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Grupo No.9
Zacapa, 2023.
Recensión
En vista de los antecedentes de la sentencia según expediente 212-2016, siendo esta una
acción de inconstitucionalidad general parcial, promovida por un grupo de textileros y
artesanos, buscando defender sus derechos como también que el Estado de Guatemala no
permita que se les viole o se les discrimine y que el trabajo artesano que realizan sea aceptado
y promovido. Dicha sentencia se llevó a cabo en Guatemala el veinticuatro de octubre de dos
mil dieciséis. los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales en la necesidad de poder
proteger los diseños incorporados en textiles, tejido y accesorios hechos a mano que han sido
copiados y comercializados por personas ajenas a esas comunidades. Es donde se han visto
involucrados en organizarse y llevar a la Corte de Constitucionalidad los escritos necesarios en
base legal para que se les atienda y se les busque la protección de derechos como comunidad,
que es el enfoque de los pueblos indígenas. Sin embargo, a la fecha continúa la inexistencia de
una norma que desarrolle la forma en que debe llevarse a cabo dicha consulta o reformas en el
derecho interno para adaptarlo.
Respecto de los criterios establecidos para desarrollar los procedimientos de consulta a las
comunidades indígenas, en busca de un equilibrio entre el respeto a este derecho y favorecer la
certeza y seguridad sobre los proyectos de explotación de recursos naturales, una herramienta
importante para el desarrollo económico, social y cultural del país. En la búsqueda de
promover la inconstitucionalidad por omisión relativa, refirieron que ya la Corte de
Constitucionalidad se pronuncian sobre su viabilidad en la sentencia de diecisiete de julio de
dos mil doce (expediente 1822-2011), por lo tanto acordaron que si bien este Tribunal
mediante fallo dictado en el expediente 266-2012, resolución que era improcedente la
inconstitucionalidad por omisión parcial dirigida contra el título II del Código Civil por no
regular la propiedad comunal de los pueblos indígenas, aduciendo esa improcedencia en los
hechos que el cuerpo normativo cuestionado era preconstitucional. La de protección desarrollo
artesanal establece la creación de un registro de artesanías; pese a ello, en el informe del
ministerio de economía, se hace contar que en la ley de propiedad industrial no establece
protección a través de patente, tejidos, textiles o diseños de Huipiles indígenas, a pesar que
es
posible la inscripción del diseño industrial, cuando se cumple con el requisito esencial de la
novedad al tenor del artículo 152 de esa ley.
Todo es parte de los antecedentes de esta sentencia, así mismo la imitación de diseños textiles
tradicionales no solo genera un prejuicio económico, sino que amenaza con destruir los
textiles tradicionales y los oficios basados en el tejido. Así mismo es importante resaltar sobre
la importancia del contexto, socioeconómico d ellas mujeres tejedoras en Guatemala, así como
también el lugar de los tejidos en el marco de las cuentas nacionales, así como los costos de
los tejidos y que ingreso tiene las mujeres por su trabajo, la importancia del reconocimiento de
los conocimientos de las mujeres mayas como parte de los derechos colectivos.
Los derechos colectivos de los pueblos indígenas para la protección y defensa de la identidad
cultural y saberes ancestrales. Para evidenciar la confrontación entre las disposiciones
normativas cuestionadas con las constitucionales que se estiman vulneradas, las personas que
accionan expusieron los siguiente: respecto de la violación del artículo 4 de la constitución
que establece la libertad e igualdad, resaltaron que en Guatemala todos los seres humanos son
libres en igualdad y derechos dentro de ese contexto el Estado guatemalteco ratifico la
convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer,
obligándose a reformar las leyes vigentes para tal fin; as u juicio, eso torna indiscutible la
contra frotación del artículo 5 de la ley de derechos de autor y derechos conexos.
Se comprende que los accionantes agregaron que la ley de protección y desarrollo artesanal en
el artículo 11, otorga a los artesanos que trabajen de forma individual y a las asociaciones y
gremios artesanales con personalidad jurídica.
También que las política para promover que el territorio nacional como destino turístico se
contradicen fuertemente ante la falta de protección de los conocimientos ancestrales de las
mujeres mayas sobre los tejidos que elaboran; de hecho, el instituto Guatemalteco de turismo,
en sus múltiples campañas para promocionar, utiliza reiteradamente los tejidos, como
promoción así como la imagen de las mujeres mayas como atractivo, dándole un enfoque
folclorista al trabajo, las espiritualidad y los conocimientos ancestrales. Los antecedentes son
importantes para analizar las cada uno de los criterios o factores que se deben defender
cualquiera que sea, es por ello que esta parte de la sentencia es de suma importancia, para
conocer cuáles son las causas de una situación jurídica con procedencia.
Se menciona que los demandantes consideran que los artículos en cuestión, al no abordar de
manera adecuada la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas, vulneran varios
derechos constitucionales y principios, incluyendo:
Los demandantes solicitan que el tribunal declare inconstitucionales los artículos cuestionados
y exhorten al Congreso de la República a reformar la legislación correspondiente para
proteger la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas en relación con textiles e
indumentaria.
