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Karen Nikole Encalada Yánez

Sociología del Género – Grupo 3.1

Amparo Lasén

27-02-2023

CONSTRUCCIÓN DEL GÉNERO Y PERFORMATIVIDAD

Para este primer ensayo trataremos de explicar lo qué es el género y cómo se


manifiesta en las personas y como las personas se manifiestan en el género mediante las
diferentes coreografías, performance y la socialización recibida en relación con el ser
etiquetado bien como hombre o como mujer. Para abarcar estos temas lo mejor posible
usaremos los 3 temas dados en clase sobre junto con las lecturas obligatorias y material
complementario de los 3 temas como videos, algunas lecturas sobre la intersexualidad y
el documental de Paris is burning. Se tocarán todos estos puntos con respecto a la
pirámide de género de Harding entrelazada con el material usado.

Para empezar, debemos hablar de lo que es el género, como pico principal en lo más
alto de la pirámide. Empezamos conociendo el género como aquello con lo que
aparentemente nacemos y crecemos en torno a este. Se nos dice que es algo innato, lo
que nos diferencia a hombres y mujeres en base a un serie de genitales, hormonas
cromosomas etc. Que propiamente inlfuirán en nuestra conducta y nuestras capacidades.
Pero con el paso del tiempo y de los diferentes estudios sociológicos y de género
influenciados por la perspectiva feminista nos han abierto las puertas a una realidad
antes desconocida o invisibilizada. Gracias a estos estudios de hoy en día se ha dejado
(o se intenta) más apartado el anterior reduccionismo naturalista fruto de la ignorancia
activa de las disciplinas, para dar paso a los estudios sociológicos del género como
constructo social y no cómo algo innato de los sexos, como se pudo ver tanto en el tema
1 como en el 2. Además de que hoy en día sabemos de la existencia de las personas
intersexuales, donde en muchos casos las personas no son conscientes de esto mismo
hasta ya una edad adulta, como fue el caso de Martínez Patiño que se puede ver más a
fondo en uno de los fragmentos de Cuerpos Sexuados de Fausto-Sterling, donde se
recogen diversas vivencias y casos de personas intersexuales. Esto se puede dar bien sea
porque no es una realidad fácilmente visible, o porque incluso cuando esta realidad ha
sido visible en el pasado llevaron a cabo operaciones de reconstrucción de los genitales
en consonancia para que estos en el futuro pudieran llevar una vida normal, una vida
reproductiva heterosexual. Lo que no sería exagerado tildar de mutilación en pro de una
sociedad basada en el binarismo de género, ligado por relaciones heterosexuales que
forjan la familia y sirven a un sistema de reproducción capitalista. Esta condición
respecto al sexo puede degenerar en rechazo social, ya que aun hoy en día se tiene muy
interiorizada la idea del sexo ligado al género, ya no solo en los discursos patriarcales
tradicionales sino en las conocidas como TERFs las cuales defienden los derechos de
las mujeres biológicas, al ser las “verdaderas mujeres”.

El hecho de que algunas personas sepan que uno ha nacido o se percibe de forma
completamente diferente (cuerpos disidentes) a la que se nos ha enseñado crea rechazo
y castigos sociales. Aquí es donde actúa la performance de género, cuando un cuerpo
disidente es capaz de pasar por un hombre o una mujer “real”, siendo capaz de pasar
inadvertido en este dualismo social. Lo que nos lleva al siguiente pico de la pirámide del
género de Harding, donde veremos como se reproducen los estereotipos y todo el
simbolismo y el tontenísmo que estos tienen en nuestra sociedad.

