Está en la página 1de 6

Si tu no tuviste un padre con quien te fuera fácil acercarte, o un padre amoroso,

te quiero decir que Dios es todo eso y mucho más. Él es tu Padre Celestial y su
deseo es acercarse y estar siempre presente en la vida de sus hijos.
San Mateo 23:9-12 DHH94PCY no llamen ustedes padre a
nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que
está en el cielo. Ni deben pretender que los llamen guías,
porque Cristo es su único Guía. El más grande entre ustedes
debe servir a los demás.

Hebreos 12:9 Por otra parte, nuestros padres humanos o terrenales nos
disciplinaban y los respetábamos. ¡Con cuánta mayor razón debemos
someternos al Padre de los espíritus, para que tengamos vida!

Mateo 6: 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el
orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de
los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando
ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por
su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque
vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le
pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el
cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y
perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es
el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Aquí te dejamos 10 cosas sobre Dios como padre perfecto:


1. Su paciencia y bondad nunca se acaban
Si alguna vez sentiste que a tu padre se le acabo toda la paciencia por las
cosas que hacías o no hacías, no te preocupes, la gracia, paciencia y bondad
de Dios son infinitas.
EL Salmo 103:17 dice: “Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad
hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los
hijos” y en el Salmo 106:1 podemos leer: “¡Aleluya! Dad gracias al SEÑOR,
porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.”

Esto significa que no solamente la bondad y paciencia de Dios son eternas,


sino que también lo es su habilidad para perdonar. El Salmo 103:12 nos
asegura que: “Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros
nuestras transgresiones.” Esto quiere decir que tu Padre Celestial jamás usara
tu pasado en tu contra.

2. Siempre puedes acercarte a Él


Dios nunca tiene un día malo o muy pesado, nunca está de mal humor y nunca
está demasiado distraído o lejos para atender a sus hijos. Cuando estas en una
relación con el hijo de Dios, Jesucristo, tienes completo y total acceso al
corazón del Padre Celestial. En Hebreos 4:16 podemos leer “Por tanto,
acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos
misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.”

De la misma manera podemos encontrar que en el Salmo 138:3 David canta lo


siguiente “En el día que invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con
fortaleza en mi alma.”
Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he
socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación.

3. Jamás tendrás que ganarte su amor


Puede ser que en algún punto sentiste que tendrías que ganarte el amor y la
aprobación de tu padre por medio de logros que lo orgullecieran. La verdad que
Dios no es así. En Romanos 5:8 encontramos “Pero Dios demuestra su amor
para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Siendo aún pecadores, esto quiere decir mientras estábamos en contra de su
voluntad, que estábamos en desobediencia, que hicimos a un lado su amor y
confianza en nosotros, y aun así nos amó hasta lo último de su vida. Un amor
como el de Dios jamás encontraremos en esta tierra.
Dios decidió amarte por siempre y no hay nada que puedas hacer que pueda
cambiar esa realidad y amor.
Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios,
cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor.

4. Jamás fallarás de tal manera que Dios dejara de amarte


Ya que no hay nada que puedas hacer para ganar el amor de tu Padre
Celestial, tampoco hay nada que puedas hacer para perderlo. Dios te ha
regalado su amor infinito. Romanos 8:38-39 nos recuerda “Porque estoy
convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo
presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra
cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.”
En otras palabras, no existe ninguna circunstancia, vista o invisible, poder,
persona, acción, inercia, o estancamiento que nos pueda separar del amor de
Dios. Esto es una poderosas verdad. Una promesa que solo tu Padre Celestial
tiene el poder de cumplir. Cualquier persona en este mundo que diga amarte
por siempre y nunca dejarte tendrá momentos de separación al menos
temporales de ti. Pero la palabra de Dios promete que nunca ni siquiera la
muerte podrá separarnos de su inmenso amor
“Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y
habitar con el Señor” (2 Corintios 5:8).
5. Tiene tu mejor interés en mente

