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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación


Universidad Experimental De Los Llanos “Occidentales”
Ezequiel Zamora

FLOTABILIDAD

Docente: Alumnos:
Oswaldo Dugarte Roger
Cuevas
C.I: 31.671.928
Ender Cuevas
C.I: 29.967.807
Flotabilidad.

Se le denomina Flotación a aquel fenómeno que le ocurre a diversos


materiales cuando estos se mantienen sobre el tope de un líquido o un gas. A
este sostenimiento de un cuerpo sobre la superficie de un líquido se le conoce
como la acción y efecto de flotar. Cotidianamente vemos este proceso cuando
estamos en una playa o en una piscina, cuando una persona puede
mantenerse sobre el nivel del agua.

Científicamente hablando, la flotación es un proceso fisicoquímico, en el que la


fuerza del fluido actúa sobre el objeto en cuestión, impidiéndole que se sumerja
a través de este. La regla básica que se entiende de los estudios que realizó el
matemático griego Arquímedes se traduce como: “Mientras el fluido tenga pese
más que el cuerpo, este seguirá flotando aplicando fuerza de flotación sobre
este, si el cuerpo es más pesado este se hundirá”.

Características de los sólidos.

Los sólidos son rígidos y tienen formas específicas y volúmenes


definidos. Los átomos o moléculas de un sólido están muy cerca unos de otros
y existe una fuerza importante entre estas moléculas. Los sólidos adoptarán
una forma determinada por la naturaleza de estas fuerzas entre las moléculas.
Aunque los verdaderos sólidos no son incompresibles, se requiere una gran
fuerza para cambiar la forma de un sólido. En algunos casos, la fuerza entre
moléculas puede hacer que estas se organicen en una red. La estructura de
este entramado tridimensional se representa como moléculas conectadas por
enlaces inflexibles (modelados como resortes rígidos), lo cual permite una
libertad de movimiento limitada. Incluso una gran fuerza solo produce
pequeños desplazamientos en los átomos o las moléculas de la red, y el sólido
mantiene su forma. Los sólidos también resisten fuerzas de cizallamiento
(fuerzas de cizallamiento son aquellas que se aplican tangencialmente a una
superficie, como se describe en la sección Equilibrio estático y elasticidad).

Características de los fluidos.

Los líquidos y los gases se consideran fluidos porque ceden a las


fuerzas de cizallamiento, mientras que los sólidos las resisten. Al igual que los
sólidos, las moléculas de un líquido están unidas a las moléculas vecinas, pero
poseen muchos menos enlaces. Las moléculas de un líquido no están
encerradas en su sitio y se pueden mover unas respecto a otras. La distancia
entre moléculas es similar a las distancias en un sólido, por lo que los líquidos
tienen volúmenes definidos, pero la forma de un líquido cambia según la forma
de su recipiente. Los gases no están unidos a átomos vecinos y pueden tener
grandes separaciones entre moléculas. Los gases no tienen formas específicas
ni volúmenes definidos, ya que sus moléculas se mueven para llenar el
recipiente en el que se encuentran-

Los líquidos se deforman fácilmente cuando se les somete a estrés y no


recuperan su forma original cuando se les retira la fuerza. Esto ocurre porque
los átomos o las moléculas de un líquido son libres de deslizarse y cambiar de
vecinos. Es decir, los líquidos fluyen (por lo que son un tipo de fluido) y las
moléculas se mantienen unidas por atracción mutua. Cuando se coloca un
líquido en un recipiente sin tapa, este permanece en el recipiente. Debido a que
los átomos están estrechamente empaquetados, los líquidos, al igual que los
sólidos, se resisten a la compresión; se necesita una fuerza extremadamente
grande para cambiar el volumen de un líquido.

Densidad.

Supongamos que un bloque de latón y un bloque de madera tienen


exactamente la misma masa. Si se dejan caer ambos bloques en un tanque de
agua, ¿por qué la madera flota y el latón se hunde? Esto ocurre porque el latón
tiene una densidad mayor que el agua, mientras que la madera tiene una
densidad menor que el agua.

La densidad es una característica importante de las sustancias. Es crucial, por


ejemplo, para determinar si un objeto se hunde o flota en un fluido.

La densidad media de una sustancia u objeto se define como su masa por


unidad de volumen, donde la letra griega ρ(rho) es el símbolo de la densidad, m
es la masa y V es el volumen.
La unidad SI de densidad es kg/m3. En la tabla se enumeran
algunos valores representativos. La unidad de densidad cgs es
gramo por centímetro cúbico, g/cm3, donde

1g/cm3=1.000kg/m3.

