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El desvío de lo real.
Introducción
El documental como género está creciendo,y cada vez más en festivales de cine se
menciona a este cine de no ficción.
El principio de realidad es adoptado también por la televisión en los formatos
denominados reality shows, donde lo que se hace es convertir lo real en
entretenimiento. Esto afecta en el estatuto del documental como también en la
presentación de la historia. Hoy en día se transmiten imágenes en bruto
repitiendolas hasta que dejan de ser titulares mientras que antes la imagen de la
guerra pertenecía al dominio del documental con una imagen más trabajada y
haciendo uso del montaje.
Volviendo a lo que tiene que ver específicamente con el cine, podemos ver al cine de
no ficción como la textura visual de lo real, es decir, el cine que está basado en
situaciones reales.
El imposible documental
lo cual no es muy sensato pensar que el documental tiene más que ver con la
honestidad del responsable, que con la inteco de transmitir información en un
formato que sea conocido para el espectador
- Michael Renov
- Bill Nichols
Los realizadores del direct cinema, Maysles y Wiseman, consideran que el montaje
es una ¨ficcionalización¨del material, o de los hechos. El montaje es ficción porque lo
vas ensamblando todo y cambiando las cosas de lugar. Wiseman propone un
término para sus películas documentales: ¨ficciones de realidad¨.
Una crítica de la crítica
Las aspiraciones del nuevo paradigma de objetividad del cine, sirvieron para
alimentar una crítica de la sospecha que venía a construirse poco menos que en una
negación al todo.
Carrol y Plantinga, en sus ensayos, tuvieron la virtud no sólo de servir de correctivo
al excesivo escepticismo de algunos autores como Michael Renov sobre el potencial
del documental para transmitir información objetiva sobre el mundo, sino también
clarificar una serie de conceptos que habían enturbiado el debate:
Bill Nichols clasifica las películas de no ficción según el modo de representación que
favorecen, Plantinga prefiere hacerlo a partir de su voz. Considera la voz formal,
abierta y poética. Esta tipología se basa en, en el caso de la voz formal y abierta, el
grado de autoridad narrativa que asume la película, y en el caso de la voz poética, la
ausencia de autoridad en favor de intereses estéticos.
En este capítulo se realiza una retrospectiva, es decir, se hace una mirada hacia
atrás desde la perspectiva actual, una mirada interesada en buscar en el pasado los
precedentes de la rica variedad del cine de no ficción contemporáneo.
Para existir y poder pensarse como categoría, la no ficción debería tener enfrente a
su oponente o contrario, el cine de ficción. Hasta el 1903, el 75% de las películas
eran noticiarios que se componían de imágenes del propio mundo cotidiano, pero
cuando esa novedad se fue gastando se hizo necesario comenzar a filmar paisajes,
conductas extremas, exóticas o bélicas.
En el año 1910 nacen los noticiarios semanales y el cine factual (de hechos), tiene
una fase colonialista y la gran guerra genera un gran auge del documental de
montaje. Pero mientras, el cine de ficción sigue creciendo, incorporando
innovaciones y nuevos lenguajes que llevan a que el espectador se convenza de
que su vocación es sentarse a mirar historias.
Nichols plantea que para el cineasta, el crear confianza, y lograr que se suspendan
las dudas o la incredulidad, por medio de la creación de una impresión de la
realidad, por tanto, de veracidad, corresponde antes a las prioridades de la retórica
que a las de la ciencia.
En 1922 Flaherty rueda Nanook el esquimal, y Vertov una de las primeras entregas
de la serie de reportajes de Kino Pravda, en el 26´ Grierson toma este nuevo cine
usándolo como base y en el 30´ lo hacen Lorentz y otros cineastas del New Deal
norteamericano. Estos nombres son los que están en la historia oficial de la
fundación del cine documental.
Varios de estos títulos y algunos más, permiten ver que esta etapa de cine pre
documental contiene pioneros olvidados de lo que más adelante Catherine Russell
llamaría ¨etnografía experimental¨.
Si hoy se revisan algunos títulos producidos por Grierson, sorprende ver como la
imagen de severidad que proyecta su ideología y su concepción dogmática del
documental como arma social, no se corresponden según la mirada actual con
alguna de las audacias expresivas e imaginativas que encontramos en esos títulos.
Night Mail, contiene un comentario en verso y toda la secuencia final está montada
como un poema rítmico. Coal Face tiene una partitura musical llamativa de Britten
que rebasa lo descriptivo. Estas películas supuestamente canónicas usaban actores
y decorados, partían de un guión, tenían imágenes muy compuestas y buscaban
una integración total de banda sonora e imagen, entre otras estrategias anómalas.
La ideología de Grierson fue atacada por sus propios colegas antes que por los
historiadores por haber hecho que se identificara su particular concepción con el
documental en general.
En su reacción contra Grierson, los documentalistas atacaron su licencia artística
para dramatizar el material, y en su propio país los realizadores del free cinema de
los años 50´, renegaron de la tendencia griersioniana de interpretar la realidad con
fines proselitistas.
Pero aunque las ideas de Grierson cayeron en desuso son en cierta medida
responsables de cierta concepción del documental que se mantiene hasta hoy en
día: aquella idea que lo asocia con ese discursos de sobriedad que habla Nichols,
discurso que acarrea connotaciones de autoridad, gravedad y honestidad.
Una versión diluida de esta concepción, modificada por la influencia del cine directo,
estaría en la base de una segunda cristalización normativa del documental; y esa es
la que está en la mente del gran público y la que aleja a muchos espectadores de
otras formas de la no ficción.
Nichols en principio define los modos del documental como formas básicas de
organizar los textos en relación a ciertos rasgos o convenciones recurrentes, pero
luego los califica como modos de representación que funcionan un poco como
subgéneros del propio género del documental.
