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Del Altiplano Sur Bolivariano hasta el mercado global:

Coordinación y estructuras de gobernancia de la cadena de valor


de la quinua orgánica y del comercio justo

Pablo Laguna1 Zina Cáceres21 Aurélie Carimentrand3

1
Estudiante de doctorado en sociología rural del desarrollo, Wageningen University,
Países-Bajos. e-mail: Pablo.Laguna@wur.nl.

2
PhD. en Desarrollo, Agricultura y Sociedad, Universidad Federal Rural de Río de
Janeiro, Brasil. e-mail: zcb99@yahoo.com

3
Estudiante de doctorado en economía de la Universidad de Versailles, Francia. e-
mail: aurelie.carimentrand@c3ed.uvsq.fr

Resumen

El presente artículo tiene por objetivo describir y analizar el desarrollo de la cadena


global de valor de la quinua real, asociada a la demanda de los consumidores de los
mercados agroalimentarios de calidad específica. Considerando organizaciones de
productores y empresas privadas locales y multinacionales, los autores abordan la
evolución de las formas de coordinación y de las estructuras de gobernancia que
sustentan la calidad orgánica y del comercio justo, en particular el surgimiento de las
Organizaciones Económicas Campesinas, la agricultura bajo contrato y la creación de
filiales de los distribuidores europeos. Para guiar el análisis recurrimos a la teoría
francesa de las convenciones y al enfoque de las cadenas globales de valor.

Palabras clave: Bolivia, globalización, cadena de valor, quinua, comercio justo,


gobernancia.

Abstract

This article aims to describe and to analyze the recent development of real organic
quinoa global value chain, linked to consumer demand in specific quality food markets.
Taking into account small producers’ organizations and local and multinational private
companies, the authors consider the evolution of forms of coordination and governance
structure linked to organic and fair trade quality, in particular the creation of peasants
economic organization, contract farming, and European distributor subsidiaries. The
main tool for this analysis is the French Conventions Theory and the Global Value
Chain approach.

Keywords: Bolivia, globalization, value chain, quinoa, fair-trade, governance.

résumé

Cet article vise à décrire et à analyser le développement récent de la filière globale du


quinoa, associé à la demande des consommateurs des marchés agroalimentaires de
qualité spécifique. Tenant compte des organisations de producteurs et des entreprises
privées locales et multinationales, les auteurs étudient l ’évolution des formes de

1
coordination et des structures de gouvernance qui soutiennent la qualité «agriculture
biologique» et «commerce équitable», en particulier l’émergence des organisations
économiques paysannes, l’agriculture sous contrat et la création de filiales de
distributeurs européens. Afin de guider cette analyse, ils mobilisent les outils
conceptuels de la théorie des conventions et de l’approche des filières globales (global
value chains).

Mots clé : Bolivie, globalisation, filière, quinoa, comerce équitable, gouvernance.

Recibido: 20-12-2005 Aceptado: 18-02-2006

Introducción

La reciente evolución del sistema agroalimentario mundial hacia el surgimiento de


mercados de alimentos de calidad específica, tales como orgánicos, nutracéuticos, del
comercio justo y de denominación de origen, está siendo impulsada por los cambios en
la demanda del consumidor del norte, más preocupado con la salud, con el medio
ambiente y con las cuestiones ciudadanas. Dicha tendencia ofrece nuevas
oportunidades de inserción al mercado internacional para campesinos de economías en
desarrollo y constituye una oportunidad para revalorar productos autóctonos
marginados como, por ejemplo, la quinua4 cultivada en los Andes.

Ese nuevo contexto frenó la histórica tendencia en la Región Andina de caída de la


producción y consumo de la quinua del Altiplano, sobretodo la de los años de la
República, cuando la gran mayoría de los cultivos alimenticios de origen andino fueron
estigmatizados como alimentos de pobres e indios, quedando marginados y
circunscritos al autoconsumo y al intercambio no mercantil (Laguna, 2005a). Desde
fines de los años 1960 se intentó revertir esa tendencia negativa con la
implementación del modelo de sustitución de importaciones y la «Revolución Verde»,
buscando así reducir desequilibrios de la balanza comercial y mejorar la seguridad
alimentaria. Entonces, a través de acciones del Ministerio de Agricultura, centros
públicos de investigación agropecuaria5 y universidades, con el apoyo de la FAO6 y del
IICA7, los gobiernos andinos de Perú, Bolivia y Ecuador fomentaron la producción e
industrialización de alimentos andinos de alto valor nutritivo, entre ellos la quinua 8, en
un sentido productivista. Más fue a principios de la década del 2000 que se alcanzaron
volúmenes de producción y comercialización de quinua significativos para esta región.
Esta última dinámica representó un proceso de revaloración de la quinua, fundado en
nuevos atributos de calidad cuyo impacto superó a los esfuerzos de las décadas de
1970 y de 1980 del modelo productivista de agricultura intensiva promovido por esos
gobiernos. Perú y Bolivia son los productores de quinua más importantes al nivel
global, proveen el 54% y el 43%, respectivamente, de la cosecha mundial.
Actualmente Bolivia es el país líder en las exportaciones mundiales de quinua (Laguna,
2005a).

El presente estudio tiene por objetivo describir y analizar la evolución de las formas de
coordinación y de las estructuras de gobernancia que sustentan la calidad orgánica y la
calidad del comercio justo de la cadena global «sur-norte» de valor de la quinua real.
Se entiende aquí la configuración de la cadena global de la quinua como resultado de
la relación entre la naturaleza de los «contenidos de la calidad», la naturaleza de las
convenciones (formas de coordinación) y las estructuras de gobernancia. Para ello,
interesan las acciones de los actores-productores agrícolas, organizaciones económicas
campesinas (OECAs), empresas privadas procesadoras, exportadoras, importadoras
y/o distribuidoras, sean de origen privado o de la sociedad civil (ejemplo, comercio
justo) y/o de alcance transnacional; y en las acciones de las instituciones de apoyo:
instituciones públicas, ONGs, certificadoras, organismos internacionales de
cooperación, vinculados por la calidad de la quinua aceptada en el mercado
internacional, específicamente el europeo. Para guiar el análisis se recurre a la teoría
francesa de las convenciones y al enfoque de las cadenas globales de valor, basándose
en entrevistas realizadas en el estudio de campo y en información secundaria.

