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ASIGNATURA
PSICOPATOLOGÍA Y EVALUACIÓN EN TA
ÍNDICE
7 El internamiento ......................................................................................... 29
7.1 Ley general de Sanidad 14/1986 ......................................................... 30
7.2 Ley de enjuiciamiento civil 1/2000 de 7 de enero (LEC) ................. 30
7.3 Civil – El internamiento involuntario en los TCA ...........................31
7.4 Valoración de la competencia para expresar consentimiento.
Draper y Dawson. 1990 ...................................................................... 33
7.5 Criterios APA 1983, para orientar el internamiento
involuntario ......................................................................................... 33
7.6 El Internamiento involuntario en los TCA ...................................... 33
7.7 El procedimiento de incapacitación civil aplicado a los
trastornos de la personalidad y de la conducta alimentaria ........... 34
7.8 Aproximaciones clínicas al proceso de incapacitación .................. 34
8 Modificación de la responsabilidad penal ............................................ 35
8.1 Valoración médico-legal .................................................................... 35
8.2 Modificación de la responsabilidad criminal - Concepto de
inimputabilidad .................................................................................. 36
9 Valoración del daño psíquico .................................................................. 37
9.1 Lesión ................................................................................................... 37
9.2 Estado anterior ................................................................................... 38
9.3 Secuela ................................................................................................. 38
9.4 Nexo causal/causa .............................................................................. 38
9.5 Nexo causal/concausa ........................................................................ 38
9.6 Ley 34/2003 Clasificaciones y valoraciones de las secuelas.
Síndromes psiquiátricos y su puntuación ........................................ 39
9.7 Causas del daño psíquico ................................................................. 40
9.8 Evaluación del daño psíquico ........................................................... 40
9.9 Situación de incapacidad laboral en los trastornos de la
conducta alimentaria y de los trastornos de la personalidad ......... 41
10 El informe pericial ...................................................................................... 41
11 La responsabilidad profesional................................................................ 43
11.1 Delitos contemplados en el Código Penal ........................................ 43
11.2 Opinión Tribunal Superior y jurisprudencia ................................... 43
11.3 Situaciones potenciales de responsabilidad- Jeanson 1980 ........... 44
11.4 Faltas en la técnica médica ............................................................... 44
11.5 Falta en la obligación de vigilancia ...................................................45
12 Comentarios de casos prácticos ..............................................................46
Bibliografía básica ............................................................................................... 51
Para abordar el tema que nos ocupa, creemos que primero debemos repasar
conceptos básicos legales en relación a nuestra actividad profesional, y a
partir de ellos (puntos 1, 2, 3, 4, 5 y 6), centrarnos en el estudio de las distintas
cuestiones (puntos 7, 8, 9, 10 y 11). Es imposible intentar hacer un estudio
profundo de todas las cuestiones pero hemos intentado diseñarlo a modo de
guía, de tal forma que podamos hacer una consulta rápida ante un caso.
Para ejemplificar se plantean casos prácticos reales, convenientemente
maquillados, cuyos comentarios se encuentran al final.
1 INTRODUCCIÓN
1.1 Relación Justicia-Medicina
La relación entre Medicina y Derecho ha existido desde siempre, tanto en el papel del médico
como testigo de la enfermedad del que se juzga, como en el caso del juicio técnico sobre las
causas del fallecimiento.
A lo largo de los siglos se va reglamentando la relación entre Psiquiatría y Derecho, siendo en el
siglo XVI, con la publicación por parte de Carlos V, de Constitutio Criminales Carolina, cuando se
puede hablar de la importancia de la Medicina Legal, ya que se pide un peritaje médico en casos
de lesiones, homicidios, partos clandestinos y en los juicios de los enfermos mentales.
En el siglo XVIII se organiza en Francia la Medicina forense como un “cuerpo y a lo largo del
siglo XIX, surgen las primeras cátedras de medicina legal, siendo D. Pedro Mata, quien ocupa la
primera cátedra española de esta disciplina, y quien expondría la metodología para la evaluación
pericial psiquiátrica.
Es obvio que las distintas concepciones de la enfermedad mental, han influido en el desarrollo de
la pericia forense. Es en el siglo XVIII cuando los trastornos mentales adquieren el estatus de
enfermedad; y con el desarrollo del método científico y el modelo médico, cuando la enfermedad
mental pasa a considerarse como un proceso biológico; sobre el cual se sigue investigando. A lo
largo del siglo XX, la Psicología aporta una nueva manera de entender e investigar el
comportamiento humano y los modos de enfermar, proporcionando nuevos instrumentos para el
abordaje y comprensión de las enfermedades mentales.
En 1944 la OMS define el concepto de salud como “ …” y el modelo bio-psico-social pasa a ser el
marco de referencia para entender la enfermedad y el modo de enfermar del ser humano, dando
lugar a interrelaciones complejas, más cercanas a lo que es la realidad.
El entramado social donde nos desenvolvemos, es escenario de numerosos conflictos de intereses
y de valores. La Justicia es la encargada de deliberar sobre los conflictos que se producen. Para
ello utiliza el Derecho y el proceso de deliberación.
El derecho regula y ordena nuestra sociedad. En una definición clásica Ulpiano se refiere a “la
voluntad constante y perpetua de dar a cada uno lo suyo”. El derecho, supone “un medio de
garantizar expectativas de conducta en nuestra sociedad”.
Para ello se equipa a través de leyes, que se elaboran y aprueban por el Parlamento, reflejando el
modo de pensar de las distintas sociedades y sus momentos evolutivos. No obstante, la Ley debe
caminar al valor Justicia, pero siempre representa el entender de la sociedad que la elabora. Sin
embargo, el Derecho supone una ética de mínimos; no de máximos. Es decir la excelencia del
comportamiento humano queda reservada a la ética.
De igual forma el Derecho también regula el ejercicio de la Medicina, garantizando dicha ética de
mínimos. Con el refrendo de la Constitución Española y posteriormente el desarrollo de nuevas
leyes bajo su marco, como la ley general de sanidad de 1986 o más recientemente la ley de
autonomía del paciente. El marco legal de la medicina ha cambiado, hemos pasado de un modelo
médico paternalista, en el que el médico sabe lo que le conviene al paciente; a otro, en el que el
valor fundamental es la Libertad personal y la ley garantiza que la asistencia médica cumpla con
estos extremos.
