Reina de La Elegancia

REINA DE LA ELEGANCIA
Las 33 claves de toda mujer elegante
Yolanda Pérez
A mi marido, por ser mi
luz y hacer posibles
todos mis sueños.
A mis padres,
por su humildad,
su ejemplo de
lucha y su amor
incondicional.
A mi hermano,
que en paz
descanse, porque
he sido muy
afortunada de
tenerte en mi vida
y porque cerrando
mis ojos todavía te
veo.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
CLAVE 1: LA IMPORTANCIA DE CUIDAR TU CUERPO
CLAVE 2: QUÉ DICE TU PELO DE TI
CLAVE 3: TUS ZAPATOS TE DELATAN
CLAVE 4: MIMA TUS MANOS
CLAVE 5: LUCE UNOS DIENTES PERFECTOS
CLAVE 6: TU ROPA EXPRESA
CLAVE 7: EL SIGNIFICADO DE LOS COLORES
CLAVE 8: LA PERSONALIDAD QUE TE BRINDAN LOS ACCESORIOS
CLAVE 9: LA PERFECCIÓN A TRAVÉS DEL MAQUILLAJE
CLAVE 10: EL PODER DEL PERFUME
CLAVE 11: EL OPTIMISMO PARA UNA VIDA PLENA
CLAVE 12: LA SENCILLEZ COMO ESTILO DE VIDA
CLAVE 13: AUTENTICIDAD EN CADA DETALLE
CLAVE 14: NATURALIDAD PARA BRILLAR
CLAVE 15: SABER ELEGIR
CLAVE 16: SEGURIDAD ES TODO LO QUE NECESITAS
CLAVE 17: VIVE DESDE EL AGRADECIMIENTO
CLAVE 18: ENTREGA TODO LO MEJOR
CLAVE 19: DESARROLLA TU MENTE
CLAVE 20: EL OCIO QUE TE DEFINE
CLAVE 21: TUS GESTOS A ANÁLISIS

CLAVE 22: LA FUERZA DE LA MIRADA
CLAVE 23: LA BELLEZA DE LA SONRISA
CLAVE 24: LA PALABRA QUE SALE DE TU BOCA
CLAVE 25: CUANDO TE RELACIONAS
CLAVE 26: TU FORMA DE CAMINAR
CLAVE 27: CÓMO TE SIENTAS
CLAVE 28: TU ETIQUETA EN LA MESA
CLAVE 29: DE COMPRAS
CLAVE 30: ¿ES MÁS ELEGANTE POR SER MÁS CARO?
CLAVE 31: EL ORDEN QUE NECESITAS
CLAVE 32: TU ARMARIO DESCRIBE TU VIDA
CLAVE 33: FONDO DE ARMARIO PARA TENER SIEMPRE QUÉ PONERTE

INTODUCCIÓN
Decía Coco Chanel que las mujeres van siempre demasiado

vestidas, pero nunca están lo suficientemente elegantes. En este
libro, me gustaría compartir contigo las 33 claves que te ayudarán a
desprender elegancia y a dejar una huella imborrable. Verás que la
elegancia es la combinación perfecta de imagen y actitud.
Desde pequeña no he parado de observar y admirar a esas

personas que tienen algo especial. Esas que cautivan y dejan huella
con su gracia y saber estar. Esas que se preparan a diario para
conquistar el mundo. Esas que son sumamente elegantes, únicas y
con clase. Esas que parecen tener la vida perfecta. En todas ellas
hay un denominador común y en este libro lo analizaremos.
En mis seminarios de Protocolo, Imagen y Etiqueta siempre hablo

de la elegancia, y después de que tantas personas me pidieran que
escribiera algo sobre esto que les quedase y les pudiera ayudar a
marcar la diferencia, hoy he decidido hacerlo y así cumplir también
mi sueño de escribir un libro. Gracias a ellas, sale a la luz Reina de
la Elegancia.
En este libro, te desvelo las 33 claves de la elegancia que, bien

aplicadas, transformarán completamente tu imagen. A mí me han
funcionado y tú no serás menos. Gracias a aplicar estas claves, mi
imagen ha cambiado. Veo todo desde otra perspectiva y he
comprobado que la imagen y la actitud te posicionan. Deseo de
corazón que a ti también te resulten de gran utilidad en tu vida y que
las apliques de forma rápida y fácil en tu día a día, hasta que
terminen por salirte de forma natural.
Después de leer este libro, podrás diferenciar entre ser chic, ir a la

moda y tener elegancia. Se puede ir a la moda sin ir elegante y se
puede ser elegante sin ir a la moda. Verás que la elegancia es un
estado del ser, mucho más allá de solo una vestimenta bonita. Tiene
que ver con tu apariencia externa pero también con lo que sucede
en tu interior y, además, está profundamente ligada a tu forma de
vida. Cuando te vistes y te presentas estás contando tu historia.
“No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación.

No es la ropa, es la clase”
Coco Chanel
¿Pero qué es la elegancia? Decía Honoré de Balzac que la

elegancia “es la ciencia de no hacer nada como los demás
pareciendo que todo se hace de la misma manera que ellos”. Por lo
tanto, la elegancia se muestra en todo nuestro ser y en todo lo que
hacemos y dejamos de hacer.
Los orígenes de la palabra elegancia se remontan al latín, donde su

raíz etimológica recuerda a la capacidad de elegir. Esto es, que
cuando hablamos de elegancia hablamos de saber elegir. De
nuestro buen gusto.
Dos mujeres de la misma edad, estatura y complexión pueden llevar

el mismo vestido y no quedarles igual. La ropa tiene su espíritu. Es
más importante la forma de llevarla que la prenda en sí. La
elegancia va impresa en el carácter, en los movimientos, en el porte.
Muchos me preguntan si elegante se nace o se hace.

Personalmente, creo que tiene mucho que ver con lo que hemos
vivido y con nuestra forma de ser, que va en nuestros genes y que
hemos adoptado en nuestros primeros años fruto del entorno, de las
vivencias y de las personas con las que nos relacionamos. Esta es
la elegancia más auténtica y maravillosa. Pero hay otro porcentaje
muy alto que tiene que ver con el gusto y la forma de presentarse y
desenvolverse, y esto se va desarrollando, con un protocolo.
Ahora estás en el momento perfecto para explotar estas claves

poderosas y hacerlas tuyas para acercarte cada vez más a ese ideal
de la elegancia. Al igual que un cuerpo se cuida y se “entrena”, la
elegancia también se puede alcanzar adoptando la nobleza, la
sencillez y el buen gusto como estilo de vida.
En este libro te encontrarás múltiples citas ilustrativas que te

guiarán, ya que por lo general expresan mucho con muy pocas
palabras. Y esa sencillez es lo que las hace sencillamente geniales
y fáciles de recordar.
Prepárate para el cambio porque afectará a todas las facetas de tu

vida. Cuando una persona es elegante lo es en todos los ámbitos de
su vida, porque forma parte de su persona, de su identidad. Es una
filosofía de vida. No puede ser, por un lado, elegante en el trabajo y,
por otro, abandonada en su casa o cuando va de compras. Una
persona elegante es única, tiene un je ne sais quoi que acapara
todas las miradas y se convierte en un ser especial al que todos
quieren imitar. Su actitud, su saber estar y su gusto hacen que sea
una delicia estar a su lado e inspira a los que la acompañan.
PRIMERA PARTE
IMAGEN
En esta parte, verás cómo influye la imagen en la elegancia.

También, te darás cuenta de la importancia que tiene tu imagen a la
hora de relacionarte.
Toda persona elegante presta atención a su imagen aunque como

veremos luego, no todos los que cuidan su imagen son elegantes.
Algunas personas creen que cuidar tanto su imagen es ser

demasiado superficiales cuando lo que de verdad importa es el
interior de la persona. Estoy de acuerdo en que de nada sirve una
imagen perfecta si por dentro hay una mente vacía. Pero, al revés
no nos serviría de mucho tampoco. Ambas deben complementarse.
A lo largo de los años he visto cómo mujeres con un nivel

académico muy bueno tenían puestos menos relevantes por el
simple hecho de descuidar su imagen. En cambio, otras mujeres
con menos formación y experiencia desbancaban a otras más
formadas porque su imagen era 10 veces mejor. El hecho de
asearte, vestir bien y dedicar tiempo a arreglarte es un regalo que te
haces, primero, a ti misma. Nunca subestimes el poder de lucir
arreglada cada día de tu vida. Puede cambiarlo todo.
El ser humano antes de relacionarse, primero se viste, decía Honoré

de Balzac, por lo que nuestra imagen nos condiciona totalmente a la
hora de desenvolvernos. Creo que no hace falta insistir en que la
imagen es nuestra principal carta de presentación: todo lo que los
demás ven de nosotros en cuestión de segundos y que habla a
gritos de nuestro gusto, de nuestro cuidado, de nuestra elegancia.
Es maravilloso ofrecer tu mejor versión y dejar huella por donde

pisas. Arreglarse no es suficiente. Es saber hacerlo y cuidar cada
detalle. Aplica cada una de las 33 claves y déjate sorprender por los
resultados. Todas son igual de importantes. Es el momento de
conseguir una imagen 10. Arrancamos con las claves que te
ayudarán a verte más elegante.
CLAVE 1: LA IMPORTANCIA DE CUIDAR TU
CUERPO
“Cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir”
Jim Rohn
Cuidar tu imagen demuestra respeto y genera empatía. Y una

imagen cuidada empieza por vigilar tu salud. La elegancia se
proyecta desde el interior y, por lo tanto, tenemos que estar bien por
dentro para proyectarlo en el exterior.
Todo comienza con la alimentación. Es sumamente importante lo

que ingieres. Somos lo que comemos y la alimentación se refleja en
la piel y en el estado físico y anímico. Si no bebes lo suficiente, tu
organismo no limpia y no estará hidratado. Si solo comes grasas te
sentirás más pesada. Y si ingieres más frutas, verduras, cereales
integrales, proteínas y grasas buenas te sentirás más vital, con
energía y radiante. Los azúcares, el alcohol y las grasas saturadas
nos apagan, en cambio los antioxidantes de las frutas y la vitamina
C nos fortalecen.
Presta mucha atención a todo lo que comes a diario. Por supuesto

que es muy sano de vez en cuando permitirse caprichos siempre
que sea en pequeñas cantidades y que no sea todos los días. La
clave está en planificar lo que comes, en evitar los excesos y en
comer saludable independientemente de que lo hagas en casa,
fuera o en el trabajo.
“ Deja que la comida sea tu medicina y que la medicina sea tu

comida”
Hipócrates
Además de la alimentación, es importante que hagas ejercicio.

Cuando el cuerpo se ejercita por espacio de 45 minutos empieza a
liberar endorfinas y nos sentimos mejor. Es un hábito que debería
formar parte de tu día a día, al igual que comer, porque es necesario
para mantenerte sana física y mentalmente. Y si te sientes bien al
hacer ejercicio, te verás más ágil, y créeme, esto se proyecta y se
ve en la distancia. Un vestido en una persona ágil sienta diferente,
porque la postura es otra. Aquí tampoco hay excusas de tiempo.
¿De verdad, no tienes 30 minutos al día para caminar y hacer
estiramientos? Debes ser muy selectiva en lo que haces y quedarte
con lo que a fin de cuentas es importante para ti.
“La actividad física no es solo una de las llaves más importantes

para un cuerpo saludable, sino la base de una actividad intelectual
dinámica y creativa”
John F. Kennedy
El descanso es otro de los pilares a la hora de cuidar el cuerpo.

Cuando duermes, tu cabeza se organiza y tu cuerpo se recupera.
Dormir bien te ayudará a lucir un cutis resplandeciente, mejorará tu
sistema inmunológico e incluso te resultará más fácil perder peso.
La frescura de tu cuerpo tras un descanso diario de siete u ocho
horas es muchas veces todo lo que necesitas para presentar tu
mejor imagen. Y este es el mejor secreto de belleza.
“Dormir es la cadena de oro que une salud y cuerpo”
Thomas Dekker
Regalarte un masaje, hacerte una envoltura o acudir a un spa de

vez en cuando son formas de inyectar energía a tu cuerpo. Cuidar tu
cuerpo te va a ayudar a sentirte mejor por dentro y por fuera. Tu
cuerpo es tu percha, la que dota de movimiento al traje y por eso
tiene una gran influencia en la elegancia. No se trata de tener un
cuerpo escultural sino de sentirse bien. Hay muchas mujeres con un
físico espectacular pero que no son elegantes. También hay mujeres
con muchas curvas que tienen una gracia que otras con mejor
cuerpo no poseen. Se basa en crear un ritual diario para que cuides
tu alimentación, hagas deporte e hidrates tu piel. Te animo a que
empieces o termines el día con esta rutina. Estos pequeños gestos
repetidos en el tiempo no te imaginas los resultados que te pueden
dar. Quizás ahora eres joven y no lo notas pero a la larga seguro
que hay diferencia. Mímate cada día. Nos encanta rodearnos de
aquellas personas que se toman en serio a sí mismas. Tendemos a
creer que se tomarán en serio el resto de las cosas también.
Cuidarse a uno mismo es una forma de demostrar pasión por la
vida.
“Creo que el mayor regalo que le puedes dar a tu familia y al mundo

es un tú saludable”
Joyce Meyer
“El pelo es el ornamento más rico de las mujeres”
Martín Lutero
El pelo es tu accesorio más valioso, un diseño que llevas siempre

puesto y el que más te define. Por eso, merece especial atención y
cuidado. Hablando de la imagen exterior, el cabello es lo que más
cuenta. El mejor traje de Christian Dior jamás luciría bien si el pelo
de la persona que lo porta no está a la altura. Ahora entenderás por
qué algunas mujeres tienen siempre su cita semanal con el
peluquero.
En el pelo, hay tres características importantes: el color, el corte y el

peinado.
Cortarlo a menudo es necesario para que luzca sano y fuerte.

Mucho se habla de las lunas para conservar el cabello. Es cierto que
la Luna influye en los movimientos de la Tierra, y que los
agricultores se guían por ella a la hora de sembrar y recoger, pero la
verdad es que no hay estudios científicos concluyentes que
corroboren que cortar el pelo en determinada luna sea bueno o
malo. Si tienes el pelo corto deberías cortarlo cada tres semanas
para que mantenga bonita su forma y si lo tienes largo es suficiente
una vez cada dos meses. ¿Te has fijado en lo que rejuvenecen las
personas cada vez que su pelo pasa por las tijeras de un
peluquero? Te ves mucho más fresca y te saca años de encima.
¿Qué corte de pelo y qué color es el más elegante? La respuesta es

siempre la misma: el que mejor te queda a ti. Cada rostro tiene una
forma: más ovalada, más redonda, en triángulo, etc. Entonces, hay
que buscar y probar con la ayuda de un estilista cuál es el peinado y
el color que mejor te quedaría. No tengas miedo a probar siempre
que te pongas en manos de un experto. Si tienes dudas acerca de si
tu peinado te favorece, déjate asesorar. Atreverse con un cambio
puede ser muy bueno si te apetece. Pero no es necesario cambiar
de look continuamente. De hecho, las mujeres más elegantes de la
historia han sido fieles a su peinado. Analiza cómo es tu pelo.
Dedícale tiempo y si no estás conforme apuesta por un cambio.
Rihanna decía que cuando se cortó el pelo, el sonido cambió y su
estilo cambió.
“Una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar su vida”
Coco Chanel
El color debe resaltar tu tez, y este consejo solo te lo puede dar

alguien con experiencia en colorear cabellos, no tu mejor amiga.
Cuando te animas a probarlo y lo encuentres ya solo nos queda el
peinado.
¿Cuál es el peinado que más eleva cualquier vestuario? El siempre

elegante recogido. Este es el que te pondrías, por ejemplo, para un
evento de máxima etiqueta, con un vestido largo de gran gala. Así,
las novias se ven tan preciosas con su pelo en alto y que deja la
cara libre, demostrando pureza. Es el elegido por las azafatas y el
sector de la hostelería aunque últimamente, e incluso en los
restaurantes más caros, se olvida este factor tan sumamente
importante e higiénico.
Y en tu día a día, un recogido sencillo y rápido, como un moño,

también es capaz de proporcionar elegancia a un atuendo más
casual. Hacerte un recogido no cuesta tanto. Cuanto más los hagas,
más rápido te saldrán con el tiempo. En Internet hay miles de
tutoriales que te enseñarán a hacértelos tú misma. Anímate y
prueba una tarde, aunque no tengas ningún evento después.
Merece la pena aunque solo sea para ti, y tu vestuario se verá
diferente. Para que sea elegante debe quedar bien fijado y sin
encrespamiento. Parecerá que acabas de salir de la peluquería.
Echo de menos ver aquellos recogidos de los años 60 tan cuidados,