1. Produciendo calidad industrial y local: la quinua real orgánica del


Altiplano Sur de Bolivia

Son muchas las variedades de quinua existentes, las cuales se distribuyen según eco
regiones, pues las características morfológicas y fisiológicas de estas variedades
dependen de condiciones ecológicas particulares denominadas ecotipos. Los ecotipos
que crecen alrededor de los salares del Altiplano Sur Boliviano, en los departamentos
de Oruro y Potosí, pertenecen a la ecoregión «Quinua Real». Se adaptan a la salinidad
del suelo, la extrema aridez, las temperaturas negativas y poseen el mayor tamaño de
grano, al color más blanco y el mayor contenido en saponina (Tapia, 1976 y 1990).

Conciente de la demanda potencial existente por la quinua real y en consecuencia de


sus cualidades morfológicas, a principios de la década de los años 1970, el estado
boliviano promovió la difusión de tecnología agropecuaria (variedades mejoradas,
fertilizantes, fitosanitarios y maquinaria agrícola) y para el desaponificado de la quinua
mediante el lavado y secado (vía húmeda), mediante institutos de investigación
agropecuaria. La tecnología y el conocimiento generados para la producción por los
institutos públicos de investigación no respondieron a las necesidades y realidades de
los productores de quinua del Altiplano Sur ni a la de sus sistemas de cultivo, que
difieren de las del resto del Altiplano Andino. Tampoco la tecnología de beneficio por la
vía húmeda permitió beneficiar la quinua real producida en esta región.

La valoración de la quinua real ya se había iniciado desde los años 1950 en mercados
no registrados, tanto para el interno como para su exportación hacia el Perú, a través
de redes de intermediarios formadas por comerciantes de esta región y del altiplano
peruano. A partir de 1984 la irrupción de las organizaciones económicas campesinas
(OECAs) productoras de quinua, en particular la Central de Cooperativas Operación
Tierra (CECAOT) y la Asociación Nacional de Productores de Quinua (ANAPQUI),
contribuyó a facilitar la comercialización de la quinua real. Éstas contaron con el apoyo
de ONG belgas y se propusieron como objetivos mejorar las condiciones de vida de sus
productores, a través de la obtención de mejores precios y de valor agregado
integrando niveles en la cadena de la quinua al asumir su acopio, beneficio 9,
transformación parcial y comercialización. Esta experiencia de upgrading del productor
agrícola, por medio del modelo OECA, convirtió a una parte de los campesinos
organizados del Altiplano Sur en los actores más importantes de la cadena global de
valor de la quinua (Cáceres, 2005).

Esta opción permitió a las OECAs competir con un número reducido de empresas
dedicadas al acopio, beneficio y exportación de quinua, logrando concentrar entre 1991
y 1999 gran parte de las exportaciones registradas de quinua real hacia Estados
Unidos, Europa y Perú, incluso de las ventas no registradas de quinua real hacia este
último país. La consolidación de las OECAs de la quinua contribuyó a afirmar la opción
de exportación exclusiva de los ecotipos de quinua real, fuente de calidad de la cadena
de valor global de la quinua boliviana. Todos estos exportadores utilizaron maquinaria
para el beneficio por vía seca10 diseñada y, en ciertos casos, construida en Perú. Para
poder lograr remover el elevado nivel de saponina debieron realizar un lavado y secado
tradicional a la intemperie (Healy, 2001). El secado al aire libre favorecía no obstante
la contaminación del grano de quinua y la maquinaria disponible no garantizaba aún
una remoción total de impurezas, en particular de la saponina 11, piedrecillas y heces de
roedores. Los problemas de limpieza y clasificación del grano fueron superados gracias
al apoyo de instituciones públicas y de programas de cooperación procedentes de
organismos internacionales. Inicialmente, la Unión Europea financió el Programa de
Auto-Desarrollo Campesino Oruro (PAC), que permitió generar en 1989 la primera
tecnología industrial de beneficio de la quinua real por la vía mixta, que se caracteriza
por un escarificado seguido de un lavado y un secado, acciones combinadas con varios
etapas de clasificado del grano12. Esta ingeniería fue luego mejorada por parte del
personal técnico que inicialmente la diseñó, a través de un proyecto financiado por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a partir de 1990; con él se
financió la construcción y equipamiento de la planta de beneficiado de quinua de la
organización campesina ANAPQUI y una más para cada una de sus cuatro
organizaciones regionales. Esta tecnología de procesamiento de quinua ha sido
utilizada de manera exclusiva por el conjunto de los exportadores bolivianos de quinua
hasta el 2005, año en que algunos de ellos han empezado a equiparse con nueva
tecnología generada en Bolivia, con apoyo financiero del USAID 13 y Danida, que ahorra
energía y agua y reduce considerablemente la presencia de impurezas en la quinua.

Paralelamente, el proyecto del PNUD encomendó la realización de un profundo estudio


de la demanda de quinua real en el mercado nacional y, en menor medida, el
internacional cofinanciado por el IICA (IICA/PNUD, 1991). Sus resultados acrecentaron
información a los anteriores estudios de mercado, encargados por el Ministerio de
Agricultura (financiado por el BID y la Junta del Acuerdo de Cartagena), cuyo objetivo
fue evaluar la demanda de quinua de Estados Unidos (J.E. Austin Associates, 1988) y
local (Ordóñez y Morales, 1988). Estos dos últimos trabajos aconsejaron la producción
y exportación de quinua real convencional como la referencia nacional de calidad, por
la buena apariencia de este grano de tamaño grande y color blanco, que permite
diferenciarlo de variedades de quinua producidas en Ecuador y Perú. Tal
recomendación confirmaba la opción de los exportadores de quinua real convencional,
frente a la constatación de una creciente demanda externa. Sin embargo, el estudio
encomendado por el IICA y el PNUD propuso la adopción de una nueva calidad para las
exportaciones de quinua real. Años más tarde esta calidad orgánica se constituiría en
un verdadero pasaporte, que intensificó la inserción de la quinua a los mercados de
calidad específica (Cáceres y Carimentrand, 2004b).

2. Coexistencia de convenciones de la calidad de la quinua

2.1 Nueva calidad, nuevas formas de coordinación y nuevas estructuras de


gobernancia

El abordaje de las convenciones de calidad de Eymard-Duvernay (1989) ha sido


adaptado al estudio de las cadenas agroalimentarias de calidad específica, y en
particular a la agricultura orgánica en Francia, por Sylvander (1995) y al estudio de las
cadenas de comercio justo por Renard (2003). Para Sylvander (1995) existen cuatro
formas de coordinación para relacionarse y establecer calidad. La primera es la
coordinación industrial, que se basa en el cumplimiento de normas y reglas objetivas y
de procesos de control externos. La segunda es la coordinación doméstica, la cual se
apoya en relaciones de proximidad y de confianza de personas, localidades de origen
y marcas. La tercera es la coordinación cívica, que se refiere a la adhesión a principios
colectivos, como la preservación del medio ambiente, la solidaridad, el respeto de
condiciones laborales, etc. Finalmente, la cuarta es la coordinación mercantil,
establecida en función a las leyes del mercado y particularmente el precio de
transacción.