Concretamente, en psiquiatría, el derecho puede determinar el modo de tratamiento.
Por otra parte la medicina auxilia a la Justicia con la figura del perito. El perito traduce el
problema legal, con terminología legal a un lenguaje científico médico. De esta forma se procede
al análisis del mismo, y las conclusiones de la investigación se devuelven de forma comprensible
a la Justicia para así ayudar el proceso deliberativo y dispositivo. En España, el cuerpo de peritos
médicos de la Justicia lo constituye el cuerpo de médicos forenses, no existiendo cuerpo
específico de peritos especialistas, por lo que cuando es preciso el concurso de los mismos se
recurre a nombramientos puntuales.
Caso práctico-1
El psicólogo que ha tratado a un miembro de la pareja, es citado por el
juzgado en calidad de testigo-perito; en el proceso de separación, relativo a la
custodia de los hijos, y a petición de la parte contraria.
¿Puede negarse a comparecer?
¿Qué debe hacer en lo relativo al secreto profesional?
El facultativo, cualquiera que sea la condición en la que actúe, debe respetar el secreto
profesional, salvo que sea liberado de su obligación por el paciente o por el Tribunal, de
forma expresa, al considerar pertinente la pregunta que se le formula. Puede parecer
chocante que en la función de pericia se nos pida respeto al Secreto Profesional, pero a lo
que hace referencia es, que si en el curso de la pericia, tenemos conocimiento de hechos,
no pertinentes para el objetivo de la prueba, debemos omitirlos, salvaguardando así, la
dignidad de nuestro periciando.
El perito debe guardar lealtad hacia el paciente, al que debe informar del alcance y
contenido de su actuación como perito. Así se resume en el artículo 41 del código
deontológico, en su número 2:
“El médico perito debe comunicar previamente al interesado el título en virtud del cual actúa,
la misión que le ha sido encargada y por quién. Si el paciente se negara a ser examinado, el
médico renunciará a hacerlo y se limitará a poner tal extremo en conocimiento del
mandante.”
1.2.2 El perito-testigo
Esta figura representa otra fuente de actuación judicial en la práctica clínica. Nos encontramos
ante un facultativo, unido al paciente, por medio de una relación profesional, y al que se le pide
aplicar su ciencia a un supuesto determinado, del que conoce los hechos, por haber intervenido
en los mismos como médico o psicólogo.
Pude ser que la pericia sea solicitada de forma privada por el propio paciente, y en consecuencia
es factible acogerse al artículo 41.3, del vigente código de ética y deontología médica, no
aceptando la petición; en el que señala:
La actuación como médicos inspectores o peritos es incompatible con la asistencia médica al mismo
paciente”
Puede, no obstante, darse el caso de la dificultad para encontrar perito idóneo en dicho asunto,
lo que facultaría al profesional para la realización del citado peritaje. Debemos señalar, al
respecto que la Ley de Enjuiciamiento civil (en adelante LEC) en su artículo 335.1, obliga al
perito, al emitir el dictamen, a dejar constancia de haber actuado con la mayor objetividad
posible, tomando en consideración todo lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de
causar perjuicio a cualquiera de las partes. No hemos comentado hasta ahora, uno de los
principales deberes del médico y del psicólogo, que definen a la profesión, y alrededor del cual se
articula su actuación ante los tribunales; nos referimos al Secreto Profesional, al cual volveremos
más adelante, para realizar un adecuado estudio.
1.2.3 El testigo-perito
En el artículo 370 de la LEC, que regula el examen de los testigos llamados a juicio, establece en
su número 4 la posibilidad siguiente:
“Cuando el testigo posea conocimientos científicos, técnicos (…) sobre la materia a que se refieren
los hechos del interrogatorio, el tribunal admitirá las manifestaciones que en virtud de dichos
conocimientos agregue el testigo a sus respuestas sobre los hechos”
De esta forma se crea la figura del testigo-perito, denominado así en el encabezamiento del citado
artículo.
Con estos elementos podemos realizar diagnósticos retrospectivos y también hablar de factores
de riesgo, pronóstico y evolución e incluso de planes terapéuticos. En resumen, resulta una
herramienta muy útil para los clínicos, y de ahí viene su gran difusión. Se ha convertido en una
referencia indispensable. No sorprende, por tanto el éxito de ventas, del DSM-IV pero sí la cifra,
que supera con creces el número de psiquiatras y psicólogos, colegiados en EEUU. Otros muchos
colectivos profesionales, usan el manual de forma cotidiana, como compañías de seguros,
abogados, fiscales y jueces. Resulta muy comprensible en lo relevante, para estas profesiones, y
controla las especulaciones no fundamentadas sobre las enfermedades mentales y el modo de
actuar del individuo.
En contraposición, también presenta debilidades y limitaciones, que resultan fundamentales en
el contexto médico-legal. Aunque diagnostiquemos a un individuo de esquizofrenia paranoide,
no estamos hablando de que podamos determinar su etiología. A pesar de que el DSM-IV cuenta
con la escala de ajuste psicosocial, sin embargo no puede valorar con precisión, el grado de
deterioro psicosocial del paciente. Mucho menos, puede precisar el grado de control, que el
individuo tiene sobre comportamientos asociados a su trastorno (y esto es muy importante)
incluso si la falta de control, es uno de los síntomas del trastorno.
También es aplicable a cualquier otro diagnóstico, incluso aquellos que incluimos, dentro del espectro
de los trastornos del control de impulsos. El diagnóstico de trastorno explosivo intermitente F63.8, no
implica que la agresión que cometiera el periciando, tuviera que ver con dicho diagnóstico, y en el caso
de que así fuera, tampoco nos habla, necesariamente, del grado de control del sujeto en esa situación.
La razón estriba, en que la conducta es un proceso complejo, que comprende elementos biológicos,
psicológicos y sociales. La enfermedad también resulta de la interacción de la vulnerabilidad biológica,
psicológica y social en ese individuo, y la prueba pericial debe esclarecer la relación, entre la existencia
de la enfermedad y la conducta delictiva. Excediendo de los límites del DSM-IV.
