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Un trabajo que interrumpe el diálogo con otras producciones deja de ser una investigación
académica, en tanto deja de jugar las reglas del campo en el que produce conocimiento, que
es el que establece qué formas de abordar un objeto de estudio son las válidas para cada
momento.
El EDLC reseña críticamente las obras del tema- problema seleccionado para la
investigación. EDLC y reseña crítica comparten, entonces, una cualidad esencial: no son un
resumen de los trabajos que se incluyen, sino que deben incluir una valoración crítica de los
mismos, articulación y comparación de lo ya realizado, que permita dar cuenta del aporte que
se propone realizar.
2- Los EDLC pueden centrarse en el statu quo, es decir, en la situación vigente dentro
del campo de conocimiento al momento de la escritura. Este tipo de EDLC es común
en otras disciplinas, no en las sociales. En las ciencias físicas, por ejemplo, un
paradigma reemplaza al anterior, que queda deslegitimado para su uso. Por ejemplo,
la teoría de la relatividad destronó al paradigma de la gravedad de Newton, que estuvo
vigente por más de dos siglos. Mientras un paradigma está legitimado como tal, la
recuperación de los anteriores resulta innecesaria, en tanto han sido superados y existe
un acuerdo de la comunidad científica al respecto. Las ciencias sociales, en cambio,
incorporan piezas a un muro que se construye colectivamente. De allí la importancia
del EDLC para cualquier trabajo de investigación.
El muro del conocimiento del que hablamos en clases anteriores se construye también
con esos ladrillos que en la actualidad pueden ser considerados inapropiados, pero
que en otras instancias fueron fundantes de la disciplina.
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El ejemplo es esquemático e incompleto. Se usa a modo ilustrativo.
Los intereses de investigación suelen estar ligados a alguna lectura. Una primera pregunta
para comenzar un EDLC es ¿qué lectura hizo interesarme en esta cuestión? Allí tendremos
una primera referencia. Luego, se debe leer esa obra (y otras del/de la autor/a, si las hubiere),
por la obra en sí, y por el diálogo que establece con otras. Esas otras obras mencionadas serán
parte de nuestras lecturas y, eventualmente, de nuestro EDLC.
Para cualquier búsqueda aplica la condición general de que cuanto mas acotado tengamos el
problema de investigación, más fácil será llegar a obras estrechamente relacionadas.
El EDLC en tanto género tiene algunas características comunes que deben estar presentes.
En términos generales, debe incluir una introducción, un desarrollo y una conclusión.
Mientras que en el primer apartado se espera que se plantee el tema general de la
investigación, y por lo tanto del EDLC, en las conclusiones se deberá hacer explícita la
evaluación crítica de los presentado. En el desarrollo, de todos modos, se presentan las obras
reseñadas de modo de introducir evaluaciones, jerarquizaciones, etc., a partir de la
terminología utilizada como discurso propio. Por ejemplo: pueden presentarse posiciones
neutras (“La obra expresa/sostiene…); relaciones (“de acuerdo con…”, “siguiendo a…”, “en
oposición a…”, etc.), o posiciones (“refutar”, “acordar”, “objetar”). Como mencionamos, la
presentación del cuerpo o desarrollo de un EDLC no es solamente un resumen de textos, sino
que implica la relación y evaluación por parte del/de la autor/a.
Una reseña crítica reúne buena parte de estas características, dado que en tanto género
discursivo también tiene como objeto describir y evaluar textos de producción externa. Al
Todas las obras mencionadas y/o citada en un EDLC o reseña crítica deben ser correctamente
citadas. Esto nos remite a las buenas prácticas de la investigación.
Todo trabajo del que se cite textualmente; del que se tome información; que forme parte de
un EDLC, debe ser incluido en un listado bibliográfico al finalizar la obra/sección.
Toda inclusión de información que forme parte de otro escrito debe ser referida a través de
la cita completa. Además de cumplir con una formalidad, la inclusión de las referencias le
permite a cualquier persona interesada en el tema acceder a los materiales que estamos
citando, puesto que consignamos la información completa para dar con ellos.
Lo que se usa de otros y no se referencia, además de representar una falta de respeto al trabajo
ajeno, puede ser considerado plagio, una conducta académicamente reprobable y sancionable
de acuerdo con los códigos de ética de cada institución.
Manuales de estilo
Para los registros bibliográficos hay una serie de manuales de estilo que son los dominantes;
entre ellos APA y Chicago son los más usados, aunque hay otros. Luego, las instituciones y
las publicaciones pueden solicitar sistemas ad hoc de citado y referencias bibliográficas. Es
común, por ejemplo, que los eventos científicos (Congresos, jornadas) establezcan un criterio
acerca de cómo deben presentarse las ponencias y que las revistas científicas lo hagan
respecto de las propuestas de artículos.
La gestión de las referencias incluye un citado corto en el cuerpo del texto -en las ciencias
sociales se usa comúnmente el sistema (Autor, fecha: pagina)-, y un listado final que debe
incluir la información completa de cada una de esas referencias. Cada manual establece la
forma en la que deben citarse dentro del texto las referencias cortas (A pie de página o
insertado en el texto) y cómo deben mencionarse los datos completos en la sección
bibliográfica final. Esto último incluye desde los nombres (completo o con inicial) y apellidos
(mayúsculas o no) de los autores del texto mencionado, hasta el uso de comillas, itálicas o
puntos para la presentación de cada referencia.
Sea cual fuere el sistema elegido, es fundamental que el citado a lo largo de un trabajo sea
consistente, se mantenga el formato y se incluya la información completa de cada obra
utilizada en el trabajo.
En reglas generales, todo material digital que se consulte para el armado de un trabajo debe
ser incluido con su link completo y la fecha en la que se accedió a su contenido por última
vez, dado que suelen darse de baja, cambiar de dirección, etc.
Para hacer más sencilla la tediosa tarea de adaptar los escritos a las normas editoriales
necesarias para cada ocasión existen gestores automáticos de referencias.
Quienes usen Word como procesador de textos encontraran Referencias dentro del menú
superior. Allí, en la sección Insertar cita cuentan con opciones para la administración de
fuentes y estilos. GoogleDocs ofrece una opción similar en su menú Herramientas – Citas.
Luego existen programas específicos (como Zotero o Mendeley), que instalan extensiones
en el navegador que se utilice y se vinculan con el procesador de textos, haciendo todo el
recorrido más fácil. Además, se pueden cargar fichas de lectura y extractos textuales para
tener a mano, permiten el trabajo colaborativo y el acceso remoto. En YouTube hay tutoriales
para la instalación y uso de este tipo de aplicaciones.
Referencias: