Haz un acuerdo con la propia mente y dedícale un tiempo a
ese pensamiento en el que te sentarás a observarlo, 1. escribirlo o profundizar en él.
Cuando llegue el pensamiento puedes decirle: “Ahorita no
te voy a dar vueltas, a las 9:00 te atiendo”
Y realmente e las 9:00 darte ese espacio.
Conócelo, ve qué hay detrás, habla con él, ten una conversación contigo mismo, déjate fluir, pero lo importante es que le dediques un tiempo para conocer qué hay ahí y por qué te incomoda. Alto de pensamiento: Esto va junto con lo anterior.
Cuando te llega ese pensamiento y no es el momento que
acordaste para tenerlo, literalmente le dices “alto/stop”. 2. De esta manera decides poner de manera consciente tu atención en otra cosa. Y le dices al pensamiento a qué hora lo vas a atender.