Crítica de Stella Bruzzi al modelo de Nichols.
Esta crítica se basa en la idea de que un modo sucede al anterior superándolo y por
tanto cancelandolo. Nichols reconoce que no pretende que sus modos de
representación funcionen así, ya que unos y otros coexisten en el tiempo y pueden
hacerlo dentro de una película. El modo expositivo es propio del documental
primitivo, pero es también el modo que retiene en gran medida el reportaje
convencional de televisión hasta la actualidad.
El montaje cumple también una función retórica, puede incluir pasajes rítmicos o
asociativos, sirve a una continuidad proposicional, más que espacio-temporal y a
veces favorece las yuxtaposiciones inesperadas.
Nichols incluye en este modo títulos como Las Hurdes. La razón para que Nichols
haga esto tiene dos variantes. La argumentativa y la poética que tiene un
funcionamiento mucho más libre y musical que desaparece históricamente cuando
se fija el modelo expositivo.
-Docu drama
Se filma al sujeto con respeto, se limita a seguirlo en vez de imponerle una actividad,
se registra su realidad cotidiana y concreta; así se logra una impresión de tiempo
real tiempo vivido que logra el paradójico efecto de acercar el cine directo a su
opuesto, el cine de ficción.
Wiseman, uno de los últimos puristas del cine directo, es el primero en dudar de la
superioridad moral del modelo, al reconocer que todo documental es arbitrario,
sesgado, tiene prejuicios, está comprimido y es subjetivo, y al afirmar la importancia
que tiene el montaje como análisis retroactivo de ese elemento idealizado por la
ideología del cine directo, el material en bruto.
El cine directo puede verse como un momento de ejercicio de autocrítica aplicada
del documental, dentro de la concepción dialéctica que terra de sí mismo el propio
género. Y de cierta forma su cuestionamiento y posterior rechazo de las estrategias
del documental clásico puede verse como un equivalente al proceso de vaciado que
llevó a cabo el cine de la modernidad.
Junto al rechazo de los recursos empáticos del documental clásico, el cine directo
quiso evacuar también toda traza de la inevitable intervención del equipo de rodaje y
del carácter construido del relato final. Con esto, se hizo acreedor de muchas críticas
que recibe desde entonces por favorecer al ilusionismo de confundir el estilo de la
pura observación con la solada objetividad.
El cine directo fijó un modelo de representar mejor de lo real que aún hoy sigue
connotando de forma automática una verdadera filmación documental: a textura con
frano, el uso de una cámara sin trípode que incurre en bruscos reencuadres y
tirones, desenfoques momentáneos en els seguimiento del sujeto, son marcas de
autenticidad utilizadas de forma rutinaria por peliculas de ficcion que quieren
revestirse de un plus de realismo documental.
El modo interactivo que luego Nichols llama como participativo, nace al mismo
tiempo que el cine observacional, pero en vez de estar identificado en la escuela
estadounidense, lo está en la escuela francesa e internacional con cineastas como
Jean Rouch y Edgar Morin con su influyente Crónica de un verano, que lanzá el
término de cinema verité.
La diferencia con el modo observacional es que proporciona una historia oral. Los
personajes hablan a cámara y no solo entre sí, y la legitimación del proyecto de la
película proviene del testimonio de los entrevistados.
El documental performativo
En este nuevo modo performativo, que Michael Renov considera que coincide con el
New subjectivity, el participante actúa, se pone en escena, ya sea objeto del
documental, o un narrador omnipresente y encarnado como Roos McElwee o
Michael Moore, que se convierten en un personaje más.
Y en realidad, no son un personaje más, sino que su relación con el mundo que
presenta la película puede ser polivalente textualmente. La presencia del
documentalista no es meramente anecdótica y va más allá de la condición de
receptor de entrevistas. Su personalidad guía la percepción de la narración, por
tanto las películas de documentalistas como los mencionados y Nick Broomfield y
Alan Berliner son como personality films.
Algunos estudiosos como Michael Renov piensan que la novedad de esta forma
personalizada de abordar la no ficción consiste en que la subjetividad ya no se
construye como algo vergonzoso, sino que es el filtro por el cual lo real entra en el
discurso.
Se puede pensar que el modo poético tiene una doble virtud: acoge generos y
epocas muy diferentes del cine documental, y permite fusionar este con la práctica
experimental en busca de una cierta contigüidad hasta entonces negada o separada
de sus departamentos respectivos, entre las diversas prácticas que abordan la
realidad rompiendo el corsé de prosa del documental.
-Como categoría independiente, el modo poético engloba cineastas que van desde
Luis Buñuel, hasta el ensayista Chris Marker.
Con esta imagen de hibridación se quería tener un puente entre el cine de no ficción
y la tradición del cine experimental apoyado en materiales reales.
-el libro de Catherine Russel nos propone algo similar, ver al cine como una
representación cultural y romper con la tradición de privilegiar el análisis de
contenido para centrarse en el análisis del discurso.
A su vez Russel propone una confluencia de vanguardia y etnografía, considerada
no como la representación de otras culturas, sino como el discurso de la cultura en
representación.
- Interludio de ficción:
Documentiras: el fake
Para dar dos ejemplos, en 1995, Michael Born es condenado a 4 años de prisión
por vender reportajes falsificados a cadenas de televisión europeas, y en 1998
Roger James y Marc de Beaufort produjeron The Connection, un ejemplo de
periodismo de investigación sobre la ruta de la droga, el cual fue vendido a muchas
cadenas, y fue obteniendo premios, para luego revelarse que era algo escenificado,
falso, una re construcción de los hechos.
Sobre el primer caso, el juez mencionó que la presión para lograr rating alto estaba
llevando a difuminar la frontera entre lo factual y lo ficticio, y que en la disputa entre
la verdad periodística y la excitación dramática, estaba ganando el drama.
El montaje deja de ser como decía Bazin, el índice de la manipulación, ya que ahora
esta manipulación se puede dar en el interior del plano.
Por esta amenaza al estatuto ontológico del documental documental que nos
ofrecen estas imágenes digitales, lo que nos interesa no es tanto la manipulación de
la imagen sino la manipulación del discurso.
Se puede producir un discurso de dudosa veracidad partiendo de imágenes reales,
como es demostrado en la larga tradición del cine de propaganda.
Es importante ver el hecho de que este subgénero ofrece un índice más de que el
documental se ha vuelto consciente de sí mismo y de las estrategias que usa para
construir su discurso. En este sentido algunos autores atribuyen la cualidad reflexiva
a la operación de apropiación de los códigos del documental que ejecuta el fake.
En un libro los autores Jane Roscoe y Craig High, proponen una división de falsos
documentales en tres categorías según su grado de reflexividad:
1. la parodia
2. la crítica y la falsificación
3. la deconstrucción
No es tan seguro que el carácter reflexivo sea lo único que motiva a los cineastas a
practicar este tipo de documentales. Otros documentalistas confían en que el género
les lleva a no enterarse de nada. Barbara Kopple propone que la gente trata de
imitar el formato del documental porque lo que intentan es que el espectador crea
que son reales, porlo tanto que se olvide que existe una cámara y hacerle sentir que
está contemplando la vida real, cosa que en ficción no se consigue.
Junto a la mirada hacia adentro, hacia las formas que lo constituyen, muchos
cineastas también quieren proyectar una mirada hacia afuera, hacía lo que se
considera el carácter institucional del documental, osea, su localización específica
en el interior de sistemas políticos, económicos y sociales. Este carácter institucional
se ha visto enturbiado por la adopción sensacionalista de la textura y el repertorio
representacional del género por parte de los reality shows televisivos. En este
estado de cosas, el fake y otras formas de apropiación de los formatos televisivos
son una respuesta de los cineastas al secuestro de la realidad cometido por la
institución televisiva, y para esto utilizan su misma estrategia, la confusión de
fronteras.
Esta función de comisariado de los medios de masas, como respuesta de los
documentalistas al apetito de los medios de espectacularizar la vida real, lo ejercen
los artistas que trabajan en el campo del found footage visual.
-La atracción por el fake muestra interés por la no ficción, por recuperar las
posibilidades expresivas de la misma y por utilizarla para decir cosas que son
habitualmente del dominio de la ficción, o por utilizar la ficción como vehículo del tipo
de información que normalmente solo se expresa dentro del ámbito documental.
Se puede establecer una regla en cuanto al uso del archivo en las películas. En un
documental clásico el uso de esto tiende a tener el mismo sentido que en los
fragmentos documentales expositivos intercalados en los relatos de ficción, que
sirven para generar un contexto.
El trabajo de estos y otros cineastas sugirió vías para una utilización dialéctica del
metraje documental. Y también preparó el camino para una serie de películas que
iban a denunciar o poner en evidencia un determinado discurso oficial, una vez
culminada su fecha de caducidad, por el procedimiento de mostrar las filmaciones
que lo habían propagado.
El propio desarrollo del documental ha llevado a superar los límites del debate sobre
la evidencialidad. Algunos títulos recientes mezclan material factual con un punto de
vista personal, elementos narrativos ficcionales, reflexiones argumentativas y
manipulación retórica del material de archivo. Se vuelve a la exposición, uno de los
primeros modos de Nichols,pero subjetividad: existe una diferencia entre la voz de
dios del antiguo expositivo y la gama de modulación respeto a su material que
exhibe la voz en el cine contemporáneo de no ficción.
Todo lo mencionado aquí en los demás apartados trae a colación un enfoque más
flexible y personalizado, a lo que se le une la aparición de nuevos equipos más
accesibles.
Bergala plantea que el ensayo no solo inventa su forma sino también su propio
tema, y su referente. A diferencia del documental que filma y lo organiza, el ensayo
lo constituye.
Lo especial del caso de Godard es que produce un efecto de estirpe autorista: para
los gordanianos, sus ensayos no sirven para confirmar el potencial de la forma de
ensayo sino el interés que ensaya Godard para plasmar sus reflexiones.
Esta deriva autorista se suma a la negligencia con que se han solido tratar otros
precedentes de un cine ensayístico.
El documental en España
El documental profeta
Por otro lado en la misma época encontramos a Eadeward Muybridge, quien estaba
realizando experimentos patrocinados por Leland Stanford.
El fisiólogo Francés Etienne Jules Marey tuvo interés en las obras de Janssen y de
Muybridge, y tenía interés en realizar algo parecido a lo que había hecho Muybridge
con el galope de los caballos, pero en su lugar quería hacerlo con el vuelo de las
aves. De esta forma inventa el Fusil Photographique, con él podía seguir el vuelo de
un pájaro y hacer funcionar el disparador a intervalos de fracciones de segundos.
También registró fenómenos tales como el
de un gato que desde una altura se dejaba
caer al suelo sobre sus patas.
➔ Louis Lumiere fue el primer magnate y principal profeta del filme documental
Las películas en 1895 duraban alrededor de un minuto, ese era el máximo de un
carrete (almacenamiento).
Lumiere rechazaba al teatro como modelo para las películas con movimiento, en
ninguna de sus películas aparecían actores y la mayoría eran temas “de actualidad”,
sucesos triviales pero vividos. En cuanto a este film Barlow dice que “valerse del
movimiento desde cierta distancia y en dirección del espectador ofrece una
sorprendente sensación de profundidad en el campo de visión, da al público una
experiencia muy diferente de la del teatro y también muy diferente de lo que se
produce en el Black Maria”
Desde principios de 1896, los Lumières contrataron a jóvenes para viajar por el
mundo e introducir a la gente a la cinematografía. Antes de marcharse, estos
operadores se forman durante unos meses en las profesiones de proyeccionistas y
visores. En 1897 el cinématographe ya estaba dando a sus públicos la sensación sin
precedentes de ver el mundo. Años posteriores Lumiere recordaba el nombre de sus
operadores.
