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Universidad Cristiana de Honduras

Asignatura: Teología y sociedad

Catedrático: Lic. Virgilio Lemus

Alumna: Kency Fabiola Rosales Amaya

Modalidad: Licenciatura en Derecho

Lugar: Gracias Lempira

Año: 2023
Tema: Acto de la Fe.

El acto de fe es una acción que se realiza cuando se cree en algo sin tener

pruebas concretas de su existencia o veracidad, ha sido siempre un tema de discusión

y debate a lo largo de la historia siendo uno de los temas más importantes de la

filosofía y la religión. La fe puede ser definida como una creencia en algo que no se

puede demostrar empíricamente pero que se considera verdadero, esta creencia puede

estar basada en la experiencia personal, en la tradición, en la enseñanza de una

autoridad o en la inspiración divina.

El acto de fe es una decisión personal que se toma como base a una serie de

factores y que puede tener una influencia en la vida de las personas, la fe puede ser el

motor que impulse a las personas a seguir adelante en momentos difíciles a encontrar

consuelo en tiempos de dolor y a buscar un sentido a la vida. Sim embargo el acto de

fe también ha sido objeto de criticas y cuestionamientos; algunos argumentan que la fe

es una forma de ignorancia ya que implica creer en algo sin tener pruebas concretas,
otros argumentan que la fe puede ser peligrosa ya que puede llevar a las personas a

tomas decisiones irracionales o a seguir a sus lideres religiosos extremistas.

A pesar de esas criticas el acto de fe sigue siendo una parte importante de la

vida de muchas personas en todo el mundo, para algunos la fe es una fuente de

consuelo y esperanza en momentos de dificultad y una forma de encontrar un propósito

en la vida, mientras que para otros la fe es una forma de conectarse con lo divino y de

encontrar respuestas a preguntas existenciales, en la religión el acto de fe es

fundamental la mayoría de las religiones tiene creencias centrales que se basan en la

fe como la existencia de un ser supremo o la existencia de un más allá.

Para los creyentes la fe es una forma de conectarse con lo divino y encontrarle

sentido a la vida; en el cristianismo la fe es uno de los pilares fundamentales de la

religión la fe cristiana se basa en la creencia en Dios en la vida, muerte y resurrección

de Jesucristo y en la salvación por la gracia de Dios, los cristianos creen que la fe es

esencial para la salvación y que es un regalo de Dios que se recibe a través de la

gracia divina. En el islam la fe también es un elemento fundamental de la religión, los

musulmanes creen en la existencia de un solo Dios y en la profecía de Mahoma la fe


en el islam implica la aceptación de los preceptos del Corán y la practica de las cinco

oraciones diarias. En el judaísmo la fe tiene un elemento central en la religión, la fe

judía se basa en la creencia de un Dios único y la elección del pueblo judío, los judíos

creen en la importancia de la Tora y de la observancia de las leyes religiosas.

El creyente acepta verdades y misterios que no son evidentes para la razón por

la fe creemos ser verdadero lo que nos a sido revelado por Dios y lo creemos no por la

intrínseca verdad de las cosas percibida por la luz natural de la razón sino por la

autoridad del mismo Dios que se revela que no puede engañarse ni engañarnos. Los

que profesan una vaga fe en Dios sin mas determinaciones ni consecuencias tienen en

la realidad una fe meramente sentimental, la fe autentica penetra el ámbito de los

sentidos y alcanza el mundo invisible de los misterios sobrenaturales que son

intrínsecamente reales, pueden decirse entonces que el creyente ve de algún modo el

mundo sobrenatural lo contempla como algún cierto y real y sabe bien que ese mundo

invisible no es el producto de una deducción racional ni un figmento de su conciencia

subjetiva.
El acto de fe se sitúa por tanto en un horizonte de libertad y contiene rasgos

intrínsecamente personales, dice Juan II si es exacto afirmar que la fe consiste en

aceptar como verdadero lo que Dios ha revelado, el concilio Vaticano II ha puesto

oportunamente de relieve que es también una respuesta de todo hombre, subrayando

así la dimensión existencial y personalista; en el conocimiento mediante la fe el hombre

acepta como verdad todo el contenido sobrenatural y salvífico de la revelación sin

embargo este hecho lo introduce al mismo tiempo en una relacion profundamente libre

y personal con Dios mismo que se revela.