El sistema métrico se concibió originalmente para que el agua


tuviera una densidad de 1g/cm3, equivalente a 103kg/m3 Así, la
unidad de masa básica, el kilogramo, se concibió por primera
vez como la masa de 1.000 mL de agua, que tiene un volumen
de 1.000cm3
La siguiente tabla muestra la densidad del agua en varias fases y
temperaturas. La densidad del agua aumenta con la disminución de la
temperatura, y alcanza un máximo a 4,0°C,y luego disminuye cuando la
temperatura cae por debajo de 4,0°C. Este comportamiento de la densidad del
agua explica por qué se forma hielo en la parte superior de una masa de agua.
La densidad de una sustancia no es necesariamente constante en todo su
volumen. Si la densidad es constante en toda una sustancia, se dice que es
una sustancia homogénea. Una barra de hierro maciza es un ejemplo de
sustancia homogénea. La densidad es constante en todo momento, y la
densidad de cualquier muestra de la sustancia es la misma que su densidad
media. Si la densidad de una sustancia no fuera constante, se dice que es una
sustancia heterogénea. Un trozo de queso suizo es un ejemplo de material
heterogéneo que contiene tanto el queso sólido como vacíos llenos de gas. La
densidad en un lugar específico dentro de un material heterogéneo se llama
densidad local, y se da como una función de lugar ρ=ρ(x,y,z)

La densidad local se puede obtener mediante un proceso de limitación, basado


en la densidad media en un pequeño volumen alrededor del punto en cuestión,
tomando el límite en el que el tamaño del volumen se aproxima a cero,
donde ρ es la densidad, m es la masa y V es el volumen.

Dado que los gases son libres de expandirse y contraerse, sus densidades
varían considerablemente con la temperatura, mientras que las densidades de
los líquidos varían poco con la temperatura. Por ello, las densidades de los
líquidos suelen tratarse como constantes, con la densidad igual a la densidad
media.

La densidad es una propiedad dimensional; por lo tanto, al comparar las


densidades de dos sustancias hay que tener en cuenta las unidades. Por esto,
para comparar densidades se suele usar una cantidad más conveniente y sin
dimensiones llamada gravedad específica. La gravedad específica se define
como la relación entre la densidad del material y la densidad del agua a 4,0°C
y una atmósfera de presión, la cual es 1.000kg/m3

La comparación usa el agua porque la densidad del agua es 1g/cm3, que se


usó originalmente para definir el kilogramo. La gravedad específica, al ser sin
dimensiones, permite comparar fácilmente los materiales sin tener que
preocuparse por la unidad de densidad. Por ejemplo, la densidad del aluminio
es de 2,7 en g/cm3 (2.700 en kg/m3), pero su gravedad específica es de 2,7,
independientemente de la unidad de densidad. La gravedad específica es una
magnitud especialmente útil en relación con la flotabilidad, de la que
hablaremos más adelante en este capítulo.

FUERZA DE FLOTACIÓN.
La fuerza de flotación es la fuerza ascendente sobre cualquier objeto en
cualquier fluido.

Principio de Arquímedes.

¿Cuán grande es la fuerza de flotación? Para responder esta pregunta,


piense en lo que ocurre cuando se extrae un objeto sumergido de un fluido. Si
el objeto no estuviera en el fluido, el espacio que ocupa el objeto estaría
ocupado por un fluido con un peso wfl. El fluido circundante soporta el peso,
por lo que la fuerza de flotación debe ser igual a wfl, el peso del fluido
desplazado por el objeto.

PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES.

La fuerza de flotación de un objeto es igual al peso del fluido que


desplaza. En forma de ecuación, el principio de Arquímedes es
donde FB es la fuerza de flotación y wfl es el peso del fluido desplazado por el
objeto.
Este principio recibe su nombre del matemático e inventor griego Arquímedes
(circa 287-212 a. C.), quien enunció este principio mucho antes de que los
conceptos de fuerza estuvieran bien establecidos.

El principio de Arquímedes se refiere a la fuerza de flotación que se genera


cuando un cuerpo se sumerge en un fluido, ya sea parcial o totalmente. La
fuerza que proporciona la presión de un fluido actúa sobre un cuerpo
perpendicularmente a su superficie. En otras palabras, la fuerza debido a la
presión en la parte inferior apunta hacia arriba, mientras que en la parte
superior, la fuerza debido a la presión apunta hacia abajo; las fuerzas debido a
las presiones en los lados apuntan hacia el cuerpo.

