1. Que incidencia tiene el plan Colombia en la geopolítica colombiana.
Lo cierto es que Colombia podría invocar como intereses geopolíticos los de
preservar su actual territorio, asegurar el control de sus recursos naturales y asumir un liderazgo sobre sus áreas de influencia natural (Pacífico Occidental; Andes; Amazonia; Istmo centroamericano; Caribe y la Orinoquia-Guayana, La implementación del Plan Colombia y sus derivados, así como la entrega de la soberanía colombiana mediante el nuevo convenio firmado con la administración Obama para el uso adicional de siete bases militares en Colombia, es producto del largo conflicto colombiano. Primero con la represión de las poblaciones campesinas y luego con la muerte del senador liberal Gaitán Ayala por las acusaciones que éste hizo al Estado colombiano por la masacre ocurrida en las bananeras (Ciénaga), en 1928. La represión a la población rural, la muerte de Gaitán, la aparición de las guerrillas, la creación de las Autodefensas Unidas de Colombia, en fin la radicalización del conflicto social colombiano, ha conllevado un paso tras otro, como un Plan Colombia global, macro, a un Plan Colombia legalizado en el año 2000, con sus derivados, que intentan una vez más frenar el proceso hacia el concepto de una sola Patria, la América, como la concibió el precursor Francisco de Miranda y la impulsó nuestro Libertador Simón Bolívar desde un principio hasta su muerte en Santa Marta. Según William Izarra (2009) el Plan Colombia y sus derivados abarcan una zona de 3,5 millones de km2, involucrando a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela y parte de Brasil (Amazonia). Su área de competencia es de 110 millones de personas, además, parte del Amazonas, pulmón del mundo y una de las regiones más ricas en especies biológicas y poseedora de la mayor reserva de agua dulce existente en la vida. Por las acciones y su alcance, al plan también se le conoce como ‘‘Guerra del Sur’’, lo que permite comprobar, a través de los desplazados, que el Plan Colombia incrementa la miseria de los pueblos andinos. Este Plan pretende desarrollar una guerra contra la producción de la droga, pero no evita ni la entrada de la droga en su territorio, ni combate el consumo de la misma en los Estados Unidos. Este consumo es de US $ 100 mil millones al año. USA sigue siendo el principal mercado de la droga mundial, comparable en extensión con el de Europa completa: 14 millones de estadounidenses consumen mensualmente droga ilegal. Mientras exista esta demanda tan alta cualquier campaña de eliminación de su oferta será inútil. También hay que atacar la demanda. El kilo de cocaína vale aproximadamente US $ 36 mil. Por ello resulta poco creíble que el propósito de los Estados Unidos con el Plan Colombia sea la eliminación de los cultivos. Su verdadera intención es el exterminio de los movimientos sociales en América Latina, que constituyen un obstáculo para sus intereses neoliberales. Estos intereses se consolidan a través de la implementación del modelo neoliberal que catapulta a los Estados latinoamericanos a un capitalismo subdesarrollado, dependiente y trabajando para los grandes centros foráneos de poder hegemónico, como lo explica Ludovico Silva (2009). De la pluralidad de objetivos del Plan Colombia, mutante en sus diferentes versiones, se destacan tres: • Erradicar la guerrilla; • Impedir que se consolide un proyecto nacionalista que afecte los intereses hegemónicos estadounidenses; • Dominar principalmente los yacimientos petroleros, entre otros recursos vitales del planeta.
