Está en la página 1de 269

E l intercambio

snnbólico
y la muerte ¡
MonteAvilaEditores ¡ j

i
i
i

ganz1912 j
ganz1912

Jean Baudrillard
El intercambio simbólico
__________ y la muerte

Monte Avila Editores, c. a.


ganz1912

Título originad
L'échange symboltque et la mort
Traductora:
Carmen Rada

© Monte Avila Editores


Caracas (Venezuela)
Luis Porcel, Editor
Mallorca, 79
Barcelona, 29
Portada; Víctor Viano
Realización técnica: Víctor Claudín
ISBN: 84 -85321-32 - 2
Depósito Legal: B. 14180- 1980
Gráficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona -18
Ya no hay intercambio simbólico a nivel de las formaciones sociales

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
modernas, no como forma organizadora. Desde luego, lo simbólico las
obsede como su propia muerte. Precisamente porque no regula y a la
forma social, ellas no lo conocen más que como obsesión, como exigencia
constantemente obstaculizada por la ley del valor. Y si bien una cierta
idea de la Revolución trató a partir de M arx de abrirse paso a través de
esta ley del valor, con el tiempo se fue convirtiendo en una Revolución
conforme a la Ley. E l psicoanálisis, a su vez, gira alrededor de esta
obsesión, pero la elude al mismo tiem po al circunscribirla al inconsciente
individual, la reduce, bajo la Ley del Padre, a una obsesión de la cas­
tración y del Significante. Siempre la Ley. Sin embargo, más allá de los
tópicos y de los económicos, Iibidinales y políticos, que gravitan todos
en torno a una producción, material o de deseo, en la escena del valor
está presente el esquema de una relación social fundada en la extermina­
ción del valor, cuyo modelo nos remite a las formaciones primitivas, pero
cuya utopía radical empieza a explotar lentamente a todos los niveles
de nuestra sociedad en el vértigo de una rebelión que ya nada tiene
que ver con la revolución ni con la ley de la historia, ni siquiera — pero
esto tardará más en aparecer porque su fantasma es reciente— con la
«liberación» de un «deseo».
En esta perspectiva, otros acontecimientos teóricos adquieren una
importancia capital: los anagramas de Saussure, el intercam bio/don de
M auss, hipótesis estas más radicales a la larga que las de Freud y M arx,
perspectivas censuradas precisamente por el imperialismo de las inter­
pretaciones freudiana y marxista. El anagrama o el intercambio/don no
son episodios curiosos dentro de los confines de las disciplinas lingüísticas
y antropológicas, modalidades subalternas respecto a las grandes máqui­
nas del inconsciente y de la revolución. Por el contrario, en ellas vemos
perfilarse una misma gran forma de la cual marxismo y psicoanálisis no
hacen quizá sino derivar, por desconocimiento, una form a que no beneficia
ni a la economía política ni a la economía libidinal, al trazar desde aquí,
desde ahora, un más allá del valor, un más allá de la represión, un más
allá del inconsciente. Son cosas que suceden.
6 JE A N BA U D RILLA R D

Tan sólo un acontecimiento teórico tiene para nosotros la trascenden­


cia de éstos: la enunciación dei instinto de muerte en Freud. A con­
dición de radicalizarla en contra del mismo Freud. De todos modos,
se trata en los tres casos de una referencia contrariada: hay que inter­
pretar a Mauss contra Mauss, a Saussure contra Saussure y a Freud con­
tra Freud. Hay que erigir el principio de reversión (contra-don) contra
todas las interpretaciones economistas, psicológicas o estructuralistas a
las que M auss abre el paso. Hay que oponer el Saussure de los Anagra­
mas contra el de la lingüística, y aun contra su propia hipótesis restrin­
gida sobre los Anagramas. Hay que oponer el Freud del instinto de
muerte a todo el edificio anterior del psicoanálisis, e incluso a la versión
freudiana del instinto de muerte.
A este precio paradojal, que es el de la violencia teórica, vemos las

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
tres hipótesis trazar en sus respectivos campos — pero precisamente esta
respectividad queda abolida en la forma general de lo simbólico— un
principio de funcionamiento soberanamente exterior y antagonista de
nuestro «principio de realidad» económico.
Reversibilidad del don en el contra-don, reversibilidad del intercam •
bio en el sacrificio, reversibilidad del tiempo en el ciclo, reversibilidad
de la producción en la destrucción, reversibilidad de la vida en la muerte,
reversibilidad de cada término y valor de lengua en el anagrama: una
sola gran forma, la misma en todos los dominios, la de la reversibilidad,
de la reversión cíclica, de la anulación; la que en todas partes pone fin
a la linealidad del tiempo, a la del lenguaje, a la de los intercambios
económicos y de la acumulación, a la del poder. En todas partes toma
para nosotros la forma de la exterminación y de la muerte. E s la forma
misma de lo simbólico. Ni mística ni estructural: ineluctable.
E l principio de realidad ha coincidido con un estadio determinado
de la ley del valor. Hoy, todo el sistema oscila en la indeterminación, toda
realidad es absorbida por la hiperrealidad del código y de la simulación.
Es un principio de simulación que nos rige en lo sucesivo en lugar del
antiguo principio de realidad. Las finalidades han desaparecido, son los
modelos los que nos generan. Ya no hay ideología, sólo hay simulacros.
Es pues, toda una genealogía de la ley del valor y de los simulacros la
que hay que restituir para comprender la hegemonía y lo fantástico del
sistema actual; revolución estructural del valor. Y es en esta genealogía
donde hay que resituar la economía política, que aparece entonces como
un simulacro de segundo orden, igual que los que no ponen en juego más
que lo real; real de producción, real de significación, en la conciencia o
en el inconsciente.
El capital no es ya del orden de la economía política; se sirve de
la economía política como modelo de simulación. Todo el dispositivo de la
ley mercantil del valor está absorbido y reciclado en el dispositivo más
vasto de la ley estructural del valor y subsiste así en los simulacros de
tercer orden (ver más adelante). La economía política se asegura de este
EL IN TE R C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 7

modo una segunda eternidad, en el marco de un dispositivo en el que ha


perdido toda determinación propia, pero en el que conserva su eficacia
como referencial de simulación. Exactamente igual sucedió con el dispo­
sitivo anterior de la ley natural del valor, recuperada como referencial
imaginario (la «N aturaleza») por el sistema de la economía política y la
ley mercantil del valor: es el vaior de uso, que lleva una existencia fan­
tasma en el meollo del valor de cambio. Pero éste a su vez, en la espiral
siguiente, es recuperado como coartada en el orden dominante del códi­
go. Cada configuración del valor es recuperada por la siguiente en un or­
den de simulacro superior. Y cada frase del valor integra en su disposi­
tivo al dispositivo anterior como referencia fantasma, referencia fantoche,
referencia de simulación.
Una revolución separa cada orden del orden ulterior: éstas son inclu­
sive, las únicas verdaderas revoluciones. E l tercer orden es el nuestro, no es

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ya del orden de lo real, sino de lo hiperreal, y es ahí solamente donde
las teorías o las prácticas, ellas mismas flotantes e indeterminadas, pue­
den alcanzarlo y asestarle un golpe mortal.
Las revoluciones actuales se insertan todas en la fase inmediatamente
anterior del sistema. Se arman todas ellas de una resurrección nostálgica
de lo real bajo todas sus formas, es decir, de los simulacros de segundo or­
den: dialéctica, valor de uso, transparencia y finalidad de la producción, « li­
beración» el inconsciente, del sentido reprimido (del significante o del
significado llamado deseo), etc. Todas estas liberaciones se atribuyen como
contenido ideal los fantasmas que el sistema ha devorado en sus revolu­
ciones sucesivas y que sutilmente él resucita como fantasmas de la revo­
lución. Todas las liberaciones no son más que transición hacia la manipu­
lación generalizada. L a revolución no quiere decir nada en el estadio de
los procesos aleatorios de control.
A las máquinas industriales correspondían las máquinas de la concien­
cia, racionales, referenciales, funcionales, históricas. A las máquinas alea­
torias del código corresponden las máquinas aleatorias del inconsciente,
irreferenciales, transferenciales, indeterminadas, flotantes. Pero el incons­
ciente mismo ha entrado en el juego: hace tiempo que ha perdido isu
principio propio de realidad para convertirse en simulacro oper:;cional.
En el punto exacto en que su principio de realidad psíquica se confunde
con su principio de realidad psicoanalítica, el inconsciente se vuelve, como
la economía política, un modelo de simulación.
Toda la estrategia del sistema radica en esta hiperrealidad de los va­
lores flotantes. Sucede con el inconsciente como con las monedas o las
teorías. El valor reina de acuerdo al orden inasible de la generación por
m odelos, según el encadenamiento indefinido de la simulación.
La operacionalidad cibernética,' el código genético, el orden aleatorio
de las mutaciones, el principio de incertidumbre, etc.: todo ello sucede
a una ciencia determinada, objetivista, a una visión dialéctica de la his­
toria y del conocimiento. La crítica teórica misma y la revolución forman
8 - JEA N BA U D RILLA R D

parte de los simulacros de segundo orden, como todos los procesos determi­
nados. La instalación de los simulacros de tercer orden barre todo eso y
contra ellos no sirve de nada querer resucitar la dialéctica, las contradic­
ciones «objetivas», etc.: es una regresión política sin esperanza. N o se
combate lo aleatorio a golpe de finalidades, no se combate la dispersión
programada y molecular a golpe de tomas de conciencia y de avances
dialécticos, ni se combate el código a golpe de economía política ni de
«revolución». Todas estas viejas armas (incluso las que vamos a buscar
en los simulacros de primer orden, en la ética y la metafísica del hombre y
de la naturaleza, valor de uso y otros referenciales de liberación) están
neutralizadas convenientemente por el sistema general, que es de un orden
superior. Todo lo que se inserta en el espacio-tiempo desfinalizado del có -

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
digo o trata de intervenir en él, es desconect do de sus propias finalida­
des, desintegrado y absorbido; es el efecto, bien conocido, de recuperación,
de manipulación, de ciclaje y reciclaje a todos los niveles. «T odo elemen­
to de oposición o de subversión de un sistema debe ser de un tipo lógico
superior» (Anthony Wilden, Sistema y Estructura ). A los simulacros de
tercer orden hav que oponer entonces al menos un juego igual, ¿es posi­
ble? ¿H ay una teoría o una práctica subversivas por ser más aleatorias
que el sistema mismo? ¿Una subversión indeterminada que sea para el
orden del código lo que la revolución era para el orden de la economía
política? ¿Podemos luchar contra el A .D .N .? Desde luego, no a golpe de
lucha de clases. O bien. inventar simulacros de un orden lógico (o ilógico)
superior — más allá del tercer orden actual, más allá de la determinación
y de la indeterminación— ¿seguirían siendo simulacros? La muerte qui­
zá, y sólo ella, la reversibilidad de la muerte es de un orden superior al
del código. Sólo el desorden simbólico puede irrumpir en el código.
Todo sistema que se aproxima a una operacionalidad perfecta está cer
ca de su ruina. Cuando el sistema dice «A es A » o «dos y dos son cuatro»,
se acerca a la vez al poder absoluto y al ridíailo total, es decir, a la
subversión inmediata y probable; basta un empujón para hacerlo desa­
parecer. Sabemos el poder que tiene la tautología cuando dobla esta pre­
tensión del sistema a la esfericidad perfecta (la espiral de Ubú).
La identidad es insostenible: es la muerte puesto que fracasa en re­
gistrar su propia muerte. E s el caso de los sistemas cerrados o metasta-
bilizados, funcionales o cibernéticos, que están acechados por la irrisión,
la subversión instantánea, en un santiamén (y ya no por una larga labor
dialéctica) porque toda la inercia del sistema actúa contra él. E s la am­
bivalencia que acecha a los sistemas más perfectos, los que han logrado
divinizar su principio de funcionamiento, como el Dios binario de Leib-
niz. La fascinación que ejercen, por ser fruto de una profunda denegación,
como en el fetichismo, es instantáneamente reversible. De ahí su fragili­
dad, que crece en proporción a su coherencia ideal. Estos sistemas, incluso
cuando se fundan en la indeterminación radical (la pérdida del sentido),
acaban siendo víctimas del sentido. Caen bajo el peso de su monstruosidad,
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 9

como los monstruos del carbonífero, y se descomponen rápidamente. E s


la fatalidad de todo sistem a destinado por su propia lógica a la perfec­
ción total y, por lo tanto, a la defección total, a la infalibilidad absoluta,
y por lo tanto, a la falla sin remedio: todas las energías ligadas apuntan
a su propia muerte. E s por esto que la única estrategia es catastrófica, y
en absoluto dialéctica. Hay que llevar las cosas al límite, donde natural­
mente se invierten y se derrumban. Porque es en el colmo del valor donde
estamos más cerca de la ambivalencia, porque es en el colmo de la cohe­
rencia donde estam os más cerca del abism o del desvío que acosa a los
signos duplicados del código, hay que ir más lejos que el sistem a en la
simulación. Hay que jugar la muerte contra la m uerte; tautología radical.
Hacer de la propia lógica del sistema el arma absoluta. Contra un sistema
hiperrealista la única estrategia es patafísica, en cierta forma <<Una ciencia
de soluciones im aginarias», es decir, una ciencia-ficción del vuelco del sis­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
tema contra sí mismo en el límite extremo de la simulación, de una simu­
lación reversible en una hiperlógica de la destrucción y de la muerte .1
Una reversibilidad minuciosa, tal es la obligación simbólica. Que cada
término sea ex-terminado, que el valor sea abolido en ^ t a revolución del
término contra sí mismo; tal es la única violencia simbólica equivalente
y triunfante de la violencia estructural del código.
A la ley mercantil del valor y de las equivalencias correspondía una
dialéctica de la revolución. A la indeterminación del código y a la ley es­
tructural del valor sólo corresponde la reversión minuciosa de la muerte .2

1. La muerte es siempre a la vez lo que nos espera al término del sistema y la


exterminación simbólica que acecha al sistema mismo. No hay dos palabras para
designar la finalidad de muerte interna al sistema, la que se inscribe por doquier
en su lógica operacional, y la contra-finalidad radical, exinscrita al sistema en cuanto
tal, pero que lo acosa por todas partes: el mismo término de muerte, y sólo él,
se impone en una y otra parte. Esta ambigüedad puede leerse ya en el instinto de
muerte freudiano. No se trata de una ambigüedad. Traduce simplemente la proximi­
dad de la perfección realizada y de la defección inmediata del sistema.
2. La muerte no debe ser entendida jamás como el suceso real de un sujeto
o de un cuerpo, sino como una forma —eventualmente la de la relación social—
en la que se pierde la determinación del sujeto y del valor. Es la obligación de
reversibilidad que pone fin a la vez a la determinación y a la indeterminación. Pone
fin a las energías ligadas en las oposiciones reguladas, y en esto coincide con las
teorías de los flujos y las intensidades, libidinales o esquizo. Pero la desligadura
de las enedgías es la forma misma del sistema actual, la de una deriva estratégica
del valor. El sistema puede conectarse o desconectarse; todas las energías liberadas
vuelven a él algún día: es él quien ha producido el concepto de energía y de inten­
sidad. El capital es un sistema energético e intenso. De ahí la imposibilidad de
distinguir (Lyotard) la economía libidinal de la economía misma del sistema (la del
valor); la imposibilidad de distinguir (Deleuze) la esquizo capitalista de la esquizo
revolucionaria. Porque el sistema es el amo: puede, como Dios, ligar y desligar las
energías, lo que no puede hacer (y a lo que no puede tampoco escapar) es ser rever­
sible. El proceso del valor es irreversible. Por lo tanto, sólo la reversibilidad y no la
de!;ligadura, ni la deriva, resulta mortal para él. El término de «intercambio» sim­
bólico no quiere decir otra cosa.
10 JE A N BA UD RILLARD

A decir verdad, no queda nada sobre qué fundarse. No nos queda


más que la violencia teórica. La especulación a muerte, cuyo único mé­
todo es la radicalización de todas las hipótesis. Incluso el código, lo sim ­
bólico son también términos simuladores; habría que retirarlos uno a uno
del discurso.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
I. EL FIN DE LA PRODUCCION

LA REVOLUCION ESTRUCTURAL DEL VALOR

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
Saussure daba dos dimensiones al intercambio de los términos de la
lengua, asimilándolos a la moneda: una moneda debe poder cambiarse
por un bien real de algún valor y, por otra parte, debe poder ser corre­
lacionada con todos los otros términos del sistema monetario. E s a este
último aspecto al que reservaba, cada vez más, el término de valor: la re­
latividad, interna al sistema general y constituida por oposiciones distin­
tivas, de todos los términos entre sí (por oposición a la otra posible
definición del valor: la relación de cada término con aquello que designa,
de cada significante con su significado, como la de cada moneda con lo
que se puede obtener a cambio). El primer aspecto corresponde a la
dimensión estructural del lenguaje y el segundo a su dimensión funcional.
Las dos dimensiones son distintas pero articuladas, digamos que inter­
vienen juntas y que son coherentes. Esta coherencia caracteriza la confi­
guración «clásica» del signo lingüístico, la que se agrupa bajo la ley mer­
cantil del valor, donde la designación aparece siempre como la finalidad
de la operación estructural de la lengua. El paralelo es total, en este
estadio «clásico» de la significación, con el mecanismo del valor en la
producción material, tal como M arx lo analiza: el valor de uso actúa como
horizonte y finalidad del sistema del valor de cambio — el primero cali­
fica a la operación concreta de la mercancía en el consumo (momento pa­
ralelo al de la designación para el signo), el segundo remite a la intercam-
biabilidad de todas las mercancías entre sí bajo la ley de la equivalencia
(momento paralelo al de la organización estructural del signo)— los dos
se articulan dialécticamente a lo largo de los análisis de M arx y definen
una configuración racional de la producción regida por la economía política.
Una revolución ha puesto fin a esta economía «clásica» del valor, una
revolución del valor que, más allá de su forma mercantil, la lleva a su
forma radical.
Esta revolución consiste en que los dos aspectos del valor que se
creían coherentes y eternamente ligados como por una ley natural, están
desarticulados, el valor referencial es aniquilado en provecho del solo
juego estructural del valor. La dimensión estructural se autonomiza ex-
12 JE A N BA U D RILLA R D

cluyendo a la dimensión referencial y se instaura a expensas de la muerte


de aquélla. Se suprimen los referenciales de producción, de significación, de
afecto, de substancia, de historia, toda esa equivalencia con contenidos
«reales» que lastraban al signo con una especie de carga útil, de gravedad;
su forma de equivalente representativo. El otro estadio del valor prevalece,
el de la relatividad total, de la conmutación general, combinatoria y si­
mulación. Simulación en el sentido de que todos los signos se intercam­
biaban entre sí en lo sucesivo sin cambiarse por algo real (y no se inter­
cambian bien, no se intercambian perfectamente entre sí sino a condición
de no cambiarse ya por algo real). Emancipación del signo: desembarazo
de esa obligación «arcaica» que tenía de designar alguna cosa, queda al
fin libre para un juego estructural, o combinatorio, de acuerdo a una indi­
ferencia y una indeterminación total que sucede a la regla anterior de
equivalencia determinada. Idéntica operación a nivel de la fuerza de tra­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
bajo y del proceso de producción: la supresión de toda finalidad de los
contenidos de producción le permite a ésta funcionar como código y al
signo monetario evadirse por ejemplo, en una especulación indefinida, fuera
de toda referencia a un real de producción o incluso a un patrón-oro. La
flotación de las monedas y de los signos, la flotación de las «necesidades»
y de las finalidades de la producción, la flotación del trabajo mismo; la
conmutabilidad de todos estos términos que va acompañada de una espe­
culación y de una inflación sin límites (estamos realmente en la libertad
total; desafecto, desobligación, desencanto general: era una magia, una
especie de obligación mágica que tenía el signo encadenado a lo real, el
capital ha liberado a los signos de esta «ingenuidad» para entregarlos a la
pura circulación). Todo esto, ni Saussure ni M arx lo presentían, estaban
aún en la edad de oro de una dialéctica del signo y de lo real, que es al
mismo tiempo el período «clásico» del capital y del valor. Su dialéctica
ha sido descuartizada y lo real ha muerto bajo el golpe de esta autonomi-
zación fantástica del valor. La determinación ha muerto, la indetermi­
nación es la reina. H a habido una ex-terminación (en el sentido literal
del término) de los reales de producción y de lo real de significación .1

l. Si sólo se tratara de la preponderancia del valor de cambio sobre el valor


de uso (o de la preponderancia de la dimensión estructural sobre la dimensión fun­
cional del lenguaje) Marx y Saussure ya la señalaron. Marx no está lejos de hacer
del valor de uso, el medio o la coartada pura y simple del valor de cambio. Y todo
su análisis se basa en el principio de equivalencia que está en el centro del sistema
del valor de cambio. Pero si hay equivalencia en el centro del sistema, no hay inde­
terminación del sistema global (siempre hay determinación y finalidad dialéctica del
modo de producción). Mientras que el sistema actual se basa en la indeterminación
y está impulsado por ella. Inversamente, está obsesionado por la muerte de toda
determinación.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 13

Esta revolución estructural de la ley del valor estaba indicada en el


término «economía política del signo», pero este término es un mal menor,
porque:
I. ¿Se trata aún de economía política? Sí, en el sentido de que se
trata siempre de valor y de la ley del valor, pero la mutación que le afecta
es tan profunda, tan decisiva, todos sus contenidos están tan cambiados,
hasta suprimidos, que el término no es más que alusivo, y más exactamen­
te, político, en la medida en que es siempre la destrucción de las rela­
ciones sociales regidas por el valor lo que está en juego. Pero se trata desde
hace mucho tiempo de algo muy distinto de la economía.
II. El término de signo no tiene más que valor alusivo. Puesto que
la ley estructural del valor afecta a la significación tanto como al resto, y
tiene como forma, no la del signo en general, sino cierta organización que

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
es la del código. Ahora bien, un código no rige a cualquier clase de signos.
N i la ley mercantil del valor significa una instancia determinante cualquie­
ra, en un momento dado de la producción material, ni inversamente la ley
estructural del valor significa una preeminencia cualquiera del signo. Esta
ilusión proviene de que la una se ha desarrollado con M arx a la sombra
de la mercancía, y la otra con Saussure a la sombra del signo lingüístico;
pero hay que deshacerla. La ley mercantil del valor es una ley de las equi­
valencias, y esta ley actúa en todas las esferas: designa también a esta
configuración del signo en la que la equivalencia de un significante y de
un significado permite el intercambio regulado de los contenidos refe-
renciales (otra modalidad paralela: la linealidad del significante, contem­
poránea del tiempo lineal y acumulativo de la producción).
Esta ley clásica del valor actúa, por lo tanto, simultáneamente sobre
todas las instancias (lenguaje, producción, etc.), pero éstas siguen siendo
distintas según su esfera referencial.
Inversamente, la ley estructural del valor significa la indeterminación
de todas las esferas entre sí y en cuanto a su contenido propio (y así
mismo, el paso de la esfera determinada de los signos a la indeterminación
del código). Decir que la esfera de la producción material y la de los
signos intercambian su contenido respectivo es también equivocarse por
completo: desaparecen literalmente en cuanto tales y pierden su respecti-
vidad junto con su determinación en provecho de una forma del valor, de
un arreglo mucho más general en el que la designación y la producción se
suprimen.
La «economía política del signo» resultaba de una extensión de la ley
mercantil del valor y de su verificación en la escala de los signos. Mien­
tras que la configuración estructural del valor pone fin pura y simple­
mente tanto al régimen de la producción y de la economía política como
al de la representación de los signos. T odo ello, con el código, cae en la
simulación. Ni la economía «clásica» del signo ni la economía política
dejan, hablando propiamente, de existir; llevan una existencia segunda,
se convierten en una especie de principio fantasma de disuasión.
14
Fin del ^trabajo. Fin de la p ^ u c c i ó a . Fin d e la economía política.
Fin de la dialéctica significante/ significado que permití a 1a acumu-
^ladóa del saber y del settid o, el sintagma lineal del discurso acumulativo.
Fin s imultáneo de la dialéctica valor de cam bio/valor de uso, la única que
b in a posible la acumulación y ia producción social. Fin de la dimensión
lineal del discurso. Fín de la dimensión lineal de la mercancía. Fín de
la era el clásica del signo. Fin de la era de la producción.
N o e s L A revolución la que pone fin a todo esto. E s el capital m is­
mo. E s él quien anuLt la determinación social por el modo de producción.
E s él quien sustituye la forma mercantil por la forma estructural del
valor. Y es ella la que impone toda ia estrategia actual del sistema.
*

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E sta mutación histórica y social es legible en todos los niveles. La era
de la simulación queda así abierta en todas partes por la conmutabilidad
de los términos antiguamente contradictorios o dialécticamente opuestos.
En w das partes la misma «génesis de sim ulacros*: conmutabilidad de lo
bello.y de lo feo en la moda, de la izquierda y la derecha en política, de
lo verdadero y lo falso en todos los mensajes de los media, de lo útil y lo
inútil a nivel de los objetos, de la naturaleza y la cultura a todos los
ruveles de la significación. Todos los grandes criterios humanistas del
valor, Jos de toda una civilización del juicio moral, estético y práctico, se
borran en nuestro sistema de imágenes y de signos. Todo se vuelve- inde-
cidible, es el efecto característico de la dominación del código, que en
todas partes reposa sobre el principio de la neutralización y la indiferen­
cia .2 E sto es el burdel generalizado del capital, no un burdel de pros­
titución sino burdel de substitución y de conmutación.
Este proceso, desde hace tiempo operacional en la cultura, el arte, la
política, e incluso, fa sexualidad (en los dominios llamados «supere.struc-

2 . La producción teoríca, como la producción material, pierde sus determina-


dones y comienza a girar sobre sí misma, precipitándose hacia una realidad inen-
contrable. Nosotros estamos en ese punto: en 1a indeeldibilidad, en la eta de las
teorías fJptanfes, corno las monedas flotantes. Todas las teorías actuales, no importa
de qué horizonte provengan (las psiCQanalíticas también), ni la violencia que re­
vistan o que pretendan recuperar una inmanencia o una movilidad sin referenciaíes
(Deleuze, Lyotard, etc.). todas ellas dotan y no tienen otro sentido que darse aviso
entre sí. Resulta vano pedirles alguna coherencia con una «realidad» cualquiera. El
sistema ha privado de toda garantía referencial tanto a la fuerza de trabajo teórico
como a la otra. Tampoco hay ya valor de uso de la teoría, el espejo de la produc­
ción teórica está quebrado también. Y todo está dentro del otden. Quiero decir
que esa índeidibilidad misma de la teoría es efecto d d código. No hay que hacerse
ilusiones: ese flotar de las teorías no tiene nada de «deriva» esquizofrénica donde
los flujos circularían libremente por el cuerpo sin órgano (¿de qué?, ¿del capitai?). Sig­
nifica simplemente que en lo sucesivo todas las teorías pueden intercambiarse según
unas tasas de cambio variables, pero sin emplearse en ninguna parte excepto en el
espejo de su escritura.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 15

turales») afecta hoy a la economía misma, a todo el campo llamado «in ­


fraestructura].». La misma indeterminación reina a l . Y desde luego, junto
con la determinación de lo económico se desvanece toda posibilidad de
concebirla como instancia determinante.
Puesto que es en torno a lo económico que se ha establecido desde
hace dos siglos (en todo caso desde Marx) la determinación histórica, es
ahí dónde importa descubrir la irrupción del código.

EL FIN DE LA PRODUCCION

Estam os en el fin de la producción. Esta forma coincide en Occidente

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
con la enunciación de la ley mercantil del valor, es decir, con el reino
de la economía política. Antes nada se produjo, propiamente hablando,
todo se dedujo, mediante la gracia (de Dios) o la gratificación (la natura­
leza) de una instancia que otorga o rehusa sus riquezas. E l valor emana
del reino de las cualidades divinas o naturales (se confunden para nosotros
retrospectivamente). A sí es cómo ven todavía los fisiócratas el ciclo de la
tierra y del trabajo: éste carece de valor propio. Cabe preguntarse si hay
entonces una verdadera ley del valor, puesto que es dispensada sin que su
expresión pueda volverse racional. Su forma no está despejada puesto que
está ligada a una sustancia referencial inagotable. Si existe una ley es, por
oposición a la ley mercantil, una ley natural del valor.
Una mutación derriba este edificio — el de una distribución o una dis­
pensa natural de las riquezas— y desde entonces el valor se vuelve pro­
ducto, su referencia, el trabajo, y su ley, la equivalencia generalizada de
todos los trabajos. E l valor es asignado en lo sucesivo a la operación
distinta y racional del trabajo humano (del trabajo social). E s mensurable
y, como consecuencia, también Ja plusvalía.
E s el comienzo de la crítica de la economía política, con la referencia
de una producción social y de un modo de producción. Sólo el concep­
to de producción permite despejar, mediante el análisis de esta mercancía
singular que es la fuerza de trabajo, un plus (la plus-valía), que ordena la
dinámica racional del capital y, más allá, aquella otra también racional
de la revolución.
Todo ha cambiado de nuevo para nosotros en la actualidad. Produc­
ción, forma mercantil, fuerza de trabajo, equivalencia y plusvalía trazaban
una configuración cuantitativa, material y mensurable, que ha terminado
para nosotros. Las fuerzas productivas trazaban aún una referencia — con­
tradictoria con las relaciones de producción— pero referencia de todos
m odos, de la riqueza social. Un contenido de producción sostenía aún una
forma social llamada capital, y su crítica interna llamada marxismo. Y es
en la abolición de la ley mercantil del valor que se funda la exigencia re­
volucionaria.
Ahora bien, nosotros hemos pasado de la ley mercantil a Ja ley es-
16 JE A N BA U D RILLA R D

tructural del valor, y esto coincide con la volatilización de la forma social


llamada producción. ¿Estam os todavía, entonces, en un mundo capitalista?
E s posible que estemos en un modo hipercapitalista o en un orden muy
diferente. ¿L a forma capital está ligada a la ley del valor en general, o a
una determinada forma del valor? (¿acaso incluso estamos ya en un modo
francamente socialista? ¿Quizá esta metamorfosis del capital bajo el signo
de la ley estructural del valor no es más que su salida socialista? ¡A y!).
Si la vida y la muerte del capital se juegan sobre la ley mercantil del
valor, si la revolución se juega sobre el modo de producción, entonces
no estamos ya ni en el capital ni en la revolución. Si ésta consiste en una
liberación de la producción social y genérica del hombre, entonces ya no
hay revolución en perspectiva, porque ya no hay producción. Si por el

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
contrario, el capital es un modo de dominación, entonces sí estamos en él,
porque esta ley estructural del valor es la forma de dominación social
más pura, ilegible, como la plus-valía, sin referencias en lo sucesivo en
una clase dominante o una relación de fuerzas, sin violencia, toda entera
reabsorbida sin una huella de sangre, en los signos que nos rodean, por
doquier operacional en el código donde el capital desarrolla su discurso
más puro, más allá de los dialectos industriales, comerciales, financieros, más
allá de los dialectos de clase que desarrolló en su fase «productiva».
Violencia simbólica por doquier inscrita en los signos, y hasta en los sig­
nos de la revolución.
La revolución estructural del valor aniquila las bases de la «R evolu­
ción». La pérdida de los referenciales afecta mortalmente primero a los
referenciales revolucionarios que no encuentran ya en ninguna sustancia
social de producción, en ninguna verdad de la fuerza de trabajo, la certidum­
bre de un cambio. Porque el trabajo no es ya una fuerza, se ha convertido
en signo entre los signos. Se produce y se consume como el resto. Se inter­
cambia con el no-trabajo, el descanso, de acuerdo a una equivalencia total,
es conmutable con todos los demás sectores de la vida cotidiana. Ni más
ni menos «enajenado», ya no es el lugar de una «praxis» histórica sin­
gular que engendra relaciones sociales singulares. No es más, como la
mayor parte de las prácticas, que un conjunto de operaciones signalíticas.
Entra en el diseño general de la vida, es decir, en lo enmarcado por los
signos. N i siquiera en ese sufrimiento, esa prostitución histórica que ac­
tuaba corno. promesa inversa de una emancipación final (o, como en Lyo
tard, como espacio del gozo obrero, realización de deseo encarnizado en
medio de la abyección del valor y la regla del capital). Nada de eso es
cierto ya. La forma signo se ha apoderado del trabajo para vaciarlo de
toda significación histórica o libidinal y absorberlo en el proceso de su
propia reproducción: es la operación del signo que por duplicarse, detrás
de la alusión, vacía lo que designa. El trabajo pudo designar en una época
la realidad de una producción social, de un objetivo social acumulativo de
riqueza. Aunque explotado en el capital y la plus-valía, precisamente con­
servaba entonces un valor de uso para la reproducción ampliada del ca-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 17

pital y para su destrucción final. Una finalidad le recorría de todos mo­


dos; aunque el trabajador se absorba en la reproducción pura y simple de
su fuerza de trabajo no es cierto que el proceso de producción sea vivido
como una repetición insensata. El trabajo revoluciona a la sociedad, a
través de su abyección misma, en cuanto mercancía cuyo potencial excede
siempre la pura y simple reproducción del valor.
Hoy, no: el trabajo ya no es productivo, se ha vuelto reproductivo
de la asignación al trabajo, como habitus general de una sociedad que ni
siquiera sabe si quiere producir o no. N o más mitos de producción, no más
contenidos de producción: los balances nacionales no muestran ya sino un
desarrollo cifrado, estadístico, vacío de sentido; una inflación de signos
contables sobre los cuales ya no se logra alucinar a la voluntad colectiva.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E l pathos del desarrollo mismo está m uerto, como el pathos de la pro­
ducción, del que era la última erección enloquecida, paranoica — hoy desin­
flado en las cifras— nadie lo cree ya. Pero sigue siendo indispensable
reproducir el trabajo como destinación social, como reflejo, como moral,
como consenso, como regulación, como principio de realidad. Pero prin­
cipio de realidad del código: es un gigantesco ritual de los signos del tra­
bajo que se extiende sobre toda la sociedad; poco importa si eso produce
aún, eso se reproduce. Socialización por el ritual, por los signos, mucho
más eficaz que mediante las energías ligadas de la producción. Todo lo
que se os pide no es producir, superaros en el esfuerzo (esta ética clásica
sería más bien sospechosa), es socializaros. Es no tomar ningún valor,
según la definición estructural que adquiere aquí toda su envergadura
social, más que como un término respectivo de otro. E s funcionar como
signo en el escenario general de la producción, así como el trabajo y
la producción sólo funcionan ya como signos, como términos conmutables
con el no-trabajo, el consumo, la comunicación, etc. Relación múltiple,
incesante, en remolino, en toda la red de los demás signos. E l trabajo,
vaciado así de su energía y de su sustancia (y generalmente desinvestido)
resucita como modelo de simulación social, arrastrando consigo todas las
demás categorías de la economía política a la esfera aleatoria del código.
Inquietante rareza: esta repentina zambullida en una especie de exis­
tencia segunda, separada de vosotros por todo el espesor de una vida
anterior, porque había una familiaridad, una intimidad del proceso tra­
dicional del trabajo. Incluso lo concreto de la explotación, la socialidad
violenta del trabajo es un sentido cercano a uno. Hoy no hay tal: y esto
no se debe tanto a la abstracción operatoria del proceso de trabajo, d es­
crito tan a menudo, como al paso de toda significación de trabajo a un
campo operacional donde se vueive una variable flotante, arrastrando con
ella todo lo imaginario de una vida anterior.

*
18 JE A N BA U D RILLA R D

Del otro lado de la autonomización de la producción como medio (del


otro lado de las convulsiones, contradicciones y revoluciones internas al
modo), hay que hacer resurgir el código de la producción. E s la dimensión
que toma hoy, al término de una historia «m aterialista» que ha logrado
legalizarla como principio del movimiento real de las sociedades (para
M arx, el arte, la religión, el derecho, etc. no tienen historia propia; sólo
la producción tiene una historia, m ejor aún: ella es la historia, ella funda
la historia. Increíble afabulación del trabajo y de la producción como razón
histórica y como modelo genérico de realización).
E l fin de esta autonomización religiosa de la producción deja entrever
que todo eso podría también haber sido producido (esta vez en el sentido
de puesta en escena y de escenario) no hace mucho tiempo y con fines

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
totalmente diferentes de las finalidades internas (entre ellas, la revolu­
ción) que segrega la producción.
Analizar la producción como código es traspasar 1a evidencia material
de las máquinas, de las fábricas, del horario de trabajo, del producto, del
salario, del dinero, y aquélla más formal pero también «o bjetiva» de la
plus-valía, del mercado, del capital, para descubrir la regla del juego;
destruir la sucesión lógica de las instancias del capital e incluso, la sucesión
crítica de las categorías m arxistas que lo analizan y que no son más que
las de una apariencia del capital al segundo grado, las de su apariencia
crítica, para descubrir los significantes elementales de 1a producción, la
relación social que ella establece, esfumada para siempre bajo la ilusión
histórica de los productores (y de los teóricos).

El Trabajo

La fuerza de trabajo no es una fuerza, es una definición, un axioma,


y su operación «real» en el proceso de trabajo, su «valor de uso» no
es más que la duplicación de esta definición en la operación del código.
E s a nivel del signo, jamás a nivel de la energía, que la violencia es
fundamental. El mecanismo del capital (y no su ley) especula con la plus­
valía; inequivalencia del salario y de la fuerza de trabajo. Pero si hubiera
equivalencia entre los dos, fin de la plus-valía e incluso abolición del sa­
lario (de la venta de la fuerza de trabajo), el hombre continuaría marcado
por este axioma, por este destino de producción, por este sacramento del
trabajo que le traspasa como un sexo. N o, el trabajador ya no es un
hombre, ni tampoco hombre o mujer; sólo tiene un sexo: esta fuerza de
trabajo que le asigna a un fin. E stá marcado por ella como la m ujer lo
está por su sexo (su definición sexual), como el negro lo está por el color
de su piel; todos ellos signos y nada más que signos.
Hay que distinguir lo que no depende sino del modo y lo que de­
pende del código de la producción. Antes de convertirse en elemento de
la ley mercantil del valor, la fuerza de trabajo es en primer lugar un esta-
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U ER TE 19

tuto, una estructura de obediencia a un código. Antes de convertirse en


valor de cam bio o valor de uso, ya es, como cualquier mercancía, el signo
de la operación de la naturaleza en valor, aquello por lo que se define la
producción, y que es el axioma fundamental de nuestra cultura, y de nin­
guna otra. Mucho más profundamente que las equivalencias cuantitativas,
es éste el mensaje que circula bajo la mercancía: arrancar la naturaleza
(y el hombre) de la indeterminación para someterla a la determinación
del valor. L o que podemos constatar en la furia constructiva de los bull-
dozers, de las autopistas, de las «infraestructuras» en la furia civilizadora
de la era productiva, esa furia de no dejar ninguna parcela improducti­
va, de refrendarlo todo por b producción, incluso sin el estímulo de un
aumento de riqueza; producir para marcar, producir para reproducir el
hombre marcado. ¿Qué otra cosa es la producción hoy sino ese terroris­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
mo del código? Esto se hace tan evidente como para las primeras genera­
ciones industriales que tuvieron que vérselas con las máquinas como con
enemigos absolutos, portadores de destrucción total, antes de que se desa­
rrollara el dulce sueño de una dialéctica histórica de la producción. Las
prácticas luditas que surgieron un poco en todas partes, el salvajismo que
combate al instrumento de producción (y primeramente a sí mismo en cuan­
to fuerza productiva), el sabotaje endémico y la defección hablan por sí
mismos de la fragilidad del orden productivo. Romper las máquinas es
un acto aberrante si son medios de producción, si persiste la ambigüedad
de su valor de uso futuro. Pero si los fines de esa producción se derrum­
ban, el respeto a los medios se derrumba también, y las máquinas se re­
velan, de acuerdo a su verdadero fin, como signos operadores directos,
inmediatos, de la relación social de muerte de que vive el capital. Nada se
opone entonces a su destrucción inmediata. En este sentido, los ludítas
fueron más lúcidos que M arx sobre el alcance de la irrupción del orden
industrial, y hoy tienen en cierta forma su revancha, al término catastró­
fico de ese proceso en el que el mismo Marx nos ha extraviado, en la
euforia dialéctica de las fuerzas productivas.

Al decir que el trabajo es signo no es en el sentido de las connotacio­


nes de prestigio que pueden ser inherentes a un tipo de trnbajo, ni tam­
poco en el sentido de la promoción que constituye el trabajo asalariado
para el inmigrado argelino respecto a su comunidad tribal, o para el mu­
chacho marroquí del Alto Atlas cuyo umco sueño es entrar a trabajar
en la Simca, o para las mujeres entre nosotros. En ese caso, el trabajo
remite a un valor propio; aumento o diferencia de estatuto. En el es­
cenario actual, el trabajo no concierne a esta definición referencial del
signo. Ya no hay significación propia de un tipo de trabajo o del trabajo
en general, sino un sistema de trabajo en el que los puestos se intercam
bian. No más «right man in the right place», viejo adagio de un idealismo
científico de la producción. Pero tampoco indíviduos intercambiables
pero indispensables en un proceso de trabaio determinado. Es el proceso
20 JE A N BA U D R ILLA R D

de trabajo mismo el que se ha vuelto intercambiable: estructura de aco­


gida móvil, polivalente, intermitente, indiferente a cualquier objetivo, in­
diferente al trabajo mismo entendido en su operación clásica. Aplicada
solamente a localizar a cada cual en un nexo social donde nada converge
en ninguna parte sino en la inmanencia de esa cuadrícula operacional, pa­
radigma que conjuga a todos los individuos sobre el mismo radical o sin­
tagma que los asocia de acuerdo a un modo combinatorio indefinido.
E l trabajo (bajo la forma de descanso también) invade toda la vida
como represión fundamental, como control, como ocupación permanente
en lugares y tiempos regulados conforme a un código omnipresente. Hay
que fijar a la gente en todas partes, en la escuela, en la fábrica, en la
playa o delante de la T .V ., o en el reciclaje; movilización general per­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
manente. Pero este trabajo ya no es productivo en el sentido original: no
es más que el espejo de la sociedad, su imaginario,su principio fantástico
de realidad. Instinto de muerte, quizá.
Hacia eso tiende toda la estrategia actual que gira en torno al trabajo:
fob enrichment, horarios variables, movilidad, reciclaje, formación perma­
nente, autonomía, autogestión, descentralización del proceso de trabajo,
hasta la utopía californiana del trabajo cibernetizado, repartido a domici­
lio. Ya no se os arranca salvajemente a vuestra vida para entregaros a la
máquina; se os integra en ella con vuestra infancia, vuestros tics, vuestras
relaciones humanas, vuestros instintos inconscientes y vuestro mismo re­
chazo al trabajo. Y a se os conseguirá un puesto con todo incluido, un
personalizado o, en su defecto. un subsidio de paro calculado de acuerdo
a vuestra ecuación personal. Df' todas maneras, no se os abandonará ja­
más, lo esencial es que cada cual sea el terminal de toda la red, terminal
ínfimo, pero no obstante, término; sobre todo, no 1111 grito inarticulado,
sino un término de la lengua, v en el término de toda la red estructural
de la lengua. La elección misma del trabajo, la utopía de un trabajo a la
medida de cada uno, significa que la suerte está echada, que la estructura
de acogida es total. La fuerza de trabajo ya no se vende ni se compra
brutalmente, se diseña, se marquetiza, se mercadea; la producción se in­
corpora al sistema de signos del consumo.
Un primer estadio del análisis fue concebir la esfera del consumo como
una extensión de la esfera de las fuerzas productivas. Pero hay que hacer
a la inversa. Hay que concebir toda la esfera de la producción, del trabajo
y de las fuerzas productivas como oscilando en la esfera del «consum o»,
entendida como la de una axiomática generalizada, de un intercambio
codificado de signos, de un diseño general de la vida. Así mismo el saber,
los conocimientos, las actitudes (Verres: «¿P o r qué no considerar las ac­
titudes del personal como uno de los recursos que el patrón tiene la tarea
de adm inistrar?»), pero también la sexualidad y el cuerpo, la imagina
ción (Verres: «L a imaginación es la única que permanece ligada al princi­
pio del placer, mientras que el aparato psíquico está subordinado al prin­
cipio de realidad (Freud). Hay que acabar con este lío. Que la imaginación
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 21

se actualice como fuerza productiva, que se invierta. La imaginación al


poder: la consigna de la tecnocracia»). Y el inconsciente, y la Revolu­
ción, etc. Sí, todo ello está en vía de «inversión» y de absorción en la es­
fera del valor, pero no tanto el valor mercantil como el valor computable,
es decir, no movilizado para la producción, sino catalogado, asignado,
obligado a jugar como variable operacional, convertido no en fuerza pro­
ductiva sino en piezas del ajedrez del código, cogidas en la misma regla
de juego. E l axioma de producción no tiende sino a reducir todo a factores,
el axioma del código reduce todo a variables. E l uno lleva a ecuaciones y
a balances de fuerzas. E l otro lleva a conjuntos móviles y aleatorios que
neutralizan lo que se les resiste o se les escapa, por conexión, y no por
anexión.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
*

Esto va mucho más lejos que la O .C .T., la Organización Científica del


Trabajo, aunque la aparición de ésta marca un jalón fundamental de la
inversión a través del código. Podemos distinguir dos fases:
A la fase «precientífica» del sistema industrial, caracterizada por la
explotación maximal de la fuerza de trabajo, sucede la fase de la ma­
quinaria, de la preponderancia <lel capital fijo, en la que «el trabajo ob­
jetivado no es un simple producto que sirve de instrumento de trabajo,
sino la fuerza productiva m isma» (Grundrisse, t. II, p. 213). Esta acumu­
lación de trabajo objetivado que suplanta ál trabajo vivo como fuerza
productiva, se multiplica después al infinito por la acumulación del sa­
ber: «L a acumulación del saber, de la habilidad, así como de todas las
fuerzas productivas generales del cerebro social son entonces absorbidas
en el capital que se opone al trabajo: ellas aparecen en lo sucesivo como
una propiedad del capital, o mas exactamente, del capital fijo » (Gr., JI ,
213).
E sta fase d e la maquinaria, del aparato científico, del trabajador co­
lectivo y de la O .C .T., es aquella en donde «el proceso de producción
deja de ser un proceso de trabajo, en el sentido de que el trabajo cons­
tituya su unidad dom inante» (Gr., I I, 213). Y a no hay fuerza productiva
«original», sino una maquinaria general que transforma las fuerzas produc­
tivas en capital; o más bien, una maquinaria que fabrica la fuerza produc­
tiva y el trabajo. Todo el aparato social del trabajo queda desmontado
por esta operación: es la maquinaria colectiva la que se encarga de producir
directamente la finalidad social, es ella la que produce la producción.
E s la hegemonía del trabajo muerto sobre el trabajo vivo. L a acumu­
lación primitiva no es otra cosa: acumulación del trabajo muerto hasta
que sea capaz de reabsorber el trabajo vivo. M ejor aún: de producirlo
bajo control, para sus fines propios. E s por esto que el fin de Ja acumu­
lación primitiva marca el giro decisivo de la economía política: el paso
a la preponderancia del trabajo muerto, a una relación social cristalizada y
22 JE A N BA U D RILLA R D

encarnada en el trabajo muerto que pesa sobre toda la sociedad como el


código mismo de la dominación. E l fantástico error de Marx es haber creído,
a pesar de todo, en la inocencia de las máquinas, de la técnica, de la cien­
cia, las cuales podrían volver a ser trabajo social vivo una vez liquidado
el sistema del capital. Cuando éste precisamente se basa en eso. Esperanza
piadosa que proviene de haber desestimado a la muerte en el trabajo
muerto, y de pensar que lo muerto se supera en lo vivo, más allá de un
punto crucial, por una especie de sobresalto histórico de la producción.
Sin embargo, M arx había olfateado algo cuando señala «la propie­
dad del trabajo objetivado de transformarse en capital, es decir, de trans­
formar los medios de producción en medios de mando ejercido sobre el
trabajo vivo». E s lo que se transparenta también en la fórmula según la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cual en un cierto estadio del capital, «el hombre se encuentra colocado
a un lado del proceso de producción, en lugar de ser su agente principal»
(Gr., I I , 2 2 1 /2 2 2 ). Fórmula que va más allá de la economía política y de
su crítica, puesto que significa literalmente que no se trata ya de un
proceso de producción, sino de un proceso de exclusión y de relegación.
Todavía falta extraer todas las consecuencias. Cuando la producción
alcanza esa circularidad e involuciona, pierde toda determinación obje­
tiva. Se mitifica a través de sus propios términos convertidos en signos.
Cuando, simultáneamente, esta esfera de los signos (comprendidos los
media, la información, etc.) deja de ser una esfera específica para repre­
sentar la unidad del proceso global del capital, entonces hay que decir
no solamente con Marx que «el proceso de producción deja de ser un
proceso de trabajo», sino que «el proceso del capital mismo deja de ser
un proceso de producción».
Con la hegemonía del trabajo muerto sobre el trabajo vivo, toda la
dialéctica de la producción se derrumba. Valor de uso/valor de cambio,
fuerzas productivas/relaciones de producción, todas estas oposiciones con
las que funciona el marxismo (según el mismo esquema en el fondo, que
el pensamiento racionalista sobre las oposiciones de lo verdadero y lo
falso, de la apariencia y la realidad, de la naturaleza y la cultura) son
neutralizadas también, y del mismo modo. Todo en la producción y en
la economía se vuelve conmutable, reversible, intercambiable, según la
misma especularidad indefinida que en la política, la moda o los media.
Especularidad indefinida de las fuerzas de producción y de las relacio­
nes de producción, del capital y del trabajo, del valor de uso y del vafor
de cambio: esto es la disolución de la producción en el código. Y la ley
del valor ya no reside tanto en la intercambiabilidad de todas las mer­
cancías bajo el signo del equivalente general, como en la intercambiabi­
lidad, mucho más radical, de todas las categorías de la economía política
(y de su crítica) según el código. Todas las determinaciones del pensa­
miento «burgués» fueron neutralizadas y abolidas por el pensamiento
materialista de la producción, que ha reducido todo a una sola gran de­
terminación histórica. Pero él, a su vez, está neutralizado y absorbido
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y L A M U E R T E 23

por una revolución de los términos del sistema. Y así como otras ge­
neraciones pudieron soñar con la sociedad precapitalista, nosotros em ­
pezam os a soñar con la economía política como con algo que perdimos,
y su discurso sólo tiene esa fuerza d e referencia porque es algo que per­
dimos.

M arx: «L o s trabajos que sólo pueden ser utilizados como servicÍ 0 s,


debido a que sus productos son inseparables de sus prestatarios, de modo
que no pueden convertirse en mercancías autónomas, representan una

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
masa irrisoria con respecto a la de la producción capitalista. Por lo tan­
to, podemos dejarlos a un lado y examinarlos en el capítulo sobre el
trabajo asalariado» (Capital, cap. V I, p. 234). Ese capítulo del Capital no
se escribió jamás: el problema que planteaba esta distinción que divide
al trabajo productivo y al trabajo improductivo, es completamente inso­
luble. Las definiciones marxistas del trabajo se resquebrajan por todas
partes, y eso desde el principio. En los Grundrisse (I, 253): « E l trabajo es
productivo si produce su contrario [el cap ital]». De donde se puede ló­
gicamente concluir que si el trabajo llega a reproducirse a sí mismo, como
es el caso hoy día, en toda la extensión del «trabajador colectivo», deja
de ser productivo. Consecuencia imprevista de una definición que ni s i­
quiera considera que el capital puede enraizarse en algo distinto que en
lo «productivo», y quizá precisamente en el trabajo vaciado de su pro­
ductividad, en el trabajo «im productivo», neutralizado en cierta forma,
pero donde el capital justamente invalida la determinación peligrosa del
trabajo «productivo» y puede empezar a instaurar su dominación real,
no solamente sobre el trabajo, sino sobre la sociedad entera. Al despre­
ciar este «trabajo improductivo», Marx dejó de lado la verdadera indefi­
nición del trabajo en la cual se funda la estrategia del capital.
«U na producción es productiva, satisfaga un consumo productivo o
improductivo, a condición solamente de que cree o recree el capital» (Gr.,
I, 253). La paradoja es entonces que, según la propia definición de M arx,
una parte creciente del trabajo humano se vuelve improductiva, sin que
ello im pida visiblemente al capital profundizar su dominación. D e hecho,
todo esto resulta falso, no hay dos o tres clases de trabajo 3, es d propio

3. Marx, astuto jesuíta, no estaba lejos de reconocerlo con su concepto de


trabajador colectivo: «A partir del momento, sin embargo, en que el producto in­
dividual es transformado en producto social, en producto de un trabajador co­
lectivo cuyos distintos miembros participan en el manejo de la materia en diversos
grados, de cerca o de lejos, o incluso nada en absoluto, las determinaciones de tra­
bajo productivo, de trabajador productivo, se amplían necesariamente. Para ser pro­
ductivo ya no es necesario ponerle manos a la obra, basta con ser un órgano del
trabajador colectivo, o con cumplir cualquier función en él. La determinación pri­
mitiva del trabajo productivo, nacida de la naturaleza misma de la producción
24 JE A N BA U D RILLA R D

capital el que le ha soplado a M arx esas distinciones sofisticadas, pero


el capital no ha sido nunca tan estúpido para creérselas, siempre ha pasado
«ingenuamente» a través. Hay una sola clase de trabajo, una definición
efectivamente fundamental, y la desgracia quiso que sea la que Marx
abandonó. Si todos los trabajos hoy se alinean en una sola definición, es
en la del trabajo/servicio, en esta categoría bastarda, arcaica, no anali­
zada, y no en la clásica y supuestamente universal, del trabajo asalaria­
do «proletario».
Trabajo/servicio: no en el sentido feudal, porque este trabajo ha per­
dido el sentido de obligación y de reciprocidad que tenía en el contexto
feudal, sino en el sentido que señala Marx: en el servicio, la prestación
es inseparable del prestatario (aspecto arcaico en la visión productivista

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
del capital, pero fundamental si se toma el capital como sistema de do­
minación, como sistema de «infeudación» en una sociedad de trabajo, es
decir, en un cierto tipo de sociedad política de la cual él es la regla
de juego). Es ahí donde estamos (si es que no era ya así en tiempos de
M arx): la reducción de todo trabajo a servicio; el trabajo como pura y
simple presencia/ocupación, consumo de tiempo, prestación de tiempo.
Hacer «acto» de trabajo como se hace acto de presencia, como se hace
acto de obediencia. En este sentido, la prestación es efectivamente inse­
parable del prestatario. El servicio prestado es la adhesión de cuerpo, de
tiempo, de espacio, de materia gris. Que eso produzca o no es indiferen­
te respecto a esa catalogación personal. La plusvalía desaparece eviden­
temente y el salario cambia de sentido, volveremos sobre ello. N o se
trata de una «regresión» del capital hacia el feudalismo, es el paso a la
dominación real, es decir, a la demanda y a la requisa total de las perso­
nas. A eso tienden todos los esfuerzos de «retotalizar» el trabajo: tienden
a hacer de él un servicio total del cual el prestatario esté cada vez me­
nos ausente y cada vez más implicado personalmente.
En este sentido el trabajo no se distingue ya de las otras prácticas
y ; particularmente, de su término contrario, el tiempo libre, el cual,
porque supone la misma movilización y la misma inversión (o !a misma
desinversión productiva), es hoy igualmente un servicio prestado / que 4

material, sigue siendo cierta con respecto al trabajador colectivo considerado como
una sola persona, pero no se aplica a cada uno de sus miembros por separado»
(Cap., II, 183/184)._
4. El tiempo libre es, si se quiere, una forma de «trabajo complejo», en el
sentido de que éste, en contraposición al trabajo simple, coincide con la definición
del servicio: solidaridad de la prestación y del prestatario, no-equivalencia a un
tiempo de trabajo social abstracto, no-equivalencia a un salario reproductor de la
fuerza de trabajo. Marx lo habría podido ver si no se hubiera cegado con el tra­
bajo productivo y las múltiples distinciones, tendientes todas a salvar el sujeto
de la historia: el trabajador productivo. Y no habría caído en la fantasmagoría del
tiempo libre: «Si la reificación de la fuerza de trabajo alcanzara la perfección, se
produciría un estallido dé la 'forma reificada, una fractura en la cadena que sujeta
el individuo al mecanismo... El hombre se beneficiaría de un tiempo libre y po-
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 25

debería en toda justicia merecer un salario (lo que no es imposible ade­


más) .s En resumen, no es sólo la distinción imaginaria entre trabajo
productivo e improductivo la que vuela, sino la distinción misma entre
el trabajo y el resto. Simplemente ya no hay trabajo en el sentido es­
pecífico del término, y M arx hizo bien en el fondo al no escribir su ca­
pítulo del Capital-, estaba condenado de antemano.
Es en este momento precisamente cuando los trabajadores se vuelven
«agentes productivos»; los desiices terminológicos tienen su importan­
cia: éste significa por antífrasis, el estatuto del que no produce ya nada.
Ya el O .A . no era el trabajador, era el obrero frente a la indiferencia­
ción total del trabajo. Enfrentado no ya a un contenido de trabajo ni a
un salario específico, sino a la forma generalizada del trabajo y el salario

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
político. Con el «agente productivo» es la vía libre a la forma más abs­
tracta; más abstracta que el viejo O.A. explotado 3 muerte: es el maniquí
de trabajo lo que surge, el módulo común más pequeño, el mozo de
base de un principio de irrealidad del trabajo. Eufemismo genial: no se
trabaja más, se hace «acto de producción»: es del fin de una cultura
de la producción y del trabajo de donde surge contradictoriamente el tér­
mino «productivo». Lo que caracteriza a este «agente productivo» no
es ya su explotación, no es ya ser materia prima en un proceso de tra­
bajo, es su movilidad, su intercambiabilidad, su carácter de desinencia
inútil del capital fijo. El «agente productivo» designa el estatuto último
del «obrero a un lado de la producción» de que hablaba Marx.

*5

clrla al fin dar forma a su vida privada y social» (El Hombre unidimensional).
Marcuse parece haber comprendido que el sistema, a través del progreso técnico
y la automación, produce el tiempo libre como la extrema reificación de la fuerza
de trabajo, como forma consumada del tiempo de trabajo social abstracto, justamente
en la simulación inversa del no-trabajo.
Otro tipo de trabajo «complejo»: la formación, la cualificación, la escuela, etc.
Tentación de analizar esto también en términos de plus valía, reinversión por parte
del capital en el saber, la formación, los estudios, de un capital constante sobre­
añadido al trabajador simple. Smith: «Un hombre formado a costa de mucho tra­
bajo y tiempo, se puede comparar a una costosa máquina...» Error. La instruc­
ción, la formación, la escuela, no son inversiones indirectas. Son directamente la
relación social de domesticación y de control. El capital no busca con ello fomentar
el trabajo complejo, sino que pierde, sacrifica gran parte de su «P.V.» en la re­
producción de su hegemonía.
5. El salario de desempleo es eso (un año de salario después de la licenciatura
en Francia en lo sucesivo). Pero lo supera aún el proyecto de «impuesto negati­
vo», en uso en ciertos países, y que prevee un salario básico mínimo para todos, ma­
dres <;le familia, impedidos, jóvenes sin empleo, a deducir de una remuneración
eventual de trabajo. El desempleo desaparece aquí pura y simplemente como coyun­
tura crítica (con todo lo que implicaba políticamente). El trabajo se vuelve una
opción, y el salario una visa de existencia, una inscripción automática en el dispo­
sitivo social. El capital sigue siendo el salariado, pero esta vez en su forma pura
—desligado del trabajo— (significante desligado del significado, según la analogía
de Saussure} que no era sino su contenido episódico.
26 JE A N BA U D RILLA R D

Paralelamente, esta fase donde «el proceso del capital deja de ser
un proceso de producción», es la de la desaparición de la fábrica: es
el conjunto de la sociedad el que cobra semblante de fábrica. E s pre­
ciso que la fábrica desaparezca en cuanto tal, que el trabajo pierda su
especificidad para que el capital pueda asegurar esta metamorfosis exten­
siva de su forma a la sociedad total. E s preciso, por lo tanto, levantar
acta de la desaparición de los lugares determinados del trabajo, de un
tema determinado de trabajo, de un tiempo determinado de trabajo so­
cial, levantar acta de la desaparición de la fábrica, del trabajo y del pro­
letariado si se quiere analizar la dominación actual real del capital.6 Se
acabó el estadio de la sociedad sucursal o superestructura de la fábrica,
ejército de reserva virtual del capital. E l principio de la fábrica y del tra­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
bajo explota y se dispersa en toda la extensión de la sociedad de tal
suerte que la distinción entre los dos se vuelve «ideológica»: esto resul­
ta una trampa del capital, el mantener (en lo imaginario revolucionario)
una presencia específica y privilegiada de la fábrica. E l trabajo está en to­
das partes porque ya no existe el trabajo. E s entonces cuando alcanza
su forma definitiva, su forma acabada, su principio, y se incorpora a los
principios elaborados en el curso de la historia en esos otros espacios so­
ciales que han precedido a la manufactura y le han servido de modelo:
el asilo, el ghetto, el hospital general, la cárcel. Todos los lugares de re­
clusión y de concentración que nuestra cultura ha segregado en su mar­
cha hacia la civilización. Todos estos lugares determinados pierden, des­
de luego, sus límites hoy día y se dispersan en la sociedad global,
porque la forma asilaría, la forma carcelaria, la discriminación, han inva­
dido todo el espacio social, todos los momentos de la vida real.7 T o­

6. Podemos ver muy bien a través de la evolución social de la vivienda, cómo


se desplaza la estrategia del capital de un proceso económico hacia un proceso ex­
tensivo.
La vivienda obrera al principio no es más que un cuchitril, sucursal de la fá­
brica, lugar funcional de reproducción de la fuerza de trabajo, en tanto que el lu­
gar estratégico sigue siendo la fábrica y la empresa. La vivienda no está invadida
por la forma capital.
Poco a poco, la vivienda es utilizada como espacio-tiempo marcado, dentro de
un proceso de control directo y generalizado del espacio social; lugar de repro­
ducción no del trabajo sino del hábitat mismo como función específica, como forma
directa de la relación social. Reproducción ya no del trabajador sino del habitante
mismo, del usuario, porque el «usuario» se ha convertido, después del proletario,
en el tipo ideal del esclavo industrial. El usuario de los bienes, el usuario de las
palabras, el usuario del sexo, el usuario del propio trabajo (el obrero, el «agente
productivo» se convierte en usuario de su fábrica y de su trabajo como equipo
individual y colectivo, como servicio social), el usuario de los transportes, pero
también el usuario de su vida y de su muerte.
Estrategia descentrada, extensiva, en todos los sentidos, el uso o la apropia­
ción del valor de uso, es la forma consumada de la autogestión del control social.
7. Como la utopía californiana de la disolución cibernética de la metrópolis
terciaria: el trabajo distribuido a domicilio mediante computadora. Pulverización del
trabajo en todos los poros de la sociedad y de la vida cotidiana. No solamente la
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 27

davía queda de eso — fábricas, asilos, prisiones, escuelas— y seguirá


habiendo siempre indudablemente, como signos de disuasión, para des­
viar hacia una materialidad imaginaria la realidad de la dominación del
capital. Siempre ha habido Iglesias para ocultar la muerte de D ios, o
para ocultar que Dios estaba en todas partes: lo que es lo mismo. Siem­
pre habrá reservas de animales y de indios para ocultar que están muertos
y que todos somos indios. Siempre habrá fábricas para ocultar que el
trabajo ha muerto, que la producción ha muerto o que está en todas
partes y en ninguna. Porque de nada sirve combatir hoy al capital bajo
formas determinadas. En cambio, si se hace patente que ya no está de­
terminado por nada y que su arma absoluta es reproducir el trabajo

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
como imaginario, el capital será entonces el que estará a punto de re­
ventar.

El Salario

En su forma consumada, en la que el trabajo no tiene relación con


una producción determinada, tampoco tiene equivalencia con el salario.
Este no es el equivalente (falsificado, injusto, pero no importa) de la
fuerza de trabajo sino en la perspectiva de la reproducción cuantitativa
de la fuerza de trabajo. Ya no tiene en absoluto ese sentido cuando es
la sanción del estatuto de fuerza de trabajo, el signo de la obediencia
a la regla de juego del capital. Ya no es equivalente o proporcional a lo
que sea ,8 es un sacramento como el bautismo (o la extremaunción) que
hace de usted un verdadero ciudadano de la sociedad política del capi-

fuerza de trabajo sino el espacio-tiempo del trabajo deja de existir: Ja sociedad no


consiste sino en un solo continuurn del proceso del valor. El trabajo se ha con­
vertido en el modo de vida. Contra esta ubicuidad del capital. de Ja plus-valía y
del trabajo, ligada a su desaparición en cuanto tales, de nada sirve resucitar los mu­
ros de la fábrica, la edad de oro de la fábrica y de la lucha de clases. El obrero
alimenta en lo sucesivo la quimera de la lucha, como el policía alimenta la quimera
de la represión.
8. El concepto de plus-valía simplemente ya no tiene sentido con respecto
a un sistema que, de reproductor de la fuerza de trabajo como generadora de ga­
nancia y de plus-valía, se ha vuelto reproductor de la vida entera mediante la re­
distribución o la re-inyección anticipada de todo el equivalente del excedente de
trabajo social. A partir de ahí la plus-valía está en todas partes y en ninguna. Ya
no hay «gastos menudos del capital» ni, inversamente, «ganancia» en el sentido de
extorsión unilateral. La ley del sistema es deshacerse de ella y redistribuirla a fin
de que circule, y de que todos y cada uno, apresados en la tupida red de esa re­
distribución incesante, nos volvamos gestores, y el grupo entero autogestor de la
plus-valía, implicándonos así a fondo en el orden político y cotidiano del capitel.
Y así como la plus-valía ya no tiene sentido vista del lado del capital, no lo tiene
tampoco del lado del explotado. La distinción entre una fracción del trabajo que
se reintegra al salario y un resto llamado plus-valía ya no tiene sentido frente a
un trabajador que, de reproductor de su fuerza de trabajo en su salario, se convierte
en reproductor de su vida entera en un proceso de «trabajo» generalizado.
28 JE A N BA U D RILLA R D

tal. Más allá de la inversión económica que constituye para el capital el


salario-renta del trabajador (fin del salariado como explotación, comienzo
del salariado como régimen accionista de la sociedad del capital; desli­
zamiento de la función estratégica del trabajador hacia el consumo como
servicio social obligado), es la otra acepción del término * la que pre­
domina en la fase actual del salario/estatuto: el capital inviste al tra­
bajador del salario como se inviste a alguien de un cargo o de una
responsabilidad. O también, asedia al trabajador como se asedia a una ciu­
dad: lo ocupa en profundidad y controla todos sus accesos.
No solamente por el salario/renta el capital encarga a los producto­
res de hacer circular el dinero y de volverse así los verdaderos repro­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ductores del capital, sino que, profundizando más, mediante el salario/e.s-
tatuto hace de ellos adquirientes de bienes, al igual que él, capital, es
adquiriente de trabajo. Cada cual queda así investido de la mentalidad
profunda del capital.
Inversamente, a partir del momento en que el salario es desconec­
tado de la fuerza de trabajo, ya nada se opone (sino los sindicatos) a
una reivindicación salarial maximalista, ilimitada. Porque si hay un «justo
precio» para una cierta cantidad de fuerza de trabajo, ya no hay precio
para el consenso y la participación global. La reivindicación salarial tra­
dicional no es más que la negociación de la condición de productor. La
reivindicación maximalista es una forma de ataque por parte del asala­
riado para trastocar el estatuto de reproductor al cual está destinado a
través del salario. Es un desafío. E l asalariado quiere todo. E s su ma­
nera, no solamente de hacer más honda la crisis económica del sistema,
sino de devolver contra él la exigencia política total que aquel le im­
pone.
Salario máximo para un trabajo mínimo: tal es la consigna. E sca­
lada de la reivindicación cuya salida política podría muy bien ser hacer
saltar el. sistema por arriba, según su propia lógica del trabajo como pre­
sencia forzada. Pues ya no es como productores que intervienen los asa­
lariados sino como no-productivos, rol que les asigna el capital; y no in­
tervienen ya dialécticamente, sino catastróficamente en el proceso.
Menos se tiene que hacer, más se debe exigir un salario alto, puesto
que este menor empleo es el signo de un absurdo más evidente aún que
la presencia forzada. H e aquí la «clase», fruto del capital: desposeída
de su explotación misma, del uso de su fuerza de trabajo, no le hará p a­
gar demasiado caro por esta negativa de producción, esta pérdida de
identidad, este abuso. Explotada, no podía exigir sino lo mínimo. Des-
dasada, es libre de exigir todo .9 Y lo más grave es que el capital se

* N. del T. El término en referencia es investissement, que en francés tiene tres


acepciones: inversión, investidura y asedio.
9. En otras formas paralelas a la reivindicación maximalista:salario igual para
todos, lucha contra la cualificación: todas apuntan a acabar con la división del tra­
bajo (del trabajo como relación social) y con la ley de la equivalencia sobre el te-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 29

pone a tono con ella en este terreno. N o es superfluo que los sindicatos
intervengan para devolver a los asalariados inconscientes la conciencia
de la equivalencia salario/trabajo, que el capital mismo ha abolido. No
es superfluo que los sindicatos intervengan para canalizar ese chantaje
salarial ilim itado hacia una sana negociación. Sin sindicatos, los obreros
e,xigirían de golpe un 50 % , un 100 % , un 200 % de aumento; y quizá
lo obtendrían. Hay ejemplos en ese sentido en Estados Unidos y Japón .*10

La Moneda

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
La homología planteada por Saussure entre trabajo y significado
de una parte y salario y significante de otra, es una especie de matriz de
donde se puede irradiar hacia toda la economía política. Hoy se confirma
a la inversa: desconexión de los significantes con los significados, des­
conexión del salario con el trabajo. Escalada paralela del juego de los- sig­
nificantes y del salario. Saussure tenía razón: la economía política es una
lengua, y la misma mutación que afecta a los signos de la lengua cuan­
do pierden su estatuto referencia!, afecta también a las categorías de la
economía política. E ! mismo proceso se confirma en otras. dos direc­
ciones:
I. Desconexión de la producción con toda referencia o finalidad so­
cial; entra entonces en la fase de! desarrollo. Hay que interpretar e!
desarrollo en este sentido, no como una aceleración, sino como otra cosa
que marca en realidad el fin de la producción. Este se caracterizaba por
una separación significativa entre una producción y un consumo relati­
vamente contingente y autónomo. Pero a partir del momento (la crisis
del 29, y sobre todo el fin de la Segunda Guerra mundial) en que el
consumo se vue!ve !itera!mente dirigido, es decir, coge fuerza a !a vez
de mito y de variable controlada, entramos en una fase en que ni la
producción ni el consumo tienen ya determinaciones propias ni fines res-

rreno, de la equivalencia del salario y de la fuerza de trabajo; ley fundamental para


el sistema. Por lo tanto, apuntan indirectamente a la forma misma de la economía
política.
10. Es el mismo fenómeno que se está dando en los países subdesarrollados.
Ningún límite al precio de las materias primas desde el momento en que éstas,
más allá de lo económico, se convierten en el signo, la garantía de la aceptación
de un orden político mundial, la sociedad planetaria de la coexistencia pacífica, en
donde los países subdesarrollados se hallan socializados a la fuerza, bajo la de­
pendencia de las grandes potencias. La escalada de los precios se vuelve entonces
un desafío, no solamente a la riqueza de los países occidentales, sino también al
sistema político de la coexistencia pacífica, frente a la dominación de una clase
política mundial, capitalista o comunista, poco importa.
Los árabes, antes de la guerra energética, estaban en un plan de reivindicación
salarial tradicional: hacer pagar el petróleo a su justo valor. En lo sucesivo la reivin­
dicación se vuelve maximal, sin límites, y cambia de sentido.
30 JE A N BA U D RILLA R D

pectivos, sino que quedan ambos atrapados en un ciclo, o una espiral, o


una maraña que los rebasa, y que es la del desarrollo. Este deja bien
atrás los objetivos sociales tradicionales de la producción y el consumo.
E s un proceso en sí y para sí. N o apunta ya a las necesidades ni al pro­
vecho. No es una aceleración de la productividad sino, estructuralmen­
te, una inflación de los signos de la producción, un trastrueque y una
fuga hacia adelante de todos los signos, y del signo monetario desde lue­
go. E s el estadio de los programas d e cohetes, del Concorde, de los
programas militares de toda índole, de la inflación del parque industrial,
de los equipos de infraestructura sociales o individuales, de los progra­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
mas de formación y reciclaje, etc. Hay que producir cualquier cosa, por
una presión de reinversión, cueste lo que cueste (y no en función de la
tasa de plusvalía). En este planning reproductivo, la obra maestra pa­
rece ser la anti-contaminación, donde todo el sistema «productivo» va
a reciclarse con la eliminación de sus propios deshechos — ecuación gi­
gantesca con resultado nulo— no nulo, sin embargo, puesta que con
la «dialéctica» contaminación/anticontaminación se perfila la esperanza
de un desarrollo sin fin.
II. Desconexión del signo monetario de toda producción social: en­
tra entonces en la especulación y la inflación ilimitada. La inflación es a
la moneda lo que la escalada de los salarios es a la venta de la fuerza
de trabajo (lo que el desarrollo es a la producción). En todos estos ca­
sos, la misma desconexión desencadena el mismo desbocamiento y la
misma crisis virtual. Desconexión del salario y del «justo » valor de
la fuerza de trabajo; desconexión de la moneda y la producción real: la
misma pérdida de referencial. En un caso, el tiempo de trabajo social
abstracto, en el otro, el patrón-oro, pierden su función de índices y de
criterios de equivalencia. Inflación salarial e inflación monetaria (y desarro­
llo) son pues del mismo tipo y son inseparables .11
Vaciada de las finalidades y de los afectos de la producción, la mo­
neda se vuelve especulativa. Del patrón-oro, que no era ya el equivalente
representativo de una producción real, pero conservaba su huella en un
cierto equilibrio (escasa inflación, convertibilidad de las monedas en oro,
etc.) a los capitales flotantes y a la flotación generalizada, la moneda pasa
del signo referencia! a 1a forma estructural. Lógica propia del significan­
te «flotante», no en el sentido de Lévi-Strauss, según el cual no habría
encontrado aún significado, sino en el sentido de que se ha deshecho de
todo significado (de una equivalencia en lo real) como de un freno a su

11. Y la crisis de la energía aporta a ambas al mismo tiempo, una coartada y


un argumento perfecto de disuasión. En adelante la inflación, crisis estructural in­
terna del sistema, podrá ser imputada al «excesivo aumento de precios» de los
países productores de energía y de materias primas, y el desapego del sistema
productivista (expresado en el desafío salarial maximalista, por ejemplo) podrá ser
contrarrestado por el chantaje de la penuria, es decir, por el chantaje del valor de uso
del sistema económico mismo.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 31

proliferación y a su juego ilimitado. L a moneda puede así reproducirse


a sí misma según un simple juego de transferencias y de escrituras, se­
gún un desdoblamiento y una duplicación incesante de su propia sus­
tancia abstracta.
H ot money: así se llam a a los eurodólares, sin duda para caracterizar
esta ronda insensata del signo monetario. Pero sería más justo decir
que la moneda actual se ha vuelto «cool», término que designa (McLuhan
y Ríesman) una relatividad intensa de los términos, pero sin afectos, un
juego que se alimenta puramente de las reglas del juego, de la conmu­
tación de los términos y del agotamiento de estas conmutaciones. Hot
caracteriza, por el contrario, la fase referencial del signo, con :-u singu­
laridad y su espesor de significado real, su afecto muy fuerte y su escasa

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
conmutabilidad. Estam os en plena fase cool del signo. El sistema actual
de trabajo es cool, la moneda es cool, toda disposición estructural en
general es cool, y la producción y el trabajo «clásicos», procesos hot por
excelencia, han cedido el puesto al desarrollo ilimitado, ligado a la no-
inversión de los contenidos y del proceso de trabajo, que son procesos
cool.
Coolness es el juego puro de los valores del discurso, de las con­
mutaciones de la escritura, es la soltura, la distancia de lo que no juega
ya verdaderamente más que con las cifras, los signos y las palabras, es
la omnipotencia de la simulación operacional. Mientras quede afecto y
referencial, estamos en lo hot. Mientras quede «m ensaje», estamos en
lo hot. Cuando el médium se vuelve mensaje, entramos en la era cool.
Y esto es lo que ha ocurrido precisamente con la moneda. Alcanzada
una cierta fase de desconexión, ya no es un médium, un medio de cir­
culación de las mercancías, sino que es la circulación misma, es decir, la
forma realizada del sistema en su abstracción en remolino.
La moneda es la primera «mercancía» que pasa al estatuto de signo
y escapa al valor de uso. Desde entonces, es repetición del sistema del
valor de cambio en un signo visible, y por este concepto es lo que deja
ver el mercado (y por lo tanto, también la escasez) en su transparen­
cia. Pero actualmente la moneda da un paso más: escapa incluso al valor
de cambio. Liberada del propio mercado, se vuelve simulacro autónomo,
deslastrada de todo mensaje y de toda significación de cambio, conver­
tida ella misma en mensaje y cambiándose por ella misma. Ya no es,
por lo tanto, una mercancía, puesto que ya no hay en ella ni V.U . ni
V.C. Ya no es equivalente general, es decir, abstracción m edhtriz del
mercado. E s lo que circula más rápidamente que el resto, y sin medida
común con el resto. Desde luego, se puede decir que siempre lo ha sido,
que desde los albores de la economía mercantil es lo que circula más
rápidamente, y lo que arrastra a todos los otros sectores a esa aceleración.
Y a lo largo de la historia del capital hay distorsión entre los diferentes
niveles (financiero, industrial, agrícola, pero también bienes de consu­
mo, etc.) según la velocidad a que circule. Hoy todavía persisten esas
32 JE A N BA U D RILLA R D

distorsiones, hay por ejemplo, resistencia de las monedas nacionales (li­


gadas a un mercado, a una producción, a un equilibrio local) a la moneda
especulativa internacional. Pero es ésta la que lleva la ofensiva, porque
es la que circula más rápidamente, la que deriva, la que flota: un sim­
ple juego de flotación puede quebrar cualquier economía nacional. Según
una velocidad de rotación diferencial, todos los sectores son gobernados
por esa flotación en la cumbre que, lejos de ser un proceso epifenome-
nal y barroco («¿p ara qué sirve la B o lsa?») es la más pura expresión
del sistema, cuyo escenario descubrimos en todas partes: inconvertibi­
lidad de las monedas en oro o inconvertibilidad de los signos en su re-
ferencial;convertibilidad flotante y generalizada de las monedas entre
sí o m ovilidad, juego estructural indefinido de los signos, pero también

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
flotación de todas las categorías de la economía política desde el momen­
to en que pierden su referente-oro, la fuerza de trabajo y la producción
social: trabajo y no-trabajo, trabajo y capital se vuelven convertibles,
toda lógica se disuelve. Pero también flotación de todas las categorías
de la conciencia desde el momento en que el equivalente mental del pa­
trón-oro, el sujeto, se ha perdido. N o más instancia de referencia bajo
cuya jurisdicción los productores podían cambiar sus valores según equi­
valencias controladas: es el fin del patrón-oro. N o más instancia de re­
ferencia bajo cuya égida sujeto y objetos podían intercambiarse díalécti-
camente, intercambiar sus determinaciones en torno a una identidad es­
table según reglas seguras: es el fin del sujeto de la conciencia. Estam os
tentados de decir: es el reino del inconsciente. Consecuencia lógica: si el
sujeto de la conciencia es el equivalente mental del patrón-oro, es el in­
consciente el equivalente mental de la moneda especulativa y de los ca­
pitales flotantes. Hoy efectivamente, los individuos, desinvestidos como
sujetos y desligados de sus relaciones de objeto, derivan los unos res­
pecto a los otros en un modo incesante de fluctuaciones transferenciales:
flujo, conexiones, desconexiones, transferencia/contra-transferencia; toda
la socíalidad puede describirse perfectamente en términos de inconscien­
te deleuziano, o de mecánica monetaria (incluso en términos riesmania-
nos de «otherdirectedness»: la «otherdirectedness» es' ya, en términos
desafortunadamente anglosajones y poco esquizofrénicos, esa flotación de
las identidades). ¿P or qué habría un privilegio del inconsciente (incluso
huérfano y esquizofrénico)? E l Inconsciente es esta estructura mental
contemporánea de la fase actual, la más radical del intercambio domi­
nante, contemporánea de la revolución estructural del valor.

