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Piso de la boca:

Epitelio oral: El epitelio oral es


un tejido de revestimiento que
cubre la superficie interna de
la boca. Es de tipo escamoso
estratificado no queratinizado,
lo que significa que consta de
varias capas de células planas
y no contiene queratina en su
capa más superficial. Esta
falta de queratina permite que
el epitelio sea flexible y
resistente a la abrasión
causada por la masticación y
otros movimientos de la boca.

Lámina propia: La lámina


propia es la capa de tejido
conectivo que se encuentra
debajo del epitelio oral.
Contiene fibras de colágeno y
elastina, así como células del
sistema inmunológico como
los macrófagos y los linfocitos.
Además, la lámina propia
puede albergar pequeñas
glándulas salivales menores y
folículos linfoides, que forman
parte del sistema
inmunológico de la boca.

Capa muscular: La capa muscular


del piso de la boca está formada
principalmente por el músculo
orbicular de la boca, un músculo
esquelético en forma de anillo que
rodea la boca. Este músculo es
responsable de cerrar los labios y
ayuda en la articulación del habla y
la masticación. Además del
músculo orbicular, hay otros
músculos más pequeños que
controlan los movimientos finos de
la lengua y los labios.
Glándulas salivales:
Unidad secretora: Las glándulas
salivales están compuestas por
unidades secretoras llamadas
acinos. Estos acinos son
estructuras en forma de racimo que
contienen células secretoras que
producen saliva. Las células
secretoras pueden ser de dos tipos
principales: células serosas, que
producen una secreción acuosa y
enzimática, y células mucosas, que
producen una secreción más
viscosa y rica en mucina.

Conductos: Los acinos están


conectados a una serie de
conductos que transportan la
saliva hacia la cavidad oral. Estos
conductos pueden ser
intralobulares, dentro del lóbulo
secretor, o interlobulares, entre los
lóbulos secretor y el conducto
principal. A medida que los
conductos se fusionan, se forman
conductos cada vez más grandes
que finalmente desembocan en la
cavidad oral.

Epitelio ductal: Los conductos están revestidos por un epitelio cilíndrico simple o
pseudoestratificado, dependiendo de su ubicación y función. Estos conductos también
pueden contener células mioepiteliales, que son células musculares lisas modificadas que
ayudan en la contracción para la expulsión de saliva.

Esófago:
Mucosa esofágica: La mucosa esofágica es la capa más interna del esófago y está
compuesta por epitelio estratificado escamoso no queratinizado. Este epitelio proporciona
protección contra el daño mecánico y la abrasión causada por el paso de alimentos. Por
debajo del epitelio se encuentra la lámina propia, que contiene glándulas mucosas y tejido
linfático.

Submucosa: La submucosa es una capa de tejido conectivo laxo que contiene vasos
sanguíneos, vasos linfáticos y nervios. También puede contener glándulas esofágicas
submucosas que secretan moco para lubricar el paso de alimentos.
Capa muscularis: La
capa muscular del
esófago está
compuesta por
músculo estriado en
la porción superior
(tercio superior),
músculo estriado y
liso en la porción
media (tercio medio),
y músculo liso en la
porción inferior (tercio
inferior). Estos
músculos son
responsables de la
contracción
peristáltica que
impulsa el alimento
hacia el estómago.

Túnica adventicia: La túnica


adventicia es la capa más externa
del esófago y está formada por
tejido conectivo fibroso. Se fusiona
con los tejidos circundantes, como
el tejido adiposo y los músculos del
cuello y el tórax, proporcionando
soporte estructural al esófago y
facilitando su movimiento durante la
deglución y la peristalsis.

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