2. Identifique los beneficios y los problemas en materia de geopolítica en el Estado
Colombiana producto del plan Colombia. Entre los beneficios en materia de geopolítica en el estado Once comunidades indígenas del Putumayo podrán acceder a beneficios como la legalización de tierras, servicio de salud gratuito, exoneración en la prestación del servicio militar para los jóvenes, acceso a la educación superior y créditos de estudio. Las comunidades obtendrán estas ventajas debido a que fueron reconocidas dentro del programa Transparencia y Convivencia del Plan Colombia los grandes narcotraficantes colombianos no son la gente descrita por los jefes antidrogas de Washington y difundidas por los defensores ideológicos del Plan Colombia. Las llamadas narco guerrillas y los campesinos que cultivan coca reciben menos del 10% de las ganancias porque ellos solo producen y gravan la materia prima. Los grandes beneficios provienen del mercado de exportación y del blanqueo de los beneficios de la droga. La configuración real del poder del narcotráfico en cada punto de tránsito al consumidor demuestra que son aliados estratégicos de EEUU en la Guerra contrarrevolucionaria. Si observamos las rutas de la droga a través del Caribe y de América Central, que pasan a través de importantes regímenes clientelares y que obviamente se mueven con el respaldo oficial. Los grandes narcotraficantes colombianos no son la gente descrita por los jefes antidrogas de Washington y difundidas por los defensores ideológicos del Plan Colombia. Las llamadas narco guerrillas y los campesinos que cultivan coca reciben menos del 10% de las ganancias porque ellos solo producen y gravan la materia prima. Los grandes beneficios provienen del mercado de exportación y del blanqueo de los beneficios de la droga. El problema colombiano en materia geopolítica es de tal magnitud que está amenazando la paz latinoamericana. La instalación y cesión/adición de siete bases estadounidenses en suelo colombiano, donde las funciones de los militares y contratistas profesionales no están especificadas, augura un derramamiento de sangre del colectivo latinoamericano. Aquí no escaparán los pueblos irreverentes de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, etc., desde el punto de vista político. Otros países se sienten amenazados no sólo por su posición política, sino por los recursos, como es el caso de Brasil que mira con angustia la mirada de los estadounidenses sobre el espacio de la Amazonía y otros países con recursos hídricos importantes, como Uruguay, Argentina, Chile, etc. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, los cultivos de coca aumentaron, Incremento de las Colombia, aumento de violaciones a los derechos humanos y positivos, incremento de la ilegal, la amenaza de las emergentes, militares colombianos como mercenarios, fracaso de la exportación del plan.
3. Que significa Colombia en la región latinoamericana y caribeña frente a su política
exterior y geopolítica, con la creación de una infraestructura regional al servicio de la explotación de valiosos recurso naturales Gran parte de lo que significa Colombia en la región latinoamericana y caribeña se debe a su política exterior, caracterizada por una postura subordinada a los planes hemisféricos de los Estados Unidos (EE. UU.), priorizando los asuntos militares y de seguridad en sus relaciones internacionales. Uno de los ordenadores de esta política, que mantiene consecuencias visibles en la actualidad, ha sido el Plan Colombia (renombrado Plan Paz Colombia en 2016, a finales de la administración Obama), otro rótulo de la “guerra contra las drogas” y el “terrorismo”. Análisis sucesivos apuntan a que los objetivos reales eran destruir las organizaciones político-militares de izquierda y profundizar los mecanismos de acumulación vía la extracción de recursos minero-energéticos. A través del Plan Colombia, se ha articulado una proyección continental que combina la militarización de la sociedad, la “asistencia para el desarrollo” y la creación de una infraestructura regional al servicio de la extracción de valiosos recursos naturales. En esa línea, Colombia ha concatenado su actitud hostil con las agendas devenidas de la Estrategia de Seguridad Nacional de 2002, y otras como el ALCA, el Plan Puebla-Panamá, la Iniciativa Regional Andina y la Iniciativa Mérida. Del mismo modo, ha diseñado una política de Defensa y Seguridad Nacional (conocida como “Seguridad Democrática”), cuya aplicación ha generado situaciones de alta tensión tanto en las fronteras con Venezuela y Ecuador por incursiones militares en sus territorios, como en la región a través del convenio de cooperación que ponía a disposición de los EE. UU. siete bases militares colombianas. Esta trayectoria es actualmente el cheque en blanco para ser instrumento de operaciones en el marco de la crisis con Venezuela, mientras la región suramericana vivió un proceso creciente de integración con independencia de los Estados Unidos, Colombia desentonó, siendo además del único país con un conflicto armado, un agresor a sus vecinos y un articulador permanente de iniciativas extraoficiales a la institucionalidad internacional naciente. Mientras en la UNASUR se avanzaba en la perspectiva de articular agendas políticas y de defensa, con las que se restaban fuerzas al panamericanismo tutelado de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Colombia fortalecía -mediante ONGS y fundaciones- una red de outsiders políticos de derecha que proyectaban reconfigurar el continente como área de influencia de Washington.