la mayoría de las mujeres no hacen
visible el problema, sobre todo, cuando el cul-
pable está en la misma familia, las condiciones
precarias en que ellas viven (sin recursos
económicos, malas vías, etc.) limitan hacer las
denuncias, entre otras razones. Pero creo que
las cifras si pueden ser más altas que en las
ciudades por lo que he mencionado anterior-
mente.
. deben tener como fundamento resignificar, re-
B.C.R.- ¿Qué deberíamos hacer para preve-
nirla y para atender la magnitud de los casos
que se presentan en la región, dimensionán-
dolos en los distintos contextos territoriales
(urbanos y rurales)?
A.P P.- Esta es una problemática que hay que
tratarla en el marco de los derechos humanos.
Las víctimas deben ser consideradas y tratadas
como sujetas de derechos. Hay que visibilizar
el problema e implementar mecanismos que
Caribe Rural
frene su degradación tanto en su espacio priva-
do como en el público.
La violencia debe ser investigada y confronta-
da como una manifestación de las relaciones
desiguales de poder entre mujeres y hombres.
Y aunque contamos con normas y tratados para
controlar la violencia de género, esta no será
un tarea fácil sin un compromiso de aplicabili-
dad efectiva que apunte a cambios reales donde
hombres y mujeres sean solidarios y responsa-
bles en sus espacios privados, deslegitimando
todo tipo de violencia. Con voluntad política
en lo local, donde las administraciones munici-
pales aborden esta problemática con primacía y
desde la Planeación con Perspectiva de Género.
El tema debe ser una agenda prioritaria para
atender con participación efectiva del Estado
en sus instancias nacionales y territoriales y de
la sociedad civil, y debe enmarcarse en los si-
guientes criterios:
Las victimas deben ser consideradas y trata-
das como sujetas de derechos.
Las leyes, políticas, programas y proyectos
plantear y empoderar a las mujeres individual
y colectivamente, y no re- victimizarlas.
Las normas deben ser efectivas, acordes al
contexto e implementadas en forma educativa,
involucrando a las familias, instituciones educa-
tivas y demás instituciones locales y regionales,
para enfrentar en la práctica la naturaleza y
magnitud del problema, así como sus diversas
manifestaciones y consecuencias.
 Página 12
Los enfoques y las formas de atención por
parte del Estado deben superar la visión asis-
tencialista. La mayoría de las instituciones del
Estado que atienden el problema de violencia
contra la mujer tienen un enfoque básicamente
asistencialista, desprovisto de una perspectiva
de derechos y de una visión articulada a un
proceso cuya meta sea la eliminación de la vio-
lencia; en estos servicios se trata a las mujeres
como “beneficiarias” o “necesitadas de ayuda”
o “víctimas” a las que hay que atender o sopor-
tar como un favor y no como ciudadanas con
derechos, en particular a la protección, al debi-
do proceso, a la integridad, a la justicia y a vi-
vir libres de violencia
Este es un reto que debemos asumir entre todos
y todas evitando que la violencia siga siendo
sistemática y aceptada en la cotidianidad y al
interior de las familias de la región Caribe.
L.L.C.- Las acciones para la prevención y
atención de la violencia contra las mujeres con-
lleva que se trabaje esta problemática con crite-
rio de prioridad en la agenda pública por parte
de los gobiernos tanto nacional, departamental
y especial de carácter local.
Como el asunto de género es cultural y por en-
de relacional es necesario abordar este asunto
desde el ámbito educativo y en los espacios
formales también.
Avanzar en la aplicación de la ley 1257 de
2008, que aún no se ha empezado a aplicar
con todas las directrices que contiene en espe-
cial con la responsabilidad que tienen las em-
presas prestadoras de los servicios de salud y
los gobiernos para la atención a las víctimas.
Caribe Rural
En el caso de la prevención. usar todas las me-
didas que se puedan emprender para el trabajo
cultural con las comunidades en zona urbana y
rural son importantes. Especialmente en la zona
rural donde el acceso de los medios de co-
municación es mucho más restringido. Por tan-
to las maneras de hacer llegar este tipo de men-
sajes de prevención de la violencia contra las
mujeres implica formas más novedosas como el
“teatro –foro”, y el trabajo sobre “las masculi-
nidades” que desenmascaren este tipo de prácti-
cas.
Estas acciones tanto de parte del Estado como
de la sociedad tienen que promover el empode-
ramiento de las mujeres y la equidad de géne-
ro, con la convicción de contribuir a un mundo
más justo entre hombres y mujeres.
M.A.V.- A pesar de las múltiples campañas a
favor de la defensa y protección de las mujeres,
de todo el trabajo que han desarrollado las orga-
nizaciones defensoras de los derechos de las
mujeres, de los avances legislativos que se han
dado sobre este tema (LEY 1257 DE 2008), aún
no se observan cambios positivos. El índice de
violencia sigue en aumento, cada día siguen
violentando y asesinando a mujeres, y se sigue
manteniendo el mismo escenario de poder del
régimen patriarcal.
La violencia de género y el feminicidio son pro-
blemas globales, que nos compete a todos y to-
das. Tenemos que movernos rápidamente para
que no haya NI UNA MAS MALTRATADA,
NI UN FEMINICIDIO MAS, hay que trabajar
por la garantía de una vida libre de violencias
para las mujeres.
 Página 13 Caribe Rural