La Huelga

La huelga se justificaba históricamente en un sistema de producción,


como violencia organizada para arrancarle a la violencia inversa del ca­
pital una fracción de la plusvalía, si no el poder. H oy esa huelga ha
muerto:
-".L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 33

1. Porque el capital tiene capacidad p ara dejar pudrir todas las


huelgas, y esto porque no estamos ya en un sistema de producción (ma-
ximalización de la plusvalía) . ¡Que perezca la ganancia con tal de que
la reproducción de la forma de la relación social se salve!
2. Porque estas huelgas no cambian nada en el fondo: el capital
redistribuye hoy por sí mismo, es una cuestión de vida o muerte para
él. En el mejor de los casos, la huelga le arranca al capital lo que él
habría concedido de todas formas en un plazo, según su propia lógica.
Si por lo tanto, las relaciones de producción, y con ellas la lucha de
clases, se hunden en las relaciones sociales y políticas orquestadas, está
claro que sólo puede hacer irrupción en ese ciclo lo que escapa a la or­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ganización y a la definición de clase como:

— instancia histórica representativa;


— instancia histórica productiva.

Sólo aquellos que escapan al torniquete de la producción y de la re­


presentación pueden descomponer los mecanismos y fomentar, desde el
fondo de su condición ciega, un vuelco de la «lucha de clases» que po­
dría ser su fin puro y simple como lugar geométrico de lo «político». Es
aquí donde la intervención de los inmigrados adquiere sentido en las
huelgas recientes .12
Porque millones de trabajadores se encuentran, a causa del meca­
nismo de su discriminación, privados de toda instancia representativa, es
su irrupción en la escena occidental de la lucha de clases la que Ueva la
crisis al nivel crucial de la representación. Mantenidos fuera de clase
por la sociedad entera, incluidos los sindicatos (y con la complicidad
económico-racial de su «b ase» en este punto: para la «clase» proletaria
organizada, centrada en su relación de fuerzas económico-política con la
clase burguesa capitalista, el inmigrado es «objetivam ente» un enemigo
de clase), los inmigrados actúan, por esta exclusión social, como anali­
zadores de la relación entre trabajadores y sindicatos, y más generalmen­
te de la relación entre la «clase» y toda instancia representativa de la
«clase». Desviantes en cuanto al sistema de la representación política, in­
fectan su desvío a todo el proletariado, que aprende también, poco a
poco, a prescindir del sistema de la representación y de toda instancia
que pretenda hablar en su nombre.
La situación no durará: sindicatos y patrones han olfateado el peli-

12. Pero esta intervención no excluye la de cualquier otro grupo privado de


representación social. Mujeres jóvenes, liceístas, homosexuales y «proletas», cuando
se vuelven «salvajes», o si admitimos que en el fondo los sindicatos no los repre­
sentan para nada y sólo se representan a sí mismos; todos, en este sentido, somos
«inmigrados». Inversamente, aquellos pueden dejar de serlo. N o hay por lo tanto, «inmi­
grantes en cuanto tales», ni constituyen un nuevo sujeto histórico, un neoproletariado
que releve al otro.
34 JE A N BA U D RILLA R D

g ro y se d ed ican a re in teg rar a los in m ig rad o s com o «c o m p a rsa con p le­


nos d e re c h o s» en la escen a d e la «lu c h a d e c la se s» .

L a a u to p sia d e lo s sin d ic a to s

L a h u elga d e m arzo -ab ril del 73 en la R e n a u lt co n stitu y ó u n a e s ­


p e c ie d e e n sa y o g e n e ra l d e e sta c risis. C o n fu sa en ap arie n cia, d e sc o o rd i­
nada, m an ip u lad a y, a fin d e cu en ta s, u n fra c a so (sa lv o la e x trao rd in a ­
ria v icto ria term in o ló g ica co n sisten te en re em p lazar e l térm in o d e O .A .,
en ad e lan te ta b ú , p o r e l d e A .P .: ¡« a g e n te p r o d u c t iv o » !), en re a lid a d una
b u e n a agon ía d e lo s sin d ica to s a rrin co n ad o s e n tre la b a s e y el p a tro n a ­

© Del documento, los autores. Dlgitalización realizada por ULPGC BibliotecaUnive rsitaria- 2007
to. A l p rin cip io , es u n a h u elg a « s a lv a je » d e se n c ad en a d a p o r lo s O .A .
in m ig rad o s. P e r o la C .G .T . tien e a h o ra co n tra e ste tip o d e accid en te u n
arm a p re p a ra d a : la e x te n sió n d e la h u elg a a o tra s fá b ric a s, o a o tra s c a ­
te g o ría s d e p erso n a l, a p ro v e c h a n d o a s í la o casió n d e u n a a cció n d e m a sas
p rim a v eral y en ad e lan te ritu a l. A h o ra b ien , in c lu so e ste m e can ism o d e
co n tro l, q u e se h a p u e sto en p ráctica d e sd e el 6 8 , y en el q u e co n tab an
a p o y arse lo s sin d ica to s d u ra n te u n a gen eració n , le s fa lló en re a lid a d esta
vez. In c lu so la b a se n o sa lv a je (S e g u in , F lin s, S an d o u v ille ) o r a a b an d o ­
nó, o ra re to m ó el tra b a jo (lo q u e es tam b ién im p o rtan te) sin co n sid e­
racio n es p a ra con lo s « c o n s e jo s» d e su s sin d ica to s. E s to s fu e ro n c o n s­
tan tem en te d e sa u to riz a d o s. L o q u e o b ten ían d e la d irección p a ra h acerlo
ra tifica r a lo s o b re ro s, é sto s lo rech azab an . L a s co n ce sio n es q u e a rra n ­
cab an a los o b re ro s p ara re e m p re n d e r la n egociación con la d irecció n ,
ésta las reh ú sa y cierra las fá b ric a s. H a c e un llam a d o a los tra b a ja d o re s
p o r en cim a d e lo s sin d ic a to s. E n re a lid a d , im p u lsa d e lib e ra d a m e n te la
crisis p a ra fo rz a r a lo s sin d ica to s en su s re d u cto s: ¿ p o d rá n e llo s c o n ­
tro la r a to d o s lo s tra b a ja d o re s? E s su ex iste n c ia so c ial, su le g itim id a d la
q u e está a p ru e b a . E s a es la razón d e l «e n d u re c im ie n to » p a tro n a l (y
g u b ern a m e n ta l, a to d o s lo s n iv e les). N o se trata ya d e una p ru e b a d e
fu e rz a en tre p ro le ta ria d o o rg a n iz ad o (sin d ica d o ) y p atro n a to , sin o d e una
p ru e b a d e re p re se n ta tiv id a d p a ra el sin d ica to b a jo la d o b le p re sió n d e la
b a se y d e l p atro n a to . Y e sta p ru e b a e s el re su lta d o d e to d a s la s h u elgas
sa lv a je s d e lo s ú ltim o s añ os, es d e cir, q u e tiene p o r d e to n a d o r a lo s
n o sin d icad o s, lo s jó v e n e s re fra c ta rio s, lo s in m ig rad o s, to d o s lo s fu e ra
de clase.
L a a p u e sta a e ste n iv e l es e x trao rd in aria . E s to d o el ed ific io so cial
el q u e am en aza d e rru m b arse con la le g itim id a d y la re p re se n ta tiv id a d
sin d ical. E l P a rla m e n to y la s o tra s m e d iacio n e s n o p esan ya. In c lu so la
p o lic ía n o sirv e d e n ad a sin lo s sin d ica to s si e sto s ú ltim o s son in c ap a ­
c e s de se r p o lic iv o s en la s fá b ric a s y en o tra s p artes. E n m a y o d el 6 8 ,
fu e ro n ello s lo s q u e sa lv a ro n el régim en . A h ora su en a su hora. P r o fu n ­
d am en te , esta im p o rtan c ia d e la a p u e sta s e m an ifiesta en la co n fu sió n
m ism a d e lo s aco n tecim ien to s (y esto e s v á lid o tan to p a ra la acción de
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA ^MUERTE 35

los estudiantes de secundaria como para las huelgas de la Renault). Huel­


ga, no huelga. ¿Dónde estam os? Nadie decide ya nada. ¿Cuáles son
los objetivos? ¿Dónde están los adversarios? ¿De qué hablamos? Los
contadores Geiger, gracias a los cuales sindicatos, partidos y grupúscu-
los miden la combatividad de las masas, se enloquecen. E l volvimiento
liceísta se licúa en las manos de quienes quieren estructurarlo con sus
propios objetivos: ¿no tenía entonces objetivos? En todo caso n o quiso
hacerse objetivar por detrás. Los obreros reemprenden el trabajo después
de un resultado nulo, mientras que rehusaron hacerlo ocho días antes con
ventajas sensibles, etc. En realidad esta confusión es como la del sueño:
traduce una resistencia o una censura que actúa sobre el contenido mis­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
mo del sueño. Aquí, traduce un hecho capital, y difícilmente aceptable
por los propios p ro le ta rio s:e s que la lucha social se ha desplazado del
enemigo de clase tradicional, externo, patrones y capital, hacia el verda­
dero enemigo de clase interno, la propia instancia representativa de la
clase: partido o sindicato. La instancia a la que los obreros delegan su
poder, y que se vuelve contra ellos bajo la forma de delegación del poder
patronal y gubernamental. E l capital sólo enajena la fuerza de trabajo
y su producto, no tiene sino el monopolio de la producción. Partidos y
sindicatos enajenan el poder social de los explotados, y tienen el mono­
polio de la representación. El haberlos atacado es un progreso revolu­
cionario histórico. Pero este progreso se paga con una menor claridad,
una menor resolución, una regresión aparente, la ausencia de continui­
dad, de lógica, de objetivos, etc. E s que todo se vuelve incierto, todo
resiste cuando se trata de enfrentarse con su propia instantica represiva,
de echar al sindicado, al delegado, al responsable, al portavoz de su ca­
beza. Pero esa vaguedad de la primavera del 73 indica precisamente que
se ha llegado al fondo del problema: los sindicatos y los partidos han
muerto, les queda morir.

E l desenfreno del proletariado

Esta crisis de la representación es el aspecto político crucial de los


últimos movimientos sociales. Por sí sola, podría sin embargo no ser
mortal para el sistema, y vemos ya perfilarse en todas partes (en los sin­
dicatos mismos) su superación formal (su recuperación) en un esquema
generalizado de la autogestión. ¡No más delegación de poder, todo el mun­
do responsable con pleno derecho de la producción! ¡La nueva genera­
ción ideológica se alza! Pero tendrá mucho que hacer, porque esta crisis
se articula en otra mucho más profunda aún, y que afecta a la producción
misma, al propio sistema de la productividad. Y aquí también fos inmi­
grados, indirectamente desde luego, están en posición de analizadores.
D el m ism o modo que analizaban la relación del «proletariado» con sus
instancias representativas, analizan la relación de los trabajadores con su
36 JEA N BA U D RILLA R D

propia fuerza de trabajo, su relació n c o n sig o m ism os en cu a n to fu e rz a


p ro d u c tiv a (y y a no a alg u n o s d e e llo s en cu an to in sta n cia re p re se n ta ti­
v a ). Y e sto p o rq u e so n e llo s lo s q u e han sid o m á s recien tem en te arran ­
cad os a u n a trad ició n p ro d u c tiv ista . P o rq u e ha sid o n ece sario d e se stru c­
tu rarlo s so cialm en te p a r a a rro ja rlo s al p ro c e so de tra b a jo o ccid en tal, y que
a ca m b io , son e llo s los que d e se stru c tu ra n a fo n d o e ste p ro c e so gen eral
y la m o ral p ro d u ctiv ista q u e d o m in a a las so cied ad es o ccid en tale s.
T o d o su cede co m o si su co n tra ta a la fu e rz a en el_ m ercad o euro­
p e o d e l tra b a jo , p ro v o c a ra u n d e se n fre n o crecien te d el p ro le ta ria d o eu ro p e o
en lo re fe re n te a l tra b a jo y a la p ro d u cc ió n . Y a no se tra ta so lam en te
d e p rá c tic a s «c la n d e stin a s» de re siste n cia al tra b a jo (fre n a d o , d erro ch e,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ab sen tism o , etc.) q u e n o han ce sa d o n u n ca; sin o q u e esta vez, a b ie rta ­
m ente, co le ctiv am en te, esp o n tán e am en te, lo s o b re ro s p aran d e tra b a ja r,
así, sú b ita m en te , n o re clam an n ad a, n o n eg o c ia n n ad a , co n g ra n d e se sp e ­
ración d e lo s sin d ic a to s y lo s p a tro n o s, y v u elv en al tra b a jo tam b ién
esp o n tán e am en te, y juntos, el lu n es sigu ien te. N i fra ca so n i v ic to ria , n o
es u n a h u elg a , es un « paro de trabajo». E u fe m ism o que dice m u ch o m ás
q u e el térm in o de h u elg a : e s to d a la d isc ip lin a d el tra b a jo la q u e cae,
to d a s la s n orm as m o ra le s y p rá c tic a s q u e han im p u e sto la co lon ización
in d u strial d e sd e hace d o s sig lo s en E u r o p a , las q u e se disgreg an y se o l­
vidan, sin esfu erzo ap are n te , sin «lu ch a de c la se s» p ro p ia m e n te h ab lan ­
d o . D isc o n tin u id a d , la situ d , in d iscip lin a h o ra ria , in d iferen cia re sp e c to al
forcing sa la ria l, al e x c e d e n te , a la p ro m o c ió n , a la a cu m u la c ió n , a la p r e ­
v isió n ; se hace ju sto lo n ecesario , lu e g o se p a r a y se re g re sa m á s tard e .
E s exactam en te el co m p o rtam ien to q u e lo s co lo n o s repro ch an a lo s «sub­
d e sa rr o lla d o s» : im p o sib le ed u c a rlo s en e l v a lo r /t r a b a jo , en e l tie m p o ra ­
cion al y co n tin u o , en el co n cep to de gan an cia sa la ria l, etc. S ó lo e x p o r ­
tán d o lo s a u ltra m a r se co n sigu e in tegrarlos al fin en el p ro ce so d e tra b a jo .
Y e s e n ese p re c iso m om en to cu an d o lo s tra b a ja d o re s o c cid en ta le s « r e ­
g re sa n » cad a v ez m á s al c o m p o rta m ie n to de lo s « s u b d e s a r r o lla d o s » . N o
es la m en o r revan ch a d e la co lon ización y de su fo rm a m á s a v an zad a (la
im p o rtació n d e m a n o d e o b ra ) e l v e r al p ro le ta ria d o occid en tal en treg a ­
d o al d e se n fre n o ; tan to e s así q u e q u izá h a b rá q u e e x p o rta rlo a su vez
a lo s p aíses su b d e sa rro lla d o s p ara in culcarle de n u evo lo s v alores h istó ­
ric o s y re v o lu cio n a rio s d e l tra b a jo .
H a y u n a relació n estrech a en tre e sta u ltra-colon ización d e lo s tra b a ­
ja d o re s in m ig rad o s (p uesto q u e las co lo n ias no eran re n ta b les en el lu g ar,
se la s im p o rta ) y e sta d e scolon ización in d u stria l q u e a fe c ta a to d o s lo s
se cto res de la so c ie d ad (en to d a s p a r te s, escu ela , fá b rica , se p a s a d e la
f a s e hot d e in v e rsió n d e l tra b a jo a la practica cool y cínica de las tareas).
S o n e llo s, lo s in m ig rad o s (y lo s O .S . jó v e n e s o ru ra le s), p o r se r lo s m á s
recien tem en te sa lid o s d e la in d iferen cia « s a lv a je » al tr a b a jo « r a c io n a l» ,
lo s q u e a n a liz an la so cied ad o c cid en ta l en lo q u e p u e d e ten er d e r e ­
cien te, d e frá g il, d e su p erficial y d e a rb itra rio esta co lectivización fo r ­
zada p o r el tra b a jo , e sta p aran o ia co le c tiv a , d e la q u e ta n to han hecho
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 37

u n a m o ra l, u n a cu ltu ra , q n m ito , q u e han o lv id a d o q u e n o h ace d o s si­


g lo s q u e fu e im p u e sta esta d isc ip lin a in d u stria l, al p rec io de e sfu e rz o s
in a u d ito s, in clu so en O cc id e n te ; q u e n un ca triu n fó re alm en te y q u e c o ­
m ien za a re sq u e b ra ja rse p e lig ro sa m e n te (en e l fo n d o n o h a b rá d u ra d o
q u iz á m á s q u e la o tra co lo n izació n , la d e u ltram ar) ..

L a huelga por la huelga

L a h u elga p o r la h u elga es la v e rd ad actu al d e la lu ch a. S in m o tiv a ­


ción, sin o b je tiv o n i re fere n cial p o lític o , re sp o n d e p o r m edio d e la o p o ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
sición a una p ro d u cc ió n ig u a lm e n te sin m o tivación , sin re fere n cial, sin
v a lo r d e u so so cial, sin o tra fin alid ad q u e ella m ism a ; a una producción
por la produccian, en re su m en , a un siste m a que n o es m ás que un s is­
tem a d e reproducción, y q u e g ira so b re s í m ism o en u n a gig a n te sca ta u ­
to lo g ía d e l p ro c e so d e tra b a jo . L a h u elg a p o r la h u e lg a e s la ta u to lo g ía
in v e rsa, p e ro su b v e rsiv a , p u e sto q u e p o n e al d e sc u b ie rto esta fo rm a n u eva
d el c a p ita l, q u e co rre sp o n d e al esta d io ú ltim o d e la ley d e l v alor.
L a h u elga d e ja d e se r u n m e d io , y so la m en te u n m e d io , d e p e sa r en
la relació n d e fu e rz a s p o lític a s y el ju e g o d e l p o d e r. S e v u e lv e u n fin. N ie ­
g a , p a ro d iá n d o la en su p ro p io terren o, esta esp e cie d e fin alid ad sin fin
en q u e se h a c o n v e rtid o la p rod u cció n .
E n la p ro d u cció n p o r la p ro d u cc ió n , n o h ay m á s despilfarno. E s t e
térm in o, v á lid o en u n a eco n o m ía re strin g id a d e l u so , es in u tilizab le p a r a
n o so tro s. C o n ciern e a u n a crític a p ia d o sa d e l siste m a . E l C o n c o rd e, el
p ro g ra m a esp a c ia l, etc., n o es d e rro ch e ; al co n tra rio . P o r q u e lo q u e el
siste m a , u n a vez alcan zad o e se a lto n ivel de in u tilid a d « o b je t iv a » , p ro d u ­
ce y re p ro d u ce es el trabajo mismo. E s , p o r lo d em ás, lo q u e to d o
m u n d o (tra b a ja d o re s y sin d icato s in c lu id o s) e x ig e d e él p rim eram en te.
T o d o g ira alre d e d o r d e l em p le o — lo so cial es la creación d e em p le o s—
p ara p re se rv a r el em pleo, lo s sin d icatos b ritá n ico s están d isp u e sto s a
tra n sfo rm ar el C o n c o rd e en b o m b ard e ro su p e rsó n ico ; inflación o d e se m ­
p leo: v iv a la inflación, etc. E l trab ajo se h a c o n v e rtid o , co m o la S e g u ri­
d a d S o cial, com o lo s b ien es d e co n su m o , en u n b ien d e re d istrib u ció n
so cial. In m e n sa p a r a d o ja : el tra b a jo es cad a vez m en o s u na fu e rz a pro­
d u ctiv a, y ca d a v ez m ás u n producto. E s t e a sp ec to n o es el m en o s ca ra c­
terístico d e la m u tación actu al del siste m a d el ca p ita l, d e la rev o lu ció n
p o r la cu al p a sa d e l e sta d io específico d e la p ro d u cc ió n al d e la r e p r o ­
ducción. C a d a v ez n ecesita m en o s fu e rz a d e trab ajo p a r a fu n c io n a r y am ­
p lia rse , y se le exige q u e su m in istre , q u e « p r o d u z c a » ca d a v e z m á s tra ­
b ajo.
A esta a b su rd a c irc u la rid a d de un siste m a en el q u e se tra b a ja p a r a
p rodu cir tra b a jo , co rre sp o n d e la re iv in d icación de la h u elga p o r la h u e l­
g a (es, p o r lo d e m á s, en lo q u e p a ra n h oy la m a y o r p a r te d e la s h u elgas
«re iv in d ic a tiv a s» ). «P á g u e n o s la s jo rn ad as de h u e lg a » , es d e c ir, en el
38 JE A N BA U D RILLA R D

fo n d o : p ág u e n o s p ara q u e p o d am o s reproducir la h u elga p o r la h u elga.


V u e lc o d e lo a b su rd o d e l siste m a ge n e ral.
H o y , c u a n d o lo s p ro d u c to s, todos lo s p ro d u c to s, y el tra b a jo m is­
m o , está n m á s allá d e lo ú til y d e lo in ú til; y a no hay trab ajo p ro d u c ti­
vo, só lo hay tra b a jo reproductivo. Ig u a lm e n te , y a no hay co n su m o « p r o ­
d u c tiv o » , ni co n su m o « im p r o d u c tiv o » : só lo hay un con sum o reproduc­
tivo. E l o c io e s tan « p ro d u c tiv o » com o el tra b a jo , el tra b a jo d e u n a
fá b ric a tan « im p r o d u c tiv o » co m o el d e sc a n so o el te rc ia rio ; p o c o im p o rta
u n a u o tra fó rm u la , y esta indiferencia marca precisamente la fase con­
sumada de la economía política. T o d o s son reproductivos, e s decir, han
p e rd id o la fin a lid a d co n creta q u e le s d istin g u ía . N a d ie p ro d u c e y a. L a
p ro d u cció n h a m u e r to . ¡V iv a la re p ro d u cció n !

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
Genealogía de la producción

L o q u e es re p ro d u cid o en el siste m a a ctu al, e s el cap ital en su d e fi­


n ición m ás r i g u r o s a :c o m o forma de la relación social, y no en la acep­
ción v u lg a r, com o d in e ro , gan an cia y siste m a econ óm ico. S iem p re se h a
en ten d id o la re p ro d u cció n co m o re p ro d u cció n « a m p lia d a » del m o d o de
p ro d u cció n , y d e term in a d a p o r e ste ú ltim o . M ie n tra s que h a b ría que c o n ­
c e b ir el m o d o d e p rod u cció n co m o m o d a lid a d (y no la ú n ica) d e l modo
de reproducción. F u e rz a s p ro d u ctiv a s y relacion es de p rod u cció n — dich o de
o tro m o d o , la e sfe ra d e la p ro d u ctiv id a d m aterial— no son qu izá m ás
q u e u n a d e las co yu n tu ras p o sib le s y, p o r lo ta n to , h istó ric a m en te rela­
tiva, d el p ro c e so d e rep ro d u cción . L a re p ro d u cció n es u n a fo rm a q u e su ­
p e ra co n m u ch o a la ex p lo ta ció n econ óm ica. E l ju ego d e las fu e rz a s
p ro d u c tiv a s n o e s, p u e s, su co n d ición n ecesaria.
H istó ric a m e n te , el e sta tu to d el « p r o le ta r ia d o » (d el a sa la ria d o in d u s­
trial) ¿ n o e s en p rim e r térm in o el d el en cierro , de la co n cen tración y d e
la exclusión so c ia l?
E l co n fin am ien to m an u fa ctu rero e s la am p liación fa n tá stic a d e l e n ­
c ie rro d e sc rito p o r F o u c a u lt en el sig lo XVII. E l tra b a jo « in d u stria l»
(no artesa n a l, co le ctiv o , p riv a d o d e lo s m e d io s de p ro d u cc ió n , b ajo co n ­
tro l) ¿n o h a n acid o en lo s g ra n d e s H o s p ita le s G e n e ra le s? E n lo s p rim e­
ro s tie m p o s, una so cied ad en v ía d e racio n alizació n , en cierra a su s o c io ­
so s, su s erra n te s, su s d e sv ia n te s. L o s ocu p a, lo s fija , le s im po n e su p rin ­
cip io ra cio n a l d e tra b a jo . P e ro la co n tam in ación es re cíp ro ca, y este
c o rte p o r el cu al la so cied ad h a esta b le c id o su p rin cip io d e racio n a lid ad ,
refluye a to d a la so c ie d a d d e tra b a jo : el e n cie rro e s un m icro-m odelo
q u e v a a ge n e ralizarse d e sp u é s, co m o sistem a in d u strial, a to d a la so cie­
d a d co n v e rtid a, b ajo el sign o d el tra b a jo , d e la fin alid ad p ro d u c tiv ista ,
en un c a m p o d e con cen tració n , de a rre sto , de reclu sió n .
E n lu g a r d e e x p o r ta r el co n cep to d e p ro le ta ria d o y d e ex p lo ta ció n
a la o p resió n racial, se x u a l, etc., hay q u e p re g u n ta rse si n o e s lo in v e rso .
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 39

Si el o b re ro n o es en prim er lu g ar, si su e sta tu to fu n d a m en ta l n o e s,


co m o e l lo co , el m u erto , la n atu ra lez a , lo s a n im a le s, lo s n iñ o s, lo s n e ­
g r o s , la s m u je res — n o un e sta tu to d e explotación, sin o un e sta tu to de
excomunicación— n o u n e sta tu to d e ex p o lia ció n y d e exp lo tació n , sin o
un e sta tu to d e discrim in ación y d e m e rcad o.
Y o so ste n g o la h ip ó tesis d e q u e n o h a h a b id o jam ás v e rd a d e ra lu ­
cha d e clase s m ás q u e so b re la b a se de e sta d iscrim in ación : ia lucha
d e lo s in fra h o m b re s co n tra su estatu to de b e stia s, co n tra la abyección de
e se co rte d e casta qu e lo s d estin a a la in frah u m an id ad d e l tra b a jo . E s t o
e s lo q u e hay d e tr á s d e ca d a h u e lg a , d e c a d a re b elió n , h o y au n d e trá s
d e la s accion es m ás « s a la r ia le s » : su v iru le n cia vien e d e allá. D ic h o e s to ,
e l p ro le ta rio e s h o y d ía un s e r « n o r m a l» , el tra b a ja d o r h a sid o p ro m o ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
v id o a la d ig n id a d d e «se r h u m an o» con p len o d erech o , y en cu an to tal
re a n u d a to d a s la s discrim in acion es d o m in an te s p o r su cu en ta: es ra cista ,
m ach ista, re p re siv o . R e sp e c to a lo s d e sv ia n te s a c tu ale s, a los d iscrim in a ­
d o s d e to d a ín do le, está d el m ism o la d o d e la b u rg u e sía : d e l la d o h u ­
m a n o , d e l la d o n orm al. E s tan cierto q u e la iey fu n d am en tal d e e sta
so cied ad no es la ley d e la e x p lo ta ció n , sin o el código de la normalidad.

Mayo del 68: La ilusión de la producción

L a p rim era on da d e ch o q u e d e e ste paso d e la p rod u cció n a la p u ra


y sim p le rep ro d u cción fu e M ay o d e l 6 8 . P rim e ro alcan zó a la U n iv e rsi­
d a d , em p ezan d o p o r la s F a c u lta d e s d e cien cias h u m an as, p o rq u e fu e allí
d o n d e se hizo m á s ev id en te (in clu so sin una co n cien cia «p o lític a » clara)
q u e no se producía ya n ad a , y q u e no se h acía m á s q u e re p ro d u cir (d o ­
ce n te s, sa b e r y cu ltu ra , to d o s ello s factores d e rep ro d u cción d el siste m a
ge n e ra l). E s e sto , v iv id o co m o in u tilid a d to ta l, irre sp o n sa b ilid a d ( « ¿ P a r a
q u é lo s s o c ió lo g o s ? » ) re le gació n , lo q u e fo m e n tó e l m o v im ie n to estu d ia n ­
til d e l 6 8 (y n o la au sen cia d e sa lid a s — sa lid a s h ay siem p re su ficien tes
en la reproducción— , lo q u e n o e x iste y a so n lu g ares, e sp a c io s d o n d e se
produzca v e rd a d era m en te alg o ).
E s t a o n d a d e ch o q u e co n tin ú a co rrien d o . N o p u e d e sin o p ro p a g a rse
h asta las e x tre m id a d e s d e l siste m a , a m e d id a q u e se c to re s en tero s d e la
so c ie d a d vay an c a y e n d o d e l ra n g o d e fuerzas productivas al p u ro y sim ­
p le esta tu to d e fuerzas reproductivas. S i este p ro c e so h a lle g a d o p rim ero
a lo s se cto re s de la cu ltu ra, d e i gaber, d e la ju stic ia , d e la fa m ilia , e s d e ­
cir, lo s se cto re s llam a d o s « s u p e r e str u c tu r a le s» , e stá cla ro q u e h o y va
a fe c ta n d o p ro g re siv a m e n te a to d o el se c to r llam a d o « in fr a e str u c tu r a l» .
U n a n u e v a gen eración d e h u elg as d e sd e el 6 8 , p arc ia le s, sa lv a je s, e p isó d i­
cas, p o c o im p o rta , testim o n ia n o ya la «lu c h a d e c la se s» de u n p r o le ­
ta riad o asig n ad o a u n a p ro d u cc ió n , sin o la re b e lió n d e lo s q u e , en las
fá b rica s m ism a s, está n a sig n ad o s a la rep ro d u cció n .
Sin e m b a rg o , en e ste se c to r son la s c a te g o ría s m a rg in a le s, an ó m icas,
40 JE A N BA U D RILLA R D

las primeras afectadas: jóvenes O.S. importados directamente del campo


a la fábrica, inmigrados, no sindicalizados, etc. Por todas las razones se­
ñaladas, el proletariado «tradic 10n al», organizado y sindicalizado, tiene
efectivamente todas las probabilidades de ser el último en reaccionar,
puesto que es el que puede mantener por más tiempo la ilusión del tra­
bajo « productivo». Esta conciencia de ser, respecto a todos los demás,
verdaderos «productores», de estar a pesar de todo, aunque sea al pre­
cio de la explotación, en la fuente de la riqueza social, esta conciencia
«proletaria», reforzada y sancionada por la organización, constituye cier­
tamente la más segura muralla ideológica contra la desestructuración del
sistema actual que, lejos de proletarizar a capas enteras de la población,
es decir, de ampliar la explotación del trabajo «productivo» como lo quie­

© D el documento, los autores. Dlgitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
re la buena teoría marxista, alinea a todo el mundo en el mismo estatuto
de trabajador reproductivo.
Los trabajadores «productivos» manuales viven, más que cualquier
otro, en la ilusión de la producción, tal como viven su ocio en la ilusión
de la libertad.
Mientras las cosas son vividas como fuente de riqueza o de satisfac­
ción, como V.U., así fuera el peor trabajo enajenado y explotado, son
soportables. Mientras se puede hacer referencia a una «producción» co­
rrespondiente (aunque sea imaginariamente) a las necesidades indivi­
duales o sociales (es por lo que el concepto de necesidad es tan funda­
mental y tan mixtificador), las peores situaciones individuales o históri­
cas son soportables, porque la ilusión de la producción es siempre la
ilusión de hacer coincidir a ésta con su valor de uso ideal. Y los que hoy
creen en el valor de uso de su fuerza de trabajo — los proletarios— son
virtualmente los más mixtificados, los menos susceptibles a esta rebelión
que sacude a la gente del fondo de su inutilidad total, de la manipula­
ción circular que hace de ellos puros jalones de una reproducción in­
sensata.
El día en que este proceso se generalice en toda la sociedad, Mayo
del 68 tomará la forma de una explosión general, y el problema de la
unión estudiantes/trabajadores no se planteará ya. Este no h ada sino
traducir el foso que separa a los que en el sistema actual, creen aún en
su propia fuerza de trabajo, v los que no creen ya en ella.

LA ECONOMIA POLITICA COMO MODELO DE IMITACION

La economía política es en io sucesivo lo real para nosotros, es decir,


exactamente lo que es el referencial en el signo: el horizonte de un or­
den difunto, pero en el que la simulación preserva un equilibrio «dia­
léctico» del conjunto. Lo real, por lo tanto, lo imaginario. Porque aquí
EL IN TE R C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 41

tam b ién la s d o s ca te g o ría s an tañ o d ife re n te s, se han fu sio n a d o y van a la


d e riv a ju n ta s. E l có d ig o (la le y e stru c tu ra l d e l v a lo r) re p re se n ta la re ac­
tiv ación siste m á tic a d e la econ om ía p o lític a (ley restrin g id a y m ercan til
d e l v a lo r ) co m o re a l/im a g in a r ic d e n u estras so cied ad es, y la m a n ife sta ­
ció n d e la fo rm a re strin g id a d el v a lo r eq u iv a le a la o c u ltación d e su fo rm a
rad ical.
G a n a n cia , p lu s-valía, m ecán ica d el c a p ita l, lu c h a d e c la se s: to d o el
d isc u rso crític o d e la econ om ía p o lítica es p u e sto en e sce n a co m o d is­
cu rso d e referen cia. E l m iste rio d el v alor es p ro d u cid o en esce n a (d esd e
lu e g o , el m iste rio h a c a m b ia d o sim p lem en te d e v a lo r: e s el v a lo r e stru c ­
tu ral el q u e se h a vu elto m iste rio so ). T o d o el m u n d o está d e acu erd o
so b re la «in sta n c ia d e te rm in a n te » d e lo econ óm ico, se v u elv e « o b s c e n a » .13

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
13. E l cartel B.N.P.: «Su dinero me interesa — toma y daca— , usted me pres­
ta su dinero y yo le hago beneficiarse de mi banco», merece ser analizado en ese
sentido.
1. ° E s la pernera vez que el capital (en su institución punta, que es el ca­
pital financiero internacional) enuncia tan claramente, mirando a los ojos, la ley de
la equivalencia, y la enuncia como argumento publicitario. Usualmente estas cosas
se callan, el intercambio mercantil es inmoral, y toda la publieidad tiende a escon­
derlo enfocándolo como servicio. Por lo tanto, podemos estar seguros de que esta
franqueza es una máscara de segundo grado.
2. ° El objetivo aparente es convencer económicamente a la gente de que ha­
cen un buen negocio poniendo su dinero en el B.N.P. Pero la verdadera estrategia
es paralela (como los servicios secretos). Se trata de convencer a la gente, mediante
esta franqueza capitalista «de hombre a hombre», de que se acabó el sentimiento,
la ideología del servicio, y que las cartas sobre la mesa, etc. Es seducirlos con la
obscenidad de revelar la ley oculta, inmoral, de la equivalencia. Complicidad «viril»:
compartamos entre hombres la verdad obscena del capital. D e ahí el olor a impu­
dicia de ese cartel, el aire lascivo v sucio de esos ojos fijos en vuestro dinero como
si fuera vuestro sexo. La técnica es la provocación perversa, mucho más sutil que la
de la seducción simplista mediante la sonrisa (que será el tema de la contra-ofensi­
va de la Sociedad General: «E s el cliente quien debe sonreír, no el banquero»}. Se­
ducir a la gente con la obscenidad de lo económico, atraparlos al nivel de la fas­
cinación perversa que ejerce el capital en su misma atrocidad. Bajo este ángulo, el
slogan significa simplemente: «Su culo me interesa — toma y daca— , présteme sus
nalgas y le jodo». Lo cual no es que desagrade a todo el mundo. Detrás de la mo­
ral humanista de los intercambios hay un deseo profundo del capital, un deseo
vertiginoso de la ley del valor, y es esa complicidad, más acá o más allá de lo eco­
nómico, lo que trata de rescatar este cartel, con lo que demuestra, sin saberlo quizá,
una intuición política.
3. ° Los anunciantes no pueden desconocer que esa cara de vampiro para con
las clases medias, esa complicidad lúbrica, ese ataque directo podría desencadenar
reacciones negativas. ¿Por qué correr el riesgo?
Ahí está la trampa más extraña: este cartel está hecho para cristalizar las resis­
tencias sobre la ley de la ganancia y de la equivalencia, para imponer la equiva­
lencia del capital y de la ganancia, del capital y de lo económico (toma y daca)
en un momento en el que eso ya no es cierto, en el que el capital ha desplazado su
estrategia y por tanto, puede enunciar su «ley» porque ya no es su verdad. La
enunciación de esta ley no es más aue un engaño suplementario.
E l capital ya no vive de la ley de lo económico, por eso esta ley puede con­
vertirse en argumento publicitario, caer en la esfera del signo y de la manipulación.
42 JE A N BA UD RILLARD

E s una p ro v o ca ció n . E l c a p ita l y a no va a bu scar su s c o a rta d a s en la n a ­


tu rale za, D io s o la m o ra l, sin o d ire ctam e n te en la econ om ía p o lític a , en
su crítica, y v iv e d e su p r o p ia den u n cia in tern a; e stím u lo d ia léctico y
fee d b a ck . D e ahí e l r o l esen cial q u e ju ega el an á lisis m a rx ista en el d e sign
d e l cap ital.
E l m ism o e sc e n a rio fu n cio n a a q u í q u e el d e sc rito p o r B o u rd ie u /P a s -
se ro n p a r a el siste m a esco lar: E s su p re te n d id a a u to n o m ía lo q u e le p e r ­
m ite re p ro d u cir eficazm ente la e stru c tu ra d e una so cied ad de c la se s. A q u í
tam b ién , es la a u to n o m ía p reten d id a d e la eco n o m ía p o lític a (m ejo r aún :
su v a lo r d e in sta n cia d eterm in an te) lo q u e le p erm ite re p ro d u cir eficaz­
m en te la re gla d e l ju e g o sim b ó lico d e l cap ital, su do m in ació n re a l de v id a
y de m u erte , la fu n d a d a en el có d ig o , q u e fo m e n ta co n tin u am en te la eco ­

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n om ía p o lític a co m o m éd iu m , com o c o a rta d a , co m o ta p a ra b o s.
U n a m á q u in a d e b e fu n cio n ar si s e q u iere q u e re p ro d u z c a la s rela­
cion es d e p ro d u cc ió n . U n a m ercan cía d e b e ten er u n v a lo r d e u so p a r a p o ­
d e r su ste n ta r el sistem a d e l v a io r d e c a m b io . T a l e ra el escen ario en el
p rim er n ivel. H o y la sim u lación está en el se gu n d o n iv e l: u n a m ercan cía
d e b e fu n cio n a r c o m o v alo r d e ca m b io p a r a o c u lta r m e jo r q u e circu la

Lo económico no es más que el teatro cuantitativo del valor. El cartel io expresa


a su maneta, y el dineto no es allí más que un pretexto.
De ahí la conmutabilidad del cartel, que puede actuar a todos los niveles:
Por ejemplo: Su inconsciente me interesa — toma y daca— : présteme sus fan­
tasmas y yo le hago beneficiarse de mi análisis.
Su muerte me interesa — toma y daca— : tome un seguro de vida y yo haré la
felicidad de los suyos.
Su productividad me interesa — toma y daca— : présteme su fuerza de trabajo
y yo le hago beneficiarse de mi capital.
Y así sucesivamente: este cartel puede servir de «equivalente general» en todas
las relaciones actuales.
4.° Si el mensaje fundamental del cartel no es el de la equivalencia, a = a, toma
y daca (nadie es tonto, y los publicistas lo saben w «y bien), ¿es entonces el de la
plus-valía, el hecho de que la operación se salda para el banquero y el capital me­
diante la ecuación: a = a + a'? El cartel apenas oculta esta verdad, y todo el
mundo puede olfatearla. El capital actúa aquí entre perro y lobo, se desenmascara
casi, pero no es grave porque lo que dice el cartel en realidad no es del orden de
la equivalencia cuantitativa ni de la plus-valía, sino del orden de la tautología:
no: a = a
ni: a = a + a’
sino: A es A
es decir, un Banco es un Banco, un banquero es un banquero, el dinero es el
dinero, y usted nada puede hacer al respecto. Con el pretexto de enunciar la ley
de la equivalencia económica, el cartel enuncia en realidad el imperativo tautoló­
gico, regla fundamental de la dominación. Porque, un Banco es un Banco, una mesa
es una mesa, o 2 y 2 son 4 (y no 5 como quería Dostoyevski), eso es el verdadero
crédito capitalista. Cuando el capital dice: «Su dinero me interesa», finge la renta­
bilidad para asegurar la credibilidad. Esta credibilidad es de orden económico, pero
el crédito, que se asocia a la tautología y resume en ella la identidad del orden
capitalista, es de orden simbólico.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 43

co m o sig n o , y re p ro d u ce el c ó d ig o .1415 L a so cied ad d eb e p ro d u cirse com o


so cied ad d e c la se s, com o lu ch a d e c la se s, d e b e « fu n c io n a r» en el n ivel
m a rx is ta /c rític o p a r a e n m ascarar m e jo r la ley v e rd a d e ra d e l siste m a y la
p o sib ilid a d d e su d e stru c c ió n sim b ó lica. M arcu se h a se ñ alad o d e sd e hace
tiem p o ese p atin a z o d e la d ia lé ctica m a te ria lista : la s relacio n es d e pro­
du cció n , lejos d e e sta r d e sb a ra ta d a s p o r las fu e rz a s p ro d u c tiv a s, so m eten
en lo su ce siv o a la s fu e rz a s p ro d u c tiv a s (ciencia, técn ica, etc.) y en cuen ­
tran en ello una n u e v a leg itim id a d . A q u í tam b ién hay q u e p a sa r al se ­
g u n d o n iv e l: so n la s relacio n es so ciale s d e d o m in a ció n sim b ó lic a la s q u e
so m eten al m o d o d e p ro d u cc ió n en tero (fu erz as p ro d u c tiv a s y relacio n es
d e p ro d u cció n co n ju n tam e n te ) y la s q u e en cu en tran allí, en el m o v im ien ­
to ap aren te d e la econ om ía p o lític a y d e su revolu ció n , u na n u eva le g iti­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m id a d y la m ejor d e la s c o artad a s.
D e a h í la n ecesid ad d e re su cita r, d e d ram atiz ar Ja econ om ía p o lítica
com o estru c tu ra p an ta lla . D e ahí el tip o de crisis, d e p e rp e tu o sim u la ­
cro d e c risis con el q u e ten em o s q u e h a b é rn o sla s hoy.
E n el esta d io e sté tico d e la econ om ía p o lític a, q u e e s e l d e u n a fin a­
lid ad sin fin de la p ro d u cc ió n , el m ito ético , ascético, de la acu m u lación
y d e l tra b a jo se d e rru m b a . E l cap ital, q u e co rre el riesgo d e re v en tar a
cau sa d e esta lic u e fac ció n d e lo s v a lo re s, se v u e lv e p o r lo tanto. n o stá l­
g ic o d e su gran p e río d o ético, aq u el en el q u e p ro d u c ir ten ía u n se n tid o ,
la e d a d d e o ro d e la p e n u ria y d e l d e sa rr o llo d e la s fu e rz a s p ro d u ctiv a s.
P ara re stab lece r la s fin a lid a d e s, p a ra reactiv ar e l p rin cip io d e !o econ ó­
m ico, hay q u e regen erar la p en u ria. D e ahí la ec o lo g ía , d o n d e la am en aza
de escase z a b so lu ta re stitu y e u n a ética d e la co n serv ació n d e la en ergía.
D e ahí la crisis de la e n e r g ía y d e las m a te ria s p rim a s, v e rd a d e ra b e n d i­
ción p ara u n siste m a al q u e el e sp e jo de la p rod u cció n no d e v o lv ía y a m á s
qu e u n a fo rm a v acía y p e rtu rb a d a . L a crisis v a a p erm itir d e v o lv e r al
código d e la econ om ía su re feren cial p e rd id o , a l p rin cip io d e p rod u cció n
u na grav ed ad q u e se le esc a p ab a . S e va a recu p erar el gu sto d e la a sc esis,
la in versión p atética qu e n ace de la carencia y d e la p riv ació n .
T o d o el v ira je ecológico d e lo s ú ltim o s a ñ o s h ab ía e m p re n d id o ya
este p ro c e so de regen eració n p o r la c risis; u n a crisis q u e no es ya d e su ­
p erp ro d u cció n , c o m o la d e 1 9 2 9 , sino de invo lu ción del siste m a y d e
reciclaje de su id e n tid a d p e rd id a .^ T a m p o c o crisis d e la p rod u cció n , sin o

14. Así, al igual que hubo (para Marx también} un fantasma naturalista del
valor de uso, hoy día hay para nosotros un fantasma economista del valor de cam­
bio. El valor de cambio tiene para nosotros, en el juego estructural del código, el
mismo rol que tenía el valor de uso en la ley mercantil del valor; simulacro refe­
rencial.
15. El senado americano ha llegado incluso a evaluar lo que costaría devolver
el agua al grado de pureza que tenía antes de la conquista de América por los
europeos (la «norma 1491», puesto que Cristóbal Colón desembarcó, como sabemos,
en 1492). 350 mil millones de dólares. Pero poco importan los millones de dóla­
res, porque lo que calculan los senadores en realidad, es el precio que valdría
44 JE A N BA U D RILLA R D

d e la reproducción (de ahí la im p o sib ilid a d d e ca p ta r lo q u e hay en e sta


crisis de v e rd a d y d e sim u lacro ). L a ec o lo g ía e s la p ro d u cció n q u e se
regen era en el e sp e ctro d e la p en u ria, q u e re cu p e ra u n a n e ce sid a d n atu ­
ral en q u e fo rta le c e r la ley d e l v a lo r. P e ro la eco lo gía es d e m a sia d o len­
ta. U n a c r isis sú b ita , co m o la d el p e tró le o , co n stitu y e una terap éu tica
m á s en érgica. C u an to m e n o s p e tró le o hay, m á s v a m o s a p erc ib ir q u e hay
p ro d u cció n . A p a rtir del m o m en to en q u e el lu g ar d e la m ateria p rim a
v u elv e a se r señ alad o , la fu e rz a d e trab ajo re cu p e ra su sitio ta m b ié n , y
to d o el m e can ism o d e la p ro d u cció n v u elv e a se r in teligib le . S e h ab ía
m arch ado a d a r una vu elta.
P o r lo ta n to , n ad a d e p án ico. A la h o ra en q u e la m o vilización in ­
te n siv a d e la fu e rza de tra b a jo . la ética d e la fu e rz a d e tra b a jo am enazan

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e rru m b a rse, la crisis d e la e n e rg ía m aterial llega a p u n to p a r a o c u lta r
la d e stru cció n v e rd a d era m en te ca tastró fica d e la finalidad de la p ro d u c­
ción, y d e sp lazarla hacia una sim p le contradicción interna (ah o ra b ie n ,
sa b e m o s q u e e ste siste m a v iv e de su s co n trad iccio n e s).

T o d a v ía eix ste la ilusión de p en sa r q u e el sistem a d e l c a p ita l, e n u n


cierto u m b ral d e re p ro d u cció n a m p lia d a , p asa irre v ersib le m e n te d e u n a
e stra te g ia d e la p en u ria a u n a e stra te g ia d e la ab u n d an cia. L a c r is is ac­
tual d e m u e stra q u e e sta e stra te g ia es re v e rsib le . L a ilu sió n p ro v e n ía d e
u n a fe in gen u a en u n a realidad d e la p en u ria o en u n a realidad d e la
ab u n d an cia y, p o r lo ta n to , d e la ilu sió n d e la op o sició n real e n tre lo s d o s
térm in os. M ie n tra s q u e e sto s d o s térm in o s son sim p lem e n te alternativos,
y la defin ición estra té g ic a del n eo c ap italism o n o es p asar a la fase d e la
ab u n d an cia (d el co n su m o , d e la d e su b lim ació n re p re siv a , d e la lib eració n
sexual, e tc .), sin o a la fa se d e la alternancia sistemática en tre lo s dos: p e ­
n u ria y ab u n d an cia, p orqu e am b o s térm in o s no tienen y a referen cia n i,
p o r ta n to , re a lid a d an tagó n ica, y el siste m a p u e d e ju g a r in d ife ren tem e n ­
te con el uno o con el otro. E sto re p re se n ta el e stad io co n su m ad o d e la
rep ro d u cció n . E n el cam p o p o lític o e ste esta d io se alcan za cu an d o h a­
b ie n d o sid o n eu traliz a d o to d o an ta g o n ism o e n tre la iz q u ie rd a y la d e re ­
cha, e l ejercicio d e l p o d e r p u e d e ju gar a la altern an cia d e u na y o tra .

devolver el sistema a la pureza original de la acu... ación primitiva, a la edad de


oro de la fuerza de trabajo. ¿La norma 1890, incluso 1840?
Del mismo modo, el sistema monetario actual sueña con el oro y con el Gold
Exchange Standard como estabilizador y regenerador de los valores fiduciarios.
Porque la especulación libre e ilimitada sobre la base de la pérdida del patrón-oro
— estadio actual de las cosas— roza a cada instante la catástrofe: una arbitrariedad
y una inflación tan gigantesca que la propia instancia de la moneda vacila y pierde
toda credibilidad. Aquí también es necesaria una regeneración cíclica por medio del
referencial, una regeneración «crítica», para que los intercambios financieros no fle-
guen al límite de su irrealidad, donde se destruirían a sí mismos.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 45

E s esta in d eterm in ación d e lo s térm in o s, esta n eu tralización de una


oposición dialéctica en una pura y simple alternancia estructural, lo q u e
p ro d u c e ese efe cto tan carac te rístic o d e incertidumbre sobre la realidad de
la crisis. E s e e fe c to in so p o rta b le d e sim u lacro — ca ra c te rístic o d e to d o lo
q u e p ro ce d e d e l fu n cio n am ien to siste m á tic o d e l c ó d ig o — to d o el m u n ­
d o tra ta d e co n ju ra rlo en térm in o s d e co m p lo t. L a crisis se ría fo m e n ta d a
p o r el «g r a n c a p ita l» : e s t a h ip ó tesis es tra n q u iliz a d o ra , p u e sto q u e re s­
tau ra u na in sta n cia econ óm ico-política real, y la p resen cia de un sujeto
(o cu lto ) d e la c risis, p or lo ta n to , d e una verdad d e la h isto ria . E l terro r
d e l sim u lacro se h a alz ad o : to d o es p re fe rib le ; m ás v ale la fa ta lid a d eco ­
n óm ico-política o m n ipresen te del ca p ita l, co n tal de q u e haya una v e rd a d
cla ra : la gan an cia, la e x p lo ta c ió n , m á s v a le esta a tro c id a d económica d e l

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
c a p ita l q u e recon ocer la situ ació n en q u e e sta m o s, en la q u e to d o se
p ra ctic a y se an u la p o r efe cto d el có d ig o . E l desco n o cim ien to d e e sta
« v e r d a d » d e la do m in ació n m u n d ial, si la h ay , e s p ro p o rcio n a l a la crisis
q u e la re v ela p o r p rim e ra v ez en to d a su am p litu d .
P o rq u e la crisis d el 2 9 era to d a v ía u n a c r isis d el c a p ita l p ro p o rc io ­
n ad o a su tasa de re in v e rsió n , d e plus-valía y d e gan an cia, una c r is is d e
la (su p er)p ro d u cc ió n p ro p o rc io n a d a a la s fin a lid a d e s so ciale s d e l co n su ­
mo. Y es la re g u la ció n d e la d e m a n d a lo q u e re su elv e esta crisis en un
in tercam b io sin fin d e fin alid ad e s e n tre p ro d u cció n y c o n su m o . D e ah í
en a d e lan te (y defin itiv am en te d e sp u é s de la S eg u n d a G u e r ra m u n d ial)
u n a y o tro d e ja n de se r p o lo s o p u e sto s y ev en tu alm en te co n tra d icto rio s.
A la v e z , to d o el cam p o d e lo econ óm ico p ie rd e , c o n la p o sib ilid a d m is­
m a d e la c risis, to d a d eterm in ación in tern a. N o su b siste sin o co m o p r o ­
c e so d e sim u lación eco n ó m ica en lo s co nfines d e u n p ro c e so d e re p ro ­
du cció n q u e lo a b so rb e p o r en te ro .16
¿ P e r o h a h a b id o ja m á s p en u ria real y , p o r lo ta n to , re a lid a d d e l p r in ­
cip io eco n ó m ico , p a r a q u e h o y se p u e d a d e cir q u e d e sa p a rec e y n o actú a
sin o co m o m ito y, a la v e z , m ito alte rn a tiv o d e l d e la ab u n d a n cia ? ¿ H a
h a b id o h istó ricam en te u n valor de uso d e la p e n u ria y , p o r lo ta n to , u n a
fin alid ad irre d u ctib le d e lo eco n ó m ico , d e m a n era q u e h o y se p u e d a de-

16. Por supuesto, todavía hay contradicciones entre la ley estructural y la ley
mercantil del valor, como las hubo en una fase anterior entre la ley mercantil y
los valores precapitalistas resistentes (incluso éstas no han desaparecido completa­
mente). Así, el sistema tiene como finalidad absoluta el controlar la muerte: eso
hace parte del lineamiento estructural de la vida, pero choca con ciertos impera­
tivos económicos, con una lógica tradicional de la ganancia (costo gigantesco de
los cuidados prolongados, de la supervivencia hospitalaria, etc.). De ello resulta
un compromiso, un equilibrio absurdo (la tasa del 35 % de enfermos de leucemia
que se decide hacer sobrevivir). Evaluación del costo marginal de la muerte. Más
allá, se los deja morir. ¿Cinismo económico? No, al contrario, es la economía la
que impide que el sistema llegue al límite de su propia lógica, que es cerrar a
la gente el acceso a la muerte.
En realidad hay un juego entre las dos formas del valor, y todo está gobernado
por esta estrategia de desdoblamiento y de crisis. Porque la crisis es lo que parece
exigir una solución, pero resulta que ella es ya esa solución.
46 JE A N BA U D IU LLA R D

cir que h a d e sa p a re c id o en el ciclo de la re p ro d u cció n en p ro v e ch o d e


la h e gem on ía ú n ic a d e u n c ó d ig o , d e u n a regu lación p o r e l c ó d ig o q u e
es una v e rd a d era sen ten cia de v id a y d e m u e rte ? N o so tro s d e cim o s: la
econ om ía p a ra producirse (y ella n o p ro d u c e ja m á s sin o a e lla m ism a) n e­
ce sita esa ten sió n dialéctica entre p en u ria y ab u n d a n cia ; p e ro el siste m a ,
p a ra re p ro d u cirse , n o n e c e sita h o y m á s q u e la operación mítica de la eco­
nomía.
*

D e b id o a q u e toda la esfera d e lo eco n ó m ico está d e sm o n ta d a, tod o


p u e d e decirse en térm in os de econ om ía p o lític a y de p ro d u cció n . L o eco ­
n óm ico p a sa a ser el d iscu rso ex p lícito de to d a u na so cie d ad , la v u lg a ta

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e to d o a n á lisis y, p refe ren tem e n te , e n su v a ria n te m a rx ista . H o y , to ­
d o s lo s id e ó lo g o s h an en co n tra d o su le n g u a m a te rn a en la eco n o m ía p o ­
lític a . T o d o s lo s so c ió lo g o s, los human scíentists, e tc ., v ira n h acia el m ar*
x ism o c o m o d isc u rso d e re fere n cia. In c lu so lo s c ristia n o s, so b re t o d o los
cristia n o s, d e sd e lu e g o . E s to d a la n u e v a iz q u ie rd a d ivin a la q u e se alza.
T o d o se h a v u e lto « p o lític o » e « id e o ló g ic o » , p o r la m ism a o p eració n
d e in tegración sin o rilla s. L o s h ech o s d iv e rso s son p o lític a, el d e p o rte es
p o lític a, d e l arte n o h a b le m o s: la razón e stá en to d a s p arte s d el lado d e
la lucha d e c la se s. T o d o el d iscu rso latente d e l cap ital se ha v u e lto m a­
nifiesto y se ob serv a p o r d o q u ie r u n jú b ilo ev id en te p o r esta asu n ció n
d e la « v e r d a d » .
M ay o d e l 6 8 ha m a rc a d o la e ta p a d e cisiv a en esta naturalización de
la economía política. L a sa c u d id a d e M ay o d e l 6 8 , al so ca v a r e l siste ­
ma en las p ro fu n d id ad e s d e su o rgan izació n sim b ó lica , v o lv ió u rgen te,
v ital, el p aso d e las id e o lo g ía s « s u p e re stru c tu ra le s» (m o ra le s, cu ltu rales,
etc.) a una id e o lo g iza c íó n d e la in fra e stru ctu ra m ism a. E l ca p ita l, al ofi­
cializar el d iscu rso d e la o p o sició n , re d o b la su p o d e r d e trá s de e sta leg a ­
lización d e lo económ ico y d e lo p o lític o . E s la econ om ía p olítica la q u e
cerró la b rech a d e l 6 8 , la eco n o m ía p o lític a marxista, co m o so n lo s sin d i­
c a to s y lo s p a rtid o s d e izq u ierd a q u ien es « n e g o c ia ro n » la crisis so b re el
terren o. E l referen te o cu lto de la econ om ía y d e lo p o lític o só lo fu e
d e se n te rra d o p o r lo tan to para sa lv a r una situ a c ió n ca tastró fica, y hoy
co n tin ú a siendo d ifu n d id o , g e n e ra liz a d o , d e se sp era d a m en te re p ro d u cid o
p o rq u e la situ ació n catastró fica a b ie rta p o r M ay o del 6 8 no ha ce sad o .
Si o sáram o s, d iríam o s q u e lo econ óm ico y su crític a n o es sin o una
su p e re stru c tu ra ; p e ro n o o sa re m o s p o rq u e e so no se ría m á s q u e v o lte a r
esa vieja p ie l co m o un gu an te. ¿ D ó n d e e sta ría en ton ces la in fra e stru ctu ­
ra, e tc .? Y e so e q u iv a ld ría a dar a lo econ óm ico la o p o rtu n id a d d e re­
su rg ir un día p o r un ju ego d e b alan za q u e es un efe cto d el có d igo . N o s
han hecho d e m a sia d o a m en u do la ju g a d a d e la in fra e stru ctu ra p ara qu e
v a y a m o s a lan zarn os de n u evo a e se ju eg o d e m á scaras. E l p ro p io siste m a
ha p u e sto fin a e sta s d eterm in acio n es in fra y su p ere stru ctu rale s. H o y tinge
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 47

tomar lo económico como infraestructura porque M arx le ha soplado ge­


nialmente esa estrategia de recambio, pero de hecho, el capital jamás ha
funcionado realmente con esa distinción imaginaria; no es tan ingenuo.
S u poder proviene justamente de su desarrollo simultáneo a todos los
niveles, y de no haberse planteado' jamás en el fondo la cuestión de la
determinación, de la distinción marrullera de las instancias y de la «ideo­
logía»; de no haberse confund 1Óo jamás en el fondo con la producción,
como le sucedió a M arx y a todos los revolucionarios posteriores, los
cuales creyeron y creen aún en la producción, y que le han mezclado sus
fantasmas y su más loca esperanza. El capital se contenta con desarro
llar su ley de un solo movimiento, ocupando inexorablemente todo el
espacio de la vida, sin mezclarse en prioridades. Y si ha puesto a la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
gente a trabajar, la ha puesto también en la cultura, la ha puesto en las
necesidades, la ha puesto en el lenguaje y en los idiomas funcionales, en
la información y en la comunicación, la ha puesto en el derecho, en la
libertad, en la sexualidad, la ha puesto en el instinto de conservación
y la ha puesto en el instinto de muerte. Los ha amaestrado en todas
partes a la vez de acuerdo a unos minutos adversos e indiferentes. Esa
es su sola ley: la indiferencia. ¿Jerarquizar las instancias? Juego dema­
siado peligroso, y que corre el riesgo de volverse contra él. No: nivelar,
neutralizar, cuadricular, indiferenciar, he aquí lo que sabe hacer, he aquí
cómo procede según su ley. Pero también, disimular este proceso funda­
mental bajo la máscara «determ inante» de la economía política.
En el capital actual, gigantesca máquina polimorfa, lo simbólico (don
y contra-don, reciprocidad y reversión, gasto y sacrificio) no es nada ya, la
naturaleza (el gran referencial de origen y de sustancia, la dialéctica su-
jeto/objeto, etc.) no es nada ya, la economía política misma sólo sobre­
vive en estado de coma avanzado, pero todos estos fantasmas se arras­
tran aún en el campo operacional del valor. Quizá hay en ello, a una
escala gigantesca, el eco de lo que M arx señalaba: cada acontecimiento
pasa primero por una existencia histórica, para resucitar en forma de
parodia. Sólo que para nosotros las dos fases se interpenetran, porque la
buena vieja historia materialista misma se ha vuelto un proceso de si­
mulación, ni siquiera brinda ya la oportunidad de una parodia teatral y
grotesca: es directamente como se ejerce hoy el terror fundado en las
cosas vaciadas de su sustancia, es en forma inmediata que se anticipan
los simulacros a nuestra vida en todas sus determinaciones. Ya no es el
teatro y lo imaginario; es una táctica feroz de neutralización que ya no
deja lugar a la bufonada tipo Napoleón I I I , farsa histórica que la his­
toria real, según Marx, supera sin esfuerzo. Los simulacros son otra cosa,
y son ellos los que nos liquidan, junto con la historia. O quizá esto de­
muestra una ilusión general de M arx sobre las posibilidades de revolu­
ción del sistema. El vio muy bien lo que rondaba por el capital en su
época, su capacidad de socavar sus propias bases y de pasar «por encima
supermultiplacada». Veía claramente que el capital tendía a reducir, si no
48 JE A N BA U D RILLA R D

a elim in ar to ta lm en te, la fu erza d e tra b a jo d e su p ro ce so , y a su stitu irla


p o r u n a g ig a n te sc a fu erza d e tra b a jo m u erto . P e ro co m o p e n sa b a q u e
la fu e rza de tra b a jo v iv o era ei fu n d am en to o b je tiv o , h istó rico y n ece­
sario d e l c a p ita l, n o p odía pen sar sin o q u e é ste cavab a a s í su p ro p ia
tu m b a. Ilu sió n : el capital h a en terrado a la fu erza d e tra b a jo , p e ro de
una m an era m ás su til: h a hecho d e ella el se gu n d o térm in o d e una o p o ­
sición p a u ta d a con el cap ital. E s ta en ergía de ru p tu ra que d e b ía h acer
esta lla r las relacio n es d e p ro d u cc ió n , la ha co n v e rtid o en u n térm in o
h o m ogén eo d e la s re lac io n e s de p ro d u cc ió n , en u n a sim u lación d e o p o si­
ción bajo el sig n o ' del tra b a jo m u erto . E n lo su ce siv o e s una so la in stan ­
cia h egem ón ica, la del tra b a jo m u e rto , la que se d e sd o b la en cap ital y
trab ajo v iv o : re su e lto el an tagon ism o p o r un d isp o sitiv o bin ario de fu n ­
cion am ien to co dificad o. P e ro , se dirá, ¿ la plu s-valía, la p ro d u cc ió n ? Y

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
b ien , al c a p ita l se le d a u na h iga. Sin p re sta rle u n a intu ición m a rx ista
(au n q u e M a rx h aya h ech o to d o lo p o sib le p o r ilu m in a r al ca p ita l so b re
lo q u e le e sp e ra b a : si se o b stin a b a en a ctu ar en el terren o de la p ro d u c­
ción, ib a a su m u erte en b rev e p lazo. L a econ om ía era u na tram pa m o r­
t a l p ara el c a p ita l), tod o su ced e co m o si él h u b iera co m p ren d id o b ien a
M a rx en este p u n to y, en consecu en cia, « e le g id o » liq u id ar la p rodu cción
p ara p asar a o tro tip o de e stra te g ia . D ig o : to d o su cede co m o si, p o rq u e
no e s d e l to d o se g u ro q u e el cap ital h aya ten id o ja m á s esta v isió n pro-
d u ctiv ista d e s í m ism o (s ó lo M a r x , en el fo n d o , la h ab ría te n id o , y
p ro y ectad o ese fa n ta sm a co m o v e rd a d h istó ric a ), es m á s v e ro sím il que
no haya hecho ja m á s m á s q u e u tiliz a r a la p ro d u cc ió n , listo p ara ab an d o n arla
m á s tard e, cu an d o eso lo a rra stre a co n trad iccio n e s m o rta le s. El c a p ita l
¿h a to m a d o ja m á s en se rio la p ro d u c c ió n ? N o es tan to n to : en p le n a
se ried ad de la p ro d u cció n , el ca p ita l n o es ya, sin d u d a , m ás q u e sim u ­
lación.
E s p o r e sto q u e lo s ú n ico s acto s q u e aten tan co n tra su d o m in ación
real son aq u ellos q u e se sitúan en el cam p o d e esta in d eterm in ación r a ­
dical, y q u e ro m p en esta estrategia econ óm ica d e d isu asió n .