Alexandre Jean Louis Promio fue uno de los operadores de cámara de los hermanos
Lumière, y uno de los pioneros de la cinematografía mundial. Generalmente se
considera que hizo el primer travelling de la historia del cine.En 1896, llevó a cabo
su idea de colocar su cámara en una góndola en movimiento. En Venencia filmó
edificios célebres desde una góndola en movimiento y así creó tomas en movimiento
(los primeros travelling). Este fue el primer modelo de las tomas de los operadores
de Lumiere desde trenes en movimiento, carruajes, tranvías y otros vehículos,
Lumiere las llamó “panoramas”.
En el momento en que los Lumiere se retiran del caótico campo de lucha entre las
empresas cinematográficas, en 3 años lograron realizaciones extraordinarias.
- A nivel financiero recogieron la principal cosecha del nuevo invento.
- Ponen en marcha una nueva industria en cinco continentes.
- Contrasgran la palabra cinema, una abreviación temprana del
cinématographe en innumerables lenguas.
- Colocar a Franca en la cabeza de los productores y exportadores de películas
- Crean un modelo de entretenimiento
Este primer periodo del documental exhibía en sus obras una atmósfera de profecía.
Pronosticaba las muchas funciones potenciales que podía asumir un productor del
filme documentales. Lumiere en su primera película, estaba haciendo lo que
posteriormente pudo llamarse una película industrial y estaba obrando como un
promotor.
El documental explorador
Flaherty también fue criticado por exponer a sus personajes a riesgos extremos. Por
otro lado también se ha dicho que Flahrtey era un “romántico” porque no filmaba un
estilo de vida común y corriente, sino que registraba algo que se filtraba a través de
los recuerdos de Nanook y de su pueblo.
El documental reportero
Denis Arkadievich Kaufman conocido en la historia del cine como Dziga Vertov, fue
uno de los tres hijos de un bibliotecario de Bialystok, ciudad situada en la parte
polaca del imperio ruso. El joven Denis estudió medicina y psicología, sin dejar de
cultivar la poesía; lo hechizaban los poetas “futuristas” de Rusia, encabezados por
Vladimir Maiakovsky.
Entre 1919 y 1920 el nuevo gobierno concreta planes para fundar una escuela de
cine estatal, lo cual daba la medida de la importancia que se le asignaba a la
actividad fílmica.
Vertov consideraba el tradicional filme de ficción con sus artificios teatrales como
algo que se situaba en la misma categoría de la religión, “el opio de los pueblos”. La
función de las películas soviéticas, según la concebía Vertov, debía consistir en
documentar la realidad socialista.
A principios de 1922, Lenin mantuvo una conversación sobre cine con el Comisario
de Educación, Anatoli Lunacharsky. “De todas las artes”, le dijo Lenin, “para
nosotros la cinematografía es la más importante”, y habló especialmente de las
películas que reflejaban “la realidad soviética”. Esas películas, según Lenin, “debían
comenzar con noticiarios”. Posterior a esto Lenin abogó por lo que se llamó la
proporción cinematográfica leninista, la cual propone que todo programa debe
guardar un equilibrio entre material de ficción y material de actualidad.
En las realizaciones Vertov plantea una estrategia general y asignaba las partes,
pero dejaba un margen de acción a los camarógrafos, donde Mijail siendo uno de
ellos, obedecía a sus propios intereses y filmaba lo que le parecía importante. La
época era la que suministraba los temas. La cámara lo acompañaba siempre.
Una edición de cine verdad comprendía varios asuntos, el tema principal rara vez
era espectacular y esto constituye una cualidad esencial, que el drama se revelaba
en la prosa de la vida.
Stalin tenía tanto interés como Lenin por la cinematografía, pero se inclinaba más a
controlarla. Durante el primer Plan Quinquenal se hicieron esfuerzos para coordinar
el contenido de las películas con los objetivos oficiales. Las ideas de Vertov, que era
documentalista, chocaban con lo que quería Stalin, ya que no se puede predecir las
verdades que nos va a dar el mundo.
̈El hombre de la cámara” (1929) nos presenta hasta cierto punto un caleidoscopio de
la vida cotidiana soviética: gente que duerme, se levanta , va a su trabajo, juega.
Nos hace ver constantemente la figura del camarógrafo en acción, un hombre que
registra todos los aspectos de la vida soviética. Vemos cómo se elabora una película
y a su vez la película que se está haciendo. Los dos planos se entretejen y se
combinan. La película nos recuerda que es una película. Vertov a veces se permite
que la sombra de la cámara invada la toma. En un pasaje vemos a un camarógrafo
que, con cámara y trípode, trepa por un vaso de cerveza.
Al terminar la película, cámara y trípode hacen una inclinación a manera de saludo.
El documental pintor
El documental poeta
El documental cronista
El documental promotor
El documental observador
El documental agente catalizador
El documental guerrillero
La actual época dorada del documental comenzó en los años 80 del siglo XX. Surge
una buena cantidad de películas que infunde una nueva vida a una vieja forma
cinematográfica e impulsa el que se piense como definir este tipo de cine.
En tiempos donde los medios más importantes reciclan una y otra vez las mismas
historias sobre los mismos temas, el cine documental introduce una mirada fresca
del mundo y cuenta historias con imaginación.