Desde mi orilla, pienso que para enfrentar este Que el Estado preste asesorías jurídicas y
problema o delito, es necesario darle un nuevo asistencia técnica legal gratuita y oportuna.
viraje a todo lo formulado y planteado, hay
que: Hacer seguimiento a los casos de denuncias,
desde su inicio hasta el final.
Visibilizar las violaciones de género como un
asunto de derechos humanos, de salud pública
y de políticas públicas.

Reformular los programas de prevención y

protección y se procuren acciones efectivas
que contribuyan a poner fin a tan aberrantes y
vergonzosas prácticas.

Incorporar la perspectiva de género en las

capacitaciones sobre el tema de derechos
humanos, a las personas que atienden casos
de violencia contra la mujer: a los y las funcio-
narias públicas, policías, sicólogos, médicos y
a toda persona que atienda casos de violencia
de género

Incluir la perspectiva de género en los progra-

mas Locales, Regionales y Nacionales, se de-
be trabajar en la familia, y se debe incluir en
los planes de estudio de las escuelas y colegios
la cátedra de derechos humanos y jurídicos de
la mujer.

Hacer más investigación en el sector rural

para acercarnos a unas estadísticas reales.

Crear centros de atención integral, como al-

bergues para la protección de las mujeres
agredidas, fases de atención medica, salud
mental, forense especializada e integral, con
presupuestos suficientes para su atención.
 Página 14
EL ORDEN NATURAL DE LAS COSAS: A propósito del Día
Internacional de la Mujer
Las mujeres siempre hemos cargado a cuestas la
cruz de pertenecer al sexo, mal llamado, débil. Al-
guna que otra afortunada dirá que nunca ha sufrido
por su condición femenina, pero esto es debido a
que se conforman con el papel que la sociedad
nos ha impuesto. Es decir, muchas aceptan con
orgullo que es mejor estar casada con un hombre
al cual hay que complacer todo el tiempo, porque
según ellas, “complacer” al hombre es una obliga-
ción de la mujer y no un deber mutuo. También se
sienten plenas de ver cómo el marido, convenien-
temente, se transforma en un niño más, a quien la
esposa-niñera debe cuidar y atender. Pero ellas se
sienten plenas con su niño grande y, aún, no se dan
cuenta que una no se casa para ser mamá, se casa
para tener al lado un compañero, una mano dere-
cha y un marido dispuesto a complacerla a
una también en la cama. Sí, ellos también deben
complacer a la mujer, no es cierto que debamos
aguantar hambre para vernos flacas y bañarnos
con todos los productos que el mercado, tan con-
descendiente, fabrica para nosotras haciéndonos
creer que debemos lucir lindas para ellos.
Según los roles impuestos arbitrariamente por la
sociedad patriarcal, nuestro deber es complacer al
hombre, pero aún así, desde el nacimiento, muchas
mujeres han sido rechazadas por sus propios pa-
dres y por la misma sociedad de la que estamos
hablando. En la Costa Caribe, los hombres prefie-
ren tener hijos “machos”. En la India, por ejemplo,
1
Licenciada en lenguas modernas, M,Sc en Literatura. E-mail: 30yearsofsolitude@gmail.com
Caribe Rural
Renata Cabrales Cueto.1
muchas mujeres han sido maltratadas y hasta
quemadas por sus maridos por no parir hijos
hombres. Y, sin ir más lejos, ¿de qué creen que
hace apología la famosa canción de Cuco Valoy
que dice: “Nació varón”?
Otra imposición social y para algunas personas
con pensamiento machista, este es “el orden na-
tural de las cosas”, las mujeres en nuestra socie-
dad, somos educadas, desde niñas, como una
mujer “hacendosa”. No me atrevo a generalizar,
pero en muchos hogares de la Costa Caribe, aún
se ven estos casos. En esta zona de nuestro país,
se les inculca a las niñas, desde muy pequeñas,
que deben ser mujeres “hacendosas” con el único
fin de tener más probabilidades de conseguir ma-
rido en la edad adulta. Frases como “ya sabes
cocinar, ya te puedes casar”, son típicas por esos
lados. Y, además - esto es universal- nos han im-
