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Cancún Q.

Roo a 04
de Abril del 2024
Paola M. Quintal
Loría
Expresión oral y escrita.

Las botas rojas


Las Botas Rojas

En algún lugar oculto existía un oscuro y misterioso reino llamado Sabbra Cadabra cubierto por
densas sombras, donde las criaturas de la noche acechaban en cada rincón, en este habitaba una
joven elfa llamada Aria. Aria era conocida por su belleza intimidante y su habilidad tan desarrollada
para controlar el aire con su magia oscura, la extraña elfa siempre estaba acompañada por sus dos
mejores amigos "Zephyr" llamado así en honor al dios griego y Aldebarán un hombre cuya magia es
capaz de permitirle convertirse en un búho.
Los tres jóvenes solían cometer toda clase de crímenes y bromas en el pueblo, sin embargo, nunca
recibían un castigo, hasta que un día en una noche de luna llena que los jóvenes salieron a divertirse
como siempre, paseando cerca del castillo del rey Thalos notaron a un anciano muy extraño, este
muy asustado se les acerco y con una voz temblorosa les dio un mensaje de advertencia sobre una
oscura conspiración del rey que amenazaba con sumir al reino en un caos interminable.
Aria y Zephyr al escuchar esto se consternaron, el reino ya era un lugar de sombras y secretos,
donde la traición y la desconfianza reinaba. Todos vivían bajo el miedo del rey, temerosos de las
consecuencias de desafiar su autoridad. Aquellos que osaban oponerse a él eran rápidamente
silenciados, sin embargo, no había ninguna ley que castigara a ladrones o criminales.
Aldebarán muy intrigado por la advertencia del anciano propuso investigar al respecto, ellos sabían
que el reino no siempre había sido un lugar desolado según las historias de sus padres y abuelos,
tras los años y la coronación del actual rey todo había cambiado, el reino entero sabía que el actual
rey era un hombre vil que había explotado las tierras del reino y a su gente, sin embargo, ¿qué más
podría ganar de este?
Con esta pregunta en la mente los jóvenes decidieron asomarse por el castillo y comprobar si algo
extraño sucedía dentro de él, Aldebarán siendo el más ágil uso su magia y se convirtió en un búho
blanco y emprendió el vuelo hacia el castillo, mientras tanto Aria y Zephyr se ocultaron cerca del
castillo en la espera de noticias.
Con su gran visión el búho blanco noto a el Rey Thalos en su gran trono en el sombrío castillo de
obsidiana, con una mirada fría y calculadora, su semblante y su presencia inspiraba temor. Mientras
Aldebarán observaba desde su forma de búho blanco, pudo percibir la presencia de otros individuos
en el castillo. Un grupo de hombres armados patrullaba los alrededores, también noto a varios
individuos encapuchados discutiendo con el rey.
Intrigado por lo que veía, Aldebarán decidió acercarse para lograr escuchar algunos murmullos
entre los encapuchados, quienes hablaban en voz baja sobre un plan para desatar el caos en el reino,
mencionando algo sobre robar toda la magia de la población y para lograrlo debían encontrar las
antiguas botas rojas echas con una magia celestial. Aldebarán en ese momento fue descubierto por
culpa de un rayo de luna que iluminó su figura, revelando su presencia a los hombres armados.
El elfo muy asustado tuvo que actuar rápidamente transformándose de nuevo y así correr
velozmente hacia donde se encontraban Aria y Zephyr, advirtiéndoles de los guardias que se
aproximaban, los tres chicos no tuvieron problemas en huir, después de todo conocían muy bien el
reino y sobre todo el bosque, en este Aria tenía una pequeña cabaña donde solía vivir con sus
padres, dos antiguos elfos muy reconocidos. Dentro de la pequeña cabaña comenzaron a discutir
sobre lo que Aldebarán había presenciado en el castillo de Thalos y todo lo que había descubierto.
Aria al escuchar todo el plan del rey decidió compartir con sus amigos la historia de sus padres,
revelando que habían desaparecido misteriosamente hace años, y desde entonces ella había vivido
sola en la cabaña, confesando algo importante: las botas rojas que había heredado de sus padres.
Según la leyenda familiar, estas botas poseían un poder mágico único pero peligroso. Aunque había
oído hablar de las botas rojas en numerosas ocasiones, nunca había tenido la oportunidad de
presenciar su poder por sí misma e inclusive estas habían sido ocultas por sus padres el mismo día
que desaparecieron.
Aldebarán y Zephyr se quedaron sin aliento ante la revelación de Aria. Las botas rojas
representaban una nueva dimensión en su búsqueda para detener los planes malévolos del rey
Thalos y liberar el reino. Sin embargo, también sabían que usar el poder de las botas implicaba un
riesgo considerable, los tres amigos después de discutir llegaron a un acuerdo: Encontrar las botas
antes que el rey y usarlas a su favor.
Con esto los chicos registraron la pequeña cabaña y sus alrededores en busca de pistas, pronto
descubrieron un compartimento secreto oculto bajo el suelo de la cabaña. Con manos temblorosas,
Aria levantó la trampilla y, para su asombro, encontró una caja que contenía un mapa bastante viejo
que los guiaba al centro del bosque donde vivían las criaturas mágicas más salvajes, sin embargo, su
descubrimiento se vio interrumpido por un ruido que provenía del exterior de la cabaña.
Al mirar por la ventana, vieron a los secuaces del rey Thalos acercándose a la cabaña, listos para
capturarlos y arrebatarles el mapa.Los elfos con el corazón latiendo con fuerza, se dieron cuenta de
que estaban en peligro inminente y que debían actuar con rapidez para protegerse a sí mismos.
Mientras los secuaces del rey Thalos se aproximaban cada vez más a la cabaña, Aria guardó el mapa
en su bolsillo, y Zephyr aseguro las puertas de la cabaña para simular que seguían adentro, con esto
Aldebarán voló por encima de ellos e identifico una ruta de escape, parecía bastante peligrosa, pero
era su única opción.
Siguiendo el mapa, para su mala suerte en el camino se encontraron con una criatura gigante que
protegía el bosque de intrusos. La criatura rugió furiosamente y se abalanzó sobre ellos, Aldebarán
previniendo utilizó su energía para lanzar un hechizo de protección, mientras Aria canalizaba su
magia para crear ráfagas de viento que desviaban los ataques de la criatura, Zephyr, por otro lado,
con su fuerza y destreza, contraatacaba con golpes.
Durante la pelea se dieron cuenta que esa inmensa criatura tenía un colgante con el símbolo de la
familia de Aria, este era la clave para encontrar las botas, desesperadamente aria le mostro a la
criatura una antigua marca de nacimiento que fue traspasada en generaciones, con esto la criatura, al
ver la marca de nacimiento, emitió un sonido de sorpresa y se detuvo en seco, dejando de atacar a
los amigos y mirando fijamente a Aria con sus grandes ojos. Lentamente, extendió una de sus
enormes garras y acercó el colgante hacia ella.
En este había un pergamino que explicaba que había sucedido con los padres de Aria y el paradero
de las botas, la criatura, en forma de disculpa, se ofreció a guiarlos hacia la ubicación secreta de las
botas rojas, después de algunas horas de caminata, llegaron a un claro en el bosque donde se alzaba
un antiguo y majestuoso templo. La criatura les indicó que este era el lugar donde se encontraban
las botas rojas, protegidas por un encantamiento antiguo que solo el linaje de Aria podía romper.
Dentro del templo se encontraron con un altar en donde estaban encriptadas algunas frases, estas
eran un conjuro que los padres de la joven le habían enseñado años atrás, impresionada comenzó a
recitar las palabras del conjuro con cuidado dejando que la magia fluyera a través de ella con cada
palabra pronunciada, el encantamiento se fortalecía, rompiendo lentamente las barreras que
protegían las botas rojas.
Lamentablemente en ese momento el rey Thalos irrumpió en el templo con una expresión de furia
en su rostro, decidido a obtener las botas por sí mismo. Al intentar enfrentarse a la poderosa energía
mágica que emanaban las botas, se vio momentáneamente detenido por el poder protector que los
rodeaba.
Thalos con una mirada desafiante y como acto de desesperación, lanzó un poderoso hechizo oscuro
hacia los tres amigos, desatando una explosión de energía oscura que sacudió el templo. Pero los
jóvenes elfos, fortalecidos por la magia de las botas rojas, lograron resistir el ataque y
contraatacaron decididos a proteger el poder de las botas y a enfrentarse al tirano rey que había
causado tanto sufrimiento.
Entonces con habilidades mágicas combinadas Aria, Aldebarán y Zephyr lucharon valientemente
contra Thalos, El rey, armado con su propia magia oscura y su astucia, no se rendía fácilmente y
lanzaba ataques despiadados contra los amigos.
El último esfuerzo conjunto de los tres amigos elfos fue un movimiento planeado meticulosamente
durante la batalla. Mientras Aldebaran y Zephyr mantenían ocupado al rey Thalos con una serie de
ataques coordinados, Aria se preparaba para lanzar el hechizo final que sellaría la derrota del
malvado monarca.
Cuando el momento fue oportuno, Aria lanzó el hechizo final, una poderosa ráfaga de energía que
envolvió al rey Thalos y lo debilitó hasta dejarlo indefenso. Aprovechando la oportunidad,
Aldebarán y Zephyr se lanzaron hacia el rey y, con un esfuerzo conjunto, lograron desarmarlo y
expulsarlo del templo.El hechizo final fue el golpe decisivo que selló a el rey Thalos en ese mismo
templo, permitiendo a los tres amigos elfos ganar la peligrosa batalla.
Con el paso de los días, el reino comenzó a florecer una vez más, y la leyenda de los tres valientes
elfos se extendió por toda la tierra. Se dice que, gracias a su coraje y determinación, el reino vivió
en paz y prosperidad durante muchas generaciones.

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