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Resumen/abstract:
La participación ciudadana está empezando a ser un tema de interés por parte de la
Ciencia política y de los actores que participan. Esta investigación pretende realizar
un mapa de las experiencias participativas más significativas y de los mecanismos de
participación más usados, siguiendo la clasificación de Gomà y Font, 2001. Para
realizar este análisis se llevará a cabo una revisión bibliográfica de las experiencias
de participación ciudadana más destacadas, realizadas en España desde 1980 hasta
2017. Se pretende detectar también con este análisis, algunos de los límites que se
hayan podido producir en cuanto a los resultados del proceso participativo y en
cuanto al uso de determinados mecanismos de participación.
Palabras clave: participación ciudadana, ciencias políticas, experiencias
participativas, democracia participativa.
Nota biográfica:
Es en este contexto, surge como una de las soluciones entre otras opciones, las
herramientas de democracia participativa, que pretende corregir esos déficits que
presenta la democracia representativa.
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Encuesta Social Europea (2012-2014).
experiencias participativas más importantes, y detectando, si hubiera, errores o
limitaciones en esos procesos. Para ello primero se definirá que concepto de
participación ciudadana vamos a considerar para este estudio y la clasificación de
mecanismos participativos que existe. Tras esto, se expondrán los procesos
participativos más destacados y su recorrido.
Para llevar a cabo este análisis, en primer lugar, se van a describir los
mecanismos existentes y tras esto se va a realizar una revisión de fuentes secundarias,
tales como documentos oficiales y bibliografía específica sobre textos básicos de
participación ciudadanía, desde los más antiguos a los más recientes, procurando
mostrar todas las posturas encontradas. Junto con esta revisión bibliográfica se
utilizarán datos obtenidos de organismos y entes oficiales y se realizará una
interpretación de estos datos en relación a la materia de estudio.
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Ruano de la Fuente en: Revista Política y Sociedad, 2010.
que promover la participación ciudadana, también son los que pueden hacer un mal uso
de ella.
• Factores socio-económicos3: Son muchos los autores que coinciden en señalar una
serie de variables que determinan la intensidad y el tipo de participación. Edad, género,
nivel de ingresos y nivel educativo son variables de los individuos que tienen influencia
en la forma de participar en los asuntos públicos.
3
Kaase (1992), Dalton (1196).
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INJUVE: Sondeo de opinión “Jóvenes participación y cultura política” 2011.
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El 45,9% afirman que alguna vez han asistido a una manifestación; el 30,7% alguna vez ha comprado
ciertos productos por razones políticas, éticas o para favorecer el medio ambiente; el 19,5% han asistido a
una reunión política o a un mitin alguna vez; y finalmente solo un 8,2% ha enviado mensajes políticos,
SMS, a través del móvil etc., alguna vez. INJUVE 2011.
más alto, participan más. Aunque estas diferencias cada vez son más
reducidas, aún son persistentes.
- Nivel económico: Esta variable quizás sea una de la que menos incidencia
tenga dentro de la participación, aunque parece que existe una tendencia a
relacionar mayor nivel económico con mayor nivel de participación.
Investigaciones llevadas a cabo como las de Verba (1995) revelan que la
participación política convencional se relaciona positivamente con la
estratificación social. Así mismo, existen una relación directa entre mayor
nivel de ingresos y más participación de tipo convencional. Al igual que el
nivel educativo, podemos ver con el cambio de contexto de la política actual,
que personas con un nivel educativo alto y con unos ingresos altos,
participan menos y de forma no convencional. Aunque esta no es la norma
general es relevante tenerlo en cuenta.
- Nivel educativo: El nivel educativo influye en el conocimiento que una
persona tiene sobre el sistema y en las posibilidades que tiene de incidir en
este. Aunque en las últimas décadas esta tendencia es menos visible, parece
contrastado el hecho de que a mayor nivel educativo mayor participación.
También existen estudios que relacionan la participación no convencional
con un mayor nivel educativo (Kaase, 1992) ya que mayor nivel educativo
puede crear a su vez un mayor escepticismo político. Dicho lo cual, el nivel
educativo sigue siendo importante en cuanto a la intensidad de la
participación, pero no lo es tanto en cuanto a las formas de participación.
• Ideología política: Influye en la intensidad y las formas de llevar a cabo y canalizar la
participación ciudadana. En este caso existen estudios más que avalados que determinan
que los partidos que se encuentran a la izquierda ideológica, apuestan más por la
innovación democrática, y esta innovación lleva consigo la implantación de nuevas
formas de participación ciudadana (Giddens, 1998; Blanco y Font, 2005).
Como podemos ver todos estos factores tienen un efecto en la participación, pero
ningún de ellos es determinante.
Otro factor que será relevante sin duda, es el ámbito en el que se realiza la
participación. Aunque se puede dar participación en todos los niveles, la gran mayoría
de los autores coinciden en que el ámbito local, es más apropiado. El ámbito local es el
más cercano, por lo que la ciudadanía se siente más identificada con este que con el
ámbito autonómico, estatal o supraestatal y es uno de los lugares más idóneos para la
extensión de las redes sociales (Mutti, 1992). Es ámbito de descentralización tiende a
ser más flexible a las exigencias de la ciudadanía ya que puede participar de forma más
directa pues tiene los órganos de toma de decisiones a su alcance. Esto supone también
poder de influencia y la capacidad de construir un capital social más activo (Subirat,
2002; Colino, 2002).
Es por ello que las experiencias participativas se deben realizar con cuidado,
definiendo bien que se considera participación y sus prácticas, y realizando un proceso
transparente y abierto. Se debe tener un control absoluto y riguroso desde el
planteamiento inicial del proceso participativo hasta su implementación y será
primordial una posterior evaluación.
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Los estudios a los que se hace referencia son, entre otros, a los llevados a cabo por Clemente Navarro y
Parés.
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Ruano de la Fuente en: Revista Política y Sociedad, 2010.
Para que la participación se lleve a cabo es necesaria una iniciativa política y
social, pero también será necesario un marco jurídico que encuadre toda la participación
y que habilite canales oficiales para su realización. Este marco jurídico en España está
muy definido, teniendo en cuenta los distintos niveles legislativos encontramos
alusiones y normativa de referencia en participación ciudadana en:
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Artículo 9.2 de la Constitución Española: “Corresponde a los poderes públicos promover las
condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y
efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos
los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.”
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Artículo 129.1 de la Constitución Española: “La ley establecerá las formas de participación de los
interesados en la Seguridad Social y en la actividad de los organismos públicos cuya función afecte
directamente a la calidad de la vida o al bienestar general”.
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Artículo 134.a Estatuto de Autonomía de Andalucía: “La ley regulará: La participación de los
ciudadanos, directamente o a través de las asociaciones y organizaciones en las que se integren, en los
procedimientos administrativos o de elaboración de disposiciones que les puedan afectar”.
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Artículo 18.1.b: “Son derechos y deberes de los vecinos: Participar en la gestión municipal de acuerdo
con lo dispuesto en las leyes y, en su caso, cuando la colaboración de carácter voluntario de los vecinos
sea interesada por los órganos de gobierno de la administración local”.
es relevante pues en su punto número dos supedita la participación
ciudadana a la participación política. También en los diferentes artículos de
este título se les reconoce a los ciudadanos el derecho de participar en la
gestión municipal.
- Reglamentos de participación: Este tipo de legislación emana del poder
local. Es por ello que es la más cercana a la ciudadana. Casi todos los
municipios españoles cuentan con Reglamentos de Participación. Pero que
exista una norma jurídica no quiere decir que se aplique. En muchos
municipios se legislo por medio de estos reglamentos, pero después no
existió iniciativa política ni ciudadana para implementar dinámicas de
participación.
Como se puede denotar, que existan normas jurídicas que amparen y que
legislen sobre participación no quiere decir que la participación se lleve a cabo. Es el
caso de muchos lugares donde la participación se puso por escrito, pero no se llevó a la
práctica. Aun así, esta investigación versa sobre los procesos participativos que se han
llevado a cabo, que cabe destacar que son diversos en número y en forma. Para ello, el
siguiente epígrafe se centrará en exponer los mecanismos de participación que existen y
las experiencias participativas más destacas en España.
Mecanismos de participación.
Participación
Participación de base asociativa Participación de base personal
mixta
De carácter De carácter De tipo
De tipo extensivo
sectorial territorial intensivo
- Fórums y - Consejos - Planes - Fórums - Asambleas
Participación
Mesas consultivos de Estratégicos temáticos
en Diagnóstico
sectoriales de Entidades a - Círculos de - Audiencias
de Problemas
Entidades escala de - Procesos Estudio
y en
barrio, distrito, participativos - Conferencia de - Teledemocracia
Formación de
ciudad temáticos: AL- consenso
la Agenda
21, PEC
- Consejos, - Consejos - Consejos - Presupuestos - Referéndum
Conclusiones.
A lo largo de esta investigación se conceptualizado la participación ciudadana y
sus principales mecanismos y se ha puesto en relación con las experiencias más
destacadas en municipios y ciudades españolas.
Aunque existen ya experiencias suficientes de participación ciudadana, lo cierto,
es que la mayoría de estas experiencias aun no tienen un rodaje suficiente como para
determinar de forma taxativa si están arrojando los resultados que se esperan o no. Pero
en la mayoría de los casos se pueden detectar algunas limitaciones importantes que
pueden ser corregidas mediante las herramientas adecuadas.
La participación ciudadana tiene una dualidad interesante, a priori puede parecer
que el hecho de que exista participación ciudadana es positivo para la ciudadanía en
general y para los gobernantes, reduciendo la distancia entre ambos actores y
propiciando un modelo más democrático. Sin embargo, en algunas ocasiones procesos o
experiencias participativas pueden también ser usadas como “arma” política para tomar
decisiones bajo la legitimidad que le da la ciudadana. Para evitar este uso, es
conveniente que exista un acuerdo con las fuerzas políticas y sociales del municipio
antes de emprender procesos de participación ciudadana, del mismo modo, es necesario
que exista una formulación correcta del proceso y que se establezcan unos límites claros
en cuanto a procedimientos y repercusiones.
Por otro lado, en la mayoría de las experiencias participativas llevadas a cabo,
las tasas de participación no son muy altas. Generalmente, las personas o grupos que
participan tienden a ser los mismos que ya participaban o que ya tenían voz. El gran reto
por tanto es, que las personas y grupos que no participen lo hagan. Para ello se debe
llevar a cabo un análisis previo de la población e intentar realizar estrategias
encaminadas a que esos grupos o personas individuales que no participan lo hagan.
También es importante que la participación tenga unos resultados concretos y no se
difumine en procesos burocráticos o políticos ajenos a la mayoría de la ciudadana. Si los
resultados se pueden ver claramente es más probable que se animen más personas a
participar, pues sienten que su opinión importa y que pueden cambiar cosas.
En cuanto a la ciudadanía también es muy relevante la necesidad de que se informe por
los canales adecuados, en algunas ocasiones la participación sin la información
necesaria puede llevar a que un proceso participativo fracase, es necesario informar a la
población y hacerlo por los canales más adecuados en función del perfil participativo.
Para concluir, durante este documento se ha dejado patente la necesidad de una
buena formulación del proceso participativo y una correcta implementación, pero lo que
se suele olvidar en muchas experiencias o procesos participativos es la necesidad de que
exista una evaluación. La evaluación en cualquier política pública es fundamental al
igual que cuando se pretende llevar a cabo una experiencia participativa. La evaluación
nos puede arrojar luz sobre algunos sesgos que no se habían contemplado previamente,
o sobre cómo se puede mejorar el proceso en una segunda etapa. Muy ligado a la
evaluación está también la transparencia, un proceso participativo debe ser transparente
desde su formulación, su implementación y sus resultados. Si es proceso es transparente
tiene muchas más posibilidades de existo.
Referencias.