A todos y cada uno de nosotros se nos ha enseñado tanto fuera como dentro de la
casa, mediante ordenes, consejos, lenguaje e imágenes sobre el cómo podemos y no
comportarnos, hablar, pensar y expresarnos en función de si somos considerados
hombres o mujeres. Aprendemos la ropa, las palabras que debemos usar y con quien, el
espacio que debemos o podemos ocupar, la confianza que podemos o no tener. Es decir,
los estereotipos y expectativas que se espera que se cumplan en función de tu género.
Esta es la normatividad binaria que se desafía en Paris is Burning, donde vemos como
cientos de personas desde edades tempranas se han tenido que esconder, camuflándose
dentro de los esquemas sociales binarios del rol que por norma social les ha tocado
interpretar, a no ser que sean capaces de asumir las sanciones sociales del rechazo a
estas imposiciones. En la realidad, como en el documental podemos ver a una gran
cantidad de jóvenes rechazados por su hogar al mostrarse como la sociedad interpretaría
como un hombre poco hombre, como hombre “maricón”, alguien que niega de su papel
de macho y varón en la sociedad, un desviado. Además, uno de los puntos clave de este
documental es el origen étnico racial de las personas que en su mayoría se encontraban
dentro de las casas y bajo la protección de las madres como acogidos tras el rechazo de
sus familiares. Si hay algo que une a una gran parte de estas personas es su identidad
como personas racializadas, es más, es una de las primeras cosas que oímos al poco
tiempo de empezar el documental. Y es que el desarrollo de la identidad de género no
solo varía de acuerdo de si uno es hombre o mujer, o de la clase social, sino de la raza o
etnia a la que se pertenezca. No es de igual modo percibida la masculinidad de un
hombre negro que la de un hombre blanco, o la feminidad de una mujer negra con la de
una mujer blanca, siendo la de los primeros percibida como más amenazante,
incivilizada etc. Este aspecto es uno de los que más desapercibidos tienden a quedar,
aislándose del debate, dejando de lado las diferentes intersecciones y realidades de las
diferentes personas respecto a la construcción de su identidad de género.

Es por esta socialización y el gran peso que tiene que fuera de las casas y de las
competiciones en la pasarela que cuando uno de ellos tiene que volver a poner un pie
fuera de lo que estos mismo denominan como el “País de las maravillas”, se alejan de
una realidad fantasiosa a ojos del exterior donde no son juzgados por ser lo que son,
sino que son incluso aclamados por su interpretación. Una vez salen fuera de esta
fantasía, que según los ojos que la miren es incluso menos fantasiosa que la que todos
vivimos de puertas para fuera de este club, deben de luchar por interpretar esos papeles
que o bien se los obliga a representar o aquellos con los que se sienten más cómodos
representando, siempre y cuando pasen como “reales”, ayudando a perpetuar esta falsa
performance binaria en la que todos nos encontramos por miedo a las represarías
sociales. Mientras a ojos de otros nos sentimos cautivos y obligados a hacer y actuar
como se espera de nosotros, dentro de este nuevo mundo de fantasías no solo se
encuentran a “hombres” vestidos como “mujer” o “mujeres” como hombres, sino que
encontramos toda una crítica social en forma de performance artística. Como lo que se
pudo ver en el video “Deshacer del género (2004)”. Donde se representa toda una
actuación artística sobre la representación individual del género mediante la expresión
corporal, sin seguir patrones estáticos.

Esta performance va más allá de pasar desapercibido fuera de esta realidad como
hombre o mujer, sino por que incluso los de dentro de esta realidad se lo pudieran creer,
lo que se ha visto en el documental como puede desembocar en diferentes disputas
parecidas al miedo de ser destapados o “manchados” de las personas dentro de la
realidad binaria del género. Se percibe y se realiza el acto de “destapar” como una
humillación, como una destrucción de ese disfraz de género, descubriéndote como una
un hombre poco hombre o como una mujer poca mujer (aunque cabe puntualizar que la
mayoría de personas dentro de esta esfera podrían ser considerados “hombres
biológicos”). Algo parecido pareciera que ocurre dentro de este país de las maravillas,
donde a pesar de encontrarse en una realidad más abierta donde se han tomado en
cuenta diferentes disidencias y en consecuencia se crearon nuevas categorías de desfile
para que la mayor parte de las personas se sintieran aceptadas y capaces de formar parte
de esta nueva performance, estos integrantes al haber sido socializados tras las puerta de
este club tienen interiorizada en igual o menor medida las mismas bases binarias
respecto al comportamiento o características que ha de tener una mujer o un hombre.
Por esto es que en el mismo documental se ve como se critica a un participante por no
llevar un abrigo de “hombre”, por insultar y acatar a tus pares por no ser lo
suficientemente femeninos o masculinos, por no vivir de acuerdo al estereotipo.
Mientras este se defiende diciendo que este mismo abrigo si puede ser masculino, o
mejor dicho, que lo es. Se criticaba y rebaja de tal modo que estos lo percibían como
una pérdida de estatus, ya que en su base comunicativa esto significa un ataque que los
desarraiga de su posición de poder e influencia dentro de este contexto, como bien lo
explicó Tannen en su libro “Tú no me entiendes ¿Por qué es tan difícil el
diálogo hombre-mujer?”.

