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INSTITUTO NACIONAL DE CANALIZACIONES

MEMORÁNDUM INTERNO

PARA: DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS FECHA:

DE: CONSULTORÍA JURÍDICA NÚMERO:

ASUNTO: bonificación de fin de año-reposos PÁGINA DE

PREPARADO POR:

Tengo el agrado de dirigirme a usted, a fin de dar respuesta a su memorándum


interno 02545, de fecha 16 de octubre de 2012, en el cual, luego de hacer
referencia las opiniones contenidas en nuestros memoranda CJ/310 del
15/11/2010; CJ/211 del 23/11/2011 y CJ/168 del 01/06/2012, requiere nuestra
opinión “... en cuanto a la procedencia del pago de la Bonificación Especial de Fin
de Año 2012, para el personal empleado y obrero que se encuentre de reposo
médico prolongado y para aquellos que estén en situación similar y se encuentra
en trámites de su certificado de incapacidad, así como para los que estuvieron de
reposo un período superior a seis (06) meses y posteriormente se reintegraron a
sus labores encontrándose actualmente efectivos...”

NUESTRA OPINIÓN

Visto que según lo expresado en la consulta, nuestras opiniones arriba


identificadas, han generado algún nivel de confusión en las gerencias operativas,
pasamos a explicar en la forma más amplia y detallada posible, nuestro criterio
sobre el tema consultado, en los términos siguientes:

1
1) Del pago de la Bonificación de Fin de Año a empleados públicos con
reposos prolongados.

a) De las normas que regulan los permisos por enfermedad, aplicables a


los empleados públicos-

A fin de dar respuesta a la consulta formulada resulta necesario hacer referencia


al contenido y sentido de las disposiciones legales y reglamentarias, relativas a
los permisos por enfermedad y su incidencia en el pago de las remuneraciones y
demás beneficios económicos a los empleados públicos. A tal efecto resulta
importante considerar las regulaciones de los artículos 23, 26, 70 y 77 de la Ley
del Estatuto de la Función Pública 1, así como de los artículos 47 al 50, 53, 55, 59
al 62 y 120 del Reglamento de la Ley de Carrera Administrativa2

Dichos preceptos tienen los textos que se transcriben a continuación:

Ley del Estatuto de la Función Pública:

“Artículo 23. Los funcionarios o funcionarias públicos tendrán


derecho a percibir las remuneraciones correspondientes al cargo que
desempeñen de conformidad con lo establecido en esta Ley y en sus
reglamentos”

“Artículo 26. Los funcionarios o funcionarias al servicio de la


Administración Pública tendrán derecho a los permisos y licencias
que se establezcan en los reglamentos de esta Ley, los cuales
pueden ser con goce de sueldo o sin él y de carácter obligatorio o
potestativo”

“Artículo 70. Se considerará en servicio activo al funcionario o


funcionaria público que ejerza el cargo o se encuentre en comisión
de servicio, traslado, suspensión con goce de sueldo, permiso o
licencia”

1
Ver: Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 37.522, de fecha 06 de septiembre de 2002.
Los artículos 23 y 26 se ubican en el Capítulo denominado “De los derechos de los funcionarios o
funcionarias públicos” y los artículos 70 y 77 en el Capítulo denominado “Situaciones administrativas de los
funcionarios o funcionarias públicos”

2
Ver: Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 36.630 de fecha 27 de enero de 1999.
2
“Artículo 77. Los funcionarios y funcionarias públicos tendrán derecho
a los permisos y licencias previstos en la presente Ley y sus
reglamentos”.

Reglamento de la Ley de Carrera Administrativa:

“Artículo 47. Se considera en servicio activo al funcionario que ejerza


el cargo del cual es titular, o que se encuentre en comisión de
servicio, traslado, permiso o licencia, o en período de disponibilidad”.

“Artículo 48. El funcionario que se encuentre en una determinada


situación administrativa, conserva el goce de sus derechos y está
sometido al cumplimiento de los deberes propios de la misma”.