Algunas películas como Roger y yo o La delgada línea azul, dan testimonio del
resonante atractivo de la voz del cineasta, cuando habla de manera directa y
personal sobre lo que ha experimentado y aprendido. Es una voz que surge de la
presencia audiovisual toda de cada película: la selección de tomas, el enmarcado de
los sujetos, la yuxtaposición de las escenas, el mezclado del sonido, el uso de títulos
e intertítulos.
Los documentales son una forma distinta de cine pero quizás no del todo distinta. Es
importante la manera en la que cada película que consideremos como documental,
contribuya al diálogo actual que se basa en las características comunes del cine
documental.
El cine documental no ha tenido una definición muy precisa y hoy en día se sigue
refiriendo al planteamiento de Grierson de que un documental es el tratamiento
creativo de la realidad. Este punto de vista reconoce que los documentales son
creativos.
Las ideas en el sentido común sobre el documental, inicialmente pueden ser un
punto de vista útil. Hay 3 supuestos del sentido común que contribuyen a nuestra
comprensión del quehacer documental:
1. Los documentales tratan acerca de la realidad, tienen que ver con algo
que realmente ocurrió.
Si bien esto es correcto, muchas películas de ficción también evocan a cosas que
han pasado o pasan en la realidad. Se podría modificar esto planteando que ¨las
películas documentales hablan acerca de situaciones o eventos reales, y respetan
los hechos conocidos, no introducen nuevos hechos o inverificables. Hablan
directamente más que de manera alegórica, sobre el mundo histórico¨.
Las narraciones de ficción son fundamentalmente alegóricas, crean un mundo que
se sustituye al otro, es decir al histórico.
Esta noción hace referencia al poder de los documentales de contar historias. Nos
cuentan lo que lleva a los verdaderos eventos o cambios reales, nos hablan de
cómo cambian las cosas y quienes producen esos cambios.
Un marco institucional
¿Cómo encontró voz esta forma de hacer cine? La voz del documental se relaciona
con el modo en que habla la película o el video documental sobre el mundo que nos
rodea, pero desde una perspectiva particular. Cuando un documental hace una
propuesta u ofrece una perspectiva, la “voz” se refiere a la manera en que lo hace.
Una manera común de explicar el surgimiento del documental implica la historia del
amor del cine por la superficie de las cosas, su capacidad para capturar la vida tal y
como es, una capacidad que sirvió como sello distintivo del primor cine y de su
inmenso catálogo de gente, lugares y casas, recolectados en todo el mundo. Como
la fotografía antes que él, el cine era una revelación. La gente nunca había visto
imágenes que tuvieran una fidelidad tan grande respecto a los objetos y nunca
habían sido testigos del aparente movimiento que había impartido tan convincente
sensación del movimiento mismo.
El realismo y el deseo de encarnarlo: fundamentos insuficientes para el
documental
Muchos señalan estas obras, como la de Lumiere, como el “origen” del documental,
otros aseguran que son el origen del realismo en el cine de ficción. En ambos casos
al mantener una “fe en la imagen”, las películas de los Lumiere registraban la vida
cotidiana tal y como ocurría, sin adorno ni reordenamiento.
El cine era un instrumento de extraordinario poder, que no requería de
exageraciones o espectáculos para obtener admiración por lo que podía hacer.
Por otro lado, para hablar de los documentalistas, con su fascinación por la exactitud
de la imagen, los primeros cinefotógrafos registran diversos aspectos del mundo que
los rodea. Encontramos dos mitos:
1. El cineasta es un héroe que viaja a lo largo y ancho del mundo para revelar
los rincones ocultos y los eventos notables que son parte de nuestra realidad.
2. Las imágenes fílmicas poseían el poder de reproducir al mundo gracias a un
proceso fotomecánico en el que la energía lumínica pasa a través del lente
hacia una emulsión fotográfica.
Estas dos cualidades para algunos, son parte de la fundación mítica del surgimiento
del cine documental. La combinación de una pasión por registrar lo real y un
instrumento capaz de gran fidelidad lograron una pureza de expresión en el acto de
hacer cine documental.
La historia convencional de los inicios del documental culmina con los logros duales
de Flaherty con Nanook elesquimal, y Grierson quien estableció una base
institucional para el cine documental.
Vemos el origen del documental como un mito.
Uno de los problemas del origen mítico es que la capacidad del cine para
proporcionar documentación rigurosa de lo que pasa frente a la cámara lleva dos
direcciones más, además del documental: la ciencia y el espectáculo. Su presencia
indica que la cualidad indicial de la imagen no lleva directamente al cine documental.
Ambos contribuyen al desarrollo del cine documental pero no son sinónimos del
mismo.
El documental florece cuando obtiene una voz propia. Producir documentos exactos
o evidencia visual no garantizan en sí mismos esa voz.
El documental no depende de la cualidad indicial de la imagen para su identidad, no
es ciencia.
El cine documental nos invita por lo general a dar por sentado que “aquello que
vemos es aquello que estaba allí”, como un acto de fe.
Podemos identificar cuatro elementos clave que forman la base del cine documental,
cuando los cuatro convergen es que surge una tradición documental:
Experimentación poética
Al cantar historias, el estilo se une a la trama para contar una historia ya sea factual
o fabricada. La forma de la historia, al estar compuesta de trama y estilo, revela
simultáneamente la voz del cineasta respecto al mundo, la que representa de
manera directa en la no ficción o la crea de manera alegórica en la ficción.
Lo que fue más importante para el desarrollo del cine documental fue el refinamiento
de técnicas específicas cinemática para contar historias, de la edición paralela de
Griffith, al uso de entes diferentes y distancias diferentes respecto a la cámara, para
enmarcar a personajes y sucesos. Contar historias desarrolló muchos modos en los
que una acción o suceso podían ser contados desde diferentes perspectivas.