En el caso de la coordinación industrial, las mutaciones del sistema alimentario


mundial vienen transformando la función de los estándares de calidad en el acceso al
comercio mundial. Éstos ya no están exclusivamente sujetos a la dinámica de
productos homogéneos y sustitutivos (commodities) evaluados según los atributos
usuales de calidad o «4 S» (Salud, Seguridad, Sabor y Servicio), sino también a la
dinámica de productos de calidad específica, evaluados según atributos del tipo
credence que integran valores cívicos y culturales. Estos nuevos productos requieren
de reglas objetivas sobre sus cualidades y sus procesos de obtención, como también
de controles de estos procedimientos y del flujo del producto a lo largo de la cadena de
valor (trazabilidad), que dan lugar a su certificación y otorgan garantía de calidad al
consumidor mediante nuevos estándares de calidad, específicamente los estándares
para los productos orgánicos, los productos del comercio justo y las denominaciones de
origen. En efecto, la verificación objetiva de la calidad es necesaria puesto que las
relaciones entre actores de la cadena son contingentes a la información de la cual
disponen. Además, la emergencia de nuevos estándares de calidad, antes centrados en
la función de reducción de los costos de transacción, surge como una nueva
herramienta estratégica para la penetración de mercado (Giovannucci y Reardon,
2000). Los estándares de calidad sirven también para transmitir una ética relacional
del productor hasta el consumidor, sea en el comercio justo (Carimentrand y Ballet,
2004), como también en el orgánico.

El vínculo entre las formas de coordinación de la calidad y las estructuras de


gobernancia fue concebido inicialmente por Ponte y Gibbon (2003) y de acuerdo con la
tipología de Gereffi (1999), la gobernancia de la cadena de valor global de la quinua
real corresponde al tipo buyer-driven u orientada por el comprador (Cáceres, 2005)
siendo que en su interior coexisten varias formas de coordinación y arreglos
institucionales: mercado, formas híbridas (contratos, convenios) e integración vertical.

2.2. CONVENCIONES DE CALIDAD, FORMAS DE COORDINACIÓN Y


ESTRUCTURAS DE GOBERNANCIA ENTRE ACTORES DE LA CADENA DE VALOR
DE LA QUINUA REAL ORGÁNICA Y DEL COMERCIO JUSTO

En esta sección se presenta cómo estas diferentes formas de coordinación y de


estructuras de gobernancia están asociadas a la construcción de la calidad específica
en la cadena de la quinua real.

2.2.1 PREDOMINIO DE LA COORDINACIÓN CÍVICA Y DOMÉSTICA EN EL


NACIMIENTO DE LA CADENA GLOBAL DE VALOR DE LA QUINUA

Las organizaciones económicas campesinas accedieron rápidamente a los mercados


externos de los países del norte gracias a la acción de varios importadores, en
particular de los históricos actores del comercio justo de estos países, que fomentaron
la demanda de la quinua, con quienes se establecieron lazos justificados en los valores
cívicos, en particular la solidaridad, la cooperación para el desarrollo, la revalorización
del saber campesino e indígena y la mejora de sus condiciones de vida, constituyendo
así una coordinación cívica (Cáceres y Carimentrand, 2004b). Entre 1984 y 1985,
CECAOT empezó a exportar quinua real convencional para Quinoa Corporation,
empresa estadounidense pionera en el desarrollo del mercado de la quinua en ese
país. La intención de esta empresa era la de expender quinua en los Estados Unidos
por su utilidad nutricional14, así como utilizar el consumo de quinua en este país,
símbolo de modernidad y progreso para las élites latinoamericanas, como una imagen
que permitiría revalorar este cultivo marginado de altas propiedades alimenticias ante
la población criollo-mestiza boliviana, que controlaba el poder económico y político del
país. Para los fundadores de Quinoa Corporation esta etapa era necesaria para
contribuir a mejorar la seguridad alimentaria de las poblaciones bolivianas
empobrecidas, sometidas a regímenes alimentarios menos nutritivos con base en el
trigo subsidiado por programas de donaciones alimentarias de Estados Unidos. Dicha
iniciativa perseguía incrementar la demanda interna y las ventas de quinua real,
contribuyendo a la vez a la mejora de los ingresos y de las condiciones de vida de los
productores indígenas del Altiplano Sur. Pero el lento crecimiento de las ventas de
Quinoa Corporation la llevó a dejar de importar quinua real en 1986. Luego en 1988
Inca Brand, otra empresa del mismo país, retomó el mismo camino, importando
quinua real convencional suministrada por ANAPQUI.

Por el lado europeo, ese mismo año, los miembros de EFTA 15 establecieron relación
comercial con ANAPQUI, gracias a la mediación de SOS-Faim, una ONG belga que
apoya la constitución de organizaciones de productores en países en desarrollo, con la
finalidad de mejorar los ingresos y las condiciones de vida de los productores de
quinua y de apoyar la constitución de las OECAs con protagonismo y capacidad de
negociación en los procesos de desarrollo local y regional.

Adicionalmente, surgieron otras iniciativas por parte de importadores franceses,


quienes jugaron un papel activo en el incremento de su demanda y en el
establecimiento de lazos comerciales con distribuidores, apelando a criterios cívicos, en
particular a la solidaridad y la lucha contra la pobreza de las poblaciones indígenas que
los producen. En ese entonces las exportaciones de quinua real convencional eran
lideradas por CAM, empresa familiar boliviana importadora de quinua para el mercado
de productos dietéticos en Europa, según la forma de coordinación mercantil. Ese año,
buscando distribuidores en Francia, esta empresa acudió al representante boliviano
ante la ONUDI16, por su interés en promover proyectos industriales para la substitución
del cultivo de la coca en Bolivia. En 1990, gracias a esta mediación de carácter
personal y presentándose como el comprador que mejor pagaba a los productores de
quinua, CAM logró asociarse con Euronat, una empresa distribuidora de cereales
orgánicos, y Moulin des Moines, otra empresa que fabricaba alimentos con quinua bajo
su marca y la de Euronat. Al año siguiente, a la nueva red se asoció la ONG Punto de
Apoyo, que buscaba apoyar proyectos humanitarios en Francia y en países en
desarrollo. CAM enroló a sus asociados utilizando un discurso comercial basado en el
potencial mercantil de la quinua por sus propiedades nutritivas y apropiando el
discurso de los valores cívicos asociados a la quinua, recalcando que el desarrollo del
volumen de ventas de quinua en Europa mejoraba los ingresos de los habitantes del
Altiplano y evitaba que migraran hacia el pie de monte amazónico del Chapare para
sembrar coca17. Ambos argumentos fueron retomados ante consumidores y
distribuidores por estas empresas, en particular por Euronat en su mercadeo (Perreol,
2004) y por la ONG18, la cual utilizando su estatuto humanitario obtuvo la autorización
de comercializar gratuitamente quinua real dentro de los supermercados de la cadena
«Super U» del este de Francia, a partir de 1991, percibiendo por ésta tarea una
comisión por ventas de parte de Euronat.
2.2.2 GIRO ORGÁNICO Y EXPANSIÓN COMERCIAL: COEXISTENCIA ENTRE LOS
VALORES CÍVICOS Y LOS INDUSTRIALES