N o se d e stru irá ja m á s al siste m a p o r u n a revolu ció n directa, d ialéc­


tica, d e la in fra e stru ctu ra económ ica o p o lític a. T o d o lo q u e p ro d u ce
co n trad icció n , relació n d e fu e rz a s, en ergía en ge n eral, no hace m á s que
re gre sar al sistem a e im p u lsa rlo , segú n u n a d isto rsió n se m e ja n te al an i­
llo de M o b iu s. N o se le ven cerá ja m á s segú n su p ro p ia lógica, la d e la
en erg ía, d el cálcu lo , d e la razón y d e la re v o lu ció n , la d e la h isto ria y del
p o d e r, la de c u a lq u ie r finalidad o con tra-fin alidad ; la p eor v io len cia a
este n ivel no tien e a sid e ro y se v u elca contra sí m ism a. N o se ven cerá
jam ás al siste m a en el plan o r e a l: el p eo r erro r d e to d o s n u estros e stra ­
teg a s revolu cio n arios es creer p o n e r fin al siste m a en el plan o re a l, eso
es su im agin ario , lo q u e le s im po n e el p r o p io siste m a , q u e n o v iv e y
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 49

sobrevive sino de llevar continuamente a los que lo atacan, a batirse en


el terreno de la realidad, que es para siempre el suyo. Es allí donde to­
dos arrojan sus energías, su violencia imaginaria, que una lógica impla­
cable reconduce constantemente al sistema. E l no tiene nada que ver
con la violencia o contra-violencia real, vive de violencia simbólica. No
en el sentido degradado en que esta fórmula se ha impuesto: una violen­
cia «por los signos», por donde el sistema duplicaría o «disfrazaría» su
violencia material. No: la violencia simbólica se deduce de una lógica de
lo simbólico (que no tiene nada que ver con el signo o la energía): re­
versión, reversibilidad incesante del contra-don e, inversamente, toma
de poder por el ejercicio unilateral del don .17
L o que hay que hacer es, por lo tanto, desplazar todo a la esfera de

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lo simbólico, donde la ley es la del desafío, de la reversión, de la sobre­
puja. Tal como a la muerte no se puede responder más que con una muer­
te igual o superior. Aquí no es cuestión ni de violencia ni de fuerzas
reales, sólo es cuestión de desafío y de lógica simbólica. Si la dominación
proviene de que el sistema detenta la exclusividad del don sin contra­
don; don del trabajo, al cual no se puede re s^ n d e r con la destrucción
o el sacrificio, sino con el consumo, que no es sino una espiral más del
sistema de gratificación sin salida, por lo tanto, una espiral más de la
dominación; don de los media y de los mensajes, a los cuales, por el mo­
nopolio del código, es imposible redargüir; don, en todas* partes y a
todo instante, de lo social, de la instancia de protección, de seguridad,
de gratificación y de demanda de lo social, a lo cual es ya imposible es­
capar. Entonces. la única solución es volcar contra el sistema el principio

17. Se ha hecho del don, bajo el signo del intercambio-don, ¡a característica


de las «economías» primitivas y, al mismo tiempo, el principio alternativo de la
ley del valor y de la economía política. No hay peor engaño. El don es nuestro
mito, mito idealista correlativo de nuestro mito materialista, y enterramos a los
primitivos bajo los dos a la vez. El proceso simbólico primitivo no conoce la gra-
tuidad del don, no conoce más que el desafío y la reversión de los intercambios.
Cuando ésta se rompe, precisamente por la posibilidad de dar unilateralmente (que
supone la de acumular el valor y transferirlo en un solo sentido), la, relación
propiamente simbólica muere y aparece el poder: después se desplegará en el dis­
positivo económico del contrato. Es una ficción nuestra (operacional), nuestra me­
tafísica, la idea de que es posible acumular en su cabeza (capital) un stock-valor,
hacerlo crecer y multiplicarse: es la trampa de la acumulación y del capital; pero
también es una ficción nuestra pensar que exista un desprendimiento total (en el
don). Los primitivos saben que eso no existe, que ponerle un límite al valor, o
la posibilidad de aislar un segmento, una vertiente del intercambio, es impensable;
que no hay nada jamás sin contrapartida, no en el sentido contractual, sino en el
sentido de que el proceso del intercambio es inexorablemente reversible. Ellos basan
todas sus relaciones en esa incesante compensación d la ambivalencia y de la muerte
en el intercambio. Mientras que nosotros basamos nuestro orden en la posibilidad
de separar y autonomizar dos polos distintos del intercambio, de lo que resulta:
o el intercambio equivalente (contrato), o el intercambio ínequivalente, sin contra­
partida (el don). Pero ambos, como vemos, obedecen a Ja misma dislocación del
proceso y al mismo principio de autonomización del valor.
50 JE A N M ^ ^ L L A R D '

m ism o d e su ^ ^ m : la im p o sib ilid a d d e re sp u e sta y de re to rsió n . Desafiar


a l sistema con un don al cual no pueda responder sino con su propia
muerte y su propio derrumbe. P o rq u e n a d ie , ni siq u iera el siste m a , es­
capa a la o b ligació n sim b ó lic a , y en e s ta tra m p a e stá la ú n ica o p o rtu n i­
d a d d e su c a tá stro fe . E sco rp io n iz a ció n d e l siste m a cercad o p o r d d e sa fío
d e la m u erte. P o rq u e a q u e llo a lo que e stá conm in ado a re sp o n d e r, so
p en a d e p erd er cara, n o p u ed e ser ev id en tem e n te otra cosa que la m u e r­
te . E s n ece sario q u e el siste m a m ism o se suicide en respuesta al desafío
multiplicado de la muerte y el suicidio.
C o m o con la cap tu ra d e reh en es. E n e l p lan sim b ó lic o , q u e e s el d e l
sacrificio, y d e l cual q u e d a exclu id a to d a co n sid eració n m o ral so b re la
inocencia d e la s v íc tim a s, e l reh én e s e l su stitu to , e l alte r e g o d e l «te-

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
r r o r i s t a » ; s u m u erte e s co n tra la d el te r ro rista , y pueden co n fu n d irse ,
p o r lo d e m á s, en el m ism o acto de sa c rificio . L a ap u esta e s la d e u n a
m u erte sin n egociación p o sib le y q u e , p o r lo ta n to , re m ite a u n a so b re ­
p u ja o b lig a d a . D e sd e lu e g o , to d o el siste m a de la n egociación trata de
d e sp le g a rse , y los te r ro rista s m ism o s en tran a m en u do en e se escen ario
de in tercam b io , en térm in os d e eq uivalen cia calcu lada (la vida d e los
reh en es co n tra ta l re sca te , o lib eración , h a sta p o r el so lo p re stig io d e la
o p eració n ). B a jo e s te á n g u lo , la tom a d e reh en es n o e s en a b so lu to o ri­
g in a l, sim p lem en te crea u na relación de fu e rz a s im p re v ista , p u n tu a l, so ­
lu b le p o r la v io len cia tradicion al o la n egociación . E s una acción táctica.
P e ro hay o tra co sa en ju e g o , y se v io claram e n te lo q u e era en L a H a y a ,
en el c u r s o d e lo s d ie z d ía s de n ego ciacio n es in creíb les: n a d ie sa b ía q u é
p o d ía n eg o c iarse, n i se p o n ía de a c u e rd o so b re lo s té rm in o s o so b re
las eq u iv alen cias p o sib le s d e l in tercam b io . O in clu so, si se fo rm u lan , la s
«e x ig e n c ia s d e lo s te r r o r ista s» so n ta le s q u e eq u iv alen a u na n e g a tiv a r a ­
d ic a l de n egociación . Y ah í e stá p recisam en te lo q u e se ju e g a : la im p o ­
sib ilid a d d e to d a n egociación y, p o r lo ta n to , e l p aso al o r d e n sim b ó ­
lico, q u e ign o ra totalm en te este tip o de cálcu lo y d e in tercam b io (el
sistem a só lo v iv e d e n egociación , así sea en el e q u ilib rio d e la v io le n ­
cia). A esta irru p ción de lo sim b ó lico (que es la co sa m ás grav e
q u e p u e d e o c u rrirle , y la ú n ica «re v o lu c ió n » en el fo n d o ) el siste m a no
p u ed e, n o sab e re sp o n d er sin o con la m u erte física , la m u erte re a l d e
Jo s te rro rista s; p e ro e sto e s su d e r r o ta , p u e sto q u e esta m u e rte era ju s ­
tam en te la a p u e sta de ellos, y q u e , a l h acerlo , e l siste m a n o ha h ech o sino
e n sañ arse en su p ro p ia v io len cia. sin responder verdaderamente al desafío
que le fue lanzado. P o rq u e toda m u erte e s fácilm en te co m p u ta b le en el
siste m a , in clu so la s carn icerías b é lica s, p ero no la m u erte -d esa fío , la
m u erte sim b ó lica, p o rq u e é sta no tien e e q u iv a len te co n ta b le; v a a dar a
u n a so b re p u ja q u e n o es ex p iab le sin o a cam b io d e o tra m u erte. N o
hay n ad a que corresponda a la m u erte , sin o la m u erte. Y e s lo q u e su ­
ce d e en este c a so : el sistema es forzado a suicidarse a cambio; lo q u e
h ace en fo rm a m an ifiesta p o r su d e sco n cie rto y su d e b ilid a d . E l a p a ra to
co lo sal d e p o d e r se lic ú a en esta situ a c ió n . in fin itesim al en té r m in o s d e
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 51

relación d e fuerzas, pero en la que todo el escarnio (su misma desme­


sura), se vuelve contra él. La policía, el ejército, todas las instituciones
y la violencia movilizada del poder, no pueden nada contra la muerte
ínfima, pero simbólica, de uno solo o de unos pocos. Porque ésta le
lleva a un plano donde no hay ya respuesta posible para él (así, la licue­
facción súbita, estructural, del poder en el 68, no porque fuera el menos
fuerte, sino por el simple desplazamiento simbólico que operó la práctica
de los estudiantes). El sistema sólo puede morir a cambio, deshacerse
para librarse del desafío. Su muerte en ese instante es una respuesta
simbólica; pero de la que revienta.
E l desafío es de una eficacia asesina. Todas las sociedades distintas
de la nuestra lo saben, o lo sabían. La nuestra está en vía de redescu­
brirlo. Las vías de una política alternativa son las de la eficacia simbó­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lica.
Así, el asceta que se mortifica desafía a Dios a devolverle un día el
equivalente. Dios hace todo lo que puede por devolvérselo «centuplica­
do», en forma de prestigio, de poder espiritual, incluso de hegemonía
mundana. Pero el sueño secreto del asceta es llegar a un punto tal de
mortificación que Dios mismo no pueda librarse del desafío, ni borrar
esta deuda. Entonces él habrá triunfado sobre D ios, y él será Dios. E s
por eso que el asceta está siempre cercano a la herejía y al sacrilegio, y
como tal, condenado por la Iglesia, que sólo está ahí para preservar
a Dios de este frente a frente simbólico, de este desafío mortal en el que
Dios es intimado a morir, a sacrificarse para librarse del desafío del mor­
tificado. En todo tiempo la Iglesia habrá tenido el rol de evitar este gé­
nero de enfrentamiento catastrófico (para ella en primer lugar) y de sus­
tituirlo por un intercambio regulado de penitencias y de gratificaciones,
un sistema de equivalencias entre Dios y los hombres, del cual ella sea
el empresario.
Lo mismo sucede en nuestra relación con el sistema de poder. Todas
las instituciones, todas las mediaciones sociales, económicas, políticas, psi­
cológicas, están ahí para que nadie tenga jamás la ocasión de ese desafío
simbólico, de ese desafío a muerte, de ese don irreversible que, como
la mortificación absoluta del asceta, hace triunfar de todo poder, por
poderosa que sea su instancia. E s necesario que esta posibilidad d i­
recta de enfrentamiento simbólico no tenga lugar jamás. E s necesario
que todo se negocie. Y esta es la fuente de nuestro profundo disgusto.
Es por esto que la toma de rehenes y otros actos similares resuci­
tan algo fascinante: son a la vez un espejo exorbitante para el sistema
de su propia violencia representativa, y el modelo de una violencia sim­
bólica que le está prohibida, de la única violencia que él no puede ejer­
cer: la de su propia muerte.
52 JE A N BA UD RILLARD

EL TRABAJO Y LA MUERTE

Otras sociedades han conocido apuestas múltiples: sobre el nacimien­


to y el parentesco, sobre el alma y el cuerpo, sobre lo verdadero y lo
falso, sobre la realidad y la apariencia. L a economía política las ha re­
ducido todas a una sola: la producción. Pero entonces ésta resultó una
apuesta formidable, la violencia y la esperanza fueron desmesuradas. Hoy,
se acabó: el sistema ha vaciado a la producción de toda apuesta real.
Pero una verdad más radical se transparenta, y es el triunfo mismo del
sistema lo que permite entrever esta apuesta fundamental. Resulta in­
cluso posible analizar retrospectivamente toda la economía política como
si nada tuviera que ver con la producción. Como una apuesta de vida y

© Del documenta, los autores Dlgltallzación realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria. 2007
muerte. Una apuesta simbólica.
Todas las apuestas son simbólicas. No ha habido jamás sino apuestas
simbólicas. Esta dimensión está por doquier implícita en la ley estructu­
ral del valor, en todas partes inminente en el código.
La fuerza de trabajo se instaura en la muerte. Hace falta que un
hombre muera para llegar a ser fuerza de trabajo. E sta muerte es lo que
cobra en el salario. Pero la violencia económica que le es infligida por el
capital en la equivalencia del salario y de la fuerza de trabajo no es nada
al lado de la violencia simbólica que le es infligida en su misma defini­
ción de fuerza productiva. La artimañana de esa equivalencia no es nada
al lado de la equivalencia del saiario, como signo, a la muerte.
La posibilidad misma de la equivalencia cuantitativa supone la muer­
te. La del salario y la fuerza de trabajo supone la muerte del obrero, lí
de todas las mercancías entre sí supone la exterminación simbólica de
los objetos. E s la muerte lo que en todas partes posibilita el cálculo
de equivalencia y la regulación por la indiferencia. Esta muerte no es vio­
lenta y física, es la conmutación indiferente de ia vida y la muerte, la
neutralización respectiva de la vida y la muerte en la supervivencia o
muerte diferida.
El trabajo es una muerte lenta. Esto se entiende generalmente en el
sentido de la extenuación física, pero hay que entenderlo en otra forma:
el trabajo no se opone, como una especie de muerte, a la «realización
de la vida» — esa es la visión idealista— , el trabajo se opone como una
muerte lenta, a la muerte violenta. Esta es la realidad simbólica. E l tra­
bajo se opone, como muerte diferida, a la muerte inmediata del sacri­
ficio. Contra toda visión piadosa y «revolucionaria» del tipo «el traba­
jo (o la cultura) es lo inverso de la vida», hay que sostener que la única
alternativa al trabajo no es el tiempo libre, o el no-trabajo, es el sacri­
ficio .
Todo esto se aclara en la genealogía del esclavo. Primeramente, al
prisionero de guerra se le da pura y simplemente muerte (es honor
que se le hace). Después, es «dejado a salvo» y conservado ( = servus)
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 53

a títu lo de b otín y de tro fe o : se co n vierte en escla v o y p a sa a la dom es-


tic id a d su n tu aria. E s m u ch o d e sp u é s so lam en te cu an d o p asa al tra b a jo
se rv il. Sin e m b a rg o , to d a v ía n o es u n « t r a b a ja d o r » , p o rq u e el tra b a jo no
ap are ce sin o en la fa se d el sierv o o escla v o emancipado, al fin lib e ra d o
d e la h ip o teca d e se r m u erto , ¿y lib e ra d o p o r q u é ? , p recisam en te p o r el
tra b a jo .
E l tra b a jo se in sp ira p o r lo ta n to , en t o d a s p a r te s, en la m u e rte d i­
ferid a. E s la m uerte d iferid a. L e n ta o v io le n ta , inm ediata o d iferid a , el
c o m p á s d e la m u erte e s d e cisiv o . E s lo q u e d iferen cia rad ic alm e n te a
d o s tip o s d e o rgan izació n : la d e la econ om ía y la d el sacrificio. V iv im o s
irre v ersib le m e n te en la p rim era, q u e n o h a cesad o d e a rra ig a rse en el
«aplazamiento» d e la m u erte .
E l e sc e n a rio n o h a ca m b ia d o n u n ca. E l q u e tra b a ja sig u e sie n d o aquél

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
al que no se le ha dado muerte, al que le es re h u sa d o e se h o n o r. Y el tra ­
b a jo es en p rim e r lu g a r, el sign o d e esa abyección d e no ser ju z g a d o
d ig n o sin o d e v id a . ¿ E l c a p ita l e x p lo ta a lo s tra b a ja d o re s a m u erte ?
P a ra d o ja lm e n te , lo p e o r q u e les inflige es re h u sa rles la m u erte . E s d e
d ife rir su m u erte d e lo q u e le s h ac e escla v o s y lo s d e stin a a la abyección
in d efin id a d e la v id a en el tra b a jo .
E n e sta relación sim b ó lic a , la su sta n cia d e l tra b a jo y de la e x p lo ta ­
ción es in d ife ren te: el p o d e r d el am o p ro v ien e siem pre, en p rim er lu gar,
d e ese su sp e n so d e m u e rte . E l p o d e r n o es nunca, p o r tanto, a la in v ersa de
lo q u e n o s im a g in a m o s, el d e d a r m u erte sin o, to d o lo c o n tra rio , el
d e d e ja r la v id a ; u na v id a qu e el esclav o n o tien e el d erech o d e d e ­
v o lv e r. E l am o con fisca la m u e rte d e l o tro , y co n serv a el d e re c h o de
a rrie sg a r la su y a. E s t o se le reh ú sa al esc la v o , q u e q u e d a a b o ca d o a la
v id a sin d e v o lu ció n , p o r lo ta n to , sin ex p iació n p o sib le .
A l arran carle a la m u erte , el am o arran ca al e sc la v o d e la circulación
de lo s bien es sim b ó lico s: es la violen cia qu e le hace, y q u e ab o ca al o tro
a la fu e rza de tra b a jo . A q u í está el se cre to d e l p o d e r (H e g el, en la d ia ­
léctica del am o y d e l e scla v o hace d e riv ar tam b ién la d o m in ació n d el
am o d e la am en aza d e m u erte d iferid a so b re el e sc la v o ). T ra b a jo , p r o ­
du cció n , e x p lo ta ció n , n o serán m ás q u e u n o d e lo s a v a ta re s p o sib le s de
esta estru c tu ra d e p o d e r, q u e e s una estru c tu ra d e m u erte .
E s t o ca m b ia to d as las p e rsp e ctiv as re v o lu cio n a ria s so b re la ab o li­
ción d el p o d e r. Si el p o d e r es m u erte diferida, no será su p rim id o m ien ­
tra s el suspenso de esta m u erte n o sea su p rim id o . Y si el p o d e r (ta l es
su defin ición siem p re y en to d a s p a rte s) re sid e en e l hecho d e d a r sin
q u e se o s devu elva, está cla ro q u e el p o d e r q u e tiene el am o d e co n ceder
u n ilate ralm en te la v id a no será a b o lid o m ás qu e si esa v id a p u e d e serle
d e v u e lta ; en una muerte no diferida. N o hay o tra a lte rn a tiv a : n o es co n ­
se rv a n d o la v id a co m o p o d rá a b o lirse este p o d e r, p u e sto q u e n o h a b ría
h a b id o re v e rsió n d e lo q u e h a sid o d a d o . S ó lo la c a p itu la c ió n d e esta
v id a , la réplica a la m u e r te d ife rid a co n la m u e r te in m ed iata, co n sti­
tuye u na re sp u e sta rad ical, y la ú n ica p o sib ilid a d d e a b o lic ió n d e l p o d e r.
54 JE A N BA U D RILLA R D

Toda estrategia revolucionaria tiene que partir de que el esclavo vuelva


a poner en juego su propia muerte, cuya desviación, el aplazamiento, es
aprovechado por el amo para asegurar su poder. Rechazo a no ser muer­
to, a vivir en el plazo mortal del poder, rechazo a deber la vida y a no
ser librado jamás de esa vida, y a estar en la obligación de saldar este
crédito a largo plazo en la muerte lenta del trabajo, sin que esta muer­
te lenta cambie en nada la dimensión abyecta, la fatalidad del poder.
La muerte violenta cambia todo, la muerta lenta no cambia nada, por­
que hay un ritmo, un compás necesario en el intercambio simbólico:
una cosa debe ser devuelta en el mismo movimiento y según el mismo
ritmo, si no, no hay reciprocidad y simplemente no es devuelta. L a es­
trategia del sistema de poder es desplazar el tiempo del intercambio,
sustituir la continuidad, la linealidad mortal del trabajo a la torsión, a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la réplica inmediata de la muerte. Por lo tanto, no le sirve de nada al
esclavo (al obrero) el devolver poco a poco, en dosis infinitesimales, en el
curso del trabajo que le mata, su vida al am o o al capital, porque este
«sacrificio» en pequeñas dosis no lo es justamente; no afecta al aplaza­
miento de la muerte, que es lo esencial, y no hace más que destilar un pro­
ceso cuya estructura permanece igual.
Se puede efectivamente, sostener la hipótesis de que en el trabajo,
el explotado devuelve su vida al explotador, y reconquista así, a través
de su misma explotación, un poder de respuesta simbólica. H abría contra­
poder en el proceso de trabajo como puesta en juego por el explotado
de su propia muerte (lenta). Esto concordaría con la hipótesis de Iyotard
en el plano de la economía libidinal: la intensidad del goce del explota­
do en la abyección misma de su explotación. Y Lyotard tiene razón; la in­
tensidad libidinal, la carga de deseo y de capitulación de la muerte está
siempre presente en el explotado 18, pero no lo está en el ritmo propia­
mente simbólico de la réplica inmediata, por tanto, de una resolución
total. El goce del im-poder (a condición incluso de no ser un fantasma
que pretende restituir el triunfo del deseo al nivel del proletario) no
abolirá jamás el poder.
La propia modalidad de la respuesta por la muerte lenta del traba­
jo, deja al amo la posibilidad de devolver al esclavo de nuevo y cons­
tantemente, la vida en el trabajo, por el trabajo. La cuenta no queda
nunca saldada, corre siempre en provecho del poder, de esta dialéctica
del poder que especula con la separación de los polos de la muerte, de
los polos del intercambio. E l esclavo continúa prisionero de !a dialéc­
tica del amo, y su muerte, o su vida destilada. sirve a la reproducción
indefinida de la dominación.
Esto tanto más cuanto que el sistema se encarga de neutralizar esa

18. Esto sucede más bien en la fase de abyección física y de explotación sal­
vaje, de «prostitución» capitalista bajo la ley mercantil del valor. ¿Qué queda de
ello en nuestra fase de la ley estructural del valor?
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 55

réplica simbólica rescatándola mediante el salario. Si el explotado trata


de devolver su muerte al explotador en el trabajo, éste conjura esa res­
titución mediante el salario. Hay que volver a hacer aquí también una
radiografía simbólica. Contra todas las apariencias vividas (el capital
compra su fuerza de trabajo al trabajador y le tima el trabajo suplemen-
trio), es el capital el que da trabajo al trabajador (el trabajador, por su
parte, devuelve capital al capitalismo). Arbeitgeber en alemán: el em­
presario es «donador de trabajo»; Arbeitnehmer. el obrero es «tom a­
dor de trabajo». En materia de trabajo, es el capitalista el que da, el
que tiene la iniciativa del don, lo cual le asegura, como en todo orden
social, una preeminencia y un poder mucho más allá de lo económico.
El rechazo del trabajo, en su forma radical, es el rechazo de esta domi­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
nación simbólica, de esta humillación de la cosa concedida. El don y la
toma de trabajo funcionan directamente como código de la relación so­
cial dominante, como código de discriminación. Y el salario es la marca
de ese regalo envenenado, el signo que resume todo el código. Sanciona
ese don unilateral del trabajo, o bien, el salario rescata simbólicamente la
dominación que el capital ejerce a través del don del trabajo. E s al mismo
tiempo la posibilidad del capital de circunscribir la operación a una di­
mensión de contrato, de estabihzar el enfrentamiento en lo económico.
Además, el salario hace del asalariado un «tom ador de bienes», lo que
viene a redoblar su estatuto de «tomador de trabajo» y a reforzar su
déficit simbólico. Rechazar el trabajo, oponerse al salario, es por lo tan­
to, atacar al proceso del don, del rescate y de la compensación econó­
mica, es, por lo tanto, poner al desnudo el proceso simbólico funda-­
mental.
E l salario hoy ya no es arrancado. Se os da el salario también, no a
cambio del trabajo, sino para que lo gastéis, lo que es otro tipo de tra­
bajo. Y el tomador de salario se encuentra reproduciendo en el consu­
mo, en el uso de los objetos, exactamente la misma relación simbólica de
muerte lenta que él sufre en el trabajo. El usuario vive exactamente de
la misma muerte diferida del objeto (él no lo sacrifica, él lo «u sa» fun­
cionalmente) que la del trabajador en el capital. Y al igual que el sa­
lario rescata ese don unilateral del trabajo, el precio pagado por el ob­
jeto no es más que el rescate por parte del usuario de esa muerte di­
ferida del objeto. La prueba de ello es la regla simbólica que quiere
que lo que uno recibe sin pagar por ello (lotería, regalo, dinero ganado
en el juego) no esté destinado al uso sino gastado inútilmente.
T oda dominación debe ser rescatada. Antiguamente lo fue mediante
la muerte en sacrificio (la muerte ritual del rey o del líder) o también
mediante la inversión ritual (fiesta y otros ritos sociales: otra forma de
sacrificio). Hasta entonces, el poder se ejerce todavía abierta, directa­
mente. Este juego social de la reversión cesa con la dialéctica del amo
y el esclavo, en la que la reversibilidad del poder cede el puesto a una
dialéctica de la reproducción del poder. Sin embargo, el rescate del po-
56 JE A N BA U D RILLA R D

der d eb e ser siem p re sim u lad o . E s el d isp o sitiv o del c a p ita l, en el qu e


el rescate fo rm a l se hace a tra v é s d e la gig a n te sca m áq u in a d e l tra b a jo ,
d e l sa la rio y d e l co n su m o . L o eco n ó m ico e s la e sfe ra d e l re sc a te p o r e x ­
celen cia, a q u e lla d o n d e la d o m in a c ió n d e l c a p ita l lo g ra re sc a ta rse sin
v o lv e r a p o n e rse v e rd a d e ra m e n te en ju ego , sin o a l con trario: d e sv ia n d o
e l p ro ce so de re sca te hacia su p ro p ia re p ro d u cción in d efin ida. L a n ece­
sid ad de lo econ óm ico, y d e su ap arició n h istó rica, re sid e q u izá ahí: en
la u rgen cia, a n iv e l d e so cied ad es m u ch o m ás e x te n sa s y m ó v iles q u e
lo s g ru p o s p rim itiv o s, de un siste m a de re sc a te q u e sea a la v ez m en su ­
rable, co n tro la b le, ex te n sib le al infinito (lo q u e n o su ced e con lo s ri­
tu a le s), y q u e, so b re to d o , n o a ta q u e a l ejercicio y la h e ren cia d e l p o d e r;
produ cció n y co n su m o so n una so lu ció n o rig in a l y sin p reced e n te a e ste

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p ro b lem a. E l re sb a ló n d e lo sim b ó lico a lo econ óm ico p e rm ite , sim u lan d o
el rescate en e sta n ueva fo rm a , asegu rar la h egem on ía d efin itiva d e l p o ­
d e r p o lític o so b re la so cied ad .
L o ec on óm ico lo g ra ese m ila g ro d e d isfraz a r la v e rd a d e ra e stru c­
tu ra d e l p o d e r in v irtien d o los térm in o s de su defin ición. M ie n tra s qu e
el p o d e r es d e d a r u n ilateralm en te (la v id a en p articu la r, co m o se v eía
an te rio rm e n te ), se ha lograd o im p o n e r la ev id en cia in v e rsa: el p od er se­
ría de tom ar y d e a p ro p ia rse u n ilate ralm en te. A l a b rig o de este e sca m o ­
te o ge n ial, la v e rd a d e ra do m in ació n sim b ó lica p u e d e co n tin u ar lo g rá n d o
se, p u esto que to d o s lo s e sfu e rzo s d e lo s d o m in ad o s v an a p rec ip ita rse
en la tram p a d e re cu p e rar d e l p o d e r lo q u e les h a q u ita d o , o sea, d e « t o ­
m ar el p o d e r » m ism o , lan zán d o se a sí cieg am en te en la d irección d e su
d o m in ación .
E n re a lid a d , tra b a jo , sa la rio , p o d e r, re volu ció n , to d o hay q u e leerlo
al revés:
— el tra b a jo n o es e x p lo tació n , es d a d o p o r el c a p ita l;
— el sa la rio n o es arran cad o , es dad o tam b ién ; no com pra u na fuerza
d e trabajo, rescata el p o d e r d el c a p ita l; 19
— la m u erte len ta d el tra b a jo n o es su frid a , es u na ten tativ a d e se s­
p erad a, un d e sa fío al d o n unilateral del tra b a jo p o r el ca p ita l;
— la única rép lica eficaz a l p o d e r es d e v o lv e rle lo q u e o s d a , y
e s to n o es p o sib le sim b ó licam en te m ás que p or la m u erte . t
P e ro el siste m a m ism o , co m o hem os v isto , d e stitu y e lo econ óm ico,
le qu ita su su sta n cia y su cred ib ilid ad , ¿ n o denu n cia en esta p ersp e ctiv a
su p ro p ia d o m in ación sim b ó lica ? N o , p o rq u e el siste m a hace re in ar en
to d as p arte s su e stra teg ia d e p o d e r, la del don sin con tra-don , q u e se con
fu n d e con la m u erte d iferid a . L a m ism a relació n so cial se instau ra en los
m edia y el co n su m o , d o n d e h e m o s v isto (R e q u ie m p o r lo s M e d ia ) q u e

19. Es particularmente claro cuando en el «impuesto negativo» el salario es


unilateralmente concedido, impuesto, sin contrapartida de trabajo. El salario sin
equivalencia: vemos lo que se fragua en este contrato transeconómico: la domina­
ción pura, la servidumbre pura mediante el don y la prima.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 57

n o h ay re stm e sta , contra-don p o sib le a la en trega u n ilate ra l d e m e n sajes.


S e h a p o d id o in te rp re ta r (p roy ecto d e l C E R F I so b re e l accid en te d e
a u to m ó v il) la h e cato m b e d e l a u to m ó v il co m o « e l p rec io q u e la co lecti­
v id a d p ag a a su s in stitu c io n e s . . . » , lo s d o n e s d e l E sta d o asien tan en la con ­
ta b ilid a d co lectiv a u na « d e u d a » . L a m u erte g ra tu ita n o es en ton ces m ás
q u e u n a te n tativ a d e b o r r a r e s e d é fic it. L a sa n g re en la s ca rre te ras es
una fo rm a d e se sp e ra d a d e co m p e n sar lo s d o n es en p av im e n to d e l E s ta d o .
E l accid en te se sitú a a sí en e se e sp a c io q u e in sta u ra la d e u d a sim b ó lica
hacia el E s ta d o . E s p ro b a b le q u e a m e d id a q u e esta deuda; au m en te,
se a ce n tú e m ás la te n d e n c ia al accid en te. T o d a s la s e stra te g ia s «r a c io n a le s»
p a r a a ta ja r e ste fen ó m e n o (p rev en ció n , lim itació n d e v e lo cid a d , organ iza­
ción d e au xilios, re p re sió n ) so n en re a lid a d irriso rio s. S im u lan la p o sib i­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lid a d d e in tegrar el accid en te en un siste m a racion al, y en e sto so n in ca­
paces d e cap tar el p ro b lem a en su raíz: la co m p rob ación d e u na d e u d a
sim b ó lica q u e fu n d a , le g itim a y re fu e rz a la depen d en cia d e la co le ctiv id ad
re sp ecto a l E s ta d o . P o r e l co n tra rio , e sta s e stra te g ia s « r a c io n a le s » . acen­
tú an el fen ó m en o . Para c o n tra rre sta r los efectos d e los accid en tes, p ro ­
ponen la in stau ració n d e otros d isp o sitiv o s, d e o tra s in stitu cio n e s e sta ta ­
les, d e « d o n e s» su p le m e n ta rio s, q u e so n o tro s tan tos m e d io s d e agrav ar la
d e u d a sim b ó lica.
A sí, en to d as p artes la lucha en fren ta a u na so 'tiedad y una in stitu ­
ción p o lític a (cf. P ie rre C la str c s: la S o c ie d a d co n tra e l E s ta d o ) q u e se
alza so b r e ella con to d o el p o d e r q u e saca d e lo s d o n es co n q u e la
ab ru m a , d e la su p erv iv e n cia en q u e la m a n tie n e , d e la m u e rte q u e l e re­
tira (p a ra alm acen arla y d e stin a rla d esp u és a sus p ro p io s fin e s). N a d ie acep ­
ta ja m á s en e l fo n d o esta gratificació n , se d evu elve co m o se p u e d e 20, p ero
e l p o d e r d a siem p re m á s, p ara esclav izar m e jo r, y la so cied ad o lo s in­
d iv id u o s p ueden llegar h a sta la p ro p ia d e stru cció n p ara p o n e rle fin . E s
la única arm a a b so lu ta , y su sim p le am enaza co le ctiv a p u e d e h acer que
e l p o d e r se d e rru m b e . Sólo an te este « c h a n ta je » sim bólico (b a rric a d a s del
6 8 , tom a d e reh en es) e l p o d e r se d iso cia : p u e sto que él vive d e m i m u er­
te len ta, le en fren to m i m u erte vio len ta. Y es p o rq u e v iv im o s una m u erte
len ta q u e so ñ am o s con u n a m u erte vio len ta. E l su eñ o m ism o le re su lta
in so p o rta b le a l p o d e r.

20. Eso es el intercambio simbólico. Contra toda la ideología del don, ideólo-
gía humanista, libertaria o cristiana, es necesario subrayar: el don es la fuente y
la esencia misma del poder. Sólo el contra-don suprime el poder; reversibilidad del
intercambio simbólico.
II. E L O R D E N D E L O S S IM U L A C R O S

LOS TRES ORDENES DE SIMULACROS

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
T r e s ó r d e n e s de sim u la cro s, p arale lam en te a la s m u tacio n e s d e la ley
d e l v a lo r, se han su ced id o d esd e el R e n acim ie n to :
— L a fa lsifica c ió n e s e l esq u em a d o m in an te d e la ép o ca « c lá s ic a » ,
d e l R e n acim ie n to a la rev o lu ció n in d u stria l.
— L a p rod u cció n e s el esq u em a d o m in an te d e la era in d u stria l.
— L a sim u la ció n es el esq u em a dom inan te de la fa se actu al regid a
p o r el có digo.
E l sim u lacro de p rim er o rd e n ju ega con la ley n atu ral d el v a lo r, el d el
se g u n d o ord en con la ley m ercan til del v alo r, el de tercer o rd e n con la ley
e stru c tu ra l d el v alor.

EL ANGEL DE ESTUCO

L a fa lsifica c ió n (y la m o d a al m ism o tie m p o ) n ace con el R e n acim ie n ­


to , con la d e se stru ctu ració n del orden feu d a l p o r el ord en b u rgu és y el
su rg im ie n to d e u n a co m p e ten cia ab ie rta a n iv e l d e lo s sig n o s d istin tiv o s.
N o hay m o d a en u n a so cied ad d e c a sta s o de ra n g o s, p u e sto q u e la a sig ­
n ación e s to tal y la m o v ilid a d d e clases n u la. U n v e to p ro te g e a lo s sig ­
n os y le s a se gu ra una c la rid a d to ta l: cada u n o rem ite sin eq u ívoco a un
e sta tu to . N o hay fa lsifica c ió n p o sib le en el cerem on ial (sin o com o m agia,
n eg ra y sacrile gio , y e s p o r esto q u e la m ezcla d e sig n o s e s ca stig a d a :
co m o g ra v e infracció n al ord en m ism o d e la s c o sa s). S i n o s p o n e m o s a
so ñ a r to d av ía — hoy so b re to d o — con u n m u n d o d e sig n o s se g u ro s, co n
un «o rd e n sim b ó lic o » firm e , n o n o s h a g a m o s ilu sio n e s: e se ord en ex is­
tió , y fu e el d e una je ra rq u ía fe ro z , p o rq u e la tra n sp a ren cia y la cru e ld ad
d e lo s sig n o s co rren p a r e ja s. E n la s so cied ad es d e c a sta s, fe u d a le s o arcai­
cas, so c ie d a d e s crueles, lo s sig n o s son. en n ú m e ro lim ita d o , d e d ifu sió n re s­
trin g id a , c a d a u n o tien e su p le n o v a lo r d e p ro h ib ició n , ca d a u n o e s u n a
ob ligació n recíp roca en tre c a sta s, c la n e s o p e rso n a s: n o so n , p o r ta n to ,
60 JE A N BA U D RILLA R D

arbitrarios. Lo arbitrario del signo comienza cuando, en lugar de ligar


a dos personas por una reciprocidad infranqueable, pasa (significante) a
remitir a un universo desencantado del significado, denominador común
del mundo real, hacia el cual ya nadie está obligado.
Fin del signo obligado, reino del signo emancipado, con el cual van
a poder jugar todas las clases indiferentemente. La democracia concurren­
te sucede a la endogamia de los signos propia de los órdenes estatutarios.
A l mismo tiempo, con el tránsito de valores/signos de prestigio de una
clase a otra, entramos necesariamente en la falsificación. Porque de un
orden limitado de signos, en el que una prohibición condena la produc­
ción «libre», se pasa a la proliferación de los signos de acuerdo con la
demanda. Pero el signo multiplicado ya nada tiene que ver con el signo

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
obligado de difusión restringida: es su falsificación, no por desnaturali­
zación de un «original», sino por extensión de un material cuya claridad
se debía a la restricción que lo marcaba. No discriminante (ya no es sino
competitivo), aligerado de toda coacción, disponible universalmente, el
signo moderno simula aún, sin embargo, la necesidad aparentando ■ estar
ligado al mundo. E l signo moderno sueña con el signo anterior y quisiera,
con su referencia a lo real, recuperar una obligación: no recupera sino una
razón, esa razón referencial, ese real, ese «natural» del cual va a vivir.
Pero este vínculo de designación no es más que simulacro de obligación
simbólica: no produce más que valores neutros, los que se intercambian
en un mundo objetivo. E l signo sufre aquí el mismo destino que el trabajo.
E l trabajador «lib re» no es libre más que de producir las equivalencias;
el signo «libre y emancipado» no es libre más que de producir significados
equivalentes.
Es por lo tanto en el simulacro de una «naturaleza» como el signo
moderno halla su valor. Problemática de lo «natural», metafísica de la
realidad y de la apariencia: ésta será la de toda la burguesía a partir del
Renacimiento, espejo del signo burgués, espejo del signo clásico. Todavía
hoy persiste la nostalgia de una referencia natural del signo, a pesar de
varias revoluciones encaminadas a romper esta configuración, entre ellas
la de la producción, donde los signos dejan de referirse a una naturaleza
para hacerlo solamente a la ley del cambio, y pasan a la jurisdicción de
la ley mercantil del valor. Simulacros de segundo orden, a los que vol­
veremos a referirnos.
E s pues en el Renacimiento cuando lo falso nace con lo natural. Esto
va desde el chaleco delantero falso hasta los miembros artificiales, hasta
los interiores de estuco y los grandes montajes teatrales barrocos. Por­
que toda esa era clásica es por excelencia la del teatro. E l teatro es una
forma que se apodera de toda la vida social y de toda la arquitectura a
partir del ■ Renacimiento. E s ahí, en las proezas del estuco y del arte
barroco, donde se descifra la metafísica de la falsificación, y las nuevas
ambiciones del hombre renacentista, que son las de una demiurgia mun­
dana, de una transubstanciación de toda naturaleza en una substancia
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 61

única, teatral como la socialidad unificada bajo el signo de los valores


burgueses, más allá de las diferencias de sangre, de rango o de casta.
E l estuco es la democracia triunfal de todos los signos artificiales, la
apoteosis del teatro y la m oda, que traduce la posibilidad para la nueva
clase de hacer todo, desde el momento en que pudo romper la exclusividad
de los signos. E s la vía abierta a combinaciones inauditas, a todos los
juegos, a todas las falsificaciones; la mira prometeca de la burguesía,
habiéndose sumido primeramente en la imitación de la naturaleza, antes
de lanzarse a la producción. En ias iglesias y los palacios, el estuco adopta
todas las formas, imita todas las materias (las cortinas de terciopelo, las
cornisas de madera, las redondeces carnales de los cuerpos). E l estuco
exorciza la inverosímil confusión de materias en una sola sustancia nueva,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
especie de equivalente general áe todas las otras, y propicia a todo pres­
tigio teatral puesto que es sustancia representativa, espejo de todas las
demás.
Pero los simulacros no son sólo juegos de signos; implican relaciones
sociales y un poder social. E l estuco puede aparecer como la exaltación
de una ciencia y de una tecnología en expansión, pero sobre todo, está
ligado al barroco y éste a la empresa de la Contrareforma y de la hege­
monía del mundo político y mental que trataron de instaurar, por pri­
mera vez, una concepción moderna del poder, los jesuitas.
H ay una estrecha relación entre la obediencia mental de los jesuitas
(perinde ac cadaver) y la ambkión demiúrgica de exorcizar la sustancia
natural de las cosas para sustituirla por una sustancia de síntesis: Al
igual que el hombre sometido a la organización, las cosas adquieren la
funcionalidad ideal del cadáver. Toda la tecnología, toda la tecnocracia
están ya ahí: presunción de una falsificación ideal del mundo, que se
expresa en la invención de una sustancia universal, y de una combinatoria
universal de sustancias. Reunificar el mundo desunido (después de la
Reforma) en una doctrina homogénea, universalizar el mundo bajo
una sola palabra (de la Nueva-España al Japón: las Misiones), constituir una
élite política de Estado, con una misma estrategia centralizada; tales
son los objetivos de los jesuitas. Para ello es necesario crear simulacros
eficaces: el aparato de la organización es uno de ellos, pero también el
de la pompa y el teatro (es el gran teatro de los cardenales y de las emi­
nencias grises), y también el de la formación y la educación que tiende,
por primera vez de manera sistemática, a remodelar una naturaleza ideal
del niño. La mantelería arquitectónica del estuco y del barroco es un gran
aparato del mismo orden. T odo ello precede a la racionalidad productivista
del capital, pero todo ello atestigua ya, no en la producción, sino en la
falsificación, el mismo proyecto de control y de hegemonía universales,
un esquema social donde ya interviene a fondo la coherencia interna de un
sistema.
Antiguamente vivía en las Ardenas un viejo cocinero a quien la edi­
ficación de piezas ensambladas y la ciencia de la plástica pastelera le
62 JE A N BA U D RILLA R D

habían insuflado el orgullo de retomar el mundo allí donde Dios lo d e jó ...,


en su estadio natural, para eliminar de él la espontaneidad orgánica y
sustituirla por una materia única y polimorfa, el hormigón armado: mue­
bles de hormigón, sillas, cajones, máquina de coser de hormigón, y fuera,
en el patio, una orquesta entera, incluidos violines, de hormigón, árboles
de hormigón trasplantados con hojas de verdad, un jabalí de hormigón
pero con un verdadero cráneo de jabalí en el interior, corderos de hor­
migón cubiertos con lana auténtica. En fin, Camilo Renault había redes­
cubierto la sustancia original, la pasta de la que Jos diversos objetos sólo
se diferencian por los matices «realistas»: el cráneo del jabalí, las hojas
de los árboles; pero desde luego, eso no era sino una concesión del

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
demiurgo a los visitantes... porque este buen dios de 80 años hacía visitar
su creación con una sonrisa encantadora. E l no peleaba con la creación
divina, simplemente la rehacía para volverla más inteligible. Nada de re­
belión luciferina, de deseo de parodia o de preferencia retrógrada por un
arte «ingenuo». El cocinero de Jas Ardenas simplemente reinaba sobre
una sustancia mental unificada (porque el hormigón es una sustancia men­
tal que permite, como el concepto, ordenar los fenómenos y cortarlos en
pedazos, según el gusto). Su proyecto no estaba lejos del de los construc­
tores de estuco del arte barroco, ni difería mucho del proyecto de una
comunidad urbana en los grandes conjuntos actuales. La imitación no
trabaja aún más que con la sustancia y la forma, todavía no con las rela­
ciones y las estructuras, pero ya aspira a ese nivel, a! control de una so­
ciedad pacificada, moldeada con una sustancia de síntesis que escapa a la
muerte: un artefacto indestructible que garantizará la eternidad del po­
der. ¿N o es el milagro del hombre el haber inventado, con el plástico,
una materia no degradable, interrumpiendo así el ciclo que, por la pu­
trefacción y la muerte, reintegraba una en otra todas las sustancias del
mundo? Una sustancia fuera de ciclo, de la cual incluso el fuego deja
un residuo indestructible (hay algo de inaudito en ello), simulacro en el
que se condensa la ambición de una semiótica universal. Esto ya nada
tiene que ver con un «progreso» de la tecnología o un designio racional
de la ciencia. E s un proyecto de hegemonía política y mental, el fantas­
ma de una sustancia mental cerrada; como esos ángeles barrocos de estuco
cuyas extremidades se unían en un espejo curvo.

EL AUTOMATA Y EL ROBOT

Un mundo separa a estos dos seres artificiales. El uno es !a falsifi­


cación teatral, mecánica y relojera del hombre, la técnica está allí entera­
mente sometida a la analogía v al efecto de simulacro. E l otro está do­
minado por el principio técnico, es un logro de la máquina, y con la
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 63

máquina es la equivalencia lo que se instala. E l autómata interpreta al c o r­


tesano y al hombre de sociedad, participa en eí juego teatral y social an­
terior a la Revolución. El robot, como su nombre lo indica, trabaja:
se acabó el teatro, comienza la mecánica humana. E l autómata es el
analogon del hombre y sigue siendo su interlocutor (¡juega al ajedrez con
él!). La máquina es el equivalente del hombre y se lo anexa como equi­
valente en la unidad de un proceso operacional. E s toda la diferencia entre
un simulacro de primer orden y un simulacro de segundo orden.
N o hay que dejarse engañar, por lo tanto, por la semejanza «figura­
tiva». E l autómata es una interrogación sobre la naturaleza, sobre el mis­
terio o no misterio del alma, sobre el dilema de las apariencias y el ser;

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
es como D ios: ¿qué hay allí debajo, qué hay allí dentro, qué hay allí
detrás? Sólo la falsificación del hombre permite plantear estos problemas.
Toda la metafísica del hombre como protagonista del teatro natural de
la creación se encarna en el autómata antes de desaparecer con la Revo­
lución. Y el autómata no tiene otro destino que el de ser comparado cons­
tantemente con el hombre vivo, con el designio de ser más natural que
él, y del cual es la figura ideal. Doble perfecto del hombre hasta en la
flexibilidad de sus gestos, hasta en el funcionamiento de sus órganos y
de su inteligencia (hasta rozar la angustia que sentiría al percibir que no
hay ninguna diferencia y que, por ío tanto, se acabó eso del alma en pro­
vecho de un cuerpo idealmente naturalizado). Sacrilegio. Esta diferen­
cia, por tanto, se mantiene siempre, como en el caso de ese autómata,
tan perfecto, que el ilusionista mimaba en escena su movimiento en sacu­
didas a fin de que al menos, si los roles se invertían, la confusión fuese
imposible. Así, la interrogación del autómata continúa abierta, lo que
hace de él una mecánica optimista, incluso si la falsificación implica siem­
pre una connotación diabólica .1
N ada de esto sucede con el robot. E l robot ya no interroga las apa­

l. Falsificación y reproducción IDlplican siempre una angustia, una inquietan­


te extrañeza: la inquietud ante la fotografía, asociada a un truco de brujería, y más
generalmente ante todo aparejo técnico, que es siempre aparejo de reproducción,
es comparada por Benjamín con la inquietud ligada a la aparición de la imagen en
el espejo. En esto ya hay brujería, pero mucha más cuando esa imagen puede ser
separada del espejo y volverse transportable, almacenable y reproducible a volun­
tad (cf. El Estudiante de Praga, donde el diablo separa del espejo la imagen del
estudiante y luego lo acosa mortalmente por intermedio de esa imagen). Toda re­
producción implica pues un maleficio, desde el hecho de quedar seducido por su
propia imagen en el agua, como Narciso, hasta la obsesión del doble, y quién sabe
si hasta la vuelta mortal de ese vasto aparejo técnico segregado actualmente por
el hombre como su propia imagen (el espejismo narcisista de la técnica, McLuhan)
y que le es remitida después rota y distorsionada; reproducción sin fin de sí mis­
mo y de su poder hasta los confines del mundo. La reproducción es diabólica en su
esencia, hace vacilar algo fundamental. Eso no ha cambiado mucho para nosotros:
la simulación (que describimos aquí como la operación del código) es aún y siem­
pre el lugar de una gigantesca empresa de manipulación, de control y de muerte, así
como el objeto simulacro (la estatuilla primitiva o la imagen o la foto) tuvo siempre
primeramente por objetivo una operación de magia negra.
64 JE A N BA U D RILLA R D

riendas, su sola verdad es su eficacia mecánica. Ya no está orientado hacia


la semejanza del hombre, a quien por lo demás, no se compara ya. L a
ínfima diferencia metafísica que constituía el misterio y el encanto del
autómata ya no existe: el robot ia ha absorbido en su provecho. E l ser y
la apariencia se han fundido en una sola sustancia de producción y de
trabajo. E l simulacro de prim er orden no suprime jamás la diferencia: su­
pone la porfía siempre sensible del simulacro y lo real (juego particular­
mente sutil en la pintura en trompe-l’oeil, pero el arte todo vive de esta
diferencia). E l simulacro de segundo orden simplifica el problema por absor­
ción de las apariencias, o por liquidación de lo real, como se quiera. Erige,
en todo caso, una realidad sin imagen, sin eco, sin espejo, sin apariencia:
tal es el trabajo, tal es la máquina, tal es todo el sistema de producción

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
industrial, como opuesto radicalmente al principio de la ilusión teatral.
N o más semejanza o desemejanza, de Dios o del hombre, sino una lógica
inmanente del principio operacional.
A partir de ahí, los robots y las máquinas pueden proliferar, es in­
cluso su ley; lo que los autómatas no hicieron jamás, por ser mecánicas
sublimes y singulares. Los hombres mismos no empezaron a proliferar
sino cuando adquirieron el estatuto de máquinas con la revolución indus­
trial: liberados de toda semejanza, liberados incluso de su doble, aumen­
tan como el sistema de producción, del cual son el equivalente en mi­
niatura. La revancha del simulacro, que alimenta el mito del aprendiz de
brujo, no tiene lugar con el autómata. En cambio, es la ley del segundo or­
den: la hegemonía es siempre del robot, de la máquina, del trabajo muerto
sobre el trabajo vivo. Esta hegemonía es necesaria al ciclo de la pro­
ducción y de la reproducción. Con este vuelco salimos de la falsificación
para entrar en la (re)producción. Salimos de la ley natural y de sus juegos
de formas para entrar en la ley mercantil del valor y sus cálculos de
fuerzas.

EL SIMULACRO INDUSTRIAL

Una nueva generación de signos y de objetos surge con la revolución


industrial. Signos sin tradición de casta, que no habrán conocido jamás
las restricciones de estatuto, y que, por lo tanto, no tendrán que ser fal­
sificados, puesto que serán producidos de una vez a escala gigantesca. El
problema de su singularidad y de su origen ya no se plantea: la técnica
es su origen, sólo tienen sentido en la dimensión del simulacro industrial.
E s decir, la serie. E s decir, ia posibilidad misma de dos o de n obje­
tos idénticos. La relación entre ellos ya no es la de un original con su
falsificación, ni analogía ni reflejo, sino la equivalencia, la indiferencia.
En la serie, los objetos se vuelven simulacros indefinidos los unos de los
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 65

o tro s y , c o n lo s o b je to s, l o s h o m b re s q u e l o s p ro d u ce n . S ó lo la extin ció n


d e la referen cia o rig in a l p e rm ite la ley ge n e ralizad a d e la eq u iv a len cia s,
es d e cir, la posibilidad misma de la producción.
T o d o el an á lisis d e la p ro d u cc ió n o scila se g ú n q u e n o se v e a en
ella u n p ro c e so o r ig in a l, in c lu so el q u e está en el origen d e to d o s lo s
d e m á s, sin o a la in v e rsa, u n p ro c e so de re ab so rció n de to d o se r origin al
y d e in tro d u cció n d e u na serie de se re s id é n tico s. H a s t a a q u í se h a c o n ­
sid e ra d o la p ro d u cció n y el tra b a jo co m o p o te n cial, co m o fu e rz a , com o
p ro c e so h istó ric o , co m o a ctiv id a d gen érica: m ito en ergético-econ óm ico
p ro p io de la m o d ern id ad . H a y q u e p re g u n ta rse si la p ro d u cc ió n n o in te r­
v ien e, en el orden de los signos , c o m o u n a fa se particular ; si n o e s en el

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
fo n d o m á s q u e u n ep iso d io en la p ro g e n ie d e lo s sim u la cro s: p recisam en te
el d e p ro d u cir, gracias a la técnica, se re s (o b je to s /s ig n o s ) p o ten cialm en ­
te id é n tico s en se ries in d e fin id a s.
L a s fa b u lo sa s en ergías q u e e stá n en ju e g o en la técnica, en la in d u s­
tria y la econ om ía, n o d e b e n o c u lta rn o s q u e n o se tra ta en el fo n d o sin o
de lo g ra r e sa re p ro d u ctib ilid a d in d e fin id a q u e es cierta m en te u n d e sa fío
al ord en « n a t u r a l» , p ero fin a lm en te, un sim u la cro « d e se g u n d o o rd e n »
y u n a so lu ción im a g in a ria , b a sta n te p o b re , al do m in io d e l m u n d o. C o n
re sp e c to a la era d e la fa lsific a c ió n , del d o b le , d e l e sp e jo , del te a tro , del
ju e g o d e m á sca ra s y de ap arie n cias, la era serial y técnica d e la re p ro d u c­
ción es, en su m a, u na era de m en o r en v e rgad u ra (la q u e sigu e, la e ra de
lo s m o d elo s d e sim u la ció n , la d e lo s sim u la cro s d e tercer orden , tiene una
dim én sió n m u ch o m ás c o n sid e ra b le ).
E s W a lte r B e n jam ín q u ien , en L ’OEuvre d’art a Vere de sa reproduc-
tibilité technique, h a e x tra íd o , el p rim e ro , las im p licacio n es esen ciales d e
este p rin cip io d e re p ro d u cció n . D e m u e stra q u e la rep ro d u cció n a b so rb e el
p ro ce so d e p ro d u cc ió n , cam b ia su s fin a lid a d e s, a lte ra el e sta tu to d e l p r o ­
d u cto y d el p ro d u c to r. L o d e m u e stra en el terren o d e l a rte , cin e y fo t o ­
g ra fía , p o rq u e es a llí d o n d e se ab re n , en el sig lo x x , n u e v o s te rrito rio s, sin
trad ición de p ro d u c tiv id a d « c lá s ic a » , co lo ca d o s d e u n a v e z b a jo el sign o
de la re p ro d u cció n . P e ro sa b e m o s q u e h o y to d a la p ro d u cció n m aterial
en tra en e sta e sfe ra . S a b e m o s q u e h oy es al n iv e l d e la rep ro d u cció n
— m o d a, m edia, p u b lic id a d , re d de in fo rm acio n e s y d e co m u n icacion es—
al n ivel d e lo q u e M a rx llam a b a n egligen tem en te, lo s g a sto s m en u d o s del
cap ital (p o d e m o s m e d ir la iron ía d e la h isto ria ), es d e cir, en la esfera
de lo s sim u la cro s y d e l c ó d ig o do n d e se an u da la u n id ad d e l p ro ce so
general d e l cap ital. B e n jam ín , el p rim ero (y m ás ta rd e M c L u h a n ), to m ó
la técnica no co m o « f u e r z a p ro d u c tiv a » (ah í d o n d e se re c lu y e el a n á lisis
m a rx ista ) sin o co m o m é d iu m , co m o fo rm a y p rin c ip io de to d a u n a n u e v a
gen eración d el se n tid o . E l so lo hecho de q u e c u a lq u ie r co sa p u e d a ser
sim p lem e n te re p ro d u c id a , ta l cu a l, e n u n e je m p la r d o b le , es y a u n a re ­
v o lu ció n : b a sta p e n sa r en la e stu p e fa c c ió n d e lo s n eg ro s al v e r p o r p r i­
m era vez d o s lib ro s id é n tico s. Q u e eso s d o s p ro d u c to s de la técn ica sean
equivwlentes b a jo el sign o d el tra b a jo so cial n ecesario, es m en o s esen cial
66 JE A N BA U D R ILLA R D

a largo plazo que la repetición serial del mismo objeto (que es también
la de los individuos como fuerza de trabajo. La técnica como médium
le gana no solamente al «m ensaje» del producto (su valor de uso) sino
también a la fuerza de trabajo, de la cuál M arx pretende hacer el men­
saje revolucionario de la producción. Benjamín y McLuhan vieron más
claro que M arx: vieron que el verdadero mensaje, el verdadero ultimátum
estaba en la reproducción misma. Y que la producción no tiene sentido:
su finalidad social se pierde en la serialidad. Los simulacros le ganan a
la historia.
Por lo demás, este estadio de la reproducción serial (el del mecanismo
industrial, de la cadena, de la reproducción ampliada, etc.) es efímero.
Desde que el trabajo muerto triunfa sobre el trabajo vivo, es d ed r, desde

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
el fin de la acumulación primitiva, la producción serial da paso a la
generación por modelos. Y aquí se trata de un vuelco de origen y de
finalidad, porque todas las formas cambian a partir del momento en que
no son ya mecánicamente reproducidas sino concebidas a partir de su
propia reproductibilidad, difracción a partir de un núcleo generador lla­
mado modelo. Aquí estamos en los simulacros de tercer orden. Ya no hay
falsificación de original como en el primer orden, pero tampoco serie pura
como en el segundo: hay los modelos de donde proceden todas las formas
según las modulaciones de diferencias. Sólo la afiliación al modelo da sen­
tido, y nada procede ya según su fin, sino que procede del modelo, «sig­
nificante de referencia» que es como una finalidad anterior, y la única
verosimilitud. Estam os en la simulación en el sentido moderno del tér­
mino, de la cual la industrialización no es más que la forma -primaria.
Finalmente, no es la reproductibilidad serial lo que es fundamental, sino
la modulación, no las equivalencias cuantitativas, sino las oposiciones dis­
tintivas, no ya la ley de las equivalencias sino la conmutación de los tér­
minos; no ya la ley mercantil, sino la ley estructural del valor. Y no
solamente no hay que buscar en la técnica o la economía los secretos del
código, es a la inversa, la posibilidad de la producción industrial la que
que buscar en la génesis del código y de los simulacros. Cada orden
se somete al orden precedente. Como el orden de la falsificación ha sido
tomado por el de la producción serial (véase cómo el arte ha pasado en­
teramente a la «m aquinalidad»), así todo el orden de la producción está
cayendo en la simulación operacional.
Los análisis de Benjamín y los de McLuhan, se sitúan en estos con­
fines de la reproducción y de la simulación. En el punto en que la razón
referencial desaparece, y en el que la producción es presa del vértigo. En
esto ellos significan un progreso decisivo respecto a los análisis de Veblen
y de Goblot: éstos, al describir por ejemplo los signos de moda, continúan
refiriéndose a la configuración clásica; los signos constituyen un material
distintivo, tienen una finalidad y un uso de prestigio, de estatuto, de
diferenciación social. Despliegan una estrategia contemporánea de aquella
de la ganancia y la mercancía en M arx, en un momento en que todavía
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 67

se p o d ía h a b la r d e u n v a lo r d e u so d e l sig n o o d e la fu e rz a d e trab ajo , en


q u e sim p lem en te to d av ía se p o d ia h a b la r d e eco n o m ía, p o rq u e aú n e x istía
u n a R azó n d e l sig n o y u n a R azó n d e la p ro d u cció n .

LA METAFISICA DEL CODIGO

« L e ib n iz , ese e s p ír itu m a te m á tic o , v e ía


en la elegan cia m ístic a d el siste m a b in a ­
rio , q u e n o cu en ta m á s q u e el c e ro y el

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
u n o , la im a g en m ism a d e la creación . L a
u n id a d d e l S er su p re m o , o p e ra n d o p o r fu n ­
ción b in a ria en la nada h a b ría b a sta d o ,
se g ú n él, p a r a sa c a r d e e lla a lo d o s lo s
se r e s.»
(M acL u h an )

L o s gra n d e s sim u la cro s c o n stru id o s p o r el h o m b re p asa n d e u n u n i­


v e rso d e ley e s n atu rales a un u n iv erso de fu e rz a s y d e ten sio n es de fu e rz a s,
hoy a u n u n iv erso d e e stru c tu ra s y d e o p o sicio n es b in arias. D e sp u é s de
la m e ta físic a d el ser y d e las a p a rie n cia s, d e sp u é s d e la de la en ergía y
de la d e term in ació n ; la d el in d eterm in ism o y del có d ig o . C o n tro l c ib e r­
n ético, gen eración p o r m o d e lo s, m o d u lació n d iferen cial, feed-b ack , pre-
g u n ta /r e s p u e s ta , e tc .: tal e s la n u eva co n figu ració n o p eracio n al (lo s si­
m u lacro s in d u stria le s no so n m á s q u e o p e ra to rio s). L a d ig ita lid a d e s su
p rin cip io m e tafísico (el D io s de L e ib n iz ), y el A .D .N . e s su p ro fe ta . E s
efe ctiv am en te en el có d igo gen ético d o n d e la « g é n e sis d e lo s sim u la c ro s»
e n cu en tra hoy su fo rm a co n su m ad a. E n el lím ite d e u n a exterm in ació n
siem p re en a u m en to de las re fere n c ias y d e la s fin a lid a d e s, de una p é rd id a
de las sem ejan zas y de las d e sig n a cio n e s, en co n tram o s el sign o d ig ita l y
p ro gram ático , cuyo « v a lo r » e s p u ram en te táctico , en la in tersección de
otras se ñ a les (c o rp ú scu lo s d e in fo r m a c ió n /te s t), y cu ya etru ctu ra e s la
de u n có d ig o m icro m o lecu lar de m an d o y d e co n tro l.
A este n iv e l, la cu estió n de lo s sig n o s, de su m isión ra cio n a l, d e su
re a l y su im a g in a rio , d e su rech azo , de su d e s v ío , d e la ilu sió n q u e trazan ,
d e lo q u e ca lla n o d e su s sig n ificacio n es p a ra le la s; to d o e so q u e d a b o r r a ­
d o . H a b ía m o s v isto ya lo s sig n o s d e p rim e r o rd en , sig n o s c o m p le jo s y rico s
en ilu sión , tra n sfo rm arse , con la s m á q u in a s, en sig n o s b u rd o s, o p a c o s, in­
d u stria le s, re p e titiv o s, sin eco, o p e ra to rio s y efica ce s. ¡Q u é m u tación aún
m ás rad ic al con las señ ales del c ó d ig o , ile g ib le s, sin in terp retació n p o si­
b le , en terrad as co m o las m atrices p ro g ram áticas a años-luz en el fo n d o
del cu erp o « b io ló g ic o » ; c a ja s n egras d o n d e se fom en tan to d as las ó rd en es,
to d a s la s re sp u e sta s! S e acab ó e l te a tro d e la re p re se n tació n , e l esp acio
68 JE A N BA U D RILLA R D

d e los sig n o s, de su c o n flic to , d e su silen cio ; sólo la caja negra d e l có d ig o ,


la m o lécu la e m iso ra d e se ñ ales q u e nos irra d ia n , n os a tra v ie san con pre-
g u n ta s/r e sp u e sta s com o con rad iacio n es sig n a lítica s, n os so m eten a te st
in in te rru m p id am en te m e d ia n te n u e stro p ro p io p ro g ra m a in sc rito en la s
célu las. C élu la s carcelarias, célu las ele ctró n ic as, cé lu las d e l p a r tid o , cé lu las
m icro b io ló g ic a s: es siem p re la b ú sq u e d a d e m ín im o elem en to in d iv isib le ,
cuya sín te sis o rgán ica se h ará segú n lo s d a to s d e l có d ig o . P e ro e l có d ig o
m ism o no es m ás q u e u na célu la gen ética, ge n e ra d o ra , d o n d e m iría d a s de
in terseccio n es p ro d u ce n to d a s la s p re g u n ta s y la s so lu cio n es p o sib le s, a
co n d ición (¿ p a r a q u ié n ?) d e elegir. N in g u n a fin a lid a d p ara e s ta s « p r e g u n ­
ta s» (im p u lso s in fo rm á tico s y sig n a lítico s) m á s q u e la re sp u e sta , ge n é ti­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cam en te in m u tab le, o d e sv ia d a p o r diferen cias ín fim as y a le a to ria s. E sp a c io
ni siq u iera y a lin eal o u n id im e n sio n al: e sp a c io celu lar d e gen eración in d e­
fin id a de las m ism a s se ñ ales, q u e so n c o m o los tics d e un p re so loco de
so ledad y d e rep etició n . T a l es el có digo ge n é tico : u n disco ray ado , in m u ­
table, d e l cu al no so m o s m ás qu e la s cé lu las d e lectu ra. T o d o le ven d rá
del sign o , la sig n ifica ció n m ism a está resu elta ju n to con la d eterm in ación :
to d o está resu elto en la in scrip c ió n y la in terp re tació n d e l có d igo .
T a l es el sim u lacro de tercer o rd en , el n u estro, tal es la «e le g a n c ia m ís­
tica d el sistem a b in a rio , d e l cero y el u n o » , d el cu al p ro ced en to d o s lo s
seres, tal es el e sta tu to d el sip.no q u e e s ta m b ié n el fin d e la sig n ifica ­
ción : el A .D .N . o la sim u lación o p eracio n al.
T o d o e s to e stá p erfe cta m en te re su m id o p o r S eb e o k (« G e n é tic a y S e ­
m ió tic a » , en V e r su s):
« In n u m e ra b le s o b serv ac io n e s co n firm an la h ip ó te sis d e q u e el m u n d o
o rgán ico in tern o d escien d e en lín ea recta de las fo rm a s p rim o rd ia les de
vid.a. E l hecho m ás n o tab le es la om n ipresen cia d e la m o lécu la A .D .N . E l
m aterial gen ético d e to d o s lo s organ ism o s co n o cid o s en la tierra está co m ­
p u esto en gran p arte p o r lo s ácid o s n u cleicos A .D .N . y A .R .N ., q u e con ­
tienen en su estru c tu ra la in fo rm ació n , tra n sm itid a p o r re p ro d u cció n de
u na g e n e ració n a otra, y d o tad a ad e m ás d e la cap a cid a d d e au torep rod u -
cirse e im ita r. E n re su m en , el có d ig o gen ético es u n iv ersa l o c a s i. Su
desc;ifram iento fu e un d e sc u b rim ien to tra sc en d e n ta l, en la m edida en que
d e m o stró qu e « lo s dos len g u ajes d e los gran des p o lím e ro s, el len g u aje d e l
á c id o n ucleico y el d e la p ro te ín a , está n estrech am en te c o rre la cio n a d o s»
(C rick, 1 9 6 6 , C la r c k /N a r c k e r , 1 9 6 8 ). E l m atem ático so v ié tic o L ia p u n o v
d e m o stró en 1 9 6 3 q u e to d o s lo s siste m a s v iv o s tran sm iten p o r can ales p r e s ­
c rito s con p rec isió n , ■ u n a p eq u eñ a ca n tid ad d e en ergía o d e m a te ria q u e c o n ­
tie n e un gran vo lu m en d e in fo rm ació n , y q u e es re sp o n sa b le d e l co n tro l
u lte rio r d e u n a gran ca n tid a d de en erg ía y de m ateria. E n esta p e rsp e c tiv a,
n u m e ro so s fe n ó m e n o s tan to b io ló g ic o s co m o cu ltu ra les (sto c k a g e , fee d b a ck ,
can alización d e m e n sajes y o tro s) p ueden ser co n sid era d o s co m o a sp ec to s
d el tra ta m ie n to d e la in fo rm ació n . E n un ú ltim o a n á lisis, la in form ación
aparece en gran p a rte co m o rep etició n d e in fo rm ació n , o in clu so co m o o tro
tip o d e in fo rm ació n , u n a e sp e c ie de co n tro l q u e p arece se r una p ro p ie d a d
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 69

u n iv ersal d e la v id a terrestre, in d ep en d ien tem en te d e la fo rm a o d e la


su stan cia.
« H a c e cin co a ñ o s, llam é la aten ció n so b re la con vergen cia d e la g e n é ­
tica y la lin g ü ística ; d iscip lin a s a u tó n o m as, p ero p arale la s en el cam p o
m á s v a s to d e la cien cia d e la com u n icación (d el cu al fo rm a p a rte tam b ién
la zo o sem ió tíca ). L a term in o lo gía de la gen ética está llen a de ex p re sio n es
to m ad as d e la lin gü ística y d e la teo ría de la com un icación (Ja c o b so n , 1 9 6 8 ),
q u e ha su b ra y a d o tam bién , b ien la s sem ejanzas p rin cip a les, b ien la s d ife ­
ren cias im p o rtan tes d e estru c tu ra y de fu n cio n am ien to d e lo s có d ig o s g e ­
n ético y v e rb a l. .. H o y es e v id e n te q u e e l c ó d ig o gen ético d e b e se r co n ­
sid e ra d o co m o la m ás fu n d a m e n ta l d e to d a s la s re d e s se m ió ticas y, p o r
tan to , co m o el p ro to tip o d e to d o s los d e m á s sistem as d e se ñ alizació n q u e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
usan lo s an im a les, in c lu id o el h o m b re. D e sd e este p u n to d e v ista , la s
m o lé cu las, q u e so n siste m a s de q u a n ta y se co m p o rtan c o m o veh ícu lo s
esta b le s d e in fo rm ació n física, lo s siste m a s z o o sem ió tico s y lo s siste m a s
cu ltu ra le s, in clu id o el len g u aje, co n stitu y en una cad en a co n tin u a d e e s­
ta d io s, con n iv e le s en ergético s cad a v ez m ás c o m p le jo s, d e n tro d e l m arco
d e una ev o lu ció n u n iv e rsa l ú n ica. E s p o r lo ta n to p o sib le d e sc rib ir tan to
e l le n g u aje co m o lo s sistem as v iv ien tes d e sd e u n p u n to d e vista cib e r­
nético u n itario . P o r el m o m en to n o es m ás q u e una a n alo gía ú til, o u na
p r e v is ió n ... U n acercam ien to re cíp roco e n tre ge n é tica, com u n icación a n i­
m a l y lin g ü ística , p u e d e co n d u cir a u n co n ocim ien to c o m p le to <le la d i­
nám ica d e la se m io sis, y ta l co n ocim ien to p u e d e re su ltar, en u n ú ltim o
a n á lisis, se r n ad a m en o s q u e u n a d e fin ició n d e la v id a .»

A s í se d e lin ea e l m o d elo e stra té g ic o a ctu al, q u e e n to d as p a rte s r e ­


le v a a l g ra n m o d elo id e o ló g ico q u e fu e en su tie m p o la econ om ía po­
lítica.
L o v o lv ere m o s a en co n trar, b a jo e l sign o rig u ro so d e la « c ie n c ia » en
E l A z a r y l a N e ce sid a d , d e Ja c q u e s M o n o d . S e aca b ó la ev o lu ció n d ia ­
léctica, es el in d eterm in ism o d isco n tin u o d e l c ó d ig o gen ético lo q u e rig e
la v id a ; e l p rin cip io teleo n ó m ico : la fin a lid a d y a no e stá a l térm in o , n o
hay m á s té rm in o n i d e term in ació n , la fin a lid a d está ah í d e an tem an o ,
in scrita e n e l c ó d ig o . V e m o s q u e n ad a h a c a m b ia d o ; sim p lem e n te e l o r ­
d e n d e lo s fin es e s in ferio r a l ju e g o d e la s m o lé cu la s, y e l o r d e n d e lo s
sig n ific a d o s, al ju e g o d e lo s sig n ifican te s in fin ite sim a le s, re d u cid o s a su
co n m u tación alea to ria . T o d a s la s fin a lid a d e s trascen d e n tes re d u cid a s a u n
cu ad ro d e m an d o s. E s , sin e m b a rg o , siem p re e l re cu rso a una n atu ra lez a ,
a la in scrip ció n en u n a n atu ralez a « b io ló g ic a » : en re a lid a d , u n a n atu ra lez a
im agin aria co m o lo h a sid o siem p re, sa n tu a rio m e tafísic o n o ya d e l o rigen
y d e la s su sta n c ias, sin o esta vez d e l có d ig o . E s n ece sa rio q u e e l có d ig o
ten ga una b ase « o b je t iv a » . ¿ Q u é m e jo r p a ra ello q u e la m o lé cu la y la
g e n é tica ? D e esta trascen d en cia m o le cu lar, M o n o d e s e l te ó lo g o se v e ro ,
E d g a r M o rin , e l p a r tid a r io e x ta sia d o (A .D .N . = ¡A d o n a ü ). P e r o ta n to en
70 JE A N BA U D RILLA R D

el u n o c o m o en el o tro , el fa n ta sm a d e l c ó d ig o , q u e e q u iv a le a la reaM dad


d e l p o d e r, se co n fu n d e con el id ealism o d e l a m o lécu la.
V o lv e m o s a en co n tra r la ilu sió n d e liran te d e re u n ificar el m u n d o b a jo
u n so lo p rin c ip io ; el d e u n a su sta n cia h o m o gén ea en lo s je su íta s d e la
C o n tra -R e fo rm a , el d e l c ó d ig o g e n é tic o en lo s tec n ó c ratas d e la cien cia
b io ló g ic a (p e ro tam b ién lin g ü ística ), vo n L e ib n iz y su d iv id in ad b in a ria ,
c o m o p re c u rso r. P o r q u e el p ro g ra m a q u e se tie n e en m ira a q u í n o tie n e
n ad a d e g e n é tic o , e s u n p ro g ra m a so c ia l e h istó ric o . L o q u e e s hipo sta-
sia d o en la b io q u ím ica es el id e al d e un ord en so cial re g id o p o r u na e s ­
p ecie d e c ó d ig o ge n é tico , d e cálcu lo m acro m o lecu lar, d e P .P .B .S . (P lan -
n in g P ro g ra m m in g B u d g e tin g S y ste m ) q u e irra d ia al c u e rp o so cial con su s
circ u ito s o p erac io n ales. L a tecn o-cib ern ética e n cu en tra a q u í su « filo so fía

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n a tu r a l» , co m o d ice M o n o d . L a fascin ación d e lo b io ló g ic o , d e lo b io q u í­
m ico , h a esta d o siem p re p resen te d e sd e lo s in icios d e la cien cia. In te r­
ven ía en el organ icism o , esp en cerian o (b io so cio lo g ism o ) a n iv e l d e la s es­
tru ctu ras de se g u n d o y tercer orden (clasificació n d e Ja c o b en L a ló g ic a d e lo
V iv ie n te , actú a h oy con la b io q u ím ica m o d ern a, a nivel d e la s e stru c tu ra s
d e c u a rto o rd en ).
S im ilitu d e s y d e se m e jan z as c o d ific a d a s: e sta e s la im agen d e l in tercam ­
b io so cial cib ern e tizad o . N o q u e d a sin o añ ad ir u n « c o m p le jo estereoespe-
c ífic o » p ara rein y ectar u n p o c o d e com un icación in trace lu lar, q u e M o rin
v a a tra n sfig u ra r en E r o s m o lecu lar.
P rácticam en te e h istó ricam en te, e sto sig n ific a la su stitu c ió n d e l co n trol
so cial al fin (y la p ro v id e n c ia m ás o m en o s dialéctica q u e v e la p o r el cu m ­
p lim ie n to de este fin ), de un co n trol so cial m ediante la p re v isió n , la si­
m u lación, la an ticip ación p ro g ra m a d o ra , la m u tación in d eterm in ad a p e ro
re g id a p o r el có d ig o . E n lu g a r d e u n p ro c e so fin a liz a d o se g ú n su d e sa rr o ­
llo ideal, estam o s an te u n a gen eración p o r el m o delo . E n lu gar d e u na p r o ­
fecía, ten em o s d e re ch o a una «in sc rip c ió n » . N o hay d iferen cia rad ical
en tre las d o s. S ó lo cam b ian y, hay q u e co n fe sa rlo , se p erfe ccio n an fa n t á s ­
ticam en te, los e sq u e m as d e co n trol. D e u n a so cied ad c a p ita lista p rod u cti-
v ista a u n ord en n e o c ap ita lista cib ern ético , qu e a p u n ta esta vez al co n trol
a b so lu to : tal e s la m u tación a la qu e la teo rización b io ló g ic a del có d ig o
ap o rta su s arm as. E s t a m u tación n o tien e n ad a de «in d e te rm in a d o » ; es el
re su lta d o de to d a u n a h istoria en la q u e D io s, e l H o m b r e , el P r o g re so ,
la H isto ria m ism a , m u eren su ce siv am e n te en b e n e fic io d el c ó d ig o , en la
q u e la trascen d en cia m u ere en b e n e fic io d e la in m an en cia, la cu al co rre s­
p o n d e a una fa se m u ch o m ás a v a n za d a en la m an ip u lació n v e rtig in o sa d e
la relación so cial.

E n su rep ro d u cción in d efin id a, el sistem a p on e fin a su m ito d e o r i­


gen y a to d o s lo s v a lo re s re fere n ciales q u e él m ism o h a se g re g a d o a tra ­
vés de su p ro ce so . A l p o n er fin a su m ito d e origen, p o n e fin a su s con-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 71

tradicciones internas (no más real ni referencial a que confrontarlo), y


pone fin asimismo al mito de su fin: la propia revolución. L o que se per­
filaba con la revolución, era la victoria de la referencia humana y gené­
rica del potencial original del hombre. Pero si el capital borra del mapa
al propio hombre genérico (¿en provecho del hombre genético?). La edad
de oro de la revolución fue la del capital, donde los mitos de origen y de
fin todavía circulaban. Una vez corto-circuitados los mitos (y el único
peligro que haya corrido el capital provino de esta exigencia mítica de
racionalidad que le traspasó desde el comienzo) en una operacionalidad de
hecho, una operacionalidad sin discurso, una vez convertido en su propio
mito, o más bien en una máquina indeterminada, aleatoria, algo así como
un código genético social, el capital no deja ninguna oportunidad de un
vuelco determinado. Esta es su verdadera violencia. Falta por saber si esta

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
operacionalidad no es ella misma un mito, si el A .D .N . mismo no es un
mito.
D e una vez por todas se plantea, efectivamente, el problem a del es­
tatuto de la ciencia como discurso. Buena ocasión para plantearlo aquí,
donde ese discurso se absolutiza con tal candor. «Platón, Heráclito, He-
gel, M arx: esos edificios ideológicos, presentados como a priori, eran en
realidad construcciones a posteriori, destinadas a justificar una teoría ético-
política preconcebida... E l único a priori para la ciencia es el postulado
de objetividad que le prohíbe tomar parte en este debate» (Monod). Pero
ese postulado resulta de una decisión nunca inocente de objetivación del
mundo y de lo «real». D e hecho, es el de la coherencia de un cierto dis­
curso, y toda la cientificidad no es, desde luego, más que el espacio de
ese discurso, que no se da jamás como tal, y cuyo simulacro «objetivo»
cubre la palabra política, estratégica. Un poco más adelante, M onod, por
otra parte, expresa claramente lo que hay de arbitrario en ello: «Podemos
preguntarnos si todas las invariaciones, conservaciones y simetrías que cons­
tituyen la trama del discurso científico no son ficciones que sustituyen a
la realidad para dar de ella una imagen operacional. . . Lógica fundada en
un principio de identidad puramente abstracto, quizá convencional. Con­
vención, sin embargo, de la cual la razón humana parece incapaz de abs­
tenerse». N o se podría decir mejor que la ciencia decide por sí misma
como fórmula generadora, como discurso modelo, sobre la fe en un orden
convencional (pero no cualquiera, por lo demás: el de una sumisión total).
Pero Monod resbala rápidamente por esta hipótesis peligrosa de un prin­
cipio de identidad «convencional». Más vale fundar la ciencia en firme
en una realidad «objetiva». La fü;ica está ahí para atestiguar que la iden­
tidad no es sólo un postulado; está en las cosas, puesto que hay «identidad
absoluta de dos átomos que se encuentran en el mismo estado quántico».
¿Entonces? ¿Convención o realidad objetiva? La verdad es que la ciencia
se organiza como cualquier discurso, con una lógica convencional, pero
exige para su justificación, como cualquier discurso ideológico, una refe­
rencia real, «objetiva», en un proceso de sustancia. Si el principio de iden-
72 JEA N BA U D RILLA R D

tidad es «verdadero» en alguna parte, aunque sea al nivel infinitesimal de


dos átomos, entonces todo el edificio convencional de la ciencia que se
inspira en él es «verdadero» también. La hipótesis del código genético,
el A .D.N . es verdadero también, insuperable. Así va la metafísica. L a cien­
cia da cuenta de las cosas previamente acotadas y formalizadas para obe­
decerle; la «objetividad» no es más que eso, y lo ético que sanciona este
conocimiento objetivo no es más que el sistema de defensa y de descono­
cimiento que quiere preservar ese círculo vicioso .2
«A bajo todas las hipótesis que han permitido la creencia en un mundo
verdadero», decía Nietzsche.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
LO TACTIL Y LO DIGITAL

Esta regulación de acuerdo con el modelo de código genético no sé limi­


ta solamente a los resultados de laboratorio o a las visiones exaltadas de
algunos teóricos. H asta la vida más banal está invadida por estos mode­
los. La digitalidad está entre nosotros. Está presente en todos Jos men­
sajes, en todos los signos de nuestras sociedades, v la forma más concreta
bajo la cual podemos reconocerla es la del test de la pregunta/rsspuesta,
del estím ulo/respuesta. Todos Íos contenidos son neutralizados por un
proceso continuo de interrogaciones dirigidás, de veredictos y de ultimá­
tums que hay que descifrar, que no provienen esta vez del fondo del có­
digo genético, pero que tienen su misma indeterminación táctica; como
el ciclo de la dirección está reducido al de pregunta/respuesta, de bit, o
cantidad ínfima de energía/información que vuelve a su punto de partida,
dicho ciclo no representa sino la reactualización perpetua de los mismos
modelos. E l equivalente de la neutralización total de los significados por el
código, es la instantaneidad del veredicto de moda, o de cada mensaje
publicitario o mediático. En todas partes la oferta se traga a la deman­
da, la pregunta se traga a la respuesta, o la absorbe y la regurgita en forma
descodificable, o la inventa y la anticipa en forma previsible. En todas
partes el mismo « escenario», escenario de los «ensayos y errores» (los de
los conejillos de Indias en los test de laboratorio), escenario del abanico
de opciones ofrecido en todas partes («som eta a test su personalidad»); por
doquier el test como forma social fundamental del control, por divisibili­
dad infinita de prácticas y respuestas.