La narración refino las técnicas de la edición de continuidad para dar una sensación
sin saltos de tiempo y espacio coherentes, a las locaciones habitadas por los
personajes. Las técnicas aprendidas de la continuidad narrativa, facilitaron el flujo
suave de una imagen a otra, al hacer coincidir el movimiento, la acción, la línea
visual o la escala de una toma a otra.
La oratoria retórica
Esta tradición es compartida con otras formas de hacer cine, pero florece de manera
más viva en el cine documental mismo. La voz clásica de la oratoria trató de hablar
acerca del mundo histórico en modos que transmitieran una perspectiva particular.
La voz adaptada al “cine de atracciones” o espectáculo, la documentación indicial,
relatar historias y la expresividad poética, para hablar del mundo histórico de una
manera que comprometiera los pensamientos y los sentimientos de su público.
La retórica en todas sus formas, y con todos sus objetivos, proporciona el elemento
final y distintivo del documental. El registrador de hechos, el exhibidor de
atracciones,el contador de historias y el poeta de la photogenie, se fundieron en la
figura del documentalista como orador hablando con su propia voz acerca del
mundo que todos compartimos.
El modo poético
El modo expositivo
Cap 7.
Cap 9.
Retórica y representación, cine de no ficción. Carl Plantinga
Introducción
Para poder entender y/o definir lo que es una película de no ficción primero
debemos llegar a un acuerdo de lo que es una película de no ficción, y reconocer
diferencias en el uso de los términos “no ficción” y “documental.”
Por otro lado, George Lakoff menciona que la categorización es fundamental para
dar sentido a la experiencia. Dependemos de la categorización para comprender el
lenguaje. Las categorías son fundamentales para el pensamiento, la percepción, la
acción y el habla, permiten el razonamiento.
Lo que varios grupos piensan que son las películas de no ficción termina por
determinar en parte que películas son financiadas, cuales encuentran distribución y
reciben financiamiento. Un claro ejemplo es “Roger y yo”, que fracasa al recibir
varios títulos de la academia solo porque algunos integrantes del comité de
nominación no la consideran como tal.
Ficciones y no ficciones, como por ejemplo El mago de Oz, y Harlan County USA,
cumple una función social específica y son vistas por los espectadores en referencia
a un grupo diferente de expectativas y convenciones. Si ambas manipulan sus
materiales fílmicos por medio de estructura, estilo etc, entonces hay que buscar la
distinción entre ficción y no ficción en otro lugar y no en la manipulación fílmica.
Algunos académicos actuales definen los documentales como una película que
argumenta en lugar de entretener o divertir al espectador. Bill Nichols reconoce que
documental es una institución cambiante, que consiste de textos, una comunidad de
practicantes, y prácticas convencionales, que están sujetos a un cambio histórico.
Sin embargo escribe que el documental requiere “una representación, un caso, o
argumento sobre el mundo histórico” y que los espectadores del documental trabaja
con un “patrón de inferencias que nos ayudan a determinar que tipo de
argumentación está haciendo el texto sobre el mundo histórico”
Lo que Plantinga afirma en ese ensayo de 1987 es que las películas de no ficción
son aquellas que afirman que el estado de cosas que presentan ocurre en el mundo
real, que afirman una creencia en que cortos objetos, entidades, estados de cosas,
eventos, o situaciones realmente ocurrieron o existieron en el mundo real como se
presentan.
Al catalogar una película como de no ficción y adoptar una postura asertiva hacia lo
que presentan, los cineastas dan la indicación al espectador para que entienda y
evalúe lo que se le muestra como no ficción. Cuando indicamos que una película fue
catalogada como de no ficción, tomamos sus aseveraciones explícitas como
afirmaciones. Debemos entender también que la catalogación de la película no es
meramente una inferencia del espectador, sino una propiedad o elemento del texto
dentro de su contexto histórico.
Dirk Eitzen escribe que en lugar de decir que los documentales hacen afirmaciones,
debemos decir más bien que son percibidos como haciendo afirmaciones. Debemos
entonces ver el documental, no como un tipo de texto sino como una forma de
interpretación.
La distinción entre ficción y no ficción no se encuentra meramente en tu cabeza, sino
en las películas y el contexto histórico y cultural en el cual se producen y ven.
Ambigüedad y catalogación:
Catalogar es un fenómeno social, tan determinado como por lo que el público acepta
como no ficción y ficción, como por las intenciones de quienes manejan las
películas.
Además, la catalogación carece de claridad, algunas películas han sido catalogadas
con toda claridad como de ficción pero sin embargo hacen afirmaciones sobre el
mundo actual, mezclando la postura ficcional y la asertiva.
Aunque un texto pueda ser catalogado como ficción globalmente, su escenario y
coyuntura de preocupaciones políticas, pueden indicarnos que comemos sus
representaciones como haciendo referencia a un mundo real.
Mostrar y afirmar en la no ficción:
Trevor Ponech propone la noción de “mostrar que” que tiene como característica el
cine de no ficción. Escribe “un cineasta “muestra que” algo sucede cuando intenta
que el espectador tenga percepciones particulares, impresiones, creencias, o cortos
conocimientos como resultado de ver una película o secuencias filmadas.”
La misma imagen puede ser utilizada con diferentes objetivos. El hecho de que una
imagen da información visual icónica y que tiene fuerza indexical nunca agota los
usos connotativos y simbólicos para los cuales puede ser utilizada.
Como escribe Susan Sontag: La fotografía implica que sabemos del mundo si
aceptamos que es como la cámara lo registra. Pero esto es lo opuesto a la
comprensión que inicia cuando no se acepta el mundo por su apariencia [...] En
contraste con la relación amorosa, que se basa en la apariencia de algo, la
comprensión se basa en su funcionamiento. Y el funcionamiento se lleva a cabo en
el tiempo, y debe ser explicado en el tiempo. Únicamente aquello que narra puede
permitirnos comprender.