A nivel legal se requieren definiciones claras, dicotómicas, sobre los extremos del caso. Un diagnóstico,
supone un prototipo en conjunto pero la Justicia siempre solicita una aplicación individualizada al
contexto. En otro orden de cosas, no existe equivalente legal para los diagnósticos psiquiátricos.
En el nivel clínico, por el contrario, son habituales los claroscuros, los espectros clínicos, que dibujan
cuadros muy diferentes para un mismo diagnóstico. También la misma enfermedad se puede
manifestar por un clúster de síntomas distintos, lo que tendría implicaciones determinantes en cuanto
al comportamiento.
En la introducción del DSM-IV-TR, se hace referencia a todo ello y se advierte del uso incorrecto que se
hace en el contexto médico-forense:
“Es muy notable (y ciertamente inquietante) lo mucho que suele aparecer el DSM-IV en los tribunales. Sin
duda, estas frecuentes apariciones reflejan en parte la capacidad del sistema diagnóstico a la hora de
proporcionar información cuando se discuten temas relacionados con el compromiso civil, la competencia,
la responsabilidad criminal y la evaluación de daños en caso de agravio o agresión.” (…/…)
“Lamentablemente, el sistema diagnóstico suele aplicarse de forma incorrecta en situaciones forenses. Debe
destacarse que existe una discrepancia entre los objetivos y limitaciones del DSM-IV y las cuestiones del
sistema legal. El DSM-IV es un documento clínico con finalidades académicas, en una atmósfera muy
diferente a la naturaleza del típico procedimiento forense.”(…/…)
“A pesar de que el DSM-IV suele utilizarse en el contexto forense, debe hacerse con precaución, sentido
común y sabiendo que el sistema legal puede provocar distorsiones.” (…/…)
“Unos cuantos ejemplos, particularmente extraordinarios, del mal uso del sistema diagnóstico, en los
últimos años son:
a) Alegar diagnósticos raros que exculpan criminalmente (amnesia disociativa).
b) Alegar en exceso, trastorno por estrés postraumático.
c) Aceptar ingenuamente, la “recuperación” de recuerdos, relacionados con abuso sexual y físico, sin
considerar que pueden ser, el resultado de la sugestión o de la falibilidad de la evocación, de las experiencias
vitales tempranas.”
Caso práctico-2
Acude pareja de hecho, de agente de la GC, convaleciente de TCE en acto de servicio,
para solicitar contraperitación urgente, con el fin de impedir incapacitación de su
pareja por parte de la familia de éste. Según refiere, al manifestar su pareja, el deseo
de realizar testamento y casarse con ella, la familia envió a una amiga, psicóloga
clínica, que le realizó una exploración.
Cuando se presentó en su casa, manifestó que la exploración, tenía el fin de cumplir
con las prácticas. Pero ahora, la familia del paciente, ha manifestado que van a usar
ese informe para proceder a su incapacitación.
¿Qué debemos decirle?
De la misma manera, ocurre en el ámbito jurídico, en que como hemos visto, los conflictos que se
crean entre el deber de auxiliar a la Justicia y el deber del Secreto Profesional, originan no pocos
quebraderos de cabeza. Pero también en la práctica clínica habitual, es fuente de numerosas
demandas a los profesionales. La regulación normativa del Secreto Profesional, se encuentra
recogida de forma amplia, en normas administrativas sanitarias, en el derecho civil, en el penal y
en la propia Constitución española.
Caso practico-3
Mujer de 33 años agente de la Policía Local, con ingreso en UHP hace 3 años
por episodio depresivo mayor, con serio intento autolítico (ingreso en UCI de
un mes de evolución). Actualmente separada y en tratamiento por nuevo
episodio depresivo. En numerosas ocasiones, ha manifestado su deseo de
dañar a su antigua pareja.
Su ex-pareja (también policía) se ha casado y va a ser padre. En esa consulta,
la paciente refiere al psiquiatra que, ha planificado asesinarlo hoy mismo.
Tiene preparada en el coche un arma blanca, mantas y cuerdas y, ha
concertado una entrevista con él. Parece que su decisión es firme, al psiquiatra
le impresiona su frialdad.
¿Qué actitud debe adoptar el profesional?
1.5.2 Conceptos de la práctica clínica definidos por Ley de autonomía del paciente
a) Documentación clínica: soporte de cualquier tipo o clase que contiene un conjunto de
datos e informaciones de carácter asistencial
• Historia clínica: conjunto de documentos que contiene los datos, valoraciones e
informaciones de cualquier índole sobre la situación y la evolución clínica de un
paciente a lo largo del proceso asistencial
• Información clínica: todo dato, cualquiera que sea su forma, clase o tipo, que
permite adquirir o ampliar conocimientos sobre el estado físico y la salud de una
persona, o la forma de preservarla, cuidarla, mejorarla o recuperarla
Caso practico-4
Paciente con diagnóstico de anorexia nerviosa de tipo purgativo, con IMC:16,
que ingresa en unidad de hospitalización, de forma voluntaria, presionada por
sus padres, al no haber camas libres en la unidad de trastornos de la conducta
alimentaria de referencia. En el transcurso del ingreso se observa que la
paciente, no incrementa el peso, sospechándose de conductas purgativas. La
vigilancia en la planta es estricta pero en la analítica de control, se evidencia
una hipopotasemia de 2.5 meq/L.
Se confronta a la paciente, que niega conductas purgativas.
El psiquiatra que la atiende decide proceder a su contención mecánica tres
horas después de cada comida, y avisa a sus padres para comunicarles su
decisión.
¿Es esta la actitud correcta?
c) El paciente también tiene derecho a no ser informado; pero este derecho tiene excepciones:
Cuando la no información, afecte a la propia salud del paciente; es decir, resulta
necesario que el paciente conozca su diagnóstico para planificar las estrategias
terapéuticas adecuadas.
Cuando afecte o pueda afectar a la salud de terceras personas.
Cuando pueda afectar a la salud de la colectividad.
Caso práctico-5
Psicóloga de la USMIJ consulta porque la madre de unos niños que está
atendiendo, aprovechando un descuido de ella, accedió a la historia clínica.