Entre 1985 y 1990 la demanda de quinua convencional en los países del Norte,
distribuida entre el mercado dietético y el solidario, mostraba un reducido crecimiento
caracterizado por importantes oscilaciones (Laguna, 2002), que amenazaban la
viabilidad de empresas que deseaban especializarse en la venta de la quinua, en
particular Quinoa Corporation19. A partir de 1990, la demanda de quinua real en los
países del Norte (Estados Unidos y Europa) cambió su requerimiento, tornándose casi
exclusivamente orgánica, a partir de 1995 en Europa y de 1999, en Norteamérica. Ello
establecía un nuevo atributo de calidad, que permitió diferenciar la quinua de variedad
real blanca boliviana del resto de variedades. Así la quinua siguió la tendencia de
crecimiento de la demanda de consumo de productos orgánicos (Laguna, 2002).
Fueron los importadores los que promovieron la demanda de quinua real orgánica en
los países del Norte buscando adaptarla a los modos de consumo locales. Para esto,
diversificaron su presentación mediante el desarrollo de alimentos a base de quinua
real (galletas, pastas, musli, barras energéticas, snacks, etc.), escribieron libros de
promoción del valor nutritivo y de la dimensión cultural de la quinua, elaboraron
recetarios en los que este grano figuraba como ingrediente principal y realizaron
campañas de promoción ante los consumidores en cadenas de tiendas orgánicas, en
particular Euronat-Priméal (Laguna, 2002). A partir de 1992 la marcada competencia
existente en el mercado orgánico estimuló a empresas francesas, belgas y holandesas,
competidoras de Euronat, a importar quinua orgánica, en particular de las empresas
Markal, Lima y Celnat.

En ese proceso movilizador se anexaron nuevos territorios y actores, sobretodo


campesinos del Altiplano antes marginados del mainstream del Sistema
Agroalimentario, y se consolidó el inédito «alargamiento» de la cadena de la quinua en
sentido sur-norte (Cáceres, 2005). El inicial acceso de ANAPQUI al mercado orgánico
europeo se apoyó en lazos mercantiles y político-institucionales construidos con
importadoras para el comercio justo e instituciones de cooperación para el desarrollo,
que además tenían como valor cívico adicional el de la preservación del medio
ambiente y de la salud de los consumidores. En 1991 las organizaciones importadoras
miembros de EFTA, en particular Gepa y Claro20, y el DED21, una ONG alemana
dedicada a la asistencia técnica para el desarrollo, fomentaron la reconversión hacia la
producción orgánica de varias OECAs cafetaleras y de la Central de Cooperativas «El
Ceibo», productora de cacao. Esta opción fue estratégicamente concebida por EFTA en
1990 como una alternativa para expandir la demanda del mercado solidario en los
países del Norte, aprovechando los cambios en los patrones de consumo en estos
países surgidos en la coyuntura de la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible,
organizada por las Naciones Unidas en 1992 (Bowen, 2001). EFTA promovió la
demanda orgánica de la quinua, expandiendo su demanda y sus ventas en cadenas de
tiendas del mundo22. En los años siguientes este mismo tipo de relaciones comerciales
se replicó entre ANAPQUI e importadoras alemanas, que buscaron apoyar una
producción sostenible, particularmente con Naturland y El Puente.

No obstante se requería de coordinaciones industriales que pudieran garantizar al


consumidor que los productos orgánicos producidos por los pequeños productores
bolivianos respondían a criterios internacionalmente normalizados. En esta situación
Gepa y el DED convencieron a estas organizaciones para que se sumasen al proceso de
creación de la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia
(AOPEB) y se adhirieran a ésta. La función de AOPEB es la de promover el desarrollo
de la agricultura orgánica, tanto en su producción como comercialización, así como la
de elaborar las normas bolivianas para su producción y transformación, las cuales
carecen de reconocimiento por un país tercero. AOPEB, con el apoyo del DED y de
accionistas independientes, creó BOLICERT. Es una empresa certificadora orgánica
boliviana que tiene por misión verificar el cumplimiento por productores,
organizaciones y empresas de las normas para la producción ecológica de AOPEB.
Desde mediados de los años 1990, Bolicert ha establecido normas propias en
conformidad con los estándares de la IFOAM23 del reglamento CEE No. 2092/91 de la
Unión Europea y, a partir del 2002, concordantes con el del Organic Foods Production
Act de Estados Unidos y el Japanese Agricultural Standard del Japón. Esto le ha
permitido obtener acreditación ante la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, al
tiempo que han permitido a las organizaciones bolivianas de productores ecológicos
exportar a estos países.

Para institucionalizar el apoyo técnico y la certificación interna para la producción de


quinua orgánica, ANAPQUI inició en 1992 el programa de producción de quinua natural
(PROQUINAT), cuyas acciones fueron hacer conocer las normas de la producción
orgánica vigentes en los países del Norte, difundir técnicas de cultivo compatibles e
implementar un sistema interno de certificación de los productores orgánicos (Ramos,
2000). Con la buena perspectiva del aumento de las exportaciones de ANAPQUI, la
Central de Cooperativas Agropecuarias Operación Tierra CECAOT decidió seguir la
misma estrategia tres años después, empezando a exportar quinua orgánica en 1996.