puesto la culpa, nos han hecho creer que debe-
mos sentirnos culpables si somos más inteligen-
tes y hacemos algo mejor que ellos y, es por eso,
que a veces les sonreímos demasiado, como
ofreciendo disculpas por nuestras capacidades.
Aparte de todas estas imposiciones absurdas, hay
algunos asuntos no menos duros con los cuales
tenemos que lidiar. Primero que todo, tenemos
el temido período menstrual que a su vez, viene
acompañado de un mal aún peor: SPM. Para los
que no saben: Síndrome pre-menstrual, acompa-
 Página 15
ñado, en su grado más severo, de depresión, irri-
tabilidad, insomnio, fatiga crónica, dolor de cabe-
za, dolor mamario y pelviano, frigidez, distensión
abdominal, retención de líquido, problemas cutá-
neos, ojeras, hipoglicemia, etc. Pero estos sínto-
mas, para algunos señores que ignoran las dolen-
cias de exclusividad femenina, son sólo una excu-
sa de nosotras para no “atenderlos” o montarles
cantaleta y, en lugar de ponerse en nuestros zapa-
tos, nos tildan de locas y neuróticas y algunas
amas de casa se ganan el injusto título de perezo-
sas o, en el peor de los casos: frígidas.
Luego tenemos el embarazo, seguido de su meta
final: el parto. Para nadie es un secreto que llevar
por nueve meses un pequeño ser en el vientre, es
algo muy doloroso. Soportar las primeras moles-
tias del embarazo, como las náuseas, los mareos,
los dolores de cabeza, la constipación, etc., no nos
dejan muchas ganas de ser las dulces mamás que
debemos ser “porque es lo más natural”.
Pero, insisto, que las mujeres tengamos que some-
ternos a la voluntad de la mayoría de los hombres
y, que además, estemos obligadas a ser madres
para prolongar la especie machista, no es “el orden
natural de las cosas”.
No en vano muchas mujeres defendieron nuestros
derechos, tales como: Clara Zetkin, quien luchó
por la igualdad de derechos y el derecho al voto y,
además, fue ella la que decidió que a partir del 8
de marzo de 1911, dicha fecha se considerara el
"Día Internacional de la Mujer" o "Día de la Mujer
Trabajadora"; Olimpia de Gouges, quien publicó
en septiembre de 1791 un manifiesto titulado La
Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciu-
dadana; Ana María Mozzoni quien inició, tras la
unificación de Italia en 1870, la lucha contra la
discriminación de la mujer en el recién nacido es-
Caribe Rural
tado; Flora Tristán, quien en Francia emprendió
una campaña a favor de la emancipación de la
mujer; Mary Wollstonecraft, que en su obra más
famosa, Vindicación de los derechos de la mu-
jer (1792), afirmó que el ideal del matrimonio
reside en la afinidad intelectual y abogó por la
igualdad educativa y de oportunidades para am-
bos sexos.
Y ni qué decir de nuestras compatriotas Juana
Julia Guzmán, María Reyes de Mulato, Betsabé
Espinal, María Cano, Ofelia Uribe, Esmeralda
Arboleda, Yira Castro, entre muchísimas otras
damas a quienes les hago un merecido homenaje,
hoy día de la mujer, por haber luchado aguerrida-
mente con el fin de hacer valer nuestros derechos
y asegurarnos un merecido lugar dentro de la so-
ciedad.
Y toda esta lucha como para que en pleno siglo
XXI, muchos hombres, con la colaboración de
muchas mujeres, aún conserven el absurdo pensa-
miento de que las mujeres sólo servimos para co-
cinar, lavar, planchar y parir.
Es cierto, no sólo lo hacemos, porque a veces nos
toca y no le sacamos el cuerpo al trabajo, sino
que al mismo tiempo podemos ser profesionales,
madres (si lo decidimos, porque no es obliga-
ción), esposas y amas de casa.
Es nuestra naturaleza, estamos hechas de acero y
sí, podemos con todo, pero no porque tengamos
que complacer a los señores. Y por eso muchas
defendemos las luchas femeninas, no para buscar
una igualdad física y competir a ver quién puede
más, sino para exigir derechos de igualdad de
condiciones en todos los espacios que comparti-
mos, pero, sobre todo, en la casa y en el
hogar. ESTE ES EL ÚNICO ORDEN NATU-
RAL DE LAS COSAS.
 Página 16 Caribe Rural

