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ACTO 1:

Narrador: Romeo se encuentra hablando con su madre sobre como Romeo está enamorado de
una mujer, la cual aun no le corresponde.
Romeo: ¡Madre!¿Cómo eh de hacer para que mi amada responda al amor que yo le tengo?
Señora Montesco: hijo mío, solo tienes que dar pauta a que ella se enamore de ti. Hablando de
eso quien es la afortunada mujer de la cual estás enamorado.
Romeo: No me parece correcto mencionarla, por más que yo la ame nuestro amor parece ser
imposible.
Señora Montesco: En esta vida nada es imposible, me intriga mucho lo que dices, ¿Quién es
esa tal misteriosa mujer?
Romeo: -algo temeroso- Mi amada es nada más y nada menos que la hija adorada de los
Capuleto.
Señora Montesco: ¡¿Cómo puedes estar hablando enserio?!, es por de más que conozcas la
situación que vivimos entre familias, tu padre y yo no aceptaremos ese amor, ¡es mi última
palabra!.
Montesco: ¿Qué es este alboroto, sus reclamos se escuchan hasta la habitación!
Señora Montesco: tu hijo está enamorado de la hija de nuestros enemigos acérrimos, los
Capuleto!
Montesco: careces de memoria! Cómo te atreves a tal deshonra. Tu madre y yo nunca
consentiremos ese amor!
-se retiran los dos dejando solo a Romeo-
Narrador: por otro lado en la vivienda de los Capuleto. El señor y la señora Capuleto se
encuentran teniendo una conversación acerca de su hija Julieta , dónde manifiestan que es el
momento de buscarle un amor, y de una vez se casen para que continúen con sus vidas. De
igual manera en el recinto estaba presente Sansón, el doméstico que goza de más confianza.
Señora Capuleto: Capuleto, pienso que ya es momento de que nuestra amada Julieta se abra
camino a encontrar el amor de su vida.
Capuleto: de igual manera, mis pensamientos han estado dirigidos en eso, amada mía, es más
el Conde Paris será el encargado de enamorarla, el es un buen joven, estará invitado a qué
asista a la celebración que ofreceremos está noche.
Señora Capuleto: De ser así, seré yo quien le de la maravillosa noticia a nuestra amada hija.
Sansón: Ante todo, mis estimados señores, con todo respeto opinó que deberían permitir que
si hija prefiera elegir con quién contraer matrimonio .
Capuleto: mmm es una idea correcta, sin embargo debemos de pensar en toda la familia y en
nuestra bienandanza.
Sansón: Pero si su hija acaba de llegar a este mundo, está apunto de cumplir los catorce años!
No estará madura para contraer nupcias.
Capuleto: No estoy diciendo que ya se case, por lo menos deberán pasar dos veranos.
Señora Capuleto: De cualquier manera, el Conde Paris deberá conocer la voluntad de nuestra
querida hija.
Capuleto: Ahora que lo recuerdo, Sansón necesito que te dirijas a la ciudad e invites a todos los
de esta lista para la celebración de esta noche. -entrega la lista de las personas invitadas-
Sansón: ¡No tendré dificultad alguna para encontrarlos a todos! Despreocúpese. -sale de la
escena-
ACTO 2:
Narrador: En otra parte de la casa, exactamente en el jardín de la vivienda, se encuentra
Julieta en compañía de su ama, se encuentran admirando y oliendo las exquisitas y hermosas
flores frescas.
Julieta: -sostiene una de las flores y suspira- Ama… anhelo encontrar el verdadero amor, que
este junto a mi durante toda la vida y que sea tan bello como estás espectaculares rosas.
Ama: Pronto lo encontrarás, es probable que el amor de tu vida, este pensando en ti en este
mismo instante al igual que tu.
-entra en escena la señora Capuleto-
Señora Capuleto: Que hermoso este jardín, está colmado de frescas y hermosas rosas, pero, tu
sigues siendo la más preciosa entre todas ellas hija.
Julieta: Que guarda la esperanza madre, deseo saber lo que es enamorarse y conocer lo que es
el amor.
Señora Capuleto: -se dirige hacia el Ama- Ama, nos permitiría un momento a solas, me
gustaría hablar con mi hija.
Julieta: No (se dirige a Ama) quédate, quiero que escuches nuestra plática.
Señora Capuleto: Mi hija está en una edad decisiva.
Ama: Ya lo veo, pero no recuerdo cómo exactitud la edad que tiene.
