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Ifá aquí muestra que todo lo que Ojúkórómìfó estaba

haciendo, esto no era fructífero: su sacrificio no era aceptado

y sus oraciones no eran contestadas por lo que no pudo

encontrar a Olódùmarè. La razón de esto fue que él no

reverenció aquellos que deben ser reverenciados ni le dio

honor a quien debe ser honorificado. Pero después, él pasó la

página e hizo la reverencia para aquellos que se lo merecían.

Todas sus plegarias luego fueron tomadas por Olódùmarè y

concedidas favorablemente. Cada vez que él deseaba hacer

cualquier cosa, él decía:

Ìbà bàbá

Ìbà yèyé

Ìbà Olúwo

Ìbà Ojùgbonà

Ìbà Ìyánífá

Ìbà Párìpá

Ìbà Adáso-mó-múró

Olówó gbà á láyé

Ebora gbà á lórun

Ìwéréńjéje – Párákùn Obàrìsà

Àyàfi bí mo dá se

Kórò má sàìgbà

Baba bá mi se é

Àsefín àsegbà

Ìyá bá mi se é
Àsefín àsegba

Orí bá mi se é

Àsefín àsegbà

Ikin bá mi se é

Àsefín àsegbà.

Reverencia para mi padre

Reverencia para mi madre

Reverencia para mi Olúwo

Reverencia para mi Ojùgbònà

Reverencia para mi Ìyánífá

Reverencia para Pàrípà

Reverencia para aquellos que tienen trajes pero viven

desnudos

¡Señor! Acéptelo en la tierra

¡Deidad! Acéptelo en el cielo

Ìwéréńjéje arbusto rastrero de la Archí Deidad

Si yo no reverencio
Mis rituales nunca serán aceptables

Ayúdame a lograrlo mi padre

La ayuda apropiada es la que trae efectividad y aceptabilidad

Ayúdame a lograrlo mi madre

La ayuda apropiada es la que trae efectividad y aceptabilidad

Ayúdame a lograrlo mi Ikin

La ayuda apropiada es la que trae efectividad y aceptabilidad

Lo que sigue es invocar al Mensajero al que uno desea rezar.

Llamaremos o invocaremos a cualquier Òrìsà en cualquier

lugar, estando o no estando los iconos o parafernalia del

Mensajero en el lugar. La condición que justifique las oraciones o el medio ambiente que nosotros nos
encontremos

en un tiempo determinado determinará eso.

Mientras se esté en el Ilé Òrìsà o ante cualquier Imolè,

especialmente para rezar, uno deberá apretar el puño

izquierdo de manera que el dedo del pulgar y el dedo índice


se encuentren y hagan un agujero en el medio. Ahora, con la

palma de la mano derecha será usada para golpear el agujero

hecho por el dedo del pulgar y el índice de forma que dicho

golpe emita un sonido. Uno deberá tocar el suelo y el icono

del Òrìsà respectivamente con la punta del dedo medio de la

mano derecha. Esto se hará tres veces en tres rondas,

diciendo:

“¡Akísalè!”

Después de decirlo tres veces, volverá hacerlo otra vez

diciendo:

“¡Etígbúré!”

Después de hacerlo tres veces, el ejercicio se hará tres veces

más diciendo lo siguiente:

“Ilè mo pè!”

“¡Madre tierra, yo te invoco!”

Debemos tomar en cuenta que cada uno se deberá hacer en


tres oportunidades. Luego seguirá haciéndolo diciendo:

“Òrò mo pè!”

“¡Espíritu, yo te invoco!”

También seguirá haciéndolo diciendo:

“¡........ Mo pè!”

“¡......... Yo te invoco!”

El espació que se encuentra vacio (......) significa que allí va el

nombre del Òrìsà que nosotros deseamos invocar. En esta

instancia cuando deseemos invocar a Sàngó, deberemos decir

lo siguiente:

“¡Sàngó mo pè!”

“¡Sàngó, yo te invoco!”

Sin embargo, si el tiempo lo permite, podemos seguir

invocando al Òrìsà con:

“¡Èlà rò wá!”

“¡Èlà, desciende aquí!”


Después de decir lo anterior, podemos llamar al Òrìsà a través

del cual deseemos canalizar nuestras plegarias. En esta

instancia:

“¡Obàtálá rò wá!”

“¡Obàtálá, desciende aquí!”

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