Leyó una anotación que hacía referencia, al alto grado de desconfianza, de la
misma, que le hacía sospechar en una patología. Acto seguido, tanto ella como
su marido le solicitan la copia de la H.C. y además se entera de que tienen
copia de las Historias del resto de profesionales que los han atendido.
¿Cuál debe ser la actitud de la psicóloga?
2 EL MODELO DE COMPETENCIA
Si tuviéramos que definir nuestra sociedad occidental, probablemente escogeríamos la
pluralidad como la característica fundamental. El valor libertad es uno de los valores
fundamentales recogidos en nuestra Constitución. Es precisamente esta libertad y los
movimientos migratorios lo que posibilita la pluralidad. Tenemos libertad para decidir con quién
nos asociamos. Cómo usamos nuestro patrimonio, qué decidimos sobre nuestro cuerpo, qué
culto profesamos, etc. Por otra parte esta libertad de decisión, es permitida por la sociedad
porque se supone que los seres humanos son racionales y toman sus decisiones de forma
razonable, aunque muy variopinta, atendiendo a sus creencias, valores, preferencias, etc.
Sin embargo, si por casualidad, la presunción de racionalidad, se pierde, la sociedad actúa para
que el individuo no pueda decidir por sí mismo, encargándose de velar o de tomar las decisiones
en nombre de los que consideramos incompetentes para hacerlo.
Que el sujeto sea capaz para tomar decisiones es la condición “sine qua non” para poder hacerlo.
De igual forma para asumir la responsabilidad por un delito, es exigible que el individuo haya
realizado dicho delito desde el libre albedrío, es decir que sea un individuo capaz. Lo mismo ante
algo tan simple como una compra.
Así que estamos valorando o suponiendo, constantemente, que el individuo es capaz para tomar
decisiones de forma libre. Sin embargo, la capacidad para tomar decisiones, no es un estado
científicamente determinable. De hecho no figura en los cuadros clínicos. Representa un nivel de
funcionamiento, por encima del cual, la sociedad está dispuesta a permitir, que una persona
continúe tomando sus propias decisiones.
2. otro nivel llamado de enjuiciamiento que comprende los mecanismos intelectuales, los
mecanismos de elección y los mecanismos de decisión, mediante el cual analizamos el
problema y buscamos una solución,
3. y un tercer nivel, llamado de procedimiento, en el que realizamos lo planificado de forma
secuenciada y coordinada hasta implementar la solución.
Caso práctico-6
Paciente de 35 años con diagnóstico de retraso mental leve, actualmente
trabajando en empresa protegida, casada con otro paciente diagnosticado de
RM leve. Interrumpieron la anticoncepción buscando tener un hijo, en contra
de la opinión familiar.
Gestación de 8 semanas en curso.
Acude solicitando interrupción voluntaria del embarazo.
Ambas familias se oponen a su decisión.
4. En realidad, debemos tener presente que son escalas móviles en las que el nivel de
exigencia, cambia en función de los valores en juego, por ejemplo, cuando nos encontramos
ante la disyuntiva de proponer el tratamiento a un paciente gravemente enfermo, la
exigencia de capacidad personal cambia enormemente:
5. Si el paciente acepta el tratamiento, y éste presenta escasos riesgos, el nivel de exigencia
personal o de capacidad exigida será bajo. Lo que podemos resumir en la siguiente relación:
aceptación de bajo riesgo/ alto beneficio: umbral de exigencia bajo
6. En cambio, si el paciente rechaza tratamiento, y dicho tratamiento presenta escasos
efectos secundarios pero la enfermedad es grave y su evolución sin tratamiento pone en
riesgo, la vida del paciente, entonces la relación cambia radicalmente y, debemos exigir el
nivel más alto de funcionamiento, lo que resumimos como: negativa ante un bajo
riesgo/alto beneficio: umbral de exigencia alto.
7. La variación dinámica del componente interactivo, del nivel de competencia, se expresa de
forma clara con los siguientes gráficos, referidos a la aceptación del tratamiento. Lo más
importante, es que el sentido común nos hace emplearlos intuitivamente y que, cualquier
persona, utilizando el sentido común, puede entender nuestra decisión, aunque sea ajena a
la profesión.
Caso práctico-7
Paciente de 68 años que ingresa en UHP por amenazas autolíticas con
diagnóstico de Demencia de tipo mixto, MMSE de 19, y trastorno narcisista
de la personalidad. Es dada de alta, marchándose con una de las hijas. A los
pocos meses, la paciente cambia su testamento, dejando a sus otras dos hijas
únicamente, la legítima.
Tras el fallecimiento de la paciente y, lectura del testamento, consultan con un
perito para impugnarlo.
Debemos recordar que la ley define “será nulo el consentimiento prestado por error,
violencia, intimidación o dolo” reconociendo así la nulidad en presencia de la manipulación
o maquinación.
Debemos practicar un examen físico, mental y de las dimensiones psicosociales, del sujeto:
1. El examen mental debe descartar o confirmar, la existencia de:
Demencia.
Cuadros afectivos.
Manía o hipomanía.
Esquizofrenia.
Trastornos de la personalidad (evitación, dependiente, etc…).
Caso práctico -8
Paciente de 46 años, incapacitado legalmente, que manifiesta la voluntad de
testar a favor de su tutora legal, que es su hermana, en perjuicio de su
hermano.
El patrimonio del paciente ronda los 600.000 euros.
Su hermano, como es de esperar, se opone a la decisión.
c) Determinar y estudiar cualquier factor que puede limitar la capacidad para entender o
conseguir las necesidades de los niños, por pare de los padres
d) Valorar la naturaleza de la relación entre el niño y cada uno de los padres
e) Valorar cómo afecta la relación entre los padres a la interacción con el niño
f) Valorar el plan de vida de cada padre y los posibles efectos sobre el funcionamiento del
niño.
Por último recordar, que más de un perito se ha visto en situaciones delicadas por hacer un
informe y no tener en cuenta todos los aspectos señalados. Una cosa tan importante, como
escuchar y entrevistar a cada cónyuge realizando el consentimiento informado, entrevistar al
niño por separado, pedir informes del colegio, etc.