Señora Capuleto: Está pronta a cumplir los catorce -lo dice acomodando un mechón de cabello
tras la oreja de Julieta-.
Ama: Que maravilla, ¿Cuándo se celebra el día de los Ángeles?.
Señora Capuleto: Dentro de aproximadamente dos semanas.
Ama: Ese día, nuestra querida Julieta cumple años, que alegría.
Señora Capuleto: -se dirige a Julieta- En la celebración que se ofrece está noche, te van a
enamorar, y el Conde Paris será quien lo haga.
Ama: -asombrada- ¡Que maravilla!, el Conde de Paris.
Señora Capuleto: Respóndeme, ¿Llegarías a amar a París?
Julieta: Lo pensaré, si es que el predispone a amarme.
Ama: Que satisfacción sentiría si te viera casada.
Señora Capuleto: Vamos tienes que verte presentable, no debe tardar en llegar el Conde Paris
-sale la señora Capuleto, dejando nuevamente solas a Ama y Julieta-
Ama: niña, debes de reflexionar muy bien lo que vas a hacer.
-Julieta no dice nada y sale junto con Ama hacia el salón-
ACTO 3:
Narrador: Sansón se encuentra en la plaza de la cuidad tratando de entender la lista que le
había otorgado su amo, justo pasaba por donde se encontraban Romeo, Benvolio y Mercucio.
Sansón: Buenos días, ¿Disculpe, sabe leer caballero?
Romeo: Si
Sansón : ¡Extraño alarde! Sera que puede dictarme lo que aquí dice.
Romeo: si las frases son claras y la letra igualmente, claro que podría
Sansón: ¿De verdad? Dios lo guarde
Romeo: -inicia la lectura- “Señor Martino su esposa e hijas el Conde Anselmo y sus hermanas,
la viuda de Viturbio, el señor Placencio y sus sobrinas, Mercutio y su hermano Valentín, mi tío
Capuleto su esposa e hijas, la hermosa Rosalia, mi sobrina Livia, señor Valencio y su primo
Teobaldo, Lucio y la simpática Elena. -termina la lista- Hermoso conjunto de invitados, ¿A
dónde se dirigen?
Sansón: a cenar en casa de mis amos
Romeo: ¿En qué casa?
Sansón: Se lo diré sin que me lo pregunte, mi amo es el rico y poderoso Capuleto, y si usted no
pertenece a la casa de los Montesco, lo invito a que asista a beber una copa de un buen vino. -
se retira a buscar a los invitados-
Benvolio: esa fiesta, es una antigua costumbre que prepara los Capuleto, irán todas las bellezas
que hoy admira Verona, anímate a ir.
Romeo: no permitiré semejante traición a la santidad de mi amor, no puede haber otra más
hermosa que mi amada.
Mercucio: Pero pesa en una balanza a la dama de tus pensamientos con otra doncella que te
haré ver en el brillante festín.
Romeo: Asistiré, no por ver a semejante objeto, si no para regocijarme con el resplandor de la
que tanto amo.
ACTO 4:
Narrador: Una vez que se encuentran en la majestuosa celebración de los Capuleto. Hacen su
gran entrada los invitados de honor, mezclados entre ellos aparecen Romeo y Benvolio, a su
vez el Conde de París aparece en el salón.
-El Conde Paris se encuentra con Capuleto –
Capuleto: ¡Aquí se encuentra el joven París, el gran Conde Paris!
Conde Paris: Buenas noches Capuleto he asistido a tan noble evento, tal como me lo has
pedido, espero haber arribado en buena hora.
Capuleto: ¡En el momento preciso! Julieta, en hora buena aparece ya!
-sale a escena Julieta junto a su madre-
Conde Paris: ¡He ahí a mi preciosa amada! He ahí a la rosa más bella de todo el jardín de
Verona. -toma a Julieta brindando su brazo para que ella lo tome-
Narrador: En otro lado del salón se encuentran Mercucio y Romeo charlando, es hora que
Romeo aún no encuentra a Julieta en la multitud, pero llama si atención la belleza de una
misteriosa joven.
Romeo: -se dirige a Mercucio- Dime el nombre de esa dama que toma del brazo a ese galán
con tal tesoro.
Benvolio : No se quién es
Romeo: El resplandor de su rostro ofende al sol, la tierra no merece tan suprema maravilla.