En resumen, la sentencia trata sobre una acción legal en la que se argumenta que ciertos
artículos de leyes guatemaltecas no protegen adecuadamente la propiedad intelectual colectiva
de los pueblos indígenas en relación con textiles e indumentaria, lo que supuestamente vulnera
varios derechos y tratados internacionales. Los demandantes piden que se declare la
inconstitucionalidad de los artículos y que se exija al Congreso que emita la normativa
necesaria para garantizar la protección adecuada de esos derechos.
El ministerio de deporte esclarece que no se observa ningún vacío legal ya que el estado de
Guatemala ya debió haber regulado esta propiedad intelectual de las expresiones culturales y
conocimientos ancestrales en su momento, ya que no existen normas específicas para
garantizar derechos para evitar el expolio que han sufrido sus hacedores y portadores para el
beneficio económico del uso de la propiedad colectiva. Además, aduce que a pesar de que
existe una normativa fundamental, no existe un rango que reconozca la propiedad intelectual
de las expresiones culturales tradicionales y conocimientos ancestrales.
Dando a conclusión que existe un vacío al respecto del tema, aduce que no existe una
legislación específica que proteja la propiedad intelectual colectiva que proteja que deben
tener los pueblos indígenas, tomando en cuenta que se debe llenar un vacío legal advertido
para la protección de la propiedad intelectual de los conocimientos y expresiones culturales,
para que no se permita la discriminación de su propiedad intelectual colectiva y que se
beneficien económicamente o mejor aún que se inscriban en el registro de la propiedad
intelectual.
El ministerio público considera que las normativas cuestionadas son insuficientes por lo que
algunos artículos como lo son el 5, 12, 113 son discriminatorios, por que excluyen a los
tejedores que puedan acceder a los derechos de propiedad intelectual, además estipulan que los
reconocimientos de sus propias formas de organización no encuadran en los preceptos
relacionados, por lo que adolecen de vicios de omisión. Además, la ley de protección y
desarrollo artesanal en el artículo 11 establece que el estado otorgara exoneración impositiva a
los artesanos, cuestión que se les viola ese artículo.
En Guatemala se habla mucho sobre los pueblos indígenas, se respetan sus culturas y sus
creencias, además reconocemos su labor en los textiles ya que están hechos a mano y manos
de mujeres ya que son ellas quienes tienen esa labor de moda. Pero seamos claros Guatemala
recibe millones de dólares como divisas por turismo y la mayoría de ellas son extranjeros, ya
que son llamados por nuestra cultura. Pero Guatemala consagra la identidad y la protección de
las artesanías, dándole protección a la producción de los pueblos indígena.
Mas sin embargo los ministerios de economía y cultura y deportes, sostienen que se debe
generalizar las normas y que no se necesita una normativa para ofrecerles protección.
Entonces digamos que nuestra cultura, nuestra gente que se esmera y que trabaja a base de sus
manos los textiles y artesanías, se deben conformar con las normas estipuladas y que no se le
pueda reconocer dignamente sus trabajos, que se les debe exigir que sean registrados sus
productos para así poder cobrarles un impuesto, entonces donde quedara el trabajo de ellas,
donde se ve el beneficio que las normas dicen. Si bien es cierto que Guatemala los protege,
pero tomemos en cuenta que el ministerio de turismo hace la valoración sobre los matices
económicos llegando a un conceso que por parte del estado estas mujeres no reciben un
incentivo por sus textiles.
evacuación de primera audiencia, donde se especifica que claramente que existe un vacío legal
de regulación de propiedad intelectual de las expresiones culturales y conocimientos
ancestrales, que no existen normas específicas que garanticen estos derechos, algo que es muy
importante para nuestros pueblos indígenas así evitar el expolio (despojo), el cual sabemos que
es un delito por apropiación de un patrimonio, debido a que esta población obtiene la
economía a través de la propiedad colectiva
producto de su propio intelecto. en la sentencia de ocho de febrero de dos mil once en el
tribunal se hace un análisis.
El Ministerio público, acentúa que las interponentes tienen razón, pues en los derechos de
autor y derechos conexos, no reconocen o no regulan a los pueblos indígenas como autores de
sus productos, bienes y derechos, que dichas tejedoras no son exonerados para la exportación
de sus productos, para tal efecto tendrían que transformarse en asociaciones civiles, lo que
entendemos por organización con personalidad jurídica, dicho de alguna manera(un derecho
privado), sin fines de lucro y persiguiendo fines culturales.
Los derechos del autor, es claro en decir que toda persona física o natural, pueden tener
derechos de autor, entiéndase que es la que realiza, toda creación intelectual, embargo,
entendemos el Estado, las entidades de derecho público y las personas jurídicas
pueden ser titulares de los derechos previstos en esta Ley para los autores, en los
casos mencionados en la misma, el autor es quien autoriza al titular que haga las
modificaciones o cualquier cambio que desee a la obra original, cuando obra derivada sea
publicada debe figurar el seudónimo o nombre del autor original, cuando la obra original sea
de dominio público el autor obtiene todos los derechos, pero este no puede oponerse a que de
esa obra original puedan salir muchas diferentes.
