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Material de espiritualidad - XLIV Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí (2023)

Fundamentación.

Este material está pensado para poder acompañar y orientar cuatro encuentros
de oración y de reflexión comunitaria, previos a la Peregrinación Juvenil a Itatí.

La aplicación concreta de este subsidio quedará a criterio de cada comunidad.


Podrán optar por realizar los encuentros a nivel parroquial, o bien desarrollarlos
en diferentes grupos-movimientos, en familia, etc. También, libremente, podrán
elegir cuándo realizarlos (optando por un encuentro por semana, o bien un
encuentro cada día quince días, etc.)

Lema.

“Con María, vayamos sin demora al encuentro de Jesús.”

El lema elegido para la XLIV Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí, se inspira en la
cita bíblica que el Papa Francisco escogió para que fuera el lema de la Jornada
Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Lisboa, este año:

“María se levantó y partió sin demora”


(Lc 1, 39)

Esta cita abre el relato de la visitación de la Virgen María a su prima Isabel. Un


encuentro que ocurre inmediatamente después del Misterio de la anunciación.
María recibe del Ángel el anuncio de que será la Madre de Jesús, y rápidamente
va a compartir esa alegría con Isabel. Anuncio y misión van de la mano. No se
entendería completamente el Misterio de la Anunciación sin la Visitación.

Eso, simplemente eso, es lo que deseamos para todos los jóvenes del mundo y,
de manera especial, para los jóvenes de nuestra región. Que inspirados en María
podamos escuchar y acoger el gran anuncio que Jesús tiene para cada uno
de nosotros, y que sepamos compartir, sin demora, esa gran alegría que brota
del encuentro con quienes más lo necesiten.

Algunas indicaciones para los encuentros.

En el lugar donde se llevarán a cabo los encuentros recomendamos colocar el


lema de la peregrinación, algún cuadro o imagen de la Virgen de Itatí, o
estampitas. Y también una mochila con los siguientes elementos: zapatillas, una
botella de agua, una cuerda, y un cartelito que diga “anuncio”.
Primer encuentro

Comenzamos poniéndonos en la presencia de Jesús y trazamos la Señal


de la Cruz sobre nuestros cuerpos.

Seguidamente podemos proyectar el Himno de la Peregrinación, o bien


escucharlo, cantarlo y bailarlo juntos. Se lo encuentra fácilmente en YouTube:
“HIMNO PEREGRINACIÓN A ITATÍ (Vamos Peregrinos) - Ministerio Kerigma”.

https://youtu.be/Nd7WCGVtBaY

Después de una breve y cálida bienvenida, recomendamos a los


animadores del encuentro, hacer referencia a la mochila. La mochila es lo que
identifica al peregrino, es nuestra vida. Y luego sacar el cartelito con la palabra:
“anuncio” y la imagen o estampita de la Virgen de Itatí. Podemos, en este
momento, introducir la pregunta: “¿Cuál es la relación que encontramos entre
estos elementos?” Surgirán varias respuestas interesantes.

Podemos introducir la duda de ¿cuál será la respuesta correcta? Y


responderla al finalizar el encuentro, luego de leer el Evangelio. El mismo nos
ayudará un montón a relacionar: María-Anuncio-Mochila.

Recomendamos, antes de leer el Evangelio, hacer una oración o canto


al Espíritu Santo. Les dejamos una oración del Cardenal Jean Verdier:

ESPÍRITU SANTO:

Amor del Padre, y del Hijo,


Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
Espíritu Santo,
cómo debo decirlo,
Dame agudeza para entender,
lo que debo callar,
capacidad para retener,
cómo debo actuar,
método y facultad para
lo que debo hacer,
aprender,
para gloria de Dios,
sutileza para interpretar,
bien de las almas
gracia y eficacia para hablar.
y mi propia Santificación.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.

Lectura del Evangelio: (Evangelio de Lucas 1, 39-56)


“María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de
María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu
Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto
de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a
visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti
por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del
Señor”. María dijo entonces:

«Mi alma canta la grandeza del Señor,


y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa”.

Palabra de Señor.

Ejercicio de contemplación y composición de lugar. Luego de escuchar


el Evangelio recomendamos facilitar un momento de contemplación
con la lectura. ¿En qué consiste? Consiste, sencillamente, en hacer uso
de nuestra imaginación y de nuestros sentidos para imaginarnos la
escena, para tratar de componer cada lugar, cada gesto y cada escena
del Evangelio.

