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España es el país de la UE con más

empleados sobrecualificados
Casi un tercio (31%) cubre trabajos por debajo de su nivel de
formación

La media europea es del 19%


JUAN ANTONIO AUNIÓN
El País9 DIC 2011 Disponible en:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/12/09/actualidad/1323385541_344704.
html

España es el país de la UE con más trabajadores sobrecualificados, es decir,


aquellos que tienen un título universitario o de FP de grado superior pero ocupan
un empleo por debajo de ese nivel de formación: son un 31%, frente a un 19% de
media europea.

La sobrecualificación es un grave problema que arrastra España desde hace años,


pues es uno de esos países en los que el nivel de estudios de su población, sobre
todo en lo que se refiere a las enseñanzas universitarias y de FP de grado
superior, ha ido creciendo mucho más rápido que la cantidad de puestos de alta
cualificación en un economía muy basada en el ladrillo y en el sector servicios.
Entre 1999 y 2009, el porcentaje de población española con estudios superiores
pasó del 21% al 30%; entre los jóvenes, la tasa es del 39%.

Tras España, Irlanda (con el 29%) y Chipre (27%) son los Estados miembros con
mayor porcentaje de trabajadores entre 25 y 54 años sobrecualificados, frente a
República Checa y Eslovenia (7%), que registran las tasas más bajas, según un
estudio de la oficina estadística Eurostat con datos de 2008. En Italia es el 13%;
en Alemania y Reino Unido, 20%; y en Francia, el 19%.

La sobrecualificación de los extranjeros residentes en


España alcanza el 58%
España ya aparecía en un estudio de la UE de 2008, con datos de 2006, como uno
de los países con más sobrecualificación entre sus titulados superiores; era del
38%, solo por delante de Irlanda y de Estonia. Ambos estudios no son
exactamente comparables, pues en aquel no diferenciaban entre nativos y
extranjeros, cosa que sí hace el actual, pero sí señala la recurrencia del problema
de la sobrecualifiación en España.

En cualquier caso, desde 2008 han pasado ya tres años de intensa crisis que no
está claro cómo han podido afectar a los niveles de sobrecualificación en un país
que ha superado el 20% de paro general y el 45% de paro juvenil. El catedrático
de Economía de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona José García-
Montalvo preveía ya en 2009 que los niveles de sobrecualifación podrían subir
todavía más a medio plazo, pues muchas personas sin estudios o estudios medios
que se han quedado sin trabajo han retomado los libros en estos años de crisis, lo
que aumentaría más el nivel formativo de la población, sin que de momento se
vislumbre un gran aumento de los empleos de alta cualifiación en España. El
alumnado matriculado en FP de grado medio ha crecido más de un 15% en los
dos últimos cursos; en la Universidad, en torno al 10%.

Extranjeros

En lo que sí ha podido variar las cifras de sobrecualifiación es en lo que respecta


a los extranjeros que viven en España, pues nueve de cada 10 personas que dejan
España son extranjeros, según el INE. El estudio del Eurostat compara la
situación laboral de nativos y extranjeros. En el caso de España, la
sobrecualifación entre los segundos alcanzaba en 2008 el 58%. Solo los
trabajadores extranjeros en Grecia sufren una tasa superior: 62%.

En general, las diferencias de sobrecualificación entre uno y otro colectivo son


inmensas en la mayoría de los países de la UE. También en cuanto a riesgo de
pobreza (que afecta al 18% de los nativos y al 32% de los extranjeros) o la
probabilidad de residir en una vivienda hacinada (3% frente a 12%).
La sobrecualificación penaliza a los
universitarios con 300 euros menos
Un estudio detecta las consecuencias negativas de los conocimientos no
ajustados al trabajo

JUAN MANUEL JÁTIVA


El País 12 DIC 2012
Disponible en:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/12/valencia/1355340103_265504.html

Los jóvenes sobrecualificados no solo cobran menos, sino que su estatus


supuestamente más favorable en un mercado competitivo, tiene consecuencias
también afectivas, ya que están menos satisfechos en su puesto de trabajo. Su
conducta tampoco es mejor, puesto que se implican menos, innovan menos y su
estrategia es peor a la hora de desarrollar su carrera profesional. Los datos del
nuevo cuaderno Capital Humano, elaborado por la Fundación Bancaja y el Ivie,
así lo dan a entender.

El salario del joven sobrecualificado, cuyo "puesto de trabajo no aprovecha los


conocimientos y habilidades" que éste aporta, se reduce en 150 euros. Si el joven
tiene además estudios universitarios, la diferencia es el doble, es decir, cobran
300 euros menos al mes que si su puesto de trabajo se ajustara a su formación.En
estos casos, más no es mejor.

La apreciación subjetiva confirma con creces el fenómeno. Estos jóvenes se


consideran "en mayor medida" mal pagados. Sólo el 37,5% considera razonable
su sueldo. En el otro lado, cuando el empleo es adecuado a la formación, un 56'4
% de los jóvenes creen que su salario es razonable.