Los titulares de derechos de autor pueden gestionar una asociación civil, la cual es sin fines de
lucro, luego pueden solicitar una su autorización como sociedades de gestión colectiva, la cual
si ya es con fines de lucro siendo así ya podría defender y la administración de los derechos
patrimoniales los cuales están reconocidos por la ley,
sabemos que las asociaciones se regirán por todas las disposiciones que ya están establecidas
en el Código Civil y las especiales contenidas
en esta ley y su reglamento, así como todo lo que está previsto en sus estatutos y estarán
sujetas a las inspección y vigilancia del Estado, a través del Registro de la Propiedad
Intelectual.
Los inscritos como sociedades de gestión colectiva, solo podrán tener como fines los previstos
en esta en la ley, sin perjuicio de sus actividades complementarias de carácter cultural y
asistencial, las cuales estarán siendo vigiladas e inspeccionadas por el Estado de Guatemala a
través de el Registro de la Propiedad intelectual, dichas sociedades no podrán promover
eventos políticos ni religiosos.
De la Ley de Protección y Desarrollo Artesanal, esta ley dispone que el estado permita al
artesano trabajar de manera individual y al gremio de artesanos con personalidad Jurídica y
amparados en esta ley, concediéndoles beneficios entre ellos que sean exonerados de algunos
pagos, aclarando lo que establece el Código Penal y las sanciones referidas en este; el cual
tiene el siguiente contenido: Salvo los casos contemplados expresamente en leyes o tratados
sobre la materia de los que la República de Guatemala sea parte, será sancionado con prisión
de uno a seis años y una multa de cincuenta mil a setecientos cincuenta mil quetzales quien
realice cualquiera de los actos siguientes: Identificar falsamente la calidad de titular de un
derecho de autor, artista intérprete o ejecutante, productor de fonogramas o un organismo de
radiodifusión La deformación, mutilación, modificación u otro daño causado a la integridad de
la obra o al honor y la reputación de su autor; La reproducción de una obra, interpretación o
ejecución.
fonograma o difusión sin la autorización del autor o titular del de Los supuestos contenidos en
esta disposición se determinarán con base en las disposiciones
aplicables de la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos, En el planteamiento de la
inconstitucionalidad general parcial las
accionantes fueron precisas en indicar que los enunciados normativos, ya que estos
cuestionados adolecían de vicios de inconstitucionalidad tener por omisión, dado que en este
normativo no incluyen o especifican las disposiciones y las medidas que puedan garantizar la
propiedad intelectual colectiva, especialmente en lo concerniente a textiles e indumentaria de
nuestros pueblos indígenas; situaciones como estas en donde se puede notar situación que esos
preceptos legales eran incompletos y discriminatorios.
Por lo que queda plasmado en este sentencia que las razones que expusieron los solicitantes
sobres los preceptos legales, si violan la constitución, pues en base a los argumentos
planteados sobre la inconstitucionalidad, la corte examina los considerandos y emitiendo un
pronunciamiento; en esta parte se declaratoria sin lugar de la inconstitucionalidad, haciendo
un llamado al Congreso de la República para que, de acuerdo a lo considerado en el presente
fallo, emita la normativa correspondiente en la cual se regule la posibilidad y acceso a todos
los pueblos indígenas para la obtención y explotación de todos sus productos para promover el
desarrollo y difusión de sus idiomas, tradiciones, espiritualidad y cualesquiera expresiones
culturales.
A que nos referimos con bloque de constitucionalidad, pues son aquella normas y principios
que, sin aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como
parámetros del control de constitucionalidad de leyes, entonces los textos fueron tomas como
bloque de constitucional, pues su contenido fue de gran ayuda para explicar la modalidad del
caso y ver de que adolece en la materia.
“El instituto jurídico de la inconstitucionalidad por omisión, tal como lo afirma el autor Victor
Bazán, se presenta cuando: no se actúa a pesar de la expresa previsión constitucional dirigida a
que se lo haga o cuando se regula de modo deficiente plasmando una regulación insuficiente o
discriminatoria al preferir dotar algunos de los que, en igualdad de condiciones o
circunstancias”
Naturalmente, no cualquier omisión viabilizará el control; solo aquellas cuya textura y efectos
sean constitucionalmente relevantes o no concreten en forma completa una determinada
imposición constitucional. En la emisión de una norma. Puede ocurrir transgresión a la
igualdad cuando el legislador establece determinados supuestos que favorecen a ciertos grupos
y olvida a otros que provocan una norma desigual e incompleta.
Toda omisión hecha en materia de Derechos Humanos puede ser denunciada, pues es tomada
como transgresión a la Constitución, según lo establecido en los artículos 44 y 46.