Podemos tratar de imaginar a María caminando a la casa de su prima luego de


escuchar el anuncio del Ángel. ¿Cuánto habrá durado esa caminata? ¿Qué
habrá pasado por su corazón durante toda esa peregrinación en soledad, en
silencio? ¿Cómo se habrá sentido luego de ese gran anuncio que recibió del
Ángel? ¿Con dudas? ¿Con miedo? ¿Con alegría?

Luego intentar imaginarnos cuando María llega a la casa de Isabel. ¿Qué habrá
sentido Isabel apenas la vio? ¿Qué habrá sentido el niño que llevaba en su
vientre?
• Ejercicio de reflexión y compartir. Luego de imaginarnos todas las
escenas del Evangelio con el ejercicio de “composición de lugar”,
recomendamos facilitar un momento de compartir, es decir, hacer una
puesta en común con todo lo reflexionado e imaginado.
• ¿Cuál fue la escena, el gesto, la palabra que más me impactó de este
Evangelio?
• ¿Qué intenciones hay mi corazón este año, que quiero llevar a la casa
de la Madre una vez más?

• Lectura de una reflexión. Proponemos seguir profundizando con esta


lectura del Evangelio, pero ayudándonos ahora con un mensaje del
Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud.
• Antes de leer la reflexión del Papa, sugerimos sacar de la mochila las
sandalias o las zapatillas y dejarlas en el centro del encuentro.

Ahora sí, la lectura:

El Papa Francisco escribe:


María se levantó.
“María, después de la anunciación, hubiera podido concentrarse en sí misma,
en las preocupaciones y temores debido a su nueva condición: de ser la elegida
para ser la Madre de Dios.
Pero no; ella confió plenamente en Dios. Pensaba más bien en Isabel. Se levantó
y salió a la luz del sol, ahí afuera donde hay vida y movimiento.
Y aunque el impactante anuncio del Ángel haya provocado un “terremoto” en
sus planes, la joven María no se dejó paralizar, porque en ella estaba Jesús,
dentro de ella ya estaba el impulso y la fuerza de la Resurrección.
Así que se levantó y se puso en marcha, porque estaba segura de que los planes
de Dios eran el mejor proyecto posible para su vida. De esta forma, María, se
convirtió en el templo de Dios, en imagen de la Iglesia en camino, de esa Iglesia
que sale y se pone al servicio, la Iglesia portadora de la Buena Noticia.
Experimentar la presencia de Cristo resucitado en la propia vida, encontrarlo
“vivo”, es la mayor alegría espiritual que podemos recibir. Una explosión de luz
tan brillante y tan fuerte, que no puede dejar a nadie “quieto”. Una experiencia
que nos pone en movimiento inmediatamente y que nos impulsa a llevar esta
noticia a otros; a dar testimonio de la alegría de este encuentro.
Eso mismo, esa misma experiencia, fue la que animó también a los primeros
discípulos en los días siguientes a la resurrección, a salir con prisa. Recordemos:
«Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del
sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos» (Mt 28,8).
Si nos detenemos en los relatos de la Resurrección, podemos percibir que estos
textos utilizan con mucha frecuencia dos verbos: despertar y levantarse. Con
ellos, el Señor nos anima a salir a la luz, a despertarnos de nuestras oscuridades
y dejarnos conducir por Él, para cruzar el umbral de todas nuestras puertas
cerradas. Despertar y levantarnos. Esas actitudes de María y de los primeros
discípulos es una imagen significativa para la Iglesia. Y también lo es para
nosotros, como discípulos del Señor y como comunidad cristiana. Todos y cada
uno de nosotros estamos llamados a levantarnos rápidamente para entrar en el
dinamismo de la Resurrección y dejarnos guiar por el Señor en los caminos que
Él quiere mostrarnos.
La Madre del Señor es modelo de todos esos jóvenes que buscan ponerse en
movimiento, de todos esos jóvenes que la luchan para no estar inmóviles frente
al espejo contemplando su propia imagen, o “atrapados” en las redes sociales,
y salen al encuentro del otro. María, como vemos, también estaba totalmente
orientada hacia el exterior, hacia la misión.
Es la mujer de la Pascua, de la Resurrección, del anuncio y de la visita. Es la mujer
que está en permanente estado de éxodo, de salida de sí misma hacia el gran
Otro que es Dios y hacia los demás, los hermanos y las hermanas. Y
especialmente hacia los más necesitados, como lo fue su prima Isabel.”
(conf. Mensaje del Papa Francisco para la XXXVII de la JMJ)

