Son moléculas que forman parte de la materia viva, pero no
contienen como bioelemento principal el carbono. El agua o las sales minerales son ejemplos de biomoléculas inorgánicas. Las biomoléculas inorgánicas son igual de importantes que las biomoléculas orgánicas. Mantiene el equilibrio osmótico y el equilibrio ácido base del organismo. - Regulan el intercambio del agua entre el plasma y los líquidos extracelulares. -Regula las funciones cardiacas, la excitabilidad nerviosa y muscular. Las sales inorgánicas insolubles en agua cumplen las funciones siguientes: - Forman estructuras de protección como caparazones de crustáceos y moluscos (CaCO3) y caparazones silicios de radiolarios y diatomeas. - Forman esqueletos internos en vertebrados (fosfatos, cloruro, fluoruro y carbonato de calcio) también dientes y otolitos (en oído interno, sirve para orientarse). - Se acumulan como productos residuales del metabolismo. Ejemplo: los cristales de oxalato de calcio que forman cálculos biliares o renales (en animales).
EJEMPLOS DE MOLÉCULAS INORGÁNICAS:
El agua (H2O): Si bien es esencial para la vida y quizá de las moléculas más conocidas y abundantes, el agua es inorgánica. Es capaz de contener seres vivos en su interior, como los peces en los mares, lagos y ríos. Por otra parte, los seres vivos la contienen en su interior, pero no es propiamente una biomolécula. Cloruro de sodio (NaCl). Es la molécula de la sal común, soluble en agua y presente en los organismos vivos, que la ingieren a través de su dieta y desechan el exceso mediante diversos procesos metabólicos. Helio (He): Es un gas noble (junto al argón, neón, xenón y kriptón) de bajísima o nula reactividad química, que existe en su forma monoatómica. Hidróxido de sodio (NaOH): Conocido como “soda cáustica”, se encuentra en forma de cristales blancos sin olor. Es una base fuerte, es decir, una sustancia altamente desecante, que reacciona exotérmicamente (generando calor) cuando se la disuelve en agua. En contacto con sustancias orgánicas genera daño por corrosión.