5 LA INCAPACIDAD CIVIL
Vamos a abordar uno de los temas más frecuentes, y más problemáticos, junto al ingreso
involuntario, porque supone una restricción de los derechos y libertad de la persona. No es
infrecuente asistir a incapacitaciones en trastornos de la personalidad, sobre todo con patología
comórbida de abuso de tóxicos o determinados trastornos, clasificados como del control de los
impulsos. En los últimos tiempos también hemos asistido a incapacitaciones parciales referidas a
los trastornos de la conducta alimentaria.
Es necesario que recordemos los estándares de competencia general, ahora aplicados al proceso
de incapacitación civil, para aplicar en la clínica, sintetizados por Appelbaum 1998:
• Valorar la conciencia de la propia situación: debe conocer los aspectos más relevantes de
su vida, los apoyos, los amigos y los recursos económicos.
• Valorar la comprensión fáctica de los hechos: se le plantean al individuo las decisiones que
debería tomar.
• Valorar la apreciación de las consecuencias probables de sus actos.
• Valorar la manipulación racional de la información.
• Valorar el funcionamiento en su medio habitual.
• Valorar el tipo de demandas que actúan sobre la persona y a las cuales debe responder.
Para ello debemos sistematizar las habilidades funcionales, de tal forma que podamos estudiarlas
de forma sistematizada en los pacientes:
Otras habilidades:
Derecho de sufragio.
Internamiento.
Capacidad procesal.
Vida Sexual: la esterilización.
Conocimiento declarativo
Se refieren a hechos, conceptos y acontecimientos referibles al paciente: qué bienes conoce que
tiene, qué tipo de paga e ingresos tiene, qué ahorros tiene y qué gastos tiene tanto diarios,
semanales o mensuales
Enjuiciamiento
Valoramos la capacidad para elecciones y decisiones racionales, prácticas y astutas, ante
situaciones nuevas, ambiguas o complejas
Implica apreciar pros y contras: me puedo comprar éste piso o no, puedo gastarme los
ahorros en este coche o no; sería mejor utilizar el transporte público, etc.
Conocimiento de procedimientos
Implica realizar las secuencias de acción: como ir al banco y realizar las gestiones, o hacer las
transferencias electrónicas, o abrir una cuenta y domiciliar los recibos, etc.
3. Transacciones en efectivo:
Compra de1 ítem en supermercado y verifica cambio
Compra 3 ítems y verifica cambio
Obtiene cambio de máquina expendedora
Propina: entiende el convencionalismo y la proporción
4. Gestión de talonario:
Explica función partes del talonario.
Puede efectuar un pago con cheque.
6. Juicio financiero:
Detecta el riesgo de fraude por correo.
Detecta el riesgo de fraude por teléfono.
7. Pago facturas
Entiende facturas.
Prioriza facturas (sobre todo vencidas).
Prepara facturas para enviar por correo.
b) Consentimiento al tratamiento.
c) Rechazo de tratamiento.
d) Conductas de salud: referidas a restaurar la salud:
Concertar citas médicas.
Manejo de los sistemas de emergencias.
Uso de la teleasistencia, cuando la precise y otras.
Caso práctico-9
Paciente de 68 años, viuda, con obesidad mórbida IMC: 45, artrosis de ambas
rodillas, a cargo de interna que la asiste. La familia presenta una denuncia
por secuestro, al no poder ponerse en contacto telefónico, con la misma y, no
encontrarla en su domicilio habitual.
Se enteran por los vecinos que el piso, se encontraba en venta y que la paciente
se había ido a vivir a casa de la interna, junto con el novio de aquella
Se solicita el concurso de un perito.
b) Laboral:
Incapacidad laboral temporal.
Incapacidad laboral permanente.
c) Penal:
• Modificación de la responsabilidad penal.
• Lesiones o secuelas psíquicas.
7 EL INTERNAMIENTO
Existen dos procedimientos de internamiento
a) Voluntario:
Acepta el ingreso, estando capacitado para ello.
Acepta el tratamiento.
Acepta las normas internas de la planta: este punto es menos conocido pero resulta
fundamental para poder llevar a cabo el proceso terapéutico y considerar voluntario
el internamiento.
“a la libre elección entre las opciones que le presente el responsable médico de su caso, siendo
preciso el previo consentimiento escrito del usuario para la realización de cualquier intervención,
excepto en los siguientes casos:
a) Cuando la no intervención suponga un riesgo para la salud pública.
b) Cuando no esté capacitado para tomar decisiones, en cuyo caso el derecho les corresponderá a
sus familiares o personas a él allegadas.
c) Cuando la urgencia no permita demoras por poderse ocasionar lesiones irreversibles o exista
peligro de fallecimiento.
• Art 10.9
• Art 11:
6. En menores de edad:
• A pesar de estar sujetos a la patria potestad, no será suficiente la autorización del
padre o de la madre para el ingreso, equiparando al menor con el presunto incapaz y
precisando, por tanto de la protección judicial, estando obligados a comunicarlo
siempre al Fiscal de Menores o al Juzgado en su defecto
• Por otra parte se debe realizar siempre en un establecimiento de salud mental
adecuado a la edad del paciente
Otra forma de la indicación del internamiento involuntario, sería la negativa del paciente a
realizar tratamiento, de nuevo podemos seguir a otros autores que adaptan y sistematizan la
valoración de la competencia para expresar consentimiento al tratamiento psiquiátrico y
también repasamos los criterios APA para orientar el internamiento involuntario
• Fallo hepático.
• Arritmias cardíacas.
• Hipotermia; temperatura corporal < 35 ºC.
d) Peso
< 65% de peso ideal o IMC <15-16.
< 75% del peso ideal más complicaciones somáticas asociadas.
Porcentaje y rapidez en la pérdida de peso.
Edad del/la paciente en relación a la pérdida.
e) Criterios psiquiátricos/sociales
• Intento autolítico o ideación autolítica.
• Ausencia de motivación para mejorar.
• Necesidad de supervisión durante la ingesta.
• Ejercicio compulsivo incontrolable.
• Uso incontrolado de laxantes y diuréticos u otras sustancias de abuso.
• Trastorno psiquiátrico asociado (TLP, depresión, etc).
• Conflictos familiares graves o escaso apoyo familiar.
• Otras:
a) Derecho de sufragio.
b) Internamiento.
c) Capacidad procesal.
d) Esterilización.