como el famoso recogido banana o moño francés de Audrey
Hepburn, muy atemporal, muy elegante y muy versátil para un día
de fiesta o para un día más casual. Un clásico que deberíamos
saber hacer.
Si tienes el pelo largo, en general, te dará mucha más

profesionalidad llevar el pelo recogido que suelto, tengas la
profesión que tengas. Hacerte un recogido sencillo y ordenado
simboliza que cuidas los detalles. Apuesta por él esos días que
quieras realzar tu imagen.
Hoy prima la rapidez para todo y se ha perdido la pasión por

cuidardel pelo. La excusa es siempre “no tengo tiempo, me tendría
que levantar una hora antes…” y yo digo “es tu carta de
presentación”. Elige un peinado sencillo que no te lleve mucho
tiempo, pero con el que tu pelo luzca ordenado.
El pelo suelto es más sensual y solamente es elegante si va bien

peinado. En ocasiones, esto da más trabajo que hacer un simple
recogido. Si te gusta más suelto, solo vigila no tocarlo demasiado.
Te animo a que pruebes peinados diferentes y que te sorprendas.
Solamente cambiar la dirección de la raya del cabello hace que te
veas totalmente diferente. Sea como sea que lo lleves que siempre
esté limpio, sano y arreglado.
Dado que la mayoría de las personas hoy en día no prestan

atención al cabello, convierte esta clave en tu mejor aliada. Ya
sabes, mientras a unas personas les da igual cómo vayan peinadas
otras saben que el pelo es su arma más poderosa.
“Enséñame el zapato y yo dibujaré a la mujer”
Pablo Picasso
Los zapatos son una extensión de la persona y, como tal, es la

segunda cosa que más habla de ti. Un atuendo normal se puede
elevar al máximo si los zapatos son los acertados y si lucen en
perfectas condiciones. Pero al igual que con el pelo, exigen un
cuidado y mantenimiento de los mismos para que estén siempre
impecables. Los zapatos de terciopelo claros dan un toque muy
romántico pero si están sucios, algo que es bien fácil de conseguir
dado el material y el color, enseguida desmerecen. El hecho de
limpiarlos después de su uso y antes de guardarlos en el zapatero
es imprescindible para asegurarnos de que estarán listos para un
nuevo uso, días o semanas más tarde.
No deberíamos llevar los mismos zapatos dos días seguidos. Como

norma general, debemos darles un descanso de al menos un día
para que respiren y guardarlos en hormas adecuadas para que no
se deformen ni arruguen.
“La vida es corta. Tus tacones no deberían serlo”
Brian Atwood
Hablando de etiqueta y sofisticación, me gustaría enfatizar en el uso

de tacones frente a unas bailarinas. Por supuesto que se puede ir
elegante con zapatos planos si son unas bailarinas o zapatillas
elegidas con buen gusto acorde a la vestimenta. Recordemos que lo
más importante es la forma de llevarlas. Pero ya decía Marilyn
Monroe que no sabía quién había inventado los tacones porque las
mujeres le debemos mucho. Y no hay duda de que unos tacones
finos realzan y elevan el atuendo. Unos jeans con unas zapatillas
quizás no realzan tanto nuestra feminidad como lo harían unos
tacones. Estos últimos hacen que el movimiento de la pelvis sea
otro bien diferente, además de que visualmente estilizan la pierna.
“Siempre utilizo tacones. Te dan poder, hacen que te muevas

distinto y que hables distinto”
Carine Roitfeld
Ahora bien, hay muchos tipos de tacones. Debemos elegir aquellos

con los que nuestra forma de caminar sea elegante. Si llevamos
unos tacones demasiado altos que dificultan la manera de caminar y
nos hace echarnos hacia adelante, adiós estilo. Mejor llevar un
zapato plano o de tacón medio, especialmente si es para el día a
día.
El calzado nos condiciona a la hora de caminar y por eso

proyectamos una imagen u otra en función del calzado que elijamos.
"Los zapatos tienen un misterio que sólo conoce la mujer que los
lleva, es la manera de caminar, es mucho más"
Manolo Blahnik
Nuestra imagen no es la misma si llevamos un vestido con

bailarinas, que ese mismo vestido con zapatillas tipo Converse que
con zapatos de tacón. Dependiendo de adónde vayamos elegiremos
unos u otros. Elegancia no quiere decir llevar siempre zapato de
tacón. Debemos adaptarnos al contexto. Mostrarnos demasiado
arreglados en ciertos contextos podría hacernos caer en la
pedantería. Y los excesos nunca son buenos. Por eso, debemos
elegir un calzado que tenga un diseño bonito y encaje a la
perfección con la vestimenta que llevamos. Dicen que para una
mujer nunca son demasiados todos los zapatos que pueda llegar a
tener. Algunas famosas como Sarah Jessica Parker en la serieSexo
en Nueva York se mostraba fascinada por los Manolo´s y la cantante
Kelly Rowland posee cientos de zapatos a los que incluso pone
nombre. Para ir elegante, te diré que no necesitas tantos como
piensas.
"Llevar sueños en los pies es empezar a hacer los sueños realidad"
Roger Vivier
Lo más importante, al igual que con el cabello, es que se vean

impecables, sin un rasguño y sin una mancha. La elección que
hagas será la mejor, siempre que recuerdes que los zapatos son el
segundo eje más importante y destacable de tu imagen. Hablan de
tu personalidad. Hay mucho detrás de lo que parece una simple
elección de zapatos. No te conformes con cualquier zapato. Sé
exigente con ellos. Primero, por salud, y después por estética. Si
son caros pero de gran calidad te pueden durar mucho y habrá una
gran diferencia con respecto a usar zapatos de muy baja calidad. Se
ve en la forma en que abrazan el pie. Te animo a que tu fondo de
armario de zapatos, que serían unas bailarinas básicas negras, y
unos stilettos negros y otros en nude, sean de excelente calidad. El
resto, y que forman parte de las tendencias, ya lo dejo a tu elección
porque la mayor parte de las veces solo sirven para una temporada
y hay muchos a buen precio que lucen francamente bien.
"Los zapatos deben tener unos tacones y plataformas muy altos

para poner la belleza de la mujer en un pedestal"
Vivienne Westwood
Esto con matices, porque unos zapatos con mucha plataforma y
tacón no son elegantes. Si el zapato destaca por encima de la
persona no entra dentro de la elegancia.
Distínguete en la elección de tu zapato: que sea fino, versátil y que

enaltezca tu vestuario. Si eliges un buen diseño puedes utilizarlos
por muchos años. Y lo más importante: que te hagan feliz. Si
compras unos zapatos que te dan alegría solo con verlos, habrá
merecido la pena, porque eso también se proyecta. Muchas
personas piensan que los zapatos no son importantes pero la
verdadera elegancia de una mujer empieza por lo que lleva en sus
pies.
Elige bien. Pisa fuerte y conquistarás el mundo.

“Tiene unas manos tan largas y blancas y finas que me dan la

impresión de haberse modelado la una a la otra con jabón, y a
veces se desprenden y revolotean frente a él como dos blancos
pájaros hasta que se da cuenta y las aprisiona entre sus rodillas; le
molesta poseer unas manos bonitas”
Ken Kesey
Tus manos hablan de cómo eres, de cómo te cuidas, e incluso se

podría adivinar a qué te dedicas. Hablan de tu personalidad. Si eres
muy nerviosa, quizás te muerdas las uñas, y eso no es elegante. Si
tienes ese hábito, te animo a que le pongas punto y final y lo vayas
perdiendo. Por mucho que cueste al inicio, luego lo agradecerás
infinitamente.
Mucha gente es en lo primero que se fija cuando conoce a otra

persona. Las manos son, muchas veces, un nexo de contacto
directo que tenemos con los demás y altamente visible. Cuando
pagamos en una librería, nuestras manos forman una parte muy
activa de nuestra carta de presentación. En ellas, va a reparar la
persona que nos atiende al igual que nosotros reparamos en las
suyas. El simple hecho de abrir y cerrar nuestra cartera, entregar el
libro con la mano, y el dinero, o cuando firmamos tras pagar con
nuestra tarjeta deja tiempo a que el vendedor observe nuestras
manos. Cuando damos un apretón de manos se percibe la suavidad
de la mano. También cuando hacemos una caricia o cuando
gesticulamos.
Las manos son un instrumento comunicativo que requiere cuidado

para que se vean jóvenes y bonitas. Protegerlas con guantes si vas
a utilizar productos fuertes es importante. También del sol. Cuando
somos jóvenes muchas veces no vemos las consecuencias de
forma inmediata, pero seguro que te suena eso de que la piel tiene
memoria. Aplica crema diaria para hidratarlas sin olvidarte de las
cutículas. Hay en el mercado miles de productos para mantenerlas
tersas y suaves. El aceite de almendras es el mejor para hidratar las
cutículas. A la hora de lavarlas deberías usar un jabón neutro que
no altere demasiado tu PH y utilizar después una crema. Te
propongo que tengas en tu lavabo los dos tarros dosificadores, uno
de gel y otro de crema hidratante.
Hasta ahora hemos hablado de la protección e hidratación diaria, y

deberíamos sumar hacer la manicura al menos una vez por semana.
Unas manos elegantes se distinguen porque son unas manos
cuidadas, sin pellejos alrededor de las uñas y todas limadas con la
misma forma.
A la hora de pintarse las uñas, los acabados más elegantes, por

excelencia, son el tono rosa claro, el color porcelana y la manicura
francesa. Te servirán para cualquier vestuario, jamás llaman la
atención y siempre combinan bien pongas lo que te pongas, ya sea
de trabajo o de fiesta. Generalmente, cuanto más discreto es el
color, más elegante. Si bien hay algunas tonalidades más intensas,
como el burdeos o el ciruela, que resultan muy elegantes.
Piensa que si estás en una reunión de trabajo en la que tienes que

hablar y presentar documentos, tus uñas no deberían verse
“agresivas”, por lo tanto, no deberían ser de un llamativo color verde
o rojo chillón ni excesivamente largas, a no ser que trabajes en
algún sector relacionado con la imagen. Es mejor llevar las uñas
cortas y pintadas con tonalidades suaves que recuerden a la uña
natural, como hemos visto. Con ello, proyectarás un alto nivel de
profesionalidad y elegancia. Piensa que deben ser lo más discretas
posibles y comunicar lo justo: que prestas atención a los pequeños
detalles y que cuidas tus manos.
Ahora están muy de moda las uñas extra largas y con muchos
diseños, pero recordemos que elegancia no es extravagancia.
Lo más importante de todo es que las manos presenten un aspecto
cuidado. Posponer una manicura cuando ya se ve que falta
ligeramente esmalte en algunas zonas es peor que no llevarlas
esmaltadas. Si las llevas esmaltadas hay que retirar el esmalte
cuando todavía está bien. Este es el verdadero secreto en unas
manos elegantes, que el esmalte sea discreto y luzca inalterado,
que haya precisión en la manicura y que se vean unas manos
suaves, limpias y delicadas. Mímalas todos los días. Es otro de los
elementos que más habla de ti.
“Primero son mis dientes que mis parientes”
Anónimo
Tu boca habla más de ti que tu vestimenta. Tiene una grandísima

importancia cuando hablas con alguien y cuando sonríes. Valora el
estado de tus dientes. ¿Cuánto hace que no vas al dentista o cuánto
ha pasado desde la última vez que te has hecho una limpieza?
¿Qué no existe hoy para tener una sonrisa perfecta? Algunas
personas sienten verdaderos complejos cuando les falta un diente o
cuando su dentadura se ve fea por el tabaco. Te animo a que tomes
un espejo y valores objetivamente el estado de tu boca.
Tu dentadura habla mucho de tu imagen y de tu salud. Muchos

odontólogos detectan posibles enfermedades por el estado de la
boca antes que nadie. Es fundamental la alimentación y el cepillado
diario, y aunque esto suene evidente, mucha gente se acuesta o
sale de casa sin antes haberse lavado los dientes.
Esto también me lleva a hablar del buen aliento, indispensable si

queremos dejar buena imagen. Un aliento a café o a cigarro es muy
desagradable y, sin embargo, es muy habitual. El olor de esa
persona se queda atrapado en nuestra mente y luego ya es muy
difícil cambiar esa imagen y olvidarnos de ese olor que nos invade
aun horas después de haber estado con la persona. Hoy tenemos
muchos caramelos que nos prometen un aliento fresco y que
deberíamos llevar en el bolso para esas situaciones en las que no
es posible lavarnos los dientes.
Si bien los dientes son sumamente importantes, también lo son los

labios, que constituyen el marco para los dientes. Los labios hablan
de tu personalidad, de si eres nerviosa y los muerdes con frecuencia
o de si los mojas continuamente con la lengua. Pasar la lengua por
los labios para humedecerlos no es para nada elegante, y llega un
momento en que puede ser hasta una costumbre que repetimos una
y otra vez, al igual que morderse las uñas y esto hace que al final se
agrieten y se resequen más. Puedes hacer exfoliaciones semanales
para que no tengan pellejitos e hidratarlos todos los días,
especialmente por la noche, ya que es cuando más los dejamos
descansar y cuando más rápido pueden regenerarse.
Y no te olvides de aplicar una buena barra de labios. Esta siempre

forma parte del arreglo de toda dama elegante. De entre todos los
tonos de rosas y de rojos, elige el que más realce tus rasgos. Una
vez más, elegancia es adaptación al contexto. Unos labios rojos
muy llamativos en una reunión formal de trabajo a las 11h. de la
mañana puede que no sea del todo una opción elegante. Sin
embargo, unos labios con brillo o en color nude o rosa serán
siempre un acierto a cualquier hora del día.
Ya conoces los cuatro puntos que más hablan de ti: tu pelo, tus
zapatos, tus manos y tus dientes. En estos cuatro puntos principales
son en los que más debes focalizarte de toda tu imagen. Que
siempre estén perfectos, en cualquier situación. Lo demás es la
guarnición que los acompaña. Te aseguro que si cumples el 100%
de lo anterior, tu imagen destacará positivamente, ya que si te fijas a
tu alrededor, no son muchas las personas que lleven el pelo aseado,
los zapatos impecables o las manos arregladas. Haz la prueba, sal a
pasear después de haber leído esta parte y observa a tu alrededor.
De veinte personas que pasan fíjate en cuántas pasean con el pelo
limpio y bien peinado.
“Vístete hoy como si fueras a conocer a tu peor enemigo”
Coco Chanel
Admiro a las mujeres que se esmeran en presentar cada día su

mejor imagen, aquellas que se arreglan siempre y no solo en
ocasiones especiales. Cada día es especial. Uno nunca sabe a
quién puede llegar a conocer o con quién puede llegar a
encontrarse. ¿Alguna vez has bajado la basura convenciéndote de
que es de noche y nadie te verá? Tengo una amiga que nunca sale
de casa sin pendientes y sin pintarse los labios. Te puedo asegurar
que todo cuenta, y cuando menos te lo esperas y cuando parece
que menos probabilidades hay de que alguien se cruce en tu
camino, sucede. Puedes conocer incluso al amor de tu vida.
Una vez, una alumna me dijo que había empezado a trabajar en una
empresa en Canarias y a los dos días se encontró en el
supermercado con un compañero de trabajo. Iba sin maquillar y su
compañero se quedó, al parecer, impresionado porque no parecía la
misma. Anteriormente, la había visto en la empresa con los ojos
muy pintados, y bastante más arreglada. Ahora lleva dos años
trabajando allí y dice que siempre que su compañero la ve le
pregunta: “Vanesa, ¿te acuerdas cuando te vi en el supermercado
que ibas sin arreglar?” Me imagino que a Vanesa no le hace mucha
gracia que, después de tanto coincidir con su compañero, este no
logre borrar aquella imagen de la cabeza y esté siempre bromeando
con ella.
"Nimiedad vana como parece, la ropa tiene, dicen, otro objetivo más
allá de mantenernos cálidos. Cambia nuestra visión del mundo y la
visión que tiene el mundo de nosotros"
Virginia Woolf
Si deseas proyectar una imagen elegante, las prendas que escoges

deben pasar por un buen filtro. Tu filtro que ama los detalles y busca
la distinción. No todo vale. Siempre digo que si dudas a la hora de
comprar algo es mejor que lo dejes en la tienda, porque no es para ti
y ya aparecerá lo que de verdad estabas buscando. Seguramente,
si lo compras dudando, lo más normal es que o no lo estrenes en la
primera semana en que lo compras o que te lo pongas y no te haga
ilusión. Y, si no, piensa cuando entras en una tienda y encuentras
algo que te gusta muchísimo. Lo ves tan claro que no tardas nada
en dirigirte a caja y comprarlo. Pero hay ocasiones en las que uno
parece que se lo piensa mucho. Si dudas, no compres. ¿Acaso no
es maravilloso rodearse de prendas hermosas a nuestros ojos y que
nos hacen sentir bien?
¿Y qué es más elegante: la falda o el pantalón? Siempre se ha