“Artículo 49. Permiso o licencia es la autorización que otorga la


Administración Pública Nacional a sus funcionarios para no concurrir
a sus labores por causa justificada y por tiempo determinado”

“Artículo 50. Los permisos o licencias son de otorgamiento obligatorio


o potestativo; los permisos obligatorios, salvo lo previsto en el
artículo 58, son remunerados; los potestativos pueden serlo o no”

“Artículo 53. La solicitud de permiso se hará por escrito con suficiente


anticipación a la fecha de su vigencia, ante el superior inmediato,
quien la tramitará ante el funcionario que deba otorgarlo. Cuando el
caso lo requiera, se acompañarán los documentos que la justifiquen”

“Artículo 55. Cuando por circunstancias excepcionales no le sea


posible al funcionario solicitar el permiso, dará aviso de tal situación a
su superior inmediato a la brevedad posible; al reintegrarse a sus
funciones justificará por escrito su inasistencia y acompañará, si
fuere el caso, las pruebas correspondientes”

“Artículo 59. En caso de enfermedad o accidente que no causen


invalidez absoluta y permanente para el ejercicio de su cargo, el
funcionario tiene derecho a permiso por el tiempo que duren tales
circunstancias. En ningún caso podrá excederse el lapso máximo
previsto en la Ley del Seguro Social”.

“Artículo 60. Para el otorgamiento del permiso previsto en el artículo


anterior el funcionario deberá presentar certificado médico expedido
por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, si el funcionario
está asegurado, o expedido por el Servicio Médico de los
organismos, si no lo está. Excepcionalmente, cuando no se den las
circunstancias anteriores, el funcionario presentará los comprobantes
del médico privado que lo atiende”

3
“Artículo 61. Los permisos por enfermedad serán concedidos por un
máximo de quince días continuos, prorrogables si fuere el caso, y
sometido a los controles que establezca el organismo”

“Artículo 62. En los casos de enfermedad grave o de larga duración,


los permisos serán extendidos mensualmente y prorrogables por
igual período, siempre que no excedan del previsto en la Ley del
Seguro Social.

A partir del tercer mes, el organismo solicitará del Instituto


Venezolano de los Seguros Sociales, o del Servicio Médico de los
organismos o de una Junta Médica que designará al efecto, el
examen del funcionario para determinar sobre la evolución de su
enfermedad y la prórroga del permiso.

Cuando sea procedente se deducirá de la remuneración


correspondiente al tiempo de permiso, la indemnización que
corresponda al funcionario conforme a la Ley del Seguro Social”

“Artículo 120. El funcionario cuya jubilación esté en trámite o haya


sido declarado inválido sólo podrá ser retirado del servicio a partir de
la fecha en que comience a efectuarse el pago de la respectiva
pensión”

Con base en las normas trascritas y a los fines de emitir la opinión requerida,
resulta conveniente hacer las precisiones que se expresan a continuación:

Como primera precisión debemos señalar lo siguiente:

Si bien es cierto que la prestación efectiva del servicio, es decir el desempeño del
cargo es la manera normal en que los funcionarios sometidos a la Ley del Estatuto
de la Función Pública y al Reglamento General de la Ley de Carrera
Administrativa deben devengar o generar el derecho a percibir las remuneraciones
y beneficios económicos del cargo, lo cual encuentra fundamento en el artículo 23
de la citada ley; no menos cierto es que esa misma ley y el aludido Reglamento
regulan situaciones en que claramente se genera, devenga o mantiene el derecho
del funcionario a percibir las remuneraciones y los beneficios económicos del
cargo, sin que concurra la prestación efectiva del servicio.

Así por ejemplo, como hemos visto, el artículo 50 del Reglamento General de la
Ley de Carrera Administrativa alude a que los permisos obligatorios serán
remunerados, en tanto que en relación con los permisos potestativos indica que

4
los mismos pueden ser remunerados (como son casi todos los de este tipo
previstos en el artículo 65 ejusdem) o pueden no serlo. En el mismo sentido y
también a modo de ejemplo de lo dicho, tenemos la medida de suspensión con
goce de sueldo a que se refiere el artículo 70 de la Ley del Estatuto de la Función
Pública. En estos casos, bajo el amparo de situaciones administrativas protegidas
por normas expresas, se genera, devenga o mantiene el derecho a percibir las
remuneraciones del cargo, sin que concurra la prestación efectiva del servicio.

