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El corral de la infancia Graciela Montes me pn ee Ar 09 Suis nascar aman eget cl tou Pas Foo pe Currusa EcoNoMaca ProLoco, “quienes descen aventurrse en los mares desconocdos de la Tieratura infantil les doy un consejos leven a Graciela Mon- fescom guia. lla condcetodostos rumbos ycaminos de esos fctanos estar atenta a cualquier tempestad que se formara Gel horizonte a culguier corrente traicionera que apare- rade improviso.O silo preferen,contritenla como timo~ fel y tendrin In ceridumbe de Negae a puerto seguro: ella ip esquiar los abstculos con manobrasrpidasycerteras. Dejen por su cuenta tates de escurifar el horizon desde Joalto del mist dela gavia;sucatalejo esl mis poderoso que ey ay a divisa primero ls nuevas tirras adonde nos aproximamos Sin embargo, seri en esas nuevas tiertas donde la presen~ cia de Graciela Montes se hace indispensable para cualquier txpedicion. No slo es capaz de explrar nuevos horizontes ambientes hosts y entrar antes que cualquiera en tere hos inexplorados y potencishmente peligrosos, sno que de ‘inmediato ella revela su verdadera vocacién, la cual todos le Teconocemos: Ia de examinar esos nuevos territorios con Agua, delineando mapas exactosy minuciosos. Tene un Talento especial para es dfclmente se deja engatar.Se es- Pevlizaen analiza fronteras, en establecer resp fes para area especies, en definir de manera muy clara Alone se sitian las cosas. En términos ilos6ficos, podriamos decir que aprendid bien las lecciones de Aristotle y trata de examina en cada campo aquello que lees propio. En tri Com fuente primaria de informacin, instrament Bisco de com niacin y herramienta indispensable para partiiparsocialmente 0 constairsubjeividades la palabra escritaocupa wn pape central en el mundo contempordnco, Sin embargo, la reflex sobre la lectura y ‘scritura generalmente esti reservada al dmbito de la dition 0 de a investigacion universitaria La coleccdn Espacios para la lectura quiere tender un puente centre el campo pedagégicoy la investgacin malidieiplinaria actual fn materia de cuturaexrita, para que maestros y otros profsionales dedicados ate formacisn de lectoresperiban las imbricacones de su area en lei socal, saloamente, para que les investi res se acerquen a camps relacionados con el suo desde ora perspec Pero en congruencia come plantcamiento de la centralidad que ocupe la palabra ecrita en nuestra cultura tambien pretend abrir tum espacio en dande el pico en general pueda aceearse a as cues tomes relacionadas con la etura, la escrturay la formacién de usua ios activos de fa lg excrta. Espacos par la lectura es pues ts lugar de canfluencia edi tints ineresesy perspestvas-y wn espacio para hacer publics real dades que no deben permarecer sila en elimterds de unos cuantes. Es tarmbié, ana apuesaabierta en vor dela palabra 7 os sociolgion caps de compar» Bourdieu y die I pares co ns campo creo Preset cr vain. En aster argentina Bere dio peneniatn ertorio donde ecu BR icc nen nocsos ca, tn perodn de ide I ro y peice wl ratne eas tl como dese Bepctsontncruce roredar-Algoqoetonde nr dling fade por ls que serene poder ya autoidd, La ragen eases Dor ws pedeomy a preesars tote ome encerada vin otal con l petro deer prteida pero al mismo emp prvada de era, strapada on one ao Tarai bet, Gracia Monies recur leon ‘Pesdete Shen (coueatetournss dye Sujo)ycon lac eniguse a abordardemanere uy abet Inscvetonetno pte un punto devise nico Sno que ineorpora una acttud muldscplinra macia de enous verindor. Tine opiniones frmes as dene con wher ‘neni srt tas en un inmens bgae de eonoc iment informacion moy iterate. Por Semple bie Usted ue Lewis Carl nance desu propio boll as pe mera domes de Alii? Subiend ees mas center der por qué asta post en oto ensye que a comic Sie es esenci parasite Como ete ens pe. pontara un end bree Sus firme opiniones no prten de un pedagogismo almi- barado i de un puado de bucasintenciones pedagog antes sino de mucha lsturay de una formidable in Catia dela sociedad como n odo compact sin dr cabida 2 fists nia dudes. Po eo logr ict To infant sin exc tn el infneismo,y omental ieratura sin haces dst Gionesdeclded entre