Teoría Pedagógica

Galván Palacios Alejandra

Grupo: 0005

APUNTE LOS MÉTODOS ACTIVOS

El término de “niño activo” es vaga, sosa. Cada persona le da un contexto diferente y, muchas veces,
este contexto está alejado de lo que la pedagogía podría decir respecto a su significado.

El método activo lo podríamos plantear como aquellos métodos pedagógicos que despiertan el
interés y la curiosidad del educando para vigilar todo el desarrollo que podría traer este y conducirlo
por una ruta normal.

Henri Marion afirmaba que “Hay un solo método pedagógico digno de la excelencia: el método
activo”. Sus bases para afirmar esto eran el papel del maestro como alguien que debía “activar” al
alumno, ya que con esto lo invitaban a comprometerse con su aprendizaje y se propondría a trabajar
de manera concreta, convirtiendo este método en algo más eficaz.

Cuando el profesor alterna los métodos de descubrimiento (eurísticos) y los tiempos de

formalización; estos últimos siempre equilibrando a los primeros. Estos métodos ayudarán al
alumno a sentir satisfacción y felicidad por alcanzar la meta que se propusieron, pero claro, con la
condición de que se hayan involucrado personalmente con la tarea.

Este método impulsa a los educandos a trabajar y descubrir por su propia cuenta, no por obligación,
articulando este descubrimiento y la formalización.

LA ESCUELA ACTIVA

La escuela activa era constantemente contr5apuesta con la “escuela sentada”. La escuela ya no sólo
debía mejorar unas cuantas cosas, sino que también debían cambiar la forma de enseñar, ya que de
nada servía tener el método activo si aún se aplicaba en la escuela tradicional; es por esto que se
defiende la actividad física dentro de las actividades escolares. Estas actividades ayudarán a los
alumnos a articular el movimiento y el pensamiento, creando “pequeños mundos” dentro de las
mentes de los niños. Este método se asemeja más a una “ciudad ideal”.

De cualquier forma, la meta central de esta escuela y del mundo ideal debería ser la convivencia y
apoyo mutuo entre los infantes y los adultos, eliminando los deberes para convertirlos en tareas
que propicien el bien común.

LA PEDAGOGÍA ACTIVA

La idea de un mundo ideal está fuertemente condicionada a factores (mayormente) fuera del
control humano. Ferriére deseaba una escuela y una sociedad fundadas en la entrega y solidaridad
de sus involucrados, olvidando completamente que “tener éxito” y “comprender” están
contrapuestos, especialmente cuando hay tantas cosas que condicionarán a la persona y su
desarrollo escolar y social (especialmente frente a la división de aptitudes en la sociedad). La mejor
forma de apoyar al aprendizaje de los educandos es concentrarse en lo que saben hacer y no en lo
que deberían aprender a hacer.
HACER ACTUAR PARA HACER APRENDER

La acción y la práctica son de suma importancia en el aprendizaje, ya que, de otro modo, la escuela
simplemente cedería al narcicismo colectivo de la sociedad y su necesidad de “descartar lo
defectuoso”; por esto, los docentes deben mostrar satisfacción no por el resultado físico de lo que
logran sus alumnos, sino por lo que aprenden, ya que el progreso técnico impediría o dificultaría
nuestro aprendizaje.

Hay que solicitarles cosas que puedan realizar y poner a su disposición los materiales que necesiten;
así mismo, como maestros deben crear situaciones que les permitan a los educandos construir las
operaciones que deban adquirir (actuar para hacer aprender).

El trabajo mental de los alumnos es lo que se usa como centro de las prácticas pedagógicas, esto ya
que el educando puede estar escuchando la clase con atención, pero sin retomar ningún aprendizaje
importante de aquella charla. Es un trabajo de reconstrucción bastante pesado, pero no hay ninguna
forma de evitar el viaje del aprendizaje y la construcción de conocimientos.