En segundo término es importante precisar lo siguiente:

Los permisos por enfermedad deben ser considerados obligatorios y por tanto
remunerados, según lo previsto en el artículo 50 del Reglamento General de la
Ley de Carrera Administrativa.

En efecto, deben ser considerados obligatorios, tanto por su naturaleza como por
lo establecido en los artículos 59 y 62, último aparte del Reglamento General de
la Ley de Carrera Administrativa. Por su naturaleza, en razón de que atentaría
contra el derecho humano y constitucional a la salud, dejar a la discrecionalidad de
quien deba otorgar ese tipo de permisos, la posibilidad de negar el descanso o
tiempo necesario para emprender los tratamientos necesarios para la
recuperación de la salud, con sus eventuales consecuencias de menoscabo en
cuanto al pago de las remuneraciones, máxime si se tiene en cuenta que el
padecimiento o enfermedad que sufre el funcionario debe incapacitarlo para
concurrir a sus labores, lo cual a su vez debe ser certificado o bien por el Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales, o por el Servicio Médico de los organismos,
o excepcionalmente por un médico privado.

Además, los artículos 26 y 77 de la Ley del Estatuto de la Función Pública en


concordancia con el artículo 59 del Reglamento General de la Ley de Carrera
Administrativa, al establecer el “derecho” del funcionario al permiso por
enfermedad, debe entenderse que implícitamente establecen el correlativo deber u
obligación de otorgarlo que tiene el órgano o ente público y por tanto el carácter
obligatorio para este último en cuanto a la concesión de ese tipo de permisos,
5
deber u obligación que es mayor aun si se trata de enfermedades graves o de
larga duración.

Y en cuanto al carácter remunerado de ese tipo de permisos, el mismo surge de lo


establecido expresamente en los artículos 70 de la Ley del Estatuto de la Función
Pública en concordancia con los artículos 47, 48 y último aparte del artículo 62 del
Reglamento General de la Ley de Carrera Administrativa, anteriormente
transcritos. Los tres primeros de estos artículos ubicados en capítulos referidos a
las llamadas “situaciones administrativas”, señalan a los permisos y por ende a
los que se concedan por motivo de enfermedad como una de tales situaciones,
indicando expresamente el mencionado artículo 48 que “El funcionario que se
encuentre en una determinada situación administrativa CONSERVA EL GOCE
DE SUS DERECHOS...”, entre otros, el derecho a percibir sus remuneraciones y
el derecho a la bonificación de fin de año, previstos en los artículos 23 y 25 de la
Ley del Estatuto de la Función Pública. Y el artículo 62 del Reglamento citado
confirma este parecer al señalar que “Cuando sea procedente se deducirá de la
remuneración correspondiente al tiempo de permiso, la indemnización que
corresponda al funcionario conforme a la Ley del Seguro Social”, frase resaltada
de la que claramente se desprende que corresponde pagar la remuneración
durante el tiempo de permiso por enfermedad.

Cabe agregar que en cuanto al pago de remuneraciones y demás beneficios


económicos, entendemos que a las inasistencias por enfermedad justificadas y
comprobadas, que incluye el artículo 55 del Reglamento General de la Ley de
Carrera Administrativa entre los supuestos a los que resulta aplicable, debe darse
el mismo tratamiento que a los permisos por enfermedad otorgados por el
funcionario competente previa solicitud del interesado, ya que se trata de
situaciones equivalentes, esto es, de la misma naturaleza por tener el mismo
fundamento de hecho (enfermedad del funcionario que lo incapacita para asistir a
su lugar de trabajo para prestar servicio efectivo) y estar dicho artículo en el
mismo capítulo correspondiente a los permisos y licencias. En estos casos, el
mencionado artículo 55 ampara la inasistencia del funcionario, siempre que la
6
justifique comprobadamente. Se trata de una licencia, de una facultad que el
Reglamento concede al funcionario enfermo o incapacitado para asistir a prestar
servicio efectivo. En otras palabras, en estos casos el permiso deriva directamente
del Reglamento, siempre que se justifique la inasistencia con las correspondientes
pruebas.