2. Recordamos también que el estudio de las habilidades funcionales, permiten una aproximación
circunscrita y una variación escalar de la incapacidad, restringiendo lo que es consecuencia
de su incapacidad
Los trastornos de la conducta alimentaria, no son causa habitual alegada, para
conseguir o argumentar la incapacitación.
En los casos graves, con deterioro físico, unido a la falta de conciencia de enfermedad
el trastorno, incapacita plenamente para el cuidado de la propia persona, es decir, el
aceptar el tratamiento.
Se debería instar la curatela para todos aquellos actos relacionados con el cuidado de
la salud alterada y los posibles tratamientos involuntarios a aplicar. Incapacidad civil
parcial.
3. En relación al Matrimonio:
Se ha aceptado como causa de separación, la anorexia nerviosa, que se concedió por
incumplimiento de los deberes conyugales (Sentencia de la Audiencia Provincial (SAP) de
Valencia de 7 de noviembre de 1997)
Valorar el componente causal: debe existir una conexión causal entre el trastorno mental y la
distorsión funcional cognitiva y/o volitiva
No es necesario valorar el componente interactivo: la inimputabilidad se centra en la
cognición/volición del sujeto, originada por el trastorno y no en las demandas del
ambiente, no se precisa considerar el grado de congruencia
2. Riesgos:
• Posibilidad de castigo: cárcel.
• Desaprobación de los iguales.
• Autocastigo: sentimientos de culpa.
9.1 Lesión
Daño causado por agentes externos o internos que exige la investigación judicial para
determinar el tipo de responsabilidad
• “Integridad corporal” pérdida o alteración anatómica limitante de la funcionalidad del
cuerpo
• “Salud física” pérdida o disminución manifestada por síntomas y/o signos que configuran
un trastorno o una enfermedad orgánica o funcional
• “Salud mental” pérdida o disminución manifestada por síntomas y/o signos de trastorno
mental.
9.3 Secuela
Estado residual físico o mental, consecuencia de lesión, refractario a tratamiento y/o
rehabilitación (no excluye continuar con los cuidados y terapias de mantenimiento).
• Baremos de la Ley 34/2003.
• Discapacidad comparada con la CIUO 88 (OIT).
d) Agravaciones:
• Agravaciones o desestabilización de demencia no traumática, incluye demencia senil
(5-25).
• Agravación o desestabilización de otros trastornos mentales (1-10).
DAÑO PSÍQUICO
Caso práctico-11
Paciente de 40 años que acude al Servicio de urgencias refiriendo haber tenido
accidente de moto “in itinire” con TCE y pérdida de conocimiento; a su
entrada el Glasgow 15/15. Presenta policontusiones, fractura tabique nasal y
fractura de fémur. A los tres meses se le diagnostica de TEPT y al año
evoluciona hacia más síntomas afectivos, diagnosticándose de
transformación persistente de la personalidad.
Al año y medio, se remite al EVI para incapacidad laboral permanente
absoluta. El psiquiatra que lo atiende considera que se da un agravamiento de
la sintomatología pasando a diagnosticarlo de Trastorno orgánico de la
personalidad.
10 EL INFORME PERICIAL
Nosotros recomendamos seguir la metodología del prof. A. Calcedo, cuando tengamos que
abordar un caso como peritos, ya sea de parte o por insaculación.
1. Estudio de la documentación pertinente al caso.
• Si es crónica o persistente.
• Si disminuye la capacidad de autogobierno.
• Grado de discernimiento del presunto incapaz.
• Cualquier otro extremo que el perito considere de interés para un mejor
esclarecimiento del caso.
4. Metodología empleada: entrevista clínica, consulta de la información aportada, consulta de
los criterios de referencia y bibliografía adicional de interés para el caso
5. Reconocimiento del paciente:
Cuándo, donde, durante cuánto tiempo.
Acreditación del paciente.
Consentimiento informado: información del significado y alcance de la exploración.
11 LA RESPONSABILIDAD PROFESIONAL
a) Tiene que ver con un acto médico en un caso concreto.
b) Si la actuación del profesional no es correcta puede ser considerada como mal praxis y
puede ser reclamada por la vía civil o penal.
c) La mala praxis puede ser:
• Por acción: imprudencia o impericia.
• Por omisión: negligencia.
El médico también debe responder de los fallos del personal que esté bajo su supervisión
1. Código Civil: Para incurrir en negligencia se requiere la existencia de:
Una acción u omisión.
Que se produzca un daño.
Que exista un nexo causal entre ambos.
Que exista culpa.
1. Evaluación de la suicidabilidad.
2. Podemos establecer un continuum en aumento:
Ideación suicida
Intención suicida
Presencia de plan especifico
Disponibilidad de medios
Tentativa:
a) bajo riesgo, ayuda fácil.
b) bajo riesgo, ayuda pobre.
c) alto riesgo, ayuda disponible.
d) alto riesgo, ayuda escasa.
a) 40-50% depresión.
b) 20% alcoholismo.
c) 10% esquizofrenia.
d) Tentativa previa 15% vs. 1% en población general.
5. Predictores clínicos
• Depresión mayor.
• Trastorno bipolar tipo I y tipo II.
• Alcoholismo (10-15% en recaídas).
• Esquizofrenia.
• Abuso de sustancias: Cocaína 10%
• Trastornos de la personalidad.
Límite - 10%.
Narcisista.
Antisocial.
• La comorbilidad aumenta el riesgo.
Caso 2
Pese a lo que pueda parecer, el caso es real. La psicóloga fue manipulada por la familia del
paciente, pensando que estaba protegiendo al mismo de la influencia indebida de su pareja. En
cualquier caso, la profesional incurrió en delito, ya que no se presentó como lo que era y, no
advirtió el objeto de la exploración, ni solicitó en consentimiento informado. En cualquier caso,
su actuación sólo puede repercutir en actuaciones legales en su contra, dependiendo del daño
causado estimado. No debemos olvidar de solicitar el consentimiento informado y hacerlo
constar en el informe o en la historia.
Por otra parte, el caso reúne características para poder valorar el concurso de la influencia
indebida, por las características del paciente, pero desde luego respetando las reglas al respecto.
