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Un artefacto es algún tipo de objeto, máquina o aparato cuya fabricación requiere de la aplicación
de una cierta técnica o tecnología y que está dotado de un uso o fin específico. Se trata de una
palabra proveniente del latín artis (“arte”) y factus (“hecho”), es decir, un objeto “hecho mediante
ciertas artes”, o sea, “hecho mediante destrezas determinadas”.
Sin embargo, el término “artefacto” se emplea generalmente para referirse a algún aparato o
artilugio desconocido, poco comprendido o cuyos mecanismos de funcionamiento se ignoran. Así,
cuando se menciona un “artefacto volador” o un “artefacto electrónico”, se expresa que se sabe
muy poco del objeto tecnológico en cuestión, más allá de que sirve para volar o de que opera en
base a la electrónica, respectivamente. De allí que el término también pueda tener connotaciones
despectivas, a la hora de referirse a una máquina o un objeto de cierto tamaño.
Los artefactos son objetos materiales, de fabricación deliberada, que tienen un propósito único
preestablecido. No suelen ser fungibles, esto es, no suelen consumirse a sí mismos a través de su
uso, de modo que sus funciones son perdurables o repetibles en el tiempo, y suelen requerir de
una cierta experticia o conocimiento para su correcta utilización.
Sin embargo, no es correcto emplear el término “artefacto” para referirse a los objetos exhibidos
en un museo. Este uso es un traslado del inglés artifact, ya que en dicha lengua se llama así a los
objetos de fabricación humana que pueden distinguirse de los objetos naturales. En español, en
cambio, el término es más similar al concepto de “máquina” o “aparato” que al de “pieza” u
Ejemplos de artefactos