Momento de reflexión con la lectura anterior. Recomendamos realizar un


momento de reflexión personal con el mensaje del Papa Francisco.
Invitamos a interiorizar con algunas preguntas orientadoras: ¿Qué fue lo
que más me llegó? ¿Me sentí identificado con alguna frase? ¿Me
considero un joven en movimiento o, más bien atrapado en el mundo
digital? ¿Cómo están mis zapatillas?

Canción. Proponemos escuchar una canción, para ir cerrando el


encuentro, que se llama “Movimiento - Jorge Dexler”.

https://www.youtube.com/watch?v=lIGRyRf7nH4

Luego de escuchar la canción, o bien, de proyectar el video, invitamos a


reflexionar con las siguientes preguntas:

• ¿Cómo puede la actitud de María inspirarme a ponerme en movimiento?


• ¿Cómo puedo lograrlo? ¿Qué desafío me pongo para esta semana?

Recomendamos a los animadores ir tomando nota de todo aquello que se va


respondiendo y reflexionando.

Y para concluir este primer encuentro sugerimos rezar todos juntos la oración a
la Virgen de Itatí:

Oración a la Virgen de Itatí.


Oración a la Virgen de Itatí

Tiernísima Madre de Dios y de los hombres


que bajo la advocación de la pura y limpia
Concepción de Nuestra Señora de Itatí
miraste con ojos de misericordia
por más de cuatro siglos a todos los que te han implorado,
no deseches ahora las suplicas de este tu hijo,
que humildemente recurre a ti…
Atiende mis necesidades, que tu mejor que yo las conoces.
Y, sobre todo, Madre mía,
concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús
y un corazón puro, humilde y prudente,
paciencia en la vida,
fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte.
Así sea.
Segundo encuentro

Comenzamos poniéndonos en la presencia de Jesús y trazamos la Señal


de la Cruz sobre nuestros cuerpos.

Podemos proyectar nuevamente el Himno de la Peregrinación, “HIMNO


PEREGRINACIÓN A ITATÍ (Vamos Peregrinos) - Ministerio Kerigma”.

https://youtu.be/Nd7WCGVtBaY

Después de una breve y cálida bienvenida, sugerimos hacer un ejercicio


de recordar el encuentro anterior. ¿Qué fue lo que quedó dando vueltas en mi
corazón durante la semana? ¿Hubo alguna una situación concreta en estos días
donde haya tenido la actitud de María? ¿Salí al encuentro? ¿Me puse en
movimiento?

Luego de esta reflexión recordando lo vivido, recomendamos hacer una


oración o canto al Espíritu Santo. Oración del Cardenal Jean Verdier:

ESPÍRITU SANTO:

Amor del Padre, y del Hijo,


Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
Espíritu Santo,
cómo debo decirlo,
Dame agudeza para entender,
lo que debo callar,
capacidad para retener,
cómo debo actuar,
método y facultad para
lo que debo hacer,
aprender,
para gloria de Dios,
sutileza para interpretar,
bien de las almas
gracia y eficacia para hablar.
y mi propia Santificación.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
Lectura de una reflexión. Proponemos seguir profundizando el camino
que comenzamos el encuentro anterior, ayudándonos nuevamente con
otro mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la
Juventud.
• Antes de leer la reflexión del Papa, sugerimos sacar de la mochila la
botella de agua y dejarla en el centro del encuentro.