Para resolver este planteamiento de inconstitucionalidad general parcial por omisión relativa,
esta Corte estima pertinentemente traer a cuenta alguno elementos de análisis:
De la propiedad intelectual
Este se refiere a los derechos individuales, del título II, concerniente a Derechos Humanos, de
la Constitución Política de la República de Guatemala.
Tanto la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexo, Decreto 33-98 del Congreso de la
República, como la Ley de Protección y Desarrollo Artesanal, Decreto Número 141-96 del
Congreso de la República y la Ley de Propiedad Industrial, Decreto Número 57-2000 del
Congreso de la República, así como el artículo 274 del Código Penal, Decreto 17-73 del
Congreso de la República, al que hace referencia los interponentes, ninguna de estas
normativas contempla de manera formal e institucional garantías a sus derechos de propiedad
intelectual colectiva, comunitaria o comunal, especialmente en lo concerniente a textiles e
indumentaria de los pueblos indígenas, el cual es objeto el amparo que se analiza y comenta.
Es importante para analizar esta sentencia porque los interponentes desde su cosmovisión
plantea la necesidad que la Corte de Constitucionalidad los proteja contra cualquier tipo de
violación a sus derechos humanos de carácter colectivos, en estos casos sus derechos de
propiedad comunal, por lo que se hace necesario comprender desde nuestra postura ladina o
mestiza, entender porque se busca proteger a los poblaciones indígenas o étnicas.
Un grupo étnico es aquel en mi opinión cuyos miembros tienen en común una misma herencia
cultural y social que ha pasado de generación en generación. Estos miembros se identifican
por lo general con características como: patrones particulares de vida como por ejemplo, las
maneras en que se constituyen sus matrimonios, los patrones de crianzas de los hijos; la lengua
o dialecto, esto incluye sus más de 22 idiomas o lenguas; la recreación, por ejemplo sus fiestas
particulares, juegos, cuentos, etc.; la religión, esto es sus sistema de creencias ancestrales
relacionadas con Dios; y otras costumbres que causan que sus miembros sean diferentes a
otros pueblos o comunidades.
De ahí la necesidad que comprendamos que nuestro país sea considerado como multiétnico y
pluricultural, por ello debemos entender que Guatemala en su territorio
habitan cuatro pueblos, que se diferencia por el tipo de patrones y factores antes expuesto. Por
eso al analizar y revisar las leyes precitadas se infiere que las mismas no contemplan
mecanismos institucionales de garantías y protección de sus derechos de propiedad intelectual
colectiva.
En la realidad muchos de los trajes considerados como diseños indígenas, son trajes
ancestrales que el capitalismo moderno, ha utilizado sin respetar los derechos que los pueblos
indígenas tienen, por ser derechos específicos y que no reciben ningún beneficio económico
por parte de las empresas o personas jurídicas que la comercializan de manera descarada.
Las tres leyes que se señalan, protegen únicamente de manera individual las creaciones
artísticas de las personas, pero, no las que se consideran de propiedad comunal, de ahí la
necesidad que este colectivo que planteó el amparo busque garantizar las creaciones artísticas
de sus comunidades. De ahí que se indique en el análisis de los interponentes que, si los
mismos se convierten en una persona o asociación, esto devendría en una distorsión y por ende
dejarían de ser creaciones antiquísimas y por las cuales desde tiempos de la Colonia se vienen
protegiendo y defendiendo.
Si bien es cierto, estas normas ordinarias no protegen de manera tajante los derechos de los
pueblos a la propiedad intelectual de sus creaciones artísticas, si existen mecanismos de
protección internacional que los amparan, de ahí que cite el Convenio de Berna para la
Protección de las Obras Literarias y Artísticas, el Convenio de París para la Protección de la
Propiedad Industrial, la Convención Universal sobre Derecho de Autor, el Acuerdo Sobre los
Respecto de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de las Naciones Unidas
Sobre Derechos los Derechos de los Pueblos Indígenas, la Convención para la Salvaguarda del
Patrimonio Cultural Inmaterial, Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad
de las Expresiones Culturales.
Las culturas tradicionales, autóctonas o folklóricas albergan una cantidad inmensa en cuanto a
valores culturales, históricos, espirituales y económicos para los pueblos indígenas y las
comunidades tradicionales del mundo en su totalidad. Promover y regular de manera urgente
la propiedad intelectual para este grupo en específico se hace necesario, en cuanto a la
protección, la conservación y la promoción de las expresiones culturales tradicionales (ECT),
de ahí la necesidad de conocer con mayor amplitud y detenimiento los derechos de propiedad
intelectual de tipo comunitario, y no verlo desde un enfoque individualista, capitalista y
generador de ganancias a costa del trabajo de telares indígenas, verlo con esa visión, es
violentar sus derechos humanos de tipo colectivo comunitario.
Desde el punto jurídico considero que las comunidades siguen estando excluidos de sus
derechos de propiedad intelectual, a pesar que ciertas instituciones consideren que se les
protege, dado que no se dispone de una marco institucional y legal claro que oriente la gestión,
esto incluye el ámbito internacional.
En tal sentido, el reclamo planteado y resuelto a favor de los interponentes no es una victoria
legal en sí mismo, pero, es un paso o parteaguas que puede servir a futuro que los futuros
congresistas o diputados puedan regular a través de una ley específicas las recomendaciones
hechas por la Corte de Constitucionalidad.
Las opciones de protección de los conocimientos indígenas, utilizando medidas como las
denominaciones de origen, diseños y derechos de autor no deben de descartarse y pueden ser
empleadas toda vez que éstas son más asequibles a los pueblos indígenas y no generarían
control sobre un producto determinado.
El debate en torno a las políticas ha puesto de relieve las limitaciones de la actual normativa
de propiedad intelectual a la hora de responder a las necesidades y expectativas de los
poseedores de conocimientos tradicionales.
Los pueblos indígenas han sido especialmente vulnerables ante la pérdida de su patrimonio en
tanto que pueblos bien determinados. Considerados por lo general como "atrasados" por
algunos gobiernos, esos pueblos han sido víctimas de políticas
agresivas de asimilación cultural. Muchas veces sus artes y conocimientos, que no se
consideraban como tesoros mundiales, han sido simplemente destruidos. En algunos países se
han promulgado leyes para determinar los lugares de importancia histórica y cultural, si bien
no siempre se les ha aplicado de manera coherente, en particular en lo que respecta a la
protección y el respeto de los lugares sagrados de los pueblos indígenas, y no se ha conseguido
evitar que el propio gobierno disponga de esos lugares o los desarrolle con otros fines.
Hay varios textiles con dibujos muy característicos, como el ikat de Sulawesi y las alfombras
zapotecas de México que han llegado a tener grandes mercados en los países industrializados.
Sin embargo, esos artículos se pueden reproducir fácilmente a máquina a un costo menor, y
cuando se producen en grandes cantidades pierden rápidamente su valor comercial y dejan de
ser una novedad. Por ejemplo, gracias a un pequeño proyecto de desarrollo financiado en parte
por la Organización Internacional del Trabajo y por COTESU, el organismo de desarrollo
suizo, el pueblo jalqu'a de Bolivia ha vuelto a producir sus tejidos tradicionales y emplea a
varios cientos de tejedores para producir textiles que se venden en los mercados turísticos del
país. Los organizadores del proyecto dudan en ampliar sus operaciones a ultramar por temor a
perder el control de los diseños de los que se apoderarían empresas de producción en masa
(Healy, 1992). Si el diseño de esos textiles gozara de protección jurídica, se ampliaría
considerablemente el mercado de esos productos de los pueblos indígenas y se evitarían las
reproducciones.
Los motivos artísticos tradicionales de los pueblos indígenas se pueden incluir en las
disposiciones existentes para la protección de los "diseños industriales", que según la
definición del Convenio de París son el aspecto estético u ornamental de un artículo útil. Sin
embargo, para tener derecho a recibir protección, un diseño debe ser original, y en la mayoría
de los ordenamientos jurídicos nacionales la duración de la protección concedida a los diseños
industriales es inferior a la de los derechos de autor, y con frecuencia no es más que de 15
años. Quizá eso no baste en el caso de los diseños de especial importancia espiritual y cultural,
caso en que puede que sea más importante proteger la integridad del diseño que explotar su
valor comercial.
Pero detrás de esas telas multicolores que encienden los mercados de las zonas más turísticas
de Guatemala, hay un trabajo altamente elaborado, y un oficio que requiere largas horas de
trabajo manual. Caminar por las calles empolvadas de Santo Domingo Xenacoj, –a unos
cuatro kilómetros de San Lucas–, muestra que la actividad textil artesanal es una de las fuerzas
motrices en Sacatepéquez. En el interior de las casas, desde afuera, se ve a los tejedores
aplicando las tres distintas técnicas que sobreviven en el país: el bordado a mano, el de cintura
y el de telar de pedal. Cada tejido que se observa en Guatemala cuenta la historia de una
comunidad.
Un requisito indispensable para ser tejedora es la paciencia. Sin ella, no habría producto
terminado. El otro, la sensibilidad en la selección de dibujos y colores. La prueba de esa
paciencia y ese temple es la retribución actual del trabajo. Un güipil puede tomar hasta tres
meses en elaboración. Cuando la tejedora lo logra vender, el precio oscila entre los Q300 y los
Q1,300 (el salario mínimo mensual es de Q2,747.07), según el nivel de detalle en el diseño.
En todo caso, los montos son muy inferiores al salario mínimo, y, aun así, requieren una
dedicación de tiempo completo. A ese costo, hay que descontar lo que la tejedora invirtió en
comprar los hilos, la tela, y los tintes. Las ganancias confirman que la actividad no es rentable
en este momento.
El derecho de autor protege exclusivamente las obras originales, sin embargo, muchas
producciones literarias y artísticas tradicionales no son originales en este sentido, del mismo
modo que los diseños tradicionales no sean nuevos, ni originales de un modo que los haga
merecedores de la protección de los diseños industriales.