La acción colectiva de los campesinos fundadores de estas OECAs les significó ser los
primeros actores bolivianos en incursionar en la producción y comercialización de la
quinua orgánica y en fomentar la expansión de sus exportaciones. Entre 1990 y el
2004, según datos oficiales del gobierno boliviano (IMPEX-Bolivia y SIVEX-Bolivia), el
valor anual de las exportaciones registradas de quinua se había multiplicado por
quince, pasando de más 292.000 a 4.200.000 US$ (Gráfico 1). Tal evolución
corresponde a un crecimiento de once veces del peso exportado de quinua, es decir, a
un salto de 344 a 3.700 toneladas por año. Estas exportaciones están esencialmente
destinadas hacia Francia, Estados Unidos, Países Bajos y Alemania (Laguna, 2003).

Gráfico 1
Fuente: Bolivia, IMPEX (1985-1994) y SIVEX (1995-2004); Ecuador: Banco Central del
Ecuador; Perú: Aduanas del Perú.

2.2.3 PredomInio de la coordinación industrial y mercantil en la expansión de


la cadena de la quinua real orgánica

Con su inserción en los mercados de calidad especifica de los países del Norte, las
OECAS enfrentaron presiones venidas de la coordinación mercantil del mercado global
así como de la coordinación industrial, sobretodo por la proliferación de las empresas
privadas en la cadena, las que introdujeron nuevas estructuras de gobernancia que
reforzaron la modalidad de agricultura de contrató (Cáceres y Carimentrand, 2004b). A
esto se sumaron nuevos parámetros como la certificación orgánica, cuya obtención
significaba el reconocimiento en los países importadores de la inocuidad sanitaria
emitida por el Estado Boliviano. A partir de 1991 CECAOT nuevamente empezó a
exportar hacia los países del Norte con un intermediario por un broker, que le impide
conocer la identidad de los importadores. Desde entonces la relación comercial entre
éste y CECAOT se establece en torno a la definición de precios de exportación
relativamente bajos, en comparación a los percibidos por ANAPQUI y las empresas
bolivianas filiales de multinacionales francesas24. Esta dependencia de la coordinación
mercantil, con precios bajos, se ha mantenido hasta el 2005, pese a la nueva
especialización de CECAOT centrada en la producción y comercialización de quinua real
orgánica, que implica que sus relaciones con sus compradores también se apoyen en
una coordinación industrial. Paralelamente, la otra OECA, ANAPQUI también sufrió con
la presión de la coordinación mercantil. Ella, a través de la fundación «Bolinvest»
(creada por el Estado Boliviano con financiamiento de USAID), estableció vínculos
comerciales con Quinoa Corporation (QC) en 1991. El cambio de algunos de los
propietarios de esta empresa norteamericana significó, a partir de 1987 25, la adopción
de una estrategia más mercantil, por parte de la QC, en un contexto de creciente
demanda estadounidense por alimentos nutritivos. Esta empresa asumió como
principal objetivo incrementar sus ingresos, multiplicando la distribución de la quinua
real pero dejando de lado el abastecimiento preferencial con quinua de las
organizaciones campesinas. De ese modo, la empresa, entre 1988 y 1990, pasó a
comprar quinua de la empresa privada CAM. No obstante, esta nueva relación, inscrita
en criterios esencialmente mercantiles, se interrumpió por estafas del gerente de CAM.

En esta situación Quinoa Corporation decidió nuevamente proveerse de quinua


convencional de ANAPQUI, quién era el primer exportador que tenía una planta de
beneficiado industrial financiada con donaciones del PNUD. Reestablecida la relación,
QC empezó a valorar el hecho de apoyar organizaciones de productores tomando así
una nueva perspectiva cívica. Aunque el grano importado revelaba aún una elevada
presencia de impurezas, la empresa norteamericana optó por dejar a ANAPQUI realizar
las primeras etapas del proceso de desaponificación, limpieza y clasificación, realizando
una limpieza adicional luego de importar el grano. Según David Schnorr, gerente de
esta empresa, la realización de estas operaciones preliminares era más rentable en
Bolivia que en Estados Unidos y además permitía dejar mayor valor agregado a los
productores de quinua organizados (McCord, 1995: 14).

A estas coordinaciones mercantiles se añadió un nuevo Grades & Standard en la


cadena: la certificación orgánica de la quinua. En 1998 Quinoa Corporation empezó a
adquirir de ANAPQUI quinua real con certificado orgánico, utilizado como una prueba
de inocuidad sanitaria del grano que adquiriría. Pero la aparición de nuevas empresas
exportadoras en Bolivia, a partir de 1999, debilitó la relación comercial entre ANAPQUI
y Quinoa Corporation. De este modo, a partir del año 2000, esta empresa pasó a
proveerse quinua de ANAPQUI y de la empresa privada boliviana ANDEAN VALLEY, la
que bajo criterios de la coordinación industrial creó una situación de competencia que
redujo el precio pagado por la quinua real orgánica importada 26. Aprovechando esta
circunstancia la empresa norteamericana obliga a sus proveedores a mejorar la
limpieza y la homogeneidad del grano que le suministran. Este tipo de coordinación
viene prevaleciendo con los nuevos importadores de países europeos, asiáticos y
latinoamericanos, con los que ANAPQUI ha establecido contacto desde mediados de los
años 1990.

2.2.4 La capacidad de absorción de la crítica del capitalismo en la cadena de la


quinua: la legitimidad y el uso del comercio justo, de la coyuntura y del
marketing

Según Boltanski y Chiapello (1999), el capitalismo demuestra cierta capacidad para


«ingerir» su propia crítica. En efecto, para el caso de la cadena de la quinua real
orgánica y del comercio justo, las multinacionales han logrado cierta legitimidad ante
una multitud de actores, adaptando principios del movimiento del comercio justo a sus
prácticas. No obstante, crean confusión, imponen su visión y discurso propio de
calidad, como también lo observa Renard (2003) en el caso del desarrollo de la venta
de café en el comercio justo bajo la marca Carrefour bio. Desde 1995 Euronat clama
hacer comercio justo respetando las normas laborales y contribuyendo a la mejora del
ingreso y las condiciones de vida de las poblaciones indígenas que los producen. Esta
multinacional afirma respetar los derechos laborales de sus asalariados 27, realizar el
pago al productor de un «precio mínimo contractual», superior al precio promedio
vigente en el mercado local, comprar la totalidad de la cosecha del productor,
exceptuada la parte destinada a su autoconsumo doméstico, apoyar la constitución de
grupos organizados de productores y realizar acciones caritativas basadas en la
donación del 1% del valor de las ventas a la ONG Punto de Apoyo para financiar
proyectos28 (Barthelet, 2001; Perreol, 2004). Así este holding sostiene que sus
acciones, bajo la modalidad contractual, contribuyen al desarrollo alternativo y evitan
que los productores de quinua, bajo contrato con esta empresa migren al Chapare
para cultivar coca (Perreol, 2004). En 2002 Euronat, en una estrategia de legitimidad
por marketing se juntó con otras cuatro empresas francesas para crear una marca
privada denominada «Bio équitable». Para lograr este propósito estas empresas han
creado una asociación que lleva el mismo nombre, a la cual se han afiliado y que les
otorga certificación una vez que han comprado los servicios de inspección de Ecocert,
empresa que acredita en muchos países europeos la certificación de la agricultura
orgánica (Carimentrand y Ballet, 2004).