Ahora sí, la lectura:

El Papa Francisco escribe:


“San Ambrosio de Milán (un obispo y uno de los primeros padres de la Iglesia)
escribió, en su comentario al Evangelio de Lucas: que María partió hacia la
montaña porque «llena de gozo y sin demora […] se sentía impulsada por el
deseo de cumplir un deber de piedad, porque se sentía anhelante de prestar
sus servicios y tenía prisa por la intensidad de su alegría.
Ya estando llena totalmente de Dios, ¿a dónde podía dirigirse María con prisa
sino hacia las alturas? En efecto, la gracia del Espíritu Santo ignora la lentitud».
La prisa de María es, por tanto, la solicitud del servicio, del anuncio gozoso, de
la respuesta pronta a la gracia del Espíritu Santo.
María se dejó interpelar por la necesidad de su prima anciana. No se echó atrás,
no permaneció indiferente. Pensaba más en los demás que en sí misma. Y esto
le dio dinamismo y entusiasmo a su vida. […]»
Ante una necesidad concreta y urgente, hay que actuar con rapidez. ¡Cuántas
personas en el mundo están esperando la visita de alguien que los atienda!
¡Cuántas personas mayores, cuántos enfermos, presos, refugiados necesitan
nuestra mirada compasiva, nuestra visita! ¡Cuántos conocidos nuestros
necesitan de un hermano o una hermana que rompa las barreras de la
indiferencia!”
(conf. Mensaje del Papa Francisco para la XXXVII JMJ).

Momento de reflexión con la lectura anterior. Recomendamos realizar un


momento de reflexión personal con el mensaje del Papa Francisco.
Invitamos a interiorizar con algunas preguntas orientadoras: ¿Veo
necesidades a mi alrededor? ¿En dónde? ¿Necesidad de amor, de
cariño, necesidad de escucha, necesidad de contar con alguien que te
dé un abrazo, necesidad de contar con alguien que te diga: “Che, ¿esto
que estás haciendo no está bien? ¿Te estás perjudicando a vos mismo”?
¿Veo estas necesidades en mi familia, en mis amistades, en la escuela,
en el trabajo? ¿Cómo reacciono ante todo eso que veo? ¿Pienso
inmediatamente en una justificación para desentenderme, para que se
encargue otro? ¿O me intereso y me pongo a disposición?

Lo que realmente nos moverá a salir al encuentro de estas necesidades es Jesús.


Debemos buscarlo, llenarnos de su presencia, debemos buscar sentirlo,
experimentarlo. Y es esa misma presencia de Jesús la que nos sacará de nuestra
aridez, de nuestra “sequedad”.

De la misma forma que nuestro cuerpo necesita beber agua para funcionar, así
nuestra alma necesita beber de la presencia de Jesús permanentemente, para
salir encuentro del otro.

Canción. Proponemos escuchar una canción, que se llama “Anda, levántate y


anda - Álvaro Fraile”.

https://www.youtube.com/watch?v=91jgDM45yAg

Luego de escuchar la canción, o bien, de proyectar el video, reflexionar con las


siguientes preguntas:

• ¿Tengo miedo de salir al encuentro de quién más lo necesita?


• ¿Me da miedo ir detrás de mis sueños?
• ¿Ayudo a otros a que consigan sus sueños?

Recomendamos a los animadores ir tomando nota de todo aquello que se va


respondiendo y reflexionando.

También a modo personal o comunitario puede surgir algún gesto concreto de


misión, visitar a alguien, etc.

Y para concluir este segundo encuentro sugerimos rezar todos juntos la oración
a la Virgen de Itatí:

Oración a la Virgen de Itatí.

Oración a la Virgen de Itatí

Tiernísima Madre de Dios y de los hombres


que bajo la advocación de la pura y limpia
Concepción de Nuestra Señora de Itatí
miraste con ojos de misericordia
por más de cuatro siglos a todos los que te han implorado,
no deseches ahora las suplicas de este tu hijo,
que humildemente recurre a ti…
Atiende mis necesidades, que tu mejor que yo las conoces.
Y, sobre todo, Madre mía,
concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús
y un corazón puro, humilde y prudente,
paciencia en la vida,
fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte.
Así sea.
Tercer encuentro

Comenzamos poniéndonos en la presencia de Jesús y trazamos la Señal


de la Cruz sobre nuestros cuerpos.

Podemos proyectar nuevamente el Himno de la Peregrinación, “HIMNO


PEREGRINACIÓN A ITATÍ (Vamos Peregrinos) - Ministerio Kerigma”.

https://youtu.be/Nd7WCGVtBaY

Después de una breve y cálida bienvenida, sugerimos hacer un ejercicio


de recordar el encuentro anterior. ¿Qué fue lo que quedó dando vueltas en mi
corazón durante la semana? ¿Hubo una situación concreta en estos días donde
tuve la actitud de María? ¿Busqué beber de Jesús? ¿Sigo con miedo?