considerado más elegante en una mujer la falda que el pantalón.
Hasta no hace mucho no era posible tomar el té en el Hotel Ritz si la
mujer no iba en falda. Lo cierto es que hay pantalones y pantalones
y, personalmente, creo que se puede ir muy elegante en pantalones
si están bien elegidos. En cualquier caso, no olvides que una falda
en una mujer estiliza mucho más y ayuda a resaltar su feminidad
con creces. Así que, si puedes, sácale más partido a las faldas y a
los vestidos.
“Las faldas son preciosas. Se mueven muy bien y son muy

femeninas. Ellas hacen que las mujeres se vean realmente como
mujeres”
Carolina Herrera
Pero para que la falda sea elegante la regla es que debe llegar a la
rodilla. En el momento en que sube mucho por encima de esta se
gana en sensualidad pero se pierde en elegancia. Y en un puesto de
trabajo si quieres ser tomada en serio deberás optar por una falda a
la altura de la rodilla.
Respecto a si los jeans son elegantes o no, te diré que tiene más
que ver con la forma de llevarlos que con la prenda en sí. Pues hay
trajes de muy buena tela que no hacen elegante a la persona que
los lleva. Aun vistiendo de traje, si el corte, el tejido y la hechura no
son correctos la portadora no presentará una imagen elegante.
Obviamente, unos vaqueros con deslavado y rotos no se van a ver
elegantes. En cambio, si son unos vaqueros oscuros, lisos, de corte
clásico y bien combinados son un acierto a la hora de pasar a
formar parte de un fondo de armario elegante.
“La diferencia entre estilo y moda está en la calidad”
Giorgio Armani
Las prendas que elijas deben estar en perfecto estado. No lleves

hilos colgando ni prendas de baja calidad. Si la prenda no es buena,
se apreciará enseguida en la caída. Lo mismo ocurre con los
estampados. Aquellos que están bien hechos son los que casan a la
perfección y, generalmente, suelen ser más caros porque exigen
muchas horas de elaboración. Siempre que te decidas por un
estampado, fíjate bien en si casa a la perfección un lado con el otro.
Cualquier prenda que tengas en tu armario, especialmente las que
tienes de hace años, comprueba que estén en buenas condiciones,
sin descosidos, sin machas, y sobre todo que estén muy bien
planchadas.
En la vestimenta, el patrón es clave y es solo cuestión de

milímetros. Si nos fijamos en los políticos, la mayoría van vestidos
de traje, pero no por eso van elegantes. Porque vestirse con
elegancia es celebrar la precisión y el gusto por los detalles: el largo
correcto del pantalón, el largo justo de la manga de la chaqueta, el
ancho de la solapa, etc. Y estos pequeños detalles son lo que
marcan la diferencia. No se trata de ponerse lo primero que uno
encuentra. Debe ser resultado de una pequeña reflexión.
“El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante

se viste”
Honoré de Balzac
No caigas en la moda del oversize total que hace que te pierdas

dentro de la prenda. El resultado es un aspecto desaliñado. Pero
tampoco te vayas a prendas demasiado ceñidas, pues la
provocación no entra dentro de las claves de la elegancia. Lo ideal,
como decía Balenciaga, es que corra un poco de aire entre el
cuerpo y la prenda.
"Tu ropa debe ser lo suficientemente apretada como para mostrar

que eres una mujer, pero también lo suficientemente holgada como
para demostrar que eres una dama"
Marilyn Monroe
CLAVE 7: EL SIGNIFICADO DE LOS
COLORES
“El negro es la quinta esencia de la publicidad y la elegancia, una

gran cuota de color”
Versace
Los colores tienen un gran impacto en las relaciones. Hay colores

chillones, hay colores pasteles y discretos, colores intensos y
colores neutros. Los colores nos alegran o bien nos saturan, nos
generan respeto o bien desconfianza, nos aportan sofisticación o
bien vulgaridad. El secreto está en saber qué sugieren, en qué
momento usarlos y cómo combinarlos. Si eres una persona que le
gusta pasar desapercibida, seguro que el rojo no es un color que se
repita en tu armario. Si eres una persona que le gusta proyectar
confianza seguro que eres amiga del blanco o del azul. Los colores
transmiten mucha información.
Una persona que usa siempre colores vivos demuestra que tiene
confianza en sí misma y estos se asocian al optimismo. Nos
sentiremos de una forma u otra según el color que llevemos,
además de que transmitiremos diferentes sensaciones a los demás.
El negro siempre será un clásico. Es elegante y sofisticado. Aporta

autoridad, misterio y respeto y, además estiliza la figura y siempre
va con todo y para todo. Además, combinado con otros colores en
pequeños toques es una apuesta segura si no queremos arriesgar
mucho. Pero tampoco hay que abusar de él durante el día. He aquí
algunas de las emociones que evocan los colores para que las
tengamos en cuenta en función del momento:
El gris se relaciona con la profesionalidad, lo práctico y fiable.

El negro evoca lo misterioso, la elegancia y el poder.
El blanco transmite pureza e higiene.
El marrón se asocia a la sencillez. También, cuando se quiere pasar

desapercibido.
El azul genera confianza y responsabilidad. Este color suele sentar

bien a casi todo el mundo.
El verde, que abunda en la naturaleza se asocia a la esperanza,

madurez. No mucha gente utiliza este color. Pero hay que saber
elegir la tonalidad de verde, pues algunos amarillean mucho el
rostro.
El naranja es el color de la vitalidad y la energía.
El amarillo es un color que recuerda al sol y por tanto a la luz y a la

alegría.
El rosa transmite dulzura, delicadeza y suavidad.
El rojo transmite fuerza, pasión y agresividad en ciertos casos.
“El color no añade calidad al diseño, lo refuerza”
Pierre Bonnard
El armario de toda persona elegante debe albergar siempre prendas

básicas en colores neutros. Esto es: en blanco, negro y gris. Más
allá de esto, puedes ir construyendo tus looks con aquellos colores
que mejor te hagan sentir. La vida hay que llenarla de color. No solo
los que más te gusten sino los que mejor te sienten. Porque, a
veces, de entre todos los jerséis expuestos te puede gustar mucho
el negro, convenciéndote de que este te va bien con todo. Pero a lo
mejor nunca habías reparado lo mucho que te apaga cuando te lo
pones.
Hay muchas teorías del color. Se habla de piel fría o de piel cálida.
Suelen tener piel cálida aquellas personas que les quedan bien los
complementos en tono dorado y suelen tener piel fría aquellas que
les quedan mejor los accesorios en tono plata. Si tienen la suerte de
que les queden bien ambos, oro y plata, pueden ponerse cualquier
cosa. En Internet verás muchas teorías que te ayudarán a saber qué
colores te quedan mejor según tu tonalidad de piel, color de ojos y
cabello.
Como no hay dos personas iguales, la forma más fácil de reconocer

si algo te sienta bien o mal es acercándolo a tu rostro. Te
recomiendo que si hay varios jerséis en la tienda, no te guíes por el
que te gusta de lejos, sino que los acerques todos a tu rostro y te
fijes bien cuál te embellece más. Hay colores que pueden hacerte
parecer cansada, con ojeras y más arrugas. Y otros que te dan
mucha luz, brillo en los ojos y difuminan esas líneas de expresión.
Esto, por supuesto, es importante a la hora de transmitir una buena
imagen. Nadie quiere tener mal aspecto por usar un color que no es
el correcto. A partir de ahora, prueba siempre y tómate el tiempo
necesario en decidir qué color enmarcará tu rostro mejor. Si te gusta
el negro y no te sienta bien, no dejes de ponértelo. Ponlo de cintura
para abajo, o si lo pones en la parte de arriba que vaya acompañado
de un pañuelo en otro color o de un collar magnífico que te aporte
frescura.
“El mejor color del mundo es el que te queda bien”
Coco Chanel
Personalmente, no creo que haya colores que no sean elegantes,

sino que se trata de saber combinarlos y en qué proporción
utilizarlos. Una regla básica de la elegancia es que en tu look final
no mezcles más de tres colores. Utilizar un único color enfatiza el
mensaje y aporta esbeltez. La combinación de dos colores que se
funden a la perfección es ideal y tres sigue siendo elegante siempre
que sean compatibles. Mezclar más de tres colores significa
arriesgar mucho, y aunque lo vemos a diario en la calle, no suele ser
elegante.
“Los colores hablan de ti”
Philippe Starck
CLAVE 8: LA PERSONALIDAD QUE TE BRINDAN
LOS ACCESORIOS
“Antes de salir de casa, mírate al espejo y sácate un accesorio”
Coco Chanel
Aquí también es donde menos es más. Muchas veces nos

adornamos en exceso haciendo que el espectacular vestido no
destaque. La misión es realzarlo con una serie de complementos
que le den armonía sin caer en un look recargado y poco elegante.
Lo mismo pasa con una maravillosa obra de arte. Si queremos que
luzca en la pared del salón, no deberíamos poner más cuadros
alrededor, pues perdería todo su valor. Es decir, que en el conjunto
deberíamos destacar solamente una cosa haciendo que todo lo
demás acompañe. Si llevas unos pendientes largos con varios
collares, múltiples pulseras y anillos parecerá que te has puesto el
joyero encima sin ton ni son.
Elegancia implica seleccionar y eliminar.
"La ropa hace al hombre. La gente desnuda tiene poca o ninguna

influencia en la sociedad"
Mark Twain
Y yo añadiría a esta frase que no solo la ropa sino también los

accesorios. No deberías lucir completamente “desnuda” de
accesorios. Pues te dotan de personalidad, seguridad y estilo. Los
complementos son los que logran transformar al completo tu
apariencia aun llevando siempre el mismo traje. La clave está en
acertar y diferenciar los accesorios. Por ejemplo, el clásico vestido
negro por la rodilla puedes ponértelo con una chaqueta de piel, con
unas sandalias de tacón, con una bonita pulsera y con un bolso de
fiesta para salir por la noche; y puedes usarlo también para el
trabajo con una blazer, con unos zapatos cerrados de tacón, con
unos pendientes pequeños y con un bolso de día. Tu apariencia
cambia totalmente si juegas con los accesorios.
“Muchos accesorios, no sólo los bolsos, permiten a la mujer cambiar

de estilo con esfuerzo y coste mínimos: zapatos, gafas, pañuelos...”
Giorgio Armani
Una camisa se ve diferente si luce acompañada de un pañuelo al

cuello o de un collar. No es necesario tener infinidad de joyas y
complementos, sino aquellos accesorios que son más versátiles y
nos sirven para crear muchos looks. Recuerda que cuanto más
sencillo, más elegante y más posibilidad de usarlos para ocasiones
más formales y para las más cotidianas. La joyería fina sirve para
cualquier momento y además es atemporal. Por ejemplo, un anillo
de compromiso siempre ha sido y será una de las joyas más
distinguidas que podrás llevar tanto en una cena de gala como en el
trabajo. También un collar de perlas.
Las joyas son las que dan luz a tu cuerpo. Unos pendientes que
brillan hacen que tu rostro cobre vida y te aportarán un alto grado de
feminidad. No prescindas de ellas. Siempre en su justa medida.
Entre tres y cuatro accesorios es la proporción adecuada para
garantizar que no vas recargada, siempre teniendo en cuenta el tipo
de accesorio. Hay veces que con dos accesorios es suficiente para
verte perfecta.
Por otra parte, accesorios no solo son las joyas sino también las
gafas de sol, los sombreros, los guantes, etc. Estos dos últimos no
tienen la importancia que tenían antes en la sociedad. ¡Y lo que
visten los sombreros! Realzan y dotan de una gran clase a la
persona que los lleva. Por eso, en las bodas son tan utilizadas las
pamelas y tocados, pues añaden ese toque de sofisticación.
Seguramente recordarás la imagen de Jacqueline Kennedy el día

del asesinato de su marido, enfundada en un clásico traje de Chanel
en tono rosa, con sombrero pill box que se convirtió en un icono
junto con unos guantes blancos. Su imagen no sería la misma si
faltaran el sombrero y los guantes. Le decía JFK "estarán todas
esas republicanas ricas, con sus pulseras de diamantes y sus
abrigos de visón. Tú tienes que parecer tan maravillosa como ellas,
pero sencilla. Enséñales lo que es el verdadero estilo". Y así lo logró
con aquel sombrero que le aportaba clase y distinción. Se convirtió
en su seña de identidad. Hoy en día, podemos rescatarlo en
diferentes versiones y darle el valor que se merece.
"La pregunta no es: '¿Por qué usas sombrero?', si no: '¿Por qué tú
no?"
John Galliano
Y sobre todo elegir adornos de una cierta calidad. Si el pañuelo o los

pendientes no son buenos se verá al momento. Mejor no llevarlos a
que te resten categoría. Esto se ve especialmente en los bolsos.
Mejor tener dos muy buenos que muchos malos. Un buen bolso,
además de que te puede durar mucho tiempo aportará elegancia a
tu imagen. Si es de mala calidad tu conjunto perderá. Otra cosa
importante es que los bolsos deben lucir impecables por fuera y ¡por
dentro! Cuántas veces habremos visto personas en apariencia muy
sofisticadas hasta que abren el bolso y se ve un desorden en las
cosas que lleva (maquillaje suelto, monedas por aquí y por allá,
chicles fuera, etc.). Todo cuenta. Una persona se ve elegante por
todas y cada una de las cosas que lleva. Importa su monedero, su
bolígrafo, su agenda. Pues son accesorios ¿o acaso lo olvidabas?
Hablan de ti, de tu cuidado, de tu higiene y de tu delicadeza.
CLAVE 9: LA PERFECCIÓN A TRAVÉS DEL
MAQUILLAJE
“El maquillaje más hermoso de una mujer es la pasión, pero los
cosméticos son más fáciles de comprar”
Yves Saint-Laurent
Cuando hablamos de elegancia en una mujer no podemos

olvidarnos del papel tan importante que juega el maquillaje. Lo
primero es cuidar la piel del rostro todos los días, mañana y noche.
Para esto también es necesario establecer un ritual. Por la mañana
es importante limpiarla e hidratarla así como aplicar un protector
solar para evitar la aceleración del envejecimiento causada por el
sol. Y una vez hayas dado estos pasos ya tendrás la piel lista para
aplicar un maquillaje suave. Es importante el uso de un maquillaje
suave si buscas obtener un acabado elegante y de imagen cuidada.
“¡Toda la magia del cine! Dos horas de maquillaje cada mañana”
Vin Diesel
Hay, actualmente, infinidad de cosméticos en el mercado, muy

ligeros para el día a día que conseguirán darnos ese aspecto fresco
y saludable que deseamos. Son muchas las creencias, todavía, de
que el maquillaje estropea la piel. Personalmente, creo que los
productos de hoy en día tienen mucha investigación detrás y
contienen principios que incluso ayudan a mantener el rostro más
vital. Solo debes buscar los que mejor te funcionen a ti y se adapten
a tu tipo de piel. La clave está en no utilizar demasiado producto.
Dejar el rostro que parezca una máscara no es, ni de lejos,
elegante. Unificar el tono y corregir las pequeñas imperfecciones es
clave para lucir un rostro radiante.
Una vez tengas ese acabado aterciopelado y sin brillos al utilizar la

base que a ti te encaja, y esto es exactamente el tono de tu piel, ni
más claro ni más oscuro, entonces te vendrá de perlas potenciar tus
rasgos más bonitos en el rostro. De día, no necesitarás mucho
maquillaje. Únicamente una base de maquillaje matificada con
polvos traslúcidos, máscara de pestañas, colorete y un labial. Si
deseas algo más siempre puedes aplicar una sombra en tonos
pasteles y eyeliner. Pero siempre que reine la discreción.
“El maquillaje es una simple extensión de la personalidad. Junto con

los colores y la ropa, expresa algo”
Gene Simmons
Lo que buscas es dar un aspecto arreglado y que la vestimenta que

llevas se vea bonita junto con el peinado que has escogido. Hay
mujeres con una piel envidiable que apenas necesitan nada pero,
por lo general, se verá mejor si la realzas y la “vistes” un poco. La
mirada cambia totalmente después de aplicar máscara, y el colorete
bien aplicado sugiere que gozas de salud. Una vez más, son
pequeños detalles, pero marcan totalmente la diferencia.
“Lo mejor es lucir natural. Pero se necesita maquillaje para verse