Como la parte inferior del cuerpo está a mayor profundidad que la superior, la
presión en la parte inferior del cuerpo es mayor que la presión en la parte
superior. Por lo tanto, una fuerza neta hacia arriba actúa sobre el cuerpo. Esta
fuerza ascendente es la fuerza de flotación o, simplemente, flotabilidad.

Densidad y principio de Arquímedes.

Si deja caer un bloque de arcilla en el agua, se hundirá. Pero si se


moldea el mismo bloque de arcilla en forma de barco, este flotará. Debido a su
forma, el barco de arcilla desplaza más agua que el bloque y experimenta una
mayor fuerza de flotación, aunque su masa sea la misma. Lo mismo ocurre con
los barcos de acero.

La densidad media de un objeto es lo que determina en última instancia si flota.


Si la densidad media de un objeto es menor que la del fluido que lo rodea,
flotará. La explicación es que el fluido, al tener una mayor densidad, contiene
más masa y, por tanto, más peso en el mismo volumen. La fuerza de flotación,
que es igual al peso del fluido desplazado, es por tanto mayor que el peso del
objeto. Asimismo, un objeto más denso que el fluido se hundirá.

El grado de inmersión de un objeto flotante depende de la comparación de la


densidad del objeto con la del fluido. Por ejemplo, el barco sin carga tiene una
densidad menor y se sumerge menos en comparación con el mismo barco
cuando está cargado. Podemos derivar una expresión cuantitativa para la
fracción sumergida considerando la densidad. La fracción sumergida es la
relación entre el volumen sumergido y el volumen del objeto, o

El volumen sumergido es igual al volumen de fluido desplazado, que llamamos


Vfl Ahora podemos obtener la relación entre las densidades al sustituir ρ=m/V
en la expresión. Esto da:

donde ρobj es la densidad media del objeto y ρfl es la densidad del fluido.
Como el objeto flota, su masa y la del fluido desplazado son iguales, por lo que
se anulan de la ecuación, y queda

Podemos usar esta relación para medir densidades.


Numerosos objetos o sustancias de baja densidad flotan en fluidos de mayor
densidad: el aceite en el agua, un globo de aire caliente en la atmósfera, un
trozo de corcho en el vino, un iceberg en agua salada y la cera caliente en una
“lámpara de lava”, por nombrar algunos. Un ejemplo menos obvio son las
cadenas montañosas que flotan sobre la corteza y el manto de mayor densidad
que hay debajo. Incluso la Tierra aparentemente sólida tiene características
fluidas.

Medición de densidad.

Una de las técnicas más comunes para determinar la densidad se


muestra en
Un objeto, en este caso una moneda, se pesa en el aire y luego se vuelve a
pesar sumergido en un líquido. Se puede calcular la densidad de la moneda,
una indicación de su autenticidad, si se conoce la densidad del fluido. Podemos
usar esta misma técnica para determinar la densidad del fluido si se conoce la
densidad de la moneda.

Todos estos cálculos se basan en el principio de Arquímedes, que establece


que la fuerza de flotación sobre el objeto es igual al peso del fluido desplazado.
Esto, a su vez, significa que el objeto parece pesar menos cuando está
sumergido; a esta medida la llamamos peso aparente del objeto. El objeto sufre
una pérdida de peso aparente igual al peso del fluido desplazado.
Alternativamente, en las balanzas que miden la masa, el objeto sufre una
pérdida de masa aparente igual a la masa del fluido desplazado. Es decir, la
pérdida de peso aparente es igual al peso del fluido desplazado, o la pérdida
de masa aparente es igual a la masa del fluido desplazado.

PRIMERA LEY DEL MOVIMIENTO DE NEWTON.

Un cuerpo en reposo permanece en reposo o, si está en movimiento,


permanece en movimiento a velocidad constante, a menos que actúe sobre
este una fuerza externa neta.

Observe el uso reiterado del verbo "permanece". Podemos pensar en esta ley
como la preservación del statu quo del movimiento. Observe también la
expresión "velocidad constante"; esto significa que el objeto mantiene una
trayectoria a lo largo de una línea recta, ya que ni la magnitud ni la dirección del
vector velocidad cambian. Podemos utilizar la siguiente figura para considerar
las dos partes de la primera ley de Newton.
Gravitación e inercia.