La fe es el principio y la base del modo de vivir según el evangelio, cuantos

fuimos bautizados en Cristo fuimos bautizados en su muerte, fuimos con el sepultados

por el bautismo en la muerte a fin de que al igual que cristo fue resucitado de entre los

muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida

nueva. La fe es para la vida tiende por su propia naturaleza expansiva a hacerse

operativa y a realizarse en la existencia del creyente, la fe informa la vida y la vida

adquiere sentido y dirección gracias a la fe, un creyente no puede vivir igual que quien

no lo es.
El primero, que el acto de fe es posible sólo a partir de la gracia que permite

entrar en comunicación con Dios y recibir al mismo tiempo los acontecimientos de la

revelación como acontecimientos salvíficos. Pero la persona tiene que conocer estos

acontecimientos como condición previa para un acto de fe que pueda ser personal. En

este momento interviene la relación entre la fe y el conocer, que se ha explicitado

desde siempre a partir de la Escritura.

Se dan en la persona diversas formas de conocimiento mediante las cuales cada

uno se explicita a sí mismo en su encuentro con la realidad. Cuando nos encontramos

con el misterio de una persona -ya que nadie podrá descubrir nunca su propia realidad

ni la realidad del otro fuera de esta perspectiva-, entonces la forma de conocimiento

más coherente, capaz de comprender la globalidad de este contenido, viene dada por

la fe. Proviene del misterio mismo como forma que es capaz de expresarlo y

comprenderlo. La fe en la persona de Jesús supone por parte de los creyentes la

realización de un acto que sea en sí mismo plenamente libre, aunque inserto en el

interior de la acción de la gracia.


Finalmente, el acto de fe posee una ulterior cualificación esencial: la eclesialita.

El creyente, en el momento en que realiza el acto que libremente le permite acoger

dentro de sí el misterio de Dios, no es ya un sujeto individual, sino un sujeto eclesial, ya

que en virtud de la fe se ha convertido en parte de un pueblo. La fe cristiana no se le ha

dado al individuo, sino a toda la Iglesia, que ha recibido de Cristo la misión de

transmitirla y anunciarla a todo el mundo hasta el final de los tiempos, pues, el acto de

fe, en virtud de esta connotación que cualifica a la fe cristiana como «fe eclesial», tiene

que tener también en sí esta nota, so pena de que quede incompleto el mismo acto.

La Fe es un espacio mental sin pensamiento porque no se corresponde con la

experiencia sensorial sino con la experiencia emocional, campo de acción del

psicoanálisis. Al proceso en el que este espacio singular se pone en juego como

escenario de fondo de las operaciones entre objetos lo denominaremos, en adelante,

Acto de Fe. la fe es un salto ciego, una pura intuición y para encontrar una vía media

entre ambos extremos, se distingue en la apologética tradicional entre el motivo y

fundamento verdadero de la fe, que sólo se puede captar en la misma fe, y los motivos

de credibilidad, que deben hacer humanamente responsable la afirmación de la fe.


Como motivos de credibilidad se citan corrientemente los signos, que juegan ya en el

nuevo testamento un papel importante como signos de la fe: milagros y profecías. La

credibilidad de la fe no se puede mostrar de un modo meramente intelectual y

abstracto. Hoy, sobre todo, sólo es posible mostrar la credibilidad de la fe sí al mismo

tiempo uno se compromete en una reforma de la Iglesia.

Partiendo de la distinción entre verdades de fin y verdades de medio podemos

seguir aclarando la estructura fundamental de la fe. Hoy sabemos más exactamente

que los sacramentos y los ministerios se encuentran en la misma Escritura en unas

formas determinadas muy condicionadas socioculturalmente.

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