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El magnetismo es un fenómeno natural que involucra la atracción o repulsión entre objetos con
propiedades magnéticas. Los imanes son objetos que tienen la capacidad de ejercer fuerzas
magnéticas, y el magnetismo es la fuerza que actúa entre ellos. Hay dos tipos principales de
magnetismo: el magnetismo natural y el magnetismo inducido.
Magnetismo natural: Algunos materiales, como ciertos tipos de minerales, tienen propiedades
magnéticas inherentes. Estos materiales pueden convertirse en imanes permanentes o temporales
dependiendo de varios factores.
Los imanes tienen dos polos, denominados polo norte y polo sur, y las fuerzas magnéticas actúan
entre polos opuestos (norte y sur) atrayéndolos, mientras que polos iguales (norte y norte, o sur y
sur) se repelen.
Existen varios tipos de magnetismo, que se pueden clasificar según las propiedades magnéticas de
los materiales y los mecanismos que subyacen a esos comportamientos magnéticos. Aquí hay
algunos de los tipos de magnetismo más comunes:
Diamagnetismo: Los materiales diamagnéticos son débilmente repelidos por los campos
magnéticos. Los momentos magnéticos individuales se oponen al campo magnético aplicado, pero
la repulsión es muy débil. La mayoría de los materiales exhiben algún grado de diamagnetismo.
Ejemplos incluyen el cobre, el oro y muchos materiales orgánicos.
Estas categorías representan diferentes comportamientos magnéticos observados en diversos
materiales. Cabe destacar que estos tipos de magnetismo pueden coexistir en un mismo material
dependiendo de las condiciones y la temperatura.
Salud: Las resonancias magnéticas (IRM) son una técnica médica que utiliza campos magnéticos
para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo. Además, algunos dispositivos médicos,
como marcapasos, también pueden contener componentes magnéticos.
Transporte: Los motores eléctricos que utilizan principios magnéticos son esenciales en
vehículos eléctricos y en sistemas de transporte público, como trenes y metros.
Seguridad: Los sistemas de seguridad, como los detectores de metales basados en principios
magnéticos, se utilizan en aeropuertos, edificios y eventos para garantizar la seguridad.
Estos son solo algunos ejemplos, y el magnetismo sigue siendo fundamental en una amplia gama
de aplicaciones en nuestra vida diaria y en la industria moderna.
La ley de coulomb
La ley de Coulomb para el magnetismo es experimental y cuantitativa, es decir nos ayuda a
estimar la magnitud de la fuerza entre dos polos magnéticos independientes y puntuales; esta ley
establece que la fuerza entre dichos polos en el vacío es directamente proporcional al producto de
las magnitudes de las masas
Ley de Faraday
Así, la Ley de Faraday establece que la tensión eléctrica inducida en un circuito eléctrico es
proporcional a la variación del flujo magnético que lo atraviesa.
Ley de Maxwell
"Toda variación del flujo magnético que atraviesa un circuito cerrado produce en él una corriente
eléctrica inducida." Dicho de otra forma, los campos magnéticos variables producen a su alrededor
campos eléctricos. Ley de Ampère-Maxwell.
Ley ampere
Establece que la integral curvilínea cerrada del campo magnético es proporcional a la corriente
enlazada con la trayectoria de integración, y que el campo que interviene en esa expresión es el
creado por toda la corriente enlazada (cerrada).