-Julieta se suelta de el Conde de París y se dirige con su ama. El conde Paris se acerca a dónde
estaban Romeo y Mercucio, dándole un pequeño empujón a Romeo-
Conde Paris: -de forma irónica- Exprese mis disculpas ilustre caballero, tan solo caminaba.
-Romeo no dice una sola palabra y continúa con su plática-
Romeo: -se dirige a Mercucio- al término del baile me acercaré a ella y apretare su mano, me
queda claro que mi antiguo amor, no será como la belleza que están viendo mis ojos.
-El Conde Paris se percata de que el motivo de la plática de estos dos es su acompañante
Julieta-
Conde Paris: -para sus adentros- por el tono de voz de ese impertinente, se parece a un
Montesco, -saca una espada y lo amenaza- ¿Cómo te atreves a venir con máscara a interrumpir
nuestra celebración?
Capuleto: ¿A qué se debe tanta cólera? Y tú ¿Quién eres tu? -se dirige a Romeo-
Conde Paris: Es el perverso Romeo
Capuleto: Pero el parece ser un excelso caballero
Conde Paris: cómo puedes hablar así, cuando está en nuestra casa tan despreciable invitado.
Capuleto: yo soy el que mando en este lugar, y ordenó que el se quede.
Narrador: la fiesta transcurre con tranquilidad, llegando a casi el fin del baile, Romeo se atreve
a acercarse a la misteriosa mujer.
Romeo: -toma y besa la mano de la mujer- si con mi mano he profanado tan celestial altar,
perdóneme, Mi boca borrará la mancha con un beso.
Julieta: ¿ Que los labios del peregrino no son únicamente para orar?
Romeo: ¡Oh, es una santa! Cambien pues de oficio mis manos y mis labios, Ore el labio y
otórgueme lo que le pido.
Julieta: El santo escucha con tranquilidad los ruegos
Romeo: entonces escúcheme tranquila mientras mis labios oran y los suyos me purifican. -la
besa-
Julieta: En mis labios queda la huella de su pecado
Romeo: ¿Del pecado de mis labios? Ellos se retractaran con otro beso. -la besa nuevamente-
Julieta: besas muy virtuosamente
-entra la Ama-
Ama: interrumpo, -se dirige a Julieta- tu madre te está llamando
Romeo: ¿Quién es su madre?
Ama: la señora de esta casa
Romeo: Con que es una Capuleto
-entra en escena Mercucio-
Benvolio: marchémonos, que se termina la fiesta
-empiezan a caminar hacia la salida del salón, dejando solas a Julieta y Ama-
Julieta: Ama ¿Sabes cómo se llama ese muchacho?
Ama: no, no lo sé -nerviosa-
Julieta: Pues necesito pedirte que lo averigües, si es casado, de que familia es -interrumpe el
ama-
Ama: No Julieta, es mejor que lo olvides.
Julieta: ¡Ama por favor! Te lo suplico
Ama: -suspira- lleva por nombre Romeo y es uno de los Montesco, único heredero de esta
perversa alcurnia.
Julieta: -exaltada- como es posible, Amor nacido del odio, muy pronto te he visto sin
conocerte, demasiado tarde te eh conocido.
ACTO 5:
Narrador: Romeo queda esperanzado a volver a ver a Julieta pero sabía que tendría que buscar
una alternativa el mismo si deseaba volver a verla, en la inmensidad de la noche decide
escabullirse en el jardín de los Capuleto, solo para toparse con el balcón de la habitación de su
amada Julieta.
Romeo: ¿Pero que luz se deja ver ahí?¿Es el sol que sale por los balcones de levante? ¡Sal
hermoso sol y mata de envidia con tus rayos a la luna.
-se asoma Julieta al balcón-
Romeo: Ángel de amores que en medio de la noche te me apareces, como emisario de los
cielos a la asombrada vista de los mortales.
Julieta: ¡Romeo!, ¿Por qué eres tu Romeo?, ¿ Por qué no renuncias al nombre de tus padres?.
Acaso no eres tú mi enemigo, es el nombre de Montesco que llevas contigo.
Romeo: No se de cierto mi nombre, debido a que detestas ese nombre, si yo pudiera lo
arrancaría de mi pecho.
Julieta: ¿Cómo has llegado a este sitio y cuál es tu propósito?
Romeo: con las alas de tu amor salte los elevados muros, además no le temo a tus familiares
Julieta: Te matarán si te encuentran aquí, daría un mundo para que no te encontrarán.