Caso 3
Nos queda claro, que si la disyuntiva es denunciar a la paciente o guardar secreto, debemos poner
en conocimiento de la paciente que vamos a impedirlo, llamando incluso a la policía o lo más
común, avisando a la posible víctima. No obstante, esto pone en marcha una cadena de
acontecimientos de consecuencias imprevisibles. Nuestro consejo, por tanto, es retener a la
paciente y avisar a su familia, si tiene buena relación con ella o su grupo de apoyo, para que tomen
cartas en el asunto y podamos desbaratar el intento; consiguiendo tiempo para reflexionar.
Al mismo tiempo organizar la supervisión de 24 horas, del paciente; y sólo si esto no se puede
llevar a cabo, queda el recurso del ingreso, si la paciente está descompensada afectivamente o por
último la denuncia de los hechos. No debemos olvidar, que nosotros trabajamos con dos
principios éticos fundamentales, el principio de beneficencia y el de no maleficencia. En el caso
real, se avisó a la familia, que se turnaron con la paciente, desmontaron todo lo hecho, incluso le
pidieron a su ex pareja, que no contestara a sus llamadas, y se encargaron de la toma del
tratamiento. Al poco tiempo apareció crítica de lo sucedido en la paciente y se pudo respetar
ambos principios éticos.
Otro caso similar, también se pudo resolver de forma parecida, con el concurso de la familia,
aunque aquí, además de la planificación del homicidio, sería seguido por un suicidio ampliado a
sus hijos para que no vivieran esa vergüenza. Una vez más hubo suerte y los lazos familiares
posibilitaron no poner en conocimiento de la autoridad los hechos.
Caso 4
Parece que la paciente a pesar de la vigilancia en la planta está vomitando, primero se ha
asegurado que la vigilancia no ha resultado efectiva. Por otra parte habría que discutir lo
pertinente del ingreso en planta no específica, pero en muchos casos, son las circunstancias
familiares y las conductas de la paciente lo que motiva el mismo. Cuando el psiquiatra tiene la
prueba de que existe una hipopotasemia, que pone en peligro a la paciente debe actuar. En este
caso la contención mecánica tras las comidas parece una medida efectiva, además de avisar al
internista para que trate si procede la hipopotasemia. Desde luego debe citar a los padres y
explicarles la situación y el riesgo vital de la paciente, informándola de todas las medidas que se
van a tomar. Algo importantísimo es informar al juzgado del cambio de naturaleza del
internamiento, al internamiento involuntario. En este caso, con la medida tomada los niveles de
potasio se normalizan. Cuando cesa la necesidad de internamiento involuntario, se comunica el
cambio de internamiento, al juzgado, de nuevo.
Caso 5
Desde luego la actitud de la madre impresiona de litigante y de posible trastorno paranoide de la
personalidad, por lo que la compañera no iba desencaminada. Pero en cualquier caso, la
propiedad de la historia pertenece a la administración, y la madre debe solicitarla al servicio de
documentación y admisión del hospital correspondiente. De esta forma no somos nosotros los
que discutimos y evitamos darle una negativa. También debemos recordar que tiene derecho a
todo lo que obre en la historia excepto a los comentarios y observaciones realizados por el
profesional que los atiende. Por lo que en el peor de los casos debemos resguardar estos
comentarios del acceso de la madre. Sólo se fotocopia o se da la historia clínica íntegra ante la
petición judicial, tras aclarar que es la copia íntegra lo que solicitan.
Caso 6
La familia, a pesar de oponerse a su idea del embarazo, sin embargo no actuó judicialmente en
ese momento. Lo primero que debemos explorar es el grado de competencia de la paciente y
confirmar o no el diagnóstico de RM leve. Lo curioso es que a pesar de que en los informes, la
paciente puntuaba por debajo de su marido, sin embargo era ella quién llevaba las cuentas de la
casa, la que planificaba las visitas de los médicos de ambos, la que se ocupó de preguntar sobre
cómo sería una dieta equilibrada y la que se encarga de hacerla, aunque acaben comiendo lo que
les apetezca. En verdad por su forma de funcionamiento estaría por encima de su marido. En
cualquier caso hay que contestar a dos preguntas, la primera es si está capacitada para firmar el
consentimiento informado sobre el IVE y luego si continuar con el embarazo supone un riesgo
para su salud mental, y poder acogerse al supuesto que marca la ley.
En el primer caso, usamos la guía para valorar el grado de comprensión del consentimiento
informado de De Lorenzo 2003, adaptándolo a las características de la paciente y permitió
establecer la competencia de la misma para firmarlo. En cuanto a su estado mental, la paciente
presentaba un cuadro de adaptación con estado de ánimo ansioso y deprimido, con seria
repercusión física, que precisó de ingreso y de dosis elevadas de medicación para su contención,
con miedo insuperable e irreductible ante la posibilidad de continuar con el embarazo. No
olvidemos que un débil mental, era definido por Kraepelin como “una persona normal pero con
menos ideas.” Se recomendó finalmente IVE.
Caso 7
Este caso resulta especialmente interesante, porque la antes de testar, se solicitó la valoración
por un especialista, sin que conociera que la paciente había estado ingresada. En dicha
valoración se repitió el MMSE que puntuó dentro de rango, y el especialista determinó que se
encontraba en condiciones de testar. Profundizando más cuando nos consultan vemos que la
psicóloga que atendió a la paciente antes de su ingreso en la UHP, también le pasó otro MMSE
con resultado de 20 (patológico). Existía la sospecha de influencia indebida y de que la
peritación privada pecaba de sesgada. No obstante, la paciente fue reconocida en la UHP y se
abordó el tema del testamento, explorando la capacidad para testar de la paciente. Resultó capaz
en el reconocimiento. Como hemos comentado un diagnóstico genérico no incapacita a la
persona. Debemos explorar cómo afecta el diagnóstico a su capacidad específica y , en este caso,
no la afectaba, la paciente se manejaba sorprendentemente bien en sus asuntos personales a
pesar de sus déficits mnésicos. Por otra parte también nos advierte que debemos documentarnos
bien cuando se nos pida una peritación en vida, porque seguramente será objeto de intento de
revocación. En el caso que nos ocupa, el perito de parte podría haberse visto comprometido, por
su valoración.