Luego de esta reflexión recordando lo vivido, recomendamos hacer una


oración o canto al Espíritu Santo. Oración del Cardenal Jean Verdier:

ESPÍRITU SANTO:

Amor del Padre, y del Hijo,


Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
Espíritu Santo,
cómo debo decirlo,
Dame agudeza para entender,
lo que debo callar,
capacidad para retener,
cómo debo actuar,
método y facultad para
lo que debo hacer,
aprender,
para gloria de Dios,
sutileza para interpretar,
bien de las almas
gracia y eficacia para hablar.
y mi propia Santificación.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
Lectura de una reflexión. Proponemos seguir profundizando el camino
que comenzamos hace dos encuentros, y nos seguimos ayudando con
otro mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la
Juventud.
• Antes de leer la reflexión del Papa, proponemos sacar de la mochila la
cuerda y dejarla en el centro del encuentro.

Ahora sí, la lectura:

El Papa Francisco escribe:


“Cuando María llegó finalmente a la casa de Zacarías e Isabel se produjo un
encuentro maravilloso.
Isabel había experimentado una sorprendente y admirable intervención de Dios
sobre ella: Dios le había dado un hijo en su vejez. Con este hecho, Isabel hubiera
tenido razones suficientes para hablar primero de sí misma, pero no fue así. No
estaba llena de sí, sino que estaba inclinada a acoger a su joven prima y al fruto
de su vientre. En cuanto escuchó su saludo, Isabel se llenó del Espíritu Santo.
Estas sorpresas e irrupciones del Espíritu ocurren cuando experimentamos la
verdadera hospitalidad, cuando ponemos en el centro al huésped, al que llega,
cuando dejamos entrar al otro y no estamos centrados en nosotros mismos.
A muchos de nosotros nos ha sucedido que, inesperadamente, Jesús salió a
nuestro encuentro: por primera vez, experimentamos en Él una cercanía, un
respeto, una ausencia de prejuicios y condenas, una mirada de misericordia
que nunca habíamos encontrado en los demás. No sólo eso, también sentimos
que a Jesús no le bastaba con mirarnos desde lejos, sino que quería estar con
nosotros, quería compartir su vida con nosotros. La alegría de esta experiencia
despertó en nosotros una prisa por acogerlo, una urgencia por estar con Él y
conocerlo mejor.”

Momento de reflexión con la lectura anterior. Recomendamos realizar un


momento de reflexión personal con el mensaje del Papa Francisco.
Invitamos a interiorizar con algunas preguntas orientadoras: ¿En qué
experiencias de mi vida sentí que Jesús estaba presente? ¿En qué
momentos de mi historia obré como María, llevando a Jesús hacia otros?

Ahora contemplo un momento a Isabel. Miro a esta persona que en su vejez


recibió una bendición muy grande pero que, sin embargo, no se puso a hablar
de ella misma cuando María llegó a su casa. Sino que se alegró con la alegría
de María. ¿Soy como Isabel? ¿Me alegro con los logros de otros? ¿Me pone
contento que a otras personas: amigos, familiares, ¿les vaya bien en la vida?
¿Soy de alegrarme con alegrías de los demás? ¿O mi corazón tiende a envidiar?

Tanto Isabel como María estaban aferradas y llenas de Dios. Por eso Isabel se
alegra con la alegría de María, y por eso María se alegra con Isabel. Porque no
se ponían a ellas mismas en el centro. Su centro era Dios. Las sogas de sus vidas
estaban bien aferradas a Él. Y yo ¿a qué me aferro? ¿Qué es lo que me ata y
no me deja salir al encuentro? ¿Qué es lo que me ata y no me deja alegrarme
de los logros de otros? ¿Son celos, envidia, egoísmo?

Canción. Proponemos escuchar una canción, que se llama “Influencer


de Dios - Itala & Juanjo ft. Paola Pablo y Pablo Martinez.”

https://www.youtube.com/watch?v=x-6GfDiTTRE

Luego de escuchar la canción, o bien, de proyectar el video, reflexionar con las


siguientes preguntas:

• María era una influencer de Jesús ¿y yo… llevo a Jesús como ella?
• ¿Me avergüenza anunciarlo, en mi familia, en mi trabajo, en las redes?

Recomendamos a los animadores ir tomando nota de todo aquello que se va


respondiendo y reflexionando.