Según el Observatorio de Inserción Laboral de los Jóvenes Bancaja-Ivie, uno de


cada cuatro jóvenes considera que su puesto de trabajo está por debajo de su
cualificación, aunque desde el inicio de la crisis ha descendido el porcentaje de
jóvenes que se consideran sobrecualificados. En el estudio dan como posible
explicación de este fenómeno que "en la situación económica actual los jóvenes
ajustan a la baja sus expectativas laborales" y aceptan de mejor grado el puesto
que ocupan. El estudio refleja que en 2011 "ha aumentado significativamente" la
proporción de jóvenes indiferentes ante la relación entre el puesto de trabajo y la
cualificación profesional. .

El contenido íntegro de este número de Capital Humano, se puede consultar en la


web de la Fundación Bancaja (www.bancaja.es/obrasocial) y el Ivie
(www.ivie.es).

70.000 titulados ocupan trabajos


que no precisan ninguna formación
España lidera la contratación de sobrecualificados en Europa

Un alumno de secundaria japonés iguala el puesto de un universitario


español, según la OCDE
PILAR ÁLVAREZ
El País 7 JUL 2014 Disponible en:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/07/07/actualidad/1404750101_010838.
html

Uno de cada tres titulados universitarios españoles está empleado en un trabajo


por debajo de su cualificación. Es decir, terminaron una carrera y consiguieron
un empleo para el que no necesitaban esos estudios. España está a la cabeza de
sobrecualificación de Europa, seguida de cerca por Irlanda y Chipre, y muy por
detrás de la media comunitaria, con un 20%. Son algunos de los datos analizados
en el informe anual de la fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD),
presentado este lunes.

Un estudiante japonés de secundaria superior tiene un nivel de competencias


similar al de un graduado universitario español. El ejemplo lo ha citado el
secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económicos (OCDE), Ángel Gurría, para indicar que la calidad de la formación
universitaria española dista aún “mucho” de alcanzar la de otros países. Cada año
se gradúan en las universidades españolas 220.000 estudiantes, pero no siempre
se cumplen sus expectativas laborales.

ampliar fotoFuente: Informe CYD 2013, SEPE y Eurostat.

Durante la presentación, el secretario general de la OCDE ha alertado de que la


situación de la formación en España es “alarmante”. Los campus defienden que
este desfase no se debe a un problema de exceso de formación sino de crisis y
falta de empleo El porcentaje de parados entre españoles con estudios primarios
incompletos y aquellos con educación superior dista más de 27 puntos, entre el
43,32 % de los primeros y el 15,77% de los titulados, según la Encuesta de
Población Activa (EPA). El ministerio prepara un mapa de empleabilidad para
evaluar la relación entre universidades y mercado de trabajo.

El informe La contribución de las universidades españolas al desarrollo, de la


fundación CyD, señala que la cuarta parte de estos titulados contratados por
debajo de su cualificación en España se emplearon en tareas de contable y
administrativo, en restauración o como vendedores. Solo un 1,5% de los
graduados universitarios contratados en 2013 lo fueron para un puesto de director
gerente. Y el 6% realiza ocupaciones elementales para la que no se necesita
ningún tipo de estudio. En cifras absolutas, son unas 70.000 personas (37.000
hombres y 33.000 mujeres). Son casos como el de Félix Lete, de 32 años, que lo
explica así de claro: “Claramente no necesitaba estudios para lo que hago, podría
valer cualquiera”. Lete es licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad
de Navarra, pero trabaja recogiendo vasos en una discoteca de San Sebastián.
“Empecé cuando estaba estudiando y, como no encontré nada, volví tras seguir
varios años en proyectos de la universidad”. Asegura que gana 1.100 euros por
tres días de trabajo. “Me encantaría ser ingeniero y lo intento, pero cada vez
salen más titulados de las universidades mientras otros se quedan en paro con
muchos años de experiencia. Hay más demanda que oferta”.

El informe cruza los datos más recientes de Eurostat y del Servicio Público de
Empleo Estatal (SEPE) y señala dos claves para explicar la situación española.
Por un lado, España está entre los países que más titulados superiores produce y,
desde el otro extremo, se sitúa entre las que menos empleo de alta cualificación
demanda. Por comunidades autónomas, las regiones en las que la contratación va
más acorde con la titulación son Navarra, Cataluña y Castilla-La Macha. A la
cola se sitúan Castilla y León, La Rioja y Asturias. Solo cuatro comunidades
autónomas han mejorado en el último año: Navarra, País Vasco, Canarias y
Extremadura.

Modificar el desfase entre cualificación y empleo es “especialmente


complicado”, considera Martín Parellada, coordinador general del informe de la
fundación que preside Ana Patricia Botín. Según este experto, la universidad está
actuando “proactivamente” para invertir esa tendencia revisando las bolsas de
trabajo e intentando adaptar los contenidos de su oferta educativa al mercado de
trabajo. El informe de la fundación recoge la experiencia de la Universitat Jaume
I (Castellón), que ha implantado un modelo de prácticas obligatorias integradas
que obliga a todos los estudiantes a graduarse con, al menos, una primera
experiencia laboral.