Es natural que las personas seamos egoístas para considerar las necesidades
de otros antes que las nuestras, por lo tanto, si tu padre siempre vio por ti y por
tus necesidades como una prioridad, tienes que saber que has podido
experimentar una pequeña parte de lo que Dios hace por nosotros siempre. La
diferencia está en que Dios nunca va a fallar y un padre terrenal por muy bien
intencionado que sea jamás podrá ser perfecto. El libro de Romanos 8:32 nos
enseña “El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?”
De la misma manera vemos en Mateo 7:11 que Jesús nos dice: “Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le
piden? Dios sabe exactamente lo que necesitas y lo que quieres y en su infinito
amor y sabiduría siempre nos enseña el camino, la respuesta y las cosas que
son buenas para nosotros, aunque no sea siempre lo que nosotros queremos,
Dios tiene la razón.

6. Te ama lo suficiente para disciplinarte


Puede que te cueste trabajo entender este punto, especialmente su alguna vez
fuiste disciplinada por causa del enojo de tu padre en lugar de su amor. La
Palabra de Dios dice en Proverbios 3:11-12 “Hijo mío, no rechaces la disciplina
del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, porque el SEÑOR a quien ama
reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.”
La escritura también dice en Proverbios 13:24 “El que escatima la vara odia a
su hijo, más el que lo ama lo disciplina con diligencia.” ¿Alguna vez has tenido
algo que Dios te ha dado o quitado? Confía que Dios tu Padre Celestial te
protege e instruye con cada una de sus palabras y disciplinas.

7. Su tiempo es perfecto

Dios no comete errores y tampoco olvida sus promesas. A diferencia de padres


humanos, su tiempo siempre es perfecto, cuando pone algo en espera no es
porque este enojado o porque te quiera castigar, tampoco quiere decir que no
ha escuchado tus oraciones, muy por el contrario, en la escritura podemos ver
que “Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria da el SEÑOR;
nada bueno niega a los que andan en integridad” (Salmo 84:11).

Si sientes que has estado haciendo todo bien pidiéndole a Dios sin encontrar
respuesta, hay una razón legítima, o puede que no sea en verdad algo bueno
para ti, o el tiempo no es el indicado. Confía en Él. Confía en lo que Él sabe. Él
sabe dar buenos regalos a aquellos que esperan con paciencia en su voluntad.

8. Da sabiduría generosamente
¿Tuviste un padre que a veces no daba algo? ¿Qué muy a veces te daba
consejos o que simplemente te daba la mínima atención? Tu padre celestial es
todo lo contrario.
El libro de Santiago 1:5 dice “Pero si alguno de vosotros se ve falto de
sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada.” Este versículo nos reafirma que nuestro padre
generoso nos da siempre que le pidamos, él no retiene cosas simplemente
porque no le hicimos caso o no escuchamos la primera vez.
El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad,
pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus
semejantes que los hijos de la luz.

9. Te deja hacer tus propias decisiones

Aunque Dios espera cosas de ti, tal y como tu padre terrenal o biológico lo
hayan hecho, Dios jamás se apartará si decides seguir otros caminos o tomar
otras decisiones. Como un padre amoroso, sincero y bondadoso, Dios espera.
Y por sobre todo “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas
cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su
propósito” (Romanos 8:28). Esto quiere decir que después de tiempo ya que
hayas rectificado y regreses a sus caminos Dios es capaz de ayudarte a
resolver las consecuencias de tus acciones.

10. Te conoce íntimamente


Es una de las necesidades más profundas de la raza humana, ser conocidos
íntimamente. Aun así, a veces escondemos quienes somo en verdad ya sea
por miedo al rechazo o por vergüenza o por inseguridad. Pero no importa que
hagamos para escondernos, la Biblia nos dice que Dios nos creó y nos conoce
íntimamente.

El Salmo 139:1-3 nos dice “Oh SEÑOR, tú me has escudriñado y conocido. Tú


conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis
pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos
mis caminos.” Dios ya conoce tus pensamientos aun antes de que tu mismo
los tengas, tus palabras antes de decirlas y tus acciones antes de cometerlas.
Aun con todo esto, Dios anhela estar contigo y dejar que tu lo conozcas a Él
con la misma intimidad. Dios te ama como el Padre Perfecto que es.

También podría gustarte