Y para concluir este tercer encuentro sugerimos rezar todos juntos la oración a
la Virgen de Itatí:

Oración a la Virgen de Itatí.

Oración a la Virgen de Itatí

Tiernísima Madre de Dios y de los hombres


que bajo la advocación de la pura y limpia
Concepción de Nuestra Señora de Itatí
miraste con ojos de misericordia
por más de cuatro siglos a todos los que te han implorado,
no deseches ahora las suplicas de este tu hijo,
que humildemente recurre a ti…
Atiende mis necesidades, que tu mejor que yo las conoces.
Y, sobre todo, Madre mía,
concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús
y un corazón puro, humilde y prudente,
paciencia en la vida,
fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte.
Así sea.
Cuarto encuentro

Comenzamos poniéndonos en la presencia de Jesús y trazamos la Señal


de la Cruz sobre nuestros cuerpos.

Podemos proyectar nuevamente el Himno de la Peregrinación, “HIMNO


PEREGRINACIÓN A ITATÍ (Vamos Peregrinos) - Ministerio Kerigma”.

https://youtu.be/Nd7WCGVtBaY

Después de una breve y cálida bienvenida, sugerimos hacer un ejercicio


de recordar el encuentro anterior. ¿Qué fue lo que quedó dando vueltas en mi
corazón durante la semana? ¿Hubo una situación concreta en estos días donde
tuve la actitud de María? ¿Anuncié a Jesús? ¿Fui un influencer de Él estos días?

Luego de esta reflexión recordando lo vivido, recomendamos hacer una


oración o canto al Espíritu Santo. Oración del Cardenal Jean Verdier:

ESPÍRITU SANTO:

Amor del Padre, y del Hijo,


Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
Espíritu Santo,
cómo debo decirlo,
Dame agudeza para entender,
lo que debo callar,
capacidad para retener,
cómo debo actuar,
método y facultad para
lo que debo hacer,
aprender,
para gloria de Dios,
sutileza para interpretar,
bien de las almas
gracia y eficacia para hablar.
y mi propia Santificación.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
Lectura de una reflexión. Proponemos culminar este encuentro
ayudándonos, una vez más, con otro mensaje del Papa Francisco. Esta
vez con un fragmento de su Exhortación Apostólica “Christus Vivit”.

Pero antes de leer la reflexión del Papa, sugerimos poner en el centro del
encuentro todos los elementos de los días anteriores:

• La zapatilla que nos recordará que debemos ponernos en movimiento, y


estar siempre con el corazón disponible para salir al encuentro del otro;
• La botella de agua que nos recordará que debemos beber de Jesús y
llenarnos de Él para animarnos a ponernos en camino;
• La soga que nos recordará que debemos aferrarnos a su Presencia
siempre, y no aferrarnos nosotros mismos. Para así tener un corazón que
se alegre con las alegrías de los demás;
• La imagen de la Virgen para que Ella nos recuerde, cada día, las
actitudes que pueden enriquecer nuestra vida, las mismas actitudes que
ella tuvo: escucha, anuncio y misión (anunciación y visitación).
• Y la mochila, que, como dijimos el primer día representa nuestra vida.
Que siempre esté cargada con estos elementos para poder caminar
plenamente por este camino que llamamos “Vida”, y así ser verdaderos
influencer’s de Dios en cada paso que damos.

¿Nos vamos a cansar en este camino? Sin dudas que nos vamos a cansar,
pero ahí tendremos en nuestra mochila el agua para beber y volver a
hidratarnos. La soga para aferrarnos con fuerzas y seguir dando pasos. Las
zapatillas para cuando las piedras del cansancio y la pereza quieran hincar
nuestros pies. Y, obviamente, a nuestra Madre María para recordarnos
siempre las actitudes que nos inspira a tener en cada paso que hagamos.