Caso 8
Efectivamente levantó la alarma, no sólo del hermano, sino de los servicios sociales. Pero en
verdad la hermana además de ser su tutora era la que se ocupaba de él, y había por tanto un
conflicto de intereses entre la función de tutora y de beneficiaria del testamento. Aunque los
motivos alegados por el hermano parecían razonables, sin embargo, en esta situación la
incompatibilidad era clara. El perito recomendó el cambio de tutor, para pasar a la Conselleria de
servicios sociales, y fueron éstos los que se encargaron de mediar entre la familia logrando un
acuerdo, que dejara protegida a la hermana cuidadora del paciente y respetara en parte las
pretensiones del hermano.
Caso 9
Los servicios sociales comprobaron la demanda, y judicialmente se solicitó un peritaje, para
determinar la situación clínica de la paciente. En la entrevista, quedó claro que había sido objeto
de todas las fases descritas de influencia indebida, es decir de la manipulación. No mediaba
ninguna enfermedad mental. Lo único que propiciaba su vulnerabilidad y, por tanto la influencia
indebida, era la dificultad para la deambulación que le impedía manejarse en las actividades de la
vida independiente, así como en las procedimentales de la vida económico-administrativa. Por
ello, se dispuso una curatela (en el que el curador actúa como consultor, cada vez que se tiene
que tomar decisiones sobre patrimonio y económicas importantes, el curador debe ser
consultado y si no está de acuerdo con la decisión del individuo, se pone en conocimiento del
juez, que será el que decida. En la tutela, sin embargo, el sujeto es incapaz para todo y ha de ser
el tutor el que tome las decisiones sobre su tratamiento, residencia, etc.) y, ayuda domiciliaria
por parte de los servicios sociales, para su asistencia.
Caso 10
Este es un caso muy común en los trastornos de la personalidad. Por una parte realizan los
intentos autolíticos, con mayor o menor riesgo, y una vez son traídos a urgencias, para su
atención y evaluación, solicitan su alta pese a haber manifestado en la entrevista ideación
autolítica, más o menos aparatosa. Ni que decir tiene la delicada situación en la que pone al
facultativo. Esta incongruencia, suele ser una de las características de los trastornos de la
personalidad, en urgencias. En el caso en cuestión, parecía claro que, los intentos autolíticos eran
parasuicidas, con finalidad propositivista y no verdaderamente autolítica. Sin embargo habían
ido “in crescendo”, tanto en frecuencia como en potencial letalidad. Por otra parte cuando se
procede a la exploración, no se evidencia cuadro afectivo mayor u otro trastorno psiquiátrico que
justifique estas conductas. Como hemos visto en otros casos, lo primero es recabar información
de la familia, que en este caso, confirma lo dicho por ella, y la reiteración de la conducta
autolítica en el último mes, así como la escalada de riesgo de las mismas. La disyuntiva está clara,
o darle el alta, y correr el riesgo de que continúe con la escalada y que pase de las amenazas a la
consumación de la defenestración o proceder a su internamiento involuntario, y esperar una
represalia legal de la paciente (que recordemos es abogada). Está claro que debemos buscar la
decisión prudente, y en este caso, el dato fundamental en que apoyarnos, es uno de los criterios
del consentimiento recogidos anteriormente; la estabilidad. Precisamente la variabilidad de las
decisiones y del ánimo, es lo que ha caracterizado a la paciente, y en esto podemos basarnos, para
proceder a su ingreso involuntario.
Caso 11
Lo importante del caso, es que se acepta desde el principio la existencia de un traumatismo
craneoencefálico porque lo dice el paciente, sin que pudiera ser objetivado. Es muy frecuente
observar un agravamiento de la sintomatología conforme pasa el tiempo, sin que en las
exploraciones realizadas se observen datos que lo confirmen. Por ser un cuadro frecuente vamos
a repasar la sintomatología relevante desde el punto de vista médico-legal, que deberemos ir
buscando en su historia y, en los datos del paciente para confirmar o no el diagnóstico:
• Alteraciones de la actividad: predominio de las gratificaciones inmediatas.
• Cognoscitivas: paranoidismo.
En este caso, el estudio detallado de la información y del paciente no aportaba datos para poder
hacer el diagnóstico, y por tanto establecer las secuelas. Debemos tener cuidado con lo
escribimos en los informes, puesto que pueden tener trascendencia médico-legal en un futuro.
De la misma forma se sobrediagnostica el trastorno por estrés postraumático, como advierte el
DSM-IV-TR.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
1. Delgado Bueno, Psiquiatría legal y forense. Madrid: Colex. 1994.
2. Appelbaum & Gutheil. Competence and substitute decision-making. Psychiatry and the
law, 4ª ed. Lippincott Williams & Wilkins, 2007. Obra básica y referencia para todos.
3. Grisso, T. Evaluating competences. NY: Kluver academic/Plenum publishers, 2003. La
obra de referencia sobre el concepto de competencia en todas sus facetas. El problema es el
idioma.
4. Simons RI, Gold lh. Textbook of forensic psychiatry; 2004.
5. Calcedo Ordoñez. La pericial médica en el procedimiento de incapacidad civil.
Newsletter SEPL, 2007. Una obra y autor de referencia, maestro de muchos psiquiatras
forenses, Un artículo imprescindible.
6. Cabrera Forneiro & Fuertes Rocañín. Psiquiatría y Derecho. Dos ciencias obligadas a
entenderse. Manual de psiquiatría forense. Cauce editorial.1997. Clásicos, tienen ejemplos
de periciales, aunque los modelos no son los que recomendaríamos
7. Cabrera Forneiro & Fuertes Rocañín. La enfermedad mental ante la ley. Editorial libro
del año. Madrid, 1994.
8. M. Gómez Jara. La responsabilidad profesional del psiquiatra. Atelier libros jurídicos.
Barcelona, 2009. Es una obra concisa pero muy práctica para una consulta rápida de la
legislación relacionada con la práctica clínica.
9. J. J.Carrasco Gómez & J.M Maza Martín, Manual de psiquiatría legal y forense. 3º
edición. Editorial la Ley. Mayo, 2005. Un manual completo y referido a nuestras leyes,
escrito por un magistrado del Supremo y un psiquiatra forense, Creo que es un punto de
partida para realizar consulta.