asores que eciben para pequenes toa autor: es usted capaz de apostarle 6 > debe funcionar como un dique de contencién a los intereses ‘comerciales, Pero sefala que, en el caso de la cultura para la fnfancia, eso no ocurre, a no ser marginalmente, ya ausen~ cia de critica en el medio es significativa. El anilisis que hace de ese tipo de libro demagégico y comercial es devastador © irefutable. Me complaceria que mucha mis gente leyera a Graciela Montes -aun en mi pais, Brasil, en donde hay una laureada escritora que ha insistido en dar un estatuto de alta cultura a ese tipo de eseritura,afirmando que forma lectores (no dice lectores de qué) y les da més libertad de creacién aque la literatura-, No estd de mas mencionar que Graciela Teg lauaetaiedepean ota a ‘militancia y pasion. " ‘me resta recurrir @ sus propias palabras cuando hal a le Mare Stan yaar en leans pari hace resistencia de la conciencia, el insobornable com con la historia sobornable compromiso ‘ANA Mawua Mactapo (Pranvecion oF L Eats ANOAEU) NOTA DE AUTOR primera edicién de este libro aparecié hace diez aos, en +1990, y en el sello Libros del Quirquincho. Formaba parte de acoleccién Apuntes, que dirigia Maria Adelia Diaz Ronner, 'yreunia algunos textos pergeiados alo largo de una década, Jaeque iba de 1978 a 1988. Varios habian sido leidos en char~ Jas y mesas redondas: “Elige tu propia aventura’ nacié en las Jornadas sobre Literatura y Teatro para Niftos que organiz6 Ruth Mehl en el Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires en 1986; “Lenguaje silvestre y lenguaje oficial”, en un encuentro el Instituto de Cultura Hispanica de la Universidad del Li- toral (donde compartia la mesa con Laura Devetach); “Qué ‘quiso decir con este cuento’, en las Jornadas de Literatura In- anti y Juvenil que organiz6 la entonces incipiente Asoci cén de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (aL) en 1988, durante la presidencia de Susana Itzcovich. Sélo dos de los articulos tenjan origen en publicaciones: una primera version de “Realidad y fantasia” habfa sido publicada em la revista Nudos ela Cultura Argentina en 1984, a pedido de Julio Schwartzman, y reelaborada en ocasion del I! Festival latinoamericano de Arte y Cultura de la Universidad de Bras lia en 1989, y*Carroll el corral de la locura” habia partido del estudio preliminar para el libro de Carroll, Alicia en el Pais de las Maravillas, de la coleccién Literatura Bisica Universal del ‘Centro Editor de América Latina que diriga Jorge Lafforgue Con todo eso quedé armado un pequen librito de 72 pa ginas que, tal vez debido a lo escaso de labibliografia, results " ‘muy apreciado. Fue reimpreso varias veces, aunque sélo shora reeditado, He querido hacerlo en esta coleccién, Espacios, y bajo el amparo de un excelente editor: Daniel Goldin, Como es natural, he debido releerme. No ha sido fic Diez atos corridos bajo el puente son muchos: hoy usaria tal ‘vezotras palabras, otros énfasis al menos. Sin embargo, senti ‘que seguia haciéndome cargo de las ideas fundamentales. De ‘modo que resolvi conservat todo lo dicho entonces. Corregi, si, algunos pasajes, aclaré algiin concepto que me parecié confuso y en general actué en favor de la sintesisy en contra de la profusién. En un caso, el del articulo que se llama “Rea lidad y fantasa’, agregué una somera referencia ala fortisima incidencia de los medios de comunicacién masiva en esta construccién-deconstruccién de corrales. Ojalé actte a ma: nera de estimulo. -Agregué ademés algunos articulos que me parecieron aft- nes: “No hay como un buen ogro para comprender Ia infan- ia’, surgido de la presentacin que hizo la editorial Colihue en 1995 del libro de Mare Soriano Literatura para nifosy jé= venes. Guta de exploracion de sus grandes temas; “Nifios esc tores, resultado de mi participacién en un encuentro con ddocentes de nivel iniial convocado por la Municipalidad de la Giudad de Buenos Aires en 1997; “La infancia y los res- ponsables’ intervencién en una mesa redonda en la Feria del Libro de Montreuil de 1998, donde el tema general era la si- tuacién actual de la infancia; “De viejos tabies y corrales ‘nuevos’, escrito para las Jornadas Docentes