Esto no quiere decir que lo binario de nuestra sociedad se algo común a todas las
realidades, ni mucho menos un argumento para desvalidar la lucha y la identidad de
estas disidencias. Solo significa que la interiorización está tan presente en nosotros
mismos sobre lo que es el género, como lo puede estar la voluntad de cambiarlo al sentir
que no encaja en nosotros, y de cómo este ha ido variando no solo de una cultura a otra
sino de un contexto temporal a otro (como pasaba en las culturas precolombinas). Como
bien vimos en el ejemplo anterior, la revuelta puede darse por algo tan simple como un
abrigo, o de que lado lleve un hombre un pendiente, sin embargo, esto no significa que
dejen de ser hombres, si es que estos se perciben a sí mismos así y su expresión de
género sea llevar falda y la de una mujer sea volverse musculosa. Algo como esto
hemos podido ver en el estudio mediante la fotografía histórica de Brett y Kate McKay,
donde podemos ver las como las muestras del afecto y la amistad entre los hombres han
ido cambiando, y han cambiado con el paso del tiempo y de las normas sociales. Si hay
algo que nos acerca a entender el género como un constructo social binario e impuesto
es la disonancia constante que existe en este, siendo una meta imposible de llevar a
cabo, nunca seremos lo suficientemente masculinos, ni lo suficientemente femeninas,
viviendo siempre con el temor de no cumplir con dichas apariencias, e incluso
renegando de estas. Las personas no somos agentes pasivos del género, ni este algo que
deba prescribirnos en su totalidad, las personas hacemos y expresamos el genero de
manera individual, algunos más o menos apegados a los estereotipos de su género. No
todos los hombres expresan su masculinidad mediante la fuerza, ni todas las mujeres
aman el rosa, algunos hombres acoplan a su masculinidad el maquillaje, y algunas
mujeres se sienten más femeninas con el deporte de fuerza. Las personas no son sujetos
que han de acoplarse a los esquemas del género, es la expresión individual de este (ya
seas hombre, mujer, no binario, género fluido, intergénero etc.).

Así es como podemos ver como la pirámide de Sandra Harding del primer tema se
cumple, en tanto encontramos una sociedad estratificada entre aquellos que cumplen
con su papel y pasan desapercibidos y sin ser cuestionados como “verdaderos” hombres
o mujeres. Vemos uno de los extremos de la pirámide con el simbolismo y estereotipo
de los sentidos y lo propio de un género u otro para que este se lleve a cabo de la
manera “correcta” en frente de stage (Goffman). Mientras que el último extremo de la
pirámide consiste en cómo el género individual es construido, asumido y representado.
Y que al encontrarnos en una misma sociedad binaria esta pirámide la podemos
encontrar tan interiorizada en el mundo exterior dentro del cual todos acabamos
interaccionando si nos encontramos dentro de este eurocentrismo, como dentro del club
que se nos presenta en el documental. Dentro de este mundo también imperan las
máscaras, la realidad y la fantasía dentro de un nuevo contexto, que a pesar de desafiar
los estereotipos y la performatividad ya impuestos, sigue heredando aspectos de esta
estratificación piramidal respecto al género, su estereotipos y su expresión. Aunque me
gustaría matizar para el final del ensayo cómo a pesar de estos temas estar más
centrados en el género en sí nunca debemos olvidar en estos análisis la
interseccionalidad de las diferentes ejes de opresión y privilegios que autoras como
Patricia Hill Collins plasmaron para dar visibilidad a aquellos invisibilizados, como lo
son las personas racializadas, de clase obrera, neurodivergentes etc. Ya que estos no son
independientes del género ni el género lo es de ellos.
Bibliografía

2004 (Dirección). (Jennie Livingston). Paris is Burning [Película].

Angulo, E. (30 de 05 de 2019). El caso de Caster Semenya. Ciencia y Más.

Bock, G. (1991). La historia de las mujeres y la historia del género: Aspecto de un


debate internacional. Historia Social.

Butler, J. (2009). Performatividad, precaridad y políticas sexuales . AIBR.

Fausto-Stearling, A. (2000). Los cinco sexos revisitado.

Fausto-Sterling, A. (1993). Los cinco sexos. Porqué no son suficientes macho y hembra.

Lamas, M. (2000). El concepto de género.

McKay, B. y. (29 de Julio de 2012). Get Action AOM. Obtenido de


https://www.artofmanliness.com/people/relationships/bosom-buddies-a-photo-
history-of-male-affection/

Mora, J. (29 de Enero de 1986). La federación retira la licencia de atleta a María Jose
Martínez Patiño por tener cromosomas masculinos. El País.

MuseoCA2M. (2019). YouTube. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?


v=fz1qMJ0Fh2A&t=6s

Tannen, D. (1992). Tú no me entiendes. Javier Vergara Editor S.A.

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