Las tejedoras han recorrido unos cuantos pasos en un camino que es de kilómetros, para lograr
el reconocimiento de sus derechos de propiedad intelectual sobre los tejidos y diseños mayas.
Su pretensión es lograr algo similar a lo alcanzado por los pueblos kuna, ngöbe y buglé,
emberá y wounaán, naso y bri-bri, en Panamá. El Congreso de ese país promulgó en el año
2000 la Ley 20, referente a la propiedad intelectual sobre los derechos colectivos de los
pueblos indígenas, para la “protección y defensa de su identidad cultural y de sus
conocimientos tradicionales”. Panamá lo logró, pese a tener un posicionamiento cultural
diferente al de Guatemala. Otros precedentes internacionales los constituyen el litigio que
donde Nación Navajo (EE.UU.) ganó la demanda contra la marca Urban Outfitters. Un juez
federal falló a favor del pueblo basado en la Ley de Artes y Artesanías Indígenas de 1990,
prohibiendo el uso de la marca ‘NAVAJO’ por parte de la empresa. Incluso hay más
experiencias en materia de protección de los conocimientos tradicionales sobre propiedad
intelectual y recursos genéticos, conocimientos tradicionales y folclore de los pueblos
autóctonos.
Resulta pertinente traer a cuenta que lo concerniente a la necesidad de proteger los textiles
tradicionales fue advertida en el Decreto 426, emitido por el Congreso de la Republica en mi
novecientos cuarenta y siete, en cuya parte considerativa quedo establecido, que sea necesario
dictar leyes que regulen y protejan la producción textil indígena, en previsión de
adulteraciones fuera y dentro del país, únicamente en provecho propio.
Es deber del Estado proteger la industria nativa, manifestación genuina del arte y tradición del
elemento indígena y a la vez, una de las mejores fuentes de ingresos pues ha hecho de ella un
medio honesto de subsistencia. De igual forma, la Ley para la Protección Del Patrimonio
Cultural De La Nación establece como objeto: “regular la protección, defensa, investigación,
conservación y recuperación de los bienes que
integran el patrimonio cultural de la Nación”. En este cuerpo normativo tristemente no se logra
dar respuesta a la necesidad de proteger los conocimientos tradicionales y expresiones
culturales tradicionales, en especial con relación a textiles, en cuanto a su indebido
aprovechamiento.
Es importante destacar que algunos Estados cuentan con instrumentos normativos específicos
para la propiedad intelectual de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas; este
es el caso de la República de Panamá.
Cabe indicar que las accionantes recurrentemente citaron el ejemplo panameño para ilustrar
que es posible que es posible la protección legal que pretenden. Pese a ello, su pretensión no
va por la línea de que se emitido un cuerpo normativo especifico, sino que a que se reforman
preceptos vigentes en materia de propiedad intelectual.
Es relevante observar que, desde los antecedentes regulatorios, tanto nacionales como
internacionales, siempre se enfocó el sistema de Propiedad Intelectual en proteger las
creaciones individuales y no colectivas. Las primeras normas que regulan la Propiedad
Industrial y los Derechos de Autor, como lo son el Convenio de Paris y el Convenio de Berna,
no contemplan la figura de un “derecho colectivo” pues ambos se centran en el producto del
intelecto de un individuo en particular.
Las accionantes consideran que las definiciones de Propiedad Intelectual solo consideran las
creaciones que ha realizado un ser humano y no las construcciones colectivas. En respuesta a
este argumento, es importante mencionar que el artículo 4 de la Ley de Derecho de Autor y
Derechos Conexos, Decreto 33-98 del Congreso de la República contiene la definición de
“obra colectiva”, y afirma que es “la creada por varios autores, por iniciativa y bajo la
responsabilidad de una persona, natural o jurídica, que la publica bajo su nombre y en la que
no es posible identificar los diversos aportes y sus correspondientes autores”, asimismo, dicho
artículo regula la figura de “obra de colaboración” como “la creada conjuntamente por dos o
más personas naturales.”
Para resolver este tipo de inconstitucionalidades, los tribunales pueden ordenar al poder
público correspondiente que adopte las medidas necesarias para remediar la omisión y
asegurar el ejercicio efectivo de los derechos constitucionales involucrados. De esta manera,
se busca corregir la situación y garantizar la protección de los derechos fundamentales
establecidos en la Constitución.
Además de los derechos de autor, las leyes de derechos conexos protegen los intereses de los
artistas intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas y organismos de radiodifusión,
otorgándoles derechos relacionados con sus actuaciones y grabaciones.
Cabe mencionar que, los Artículos 5 y 12 de la ley antes mencionada no violan los principios
de igualdad y seguridad jurídica, así como la entidad de culturas, en ese caso tampoco
adolecen de la inconstitucionalidad por omisión que se ha denunciado, los conexos pueden
adquirir asociaciones civiles sin fines de lucro ya obtenida la
requerida antes mencionada se procede a realizar una autorización como sociedades colectivas
gestionadas con finalidad de obtener derechos patrimoniales, defensas y la administración
reconocida en la ley.