Romeo: el velo legumbre de la noche me protege de ellos.
Julieta: ¿Quién te condujo aquí?
Romeo: el amor me dijo donde vivías.
-se escuchan ruidos-
Julieta: Únicamente te diré dos cosas, si quieres casarte conmigo, dile tu mensaje a un
mandadero que enviaré a tu hogar, dile la fecha y como quieres realizar la sagrada ceremonia.
Yo sacrificaré mi vida e iré tras de ti por todo el mundo.
Ama: -llamando desde adentro- ¡Julieta!
Julieta: enseguida voy… te recomiendo que me dejes a solas, mañana enviaré el mandadero,
Buenas noches.
Romeo: ¡Alma mía!
Julieta: ¿A qué hora quieres que valla mi criado mañana?
Romeo: A las nueve
Julieta: ten la certeza de que irá.
-Julieta se retira de la ventana y Romeo se esconde entre los árboles con los rayos de la luna-
ACTO 6:
Narrador: Romeo acude a buscar al Fraile Lorenzo, para expedirle los sentimientos por su
amada.
Romeo: Padre, buenos días
Fray Lorenzo: Quien me saluda con tan gratas palabras? Levantado y a estás horas demuestras
tu inquietud de conciencia hijo mío.
Romeo: se lo confesaré sin rodeos, en la fiesta que ofrecieron nuestros enemigos los
Capuleto… -interrumpe el padre-
Fray Lorenzo: dime con franqueza el propósito de tu visita, para ver si puedo ayudarte.
Romeo: Estoy enamorado de la hija del noble Capuleto y ella corresponde con igual mi amor,
ya esta acordado todo solamente falta usted bendiga nuestra unión.
Fray Lorenzo: ¡Por la vida de mi santo padre San Francisco!
Romeo: No se enfade conmigo, porque mi amada me quiere tanto como yo a ella.
Fray Lorenzo: Ven conmigo, informal muchacho, yo te ayudaré a lograr tu propósito para que
este casamiento sea lazo de amistad y extinga el odio de sus familias.
Narrador: Romeo pidió que Julieta escapara de su casa para poder confesarse, acto seguido el
Fraile Lorenzo procedería a casarlos, pero los Capuleto descubren que si hija Julieta a huido.
Julieta: Buenas tardes respetable confesor.
Fray Lorenzo: aquí está la dama!
Romeo: ¡Oh Julieta! Deleita con tus palabras el ambiente de este recinto y deja que tú voz
pregone la dicha que hoy maravilla el alma de los dos.
Fray Lorenzo: terminemos rápido, no los dejaré solos hasta que los una la bendición
matrimonial.
ACTO 7:
Narrador: Ha pasado poco tiempo desde que el Fraile Lorenzo dio fe de la unión entre Romeo
y Julieta. Romeo, Benvolio y Mercucio se encuentran juntos pasando el rato, cuando de un
momento a otro Teobaldo un primo de Julieta aparece para encarar a Romeo
Teobaldo: Romeo, solamente hay una palabra que permite expresarme y es que tú eres un
perverso.
Romeo: tengo ciertos motivos para tenerte aprecio, pero este saludo es una grosería, nunca eh
sido perverso, no me conoces.
Teobaldo: No te retires, y defiéndete.
Romeo: márchate en paz buen Capuleto, nombre que respeto tanto como el mío.
Benvolio: Rey de los gatos, quieres empuñar tu espada, apúrate porque en caso contrario mi
espada y yo te provocaremos mortal daño.
Teobaldo: -se acerca con su espada en mano-
Romeo: detente ahí.
Benvolio: adelante, muéstrame como peleas.
-Teobaldo y Benvolio se baten en una pelea, en dónde hieren a Mercucio-
Benvolio: me han herido, está llaga es tan profunda como un pozo, Benvolio llévame de aquí.
Romeo: por mi causa, dañaron este noble hidalgo, mi amigo… mi amigo a muerto.
Teobaldo: no te gustaría acompañarlo, terco, con el ibas siempre.
Romeo: No te lo permitiré -Romeo arremete contra Teobaldo, asesinándolo-
Mercucio: Romeo! Escapa ahora.
-aparece en escena el príncipe de Verona, El príncipe Escala-
Príncipe Escala: ¿Quiénes son los iniciadores de esta disputa?