La teoría narrativa casi siempre distingue entre el qué y el cómo. Cualquier obra de
ficción narrativa nos da una historia y una forma de contarla. Los nombres que dan
el “qué” y el “cómo” son varios.
● Chatman distingue entre historia (lo que se dice) y el discurso (la forma de
decirlo).
● Gérard Genette: récit y narration
● Rimmon-Kenan distingue entre historia, texto y narración.
● David Bordwell hace uso de la distinción formalista rusa entre fábula, los
eventos de la historia según son construidos por el espectador, y syuzet, la
trama o el orden textual de los hechos.
Bill Nichols escribe que aunque el espectador entre a una película de ficción y a un
mundo ficcional a través de la narración, entra al mundo documental por medio de la
representación o exposición. Con esto Nichols señala que los documentales difieren
de las ficciones no en su «ser construidos al igual que los textos», sino más bien en
«las representaciones que hacen».
Pero Nichols continúa hasta presentar una falsa dicotomía. «Al centro del
documental», escribe, «hay menos una historia y su mundo imaginario que un
argumento sobre el mundo histórico»(énfasis de Nichols). Sin embargo, tanto las
películas de no ficción como las de ficción hacen uso de historia y narrativa.
Como escribe Edward Branigan, los principios narrativos han sido encontrados en
diversos tipos de discursos, incluyendo las leyes, la historia, biografías, la psiquiatría
y el periodismo, demostrando que la «narrativa no debe ser vista exclusivamente
como ficcional sino, al contrario, debe ser contrastada con otras maneras (no
narrativas) de armar y entender información».
Nichols entiende esto, y en otras partes reconoce que dicha narrativa se encuentra
en funcionamiento dentro de muchas películas de no ficción. Aunque su manera de
distinguir entre ficción y no ficción como si fuese una contraposición entre historia y
argumento es engañosa en este punto.
Consideren, por ejemplo, High School de Frederick Wiseman. Esta película sobre una
preparatoria pública a finales de los sesentas podría haberse concentrado en la relación
entre los estudiantes en lugar de únicamente en la interacción entre profesores y
estudiantes (una cuestión de selección y énfasis). Podría haber ordenado las escenas de
manera distinta, ya que las escenas no corresponden a una cronología histórica o narrativa.
Wiseman usa solamente una fracción de las secuencias filmadas, y pudo haber elegido
escenas distintas a las que incluyó en la obra final. Pudo haber representado la escuela
preparatoria principalmente mediante un plano general. High School hace uso consistente
de grandes acercamientos de las manos de los profesores, partes de rostros, y otros
detalles insignificantes.
El mundo proyectado es más amplio que la “historia” que plantea Chatman. Como
una historia, consiste de eventos, escenarios y personajes del “mundo” presentado,
además de sus varios atributos supuestos o implícitos en el discurso de la película.
Ya que no podemos limitar el discurso de la no ficción a la presentación de historias,
el de mundo proyectado es aquí el término apropiado.
Una película de no ficción afirma o sugiere que el estado de cosas que presenta
ocurre en el mundo real como es representado.El concepto de mundo proyectado
como modelo es necesario para preservar la noción de que las películas de no
ficción pueden estar equivocadas en sus afirmaciones y ser engañosas en sus
representaciones.
Aunque una no ficción pretende ser veraz sobre las escenas que presenta, la
veracidad de su mundo proyectado puede no estar garantizada.
Selección
Hay que preguntarnos qué se selecciona y que se omite entre las características
relevantes de un tema en específico. No es necesario conocer cómo fue la
producción de una película para preguntar por qué ciertos sujetos o temas fueron
omitidos y otros incluidos.
El orden
El discurso de las películas puede tomar muchas formas generales. Puede ser
reflexivo u observacional, narrativo o asociativo. Cualquiera que sea la forma que
tome, sin embargo, debe dar cierto orden a la información que presenta.
Podríamos, igualmente, ordenar información por temas de diversas maneras, de
acuerdo con el énfasis deseado. Por medio del ordenamiento de la información
categórica, retórica, y/o narrativa, el discurso da primacía a una información
particular, menos importancia a otra, e ignora otra información por completo
Esto es cierto tanto para la historia escrita de historiadores profesionales, como para
la “menos rigurosa” película de no ficción. Hayden White, ha escrito extensamente
sobre las raíces literarias de las historias escritas y sobre cómo usan lo que
equivocadamente se piensa son técnicas de ficción. Lo mismo es cierto para las
películas de no ficción y para sus cineastas, incluso en mayor grado.
La mayoría de los realizadores de no ficción no son de ninguna manera
historiadores profesionales; muchos tienen compromisos económicos, políticos y
comerciales que se manifiestan en sus películas; muchos no tienen deseos de
presentar una versión imparcial de la historia.
Incluso aquellas películas que aspiran a veracidad histórica hacen uso de las
técnicas que Sternberg describe. Muchas veces nos encontramos con una seria
tensión entre el requisito de la no ficción de “decir la verdad”, la necesidad de
entretener al espectador, y los propósitos retóricos del realizador.
Primero, hay que considerar lo que Hayden White llamaría la crónica de eventos de
los cuales Michael Moore prepara su película.
En esta crónica se incluye el cierre de fábricas de General Motors en Flint, y la visita
a Flint de varias celebridades: la futura señorita América, Kaye Lani Rae Rafko, el
evangelista Robert Schuler, el candidato presidencial Ronald Reagan, y el
patéticamente vulgar conductor del programa televisivo de Newlywed Game, Bob
Eubanks. La planeación, construcción y fracaso de las desventuradas estratagemas
de las autoridades de Flint para revitalizar la economía de esta ciudad: el parque
temático Auto World, el centro comercial techado Water Street Pavilion, y el Hotel
Hyatt Regency en el centro de la ciudad. Dicha crónica no es todavía una narrativa.