2. Hay además en el libro de Monod una flagrante contradicción que refleja


la ambigüedad de toda la ciencia actual: su discurso apunta a l ' código, es decir, a
los simulacros de tercer orden, pero lo hace con esquemas «científicos» del segundo
orden; objetivismo, ética «científica» del saber, principio de verdad y de trascen­
dencia de la ciencia, etc. Cosas todas ellas incompatibles con los modelos de inde­
terminación del tercer orden.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 73

Vivimos en la moda d el referén d u m , precisamente porque ya no hay


re feren cial. Todo signo, todo mensaje (tanto los objetos de uso «funcional»
como cualquier rasgo de moda o cualquier información televisada, son­
deo o consulta electoral) se nos presenta como pregunta/respuesta. Todo
el sistema de comunicación ha pasado de una estructura sintáctica com­
pleja del lenguaje a un sistema binario e identificativo de pregunta/res­
puesta; de perpetuo test. Ahora bien, tests y referéndums son, como sa­
bemos, form as perfectas de simulación: la respuesta es inducida por la
pregunta, está señalada de antemano. E l referén d u m no e s , p o r lo ta n to , m ás
q u e un u ltim átu m sie m p r e : unilateralidad de la pregunta, que justamente
deja de ser una interrogación y pasa a ser la imposición inmediata de una
dirección en la que se cumple el ciclo de una vez.Cada mensaje es un ve­
redicto, como el que pende de las estadísticas de sondeo. E l simulacro

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
de distancia (y hasta de contradicción) entre los dos polos no es, como
la impresión de realidad en el interior del signo, más que una alucinación
táctica.

Benjamín analiza concretamente, a nivel del aparato técnico, esta ope­


ración del test: «L a actuación del actor de cine es transmitida al público a
través de todo un aparejo técnico. Esto tiene dos consecuencias. Este mon­
taje no está sujeto a respetar íntegramente la actuación. Bajo la direc­
ción del camarógrafo, estos aparatos toman a lo largo del film p o sició n
respecto a dicha actuación. Estas tomas sucesivas de posición constituyen
el material con el cual el cu tte r realizará el montaje definitivo... Así, la
actuación del actor está sometida a una serie de tests ópticos. . . Segunda
consecuencia: el público (que no tiene contacto personal con el actor)
se halla en la situación de un experto: no se identifica con el actor sino
en cuanto se identifica con el montaje técnico. Adopta, por lo tanto, el
mismo comportamiento que ese aparato: somete a test.
« N o t a : La extensión del campo de lo testable en que opera el mon­
taje técnico con el actor de cine, corresponde a la extraordinaria extensión
de ese campo de lo testable en que opera el contexto económico con el
individuo. Así, las pruebas de orientación profesional adquieren cada vez
más importancia. Consisten en un cierto número de cortes efectuados
en las actuaciones del individuo. Tom a cinematográfica, pruebas de orien­
tación profesional se despliegan ante un areópago de expertos. E l director
de tomas está exactamente en' la misma posición que el controlador de
tests en el momento de la prueba ... » (L 'o e u v re d 'a r t a l'é r e d e s a re-
p ro d u ctib ilité tech n iq u e.)
« L a obra de arte en lo s dadaístas se volvió proyectil. Empezó a arre­
meter contra el espectador, adquirió una cualidad táctil. E l elemento de
diversión del film es también esencialmente táctil, fundado en la mo­
vilidad de los lugares y de los ángulos de vista que golpean ttl espectador.»
74 BA U D RILLA R D

N o h ay co n tem plación p o sib le , las im ágen es fra g m e n ta n la p e rc e p ­


ción en secu en cias su ce siv a s, en e stím u lo s a lo s cu ales no h ay m ás re s­
p u esta q u e la in sta n tán e a , m e d ian te sí o n o; reacción ab re v ia d a al m á x i­
m o. E l film n o p erm ite q u e u sted se in terro gu e so b re é l, él le in terro ga
a u ste d en d ire cto . E s en este se n tid o q u e lo s m ed ia m o d e rn o s exigen ,
segú n M c L u h a n , u n a m ay or p articip ac ió n in m ed iata 3, u n a re sp u e sta in ­
ce sa n te , una p la stic id a d to ta l (B en jam in co m p a ra la o p eració n d e l cam e-
ram an a la d e l ciru ja n o : ta ctilid a d y m an ip u lació n ). E l ro l de lo s m en ­
sajes n o es la in fo rm a ció n , sin o el test y el so n d eo y fin alm en te el co n tro l
(«co n tra -ro l en el se n tid o d e q u e to d a s v u e stra s re sp u e sta s y a están in s­
c r ita s en e l « r o l » , en el re g istro a n ticip a d o d e l c ó d ig o ). E l m o n ta je y la
co d ificació n ex igen efe ctiv am en te q u e el re cep to r d e sarm e y d e sc o d ifiq u e
segú n e l m ism o p roceso. T o d a lec tu ra d e un m ensaje n o es, p o r ta n to ,

© Del documento, los autores. Digltallzación realizada por ULPGC Biblioteca Universitaria. 2007
m á s q u e u n exam en p e rp e tu o d e l có d ig o .
C a d a im agen , cad a m ensaje m e d iático , p e ro tam b ién to d o o b je to fu n ­
c io n a l d e l en to rn o , e s un test, es d e cir, en to d o el rig o r d e l térm in o,
lib e ra d o r d e m eca n ism o s de re sp u e sta segú n lo s e ste re o tip o s o m o d elo s
an a lítico s. H o y , el o b je to ya n o es « fu n c io n a l» en el se n tid o tra d icio n a l
d e l térm in o , no o s sirv e , o s p o n e un test. Y a n o tien e n ad a q u e v e r con
el o b je to an te rio r, n o m ás q u e la in fo rm a c ió n m e d ia tiz a d a con u n a « r e a ­
lid a d » d e lo s h ech o s. A m b o s, o b je to s e in fo rm acio n e s, resu ltan y a d e u na
selecció n , d e un m o n ta je , d e u na p o sició n , ya h an p u e sto u n test a la
« r e a lid a d » y n o le han h ech o m á s q u e las p re g u n ta s q u e le s « c o n te sta b a n » ,
han an alizad o la re a lid a d en elem en tos sim p les q u e h an a co m o d a d o en
e sce n a rio s de o p o sicio n es re g u la d as, ex a c ta m en te co m o el fo tó g r a fo im ­
p o n e a su tem a su s c o n tra ste s, su s luces, su s án g u lo s (c u a lq u ie r fo tó g r a fo
o s lo d irá : se p u e d e h acer to d o , b a sta con to m a r el o rigin al b ajo el b u en
á n g u lo , en el m o m en to o la in fle x ió n q u e h arán d e él la re sp u e sta ex a c ta
al te st in stan tán eo d e la m áq u in a y d e su có d igo ) — ex actam en te co m o
el te st o el re fe ré n d u m cu an d o trad u cen c u a lq u ie r c o n flic to o p ro b le m a
en un ju e g o de p re g u n ta /re s p u e s ta — y la re alid ad so m etid a a test o s s o ­
m ete a o tro a su vez, segú n la m ism a cu ad rícu la, y v o so tro s la d e sc i­
fr á is segú n el m ism o có d ig o , in scrito en ella e n ca d a m en saje, en ca d a
o b je to , com o un có d ig o gen ético en m in iatu ra.
■ E l hecho d e q u e hoy to d o se p re se n te co m o u n a b an ico o u na gam a,
e se so lo h ech o, o s p on e un te st, p u e sto q u e o s im p o n e seleccio n ar. E s t o
se relacio n a c o n el u so g lo b a l q u e ten em o s del m u n d o circu n d an te d e la

3. «Es la débil “definición” de 1¡; T V. que condena a su espectador a reor­


denar los puntos retenidos en una especie de obra abstracta. El participa d;: pronto
en la creación de una realidad que no le será presentada más que en punteados:
el telespectador está en la posición de un individuo a quien se le propone que
proyecte sus propios fantasmas en las manchas de tinta que se supone no repre­
sentan nada.» La T.V. como test de Rorschach perpetuo. Y también: «La imagen
de la T.V. nos obliga a cada instante a completar los blancos de la trama en una
participación sensorial convulsiva y profundamente cinética y táctil».
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 75

lectura y del desciframiento colectivo; vivimos menos como usuarios que


como lectores y selectores, células de lectura. Pero, atención: al mismo
tiempo sois constantemente seleccionados, a vuestra vez, y puestos a
test por el médium mismo. Como se selecciona una muestra para una en­
cuesta, todos los media encuadran y recortan mediante su haz de mensa­
jes, que es en realidad un haz de preguntas seleccionadas, las muestras de
receptores. Por una operación circular de ajuste experimental, de interfe­
rencia incesante, como los del influjo nervioso, táctiles y retráctiles, que
exploran un objeto a fuerza de breves secuencias perceptivas, hasta haberlo
localizado y controlado; lo que localizan así y estructuran no son grupos
reales y autónomos, sino muestras, es decir, social y mentalmente mo-
delizados por un fuego de batería de mensajes. La «opinión pública» es
evidentemente la mejor de estas muestras; no una sustancia política irreal,
sino hiperreal, lo hiperreal fantástico que no vive más que del montaje

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
y de la manipulación testual.
L a irrupción del esquema binario pregunta/respuesta, es de un alcance
incalculable: desarticula todos los discursos, pone en corto-circuito a todo
lo que fue, en una edad de oro ya caduca, dialéctica de un significante y
un significado, de un representante y un representado. Se acabaron los
objetos cuyo significado sería la función, se acabó la opinión cuyo sufra­
gio iría a representantes «representativos», se acabó la interrogación real
a la cual responde la respuesta (se acabaron sobre todo las preguntas para
las que no hay respuesta). T odo ese proceso está desarticulado: el proceso
contradictorio de lo verdadero y lo falso, de lo real y lo imagnario, queda
abolido en esta lógica hiperreal del montaje. Michel Tort, en su libro
sobre el Cociente Intelectual, lo analiza muy bien: «L o que va a deter­
minar la respuesta a la pregunta, no es la pregunta en cuanto tal bajo la
forma en que ha sido planteada, es el sentido que va a dar a esta pregunta
aquél a quien le ha sido planteada, y también la idea que se hace el sujeto
interrogado de la táctica a adoptar más apropiada para responderla en
función de la idea que él se hace de las expectativas de la interrogación.
Y además: «E l artefacto es algo muy distinto a una transformación con­
trolada del objeto con fines al conocimiento: es una intervención salvaje
en la realidad, al término de la cual es imposible distinguir lo que en
la realidad proviene de un conocimiento objetivo y lo que proviene de la
intervención técnica (medium). E l C .I. es un artefacto.» N o más verda­
dero o falso, puesto que no hay más distancia reconocible entre pregunta y
respuesta. A la luz de los tests, la inteligencia como la opinión, y más
generalmente todo proceso de significación, se reduce a la «capacidad de
producir reacciones contrastadas a una gama creciente de estímulos ade­
cuados» .
Todo este análisis remite directamente a la fórmula de McLuhan: «Me-
dium is message». Efectivamente es el medio, el modo mismo de mon­
taje, de recorte, de interpelación. de demanda, de intimación por el medio,
lo que regula el proceso de significación. Y se comprende porqué McLuhan
76 JE A N BA U D R ILLA R D

v eía en la era d e lo s g ran d e s m e d ia ele ctró n ico s una era d e la co m u n ica­


ción táctil. E n e s te p ro c e so e sta m o s efe ctiv a m en te m ás cerca d e l u n iv erso
táctil q u e d e l v isu a l, d o n d e la d ístan ciació n e s m ay or, y la re fle x ió n siem ­
p re p o sib le . E n e l m o m en to en q u e el tacto p ie rd e p ara n o so tro s su v a lo r
sen sorial, sen sual ( « e l tacto es u na in teracción d e lo s sen tid o s m ás q u e un
sim p le co n tacto d e la p ie l con un o b je t o » ) , e s p o sib le q u e se co n v ierta
en el esq u em a d e un u n iv erso d e la co m u n icació n ; p e ro co m o cam p o d e
sim u lación tá c til y táctica, d o n d e el m e n sa je s e h ac e « m a s a je » , d em an d a
ten tac u la r, te st. E n to d a s p a rte s se o s p o n e a te st, se o s p alp a, el m éto d o
es « t á c t ic o » , la e sfe ra d e la com un icación es « t á c t il» . P a ra n o h a b la r d e
la id e o lo gía d e l « c o n ta c to » , q u e en to d a s su s fo rm a s tien d e a su p la n tar
a la id ea d e relació n so cial. H a y to d a una co n figu ració n estra tég ica q u e
gira en to rn o al te st (la célu la p re g u n ta /r e s p u e s ta ) co m o en to rn o a un

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
có d ig o m o le cu la r d e m an d o .

T o d a la e sfe ra p o lític a p ie rd e su esp e c ific id a d cu an d o en tra en el ju eg o


d e lo s m e d ia y d e lo s so n d e o s, es d e cir, en la esfe ra d e l circu ito in teg rad o
p re g u n ta /r e s p u e s ta . L a esfe ra e le cto ral e s d e to d o s m o d o s la p rim era
g ran in stitu ció n d o n d e el in tercam b io so cial se red u ce a la ob ten ció n d e
una re sp u e sta . Y g ra c ia s a esta sim p lificació n id e n tifica tiv a es la p rim era
en u n iv e r s a liz a r s e :e l su fragio u n iv ersa l es el p rim ero d e lo s m ass-m ed ia.
E n el c u rso d e lo s sig lo s x i x y x x , la p rá c tic a p o lític a y la p rá c tic a e c o ­
n óm ica se id e n tific a n cad a vez m ás en u n m ism o tip o d e d iscu rso . P r o p a ­
ga n d a y p u b lic id a d se fu sio n a rá n en el m ism o m a rk e tin g y trá fic o d e o b ­
je to s o d e id e as-fu erzas. E sta co n vergen cia d e len g u aje en tre lo econ óm ico
y lo p o lític o es, p o r o tra p a rte , lo q u e distin g u e a u na so cied ad co m o la
n u e stra , d o n d e la «e co n o m ía p o lític a» e stá p le n am e n te re aliz ad a. E s ta m ­
bién , al m ism o tiem p o, su fin , p u e sto qu e la s d o s e sfe ra s se an u lan en
una re a lid a d co m p letam en te d ife re n te , o h ip e rre a lid ad , q u e es la d e lo s
m edia. A q u í a d e m á s, cad a térm in o se ele v a a la p o ten cia su p e rio r, la d e
lo s sim u lacro s d e tercer orden .
"«Q u e m u ch os lam en ten la "c o r ru p c ió n ” d e lo p o lític o p o r lo s m e d ia,
y q u e d e p lo ren q u e el b o tó n d e la T .V . y lo s p ro n ó stic o s P .M .U . (lo s so n ­
d eos) hayan re em p la za d o tra n q u ila m en te la fo rm ació n d e una o p in ió n , a te s­
tig u a sim p le m e n te que n o han co m p ren d id o para nada la p o lític a » ( L e
M o n d e ).
L o q u e caracte riza a e sta fa s e d el h ip e rre a lism o p o lític o , e s l a co n ju n ­
ción n ecesaria en tre el sistem a b ip a rtid ista y la en tra d a en ju eg o d e lo s so n ­
d eos co m o e sp e jo d e esta equ ivalen cia altern ativa d el ju e g o p o lític o .
L o s so n d e o s s e sitú a n m ás allá d e to d a p ro d u cció n so cial d e op in ión .
N o s e refieren m á s q u e al sim u lacro d e la op in ión p ú b lic a . E s p e jo d e la
o p in ió n an á lo g o en su o rd e n al d e l P .N .B .: e sp e jo im a g in a rio d e ía s fu e r­
zas p ro d u c tiv a s, sin co n sid erar su fin a lid a d o co n tra -fin a lid a d so c ia l — lo
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 77

esen cial e s q u e « e s o » se re p ro d u z ca— igu al p ara la o p in ión p ú b lic a :


lo e se n c ia l e s q u e se re p ita in cesan tem e n te en su p r o p ia im agen . E s te e s el
se cre to d e u n a re p re se n ta ció n d e m a sa s. Y a n o hace f a lta q u e n a d ie pro­
d u zca una o p in ió n , hace fa lta que to d o s rep ro d u zcan la o p in ión p ú b lic a , en
el se n tid o d e q u e to d a s las o p in io n e s se h u n d an en e sa e sp e c ie d e eq u iv a ­
len te ge n e ral, y p ro ce d a n d e él d e n u e v o (lo re p ro d u zcan , lo q u e ten gan
d e él, a n iv e l d e selección sin g u la r). P a ra las o p in io n e s, co m o p ara los
b ien es m a te ria le s, la p ro d u cc ió n h a m u erto , ¡v iv a la re p ro d u cción !
S i en algu n a p a rte tien e se n tid o la fó rm u la de M c L u h a n , e s aqu í.4
L a o p in ió n p ú b lic a p o r excelen cia, es a la vez el m é d iu m y el m en saje.
Y lo s so n d e o s q u e la in fo rm an so n la im p o sició n in cesan te d el m éd iu m
co m o m e n saje. E n lo cu al so n d e l m ism o o rd e n q u e la T .V . y lo s m ed ia
ele ctró n ic o s, lo s cu a les h e m o s v isto q u e son u n ju eg o p e rp e tu o d e p regu n-
t a s /r e s p u e s t a s , u n in stru m en to d e so n d eo p e rp e tu o .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
L o s so n d e o s m an ip u lan lo in d ecidib le. ¿ In c lin a n el v o to ? ¿ V e rd a d e ro ,
fa lso ? ¿ D a n u n a fo to g r a fía e x a c ta d e la re a lid a d , o d e sim p le s ten d en cias,
o la re fracción . d e e sa re a lid a d en u n h ip e re sp ac io d e la sim u lació n , d e la
c u a l n i siq u ie ra co n o cem o s la c u rv a tu ra ? ¿V e rd a d e r o , f a ls o ? In d e cid ib le .
L a m á s e x tre m a so fistic a c ió n d e su an á lisis siem p re d a lu g a r a ]a rev er­
sib ilid a d d e la s h ip ó te sis. L a e sta d ístic a n o es m ás qu e c a su ístic a. E s t a in-
d e cib ilid a d e s p ro p ia d e to d o p ro ce so d e sim u lación (v er m á s atrás lo
in d ecid ib le d e la crisis). L a ló gica in tern a d e esto s p ro ce d im ien to s (e sta d ís­
ticas, p ro b a b ilid a d e s, cib ern ética o p erac io n al) e s c ierta m en te rig u ro sa y
« c ie n tífic a » , en algu n a p a r te , sin e m b a rg o , no se ciñ e a n ada, e s u na fic ­
ción fa b u lo sa cuyo ín dice d e refracción en una re a lid a d (v e rd a d e ra o fa lsa )
e s n u lo. E s t o e s in clu so lo q u e c o n stitu y e la fu e rz a d e e sto s m o d elo s, p e ro es
ta m b ién lo q u e n o le s d e ja o tra v e rd a d q u e la d e lo s te sts d e p ro y ec­
ción p aran o ic a d e u na c a s ta , o d e un gru p o , q u e su eñ a con u na ad ecu ación
m ilagro sa d e lo real a su s m o d e lo s y, p o r lo tanto, con u n a m an ip u la­
ción a b so lu ta .
L o q u e e s cierto re sp e cto a l escen ario e sta d ístic o lo e s tam b ién re s­
p ecto a la p articip ació n regu lad a d e la e sfe ra p o lític a: altern an cia d e fu e r­
zas p re se n te s, m a y o ría /m in o ría su stitu tiv a s, etc. E n e ste lím ite d e la re­
p resen tació n p u ra , « e s o » ya n o re p re se n ta n ad a . L a p o lític a m uere del
ju eg o d em asiad o bien re g u la d o d e su s o p o sicio n es d istin tiv a s. L a e sfe ra
p o lític a (y m á s g e n e ra lm en te la d el p o d e r) se vacía. E s en cierta fo rm a , el
rescate d e la realización d e l d e se o d e la clase p o lític a: el d e una m a n i­
p u lació n p e rfe cta d e la re p re se n tació n so cial. S u b rep ticia m e n te y p o c o a
p o co , to d a la su stan cia so cial ha d e sa p a rec id o d e esta m á q u in a en el m o­
m en to d e su rep ro d u cció n p erfe cta .
L o m ism o su ced e c o n lo s so n d e o s: lo s ú n ico s q u e creen en e llo s son
fin alm en te lo s m iem b ro s d e la cla se p o lític a , co m o lo s ú n ico s q u e creen
4. « Médium is message» es la fórmula misma de la economía política del signo
al desem ^xar en la simulación de tercer orden. La distinción entre medio y men­
saje caracteriza aún la significación del segundo orden.
78 JE A N BA U D RILLA R D

v e rd a d era m en te en la p u b lic id a d y en lo s estu d io s d e m e rcad o , so n lo s


m a rk e te rs y lo s p u b lic ista s. Y e s to no es p o r u n a e stu p id e z p articu la r
(a u n q u e no e stá ex c lu id a ), sin o p o rq u e lo s so n d e o s so n h o m o g é n e o s al
fu n cio n am ien to actu al d e lo p o lític o . A d q u ie re n , p o r lo tan to , un v alo r
tá c tic o « r e a l » , ju eg a n co m o fa c to r d e regu lació n d e la c la se p o lític a , se g ú n
su p r o p ia re g la d e ju e g o . P o r lo ta n to , tie n e b u e n a s ra z o n e s p a r a cre e r en
ello s, y lo s cree. ¿ P e r o q u ién m ás, en el fo n d o ? E s el e sp e c tá c u lo g ro te sc o
d e e sta e s fe r a p o lític a , h ip e r-rep re se n tativ a d e n ad a a b so lu ta m en te, lo q u e
la g e n te sa b o re a a tra v é s d e lo s so n d eo s y lo s m ed ia. E x is t e u n re go cijo
p ro p io d e la n u lid ad esp e cta cu la r, y la ú ltim a fo rm a q u e to m a e s la d e la
co n tem plación esta d ístic a . L a o tra cara e s siem p re, p o r lo d e m á s, c o m o se
sabe, u n a decepción p ro fu n d a ; la e sp e cie de d e silu sió n q u e p ro v o can lo s
so n d e o s al a b so rb e r to d a p a la b ra p ú b lic a y al p o n e r en co rto-circu ito to d o
p ro ce so d e ex p re sió n . L a fascin ació n q u e ejercen e s p ro p o rc io n a l a e sta

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n eu tralización p o r el v acío , al v é rtig o q u e crean p o r an ticip ación d e la im a­
gen a to d a re a lid a d p o sib le.
E l p ro b lem a d e lo s so n d e o s no es p u e s en ab so lu to el d e su in flu en cia
o b je tiv a. C o m o en la p rop agan da o en la p u b lic id a d , esa in flu en cia q u ed a,
com o sa b e m o s, am p liam en te an u lad a p or las re sisten cia s o las in ercias
in d iv id u a les o co le ctiv as. Su p ro b lem a es el d e la sim u lación op eracio n al
q u e estab lecen en to d a la ex te n sió n d e la s p rácticas so ciales, el d e la leuce-
m ización d e to d a su stan cia so cial: sus tí tución d e la san gre por la lin fa
blan ca d e los m edia.

L a circu laridad p re g u n ta /re s p u e s ta s e extien d e a to d o s los d o m in io s.


P o co a p o co vam os en trev ie n d o q u e to d o el cam p o d e las en cu estas, d e
lo s son d eos, d e la s e sta d ístic a s, d e b e se r re v isa d o en fun ción d e e s ta so s­
pech a rad ical q u e p e sa so b re su m é to d o . P ero Ja m ism a so sp ech a p esa
so b re la e tn o lo g ía; a m en o s qu e a d m ita m o s q u e lo s in d íg en as so n seres
p erfe ctam en te n atu rales incapaces d e sim u lació n , el p ro b lem a es el m ism o
allá q u e aq u í: la im p o sib ilid a d d e o b ten er p ara u n a p reg u n ta d irig id a , o tra
re sp u e sta q u e no sea sim u la d a (o tra q u e n o repro d u zca la p reg u n ta ). N i s i ­
q u iera e s se gu ro q u e se p u e d a in terro g ar a la s p la n ta s, lo s an ím ales o la m a ­
teria in erte en la s cien cias e x a c ta s, con u n a p ro b a b ilid a d d e re sp u e sta « o b je ­
t iv a » . E n cu an to a la re sp u e sta d e lo s so n d e a d o s a lo s so n d e a d o re s, d e lo s
in d ígen as a lo s e tn ó lo g o s, d el a n a liz a d o al a n a lista , p o d e m o s e sta r se gu ro s
d e q u e la circu larid ad es to ta l: lo s p re g u n ta d o s se p resen tan tale s com o
la p reg u n ta lo s im agin a y le s dem an da. In clu so la tran sfere n cia y Ja co n tra­
tra n sfere n c ia p sico an alítica caen h oy bajo el efe cto d e esta re sp u e sta e s ­
tim u lad a, sim u la d a , an ticip a d a, q u e no e s sin o u n a m o d alid ad d e la self-
fu lfillin g p ro p h ecy .5

5. Toda la situación «psicológica» actual se caracteriza por ese cortocircuito.


E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 79

L le g a m o s en ton ces a una ex trañ a p a r a d o ja : la p a la b ra d e lo s so n d ea­


d o s, d e lo s a n a liz ad o s, de lo s in d ígen as, está irre m e d ia b le m e n te cortocir-
c u ita d a y p e rd id a , y es so b re la b a se d e esta in h ab ilitación q u e la s d isci­
p lin a s re sp e ctiv a s — etn o lo gía, p sic o a n álisis, so cio lo g ía — van a p o d e r
d e sa rro lla rse m a ra v illo sa m en te . P e ro lo hacen en el aire, p o rq u e aq u í e s
d o n d e la re sp u e sta circu lar d e lo s so n d e a d o s, de lo s an a liz ad o s, d e lo s
in d íg en as e s, a p e s a r d e t o d o , u n d e sa fío y u n a re v an ch a v ic to rio sa : y e s q u e
rem iten la p regu n ta a s í m ism a . la aíslan al ten d erle e se e sp e jo d e la r e s ­
p u e sta q u e e lla e sp e ra ; sin q u e h ay a esp e ran za p a r a e lla d e s a lir ja m á s

La emancipación de los niños y de los adolescentes, luego de una primera


fase de rebelión y una vez establecido el principio del derecho a la emancipación,
¿no parece más bien la emancipación real de los padres? Y los jóvenes (estudiantes,
bachilleres, adolescentes} parecen olfatearlo en su demanda cada vez más encarni­
zada (aunque siempre al mismo tiempo irreconciliada) de la presencia y de la pa­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
labra de los padres o de los formadores. Al fin solos, libres y responsables, les
parece de pronto que los «otros» se han embolsado quizá en la operación, la
verdadera libertad. Por consiguiente, nada de dejarlos en paz:vamos a acosarlos,
no con una exigencia afectiva o material espontánea, sino con una exigencia revi­
sada y corregida por el conocimiento edípico implícito. Hiperdependencia (mucho
mayor que la otra) distorsionada por la ironía y el rechazo, parodia de los meca­
nismos libidinales originales. Demanda sin contenido, sin referenciales, infundada,
pero tanto más feroz; demanda desnuda, sin respuesta posible. El contenido del
saber (enseñanza) o de las relaciones afectivas (familia), el referencial pedagógico
o familiar habiendo sido liquidado en el acto de emancipación, sólo queda una
demanda ligada a la forma vacía de la institución; demanda perversa y tanto más
obstinada. Deseo «transferencia!» (es decir, no referencial, irreferencial), deseo ali­
mentado por la carencia, por el sitio vacante, «liberado», deseo prendado de su
propia imagen vertiginosa, deseo de deseo, abismado, hiperreal. Privado de sus­
tancia simbólica, se repite a sí mismo, saca su energía de su propio reflejo y de su
propia decepción. Esto es lo que es hoy literalmente la «demanda», y es evidente
que a la inversa de las relaciones de objeto o transferenciales «clásicas», ésta es
insoluble e interminable.
El Edipo simulado.
Fram;ois Richard: «Los estudiantes piden ser seducidos por el cuerpo o por la
palabra. Pero también saben que se trata de eso y juegan a ello irónicos. “ Da tu
saber, da tu presencia, eres tú quien tiene la palabra, habla, para eso estás ahí.”
Impugnación, claro está, pero no solamente: cuanto más refutada e irrisoria es la
autoridad, más demanda hay de una autoridad en sí. Juegan a Edipo también para
negarlo mejor. El profe es papá, se dice, es divertido, jugamos al incesto, al males­
tar, al mírame y no me toques, a la provocación, para desexualizar finalmente.»
Como el que se está analizando y reclama el Edipo, y cuenta mentiras «edípicas»,
o cuenta sueños «analíticos» para responder a la supuesta expectativa del analista o
para resistirse a ella. Del mismo modo, el estudiante hace su número edípico, su
número de seducción, tutea, roza, se acerca, domina. Pero no se trata del deseo
sino de su simulación. Psicodrama edípico de simulación (no menos real ni menos
dramático a pesar de ello). Muy diferente de una verdadera apuesta libidinal de
saber y de poder, o incluso de una verdadera labor de duelo por el saber y el po­
der (como hubiera podido suceder después del 68 en las universidades). Estamos
en el estadio de la reproducción desesperada, donde la apuesta es nula y el simu­
lacro es máximo —simulación exacerbada y paródica al mismo tiempo— tan inter­
minable como el psicoanálisis, y por las mismas razones.
El psicoanálisis interminable.
80 JE A N BA U D RILLA R D

de ese círculo vicioso que es, en realidad, el del poder. Exactamente como
en el sistema electoral, donde los representantes no representan nada a
furza de controlar tanto las respuestas del cuerpo electoral: en alguna parte
se les escapa todo. E s por esto que la respuesta dominada de los domi­
nados es, sin embargo, de alguna manera, una verdadera respuesta, una
venganza desesperada: la de dejar al poder enterrar el poder.

Los sistemas «democráticos avanzados» se estabilizan sobre la fórmula


de la alternancia bipartidista. El monopolio real sigue siendo el de una clase
política homogénea, de la izquierda a la derecha, pero no debe ejercerse
así: el régimen del partido único, del totalitarismo, es una forma inestable;
desmonta la escena política, no asegura el feed-back de la opinión pública,
el flujo minimal en el circuito integrado que constituye la máquina tran-

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
sistorizada de lo político. La alternancia, en cambio, es el fin del fin de
la representación, porque la demanda es maximal, debido a la simple
coacción formal, cuanto más nos acercamos a la ecuación competitiva per­
fecta entre los dos partidos. Esto es lógico: la democracia realiza en el orden.
político la ley de la equivalencia, y esta ley se perfecciona en el juego de
balanza de los dos términos que reactiva su equivalencia pero permite,
por esa ínfima separación, captar el consenso público y volver a cerrar el
ciclo de la representación. Teatro operacional donde no juega más que
el reflejo fuliginoso de la Razón política. La «libre elección» de los indi­
viduos, que es el credo de la democracia, desemboca efectivamente, exac­
tamente en lo inverso: el voto se ha vuelto básicamente obligatorio ; si no
lo es por derecho, lo es por la coacción estadística estructural de la alter­

Hay todo un capítulo que añadir a la historia de la transferencia y la contra­


transferencia: el de su liquidación por simulación. El de la transferencia inso­
luble, del psicoanálisis imposible porque es él mismo el que produce y reproduce
el inconsciente como su sustancia institucional. El psicoanálisis muere también del
intercambio de los signos del inconsciente, así corno ¡a revolución muere del in­
tercambio de los signos críticos de la economía política. Ese cortocircuito fue en­
trevisto por Freud bajo la forma del don del sueño analítico o, entre los que se
analizan teniendo conocimientos previos sobre el psicoanálisis, del don de su saber
analítico. Pero esto se interpretaba como resistencia, como rodeo, y no ponía en
tela de juicio el proceso del análisis ni el principio de la transferencia. Pero es
muy distinto cuando el inconsciente mismo, el lenguaje del inconsciente se vuelve
inencontrable, según el mismo escenario de la anticipación simuladora que hemos
visto funcionar a todos los niveles de las máquinas de tercer orden. En análisis
entonces no puede desenredarse, se vuelve lógica e históricamente interminable al
estabilizarse en una sustancia fantoche de reproducción, un inconsciente programado
por la demanda; instancia infranqueable a partir de la cuai se redistribuye todo
el análisis. Aquí también, los «mensajes» del I.C.S. han sido cortocircuítados por el
«medium» psicoanálisis. Esto es hiperrealismo libidinal. A las famosas categorías
de lo real, lo simbólico y lo imaginario, habrá que añadir la de lo hiperreal, que capta
y desvía el juego de las otras tres.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 81

nancia, reforzada por los sondeos .6 E l voto se ha vuelto básicamente


a le a to r io -, cuando la democracia alcanza un estadio formal avanzado, se
distribuye en torno a cocientes iguales (5 0 /5 0 ). E l voto se parece al m o­
vimiento browniano de las partículas, o al cálculo de probabilidades, es
como si todo el mundo votara al azar, como si votaran los monos.
Así pues poco importa que los partidos presentes expresen histórica
y socialmente lo que sea; es n ece sario incluso que no representen nada: la
fascinación del juego, de los sondeos, la compulsión formal y estadística
es tanto más grande.
E l sufragio universal «clásico» implica ya una cierta neutralización
del campo político, en nombre del consenso sobre la regla del juego. Pero
en él se distinguen aún representantes y representados, sobre la base de
un antagonismo social real de las opiniones. Es la neutralización de este
referencial contradictorio, bajo el signo de una opinión pública en lo
sucesivo igual a sí misma, mediatizada y homogeneizada por anticipación

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
(los sondeos), lo que va a hacer posible la alternancia «en la cumbre»:
simulación d e oposición entre dos partidos, absorción de sus objetivos res­
pectivos, reversibilidad de todo discurso del uno al otro. E s, más allá
del representante y del representado, la forma pura de la representación;
así como la simulación caracteriza, m ás allá del significante y del signifi­
cado, la forma pura de la economía política del signo; así como la flota­
ción de las monedas y su deriva contable caracteriza, más allá del valor de
uso y del valor de cambio, más allá de toda sustancia de producción,
la forma pura del valor.

Puede parecer que el movimiento histórico del capital le lleva de la


competencia abierta hacia el oligopolio, luego hacia e! monopolio; que el
movimiento de la democracia va desde los partidos múltiples hada el bi-
partidismo, luego hacia el partido único. Pero no es así. E l oligopolio,
o duopolio actual, resulta del d e sd o b la m ie n to tá ctic o d e l m o n o p o lio . En
todos los dominios, el duopolio es el estadio consumado del monopolio.
N o es la voluntad política (intervención del Estado, leyes anti-trusts, etc.)
lo que rompe el monopolio del mercado; es que todo sistema unitario, si
quiere sobrevivir, debe encontrar una regu lación b in a ria . Esto no cambia
nada del monopolio: por el contrario, el poder no es absoluto a menos
que sepa difractarse en variantes equivalentes, que sepa desdoblarse para
duplicarse. Esto va desde las marcas de lejías hasta la cpexistenda pacífica.
Hacen falta dos superpotencias para mantener el universo bajo control:
un solo imperio se derrumbaría por sí mismo. Y el equilibrio del terror

6. La democracia ateniense, mucho más avanzada que la nuestra, había llegado


lógicamente a conceder el voto como retribución a un servicio, después de haber
ensayado todas las demás soluciones represivas para asegurar el quórum.
82 BA U D RILLA R D

es lo- que permite establecer la oposición regulada, porque la estrategia es


estructural, nunca atómica. Esta oposición regulada puede, por otra parte,
ramificarse en un escenario más complejo, la matriz sigue siendo binaria.
N o se tratará jam ás en Io sucesivo de duelo o de lucha competitiva abierta,
sino de parejas, de oposiciones si^multáneas.
Desde la unidad disyuntiva más pequeña (la partícula pregunta/res-
puesta) hasta el nivel macroscópico de los grandes sistemas de alternancia
que rigen la economía, la política y la coexistencia mundial, la matriz no
cambia: es siempre el 0 /1 , el compás binario que se afirma como la forma
metastable u homeostática, de los sistemas actuales. Ella es el meollo de
los procesos de simulación que nos dominan. Puede organizarse en un
juego de variaciones inestables, de la polivalencia a la tautología, sin que
sea llevada a juicio la forma estratégica del dipolo: es la forma divina

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
de la simulación.7

¿Por qué hay dos torres en el W orld Trade Center de Nueva Y ork?
Todos los grandes buildings de Manhattan se han contentado siempre
con enfrentarse en una verticaiidad competitiva, de donde resultaba un
panorama arquitectónico a imagen del sistema capitalista: una jungla pira­
midal, todos los buildings al asalto unos de otros. E l sistema mismo se
perfilaba en la imagen célebre que se tenía de N ueva‘York al llegar del mar.
Esta imagen ha cambiado completamente en pocos años. La efigie del
sistema capitalista ha pasado de la pirámide al mapa perforado. Los buil-
dings ya no son obeliscos, sino que se abrazan unos a otros sin desa­
fiarse ya, como las columnas de una gráfica estadística. Esta nueva ar­
quitectura encarna un sistema ya no competitivo, sino contable, y donde
la competencia ha desaparecido en beneficio de las correlaciones. (Nueva
York es la única ciudad del mundo que representa así, a lo largo de su
historia, con una fidelidad prodigiosa y en toda su envergadura, la forma
actual del sistema capitalista; cambia instantáneamente en función de éste,
ninguna ciudad europea lo ha hecho.) Este grafismo arquitectónico es el
del monopolio: las dos torres del W .T.C ., paralepípedos perfectos de
400 metros de alto sobre una base cuadrada, vasos comunicantes perfec­
tamente equilibrados y ciegos; el hecho de que sean dos idénticos significa
el fin de toda competencia, el fin de toda referencia original. Paradójica-
7. En este sentido, hay que criticar radicalmente la proyección que hace Lévi
Strauss de las estructuras binarias como estructuras mentales «antropológicas», y
de la organización dualista corno estructura de base de las sociedades primitivas.
La forma dualista con que Lévi-Strauss quiere beneficiar a las sociedades primi­
tivas, no es otra cosa que nuestra lógica estructural, nuestro código. Es incluso, el
código de nuestra dominación sobre las sociedades «arcaicas». Lévi-Strauss tiene pues
la amabilidad de colárselo en forma de estructuras mentales comunes a toda la
especie humana. Así estarán mejor preparadas para recibir el bautismo occi­
dental.
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 83

mente, si no hubiera más que uno, el monopolio no estaría encarnado,


puesto que hemos visto que él se estabiliza en una forma dual. Para que
el signo sea puro, tiene que duplicarse: es la repetición del signo lo que
pone verdaderamente fin a lo que designa. Todo Andy W arhol es est>:
las réplicas multiplicadas del rostro de Marilyn son, al mismo tiempo, la
muerte del original y el fin de la representación. Las dos torres del
W .T.C. son el signo visible del enclaustramiento de un sistema en el vér­
tigo de la duplicación, mientras que los demás rascacielos son rada uno
el momento original de un sistema que se supera continuamente en la
crisis y el desafío.
Hay una fascinación especial en esta duplicación. Por altas que sean,
y aunque más altas que todas las demás, las dos torres significan, sin em­
bargo, un cese de la verticalidad. Ignoran a los otros buíldings, no son
de la misma raza, ya no los desafían ni se comparan ya, se miran la una en

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la otra y culminan en ese prestigio de la similitud. L o que ellas se remiten,
es la idea de modelo, lo que son la una para la otra, y su altitud gemela
no es ya un valor de superación; significa solamente que la estrategia de
los modelos y de las conmutaciones prima en lo sucesivo históricamente
en el corazón del propio sistema — y Nueva Y ork es realmente su cora­
zón— sobre la estrategia tradicional de la competencia. Los buildings de
Rockefeller Center reflejaban aún sus fachadas de cristal y de acero,
unas en otras, en una especularidad indefinida de la ciudad. Las torres, en
cambio, son ciegas, y no tienen fachada. Todo referencial del hábitat, de
la fachada como rostro, del interior y el exterior, que encontramos aun
hasta en el Chase Manhattan Bank, o en los buildings/e spejo más auda­
ces de los años 60, se ha borrado. Al mismo tiempo que la retórica de la
verticalidad, desaparece la retórica del espejo. N o queda más que una
serie cerrada sobre el número dos, como si la arquitectura, a semejanza del
sistema, no procediera más que de un código genético inmutable, de un
modelo definitivo.

EL HIPER-REALISMO DE LA SIMULACION

T odo esto define un espacio digital, un campo magnético del código,


con polarizaciones, difracciones, gravitaciones de modelos y siempre, siem
pre, el flujo de las más pequeñas unidades disyuntivas (la célula pregunta/
respuesta, que es como el átomo cibernético de significación). Hay que
medir bien la diferencia de este campo de control con el espacio jepresivo
tradicional, el espacio policial que correspondía aún a una violencia sig­
nificativa. Espacio de condicionamiento reacciona] que se inspiraba en todo
el dispositivo pavloviano de agresiones programadas, repetitivas, y que re­
encontrábamos a una escala multiplicada en la duplicidad de «m atraca» y
en la propaganda política de los años 30. Violencia artesfinal e industrial, que
84 JE A N BA U D RILLA R D

ten ía p o r o b je to in d ucir a c o m p o rta m ie n to s de terro r y de obedien cia an i­


m al. T o d o eso ya n o tiene ■ se n tid o . L a concentración to ta lita ria , b u ro c rá ­
tica, es un e sq u em a qu e d a ta de la' e ra d e la ley m e rcan til del v a lo r. E l
siste m a d e las e q u iv a len cia s im p o n e , efe ctiv am en te, la fo rm a d e un eq u i­
v a le n te g e n e ra l, y, p o r lo ta n to , la cen tralizació n de un p ro c e so g lo b a l.
R acio n alid ad arcaica con re sp ecte a la de la sim u lació n : aq u í ya n o e s u n
so lo eq u iv alen te g e n e ra l, sin o una d ifracció n de m o d e lo s qu e tiene un ro l
re g u la d o r; ya n o la fo rm a d el eq u iv alen te g e n e ra l, sin o la op osición dis.-
tin tiv a . D e la in tim ación p a sa m o s a la disyu n ció n p o r el có digo, del u lti­
m átu m p a sa m o s a la d e m a n d a , de la p a s iv id a d re q u erid a p a sa m o s a lo s
m o d e lo s c o n stru id o s de u n a vez con la « r e sp u e sta a c tiv a » d el su je to , con
su im p licació n , su p articip ac ió n « lú d ic a » , e tc ., hacia un m o d elo circu n d an ­
te to ta l hecho d e re sp u e sta s e sp o n tá n e a s in ces a n te s, de alegres fee d -b a ck y

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
de co n tactos irra d ia d o s. E s la «co n cretizació n del am bien te g e n e r a l» , s e ­
gú n N ico las S ch o ffer. E s la gran fiesta d e la P a rticip a c ió n : está co m p u esta
d e m iría d a s d e estím u lo s, de te sts m in ia tu riz a d o s, d e p re g u n ta s/re sp u e s-
ta s d iv isib le s h asta el in fin ito, to d o s m agn etizad o s p o r alg u n o s g ran d e s
m o d elo s en el cam p o lu m in oso d el có d igo .
¡H e a q u í la lleg a d a d e la g ra n C u ltu ra d e la com un icación táctil, b ajo
el sig n o d e l e sp a c io tecno-lum in o-cinético y del te a tro total e sp .cÍodiná-
m ico!
E s to d o un im agin ario d el con tacto, del m im e tism o se n so ria l, del m is­
tic ism o tá ctil, es to d a la ec o lo g ía , en el fo n d o , lo q u e se in corp ora a e s te
u n iv erso de sim u lación o p era c io n a l, m u ltiestim u lació n y m u ltire sp u e sti.
S e v a a n atu ralizar este te st in cesan te de ad ap tació n lo grad a asim ilán d o la
al m im e tism o an im al: « L a ad ap tació n d e lo s a n im a les a lo s c o lo re s y a las
fo rm a s d e su m e d io es un fen óm en o v á lid o p ara lo s h o m b re s» (N ico lás
S c h o ffe r), e in clu so a lo s in d io s. con « ¡ s u se n tid o in n ato de la e c o lo g ía !» .
T r o p ism o s, m im e tism o s, e m p a tia: to d o el evangelio ecológico de los siste ­
m a s a b ie rto s, con fee d -b ack n eg a tiv o o p o sitiv o , va a p re c ip ita rse en esta
b rech a, c o n u n a id e o lo g ía d e la regu lació n p o r la in form ación q u e n o es
sin o el av a ta r, segú n u n a ra cio n a lid ad m á s fle x ib le , d e l re fle jo de P a v lo v .
A sí h e m o s p a sa d o del electro sh o ck a la e x p re sió n co rp o ral co m o co n d i­
cio n am ien to d e la salu d m en tal. P o r d o q u ie r lo s d isp o sitiv o s d e fu e rza y
de fo rz a d o dan p aso a los d isp o sitiv o s de am b ien te, con op eracion aliza-
ción de la s n o cio n e s d e n e ce sid a d , d e p erc ep c ió n , de d e se o , etc. E c o lo g ía g e ­
n eralizad a, m ístic a del « n id o » y d el co n tex to , sim u lació n de m e d io am
b ien te h a sta en lo s «C e n tro s. de R ean im ación E sté tic a y C u ltu ra l» p re v isto s
en el V I I P la n (¿ p o r q u é n o ? ) y en el C en tro de O c io s S e x u a le s, co n s­
tru id o en fo rm a d e sen o , q u e o fre ce rá <<una e u fo ria su p e rio r g ra c ia s a u n
am bien te im p u lsad o . . . E l tra b a ja d o r d e to d a s la s c a te g o ría s p o d rá p e n e tra r
en esto s ce n tro s e stim u la n te s» . F ascin ac ió n esp acio d in ám ica, co m o ese « t e a ­
tro to ta l» , esta b le cid o «se g ú n un d is p o s itiv o circu lar h ip e rb ó lico q u e g ira
alred ed o r d e u n h u so c ilín d ric o » : n o m á s escen a, n o m á s co rte, n o m ás
« m ir a d a » : fin d el esp e ctá cu lo v fin d e Jo esp e cta cu la r h acia lo circu n d an te
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 85

total, fusional, táctil, estésico (y no estésico), etc. N o podemos dejar de


pensar con humor negro en el teatro total de Artaud, en su teatro de la
Crueldad, del cual esta simulacion espaciodinámica es la caricatura abyecta.
A quí la crueldad es reemplazada por los «umbrales de estímulos» míni­
mum y máximum, por la invención de «códigos perceptivos calculados a
partir de los umbrales de saturación». Incluso la vieja «catarsis» del teatro
clásico de las pasiones se ha vuelto hoy homeopatía por simulación. Así va
la creatividad.
Es, asimismo, el hundimiento de la realidad en el hiper-realismo, en la
duplicación minuciosa de lo real, preferentemente a partir de otro medio
reproductivo — publicidad, foto, etc.— de medium en medium Jo real se
volatiliza, se vuelve alegoría de la muerte, pero también se refuerza me­
diante su destrucción misma, se convierte en lo real por lo real, fetichismo

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
del objeto perdido; ya no objeto de representación, sino éxtasis de dene­
gación y de su propia exterminación ritual: hiper-real.
El realismo inauguraba ya esta tendencia. La retórica de lo real señala
ya que el estatuto de éste está gravemente alterado (la edad de oro es
la de la inocencia del lenguaje, en la que no hay que redoblar lo que él dice
con un efecto de realidad). El surrealismo es todavía solidario del realismo
al que refuta, pero duplica por su ruptura en lo imaginario. Lo hiper-
real representa una fase mucho más avanzada, en la medida en que incluso
esta contradicción de lo real y lo imaginarte, queda en él borrada. La
irrealidad no es en él la del sueño o del fantasma, de un más allá o de un
m ás acá, es la de la alucinante semejanza de lo real consigo mismo. Para
salir de la crisis de la representación hay que encajar lo real en la repe­
tición pura. Antes de emerger en el pop-art i el neo-realismo pictórico, esta
tendencia se lee ya en el nouveau roman. En él, el proyecto es ya hacer el
vacío alrededor de lo real, extirpar toda psicología, toda subjetividad, para
devolverlo a la objetividad pura. De hecho, esta objetividad no es otra que
la de la pura mirada; objetividad al fin liberada del objeto, que no es
más que la retransmisión ciega de la mirada que lo barre. Seducción cir
cular donde se puede descubrir fácilmente el intento inconsciente de no
ser visto más.
Esta es la impresión que da el neo-roman: esa rabia de elidir el sen­
tido en una realidad minuciosa y ciega. Sintaxis y semántica han desapa­
recido; ya no hay aparición sino comparecencia del objeto, interrogatorio
encarnizado de sus fragmentos esparcidos. Ni metáfora ni metonimia; in­
manencia sucesiva bajo la instancia policíaca de la mirada. Esta microsco-
pia «objetiva» suscita un vértigo de realidad, vértigo de muerte en los con­
fines de la representación por la representación. Se acabaron h s viejas
ilusiones de relieve, de perspectiva y de profundidad (espaciales y psico­
lógicas) ligadas a la percepción del objeto: es toda la óptica, lo cscópico
vuelto operacional en la superficie de las cosas, es la mirada convertida
en código molecular del objeto.
Varias modalidades de este vértigo de simulación realística son posibles:
86 JE A N BA U D RILLA R D

I. La desconstrucción de lo real en sus detalles — declinación paradig­


mática cerrada del objeto— aplanamiento, linealidad y serialidad de los
objetos parciales.
II. La visión en ' abismo: todos los juegos de desdoblamiento y de
duplicación del objeto detallado. E sta desmultiplicación se da para una
profundidad, incluso para un metalenguaje crítico, y esto era desde luego
cierto en una configuración reflexiva del signo, en una dialéctica del es­
pejo. En lo sucesivo, esta refracción indefinida no es más que otro tipo de
serialidad: lo real ya no se refleja en ella, involuciona en sí mismo hasta
la extenuación.
I I I . La forma propiamente serial (Andy W arhol). Aquí no solamen­
te queda abolida la dimensión sintagmática, sino también la dimensión
paradigmática, puesto que no hay flexión de formas, ni incluso refle­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
xión interna, sino contigüidad de lo mismo (flexión y reflexión cero).
Corno esas dos hermanas gemelas de una foto erótica: la realidad carnal
de sus cuerpos queda eliminada por esa semejanza. ¿Cómo conferírsela cuan­
do la belleza de la una está inmediatamente duplicada por la de la
otra? La mirada no puede sino ir de la una a la otra, toda visión queda
encerrada en este vaivén. Forma sutil de asesinato del original, pero tam­
bién seducción singular, en la que todo enfoque del objeto es interceptado
por su difracción infinita en sí mismo (escenario inverso del mito pla­
tónico y de la reunión de las dos mitades separadas de un símbolo; aquí
el signo se desmultiplica como los protozoarios). Esta seducción es quizá
la de la muerte, en el sentido de que para nosotros, seres sexuados, la
muerte no es quizá la nada, sino simplemente el modo de reproducción
anterior a la sexuación. La generación por el modelo, según una cadena
indefinida, coincide con la de los protozoarios, y se opone a la del sexo,
que para nosotros se confunde con la vida.
IV . Pero esta maquinalidad pura no es desde luego más que un
límite paradójico: la verdadera fórmula generadora, la que engloba a todas
las demás, y que es en cierto modo la forma estabilizadora del código, es
la de la binaridad, la de la digitalidad; no la repetición pura, sino la
distancia minimal, la inflexión minimal entre dos términos, es decir, el
«mínimo paradigma común» que pueda sostener la ficción del sentido.
Combinatoria de diferenciación interna del objeto pictórico como del
objeto de consumo, esta simulación se estrecha en el arte contemporá­
neo hasta no ser más que la ínfima diferencia que separa aún lo hiper-real
de la hiper-pintura. Esta pretende extenuarse hasta la desaparición en
sacrificio ante lo real, pero sabemos cómo resucita todo el prestigio de la.
pintura en esta ínfima diferencia: toda la pintura se refugia en el borde
que separa a la superficie pintada y el muro. Y en la firma: signo meta-
físico de la pintura y de toda la metafísica de la representación, en el límite
donde se toma a sí misma por modelo (la «pura m irada»), y gira sobre sí
misma en la repetición compulsiva del código.
La propia definición de lo real es: aquello de lo cual es posible dar
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 87

u n a rep ro d u cción eq u iv alen te. E s co n tem p o rán e a d e la cien cia q u e p o stu la


q u e u n p ro c e so p u e d e se r re p ro d u cid o ex actam en te en la s co n d icio n es
d a d a s, y d e la ra cio n a lid ad in d u stria l, q u e p o stu la u n siste m a u n iv e r sa l de
eq u iv alen cias (la re p re se n tació n clá sica n o es e q u iv a le n c ia , es transcrip­
ción , in te r p re ta c ió n ,c o m e n ta rio ). A l térm in o d e este p ro c e so d e repro du c-
tib ilid a d , lo re a l es n o so lam en te lo q u e p u e d e se r re p ro d u c id o , sin o lo
q u e y a e s tá sie m p re rep ro d u cid o . H ip e r-real.
E n to n c e s: ¿ fin d e lo re a l y fin d el arte p o r re a b so rc ió n to tal d e lo
u n o y d e lo o tr o ? N o : e l h ip er-realism o e s e l c o lm o d e l arte y el co lm o
d e lo re al p o r in tercam b io re sp e c tiv o , al n ivel d e l sim u la cro , d e lo s p r iv i­
le g io s y d e lo s p re ju ic io s q u e lo s fu n d a n . L o h iper-real n o está m á s allá
d e la re p re se n ta ció n (cf. J.-F . L y o ta rd , L ’A r t V iv a n t, n ú m e ro so b re el
h iper-realism o ) sin o p o rq u e está en teram en te en la sim u lación . E l to r ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n iq u e te d e la re p re se n tació n se v u e lv e en ella lo co , p e ro d e u n a lo cu ra
im p lo siv a q u e , lejo s d e se r ex cén trica, b izq u e a hacia e l cen tro , hacia su
p r o p ia re p e tic ió n en a b ism o . A n á lo g o a l e fe c to d e d istan ciació n in tern a
e s el su e ñ o , q u e h ace q u e n o s d ig a m o s q u e e sta m o s so ñ a n d o , p e ro n o es
.m ás q u e u n ju e g o d e c e n su ra y de p erp etu ac ió n d e l su eñ o . E l hiper-rea­
lism o fo rm a p arte in teg ran te de u n a re a lid a d co d ifica d a , q u e él p e rp e tú a
y a la cu al n o cam b ia en n ad a.
E n re a lid a d , h ay q u e in te rp re ta r el h ip er-realism o a la in v e rsa: e s la
re a lid a d m ism a hoy, la q u e es h iper-realista. E l secreto d e l su rre a lism o era
ya q u e la re a lid a d m ás b a n a l p o d ía v o lv e rse su rre a l, p e ro so lam en te en m o ­
m e n to s p riv ile g ia d o s, y q u e d e p e n d ían aún d e l a rte y d e lo im agin ario .
H o y , e s to d a la re a lid a d co tid ia n a, p o lític a , so cial, h istó ric a , eco n ó m ica, etc.
la q u e d e sd e ah ora y ya, ha in c o rp o rad o la d im en sió n sim u la d o r a d e l
h ip er-realism o : v iv im o s en to d a s p a r te s y a en la alucin ación « e s t é t ic a » d e
la re a lid a d . E l v ie jo e slo g a n « L a re a lid a d su p e ra a la fic c ió n » , q u e c o ­
rre sp o n d e aún al e sta d io su rre alista d e esa estetizació n d e la v id a , está
su p e ra d o : n o m á s ficción a la q u e p u e d a co n fro n ta rse la v id a , in c lu so
v icto rio sa m e n te ; e s la re a lid a d en te ra q u e h a p a sa d o al ju e g o d e la re alid ad .
D e se n c a n ta m ie n to rad ic al, esta d io co o l y cib ern ético q u e su ce d e a la fa se
h o t y fa n ta sm á tica .
E s así c o m o a la c u lp a b ilid a d , a la an g u stia y a la m u erte p u e d e su s­
titu ir se el d is fr u te to ta l d e lo s sig n o s d e la c u lp a b ilid a d , de la d e se sp e ­
ración , de la v io len cia y d e la m u erte . E s la e u fo ria m ism a de la sim u la ­
ción , q u e se q u ie re ab o lició n d e la cau sa y d e l efe cto , d el o rig e n y d el fin ,
a lo s q u e su stitu y e p o r la d u p licació n . D e esta fo rm a , to d o siste m a ce rrad o
se p ro te g e a la v e z d e l re feren cial y de la an g u stia d el re fere n c ial; a sí com o
de to d o m e tale n g u a je, q u e e v ita ju g a n d o a su p ro p io m e tale n g u a je , es
d ecir, d u p licá n d o se en su p r o p ia crítica. E n la sim u la ció n , la ilu sió n m eta-
lin g ü ística d u p lica y co m p le ta la ilu sió n re feren cial (la alucin ación p até tica
d e l sig n o y la alu cin ació n p a t é t k a de lo re al).
« E s u n c irc o » , « E s p u ro t e a tr o » , « E s c in e » , v ie jo s a d a g io s, v ie ja
denu n cia n atu ra lista . Y a no se tra ta d e eso , a h o ra se tra ta d e la sa te liz a -
88 JE A N BA U D RILLA R D

ción d e lo real, de la puesta en órbita de una realidad indecidible y sin


parámetro con los fantasmas que la ilustraban antiguamente. Esta sateli-
zación se ha visto materializada, por otra parte, en el dos-piezas-cocina-
ducha que han puesto realmente en órbita, elevado a la potencia espacial,
podríam os decir, con' el último módulo lunar. La cotidianidad misma del
hábitat terrestre elevado al rango de valor cósmico, de decorado absoluto
— hipostasiado en el espacio— es el fin de la metafísica, es la era de la
hiperrealidad lo que empieza .8 Pero la trascendencia espacial de la bana­
lidad del dos-piezas, así como su figuración cool y maquinal en el hiperrea-
lismo 9, no dicen más que una cosa, y es que este módulo, tal cual es, par­
ticipa de un hiper-espacio* de la representación donde cada cual está ya
técnicamente en posesión de la reproducción instantánea de su propia vida,
donde los pilotos del Tupolev que se estrelló en Le Bourget, pudieron §
verse morir en directo, en sus cámaras. No es otra cosa que el cortocircuito ¡
de la respuesta por la pregunta en el test, proceso de reconducción instan- ¡
tánea, por el cual la realidad es inmediatamente contaminada por su si- f
mulacro. ¡
Antes existía una clase específica de objetos alegóricos, y un poco “
diabólicos: los espejos, las imágenes, las obras de arte (¿los conceptos?); §
simulacros, pero transparentes, manifiestos (no se confundía la factura y |
y la falsificación), que tenían su estilo y su savoir-faire característico. Y ¡
entonces el placer consistía más bien en descubrir algo de «natural» en lo f
que era artificial y falsificado. H oy; cuando real e imaginario se confunden |
en una misma totalidad operacional, la fascinación estética está en todas í
. partes: es la percepción subliminal (una especie de .sexto sentido) de la 1
artimaña, del montaje, del escenario, de la sobre-exposición de la realidad J
en la iluminación de los modelos; no ya un espacio de producción, sino f
una tira de lectura, tira de codificación y de descodificación, cinta mag- ¡
netizada por los signos. Realidad estética, no ya por la premeditación y la s
©

8. El coeficiente de realidad es proporcional a la reserva de lo imaginario, que


le da su peso específico. Esto sucede también con la exploración geográfica y espa­
cial; cuando no hay más territorio virgen y, por lo tanto, disponible para Io imagi­
nario, cuando el mapa cubre todo el territorio, algo así como el principio de reali­
dad desaparece. La conquista del espacio constituye en este sentido un umbral
irreversible hacia la pérdida del referencial terrestre. Hay tanta coherencia Í¡Jterna
en un universo limitado, como hemorragia de la realidad cuando sus límites retro­
ceden al infinito. La conquista del espacio viene después de la del planeta, y a la em­
presa fantasmática de extender la jurisdicción de lo real —por ejemplo, llevar la
bandera, la técnica y el dos-piezas-cocina a la luna— corresponde la tentativa de
sustancializar los conceptos o de territorializar el inconsciente, lo cual equivale a
desrealizar el espacio humano, o a incorporarlo a una hiperrealidad de simulación.
9. O el de la casa-remolque metalizada, o el supermercado, tan caros a los
hiperrealistas, o el de la sopa Campbell de Andy Warhol, o incluso el de la Gio­
conda, una vez sateli:w.da alrededor del planeta como modelo absoluto del arte
terrícola, ya no una obra de arte, sino un simulacro planetario en el que todo el
mundo da testimonio de sí mismo (en realidad de su propia muerte) respecto a un
mundo futuro.
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 89

d ista n cia d e l a rte , sino p o r su elevación al se g u n d o n ivel, a la p o ten cia


d o s , p o r la an ticip ació n y la in m an en cia d e l có d ig o . U n a esp e cie d e p a r o ­
dia n o d e lib e ra d a , p lan ea so b re to d as la s c o sa s, d e sim u lació n táctica, d e
ju eg o in d e c id ib le al cual se u n e u n gozo e sté tic o , el m ism o d e la lec tu ra y
de la re gla d el ju ego . T ra v e llin g d e lo s sign o s, de lo s m e d ia, d e la m o d a
y d e lo s m o d elo s, d el am b ien te ciego y b rilla n te d e lo s sim u lacro s.
H a c e tie m p o q u e el a rte p r e fig u r ó e ste v ira je q u e es hoy el d e la
v id a co tid ia n a. M u y p ro n to la o b ra se d u p lica en ella m ism a , com o m a­
n ip u lación d e lo s sig n o s d el arte: su p ersig n ifica c ió n d e l arte, «a ca d e m ic ism o
del sig n ific a n te », com o d iría L e v i-S tra u ss, q u e lo in tro d u jo v e rd a d era m en ­
te en la fo rm a-sign o . E s en ton ces cu an d o el arte en tra en su rep ro d u cció n
in d e f in id a :t o d o lo que se d u p lica a sí m ism o , así sea la re a lid a d co tid ian a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
y b a n a l, cae al m ism o tiem p o b a jo el sign o d el arte, y se v u elv e estético . L o
m ism o su c e d e con la p ro d u cc ió n , de la q u e p o d e m o s d e c ir q u e en tra a c tu a l­
m ente en su rep etició n e sté tic a , en esa fa s e en qu e, e x p u lsa n d o to d o co n ­
ten id o y to d a fin a lid a d , se vuelve en cierta fo rm a a b stra c ta y n o fig u ra ­
tiva. E x p re sa , en ton ces, la fo rm a p u ra de la p ro d u cc ió n , tom a en sí m ism a,
com o e l a rte , v a lo r d e fin a lid a d sin fin . E l arte y la in d u str ia p u e d en
en ton ces in terca m b ia r su s sig n o s: el arte p u e d e v o lv erse m áq u in a rep ro d u c­
tora (A n d y W a rh o l), sin d e ja r de ser a rte , p u e sto ctue la m áquina no es
m ás q u e sign o. Y la p rodu cción p u e d e p e rd e r tod a fin alid ad social p ara
verificarse y e x a lta rse a! fin en lo s sig n o s p re stig io so s, h ip e rb ó lico s, e s ­
tético s qu e son lo s g ran d e s co m p lejos in d u stria le s, las to rres de 4 0 0 m e­
tros d e alto o lo s m iste rio so s c ifra d o s d e l P .N .B .
A sí, el a r te e s t á en to d as p a r te s, p u e sto q u e el a rtificio e s t á en el
corazón de la re a lid a d . A sí, el arte ha m u e rto , p u e sto q u e n o so lam en te
su trasc en d e n cia crítica h a m u erto , sino q u e la re a lid a d m ism a, p o r com ­
p leto im p reg n ad a d e una e stética q u e re su lta d e su e stru c tu ra lid a d m ism a ,
se h a c o n fu n d id o con su p ro p ia im agen . N i siq u iera tiene tiem p o de lo g ra r
el efecto d e re a lid a d . Y a no su p e ra siq u iera la fic ció n : cap ta to d o su eñ o
antes de q u e lo g re el e fe cto d e su eñ o . V é r tig o esq u iz o fré n ic o d e e sto s sig ­
nos se ria le s, sin fa lsific a c ió n , sin su b lim a ció n p o sib le , in m an en tes en su
repetición . ¿ Q u ié n d irá d ó n d e está la re a lid a d d e lo q u e ello s sim u lan ?
Y a ni siq u iera rechazan n ad a (e s p o r e sto q u e la sim u lación in tro d u ce en
la e sfe ra d e la p sic o s is , si se q u ie re ); in clu so lo s p ro c e so s p rim a rio s se
su p rim en . E l u n iv e rso c o o l d e la d ig ita lid a d a b so r b e el d e la m e tá fo ra y
la m eto n im ia. E l p rin cip io d e la sim u lació n se im po n e tan to al p rin cip io
de re a lid a d com o al p rin cip io d el p lacer.
90 J^ ^ BA U D RILLA R D

KOOL KILLER O LA INSURRECCION DEL SIGNO

F u e en la p rim a v e ra d el 7 2 cu an d o se em pezó a esparcir so b re N u e v a


Y o r k u n a ola d e g ra ffiti q u e, h a b ien d o co m en zad o en las p ared es y la s
v a lla s d e lo s gh eto s, a cab aro n p o r a d u e ñ a rse d e l m e tro y d e lo s a u to b u se s,
d e lo s cam io n es y lo s asc en so res, d e lo s p a sillo s y lo s m o n u m en to s, c u ­
b rié n d o lo s p o r c o m p le to d e g ra físm o s ru d im e n ta rio s o so fistic a d o s, cuyo
co n ten id o n o es n i p o lític o n i p o rn o g rá fic o : n o so n sin o n om b res, a p o d o s
sacad os d e lo s com ics u n d ergrou n d : D U K E S P R I T S U P E R K O O L K O O L -
K I L L E R A C E V I P E R E S P I D E R E D D I E K O L A , e tc ., se gu id o s d e l nú­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m ero d e su ca lle: E D D I E 1 3 5 W O O D I E 1 1 0 S H A D O W 1 3 7 , e tc ., o
tam b ién d e u n n úm ero en c ifra s ro m a n a s, ín dice d e filiació n o d e d in a stía :
S N A K E 1 S N A K E 11 S N A K E 111, e tc ., h a sta cin cu en ta, segú n q u e el
n o m b re, la den o m in ación to tém ica, se a retom ad a p o r n u e v o s g ra ffitista s.
T o d o e s t o se h a c e co n e l M a g ic M a rk e r o co n a to m iz a d o r q u e p e rm i­
te in sc rip c io n e s d e un m e tro de a lto o m á s a ^odo lo la rg o d e u n vagón .
L o s jó v e n e s se in tro d u cen de n oche en las term in ales d e a u to b u se s y d e l
m e tro , e in clu so en e l in te rio r d e lo s a u to m ó v ile s, y se d e se n cad en an g rá ­
ficam en te. A l d ía sig u ie n te , to d o s e so s tre n es a tra v ie san M a n h a tta n en las
d o s d ireccion es. S e lo s b o rra (es d ifíc il), se d etien e a lo s g r a ffitista s , lo s
en carcelan , se p ro h íb e la v e n ta d e lo s m a rk e rs y d e lo s a to m iz a d o res; d e
n ad a sirv e, fa b ric a n o tro s a rtesan alm e n te y recom ienzan to d a s la s n oches.
E l m o v im ie n to h a p a sa d o h o y , a l m e n o s con esa vio len cia ex tra o rd in a ­
ria. N o p o d ía se r sin o efím ero , y, p o r lo d e m ás, ev o lu c io n ó m u ch o en un
a ñ o d e h isto ria . L o s g ra ffiti se vo lv iero n m á s sa b io s, con g ra fism o s b arro
cos in creíb le s, con ra m ificacio n e s d e e stilo y d e escu ela lig a d a s a las d ife ­
re n tes b a n d a s q u e o p e ra b a n . S o n siem p re jó v en es n eg ro s o p o rto rriq u e ñ o s
lo s q u e d iero n o rigen al m o v im ien to . L o s g r a ffiti son p e cu lia re s de N u e v a
Y o rk . E n o tra s c iu d a d e s con im p o rta n tes m in o rías é tn ic a s ,, en co n tra m o s
m u ch as p a re d e s p in ta d a s, o b ra s im p r o v isa d a s y co le c tiv a s d e co n ten id o
etn o-político, p e ro p o co s g ra ffiti.
U n a cosa es se g u ra : q u e tan to los unos com o los o tro s n acieron
d e sp u é s d e la re p re sió n d e la s g ra n d e s re v u e ltas u rb a n a s d e l 6 6 / 7 0 . O fe n ­
siv a salvaje co m o la s re v u eltas, p ero de o tro tip o , y q u e cam b ió d e co n ­
ten id o y de terren o. N u e v o tip o de in terven ción en la c iu d a d , y a n o com o
lu g a r d e l p o d e r econ óm ico y p o lític o , sin o co m o e s p a c io /tie m p o d e l p o ­
d e r terro rista d e lo s m e d ia, d e lo s sig n o s y d e la cu ltu ra d o m in an te.

L a ciu d a d , lo u rb an o, es ai m ism o tie m p o un esp acio n eu tralizad o ,


h o m ogen eizad o, el de la in d iferen cia, y el de la se g re g a c ió n crecien te de
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 91

lo s g h e tto s u rb a n o s, de la relegació n d e lo s b a rrio s, de la s ra z a s, d e cierta s


e d a d e s: e l esp a c io p a r c e la d o d e lo s sig n o s d istin tiv o s. C a d a p rá ctic a , cad a
in sta n te d e la v id a co tid ia n a e stá a sig n ad o p o r m ú ltip le s c ó d ig o s a u n
esp acio-tiem p o determ in ad o. o L s gh etto s ra cia les en la p eriferia o en el
corazón d e la ciu d a d , no so n m á s q u e la e x p re sió n lím ite d e esta c o n fi­
gu ración d e lo u rb a n o : un in m en so cen tro d e crib a y d e en cierro , d o n d e el
sistem a se re p ro d u ce n o só lo econ óm icam en te y en el e s p a c io , sin o ta m ­
b ié n en p ro fu n d id a d , p o r la ram ificació n d e lo s sig n o s y lo s c ó d ig o s , p o r
la d e stru cció n sim b ó lica de la s re la c io n e s so ciales.
H a y u n a ex p an sió n h o rizo n tal y v e rtic a l d e la ciu d a d a sem ejan za
d e l sistem a econ óm ico. P e ro h av u n a tercera d im e n sió n d e lo económ ico-
p o lítico ; la d e la inversión , del cu a d ricu la d o y d e l d e sm an telam ien to de
tod a so cialid a d p o r los sig n o s. C on tra é sta , n i la arq u itectu ra n i el u rb a n is­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m o p u ed en nada, p o rq u e ello s m ism os p ro ced en de ese n u evo g iro d ad o
p o r la econ om ía gen eral d el siste m a . S o n su se m io lo gía op eracio n al.
L a ciu d a d fu e , p rim o rd ia lm e n te , el lu g a r d e p ro d u cció n y de realización
d e la m ercan cía, d e la con cen tración y d e la ex p lo ta ció n in d u stria le s. H o y
es, p rim o rd ía lm en te, e l lu g ar de ejecu ción d el sig n o co m o d e u na se n te n ­
cia d e . v id a y de m u erte .
Y a no e sta m o s en la ciu d ad de lo s cin tu ron es ro jo s d e la s fá b ric a s y
de la s p e rife ria s o b re ras. E n aq u ella ciu d a d se in scrib ía aún , en el esp a c io
m ism o , la d im e n sió n h istó rica d e la lucha d e clases, la n e g a tiv id a d d e la
fu erza de tra b a jo , u n a e sp e cific id a d so cial irred u ctib le. H o y , la fá b rica ,
en cu an to m o d elo d e so cialización p o r el c a p ita l, no ha d e sa p a re c id o , p e ro
cede el lu g a r, en la e stra te g ia ge n e ral, a la ciu d a d e n te ra c o m o esp a c io d e l
có d igo . L a m atriz d e lo u rb an o va n o e s la d e la realización de u na fu e rz a
(la fuerza d e tra b a jo ), sin o la de la realización d e una d iferen cia (la o p e ra ­
ción d el sig n o ). L a m e talu rgia se h a co n vertido en sem iu rgia.
E s te escen ario de lo u rb a n o e stá m a te ria liz a d o en la s n u e v a s c iu d a d e s,
directam en te sa lid a s d e l an á lisis op eracio n al de la s n ece sid a d es y d e la s
fu n c io n e s/sig n o s. E n ella s tod o e stá co n ceb id o, p ro y ec ta d o y re alizad o
so b re la b a se d e u n a d e fin ició n analítica: h á b ita t, tra n sp o rte, tra b a jo , o c io ,
ju e g o , c u ltu ra ; to d o s térm in o s co n m u ta b le s en el ta b le ro d e a je d re z d e la
c iu d a d , en un esp acio h o m ogén eo d e fin id o c o m o co n to rn o to ta l. E s a q u í
do n d e la p ro sp e c tiv a u rb a n a se en laza co n el ra cism o , p o r q u e n o h a y d i­
feren cia en tre el h e ch o d e a m o n to n ar a la gen te en un e sp a c io h o m o gé­
n eo llam a d o g h e tto , so b re la b a se d e u na defin ición ra cia l, y el d e hom o-
gen eizarla en u n a ciu d a d n u eva so b re la b a se d e u n a d e fin ició n fu n cio n a l
de su s n ece sid a d es. E s u n a so la } m ism a ló gica.
L a ciu d a d ya n o es el polígono^ p olítico -in d u strial q u e e ra en el si­
glo x i x , e s el p e líg o n o de lo s sig n o s, de lo s m e d ia, d e l có d ig o . C o m o con ­
secu en cia, su v erd ad y a no e stá en u n lu g a r g e o g rá fic o , com o la fáb rica o
in clu so el gh etto trad icio n al. Su v e rd a d , la reclu sió n en la fo r m a /s ig n o ,
e stá en to d a s p arte s. E s el g h e tto d e la telev isió n , d e la p u b lic id a d , el
gh etto d e lo s c o n su m id o re s/c o n su m id o s, d e Jo s le c to re s le íd o s d e antem a-
92 JE A N BA U D RILLA R D

no, de los descifradores cifrados con todos los mensajes, de los circulantes/
circulados del metro, de los que entretienen/entretenidos por el tiempo
del ocio, etc. Cada espacio/tiem po de la vida urbana es un ghetto, y todos
están conectados entre sí. La socialización hoy, o más bien, la desocializa­
ción, pasa por esta ventilación estructural a través de los múltiples códi­
gos. La era de la producción, la de la mercancía y de la fuerza de trabajo,
equivale aún a una solidaridad del proceso social, hasta en la explotación.
E s sobre esta socilización, en parte realizada por el propio capital, que
M arx funda su perspectiva revolucionaria. Pero esta solidaridad histórica
ha desaparecido: solidaridad de la fábrica, del barrio y de la dase. De
ahora en adelante todos están separados e indiferentes bajo signo de la
televisión y del automóvil, bajo el signo de los modelos de comportamien­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
to in sc r its por doquier en los media o en el trazado de la ciudad. Todos
alineados en su delirio respectivo de identificación con los modelos direc­
tores, con los modelos orquestados de simulación. Todos conmutables
como esos mismos modelos. E s la era de los individuos de geometría v a­
riable. Pero la geometría del código permanece fija y centraliz-da. E l mo­
nopolio de ese código difundido en todo el tejido urbano, es la verdadera
forma de la relación social. .
Se puede prever que la producción, la esfera de la producción, se
dsecentralice, y que cese la relación histórica entre la ciudad y la produc­
ción mercantil. E l sistema puede abstenerse de la ciudad fabricante, pro­
ductora, espacio/tiem po de la mercancía y de las relaciones sociales mer­
cantiles. H ay signos de ello en esta evolución. Pero no puede abstenerse
de lo urbano como espacio/tiem po del código y de la reproducción, por­
que el centralismo del código es la definición misma del poder.