Como tercera precisión debemos señalar lo siguiente:

Según lo establecido en el Reglamento General de la Ley de Carrera


Administrativa (artículos 59 al 62), las enfermedades que dan lugar a permisos o a
inasistencias justificadas pueden ser “graves” y “de larga duración”, o pueden no
serlo. Si se trata de enfermedades graves o de larga duración, los permisos deben
ser extendidos mensualmente; son prorrogables por igual período y a partir del
tercer mes su prórroga dependerá de la evolución de la enfermedad, según lo que
determine el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, o el Servicio Médico
del Organismo o una Junta Médica designada al efecto. Si no se trata de ese tipo
de enfermedades (“graves” y “de larga duración”), los permisos deben ser
extendidos hasta por un máximo de quince días, prorrogables si fuere el caso. Sea
cual sea el tipo de enfermedad que padezca el funcionario, los permisos no deben
exceder el lapso máximo previsto en la Ley del Seguro Social, que entendemos es
el de 52 semanas, previsto en el artículo 9 ejusdem, para la atribución de
indemnizaciones diarias por causa de incapacidad temporal.

Se plantea entonces, si la expiración de ese lapso de 52 semanas trae o no como


consecuencia, la pérdida del derecho del trabajador que padece una enfermedad
grave o de larga duración a percibir sus remuneraciones y beneficios económicos
del cargo. A nuestro juicio la respuesta a tal planteamiento es negativa, ya que la
expiración del mencionado lapso lo que trae como consecuencia es que el
funcionario ya no deba otorgar el permiso, mas no significa necesariamente que la
enfermedad haya cesado o que se menoscabe el derecho del funcionario a no
asistir justificadamente a prestar servicio efectivo, por causa enfermedad.
Entendemos que la limitación de la posibilidad de conceder el permiso, obedece a

7
que a juicio tanto del Legislador como del Reglamentista el período de 52
semanas es suficiente para que el Estado determine si el trabajador debe ser
reincorporado a sus funciones o si por el contrario debe ser retirado, en razón de
que sea procedente otorgarle una pensión por invalidez o por incapacidad parcial,
en los términos de lo previsto en la Ley del Seguro Social, o por alguna otra razón.
La demora del Estado en otorgar dichas medidas de seguridad social, en los
casos en que sea procedente, una vez transcurridas 52 semanas a partir del inicio
de la enfermedad, no es imputable al funcionario, y por consiguiente, entendemos
que por ese motivo no debe el funcionario sufrir ninguna consecuencia que le
impida o menoscabe la percepción de sus remuneraciones y demás derechos,
entre los que se encuentra el de percibir la bonificación de fin de año, establecida
en el artículo 25 de la Ley del Estatuto de la Función Pública.

Por último, y tomando en cuenta lo expresado precedentemente, debemos señalar


que cuando el artículo 52 del Reglamento General de la Ley de Carrera
Administrativa, dispone en su parte final que “...Para el disfrute de las vacaciones
y de la bonificación de fin de año, se requerirá la prestación efectiva del servicio”,
debe entenderse que esa expresión no excluye la aplicación de las disposiciones
sobre permisos o inasistencias justificadas y comprobadas por enfermedad, según
las cuales, como se ha visto, el funcionario mantiene el goce de sus derechos,
incluyendo el de percibir la bonificación de fin de año. Por consiguiente, no
procederá el pago de este beneficio, respecto de los períodos de inasistencia a
cuyo respecto no se hubiere obtenido previamente permiso o si la inasistencia por
causa de enfermedad fuere injustificada o no comprobada.