Hayden White también nota que las historias deben hacer uso de motivos finales. Un
motivo final común en el cine de no ficción (y de ficción) es terminar la narrativa con
una celebración, muchas veces en torno a una ocasión ritual tal como una fiesta o
cumpleaños. Roger y yo termina con una celebración de la Navidad, aunque Moore
invierte la celebración con una ironía directa y salvaje. La narración se entrecruza
con Roger Smith leyendo un espectacularmente aburrido discurso sobre las
“maravillas de la Navidad” en forma de homilía, mientras una familia de
desempleados de la General Motors es desalojada de su casa.
White señala que para cualquier grupo de eventos, uno puede representarlos a
través de cualquiera de las formas que describe (mito, romance, comedia, tragedia,
ironía). Aunque pueda ser difícil representar el final de Flint por medio de la
estructura narrativa del romance, podríamos fácilmente imaginar los eventos en una
estructura dramática trágica. General Motors podría aparecer como el héroe trágico
(de tipo corporativo), que debido a sus fallas morales sufre una gran caída, un tipo
de muerte. Tratar la historia de la relación de General Motors con la ciudad de Flint
como tragedia en lugar de con ironía implicaría una interpretación radicalmente
diferente de la información histórica, pero de ningún modo más apegada a dichos
eventos o más realista.
Roger y yo da a la historia de Flint una estructura narrativa irónica, que termina con
la aparente desintegración de Flint, el fracaso de la misión de Moore de llevar a
Roger Smith a la comunidad, y la poca esperanza en el futuro.
En segundo lugar, se sugiere que en respuesta a los despidos masivos por parte de
General Motors de 1986- 1987 en Flint, la ciudad ideó tres atolondrados planes para
revitalizarse: el hotel y centro de convenciones Hyatt Regency, un parque temático
llamado Auto World, y el Water Street Pavilion, un centro comercial diseñado para
atraer a compradores y turistas al área.
De acuerdo con Jacobson, Roger y yo es engañosa porque los tres proyectos
habían abierto, seguido su curso, y en dos casos fracasado antes de los despidos
de 1986-1987.
Gary Crowdus, por ejemplo, escribe que las acusaciones de Jacobson contra Moore
en realidad
¨delatan la sorprendente ingenuidad del entrevistador una noción mojigata artística
e, incluso, periodísticamente hablando, sobre la naturaleza real de la producción
documental, especialmente en términos de la cantidad de reordenamiento y edición
—la manipulación, por así decirlo— que sucede en la elaboración de casi cualquier
documental.¨
Tenemos un claro ejemplo de un discurso que implica una falsa cronología, y que lo
hace conscientemente. Michael Moore estaba plenamente consciente de las
discrepancias entre la representación y los hechos en su película.
Otros medios por los cuales el discurso manipula el orden de la información del
mundo proyecto son la frecuencia y la duración.
Otro ejemplo ocurre en La delgada línea azul, en la cual Errol Morris repite una
dramatización del asesinato del policía varias veces, cada una ilustrando el
testimonio de uno de los testigos.
*Se puede pensar que la fotografía en cámara lenta sería poco común en las
películas de no ficción, ya que la cámara lenta distorsiona un sentido realista del
tiempo. Recordemos, sin embargo, que no es el realismo lo que distingue a la
película de no ficción, sino la afirmación o implicación que el estado de cosas
representado ocurre en el mundo real.
La cámara lenta y la fotografía time lapse en las películas sobre la naturaleza, por
ejemplo, nos muestran que el uso de cinematografía de “distorsión” podría ser más
reveladora que la cinematografía con velocidad “normal”, y por lo tanto sería una
técnica perfectamente apropiada de películas de no ficción.
El énfasis
Algunos argumentan que varios estilos tienen en sí un cierto énfasis, antes de que
sea filmada la primera escena. Por ejemplo, el cine directo, con su utilización de
cámaras portátiles y grabadoras de sonido, intenta registrar lo espontáneo y lo
accidental. El énfasis claramente tiene un papel central en el análisis de las películas
de no ficción.
La voz
Para ayudar a disipar la misma confusión, Seymour Chatman plantea una diferencia
entre punto de vista y voz. Para Chatman, punto de vista es el lugar físico, situación
ideológica u orientación de vida práctica con la cual los eventos narrativos se
mantienen en relación, mientras que la voz se refiere al habla u otro medio
manifiesto por el cual los eventos son comunicados al público.
¨aquello que nos transmite el sentido del punto de vista social del texto, de cómo nos
está hablando y de cómo está organizando los materiales que nos presenta. En este
sentido, la “voz” no se restringe a un determinado código o característica como el
diálogo o el comentario hablado. La voz es quizá afín a aquel patrón intangible, tipo
patrón de Moiré, formado por la interacción única entre de todos los códigos de la
película, y aplica a todos las formas de comentario.¨
Una voz no es simplemente una perspectiva sino un instrumento que debe ser
desarrollado. Como se utiliza el término voz, no implica evaluación ni logro
significativo. Incluso una película banal o frustrada de no ficción tiene una voz, por
confusa, ambigua o superficial que sea. Decir que toda película de no ficción tiene
una voz no significa antropomorfizar. No toda película de no ficción tiene una
narración con voz en off, pero toda película de no ficción tiene un discurso que
asume una postura o actitud implícita hacia lo que presenta. Toda película es
construida por seres humanos para alguna función o funciones comunicativas, y el
uso de la voz para denotar la perspectiva de la narración rinde homenaje a la
elaboración de películas de no ficción como una forma de comunicación humana.