Es, por lo tanto, políticamente esencial lo que combate hoy a esta


semiocracia, a esta nueva forma de la ley del valor: conmutabilidad total
de los elementos en un conjunto funcional, en el que cada uno sólo ad­
quiere sentido como término estructural variable según el código. Por
ejemplo, los graffiti.
La rebelión radical en estas condiciones es, efectivamente, primero
decir: «E xisto, soy fulano, vivo en tal o cual calle, vivo aquí y ahora».
Pero esto no sería sino la rebelión de la identidad: luchar contra el ano­
nimato reivindicando un nombre y una realidad propia. Los graffiti van
más lejos: al anonimato no oponen nombres, sino seudónimos. N o buscan
salir de la combinatoria para reconquistar una identidad imposible de todas
maneras, sino para voltear la inaeterminación contra el sistema; voltear la
indeterminación en exterminación. Retorsión, reversión del código según
su propia lógica, en su propio terreno y victoriosa sobre él al superarlo
en el irreferencial.
SU P E R B E E S P IX C O LA 139 K O O L G U Y CR A ZY CRO SS 136,
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 93

'esto no quiere decir nada, no es ni siquiera el nombre propio, es una


matrícula simbólica, hecha para despistar al sistem a común de apelacio­
nes. Estos términos no tienen ninguna originalidad: vienen todos de la
cinta donde estaban encerrados en la ficción, pero salen de ella explosi­
vamente para ser proyectados en la realidad como un grito, como inter­
jección, como anti-discurso, como rechazo de toda elaboración sintáctica,
^rética, política, como el más pequeño elemento radical inapresable por
cualquier discurso organizado. Irreductibles por su pobreza misma, resis­
ten a toda interpretación, a toda connotación, y no denotan nada ni a
nadie tampoco. N i denotación ni connotación, es así como escapan al. prin­
cipio de significación, en cuanto sig n ific a n te s v acíos, hacen irrupción en la
esfera de los sig n o s p le n o s de la ciudad, y los disuelven por su sola pre­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
sencia.
Nombres sin intimidad, como el ghetto es sin intimidad, sin vida pri­
vada, pero vive de un intercambio colectivo intenso. Lo que esos nom ­
bres reivindican no es una identidad, una personalidad; es la exclusividad
radical del clan, de la banda, del ga n g , de la clase de edad, del grupo o
de la etnia, que, como sabemos, pasa de la adjudicación del nombre y de la
fidelidad absoluta a ese nombre. a asta denominación totémica, incluso si
proviene directamente de los comics underground. Esta forma de deno­
minación simbólica es negada por nuestra estructura social, que impone
a cada uno su nombre p ro p io y una individualidad p riv a d a , rompiendo toda
solidaridad a título de una socialidad urbana abstracta y universal. Estos
nombres, por el contrario, estas denominaciones tribales, tienen una autén
tica carga simbólica: están hechas para darse, intercambiarse, transmi­
tirse, turnarse indefinidamente en el anonimato, pero un anonimato colec­
tivo, donde esos nombres son como los términos de una iniciación que
pasa del uno al otro, y se intercambian tan bien que no son, no más
que la lengua, la propiedad de nadie.
En esto radica la verdadera fuerza de un ritual simbólico y, en este
sentido, los g r a ffiti van a la inversa de todos los signos mediáticos y pu­
blicitarios, que podrían dar la ilusión en las paredes de nuestras ciudades
de la misma evocación. Se ha hablado de fiesta a propósito de la publici­
dad: sin ella, el entorno urbano sería triste. Pero en realidad no es más
que animación fría, simulacro de llamado y de calor, no avisa a nadie,
no puede ser recogida por una lectura autónoma o colectiva, no crea una
red simbólica. M ás que los muros que la sostienen, la publicidad es en sí
misma un muro, un muro de signos funcionales hechos para ser descifra­
dos, y cuyo efecto se agota con el desciframiento.
Todos los signos mediáticos proceden de este espacio sin cualidades,
de esta superficie de inscripción que se alza como un muro entre produc­
tores y consumidores, entre emisores y receptores de signos. Cuerpos sin
órganos de la ciudad, diría Deleuze, donde se entrecruzan los flujos cana­
lizados. Los g r a ffiti , en cambio, son del orden del territorio. Territorializan
el espacio urbano descifrado; es tal calle, tal pared, tal barrio que cobra
94 JE A N BA UD RILLARD

vida a través d e e llo s, q u e v u elv e a ser te rrito rio co le ctiv o . Y n o se cir­


cu n scrib en al g h e tto , sin o qu e lo ex p o rta n a to d as las a rte ria s d e la ciu d a d ,
in v ad en la ciu d a d b lan c a y revelan q u e es e lla e l v e rd a d e ro gh etto d e l
m u n d o o ccid en tal.
C o n ello s, e s el g h e tto lin g ü ístico el q u e h ace irru p ción en la ciu d a d ,
u n a e sp e c ie d e re v u e lta s de sig n o s. E n la señ alizació n d e la c iu d a d , lo s
g ra ffiti han co n stitu id o siem p re h a sta a h o ra lo s b a jo s fo n d o s — b a jo
fo n d o se x u a l y p o rn o g rá fic o — , la in scripció n v e rg o n z o sa , re ch azad a, de
lo s u rin a rio s y d e lo s terren o s b a ld ío s. S ó lo h ab ían co n q u ista d o lo s m u ro s
en fo rm a de a ta q u e lo s slo g a n s p o lític o s, p ro p a g a n d ístic o s, d e lo s sign o s
p len o s, p ara lo s q u e el m u ro es un so p o rte y el len gu aje un m e d io tra d i­

© Del documento, los autores. Digltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cion al. N o ap u n tan al m u ro en cuanto ta l, ni a la fu n cio n a lid a d d e lo s sig ­
n o s en cuanto tal. S ó lo lo s g r a ffiti y lo s carteles de M ay o 68 en Fran cia
se han d e sp legad o d e otra fo rm a , atacando al so p o rte m ism o , llev an d o lo s
m u ros a u na m o vilid ad sa lv a je , a una in sta n tan eid ad d e in scripció n q u e
eq u iv alía a ab o lirlo s. L a s inscripcio n es y fre sc o s de N a n te rre eran ju sta ­
m ente este d e sv ío del m u ro co m o sign ifican te del cu adricu lado te rro rista
y fu n cion al d el e sp a c io , e sta acción an ti-m ed ia. L a p ru eb a e s q u e la a d ­
m in istració n fu e lo b a sta n te su til p ara no b o rrarlo s ni hacer re p in ta r las
p a re d e s; so n lo s slo g an s p o lítico s d e m a sas, lo s carte le s, lo s q u e se han
en carg ad o de e llo . N ingun a n ecesid ad de re p re sió n : lo s p ro p io s m ed ia,
lo m edia d e la extrem a izq u ie rd a, han devu elto los m u ro s a su fun ción cie­
g a . E s co n ocid o el m u ro de la p ro te sta q u e ap arece m ás tarde en E sto co l-
m o : libertad d e p ro te sta r so b re cierta su p erficie, p roh ib id os lo s g ra ffiti
al lad o .
H a h ab id o tam bién la o fe n siv a efím era d el d e sv ío p u b lic ita rio . L im i­
tada p o r su m ism o so p o rte , p ero u tiliz an d o y a lo s ejes trazados p o r lo s
p ro p io s m e d ia: m etro , estacio n e s, ca rte le s. Y la o fen siva de Je r r y R u b ín
y d e la contra-cu ltu ra am erican a so b re la telev isió n . E n sa y o de d e sv ío
p o lític o de u n gran m ed io de m a sa s, p e ro a nivel d el conten ido so lam en te,
y sin c a m b ia r el m edio m ism o .
P o r p rim era vez, con lo s g ra ffiti de N u e v a Y o r k , lo s su rco s u rb an o s
y lo s so p o r te s m ó v iles han sid o u tiliz a d o s con tanta en v e rg a d u ra , con
tan ta lib e rta d o fe n siv a . P e ro so b re to d o , p o r p rim era vez lo s m edia han
sid o a ta c a d o s en su fo rm a m ism a, es d e cir, en su m o d o de p ro d u cc ió n y
d e d ifu sió n . Y esto p recisam en te p o rq u e lo s g ra ffiti no tienen co n ten ido,
m e n saje. E s e se v acío lo q u e hace su fu e rz a . Y no e s u na c a su a lid a d q u e ,
la o fe n siv a total so b re la fo rm a se acom pañ e d e u na cesación d e co n te­
n id os. E s t o p ro c e d e d e una esp ecie de in tu ición re v o lu cio n a ria ; esto es
q u e la id e o lo g ía p ro fu n d a y a n o fu n cio n a a nivel d e lo s sig n ifica d o s p o ­
lític o s, sin o a n iv e l de lo s sig n ific a n te s, y q u e e s allí d o n d e el siste m a
e s vu ln e rab le y d e b e se r d e sm a n tela d o .
A sí se aclara la sign ificación p o lític a de lo s g ra ffiti. N a c ie ro n d e la
re p re sió n d e la s re v u e ltas u rb a n a s en lo s gh etto s. C o m o con secu en cia de
esta re p re sió n , la rebelión se d e sd o b ló : en una organ ización p o lítica m ar,
EL IN TE R C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 95

xista-leninista pura y dura y doctrinal por una parte, y por otra parte
en este proceso cultural salvaje a nivel de los signos, sin objetivo, sin
ideología, sin contenido. Los unos verán en la primera la verdadera prác­
tica revolucionaria, y tacharán a los graffiti de folklore. E s lo contrario: el
fracaso del 70 ha acarreado una regresión en el activismo político tradi­
cional, pero también ha obligado a la rebelión a radicalizarse en el ver­
dadero terreno estratégico, el de la manipulación total de los códigos
y de las significaciones. Por lo tanto no es en absoluto una fuga en los
signos, sino al contrario, un progreso extraordinario en la teoría y en la
práctica (estos dos términos ya no están, justamente aquí, disociados
por la organización).
Insurrección, irrupción en lo urbano como lugar de la reproducción
y del código; a este nivel ya no es la relación de fuerzas lo que cuenta,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
porque los signos no juegan con la fuerza, sino con la diferencia, es, por
lo tanto, por la diferencia que hay que atacar; desmantelar la red de
los códigos, de las diferencias codificadas, mediante la diferencia ab­
soluta, incodificable, contra la cual el sistema choca y se deshace. Para
ello no hacen falta masas organizadas, n i una conciencia política clara.
Basta con un millar de jóvenes armados de markers y de atomizadores
de pintura para enredar la señalización urbana, para deshacer el orden en
los signos. Los graffíti recubriendo todos los planos del metro de Nue­
va York, como los checos cambiando los nombres de las calles de
Praga para despistar a los rusos: la misma guerrilla.

A pesar de las apariencias, los City Walls, las paredes pintadas, no


tienen nada que ver con los graffiti. Los anteceden, por una parte, y les
sobrevivirán. La iniciativa de estos muros pintados viene de la cum­
bre, es una empresa de innovación y de animación urbana, realizada con
las subvenciones municipales. La City W alls Incorporated es una or­
ganización fundada en 1969 «para promover el programa y los aspectos
técnicos de los muros pintados». Presupuesto cubierto por el Departa­
mento de Asuntos Culturales de la ciudad de Nueva York, y por diver­
sas fundaciones, entre ellas, la de David Rockefeller. Su ideología ar­
tística: «L a alianza natural entre los edificios y la pintura monumen­
tal». Su objetivo: «H acer donación del arte al pueblo de Nueva Y ork».
O también el proyecto de paneles artísticos (bill-board-art-project) de
Los Angeles: «E ste proyecto fue ejecutado para promover las repre­
sentaciones artísticas que quieran utilizar el medio bíll-board en el en­
torno urbano.. Gracias a la colaboración de Foster y de Kleiser (dos
grandes agencias de publicidad), los espacios para carteles públicos se
han convertido así en vitrinas de arte para los pintores de Los Ange­
les. Crean un medio dinámico v sacan el arte áel círculo restringido de
las galerías y m useos».
96 JE A N BA U D RILLA R D

Desde luego, estas operaciones son confiadas a profesionales,' a los


artistas agrupados en el consorcio de Nueva York. Ninguna ambigüedad
posible: se trata, claro está, de una política ambiental, diseño urbano
de gran envergadura; la" ciudad gana con ello y también el arte. Porque
ni la ciudad explota por la irrupción del arte «al aire libre», en la
calle, ni el arte explota al contacto con la ciudad. Toda la ciudad se vuelve
galería de arte, el arte redescubre todo un terreno de maniobra en la
ciu^dad N i uno ni otra han cambiado de estructura, no han hecho más
que intercambiar sus privilegios.
«¡H acer donación del arte al pueblo de Nueva Y o rk !» Basta con
comparar esta fórmula con la de' S U P E R K ^ O L : «Los hay a los cuales no les

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
gusta esto, hombre, pero les guste o no, somos los que hemos hecho
el movimiento artístico más importante para sacudir a la ciudad de Nue­
va Y ork».
Aquí está toda la diferencia. Algunas de las paredes pintadas son
bellas, pero eso nada tiene que ver. Quedarán en Ja historia del arte
por haber sabido crear un espacio en las paredes ciegas y desnudas, por
la línea y el color. Las más bellas son siempre trompe-l’oeil, las que
recrean una ilusión de espacio y profundidad, las que «amplían la ar­
quitectura mediante la imaginación», según la fórmula de uno de los
artistas. Pero ahí está justamente su límite. Hacen jugar la" arquitectura,
poro sin romper la regla del juego. Reciclan la arquitectura en lo ima­
ginario, pero cdnservan el sacramento de la arquitectura (del soporte
técnico de la estructura monumental, y hasta su aspecto social de clase,
puesto que la mayor parte de las City Walls de este tipo están en la
parte blanca y civilizada de las ciudades).
Ahora bien, la arquitectura y el urbanismo, incluso transfigurados
por la imaginación, no pueden cambiar nada, porque ellos mismos son
media de masas y, hasta en sus concepciones más audaces, reproducen
la relación social de' masas, es decir, que dejan colectivamente a la gen­
te sin respuesta. Todo lo que pueden hacer es animación, participación,
reciclaje urbano, diseño en el sentido más amplio. E s decir, simulación
de intercambio y de valores colectivos, simulación de juego y de espa­
cios no funcionales. Como los campos de aventura para los niños, los
espacios verdes, ‘ las casas de la cultura, así las City Walls y los muros
de protesta, que son los espacios verdes de la palabra.
Los graffiti no se preocupan por la arquitectura, la ensucian, la ol­
vidan, pasan sobre ella. El artista mural respeta el muro como respe­
taba el marco de su caballete. E l graffiti pasa de una casa a otra, de un
m uro al otro de los inmuebles, de la pared a la 'ventana o a la puerta,
o al cristal del metro, o a la acera. Cabalga, vomita, se superpone (la
su^^posición equivale a la abolición del soporte como plan, así como
el desbordamiento equivale a su abolición como marco). Su grafismo
es como la perversión polimorfa de los niños, que ignoran el límite
de los sexos y la delimitación de las zonas erógenas. Curiosamente, por
EL IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 97

otra p a rte , lo s g r a ffiti cam b ian p o r c o m p le to la s p are d e s y la s su p e rfi­


cies d e la ciu d a d , o los v a g o n e s d e l m e tro y lo s au to b u se s, en u n cu erpo,
un cu erp o sin p rin cip io ni fin, en teram en te e ro ge n izad o p o r la e scritu ra
co m o el cu p rp o p u e d e se rlo en la in scrip c ió n p rim itiv a d e l ta tu a je . E l
ta tu a je , e sto se h ac e so b re el cu erp o y es en la s so cied ad es p rim itiv a s lo
q u e, ju n to co n o tr o s sig n o s ritu a le s, h ace d e l cu erp o lo q u e él e s: un
m aterial d e in tercam b io sim b ó lico ; sin el ta tu a je , co m o sin la s m á sc a ra s,
el cu erp o n o sería m ás q u e lo q u e e s: d e sn u d o e in e x p re siv o . A l ta tu a r
lo s m u ro s, S U P E R S E X y S U P E R K O O L lo s lib e ra n d e la a rq u itectu ra
y lo s d e v u elv e n a la m ateria viva, to d av ía so cial, al cu e rp o cam b ian te
de la ciu d a d , an te s d e l m a rc a d o fu n cion al e in stitu c io n al. S e acab ó la
cu a d ra tu ra d e los m u ro s, al ser ta tu a d o s co m o efigies arcaicas. Se aca­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
b ó el e s p a c io /tie m p o re p re siv o de los tra n sp o rte s u rb a n o s, cu a n d o lo s
v a g o n e s d e l m e tro p asa n co m o p ro y ec tiles o h id r a s v iv ien tes ta tu a d a s
hasta lo s o jo s. A lg o de la ciu d ad se v u elv e trib a l, p arie tal, an terior a la
escritu ra , con esto s em b lem as im p o n e n te s, p e ro d e sp ro v isto s d e sen-
t id o ;i n c is ió n en la carn e de lo s sig n o s v a cío s, q u e no dicen la id e n tid a d
p erso n al sin o la iniciación y la afiliación d e l g ru p o : A B io cy b e rn etic self-
fu lfillin g p rop h ecy w o rld orgy J.
E s realm en te a so m b ro so v e i e sto d e sp le g a rse en una ciu d ad c u a te r­
n aria, cib ern ética, do m in ad a p o r las d o s to rre s d e alu m in io y d e crista l
del W o rld T r a d e C en te r, m e g a sig n o s in v u ln e rab les de la su p e rp o te n cia d el
sistem a.

E x iste n tam b ién lo s fre sco s m u rales d e lo s g h e tto s, o b ra s de g ru p o s


étn icos e sp o n tá n e o s q u e p in tan su s p ro p ia s p a re d e s. S o c ia l y p o lític a
m ente, el im p u lso e s el m ism o q u e el de lo s g ra ffiti. Son m u ro s p in ta ­
d o s sa lv a je s, no fin an ciad o s p o r la ad m in istra ció n u rb an a. P o r lo d e ­
m á s, to d o s están ce n trad o s en tem as p o lític o s, en u n m ensaje re v o lu ­
cio n ario : la u n id ad de lo s o p rim id o s, la p az m u n d ial, la p ro m o ció n
cu ltu ral d e la co m u n id ad étn ica, la so lid a rid a d , raram en te la violen cia y la
lucha ab ie rta . E n re su m en , a la in v ersa d e lo s g ra ffiti, tienen u n se n ti­
d o , u n m e n sa je. Y al co n tra rio d e la s C ity W alls, q u e se in sp ira n en el
a rte a b stra c to , geo m étrico o su rre a lista , é sto s so n siem p re d e in sp ira ­
ción fig u rativ a e id e alista. L a d ife re n cia v u elv e a ap are ce r a q u í e n tre
un a rte v a n g u a rd ista , sa b io , c u ltiv a d o , q u e ha su p e ra d o hace tie m p o la
in g e n u id a d fig u ra tiv a y la s fo rm a s p o p u la re s re a lista s con u n co n ten id o
id e o ló g ico fu e rte , p e ro fo rm alm en te « m e n o s a v a n za d a s» (au n q u e la in s­
p iració n sea m ú ltip le , d e l d ib u jo in fan til al m u ral m ejicano, d e un arte
sa b io a lo A d u an e ro R o u sse a u o a lo F e rn a n d L é g e r , h a sta la sim p le im a­
gen d e E p in a l, la ilu stra c ió n sen tim en tal d e la s lu ch as p o p u la r e s). D e
to d as fo rm a s, se tra ta d e una co n tra-cu ltu ra n o u n d erg ro u n d , sin o refle-
98 JE A N BA U D RILLA R D

x iv a, articu la d a en la tom a d e conciencia p olítica y cu ltu ra l d e l g ru p o


op rim id o .
A q u í tam b ién , a lgu n o d e e so s m u ro s so n b eU os, o tro s lo so n m e­
nos. Q u e este criterio estético p u e d a in terven ir e s en c ie rto m o d o un
sign o de d e b ilid a d . Q u ie ro d e cir q u e , au n q u e sa lv a je s, co le c tiv o s, an ó n i­
m os, so n re sp etu o so s d e su so p o rte y d el len gu aje p ictó ric o , a sí se a p a r a
articu lar u n a c to p o lític o . E n e ste se n tid o , p u e d e n co n v e rtirse rá p id a ­
m en te en o b ra d e co ra tiv a , algun os so n ya co n ce b id o s com o ta le s, y m i­
ran de re o jo su p ro p io v a lo r. L a m ayor p arte serán p ro te g id o s d e e sta
m u seificación p o r la destru cció n rá p id a d e la s v a lla s y d e lo s v ie jo s m u ­
ro s, aq u í la m u n icip alid a d no p ro te g e al a rte, y la n e g ritu d d e l so p o rte
es a sem ejanza d el gh etto. Sin e m b a rg o , su m o rta lid a d n o es la m ism a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
q u e la de lo s g ra ffiti, lo s cu a les están siste m átic am en te d e stin a d o s a la
re p re sió n p o licíaca (in clu so e stá p ro h ib id o fo to g ra fia rlo s). E s p o rq u e lo s
g r a ffiti son m á s o fe n siv o s, m á s ra d ic a le s; irru m p en en la c iu d a d b la n ­
ca y, so b re to d o , so n tra n sid e o ió g ic o s, tra n sa rtístic o s. E s c a si u n a p a r a ­
d o ja : m ie n tra s q u e la s p a re d e s n e g ra s y p o rto rriq u e ñ a s, in c lu so si no e s­
tán fir m a d a s, tie n e n siem p re v irtu alm e n te u na firm a (u n a referen cia
p olítica o c u ltu ra l, si no a rtístic a ), los g ra ffiti, q u e n o son sin em b argo
m ás q u e n o m b re s, escap an , d e h ech o, a tod a referencia, a to d o origen .
S ó lo ellos son sa lv a je s, en cu an to q u e su m ensaje es nulo.

P o d re m o s ver m e jo r, p o r o tra p a rte , lo q u e sign ifican si an alizam o s


lo s d o s tip o s d e recu peración de q u e so n o b je to (a p a rte d e la rep resión
p o lic ía c a ):
1. S e lo s recu p era en cu an to arte. J a y J a c o k s : « U n a fo rm a p rim i­
tiv a , m ilen a rista , co m u n itaria, no e litista de E x p re sio n ism o A b stra c to » .
O b ien : « L o s tre n es p asa b a n ru g ien d o uno tra s o tro a tra v é s d e la e s­
tación , co m o o tro s ta n to s Ja c k s o n P o llo c k s d escen d ien d o con e stré p ito
a lo s co rre d o re s d e la h isto ria d el a r te » . Se h ab la d e « a r tista s g r a fit ti» ,
d e «e ru p ció n d e arte p o p u la r » , cread o p o r lo s jó v e n e s, y « q u e p a sa rá
a ser u na de la s m a n ife sta cio n es im p o rta n te s y c a ra c te rístic as d e lo s
añ o s 7 0 » , etc. S iem p re la redu cción e sté tic a , q u e e s la fo rm a m ism a d e
n u e stra cu ltu ra d o m in an te.
2. S e lo s in terpreta (y hablo a q u í d e las in terp re ta cio n e s m á s a d ­
m ira tiv a s) en térm in os d e reiv in dicación de id en tid ad y d e lib e rtad p e r­
so n a le s, d e n o-con fo rm ism o: «S u p e rv iv e n c ia in d estru ctib le d el in d iv id u o
en u n m ed io am bien te in h u m a n o » (M itz i C u n liffe en el N e w Y o r k T i­
m e s). In te rp re tac ió n h u m a n ista b u rg u e sa , q u e p a r te d e n u e stro sen ti­
m ien to d e fru stració n en el anonim ato d e las g ran d e s ciu d a d e s. C u n liffe
tam b ién : « E s t o dice [ lo s g r a ffiti d ic e n ] : Y O S O Y , e x isto , so y re a l, he
v iv id o aquf. E s to d ice: K I K I , o D U K E , o M I K E , o G I N O está v iv o , e stá
b ien , v iv e en N u e v a Y o r k » . M u y b ien , p ero « e s t o » no h ab la así, es nues-
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 99

tro ro m an ticism o ex iste n c ia l b u rg u és e l q u e h ab la a sí, e l se r ú n ic o e in ­


co m p a rab le q u e so m o s cad a u n o , y q u e es tritu ra d o p o r la c iu d a d . L o s
jó v en es n e g ro s, en cam b io , n o tienen p e rso n a lid a d q u e d e fen d e r, defien ­
den d e una vez a una co m u n id ad . S u rebelión recusa a la vez Ja id e n ti­
d a d b u rg u e sa y el an o n im ato . C O O L C O K E S U P E R S T R U T S N A K E
S O D A V I R G I N ; hay que oír e sta leta n ía sio u x , e sta leta n ía su b v e rsiv a
d e l an o n im ato , la e x p lo sió n sim b ó lica d e e s to s n o m b re s d e g u e rra en
el co raz ó n de la m e tró p o li blanca.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
III. L A M O D A O L A M A G IA D E L C O D IG O

FRIVOLIDAD DE LO ‘DEJA-VU’

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E l p riv ileg io aso m b ro so de la m o d a p ro v ien e d e q u e la decisión
de la gen te resp ecto a ella es d e fin itiv a. L a aceleración d e l ju e g o d ife ­
ren cial de lo s sign ifican tes se v u elv e en ella d e slu m b ran te h asta la m a ­
g ia ; m agia y v é rtig o q u e co rre sp o n d en a la p é rd id a d e to d o referen cial.
E n este sen tido, es la fo rm a con sum ad a d e la econ om ía p olítica, e l ciclo
d o n d e se v a a abolir la lin ea lid a d d e la m ercan cía.
N o h ay m ás d eterm in ació n in tern a en lo s sig n o s de m o d a , y, p o r lo
tan to , se v u elv en lib res d e co n m u tar, d e p e rm u ta r sin lím ites. A l té r­
m ino de esta em an cip ació n in a u d ita , ob ed ecen , co m o es ló gico , a una
co m peten cia lo ca y m in u cio sa. E s t o es v á lid o p ara la m o d a d e l v e stid o ,
d e l c u e rp o , d e lo s o b je to s; la e s fe r a de los sig n o s « lig e r o s » . R e sp e c to a
la esfe ra d e lo s sig n o s « p e s a d o s » — p o lític a, m o ral, econ om ía, cien cia,
cu ltu ra, se x u a lid a d — en n in gu n a o tra p a rte el p rin c ip io de co n m u ta ­
ció n ju ega con la m ism a lib e rta d . S e p o d ría clasificar e sto s d iferen te s d o
m in io s p o r o r d e n d e «sim u la c ió n » d ecrecien te, p e ro en to d o c a so , to­
d a s la s e s fe r a s tien d en d e sig u a l. p e ro sim u ltán eam en te , a acercarse a lo s
m o d elo s de sim u lació n , al ju eg o d iferen cial e in d ife ren te, al ju e g o e s ­
tru ctu ral d e l v a lo r. E n e se sen tid o se p u e d e d e cir q u e to d o s e stá n h a b i­
ta d o s p o r la m o d a. P o rq u e ésta p u e d e en ten d e rse a la vez c o m o el ju e ­
go m ás su p erficial y co m o la fo rm a so cial m ás p ro fu n d a ; la in v asió n
in e x o rab le d e to d o s lo s d o m in io s p o r p a r te d el có d igo.
E n la m o d a co m o en el có d ig o , lo s sign ificad o s se e sca b u lle n y lo s
d esfilad ero s d e l sign ifican te no llevan a n in gu n a p arte. L a d istin ció n
del sign ificad o y d e l sign ifican te se su p rim e co m o la d iferen cia d e se x o s
(H .-P. Je u d y : L e s ig n if ic a n est h e rm a p rh o d ite ), e l se x o d e sa p a rec e en
las o p o sicio n es d istin tiv a s, y com ien za a lg o a sí co m o un in m en so f e t i­
ch ism o, u n id o a u n p lace r y a u na d e so lac ió n e sp e cia le s. F ascin ac ió n d e
la m an ip u lación p u ra y d e se sp e ra c ió n d e la in d eterm in ación rad ical. E s la
ru p tu ra p ro fu n d a d e u n o rd en im a g in a rio lo q u e n o s im p id e la M o d a :
e l d e la R azó n referen cial b ajo .todas sus fo rm a s, y si b ien p o d e m o s
go z a r con el d e sm a n tela m ien to d e la razón , go zar con la liq u id ació n d e l
102 JE A N BA U D RILLA R D

sen tid o (en p articu lar a n iv e l d e n u estro cu erp o ; de ahí la afin id ad d e l


v e stid o la m o d a ), g o z a r con esta fin a lid a d sin fin d e la m o d », tam b ién
su frim o s p ro fu n d a m en te con la co rru p ció n d e la ra c io n a lid a d q u e ella
im p lica, al caer la razón b a jo el e fe c to d e la altern an cia p u ra y sim p le
d e lo s sign o s.
H a y una re sisten cia v e h em en te a v e r caer a to d o s lo s se c to re s en
la e sfe ra de la m e rca n cía , y h ay o tra m á s v e h em en te aú n a v e rlo s caer
en la e sfe ra de la m o d a. E s p o rq u e la liq u id ació n d e lo s v a lo re s e s má6
ra d ic al en ella. B a jo el sign o d e la m e rcan cía, to d o s lo s tra b a jo s se in ­
tercam b ian y p ie rd e n su sin g u la rid a d ; b a jo el sign o d e la m o d a , so n el
o c io y el tra b a jo lo s q u e in tercam b ian su s sign o s. B a jo e l sign o d e la
m ercan cía, la cu ltu ra se co m p ra y se v e n d e; b a jo el sign o d e la m o d a , =
so n to d a s la s c u ltu ra s la s q u e a c tú a n c o m o sim u la cro s en u n a p rom is- j
c u id a d to tal. B a jo el sign o d e la m ercan cía, el am or se v u elv e ,p rostitu- i

© Del documenta, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Bí blioteca Um\
ción ; b a jo el sign o de la m oda, es la p ro p ia relació n d e o b je to lo q u e
d e sa p a re c e , v e n tilad a en una se x u a lid a d co ol y sin d ific u lta d e s. B a jo el
sig n o de la m ercan cía, el tie m p o se acu m u la com o el d in ero ; b ajo el sig ­
n o de la m o d a q u e d a ro to y d iv id id o en ciclos en trec ru z ad o s.
T o d o está a fecta d o h o y en su p rin cip io de id e n tid a d p o r la m o d a.
P recisam en te p o r el p o d e r q u e tien e _de tra n sfe rir to d a s la s fo rm a s al
in orígen y a la co m p eten cia. L a m o d a e s siem p re re tro , p e ro so b re la
b a se d e la ab o lició n del p a sa d o : m u erte y re su rrección e sp e ctra l d e la s
fo rm a s. S u p ro p ia a ctu alid a d n o es referen cia al p re se n te , sin o reciclaje
to ta l e in m ed ia to . L a m o d a e s , p arad ó jica m e n te , lo in a ctu a l. S u p o n e siem ­
p re u n tiem p o m u erto d e la s fo rm a s, u na esp ecie d e ab stracció n p o r la
cu al se vu elven , co m o al a b rig o d el tiem p o, sig n o s eficaces q u e , com o
p o r u na to rsió n d e l tiem p o, p o d rá n v o lv e r a h a b itar el p resen te con
su in a ctu a lid a d , con to d o e l en can to d e l re to rn o o p u e sto al d ev en ir de
la s e stru c tu ra s. E sté tica d el re co m ie n zo : la m o d a es lo q u e ex trae f r iv o ­
lid a d de la m u erte y m o d e rn id a d de lo déja-vu. E s la d e se sp erac ió n de
q u e nada d u ra , y el p la c e r in v e rso d e sab er q u e m á s allá de esa m u erte,
to d a fo rm a tien e siem p re la o p o rtu n id a d d e u na se g u n d a ex iste n c ia , ja­
m ás in ocen te, p o r q u e la m o d a co n su m e de an tem an o el m u n d o y lo
re a l: e s e l p e so d e to d o e l t r a b a jo m u erto d e lo s sig n o s so b re la sig n ifica ­
ción vivien te, y e s to d e n tro de un m a ra v illo so o lv id o , u n desco n o cim ien ­
to fan tástico . P e ro n o o lv id e m o s q u e la fascin ació n q u e ejercen la m a­
q u in aria in d u stria l y la técn ica. p ro v ien e ta m b ién d e q u e t o d o eso es
tra b a jo m u erto , q u e v e la s o b r e el tra b a jo v iv o y lo v a co n su m ien d o . N u e s ­
tro d e sco n o cim ien to d e slu m b ra d o e s p ro p o rcio n a l a esta op eració n de
e m b a rg o d e lo v iv o p o r lo m u erto . S ó lo el tra b a jo m u erto tien e la p e r­
fección y la e x trav a g a n cia d e lo déja-vu . A sí, el p la ce r d e la m o d a es
e l d e un m u n d o esp c ctra l y ciclico d e fo rm a s p a s a d a s, p e ro co n sta n te­
m en te re su c ita d a s co m o sig n o s eficaces. H a y co m o u n d e se o d e su icid io ,
d ic e K o n ig , q u e ro e a la m o d a , y se realiza en el m o m en to en q u e al­
canza su a p o g eo . E sto es cie rto , p e ro se trata de u n d eseo c o n tem p la tiv o
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 103

d e m u erte , lig a d o a l esp e ctá cu lo d e la ab o lició n in cesan te d e la s fo rm a s.


Q u ie ro d e cir q u e e l d e se o d e m u erte m ism o e s reciclad o en la m o d a, q u e
lo vacía d e to d o fa n ta sm a su b v e rsiv o y lo m ezcla, co m o a to d o lo d e ­
m ás, en su s re v o lu cio n e s in o fe n siv as.
H a b ie n d o m u tila d o a e s o s fa n ta sm a s q u e d an a la re p e tició n , en la s
p ro fu n d id a d e s d e lo im a g in a rio , el hechizo y la sedu cción d e u n a v id a
a n te rio r, la m o d a e x p e rim e n ta su v é rtig o en la so la su p erficie, en la p u ra
a c tu a lid a d . ¿ R e d e sc u b re , p o r lo m ism o , esa inocen cia q u e N ie tz sc h e d a b a
a lo s g rie g o s: « E r a n e x p e r to s en v iv ir. . . d e te n ié n d o se en el p lie g u e , en
la su p e rficie , en la e p id e r m is ... la a d o ra c ió n de la ap arie n cia, la creen cia
en la s fo rm a s, en lo s so n id o s, en la s p a la b r a s ... L o s g rie g o s eran su p e r­
ficiales p o r p r o fu n d id a d » (L a G a y a cien cia)? L a in ocen cia d e l d e v e n ir;
la m o d a n o e s m ás q u e su sim u lació n . E l ciclo d e la s a p a rie n cia s; e lla n o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
es m á s q u e su re ciclaje. L a p ru e b a d e ello e s q u e el d e sa rro llo d e la
m o d a es co n te m p o rá n e o al del m u seo . P a ra d ó jic a m e n te la e x ig e n c ia m u seal
d e in scrip ció n etern a de la s fo rm a s y la d e la a ctu a lid a d p u ra fu n cio ­
n an sim u ltán eam en te en n uestra cu ltu ra . E s p o rq u e u n a y o tra está n
re g id a s p o r el m ism o e sta tu to m o d ern o d e l sig n o .
M ie n tra s q u e lo s e stilo s se exclu y en u n o s a o tro s, e l m u se o se d e ­
fine p o r la v irtu a l co ex isten cia d e to d o s lo s e stilo s, p o r su p ro m isc u i­
d a d en una m ism a su p er-in stitu ción cu ltu ra l, m ejor aún : p o r su com pa-
ra b ilid a d en v alor, b a jo el sign o d el g ra n p a tr ó n /o r o de la cu ltu ra. L a
m o d a hace lo m ism o se g ú n su ciclo: c o n m u ta y h ace ju g a r e n tre sí a
to d o s los sig n o s a b so lu ta m en te. L a tem p o ra lid a d d e la s o b ra s d e m u seo
es la del « p e r fe c t o » , d e la p erfecció n : e s el estad o m u y p articu la r de
lo q u e ha sido, y ja m á s a ctu al. P e ro la m o d a tam p o co e s ja m á s actu al:
esp ecu la co n la co m p eten cia d e la s fo rm a s a p a r tir de su m u erte y d e
su alm acen am ien to , co m o sig n o s, en u n a re se rv a in tem p o ra l. L a m o d a
re a d a p ta de u n añ o al o tro lo q u e « h a s id o » , con u na lib e rta d co m b in a -
to ria en o rm e. D e ahí tam b ién su efe cto d e « p e r fe c c ió n » in stan tán ea.
P erfección m u seal tam b ién , p e r o de fo rm a s efím eras. In v e rsa m e n te , hay
cierto d iseñ o en e l m u se o , q u e h ac e ju g a r la s o b r a s e n tre sí, c o m o lo s
v a lo re s de un co n ju n to . M o d a y m u seo so n co n tem p o rá n e o s, có m p lice s,
y se op on en co n ju n tam e n te a to d as l a s cu ltu ra s a n te rio res, c o n stitu id a s
p o r sig n o s in e q u iv a le n te s y p o r e stilo s in c o m p atib les.

LA «ESTRUCTURA» DE MODA

S ó lo h ay m o d a en el m a rc o de la m o d ern id a d . E s t o es, en un e s­
q u e m a de ru p tu ra , de p ro g re so y ^ d e in n ovación . E n cu a lq u ie r co n tex to
cu ltu ra l, lo an tig u o y lo « m o d e rn o » altern an sign ificativ am en te. P e ro
p ara n o so tro s só lo e x iste , d e sp u é s de la Ilu stra c ió n y la R e v o lu ció n In-
104 JE A N BA U D RILLA R D

d u stria l, u ñ a estru c tu ra h istó ric a y p o lém ica d e ca m b io y d e c risis. P a ­


rece q u e la m o d e r n id a d in tro d u c e sim u ltán eam en te u n tie m p o lin eal, el
d e l p ro g re so técn ico, d e la p ro d u cc ió n y d e la h isto ria , y u n tie m p o
cíclico, el de la m oda. C o n tra d ic c ió n ap are n te , p o rq u e d e h ech o la m o­
d e rn id a d n o es ja m á s ru ptu ra ra d ic al. L a trad ició n n o es m ás la p reem i­
n en cia d e lo a n tig u o so b re lo n u e v o ; n o co n oce n i lo u n o n i lo o tro .
E s la m o d e rn id a d la q u e in v e n ta a lo s d o s a la v e z , ella es sie m p re , a l.
m ism o tiem p o, n eo y retro, m o d ern a y an acrón ica. D ialéctica d e la ru p ­
tura, q u e se v u e lv e m u y p ro n to din ám ica de la am algam a y d e l reciclaje.
E n p o lític a , e n la técnipa, e n el a rte , e n la cu ltu ra, se define p o r la ta sa
d e cam b io to lerab le p o r el siste m a sin q u e n a d a cam b ie e n e l o rd en esen ­
cial. A sí, la m oda n o co n trad ice n ad a d e e llo : en u ncia clara y sim u ltá ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n eam en te el m ito d e l cam b io , io p o n e a v iv ir co m o v a lo r su p rem o en
lo s a sp e c to s m á s co tid ia n o s, y ia le y e stru c tu ra l d e l c a m b io : es p o rq u e
é ste está c o n stitu id o p o r e l ju e g o d e lo s m o d e lo s y de las o p o sicio n es
d istin tiv a s, p o r lo ta n to , p o r un o rd e n q u e es sem ejan te al có d ig o de la
trad ición . P o rq u e es la ló gica b in a ria la esen cia d e la m o d ern id ad . E s
ella la q u e Im p u lsa la d iferen ciació n in fin ita y lo s e fe c to s « d ia lé c tic o s»
d e ru p tu ra . L a m o d e r n id a d n o es la tra n sm u tac ió n d e to d o s lo s v a lo re s;
es la co n m u tació n d e lo s m ism o s, es su co m b in ato ria y su a m b igü ed ad .
L a m o d ern id a d es un có d ig o , y la m o d a e s su em b lem a.
E s t a p e rsp e ctiv a p erm ite, ella so la , trazar lo s lím ite s de la m o d a: es.
d ecir, ven cer lo s d o s p re ju ic io s sim u ltán e o s, q u e c o n siste n :
l.° en ex te n d e r su cam p o h asta lo s lím ites d e la a n tro p o lo gía, o
sea, a l co m p o rtam ien to an im al;
2.0 en re strin g ir, en cam b io , su e sfe ra a ctu al a la d e l v e stid o y los
sign o s e x te rio re s.
L a m o d a n o tiene n ad a q u e ver con el o rd en r itu a l- (n i, co n m ay or
razón , co n el a tav ío an im a l), p o rq u e é ste no con oce ni la e q u iv a le n cia /
altern an cia d e lo an tigu o y lo n uevo, n i lo s sistem as de o p o sicio n es d is­
tin tiv as, ni lo s m o d elo s co n su d ifra c c ió n serial y co m b in ato ria. E n
ca m b io , la m o d a e stá en e l c o ra z ó n de to d a la m o d e rn id a d , h asia en la
cien cia y la re v o lu ció n , p o rq u e to d o el ord en d e la m o d e rn id a d , d e l
se x o a lo s m e d ia , d e l arte a la p o lítica, e stá a tra v e sa d o p o r esta ló ­
gica. N o hay a sp e c to de la m o d a , in c lu so el q u e p arece m á s ce rcan o al
ritual — la m o d a com o espectácu lo , co m o fie sta, co m o d e rro ch e— qu e
no re fu e rce su d iferen cia: p o rq u e lo q u e n os p erm ite co n fu n d ir la m o d a
y el cerem o n ial es p recisam en te la p e rsp e c tiv a estética (a sí co m o lo qu e
n o s p erm ite c o n fu n d ir cierto s p ro ce so s actu ales con las e stru c tu ra s p ri­
m itiv a s, es p recisam en te el co n ce p to de fie sta ), q u e dep en d e a su vez
de la m o d ern id a d (d e un ju eg o de o p o sicio n es d istin tiv a s, u tilid a d /g ra -
tu id ad , e tc .), y q u e p ro y ec ta m o s so b r e las e stru c tu ra s arcaicas p ara m e­
jo r a n e x io n arlas a n u e stras a n alo gías. N u e stra m oda es espectácu lo , socia-
lid a d re p e tid a, y q u e g o z a e sté tica m e n te de ella m ism a, ju e g o d e l c a m b io
p o r el cam b io . E n el o rd en p rim itiv o , la o ste n tació n de los sig n o s n o
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 105

tien e nun ca ese efecto « e s té tic o » . A sim ism o , n u e stra fie sta es una « e s ­
tética » d e la tran sg re sió n , lo que n o es el in tercam b io p rim itiv o , e n el
que nos co m p lacem o s en en co n trar un reflejo o el m o d elo d e n u e stra s
f ie sta s; re -e scritu ra « e sté tic a » d e l p o tla tch , re-escritu ra etn océn trica.
T a n to co m o hay q u e d istin g u ir la m o d a d e l ord en ritu a l, hay qu e
rad icalizar igu alm e n te el a n á lisis d e la m o d a en n u e stro sistem a. L a d e ­
finición m in im al, su p erficial, de la m o d a , se lim ita a d e c ir (E d m o n d R a ­
d a r: D io g e n e ): « E n el le n g u aje , el elem en to so m etid o a la m o d a e s, no
la sign ificación d e l d isc u r so , sin o su so p o rte m im é tico , e s to e s, su ritm o ,
su to n a lid a d , su a rticu lació n ; en la elección d e las p a la b r a s y d e lo s
g i r o s ... en la m ím ic a ... E s t o es ig u alm e n te c ie rto p ara la s m o d a s in te ­
lec tu a les: ex iste n c ia lism o o e stru c tu ra lism o ; es el v o ca b u la rio lo q u e es
p re sta d o , y no u n a b ú sq u e d a ... ». D e e ste m o d o , qu ed a p re se rv ad a u na
e stru c tu ra p r o fu n d a , in v u ln erab le a la m o d a. A h o ra b ien , es en la p ro ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
du cción m ism a d e l se n tid o , en las e stru c tu ra s m ás « o b je t iv a s » , d o n d e
hay que b u sc a rla , en razón de que é sta s tam b ién ob ed ecen d ju e g o de
la sim u lación y de la in n ovación c o m b in a to ria . E l m ism o ex am en q u e
p a ra el v e stid o y el cu e rp o : es el p ro p io cu e rp o , en su id e n tid a d , en su
se x o , en su e sta tu to , e l q u e se ha v u e lto m a te r ia l de la m o d a ; e l v e stid o
só lo es un caso p articu la r. Y así su cesiv am en te. L a v u lgarizació n cie n ­
tífica y c u ltu ra l e s, d e sd e lu e g o , un terren o para lo s « e fe c t o s » de m o d a.
P e ro lo q u e hay q u e in te r ro g a r e s la ciencia y la cu ltu ra m ism as, en la
« o r ig in a lid a d » de su s p ro c e so s, p a ra ver si son re sp o n sa b le s d e la « es­
tru c tu r a » d e m o d a . Si ju sta m e n te hay vu lgarización p o sib le — lo qu e
no es el c a so en n in gu n a otra cu ltu ra (el facsím il, la reco p ilació n , la
falsificación , la sim u lación , la d ifu sió n m u ltip licad a en esp e cies sim p li­
ficad as, es im p e n sa b le a n ivel de la p a la b ra ritu a l, del te x to o d e l ge sto
sa g ra d o )— es p o rq u e hay, en la p ro p ia fu e n te d e la in n ovación en e sta s
m a te ria s, u na m an ip u lació n de m o d elo s a n alítico s, de ele m en to s sim p les
y d e o p o sicio n es re g u la d as, q u e hace q u e lo s d o s n iv e les, el d e lo « o r i­
g in a l» y el d e la v u lgarizac ió n , sean h o m o g é n e o s en el fo n d o , y q u e la
d istin ció n en tre am b o s sea p u ram en te táctica y m o ral. A sí, R a d a r no ve
q u e , m ás allá d e la « m ím ic a » d e l d isc u rso , el se n tid o m ism o d el d is ­
c u rso cae b a jo e l efe cto d e la m o d a , p u e sto q u e en u n c a m p o cu ltu ral,
p o r e n te ro re fere n ciad o a s í m ism o , lo s c o n c e p to s se e n g e n d ra n y co­
rresp o n d e n u n os a o tro s p o r p u ra esp e c u la rid a d . L o m ism o p u e d e ser
p a ra las h ip ó te sis cien tíficas. Y el p sico a n álisis no esca p a a e ste d e stin o
de m o d a en el corazón m ism o d e su p rá ctic a te ó ric a y clín ica. E l ta m ­
b ién p a sa a l esta d io d e la rep ro d u cción in stitu cio n al, d e sa rro lla n d o lo qu e
h ab ía d e m o d e lo s d e sim u lación en su s co n ce p to s fu n d a m en ta les. S i h u b o
an tigu am en te u n tra b a jo d e l in con scien te y, p o r lo tanto, u n a d e term in a­
ción d el p sic o a n á lisis p o r m ed io d e su ob jeto, h oy esta d eterm in ació n
se h a vu elto tran q u ilam en te la d e l in con scien te p o r m e d io d e l p ro p io
p sico an álisis. E l rep ro d u ce en lo su ce siv o a l in con scien te, al tie m p o q u e
se tom a a sí m ism o co m o referen cia (se sign ifica a sí m ism o, co m o l a
106 JE A N BA U D RILLA R D

m o d a ). E l inconscien te se in tegra en to n ces en la s co stu m b res, su d e m an d a


es g ra n d e y el p o d e r so cial lle g a al p sic o a n á lisis co m o lle g a a l có d ig o ;
se acom p añ a d e u n a e x tra o rd in a ria so fisticación d e la s te o ría s so b re el
in co n scien te, to d as co n m u tab les e in d ife ren tes en e l fo n d o .
H a y u n a m u n d an id ad d e la m o d a : s u e ñ o s , fa n ta sm a s, p sico sis de
m o d a , teo ría s cien tíficas, escu elas lin gü ísticas de m o d a, p a r a n o h ab lar
d e l arte y d e la p o lític a ; p ero to d o esto no es m ás q u e ca ld e rilla . L a
m o d a h a b ita m u ch o m á s p ro fu n d a m e n te en la s d iscip lin a s m o d elo , ju sta ­
m en te en la m e d id a en q u e e lla s h an lo g ra d o in d ep en d izar su s ax io m a s
p ara su m ay o r g lo ria , y han p asa d o a l e sta d io estético , c a si lú d ic o , do n d e
só lo cu en ta , co m o p a ra ciertas fó rm u las m a te m á tic a s, la esp e cu la rid a d
p e rfe c ta de lo s m o d e lo s d e a n álisis.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
LA FLOTACtóN DE LOS SIGNOS

C o n te m p o rá n e a d e la e c o n o m ía p o lític a , la m o d a , co m o el m e rcad o,
e s u n a fo rm a u n iversal. T o d o s io s sig n o s se in tercam b ian en ella, com o
to d o s lo s p ro d u c to s in tervien en eq u iv alen tem en te en e l m e rcad o . E s el
ú n ico siste m a d e sig n o s u n iveri.alizab le, y q u e re co g e , p o r lo tan to, a
to d o s lo s d e m á s, - co m o el m ercad o elim in a a to d o s lo s d e m á s m o d o s de:
in tercam b io . Y si en la esfera Ce la m o d a n o h ay un eq u iv alen te ge n e­
ra l re co n o cib le es p o rq u e la m o d a se ' sitú a d e u n a v e z en u n a a b stra c­
ción m ás fo rm al aún q u e la eco n o m ía p o lític a , en u n esta d io d o n d e no
es n ece sa rio u n eq u iv a len te g e n e ra l se n sib le (el o ro o la m o n e d a) p o r ­
q u e n o su b siste m á s qu e la fo rm a d e la eq u iv alen cia g e n e ra l, y e s la p r o ­
p ia m oda. O b ien : E s n e ce sa rio un e q u iv a le n te g e n e ra l p a r a e l in te r­
c a m b io cu a n tita tiv o d e l v a lo r ; p a r a e l in tercam b io d e la s d ife re n cias son
n ece sa rio s m o d elo s. L o s m o d e lo s son esa esp e cie d e e q u iv a le n te gen eral
d ifra c ta d o en m a tric e s q u e rigen lo s c a m p o s d ife re n c ia d o s de b m o d a.
E llo s so n lo s sh ifte rs, lo s e m is o re s, lo s d isp atch e rs, lo s m e d ia d e la
m o d a , a tra v é s d e e llo s se re p ro d u ce in d efin id am e n te . H a y m o d a a p a rtir del
m o m en to en q u e u n a fo rm a ya n o e s p ro d u c id a segú n su s p ro p ia s d e
term in acio n es, sin o a p a r tir d e l p ro p io m o d e lo ; e s d e cir, q u e n o es ja ­
m á s p ro d u c id a , sin o siem p re e in m ed iatam en te rep ro d u cid a. E l referen-
cial se h a co n v e rtid o en el p ro p io m o d elo .
L a m o d a n o es u n a d e riv a d e lo s sig n o s; es su flo ta c ió n , en e l sen tid o
en q u e flotan h o y lo s sig n o s m o n e ta rio s. E sta flotación en el ord en d e lo
econ óm ico es re cien te : es n ece sario p a r a ello q u e la «a cu m u la ció n p ri­
m itiv a » se h aya re alizad o en to d a s p a r te s, q u e to d o un ciclo d e l tra b a ­
jo m u erto h ay a cu lm in ad o (d e trá s de la m o n ed a, es to d o el o rd en eco ­
n óm ico lo q u e v a a en trar en esa re la tiv id a d g e n e ral). A h o ra b ien , e ste
p ro ce so se h a co n su m a d o d e sd e h ace tie m p o en el o r d e n d e lo s sig-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 107

nos. A lí, la acumulación primitiva es bastante anterior, ■ si ■ no se dio


desde siempre, y la moda expresa el estadio de una circulación ya ace­
lerada y sin límites, de una combinatoria fluida y competitiva de los
signos, que equivale al equilibrio instantáneo y móvil de las monedas
flotantes.
Todas las culturas, todos los sistemas de signos se intercambian
en ella, se combinan, se contaminan, juntan equilibrios efímeros, de los
cuales se deshace el aparato, y cuyo sentido no está en ninguna parte.
La moda es el estadio especulativo puro en el orden de los signos; nin­
guna obligación de coherencia ni de referencia, ni tampoco de paridad
fija o de convertibilidad/oro en las monedas flotantes. Esta indetermi­
nación implica para la moda (y sin duda pronto para la economía) la
dimensión característica del ciclo y de la competencia, mientras que la de­

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
terminación (de los signos o de la producción) implica un orden lineal
y continuo. Así, el destino de lo económico se perfila ya en la fo r­
ma de la moda, que precede con ventaja a la moneda y a la economía
en la vía de las conmutaciones generales.

EL «IM PULSO» DE LA MODA

Que la moda es un vehículo ■ del inconsciente y del deseo, y que


tratemos de explicarla por ese lado, no quiere decir nada, sí el deseo
mismo está de moda. En realidad, hay un «im pulso» de la moda que
no tiene mucho que ver con el inconsciente individual; algo tan violen­
to que ninguna prohibición ha podido con él, deseo de abolición del
sentido y de inmersión en los signos puros, hacía una socialídad en
bruto, inmediata. Respecto a los procesos sociales mediatizados, eco­
nómicos, etc., la moda conserva algo de una socialidad radical, no al
nivel del intercambio psicológico de los contenidos, sino al nivel ^inme­
diato del reparto de los signos. La Bruyere decía y a : « L a curiosidad
no es el gusto por lo que es bueno o lo que es bello, sino por lo que
es raro, por lo que se tiene y que los otros no tienen. N o es un apego
a lo que es perfecto, sino a lo que es rebuscado, a lo que está de moda.
No es una diversión, sino una pasión, y a veces tan violenta que no es
inferior al amor y a la ambición sino por la pequeñez de su objeto».
Para L a Bruyere, la pasión d e la moda se acerca a la pasión colec­
cionista y al objeto-pasión: tulipanes, pájaros, grabados de Callot. La
moda se aproxima, en efecto, a la colección (como los términos lo d i­
cen) por rodeos sutiles. Para Oscar Wilde, «am bas dan al hombre una
seguridad que ni siquiera la reiigión le dio jam ás».
Salvarse por la moda. Pasión colectiva, pasión de los signos, pasión
del ciclo (la t.oleccíón también es un ciclo), .que hace que una línea de
108 JE A N BA U D RILLA R D

m o d a circu le y se d ifu n d a rá p id a m e n te a tra v é s d e l c u e r p o so c ial, s e ­


lla n d o su in teg ra ció n y re co g ie n d o la s iden tificacion es (c o m o la lín ea
d e u na colección u n ü ica el tem a en u n m ism o p ro ceso cíclic o in d efin i­
d am en te re p e tid o ).
E s t e p o d e r, e ste d is fr u te , se a rraig an e n e l p ro p io sig n o d e la m o d a.
L a se m iu rg ia d e la m o d a se o p o n e a la fu n cio n a lid a d d e la e s fe r a eco­
n óm ica. A la ética d e la p rod u cció n *, se o p o n e la e sté tic a d e la m an i­
p u la ció n , d e la d u p licación y d e la co n vergen cia en el ú n ico e sp e jo d el
m o d elo : « S in co n ten id o , ella [ i a m o d a ] se co n v ierte e n e l esp e ctá cu lo
q u e lo s h o m b re s se d a n a s í m ism o s d e l p o d e r q u e tien en d e h acer sig ­
n ificar lo in sig n ifica n te» (B a rth e s, S y ste m e d e la m o d e). E l e n ca n to y
la fa sc in a c ió n d e la m o d a p ro v ie n e n d e ahí: d e l d e c re to q u e p ro cla m a ,

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
sin o t r a ju stificació n q u e e lla m ism a . D is fr u te d e lo a rb itra rio co m o d e
u n a gracia d e elecció n , y so lid a rid a d d e c a sta q u e p ro v ie n e d e la d is­
crim in ación d e l sign o. E s en e sto en lo q u e d ifie re ra d ic alm e n te d e lo
ec on óm ico, d e lo c u a l e s, sin e m b a rg o , la co ro n ació n . R e sp e c to a la fi­
n a lid a d d e sp ia d a d a d e la p ro d u cc ió n y d e l m e rcad o , d e lo s c u a le s es
sin e m b a rg o , a l m ism o tie m p o , la p u e sta en esce n a, la m o d a e s u n a
fie sta. E lla re su m e to d o lo q u e cen su ra el régim en d e la a b stra c c ió n eco­
n óm ica. E lla in v ie rte to d o s lo s im p e ra tiv o s c a te g ó rico s. E s e sp o n tá n e a ­
m en te co n ta g io sa en e ste se n tid o , m ie n tra s q u e el cálcu lo econ óm ico
aisla a la ge n te. E lla , q u e d e sp o ja a lo s sign o s d e to d o v a lo r y d e to d o
a fe cto , se c o n v ierte, sin e m b a rg o , en p a s ió n ; p asió n d e lo a rtificial. E s
la a b su rd id ad m ism a , la in u tilid a d fo rm a l d e l sign o de la m oda, la per--
fección d e u n siste m a en e l q u e n ad a se in tercam b ia ya co n tra lo real,
es lo a rb itra rio d e e se sign o a) m ism o tie m p o q u e su co h eren cia a b so ­
lu ta , su o b lig a ció n d e re lativ id ad to tal con lo s o tro s sig n o s, lo q u e p r o ­
d u ce su v iru le n c ia co n tagio sa, a la p a r q u e el d isfr u te co le ctiv o . M á s allá
d e lo ra cio n a l y lo irracio n al, m á s allá d e lo b e llo y lo fe o , d e lo ú til
y lo in ú til, es esta in m o ra lid a d re sp e c to a to d o s lo s c rite rio s, esta f r i­
v o lid a d , lo q u e d a a veces a la m o d a su fu e rza su b v e rsiv a (en los co n ­
te x to s to ta lita rio s, p u rita n o s o a rc a ic o s), y q u e h ace d e ella siem p re,
co n trariam e n te a lo econ óm ico, un h ech o so c ia l to ta l, p a ra e l cu al e sta ­
m o s o b lig a d o s a re su c ita r, co m o M a u ss lo h a c ía p a ra el in te rca m b io , u na
a p ro x im a ció n total.
L a m o d a , co m o el le n g u a je , ap u n ta en el acto a la so c ia lid a d (el dan -
d y , e n ' su so le d a d p ro v o c a d o ra , es la p ru e b a d e e llo a la in v e rsa ). P e ro
a d iferen cia d e l le n g u a je , q u e a p u n ta al se n tid o y se e sfu m a an te é l, la
m o d a ap u n ta a u n a so cialid a d te a tra l, y se co m p lace en sí m ism a . A

l. Pero hemos visto que lo económico se alinea hoy en la misma indetermi­


nación, lo ético se hace de lado en provecho de una «finalidad sin fin» de la pro­
ducción, y así ésta se adhiere a la inutilidad vertiginosa de la moda. Podemos
entonces decir de la producción lo que Barthes dice de la moda: «E l sistema aban­
dona el sentido sin renunciar en nada, no obstante, al espectáculo mismo de la sig­
nificación.».
EL IN TE R C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 109

la vez, s e c o n v ierte p a ra cad a cu al e n u n lu g ar in ten so (e sp ejo d e cierto


d e se o d e su p ro p ia im ag en ). C on trariam en te al len gu aje q u e a p u n ta a la
com u n icación , ella sim u la la com u n icación , h ace d e ella la p u e sta sin fin
d e una sign ificación sin m e n saje. D e ahí su p lace r e sté tic o , q u e n ad a
tie n e q u e ver con la b ellez a o la fe a ld a d . ¿ E s en ton ces u n a esp e cie d e
fie sta, de ex ceso d u p lica d o d e la co m u n icació n ?
E s so b re to d o la m o d a d el vestir y la q u e actú a so b re lo s sign o s
d e l cu erp o , la q u e aparece co m o « f e s t iv a » , p o r su asp ecto de w a ste fu l
co n su m p tio n , de p o tlatch . E s to es cie rto , sobre todo en la a lta c o s­
tu ra. E s lo q u e p e rm ite a V o g u e h acer esta sa b ro sa co n fesió n d e fe : « ¿ Q u é
h a y d e m á s an acrón ico, d e m á s ca rg ad o d e su eñ o aún q u e la n av egación
a v e la ? L a A lta C o stu ra . E lla d e sa lie n ta al eco n o m ista , lleva la co n ­
traria a las técn icas de re n d im ie n to , es u n a a fren ta a la d e m o c ra tiz a ­
ción. U n m á x im o d e p erso n as altam en te calificad as ejecu tan co n u n a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
le n titu d so b erb ia u n m ín im o d e m o d elo s d e co rte co m p licad o , q u e serán
re p e tid o s, sie m p re co n la m ism a le n titu d , una v ein ten a d e veces en el
m e jo r d e lo s c a so s, o en a b so lu to en el p eo r . . . V e stid o s a d o s m illo ­
n e s ... ¿ P e r o , p o r q u é e ste d erro ch e de e s fu e r z o s ? , d irán u ste d e s. ¿ P o r
q u é n o ? , resp on d en los crea d o res, lo s a rte sa n o s, lo s o b re ro s y los 4 .0 0 0
clien tes, to d o s p o se íd o s p o r la m ism a p a sió n d e la b ú sq u e d a d e la p e r ­
fección. L o s m o d isto s son los ú ltim o s av e n tu rero s del m u n d o m o d er­
no. C u ltiv an el acto g r a t u it o ... ¿ P o r q u é la A lta C o s t u r a ? , p ie n san al­
gu n o s d e tra cto re s. ¿ Y p o r q u é el ch am p agn e? Y aún m ás: “ N i lo
p rá c tic o ni lo ló g ico sa b ría n ju stificar la e x trav a g a n te a v e n tu ra d e l v e s­
tir. S u p e rflu a , p o r lo ta n to , n ece saria; la m o d a concierne a la religión ” ».
P o tla tch , re lig ió n , in c lu so m agia ritu a l d e ex p re sió n , co m o la d e lo s
a ta v ío s y las d a n z a s an im a les: to d o sirv e p ara e x a lta r la m o d a c o n tra lo
econ óm ico, co m o tra n sg re sió n hacia u n a so c ialid a d lúd ica.
P e ro sa b e m o s q u e la p u b lic id a d tam b ién se co n sid era u n a «fie sta
d e l c o n su m o », lo s m e d ia, u na «fie sta de la in fo rm a c ió n », las fe r ia s, u n a
« fie sta de la p ro d u c c ió n », etc. E l m ercad o de la p in tu ra , las carreras d e
c a b a llo s, p u e d en p asar tam b ién p o r p o tlatch . ¿ P o r qu é n o ? , d iría Vo--
gu e. E n to d a s p arte s se q u iere h acer p asar el d e rro ch e p o r d estru cción
sim b ó lica. D e b id o a q u e lo econ óm ico h a im p u esto en tal fo rm a su
p rin cip io d e u tilid a d , su o b lig ació n fu n cio n a l, to d o lo q u e lo ex ced e
ad q u iere fácilm en te u n arom a de ju ego y d e in u tilid a d . E s n o sab er re­
co n o cer qu e la ley d e l valor v a m uch o m ás allá d e lo econ óm ico, y qu e
su verd ad era exten sió n hoy es la d e la ju risd ic ció n d e los m o d e lo s. E n
to d o lugar d o n d e h ay m o d e lo s, h ay im p o sició n d e la ley d el v alor, re­
p resió n p o r m e d io d e lo s signos y rep resión de los p ro p io s sig n o s. E s
p o r e sto q u e h a y u n a diferen cia rad ic al en tre lo s ritu ales sim b ó lico s y
los sign os d e la m o d a.
E n las cu ltu ra s p rim itiv a s, lo s sig n o s circu lan ab ie rta m e n te en to d a
la e x te n sió n d e la s « c o s a s » , no ha h a b id o aú n « p re c ip ita c ió n » d e u n
sign ificad o ni ,p o r lo ta n to , d e u n a razón o d e u n a v e rd a d d e l sig n o . L o
110 JE A N BA U D RILLA R D

real — la m á s b ella de n u e stra s co n n otacion es— n o e x iste . E l sign o no


tien e un m u n d o a n te rio r, no tien e in con scien te (que e s la ú ltim a y m á s
su til d e la s co n n otacion es y racio n alizacio n es). L o s sig n o s se in tercam ­
b ian en ellas sin fa n ta sm a s, sin alucin ación d e re a lid a d .
N o tien en , p o r lo ta n to , n ad a en co m ú n con el sign o m o d e rn o , cu y a
p a r a d o ja B a rth e s d e fin e así: « L a ten d e n c ia in c esa n te e s co n v e rtir lo sen­
sib le en sign ifican te, hacia siste m a s cada v ez m ás o rg a n iz ad o s, ce rrad o s.
Sim u ltán e am e n te, y en p ro p o rcio n es ig u a le s, s e v a en m ascaran d o e l sign o
en cuanto tal, su n atu ra lez a siste m á tic a , se lo v a racio n alizan d o , refi­
rién d o lo a u n a razó n , a u n a in stan cia d e l m u n d o , a u n a su sta n cia, a una
fu n c ió n » (S y ste m e d e la m o de, p . 2 8 5 ). C on la sim u lació n , los sign o s
no hacen m á s q u e se gre gar lo real y e l re fere n cial co m o u n su p ersig n o ,
a sí co m o la m o d a no hace m ás q u e se g re g a r, in ven tar la d e sn u d ez co m o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
su p ersig n o d e l v e stid o . L o real h a m u erto , ¡v iv a el sign o re a lístíco ! E s t a
p a r a d o ja d e l sign o m o d ern o in tro d u ce u n a brech a ra d ic al co n re sp ecto
al sign o m ágico o ritual, in clu so el q u e se in tercam b ia en la m áscara, el
ta tu a je o la fiesta.
In c lu so si la m o d a e s m a g ica , sig u e sien d o lo m á g ic o d e la m e r­
can cía y, y en d o m á s le jo s, lo m ágico de la sim u lación , d e l có d ig o y d e
la ley.

EL SEXO CODIFICADO

Q u e la se x u alid ad in v ad a el v e stid o , el m a q u illa je , e tc ., no es n ad a


se gu ro ; o m á s b ien , e s u n a se x u a lid a d m o d ifica d a la q u e v a a a ctu ar al
n iv e l de la m o d a . A u n q u e la co n d en ació n de Ja m o d a a d q u ie ra e sa v io ­
lencia p u rita n a , n o e s, sin em b a rg o , a l se x o a lo qu e a p u n ta . E l ta b ú se
refiere a la fu tilid a d , a esa p a sió n d e la fu tilid a d y d e lo artificial, qu e
es m ás fu n d a m e n ta l q u izá q u e el im p u lso se x u a l. E n n u e stra cu ltu ra ,
en ca d en ad a al p rin cip io d e u tilid a d , la fu tilid a d re p re se n ta la tra n s­
g re sió n , la v io len cia, y la m o d a es co n d en ad a p o r e se p o d e r q u e h ay en
e lla d e l sig n o p u ro , q u e n o sign ifica n ad a . L a p ro v o cació n se x u a l es se­
cu n d aria fre n te a e ste p rin cip io q u e n ie g a to d o s lo s fu n d a m e n to s d e nues­
tra cu ltu ra.
P o r su p u e sto , e l m ism o tab ú p e sa ta m b ién so b re la se x u a lid a d « f u t il»
y n o re p ro d u c tiv a , p e ro a l crista liz arlo so b r e e l se x o , se c o rre el p elig ro
d e p ro lo n g a r el a rd id d e l p u ritan ism o , q u e tien d e a d e sv ia r la a p u e sta
hacia lo se x u a l, cu an d o ésta es a l n iv e l d e l p rin cip io d e re a lid a d m ism o,
d e l p rin cip io re fere n cial d e l q u e p articip an aún e l in c o n scie n te y la
se x u a lid a d , y c o n tra el cu al m o n ta la m o d a su p u ro ju e g o de d ife r e n ­
cias. A n te p o n e r la se x u a lid a d en este a su n to e s , u n a v ez m á s , n eu tralizar
lo sim b ó lico m e d ian te el sexo y el in con scien te. D e acu erd o con esta
EL IN TE R C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 111

m ism a ló gica, e l a n á lisis d e la m o d a e s trad icio n alm en te re d u cid o a l d e l


v e stir, p o rq u e a llí e s d o n d e ju ega m á s fácilm en te la m e tá fo ra se x u a l.
C o n tra g o lp e de este d e sv ío : e l ju e g o se re d u c e a u n a p e rsp e c tiv a d e « l i ­
b e ra c ió n » se x u a l, la cu al se acab a tra n q u ila m en te en u n a lib e ració n d e l
v e stid o . Y u n n u e v o ciclo d e la m oda recom ien za.
L a m o d a e s, c ierta m en te , lo q u e n eu traliz a m á s eficazm ente la se x u a ­
lid a d (la m u jer m a q u illa d a es aq u e lla q u e n o se toca — cf. « E l cu erp o
o e l O sa rio d e S ig n o s» )— p recisam en te p o rq u e e s u n a p a sió n , no cóm ­
p lice sin o co m p etitiva d e l se x o , y victo rio sa so b re él, com o lo v io m uy
bien L a B ru y ere. P o r lo tanto es con e l cu erp o en su co n fu sió n con el
sexo, con lo q u e la p a sió n d e la m oda ju g a rá en to d a su a m b igü ed ad .
L a m o d a se p ro fu n d iz a cu an d o se v u e lv e p u e sta en escen a d e l
p ro p io cu e rp o , cu an d o e l cu erpo se v u e lv e m e d io d e la m o d a .2 A n tigua-

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
2. Cf. las tres modalidades citadas por Barthes del «cuerpo de la moda»
(Systeme de la mode, p. 261):
1.° E s una forma pura, sin atributos propios, tautológicamente definida por
el vestido.
2. ° O bien: se decreta cada año que tal cuerpo (tal tipo de cuerpo) está de
moda. Es otra forma de hacer coincidir a uno y otra.
3. ° Se adapta el vestido de tal forma que transforme el cuerpo real y le haga
significar el cuerpo ideal de la moda.
Estas modalidades corresponden más o menos a la evolución histórica del es­
tatuto del modelo: desde el modelo inicial, pero no profesionalizado (las mujeres
de la alta sociedad) al maniquí profesional, cuyo cuerpo representa también el mo­
delo sexual, hasta la última fase (actual) en la que todo el mundo se convierte en
maniquí — cada cual es reclamado, intimado a asumir en su cuerpo la regla del
juego de moda— todo el mundo es «agente» de la moda, como todo el mundo se
convierte en agente productivo. Expansión general de la moda simultáneamente en
cada uno y en todos los niveles de la significación.
E s posible también enlazar estas fases de la moda con las sucesivas fases de
concentración del capital, con la estructuración de la esfera económica de la moda
(variación del capital constante, de la composición orgánica del capital, velocidad de
rotación de la mercancía, del capital financiero y del capital industrial. Cf. Utopie,
n.° 4). Pero el principio analítico de esa interacción de lo económico y de los
signos no siempre es claro. Más que en la relación directa con lo económico, es en
una especie de movimiento homólogo a la extensión del mercado, donde podemos
ver la extensión histórica de la esfera de la moda:
I. En una primera época sólo conciernen a la moda algunos rasgos dispersos,
variaciones mínimas que circulan entre ciertas categorías marginales, en un sistema
que permanece en lo esencial, homogéneo y tradicional (igualmente, en la primera
fase de la economía política no se intercambia más que lo superfluo de una pro­
ducción que por lo demás se agota en el consumo interno del grupo; una escasa
parte de la fuerza de trabajo libre y asalariada). La moda es entonces lo fuera-de
la cultura, lo fuera-del grupo, lo extranjero, lo urbano para el campesino, etc.
II. La moda integra progresiva y virtualmente todos los signos de la cultura,
y regula el intercambio de los signos, al igual que en una segunda fase toda pro­
ducción material es virtualmente integrada por la economía política. Todos los sis­
temas anteriores de producción y de intercambio desaparecen en la dimensión uni­
versal del mercado. Todas las culturas empiezan a participar en lo universal de la
moda. La referencia de la moda en esta fase es la clase cultural dominante, y es
ella la que administra los valores distintivos de la moda.
112 JE A N BA U D RILLA R D

m ente, san tu ario rech azad o p e ro in d esc ifrab le en su rech azo , ah ora es in ­
v a d id o tam bién . E l ju e g o d e l v e stid o s e d esv an ece an te e l ju e g o d e l
cu erp o , y éste se d esv an ece an te e l ju e g o d e lo s m o d elo s.*3 A la vez,
el v e stid o p ie rd e su carácter ce rem o n ial (q u e co n serv a h a sta e l sig lo XVIII)
lig ad o a l u so d e lo s sig n o s en cu a n to sign os. C o rro íd o p o r lo s sign ifi­
ca d o s d e l cu erp o , p o r esa tra n sa p a rició n d e l cu e rp o co m o se x u a lid a d y
co m o n atu ra le z a , e l v e stid o p ie rd e e sa exu b eran cia fa n tá stic a q u e ten ía
d e sd e la s so cied ad es p rim itiv a s. P ie rd e su fu e rz a d e m áscara p u ra , q u e ­
d a n eu tralizad o p o r esa n e ce sid a d d e ten er q u e sign ificar el cu erp o , se
v u elv e una razón .
P e ro e l cu e rp o , a su vez, q u e d a n eu tralizad o en esta op eració n . E l
tam b ién p ie rd e su fu e rz a d e m á sca ra , q u e ten ía en el ta tu a je y e l atavío.
Y a n o ju ega m á s q u e con su p ro p ia v e rd a d q u e e s , a sim ism o , su lín ea

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e dem arcació n : su desn ud ez. E n e l a tav ío , lo s sig n o s d e l cu erp o ju e­
gan, m ezclad o s ab iertam en te co n lo s sig n o s d e l n o-cuerpo. M á s tarde,
el a tav ío se co n v ierte en v e stid o , y e l cu erp o se co n v ierte en n atu ra­
leza. Se esta b le ce o tro ju e g o — la o p o sició n d e l v e stid o y el cu erp o — ,
d e sign ació n y cen su ra (la m ism a fractu ra q u e entre sign ifican te y sign i­
ficado, el m ism o ju ego d e d e sp b z a m ie n to y d e a lu sió n ). L a m o d a en
re alid ad co m ien za con esta d iv isió n d e l cu erp o rech azado y ex p re sa d o
d e m o do alu siv o , y es e lla tam b ién la q u e la elim in a en la sim u lació n de
la d e sn u d ez , en la d e sn u d ez co m o m o d e lo d e sim u lació n d e l cu erpo.
P a r a el in d io , to d o e l c u e rp o es r o stro , e s d e cir, p ro m e sa y p ro e z a sim ­
b ó lica , a l co n trario d e n u e stra d e sn u d ez , q u e no e s m á s q u e instrum en -
ta lid a d se x u al.
E s t a re a lid a d n u eva d e l c u e r p o co m o se x o esco n d id o se h a co n fu n ­
did o, d e e n tra d a , con el cu erp o d e la m u je r. E l cu erp o o c u lto es fem e­
n in o (no b io ló g ica m e n te, p o r su p u e sto : m ito ló g ica m e n te ). L a conju nción
de la m o d a y la m u je r, d e sd e la e ra b u rgu esa y p u ritan a e s , p o r ta n to ,

III. La moda se difunde en todas partes y se convierte en el modo de vida


simplemente. Invade todas las esferas que le escapaban aún. Todo el mundo la vota
y la reproduce. Recupera su propia negatividad (el hecho de no estar a la moda),
se convierte en su propio significado (como la producción en el estadio de la re­
producción). Pero es también, en cierta forma, su fin.
3. Porque no es cierto que un vestido o un pantalón elástico que deja «jugar»
el cuerpo, «libere» algo; en el orden de los signos es una sofisticación suplemen­
taria. Desnudar las estructuras no es regresar al grado cero de la verdad, es en­
volverlas en una nueva significación que se añade a todas las demás. Y éste será
el atractivo de un nuevo ciclo de formas, de un nuevo sistema de signos. Tal es el
ciclo de la innovación formal, tal es la lógica de la moda, y nadie puede hacer nada
al respecto. «Liberar» las estructuras, la del cuerpo, las del inconsciente, la verdad
funcional del objeto en el diseño, etc., lleva siempre a allanar el camino a la uni­
versalización del sistema de la moda (es el único sistema universalizable, el único
que puede dominar la circulación de todos los signos, aun los contradictorios). Re­
volución burguesa, por lo tanto, en el sistema de las formas, a imagen de la
revolución burguesa política, la cual también allana el camino a la universalización
del sistema del mercado.
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 113

re v e la d o ra d e u na d o b le ca talo gació n : la de la m o d a en u n cu erp o es­


co n d id o , y la d e la m u jer en u n se x o rechazado. E sta co n ju n ció n n o e x is­
tía (o m en o s) h a sta el sig lo XVIII (y en a b so lu to , d e sd e lu e g o , en la s
so cied ad es cerem o n iales) y com ien za a d e sa p a rec er p a r a n o so tro s h oy. C u an ­
d o se alza, c o m o p ara n o so tr o s, ese d e stin o d e sex o e sc o n d id o y de
v e rd a d p ro h ib id a d e l cu erp o , cu an d o la m ism a m o d a n eu traliza la o p o ­
sició n d e l v e stid o y el cu erp o , la afin id ad d e la m u jer y la m o d a ce sa
p ro g re siv a m e n te 4; l a m o d a se g e n e raliza y re su lta ca d a v ez m en o s el
p a trim o n io d e u n se x o o d e una ed ad . P e ro aten ció n , no se tra ta d e u n
p ro g re so n i d e u n a lib e ració n . L a m ism a ló g ic a o p era siem p re, y s i la
m o d a se gen eraliza y ab a n d o n a el so p o rte p riv ileg ia d o d e la m u je r p a ra
a b rirse a to d o s, es p o rq u e el v e to so b re el cu erp o se ha gen eralizad o ta m ­
b ién , b a jo u n a fo r m a m ás su til q u e la re p re sió n p u rita n a ; b a jo la fo rm a
d e d e se x u alizació n ge n e ral. P o rq u e el c u e rp o só lo era fu e rte p o ten cial

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
se x u a l en el rech azo: a p are cía en to n ces co m o ex igen cia ca u tiv a . L ib ra d o
a los sign o s d e la m oda, el cu erp o está se x u a lm e n te d e se n c an ta d o , se
v u elv e m an iq u í, térm in o cu ya in d istin ció n se x u a l ex p re sa m uy b ien lo
qu e sign ifica. E l m a n iq u í es to d o se x o , p e ro se x o sin cu a lid ad es. L a
m o d a e s su sexo. O m ás b ie n : es en la m oda d o n d e el se xo se p ierd e
co m o d iferen cia, p e ro se gen eraliza co m o re fere n cia (com o sim u lació n ).
N a d a es ya se x u a d o , to d o es se x u a liz ad o . M a scu lin o y fem en in o tam b ién
re-encuentran , una v e z p e rd id a su sin gu larid ad , la o p o rtu n id a d d e una
segu n d a existen cia ilim ita d a . S o la m e n te en n u e stra cu ltu ra , la se x u alid ad
im p reg n a en ta l fo rm a to d a s la s sign ificacion es, y es p o rq u e los sig n o s,
p o r su la d o , h an in v a d id o to d a la e sfe ra se x u al.
D e este m o d o se aclara la p arad o ja a ctu al: a sistim o s a la vez a la
«e m a n c ip a c ió n » d e la m ujer y a u n recru d ecim ien to d e la m o d a. E s p o r ­
qu e la m o d a no tien e q u e v e r sin o co n lo F em e n in o , y n o con las m u ­
jeres. E s la so cied ad en tera la q u e se fem in iza a m ed id a q u e la s m u je res
salen d e su d iscrim in a ció n (es lo m ism o p a ra lo s lo co s, lo s n iñ os, e tc .,
es la co n secu en cia n o rm al de la ló gica d e la ex c lu sió n ). A sí, « g o z a r co m o
lo c o » , ex p re sió n d e l g o z o fem en in a, se h a gen eralizad o h oy, al m ism o
tiem p o d e sd e lu e g o , q u e p a sa a sign ificar cu a lq u ie r co sa. P e ro h ay q u e
o b se rv a r tam b ién q u e la m u je r n o p u e d e se r « lib e r a d a » y «e m a n c ip a ­
d a » sin o co m o « fu e rz a d e p la ce r» y «fu e rz a d e m o d a » , a l igual q u e el
p ro le ta rio n o es lib e ra d o ja m á s sin o co m o fu e rza d e tra b a jo . L a ilu sió n
re sp ecto a e sto es rad ic al. L a defin ición h istórica d e lo F em e n in o se b a sa
en u n d e stin o de c u e r p o y d e se x o lig a d o a la m o d a . L a lib e ració n h is­
tórica de lo F em e n in o no p u e d e se r sin o la re alizació n a m p lia d a d e l m is­
m o d e stin o (que, a la v ez, se co n vierte e n el d e to d o el m u n d o , p e r o sin

4. H ay desde luego, otras razones — sociales e históricas— de esa afinidad:


marginalidad o relegación social de la mujer (o de la juventud). Pero esto no re­
sulta diferente: rechazo social y aura sexual maléfica se confunden siempre en las
mismas categorías.
114 JE A N BA U D RILLA R D

d e ja r d e se r d iscrim in a to rio ). E n el m o m en to e n q u e la m u jer accede al


tra b a jo co m o to d o el m u n d o, co n el m o d e lo d e l p ro le ta rio , es tam b ién
to d o el m u n d o q u ie n acced e a la em an cip ació n d e l se x o y d e la m o d a ,
co n el m o d e lo d e las m u je re s. S e co m p ren d e m e jo r, al m ism o tiem p o ,
q u e la m o d a es u n tra b a jo y q u e h ay q u e eq u ip arar e n im p o rtan c ia
h istó rica el tra b a jo « m a te r ia l» y el tra b a jo d e la m o d a . E s ta n c a p ita l
(¡to m a p arte en igual fo rm a d e l c a p ita l!) p ro d u cir las m ercan cías d e acu er­
d o a l m e rca d o , co m o p rod u cir su cu erp o de a cu erd o co n la re gla d e l sex o
y d e la m o d a. L a división d e l trab ajo n o acab a d o n d e se cree, o m ás b ien ,
n o e x is te en a b so lu to d iv isió n d e l tra b a jo : p ro d u cció n d e l c u e rp o , p r o ­
du cció n d e la m u e rte , p ro d u cc ió n d e sig n o s, p ro d u cció n d e m ercan cías;
n o so n sin o m o d a lid a d e s d e u n m ism o siste m a . ¡Y es p e o r aú n e n e l caso

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
de la m o d a , p o rq u e si el tra b a ja d o r es se p a ra d o v iv o d e sí m ism o, b a jo
el sig n o d e la e x p lo ta ció n y d e l p rin cip io d e re a lid a d , la m u je r es s e ­
p arad a viv a d e sí m ism a y d e su cu erp o b a jo e l sign o d e la b elleza y del
p rin cip io d e l p lace r!

LO INSUBVERSIBLE

L a h isto ria d ice qu e la c rític a d e la m o d a (O . B u rg e lin ) es, en el


siglo x i x , un p en sa m ien to d e d e rech a, p ero q u e hoy se h a v u elto, a p a r­
tir d el so cialism o , un p en sam ien to d e izq u ierd a. L a u n a p ro v e n ía d e la
religión , la o tra p ro v ien e d e 1? re v o lu ció n . L a m o d a co rro m p e las c o s ­
tu m b re s, la m o d a su p rim e la lu c h a d e cla se s. P e ro q u e esta crítica de
la m o d a se h aya p a sa d o a la iz q u ie rd a n o significa fo rz o sa m e n te u n v u e l­
co h istó ric o ; sign ifica q u izá q u e, re sp e cto a la m o ral y a las c o stu m b re s,
la izq u ie rd a ha re le v a d o sim p lem e n te a la derecha y q u e h a h e red a d o , en
nom bre de la re v o lu ció n , el orden m o ra l y los p re ju icio s clá sico s. D e sd e
q u e el p rin cip io de revolu ció n h a p asa d o a las co stu m b res co m o u n im ­
p e ra tiv o c a teg ó rico , to d o el o rd en p o lític o , in clu so en la izq u ierd a, se ha
v u elto u n o r d e n m o ral.
L a m o d a es in m o ral, e se es el a su n to , y to d o s lo s p o d e re s (o lo s q u e
su eñ a n co n é l) la d e te sta n fo rz o sa m e n te. H u b o u n tie m p o e n q u e la
in m o ralid ad era reco n o cid a, d e M a q u ia v e lo a S ten d h al, y en e l q u e
algu ien c o m o M a n d e v ille p o d ía d e m o stra r, en el sig lo x v i i i , q u e u na
so cied ad n o se rev o lu cio n a m á s q u e p o r su s v ic io s, q u e e s su in m o rali­
d a d lo q u e la h ace d in ám ica. L a m o d a co n serv a algo d e e sta in m o ralid ad :
ig n o ra lo s siste m a s d e v a lo re s, io s c rite rio s d e ju icio; el b ie n o e l m al,
lo b e llo y lo fe o , lo r a c io n a l/lo irracio n al. Ju e g a m ás acá o m ás allá,
actú a p o r lo ta n to c o m o su b v e rsió n d e to d o o rd en , in c lu id o e l d e la
ra cio n a lid ad re v o lu cio n aria. E s c o m o el infiern o d e l p o d e r, e se infierno
q u e es la re la tiv id a d d e to d o s lo s sig n o s, y q u e c u a lq u ie r p o d e r está
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 115

fo r z a d o a ro m p e r p a r a a se gu rar su s p r o p io s sig n o s. E s p o r esta ra z ó n


q u e la m o d a es re c u p e ra d a hoy p o r la ju v e n tu d , co m o u n a re sisten cia
a to d o im p e ra tiv o , re sisten cia sin id e o lo g ía y sin o b je tiv o .
In v e rsa m e n te , n o hay su b v e rsió n p o sib le d e la m o d a , p o r q u e no
tie n e re feren cial con el cu a l p o n e rla en co n trad icció n (su re fere n cial es
ella m ism a ). N o p o d e m o s e sc a p a r a la m o d a (p u e sto q u e ella m ism a hace
d el rechazo a la m o d a un ra sg o d e m o d a ; el blue-jean e s u n ejem p lo
h istó ric o d e ello ). E s t o e s tan c ie rto q u e si b ien sie m p re p o d e m o s e s­
c a p a r al p rin cip io d e re a lid a d d e l co n ten id o , n o p o d e m o s e s c a p a r ja m á s
al p rin cip io de re a lid a d d e l có d igo . E s in c lu so al re b elarn o s co n tra lo s
co n ten id o s cu an d o o b e d e cem o s c a d a v e z m á s a la ló gica d e l có d ig o .
¿ E n to n c e s q u é ? E s el d ic ta d o d e la « m o d e r n id a d » . L a m o d a n o d a
lu g ar a la rev o lu ció n , sa lv o q u e v o lv am o s a la g é n e sis m ism a d e l sign o
q u e la co n stituy e. Y la a lte rn a tiv a a la m o d a n o c o n siste en u na « l i ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
b e r ta d » o en u n a su p era ció n cu a lq u ie ra h acia u n a v e rd a d d e l m u n d o
y d e lo s referen ciales. C o n siste en u na d e sco n tru cció n d e la fo rm a del
sign o de la m o d a, y d el p rin cip io m ism o d e la sign ificación , co m o la a l­
tern ativ a a la econ om ía p o lítica n o puede e sta r m ás q u e en la d e sc o n s­
tru cción de la fo rm a /m e rc a n c ía y del p rin cip io m ism o d e la p ro d u c ­
ción.
118 JE A N BA U D RILLA R D

ral y contribuyen así a la d e sig n ació n del fetiche. Lo mismo con el


borde de la media sobre el muslo: el poder erótico de esta imagen
proviene, no de la proxim idad del sexo real y de su promesa p o sitiv a
(en esa perspectiva funcionalista ingenua, el muslo desnudo debería des­
empeñar el mismo papel), sino de que el temor del sexo (el reconoci­
miento pavoroso de la castración) queda allí deten id o con una p u e sta
en escen a d e l a ca stra c ió n ; esta marca inofensiva del borde de la media,
tnás allá de la cual en vez de la carencia, de la ambivalencia y de la
sima, no hay sino lo pleno sexual; el muslo desnudo y metonímicamente
todo el cuerpo convertido por esta cesura en e fig ie fúlica , objeto feti­
che de contemplación y de manipulación, despojado de toda amenaza.1
Como en el fetichismo, el deseo puede realizarse entonces al precio del

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
conjuro de la castración y del impulso de muerte.
La erotización consiste, pues, en todas partes, en la erectilidad de
un fragmento del cuerpo sellado por la barra, en esa fantasmatización
fálica de todo lo que está más allá de la barra en posición de signifi­
cante, y en la reducción simultánea de la sexualidad al rango de signi­
ficado (de valor re p re se n ta d o ). Operación estructural protectora del con­
juro, por la cual el sujeto puede recuperarse como falo: ese fragmento
del cuerpo, o ese cuerpo todo entero positivizado, fetichizado, él puede
reapropiárselo e identificarse con él, en la realización de un deseo que
desconocerá para siempre su propia pérdida.
Esta operación se lee hasta en el menor detalle. La pulsera que
ciñe el brazo o el tobillo, el cinturón, el collar, la sortija, instauran al pie,
la cintura, al cuello o al dedo como e ré ctile s . Por otra parte, no hay nin­
guna necesidad, al fin y al cabo, de rasgo o de signo visible: despojado
de signos es, a pesar de todo, sobre la base de una separación imagina­
ria, por lo tanto de una castración representada y des-representada, como
actúa la eroticidad del cuerpo entero en la d e sn u d e z . Incluso no estructu-
ralizado mediante algún rasgo (joya, maquillaje o herida, todo puede
actuar para este fin), incluso no parcelado; la barra está siempre ahí, en
los vestidos que caen señalando el surgir del cuerpo como falo, aunque
sea el cuerpo de la mujer, sobre todo si es el cuerpo de la mujer: en eso
consiste el arte del strip -te ase, sobre el cual volveremos.
Habría que interpretar en este sentido la «sim bólica» llamada freu-
diana. Que el pie, el dedo, la nariz o cualquier otra parte del cuerpo
puedan jugar como metáfora del pene, no es en virtud de su forma
emergente (según un esquema de analogía entre estos diversos signi­
ficantes y el pene real): no tienen valor fálico más que sobre la base
de ese corte fantasmático que los erige; penes castrados, penes p a r q u e

l. Lo que se fetichiza no es nunca el sexo en sí mismo, el objeto-sexo, es el


falo como equivalente general. Al igual que en la economía política no es nunca
el producto-mercancía lo que se fetichiza, sino la forma del valor de cambio y su
equivalente general.
IV E L C U ERPO O E L O SA R IO D E SIG N O S

E l Signo es un Sexo descam ado.


E l Sexo es un osario de Signos.

EL CUERPO MARCADO

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
Toda la historia actual del cuerpo es la de su demarcación, de la
red de marcas y de signos que lo cuadriculan, lo parcelan, lo niegan
en su diferencia y su ambivalencia radical para organizarlo en un mate­
rial estructural de intercam bio/signo, al igual que la esfera de los ob­
jetos, y resolver su virtualidad de juego y de intercambio simbólico
(que no se confunde con la sexualidad) en una sexualidad tomada como
instancia determinante; instancia fálica, toda e la organizada en tom o
al fetichismo del falo como equivalente general. E s en este sentido que
el cuerpo es, bajo el signo de la sexualidad en su acepoión actual, es de­
cir, bajo el signo de su «liberación», considerado dentro de un proceso
cuyo funcionamiento y estrategia son los mismos de la economía po­
lítica. •
M oda, publicidad, nude-look, teatro desnudo, strip-tease: en todas
partes es el escenodrama de la erección y de la castración. E s de una
variedad y de una monotonía absolutas. L as botas hasta los muslos, el
shhort baja el abrigo largo, los guantes más arriba del codo o el borde
de la media sobre el muslo, el mechón sobre el ojo o el taparrabos de
la strip-teasera. P ero también las pulseras, collares, anillos, cinturones,
las joyas y las cadenas; en todo lugar el escenario es el mismo: una
marca que toma fuerza de signo y, por eso mismo, función erótica per­
versa, una línea de demarcación que simboliza la castración, que parodia
la castración como articulación simbólica de la carencia, bajo la forma
estructural de una barra que articula dos términos plenos (que actúan de
parte y parte como el significante y el significado en la economía clá­
sica del signo). L o que la barra hace jugar aquí como términos respec­
tivos, es una zona del cuerpo; no una zona erógena, sino una zona
erótica, erotizada, una parcela erigida en significante fálico de una sexua­
lidad convertida en puro y simple concepto, puro y simple significado.
En este esquema fundamental análogo al del signo lingüístico, la
castración está significada (pasa al estado de signo) y por lo tanto, des­
conocida. El desnudo y el no-desnudo juegan en una oposición estructu-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 119

c a stra d o s. T é rm in o s p le n o s, fa íifica d o s, d e sig n a d o s p o r e sa b a rra q u e


lo s in d ep en d iza; to d o m á s allá d e esa b a rra e s fa lo , to d o se re su e lv e en
la eq u iv alen cia fá lic a , a u n q u e sea el se x o fem en in o , a u n q u e se a u n ó r ­
gan o o un o b je to co m p le ta m en te ■ a b ie rto , trad icio n alm en te c a ta lo g a d o
co m o « s ím b o lo » fem en in o . E l cu e rp o n o se d is tr ib u y e e n « s ím b o lo s »
m ascu lin o s o fem en in o s: es m u ch o m á s p ro fu n d a m e n te e l lu g a r d e e s e
ju e g o y d e esa d en e gació n d e la ca stra ció n , ilu stra d o p o r la c o stu m b re
ch in a (citad a p o r F r e u d en E l fetich ism o ) d e co m en zar p o r m u tila r e l p ie
de la m u jer, y d e sp u é s v e n e ra r co m o fe tich e e se p ie m u tilad o . E l cu er­
p o en tero está d isp o n ib le , b a jo in n u m erab les fo rm a s, p a r a ese m arca-
d o /m u tila c ió n 2 se g u id o d e v e n e ra ció n fá lic a (e x a lta ció n e ró tic a ). A h í e s tá
su se cre to , y n o en la a n a m o rfo sis d e lo s ó rg a n o s ge n itale s.
P o r e so la b o c a p in ta d a e s fá lica (p in tu ra y m a q u illa je fo rm a n p a r te
im p o rta n te d el arsen al d e v a lo ra c ió n estru ctu ra] d el cu erp o ). U n a b oca

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m a q u illa d a ya n o h a b la : la b io s b ea to s, sem i-ab ierto s, sem i-cerrad os, no
tien en ya co m o fu n ció n h a b la r, ni co m er, n i v o m ita r, ni b esar. M á s allá
d e e sa s fu n c io n e s d e in tercam b io , siem p re a m b iv a len te s, d e in troy ección
y d e re g u rg ita ció n , y so b re la b a se d e su d e n egación , s e in stala la fu n ­
ción eró tica y cu ltu ral p e rv e rsa , la b o c a fa scin a n te c o m o sign o artifi­
cial, tra b a jo c u ltu ra l, ju e g o y regla del ju e g o — la q u e no h a b la , la q u e
n o com e, la q u e n o p o d e m o s b esa r— , la b o ca m a q u illa d a , o b je tiv a d a
co m o joya, cuyo in te n so v a lo r e ró tic o n o p ro v ie n e en a b so lu to , c o m o se
p ie n sa , d e su su b ra y a d o co m o orificio e r ó g e n o , sin o , a la in v e rsa , d e su
cierre — la p in tu ra co n stitu y e en cierto m o d o el ra sg o fá lico , la m arca
q u e la in stau ra en v a lo r d e in tercam b io fá lic o — , la b oca eréctil, hin chazón
se x u a l p o r la q u e la m u je r se erige, y en la q u e el d eseo d e l h o m b re
q u e d a rá a tra p a d o en su p ro p ia im agen .3 ‘
M e d ia tiz a d o p o r e ste tra b a jo e stru c tu ra l, el d e se o , d e irre d u ctib le

2. Hay una afinidad entre el ceremonial de signos de que se rodea el cuerpo


erótico y el ceremonial de sufrimiento de que se rodea la perversión sadomaso-
quista. La marca «fetichista» (collares, pulseras, cadenas) mima y evoca siempre la
marca sadomasoquista (mutilación, herida, cicatriz). Ambas perversiones cristalizan
electivamente en torno a ese aparato de marcas.
Ciertas marcas (y esas son las únicas sugestivas) hacen que el cuerpo esté más
desnudo que si estuviera realmente desnudo. Entonces está desnudo con la desnudez
perversa que corresponde al ceremonial. Esas marcas pueden ser vestidos, accesorios,
pero también gestos, música, técnica. Todas las perversiones necesitan trucos en
todo el sentido de la palabra , En el sadomasoquismo es el sufrimiento lo que
emblematiza el cuerpo como pueden hacerlo las joyas o el maquillaje en la pasión
fetichista.
Todas las pasiones convergen; en el sistema erótico que describimos, el cuerpo
se exalta por la complacencia, por la autoseducción, mientras que en el sado­
masoquismo se exalta por el sufrimiento (autoerotismo doloroso). Pero hay una
afinidad entre los dos: que el otro sufra o se complazca en sí mismo, está radi­
calmente objetivado. Toda perversión juega con la muerte.
3. El acto sexual no es a menudo posible más que aí precio de esa perver­
sión: el cuerpo del otro fantasmado como maniquí, falo/maniquí, fetiche fálico,
mimado, acariciado, poseído como su propio pene.
120 BA U D RILLA R D

q u e e s c u a n d o se fu n d a en la p é rd id a , en el a b rirse d e l u n o a l o tro , se^


v u elv e n ego ciab le, en térm in o s d e sig n o s y d e v a lo r e s fá lic o s in tercam ­
b ia d o s, c a ta lo g a d o s e n u n a e q u iv a len cia fá lic a g e n e ra l; ca d a u n o ju g a n ­
d o co n tra ctu a lm en te y c o b ra n d o su p la c e r p ro p io e n té r m in o s d e acu ­
m u lació n fá lic a . S itu ació n p erfe cta d e u n a econ om ía p o lític a d e l d e se o .
L o m ism o su c e d e con la m ira d a . L o q u e re a liz a el m e ch ó n so b r e el
o jo (y c u a lq u ie r o tro a rte fa c to eró tic o d e lo s ojos) es la d e n e g a ció n d e
la m ira d a co m o d im 6 ls ió n p e rp e tu a d e la ca stra ció n , a l m ism o tiem p o
q u e o fre n d a a m o ro sa . O jo s m e ta m o rfo se a d o s p o r el m a q u illa je , e s la
re d u cción e stá tic a d e esa am en aza, de la m ira d a d e l o tro d o n d e e l su ­
je to p u e d e v e rse en su p r o p ia care n cia, p e ro en la q u e ta m b ién p u e d e
a b o lirse v e rtig in o sam en te s i se ab re n so b re él. E s o s ojos so fistic a d o s, me-

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d ú sico s 4, n o m ira n a n ad ie , n o se a b re n so b re nada. S o m etid o s a l tra ­
b a jo d e l sig n o , tien en la re d u n d a n cia d e l sig n o : se e x a lta n co n su pro­
p ia fa scin a ció n , y su sed u cció n p ro v ien e de ese on an ism o p e rv e rso .
P o d ría m o s co n tin u a r: l o q u e es c ie rto d e e so s lu g a re s p riv ile g ia d o s
d e l in tercam b io sim b ó lico q u e so n la b o c a y la m irad a, lo es tam b ién
d e cu a lq u ie r p a r te o d e ta lle d e l cu erp o to m a d o en ese p ro ce so d e sig ­
n ificación e ró tic a . P e ro el o b je to m á s b e llo , el q u e re su m e e n to d as
p a r te s esta p u e sta en escen a y ap arece c o m o la p ie d r a d e to q u e d e la
eco n o m ía p o lític a d e l cu e rp o , es e l cu e rp o d e la m u jer. E l c u e r p o d e s­
v e la d o d e la m u je r, en la s m il v a ria n te s d e l e ro tism o , es ev id en tem e n te
la em ergen cia d e l fa lo , d e l o b je to fetich e, es lin gigan tesco tra b a jo d e
sim u lació n fá lic a , a la vez q u e e l esp e ctá cu lo , siem p re re n o v a d o , de la
castració n . D e la p ro fu sió n d e la s im ágen es a l r itu a l m in u cio so d el
strip -te ase, e l p o d erío liso y sin falla d e l cu erpo fem en in o d e sp le g a d o
actú a co m o cartel fá lico , p o d e r m e d ú sico en u n a ex ige n cia fálica sin
,tregua (a q u í se h alla l a p ro fu n d a afin idad im agin aria en tre la esca la d a
eró tic a y la d e l d e sa rr o llo p ro d u c tiv ista ).
E l p riv ile g io e ró tic o d el cu erp o fem en in o ju e g a ta n to p a r a la s m u ­
je re s com o p ara lo s h o m b re s. D e h ech o , u n a m ism a e stru c tu ra p e rv e rsa
ju e g a p a r a to d o s: cen trad a en la d e n e g a ció n d e la castració n , ju e g a p re­
feren te m e n te con e l cu erp o fem en in o com o con la in m in en cia d e la c a s­
tra ció n .5 A s í la p ro g re sió n ló g ic a d e l siste m a (u n a vez m á s, h o m ó lo ga

4. Contra la tesis de la madre fálica, terrorífica en cuanto fálica, Freud decía


que la estupefacción producida por la cabeza de Medusa obraba porque los repti­
les que tenía a manera de cabellera, negaban tantas veces cuantas serpientes había, la
castración que, por esa transposición, le era recordada de forma múltiple aJ que
quería anularla (A. Green). Eso mismo puede suceder con la fascinación del ma­
quillaje y del strip-tease: cada fragmento del cuerpo subrayado por la marca, va­
lorizado fálicamente, niega también la castración, que resurge sin embargo en la
separación misma de tlSos objetos parciales, de modo que, como el objeto-fetiche,
sólo aparecen como «testigo y velo del sexo castrado» (Lacan).
5. Si el borde de la media es más erótico que el mechón sobre el ojo o el
borde del guante en el brazo, no es por promiscuidad genital; es simplemente que
la castración está allí representada y negada desde más cerca, lo más cerca, en su
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 121

d e l a d e la eco n o m ía p o lític a) lle v a a u n re cru d e cim ien to e ró tic o d e ¡


cu erp o fem en in o , p o rq u e é ste , p riv a d o d e p en e, es e l q u e m e jo r se
p re sta a^ la e q u iv a le n cia gen eral fálica. S i el c u e rp o m ascu lin o n o p e r ­
m ite, n i m u ch o m e n o s, e l m ism o re n d im ie n to eró tic o , e s p o r q u e n o
p erm ite n i el lla m a d o fa sc in a n te d e la c a stra c ió n , n i el e sp e ctá cu lo d e su
su p eración co n tin u a. N o puede. realm en te v o lv e rse ja m á s o b je to liso ,
c e rra d o , p e r fe c to - .m a r c a d o co n la « v e r d a d e r a » m a rc a (la v a lo riz a d a p o r
el siste m a ge n e ra l), e s m e n o s d isp o n ib le p a r a la d em arcació n , p a r a ese
la rg o tra b a jo d e d e riv a ció n fálica. A u n q u e n o e s se g u ro q u e n o p u e d a
ser a ctu aliz a d o tam b ién algú n d ía , co m o v a ria n te fálica. H a sta n ueva
o rd en , n ad a de p u b lic id a d eréctil, d e d e sn u d ez e ré ctil: e s a este p recio
com o la erectilid ad p u ed e ser tra n sfe rid a b a jo co n tro l a tod o e l a b an i­
co d e o b je to s y d e l cu erp o fem en in o . P e ro en el lím ite, la erecció n m is­
m a n o es in c o m p atib le con el siste m a .6

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
H a b ría q u e v e r có m o in terv ien e, en e ste « p r iv ile g io » e r ó tic o d e la
m u je r, la su jección h istó ric a y so cial. N o p o r cu ál, m ecan ism o d e « e n a je ­
n ac ió n » se x u a l q u e re p ite la «e n a je n a c ió n » so c ial, sin o tra ta n d o d e v e r
s i no in terv ien e re sp ecto a to d a d iscrim in ació n p o lític a, el m ism o p ro c e ­
so d e d e sc o n o cim ien to qu e re sp ecto a la d ife re n cia d e lo s s e x o s en e l f e ­
tic h ism o ; lo cu al resu lta en u na fetich ización d e la clase o d el g ru p o d o ­
m in ad o , en su so b rev alo ra ció n se x u a l p a ra m e jo r c o n ju ra r la in terro gació n
cru cial q u e h ace p esa r so b re el ord en d el p o d e r. S i re flex io n am o s b ien
so b re ello , to d o el m a te ria l sign ifican te d el o rd en eró tico n o está hecho
m ás q u e d e la p a n o p lia d e lo s e sc la v o s (c a d en a s, co lla re s, lá tig o s, e tc .),
de lo s sa lv a je s (n e g ritu d , b ro n ce a d o , d e sn u d ez , ta tu a je s), d e to d o s lo s
sig n o s d e la s cla se s y d e la s razas d o m in a d a s. L o m ism o co n e l cu e rp o
de la m u jer, a n e x a d o a u n o rd en fá lico cu y a e x p re sió n p o lític a la co n ­
d en a a la in e x isten cia.7

mayor inminencia. De igual modo, para Freud, es el último objeto percibido, el más
cercano al descubrimiento de la ausencia de pene en la mujer, lo que se convertirá
en el objeto-fetiche.
6. Sólo siguen siendo impensables e inadmisibles, la anulación del valor/falo
y la irrupción del juego radical de la diferencia.
7. Dicho esto, el hecho de que uno de los dos términos del binomio sexual, el
Masculino, se haya convertido en el término marcado, y que se haya vuelto el equi­
valente general en el sistema, implica que esta estructura que nos parece inelucta­
ble, no tiene fundamento biológico: como toda gran estructura, tiene como fin
precisamente rompcr con la naturaleza (Lévi-Strauss}. Podemos imaginar una cultura
en la que los términos estén invertidos: ¡strip-tease masculino en una sociedad ma­
triarcal! Basta con que lo femenino se convierta en el término marcado y actúa
como equivalente general. Pero en esta alternancia de los términos (en la que se
hunde la «liberación» de la mujer), la estructura permanece incambiada, íncambia-
dos el rechazo a la castración y la abstracción fálica. Por lo tanto, si el sistema com­
porta 'una posibilidad de alternancia estructural, el verdadero problema no estriba
en eso, sino en una alternativa radical que cuestione la abstracción misma de esta
economía política del sexo basada en uno de los términos como equivalente general,
y en el desconocimiento de la castración y de la economía simbólica.
122 BA U D RILLA R D

LA DESNUDEZ SEGUNDA

C u a lq u ie r cu erpo o p arte d e l cu erpo p u e d e in terv en ir fu n cion alm en ­


te de la m ism a fo rm a , siem p re q u e sea so m etid o a la m ism a d iscip lin a
eró tic a: se n ece sita y b a sta q u e sea el m á s ce rrad o , el m á s lis o p o sib le ,
sin fa lla , sin o rificio, sin « d e f e c t o » , to d a d iferen cia e ró g e n a h ab ien d o
s i d o co n ju ra d a p o r la b a rra e stru c tu ra l q u e design a a e se c u e r p o (en
e l d o b le se n tid o d e d esign ació n y d e d e sig n ), b a rra v isib le en el ves­
tid o , la jo y a o el m a q u illa je , in v isib le en la d esn u d ez to ta l, p ero siem ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p re p re se n te , p u e sto q u e en v u elv e a l cu e rp o co m o u n a se g u n d a p iel.
E s ca ra c te rístic a en ese se n tid o , la o m n ip resen cia en el d isc u rso p u ­
blicitario d e l « c a s i d e sn u d a » , d e l « d e s n u d a sin e sta rlo , com o si u ste d lo
e s tu v ie r a » , los p a n ta lo n e s ceñidos en lo s q u e « u s t e d e s tá m ás d e sn u d a
q u e a l n a tu r a l» : to d o e sto p a r a re con ciliar el id e al n atu ra lista d e v iv ir
su c u e r p o «e n d ir e c to » , con ei im p e ra tiv o co m ercial d e la p lu s-v alía.
N o in sistam o s. L o m á s in teresan te e s q u e la v e rd a d era d e sn u d e z en cuen ­
tra a q u í su defin ición co m o d e sn u d ez se g u n d a: e s la d e l vestid o ceñ ido
X o Y , d e l v e lo tra n sp a ren te « t a l q u e su tran sp aren cia la ca m b ia a u ste d
en u ste d m ism a » . P o r o tra p a rte , m u y frecu en tem en te, e sta desn u d ez
está resaltad a p o r el e sp e jo ; d e to d o s m o d o s, es en la re p e tició n co m o
la m u jer fija « e l cu e rp o con el q u e su e ñ a : e l su y o » . Y , p o r u n a v ez, el
m ito p u b lic ita rio tiene a q u í rig u ro sam e n te razón : n o hay o tra desn u d ez
q u e la q u e se re p ite en lo s sig n o s, la q u e se en v u elv e e n su v e rd a d sig ­
nificada y q u e re stitu y e , co m o un e sp e jo , la re gla fu n d a m e n ta l d e l cu er­
p o en m ateria erótica, la d e vo lv erse, p ara se r ce leb rad a fá lica m en te , la
su sta n cia d iá fa n a , lisa, d e p ila d a , d e u n c u e rp o g lo rio so y a se x u a d o .
E l e jem p lo p e rfe cto de ello era la m ujer p in tad a d e o ro d el film
G o ld fin g e r (Ja m e s B o n d ): T o d o s los o rificio s ta p a d o s, e s el m a q u illa je
rad ical, q u e h ace de su cu erp o un fa lo im p e ca b le (q u e sea d e o r o no
hace sin o su b ra y a r la h o m o lo gía con la econ om ía p o lític a ), y que d e s­
d e luego eq u iv a le a la m u erte. L a p la y g irl d e sn u d a , b a rn iz a d a de o ro ,
m o rirá de h ab er en carn ad o , h asta su e x tre m o a b su rd o , el fa n ta sm a d e
lo eró tico . P e ro lo m ism o su c e d e con to d a p ie l en la e sté tic a fu n cio n al,
en la cu ltu ra d e m asas d el c u e rp o . P re n d a s ce ñ id as, fa ja s , gu an tes, v e s­
tid o s y ro p a «c e rc a d el c u e r p o » , sin co n tar el b ro n ce a d o : e s siem pre
el le itm o tiv d e la «se g u n d a p ie l» , es siem p re la p elícu la tra n sp a ren te
q u e v itrific a rá el cu erp o .
L a p ie l m ism a n o se define co m o « d e s n u d e z » , sin o co m o z o n a e r ó ­
g e n a: m ed io se n su a l de co n tacto y d e in tercam b io , m e ta b o lism o d e la
a b so rció n y d e la secreción . E s a p iel p o ro sa , a g u je re a d a , orificial, d o n d e
el cu erp o n o se acab a, y q u e só lo la m e tafísica e sta b le ce co m o lín ea de
d em arcación del cu erp o , es n egad a en p ro v ech o d e u n a segu n d a piel no
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 123

p o ro sa , sin ex u d ac ió n n i excre ció n 8, n i ca lien te n i fría (es « f r e s c a » , e s


« t i b ia » : clim atizació n ó p tim a ), sin g ran o s n i asp ere z a s ( e s « d u lc e » , es
« a te r c io p e la d a » ), sin e s p e so r p r o p io (la «tra n sp a re n c ia d e la t e z » ) , s o ­
b r e t o d o , sin o rificio (es « l i s a » ) . F u n cio n alizad a com o u n re v estim ie n to
d e ce lo fán . T o d a s e sta s cu alid ad es (fre sc u ra , su a v id a d , tra n sp a ren cia ),
so n cu alid ad es d e clausura-, gra d o cero re su lta n te d e la d en e gació n
d e los ex trem o s a m b iv a len te s. L o m ism o su « ju v e n t u d » : el p a ra d ig m a
jo v e n /v ie jo se n eu traliz ará a l i en u na in m o rta l ju v e n tu d d e sim u la ­
ción .
E s ta v itrifica c ió n de la d e sn u d ez e s tá em p a re n ta d a co n la fu n ció n
o b sesiv a d el re v e stim ie n to p ro tec to r de los o b je to s: im p e rm e ab iliz ad o s,
p la stifica d o s, e tc ., y co n e l tra b a jo d e ce p illad o , d e lim p ieza q u e tien d e
a v o lv e rlo a p o n e r p erm an en tem en te en esta d o d e p u lcritu d , d e a b stra c ­
ción im p e c a b le ; a q u í tam b ién o b stru ir su se creción (p átin a, o x id a c ió n ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p o lv o ), im p e d irles d e rru m b a rse , y m an ten erlo s en una esp e cie d e in m o r­
talid ad ab stra c ta .
D esn u d e z « d is e ñ a d a » , n o su b en tien d e n a d a d e trá s d e la re d d e sig ­
n os q u e teje, so b re todo, n o un cu erp o : n i u n cu erp o d e tra b a jo , n i un
cu erp o d e p lacer; n i u n cu erp o eró gen o , ni un cu erp o d e sg a rra d o ; so ­
b re p a sa fo rm a lm en te tod o eso en un sim u lacro de cu erp o p ac ifica d o ,
co m o B .B . q u e es « b e lla p o rq u e .llena exactam en te su v e s t id o » ; ecu a­
ción fu n cion al sin in có gn ita. F re n te a la p ie l d el d e so lla d o , b ajo la cu al
p alp ita n los m ú sc u lo s, el cu ern o m o d ern o p erten ece m u ch o m á s a lo
in flable, te m a ilu stra d o p o r u n a secuen cia h u m o rística d e L u i, e n la q u e
se v e ía a la strip -te asera, al fin al de su d e sv e stirse , h acer un ú ltim o g e s­
to : se d e sta p a b a el o m b ligo y se d e sin fla b a in m ed ia ta m en te; u n mon-
to n c ito d e p ie l en la escen a.
U to p ía d e la desn ud ez, d el cu erp o p re se n te en su v e rd a d : es to d o lo
m ás la id e o lo g ía d el cu erp o la q u e p u e d e ser rep resen tad a. E l in d io (ya
n o sé cu ál) d ecía: « E l c u e r p o d e sn u d o e s una m áscara in e x p re siv a qu e
o c u lta la v e rd a d e ra n atu raleza d e ca d a u n o » . Q u e ría d ecir q u e e l cu er­
p o n o tie n e sen tid o sin o m a rc a d o , re v e stid o d e in scrip cio n es. E l ra já
A lfo n so A lla is, fa n á tico d e la den o tació n y d e la v e rd a d , trad u cía e s o d e
m an era in v e rsa: no co n ten to co n h a b e r h ech o d e sn u d a rse a la b a ila rin a,
la h iz o d e so lla r v iv a .
E n n in gun a p a r te es e l cu erp o esa su p erficie d e l ser, e s a p la y a virgen
y sin h u ella s, esa n atu raleza. N o ha a d q u irid o ese valor « o r ig in a l» sin o

8. Salvo la secreción noble de las lágrimas, pero ¡con cuántas precauciones!


Cf. el texto admirable de Pestañaslargas: « ...cuando una emoción la trastorna hasta
el punto que sólo su mirada puede traducir lo profundo de ella, en ese momento
más que en ningún otro, no puede usted aceptar ser traicionada por el maquillaje
de sus ojos. En ese momento, más que en cualquier otro, Pestañaslargas es irreem­
plazable ... en ese momento sobre todo es cuando cuida de su mirada para prote­
gerla y valorarla, hasta tal punto que basta con que usted maquille sus ojos y ... deje
de pensar en el asunto.»
124 JE A N BAUDRILL^ARD

en e l ^rechazo, y liberarlo en enrnto tal, según la ilusión naturalista, es


liberarlo en cuanto rechazado. S u desn u d ez m ism a se v u e lv e en ton ces
c o n tra é l y lo a u re o la d e u na ce n su ra aérea e in e lu cta b le: la se g u n d a
p ie l. P u e s la p i e l , c o m o to d o sig n o q u e c o g e fu e rz a de sig n o , se re ­
p ite en la sign ificación : sie m p r e es y a la segu n d a p ie l. N o es la ú ltim a ,
p e r o e s sie m p re la ú n ica.
E n e sta re d u n d a n cia de la desn u d ez-sign o , qu e t r a b a ja p ara re sti­
tu ir e l cu erpo co m o fa n ta sm a d e to taliz ació n , reen co n tram o s la esp e cu ­
lació n infinita d e l su jeto de la co n cien cia a tra v é s d e su im agen en el
e sp e jo , c a p ta n d o y re so lv ien d o fo rm a lm en te en la d u p licació n la d iv isió n
irre d u ctib le d e l su je to . L o s sig n o s in scrito s e n e l c u e rp o , y en lo s que
se e x in sc rib e el- im p u lso d e m u e rte , n o h acen sin o re p e tir en e l m ate­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
r ia l c o rp o ra l e sta o p eració n m e ta físic a d el su je to d e la co n cien cia. « E s
p o r la p ie l q u e se hace en trar la m e tafísica en lo s e s p ír itu s » , co m o d ice
^Artaud.
C la u su ra del esp e jo , d u p licació n fá lic a de la m arca: en am b os c a so s
e l su je to se se d u c e a sí m ism o . S e d u c e a su p ro p io d e se o y lo co n ju ra
en su p ro p io c u e r p o d u p lic a d o p o r lo s sig n o s. D e trá s d e l in terca m b io
d e sig n o s, d e tr á s d e l tra b a jo d e l c ó d ig o , q u e fu n cio n a c o m o b a stió n fá-
J i c o , e l su je to p u e d e e sq u iv a rse y re cu p e ra rse : e sq u iv a r e l d e se o d el
o tr o (su p ro p ia care n cia), y en cierta fo rm a v e r (v erse) sin se r v isto . L a
ló g ic a d e l sign o se u n e a la ló g ic a d e la p erv e rsió n .
E s im p o rta n te h a c e r ah ora u n a d istin c ió n rad ical en tre e l tra b a jo de
in scripció n y d e m arca a n iv e l d e l c u e rp o en las so c ie d a d e s « p rim iti­
v a s» y en n u e stro sistem a co n tem p o rán e o . D em asiad o fácilm en te se los
c o n fu n d e en la c a te g o ría gen eral d e «e x p r e sió n sim b ó lic a » d e l cu erp o .
C o m o si e l c u e r p o h u b iera sid o siem p re lo q u e es, co m o s i el tatu aje a r ­
c a ic o tu v ie ra e l m ism o se n tid o q u e el m a q u illa je , co m o si e x istie r a , mái¡,
allá d e to d a s la s rev o lu cio n es d e l m o d o d e p ro d u cció n , u n m ism o m o d o
d e sign ificación d esd e la noche d e lo s tiem p os h asta la e sfe ra d e la e c o ­
n om ía p o lític a.
A la in v e rsa d e lo s n u e stro s, en los que los signos se intercambian
bajo el régimen de un equivalente general, en lo s q u e tienen v alo r de
cam b io en un siste m a d e abstracció n fálica y d e satu ración im agin aria
d e l su je to , el m a rc a d o del cu erp o , co m o la p ráctic a d e la s m á scaras en
la so cied ad arcaica, tienen p o r fu n ció n la actu alización in m ed ia ta d el in­
tercam b io sim b ó lico , d el in te rc a m b io /d o n con los d io se s o d e n tro del
g ru p o ; in terca m b io qu e no • es negociación por parte del sujeta de su
identidad, tra s la m áscara o la m an ip u lación de los sig n o s, sino en el
qu e, p o r el co n tra rio , él consume su identidad, se p o n e en ju e g o com o
su je to en la p o se sió n /d e sp o s e sió n ; el cu erp o entero se co n v ierte, p o r
la m ism a razón q u e lo s b ie n e s o las m u je re s, en m aterial d e in tercam b io
sim b ó lic o , y en e l qu e, p ara d e c irlo to d o , n o h a su rg id o aún (com o tam ­
p o c o la a b strac ció n d e la m o n eda) el e sq u em a e sta n d ard d e la sign ifica­
ción, n u estro S ig n ific a n te /S ig n ific a d o tran sce n d en tal, F a lo /S u b je tiv id a d ,
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 125

q u e g o b ie rn a to d a n u e stra eco n o m ía p o lític a d e l cu erp o . C u a n d o e l in d io


( d m ism o , quizá) d ice : « E n m í, to d o r o s t r o » , p a r a re sp o n d e r a la in te ­
rro gació n d e l b la n c o so b re la d e sn u d ez d e su cu e rp o , d ice c o n e so q u e
t o d o e l cu erp o (q u e , p o r lo d e m á s, ja m á s está d e sn u d o , c o m o h e m o s
v isto ) e s tá en é l en tre g a d o a l in te rca m b io sim b ó lic o , m ie n tra s q u e en
n o so tro s tie n d e a re d u c irse ú n icam en te a l ro str o y a la m ira d a. P a r a d
in d io , lo s c u e r p o s s e m ira n y se in te rc a m b ia n to d o s su s sig n o s, q u e se
co n su m en en u n a re lac ió n in cesan te, y n o se refieren n i a u n a ley
trascen d e n te d e l v a lo r n i a u na a p ro p ia c ió n p riv a d a d e l su je to . P a ra
n o so tr o s, e l c u e rp o s e e n c ie rra en su s sig n o s, se v a lo riz a m e d im te un
c á lc u lo d e sig n o s q u e in terca m b ia b a jo la ley d e la eq u iv alen cia y d e la
re p ro d u cció n d e l su jeto . E s t e n o se su p rim e en e l in tercam b io : esp e cu la .
E s é l y n o e l sa lv a je , e l q u e e stá en p le n o fe tic h ism o : a tra v é s d e l h a c er
v a le r su cue^rpo e s é l q u ie n e s tá fe tich iz a d o p o r la le y d e l v a lo r.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
EL ‘ STRIP-TEASE’

B e m a rd in (d ire c to r d e l C razy H o r s e S a lo o n ) (L u i):


« N o se s tr ip ni se t e a s e ..., se h ace p a r o d ia ... S o y u n m istific a d o r:
d a m o s la im p resió n d e m o stra r la v e r d a d d e sn u d a , la m istificació n no
p o d r ía lle g a r m á s lejo s.
» E s lo c o n tra rio d e la v id a . P o rq u e , c u a n d o ella e stá d e sn u d a , e stá
m u ch o m ás a ta v ia d a q u e v e stid a . L o s c u e rp o s e stá n m a q u illa d o s co n
b a se s esp e ciale s su m am en te b e lla s, q u e v u elv en la p ie l s a t in a d a ... E lla
tie n e g u a n te s q u e le c o rta n lo s b ra z o s, lo q u e sie m p r e re su lta h e rm o ­
so, m e d ia s v e rd e s, ro jas o n egras, q u e le co rta n tam b ién la s p iern as e n
el m u slo ...
»S trip -te a se d e su eñ o : la m u je r d e l e sp a c io . B a ila ría en e l v a cío . P o r ­
q u e cu an to m ás len tam en te se m u ev e u n a m u je r, m ás erótica re su lta .
P o r lo ta n to , c r e o q u e la c u m b re se ría u n a m u je r en la in grav id ez.
» L a d e sn u d ez d e la s p la y a s n o tie n e n ad a q u e v e r c o n la d e sn u d ez
d e la escen a. E n escen a, ellas so n d io s a s, so n in to c a b le s... L a o la d e
desn u d ez, en el te a tro y en o t ia s p a r te s, e s su p erficial, se lim ita a un
acto m e n tal: v o y a d e sn u d a rm e , v o y a m o stra r a lo s a cto res y actrices
d e sn u d o s. N o tien e in terés p o r su s m ism os lím ite s. E n o tra s p a r te s se
p resen ta la re a lid a d : a q u í, n o su g ie ro sin o lo im p o sib le.
» L a re a lid a d d e l se x o q u e se d e sp lie g a en to d a s p a r te s d ism in u y e la
su b je tiv id a d d e l ero tism o .
» I r is a d a d e lu ces v iv a s, re a lz a d a co n jo y a s, a d o rn a d a c o n u n a v o ­
lu m in o sa p elu c a a n a ran ja d a , U sh a B a ro c k , u n a m estiza au stro-p o laca,
co n tin u ará la trad ició n d e l C razy H o r s e : crea r a q u élla q u e n o ab raza­
m o s .»
126 JE A N BA U D RILLA R D

E l strip -te ase es una d an za: la única quizá y la m ás o rig in a l d e l


m u n d o o ccid en tal co n tem p orán eo. S u secreto es la ce leb ració n au to-eróti­
ca p o r u na m u jer d e su p ro p io cu erpo, q u e se v u e lv e d e se a b le en e sa
m ism a m e d id a. S in e se esp e jism o n arcisista q u e es la su sta n cia d e to d o s
lo s g e sto s, sin ese g e stu a l de caricias q u e en v u elv e n a ese cu erp o y lo
em b lem atizan co m o o b je to fálico , n o hay e fe cto erótico. M astu rb a c ió n
su b lim e cuya len titu d es, co m o d ice B ern ardin , fu n d a m en ta l. E s esa len ­
titu d la q u e in d ica q u e los g e sto s d e q u e se ro d ea la m u jer (d esn u d a r,
acariciar, y h asta la m im ética d e l p lace r) so n lo s d e l « o t r o » . S u s g e sto s
tejen a lre d e d o r d e ella el fan tasm a d e l co m p añ ero sexual. P e ro a l m is­
m o tiem p o, ese o tro q u ed a e x c lu id o , p u e sto qu e ella lo su stitu y e y se
a p ro p ia de sus g e sto s segú n un trab ajo de cond en sación q u e n o e stá

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Bibloteca Universitaria. 2007
le jo s, en e fe c to , d e l p ro ce so d e l su e ñ o . T o d o e l se cre to (y e l tra b a jo )
erótico d e l strip -te ase está en esta evocación y revocació n d e l o tro ,
m e d ia n te g e sto s cuya le n titu d es p o é tic a , c o m ó lo es el film d e una
ex p lo sió n o d e u na c a íd a en cám ara len ta, p o rq u e en ton ces a lg o , an te s
de re a liz a rse , tie n e tiem p o d e fa lta ro s, lo q u e co n stitu y e , si la h ay , la
p erfe cció n d e l d e se o .9
S ó lo es b u en o el s t r ip q u e re fle ja el cu erpo en ese esp e jo d e g e sto s
y se g ú n esa a b strac ció n n arcisista rig u ro sa ; el g e stu a l e s e l eq u iv alen te
m o v ien te d e esa m an o p lia de sig n o s, d e m arcas qu e actú an a sim ism o en
la p u e sta en escen a eréctil d e l cu e rp o a to d o s lo s n iveles d e la m o d a ,
d e l m a q u illa je y de la p u b lic id a d .10 E l m al strip e s ev id en tem en te
el d e l d e sv e stirse p u ro y sim p le , q u e no hace sin o restitu ir la d e sn u d ez,
la p re te n d id a fin alid ad d el e sp e ctá cu lo , y q u e o m ite e sa h ip n o sis del

9. El relato gestual, el bump and grind en términos técnicos, realiza aquí


lo que Bataille llamaba la «simulación del contrario»: el cuerpo adquiere su sen­
tido poético al ser continuamente envuelto y oculto (enrabé et dérobé) por los
mismos gestos que lo desnudan, por la fuerza de la ambivalencia. Vemos a la in­
versa, la ingenuidad de los nudistas y demás, de esa «desnudez superficial de las
playas» de que habla Bernardin, que creyendo liberar la realidad desnuda, cae
en la equivalencia del signo: no es más que el equivalente significante de una
naturaleza significada. Ese develarse naturalista no es otra cosa que un «acto
mental», como bien lo dice Bernardin: es una ideología. En este sentido, el strip,
por su juego ^perverso y su ambivalencia sofisticada, se contrapone a la «liberación
por el desnudo» como a una ideología racionalista/liberal. La «escalada del desnu­
do» es la escalada del racionalismo, de los derechos del hombre, de la liberación
formal, de la demagogia liberal, del libre pensamiento pequeño-burgués. Esta abe­
rración realística es detectada y puesta en su sitio por la respuesta de la niña a
quien ofrecían una muñeca que orinaba: «M i hermanita también sabe hacerlo. ¿No
puedes darme una de verdad?»
10. Un juego de velos transparentes puede hacer el mismo papel que ese juego
de gestos. Del mismo orden es la publicidad que pone en escena a dos o más mu­
jeres; sólo en apariencia es una temática homosexual, en realidad es una variante
del modelo narcisista de autoseducción, un juego de repetición centrado en sí
por el rodeo de una simulación sexual (que puede, por lo demás, ser heterosexual:
el hombre no figura en la publicidad más que corno garantía narcisista, para ayudar
a la mujer a complacerse).
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 127

cu erp o , p a r a en treg arlo a la co n cu p iscen cia d ire c ta d e l p ú b lic o . N o es


q u e el m a l strip n o se p a ca p ta r el d e se o d e la sa la ; al co n tra rio , sin o qu e
la . m u jer n o h a sa b id o recrear p a r a s í m ism a su cu erp o co m o o b je ­
to en can tad o , e s q u e no h a sa b id o o b ra r e sa tran su stan ciació n d e la
d e sn u d ez p r o fa n a (r e a lista , n atu ra lista) en d e sn u d e z sa g ra d a , la d e un
cu erp o q u e se d e sc rib e a sí m ism o , se p a lp a a sí m ism o (p e ro siem p re
a tra v é s de u n a esp ecie d e v a c ío su til, d e d ista n c ia se n su a l, d e circu n lo ­
cu ción que, u n a v ez m á s, co m o en u n sueño, refleja e l hecho d e q u e
lo s g e sto s so n en e s p e jo , d e q u e el cu erp o m e d ita so b re s í m ism o a tra ­
v é s d e l e sp e jo d e lo s g e sto s).
E l m a l str ip e s e l q u e e stá acech ad o p o r la d e sn u d ez, o p o r l a in m o ­
v ilid a d (o la a u sen cia d e « r it m o » , la b ru sq u e d a d d e l g e sto ): n o h ay
en to n ce s en escen a m á s q u e u n a m u je r y un c u e rp o « o b sc e n o s» , e n el
se n tid o e stric to d e l térm in o , n o la e s f e r a ce rra d a d e u n c u e rp o q u e ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p o r e s a a u r a d e g e sto s , se d e sig n a a sí m ism o c o m o f a lo , y se p refiere
a sí m ism o co m o sign o d e l d e se o . E l lo g ro n o e s, p o r lo ta n to , «h a c e r el
am or con la s a la » , co m o se piensa g e n e ra lm en te, e s in clu so ex a c ta m en te
lo co n trario . L a stri!J"tea se ra es u n a d io sa , segú n B e rn ard in , y la p r o ­
h ib ició n lan zad a so b re ella, la q u e ella traza a su a lre d e d o r, n o sign ifica
q u e n o se le p u e d a to m ar n ad a (no p o d e r p asar al actin g-ou t se x u a l: e sa
situ ació n re p re siv a e s la d e l m a l str ip ), sino q u e no se le p u e d e d a r
n ad a , p o rq u e ella se d a tod o a sí m ism a , de donde p rovien e esa tr a s­
cen d en cia lo g r a d a q u e c o n stitu y e su fascin ació n .
L a len titu d d e lo s g e sto s e s la d e l sa c erd o cio , y d e la tra n su sta n c ia ­
ción . N o la d e l p an y d e l vino, en este caso, sin o la d e l cu erp o en fa lo .
C a d a p r e n d a q u e cae n o acerca al d e sn u d o , a la « v e r d a d » d e sn u d a d e l
se x o (a u n q u e to d o el esp e ctá cu lo se a lim e n te tam b ién d e ese im p u lso vo-
y e u rista , o b se sio n a d o por el d e sn u d a r v io le n to y el im p u lso d e v io la r,
p e ro e sto s fa n ta sm a s van en c o n tra d e l e sp e c tá c u lo ); al cae r d e sig n a co m o
fa lo q u e d e sn u d a ; d e v e la a o tra , y el m ism o ju e g o se p ro fu n d iz a a m e ­
d id a q u e e l c u e r p o em erg e c a ¿ a v ez m á s co m o efigie fá lica , a l ritm o
d e l strip . N o e s, p o r lo ta n to , un ju eg o d e d e sp o ja r de sig n o s hacia u na
« p ro fu n d id a d » se x u a l, e s , p o r el c o n tra rio , u n ju e g o ascen den te d e c o n s­
tru cción d e sig n o s; ca d a m arc a ad q u iere fu e rz a e ró tic a p o r su t r a b a jo d e
sig n o , e s d ecir, p o r el v u elco q u e o p e r a d e lo q u e n o h a s id o ja m á s (la
p é rd id a y la castració n ) a lo q u e d e sig n a en su lu g a r: el f a lo .11 E s p o r
e sto q u e el stri[>-tease es len to : d e b ería ir lo m á s ráp id o p o s ib le s i su
fin fu e ra la d e sn u d e z se x u a l, p ero e s le n to p o rq u e e s d isc u rso , c o n s­
tru cció n d e sig n o s, elab o ració n m in u cio sa d e un se n tid o d ife rid o . L a mi-

11. La última prenda puede caer también: el strip integral no altera su


lógica. Sabemos que los gestos bastan para trazar una línea encantada alrededor del
cuerpo, una marca mucho más sutil que la del j/íp (soltar) y, de todas maneras,
lo que tacha esa marca estructural, slip o gestual, no es un órgano sexual sino
la sexuación que recorre el cuerpo; el espectáculo del órgano, y en el extremo,
del orgasmo, no la suprime en absoluto, por lo tanto.
128 JE A N BA U D RILLA R D

rada tam b ién da te stim o n io d e e sta tran sfig u ració n fá lic a . L a fijeza de
la m irad a e s u n ele m en to esen cial d e la b u en a strip te a se ra . C o m ú n m en te
se in te rp re ta co m o técnica d e d ista n cia ció n , d e co o ln e ss d estin ad a a m a r­
car lo s lím ite s d e esta situ a c ió n erótica. S í y n o: la m ira d a fija q u e só lo
sirv ie ra p a ra se ñ alar la p ro h ib ició n , situ a ría al str ip en u n a esp e cie de
p o rn o d ram a re p re siv o . E l b u en s t r i p n o e s eso, ese do m in io de la m irad a
n o es fria ld a d in ten cio n ad a, ni es co o l, co m o la de la s m an iq u ís, e s a
co n d ició n de re d e fin ir el co ol co m o u na c u a lid ad m u y esp e cia l d e to d a
la cu ltu ra a ctu al d e lo s m e d ia v d e l cu e rp o , y q u e n o e s d el o r d e n d e lo
cálid o y lo frío . E s a m ira d a es la m ira d a n eu traliz ad a d e la fascin ació n
auto-erótica, la d e la m u je r /o b je t o q u e se m ira y , co n los ojos co m ­
p le tam en te a b ie rto s, cierra lo s o jo s so b re sí m ism a. N o e s co n secu en ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cia de u n d e se o ce n su rad o ; es el co lm o d e la p e rfe c c ió n y d e la p e rv e r­
sión. E s el cu m p lim ie n to d e to d o el siste m a se x u a l q u e q u ie re q u e la
m u je r n o se a ja m á s tan p le n a m e n te e lla m ism a, y p o r lo ta n to ta n se­
d u cto ra , co m o cu an d o a ce p ta g u sta rse e n p rim er lu g a r, co m p lace rse, p e r ­
m an ecer sin d e se o n i trascen d en cia m á s q u e d e su p ro p ia im agen .
E l cu erp o id e a l q u e e s te e sta tu to d ib u ja es el de la m a n iq u í. L a m a ­
n iq u í o fre c e el m o d elo de to d a esta in stru m en tació n fálica d e l cu erp o .
L a p a la b ra lo d ice : m anne-ken, « p e q u e ñ o h o m b re » — n iñ o o p en e—
aquí, es su p ro p io cu erp o lo q u e la m ujer ro d ea d e una m an ip u lación
so fisticad a, de una d iscip lin a n arcisista in ten sa, sin d e sfa llecim ien to , lo
q u e hace de él e l p arad ig m a d e la sed u cció n . A q u í rad ica, sin du da, en
ese p ro ce so p e rv e rso q u e h ace de ella y d e su cu erp o sa cralizad o un
fa lo vivien te, la v e rd a d era castració n d e la m u jer (d el h o m b re tam b ién ,
p e r o se g ú n u n m o d e lo qu e crista liz a p refe ren tem e n te en to rn o a la m u ­
je r). E s ta r c a stra d o es e sta r c u b ie rto d e su stitu to s fá lic o s. L a m u je r está
c u b ie rta d e e llo s, e stá in tim ad a a h acer d e su cu erpo u n fa lo , so p en a
d e no p o d e r se r d e se a b le . Y si la s m u je re s no so n fe tic h ista s e s p o rq u e
realizan ese tra b a jo de fetich izació n co n tin u a so b re sí m ism a s, se vu el­
v e n m uñeca. S a b e m o s qu e la m uñeca es fetiche, hecha p a ra se r v e stid a
y d e sv e stid a co n tin u am en te, d isfr a z a d a y d e se n m ascarad a. E s t e ju e g o de
ta p a r y d e sta p ar e s lo q u e co n stituy e su v a lo r sim b ó lico p a ra la in fa n ­
cia, y en este ju e g o a la in versa es qu e re g re sa to d a la relació n objetal y
sim b ó lica , cu a n d o la m u je r se hace m u ñ eca, se v u elv e su p ro p io fetich e
y el fetich e d e l o tro .u 12

12. E l deseo perverso es el deseo normal impuesto por el modelo social. Si


la mujer escapa a la regresión autoerótica, deja de ser el objeto del deseo, se
convierte en el sujeto del deseo y, por eso mismo, refractaria a la estructura del
deseo perverso. Pero también puede que ella busque la reaIización de su deseo en
la neutralización fetichista del deseo del otro: la estructura perversa (esa especie
de división del trabajo <lel deseo entre el sujeto y el objeto, que constituye el
secreto de la perversión y de su rendimiento erótico} permanece entonces incam­
biada. Unica alternativa: que cada uno, rompiendo esa fortaleza fálica, esa es­
tructura perversa donde le encierra el sistema sexual, abriendo los ojos en vez de
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 129

F re u d : « L a elección tan fre cu e n te d e p re n d a s in terio res c o m o fe ti­


ch es se d e b e a qu e está re ten id o ese ú ltim o m o m en to del d e sn u d a rse
d u ra n te el cu a l se p o d ía to d a v ía p e n sa r q u e la m u je r e s fá lic a » (so b re
E l fetich ism o ).
L a fascin ació n d el strip -te a se co m o e sp e ctá cu lo de la castració n p r o ­
v e n d ría , p o r lo tan to, d e la in m in en cia d e d e sc u b rir, o m á s b ien d e b u sc a r
y ja m á s lo g ra r d e sc u b rir, o m ejor aún , d e b u sc a r p o r to d o s los m e d io s
n o d e sc u b rir, q u e n o hay nada. « E l e stu p o r a n te lo s ó rg a n o s gen itales
d e la m u jer, q u e n o fa lta e n ningún. fe tic h ista : e stig m a in d e le b le d el
rechazo q u e ha ten id o lu g a r » ( z b id .) . A u sen cia im p e n sa b le; ex p erie n cia
qu e q u ed a d e sp u é s d e l p rin c ip io d e to d a «r e v e la c ió n » , d e to d a « d e v e la ­
c ió n » (y en p a rtic u la r, d e l e sta tu to se x u a l d e la « v e r d a d » ) ; la o b se sió n
d e l a g u jero se tru eca en la fa sc in a c ió n in v e rsa d e l fa lo . E s e l m iste rio
d e la g ra n a p e rtu ra , n e g a d a , in te rce p ta d a , d e d o n d e su rg e u n a m u ltitu d de

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
fe tic h e s (o b jeto s, fa n ta sm a s, c u e r p o s /o b je to ). E l p ro p io c u e rp o d e la m u ­
je r, fetich iz a d o , in te rc e p ta ese p u n to d e au sen cia d e d o n d e re su c ita , in ­
tercep ta e se v é rtig o co n to d a su p resen cia e r ó tic a , « s ig n o d e u n triu n fo
so b re la am en aza d e ca stra ció n , y p ro tec ció n co n tra esta am en aza» ( i b i d .) .
T r a s lo s v e lo s su c e siv o s n o hay n ad a , n o h ay n ad a ja m á s, y e l m o ­
vim ien to q u e im p u lsa siem p re a d e lan te p a ra d e sc u b rirlo e s, ju sta m e n te , el
p ro ceso d e la ca stra ció n ; n o el re con ocim ien to d e la c a re n c ia , sin o el v é r ­
tig o fa sc in a d o d e e sa su sta n cia n ád ica. T o d o e l co m p o rta m ien to occid en ­
tal q u e d e se m b o c a en una co m p u lsió n re alístic a v e rtig in o sa , e s tá a fe c ta d o
p o r ese e strab ism o d e la c a stra ció n : so p re te x to d e restitu ir el « fo n d o de
las c o s a s » , b izq u e am o s incon scien tem en te en el vacío. E n lu g ar d e u n
recon ocim ien to d e la ca stra ció n , e rig im o s to d a cla se de c o a rta d a s fá lic a s,
lu e go , se g ú n u n a co m p u lsió n fa sc in a d a , tra ta m o s d e d e sc a rta r u n a a u n a
to d as e s a s c o artad a s, p ara d e sc u b rir la « v e r d a d » , q u e e s siem p re la c a s­
tración , p e r o q u e r e su lta sie m p re se r fin alm en te la castració n n egada.

EL NARCISISMO DIRIGIDO

T o d o esto co n d u ce a rep lan tear la cu estión d e l n a r d sism o en térm i­


n os de co n trol so cial. U n p a s a je de F re u d (« P a r a in tro d u cir e l n a rc isism o »)
evoca lo q u e h e m o s d ich o h a sta a q u í: « S e e sta b le ce u n e sta d o e n e l q u e
la tp u jer se b a sta a sí m ism a, lo q u e la resarce d e la lib e rta d d e elección
de o b je to q u e le reh ú sa la so cied ad . T a le s m u je res n o se am an, p ro p ia m e n te

bizquear respecto a su identidad fálica, respecto a su ausencia y no a la otra, sa­


liendo de esa magia blanca de la identificación fálica para reconocer su propia y
peligrosa ambivalencia, vuelva a hacer posible el juego del deseo como intercambio
simb6lico.
130 JE A N BA UD RILLARD

h ab lan d o , sin o a ellas m ism a s, casi tan in ten sam en te co m o e l h o m b re las


am a. S u n e c e sid a d n o la s in clin a a a m a r, sino a se r a m a d a s, y le s g u sta
e l h o m b re q u e c u m p le esas co n d icio n es . . . T a le s m u je re s e je rc e n e l m ay or
en can to so b re lo s h o m b re s, n o so lam en te p o r razon es e sté tic a s, p o r ser
h ab itu a lm e n te la s m ás b e lla s, sin o tam b ién en razón d e co n stelacio n es
p sico ló g ica s in te r e sa n te s». A co n tin u ació n alu d e a « lo s n iñ os, lo s g a to s,
cierto s a n im a le s» , q u e «e n v id ia m o s p o r su p o sició n d e lib id o in a ta c a b le »,
p o r « e l n arc isism o co h eren te q u e sa b e n m o stra r» . E n e l siste m a erótico
actual, n o se trata sin e m b a rg o d e ese n arcisism o p rim a rio , lig ad o a una
especie d e «p e r v e rsió n p o lim o rfa » . S e tra ta ría m ás b ien d e l d e sp laz am ie n ­
to d e «e se n arcisism o d e l cu a l g o z a b a en la in fan cia e l E g o real so b re el
E g o id e a l» , m á s ex a c ta m en te d e la p ro y e c ció n de « la p erfe cció n n arcisista

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e la in fa n c ia » co m o id e a l d e l E g o , el cu al, co m o sa b e m o s, e stá lig ad o
a la re p re sió n y a la su b lim ación . E sta gratific ac ió n q u e la m u jer se da
d e su cu erp o , e sta re tó rica d e la b e lle z a , re fle ja efe ctiv am en te u n a d isci­
p lin a fe ro z , u na ética q u e co rre p aralela a la q u e rein a en e l o rd en eco­
n ó m ico . P o r lo d e m ás, en n ad a se d istin g u e , d e n tro d e l cuadro de esta
E sté tic a fu n c io n a l d e l cu erp o , e l p ro c e so p o r e l cu al el o b je to se so m ete
a su id e al n arc isista d e l E g o , d e a q u e l p o r el cual la so c ie d a d le im po n e
co n fo rm a rse a él, n o d e já n d o le o tra altern ativa q u e la d e a m arse a sí
m ism o , a se d ia rse a s í m ism o d e a cu erd o co n la s re g la s q u e ella le p rescrib e.
E s t e n arcisism o es, p o r lo ta n to , rad icalm en te d ife re n te d e aq u el del
g a to o d e l n iñ o en cuanto está situ a d o b ajo el sig n o d e l v alor. E s u n n ar­
cisism o d irig id o , u n a exaltació n d irigid a y fu n cion al d e la belleza en cu an to
hacer-valer y en cu an to in tercam b io d e sig n o s. E s ta au to sed u c ció n só lo apa­
ren tem en te es g ra tu ita , en re a lid a d to d o s sus p o rm e n o res tienen una f i­
n alidad d ictad a p o r una norm a d e g e stió n ó p tim a d e l cuerpo en el m er­
ca d o d e lo s sig n o s. C ualqu ier fa n ta sm a q u e ponga en ju e g o la erótica
m o d ern a se d e b e al d e sign io d e una econ om ía racio n al d e l v a lo r, y esto
estab le ce to d a la d iferen cia con e l n arcisism o p rim a rio o in fa n til.
T o d a la m o d a y la p u b lic id a d trazan d e este m o d o el M a p a d e lo
T ie rn o a u to e ró tico y su ex p lo ra ció n d irig id a : u ste d e s so n resp o n sab les
de su cu erp o y d e b en v alo riz arlo , u ste d e s .d eb en u tiliz arlo — n o según
el ord en d e l p la ce r— sin o de sig n o s m e d ita d o s y m e d ia d o s p o r lo s m o­
d e lo s d e m a sa s, y d e acu erd o a un o rg an igram a d e p re stig io , etc. U na
ex trañ a e stra te g ia tiene lu g ar a q u í: hay d e sv iació n y tran sferen cia de la
u tilización d e l cu e rp o y de las z o n as eró gen as a la p u e sta en escena del
cu erpo y d e l a erogen id ad . L a sedu cción n arcisista se aso cia en lo suce­
sivo al c u e rp o , o a p a r te s d e l cu erp o o b je tiv a d a s p o r una técn ica, por
o b je to s, p o r g e sto s , p o r un juego d e m arcas y de sig n o s. E s t e n eo-narcisis­
mo va u n id o a la m an ip u lación del cu erp o co m o v alo r. E s u n a econom ía
dirigida d e l c u e rp o , fu n d a d a sobre un esq u em a de d ese stru ctu ra ció n libi-
d in al y sim b ó lica , d e d e sm a n teia m ien to y restru ctu ració n d irig id a d e las
u tilizacio n es, d e «re-apropiación>> d e l cu erp o según los m o d elo s directivos
y, p o r lo tan to, b a jo co n tro l del se n tid o , de tran sferen cia d e la realización
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 131

del deseo al código.“ Todo esto instaura como un narcisismo «d e sínte­


sis», que habría que distinguir áe las dos formas clásicas del narcisismo:
1. Primaria: fusional.
2. Secundaria: utilización del cuerpo como diferente, Ego-espejo, in­
tegración del Ego mediante el reconocimiento especular y mediante la
mirada del otro.
3. Terciaria: «de síntesis». Re-escritura del cuerpo desconstruido como
Eros «personalizado», es decir, clasificado según los modelos colectivos
funcionales. Es el cuerpo homogeneizado como lugar de producción in­
dustrial de signos y de diferencias, movilizado bajo el signo de la se­
ducción programática. lntercept&ción de la ambivalencia en provecho de
una positivización total del cuerpo como esquema de seducción, de sa­
tisfacción y de prestigio. E l cuerpo como adición de objetos parciales

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cuyo objeto es el usted del consumo,14 Interceptación de la relación del
sujeto con su propia carencia en su cuerpo mediante el cuerpo mismo con­
vertido en medio de totalización, como se mostraba admirablemente en
el film Le Mépris, en el que Bngitte Bardot detallaba su cuerpo en un
espejo, proponía cada una de sus partes al asentimiento erótico de la otra,
hasta acabar en una adición formal en cuanto objeto: «Entonces, ¿me
amas toda entera?» E l cuerpo convertido en sistema total de signos orde­
nado por los modelos, bajo el equivalente general del culto fálico, como
el capital se convierte en sistema total del valor de cambio, bajo el equiva­
lente general del dinero.