Resumiendo lo expuesto, y a modo de conclusión, tenemos lo siguiente:

 La manera normal en que el funcionario público sujeto a la Ley del Estatuto


de la Función Pública (LEFP) y al Reglamento General de la Ley de Carrera
Administrativa (RGLCA) debe devengar o generar sus remuneraciones y
beneficios económicos, es a través de la prestación efectiva del servicio
(art. 23 LEFP)
8
 Sin embargo existen situaciones administrativas que constituyen
excepciones al mencionado principio, entre ellas: los permisos e
inasistencias por enfermedad, independientemente de su gravedad y
duración, debidamente justificadas y comprobadas. En estos casos, el
funcionario conserva el goce de sus derechos (art. 48 RGLCA), y por
consiguiente a sus remuneraciones y a la bonificación de fin de año,
derechos de los funcionarios públicos previstos en los artículos 23 y 26 de
la LEFP.

 Los casos de enfermedades de larga duración que excedan las 52


semanas, sin que el Estado haya procedido a retirar al funcionario, por
causa de invalidez, incapacidad u otro motivo, independientemente del
estado de la respectiva tramitación, constituyen supuestos subsumibles en
la conclusión que antecede.

 Por consiguiente, no procederá el pago de este beneficio, respecto de los


períodos de inasistencia a cuyo respecto no se hubiere obtenido
previamente permiso o si la inasistencia por causa de enfermedad fuere
injustificada o no comprobada

2) Del pago de la Bonificación de Fin de Año a obreros al servicio del


Instituto Nacional de Canalizaciones con reposos prolongados.

Conforme a lo previsto en el artículo 6°, penúltimo aparte de la Ley Orgánica del


Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT)3, los obreros de entes
públicos nacionales, como es el caso de los que prestan servicio al Instituto
Nacional de Canalizaciones (INC), están amparados por las disposiciones de la
mencionada ley.

3
GORBV N° 6.076, extraordinario, del 07 de mayo de 2012.
9
Asimismo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 432 de la LOTTT “Las
estipulaciones de la convención colectiva de trabajo se convierten en cláusulas
obligatorias y en parte integrante de los contratos individuales de trabajo
celebrados o que se celebren durante su vigencia en el ámbito de aplicación de la
convención...”. Y según los términos del artículo 435 ejusdem “...Vencido el
período de una convención colectiva de trabajo, las estipulaciones económicas,
sociales y sindicales que beneficien a los trabajadores y las trabajadoras,
continuarán vigentes hasta tanto se celebre otra que la sustituya...”4

La Convención Colectiva de Obreros al servicio del Instituto Nacional de


Canalizaciones, establece en su cláusula 33 (BONIFICACIÓN DE FIN DE AÑO) lo
siguiente:

“El Instituto conviene en conceder a sus trabajadores en la


segunda quincena del mes de noviembre de cada año, durante la
vigencia de la presente Convención, una bonificación de fin de
año calculada de la siguiente manera: En el año 1998, treinta y
cinco (35) días de salario tomando como base el promedio diario
devengado durante el referido año y setenta y cinco (75) días de
salario básico incluyendo los conceptos de manutención y
vivienda prevista en las respectivas cláusulas de esta Convención.
En el año 1999, el Instituto cancelará a sus trabajadores la
bonificación de fin de año equivalente a cuarenta (40) días de
salario, calculado tomando como base el promedio diario
devengado durante el referido año y setenta (70) días de salario
básico incluyendo los conceptos de manutención y vivienda. En
cuanto a los trabajadores que tengan meses completos de servicio
o fracción mayor de quince (15) días, se les pagará la
correspondiente proporción incluyendo los conceptos arriba
señalados...”

Con base en los términos de esta cláusula, podemos afirmar que los obreros al
servicio del Instituto Nacional de Canalizaciones tienen derecho a la bonificación
de fin de año en los términos de la mencionada cláusula, siempre que hubieren
devengado salario durante el año de la bonificación y en proporción a la

4
Los artículos 432 y 435 de la LOTTT, reproducen principios que ya estaban consagrados en los arts. 499 y
515 de la LOT publicada en la GORBV N° 6024 –E- del 06 de mayo de 2011, y en los artículos 508 y 524 de la
LOT publicada en la GO N° 5.152 del 19 de junio de 1997.
10
antigüedad en el servicio durante el mismo año, incluyendo los conceptos de
manutención y vivienda (cláusulas 39 y 44).