natural”
Calvin Klein
Si todavía no forma parte de tu rutina el maquillarte, te invito a que

pruebes poco a poco y a que experimentes por ti misma el
resultado. Luego no querrás salir jamás a la calle sin un par de
pinceladas. Es magnífico sentirse guapa.
“Prefiero perder un buen pendiente que ser fotografiada sin
maquillaje”
Lana Turner
Muchas veces, en fotografía o al relacionarnos lo que más queda

patente de nosotras es el primer plano, pues cuando hablas con
alguien miras a la cara. De ahí lo imprescindible de dedicarle tiempo
cada día. No dejes que el traje desmerezca por ir sin gota de
maquillaje y, sobretodo, no menosprecies el poder de un rostro
preparado, discreto y elegante. Potencia esos rasgos que tienes. Te
dará mucha más seguridad en tus relaciones y elevará tu
autoestima.
“Me encanta la seguridad que me da el maquillaje”
Tyra Banks
Para la noche podrás intensificar el maquillaje con ahumados y

labiales más subidos que destaquen tu feminidad. Lo mismo ocurre
con los vestidos, durante el día son más sobrios y por la noche se
pueden enriquecer con bordados, adornos, lentejuelas, etc.
“Diviértete. Sonríe. Y nunca dejes de usar pintalabios”
Diane Keaton
Jamás te acuestes sin haber pasado por tu tocador para

desmaquillarte y limpiar bien la piel para que descanse
profundamente por la noche. Aplica una crema nutritiva o
reparadora de noche para que por la mañana vuelva a estar en todo
su esplendor.
“Creo que todas las mujeres son preciosas sin maquillaje…pero con
el maquillaje adecuado pueden ser increíblemente poderosas”
Bobbi Brown
No tengas pereza en mimarte. Es para ti, primero. Creo firmemente

en que no hay personas feas. Todas tienen algo de especial. Y es
increíble ver cómo ganan las mujeres cuando se arreglan. Una vez
más, maquillarse o no maquillarse es cuestión de prestar atención
por los detalles. En muchos trabajos ya lo incluyen en su Manual de
Protocolo: recepcionistas, azafatas de vuelo, secretarias... No es
casual. La imagen es tremendamente poderosa.
Hay quien dice por ahí que sin maquillaje es fantástica y maquillada
es, sencillamente, una obra de arte. Para esto tampoco hay
ocasiones, todos los días son esa ocasión. Nunca sabes qué puede
tener guardado para ti el destino. Así que mejor que te pille perfecta.
"No hay mujeres feas, sólo mujeres descuidadas"
H. Rubinstein
“El perfume, como la seda, el vino y las flores, es uno de los lujos
necesarios de la vida. Su aroma es como un buen vino, que
necesita oxigenarse antes de alcanzar el punto de perfección”
Sofía Loren
Toda mujer que sueña con desprender elegancia debería incluir en

su ritual mañanero perfumarse para conquistar el mundo. Las
fragancias nos despiertan, evocan miles de sensaciones y dejan
huella. Dan personalidad a quien las lleva. Jamás subestimes el
poder de un buen perfume. Por muy bien vestida que vayas,
necesitas el apoyo de una nota suave y delicada que hable de ti y
resalte tu imagen. Sin ese perfume que te define, nada será igual.
“Siempre quise tener una fragancia, siempre quise poder

conectarme con la gente de forma diferente a como lo haces a
través de una película. Un perfume es algo increíblemente íntimo.
Puede evocar pensamientos específicos o recuerdos y es un poco
diferente para cada persona que lo usa”
Elizabeth Taylor
Todo lo que nos rodea desprende un olor, aunque nosotros ya no lo

percibamos muchas veces. Nuestra casa y nuestro coche tienen un
olor particular, que imprimimos solo nosotros. La memoria olfativa es
la única que no se deshace y tiene mucho más poder que cualquier
otro sentido.
Una vez más, hablamos de una sabia elección de aroma, en el
punto justo. Un perfume que te identifique y que contenga las notas
que te dan alegría y parece transportarte a otro lugar, un perfume
que te haga soñar, porque va a condicionar tu estado de ánimo. Te
va a alentar en ocasiones y en otras te va a dar seguridad, pero
siempre feminidad. Muchas personas huelen bien pero una persona
elegante elige el perfume que mejor la define y generalmente es fiel
a esa fragancia sin abusar de ella. No elige la primera que ve o la
que tiene más a mano. Es exigente en escoger la mejor para ella.
Lo ideal es perfumarse todos los días y que nuestra fragancia se

perciba de cerca y no a kilómetros. Algunos perfumes son tan
excesivamente fuertes que, en lugar de atraer, alejan.
Elige un perfume que no tenga nadie de tu entorno. Debe ser único.

Si todas lo llevan no será especial en ti. Aunque en cada persona
huele de una forma, en líneas generales se puede adivinar que es el
mismo perfume. Creo que no hay halago más bonito que puedas
recibir que alguien haciéndose eco de lo bien que hueles siempre.
“El perfume es la forma más intensa del recuerdo”
Jean Paul Gaultier
El perfume, al igual que cada una de las cosas que llevas y haces,
habla a gritos de ti. Tiene una gran influencia en tus emociones y
percepciones. Y crea unas asociaciones tan fuertes que sobreviven
en el tiempo. Según un estudio de The Rockefeller University, el ser
humano puede recordar el 35% de lo que huele, frente al 5% de lo
que ve, el 2 % de lo que oye y el 1% de lo que toca. Por lo tanto, la
fragancia que desprendes o no desprendes condicionará tu futuro.
En general, los perfumes extraídos de las flores, como el jazmín, el
azahar o las rosas prestan su esencia a las mejores fragancias. Los
que llevan notas orientales, como el pachuli o la canela, están más
cargados de sensualidad, y los cítricos y afrutados aportan frescor y
juventud.
Haz de tu perfume tu marca personal. El mejor para ti será el que
refleje exactamente tu personalidad y lo que desees proyectar en
cada momento. Aplica unas gotas donde mejor se aprecien los
latidos del corazón, como en las muñecas o en la nuca, y déjate
envolver por una buena fragancia que te haga sentir especial, única
y elegante.
“El perfume de una mujer dice más sobre ella que su letra”
Christian Dior
SEGUNDA PARTE
ACTITUD
La elegancia es mitad imagen y mitad actitud, por lo que no

podríamos olvidarnos jamás de esta parte tan esencial. Tu éxito lo
determina tu imagen y tu actitud. Ambas cosas en combinación.
Hasta el momento, hemos hablado solo de la parte externa, la que
es más fácil de moldear. Y ahora nos centraremos en la más
profunda, la que tiene que ver con tu actitud, con tu forma de
pensar, de vivir y de relacionarte. La que afirma si una persona es
verdaderamente elegante.
“Siembra un pensamiento y cosecharás un acto;

Siembra un acto; y cosecharás un hábito;
Siembra un hábito y cosecharás un carácter;
Siembra un carácter y cosecharás un destino“
Charles Reade
CLAVE 11: EL OPTIMISMO PARA UNA VIDA
PLENA
“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse

contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber
exigir con todas sus fuerzas aquello que desea”
Paulo Coelho
Una persona elegante desprende alegría y entusiasmo, lo que

hace que sea percibida como una persona positiva y feliz. Todos
queremos rodearnos de gente que nos hace sonreír y nos llena de
energía, y esto solo puede lograrlo una persona que es positiva y
tiene un corazón y una mente sana y limpia. La elegancia no
entiende de pesimismos, ni de negatividad ni de críticas.
"Juzgar a una persona no define quién él es sino quien tú eres"
Anónimo
Una persona elegante no critica ni crearía problemas sino que

trataría de buscar soluciones en todo momento, y esto es lo que la
eleva por encima de todo. Este optimismo se contagia, al igual que
se contagia el pesimismo.
“Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras

penas, nuestros problemas perderían importancia”
Anatole France
Me sorprenden las personas que ante las adversidades más
terribles conservan la calma, el buen humor y consiguen ver el lado
bueno de las cosas.
“Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre”
Voltaire
Estoy convencida de que a ser positivos y a tener una buena actitud

ante la vida también se puede aprender, haciendo sonreír a los que
nos acompañan, cosechando el buen humor, riéndonos de nuestros
defectos y siendo más naturales. Cada día es una ocasión especial
para sacar lo mejor de ti. De ti depende hacerlo único o dejarlo
pasar. De ti depende derrochar alegría por donde pasas y crear un
ambiente de magia. Solo tú puedes hacerlo.
“La sencillez es la clave de la verdadera elegancia”
Coco Chanel
A veces, me sorprende escuchar a la gente decir de una persona

que iba muy elegante y llamativa. No son dos adjetivos que puedan
ir juntos. Decía Beau Brummell, considerado el hombre más
elegante de la Inglaterra del siglo XIX, que la elegancia nunca se
debe notar. En el momento en que algo es llamativo deja de ser
elegante. Por eso, cualquiera de las elecciones que hagas en el
vestir y presentarte que siempre te impriman un aspecto pulcro,
refinado y discreto. Si destacas, destaca solo una cosa de tu físico,
pero no todo a la vez, porque se verá extravagante.
Utilizar demasiados colores o demasiados adornos y prendas hace

que tu estilo se vea muy recargado y cuantas más cosas combines
más probabilidades hay de no acertar. No hace falta que te pongas
todos los accesorios encima. A la hora de elegir las prendas, serán
más elegantes aquellas en las que haya menos cortes y menos
pinzas. Balenciaga siempre afirmaba que cuanto más limpio se viera
el diseño más fino se vería.
“Menos es más”
Ludwig Mies van der Rohe
Hay una regla que a mí siempre me ha funcionado y te puede

ayudar a la hora de vestirte. Es la regla del 8. Esto quiere decir que
para lograr un acabado elegante no deberíamos de llevar más de
ocho cosas encima. Por ejemplo, unos zapatos con una falda y un
jersey, unos pendientes, un collar y un bolso suman seis. Todavía
podríamos añadir una pulsera y una chaqueta y nuestro atuendo
encajaría perfectamente en la elegancia. Por supuesto que si llevas
nueve o diez artículos no quiere decir que no vayas elegante, pero
esta regla te puede ayudar a la hora de cerciorarte si llevas o no
demasiados abalorios. Hay ocasiones en las que tenemos un
vestido precioso, que lo único que necesita es un acompañamiento
sutil porque lo que queremos que destaque es el vestido. Llevar
muchos adornos restaría importancia al vestido y no llevar
complementos lo dejaría prácticamente desnudo. Una vez más, se
trata de saber elegir y esto es algo que se va desarrollando con el
tiempo.
“La simplicidad es la máxima sofisticación”
Da Vinci
La clave está en no sobrecargar, porque la moda nos lleva a

exagerar y muchas veces a disfrazarnos. Nos pasa igual que con la
información, no por disponer de más datos vamos a estar mejor
informados. Con nuestra imagen ocurre lo mismo: cuantas más
prendas tenemos para elegir más difícil es acercarnos al ideal de
elegancia, porque experimentamos y no siempre conseguimos el
resultado deseado.
Se trata de ser sabia en la elección y elegir lo que mejor te sienta a

ti acorde a tu personalidad, a tus rasgos y a tu estilo de vida.
“Hazlo simple, pero significativo”
Don Draper
“La moda dice yo también, el estilo dice solo yo”
Geraldine Strutz
Por las mangas de tu chaqueta, por el largo de tu pantalón, por la

tela de tu blusa, por la calidad de tu bolso, por el número de
accesorios, por el estilo de tus zapatos, por tu peinado, por tus
movimientos…cada una de estas cosas arroja mucha luz sobre ti.
No hay dos personas iguales por mucho que vayan vestidas de la

misma forma. Ya sabemos eso de que lo menos parecido a una
mujer es otra mujer. Lo que lleves tienes que saber defenderlo, que
encaje con tus gustos y tu personalidad. Ser elegante es ser
auténtica en todo. En la imagen y en el carácter.
La elegancia es una forma de vida que se sustenta en la

autenticidad. Es un conjunto de cualidades que van desde el
comportamiento social hasta la simple delicadeza y el buen gusto.
Ser elegante está vinculado menos a qué te pones y más a cómo lo
luces, es fruto de una formación temprana y de la observación
constante de detalles.
Una imitación no es auténtica, por eso no pretendas ser la réplica de

nadie. Eres única e irrepetible. Sí puedes, y debes inspirarte, pero
crea tu propio estilo y no te dejes llevar solo por la moda. Elige con
criterio. Hay personas que siguen la moda tan al pie de la letra que
terminan por perder su propia esencia. Muchas veces, esto se
asocia con una falta de autoestima.
“La elegancia es una cualidad física. Si una mujer no la tiene
desnuda, no la tendrá vestida”
Karl Lagerfeld
Una persona es auténtica en cada expresión de su ser: en cómo se

relaciona con un cliente, con un compañero de trabajo, con un
amigo, con su hijo. No finge, sino que brota de su alma esa magia
envuelta de elegancia. Y eso es lo que la hace especial. No llama la
atención y consigue ser recordada. Ese allure que es ante todo
actitud, nobleza y sencillez.
“ Con los años he aprendido que lo importante en un vestido es la

mujer que lo viste”
Yves Saint Laurent

"La elegancia es una mezcla de distinción, naturalidad, esmero,

sencillez y color"
Christian Dior
La naturalidad es cualidad esencial de una mujer elegante. No se

avergüenza de sus errores sino que aprende de ellos. No se pone
una máscara para fingir lo que no es delante de los demás. Sabe
que lo que hay bajo esa máscara se descubrirá tarde o temprano. Y
sabe adaptarse a todas las situaciones. Lo bonito de la elegancia es
que la naturalidad hace que esta sea viva, hace que sea real y
cercana. No es una actitud y un comportamiento forzado. Brota de
su interior y encandila. Aquí es donde se ve claramente si una
persona es elegante o pretende serlo. Aunque la persona elegante
tiende a buscar la perfección, he aprendido que la imperfección es lo
que cala hondo en el que la ve.
“Ser natural es la más difícil de las poses”
Oscar Wilde
Imitar patrones, ser estática y rígida no te harán lucir elegante. Ser

espontánea y natural sí. Dentro de unos límites. Naturalidad a la
hora de desenvolverte en sociedad. De ser tú misma. Debes ser
capaz de adaptarte a las diferentes situaciones, y nunca llamar la
atención sobre ti. Esto último no es elegante. Elegancia es
discreción, no hacerse notar. Cuando a veces queremos ser tan
elegantes, pecamos por ir en contra de lo que es natural en ese
momento. Y ahí está la otra clave.
“Allí donde fueres haz lo que vieres”
La naturalidad lleva a una proximidad, a un aprecio y a un respeto

en las relaciones sociales. Ser natural es ser tú misma, sin
imitaciones, acorde a tu naturaleza intrínseca y dejando que florezca
tu personalidad, con tus defectos y tus virtudes. Lo importante es
centrarte en lo positivo y potenciarlo. Recuerda, en ti coexisten tres
yoes distintos: el que eres, el que crees que eres y el que los demás
ven.
Lo ideal sería que coincidieran los tres.

“Cualquiera puede arreglarse y tener mucho glamour para un evento

pero lo más interesante es el modo en que la gente se viste en su
tiempo libre”
Alexander Wang
Saber elegir es una característica de la persona elegante que se

aplica en todas las facetas de su vida, ya no solo en la creación de
un look sino también en la elección de un restaurante, en la
decoración de su salón o en la misma elección de las personas con
las que desea pasar su tiempo.
Cuanto más tiempo dedicas a algo, más confianza y seguridad vas

ganando con ello. Tus conocimientos se amplían y te resulta más
fácil inclinarte por una opción que por otra. Con el desarrollo del
estilo elegante ocurre lo mismo. Cuanto más te fijas en peinados o
en zapatos más vas nutriendo tu sentido del gusto. Es un
aprendizaje como otro cualquiera que requiere entrenamiento pero
que, únicamente, se consigue si se desea lo suficiente.
Saber elegir significa amar los detalles. Al final, son estos los que
marcan la diferencia. Una persona que presta atención a los
detalles, tiene mucho ganado, porque si presta atención a su forma
de vestir y presentarse simboliza que prestará atención en otros
momentos de su vida. Somos lo que somos en todo lo que
hacemos.
Te animo a que seas muy selectiva y a que no te conformes, que

busques mucho hasta encontrar aquello que sea especial y bello a
tus ojos. Esto requiere buscar mucho, pasear, ver, informarse hasta
que vas puliendo y encontrando lo estéticamente elegante y lo que
te acabará definiendo. No se trata de llevar puesto todo lo que sale
en las revistas, sino inspirarse y adoptar lo que te gusta y te sienta
para luego crear tu propio estilo. Un estilo que perdure en el tiempo.
“La moda es lo que te ofrecen cuatro veces al año los diseñadores.