1.3. Si nos referimos a la función de la letra en Leclaire, función erógena de


inscripción diferencial y de anulación de la diferencia, vemos que el sistema actual
se caracteriza por la abolición de la función de apertura de la letra en provecho
únicamente de su función de clausura. La función literal está disociada —la ins­
cripción simbólica desaparece en provecho de la sola inscripción estructural—, el
alfabeto del deseo, en provecho del alfabeto del código. La ambivalencia analítica
de la letra se sustituye aquí también por su equivalencia en el sistema del có­
digo, por su funcionalidad literal como valor (lingüístico). La letra entonces se du­
plica y se refleja como signo pleno, es empleada fetichistamente como rasgo unita­
rio, en lugar y sustitución de la diferencia erógena. Es empleada como falo en
el que se suprimen todas las diferencias. El acompasamiento del sujeto en el gozo
a través de la letra se suprime, en provecho únicamente de la realización de deseo
en la letra convertida en fetiche. Así se oponen al cuerpo erógeno de Leclaire,
no sólo el cuerpo anatómico, sino también y sobre todo, el cu^po semiúrgico, cons­
tituido por el léxico de los significantes plenos y codificados y por los modelos
significantes de realización del deseo.
14. El sujeto del consumo, del consumo del cuerpo en particular, no es ni
el Yo, ni el sujeto del inconsciente; es el usted, el you de la publicidad, es de­
cir, el sujeto interceptado, fragmentado y reconstituido por los modelos dominantes,
«personalizado» y puesto en juego en el intercambio/signo. El usted, que no es
sino el modelo de simulación de la segunda persona y del intercambio, no es en
realidad nadie, no es más que el término ficticio que sostiene el lenguaje del mo­
delo. Ese usted no es aquél a quien hablamos sino el efecto del desdoblamiento
del código, ese fantasma que aparece en el espejo de los signos.
132 JE A N BA U D RILLA R D

LA MANIPULACIÓN INCESTUOSA

L a « lib e ra c ió n » actu al del cu erp o p a s a p o r ese n arcisism o d e rig o r.


E l cu e rp o « lib e r a d o » e s u n cu erp o en el q u e la ley y la p ro h ib ició n q u e
an te s ce n su rab an e l se xo y el cu erp o d e sd e el e x te rio r, se h an in te rio ri­
z ad o en cierta fo rm a co m o v a ria b le n a rc isista . L a s co accion es ex te rn as se
h an tra n sfo rm a d o en u na circ u n scrip ció n d e sig n o s, en u n a sim u lació n ce­
rrad a. Y si la ley p u rita n a s e ejercía p rim eram en te en n o m b re d e l P a ­
dre, so b re la se x u a lid a d gen ital y d e m an era violen ta, la fa se actu al co rres­
p o n d e a u na m u tación d e to d as esas c a ra c te rístic as:

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
— y a n o e s v io le n ta : es una re p re sió n p ac ifica d a ;
— y a n o a p u n ta fu n d a m en ta lm e n te a la se x u a lid a d g e n ital, en ad elan ­
te o ficia liz a d a en la s co stu m b res. L o q u e se tien e en m ira en este estad io
m u ch o m á s su til y rad ic al d e re p re sió n y d e control, es e l n iv e l d e lo
sim b ó lico m ism o. E s d e cir, q u e la re p re sió n , su p e ra n d o la sex u ació n
secu n d aría (g e n ita lid a d y m o d elo social b ise x u a l), alcanza la sexuación p ri­
m aria (d ife ren cia erógen a y am b iv a len cia, relació n d el su je to con su p r o ­
p ia caren cia, q u e fu n d a la v irtu alid ad d e to d o in tercam b io sim b ó lico ) 15;
y a n o s e e je rc e en n o m b re d e l P a d re , sin o , en cierta fo rm a , en n o m b re de
la M a d re. A l e sta r fu n d a d o el in terca m b io sim b ó lico so b re la p roh ib ició n
d e l in c e sto , to d a ab olició n (c en su ra , rechazo, d e se stru ctu ra ció n ) d e ese
n ivel d e l in tercam b io sim b ó lico re p re se n ta un p ro c e so d e re g re sió n in­
c e stu o sa . H e m o s visto q u e la er.otización y la m an ip u lación fálica d e l cuer­
p o se caracterizan com o fetich izació n : ahora bien, el p e rv e rso fetich ista
se d e fin e p o r el hecho d e n o h ab er sa lid o nun ca d el d eseo d e la m adre,
q u e h a hecho d e él el su stitu to d e lo q u e le fa lta b a . F a lo v iv ie n te d e la
m a d re, to d o e l tra b a jo d el su je to p e rv e rso co n siste en in sta la rse en ese
e sp e jism o d e sí m ism o , y en e n c o n tra r en e llo la realización d e su d e ­
se o ; d e h ech o , la realización d e l d e se o d e la m a d re (m ie n tras q u e la re­
p resió n genital trad icio n al sign ifica la realización d e la p a la b ra d e l P a d re ).
V e m o s q u e s e h a cread o p ro p ia m e n te u n a situ ació n in c e stu o sa : e l su jeto
ya nO\ se d iv id e (n o ren u n cia a su id e n tid a d fá lic a ), y ya n o c o m p a rte (no
se d e sp re n d e d e n a d a d e sí m ism o en u n a relación d e in tercam b io sim ­
b ó lico ). L a id e n tificació n con el falo d e la m a d re le d e fin e plen am en te.
E l m ism o p ro ce so q u e en el in c e sto : e so n o sa le d e la fam ilia.

15. Hay que tener claro que la «liberación» y «revolución» del cuerpo ac­
túan esencialmente al nivel de la scxuación secundaria, es decir, en el de una ra­
cionalización bisexual del sexo. Actúan, por lo tanto, con una fase de retraso, aHí
donde intervenía antes la represión puritana, y no tienen de qué agarrarse en el
nivel de represión actual, que es el de lo simbólico. Esta revolución está «con re­
traso de una guerra» respecto al modo de represión. Mejor aún (o peor): la repre­
sión fundamental progresa insidiosamente a través, y por el hecho mismo de esta
«revolución sexual», que converge a menudo de manera inquietante con esa repre­
sión en douceur, bajo el signo del narcisismo dirigido de que hemos hablado.
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 133

A sí su ce d e co n e l c u e rp o h o y , p o r re gla g e n e ra l: s i l a ley d e l P a d re ,
la m o ra l p u ritan a q u ed a (relativam en te) d e sb a ra ta d a , es segú n una eco­
n om ía lib id in a l ca ra c te riz ad a p o r la d e stru ctu ra ció n d e lo sim b ó lico y
la su p re sió n d e la b a rre ra d e l in cesto. M a ssm e d iá tic am e n te d ifu n d id o , e ste
m o d e lo gen eral d e realizació n d e i d e se o n o d e ja d e ten er u n a cu a lid a d d e
o b se sió n y d e an g u stia m u y d istin ta s d e la n eu ro sis p u ritan a d e b a se h is­
térica. Y a no se tra ta d e la an g u stia lig a d a a la p ro h ib ició n e d íp ic a, sin o
de a q u e lla lig ad a al h ech o d e n o e sta r en e l « s e n o » m ism o d e la sa tis­
facción y d e l p la c e r fá lico m u ltip lica d o , en e l « s e n o » d e e sta so c ie d ad
g ra tific an te , to le ran te , c a lm a n te , p e rm isiv a , d e n o se r m á s q u e la m a ­
rio n e ta vivien te d e l d e se o d e la m adre. A n g u stia m á s p ro fu n d a q u e la
d e la fru stra ció n g e n ital, p u e sto q u e e s la d e la ab o lició n d e lo sim b ó lico
y d e l in tercam b io , la d e la p osición in c estu o sa en la q u e la caren cia m ism a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e l su je to le h ace fa lta ; an g u stia q u e se tra d u c e h o y p o r d o q u ie r en la
fo b ia y la o b sesió n d e la m an ip u lación .
T o d o s v iv im o s, a to d o s lo s n iv eles, esta fo rm a su til d e re p re sió n y
d e en ajen ació n : su s fu e n te s son in a p re sa b le s, su p resen cia in sid io sa y to­
tal, la s fo rm a s d e lu c h a in -en con tradas y q u iz á in -en con trab les. E s p o r q u e
esta m an ip u lació n re m ite a a q u é lla , o rig in a l, d e l su je to p o r la m a d re
co m o d e su p ro p io fa lo . A esta p le n itu d fu sio n a l y m a n ip u la d o ra , a esta
d e sp o se sió n , n o e s p o sib le o p o n e rse co m o a la le y tran sce n d en te d e l P a ­
dre. T o d a rev o lu ció n fu tu r a d e b e te n e r en cu en ta esta co n d ición fu n d a ­
m en tal, y v o lv e r a e n co n trar — en tre la ley del P a d re y e l d e se o d e la
m ad re, en tre el « c ic lo » re p re sió n /tra n sg r e sió n y el ciclo re g re sió n /m a n i-
p u la ció n — la fo rm a d e a rticu la ció n d e lo sim b ó lico .16

MODELOS DEL CUERPO

1. P a ra la m ed icin a, el cu erp o d e re fere n cia es e l cad áver. D ic h o d e


o tro m o d o , el c a d á v e r es el lím ite id e al d e l cu erp o en su re lac ió n con el
siste m a d e la m ed icin a. E s lo q u e p ro d u ce y re p ro d u ce la m ed icin a en su
ejercicio lo g ra d o , b a jo e l sig n o d e la p reserv ac ió n d e la v id a .
2. P a ra la re ligió n , la referen cia id e al d e l cu erp o es e l a n im a l (in stin ­
to s y a p e tito s d e la « c a r n e » ). E l cu e rp o co m o o sario , y el re su c ita d o m ás
a llá d e la m u e rte c o m o m e táfo ra carn al.

16. E sto supone un tipo de intercambio que no sigue dominado por la prohi­
bición del incesto y la ley del Padre, como lo está el tipo de intercambio (economía
y lenguaje) que conocemos, que está basado en el valor y que culmina en el sistema
del valor de cambio. Ese tipo de intercambio existe: es el intercambio simbólico,
que está basado a la inversa, en la anulación del valor, y por eso mismo suprime
la prohibición que la fundamenta y supera la ley del Padre. El intercambio sim­
bólico no es ni regresión más acá de la ley (hacia el incesto), ni pura y simple
transgresi6n (siempre dependiente de la ley}, es disolución de esta ley.
134 JE A N BA U D RILLA R D

3. P a¡a el sistema de la economía política, el ideal tipo del cuerpo


es el ro b o t. E l robot es el moaelo logrado de la «liberación» funcional
del cuerpo como fuerza de trabajo, es extrapolación de la productividad
racional absoluta, asexuada (puede ser un robot cerebral: la computadora
es siempre la extrapolación del cerebro de la fuerza de trabajo).
4. Para e l sistema de la economía política del signo, la referencia
modelo del cuerpo es el m an iq uí (con todas sus variantes). Contemporá­
neo del robot (es el tándem ideal de la ciencia-ficción: Barbarella), el ma­
niquí también representa un cuerpo totalmente funcionalizado bajo la ley
del valor, pero esta vez como lugar de producción del v alor/ sign o . Lo que
se produce ya no es fuerza de trabajo, son modelos de significación; no

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
solamente m odelos sexuales de realización, sino la se x u a lid a d m ism a
co m o m odelo.
Cada sistema revela así sucesivamente, detrás de la idealidad de sus
fines (la salud, la resurrección, la productividad racional, la sexualidad li­
berada), el fantasma reductor en el que se articula, la visión delirante del
cuerpo que establece su estrategia. E l cadáver, el animal, la máquina o el
maniquí; tales son los ideales tipos negativos del cuerpo, las reducciones
fantasmáticas bajo las cuales él se produce y se inscribe en los sucesivos
sistemas. •
Lo extraño es que el cuerpo no es más que esos modelos en que lo
han encerrado los diferentes sistemas, y a la vez todo lo contrario: su
alternativa radical, la diferencia irreductible que los niega. Todavía pode­
mos llamar cuerpo a esta virtualidad inversa. Pero para ella — para el
cuerpo en cuanto material de intercambio simbólico— no hay m o delo , ni
código, ni ideal tipo, ni fantasma director, p u e sto q u e en ella n o p o d ría
h ab e r siste m a del cuerpo como anti-objeto.

PHALLUS EXCHANGE STANDARD

A partir de la revolución industrial, una misma gran mutación cubre


a los bienes materiales, el lenguaje y la sexualidad (el cuerpo), de acuer­
do con un proceso que señala la generalización progresiva de la economía
política, o también el ahondamiento de la ley del valor.
1. Los productos se vuelven mercancías: valor de uso y valor de
cambio. Condenados por una parte a la finalidad abstracta de las «nece­
sidades» que «satisfacen», y por otra parte a la forma estructural que
regula su producción y su intercambio.
2. E l lenguaje se vuelve medio de comunicación, campo de significa­
ción. Se ordena en significantes y significados. La misma disociación que
para la mercancía, en una finalidad referencial, que el lenguaje como
medio tiene como fin expresar: el orden de los signifiGldos, y en una
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 135

fo rm a e stru c tu ra l q u e re g u la e l in tercam b io d e lo s sig n ifica n te s: e l c ó ­


d igo d e la len gu a.
E n u n o y o tro ca so , e l p a s o a la fin a lid a d fu n cio n a l, la asign ació n
ra cio n a l a u n co n ten id o « o b je tiv o » (v alo r d e u so o sig n ific a d o /re fe re n te )
sella la asign ació n a u na fo rm a e stru c tu ra l q u e es la fo rm a m ism a d e la
econ om ía política. E n el m arco «n e o -c a p ita lista » (tecn o y se m io crá tico ),
e sta fo rm a se siste m a tiz a a e x p e n sa s d e la referen cia « o b je t iv a » : sig n ifica ­
d o s y v a lo re s d e u so d esap arecen p ro gresiv am en te en b en eficio e x c lu siv o
d el fu n cio n am ien to d e l có d ig o v d e l v a lo r d e ca m b io .
A l térm in o de e s te p ro c e so , térm in o q u e se p e rfila p a ra n o so tro s só lo
a ctu alm en te , lo s d o s « s e c t o r e s » d e la p ro d u cció n y d e la sign ificació n
co n vergen . P ro d u c to s y m ercan cías se p ro d u ce n co m o sign o s y m e n sa je s,
y se regu lan so b r e la co n figu ració n a b stra c ta d e l le n g u aje : tra n sp o rta n d o
co n ten id o s, v alores, fin a lid a d e s (su s sig n ific a d o s), circulan segú n u n a fo r­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m a general a b stra c ta , d icta d a p o r los m o d elo s. M e rcan cías y m e n sajes cu l­
m in an en el m ism o e sta tu to d e sig n o s. A llí tam bién , su referen cia se e s ­
fu m a a n te e l ju e g o e x c lu siv o d e lo s sig n ifica n te s, q u e p u e d e lle g a r a s í a la
p erfección e stru c tu ra l: aceleració n , p ro life ració n d e m e n sa je s, d e in fo r­
m acio n es, d e sig n o s, de m o d e lo s. E s la m o d a com o ciclo to ta l e n el cu a l
cu lm in ará e l m u n d o lin ea l d e la m ercan cía.
E l cu erpo y la se x u alid ad se p u ed en an alizar en to d o s lo s térm in os p re ­
ce d e n tes: v a lo r d e u s o / v a lo r de cam bio, sig n ific a d o /sig n ific a n te .
1. P o d e m o s m o stra r có m o la se x u a lid a d d esem b o ca, en su m o d o d e
« lib e ra ció n » actu al, en v a lo r d e u so (sa tisfa c ció n d e la s «n e c e sid a d e s se ­
x u a le s» ) y en v a lo r d e ca m b io (ju e go y cálcu lo de sign os eró tic o s ex ig id o
p o r la circulación d e m o d e lo s). M o stra r q u e la se x u alid ad se in d ep en d iza
com o fu n ció n : d e a q u e lla , colectiva, d e re p ro d u cció n d e la especie, p a sa
a a q u ella s in d iv id u a le s, d e e q u ilib rio fisio ló g ico (p a rte d e u n a h igien e g e­
n eral), d e e q u ilib rio m en tal, d e « e x p r e sió n d e la su b je tiv id a d » , d e em an ­
cipación d el in con scien te, d e ética d e l p la c e r se x u a l (¿ q u é m ás a ú n ? ). D e
to d o s m o d o s, la se x u a lid a d se v u e lv e un elem en to d e l a econ om ía d e l
su je to , se v u elv e u n a fin a lid a d o b je tiv a d e l su je to y ob ed ece, a su vez,
a u n o r d e n d e fin a lid a d e s, c u a lq u ie ra q u e sea.
2. E s en la m e d id a en q u e ella se fu n cio n aliza (se so m e te a algu n a
referen cia trascen d e n te q u e h a b la a tr a v é s d e ella; así sea su p ro p io p rin ­
cip io idealizado, la lib id o , ú ltim o su b te rfu g io d e l sign ificad o ) co m o la
se x u alid ad tom a fo rm a estru c tu ra l (com o lo s p ro d u cto s d e la in d u stria
o el le n g u aje d e la co m u n icación ). In g re sa en las gran d es o p o sicio n es
(M a sc u lin o /F e m e n in o ), cuya disyu n ció n la ciern e, crista liz an d o en el e je r­
cicio d e tal m o d elo se x u a l testim o n ia d o p o r ta l ó rg a n o se x u a l, y ce rra n d o
el ju e g o d e lo s sig n ifica n te s d el cu erp o .
3. L a e stru c tu ra M a sc u lin o /F e m e n in o s e co n fu n d e con el p riv ile g io
o to rg a d o a la fu n ción gen ital (rep ro d u cto ra o eró tic a ). E ste p riv ile g io d e
la g e n italid a d so b re to d a s las v irtu alid ad es e ró ge n as del cu erp o , re p e rcu te
en la e stru c tu ra d e un o rd e n so cial de d o m in ació n m ascu lin a. P o rq u e la
136 - JE A N BA U D RILLA R D

estru c tu ra b ilid a d se v a le d e la d ife re n cia b io ló g ica , p e ro ni siq u ie ra es


p a ra m an ten er u n a v e rd a d e ra d iferen cia, es p a r a fu n d a r, a l co n trario , una
eq u iv alen cia g e n e ra l; el fa lo se co n v ierte en el sig n ifica n te a b so lu to , con
el cu al se m iden y se o rd en an , con el cu al se ab straen y se eq u ivalen to d as
la s p o sib ilid a d e s e ró g e n a s. E s te P h a llu s exch an ge sta n d a rd g o b ie rn a to d a
la se x u a lid a d a ctu al, in c lu id a en ella su « r e v o lu c ió n » . '
4. L a em ergen cia d el fa lo com o e q u iv a len te gen eral de la se x u a lid a d ,
la em ergen cia d e la se x u a lid a d co m o e q u iv a len te ge n e ral d e la s v irtu a li­
d a d e s sim b ó lica s d e in tercam b io ; to d o e llo d e fin e la em ergen cia d e u na
econ om ía p o lític a d e l cu erpo q u e se in sta u ra so b re la s ru in as de su eco­
n om ía sim b ó lic a . L a « r e v o lu c ió n » a ctu al, la ex a lta ció n se x u a l en el m arco

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e u n a lib e raliz ació n ge n e ralizad a, n o es m á s q u e la m a n ife sta ció n d e la
a sc en sió n d e l cu e rp o y de la se x u a lid a d a l e sta d io d e la eco n o m ía p o lític a,
d e su in teg ració n en la ley d e l v a lo r y d e la eq u iv a len cia gen eral.
5. B a jo u n o y o tro asp ec to — p ro m o ció n de l a se x u a lid a d co m o fu n ­
ción, p ro m o ció n de la se x u a lid a d com o d isc u r so e stru c tu ra l— , el su je to
se en cu en tra re m itid o a la n o rm a fu n d a m e n ta l d e la e c o n o m ía p o lític a : se
p ie n sa y se co n o c e se x u alm e n te en té r m in o s de e q u ilib rio (e q u ilib rio de
la s fu n cio n es b a jo el sig n o de la id e n tid a d d e l e g o ), y de co h eren cia (la
coh eren cia e stru c tu ra l d e un d iscu rso b a jo e l sig n o d e la re p ro d u cció n in ­
d e fin id a d e l c ó d ig o ).
A l ig u a l q u e lo s o b je to s « d e s ig n a d o s» — re cu p e ra d o s p o r la econ om ía
p o lítica d el sign o — obedecen a u n im p e ra tiv o d e d e sp o jo , re fle ja n d o una
eco n o m ía a scética d e cálcu lo d e fu n ció n . A l ig u a l q u e e l sign o en gen eral
tien d e a d e sp o ja rse fu n cio n alm en te p a r a tradu cir estrictam en te la adecua­
ción d e l sign ifican te y d e l sig n ific a d o , q u e es su ley y su p rin cip io de
re a lid a d , así el cu erp o to m ad o p o r la eco n o m ía p o lític a, tie n d e tam b ién
a la d e sn u d ez fo rm a l com o a su im p e ra tiv o ab so lu to . E s ta d e sn u d ez , en
la q u e se resu m e to d o el trab ajo d e in scrip ció n d e m arcas, d e m o d a , de
m aquillaj’e, al m ism o tie m p o q u e to d a la p e rsp e c tiv a id e a lista d e « lib e r a ­
c ió n », n ad a tiene d e un « d e sc u b r im ie n to » , o de un «re -d e sc u b rim ie n to »
d el cu erp o : tra d u ce la m e tam o rfo sis ló g ic a d e l c u e rp o en el p ro c e so h is­
tó rico d e n u e stras so cied ad es. T ra d u c e el e sta tu to m o d ern o d e l cu e rp o en
su relación con la econ om ía p o lític a. A l ig u a l q u e el desp oj’o d e lo s ob-
j’ eto s caracteriza su asign ació n a u n a fu n ció n , es d ecir su n eu tralización
p o r la fu n c ió n ; a sí la desn udez d el cu erp o d efin e su asign ació n a la fun-
c ió n /s e x o , su d e stin a ció n al se x o com o fun ción , es decir, la n eu tralización
recíp ro ca d e l cuerpo y d e l sexo .

DEMAGOGIA DEL CUERPO

Baj’o el sig n o de la revolu ció n se x u a l, tran sfig u rac ió n d e l im p u lso en


su stan cia re v o lu cio n a ria , d e l in co n scien te en suj’eto d e la h isto ria. L ib e rar
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 137

lo s p ro c e so s p rim a rio s co m o p rin cip io « p o é tic o » d e re a lid a d so cial, lib e ­


ra r e l in co n scien te c o m o v a lo r d e u so : ta l e s lo im agin ario q u e cristaliza b a jo
la co n sign a d e l cu erp o . V e m o s p o rq u é e l cu erp o y e l se x o asu m en to d a s
e sa s esp e ra n z a s: e s p o rq u e , re ch azad o s b a jo c u a lq u ie r o r d e n q u e h ay an r e ­
v e stid o n u e stra s so cied ad es « h is tó r ic a s » , se han co n v e rtid o en m e tá fo ra s
d e la n eg a tiv id a d rad ical. D e m e táfo ra , se los q u ie re h acer p a s a r a l e s ta ­
d o d e hecho re v o lu cio n ario . E r r o r : to m a r e l p a r tid o d e l cu erp o e s u n se ­
ñ u e lo . N o p o d e m o s p a s a r n o s d e l la d o d e l p ro c e so p rim a rio , e s o e s só lo
u n a ilu sió n se cu n d aria (J.- F . L y o ta rd ).
E n el m e jo r d e lo s c a s o s, e l cu erp o se g u irá sie n d o , teó ricam en te ta m ­
b ié n , am b iv alen te . O b je to y an ti-o b jeto : a tra v e sa n d o y an u lan d o la s d isc i­
p lin a s q u e p reten den u n ific arlo ; lu g a r y n o-lu gar: lu g a r d e l in con scien te
co m o n o-lugar d e l su je to , etc. E s to d a v ía en su n o m b re , d e sp u é s d e la
d iv isió n en cu erp o an ató m ico y cu erpo e ró ge n o , q u e el p sic o a n á lisis ac­

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
tu a l (L ecla ire) p la n te a el m o v im ie n to d e l d e se o , b a jo el régim en de la
le tra . Siem p re e l cu erp o . P o rq u e n o hay u n térm in o p a r a d e sig n a r e l no-
lu g a r : sin d u d a el m e jo r sig u e sien d o e l q u e , d u ra n te toda una h isto ria ,
h a d e sig n a d o lo q u e n o h a te n id o lu g a r, lo q u e fu e rech azado . P e ro h a y
q u e se r co n scien te d e lo s rie sg o s d e e sta h eren cia. E l p riv ile g io su b v e r­
siv o q u e d a b a a l cu erp o su e sta tu to d e rech azo, cesa con su em an cip ació n
actu al u (q u e n o es so la m en te el h ech o d e u n a p o lític a d e d e su b lim a ­
ción re p re siv a , el p sic o a n á lisis tam b ién tien e su p arte en la o ficialización
d el cu erp o y d e l se x o : en esto d e n u evo el e n re d o es in e x tricab le en tre el
cu erpo y e l se x o co m o acon tecim ien to cru cia l d e l su je to , co m o p ro c e so ,
co m o tra b a jo , y lo s m ism o s co m o ad v en im ie n to h istó ric o e n e l o rd en d e
l o s co n ce p to s y d e lo s v a lo re s). D e b e m o s p reg u n ta rn o s si el cu erp o q u e
se « lib e r a » n o e s e l q u e n ie ga p a r a siem p re la s p o te n cialid a d e s sim b ó lica s 17

17. Después de la historia de la negatividad del cuerpo viene la historia de


su positividad. Toda la ambigüedad de la «revolución» actual proviene del hecho
de que varios siglos de represión han establecido el cuerpo como valor. Rechazado,
el acuerpo se fue cargando de una virtualidad transgresiva de transmutación de to­
dos los valores. Pero hay que ver que paralelamente se ha producido, a la sombra
de la represión, una larga e inextricable confusión entre el cuerpo y una serie de
valores «materialistas» (salud, bienestar, sexualidad, libertad). El concepto de cuer­
po ha crecido a la sombra de cierto materialismo trascendental, el cual ha madurado
tranquila y dulcemente a la sombra del idealismo, como su solución de recambio,
lo que hace que su resurrección ocurra según unas finalidades determinadas, y
actúe como elemento dinámico en el equilibrio de este nuevo sistema de valores.
La desnudez se vuelve emblema de la subjetividad radical. El cuerpo se vuelve el
estandarte de los impulsos. Pero esta liberación participa de la ambigüedad de
toda liberación. La subjetividad es liberada aquí como valor. Al igual que el tra­
bajo no es nunca «liberado» más que como fuerza de trabajo en un sistema de
fuerzas productivas y de valor de cambio, así la subjetividad no es nunca «liberada»
más que como fantasma y valor/signo en el marco de un modo de significación
dirigida, de una sistemática de la significación cuya coincidencia con la sistemática
de la producción es bastante clara. Para decirlo todo, la subjetividad «liberada» no
lo es nunca más que en el sentido de que es recuperada por una economía p ­
o
lítica.
138 JE A N BA U D RILLA R D

d e l an tigu o cu e rp o rech azad o , si el cu e rp o « d e l q u e se h a b la » n o e s pre­


cisam en te lo in v e rso d e aquel q u e h a b la . A l cuerpo c o m o lu g a r d e lo s
p ro c e so s p rim a rio s, se o p o n e en el siste m a a ctu al el c u e r p o c o m o p ro ­
ceso se cu n d ario : v a lo r d e u so y valor d e cam b io eró tic o , racion alización
b ajo el sign o d e l v a lo r. A l cu erp o im p u lsiv o , o b se sio n a d o p o r el d e se o , se
o p o n e e l cu erp o d em iu rg iz a d o , e stru c tu ra liz ad o , tea tra liz a d o e n la d e sn u ­
dez, fu n cio n a liz a d o p o r la se x u a lid a d op eracio n al.
E s t e cu erpo se cu n d a rio , el d e la em an cip ació n sexual y d e la « d e s u ­
b lim ació n r e p r e siv a » , e s e l q u e e stá situ a d o b a jo el sig n o d e E r o s so la ­
m ente. H a y u n a c o n fu sió n del se x o y del e x clu siv o p rin cip io d e E r o s ; es
d e c ir , u n a n eu tralización d e l uno p o r e l otro , co n ex-inscripción d e l im-
p u lsp d e m uerte. E l p rin cip io del p lacer se esta b le ce en ton ces co m o ra­
zón de una su b je tiv id a d « lib e r a d a » , d e una «n u e v a econ om ía p o lític a » d e l

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
su je to . « E r o s re d e fin e la razón en sus p ro p io s térm in o s: e s razon able lo
q u e p ro teg e al o rd e n de la sa tisfa c c ió n » (M a rcu se ). L a su b je tiv id a d « l i ­
b e r a d a » se a g b ta e n lo su ce siv o en in scrib irse co m o p o sitiv id a d en el ejer­
cicio de u n p rin cip io d e l p lacer, E r o s , q u e n o e s m á s q u e la reificació n
d e la lib id o co m o m o d e lo de realizació n . A q u í ap arece u n a n u eva razón
q u e ab re el ca m in o a una fin a lid a d ilim ita d a del su je to , y en to n ces ya n o
h a y d iferen cia e n tr e la « e sc a la d a » se x u a l y el esq u em a d e d e sa rro llo
in d efin id o d e las so cied ad es de « lib e r a c ió n » d e la s fu e rz a s p ro d u c tiv a s;
am b o s ev o lu cio n an se gú n e l m ism o m o v im ie n to , a m b o s igu alm e n te con­
den ad os al fra c a so , segú n el re flu jo in e lu ctab le de u n im pu lso de m u erte
q u e creyeron p o d e r co n ju rar.
E l cu erp o , co lo c a d o b a jo el sign o d e E r o s , re p re se n ta u n a fa se m ás
a v an zad a d e la ec o n o m ía p o lític a. L a re a b so rc ió n d e l in tercam b io sim ­
b ó lico e s en ella tan rad ical co m o la alien ación del tra b a jo h u m an o en
el sistem a clásico d e la econ om ía p o lític a. Y si M a rx d e sc rib ió la fa se
h istó rica d o n d e la en ajen ación d e la fu e rz a d e tra b a jo y la ló gica d e la
m ercan cía d e se m b o c a b a n n ecesariam en te e n u n a reificación d e la s concien­
cias, p o d em o s decir qu e hoy, k in scrip ció n del cu erpo (y de tod os lo s
d o m in ios sim b ó lico s) en la lógica d e l sign o se d o b la n ece sariam e n te en u n a
reificación d e l in con scien te.
E n vez de q u e la d e sn u d ez se a escin d id a p o r e l d eseo , ju ega co m o e q u i­
valen cia y p u e sta en escen a d el d e se o . E n vez de q u e el cu e rp o sea e s ­
cin d id o p o r el se x o , ju e g a com o sig n ifica n te y eq u iv alen te d e l se x o . ¡E n
vez d e q u e la se x u a lid a d se a e scin d id a p o r la am b iv alen cia, ju e g a a tra v é s
d el tru co e stru c tu ra l d e lo « m a s c u lin o » y lo « fe m e n in o » , co m o eq u iv a len ­
cia d e esta a m b iv a len cia! E l d ip o lo se x u a l ju ega co m o escen ario d e la d ife ­
ren cia. L a lib id o , estru c tu ra lm e n te d e sd o b la d a en d o s té rm in o s, ju ega
co m o e q u iv a len te re d u c to r d el im p u lso d e m u erte. A sí, en to d a s p arte s,
la d e sn u d ez, el c u e rp o , el se x o , el in co n scien te, etc., e n lu g a r d e a b rir a la
d iferen cia p ro fu n d iz a d a , se en cad en an co m o e q u iv a le n te s re p re se n ta tiv o s
u n o s de o tro s, se m eto n im iz a n y c o n ste lan p a ra d e fin ir, d e térm in o en tér­
m in o, una ló g ic a d isc u rsiv a d e la se x u a lid a d , u n d isc u rso del sexo com o va-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 139

lo r. L a m ism a o p eració n q u e e n la p sic o m e ta físic a , d o n d e e l su je to co m o


re fere n te id e al, n o está h e ch o m ás q u e d e la circu lación , d e l in te rca m b io
m e to n ím ico in in te rru m p id o d e lo s té rm in o s de co n cie n cia, d e v o lu n ta d , de
re p re se n tació n , etc.

APÓLOGO

« A h , ¿ p o r q u é h ay d o s se x o s a l fin ?
— ¿ D e q u é te q u e ja s? ¿ Q u isie r a s q u e h u b ie ra d o ce o u n o s o lo ? »
(N o v e la m o d e rn a )

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
S e p u e d e n aum en tar lo s d e d o s: ¿ p o r q u é n o c e ro se x o o u n a in fin id a d ?
L a cu e stió n d e la « c if r a » es aq u í a b su rd a (ig u a l q u e se p u e d e p re g u n ta r
ló g ica m e n te : ¿ p o r q u é n o se is d e d o s en c a d a m a n o ? ). A b su r d a p o rq u e la
sexu ació n e s p rec isam en te la p artició n q u e a tra v ie sa a c a d a su je to , l o q u e
h ace im p e n sab le e l « u n o » o e l « v a r io s » ; p e r o el « d o s » ta m b ién , p o rq u e
e l « d o s » es y a u n a c ifra (p o r lo d e m ás, es so b re e l d o s c o m o c ifr a q u e
ju e g a el d iá lo g o a b su rd o d e m á s arrib a ). A h o ra b ie n , el se x o , en su a ce p ­
ción ra d ic al, n o p o d ría llegar a l estadio de la cifra e n te ra , n i al e s ta tu to
co n ta b le: e s u n a d iferen cia, y lo s d o s « b o r d e s » d e la d iferen cia, q u e n o
so n térm in o s, n o p o d ría n su m a rse n i fo rm a r p a r te d e u n a se rie . N o p u e d e n
se r co n sid era d o s c o m o unida<les.
E n c a m b io , e ste d iá lo g o es ló g ico en el m arco d e l m o d e lo b ise x u a l
im p u e sto (M a sc u lin o /F e m e n in o ), p u e sto q u e é ste p la n te a el se x o , d e en ­
tra d a , co m o d o s térm in o s estru c tu ra lm e n te o p u e sto s. L a p o sib ilid a d de
p a sa r a l lím ite a b su rd o d e la n um eración se ria l, a l se x o com o acu m u lación ,
e stá im p lica d a p o r la e stru c tu ra b ise x u a l, a p a r tir d e l m o m en to en q u e
e l m a sc u lin o y el fem en in o son p la n tea d o s c o m o té rm in o s en tero s.
P o r ta n to , la a m b iv a le n c ia d e l se x o q u e d a re d u c id a p o r la b iv a len ­
c ia (d e lo s d o s p o lo s y ro le s se x u a le s). A ctu a lm e n te en q u e e s ta b iv a len c ia
p a sa p o r la s m e ta m o rfo sis de la «re v o lu c ió n s e x u a l» , y en q u e v e m o s,
se g ú n dicen , e sfu m a rse la s d iferen cias en tre m a scu lin o y fem en in o , la a m ­
b iv alen c ia d e l s e x o q u e d a re d u cid a p o r la a m b ig ü e d a d d e l u n isexo .
C o n tra la m e tá fo ra se x u a lista .
S a b e m o s hoy m u y b ie n , d e m a sia d o b ie n , b a jo e l p u n to d e v is t a freu-
dian o , d iscern ir tras cu alq u ier p ráctic a so cial, ética o p o lític a, la su b lim a ­
ció n , la racio n aliz ació n se cu n d a ria de lo s p ro c e so s im p u lsiv o s. S e ha
c o n v e rtid o en u n clich é c u ltu ra l e so de d e sc ifr a r to d o s lo s d isc u r so s en té r­
m in o s de re p re sió n y d e d eterm in ación fa n ta sm á tic a .
P e r o ju sta m e n te , e so s n o son sin o térm in o s, y e l in con scien te n o es
en to d o e llo m ás q u e u n le n g u aje d e re fere n cia. E l d isc u r so se x u a l se
v u elv e igu alm en te fa n ta sm á tic o cu an d o e l se x o , d e redu cción crític a q u e
140 JE A N BA U D RILLA R D

era d e la m istificació n m o ral y so cial, se v u e lv e el m o d o d e r a c i o n a l iz a d ^


de un p ro b le m a q u e se sitú a a l n iv e l d e la d estru cción sim b ó lic a to ta l d e la s
relaciones so c ia le s; in terrogación que el d isc u rso se x u a lista co n trib u y e a
circu n scrib ir a 'u n có d ig o tran q u ilizad or. H o y d ía es fá cil lee r en France-
D im an ch e q u e la frig id ez d e ta n tas m u je re s p ro v ien e d e su fija c ió n en e l
p a d re , y q u e e lla s se castigan p o r e s o p ro h ib ién d o se el p la c e r: e s t a « v e r ­
d a d » p sico an alítica fo rm a ah ora p a rte d e la cu ltu ra y de la racion alización
so c ia l (de ahí el im p ase cad a vez m ay or d e la cu ra an alítica).
N o h ay p riv ileg io p a ra la in terp retació n se x u a l o an alítica. E lla tam ­
b ién p u e d e se r fa n ta sm a d a co m o v e rd a d d e fin itiv a y, p o r lo ta n to , inm e­
d ia ta m e n te tam b ién c o m o tem a re v o lu cio n a rio . E s lo qu e su ce d e h o y ;
la co lisión en tre revolu ció n y p sic o a n á lisis co n ciern en al m ism o im agi­
n ario , a la m ism a d isto rsió n qu e la re cu p e ra ció n « b u r g u e s a » d e l p sico a n á ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lis is ; a m b as d e p e n d en d e la in scripció n d e l se x o y d e l in co n scien te com o
in sta n cia d eterm in an te, es d ecir, de su red u cción a u na ca u sa lid a d ra cio ­
n alista.
H a y m istific ac ió n a p a r tir d e l m o m e n to en q u e h ay racion alización en
n o m b re d e c u a lq u ie r in sta n cia q u e se a. C u a n d o lo se x u a l es su b lim a d o
y racio n alizad o en lo p o lític o , lo so cial o lo m o ral; p e ro a sim ism o cu an d o
lo sim b ó lico es ce n su rad o y su b lim a d o en u na p a la b ra se x u a l d o m in an te.

EL CARNICERO DE CHUANG-TSU

« ¡ E h ! — le d ijo el prín cipe W h en -h u ei— , ¿có m o puede alcan zar tal gra­
d o tu a r t e ? »
E l carn icero so ltó s u cuch illo y d ijo : « A m o el T a o y a sí p ro g re so en
m i arte. A l p rin cip io d e m i carrera, só lo veía la vaca D e sp u é s d e tres
añ o s de ejercicio , ya n o veía la vaca. A h o ra , es m i e sp íritu e l q u e o p era
m ás q u e m is o jo s. M is sen tid o s ya n o ob ran , sin o so lam en te m i e sp íritu .
C o n o zc o la co n fo rm ació n n atu ral d e la vaca y só lo m e d e d ic o a lo s in te rs­
ticio s. Si n o d e te rio r o la s a rte ria s, las ven as, lo s m ú scu lo s y lo s n erv io s,
¡con m ay o r razón lo s h u eso s gra n d e s! U n b u en c a rn icero u sa u n cuch illo
p o r año, p o rq u e n o p a rte sin o la carn e. U n carn icero o rd in a rio usa un
cu ch illo p o r m e s, p o rq u e lo ro m p e so b re lo s h u eso s. E l m ism o cuch illo
m e h a se rv id o d e sd e hace diecin u eve a ñ o s. H a d e sp e d a z a d o varios m iles
d e vacas y su filo p arece siem p re q u e aca b a ra de ser afilado . A decir v e r­
d a d , las ju n tu ra s d e lo s h u eso s tienen in te rstic io s, y el filo del cu ch illo no
tien e esp eso r. E l q u e sa b e h u n d ir el filo m u y d e lg a d o en e so s in tersticio s
m an eja su cu ch illo con fa c ilid a d , p o rq u e o p e ra a tra v é s d e los lu g ares
v a cío s. P o r eso h e u sa d o m i cu ch illo d e sd e hace d iecin u eve añ o s y su
filo p arece a ca b a d o d e a fila r. C ad a vez q u e ten go qu e p a r tir las ju n tu ra s
de lo s h u e so s, o b se rv o las d ificu lta d e s e sp e cia le s q u e h ay q u e re so lv e r,
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 141

co n ten go e l alie n to , fijo la m irad a y o b ro le n tam en te. M a n e jo m u y su a v e ­


m en te m i cu ch illo y las ju n tu ra s se sep aran tan fácilm en te com o se d e p o ­
sita la tie rra en e l suelo. S a c o m i cu ch illo y m e y e r g o ...» (C h u an g-T su ,
I I I , P rin c ip io d e higien e).
E je m p lo p e rfe c to d el a n á lisis y d e su p ro d ig io sa o p eracio n alid ad cu an ­
d o su p era la v isió n p le n a , su sta n cial, o p a ca , d e l o b je to (« a l p rin cip io só lo
veía la v a c a ...» ) , la v isió n a n a tó m ic a d e l cu erp o co m o e d ificio p le n o , d is­
p u e sto p a ra e l c o rte , d e h u eso, d e carn e y d e ó rg a n o s, u n ific a d o p o r la
re p re se n tació n e x te rio r, y so b re la cu a l tra b a ja el carn icero o rd in a rio , q u e
n o h ace sin o p a rtir p o r la fu e rza, p a r a lleg a r al re con ocim ien to d e la a r­
ticulación d e l vacío, d e la e stru c tu ra d e vacío d o n d e e l cu erpo se a rti­
cu la (« n o m e d e d ico sin o a lo s in tersticio s . . . » ) . E l cuch illo d e l carn icero
d e C h u an g-T su no es lo p le n o q u e trasp asa lo p leno, él m ism o es vacío
( « . . . con fa c ilid a d , p o rq u e o p e ra a tra v é s de lo s lu g ares v a c ío s» ). E l cu ch illo
q u e op era d e este m o d o en el d iscu rrir d e l e sp íritu an alítico, no tra b a ja

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
so b r e el e sp a c io q u e llen a la v a c a , ése g a ra n tiz a d o p o r lo s se n tid o s, p o r
Jos o jo s, sin o de acu erd o con la organ izació n ló g ica in tern a d e l ritm o y d e los
in te rv a lo s. Si no se d e sg a sta es p o r q u e n o se d a u n e sp e so r d e h u eco
o d e carn e, u n a su stan cia q u e v e n cer; es p o rq u e es diferen cia p u ra ju ­
g an d o co n la d iferen cia, en e ste c a so p ara d e sa rtic u la r u n c u e rp o , o p e ra ­
ción p ráctic a, p ero q u e segú n v e m o s se fu n d a en u n a eco n o m ía sim b ó lica
q u e n o es ni la d e un co n o cim ie n to « o b je t iv o » , ni la d e u na relació n d e
fu e rz a s, sin o la d e u na e stru c tu ra d e in tercam b io : el cu ch illo y e l cu erp o
se in tercam b ian , e l cu ch illo a rtic u la la caren cia d e ese cu erp o y p o r e s o lo
d e sc o n stru y e segú n su ritm o .
E ste cuch illo es tam b ién la letra d e L eclaire, q u e d iv id e ero gén icam en te
ta l lu g a r d e l c u e rp o segú n la ló gica d el d e se o . D isp o n ib ilid a d « in u sa b le »
d e la in scrip ció n sim b ó lica , cu an d o la letra, p o r la e x tre m a d elgad ez de
su filo , d e su n e el c u e rp o an ató m ico y o p e ra so b re el v a cío articu lad o d e l
cu e rp o ; m ien tras q u e el d isc u rso p len o , el d e l m al carn icero, n o hace m ás
q u e c o rta r an atóm icam en te en una ev id en cia m aterial.
H e rm a n o m ilen ario d e l cuch illo de L ic h te n b e rg l8, cuya p arad oja ló ­
gica (el cu ch illo sin h o ja y al q u e le fa lta el m an go ) esta b le cía , en lu g a r
d e l fa lo p le n o y d e su e v id e n cia fa n ta s(m á )tic a , la co n figu ració n sim b ó lica
d e u n fa lo au sen te, ese cu ch illo n o o p era en e l cu erp o : lo resu elve, circula
p o r él aten ta y so ñ ad oram en te Oa aten ción flo ta n te : «C o n te n g o el alien ­
to, fijo la m irad a y o b ro le n ta m e n te »), p ro g re sa en é l an agram áticam en te, es
d ecir qu e n o avan za d e u n térm in o a l o tro , d e u n órgan o a l o tro y u x ta ­
p u e sto s, p e g a d o s co m o la s p a la b ra s en el d isc u rrir d e u n a sin ta x is fu n c io ­
n al: a sí v a n el m al carn icero y e! lin gü ista de la sign ificació n . A q u í e l h ilo
d e l se n tid o es otro: d e sc a rta el cu erp o m a n ifie sto y sigu e al cu erp o b a jo
el c u e r p o , c o m o lo h ace el an agram a se g ú n su m o d elo de d isp e rsió n y

18. Y a la inversa de la navaja de Occam, que castra y traza el hilo recto de


la abstracción y de la razón.
142 JE A N BA U D RILLA R D

d e solución d e u n térm in o , de un co rp u s p rin ce p s, cuyo secreto es la ar­


ticulación otra q u e co rre bajo el d isc u rso y evoca algo, un n o m b re, una
fó rm u la , cuya au sen cia h a b ita u o b se d e al te x to . E s t a fó rm u la d el cu erpo
q u e d e sa fía al cu erp o an atóm ico es la q u e d e sc rib e y resuelve el cuchillo.
E s ev id en te qu e la eficacia del sign o , su eficacia sim b ó lica en la s so cied ad es
p rim itiv a s, Je jo s d e se r «m á g ic a » , está lig ad a a este trab ajo m uy p re c iso de
so lu ción a n agram ática. L o m ism o su cede co n la a rq u itectu ra d el cu erpo
e ró ge n o , q u e no es sin o la articulación a n ag ram átic a de u na fó rm u la « p e r ­
d id a sin h ab er sid o ja m á s » , fórm u la cuya sín tesis d isy u n tiva rehace el hilo
d e l d e se o , q u e él ev o ca sin decirla: el d e se o m ism o no es sin o esta d is o ­
lución del sign ifican te en la d isp ersió n ó rfica d el cu erp o , en la d isp ersió n
an agram ática del p o e m a , se gú n ei ritm o m u sical qu e es el del cu ch illo del

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
carn icero d e C h u an g-T su .
V. LA ECONOMIA POLITICA Y LA MUERTE

LA EXTRADICIÓN DE LOS MUERTOS

D e sd e q u e lo s salvajes llam a b an « h o m b r e s» a lo s so lo s m ie m b ro s d e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
su trib u , la d efin ición de lo « H u m a n o » se h a a m p lia d o co n sid erab lem en te:
se h a c o n v e rtid o e n u n co n ce p to u n iv ersal. E s e s o in clu siv e lo q u e lla ­
m am o s la cu ltu ra. H o y to d o s lo s h o m b re s so n h o m b re s. L a u n iv e rsa ­
lid a d n o se b a sa , en e fe c to , en n a d a m ás q u e la ta u to lo g ía y la du p licació n :
es a h í d o n d e lo « H u m a n o » a d q u ie re fu e rza d e ley m o ra l y d e p rin c ip io d e
exclu sión . P o rq u e lo « H u m a n o » e s, de e n tra d a , la in stitu ció n d e su d o b le
e stru c tu ra l: lo In h u m an o . In c lu so n o es m ás que e so , ' y lo s p ro g re so s
d e la H u m a n id a d y de la C u ltu ra n o son sin o la cad en a d e la s d iscrim in a ­
cio n e s su ce siv as q u e tachan a lo s « O t r o s » d e in h u m an id ad y, p o r lo ta n to ,
d e n u lid a d . P a ra lo s sa lv a je s q u e se dicen « h o m b r e s » lo s o t r o s so n o tra
co sa. P a ra n o so tr o s, en c a m b io , b a jo el sig n o d e Jo H u m a n o c o m o con ­
cep to u n iv e rsa l, lo s o tro s n o son n ad a. E n o tra s p a r te s, ser « h o m b re »
es u n d e sa fío , co m o se r h id algo: diferen cia v iv id a a l p re c io d e u n gran
e sfu e rz o , e sta cu alid ad , e ste e sta tu to , n o só lo d a lu g a r a u n in tercam b io
con lo s seres d ife re n te s: d io se s, an cestro s, e x tra n je ro s, anim ales, n atu ra­
leza, sin o q u e e x ig e ser p u e sta siem p re en ju e g o , e x a lta d a y d e fen d id a.
N o so tro s n o s co n ten tam o s con u n a p rom o ción en lo u n iv e rsa l, co n un
v alor gen érico a b stra c to g ra d u a d o co n a rre glo a Ja eq u iv a len cia de la e s­
pecie, con e x c lu sió n d e l re sto . E n cierta fo rm a , p o r lo tan to, la defin ición
de lo H u m a n o se h a id o estrec h an d o in e x o rab lem en te en el cu rso d e la
c u ltu ra : ca d a p ro g re so « o b je t iv o » d e la civilización h acia lo u n iv ersa l, h a
co rre sp o n d id o a u n a d iscrim in ació n m á s e stricta , h a sta el p u n to d e
q u e p o d e m o s en trev er la e r a d e la u n iv ersa lid a d d e fin itiv a d e l H o m b re , qu e
co in cid irá con la excom u n icació n d e to d o s lo s h o m b re s, y b rilla n d o so la
en e l v a cío la p u re z a d e l co n cep to .
E l ra cism o es m o d ern o . L a s cu ltu ras o las razas an te rio res se han
ig n o rad o o e x te rm in a d o , p e r o n u n ca b a jo e l sig n o d e u n a R azó n u n iv ersal.
N o h a b ía c r ite r io so b re e l H o m b re , ni d iv isió n de lo In h u m a n o , so lam en te
las d iferen cias q u e p o d ía n en fre n ta rse a m u erte. P e ro es n u e stro co n cep to
in d ife ren cia d o d e l H o m b re e l q u e h ace su rg ir la d iscrim in ación . H a y qu e
lee r e l re la to d e un h o m b re d e l sig lo XVI, Je a n d e L é ry , H isto ir e d ’un vo-
144 JE A N BAUDR.ILLARD

y a g e en la terre d u B ré sil, p a ra v e r q u e en ese tiem p o en q u e la Id e a d e l


H o m b re n o d o m in a aún, en to d a su p u re z a m e tafísica , la cu ltu ra o ccid en tal,
e l racism o n o e x is te : el re fo rm a d o y p u rita n o d e G in e b ra , q u e d e se m b ra c a
en el B r a sil, entre lo s can íb ales, no es ra c ista . D esp u és nos hem os v u e lto ,
p o rq u e h em o s p ro g re sa d o m uch o. Y n o so la m en te p a r a co n lo s n iñ os y lo s
ca n íb a le s; n u e stra c u ltu ra , al p ro fu n d iz a r su racio n alid ad , h a e x tra íd o a lo
in h um an o su c e siv a m e n te a la n atu ra le z a in an im ad a, a lo s an im a les, a la s
ra z a s in ferio res ', y lu ego ese cán cer d e lo H u m a n o h a sitia d o a esta s o ­
cied ad m ism a q u e él p reten d ía circu n scrib ir en su su p e rio rid a d a b so lu ta .
M ich el F o u c a u lt h a an alizad o la e x tra d ic ió n de lo s lo co s en la a u r o ra de
la m o d e rn id a d o ccid en tal, p ero sa b e m o s tam b ién lo q u e co n cie rn e a la
m arg in ació n d e lo s n iñ os, a su en cierro p ro g re siv o en el tra n sc u rso m ism o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e la R azó n , a su e sta tu to id e a liz a d o d e in fan cia, al g h e to d e l u n iv erso
infan til, a la ab y ecció n de la inocen cia. P e ro tam b ién lo s an cian os se han
co n v ertid o en in h u m an os, a rro ja d o s a la p e rife ria d e la n o rm a lid a d . Y ta n tas
o tras « c a te g o r ía s» q u e ju sta m e n te no se han co n v e rtid o en « c a te g o r ía s»
sin o b a jo el sign o de las segregacio n es su ce siv a s q u e m arcan el d e sa rro llo
d e la cu ltu ra. L o s p o b re s, los su b d e sa rro lla d o s, los C .I . in fe rio re s, lo s p e r­
v e rso s, lo s tra n se x u a le s, lo s in tele ctu ales, las m u je res; fo lk lo re d e l terro r,
fo lk lo re d e la ex com u n icació n so b re la b a se de u na defin ició n ca d a vez m ás
ra cista d e lo «h u m an o n o rm a l». Q u in ta e se n c ia de la n o r m a l i d a d :e n el
lím ite, to d a s la s « c a t e g o r ía s » se rá n ex c lu id a s, se g re g a d a s, p ro sc rita s, en
u n a so cied ad fin alm en te u n iv ersal, d o n d e lo n o rm a l y lo u n iv e r sa l serán
fin alm en te co n fu n d id o s b a jo el sign o de lo h u m an o.12

1. Es siempre desde ese punto de vista de lo Universal, que fundó el racismo,


como se pretende superarlo, de acuerdo a la moral igualitaria del humanismo. Pero
el alma antiguamente, o actualmente las características biológicas de la especie, en
las que’ se basa esta moral igualitaria, no son argumentos más objetivos ni menos
arbitrarios que el color de la piel, puesto que son igualmente criterios distintivos.
Sobre la base de estos criterios (alma o sexo) se obtiene efectivamente una equiva­
lencia negro = blanco, pero esta equivalencia excluye tanto más radicalmente todo
lo que no tiene alma o sexo «humano». Los salvajes, que no hipostasían el alma
ni la especie, reconocen la tierra, el animal y los muertos como socius. Nosotros los
hemos rechazado, sobre la base de nuestros principios universales, de nuestro meta-
humanismo igualitario que, al integrar a los negros en base a criterios blancos, no
hace sino extender los límites de la sociabilidad abstracta, de la sociabilidad de de­
recho. Sigue funcionando la misma magia blanca del racismo, no hace sino blanquear
al negro bajo el signo de lo universal.
2. «Cuanto más se acentúa el carácter humano de la esencia divina y más
vemos aumentar la distancia que separa a Dios del hombre, más vemos que la
reflexión sobre la religión, la teología, niega la identidad y la unidad de la esencia
divina y de la esencia humana, y vemos más rebajado todo lo que es humano en
el sentido de que la conciencia del hombre hace de ello su objeto. He aquí la
razón: si todo lo que hay de positivo en la concepción que tenemos del ser di­
vino, se reduce a lo humano, no podremos tener del hombre, objeto de la concien­
cia, más que una concepción negativa e inhumana. Para enriquecer a Dios, el hom­
bre debe hacerse pobre, etc.» (Feuerbach, La Esencia del Cristianismo).
Este texto describe bien el «rapto» en lo universal La universalización de Dios
está siempre ligada a una exclusión, a una reducción de lo humano en su ori-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 145

E l a n á lisis d e F o u c a u it es u n a d e la s p iezas claves d e esa v e rd a d e ra


h isto ria d e la cu ltu ra, d e e sa G e n e a lo g ía de la D iscrim in ac ió n en la q u e e l
tra b a jo y la p rod u cció n o c u p a rá n , a p a r tir d e l sig lo XIX, u n lu g ar d e c i­
siv o . Sin e m b a rg o , h ay u n a e x c lu sió n q u e p re c e d e a to d as las dem ás, m á s
rad ic al q u e la d e lo s lo c o s, lo s n iñ o s, la s razas in fe rio re s, u n a ex c lu sió n q u e
p rec ed e a to d as e lla s y le s sir v e d e m o d elo , q u e e stá en la b a se m ism a
d e la «r a c io n a lid a d » d e n u e str a cu ltu ra : es la d e lo s m u erto s y la m u erte.
D e las so cied ad es salv aje s a la s so cied ad es m o d ern a s, la ev o lu ció n e s
irre v ersib le : p o co a p o co lo s m u e rto s d e jan d e ex istir. Son a rro ja d o s fu e ra
de la circu lación sim b ó lica d e l g ru p o . N o son se re s p ro ta g o n ista s, co m p a ­
ñ ero s d ig n o s d el in tercam b io , y se le s hace v e rlo m uy b ien a l p ro sc rib irlo s
cad a vez m ás lejos d e l g ru p o d e lo s vivos, d e la in tim id ad d o m éstica a l
cem en terio, p rim er re a g ru p a m ien to to d av ía en e l co razón d el p u e b lo o
d e la ciu dad, luego, p rim er g h etto y p refig u ra ció n d e to d o s lo s gh etto s

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
fu tu ro s, a rro ja d o s cad a vez m ás lejo s d e l cen tro hacia la p e rife ria , y
fin alm en te a n in gu n a p a r te , co m o en las ciu d ad es n uevas o en las m e tró ­
p o lis co n tem p o rá n e as, d o n d e n ad a ha sid o p re v isto p a r a lo s m u e rto s, n i
en e l esp acio físic o ni en el m en tal. In c lu so lo s locos, lo s delin cu en tes, lo s
a n ó m alo s, p u e d en e n co n trar u n a e stru c tu ra q u e lo s acoja en las ciu d ad e s
n u e v as, es d ecir, en la ra cio n a lid ad d e una so c ie d ad m o d ern a; só lo la
fun ción -m uerte n o p u e d e se r p ro g ra m ad a allí, n i lo caliz ad a. A d ecir v e r­
d ad , n o saben qu é hacer con ella. P o rq u e no e s n o rm al e s ta r m u erto hoy
d ía, y e s to es n u ev o . E s t a r m u erto es una an om alía im p e n sa b le, las d em ás
so n in o fe n siv as c o m p a ra d a s co n ella. L a m u erte es u n a delin cu en cia, u n
e x trav ío in cu rab le. N o hay lu g a r, n i esp acio tie m p o a sig n ad o a lo s m u e r­
tos, su e stan cia es in e n co n trab le, h elos ah í a rro ja d o s a la u to p ía rad ical;
ni siq u iera am o n to n ad o s: v o la tiiíz a d o s.
P e ro sab em os lo qu e sign ifican esos lugares in e n co n trab les: si la f á ­
b rica ya no e x iste es p o rq u e el tra b a jo está en to d a s p a r te s; si la cárcel
ya n o e x iste es p o rq u e el se cu estro y el co n fiam ie n to están p o r d o q u ie r
en e l e s p a c io /tie m p o so cial; si el asilo ya n o ex iste es p o rq u e el co n tro l
p sico ló gico y terap éu tic o se ha gen eralizad o y b a n a liz ad o ; si la escu ela ya
n o e x iste es p o rq u e to d as las fib ra s d e l p ro ce so social están im p regn ad as
de d iscip lin a y d e fo rm ació n p e d a g ó g ic a ; si el cap ital y a n o e x iste (ni su

ginalidad. Cuando Dios comienza a parecerse al hombre, el hombre no se parece


más a nada. Lo que Feuerbach no dice, porque se queda luchando con la reli­
gión, es que la universalización del Hombre se realiza también al precio de la ex­
clusión de todos loc demás (locos, niños, etc.) en su diferencia. Cuando ei Hom­
bre comienza a parecerse al Hombre, los otros no se parecen más a nada. Definido
como universalidad, como referencia ideal, lo Humano, al igual que Dios, es pro­
piamente inhumano y delirante. L o que tampoco dice Feuerbach, es que en esta
operación de rapto, mediante la cual D ios capta lo humano en su provecho, de
suerte que el hombre no es más que el negativo exangüe de Dios, Dios mismo, en
contrapartida, muere. Y que el Hombre a su turno está muriendo de las diferen­
cias inhumanas (la locura, la infancia, el salvajismo} que él ha instituido.
146 JE A N BA U D RILLA R D

crítica m a rx ista ) es p o rq u e la ley d e l v a lo r ha p asad o a la a u to g e stió n d e


la su p erviven cia b a jo to d as sus fo rm a s, e tc ., etc. Si el cem en terio ya no
e x iste es p o rq u e las ciu d ad es m o d ern as asum en p o r en ten ro su fu n ció n :
so n ciu d ad e s m u e rta s y ciu d ad e s de m u erte . Y si la gran m e tró p o li ope-
racio n al es la fo rm a lo g ra d a de to d a u na cu ltu ra , en ton ces sim p lem e n te ,
la n u estra es u na cu ltu ra d e m u erte .3

L a su p erv iv e n cia o la m u e rte eq u iv alen te

E s ju sto d ecir q u e lo s m u erto s a co rra lad o s y sep arad o s de los v iv o s


n o s co n d en an , a n o so tr o s lo s v iv o s, a u na m u erte e q u iv a len te: p o r q u e la

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ley fu n d am en tal de la ob ligació n sim b ó lica ju ega d e to d a s fo rm a s, p a ra lo
m e jo r y p a ra lo p e o r. A sí, la locu ra no es m ás q u e esa lín ea d iv iso ria en tre
lo s lo c o s y lo s n o rm a le s, lín e a q u e la n o rm a lid a d co m p a rte con la locu ra
y p o r la cu al se d e fin e. T o d a so cied ad q u e in tern a a su s lo co s es u n a
so cied ad in v ad id a a fo n d o p o r la lo c u ra , q u e so la y en to d a s p a r te s acab a
p o r in tercam b iarse sim b ó licam en te b ajo lo s sign os, leg ales d e la n o rm a­
lidad. E ste larg o tra b a jo d e la locu ra so b re la so cied ad q u e la reclu y e ha
d u rad o v a rio s sig lo s, h o y lo s m u ro s d e l asilo se lev a n ta n , n o p o r una
toleran cia m ila g ro sa , sin o p o rq u e el tra b a jo de n orm alizació n d e e sta so ­
cied ad p o r p a rte d e la lo cu ra ha cu lm in a d o ; la locu ra se ha v u e lto am ­
b ien te , au n q u e continú a p ro h ib id a su re sid e n cia. H a y u na re ab so rció n del
asilo en el sen o d e l cam p o so cial, p o rq u e la n orm alid ad ha alcan zad o el
p u n to p e rfe c to en q u e reún e la s c a ra c te rístic as del asilo, p o rq u e e l viru s
de la reclu sió n h a p a sa d o a to d as la s fib r a s de la existen cia « n o r m a l» .
L o m ism o su ced e con la m u erte. L a m u erte no es fin alm en te m á s qu e
esa lín ea d e d em arcació n so c ia l qu e se p ara a los « m u e rto s» de los « v iv o s » :
a fe cta , p o r lo ta n to , igu alm en te a u n o s y o tro s. C o n tra la ilu sió n in sen sata
d e lo s v iv o s d e q u e r e rse v iv o s con ex c lu sió n d e los m u e rto s, co n tra la
ilu sió n de re d u cir la v id a a u n a p lu s-v alía a b so lu ta su stra y e n d o d e ella a
la m uerte, la lógica in d estru ctib le del in tercam b io sim b ó lico re sta b lece la
eq u iv alen cia de la v id a y la m u erte en la fa ta lid a d in d iferen te d e la su ­
p erv iv en cia. S i la m u e rte es rech azada en la su p erv iv e n cia, la v id a n o es
en ton ces, d e acu erd o con el re flu jo qu e co n o cem o s, m á s q u e u n a su p e rv i­
vencia d eterm in ad a p o r la m u erte.

3. A la par que los H.L.M. (Habitation a loyer moderé) tienen cara de cemen­
terios, los cementerios toman cariz de inmobiliaria (Niza, etc.). Inversamente, es
admirable que en las metrópolis americanas, y a veces también en Francia, los ce­
menterios tradicionales constituyan los únicos espacios verdes o vacantes en el
gheto urbano. Que el espacio de los muertos sea el único lugar vivible de la ciu­
dad, dice mucho respecto a la inversión de los valores en la necrópolis moderna.
En Chicago, los niños juegan allí, los ciclistas pasean y los enamorados se besan.
Qué arquitecto osaría inspirarse en esta verdad del dispositivo urbano actual para
concebir una ciudad a partir de los cementerios, de los terrenos vacíos y de los es­
pacios «malditos». Es cierto que sería la muerte de la arquitectura.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 147

E l g h etto d e u ltra tu m b a

P a ra le la m e n te a la se gre gació n de lo s m u e rto s crece el co n cepto d e


in m o rta lid ad . P o r q u e e l m ás allá d e la m u e rte , e se e sta tu to em in en te q u e
es la m arca d e l « a lm a » y de la s esp iritu a lid a d e s « s u p e r io r e s » , n o es m ás
qu e la m o ra le ja q u e en cu b re la ex trad ició n re al d e lo s m u erto s y la r u p ­
tu ra d el in tercam b io sim b ó lico con ello s. C u a n d o lo s m u erto s están ahí,
d iferen te s p e ro v iv o s y co m p a ñ e ro s de lo s v iv o s en m ú ltip le s in tercam ­
b io s, n o n ece sitan ser in m o rta le s, no hace f a lta que lo sean , p o rq u e e sa
cu a lid ad fa n tá stic a ro m p e ría to d a re cip ro cid ad . S ó lo a m ed id a q u e son
ex c lu id o s p o r lo s v iv o s se v u elv e n tra n q u ila m e n te in m o rta le s, y esa su ­
p erviven cia id e aliz a d a n o e s sin o la m arca d e su e x ilio so cial.
H a y q u e a c a b a r con la id ea de u n p ro g re so de las religio n es, q u e va

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
del an im ism o al p o lite ísm o , lu e g o a l m o n o te ísm o , con lib eración p ro g re siv a
de u n alm a in m ortal. S ó lo co n fo rm e se recluye a los m u erto s se le s co n ­
ced e la in m o rta lid ad , a sí co m o v e m o s au m en tar sim u ltán eam en te en n u e s­
tras so cied ad es la esp e ran za d e v id a y la se g re g a ció n d e lo s an cian os corno
aso ciales.
P o rq u e la in m o rta lid ad es p ro g re siv a , c o sa d e la s m á s e x trañ a s. E n e l
tie m p o , p a s a d e u n a su p erv iv en cia lim ita d a a la su p erv iv e n c ia e te rn a; en
el e sp a c io so cial: la in m ortalidad, se d e m ocratiza y p a sa d e l p riv ile g io de
unos p o c o s a derecho v irtu al d e to d o s. P e ro esto es re lativ am e n te re ­
cien te. E n E g ip to , len tam en te, cierto s m iem b ro s d e l g r u p o (los fa ra o n e s,
lu e g o lo s sa c e rd o te s, lo s je fe s, lo s rico s, lo s in iciad o s d e la clase do m in an ­
te) en fu n ció n d e su p o d e r, se se p a ra n co m o in m o rta le s. los o tro s n o tienen
derecho sin o a la m u erte y a l d o b le. H a c ia el añ o 2 0 0 0 an tes d e C risto ,
cad a cu al a cc ed e a la in m o rta lid a d : es u n a especie d e c o n q u ista so cial, q u izá
arran cada a costa d e terrib le s e sfu e rz o s; sin hacer h isto ria so c ia l/fic c ió n ,
p o d e m o s im agin ar en e l E g ip t o d e la s G r a n d e s D in a stía s , la s rebelion es
y lo s m o v im ie n to s sociales p a ra reiv in d icar e l d erech o de to d o s a la in­
m o rtalid ad .
Se trata, p o r lo tan to, al co m ien zo , d e u n em b lem a d e l p o d e r y de
trascen dencia social. A llí d o n d e en los g ru p o s p rim itiv o s n o hay e stru c ­
turas de. p o d e r p o lític o , ta m p o co hay in m o rta lid ad p erso n a l. U n alm a « r e ­
la tiv a » y u na m o rta lid a d « r e str in g id a » co rresp o n d en m ás tard e , en la s
so cied ad es m e n o s se g m e n ta ria s, a u n a trascen den cia igu alm en te relativ a
d e las e stru c tu ra s d e p o d e r. L u e g o , la in m o rta lid ad se gen eraliza y se e te r­
niza con la s so cied ad es d e sp ó tica s d e trascen d en cia to tal d e l p o d e r, lo s
G ran d e s Im p e rio s. P rim e ra m e n te es e l rey o el fa ra ó n q u ie n se ben eficia
de esta p ro m o ció n , d e sp u é s, en un estadio m ás a v an zad o , D io s m ism o , la
in m o rtalid ad p o r excelen cia, d e d o n d e p roced e, p o r re d istrib u c ió n , la in­
m ortalidad p ara cada cu al. P e ro esta fa se d e l D io s in m o rta l, q u e coin cide
con la s gra n d e s re lig io n es u n iv e rsa lista s, y en p artic u la r con e l cristian is­
mo, es ya la d e u na gran a b strac ció n del p o d e r so cial en el im p e rio ro-
148 JE A N BA UD RILLARD

m an o. S i lo s d io se s griegos son m o rta le s es p orqu e están lig a d o s a una cul­


tura esp e cífica , y to d av ía n o u n iv ersa l.
L o s in icios m ism o s d e l c ristia n ism o n o co n cu erd an c o n la in m o rta­
lid ad , q u e es una ad q u isició n ta rd ía. L o s P a d re s d e la Ig le sia adm iten
tod av ía la an iq u ilació n p ro v isio n a l del alm a en esp e ra d e la resu rrección .
E in clu so cu an d o S a n P a b lo p red ica e sta id ea de la resu rrecció n , lo s p a ­
g a n o s se b u rlan d e él, y asim ism o lo s cristia n o s, y lo s P a d re s de la Ig le sia
se re sisten p ro fu n d a m e n te a ella. E n el A n tig u o T e sta m e n to (D a n ie l),
só lo se p ro m e te la resu rrección a a q u e llo s q u e no han re cib id o en v id a
re trib u ción en b ien o en m al. E l m ás allá de la v id a , la su p erv iv e n c ia, no
es sin o un sald ar cu e n ta s, no ex iste m ás q u e en fu n ción d e l resid u o d e lo
q u e n o fu e in te rca m b ia d o en vida. B u e n ejem p lo d e q u e la resu rrección

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
o la in m o rta lid ad es « m a l m e n o r», con re sp e cto a la p o sib ilid a d sim b ó lica
d e l g ru p o arcaico de arreglar sus cuentas in m ed iatam en te, de re so lv e r tod a
su d eu d a sim b ó lica sin rem itirla a una v id a u lterio r.
E n su o rig e n , em b lem a d istin tiv o d e l p o d e r, la in m o rta lid ad d e l alm a
ju ega a lo larg o d e l cristian ism o co m o m ito ig u a lita rio , co m o dem ocracia
d e l m ás allá fre n te a la d e sig u a ld a d m u nd ana ante la m uerte. N o es m ás
. q u e u n m ito. In c lu so en la versión cristian a m ás u n iv e rsa lista, la in m or­
talid ad só lo p erten ece en derech o a to d o ser h u m an o. E n re a lid a d , es
concedida a cu en ta-go tas, sigu e sien do el p atrim o n io d e una cultura y, en
el in terio r d e e s ta cu ltu ra , de una d e term in ad a casta so cial y p o lític a. ¿ L o s ■
m ision ero s han creíd o algu n a vez en el alm a in m ortal d e lo s in d íg en a s?
¿ L a m u jer p o se e un a lm a v e rd a d era m en te en la cristia n d a d « c lá s ic a » ? ¿ Y
lo s lo co s, lo s n iñ o s, lo s crim in a le s? D e h echo, siem p re lle g a m o s a lo
m ism o : sólo los p o d e ro so s y los rico s tienen alm a. L a d e sig u a ld a d an te
la m u erte, so cial, p o lític a, econ óm ica (e sp eran za d e v id a , p re stig io de lo s
fu n e ra le s, g lo ria y su p erviven cia en la m e m o ria de lo s h o m b re s) no es
m ás q u e una recaída en esta discrim in ación fu n d a m en ta l: lo s u n o s, ú nicos
v e rd ad ero s « s e r e s h u m a n o s» tienen derech o a la in m o rta lid ad , lo s otro s
n o tienen d erech o sin o a la m uerte. N a d a ha cam b iad o en el fo n d o d esd e
el E g ip to de las G r a n d e s D in a stía s.
In m o rta lid a d o n o, d irá el m a te ria lista ingenuo, ¿ q u é im p o r ta ? : todo
eso es im a g in a rio . Sí, y es a p a sio n a n te ver qu e la d iscrim in ación social
re al se fu n d a en e so , y q u e no hay o tro lu g a r, ni m ás em in en te, en don d e
se d istin g an el p o d e r y la trascen den cia so cial, q u e lo im agin ario . E l p oder
econ óm ico del c a p ita l n o se fu n d a m enos en lo im agin ario qu e e l de las
Ig le sia s. N o es sin o su secu larización fa n tá stica .
V e m o s ta m b ié n qu e la dem ocracia n o cam b ia nada aq u í. P o r m ucho
q u e hayan luch ado an tigu am en te p ara ob ten er la in m o rtalid ad del alm a
p ara to d o s, co m o v a ria s generaciones de p ro le ta rio s han lu ch ad o p o r ob ­
ten er la ig u a ld a d de b ien es y de la cu ltu ra . L a m ism a luch a, los u n os p or
la su p erviven cia en el m ás allá, los o tro s por la su p erv iv en cia a ctu al; la
m ism a tra m p a : la in m o rtalid ad p erso n al de u n os cu an to s re su lta , com o
h em os v isto , de la fra ctu ra del g ru p o , ¿ p a ra qué sirv e reiv in d icarla para
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y L A M U E R T E 149

todos? N o es sino generalizar lo imaginario. L a revolución sólo puede


consistir en la abolición de la separación de la muerte, y no en la igualdad
de la supervivencia.
L a inmortalidad no es más que una especie de equivalente general
ligado a la abstracción del tiempo lineal (toma forma a medida que el tiem­
po se vuelve esa dimensión abstracta ligada al proceso de acumulación de
la economía política y a la abstracción de la vida pura y simplemente).

