El accidente de Fukushima en Japón en marzo de 2011 tuvo graves consecuencias:
1. Contaminación radiactiva: La explosión y fusión de reactores liberaron
materiales radiactivos como cesio-137 e yodo-131, contaminando aire, agua y suelo. Esto planteó riesgos para la salud y el medio ambiente, lo que llevó a la evacuación de residentes. 2. Impacto económico: El cierre de la central nuclear de Fukushima Daiichi y otras centrales nucleares redujo la generación de energía nuclear en Japón. El país tuvo que depender más de combustibles fósiles importados, lo que aumentó los costos de energía. La limpieza y el desmantelamiento de los reactores dañados también fueron costosos. 3. Implicaciones globales: El accidente provocó preocupaciones sobre la seguridad nuclear y llevó a regulaciones más estrictas en todo el mundo, reevaluando la seguridad de las centrales nucleares frente a desastres naturales. El terremoto y el tsunami causaron muchas muertes y daños considerables a los edificios y la infraestructura. Más de 15 000 personas perdieron la vida, más de 6000 resultaron heridas y, cuando se redactó este informe, alrededor de 2500 aún estaban desaparecidas.