El estilo es lo que tú eliges”
Lauren Hutton
Como bien dice Alexander Wang, una persona no puede ser

elegante solo cuando se viste bien para ir a trabajar, sino que una
persona es elegante cuando lo es en todo momento, incluso en su
tiempo libre: con sus amigos, con su pareja, con sus hijos, con un
desconocido o cuando está a solas, porque lo hace para sí misma.
¿Eres de las que cuando estás sola por la noche en casa te pones
lo más viejo y vas toda desaliñada aprovechando que nadie te ve?
Pues bien, te diré que te ves tú misma, la persona más importante.
Te invito a que destierres esas prendas viejas de tu armario, que no
las tengas ni de cerca y que en su lugar te vistas con un bonito
camisón o pijama y unas zapatillas preciosas que te alegren en tu
preparación al descanso. Péinate antes de acostarte, hidrata tu piel,
mímate.
“La alegría de vestir es un arte”
John Galliano
Recuerda que con cada prenda y complemento que eliges, y te

pones, estás comunicando. Mucho antes de hablar, mucho antes de
presentarte ya estás causando una impresión. En muchas
ocasiones es lo único que se va a ver de ti. No podemos no
comunicar. Dicen que tardamos solo unos segundos en formarnos
una primera impresión de la otra persona. Y así es, no es mucho lo
que se tarda en descubrir si una persona tiene buen gusto o si lleva
lo primero que ha encontrado en el armario y se viste porque hay
que vestirse. Jamás olvides que como te ven, te tratan.
Seguramente, habrás visto en Internet el famoso vídeo viral en el
que un hombre mal vestido se desmaya junto a una fuente y nadie
va a socorrerle, pues piensan que puede ser alguien que viva en la
calle. Sin embargo, cuando el que se desmaya es un hombre
vestido de traje y corbata, de repente las personas comienzan a
rodearle para intentar ayudarle. Tu imagen puede hacer que pases
totalmente desapercibido o puede hacer que dejes huella.
“El estilo es una forma de decir quién eres sin tener que hablar”
Rachel Zoe
CLAVE 16: SEGURIDAD ES TODO LO QUE
NECESITAS
“Usted y yo no vemos las cosas como son. Vemos las cosas como
somos”
Henry Ward Beecher
El poder de nuestra mente es tan importante y tan valioso que

condiciona nuestro destino. Lo más significativo es lo que te dices a
ti misma, por eso proyectas lo que proyectas. Una persona elegante
desprende seguridad en sí misma, se siente a gusto con su vida,
con su familia, con sus amigos, con su imagen, con su casa, con lo
que hace.
Desde pequeños se va formando nuestra autoimagen mental y se

va nutriendo también de lo que los demás opinan de nosotros. Esto
es peligroso, porque pueden llegar a condicionarnos y sabotear
nuestra imagen. No permitas que la opinión que otros tengan de ti
condicione tu futuro.
Ten confianza en ti, en tu valía. Jamás puedes compararte con otras

personas. Compárate siempre contigo misma. Eres una obra de
arte, única y valiosa.
¿Cómo demuestras esa seguridad? Creyéndotelo, teniendo tu estilo

y tomando tus propias decisiones. Tú eres la que llevas el timón de
tu vida. La que elige cómo desea pasar el tiempo, la que elige qué
prenda ponerse, la que elige cuál va a ser su próximo paso.
Ya hemos hablado anteriormente del poder de la ropa. Aunque la

vestimenta no hace a las personas, influye totalmente en ellas. Si te
sientes cómoda con lo que llevas y con cómo te presentas tendrás
más confianza a la hora de interactuar con los demás.
Regálate palabras y pensamientos positivos que ayuden a reforzar

tu autoestima. En el fondo, debes estar orgullosa de la persona que
eres. Ten siempre presente que de la forma que tú quieres que te
vea el mundo así te verán.
"Veo la belleza como espíritu y energía. Algunas veces las mujeres

más guapas en el mundo no me inspiran, pero las que salen
adelante con espíritu y seguridad en sí mismas me encantan"
Kate Hudson
Recuerda, si deseas ser elegante, tienes que llevarlo en tu mente y

creerlo así. Si tú no lo crees, los demás tampoco. Puedes llegar alto
aun cuando nadie crea en ti, pero no lo conseguirás si no eres tú la
que cree en ti. Siempre cree en ti.
“La elegancia está en la mente. Si la tienes, el resto viene solo”
Diana Vreeland
“Solo hay dos formas de vivir la vida: una, es pensando que nada es
un milagro y la otra, es creer que todo lo es”
Albert Einstein
Una persona elegante vive desde el agradecimiento y no desde la

exigencia. Se contenta con las pequeñas cosas de la vida, como
poder tomar un café sabroso en un día soleado y en un lugar
acogedor. Se alegra con un saludo que alguien le brindó. Gracias a
su mente que cultiva el agradecimiento diario, todos estos gestos
cotidianos pasan a endulzar su carácter y a vivir intensamente cada
momento. Aquí reside la otra clave, tómate tu tiempo cada día para
disfrutar de momentos mágicos y agradece.
Al igual que un motor que tiene que hacer un largo recorrido

necesita parar y descansar cada cierto tiempo, tú funcionas igual
que ese motor. Para avanzar, tienes que detenerte. Muchas veces,
vamos corriendo a todos lados, siempre estamos haciendo cosas y
apenas dedicamos tiempo a la reflexión y al agradecimiento.
Personalmente, me gusta terminar el día pensando qué momentos
bonitos he tenido en el día y los escribo en mi cuaderno de bitácora.
Puede que no lo vuelva a leer, pero es un ejercicio tan bonito y tan
valioso que acostarte pensando en esas cosas maravillosas del día
hace que tu sueño sea otro. Tal vez nos hizo mucha ilusión ver a
alguien de camino a la oficina y como duró solo unos minutos, tan
pronto llegamos al trabajo, nos olvidamos porque pasamos a otro
tema. O tal vez alguien te hizo sonreír. No permitas que se quede en
el olvido y escríbelo antes de irte a dormir.
"La gratitud es la memoria del corazón"
Lao Tse
No solo las grandes celebraciones son motivo de recuerdo. El

secreto es darle importancia también a las cosas que a simple vista
parecen insignificantes pero que tienen la capacidad de elevar tu
estado de ánimo. Pruébalo un tiempo y verás cómo funciona.
“Maldecía el hecho de no tener zapatos hasta que conocí a un

hombre que no tenía pies. Eso es lo que dice un proverbio persa.
Fuera quien fuese el que la escribió, sabía de qué se trataba.
Resulta muy fácil caer en la muy humana trampa de centrarnos en
aquello de lo que carecemos en lugar de dar gracias por lo que
tenemos”
Robin S. Sharma
“La manera de dar vale más que lo que se da”
Pierre Corneille
Paralelamente al agradecimiento, está el dar. Una persona

elegante solo piensa en cómo dar. Cuando vive y actúa
desinteresadamente, la vida se encarga de poner las cosas en su
sitio. Porque si das, recibes. Lo bonito no es hacerlo para recibir
después, sino hacerlo porque te hace feliz. Porque has sido el canal
para que otra persona disfrute de algo en lo que tú has mediado.
Porque sientes que tu vida cobra más sentido así.
No se trata de hacer grandes donaciones si no puedes. Se trata de

entregar lo mejor a los que te rodean. Muchas veces ni tan siquiera
requiere gastar dinero, sino dedicar tiempo. Y esto es lo más
valioso. Acompaña a tu madre al médico aunque no te lo pida,
prepara una comida sorpresa para tu marido, escribe unas líneas a
tu amiga o a tu familia que está lejos. Verás que la vida tiene más
sentido. Una persona con una actitud humilde, de entrega y de
agradecimiento tiene mucho ganado en su camino hacia la
elegancia. Las personas que entregan y agradecen suelen tener una
vida más plena. Piensa que los pasos que das o no das te ponen en
un sitio o en otro.
"Cualquier cosa que creas que el mundo no te está dando es porque

tú no se la estás dando al mundo. Intenta lo siguiente: cualquier
cosa que creas que los demás no te están dando, intenta darlo tú a
los demás. La práctica es dar lo que quieres recibir. La abundancia
nace de ti"
Eckhart Tolle
Dedica tiempo y pon todo tu empeño en el acto de dar, en cada cosa

que tú ofreces a otra persona. Puede ser que estés esperando en la
cola de Correos y reparas en que la persona que tienes al lado
necesita un bolígrafo. Anticípate y ofrécele el tuyo. No esperes a
que te lo pida, y no lo entregues como si fuera un trabajo o como
una interrupción. Podrías haberlo necesitado tú. Cómo se lo has
facilitado, con cariño y atención, dice mucho de tu elegancia. Puede
ser que una señora que está a tu lado en el supermercado no
alcance el tarro de mermelada, ayúdale y muestra todo tu amor en
este acto. Esta es la verdadera elegancia, la que nace del corazón y
la que deberíamos practicar todos los días. Siempre podemos ser
más útiles a los demás, basta con estar donde estamos, centrados
en el momento. ¡Propóntelo y experimenta el resultado!
“El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos;

dondequiera que estemos, está también nuestro aprendizaje”
William Shakespeare
Cuidar la mente de la misma forma que el cuerpo. Nutrirla de

aprendizaje. Esto forma parte del estilo de vida de toda persona
elegante.
“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se

adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo
estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”
Eric Hoffer
Una persona elegante está abierta al aprendizaje y lo necesita para

vivir y sentir ilusión en el día a día. Tiene inquietud por saber más
sobre temas que le apasionan. Siente alegría de estar en contacto
con las disciplinas que son de su interés. Sigue asistiendo a
seminarios, cursos, exposiciones, porque sabe que todavía queda
mucho por aprender. Siempre va a conocer gente nueva y se va a
dejar envolver por un entorno diferente. Y esto es parte del
aprendizaje. Las cosas evolucionan. Imagínate un médico que ha
estudiado la carrera de Medicina hace treinta años. Si no ha ido a
congresos, formación sobre los avances y nuevos usos de
máquinas, se puede decir que es una persona obsoleta en lo suyo
por mucho que lleve tres décadas en la profesión.
“Aprender es como remar contra corriente: en cuanto se deja, se
retrocede”
Edward Benjamin Britten
Lo que diferencia precisamente a unos de otros es el poder del

conocimiento, sobre todo el interés por avanzar.
El interés de aprender, por lo tanto, es necesario, pero lo cultivan

solo los deseosos de crecer y dar lo mejor. Y es que además, se
benefician durante el proceso y está demostrado que las personas
que se mantienen al día ocupados en tareas que les reportan
aprendizaje tienen una mejor calidad de vida, desarrollan menos
enfermedades y se sienten más vitales.
“Es la emoción del aprendizaje la que separa a la juventud de la

vejez. Mientras usted está aprendiendo, no tiene edad”
Rosalyn S. Yalow
Una persona elegante tiene deseos de aprender, de mejorar, de

autorrealizarse, de adentrarse en nuevos proyectos y rodearse de
gente con pasión. Ganas de experimentar cosas nuevas y de
superarse.
“Las experiencias nuevas son muy útiles, porque enriquecen el

espíritu”
Margaret Mitchell
Es consciente de lo mucho que puede significar cambiar de rutina,

adentrarse en mundos nuevos y probar cosas diferentes. A veces
somos muy rutinarios y debemos estimularnos. Cualquier cambio
supone un aprendizaje, sea lo que sea. Y un pequeño cambio puede
representar una gran diferencia.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Albert Einstein
Nunca es tarde para aprender aquello que siempre has querido

saber. Únicamente depende de ti y de tu decisión. Tú eliges tu
camino. No hay excusas para lo que de verdad deseas. No lo
pospongas más. Lo más importante es que reflexiones sobre el
valor que eso te va a aportar en tu vida. Rodéate de gente que te
aporte, que te anime a crecer y regala también tu conocimiento.
Muchas veces no hace falta ni que gastes nada. Un simple

documental te puede aportar mucho. Lo interesante es no ver el
aprendizaje como una carga sino como una gran satisfacción
personal y como el motor que rige tu vida.
“Vive como si fueses a morir mañana. Aprende como si fueses a

vivir para siempre”
Mahatma Gandhi
Invierte en tu formación, es lo más valioso que tienes y lo que jamás

podrán arrebatarte.
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es

un acto sino un hábito”
Aristóteles
El ocio habla de tus gustos e intereses, de las actividades que

desarrollas en tu tiempo libre, cuando no hay obligación de nada.
Tirarse en el sofá a ver la televisión como única afición no es propio
de una persona elegante.
A una persona elegante le gusta viajar de la forma que sea.

Subiéndose a un avión o embarcándose en un libro. Le ilusiona
descubrir actividades nuevas y lugares de ensueño, socializar en
todo momento, pensar a lo grande y, sobre todo, soñar. No se pone
límites. Muchas veces imaginar una cosa te reporta el mismo placer
que disfrutarla.
“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes,

estás en lo cierto”
Henry Ford
El ocio que elige una persona elegante generalmente está asociado

a rodearse de la belleza, del arte y de la cultura. Los sitios que
frecuentemente escoge, como puede ser una cafetería, desprenden
elegancia en algún punto para ella. Puede ser la vajilla en la que le
sirven el café, la misma persona que lo sirve, la decoración del
entorno. Pero algo hay que la invita a soñar y vivir en un mundo de
elegancia. Elige calidad y la valora. No se conforma con cualquier
cosa y desea experimentar la calidad y la excelencia en el servicio
de ese café. Con esto, no quiero que te vuelvas sibarita. Creo que
humildad y elegancia van de la mano, pero sí te invito a que en la
medida de lo posible elijas qué hacer y a dónde ir tras haberlo
pensado dos veces. Esta es una de las claves principales sobre
cómo una persona elegante decide pasar su tiempo de ocio.
Todo pequeño movimiento tiene una importancia vital y esto le lleva

a vivir una vida elegante, como había soñado. ¿Hay algo más bonito
que apreciar las cosas bien hechas y abstraernos del mundo con
solo contemplar esta belleza? A veces se necesita. El ocio de una
persona elegante no siempre implica gastar mucho dinero, solo
saber elegir las ocasiones y sitios perfectos para empaparse de
belleza, la que luego queda en nuestro subconsciente. A fin de
cuentas esto es lo que importa, lo que vives y cómo lo vives.
“Finalmente todo se conecta: personas, ideas, objetos. La calidad de

las conexiones es la clave para la calidad en sí”
Charles Eames
Antes de terminar esta clave, me gustaría compartir contigo un

precioso poema de Pablo Neruda que te animará a descubrir
experiencias únicas.
Muere lentamente quien no viaja,

quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,

repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.
Muere lentamente quien evita una pasión

Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaídos.
Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho

con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los
consejos sensatos
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Arriesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!
“No se puede no comunicar, hagas lo que hagas siempre transmites

algo”
Paul Watzlawick
Muchas veces, no hace falta hablar con una persona para adivinar
qué piensa o siente. Los gestos hablan por sí solos. Pueden denotar
nerviosismo, tristeza, seguridad, alegría.
Muchos estudios demuestran que es más importante la

comunicación no verbal que la verbal. Y, en efecto, si bien las
palabras tienen una gran carga positiva o negativa, los gestos que
las acompañan son más decisivos. Los gestos enfatizan el mensaje,
hablan de ti, y solo son eficaces y convencen cuando coinciden
100% con el lenguaje verbal. Es decir, que dices lo que piensas y es
verdad.
Hay muchos tipos de gestos: gestos indicadores, descriptivos, etc.