Se han comenzado a implementar medidas y marcos legales que buscan reconocer y proteger
los derechos de propiedad intelectual colectivos de los pueblos indígenas. Esto puede incluir la
creación de sistemas de patentes o certificaciones que permitan a las comunidades indígenas
tener un mayor control sobre el uso y explotación comercial de sus conocimientos
tradicionales y expresiones culturales y claro está que es fundamental asegurar que cualquier
marco legal o iniciativa respete los derechos, intereses y valores de las comunidades indígenas,
y que involucre una consulta y participación significativa de estas comunidades en el proceso
de toma de decisiones si ese fuere el caso.
Este hace referencia a El Estado en cuanto otorgar a los artesanos se refiere, en los trabajos de
manera individual y las asociaciones de los gremios artesanales y estando emparadas en la ley
de los beneficios de exoneraciones, sin embargo cabe destacar que en el artículo 11 ibidem,
estimada por referir que si bien, en virtud que lo ya antes expuesto a lo largo de la parte
considerativa, ha sido la mejor manera de protección de las manifestaciones de la propiedad
intelectual y que el Estado así logre otorgar a los artesanos una forma de trabajo individual con
beneficios respectivos que finaliza en un beneficio para la protección de desarrollo artesanal.
El artículo 274 del código penal tífica el delito de violación a los derechos de autor y derechos
conexos, llevando resguardo de estos siendo así una obligación ya que si se altera o vulnera a
comunidades indígenas y su autoría podrán ser castigados penalmente.
inconstitucionalidad general parcial por omisión relativa dirigida contra los artículos 5, 12 y
113 de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, así como 4 y 152 de la Ley de
Propiedad Industrial, implica que no se ha advertido la necesidad de reformar esos preceptos
normativos, pues, según el profuso análisis contenido en el considerando que precede, lo ideal
para proteger los conocimientos tradicionales y expresiones culturales tradicionales es un
cuerpo normativo específico que responda a las aspiraciones de protección permanente –no
temporal– de las tejedoras indígenas.
La falta de acogimiento referida no es óbice para que esta Corte, en virtud de ser receptiva de
los argumentos de las accionantes y al sensibilizarse por el estado de cosas inconstitucional
que se produce por la ausencia de una normativa protectora de la propiedad intelectual
colectiva de los pueblos indígenas, aproveche la oportunidad para exhortar a los diputados del
Congreso de la República a que emítanla ley específica que brinde la necesaria protección a
los conocimientos tradicionales y expresiones culturales tradicionales de esas comunidades.
Para ese efecto, deberán tener en cuenta que en las líneas finales del considerando anterior se
dejaron
plasmados algunos elementos que pudieran estar contenidos en ese cuerpo normativo.
La anterior falta de aceptación no es obstáculo para este tribunal, que acepta los argumentos de
los demandantes y es sensible a la inconstitucionalidad creada por la ausencia de estatutos que
protejan los derechos de propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas
aprovechando la oportunidad para instar a los Representantes del Congreso de la República a
que promulguen leyes específicas que brinden la protección necesaria a los CC.TT. y ECT de
dichas comunidades indígenas. Para ello, deben tener en cuenta que, en las últimas líneas de la
narración anterior, se incluyen algunos elementos que puede contener este regulador.
Por las razones señaladas, en la parte resolutiva de la sentencia, el Poder Legislativo también
debe ser informado en el sentido indicado. El V.G notifica a la persona autorizada para iniciar
la ley de esta decisión Para que el dictamen que deba dar la Corte se lleve a cabo en los
términos señalados en las fracciones anteriores, se estima necesario, además, informar al
titular del Poder Ejecutivo, a la Corte Suprema de Justicia y solicitar a la Universidad de San
Carlos de Guatemala que responder a la iniciativa legal de reconocimiento constitucional
mediante la formulación del correspondiente El proyecto de ley no solo promueve la reforma
del artículo 11 de la “Ley de Protección al Desarrollo Artesanal”, sino que también promulga
la “Ley de Protección al Desarrollo Artesanal”. Estas disposiciones son leyes específicas que
regulan adecuadamente las materias relacionadas con los derechos de propiedad intelectual
colectivos de los pueblos indígenas.
Análisis
EXPEDIENTE 2112-2016 La sentencia es parte de un caso legal en Guatemala, en el que un
grupo de personas (pueblos indígenas) está presentando una acción de inconstitucionalidad
general parcial por omisión. En esta acción, están argumentando que ciertas normas y leyes
actuales no ofrecen suficiente protección a la propiedad intelectual colectiva de los pueblos
indígenas en relación con sus creaciones culturales, como textiles y diseños tradicionales.
Argumento principal: Las accionantes sostienen que las creaciones culturales de los
pueblos indígenas, como tejidos y diseños tradicionales, no están adecuadamente
protegidas por las leyes existentes, y buscan que se reconozca y se garantice su
propiedad colectiva e individual.