de la editorial Colihue en la Feria del Libro de Buenos Aires de ese mismo ano, ylosestudios preliminares a otros dos clisicos Perrault y Andersen— que, al igual que el de Carroll habian aparecido ‘en la Biblioteca a Basica Universal del Centro Editor de Amé- rica Latina 2 Como pod verse, son émbitossurtidos: la reflex en tormo de erature para nis a ido buscando su espacio Shi yarn nanos eros hs az ingiacones unas pocas efor Gue apostaron Por ell Hoy la incorporacon de este campo ala Feflexion Giverstara oa horizonte deans del periodismo cul tural sigue sido una dewda pendiente, De modo que me pari so dela te pete prilp) 2 mena Eis personas ens instal que 4 me sbrieron cuando tran muy porss as que se arian, Buenos Ames, 2000 Realidad y fantasia o cémo se construye el corral de la infancia aquerella entre los defensores dela “realidad” y los defenso- de “fantasia” es una vieja presencia en las reflexiones de pedagogos acerca del nino y de lo que le conviene a ni. Segin el parecer de muchos, una de las cosas que menos conviene alos noses precsamente la fantasia. Ogroshadas, as, vaitas magica, seres poderosos, amuletos milagro- animales objetos que hablan ~argumentan~ deberian terrars sn contemplaciones de los euentos. El ataque se ce en nombre de la verdad, de la fidelidad a lo eal, de lo sensato y razonable. Ya Rousseau habia determinado que co y nada habria de intervenir la literatura en la esmerad ima educacin de su Emilio, y mucho menos los cuentos de das, isa y anamente mentirosos. Y después de él innu: jetabls voces se levantaron contra la fantasia! _Aestacondena tradicional se agregar luego ora formulada a laluz de a psicologia positivist: Ia fantasia no s6lo es insen- ‘ata, tambien puede resutar nociva. "Con lo cuentos trucu- Tentos, snguinarios y eroces que leyeron los nos hasta ayer Jégico que aumentara la criminalidad en tiempos ce guerra ‘Yen tiempos de paz’ deca el Mensaje del Comité Caltral Ar- Deepa et sf coco aon Mane de Cel cm Maa Le I rests pager ower aatbn nent fas “Sota y nba coe eqn Wem or mero eentin Perinat seta 1s tino que sis como prlogo al Horo de Dario Guevara, Prcopedaepa del curt fort un esi de los aos i cent Yar no quedaroos cr los cincent gamer qu en 1978 durante fa laura mar argentino, un deere Que prohibition de La ord cabs de Laura Deel fablaba en sus considerandos de eres. deimapnacion mid ants dice ee exces mination on a cxestonumient soc se proponian com causa prin dela censura.? ie Ln a fantasia es peligro, la fantasia est Bajo sospcha. Y odramos agra a fanaa es pligrosaporgue ert aca Control, mines se sabe bien donde Tees, onthe i ah aan ned eta iin i euando se acs de fants por qué tanta pin ea In conden en nombre de qu valores ana tag ‘aut eslo qu se quite proteger cones gett Tengo ain, bresién de que, en ext aparene opoionente Tealdad ¥ fantasia 5 escondenccfos mecanismosiealgico dere ‘elcin/oaltamiento que lt sven alos adultes para do. Instat ysometer (par cooniza) alos nines: Meceriamoa chalets tear ch ela aca Dee do ‘icles mo chen ane kc el ‘en cpt ic nda ute een enn ann eco i de denies escen, (eae ner sca ‘esi enlace el mene qa ss co mand ‘ed andra La tae dab denn pestensesrcas {isu on ction Helos er ere 16 el todo claros ~hasta un poco secretos-, que parecen srestrechamente vinculados con esa especie de bicho raro cs a literatura infantil, un campo aparentemente ino- ste y marginal donde, sin embargo, se ibran algunos de los sbates mas duros y mis reveladores de la cultura ‘De modo que hacer pie en la literatura infantil puede ser buen modo de ingresar a es0s mecanismos secretos. ‘Primero, habré que despeja el terreno. Qué es"literaturain- til Para empezar, sla literatura infantil merece el nombre tiene, si es literatura, entonces es un universo de palabras certs reglas de juego propias; un universo de palabras que rnombra al universo de los referentes del mismo modo smo cada una de las palabras que lo forman lo nombraria ‘otro tipo de discurso; un universo de palabras que, sobre todo, se nombra asi mismo y alude, simbélicamente, a todo demas. Por dar un ejemplo burdo: nadie corre a buscar un balde ide agua cuando lee el relato de un incendio. Sabe que el 0 est al servicio del cuento. Sin embargo, y aunque mu: puedan pensar que esto es evidente, el Mensaje de los en rr sin non mes a en er int ain Cr tay dene cto preven nec. mc, cuba [srr la aL tb Lara Devtach en dk ot pedagogos que cité antes, por ejemplo, o el decreto de 1978, imaginan una relacion tan directa y tan ingenua entre las pa- labras y ls cosas que recuerdan al que busca el balde para apagar el incendio del cuento. Esta bien, se defenderian los que corrieron a buscar agua, sera literatura, pero es literatura infantil, esa palabrita basta ppara que todo se trastome, para que entren a terciar otras fucrzas, para que cambien las reglas del juego. Porque loin fantil pesa pesa mucho y, para algunos, mucho ms qu la teratura.’ Es natural, no puede dejar de pesar: una literatura fundada en una situacién comunicativa tan despareja discurso que un adulto le dieigea un nino, lo que alguien que “ya creciG"y "sabe mis" le dice a alguien que “esté creciendo” “sabe menos'~ no puede dejar de ser sensible a este desnit- vel. Es una disparidad que tiene que dejar huelas. Pero jews. les son las huells que deja? 2Y quién es el que deja marcas: el nino al que el texto busca como lector, o més bien el adulto en el que se originé el mensaje? En realidad, es facil darse cuenta de que todo lo que los agrandes hacemos en torno de la literatura infantil (no solo ‘cuando la escribimos, también cuando Ia editamos, la reco- ‘mendamos, la compramos... ola soslayamos) tiene que ver no tanto con los chicos como con la idea que nosotros -los {grandes tenemos de los chicos, con nuestra imagen ideal de I infancia Y abi llegamos al ojo de la torment La relacin entre los grandes y los chicos no es una cam- pia serena sino més bien una regin dificil y esearpada, de 4 ratos oscura, donde soplan vientos y tensiones; un nudo ‘et vcs Sous ye nae "ea a pc ender Seta ara en as Cl 99, 18 s.Sélo cuando frangueemos nuestra relacion on ellos podremos franquearnos con su literatura. Hoy ape- estamos aprendiendo a cuestionar algunas de las muchas pocresias con que ocultamos nuestra relacién con la infan- cia, Al menos hoy, lo infantil es problemitico. ero, que es lo infantil? “Hoy todo el mundo habla de infancia. Sabemnos, sin em- ‘bargo, que durante muchisimos afos la cultura occidental se sentendié de los nifios (tal ver, sugieren los demégrafos, porque los ninos morian como moseas y no valia la pena el jerz0 de detener la mirada en ellos), y que fue tardia- pente, a partir del siglo xvit, cuando se empez6 a hablar de infancia, Hasta entonces habria sido insblito que a un esi Jor se le hubiese ocurride escribir para los nibs. Los ninos sanguina- “Figs, truculentos y feroces” de los que hablaba nuestra cita, ‘Posiblemente mucho mis sanguinarios, truculentos yferoces delo que legarian a ser luego, cuando se convirtieran en tra- dicionalmente infantis). Fs de imaginar que esos mensajes que se cruzaban entre adultos resultaban en parte incom- prensibles y en parte apasionantes, como siempre es para los hicos todo lo que pertenece al mundo de los grandes. | Hay que admitir que, si bien los adultos tardaron en “des- “eubrir” alos nifos,en cuanto lo hicieron no cesaron de inte~ sarse en ellos, de la indiscriminacién se pas6 a una espe- ializacién cada vez mayor: una habitacién especial para » ellos (la nursery), la industria del juguete, el jardin de infan tes, muebles diminutos, ropa apropiada, la literatura delibe zada, enfin, “lo infantil” Con el tiempo se fue sabiendo més y mis acerca de los nifios, su evolucién, sus etapas, sus necesidades, su psicolo- Bia. Fue la época de oro de los pedagogos. Casi todos ellos compartian la opinién de que, si a literatura era infantil tenia que adaptarse —como la ropa, como los juguetes, como el mobiliario~ a los parimetros ya establecidos. A esa época pertenecié Ia condena, primero por mentitosos y por si ppetsticiosos, después por crueles y por inmorales, de los ‘cuentos tradicionales, cuentos de hadas, ogros y brujas. La fantasia de esos cuentos no era controlable y debia ser deste- +rada del mundo infantil Los ogros, las brujas y las hadas europeos pasaron a la

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