Ahora sí, la lectura:

El Papa Francisco escribe:


Enamorados de Cristo, los jóvenes están llamados a dar testimonio del Evangelio
en todas partes, con su propia vida. San Alberto Hurtado decía que «ser
apóstoles no significa llevar una insignia en el ojal de la chaqueta; no significa
hablar de la verdad, sino vivirla, encarnarse en ella, transformarse en Cristo. Ser
apóstol no es llevar una antorcha en la mano, poseer la luz, sino ser la luz [...]. El
Evangelio [...] más que una lección es un ejemplo. Es el mensaje convertido en
cada vida viviente»

El valor del testimonio no significa que se deba callar la palabra. ¿Por qué no
hablar de Jesús, por qué no contarles a los demás que Él nos da fuerzas para
vivir, que es bueno conversar con Él, que nos hace bien meditar sus palabras?
Jóvenes, no dejen que el mundo los arrastre a compartir sólo las cosas malas o
superficiales. Ustedes sean capaces de ir contracorriente y sepan compartir a
Jesús, comuniquen la fe que Él les regaló. Ojalá puedan sentir en el corazón el
mismo impulso irresistible que movía a san Pablo cuando decía: «¡Ay de mí si no
anuncio el Evangelio!»
«¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos.
El Evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos
parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No
tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias
existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor
busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor»
Y nos invita a ir sin miedo con el anuncio misionero, allí donde nos encontremos
y con quien estemos, en el barrio, en el estudio, en el deporte, en las salidas con
los amigos, en el voluntariado o en el trabajo, siempre es bueno y oportuno
compartir la alegría del Evangelio. Así es como el Señor se va acercando a
todos. Y a ustedes, jóvenes, los quiere como sus instrumentos para derramar luz
y esperanza, porque quiere contar con vuestra valentía, frescura y entusiasmo.

No cabe esperar que la misión sea fácil y cómoda. Algunos jóvenes dieron su
vida con tal de no frenar su impulso misionero. Los Obispos de Corea expresaron:
«Esperamos que podamos ser granos de trigo e instrumentos para la salvación
de la humanidad, siguiendo el ejemplo de los mártires. Aunque nuestra fe es tan
pequeña como una semilla de mostaza, Dios le dará crecimiento y la utilizará
como un instrumento para su obra de salvación». Amigos, no esperen a mañana
para colaborar en la transformación del mundo con su energía, su audacia y su
creatividad. La vida de ustedes no es un “mientras tanto”. Ustedes son el ahora
de Dios, que los quiere fecundos. Porque «es dando como se recibe», y la mejor
manera de preparar un buen futuro es vivir bien el presente con entrega y
generosidad.
(Papa Francisco, exhortación apostólica “Christus Vivit”)

Momento de reflexión con la lectura anterior. Recomendamos realizar un


momento de reflexión personal con el mensaje del Papa Francisco.
Invitamos a interiorizar con algunas preguntas orientadoras: ¿Qué
palabras quedaron resonando en mi corazón? ¿Qué significa esa
expresión “soy el ahora de Dios”? ¿Cómo me siento después de todos
estos encuentros que viví en comunidad? ¿Percibo que algo cambió en
mi interior? ¿Sigo con miedo de salir a anunciar a Jesús, y de salir al
encuentro del otro?

Canción. Proponemos escuchar una canción, que se llama “No tenemos


miedo - Filocalia” Si los animadores desean pueden ponerle coreografía
a esta canción, para así cerrar todos encuentros que se fueron viviendo,
como una verdadera fiesta. Sin miedo, y con el corazón lleno para salir a
misionar y a peregrinar la vida.

https://www.youtube.com/watch?v=EX3Sx5kWVb8
Adoración. También, si algunas comunidades lo desean, pueden
culminar el cuarto día con una Adoración Eucarística, acompañada con
cantos.

Consagración a la Virgen de Itatí.

Oración a la Virgen de Itatí

Tiernísima Madre de Dios y de los hombres


que bajo la advocación de la pura y limpia
Concepción de Nuestra Señora de Itatí
miraste con ojos de misericordia
por más de cuatro siglos a todos los que te han implorado,
no deseches ahora las suplicas de este tu hijo,
que humildemente recurre a ti…
Atiende mis necesidades, que tu mejor que yo las conoces.
Y, sobre todo, Madre mía,
concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús
y un corazón puro, humilde y prudente,
paciencia en la vida,
fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte.
Así sea.

Anexo para los animadores:

Además de estos encuentros, ¿qué podemos hacer en nuestra comunidad


como preparación a la Peregrinación? Pensar en algún gesto misionero, como
alguna peregrinación corta a algún punto de la ciudad, una bicicleteada, una
visita en comunidad a un lugar donde se encuentren personas que necesiten
de nuestra presencia: Hogar de ancianos, cárcel, hospital, etc.

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