Aspectos culturales y de identidad: Las accionantes destacan que las creaciones
culturales, como tejidos y diseños tradicionales, son esenciales para su identidad como
pueblos indígenas. Mencionan que estas creaciones tienen un valor intrínseco y son
fundamentales para la promoción de su herencia cultural.
Falta de reconocimiento y protección: Argumentan que las entidades mercantiles
utilizan sus diseños y tejidos sin reconocimiento ni compensación adecuada, lo que
constituye una competencia desleal y expolio de su propiedad intelectual. Además,
señalan que sus creaciones son patentadas por terceros, lo que evidencia la falta de
protección estatal.
Normativa vigente insuficiente: Las accionantes argumentan que las leyes actuales de
derechos de autor y propiedad intelectual no contemplan de manera adecuada la
propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas. Solicitan que se emita una
normativa específica que garantice la protección de sus creaciones culturales.
Exhortación al Congreso: Las accionantes solicitan que se dicte una sentencia
exhortativa para instar al Congreso de la República a que emita la normativa
correspondiente para proteger la propiedad intelectual colectiva de los pueblos
indígenas.
Opiniones de entidades involucradas: La Procuraduría General de la Nación y el
Ministerio Público parecen estar de acuerdo con las accionantes en que la normativa
actual es insuficiente y respaldan la necesidad de una regulación específica para
proteger la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas. El Ministerio de
Economía, por otro lado, sostiene que la protección ya existe dentro de la Ley para la
Protección del Patrimonio Cultural de la Nación.
En resumen, la sentencia refleja un debate sobre la falta de reconocimiento y protección
adecuada de la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas en Guatemala en
relación con sus creaciones culturales. Las accionantes argumentan que las leyes actuales
son insuficientes y solicitan que se emita una sentencia exhortativa para instar al
Congreso a desarrollar una normativa específica que aborde esta cuestión.
Es relevante observar que, desde los antecedentes regulatorios, tanto nacionales como
internacionales, siempre se enfocó el sistema de Propiedad Intelectual en proteger las
creaciones individuales y no colectivas. Las primeras normas que regulan la Propiedad
Industrial y los Derechos de Autor, como lo son el Convenio de Paris y el Convenio de Berna,
no contemplan la figura de un “derecho colectivo” pues ambos se centran en el producto del
intelecto de un individuo en particular.
El concepto de Propiedad Intelectual colectiva es el derecho que se otorga por la creación que
deriva del intelecto humano de varias personas. Al ser una nueva acepción del derecho de
Propiedad Intelectual, los autores y expertos no se han logrado poner de acuerdo con una
definición. Sin embargo, últimamente ha surgido el tema de protección de los derechos de las
comunidades indígenas el concepto de Propiedad Intelectual colectiva ha estado íntimamente
ligado a ello, por lo que se habla de Propiedad Intelectual colectiva de los pueblos indígenas.
No obstante, lo anterior, no se ha desarrollado qué derechos y obligaciones involucraría una
Propiedad Intelectual colectiva de los pueblos indígenas.
Luego de hacer el análisis correspondiente de las normas impugnadas, se puede concluir que
no es procedente declarar inconstitucionales dichas normas, ya que como se ha mencionado
previamente, la Propiedad Intelectual en general protege creaciones del intelecto humano que
son consideradas como nuevas u originales, lo cual no es contrario al reconocimiento y
protección de los Conocimientos Tradicionales, sino que se trata de figuras distintas.
La ley es muy clara respecto a la protección y desarrollo artesanal en nuestro país, disponiendo
así que el Estado le permita a este trabajar de manera individual, el al gremio de artesanos con
personalidad jurídica amparados en esta ley y que se les pueda conceder algunos beneficios
como la exoneración de algunos pagos, siempre guiamos en el código penal, el cual establece
lo siguiente: las sanciones , salvo los casos contemplados expresamente en leyes o tratados
sobre la materia de los que la República de Guatemala sea parte, estos serán sancionados con
prisión de uno a seis años y una multa de cincuenta mil a setecientos cincuenta mil quetzales
quien realice cualquiera de los actos siguientes: Identificar falsamente la calidad de titular de
un derecho de autor, artista intérprete o ejecutante, productor de fonogramas o un organismo
de radiodifusión La deformación, mutilación, modificación u otro daño
causado a la integridad de la obra o al honor y la reputación de su autor; La reproducción de
una obra, interpretación o ejecución.
Razón por la que se da tramite a esta sentencia, en donde los solicitantes, aseguran que había
una inconstitucionalidad, y, que por lo tanto se estaban violando los derechos de autor, los
cuales en este punto han sido aclarados, en lo que se le hace un llamado al Congreso de la
Republica para que, emita una normativa que regule la posibilidad y acceso a todos los
pueblos indígenas para la obtención y explotación de todos sus productos, para que se pueda
promover el desarrollo y difusión de sus idiomas, tradiciones, espiritualidad y cualesquiera
expresiones culturales.