RECONOCIMIENTOS

RED DE MUJERES DEL CARIBE, GANA-

DORA DEL CONCURSO DE BUENAS EN POESIA
PRACTICAS EN IGUALDAD DE GENERO
LA CONTADORA
La agencia de cooperación española AECID Cuando camino se levantan
todas las cosas de la Tierra,
(citando a otras fuentes) define las buenas y se paran y cuchichean
prácticas de género como “todas las iniciativas y es su historia lo que cuentan
que contribuyen a promover la igualdad entre
Y las gentes que caminan,
mujeres y hombres y apoyan los procesos de en la ruta me la dejan
incorporación de las mujeres a las decisiones y la recojo de caída
locales, nacionales y regionales, fortaleciendo en capullos que son de huellas.

la capacidad y el reconocimiento de las mismas Historias corren mi cuerpo

como actoras políticas y sociales clave...” o en mi regazo ronronean.
Zumban, hierven y abejean.
Sin llamada se me vienen
Celebramos que la propuesta de Regionaliza- y contadas tampoco me dejan.
ción del Caribe Colombiano con perspectiva
Mujeres que buscan hijos
de género, derechos humanos y etnia”, promo- perdidos que no regresan
vida y construida por La Red de Mujeres del y las que se creen vivas
y no saben que están muertas,
Caribe (RMC), haya sido calificada como la cada noche piden historias
Mejor Buena Práctica de la primera versión y yo me rindo cuenta que cuenta.
del Concurso de Buenas Prácticas de la Coope-
¿En dónde estará una historia
ración Española en Colombia 2008-2011 . que volando en gaviota ebria
cayó a mis faldas un día
y de tan blanca me dejó ciega?

Otra mujer cuenta lejos

historia que salva y libera,
tal vez la tiene, tal vez la trae
hasta mi puerta antes que muera.

A medio camino quedo

entre ríos que no me sueltan,
y el corro se va cerrando
y me atrapan en la rueda. ...

GABRIELA MISTRAL
Acto de premiación: Audes Jimenez, representante de
la RMC (primera lado derecho), recibiendo la certifi-
cación de primer lugar .
 Página 17 Caribe Rural

COMITE EDITORIAL

Álvaro Madrid
Domingo Martinez
José Galeano
Nacira Palomo

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