Independientemente de la escala de un objeto, ya sea una molécula o


una partícula subatómica, hay dos propiedades que siguen siendo válidas y,
por ende, de interés para la física: la gravitación y la inercia. Ambas están
relacionadas con la masa. A grandes rasgos, la masa es una medida de la
cantidad de materia que hay en algo. La gravitación es la atracción de una
masa hacia otra, como la atracción entre usted y la Tierra que mantiene sus
pies en el suelo. La magnitud de esta atracción es su peso, y es una fuerza.

La masa también está relacionada con la inercia, la capacidad de un objeto


para resistir los cambios en su movimiento, es decir, para resistir la
aceleración. La primera ley de Newton suele llamarse ley de la inercia. Como
sabemos por experiencia, algunos objetos tienen más inercia que otros. Es
más difícil cambiar el movimiento de una roca grande que el de una pelota de
baloncesto, por ejemplo, porque la roca tiene más masa que la pelota. En otras
palabras, la inercia de un objeto se mide por su masa. La relación entre la
masa y el peso se estudia más adelante en este capítulo.

SEGUNDA LEY DEL MOVIMIENTO DE NEWTON.

Fuerza y aceleración

En primer lugar, ¿qué entendemos por un cambio de movimiento? La


respuesta es que un cambio de movimiento equivale a un cambio de velocidad.
Un cambio de velocidad significa, por definición, que hay aceleración. La
primera ley de Newton establece que una fuerza externa neta provoca un
cambio en el movimiento; por lo tanto, vemos que una fuerza externa neta
provoca una aceleración distinta de cero.

En Fuerzas definimos la fuerza externa como la fuerza que actúa sobre un


objeto o sistema y que se origina fuera del objeto o sistema. Analicemos más a
fondo este concepto. Una noción intuitiva de lo externo es correcta: está fuera
del sistema de interés. Por ejemplo, el sistema de interés es el auto más la
persona que está dentro. Las dos fuerzas ejercidas por los dos estudiantes son
fuerzas externas. En cambio, una fuerza interna actúa entre los elementos del
sistema. Por lo tanto, la fuerza que ejerce la persona en el auto para agarrarse
al volante es una fuerza interna entre elementos del sistema de interés. Solo
las fuerzas externas afectan el movimiento de un sistema, según la primera ley
de Newton. (Las fuerzas internas se anulan entre sí, como se explica en la
siguiente sección). Por lo tanto, debemos definir los límites del sistema antes
de poder determinar qué fuerzas son externas. A veces, el sistema es obvio,
mientras que otras veces, identificar los límites de un sistema es más sutil. El
concepto de sistema es fundamental en muchas áreas de la física, así como la
correcta aplicación de las leyes de Newton. Este concepto se repite muchas
veces en el estudio de la física.

SEGUNDA LEY DEL MOVIMIENTO DE NEWTON


La aceleración de un sistema es directamente proporcional y en la
misma dirección que la fuerza externa neta que actúa sobre el sistema y es
inversamente proporcional a su masa. En forma de ecuación, la segunda ley de
Newton es
donde a⃗ es la aceleración, F⃗ neta es la fuerza neta, y m es la masa. Esto se
escribe a menudo en la forma más familiar

pero la primera ecuación permite comprender mejor el significado de la


segunda ley de Newton. Cuando solo se considera la magnitud de la fuerza y la
aceleración, esta ecuación puede escribirse en la forma escalar más simple:

TERCERA LEY DEL MOVIMIENTO DE NEWTON

Cada vez que un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro cuerpo, el primer
cuerpo experimenta una fuerza de magnitud igual y dirección opuesta a la que
ejerce. Matemáticamente, si un cuerpo A ejerce una fuerza F⃗ sobre el cuerpo
B, entonces B ejerce simultáneamente una fuerza -F⃗ en A, o en forma de
ecuación vectorial,
La tercera ley de Newton representa cierta simetría en la naturaleza: las
fuerzas siempre se producen por parejas, y un cuerpo no puede ejercer una
fuerza sobre otro sin experimentar una fuerza él mismo. A veces nos referimos
a esta ley de forma imprecisa como "acción y reacción", donde la fuerza
ejercida es la acción y la fuerza experimentada como consecuencia es la
reacción. La tercera ley de Newton tiene usos prácticos para analizar el origen
de las fuerzas y comprender qué fuerzas son externas a un sistema.