La Universidad Politécnica de Madrid adaptó sus titulaciones al Espacio Europeo


de Educación Superior (el Plan Bolonia) tras consultar a empresas, colegios
profesionales y agentes sociales “sobre las necesidades de formación de los
estudiantes para el mercado de trabajo”, explica su rector, Carlos Conde. La
primera promoción de graduados de Bolonia acaba de salir, mientras que los
datos de Eurostat analizan dos franjas de edad que van de los 20 a los 54 años y
de los 25 a los 62. Por ese motivo, el rector de la Politécnica espera que el
desfase entre la preparación universitaria y el empleo obtenido se corrija en los
próximos años. Las encuestas que la Politécnica realiza a sus graduados señalan,
según el rector, que un 74% asegura estar empleado en consonancia con su
titulación, aunque “se sienten mal pagados”. Conde pone el acento en otro
aspecto: “No se trata de cualificación, sino de infraempleo”.

Lo mismo considera el presidente de la Conferencia de Rectores de las


Universidades Españolas (CRUE), Manuel López. “No se puede considerar que
porque exista una escasa oferta de empleo, se esté produciendo un exceso de
cualificación”, señala. “Las recomendaciones de la UE van hacia una mayor
cualificación, lo que tenemos que arreglar es el mercado laboral”.

Representantes de la Unión Europea, de la OCDE y del Ministerio de Educación


se reunieron ayer para establecer un “plan de acción” para favorecer las
posibilidades de empleo de los jóvenes españoles, según anunció en la
presentación del informe el ministro de Educación, José Ignacio Wert. El
secretario de Estado de Universidades, Federico Morán, anunció que para antes
de final de año tendrán listo un mapa de empleabilidad en el que va a cruzar
datos de la Seguridad Social con el de titulados universitarios.
“Los titulados progresan más,
sobre todo los de origen social
bajo”
El catedrático de la UNED Miguel Requena rechaza en su último
trabajo que la educación ya no sea una buena herramienta para
progresar
PILAR ÁLVAREZ
El País 19 SEP 2016 Disponible en:
http://politica.elpais.com/politica/2016/09/15/actualidad/1473963319_802491.html

A pesar de la crisis, haber pasado por la Universidad o tener un título superior


de Formación Profesional son aún un “ascensor social”. Miguel Requena, catedrático de
Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), lo defiende
en esta entrevista y en el trabajo publicado en el nuevo observatorio social de La Caixa,
presentado ayer. Con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto
Nacional de Estadística (INE) busca combatir la idea de que la educación ya no es una
herramienta efectiva para progresar. La falta de formación hace que seis de cada 10
personas de familias trabajadoras no consigan un puesto mejor, mientras que se reduce a
un 17% si esas mismas personas de origen humilde son titulados superiores.

Su trabajo no revisa el efecto de la subida de tasas universitarias a partir del año 2012 y
el endurecimiento de los requisitos para obtener una beca, aunque considera que
“obviamente” ese cambio influye.

Pregunta. ¿Hasta qué punto una mejor educación garantiza una mejor posición social?

Respuesta. En España es así. O, si no la garantiza, aumenta las posibilidades de


conseguirla. La educación, como ha venido ocurriendo a lo largo del siglo XX, es la
mejor palanca que la mayoría de la gente tiene a su disposición para ascender.

P. ¿Y cambia según la familia de procedencia del estudiante?


R. Los titulados progresan, sobre todo los de origen social bajo. Si nos fijamos en cómo
la educación protege contra el desempleo, podemos decir además que lo hace
prácticamente a todas las edades y tanto en hombres como en mujeres.

P. Pero hay una proporción muy alta de titulados universitarios que acaban trabajando
en algo para lo que no necesitan un título.

R. La sobrecualificación es bastante alta, ronda el 34%. Pero se mide con los datos de la
gente que se va incorporando cada año, no con toda la población laboral. Pero eso no es
incompatible con que la educación es aún un buen instrumento para promocionar
socialmente. Lo que hay que comparar es la gente con alto nivel educativo, inclusive
con un empleo que no está a la altura de su cualificación, respecto a los que no tienen
estudios, que prácticamente están condenados de por vida a empleos de baja
cualificación.

P. Existe el convencimiento de que los títulos de ahora no preparan a los jóvenes para
los trabajos de mañana.

R. Tratar de anticipar las necesidades del mercado de trabajo para que la Universidad
procure esa formación es extraordinariamente difícil, porque nadie sabe a ciencia cierta
cuáles serán los empleos del futuro. Piense, por ejemplo, en una burbuja inmobiliaria. Si
uno se dedica a producir arquitectos o aparejadores y la burbuja pasa, toda esa gente se
convierte en excedente. Dicho esto, lo que ha aumentado relativamente más son los
trabajos para las altas cualificaciones. Y eso nos lleva a pensar que seguiremos
necesitando titulados superiores que son capaces de cubrir esa demanda.

P. Así que los mejores puestos son para los titulados.

R. EL PAÍS publicó recientemente cuál era la formación de los directivos del Ibex 35.
Todos tenían dos o tres másteres. Para alcanzar las posiciones más deseadas se necesita
un título, salvo que seas un futbolista de élite. E incluso algunos futbolistas tienen
formación universitaria.

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