En países mediterráneos utilizamos mucho las manos y, aunque son
necesarias para comunicar, es importante que te quedes con esto:
una persona elegante utiliza los gestos con mucha moderación, para
acompañar su mensaje y poco más. Y lo que es más importante,
cualquier gesto que hace es suave y delicado. Mover demasiado las
manos y el cuerpo, en general, demuestra falta de control, y sobre
todo si lo haces por encima del pecho o más abajo de las caderas.
Elegancia requiere firmeza y control de la situación. No rigidez, pero
sí dominio.
Lo que diferencia a una persona elegante es el control y el decoro

que tiene en cada momento, incluso cuando está a solas. Si eres
elegante, lo eres hasta cuando nadie te ve, porque lo que tú eres se
basa en hábitos que repites día tras día. Si en tu casa no dejas de
tocarte la cara, cuando estés acompañada te saldrá con toda la
naturalidad porque has estado reforzando, sin saberlo, el gesto de
llevarte las manos a la parte superior de tu cuerpo. Se trata de
controlar el movimiento sin restar personalidad. Ser expresiva y
natural, pero con elegancia. Los estudios demuestran que las
personas más inteligentes gesticulan menos porque hacen más uso
de su extenso vocabulario y se centran preferentemente en las
palabras, en cambio aquellas con menos repertorio se sirven más
de los gestos que de las palabras para transmitir su mensaje, lo que
deja en evidencia sus intenciones.
“Al estar quietos, al andar, al sentarse en la mesa, el gesto, la

mirada, el rostro deben conservarse siempre con decoro y dignidad”
Cicerón
Hay otros gestos que son una gran barrera en tus relaciones, por
ejemplo el cruzarte de brazos o llevarte las manos a los bolsillos,
que aunque podrían indicar que tienes frío en algún momento,
cuando estás hablando con alguien podrían crear un clima negativo,
al tratarse de una postura que uno adopta cuando está a la
defensiva o no está de acuerdo en algo. Los gestos que realizas
influyen en tu forma de desenvolverte porque además de
condicionar lo que tú piensas y de demostrar lo que sientes, crean
una respuesta positiva o negativa en el que te ve.
Se puede leer la actitud y los pensamientos de los demás por sus

gestos. Antes, que solo había radio y prensa escrita, los políticos,
por ejemplo, solo tenían que dominar la palabra. Ahora ya se
preocupan por la imagen que proyectan a través de televisión.
Te invito a que tomes un día de análisis y conciencia sobre los

gestos y movimientos que haces. Te sorprenderás seguramente de
toda la danza que ejecutas con un ir y venir de manos. Uno no se da
cuenta porque no se está viendo todo el tiempo y muchos gestos los
arrastramos desde pequeños, como el rascarse la cabeza
continuamente, tocarse el pelo cada dos por tres, frotarse el
estómago, comerse las uñas o bostezar.
Cambiando el lenguaje de tu cuerpo puedes cambiar muchas cosas

de tu vida.
“La profundidad de una persona no se mide por la huella que deja al

pasar sino por la distancia que abarca su mirada”
Carolina Herrera
Una mirada lo dice todo entre dos personas. Es la parte del rostro
que más capacidad tiene para conectar con los demás. Al hablar
con otras personas, nos miramos a los ojos y percibimos qué
sienten realmente. Se puede fingir con las palabras pero no con los
ojos.
La mirada es el lenguaje del corazón, decía William Shakespeare.

Así, hay miradas limpias, inocentes, interesantes, tristes, seguras,
tímidas, perdidas, alegres, etc. Refleja a la perfección el interior de
la persona, y puesto que la elegancia parte del interior, la mirada
influye totalmente a la hora de considerar a una persona elegante o
no. Puedes ir muy bien vestida, pero lo que queda en el
subconsciente de la otra persona es cómo le has hecho sentir. Si tu
mirada ha sido pura, cálida y profunda. Es una parte de tu imagen
que no se puede maquillar. Simplemente sale de ti.
Puedes modificar el lenguaje no verbal pero no podrás disfrazar tu

mirada. Tus pupilas se dilatan y contraen sin que puedas mediar en
ellas. Con una mirada puedes conseguir lo que deseas: calmar,
brindar ánimo, retar, emocionar, seducir y hasta que una persona
siga tus órdenes.
“La mirada es posiblemente la más asombrosa técnica humana de

cortejo: el lenguaje de los ojos”
Helen Fisher
Muchas veces, la persona no sabe a dónde mirar y esto dificulta la

comunicación. En ocasiones, por perder el contacto visual y otras
por mirar de una forma inapropiada. Hay tres tipos principales de
mirada, dependiendo del interlocutor que tenemos y de nuestra
finalidad. Existe la mirada social en la que hacemos un recorrido
visual en forma de triángulo de los ojos a la boca; la mirada íntima,
cuando abarcamos más recorrido y llega de los ojos al pecho; y la
mirada de poder, con la que intimidamos a alguien, y para ello la
mirada se centra en un tercer ojo imaginario que está entre los dos
ojos. Utilizar una mirada u otra cambia el significado.
“Lo puedes conseguir todo con esa mirada que tienes”
Catherine O´Flynn
La belleza de unos ojos no está en su color sino en el tamaño de la

pupila y en la luz que irradian. Lo que más importa es la profundidad
de la mirada. Unos ojos solos no dicen nada. Por eso, aunque haya
muchas personas con los ojos del mismo color, cada mirada es
única porque cada interior es particular. Cadamirada es la puerta del
corazón. Cuando el interior de esa persona es magnífico, los ojos lo
confirman.
“Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo”
Christian Friedrich Hebbel

“La sonrisa es a la belleza, lo que la sal es a los alimentos”
Carlo Dossi
El rostro es el reflejo del alma y enseguida se aprecia si una

persona es feliz o si sufre, pues aunque en ese momento tenga una
actitud buena, los surcos de su rostro dibujan los gestos que repite
continuamente a lo largo de su vida y día tras día. Una persona que
llora mucho tiende a tener las comisuras de la boca hacia abajo, la
que se enfada con frecuencia y grita tendrá la arruga de ceño
fruncido, y si está sonriendo todo el día seguramente tenga muchas
patas de gallo con el tiempo. Sí. También, somos lo que hacemos y
repetimos. Ahora piensa, ¿qué rostro te gustaría tener?
"Las arrugas únicamente indican donde han estado las sonrisas"
Mark Twain
A medida que nos hacemos adultos vamos dejando de sonreír. ¿Por

qué lo permitimos? Los estudios demuestran que un adulto sonríe,
de media, 15 veces al día, mientras que un niño lo hace hasta 400
veces. Es mucha la diferencia.
"Por envejecer no se deja de reír; pero dejar de reír te hace

envejecer"
Balzac
Recuerda que la elegancia parte de lo que sientes dentro, de lo que
te dices, de lo que vives. Sonríe y ríete siempre, trata de ver el lado
bueno de la cosas, desprende alegría y regala sonrisas.
La sonrisa nos abre más puertas. Saluda con alegría, energía y con
una gran sonrisa. Muchas veces estamos tan concentrados en lo
nuestro que nos olvidamos de la magia de una sonrisa y la gente
saluda sin ganas, cuando muchas veces será el único contacto que
tengamos con la otra persona.
“El día más malgastado de todos, es uno sin sonrisas”
Edward Estlin Cummings
Olvídate de que por sonreír vas a parecer sumisa. Muchos políticos

jamás sonríen por miedo a mostrarse débiles. Yo diría que el arte
está en saber hacerlo. Por imitación, ahora las grandes ejecutivas
piensan que no deben sonreír para que las tomen en serio.
Una persona elegante destaca por su sonrisa. Es parte de su

identidad. No pasa desapercibida. Una persona que no sonríe
puede parecer apática y fría aunque luego resulte ser una bellísima
persona. Sonreír te da felicidad a ti y a los que te rodean.
“Una sonrisa es un rayo de luz en el rostro”
William Thackeray
También hace que los demás te vean más guapa. Una vez más, los
estudios demuestran que las personas que sonríen más, resultan
más atractivas. Los bebés que tienen padres que les sonríen
continuamente también crecen más fuertes.
"Una sonrisa es la forma más barata de cambiar nuestro aspecto"

Charles Gordu
Alguien decía por ahí que la vida es como un espejo. Si le das una
sonrisa te la devuelve. Y lo cierto es que he observado mucho cómo
una persona cambia totalmente la actitud contigo dependiendo de si
tú le sonríes o no antes. Cuando entramos con una sonrisa todo
parece que fluye mejor.
Recuerda, si quieres una sonrisa, ofrécela primero. La elegancia no

es seriedad y distancia, sino alegría y cercanía.
Sonríe siempre y que todos se pregunten por qué.

“Pero si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también

puede corromper el pensamiento”
George Orwell
Lo que dices tiene un gran impacto, primero en ti y después en tu

interlocutor. Somos lo que decimos. Por eso, debemos escoger muy
bien nuestras palabras antes de comunicarnos. Son tremendamente
poderosas. Una persona elegante muestra entusiasmo en su forma
de hablar y es positiva en sus palabras, porque sus pensamientos
son sanos. En cambio, una persona que critica y cuyas palabras
expresan odio y negatividad son el reflejo de una mente perjudicial.
“La lengua no es la envoltura del pensamiento sino el pensamiento

mismo”
Miguel de Unamuno
Cuando una persona continuamente se queja por todo, de entrada,

provoca un rechazo. Con el tiempo, parece que uno se acostumbra
a la persona como, por ejemplo, al compañero que todas las
mañanas se queja del café y del tráfico y que nunca llueve a su
gusto. No obstante, haz la prueba y verás. Piensa durante unos días
con cada persona que estás el lenguaje que utiliza, el tono que
tiene, cómo crees que se siente de feliz y cómo te sientes tú tras
despedirte.
Hay personas mágicas que te llenan de energía y eso se debe, en
gran parte, al vocabulario que utilizan, entre otras cosas. Le
imprimen alegría y pasión. No hay quejas, ya que saben que no van
a solucionar nada diciéndolo. Esta es una clave verdaderamente
importante en la elegancia que se puede y se debe entrenar, ya no
solo por cuestiones de elegancia sino por salud y felicidad. Otras
personas, en cambio, te restan energía, lo que se conoce como
“personas tóxicas” o que sencillamente no encajan contigo. Te
animo a que te retes en lo siguiente: cada frase que tengas que
decir plantéala en positivo. Verás los resultados primero en ti.
Las personas pasamos mucho tiempo dialogando con nosotros

mismos. Vamos en el coche o caminando solos y nuestra cabeza va
hablando sola. Por eso, también aquí es tan importante lo que nos
decimos. Tenemos que reaccionar y entrenar nuestro cerebro para
que reine la felicidad. Recuerda que la elegancia, la salud y la
felicidad se proyectan siempre de dentro hacia fuera.
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”
Ludwig Wittgenstein
Puede que estuvieras más que capacitada para entrar en aquel

trabajo o para aprobar aquel examen, pero si tu cabeza te convence
con sus pensamientos de que no es posible, no lo lograrás.
“El lenguaje es el vestido de los pensamientos”
Samuel Johnson
Dicen que todo se crea dos veces, primero en la mente y después

en la realidad. Hay una anécdota sobre Walt Disney, y es que
cuando se inauguró su parque de atracciones, Disneyland, él ya
había fallecido, y uno de los periodistas le dijo a su hija que era una
pena que su padre no pudiera estar para verlo. La hija le contestó,
“no se preocupe, mi padre fue el primero en verlo”, pues lo había
visto en su mente mucho tiempo atrás.
Jamás desestimes el poder del pensamiento y de la palabra.
El japonés Emoto quiso estudiar el poder de la palabra y por eso

hizo varios experimentos. Entre ellos, uno con tazas de arroz cocido.
El experimento consistía en colocar tres jarras iguales de arroz
cocido y durante un mes todo lo que tenía que hacer era tratarlas de
forma diferente. A una la trataba muy dulcemente (¡qué bien estás
hoy!), a otra con indiferencia y a la otra con odio (¡das asco!). Un
mes después las diferencias eran considerables. Las jarras de
indiferencia y odio tenían un estado lamentable, el arroz tenía
hongos y muy mal olor. La jarra que había sido tratada con dulzura
se había fermentado generando un olor más agradable. De aquí,
concluía Emoto: las palabras tienen un inmenso poder y están llenas
de energía. Esta energía es la que nos mueve. Cuida al máximo
todo lo que dices.
Si cambias tu forma de hablar cambia tu actitud y la forma en la que

los demás te ven.
"Para tener hermosos ojos, mira por el bien de los demás. Para
tener hermosos labios, pronuncia solo palabras de bondad. Y para
el equilibrio, camina con la certeza de que nunca estarás sola"
Audrey Hepburn
A la hora de relacionarse, la persona elegante es un ejemplo de

valores, donde se dan cita la cortesía, la honestidad, la sinceridad,
la tolerancia, la discreción, la humildad, la bondad y la lealtad. Una
persona en la que puedes confiar, que tiene un corazón puro y de la
que deseas acompañarte. Que no finge, sino que pretende por
encima de todo que tú te sientas bien. Por eso, te escucha con
atención, te regala un consejo y se preocupa por ti. ¿Cuáles son tus
valores?
“Tus valores definen quién eres realmente. Tu identidad real es la

suma total de tus valores”
Assegid Habtewold
Ser elegante es más una actitud que una apariencia física. Si bien
es importante cuidar la imagen, el secreto de tu elegancia radica en
lo que transmite tu alma. Cuando dicen que el rostro es el espejo del
alma, algo de razón hay en ello. Podrás prepararte a las mil
maravillas y lucir físicamente bien, si no pensemos en lo bien que
suelen ir, por lo general, las personas en las bodas o en eventos,
pero lo que te hace sencillamente única y valiosa es tu actitud y tus
relaciones con las personas. Diferenciarse en esto es lo más difícil,
porque o lo tienes como parte de tu carácter y de tus valores o no se
percibirá como sincero.
“Al igual que tu coche funciona mejor y requiere menos energía para
ir más rápido y más lejos cuando las ruedas están en perfecta
alineación, tú obtienes mejores resultados cuando tus
pensamientos, sentimientos, emociones, metas y valores están
balanceados”
Brian Tracy
Por estar tan relacionada con el carácter y la actitud, la elegancia

tiene tanta fama de ser una característica innata. Es cierto que
nuestro carácter se forja en nuestra infancia y por eso los valores
que tenemos son fruto de ese momento, pero también contamos
con un alto porcentaje en el que podemos incluir nuevos hábitos que
nos ayuden a mejorar y crecer como personas. Sobre todo, que
esos hábitos y valores reflejen tu ser y que te hagan sentir realizada.
“Mantén positivos tus valores porque tus valores se convierten en tu

destino”
Mahatma Gandhi
Si estás leyendo este libro es porque te importa tu imagen y aspiras

a convertirte en una persona elegante. Lo más seguro es que lo
consigas, porque el primer paso es desearlo y el segundo
proponértelo y aplicarlo. En esta clave que marca tu camino a la
elegancia, el más importante es el otro, no tú. Interésate, pues, por
todas las personas importantes de tu vida, reparte cariño y atención,
cuida de las personas con las que te vas topando. Regala una
sonrisa y un saludo a todo aquel con el que te encuentres. Esa
persona que está limpiando el edificio en el que trabajas se alegrará
de ver que alguien con tanta clase repara en ella y le otorga unos
segundos. Saluda con alegría a la recepcionista de tu gimnasio, al
taxista y a la cajera del supermercado. Que se perciba tu presencia
de una forma humilde, natural y alegre. Rompe patrones. Por alguna
razón, la gente se olvida de saludar o de fortalecer las relaciones
con los demás. Vivimos en sociedad, vivimos acompañados.
Creemos un ambiente especial.
“Si vives con valores para ti mismo, te conviertes de gran valor para
todos los que te conocen”
Bryant McGill
“No tengo un nuevo camino, tengo una nueva forma de caminar”
T. de Melo
Todo tu cuerpo comunica sin que tú te des cuenta y tu forma de

caminar revela tus pensamientos más íntimos. Si te sientes triste lo
proyectarás al momento por cómo dotas de movimiento los brazos,
la espalda, las piernas y la barbilla. Si te sientes feliz caminarás con
otra postura, más derecha y más abierta. Las cosas buenas solo se
van a dar adoptando la última postura. Y lo que es más curioso, que
nuestra mente y nuestro cuerpo están tan conectados que es
recíproco lo que sucede. Si tienes un día malo, tu tendencia será de
caminar más cabizbajo y esa postura tiene una influencia, a su vez,
negativa sobre tu actitud. En cambio, si con ese día malo te fuerzas
a caminar derecha, con la barbilla levantada, y los hombros hacia
atrás, notarás que a medida que van pasando los minutos te vas
sintiendo mejor y tu actitud termina siendo positiva. Es decir, que tu
postura influye totalmente en tu pensamiento y tu pensamiento tiene
un gran poder sobre tu postura y lo que proyectas.
“Es bonito cuando tu personalidad brilla a través de tus miradas. Al

igual que, cuando se ve la personalidad de alguien en la forma de
caminar y simplemente te sientes abrazado cada vez que la ves”
Natalie Portman
Los expertos distinguen múltiples formas de caminar dependiendo

del estado de ánimo, del origen de la persona y de sus intenciones.
Así, se ve si tienes prisa, si caminas relajada, si estás enfadada,
nerviosa o feliz. Tu forma de caminar revela tu pensamiento. Por
eso, es tan importante lo que piensas, lo que te dices y cómo te
sientes a la hora de relacionarte o de simplemente dar un paso. Si
caminas con las manos en los bolsillos puede denotar timidez,
inseguridad o desgana. Si caminas con los brazos a la altura del
pecho puede revelar enfado o protección. Lo mejor es caminar con
la espalda recta, barbilla ligeramente levantada y los hombros hacia
atrás, lo que demuestra confianza y seguridad en ti misma, además
de ser la postura que mejor te hace sentir. Para que sea elegante
los pasos deben ser femeninos, esto es, no deben sobrepasar el
ancho de tus hombros.
Antiguamente, se podía saber la profesión de una persona por su