Ahora bien, si bien es cierto que conforme a lo establecido en el artículo 72,


literales a y b de la LOTTT, las enfermedades allí previstas constituyen supuestos
de suspensión de la relación de trabajo, cuyos efectos principales, según el
artículo 73 ejusdem, consisten en que el trabajador no está obligado a prestar el
servicio ni el patrono a pagar el salario; no menos cierto es que los obreros al
servicio del INC, tienen derecho al pago de sus salarios durante la suspensión de
la relación de trabajo por orden médica, conforme a la cláusula 106 de la
convención colectiva que los ampara. Y asimismo, tienen derecho a que se les
compute el tiempo de suspensión de la relación laboral como parte de su
antigüedad al servicio del patrono, pues así lo dispone expresamente el
mencionado artículo 73 de la LOTTT, el establecer en su aparte tercero que “El
tiempo de suspensión se computará para la antigüedad del trabajador o
trabajadora”

Tratándose entonces de que los obreros al servicio del INC durante la suspensión
de la relación laboral por causa de enfermedades, devengan salario y que el
tiempo de suspensión es computable como parte de su antigüedad, resulta
forzoso concluir que el tiempo de reposo por enfermedad, sea o no prolongado, no
excluye su derecho a percibir la bonificación de fin de año, en los términos de la
cláusula 33 de la convención colectiva que los ampara.

Los casos de enfermedades de larga duración que excedan las 52 semanas, sin
que el Estado haya procedido a retirar al obrero, por causa de invalidez,
incapacidad u otro motivo, independientemente del estado de la respectiva
tramitación, constituyen supuestos subsumibles en la conclusión que antecede.

CONCLUSIONES:

 La manera normal en que el funcionario público sujeto a la Ley del Estatuto


de la Función Pública (LEFP) y al Reglamento General de la Ley de Carrera

11
Administrativa (RGLCA) debe devengar o generar sus remuneraciones y
beneficios económicos, es a través de la prestación efectiva del servicio
(art. 23 LEFP)

 Sin embargo existen situaciones administrativas que constituyen


excepciones al mencionado principio, entre ellas: los permisos e
inasistencias por enfermedad, independientemente de su gravedad y
duración, debidamente justificadas y comprobadas. En estos casos, el
funcionario conserva el goce de sus derechos (art. 48 RGLCA), y por
consiguiente a sus remuneraciones y a la bonificación de fin de año,
derechos de los funcionarios públicos previstos en los artículos 23 y 26 de
la LEFP.

 Los casos de funcionarios que padezcan de enfermedades de larga


duración que excedan las 52 semanas, sin que el Estado haya procedido a
retirarlo, por causa de invalidez, incapacidad u otro motivo,
independientemente del estado de la respectiva tramitación, constituyen
supuestos subsumibles en la conclusión que antecede.

 Por consiguiente, no procederá el pago de este beneficio, respecto de los


períodos de inasistencia a cuyo respecto no se hubiere obtenido
previamente permiso o si la inasistencia por causa de enfermedad fuere
injustificada o no comprobada.

 Tomando en cuenta que los obreros al servicio del INC durante la


suspensión de la relación laboral por causa de enfermedades, devengan
salario, conforme a lo establecido en la cláusula 106 de la Convención
Colectiva que los ampara, y que el tiempo de suspensión es computable
como parte de su antigüedad, según lo previsto en el aparte tercero del
artículo 73 de la LOTTT, resulta forzoso concluir que el tiempo de reposo
por enfermedad, sea o no prolongado, no excluye el derecho de ese tipo de

12
personal a percibir la bonificación de fin de año, en los términos de la
cláusula 33 de la mencionada convención colectiva.

 Los casos de enfermedades de larga duración que excedan las 52


semanas, sin que el Estado haya procedido a retirar al obrero, por causa de
invalidez, incapacidad u otro motivo, independientemente del estado de la
respectiva tramitación, constituyen supuestos subsumibles en la conclusión
que antecede.

En los términos que anteceden queda expuesta la opinión solicitada.

ADOLFO TABORDA HERNÁNDEZ

Consultor Jurídico

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