Esta iniciativa de certificación, facilitada por la ausencia de normas FLO 29 y de normas


oficiales de comercio justo, en particular de la Unión Europea 30, avala el modelo de
agricultura de contrato practicado por Euronat. Sin embargo, sus criterios difieren de
los del comercio justo promovidos por actores históricos del comercio justo como
IFAT31 y FLO. Asimismo, la norma «Bio équitable» no exige al comprador proveerse
exclusivamente de organizaciones de productores, más bien requiere el
establecimiento de contratos que otorguen al productor asistencia técnica, el pago de
su certificación orgánica (Association Bio équitable, 2004). La obtención del certificado
Bio équitable facilitó a Euronat captar nuevos clientes distribuidores, entre ellos la
cadena de supermercados Carrefour32. Para promover sus ventas este distribuidor bajo
marcas propias se justifica en los valores cívicos mediante la publicidad, usando los
mismos argumentos reivindicados de su empresa proveedora y adoptando la imagen
de un actor del comercio solidario, sostenible y hasta justo (Carrefour, 2003 y 2004),
al tiempo que argumenta que su acción comercial «permite la sobrevivencia de toda
una región»33. De hecho, esta multinacional de la distribución señala otorgar al
productor un precio superior al del mercado y revertir a Punto de Apoyo 0,10 Euros por
caja vendida, al igual que Euronat34. En esta coyuntura Euronat se ha convertido en el
mayor importador francés de quinua y Carrefour en su primer distribuidor en Francia, a
razón de unas 450 toneladas anuales para el 2004. Esto contribuyó al aumento del
market-share de Jatary en las exportaciones de quinua boliviana, convirtiéndose en
uno de los más importantes exportadores bolivianos del grano de la quinua.

Mientras tanto, la realidad contradice esta imagen. Los proyectos de desarrollo que
Punto de Apoyo realiza con co-financiamiento de Euronat generalmente tienen un corte
asistencialista, de dimensión muy reducida y virtual. Los proyectos de construcción de
andenes, escuelas, agua potable y riego que señalan haber financiado, son
inexistentes y se limitan a la provisión de una cisterna para uso privado del promotor
técnico de Jatary. Además, los proyectos de salud co-financiados por Carrefour han
dado lugar a fracasos, por no articularse con redes de servicios estatales de salud,
preexistentes en la región donde se proveen de quinua.

En relación con los alcances de la agricultura de contrato entre los productores y


Jatary, éstos se limitan a la asistencia técnica y la provisión de insecticidas orgánicos;
no se observa bajo esta estructura de gobernancia la superioridad «marketeada» de su
precio, comparado al precio vigente en el mercado orgánico de la quinua. Más aún, el
productor contratado se convierte en una fuente de crédito para la empresa privada,
sin penalidad de tasa de interés alguna, ya que recibe el pago del 90% del precio de
venta convenido después de una larga espera de 6 a 9 meses. Por lo tanto, además de
recibir tarde su remuneración, el productor pierde por la depreciación del monto que le
adeudan35. Por otro lado, en el sistema de acopio de la quinua hay una cierta
selectividad en favor de los grandes agricultores. Esta proclividad del acopio,
combinada con la adquisición no declarada de quinua convencional, restringe las
posibilidades de los pequeños productores de vender gran parte de su cosecha.

Otra estrategia de legitimidad de las multinacionales en el comercio justo es el uso de


los temas de actualidad (o coyuntura) en su marketing. Desde hace mucho tiempo la
producción de la hoja de coca constituye uno de los temas mediáticos que identifica la
realidad de Bolivia en el ámbito internacional, por la presencia de asentamiento de
emigrantes pobres procedentes de las tierras altas andinas de los valles tropicales del
Chapare, que siembran coca. Punto de Apoyo, seguida por Euronat y Jatary, han
tenido la habilidad de sacarle provecho comercial a este problema cuando en realidad
existe poca relación entre las dinámicas del Altiplano Sur y la del Chapare. En efecto,
la migración desde la primera región hacia la segunda fue limitada durante los años
1970, habiendo luego cesado al momento de iniciarse la era del cultivo de la hoja de
coca, puesto que los habitantes del Altiplano Sur tenían la posibilidad de otras fuentes
de ingreso (minería, magisterio y trabajo agrícola) y condiciones de vida relativamente
favorables en zonas circundantes a su región de origen. Pese al desarrollo e
intensificación del cultivo de la quinua en el Altiplano Sur, esta región se ha convertido
en ruta de tránsito de la pasta básica de cocaína hacia Chile, país con el que Bolivia
comparte una vasta y no controlada frontera. Paradójicamente algunos habitantes de
esta región, a la vez que cultivan quinua, se dedican a esa actividad.

3. NUEVAS ESTRUCTURAS DE GOBERNANCIA: INTEGRACIÓN VERTICAL Y


AGRICULTURA DE CONTRATO

La dinámica de la organización y gestión de las nuevas calidades de la quinua real


orgánica y justa fue mudando la configuración entre los eslabones de la cadena global
de la quinua.

3.1 EL SURGIMIENTO DE LA INTEGRACIÓN VERTICAL EN LA CADENA GLOBAL


DE LA QUINUA

A pesar de la situación de monopolio de la oferta de quinua real en Francia, el


consorcio formado por CAM, Euronat, Point d’Appui y Moulin des Moines no sobrevivió.
Recurrentes incumplimientos de CAM en el pago a los productores del Altiplano Sur y
estafas hacia sus asociados llevaron a la ruptura de esta asociación en 1992, aunque
sin quebrarse el vínculo entre las empresas francesas y la ONG, por razones
mercantiles. Para disminuir sus costos, éstas comenzaron a adquirir e importar quinua
de ANAPQUI (Pinget, 1993), delegando las tareas de pedidos y trámites a Punto de
Apoyo, a la cual remuneraban con el 3% del valor de cada importación (Peñaranda,
comunicación personal)36. La elección de ANAPQUI no respondía a una voluntad de
pagar a esta organización y a sus asociados un precio mayor al que les otorgaban
otros compradores, ni tampoco al de fortalecer institucional-mente esta asociación,
sino a su estatuto de único proveedor de quinua con potencial orgánico, cuya
producción fue certificada en 1993. De modo que esta relación comercial privilegiaba
una coordinación industrial.

El convenio tripartito entre ANAPQUI, Punto de Apoyo y Euronat no se renovó porque


ANAPQUI no lograba aún proveer quinua real orgánica de manera regular en los plazos
convenidos, ni tampoco enviar grano ausente de impurezas y de calibración
homogénea (Perreol, 2004), necesario para desarrollar sus ventas en el segmento
orgánico. En este contexto, a fines de 1996 el propietario de Euronat logró convencer
al presidente de Punto de Apoyo para asociarse, creando la filial boliviana de Euronat,
Jatary, encargada de implementar la producción de quinua orgánica mediante
contratos con los productores, además del acopio, beneficio y exportación (Laguna,
2002). Euronat pasó así a controlar, mediante su nueva subsidiaria en Bolivia, un
segmento de la cadena global de la quinua. Dos años después los pasos de Euronat
fueron imitados por Markal, una empresa francesa importadora de cereales orgánicos,
que después de comprar quinua orgánica de ANAPQUI durante 1996 y 1998 y
encontrar problemas de calidad y de puntualidad en los envíos, creó su filial boliviana
denominada Quinuabol.

3.2 El desarrollo de la agricultura de contrato

Mientras tanto, la producción de quinua real se multiplicaba en el Altiplano Sur


estimulada por la alza de los precios al productor (Cuadro 1). El aumento de las
exportaciones estimuló el ingreso de nuevas empresas privadas bolivianas
beneficiadoras y exportadoras de quinua real, como Andean Valley en 1999 y Quinua
Foods e Industrias Irupana en el 2003, las cuales se añadían a Saite, empresa que
exportaba desde 1991. Con la creación de estas empresas privadas se inauguraba en
la cadena de la quinua una nueva estructura de gobernancia, ejercida por los
procesadores privados locales sobre los productores campesinos e instituida en el
modelo de agricultura de contrato (Cáceres y Carimentrand, 2004a y 2004b). Esta
estructura se consolidó y predominó en la primera mitad de la década del 2000 y, a
partir del año 2004, representó el 70% del tonelaje de quinua real orgánica exportada
de manera registrada (Laguna, 2005b).

Mediante los contratos celebrados, las empresas privadas se comprometen a financiar


la certificación orgánica de quinua real del productor, reteniendo el certificado bajo su
poder, así como también a proporcionarle asistencia técnica, comprarle su cosecha y,
en ciertos casos, proporcionarle insumos y equipos a precios subvencionados 37. Por su
parte, el productor debe asegurar la calidad orgánica cumpliendo las prácticas
productivas exigidas por las empresas exportadoras y las certificadoras orgánicas,
siguiendo normas orgánicas internacionales. Al mismo tiempo tiene la obligación de
vender, directamente o vía la organización de acopiadores, su producción a la
empresa, salvo que ésta le autorice a vender un saldo no requerido.

Cuadro 1
A fines de la década de 1990 se constataba la caída de las exportaciones de quinua
orgánica de las OECAs e inversamente crecía el poder de las empresas
beneficiadoras/exportadoras de quinua de contrato sobre los productores que las
proveerán. Esta dinámica se ha incrementado en los países del Sur con el desarrollo de
la agro-exportación no tradicional (Echánove, 2001; Valcárcel, 2002). A comparación
de la situación en CECAOT y ANAPQUI, las organizaciones de acopiadores no tienen
vida organizativa real, ni autonomía, y perciben un reducido valor agregado. Aunque
cuenten con un comprador seguro, los productores no logran negociar un precio de
venta de su producción al momento de firmar el contrato. Sólo obtienen la seguridad
de una remuneración mayor al fluctuante mercado de quinua convencional. Existe
coordinación entre las empresas exportadoras para ejercer control sobre el productor
ofreciéndole un precio similar. El precio que éstas otorgan al productor se sitúa
siempre entre el pagado por la quinua convencional en Challapata 38, el cual varía en
función a la relación entre la oferta y la demanda en el mercado peruano, y el pagado
por ANAPQUI a sus socios por el grano orgánico.

Finalmente, a pesar del discurso de eficiencia de estas empresas, ellas muestran


incapacidad para coordinar sus precios de exportación, particularmente hacia
Norteamérica, y se entregan a una competencia desenfrenada para bajar el precio de
exportación39. Esto repercute negativamente en el precio ofrecido al productor
orgánico, pues reduce el margen entre el precio de la quinua orgánica certificada y el
precio de la quinua convencional de Challapata. Esta situación frusta la posible mejora
del ingreso de estos productores y los expone a la pérdida de control de la
comercialización de su cosecha. A pesar de estas desfavorables condiciones, muchos
de los productores no afiliados a las OECAs, en busca de certificación orgánica y del
margen entre los precios, aceptan celebrar contratos con empresas exportadoras para
contar con un mercado seguro, que les permita tener ingresos superiores a los que
recibirían en el mercado de Challapata.

Conclusiones

La revaloración del grano andino quinua está vinculada a la transformación de éste en


un alimento de calidad superior y a las nuevas orientaciones de la demanda del
Sistema Agroalimentario, que estimularon el surgimiento de los mercados de calidad
específica: los orgánicos, el comercio justo, la apelación de origen y los alimentos
nutracéuticos. Los nuevos contenidos de calidad, saludable y social de la quinua
orgánica promovió un proceso de inserción de actores y territorios bolivianos
(campesinos del Altiplano Sur de las áreas rurales de Oruro, Potosí) a estos mercados,
quienes antes estaban marginados del mainstream del Sistema Agroalimentario.

La cadena global de valor de la quinua boliviana tiende a una gobernancia del tipo
buyer-driven y en ella destacan las siguientes fases: a) Predominio de la coordinación
cívica y doméstica en la acción colectiva de los siguientes actores: campesinos
organizados, las ONGs e importa-doras del comercio solidario, el Estado y la
Cooperación Técnica Internacional, cuya movilización conjunta afianzó la relación sur-
norte de la cadena de la quinua y consolidó el upgrading del modelo de las OECAS; b)
Predominio de la coordinación industrial y mercantil en la expansión de la quinua
orgánica. Esta fase fue marcada por el surgimiento de nuevas empresas privadas
locales, así como de importadoras extranjeras, que introdujeron estructuras de
contrato en el campo y la coordinación vertical entre empresas privadas locales y
distribuidoras extranjeras. Ello configuró una cadena global de valor de quinua donde
se impuso la coordinación mercantil e industrial en desmedro de los valores cívicos y
domésticos, que inicialmente impulsaron el nacimiento de la calidad orgánica y del
comercio justo. Este comportamiento también ha sido observado por Raynolds (2004)
en otras cadenas Sur-Norte de productos orgánicos y, por Renard (2003), en la cadena
del café del comercio justo.