forma de caminar, pues la postura que se mantenía a lo largo del día
influía en cómo la persona caminaba después. Si lo pensamos bien,
los militares y policías son capaces de mantener una postura de
defensa y seguridad cuando caminan, lo que hace que proyecten
mucha autoridad. Pasan gran parte del día con una postura firme,
manteniendo la espalda recta, con los pies separados y el pecho
firme. Es inherente a ellos. Podríamos adivinar que son policías por
esa seguridad que siguen proyectando. Hoy, con las horas que
pasamos frente a un ordenador o fruto de una vida más sedentaria,
la forma de caminar es más de derrota, en ocasiones. Los hombros
se van encorvando y, por eso, debemos ser conscientes y trabajar
sobre una postura derecha y elegante.
Una prenda puede quedarte bien o mal en función de cómo

camines. Estudios demuestran que caminar derecha puede reducir
visualmente cinco kilos de tu peso. Tu elegancia se observa en
cómo das los pasos, en cómo te paseas y presentas. Todo esto sin
olvidarnos de lo que habíamos hablado anteriormente acerca de la
gran influencia que tiene el tipo de calzado que elijas.
“Los zapatos transforman tu lenguaje corporal y tu actitud. Te

levantan física y emocionalmente”
Chrisitian Louboutin
“Elegancia es el resultado de sentidos exactos y refinados”
Felipe Stanhope de Chesterfield
Tu postura al sentarte y el movimiento que haces para descender

habla de ti. Una vez más, del dominio que tienes. Puedes controlar
tus gestos, hasta cierto punto, pero la elegancia se percibe en cada
mínimo movimiento. No tienes que adoptar una postura rígida pero
tampoco debería ser desgarbada. Como pensamos en silla y en
descanso, nos dejamos caer como sacos de patatas cuando esto es
lo más lejano de una preciosa estampa femenina. Te diré que bien
sentada es posible descansar y proyectar elegancia a la vez.
Tu espalda debe estar recta y con los hombros hacia atrás. Cruzar
las piernas no es muy apropiado en contextos muy formales. En
estos momentos, deben quedar juntas y ligeramente ladeadas. A
veces, se puede cruzar un tobillo sobre el otro, lo que para algunas
personas hace más cómoda la postura. Para proyectar cercanía,
entonces sí adoptaremos ese gesto tan femenino y que tanto gusta,
como es cruzar las piernas. La forma más elegante de cruzar las
piernas es en paralelo. Es decir, haciendo que ambas piernas
cruzadas coincidan a la perfección, desde la rodilla a la punta del
pie, con la misma inclinación.
El tipo de silla en la que te sientes también va a hacer cambiar la

imagen que proyectas. Los sofás te pueden restar elegancia si te
dejas hundir en ellos. De repente, te haces más pequeña. Por ello,
lo mejor es sentarse en el extremo y controlar que no te hundas.
Llevar falda o pantalón también condiciona tu forma de sentarte. Si

llevas falda seguro que tienes en mente sentarte con las piernas
cerradas, aunque a veces vemos que no siempre sucede esto. En
cambio, con un pantalón, como este te da más libertad, puede
llevarte a separar ligeramente las piernas adoptando entonces una
postura más informal y menos elegante.
Pensarás que no es lo mismo estar sentada en un ambiente de

trabajo que en una cafetería o en tu casa, pero te diré que la
elegancia va contigo a donde vayas. En tu casa y a solas tendría
que salirte naturalmente. Si no sale aquí, entonces no saldrá fuera.
Observa cómo te sientas en una silla, mírate en el espejo y analiza

tu postura. Uno debe ser consciente de lo que proyecta. Tu cabeza
es dueña de unos pensamientos que a veces no coinciden con lo
que se proyecta en la realidad.
“La elegancia es la coherencia. Si no sabemos mirarnos nunca

lograremos ser coherentes. Somos lo que somos, no lo que nos
gustaría”
Giorgio Armani
Recuerda, no es rigidez sino elegancia y salud.

“En la mesa y en el juego se conoce al caballero”
Siempre digo que es en la mesa donde más se conoce a la

persona. Muchas personas han aprendido a controlar su forma de
comportarse en las situaciones que considera más importantes, por
ejemplo, en una oficina o en una entrevista de trabajo. Pero cuando
salen de esa zona más profesional y se sientan a la mesa es donde
se ve cómo son en realidad.
Muchos ejecutivos que negocian en almuerzos pierden contratos por

su forma de desenvolverse en la mesa. ¿Por qué? Sencillamente,
porque el contrato es la prioridad y descuidan la higiene y la
compostura en la mesa. Reflejan en ella lo que hacen a diario, sin
más. Piensa que si te sientas a la mesa tres veces al día, estás
repitiendo los mismos gestos una y otra vez. Por ejemplo, comer
con una mano debajo de la mesa, poner los codos en la mesa o
agarrar la copa por donde no es. Están tan interiorizados estos
gestos que eso es lo que vas a hacer cuando estés en compañía de
otros. Aunque te pueda parecer que hay personas que no se fijarán,
déjame decirte que sí. Especialmente si es de las primeras veces
que coméis juntos. Y ya sin tener en cuenta ciertas culturas en las
que ciertos movimientos serían una grosería y motivo suficiente
como para poner fin a ese almuerzo.
Las cosas más sencillas de hacer son las que peores resultados nos
pueden ofrecer, porque activamos el piloto automático. Si lo tuyo es
pura elegancia y pulcritud en la mesa, te felicito, seguro que ya
sabes de lo que estoy hablando.
“Dime cómo comes y te diré cómo eres”
Ha crecido el número de personas que se interesan por formarse en

etiqueta en la mesa con el objetivo de ser excelentes aquí también,
hombres y mujeres. Practican el arte de desenvolverse en la mesa
durante el transcurso de un almuerzo. De esta forma, son
conscientes de cada movimiento que hacen, de su postura y de
cómo usar los diferentes utensilios que hay sobre la mesa. En
ocasiones, son el objeto de mirada y deben cuidar al máximo sus
movimientos.
En Inglaterra, algunas entrevistas de trabajo ya se hacen en

restaurantes o cafeterías para ver la actitud de la persona, valorar lo
cuidadosa que es y si presta atención a los detalles. Y es que
tomando un simple café se puede conocer mucho sobre quién
tienes delante. No infravalores esta comunicación. Somos como
somos en todo lo que hacemos.
Emana elegancia en la mesa también. De lejos, en un restaurante

se ve quién tiene elegancia y quién no, y te puedo asegurar que si
tienes la postura correcta y te desenvuelves con gracia, tu imagen
será única e impecable. Y es que nunca sabes con quién podrás
llegar a compartir mesa…
“Con el dinero se puede comprar el libro, pero no la inteligencia; el

lujo, pero no la belleza; la ropa, pero no la clase”
Ir de compras es una de las actividades favoritas de las mujeres. El

problema de esto es que lo más probable es que vengas cargada de
bolsas con ropa que es muy poco combinable. Al igual que cuando
vas al supermercado con la lista de la compra, te invito a que antes
de salir de compras hagas también tu lista.
Una persona elegante planifica sus compras por adelantado, porque

sabe muy bien cómo podrá combinar eso que compra
posteriormente. Al menos sabe que podrá ponerlo creando tres
looks diferentes. Esto no quiere decir que si vas a por una camiseta
de algodón blanca, y que todo fondo de armario debe tener, no
puedas fijarte en ese vestido tan bonito, probarlo y plantearte su
compra. Piensa primero en si de verdad lo necesitas. Cuánto lo
podrías poner. Sobre todo que te haga verdadera ilusión. Por gustar
nos pueden gustar muchas cosas, pero ¿merece la pena su
compra?
Si dudas, no compres jamás. Si te pruebas una chaqueta y te miras

en el espejo con dudas, no merece la pena. Déjala en su sitio. Ya
aparecerá la chaqueta de tus sueños. Eso, seguro.
Recuerda, deja entrar en tu armario solo aquello que te haga

inmensamente feliz, que sea de buena calidad y rentable y que sea
combinable. Si has hecho tu limpieza de armario y de repente
vienes cargada con diez prendas nuevas es como si al final no
hubieras ordenado. Si entra un nuevo vestido en tu casa,
seguramente es hora de decir adiós a uno que ya te has puesto
muchas veces y ya no te pones casi nada. Si tienes ya tres pares de
zapatos negros de vestir, ¿para qué vas a comprar más de lo
mismo? Mejor ten uno o dos buenísimos en lugar de cinco
corrientes tirando a malos.
Lo más importante, es que tengas en cuenta tu estilo de vida.

Tampoco compres nunca prendas que no te vas a poner en el
momento. Si compras es porque te hace ilusión y deseas estrenarlo
ya. ¿De qué sirve comprar unas sandalias muy bonitas en pleno
otoño si los días ya están lluviosos y hace frío? No las vas a
disfrutar. Se van a quedar olvidadas en tu armario y cuando llegue el
próximo verano habrás echado el ojo a otras más bonitas y más
actuales cuyo diseño nunca antes habías visto y te encantan.
En verdad, no necesitamos tantas cosas como creemos. Con quince

prendas se pueden llegar a formar más de cincuenta combinaciones
si cambias también los accesorios. Como hemos dicho en todo
momento, se trata de saber elegir y de saber llevarlo.
“La mejor manera de vestir es cuando notan primero a la persona y

luego el vestido”
Oscar de la Renta
Una persona elegante selecciona mucho lo que compra e invierte en

aquellas prendas que forman parte del fondo de armario, porque
quiere que duren tiempo y que luzcan perfectas.
Hay veces que una prenda es cara, pero si forma parte de tu fondo
de armario y la vas a poner durante unos años habrá merecido la
pena. En ese sentido, pienso que duele más gastar 600€ en un
vestido que solo te pones una vez para un evento. En cambio, veo
que aquí las personas no escatiman tanto, y luego en su día a día
visten con un vestido cualquiera. La elegancia no es para un día
solo, la elegancia es para todos los días.
No compres por impulso, no compres porque está de moda o
porque lo viste bonito en la tienda. Piensa cómo y cuándo ponerte
esa prenda.
CLAVE 30: ¿ES MÁS ELEGANTE POR SER MÁS
CARO?
“La elegancia y el estilo no tienen nada que ver con el dinero”
Carolina Herrera
La elegancia no se basa en comprar lo más caro y pensar que eso

ya es una garantía de que vas fabulosa. En absoluto. Elegancia es
saber elegir lo que mejor te queda, primando la calidad, la caída y la
combinación. Calidad en un diseño, en una tela. Muchas veces esto
nos lleva a que el precio sea más elevado. Desde luego, una prenda
que tiene horas y horas de trabajo junto con una tela preciosa no
puede tener el mismo precio que una prenda que ha sido
confeccionada de forma industrial. Sí hay cosas en las que merece
la pena invertir más dinero que en otras, por ejemplo el bolso y los
zapatos que ya habíamos mencionado. Pero, recuerda que hay
cosas excesivamente caras y de buena calidad y que ni de lejos son
elegantes.
Utilizar en exceso logos de marcas en nuestras prendas tampoco es

un acierto, pues lejos de indicar buen gusto y cierto poder
adquisitivo puede llegar a dejar una imagen ridícula y de inseguridad
emocional por querer ser notada.
“La moda no trata necesariamente de etiquetas. No trata de marcas.

Trata de algo más que llega desde el interior”
Ralph Lauren
Lo más importante es que la prenda en sí te quede como un guante,
que tenga un diseño, color o textura que nada más abrir el armario
desees ponértela y que inunde tu vida de alegría. Así es como
deberíamos ver cada cosa que compramos con el objetivo de cubrir
nuestro cuerpo. Si amamos nuestro cuerpo y nuestro ser, ¿acaso no
seríamos más felices si cada mañana le damos lo mejor y
disfrutamos con el hecho de vestirnos y prepararnos? Ojalá después
de la lectura de este libro tus mañanas sean diferentes. La
vestimenta y el look que llevas, en general, te condicionan en tus
relaciones. La persona antes de relacionarse, primero se viste.
Jamás lo olvides.
“La moda se puede comprar. El estilo se debe poseer”
Edna Woolman Chase
Investiga y pruébate ropa, familiarízate con los materiales y conoce

cuáles tienen mejor caída en tu cuerpo. Mírate en el espejo de forma
objetiva y piensa cuáles son tus puntos más atractivos y qué
prendas y colores te podrían sentar mejor. Antes de salir de
compras haz una lista de esas cosas que necesitas. Tal vez es más
interesante que vuelvas a casa con el bolso que necesitabas y no
con otro par de zapatos negros mientras te consuelas: “porque estos
siempre me los voy a poner, además son muy bonitos”. Este es el
problema que tenemos. Con tantas prendas y tantas tiendas a
nuestro alcance, salimos a ver qué hay y cuando nos damos cuenta
hemos comprado miles de cosas que luego no sabemos combinar.
Por esto, las rebajas son un peligro cuando salimos sin una lista de
la compra.
Hay que valorar cuántas veces te vas a poner el artículo que

compras y si merece la pena. Si vas a comprar una camisa blanca
para ir a trabajar, que constituye un fondo de armario, te recomiendo
que no te vayas a una de 10€ por “ahorrar”. Una camisa tiene que
ser de buen material y aguantar. Queremos que tenga muy buena
caída y te dé un aspecto impecable y profesional. Hay que celebrar
el acto de vestirse con distinción. Es una muestra de interés por los
detalles.
“El precio se olvida, la calidad permanece”
Proverbio francés (y frase muy utilizada por Enrique Loewe)
A la hora de comprar, primero mira mucho para poder escoger lo

mejor, y solo lo mejor. Para ir elegante no hace falta gastar mucho.
Solo crear un buen fondo de armario con prendas elegidas con buen
gusto, diseño y calidad que perduren en el tiempo. Si una buena
camisa blanca cuesta 120€ pero la cuidas bien y puedes usarla
durante cuatro años habrá sido una buena inversión. Habrás ido
perfecta con tu camisa buena durante mucho tiempo. Si compras
una que es muy barata pero no sienta como aquella de 120€
entonces seguramente habrás ido de cualquier forma durante tres
meses. Y luego, suma el tiempo que pierdes buscando otra camisa
blanca.
Como seguramente te guste mucho tener alguna prenda de

tendencia, entonces ahí sí es una buena elección compensar
económicamente y gastar menos si el artículo te sienta, de verdad,
fenomenal. Muchas prendas que compramos así pueden aguantar
unos meses.
Recuerda, no es tanto el dinero sino el número de veces que la vas

a usar en el tiempo y para qué, y ser exigente en la elección. No
todo vale. La elegancia no se compra. Es gusto y es saber llevar la
prenda.
No es el lujo lo que te hace elegante. Hay muchas personas

increíblemente ricas pero que carecen de buen gusto. La elegancia
no está vinculada al dinero. No por comprar prendas caras vas a ser
elegante. Mejor una camisa un poco más barata pero que te siente
perfectamente que una más cara que te apriete o te quede grande
en el hombro o tenga un diseño extravagante. No toda la gente con
dinero es elegante, y no todas las personas que viven
modestamente dejan de serlo. La elegancia es ante todo una
actitud, no tiene nada que ver con el precio de las prendas, sino con
el estilo con el que las llevas y con tu manera de desenvolverte.
“Algunos piensan que el lujo es lo contrario a la pobreza. No es así,

es lo contrario a la vulgaridad”
Coco Chanel
“El orden es el más hermoso ornamento de una casa”
Pitágoras
Una persona elegante lleva una vida ordenada en todos los