Podemos ver fácilmente de qué manera la tercera ley de Newton se pone en


práctica al observar cómo se mueven las personas. Considere la posibilidad de
que una nadadora se impulse desde el lado de una piscina (Figura 5.16). Se
impulsa desde la pared de la piscina con los pies y acelera en la dirección
opuesta a la de su empuje. La pared ha ejercido una fuerza igual y opuesta
sobre la nadadora. Podría pensarse que dos fuerzas iguales y opuestas se
anulan, pero no es así, porque actúan sobre sistemas diferentes. En este caso,
hay dos sistemas que podríamos investigar: la nadadora y la pared. Si
seleccionamos a la nadadora como sistema de interés, como en la figura,
entonces Fpared en los pies es una fuerza externa sobre este sistema y afecta
a su movimiento. La nadadora se mueve en la dirección de esta fuerza. En
cambio, la fuerza Fpies en la pared actúa sobre la pared, no sobre nuestro
sistema de interés. Por lo tanto, Fpies en la pared no afecta directamente el
movimiento del sistema y no anula Fpared en los pies. La nadadora empuja en
la dirección opuesta a la que desea moverse. La reacción a su empujón va,
pues, en la dirección deseada. En un diagrama de cuerpo libre, nunca
incluimos las dos fuerzas de un par acción y reacción; en este caso, solamente
utilizamos Fpared en los pies, no Fpies en la pared.
Es fácil encontrar otros ejemplos de la tercera ley de Newton:

 Mientras un profesor se pasea delante de una pizarra, ejerce una fuerza


hacia atrás en el suelo. El suelo ejerce una fuerza de reacción hacia
delante, sobre el profesor, que le hace acelerar hacia delante.

 Un auto acelera hacia delante porque el suelo empuja hacia delante las
ruedas motrices, en reacción a que las ruedas motrices empujan hacia
atrás sobre el suelo. Puede ver la evidencia de las ruedas empujando
hacia atrás cuando los neumáticos giran en un camino de grava y lanzan
las piedras hacia atrás.

 Los cohetes avanzan expulsando gas hacia atrás a gran velocidad. Esto
significa que el cohete ejerce una gran fuerza hacia atrás, sobre el gas
en la cámara de combustión del cohete; por lo tanto, el gas ejerce una
gran fuerza de reacción hacia adelante, sobre el cohete. Esta fuerza de
reacción, que empuja un cuerpo hacia adelante en respuesta a una
fuerza hacia atrás, se denomina empuje. Es un error común pensar que
los cohetes se propulsan empujando el suelo o sobre el aire que hay
detrás de ellos. De hecho, funcionan mejor en el vacío, donde pueden
expulsar más fácilmente los gases de escape.
.
Conclusión

En conclusión, el estudio de la flotabilidad dentro del marco de la física


nos permite comprender cómo los objetos interactúan con los fluidos en los que
están sumergidos. A través de la aplicación de las leyes de Newton, hemos
profundizado en cómo las fuerzas actúan en conjunto con el principio de
Arquímedes para determinar si un objeto flota o se hunde. Hemos observado
que la primera ley de Newton, o ley de inercia, juega un papel fundamental
cuando un objeto se mantiene en reposo en un fluido o se mueve a velocidad
constante, manteniéndose flotante a un nivel particular debido al equilibrio de
fuerzas. La segunda ley, que asocia la aceleración de un objeto con la suma de
fuerzas externas, nos ha permitido cuantificar la aceleración resultante cuando
la fuerza de la gravedad y la fuerza de flotación no están equilibradas. Por
último, la tercera ley de Newton, con su concepto de acción y reacción, se
evidencia claramente en cómo la presión ejercida por el objeto sobre el fluido
es contrarrestada por una fuerza de flotabilidad ascendente igual y opuesta.

Asimismo, este informe ha destacado la relevancia de entender la densidad


relativa entre el objeto y el fluido, un factor crítico que, junto a las leyes de
Newton, determina la flotabilidad de un cuerpo. En resumidas cuentas, la
intersección de estos principios físicos fundamentales no solo es esencial para
predecir y explicar una amplia gama de fenómenos cotidianos e industriales
sino que también constituye la base para el diseño y la ingeniería de vehículos
marinos, dispositivos de flotación y para la comprensión de la dinámica de los
seres vivos en el agua. Este informe ha mostrado, en última instancia, que la
flotabilidad es un fenómeno complejo pero completamente desentrañable
mediante el uso de las leyes de la mecánica clásica.

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