Por último, hacia delante, downstream, de la cadena en estudio, existe un esfuerzo de


apropiación de la legitimidad de los valores del comercio justo por parte de los grandes
distribuidores de quinua europeos, mediante la creación de marcas privadas de la
quinua y de campañas publicitarias para mejorar su imagen comercial. Ello genera
confusión para el consumidor cívico, quién no sabe si con su decisión de compra
consolida a los pequeños campesinos del Altiplano Sur o favorece situaciones de
explotación comercial de su actividad productiva.

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Notas

4. Chenopodium quinua Willd.

5. Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) del Perú, el Instituto


Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuaria (INIAP) del Ecuador y el Instituto
Boliviano de Tecnología Agropecuaria (IBTA).

6. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

7. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.

8. Comparada con cereales como el trigo, la cebada o el centeno, la quinua es un


grano pequeño que llega a medir poco más de 2mm de diámetro que no obstante
posee una mayor cantidad y mejor calidad de aminoácidos y aceites esenciales y
mayores concentraciones en vitaminas y minerales, cualidades que le confieren un alto
nivel nutritivo (Koziol, 1992). Además, a diferencia del trigo, la quinua carece de
gluten.

9. Desaponificado, limpieza y calibrado del grano.

10. Escarificadores y seleccionadoras

11. La saponina es un alcaloide de sabor amargo, que se encuentra en la capa externa


del grano de la quinua.

12. Ésta fue instalada y donada por este programa, junto con la infraestructura
necesaria para su operación, a la Planta Procesadora de Quinua de Salinas (PPQS).

13. United States Agency for International Development.

14. Según el testimonio de Stephen Gorad, cofundador de esta empresa recogido por
Wood (1985).

15. EFTA se creó en 1990 y reúne a las siguientes organizaciones importadoras


europeas del comercio justo: EZA Dritte Welt (Austria), Magasins du Monde-OXFAM y
Oxfam Ereldwinkels (Bélgica), Gepa (Alemania), Solidar´Monde (Francia), CTM (Italia),
Fair Trade Organisatie (Países Bajos), Intermon Oxfam e Ideas (España), Claro ex-OS3
(suiza), Traidcraft y Oxfam (Reino Unido).

16. Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Industria.

17. Cuya hoja es utilizada como materia prima para la producción de cocaína.
18. Véase los múltiples artículos publicados en cotidianos del este de Francia a partir
de 1991, particularmente en «L’Alsace» y «Dernières Nouvelles d’Alsace».

19. En una carta enviada a ANAPQUI en octubre 1987, Stephen Gorad, cofundador de
Quinoa Corporation, contaba los momentos difíciles por los que pasaba su empresa
para explicar por qué no podía empezar a comprarles quinua.

20. Anteriormente OS-3.

21. El Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica (DED por sus siglas en alemán).

22. Agrupadas bajo el nombre de NEWS!

23. International Federation of Organic Agricultural Movements (IFOAM).

24. Entre el 2000 y el 2004, CECAOT vendió la tonelada en un precio promedio de


1050 $ US mientras que ANAPQUI la vende en 1.200 US$, Jatary-Thunupa lo hace
entre 1.250 y 1.350 US$ y Quinuabol, entre 1100 y 1.150 US$ (Laguna, 2005b).

25. En 1987, David Schnorr compró las acciones que David Kusack poseía en Quinua
Corporation

26. En 1999 Quinoa Corporation pagaba 1.420 US$ por tonelada de quinua real
orgánica, mientras que la competencia entre Andean Valley y ANAPQUI le permitió
comprar la tonelada entre el 2000 y el 2005 en un rango de 960 a 1.090 US$.

27. Siguiendo las normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Estas
normas exigen el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores, de sus
derechos laborales (remuneración y beneficios sociales, libertad sindical, normas de
higiene y seguridad laboral), el rechazo de la explotación laboral de niños y de toda
forma de discriminación étnica, de género y generacional.

28. Proyectos productivos (riego), educativos (escuelas, salas de informática), de


vivienda (paneles solares, duchas, etc.) y de salud (centros de salud, material médico
y de hospitales y medicamentos) en las comunidades donde residen los productores
bajo contrato.

29. Fairtrade Labelling Organizations, organización internacional que se encarga de


definir los criterios del comercio justo por productos y de otorgar su sello de comercio
justo (conocido en Francia como el sello Max Havelaar).

30. Que por ahora se ha limitado a realizar una comunicación sobre las iniciativas en
torno a esta actividad (Commission des Communautés Européennes, 1999; Herth,
2005)

31. International Fair Trade Association (IFAT).

32. El grupo Carrefour vende quinua utilizando varias marcas en una amplia red de
supermercados que llevan el mismo nombre o los de Champion, Huit à Huit y Shopi.

33. http://www.traitdunion.fr/fcd/FCD
34. Porcentaje destinado a proyectos educativos y de salud. en beneficio de los
productores que les proveen quinua, afincados en la región de Llica, con quienes
señalan haber firmado un convenio (Carrefour, 2003).

35. En ciertos casos este lapso ha alcanzado 24 meses o periodos mayores aún
inconclusos.

36. De 1992 a 1994, A. Peñaranda trabajó para Punto de Apoyo haciendo los pedidos a
ANAPQUI y realizando los trámites de transporte e importación de quinua en Francia.

37. Como las organizaciones de productores, las empresas exportadoras suministran a


sus proveedores insecticidas orgánicos (piretro) a precio de compra. Además,
Industrias Irupana ha suscrito un convenio con Prorural, una ONG boliviana con
financiamiento de la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE), para suministrar
a sus proveedores trilladoras, silos, hoces y carpas, a precios subvencionados en un
70%.

38. Challapata es el mercado en el que se acopia la quinua real convencional,


destinada al mercado peruano y al mercado nacional.

39. Desde la aparición de varios exportadores el precio de exportación promedio por


tonelada a Norteamérica ha disminuido de 1.350 US$ en 1999, a 1.050 US$ en el
periodo 2000-2005.

Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, FACES, Núcleo


La Liria, Edificio G "Leocadio Hontoria", Piso 2, Mérida 5101, Venezuela. Fax: 58-274-
2401031

agroalimentaria@ula.ve ciaalgut@ula

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