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En las clases anteriores vimos algunos de los fenómenos que condujeron a lo que hoy
se conoce como la mecánica cuántica moderna. Y estos fenómenos precedentes
muchas veces se los agrupa en lo que hoy se denomina como teoría cuántica antigua.
La teoría cuántica antigua fue muy exitosa para describir fenómenos naturales que no
podían ser entendidos a partir de la física clásica. Por ejemplo, sirve para resolver
sistemas periódicos como el caso de las ondas estacionarias de electrones en una
órbita de Bohr del átomo de hidrógeno. Sin embargo, existe un número muy reducido de
sistemas periódicos en la naturaleza, o lo que es peor, existen muchos sistemas físicos
que no son periódicos.
La teoría cuántica antigua, si bien permite calcular las energías de los estados
permitidos para ciertos sistemas, por ejemplo para algunos átomos, los más simples.
De este modo, permite conocer las frecuencias de los fotones emitidos o absorbidos
cuando estos sistemas realizan transiciones entre estados permitidos. Sin embargo, no
predice cuales de estas transiciones pueden ocurrir y cuales no. Ni tampoco la
velocidad a la que ocurren en el caso que así suceda. Adicionalmente, solo puede
resolver átomos monoelectrónicos o hidrogenoides, y de hecho falla para el caso del
segundo átomo más simple, el átomo de He cuando no está ionizado.
Contexto histórico
Muchos de los físicos que participaron en la descripción de los fenómenos que dieron
lugar a la teoría cuántica antigua, reconocieron estas falencias y aunaron esfuerzos
para encontrar una nueva teoría cuántica que no tenga objeciones tan fundamentales.
Finalmente, el esfuerzo fue bien recompensado…
En 1925, Erwin Schrödinger desarrolló su teoría de la mecánica cuántica. Y a pesar de
ser una generalización de los postulados de De Broglie, la teoría de Schrödinger es, en
esencia, muy diferente a la teoría cuántica antigua.
Por ejemplo, veremos que la descripción que se obtiene para la estructura atómica a
partir de esta teoría es la antítesis de la descripción determinista de los electrones
girando en órbitas bien definidas tal como lo establece la teoría cuántica antigua.
No obstante, aún se utilizan las predicciones de la teoría antigua puesto que da
resultados númericamente correctos con procedimientos matemáticos que son mucho
más simples que los utilizados en la teoría de Schrödinger.
Sin embargo, la contrastación entre la descripción de los sistemas físicos reales
realizada con la teoría de Schrödinger y la realizada con la teoría cuántica antigua
muestra que la teoría antigua se aleja cada vez más de la naturaleza cuántica de los
sistemas nanoscópicos.
Dualidad onda-partícula
Como vimos, la idea de la hipótesis de De Broglie conceptualmente consisteen
que la naturaleza dual de la radiación, onda-partícula, debería ser aplicable
también a la materia. Entonces, así como el fotón tiene asociada una onda
electromagnética, una partícula masiva como el electrón debería tener asociada
una onda de materia. De este modo, propuso que la onda asociada a la materia
está relacionada de la misma forma cuantitativa que en el caso de la onda
electromagnética con el fotón. Analíticamente, De Broglie basado en la relación
de Einstein postuló que, tanto para la materia como para la radiación, la energía
total E de un ente se relaciona con la frecuencia de su onda asociada por medio
de la ecuación:
𝐸 = ℎ𝜈
Y el módulo de la cantidad de movimiento p del ente se relaciona con la longitud
de onda de la onda asociada a partir de la ecuación:
ℎ
𝑝=
𝜆
El principio de incerteza
𝛥𝑥 𝛥𝑝𝑥 ≥ ℏ/2
(1)
(2)
(3)
Deducción de la ecuación de Schrödinger
Y en función de y k, donde:
Tenemos:
Deducción de la ecuación de Schrödinger
En función de la ecuación de la energía E de una partícula
cuántica en función de k y , y motivados por la dependencia
funcional de una onda viajera con x y t, (x,t)=(kx-t),
proponemos la siguiente ecuación diferencial:
Se obtiene:
Deducción de la ecuación de Schrödinger
Finalmente, la ecuación de Schrödinger nos queda: