Segundo gobierno de Alberto Fujimori

(1995-2000)

Educación:
Cuando Alberto Fujimori gobernaba al Perú, trato de hacer varias contribuciones al campo
de la educación, muchas de las cuales trajeron beneficios para aquellos que solicitaban de
aquel derecho, por otro lado varios factores impidieron que tantas de las personas que
habitan en esta nación sean privadas de estudiar, esto se debió a la falta de recursos los
cuales ellos no poseía. Para ello Alberto Fujimori llevó a cabo varios proyectos de los
cuales consistían en la educación gratuita para aquellos que no podían suministrar de un
gasto económico.

De acuerdo con la educación gratuita para las personas de fallo económico, Fujimori y su
gobierno emprendió un proyecto nacional con respecto a la utilización de material
estudiantil, en este caso nos referimos a los libros los cuales son imprescindibles para la
educación primordial del alumno peruano. Digamos que el gobierno Fujimorista a su vez
trató de ampliar la educación para aquellos que la necesitaban mediante donativos que
hacían para así facilitar un poco más el adiestramiento mental del estudiante, como ya lo
habíamos indicado anteriormente, ósea a la mejora del alumno. Otro punto muy
significativo fue la edificación de colegios estatales los cuales no hacían cobro alguno. En
general todos estos semblantes son los cuales ayudan al perfeccionamiento de la
educación estatal peruana.

Cuando hablamos de educación privada nos referimos a aquellos alumnos que gozan de
una educación muy buena la cual les manifiesta todos los recursos para un buen
aprendizaje pero siempre y cuando con un gasto económico mensualmente, esto se ve en
casi todos los colegios privados en la actualidad y también en dicha época gobernada por
Alberto Fujimori. El gobierno de Alberto Fujimori no hacia tanta presencia en este tipo de
educación ya que ellos mismos podían sobrevivir por ostentar de recursos que los ayuden
a poder gozar de una educación digna de acuerdo con su economía.
Salud:

En cuanto a la infraestructura en 1996 había 472 hospitales, 1,849 centros de salud y

4,868 postas de salud, teniendo Lima el mayor número de hospitales y centros de salud,
31% y 30%, respectivamente. Cabe destacar que el 47% de los hospitales son privados,
mientras que el 64% de los centros de salud y el 92% de las postas están a cargo del
Ministerio de Salud. Con respecto a la disponibilidad de médicos también hay contrastes.

En el Perú, la tasa de médicos por 10,000 habitantes es 10.3. Además, el 53% de los
médicos registrados en 1996 se concentró en el departamento de Lima, seguidos por el
Callao (6%) y Arequipa (6%), pero la atención del cólera en el periodo de 1996-1998,
creció a una tasa promedio anual de 137%, con respecto a la fiebre amarilla, en el Perú se
ha incrementado, pasándose de 51% en 1993 a 96% en 1995.

Estándares de vida:

Ya en 1995, el gobierno empezaba con condiciones mucho más favorables que las que se
conocían en la década de los 80s. Ya no había hiperinflación, se daban las primeras
inyecciones de capital financiero externo y la economía empezaba a circular. Sin embargo,
Fujimori no supo aprovechar tales condiciones para crear un verdadero desarrollo. En ese
sentido, no generó empleo ni disminuyó los niveles de pobreza en la sociedad, dos
factores que fueron de suma importancia, ya que eran los motivos por los cuales fue capaz
de reelegirse. Tal situación produjo el inicio del descontento observado en 1995.

Hubo dos factores que, sumados al mal manejo de la economía y su planificación,

aumentaron el descontento hacia Fujimori:

Demetrio Chávez: perteneciente a un cartel de droga que declaró tener relaciones directas
con Fujimori y su asesor Montesinos.
El General Robles: oficial en retiro que realizó críticas al gobierno y al actuar de las Fuerzas
Armadas fue detenido. Fue visto ante los ojos de la opinión pública como un crimen
contra los derechos individuales.
El evidente aferramiento al poder fue otro factor que inició el declive de la popularidad de
Fujimori. Murakami señala como, debido al vasto apoyo del que se gozó en las elecciones
de 1995, la bancada se tomó muy en serio la idea de mantenerse en el periodo 5 años
más. Fujimori, en vez de preocuparse por aprovechar la situación favorable que le tocó,
estaba más concentrado en encontrar la manera de mantenerse en el poder luego del
2000. Esta percepción se dio automáticamente luego de tomar el poder en 1995
(Murakami 2012: 427).