ámbitos de su vida: en lo personal, en lo profesional y en lo social.
Es decir, su oficina estará impecable y su casa y su coche
impolutos. Esta es otra de las claves de una persona elegante.
Cuando tienes orden en tu forma de vivir, proyectas una imagen
armónica y elegante. Aunque pienses que no, tu estilo de vida y
cómo vives condiciona quién eres y cómo actúas. Si en tu casa
nunca cierras una puerta, cuando estés fuera, en casa de tu amiga,
tampoco la cerrarás.
El secreto del orden radica en poner atención a todo lo que

tocamos, con la intención de devolverlo a su sitio original. Una
persona elegante, si agarra una taza de té para tomar mientras ve
los correos en el ordenador, tan pronto la termina la retira de la
mesa y la destina al sitio que le corresponde. Si termina de leer una
revista la guarda en el revistero, no la deja en la mesa porque
mañana, o quizás pasado, la volverá a leer. Piensa que en el
momento en que dejas una cosa en el sitio que no corresponde, el
caos no tardará mucho en manifestarse. Empiezas por la revista
encima de la mesa, el bolso en el sofá y acabas con los zapatos y la
bolsa de la compra que has traído en el suelo porque tu idea es: “ya
lo colocaré en otro momento”. La suma de estos pequeños detalles
por supuesto que marcan la diferencia en la forma de
desenvolverse.
Elegancia es una forma de vida y como tal una persona elegante lo
es las 24 horas del día. Aunque esto pueda parecer un estrés es
todo lo contrario. Si te acostumbras a mantener un orden y una
limpieza en todo momento, y adoptas como regla que cada cosa
que tocas la guardas, con el tiempo te saldrá de forma automática.
Si nunca lo haces, no esperes que se vaya a manifestar de la noche
a la mañana por sí sola. Personalmente, no concibo que una
persona sea elegante si no es ordenada, cuidadosa y limpia. Una
vez más, se trata de prestar atención a los pequeños detalles,
mimar todo lo que te rodea y rodearte de la máxima belleza que
puedas.
¿Te has parado a pensar qué hacen en tu casa tantas libretas o

bolígrafos? Haz una limpieza y quédate con lo que más te guste.
Ahora mismo hay una tendencia al minimalismo y en verdad lo
necesitamos cuando tenemos tantas posibilidades de acceder a
tantos productos. Si nos descuidamos nos invaden, y esto lo
creamos o no, nos afecta en nuestra vida. Deseamos tener más
cosas y la felicidad está en no poseer tanto. Más cosas para limpiar
y de las que ser responsables. Te animo a que selecciones muy bien
lo que compras. Piensa si de verdad lo necesitas y si te va a hacer
la vida más fácil. Debes procurar limpiar tu casa, tu oficina con
frecuencia, desechando lo que no utilices, lo que no te sirva o lo que
no te alegre. ¿Para qué guardas ese adorno que habías comprado
hace años pero que no es armónico en el salón y ya ni te gusta?
Crear un espacio elegante en tu casa es fundamental. Cada cosa

que posees habla de ti, de tus gustos, de tus intereses. Deja entrar
solo en tu casa aquellas cosas importantes. Volver a casa tiene que
ser una alegría, donde solo hay cosas bellas y donde se respira paz
gracias al orden y la limpieza.
“No hay virtud sin orden”
Ramón Llull
Todas las dependencias de tu casa deben verse ordenadas, también
los cajones, la despensa, el trastero y el garaje. El armario, cada vez
que lo abres por la mañana, no tiene que ponerte de mal humor.
Debe ser bonito y que las prendas luzcan ordenadas correctamente.
Tu día lo empiezas vistiéndote y preparándote. Hazlo especial, hazlo
maravilloso.
También tu escritorio del ordenador necesita un orden. Dale al orden

la importancia que se merece y empieza por revisar cada cosa que
te pertenezca: tu neceser, tu mesilla de noche, tu estantería, etc.
Ponte música y manos a la obra para deshacerte de lo que ya no
utilizas o no te alegra y crea espacio para que más adelante entre
algo que haga tu vida más agradable. Con el tiempo tienes que
mantenerlo. Agrupa las cosas funcionales que tengas: todas las
pulseras juntas, todos los libros juntos y así serás consciente de
todas las cosas que tienes y, además, te facilitará la búsqueda.
Jamás tengas un cajón desordenado porque pienses que no se ve o
que nadie lo va abrir. Recuerda que tú lo sabes y una persona
elegante jamás dejaría un cajón caótico porque aunque solo lo use
ella es fundamental que a sus ojos luzca ordenado.
Rodéate de belleza. Es fundamental saber apreciarla para ser

elegante. Eres lo que haces y cómo vives. Todo se plasma en tu
sentido estético. La elegancia está en hacer una sabia elección de
todo lo que hay a tu alrededor: un precioso ramo de flores que
pones en la entrada, la decoración de una mesa, cómo vistes tu
cama. Todo te ayuda a despertar la sensibilidad. El sentido del gusto
hay que ejercitarlo y desarrollar el amor por la belleza.
“En donde hay orden hay carácter”
Doménico Cieri Estrada

“Probablemente tengo el peor armario, con los peores patrones y

colores. Lo triste es que estoy un poco acostumbrado a él”
Josh Hopkins
Tu armario te describe a la perfección. Habla de tu gusto, de tu

personalidad, de tu higiene, de tu orden, de tu cuidado, de tu
autoestima. Cada mañana, tu armario te recibe. Puesto que lo que
sucede en los primeros momentos del día puede marcar el tono de
tu día, ¿acaso no crees que un armario perfectamente organizado y
cuidado puede tener una gran influencia positiva en ti? Dedica
tiempo a tu armario, que cuando lo abras sientas la belleza que hay
en él. Debe ser bonito estéticamente, no lleno de cosas que están
unas encima de otras y perchas todas apretadas en la que la prenda
se arruga y al final nunca sabes qué ponerte. No necesitamos tantas
prendas como creemos. Muchas veces hay tanta ropa en él y
ninguna combina entre sí. Otras veces ni ves lo que hay porque está
escondido al fondo. Esto quiere decir que no debe ser tan
importante. Otros armarios con los que me he encontrado, la ropa ni
tan siquiera se dobla, sino que se almacena como un harapo dentro
del armario o en un cajón. Levantarse cada mañana y encontrarse
con esto no es lo que te mereces. Hacer tu día especial está en tus
manos y empieza, como ya sabes, con los pequeños detalles. Para
que exista un avance en lo profesional también tiene que haber un
avance en lo personal. Por eso, empieza con lo que tienes más a
mano: tu propio hogar.
“Algunas personas sueñan con piscinas. Yo sueño con armarios”

Audrey Hepburn
Dicen que es más fácil intentar arreglar una relación que arreglar un
armario desordenado. Te propongo que busques un día en esta
semana en la que hagas una limpieza de tu armario a conciencia.
No sacando las prendas y ordenándolas para devolverlas otra vez al
armario, sino una limpieza en la que retires todo lo que tienes y lo
pongas sobre la cama. Vete prenda por prenda. Sé sincera y piensa
cuándo ha sido la última vez que te lo has puesto. ¿Hace un año o
más? ¿La prenda está en perfectas condiciones y transmite buena
imagen? A lo mejor tienes que probártela de nuevo y ver si está bien
de talla. Mi consejo es que guardes aquella ropa que solo con verla
te hace feliz. Seguramente, tengas que retirar prendas que todavía
están bien pero que no te pones demasiado porque ya no te gustan
tanto como cuando las compraste. Bien, pues esto sí ocurre y es
normal. Alégrate de haberla puesto durante un tiempo y ahora
deshazte de ella. No la tires. Hay mucha gente que la puede
necesitar y te estaría infinitamente agradecida. Encuentra un punto
cercano en el que puedas donar toda esta ropa que ya no te vas a
poner. No te olvides de la ropa que tienes también en otros cajones
o en el tendal. Luego dóblala correctamente o cuélgala por
categorías y ayúdate de cajas con separadores para tu ropa interior.
Marie Kondo es una experta del orden y te recomiendo su libro La
magia del orden.
Haber hecho esta limpieza va a suponer un gran avance en tu vida.

Menos es más; aquí también. Tu armario debería parecer que está
más bien algo vacío en lugar de verse demasiado lleno. Esto relaja
tu mente. Mantener orden en todas las esferas de tu vida hace que
esta sea más próspera. Una persona elegante disfruta de este
orden. Es un ejemplo de cómo se regala una vista maravillosa cada
vez que abre las puertas de su armario.
CLAVE 33: FONDO DE ARMARIO PARA TENER
SIEMPRE QUÉ PONERTE
“Un error de moda que no se debe cometer: Crear un fondo de

armario basado en las tendencias”
Oscar de la Renta
Para dar máxima rentabilidad a una pieza de ropa deberás poder

conjugarla con otras tres piezas. Así evitarás decir: “¿qué me pongo
hoy?”, “no tengo nada en mi armario” (cuando está lleno de cosas) o
“siempre voy igual”.
Debes conformar tu armario con prendas versátiles, atemporales y

de calidad, que nunca pasan de moda y que sean acordes a tu
personalidad. De las cosas que son tendencia está bien tener algo,
pero no todo. Quieres ir actual pero sin mostrarte como una víctima
de la moda y sin personalidad. Por eso, elige de la moda lo que te
acomoda, como dicen. No hace falta tener muchas cosas, lo
importante es que tengas esas prendas clave que te aporten,
elegancia, seguridad y estilo.
Algunas prendas básicas que pueden ayudarte a conseguir un fondo

de armario ideal son:
Una gabardina en tono beige o en negro

Una blazer negra
Un vestido negro (el famoso Little Black Dress)
Una camisa blanca lisa
Una camiseta de algodón (no interior) en tono blanco
Un pantalón negro de vestir
Unos jeans
Unos zapatos negros de salón y unos en color nude
Unas bailarinas
Revisa si las tienes todas. Con estas prendas como fondo de

armario te garantizo que siempre tendrás algo que ponerte, según el
momento, el lugar y la situación.
Pero no olvides que tu fondo de armario es una creación tuya y que

depende de tu estilo de vida y de tus gustos.
NOTA DE LA AUTORA
"Todo es posible, siempre y cuando realmente creas en ello"
Ashley Qualls
Sigue lo que te dicta tu corazón y tu intuición. Rodéate de belleza y

ofrece cada día tu mejor versión. Ojalá este libro te ayude a poner
en práctica las claves que en él se dan y que eso tenga resultados
maravillosos en tu día a día. Estoy segura de que así será.
Seguramente algunas claves ya las conocías, pero recuerda que
“hay una gran diferencia entre conocer el camino y andar el camino”,
decía Morfeo en Matrix. No basta con conocer las claves, hay que
aplicarlas. Si quieres ver tu sueño cumplido de proyectar la imagen
que deseas solo tienes que proponértelo y ponerlo en práctica. Esto
último es muy importante. Si gracias a leer este libro consigues el
empuje para aplicar una de las claves, me doy por satisfecha.
Enseguida te darás cuenta del gran poder que una pequeña acción
puede tener en el conjunto.
Nunca olvides que lo más importante es lo que hay en tu interior,

que la verdadera elegancia nace de dentro y que tú eres única de la
forma que eres.
Si deseas escribirme y compartir algo conmigo o te apetece venir a

alguna formación, este es mi email: yolanda@casadeprotocolo.com.
¡GRACIAS!
Gracias por el tiempo que has dedicado a leer Reina de la

Elegancia. Espero que hayas disfrutado de la lectura y tengas como
propósito aplicar al menos una de las 33 claves para empezar a
notar resultados en tu vida. Solo haciéndolo podrás confirmarlo por ti
misma. ¡Ojalá seas la persona que siempre has soñado!
Si te gustó este libro y lo has encontrado útil, te estaría muy

agradecida si dejas tu opinión en Amazon. Tu opinión es muy
importante para mí y gracias a ella podré seguir escribiendo sobre
este tema.
BIOGRAFÍA
Yolanda Pérez es directora de Casa de Protocolo

. Ha desarrollado su carrera en ciudades como Madrid, La Haya,
Bruselas y Londres y viaja por toda España asesorando en
Protocolo, Imagen y Etiqueta a empresarios, personal de
embajadas, profesionales, funcionarios y particulares procedentes
de múltiples países. Ha formado a personal de empresas de
renombre nacional e internacional y su misión es ayudar a las
personas a que proyecten su mejor imagen personal y profesional,
ofreciéndoles una serie de herramientas que aporten valor en su día
a día. Es, además, Traductora-Intérprete Jurada acreditada por el
Ministerio de Asuntos Exteriores. Puedes acompañar a Yolanda
Pérez y seguir sus proyectos en http://www.casadeprotocolo.es
FUENTES
Iconos y siuetas utilizados: Creados por Freepik

Table of Contents
CLAVE 1: LA IMPORTANCIA DE CUIDAR TU CUERPO
CLAVE 7: EL SIGNIFICADO DE LOS COLORES
CLAVE 8: LA PERSONALIDAD QUE TE BRINDAN LOS
ACCESORIOS
CLAVE 9: LA PERFECCIÓN A TRAVÉS DEL MAQUILLAJE
CLAVE 11: EL OPTIMISMO PARA UNA VIDA PLENA
CLAVE 16: SEGURIDAD ES TODO LO QUE NECESITAS
CLAVE 30: ¿ES MÁS ELEGANTE POR SER MÁS CARO?
CLAVE 33: FONDO DE ARMARIO PARA TENER SIEMPRE QUÉ
PONERTE

Reina de La Elegancia - Yolanda Perez

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Las 33 claves de toda mujer elegante

CLAVE 1: LA IMPORTANCIA DE CUIDAR TU CUERPO

CLAVE 2: QUÉ DICE TU PELO DE TI

CLAVE 3: TUS ZAPATOS TE DELATAN

CLAVE 4: MIMA TUS MANOS

CLAVE 5: LUCE UNOS DIENTES PERFECTOS

CLAVE 6: TU ROPA EXPRESA

CLAVE 7: EL SIGNIFICADO DE LOS COLORES

CLAVE 8: LA PERSONALIDAD QUE TE BRINDAN LOS ACCESORIOS

CLAVE 9: LA PERFECCIÓN A TRAVÉS DEL MAQUILLAJE

CLAVE 10: EL PODER DEL PERFUME

CLAVE 11: EL OPTIMISMO PARA UNA VIDA PLENA

CLAVE 12: LA SENCILLEZ COMO ESTILO DE VIDA

CLAVE 13: AUTENTICIDAD EN CADA DETALLE

CLAVE 14: NATURALIDAD PARA BRILLAR

CLAVE 15: SABER ELEGIR

CLAVE 16: SEGURIDAD ES TODO LO QUE NECESITAS

CLAVE 17: VIVE DESDE EL AGRADECIMIENTO

CLAVE 18: ENTREGA TODO LO MEJOR

CLAVE 19: DESARROLLA TU MENTE

CLAVE 20: EL OCIO QUE TE DEFINE

CLAVE 21: TUS GESTOS A ANÁLISIS

CLAVE 23: LA BELLEZA DE LA SONRISA

CLAVE 24: LA PALABRA QUE SALE DE TU BOCA

CLAVE 25: CUANDO TE RELACIONAS

CLAVE 26: TU FORMA DE CAMINAR

CLAVE 27: CÓMO TE SIENTAS

CLAVE 28: TU ETIQUETA EN LA MESA

CLAVE 29: DE COMPRAS

CLAVE 30: ¿ES MÁS ELEGANTE POR SER MÁS CARO?

CLAVE 31: EL ORDEN QUE NECESITAS

CLAVE 32: TU ARMARIO DESCRIBE TU VIDA

CLAVE 33: FONDO DE ARMARIO PARA TENER SIEMPRE QUÉ PONERTE

Decía Coco Chanel que las mujeres van siempre demasiado

Desde pequeña no he parado de observar y admirar a esas

En mis seminarios de Protocolo, Imagen y Etiqueta siempre hablo

En este libro, te desvelo las 33 claves de la elegancia que, bien

Después de leer este libro, podrás diferenciar entre ser chic, ir a la

“No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación.

¿Pero qué es la elegancia? Decía Honoré de Balzac que la

Los orígenes de la palabra elegancia se remontan al latín, donde su

Dos mujeres de la misma edad, estatura y complexión pueden llevar

Muchos me preguntan si elegante se nace o se hace.

Ahora estás en el momento perfecto para explotar estas claves

En este libro te encontrarás múltiples citas ilustrativas que te

Prepárate para el cambio porque afectará a todas las facetas de tu

En esta parte, verás cómo influye la imagen en la elegancia.

Toda persona elegante presta atención a su imagen aunque como

Algunas personas creen que cuidar tanto su imagen es ser

A lo largo de los años he visto cómo mujeres con un nivel

El ser humano antes de relacionarse, primero se viste, decía Honoré

Es maravilloso ofrecer tu mejor versión y dejar huella por donde

“Cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir”

Cuidar tu imagen demuestra respeto y genera empatía. Y una

Todo comienza con la alimentación. Es sumamente importante lo

Presta mucha atención a todo lo que comes a diario. Por supuesto

“ Deja que la comida sea tu medicina y que la medicina sea tu

Además de la alimentación, es importante que hagas ejercicio.

“La actividad física no es solo una de las llaves más importantes

El descanso es otro de los pilares a la hora de cuidar el cuerpo.

“Dormir es la cadena de oro que une salud y cuerpo”

Regalarte un masaje, hacerte una envoltura o acudir a un spa de

“Creo que el mayor regalo que le puedes dar a tu familia y al mundo