Benvolio: Insigne Príncipe, yo le relataré los hechos, Teobaldo asesino a Mercucio y… -fue
interrumpido-
-aparece señora Capuleto-
Señora Capuleto : ¡Teobaldo! Sobrino mío, Oh príncipe un Montesco a dado muerte a mi
pariente, si es justo danos sangre por sangre.
Príncipe Escala: cómo pena, con los poderes que me han sido otorgados por la ley, yo te exilio!
Que huya Romeo porque si no lo hace lo alcanzará la muerte.
-aparece Ama junto a Julieta-
Julieta: -atemorizada- No! No puedes actuar así, por favor príncipe.
Príncipe Escala: Ya está hecho y su no lo hago ¡sus familias estarán inmersas a las desvanecías y
muchas muertes seguidas-
Ama: Julieta tienes que calmarte, por mucha tristeza que te acongoja, ¡No podemos hacer
nada!
-se llevan a Romeo-
Narrador: Los Capuleto dejan el espacio acompañada de Ama y Julieta y el Príncipe se retira.
ACTO 8:
Narrador: Romeo se encuentra en una celda, esperando a que el príncipe mande por el para
ser expulsado de Verona. Pero en la habitación se hace presente el Conde Paris
Conde Paris: Es aquel exiliado malvado Montesco que asesino al primo de mi amada?
Romeo: debo morir verdaderamente a morir eh venido, ser exiliado de Verona será como ser
exiliado del mundo, no habrá otra igual a mi querida Julieta, ¡Oh vete de aquí! A qué has
venido.
Conde Paris: desprecio tus palabras y te prendo aquí por criminal.
Romeo: intentas provocarme? Defiéndete entonces.
Conde Paris: no vale la pena con alguien como el asesino que tú eres, tu mismo pagarás tu
propio infierno.
-el Conde Paris se retira-
Romeo: El dice la verdad, soy un asesino, provoque la muerte de un amigo -saca un frasco de
veneno que tenía guardado- lo haré por mi fe! Merezco morir -abre el frasco- ven amargo
conductor guía fatal! -bebe el veneno- brindo por mi amada… así muero ¡Con un beso! -
muere-
Narrador: en alguna otra parte del recinto aparece Julieta, y se topa con Fray Lorenzo
Julieta: ¡Oh fraile consolador! Dónde está mi amado esposo, donde está mi Romeo?
Fray Lorenzo: oigo cierto rumor… de que tú esposo Romeo, acaba de morir
Julieta: ¿ qué? ¿Rumor? Armamos breves entonces! Vete márchate de aquí, yo no me iré del
lado de mi esposo
-Julieta toma en sus manos el rostro de su esposo-
Julieta: ¡No amado mío! Porque lo has hecho porque te has ido sin mi! -Julieta toma el frasco
con una sola gota del veneno de las manos de Romeo- ¡No me apartaré de tu lado me iré junto
a ti y nos amaremos por la eternidad, el y yo somos libres para amarnos y nos amaremos para
siempre -toma el veneno y cae al lado de su amado-
-a la escena entran los Montesco y los Capuleto-
Capuleto: ¡Oh Dios!, ay esposa, ve como nuestra amada hija, tan fría al lado de este Montesco.
Señora Capuleto: ay de mi! Este espectáculo de muerte es como una campana llama mi vejez
al sepulcro.
Montesco: lo mejor es que dejes a tu hija descansar en paz, Capuleto, ella amaba a mi hijo no
eran culpables de nada
Capuleto: nunca entenderás el dolor que siento por la perdida de mi querida Julieta
Señora Montesco: mi familia a caído en una inmensa tristeza, como por el exilio de mi hijo
corto su aliento. ¡mi hijo, nuestro heredero a muerto!
Capuleto: oh hermano Montesco! Dame tu mano está es la viudez de mi hija, pues nada más
puedo pedir.
Montesco: pero yo no puedo ofrecerte más, porque ninguna estatua de oro puro será tendida
en tan alto como la de la fiel y constante Julieta.
Capuleto: tan rica como la suya tendrá otra Romeo, junto a su esposa, mi hija
Los Capuleto y los Montesco: ¡Pobres víctimas de nuestra enemistad!
Narrador: a causa de los acontecimientos ambas familias tomas la decisión de marcar una
pauta consiguiendo la reconciliación de esta manera es como un amor imposible entre Romeo
y Julieta consiguen unir a ambas familias quien han estado separadas por mucho tiempo.

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