Death Power

E l surgimiento de la supervivencia puede, por lo tanto, analizarse como


la operación fundamental del nacimiento del poder. N o solamente porque
este dispositivo va a permitir la exigencia del sacrificio de esta vida y el

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
chantaje de la recompensa en la otra — toda la estrategia de las castas
de sacerdotes— sino más profundamente, :gor la instauración de un veto
de la muerte, y simultáneamente de la instancia que vela por esta prohi­
bición de la muerte: el poder. Romper la unión de los muertos y de los
vivos, romper el intercambio de la vida y la muerte, desintrincar la vida
de la muerte e imponer a la muerte y a los muertos la prohibición, éste es
el primer punto de emergencia del control social. E l poder sólo es posible
si la muerte no es libre, sí los muertos quedan bajo vigilancia, en espera
del confinamiento futuro de la vida entera. E sta es la Ley fundamental,
y el poder es el guardián de las puertas de esta Ley. La represión funda­
mental no es la de los impulsos inconscientes, de una energía cualquiera,
de una libido, y no es antropológica; es la represión de la muerte, y es
social, en el sentido de que es ella la que ejecuta el viraje hacia la sociali­
zación represiva de la vida.
Históricamente, sabemos que el poder sacerdotal se funda en el mo­
nopolio de la muerte y en el control exclusivo de las relaciones con los
muertos.4 Los muertos son el primer dominio reservado, y restituido al
intercambio con una mediación obligada: la de los sacerdotes. E l poder
se establece sobre esta barrera de la muerte. Después se alimentará de
otras separaciones ramificadas al infinito: la del alma y el cuerpo, la
de lo masculino y lo femenino, la del bien y el mal, etc., pero la separa­
ción primera es la de la vida y la muerte.5 Cuando se dice que el poder

4. Las herejías serán siempre la refutación de ese «Reino del más allá» para
establecer el Reino de Dios hic y nunc. Negar el desdoblamiento de la vida y de
la inmortalidad, negar el otro mundo, es negar también el corte de con los muertos
y, por lo tanto, la necesidad de pasar por una instancia intermediaria para esta­
blecer comercio con ellos. Es el fin de las Iglesias y de su poder.
5. Dios es lo que mantiene separados el significante y el significado, el bien
y el mal; es lo que mantiene separados al hombre y la mujer, los vivos y los muer­
tos, el cuerpo y el espíritu, el Otro y el Mismo, etc. En sentido más general, es
lo que mantiene la separación entre los polos de toda oposición distintiva y, por
tanto, también entre los inferiores y los superiores, entre el blanco y el negro.
150 JE A N BA U D RILLA R D

«tie n e el tim ó n » , no es u na m e táfo ra : él es esa b a rra * en tre la vida y


la m u erte , ese d e cre to q u e in terru m p e e l in tercam b io d e la v id a y la
m uerte, ese p eaje y ese co n trol en tre las d o s o rilla s.
E n esta m ism a fo rm a se in stitu irá m ás tard e el p o d e r en tre e l su je to
y su cu erp o se p a ra d o , e n tre el in d iv id u o y el cu erp o so c ia l se p a ra d o , en tre
el h o m b re y su tra b a jo se p a ra d o : en el co rte su rge la in stan cia d e m e d ia­
ción y de re p re se n tació n . P e ro es n ecesario v e r qu e el a rq u e tip o de e sta
o p eració n es el q u e se p a ra a u n g ru p o d e su s m u e rto s, o a c a d a u n o d e
n o so tro s h o y d e su p ro p ia m u erte. T o d a s las fo rm a s d e p o d e r ten drán
siem pre a lg o d e e ste o lo r a su alred ed o r, p o rq u e es en la m an ip u lació n , en
la a d m in istració n d e la m u erte en lo q u e se b a sa el p o d e r en ú ltim a
in stan cia.
E s en el su sp e n so en tre u na vida y su p ro p io fin , es d e cir, <;n la p r o ­

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d u cc ió n d e u n a te m p o ralid a d lite ralm en te fa n tá stic a y a rtificia l (p u e sto q u e
to d a v id a está ah í ya, a cad a in stan te, con su p ro p ia m u erte , es d e cir, su
fin a lid a d re alizad a en el in stan te m ism o ), es en e se esp a c io d e sc u a rtiz ad o
d o n d e se in sta la n to d as las in stan cias d e represión y de co n tro l. E l p rim er
tiem p o so cial a b stra c to se instala en esa ru p tu ra de la u n id a d in d iv isib le
de la v id a y la m u erte (¡m u c h o an te s q u e el tiem p o d el tra b a jo so cial a b s­
tr a c to !). T o d a s las fu tu ra s en aje n acio n es, se p arac io n e s, ab stra c cio n e s, q u e
serán las de la econ om ía p o lítica d e n u n ciad as p o r M a rx , a rraig an en esta
sep aració n d e la m u e rte .
L a m u erte q u ita d a a la v id a , es la op eració n m ism a de lo ec on óm ico;
es la v id a re sid u a l, le g ib le en lo su ce siv o en térm in os o p e ra c io n a le s de
cálcu lo y d e v alo r. C o m o en L ’H o m m e q u i a p erd u so n o m b re (C h a m isso ):
u na vez p erd id a la so m b ra (la m u erte q u ita d a ), P e te r Sch lem ih l se vu elve
rico, p o d e ro so , c a p ita lista ; el p acto con el D iab lo n o es o tra cosa q u e el
P,acto d e la ec o n o m ía p o lític a.
L a vid a d e v u elta a la m u erte , es la o p era c ió n m ism a d e lo sim bólico.

EL INTERCAMBIO DE LA MUERTE EN EL ORDEN PRIMITIVO

L o s sa lv a je s n o tienen un co n ce p to b io ló g ico de la m u erte . O m ás


bien : el h ech o b io ló g ico — m u erte, n acim ien to o en ferm ed ad — to d o lo
q u e es de la n atu ralez a y a lo q u e co n ced em os un p riv ileg io de n ecesidad
y de o b je tiv id a d , n o tiene sim p lem en te sen tido p ara ello s. E s el d eso rd en
a b so lu to , p o rq u e e so n o se p u ed e in tercam b iar sim b ó licam en te, y lo que
n o se p u e d e in terca m b ia r sim b ó licam en te co n stitu y e un p e lig ro m o rtal

Cuando la razón se hace política, es decir, cuando la oposición distintiva se resuelve


en ^poder y se inclina hacia uno de los términos, Dios está siempre de ese lado.
* N. del T. En francés barra y timón son una misma palabra.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 151

p ara el g ru p o .6 S o n la s fu e rz a s irrecon ciliab les, in e x p ia d a s, h ech iceras, h o s­


tile s, q u e m e ro d ean en to rn o a l alm a y a l cu erp o , q u e acech an a l v iv o y
a l m u erto , la s en ergías d ifu n tas y có sm icas q u e e l g ru p o n o h a p o d id o
d o m eñ ar en el in tercam b io .
N o s o t r o s h em o s d e so cializ a d o la m u erte al tra n sfe rirla a la s ley es bio-
an tro p o ló g ic a s, a l a co rd a rle la in m u n id ad d e la cien cia, a l au to n o m iz a rla
com o fa ta lid a d in d iv id u a l. P e ro la m a te ria lid a d fís ic a d e la m u erte , q u e
n os p araliz a p o r el cré d ito « o b je t iv o » q u e le a c o rd a m o s, n o d e tie n e a lo s
p rim itiv o s. E llo s n o han «n a tu ra liz a d o » jam ás la m u erte , sa b e n q u e la
m u erte (c o m o el cu e rp o , co m o el su c e so n atu ra l) es u n a relación so cial,
que su defin ició n es so c ial. E n lo cu al son m ucho m á s « m a te r ia lista s» q u e
n o so tro s, p u e sto q u e la v e rd a d e ra m a te ria lid a d d e la m u erte p a r a e llo s,
com o la d e la m ercan cía p a r a M a r x , e stá e n su fo rm a , q u e es siem p re la
d e u na relación so cial. M ien tras q u e to d o n u e stro id ealism o co n verge en

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la ilu sió n d e u n a m a te ria lid a d b io ló g ic a d e la m u e rte : d iscu rso d e la « r e a ­
lid a d » , q u e e s d e hecho e l d e lo im agin ario , y q u e lo s p rim itiv o s su p era n
en la in terv en ció n d e lo sim b ó lico . '
E s a g ra n ép o ca de la o p eració n sim b ó lica es la in iciación . N o a sp ira a
co n ju rar la m u erte ni a « s o b r e p a s a r la » , sin o *a a rticu larla socialm en te. A s í
la d e sc rib e R . Ja u lin en L a M o r t S a r a : el g ru p o d e lo s a n c e stro s « s e co m en
a lo s k o y s» (jó v e n e s c a n d id a to s a la in iciación ), q u e m u eren «sim b ó lic a ­
m e n te » a fin d e ren acer. S o b re to d o , n o hay q u e en ten d e rlo de a cu erd o
con n u e stro se n tid o d e g ra d a d o , sin o en el se n tid o d e q u e su m u erte se
v u elva la p u esta d e un in tercam b io re c íp ro c o /a n ta g o n ista en tre lo s an ces­
tros y lo s v iv o s y , en vez d e u n corte, in stau re una relació n so cial en tre
co m p añ ero s, u n a circulación de d o n e s y co n tra-d on es tan in ten sa co m o la
circulación d e b ie n e s p re c io so s v d e m u je res; ju e g o in c esa n te d e r e sp u e s­
ta s en el q u e la m u erte n o p u e d e esta b le ce rse co m o fin o co m o in stan cia.
M ed ian te la o fre n d a d e la m ig a , e l h erm an o en treg a s u m u je r a u n m u er­
to d e la fa m ilia , a fin d e h a c erlo rev iv ir. A tra v é s d e l alim en to , e l m u erto
es in clu id o en la v id a d e l gru p o . P e ro el in tercam b io es re cíp roco. E l
m u erto en treg a su m u je r, la tie rra d e l clan , a un v iv ie n te de su fam ilia, a
fin d e re v iv ir asim ilán d ose a é l y d e h acerle re v iv ir asim ilán d ole a sí m ism o .
E l m o m en to im p o rta n te es la m atan za p o r lo s m o h (lo s g ran d e s sa c e rd o ­
tes) d e lo s k o y (los in icia d o s), q u e so n co m id o s p o r su s a n c e stro s, y lu ego
la tie rra lo s p are co m o su m adre lo s h ab ía p arido. D e sp u é s d e h a b e r sid o
« m u e r to » , lo s in iciados son d e ja d o s en m an os d e su s p ad re s in iciático s,
« c u ltu r a le s» , q u ie n e s lo s in stru y e n , los cu id an y lo s fo rm a n (n acim ien to
in iciático ). ,
E s ev id en te q u e la iniciación co n siste en e l estab lecim ien to d e u n in ­
tercam bio d o n d e n o h ab ía sin o un h ech o en b ru to : d e la m u erte n a tu ra l,
aleato ria e irre v ersib le , se p asa a u n a m u erte d a d a y recib id a, p o r lo tan to ,

6. Para nosotros al contrario, todo lo que se intercambia simbólicamente cons­


tituye un peligro mortal para el orden dominante.
152 JE A N BA U D RILLA R D

reversible en el in te rca m b io so cial, « s o lu b le » en el in tercam b io . A l m ism o


tie m p o , la o p o sició n en tre e l n acim ie n to y la m u erte d e sa p a re c e : p ueden
in tercam b iarse tam bién co m o c u a lid ad e s d e la re v e rsib ilid a d sim b ó lica . L a
in iciación es ese m o m en to cru cial, e se n e x o so cial, esa cám ara o scu ra d o n d e
n acim ien to y m u erte , d e ja n d o de ser té rm in o s de la v id a , re in volu cion an
el u n o en la o tr a ; n o hacia una fu sió n m ístic a , sin o p ara hacer a q u í del
in iciad o un v e rd a d e ro se r so cial. E l n iñ o n o in iciad o só lo h a n ac id o b io ­
lógicam ente, só lo tien e aún u n p ad re y u na m ad re « r e a le s » , p ara co n v e r­
tirse en un se r social tien e q u e p a sa r p o r el acon tecim ien to sim b ó lico del
n a c im ie n to /m u e rte in iciático , tiene qu e haber recorrido la vida y la m u erte
p ara en trar en la re a lid a d sim b ó lica d e l in tercam b io.
N o se trata en la p ru e b a in iciática d e p o n e r en escena u n segu n d o n a­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cim ien to q u e eclipse a la m u erte. E l m ism o Ja u lin se inclina hacia esta
in terp re tació n : la so cied ad « c o n ju r a r ía » la m u erte , o b ien , le o p on d ría
« d ia lé c tic a m e n te » en la iniciación un térm in o d e su in ven ció n q u e la
utilice y la « s o b r e p a s e » : « A la vida y a la m uerte q u e les son d a d a s, los
h o m b res han a ñ a d id o la in iciación , g ra c ia s a la cual trascienden el d eso rd en
d e la m u e r te » . F ó rm u la a la vez m u y herm osa y m uy a m b ig u a, p o rq u e la
iniciación n o se « a ñ a d e » a los o tro s térm in o s, y ella n o ju e g a la vida
co n tra la m u erte, hacia un renacer (¡d e sc o n fie m o s de to d o s aq u e llo s que
triu n fan de la m u e r te !). E s el d e sc u a rtiz am ie n to del n acim ien to y d e la
m u erte lo q u e co n ju ra la in iciació n , y con él, la fa ta lid a d an eja q u e pesa
so b re la v id a al ser descuartizad a de ese m odo. P o rq u e es en ton ces cu an d o
se v u elv e esa irre v ersib ilid ad b io ló g ic a , ese d estin o físico a b su rd o , y es
cu an d o la v id a se p ie rd e d e a n tem an o , p u e sto q u e está d e stin a d a a d e­
clin ar con el cu e rp o . D e ahí la id ealizació n de uno de los térm in o s, el
n acim ien to (y su du p licació n en ia re su rre cció n ) a co sta del o tro , la m uer­
te. P e r o esto n o es m ás q u e u n o d e n u e stro s p ro fu n d o s p reju icio s sobre
el « se n tid o de la v id a » . P o rq u e el n acim ie n to , en cu an to su ce so in d ivid ual
irre v ersib le , es tan traum ático co m o la m u e r te . E l p sico a n álisis lo ha dicho
de o tr o m o d o : el n acim ien to es una esp e cie de m u erte. Y el cristian ism o
n o h a hecho otra co sa , con el b a u tism o , q u e circu n scrib ir m edian te un
sacram en to co le ctiv o , m ed ian te un acto so cial, ese su ce so m o rta l qu e es
el n acim ien to. E l ad v en im ien to de la v id a es una especie de crim en si no
es re cu p e ra d o , e x p iad o , por un sim u lacro co lectivo de m u erte. L a vida
n o es en sí un re g a lo m ás qu e en el orden co n tab le del v alor. E n el orden
sim b ó lico , la v id a , co m o cu alq u ie r o tra co sa, es un crim en si sobreviene
u n ila t e r a lm e n t e ;s i no es re cu p e ra d a y d e stru id a , d a d a y d e v u e lta , «d e ­
v u e lta » a la m u erte . E s la iniciación lo que borra ese crim en al resolver
el su ce so se p a ra d o d el n acim ien to y de la m u erte en un m ism o acto social
de in tercam b io .
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y L A M U E R T E 153

S im b ó lico / R e a l / Im a g in a rio

L o sim b ó lico no es ni u n co n ce p to , ni una in stan cia o una ca teg o ría ,


n i u n a « e str u c tu r a » , sin o u n acto de in terca m b io y u n a relación so cial q u e
p o n e fin a lo real, q u e d isu e lv e lo re a l, y al m ism o tie m p o , la o p o sició n
en tre lo re a l y lo im agin ario.
E l acto in iciático es a la in v e rsa d e n u e stro p rin cip io d e re a lid a d . M u e s­
tra q u e la re a lid a d d e l n ac im ie n to no p ro v ie n e sin o d e la se p arac ió n d e l
n acim ien to y la m u erte. Q u e la re a lid a d de la vid a m ism a n o p ro v ie n e
sin o d e la disy u n ció n d e la v id a y la m u erte . E l efe cto d e r e d n o es, p o r
lo tan to, m ás q u e el e fe c to e stru c tu ra l d e d isy u n ció n e n tre d o s térm in o s,
y n u e stro fa m o so p rin c ip io d e re a lid a d , con lo q u e im p lica d e n o rm a tiv o y
de re p re siv o , n o es m ás q u e la gen eralización d e ese có d igo d isy u n tiv o
a to d o s lo s n iv e les. L a re a lid a d d e la n atu ra lez a , su « o b je t iv id a d » , su

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
« m a te r ia lid a d » , só lo p ro v ie n e d e la sep aració n d e l h o m b re y la n atu ra lez a ;
de u n c u e r p o y u n n o -cu e rp o , d iría O c ta v io P az. L a re a lid a d d e l cu erp o ,
su esta tu to m a teria l, p ro v ie n e d e la d isy u n ció n d e u n p rin cip io esp iritu a l,
de la d iscrim in ació n d e u n alm a y un c u e rp o , etc.
L o sim b ó lico es lo q u e p o n e fin ' a e se c ó d ig o d e la d isyu n ció n y a lo s
térm in os se p a ra d o s. E s la u to p ía q u e p o n e f in a lo s tó p ic o s d e l alm a y d e l
cu erpo, d e l h o m b re y d e la n atu raleza, d e lo re al y d e lo no-real, d e l n a­
cim ien to y d e la m u erte. E n la o p eració n sim b ó lica , lo s d o s térm in o s p ie r­
d e n su p rin cip io d e re a lid a d .7
P e ro este p rin cip io d e re a lid a d no es o tra cosa q u e lo im agin ario d e l
o tro térm in o. E n la d iv isió n h o m b re /n a tu ra le z a , la n atu raleza (o b je tiv a ,
m a te ria l) n o es sin o lo im a g in a rio d e l h o m b re a s í co n cep tu alizad o . E n la
d iv isió n se x u a l m a sc u lin o /fe m e n in o , d istin ció n e stru c tu ra l y a rb itra ria q u e

7. Así pues, no hay distinción en el plano simbólico, entre los vivos y los
muertos. Los muertos tienen otro estatuto, eso es todo, y ello exige algunas pre­
cauciones rituales. Pero visible e invisible no se excluyen, son dos estados posibles
de la persona. La muerte es un aspecto de la vida. El Canaco que llega a Sidney
al principio queda pasmado por esa multitud, pero en seguida se lo explica por
el hecho de que en ese país los muertos se pasean entre los vivos, lo que no tiene
nada de raro. Do Kamo .Para los canacos (M. Leenhardt: Do Kamo), es el «quien
viviente», y tocio puede entrar en esta categoría. Aquí también el vivo/no-vivo es
una oposición distintiva que sólo nosotros hacernos, y en la que fundarnos nuestra
«ciencia» y nuestra violencia operacional. Ciencia, técnica, producción, suponen ese
corte de lo vivo y lo no-vivo, con privilegio de lo no-vivo, que es lo que funda
la ciencia en todo su rigor (cf. J. Monoci: E l Azar y la Necesidad). La «realidad»
de la ciencia y de la técnica es, aquí también, la de la separación del vivo y del
muerto. La propia finalidad de la ciencia como impulso, como impulso de muerte
(deseo de saber} se inscribe en esta disyunción mediante la cual no hay objeto real
sino muerto, es decir, relegado a la objetividad inerte e indiferente, como lo fueron
primero, antes que tocio lo demás, la muerte y los muertos.
Por oposición a esto sin embargo, los primitivos no están sumergidos, como
se pretende, en el «animismo», es decir, en el idealismo de lo viviente, en la ma­
gia irracional de las fuerzas: ellos no dan preferencia ni a uno ni a otro término
por la sencilla razón de que simplemente no hacen ese corte.
154 JE A N BA U D RILLA R D

fu n d am en ta el p rin cip io d e « r e a lid a d » (y d e re p re sió n ) se x u a l, la « m u je r »


a sí d e fin id a n o es o tra co sa q u e lo im a g in a rio d e l h o m b re . C a d a térm in o
d e la d isyu n ció n excluy e a l otro, q u e se v u elv e su im agin ario .
L o m ism o su c e d e con la v id a y la m u e rte en el siste m a en e l q u e e s­
ta m o s: el p recio q u e p a g a m o s p o r la « r e a lid a d » d e e sta vida, p o r v iv irla
co m o v a lo r p o sitiv o , es e l fa n ta sm a co n tin u o d e la m u erte . P a ra n o so tro s,
los viv o s así d e fin id o s, la m u e rte es n u e stro im agin ario .8 A h o ra b ien , tod as
las disyu n cion es q u e fu n d an las d ife re n te s e stru c tu ra s d e lo real (e sto n o es
en a b so lu to a b stra c to : e s igu alm en te lo q u e se p a ra al q u e en señ a d e l q u e
a p re n d e , y q u e fu n d a el sa b e r co m o p rin c ip io d e re a lid a d d e su relació n ;
y a sí su ce siv am e n te en to d as la s re la c io n e s so ciale s q u e co n ocem o s) tienen
su a rq u e tip o en la disyu n ción fu n d a m en ta l de la vida y la m u erte . E s

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p o r eso que, cu a lq u ie ra q u e sea e l cam po d e « r e a lid a d » , cada térm in o
separad o, p ara q u ien el o tro es su im a g in a rio , está o b sesio n ad o p o r éste
co m o p o r su p r o p ia m uerte.
A sí p u e s, en to d as p a rte s, lo sim b ó lico es lo q u e p on e fin a esa f a s ­
cin ación re sp e c tiv a de lo re al y lo im a g in a rio , a ese ce rco d e l fa n ta sm a que
recon stru y e el p sic o a n álisis, p ero en el q u e se en cierra al m ism o tie m p o ,
d e b id o a q u e in stau ra a su vez, m e d ian te n u m e ro sas d isy u n cio n e s (p ro ­
ce so s p rim a rio s/se c u n d a r io s, I .C .S ./ C .S ., etc.) un p rin cip io de re alid ad
p síq u ic a d e l I .C .S .; in se p ara b le de su p rin cip io d e re alid ad psicoan alí-
tica (¡e l I .C .S . co m o p rin c ip io C:e re a lid a d d el p sic o a n á lisis!); p o r lo cu al
lo sim b ó lico tien e q u e pon erle fin al p sico a n álisis tam b ién .9

8. Esta regla vale también en la esfera política. Así, los pueblos del Tercer
Mundo (los árabes, los negros, los indios) representan lo imaginario de la cultura
occidental (tanto en cuanto objeto/sostén del racismo como en cuanto soporte de
la esperanza revolucionaria). Inversamente, nosotros, el Occidente tecnológico e in­
dustrial, somos su imaginario, aquello con lo que sueñan en su separación. En esto
se funda la realidad de la dominación mundial.
9. Desde luego, lo real psicoanalítico (lacaniano) no es dado como sustancia
ni como referencial positivo: es el objeto perdido para siempre, inencontrable, y
del cual, al fin y al cabo, no hay nada que decir. Ausencia circunscrita en la
red del «orden simbólico», lo real conserva sin embargo, todo el encanto de un juego
al escondite con el significante que lo representa. Pero al plasmarlo, la instancia de
lo real se borra, aunque no completamente. Esta es toda la diferencia de una tópica
inconsciente a la utopía. La utopía pone fin a lo real, considerado como ausencia o
como carencia.
Al menos hay en Lacan algo más que el contrasentido idealista de Lévi-Strauss.
Para éste, en L'Anthropologie structurale, «la función del universo simbólico es el
resolver en el plano ideal lo que es vivido como contradictorio en el plano real».
Lo simbólico aparece aquí (lo que no está lejos de su acepción más degradada)
como una especie de función ideal de compensación, de mediación entre una rea­
lidad y una idealidad separadas. De hecho, lo simbólico es simplemente rebajado a
lo imaginario.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U ER TE 155

E t in tercam b io in elu ctab le

E l su c e so real d e la m u e rte es d el d o m in io de lo im agin ario . don­


d e e ste im a g in a rio crea u n d e so rd e n sim b ó lico , la in iciación re stitu y e e l
o r d e n sim b ó lico . L a p ro h ib ició n d e l in c e sto hace o tr o ta n to en el d o m in io
de la filiació n : al su ce so re a l, n atu ra l, « a s o c ia l» , d e la filiació n b io ló g ica ,
el g ru p o re sp o n d e p o r un sistem a d e alian za y d e in tercam b io d e la s
m u je res. L o esen cial es q u e tocio (en e ste c a s o la s m u je res, e n el o t r o ,
el n acim ien to y la m u erte ) se v u elv a d isp o n ib le p a r a el in tercam b io , es
d ecir, p a se b a jo la ju risd icció n d e l gru p o . E n e ste se n tid o , la p ro h ib ició n
d el in cesto es so lid aria y co m p lem en taria de la in iciación : en la u n a, son
lo s jó v en es in iciad o s lo s q u e circ u lan en tre lo s a d u lto s v iv o s y lo s a n ces­
tro s m u e rto s; so n d a d o s y d e v u elto s, y de este m o d o acced en al re co n o ­
cim ien to sim b ó lico . E n la o tra , son las m u je res las q u e circu lan : ella s

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ta m p o co acceden a u n v e rd a d e ro e sta tu to so cial m á s q u e u na vez d ad as
y re c ib id a s, en lu g ar d e ser g u a rd a d as p o r el p a d re o lo s h erm an o s p a r a
su u so p ro p io . « E l q u e n o d a n ad a , así sea su h)ja o su h erm an a, e stá
m u e r to » .10
L a p ro h ib ició n d e l in cesto e stá en l a b a se d e la alian za d e lo s v iv o s
en tre sí. L a in iciación e stá en la base. d e la a lian za en tre lo s v iv o s y los
m u erto s. E s t e es el h ech o fu n d am en tal q u e n o s se p a ra d e lo s p rim itiv o s:
el in tercam b io n o cesa co n la v id a . E l in tercam b io sim b ó lico n o se in te rru m ­
p e, n i en tre lo s v iv o s, n i con lo s m uertos (ni co n las p ie d ra s, ni co n lo s
an im ales). E s u n a le y a b so lu ta : ob ligació n y re cip ro cid a d so n in fra n q u e a ­
b les. N a d ie p u e d e su stra e rse a ella, re sp e cto a q u ien o a lo q u e sea, so
p en a d e m u erte . L a m u erte n o e s, p o r otra p a r te , m ás q u e e s o : se r re ti­
ra d o d el ciclo d e lo s in terca m b io s sim b ó lico s (M arcel M a u ss, en S o c ío lo g ie
et A n th ro p o lo g ie : « E f e c t o físico en el in d iv id u o d e la id ea d e m u erte
su g e rid a p o r la c o le c tiv id a d » ).11
P e ro p o d ría m o s d ecir asim ism o q u e e sto n o n o s se p a ra d e lo s p r i­
m itiv o s, y q u e lo m ism o su ce d e p a r a n o so tro s. A tra v é s de to d o el siste m a
d e la econ om ía p o lític a , la ley d e l in tercam b io sim b ó lic o n o h a ca m b ia d o
un áp ice: co n tin u am os el in terca m b io con lo s m u e rto s, in c lu so n e g a d o s y
p ro sc rito s; sim p lem en te p ag am o s con n u e stra p ro p ia m u erte co n tin u a y con

10. Inversamente, aquélla que no puede ser dada muere también, o cae en la
necesidad de venderse. La prostitución se arraiga aquí como residuo del intercam-
bio/don y forma primera del intercambio económico. Aunque el sueldo de la
prostituta sea al principio en el contexto arcaico, un «salario sacrificial», inaugura
la posibilidad de otro tipo de intercambio.
11. Cf. también Do Kamo de M. Leenhardt: «No hay ninguna idea de ani­
quilación en la muerte. El canaco no puede confundir muerte y nada. Podríamos
quizá encontrar entre ellos una idea cercana a la nada: seri, que indica la situa­
ción del hombre embrujado o maldito, abandonado por sus ascendientes, los bao,
un hombre que se está perdiendo, asocial. Ese hombre se siente inexistente y su­
fre su ruina. La nada es para él, a lo más, una negación social y no forma parte
de la idea que el canaco se hace de la muerte.»
156 JE A N BA U D RILLA R D

n uestra an g u stia d e m u erte la ru p tu ra d e los in terca m b io s sim b ó lico s


con e llo s. L o m ism o su ce d e p ro fu n d a m e n te con la n atu raleza inanim ada
y los an im ales. S ó lo u n a ab su rd a te o ría d e la lib e rtad p u e d e p re te n d e r
q u e e sta m o s en p az , la d e u d a es u n iv e rsa l e in cesan te, n o a ca b a m o s ja m á s
d e « d a r a c a m b io » p o r esta « lib e r t a d » q u e h em o s ad q u irid o . E s e en orm e
co n ten cio so , c o n stitu id o p o r tod as las o b ligacio n e s y las re cip ro cid a d e s q u e
h em os den u n ciad o, es p rec isam en te el in con scien te. N o h ay ninguna n e­
c e sid a d d e lib id o , d e deseo, d e en ergética y destin o d e los im p u lso s p a ra
d a r cu en ta d e él. E l I .C .S . es so cial en el se n tid o d e q u e e stá co n stitu id o
p o r to d o lo q u e n o se h a p o d id o in terca m b ia r so cial o sim b ó licam en te . L o
m ism o p ara la m u erte : ella se intercam b ia d e to d o s m o d o s; en e l m e jo r
d e lo s ca so s, se in tercam b iara d e a cu erd o con u n ritual social, com o en tre los
p rim itiv o s, en e l p e o r, se re sca ta ra en u n trab ajo in d iv id u a l d e d u e lo . E l
in con scien te rad ica en la d isto rsió n d e la m u erte d e u n p ro c e so sim b ó licii
(in te rcam b io , ritu a l) en un p ro ceso econ óm ico (rescate , tra b a jo , d e u d |
in d iv id u a l). D e e llo resu lta u n a d iferen cia co n sid era b le en e l go z o : n o sc s
tro s traficam o s con n uestros m u erto s con la m o n eda d e la m elan co lía, lo i
p rim itiv o s v iv e n con los su y os b a jo los a u sp icio s d e l ritu al y la fie sta . g
D

E l in co n scien te y el o rd e n p rim itiv o f

E sa re cip ro cid a d d e la v id a y la m u erte, tal co m o ellas se in te r c a m |


b ian en un cic lo social en vez de p artirse d e acu erd o con la lin ealid ad bioló®
gica o la repetición d e l fa n ta sm a , esta reab sorció n d e l v e to q u e se p ar:j
a los v iv o s y a los m u erto s y recae tan v iolen tam en te so b re los v iv o s; to d d
e so lle v a a recon sid erar la h ip ó te sis m ism a d e l in con scien te. |
« C a sa rse con su m a d re » , « m a ta r a su p a d r e » , ¿ q u é q u ie re d ecir e s o ? !
p regu n ta E . O rtig u e s en O E d ip e africain . « E l v e rb o ca sa rse n o tie n e eg
m ism o sen tid o en lo s d o s c o n te x to s, n o tien e e l m ism o co n ten ido social
y p sico ló g ico . E n cu an to a l v e rb o « m a t a r » , a p are n te m en te tan claro, ¿ e s ­
ta m o s se g u ro s de que n o re se rv a so rp r e sa s? ¿ Q u é e s un « p a d r e m u e rto »
en u n p a ís d o n d e los a n c estro s están tan cercan os a los v iv o s? . . . E s la
to ta lid a d lo q u e h a ca m b ia d o y n os o b lig a a exam in ar d e n u e v o e l se n tid o
d e cad a térm in o .
« E n una so cied ad so m etid a a la ley d e l an cestro , n o h ay n in gun a p o si­
b ilid ad p ara el in d iv id u o d e m a ta r a ese p a d re siem p re ya m u erto y siem ­
p re aún v iv o en la co stu m b re de los A ncian os . . . T o m a r so b re sí la m u erte
del p ad re o in d iv id u a liz a r la conciencia m o ral re d u cien d o la a u to rid a d p a ­
tern a a la d e u n m ortal, d e una p erson a su stitu ib le , se p a ra b le d e l altar
de lo s an cestros y d e la « c o stu m b r e » , e so se ría s a lir d e! g ru p o , h ab é rse las
con lo s fu n d am en to s d e la so cied ad trib al.
« C u a n d o h a b la m o s de la d iso lu ció n d e l co m p le jo d e E d ip o , p en sam o s
en un d ram a v iv id o in d iv id u alm e n te. ¿ P e r o q u é p a sa rá con él en u na
so cied ad trib a l d o n d e la religión d e la «fe c u n d id a d » y d e los « a n c e s t r o s *
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 157

p ro p o n e co m o b a s e e x p líc ita d e ia trad ició n co le ctiv a lo q u e p a ra n o so tro s


el jo v e n E d ip o está co n d en ad o a v iv ir en su s fa n ta sm a s p e r s o n a le s? »
A sí p u e s, l a «fu n c ió n sim b ó lic a » en la s so cie d ad e s p rim itiv a s n o se
articu la en la le y d el P a d r e y el p rin cip io d e re a lid a d p síq u ic a in d iv id u al,
sin o d e u n a vez, en u n p rin cip io co le ctiv o , en e l m o v im ie n to co le ctiv o d e
lo s in terca m b io s. E n la in iciación , h e m o s v is t o c ó m o se d iso lv ía n , m e ­
d ia n te u n p ro c e so so c ia l, la s fig u ra s b io ló g ic a s d e la filia ció n , p a r a d a r
lu g a r a lo s p arie n tes in iciá tico s; fig u ra s sim b ó lica s q u e rem iten al so ciu s,
e s d e cir, a to d o s lo s p a d re s y a to d as la s m ad res d e l clan . L a in stan cia d e l
P a d re n o ap arece, e stá d isu e lta en la co le c tiv id a d d e lo s h erm an os riv a les
(in icia d o s). « L a a g re siv id a d se d e sp laz a rá en lín ea h o riz o n tal, en riv a lid a d en ­
tre lo s h e rm an o s, m ás qu e co m p en sad a p o r u n a gran so lid a r id a d » (O r ti­
g u es) (¿ p o r q u é se « d e s p la z a r á » ? ¿ C o m o si d e b ie ra «n o rm a lm e n te » d i­
rig irse a l P a d r e ? ). A l p rin c ip io e d íp ic o , q u e co rre sp o n d e a l a sp e c to n egativ o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e l v e to d e l in cesto (p roh ib ición d e la m ad re im p u e sta p o r el p ad re) se
opon e, en e l sen tido p o sitiv o , un p rin cip io de in tercam b io d e las h e rm an as
p o r p a rte de lo s h e rm a n o s; es la h e rm an a, no la m ad re, q u ien e stá en el
cen tro d e l d isp o sitiv o , y es al n iv e l de lo s h e rm an o s y h erm an as q u e se
organ iza to d o e l ju e g o so c ia l d e lo s in terca m b io s. P o r lo ta n to , n o h ay
triá n g u lo ed íp ico d e so cializ a d o , n o h ay estru c tu ra fa m ilia r c e rra d a, sa n ­
c io n a d a p o r la p ro h ib ició n y la P a la b ra d o m in a n te d e l P a d re , sin o u n p r in ­
c ip io de in tercam b io en tre p are s, so b re la b a se d e l d e s a fío y de la re cip ro ­
c id a d ; p rin cip io autón om o d e organ izació n so cial. « L a aparición d e l co n ­
c e p to d e do n tien e lu g ar en el sen o d e u na m ism a clase d e e d a d en u n a
a tm ó sfe ra d e ig u a ld a d . E l sa c rificio a l q u e el n iñ o co n sien te en el p a r­
v u lario en fa v o r d e o tro n iñ o n o es d e l m ism o o rd e n q u e la se p aració n de
la m a d re .»
T o d o h ab la a q u í d e u n p rin cip io so c ia l d e l in tercam b io o p u e sto a u n
p rin cip io p síq u ico d e la p ro h ib ició n . T o d o h ab la d e u n p ro ce so sim b ó lico
o p u e sto a u n p ro ce so in con scien te. L o q u e n o su rg e p o t n in gún lad o en el
ord en p rim itiv o , p o rq u e to d o allí está v e n tila d o y re su elto so cialm en te, es
la trin id a d b io ló g ic a d e la fa m ilia , su p e rd e te rm in a d a p síq u icam e n te , re ­
p e tid a en lo p síq u ic o p o r e l n u d o d e lo s fa n ta sm a s, y to d o e llo co ro n ad o
p o r ese cu arto térm in o p u ram en te « s im b ó lic o » : e l fa lo ; «rig u ro sa m e n te
n ecesario p ara in tro d u cir la relació n al n iv e l d e la p ala b ra , y p ara h acer
de ello u n a ley de reco n o cim ien to re cíp roco en tre lo s su je to s» . E s ahí,
e fe c tiv a m e n te , d o n d e se in sc rib e p a ra n o so tro s (al m en o s en la te o ría psi-
co an a lític a ) el N o m b r e d e l P a d re , sig n ific a n te d e la L o y , la ú n ica q u e
in tro d u ce al in tercam b io . E l fa m o s o tru c o d e la P a la b r a d e l P a d r e q u e p r o ­
te g e con tra la fu sió n m o rta l y la ab so rció n m e d ia n te el d e se o d e la m ad re.
F u e ra d e l fa lo n o h ay sa lv a c ió n . N e c e sid a d d e e sta L e y , y d e u n a in stan cia
sim b ó lic a q u e cierre e l p a so al su je to , g ra c ia s a la cu al se o p e ra e l re ­
ch azo p rim a rio , q u e está en la b a se d e la fo rm a ció n d e l in con scien te, y q u e
p o r eso m ism o p erm ite q u e e l su je to acceda a su p ro p io d e se o . Sin esta
in stan cia q u e orden a lo s in terca m b io s, sin e sta m ediación d e l fa lo , e l su je to ,
158 JE A N BA U D RILLA R D

in cap az d e re p re sió n , n o accede n i siq u ie ra a lo sim b ólico y se h u nd e en


la p sic o sis.
H e a q u í p o iq u é se h a d ic h o q u e las so cied ad es p rim itiv a s eran so cie­
d ad es « p s ic ó t ic a s » ; p o rq u e , en efecto, ella s no conocen la o p eració n de
e sta L e y , ni la estru c tu ra de re p re sió n y d e in con scien te qu e se d e sp re n d e
d e ella. P o r su p u e sto , esto no es m ás q u e n u e stra m anera feroz d e rem ; -
tirio s a su d u lce lo cu ra (la p ru e b a es q u e ya com ien za en el O cc id en te psi-
co an alítico a in tu irse q u e la p sic o sis p o d ría m u y b ien en cerrar un sen tid o
m ás ra d ic al, u n sim b o lism o m ás rad ic al q u e el q u e h em os e n trev isto h asta
a h o ra b a jo el sig n o d e l p sico a n álisis). S í, e sa s so cied ad es tien en acc eso a lo
sim b ó lico .12 N o tien en acceso a e llo m ed ian te la in tercesión de una Lev-
in m u tab le, cuya fig u ra traza el orden so cial, e l d el P ad re, d e l J e f e , d e l

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
S ign ifican te y d e l P o d er. L o sim b ó lico no es a llí una in stan cia, d e m o d o
tai q u e el acceso a ella se a re gid o p o r la m e d iación de un F alo , d e una
fig u ra m ay ú scu la en la q u e se en carn arían to d as la s fig u ra s m eto n ím icas
d e la L e y . L o sim b ó lico es el ciclo m ism o de io s in tercam b io s, el ciclo d el
d a r y d el d e v o lv e r, un o rd e n q u e n ace d e la p ro p ia re v e rsib ilid a d , y q u e
escap a a la d o b le ju risd ic ció n d e una in stan cia p síq u ica rep rim id a y de una
instancia so cial trasc en d e n te.13
C u a n d o io s p a d re s se in tercam b ian , es d e cir, cu an d o so n d a d o s y r e ­
cib id o s y tra n sm itid o s d e u na gen eración a o tra d e in iciad o s b a jo la fo rm a
d e an cestro s ya m u erto s y siem p re v iv o s (el p a d re b io ló gico es in in tercam ­
b ia b le , n o se p u e d e sin o to m a r su lu g a r, y su fig u ra sim b ó lica , su p a la ­
b ra , es in m u tab le, ta m p o co se in terca m b ia , es u n a p a la b ra sin re sp u e sta );
cu an d o l a m ad re es d a d a p o r io s p a d re s (es la tie rra de io s a n c e stro s, cad a
vez v u eita a poner. en ju e g o en ia in iciació n ), y re c ib id a y tran sm itid a
(es tam bién ia ien gu a d e ia tribu, ia iengua secreta a ia cu ai accede ei
in icia d o ), en to n ces to d as ias c o sa s, ei p a d re , ia m adre, ia p a ia b ra , pierden
su carác te r d e in sta n cia s fa ta ie s in d e sc ifra b ie s, o inciuso de p o sicio n e s en
u na estru c tu ra g o b e rn a d a p o r ia p ro h ib ició n ; así co m o ia m u erte y e i n a­
cim ie n to p ierd en su e sta tu to d e su c e so fa ta i, su e sta tu to de n e c e sid a d y d e
iey en ei h ip e rsu c e so sim b ó iic o d e ia iniciación .
S i p o d e m o s h a b ia r d e so c ie d a d sin rep resió n n i in con scien te, no es
sin em b a rg o p a r a re d e scu b rir u n a inocen cia m iiag ro sa en ia q u e io s fiu jo s
d ei « d e s e o » errarían iib re m e n te en ia q u e lo s «p ro c e so s p rim a rio s» se
actu aiizarían sin p ro h ib ició n ; un orden d e io an ti-rep resiv o , id e aiism o d e i
d e se o y d e ia iib id o d e ese q u e o b se d e ia s im agin acio n es fre u d o-reich ian as,
fre u d o -m arx istas e in c lu so esq u izo -n ó m ad as. E s e fa n ta sm a d e u n d e se o

12. Por lo cual son mucho menos psicóticas que las nuestras, las socieda­
des modernas, a las que hemos reservado amablemente el calificativo de «neuró­
ticas», y que están empezando a volverse «psicóticas» según nuestra propia definí-
ción, es decir, empezando a perder totalmente el acceso a lo simbólico.
13. Porque lo «social» mismo no existe en las «sociedades primitivas». El
término de «primitivo» está hoy día eliminado, pero habría que eliminar el tér­
mino igualmente ctnocéntrico de «sociedad».
EL IN TE R C A M BIO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 159

y d e u n in con scien te n atu ra liz a d o (o m a q u in izad o ) p ara e sta r « lib e r a d o » :


fa n ta sm a d e u n a « lib e r t a d » q u e hoy s e h a tra n sfe rid o d e la s e sfe ra s d e l
p en sa m ien to ra c io n a l a las d e lo irra cio n a l, lo v irgen , lo « p r im a r io » , d el in ­
co n scien te , sin dejar p o r eso d e se r u n a p ro b le m ática b u rg u esa (e sp ecia l­
m en te la p ro b le m ática cartesian a y k an tian a d e la n ecesid ad y d e la li­
b e rta d ).
V o lv e r a cu estio n ar l a teo ría d e l in con scien te e s v o lv e r a cu estio n ar
tam b ién la d e l D eseo , p u e sto q u e n o se trata de o tra cosa, a l n ivel de tod a
una civ ilización , q u e del fa n ta sm a n eg a tiv o d e u n ord en de lo racion al.
E l D e s e o fo rm a p a r te de n u e stro rein o d e lo p ro h ib id o , su m a te ria lid a d
so ñ a d a fo rm a p a r te de n u e stro im a g in a rio . Sea d ia le c tiz a d o con la p ro h ib i­
ción , c o m o en el E d ip o y el p sic o a n á lisis, sea e x a lta d o en su p ro d u c tiv id a d
b ru ta, co m o en el A n ti-E d ip o , es sie m p re la p ro m e sa d e una n a tu ra lid a d sa l­
v a je , e l fa n ta sm a d e u n a en erg ía im p u lsiv a o b je tiv a , lib e ra d o ra y a lib e ra r;

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
fu erza d e d e se o h e red era, en e l cam p o cam b ian te d e la s re v o lu cio n e s, de la
v ie ja fu e rza d e tr a b a jo . C o m o &e sa b e , lo q u e es p ro d u c to de la fu e rza
es siem p re p ro d u c to del rech azo, p ro d u c t o d e una realidad siem p re del
ord en d e lo im agin ario. H a b r á q u e escrib ir el E s p e jo d el D eseo , com o
se h a e sc rito el E s p e jo de la P ro d u cció n .
U n ejem p lo : e l c a n ib a lism o p rim itiv o . M ás allá d e lo alim en ticio, el
p ro b le m a es el d el « im p u lso o ral» de d e v o ra r, so b re e! cu a l p esa ría p ara
n o so tro s u na p ro h ib ición fu n d a m e n ta l, qu izá . in c lu so la m ás fu n d am en tal,
m ien tras q u e algu n o s p rim itiv o s la tran sgre d irían in gen u am en te y realiza­
rían su « d e s e o » sin o tra fo rm a d e p ro ceso . P o stu la d o : to d o h om b re tiene
ga n as d e d e v o ra r a su se m e ja n te , y cu an d o un eq uip o d e ru gb y cató lico o b ra
en e sa fo rm a , d e b id o a las circ u n stan c ias, en la C o rd ille ra d e lo s A n d es,
a raíz d e u n accid en te de av ió n , to d o el m u n d o se m a ra v illa de e se re su r­
gim ien to d iv in o y u n a n atu ralez a q u e se creía en terra d a . E l m ism o P a p a
la b e n d ijo y d isc u lp ó , n o p a r a p ro p a g a r su eje m p lo ; p e r o a p e sa r d e to d o :
no e s u n crim en a b so lu to ( ¿ y p o r q u é ? ) sin o p o r re fere n c ia a u n a n atu ra ­
leza en la cu al lo sa g r a d o (in con scien te y p sic o a n alític o ), en la cu al lo sa ­
g r a d o lib id in a l co m p ite h oy v icto rio sa m en te con lo sa g ra d o d iv in o y re ­
lig io so . L o s c a n íb a le s n o p reten d e n v iv ir en e sta d o n atu ral, o segú n su
d eseo , p reten d e n sim p lem e n te , m e d ia n te su c a n ib a lism o , v iv ir en so cied ad .
E l caso m ás in teresan te es c u a n d o se com en su s p rop ios m u erto s. N o es
ni p o r n ece sid ad v ita l ni p o rq u e n o le s im p o rta n y a p a ra n ad a , to d o lo
co n tra rio ; es a fin de re n d irle s h o m en aje y de e v ita r de ese m o d o qu e
aban d o n ad o s a l o rd en b io ló gico d e la p u tre fa c ció n , escap en al orden
so cial y se vu elvan co n tra el g ru p o p ara p e rse g u irlo . E s e d e v o ra rlo s es
u n acto so cial, u n acto sim b ó lico , q u e tien d e a m an ten er u n a tram a d e
vín cu los c o n el m u erto , o co n ei en em igo q u e se d e v o ra ; de to d o s m o d o s,
c o m o se sa b e , a q u é l a q u ie n se co m e es siem p re un se r v a lio so , n o se co m e
a cu a lq u ie ra , y es sie m p r e u n a se ñ a l de re sp e to el co m é rse lo , se v u e lv e
sa grad o p o r eso m ism o. N o s o tr o s d e sp re ciam o s lo q u e co m em o s, n o p o d e ­
m os co m er sin o lo q u e d e sp re cia m o s, es decir, lo m u e rto , lo in an im ad o,
160 JE A N BA U D R ILLA R D

an im al o v e g e ta l destin ad o a la asim ilació n b io ló g ic a ; y es p o r esto qu e


co n sid eram os d e sp re cia b le la a n tro p o fa g ia , en la p e rsp e c tiv a d e n u e stro
p r o p io d e sp re c io p o r lo q u e co m em o s, p o r e l acto d e co m er y fin alm en te
p o r n u e stro cu erp o . E l acto d e d e v o ra r p rim itiv o no co n o c e el a ctiv o y el
p a siv o , esa se p aració n a b stra c ta d e l q u e com e y d e l q u e es co m id o . E n tr e
lo s d o s e x iste u n m o d o d u al de h o n or y de recip ro cid ad , es q u izá incluso
u n d e sa fío y u n d u elo sen cillam en te, q u e e l co m id o p u e d e ev en tu alm en te
g a n ar (cf. to d o el ritu a l de p ro p ic ia c ió n p a ra con el a lim en to ), en to d o c a so
n o es nun ca u n a op eració n m ecán ica d e ab so rció n .14 N i siq u iera u n a a b ­
so rción d e «fu e rz a s v ita le s » , com o lo p reten d e co m ún m en te la etn ología
sigu ien d o a lo s a u tó c to n o s y p asa n d o sim p lem en te de u n fu n cio n alism o ali­
m en ticio a un fu n cio n a lism o m ágico (lo s p sic o a n alista s se con form an con

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
el fu n cio n a lism o p síq u ic o d el im p u lso ). A sí com o no es un acto de su b sis­
ten cia, el acto de d e v o r a r ta m p o c o es tran su b sta n cia ció n d e m an á en b e ­
n eficio d e l co m ed o r; es u n acto so cial, u n p ro ce so sacrificial en el q u e to d o
el m e tab o lism o d e l g ru p o está en ju e g o . N i realización de d e se o n i a sim i­
lación de lo q u e sea, e s, al co n tra rio , u n acto de g a sto ,d e con sum o y de
tran sm u tació n d e la carne en reíación sim b ó lica , tran sm u tació n del cu erpo
m u erto en in tercam b io so cial. L o m ism o se v u elv e a en co n trar en !a E u c a ­
ristía, p ero en fo rm a de un sac ram en to a b stra c to , y en la eq u iv alen cia
gen eral d el p an y d e l vin o, la p arte m a ld ita q u e se co n su m e a q u í está ya
en orm em en te su b lim ad a y ev an gelizad a.
M atar tam p o co tiene e l m ism o sen tid o q u e p ara n o so tro s. E l a se sin ato
ritu a l d e l re y no tiene n ad a q u e ver con el ase sin a to «p sic o a n a lític o » del
p ad re . D etrá s d e la o b lig a ció n d e ex p iar m ed ian te la m u erte e l p riv ile g io
q u e d eten ta el rey, su asesin ato a sp ira igu alm en te a m an ten er en el flu jo
de los in tercam b io s, en la fluidez de la re cip ro cid a d d e l gru p o , lo qu e
co rría el p e lig ro de am o n to n arse y d e fija rse en la p erso n a d e l rey (e sta tu s,
riq u ez a s, m u je res, p o d e r). Su m u erte p rev ie n e e ste accid en te. E s t a es la
esen cia y la fu n ció n d e l sa c rificio : v o la tiliz a r lo qu e corre el rie sg o d e
c a e r fu e ra d e l co n tro l sim b ó lico d e l g ru p o y d e p e sa r so b re él c o n to d o
el p eso de lo m u erto . E s n ece sario , p o r lo ta n to , m a ta r al rey (de vez en
cu a n d o ), y con él, la ley y la especie d e fa lo q u e com ien za a re g ir la vida
so cial. N o e s, p o r lo ta n to , d e l fo n d o d e l in con scien te y d e la fig u ra del
p ad re de d o n d e p ro v ien e el a se sin a to d e l rey, es, al co n tra rio , n u e stro
in con scien te y su s p e rip e cias lo s q u e re su ltan de la p é rd id a de lo s m e­
can ism os sa c rificia les. N o so tro s no co n ce b im o s el a se sin a to m ás q u e en
cu an to econ om ía ce rra d a, com o a se sin a to fan tasm ad o d el p ad re, es decir,
co m o sa ld o de la rep resió n y d e la ley , co m o realización d e d eseo y co m o
a rre g lo de cu en ta s. L a a p u esta es fá lic a , y en tra en ju e g o , so b re la b ase
d e la re p re sió n , co n la m u erte del p ad re, la p erip ecia fá lic a de la tom a d e
p od er. E s t o es una re escritu ra co m p le tam en te sim p lifica d a d e la m u erte

14. Cf. la escena de canibalismo en Jean de Lhéry (Los indios del Renaci­
miento).
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 161

y d e l ase sin a to co m o a gre sió n re p rim id a , co m o v io len cia eq u iv a len te a la


vio len cia d e l rech azo. E n e l ord en p rim itiv o , e l a se sin a to n o e s n i v io le n ­
cia n i un actin g-ou t d e l in co n scien te , n o hay, p o r co n sigu ien te, p a r a
lo s q u e m a ta n a l re y n in g ú n b en eficio d e p o d e r n i a u m e n to de c u lp a b ilid ad ,
com o en e l m ito fre u d ia n o . E l m ism o re y n o la su fre : él d a su m u erte , d e­
v u e lv e su m u erte en in te rca m b io , y ella está sellad a p o r la fie sta , m ien tra s
q u e e l ase sin a to fa n ta sm a d o d e l p a d re e s v iv id o en la cu lp a b ilid a d y en la
an g u stia.
A s í p u e s, n i m a ta r n i co m er tienen el m ism o se n tid o q u e p a r a n o so tr o s:
no so n co n secu en cia d e u n im p u iso a se sin o , d e u n sa d ism o o r a l o d e u n a
e stru c tu ra de re p re sió n q u e e s la q u e le s h a co n ferid o e l se n tid o q u e
tie n e n p a r a n o so tro s hoy. S o n a c to s so ciale s q u e se d e riv a n d e l d isp o sitiv o
de la o b ligació n sim b ó lica . E n tre o tra s c o sa s, no tien en n u n ca e se se n tid o
u n ilate ra l en el q u e se e x p re sa to d a la agresió n q u e está en la base de n u e s­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
tra c u ltu ra : m a ta r, co m er; yo m a to , y o co m o ; tú e re s m u e rto , tú eres
co m id o ; to d o el in con scien te y su s fa n ta sm a s (y su te o r ía p sico a n alítica )
p resu p o n en la acep tación d e e sta d isy u n ció n , la re p re sió n de la a m b iv a ­
len cia, cu ya re stitu ció n b ajo la fo rm a q u e sea, en el p ro c e so sim b ó lico ,
p on e fin a la ju risd icció n d e l in con scien te.
M A T A R , P O S E E R , D E V O R A R ; to d o n u e stro in con scien te in d iv id u a l
se o rgan iza en to rn o a esto s tre s térm in o s y a lo s fan tasm as q u e lo s ce r­
can, b ajo e l sig n o d e la re p re sió n .
D A R , D E V O L V E R , I N T E R C A M B I A R ; to d o se ju e g a en tre lo s p r i­
m itiv o s en el in tercam b io co le ctiv o m a n ifie sto en to rn o a e sto s tre s té r­
m in o s, en el ritu a l y lo s m ito s q u e lo s so stien en .
C a d a u n o d e lo s « v e r b o s » d e l in con scien te su p o n e u n co rte , una r u p ­
tu ra, la b a rra q u e v o lv e m o s a en co n trar en to d a s p arte s en el p sic o a n á lisis
y la cu lp a b ilid ad q u e d e se n c ad en a, el ju ego y la re p e tició n d e la p ro h ib i­
ción. L o s « v e r b o s » d e lo sim b ó lico su p on en , al c o n tra rio , u n a re v e rsib ilid a d ,
u na tran sició n cíclica in d efin id a .
P e ro so b re t o d o , la d iferen cia ra d ic al e strib a en la au to n o m izació n d e
una e sfe ra p síq u ic a : a lg o se ju e g a co le ctiv am en te en las so cied ad es p rim i­
tiv a s, y su rechazo es lo q u e d a acceso p a ra n o so tro s a la in stan cia d e lo
p síq u ic o y d el in co n scien te. T o d o se p a ra , p o r lo ta n to , a l ritu a l d e l fa n ­
tasm a, al m ito d e l in con scien te. T o d a s las a n a lo g ía s con las q u e ju eg a n
alegrem en te la a n tro p o lo g ía y el p sic o a n á lisis, son u n a m istificació n p r o ­
fun da.
L a d isto rsió n a q u e so m e te el p sic o a n á lisis a la s so cied ad es p rim itiv a s
es d e l m ism o o rd en , p ero en se n tid o in v e rso , a la q u e la s so m ete e l an álisis
m a r x is te
I. P a r a lo s a n tro p o m a rx ista s, la in stan cia d e lo econ óm ico e stá p re ­
sente y es determ in an te tam b ién en este tip o d e so cied ad es, sim p lem en ­
te está esco n d id a, laten te, m ien tras q u e en tre n o so tro s se m a n ifie sta ; p ero
e sta d ife re n cia se co n sid era secu n d a ria , e l an á lisis n o se detiene en e lla y
p asa sin n in gu n a d ific u lta d a su d iscu rso m a te ria lista .
162 JE A N BA U D RILLA R D

II. P a ra los a n tro p o p sic o an a listas, la in stan cia d e l in co n scien te está


p re se n te y es d e term in a n te tam bién en ese tip o d e so cied ad , sim p lem e n te
es m a n ife sta d a , ex te rio rizad a, m ien tras q u e e n tre n o so tro s es laten te, re­
p rim id a ; pero e sta diferen cia no a fecta lo esen cial, y el an á lisis con tin ú a
im p e rtu rb a b le su d isc u rso en térm in o s d e in con scien te
D e a m b o s la d o s, es el m ism o d e sco n o cim ien to d e esta d iferen cia ín ­
fim a en ap arie n cia: d a d a u n a m ism a e stru c tu ra , econ om ía o in con scien te,
s e p a sa d e las fo rm a c io n e s p rim itiv a s a las n u e stra s, b ien d e lo m a n ifie sto a
lo esco n d id o , b ien a la in v e rsa. S ó lo n uestra m etafísica p u e d e d e sc u id a r
e se d e ta lle , en la ilu sió n d e q u e el co n ten id o sig u e sien d o e l m ism o . P e ro
es rad icalm e n te fa lso : cu an d o le' econ óm ico «Se esco n d e d e t r á s » d e o tra s
e stru c tu ra s, d e ja sim p le m e n te d e e x istir; n o d a cu en ta d e nada, n o es n ad a.
A la in v e rsa , c u a n d o e l in con scien te se « m a n ifie s t a » , cu an d o s e v u elv e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
u n a e stru c tu ra m an ifiesta y a rticu la d a, ya no es en a b so lu to in con scien ­
te; u na estru c tu ra p síq u ica y un p ro c e so b a sa d o en la rep resió n n o tienen
se n tid o en esa otra co n figu ració n , ritual v no p síq u ica , d e u n a resolu ción
ab ie rta d e lo s sig n o s. T o d o cam b ia cu an d o se p a sa d e lo laten te a lo m a­
n ifie sto , d e lo m an ifiesto a lo la te n te .^ E s p o r eso q u e, en co n tra del
desco n o cim ien to m a rx ista y p sico a n alítico , h ay q u e retom ar to d o a p a rtir
d e ese d e sp laz am ie n to .
N o s p ercatarem o s d e q u e la im p o sib ilid a d d e d e term in ar, d e esp e cificar
lo econ óm ico, e s ju sta m e n te lo sim b ó lico . Y q u e la p o sib ilid a d d e m an i­
fe star a b ie rta m e n te a lg o q u e se ría el in co n scien te , p e ro q u e deja p o r eso
m ism o d e se rlo , es tam b ién lo sim b ó lico .

E l d o b le y el d e sd o b la m ien to

L a fig u ra d e l d o b le , estrech am en te lig ad a a la d e la m u erte y la m a­


gia, p lan tea p o r sí so la to d o s los p ro b le m as d e la in terp re tació n p sico ló ­
gica o p sico an alítica.
So m b ra , e sp e c tro , re fle jo , im agen , e sp íritu m aterial casi v isib le aún ,
e l d o b le p rim itiv o es co n sid era d o g en eralm en te c o m o la p refig u ra ció n b u r­
da d el alm a y d e la conciencia, d e acu erd o con un p ro c e so d e sublim ación
crecien te y d e «h o m ín iz ac ió n » e sp iritu a l a lo T e ilh a rd d e C h a rd in ■ hacia
e l a p o g e o d e l D io s ú n ico y d e u na m o ra l u n iversal. A h o ra b ien , el D io s
único tiene que ver en to d o con la fo rm a d e un p o d e r p o lític o u n ific ad o , y
p ara n ad a con lo s d ioses p rim itiv o s. Ig u a lm e n te , el alm a y la conciencia
tienen q u e ver en tod o con un p rin cip io d e u n ificació n d e l su je to , y p ara '
nada con el d o b le .p rim itivo. P o r e l co n tra rio , el ad v en im ien to histórico
d e l « a lm a » es lo qu e p on d rá fin a l in tercam b io a b u n d an te con los espíritu s.
v lo s d o b le s, su sc ita n d o p o r reacción la aparición d e o tra fig u ra d e l dob le,
la q u e cam in a d iab ó licam en te en tre lín eas d e la razón o ccid en tal, p ero que, 15

15. Sobre este punto, d. René Girard: La violence et le sacre, pp. 166-169.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 163

d e n u evo, tien e q u e ver en to d o con la fig u ra occid en tal d e la en ajen ación ,


y p a ra n ad a con e l d o b le p rim itiv o . L a in terp e n e tració n d e lo s d o s b a jo
el sig n o d e la p sico lo g ía (conscien te o in co n scien te) no e s sin o una re e s­
critu ra a b u siv a .
N o e x iste en tre el p rim itiv o y su d o b le u n a re lac ió n d e e sp e jo o de
ab stracció n c o m o e n tre e l s u je to y su p rin cip io e sp iritu a l, e l a lm a , o e n tre
el su je to y su p rin cip io m o ral y p sico ló g ico , la co n cien cia. E n n in gun a p a r te
a flo r a e sta ra z ó n in d iv isa , e sta relación d e eq u iv alen cia id e a l q u e estru c tu ra
p a ra n o so tr o s a l su je to , h a sta en su d e sd o b la m ie n to . E l d o b le n o e s ta m ­
p o co ese e c to p la sm a fa n tá stic o , e sa re su rge n cia arcaica v en id a d e la s pro­
fu n d id a d e s d e l in con scien te y d e la cu lp a b ilid a d (v o lv e re m o s so b re ello ). E l
d o b le , com o el m u erto (e l m u e rto e s e l d o b le d e l vivo, el d o b le e s Ja
fig u ra v iv ien te y fa m ilia r d e la m u erte ) es un com pañ ero con el cu al el p ri­
m itiv o tien e u n a relació n p e rso n a l y con creta, u n a relación a m b iv a len te ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
fe liz o d e sg ra c ia d a segú n el c a so , un cierto tip o d e in te rc a m b io v isib le
(p a lab ra, g e stu a l y ritu al) con una p arte in v isib le d e sí m ism o , sin q u e se
p u e d a h a b la r d e en ajen ación . P o rq u e el su je to n o está en a je n a d o — co m o
n o so tr o s lo e s ta m o s— m á s q u e c u a n d o in terio riza u n a in sta n c ia a b stra c ta ,
v en id a d e l o tro -m u n d o, co m o d iría N ietz sc h e, p sico ló g ica (el y o y e l id e al
d el y o ), re lig io sa (D io s y el a lm a ), m o ra l (la conciencia y la ley); in s­
tan cia irreco n ciliab le a la cu al e stá su b o rd in a d o to d o el re sto . A sí, h istó ­
ricam en te, la en ajen ación co m ien za co n la in terio rización d e l M a e stro p o r
p arte d e l esclav o e m a n c ip a d o : n e hay alienación m ien tras d u ra la relació n
d u al d el m a e stro y d e l e sclav o .
E l p rim itiv o tie n e u na relación d u a l, y n o e n a je n a d a , con su d o b le .
P u ed e re a lm e n te , lo q u e n o s e stá p ro h ib id o p a r a sie m p re , ten er tra to co n
su so m b r a (la so m b ra re a l, sin m e tá fo ra ) c o m o con a lg o o rigin al, v iv o ,
p a r a h a b la rle , p ro te g e rla , d isp o n e rla fa v o ra b le m e n te , so m b ra tu te la r u h o s­
til; ju sta m e n te n o un r e f le jo d e l « o r ig in a l» d e l cu erp o , sin o so m b ra con
p leno d e re ch o , y p o r lo m ism o n o u na p a rte « e n a je n a d a » d e l su je to , sin o
u n a d e las fig u r a s d e l in tercam b io . E s , p o r o tra p a rte , lo q u e recu peran los
p o e ta s en la in terp elación d e su p ro p io c u e rp o , o d e la s p a la b r a s d el le n ­
gu aje. H a b la r a su c u e lp o , y h a b la r al len g u aje con el m o d o d u al, m ás a llá
d e l a c tiv o y d e l p a siv o (el c u e rp o m e h a b la , el le n g u a je m e h a b la ), autono-
m iz a r cad a fra g m e n to de cu erp o , cada fra g m e n to d e len gu a co m o un se r
v iv o , capaz d e re sp u e sta y d e in terca m b io ; es e l fin d e la se p aració n y del
d e sd o b la m ie n to , q u e n o es sin o la eq u iv alen cia su m isa d e cad a p arte
d e l cu erp o con e l p rin cip io d e l su je to , la eq u iv a len cia su m isa de cad a fr a g ­
m ento d e len gu aje con el có d ig o de la len gu a.
E l e sta tu to d el d o b le en la so cied ad p rim itiv a (y d e lo s e sp íritu s y
de lo s d io se s, p o rq u e ésto s so n tam b ién o tro s se re s re a le s, v iv o s y d ife ­
re n tes, y no u na esen cia id e aliz a d a ), es p u e s, lo in v e rso d e n u e stra a lie­
n ació n : el sei- se d e sm u ltip lic a en él en in n u m erab les o tro s, tan v iv o s com o
él, m ien tras q u e el su je to u n ific ad o , in d iv id u a d o , n o p u e d e sin o e n fre n ­
tarse a s í m ism o en la alien ación y en la m u erte .
164 JE A N BA U D RILLA R D

C o n la in terio rizació n d e l alm a y d e la conciencia (d el p rin cip io d e


id e n tid a d y de equ ivalen cia a sí m ism o ) e l su je to su fre un v e rd ad ero en ­
cierro , p are c id o a l d e lo s lo co s q u e d e sc rib e F o u c a u lt d e l sig lo x v i i . E s
en ton ces cu an d o se p ie rd e e l p en sam ien to p rim itiv o d e l d o b le co m o p e n ­
sa m ie n to de la c o n tin u id a d y d e l in te rca m b io , y q u e su rge la o b se sió n
d e l d o b le c o m o d isco n tin u id a d d e l su je to en la lo c u ra y en la m u erte .
« Q u ie n ve a su d o b le ve su m u e r te .» D o b le v a m p iro , d o b le v e n g a d o r,
alm a irre co n ciliad a, e l d o b le se co n v ierte en la m u erte p re fig u r a d a d e l s u ­
je to , q u e le h ab ita en e l co razó n m ism o d e su vida. E s el D o b le d e D os-
to y e v sk i, o P e te r S ch lem ih l, e l h o m b re q u e p e rd ió su so m b ra ; siem p re
se h a in te rp re ta d o esta so m b ra co m o m e tá fo ra d e l alm a, d e la conciencia,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e la tie rra n atal, e tc ., in cu rab le id e a lism o : e l re la to es m u ch o m ás e x tr a o r ­
d in a rio si es to m a d o sin m e táfo ra . T o d o s h em os p e rd id o n u estra so m b ra
r e # ! la q u e n os hace el sol, p o rq u e ella n o e x iste p a ra n o so tro s, n o le
h ab lam o s, y con ella, es n u e stro cu erp o el q u e n os h a a b a n d o n ad o ; p e rd e r
su so m b ra es ya o lv id a r su cu erp o . In v e rsa m e n te , cu a n d o la so m b ra crece
y se v u elv e u n p o d e r au tó n o m o , al igual q u e la im agen d e l e s p e jo en e l
E stu d ia n te d e P r a g a , es e fe cto d e l D ia b lo y d e la d em en cia, es p a r a d e ­
v o ra r a l su jeto q u e la h a p erd id o , es la so m b ra ase sin a , im agen d e to d o s
lo s m u erto s rech azad o s y o lv id a d o s y q u ie n e s, es m u y n orm al, n o aceptan
nunca n o ser n ad a p a ra lo s v iv o s.
T o d a n u estra cu ltu ra e stá p la g a d a d e esta o b se sió n d e l d o b le se p a ra d o ,
h a sta en la fo rm a m ás su til q u e le d a F r e u d en D a s U n h eim lich e ( « L a
In q u ie ta n te E x tr a ñ e z a » , o « L a In q u ie ta n te F a m ilia r id a d » ), en la an g u stia
q u e b r o ta d e la s c o sa s m ás fa m ilia re s, d o n d e su rg e con m a y o r in ten sid ad
p o r ser en la fo rm a m ás sim p le, el v é rtig o d e la se p aració n . L le g a un m o ­
m e n to e fe ctiv a m en te, en q u e las co sa s m á s p ró x im a s, q u e son co m o n u e stro
p ro p io cu erp o , y ese m ism o cu erp o , n u e stra v o z, n u e stra im ag en , caen
en la se p a ra c ió n , a m e d id a qu e in terio riz am o s ese p rin cip io d e su b je tiv id a d
id e al q u e es el alm a (o to d a o tra in stan cia o ab stra c ció n e q u iv a le n te ). E s
e lla la q u e m a ta esa p ro life ració n de lo s d o b le s y d e lo s e sp íritu s, es e lla
la q u e lo s rem ite a los co rre d o re s esp e c tra le s, la rv a rio s, d e l fo lk lo re in con s­
ciente, co m o lo s d io se s an tigu os tra n sfo rm ad o s en d e m o n io s p o r el c ristia ­
nism o; verteu felt.
Y es ella tam b ién la que, m ed ian te u n a ú ltim a m en tira d e la esp iritu a ­
lid a d , lo s p sico lo giza. L a ú ltim a fo rm a , en efe cto , de la V erte u fe lu n g , de
la co rru pción d e m o n íaca y d e la liq u id a c ió n del d o b le p rim itiv o , es la
in terp re tació n en térm in o s de p siq u ism o arcaico . P ro y ec ció n de la c u lp a ­
b ilid a d a so ciad a al asesin ato fa n ta sm á tic o d e l o tro (d el p arie n te cercano)
segú n la m agia d e las to d o p o d e ro sa s id e as (A llm a c h t d e r G e d a n k e n ), re­
su rgim ien to de lo rech azad o , etc., F re u d : « E l an álisis d e los d iv e rso s
ca so s d e in q u ieta n te e x trañ e z a n os ha h e ch o v o lv e r a la an tigu a concepción
d el m u n d o , al an im ism o , concepción caracterizad a p o r e l p o b lam ie n to d e l
m u n d o con lo s e sp íritu s hu m an os p or la so b ree stim a ció n n arcisista de n ues­
tro s p ro p io s p ro c e so s p síq u ico s, p o r el tod o-p od er de los p en sa m ien to s
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 165

y la técnica d e la m agia b a sa d a en él, p o r la re p artición d e fu e rz a s m á g ica s


cu id a d o sa m e n te g ra d u a d as en tre la s p e rso n a s aje n as y tam b ién las c o sa s
(m a n á ), a l ig u a l q u e p o r to d a s la s creacion es p o r m e d io d e la s c u a le s el
n a r c isism o ilim ita d o d e e ste p e río d o d e la ev o lu ció n se d e fen d ía c o n tra
la d em o stra ció n ev id en te d e la re a lid a d . . . P a re c e q u e to d o s, en e l c u rso
d e n u e stro d e sa rro llo in d iv id u a l, h em o s a tra v e sa d o u n a fa se co rre sp o n ­
d ie n te a ese an im ism o p rim itiv o , q u e en cad a u n o d e n o so tro s n o ha
fin a liz a d o sin d ejar h u ella s y restos cap aces d e d e sp e rta rse , y q u e to d o lo
q u e hoy n o s p arece u n h eim lich cu m p le esta co n d ición d e re lacio n arse
con e so s re sto s d e a ctiv id a d p síq u ic a a n im ista y d e in citarlo s a m a n ife s­
ta rse » (L a in q u ieta n te E x tr a ñ e z a ).
H e a q u í la p sic o lo g ía , n u e stra in stan cia d e la s p ro fu n d id a d e s, n u e stro
o tro -m u n d o ; ese to d o -p o d er d e lo s p e n sa m ie n to s, ese n arcisism o m ágico ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
e se m ied o d e lo s m u e rto s 16, ese an im ism o o p siq u ism o p rim itiv o q u e n o so ­
tro s co lam o s d e c o n tra b a n d o a lo s sa lv a je s p a r a re cu p e ra rlo s a co n tin u ació n
co m o «se d im e n to s a rc a ic o s» . F r e u d n o sa b e cu án cierto es h a b la r d e « s o b r e ­
estim ación n arcisista d e los p ro ce so s p síq u ic o s » .
Si lo s h ay q u e so b re e stim a n su s p ro p ío s p ro c e so s p síq u ico (al p u n to
d e e x p o r ta r su teo ría, c o m o lo h em os h ech o con n u e stra m o ral y con n u e s­
tra técn ica, a l co razó n d e to d as la s c u ltu ra s), ese es F r e u d y to d a n u estra
c u ltu ra p sic o lo g ista . L a ju risd ic ció n d e l d isc u rso p sic o ló g ic o so b re to d as
la s p rá ctic a s sim b ó lica s (aq u e llas, d e slu m b ra n te s, de lo s sa lv a je s, la m u e r­
te, e l d o b le , la m a g ia , p e ro tam b ién en la s n u e stra s actu ale s) e s m ás p e li­
g ro sa aún q u e la d e l d isc u r so e c o n o m ista ; es d e l m ism o ord en q u e la
ju risd ic ció n re p re siv a d e l alm a o d e la conciencia so b r e to d a s las v irtu a lid a ­
d e s sim b ó licas d e l cu erp o . L a re in terp re tació n d e lo sim b ó lico p o r lo psi-
c o an a lític o es u n a o p e ra c ió n re d u cto ra. P o rq u e v iv im o s b a jo e l ré g im en d e l
in con scien te (¿ p e r o v iv im o s en é l? ¿ n o es n u e stro p ro p io m ito el que
d e sig n a el rech azo, au n q u e p artic ip an d o d e él; p en sa m ien to rech azad o del
r e c h a z o ? ), n os creem o s fu n d a d o s p ara ex te n d e r e sa ju risd ic ció n , la d e la
h isto ria p síq u ic a , co m o en o tra s p a rte s la d e la h isto ria sim p lem e n te , a

16. Igualmente R. Jaulin respecto a ese temor primitivo de los muertos: «Al
prestar a las fuerzas de la muerte intenciones antisociales, los Sara no han hecho
más que prolongar lógicamente a la vez algunas observaciones muy difundidas y
algunos elementos inconscientes». No es nada seguro que los «elementos» incons­
cientes tengan nada que ver en esto. La obsesión, la negatividad de las fuerzas
de la muerte se explica suficientemente como la instancia amenazante, la inmi­
nencia de esas fuerzas errantes desde el momento que escapan al grupo y no pue­
den ya intercambiarse en él. «El muerto se venga» efectivamente. Pero el doble
hostil, el muerto hostil no encarna otra cosa que el fracaso del grupo en preser­
var su material de intercambio simbólico, en repatriar en el grupo, mediante un
ritual apropiado, esa «naturaleza» que escapa con la muerte y que cristaliza enton­
ces en una instancia maléfica, la cual no rompe jamás sin embargo, su relación con
el grupo, pero la ejerce en forma de persecución (el trabajo muerto congelado en el
capital fijo tiene para nosotros el mismo rol}. Esto no tiene nada que ver con
alguna proyección del super-ego o dispositivo inconsciente venido del fondo de la
especie...
166 JE A N BA U D RILLA R D

to d as las co n figu rac io n e s p o sib le s. E l in co n scien te , el orden p síq u ic o en


gen eral se co n v ierte en la in stan cia irre b a sa b le q u e d a d erech o d e p e r­
n ad a so b re to d as las fo rm acio n e s in d iv id u a les y so ciales a n te rio res. P e ro
cu y o im a g in a rio p ro life ra tam b ién en el fu tu ro : si el in con scien te es n u es­
tro m ito m o d ern o y el p sico a n álisis su p ro fe ta , la lib e ra ció n d e l in con scien te
(la R e v o lu c ió n d e l D eseo ) es su h erejía.
A h o ra b ien , el p e n sa m ie n to d el in co n scien te , co m o el d e la conciencia,
es tam b ién un p e n sa m ien to de la d isc o n tin u id a d y de la ru p tu ra . S im ­
p le m e n te, reem p laza la p o sib ilid a d d el o b je to y d e l su je to d e la concien ­
cia p o r la irre v e rsib ilid a d d e u n o b jeto p e rd id o y d e un s u je to qu e se
escap a p a ra siem p re. D e sc e n tra d o , continú a sin e m b a rg o en la ó rb ita del
p en sa m ien to o c cid en tal, con sus « tó p ic o s» su ce siv o s (el in fie r n o /e l cielo-el

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
su je to /la n atu raleza-el c o n sc ie n te /e l in co n scien te ), d o n d e el su je to d e sc u ar­
tiz a d o n o p u e d e sin o so ñ ar con u na co n tin u id ad p e rd id a .17 E s t a jam ás
alcanza la u to p ía , q u e n o es en a b so lu to el fa n tasm a d e u n o rd en p e rd id o
sin o, co n tra to d o s lo s tó p ic o s Ce la d isco n tin u id a d y d e la re p re sió n , el
p en sa m ien to de u n o r d e n d u a l, de un o r d e n de la re v e rsib ilid a d , d e un
o r d e n sim b ó lico (en el se n tid o c a b a l y e tim o ló g ic o d e l térm in o ), en e l q u e
p o r e jem p lo la m u erte n o e s un e sp a c io se p a ra d o , en e l q u e su p ro p io
cu erp o n i su so m b ra , so n p a ra el su jeto eS}:>acios sep arad o s, en el q u e n o
h a y m u erte q u e p o n g a fin a la h isto ria d e l cu erp o , en e l q u e n o h a y b a rra
q u e p o n g a fin a la am b ivalen cia d el su je to y d el o b jeto , en el q u e n o
h ay m á s allá (la su p erv iv e n cia y la m u erte ) n i m á s a c á (e l in con scien te y
el o b je to p e rd id o ), sin o actu alización in m ediata .. y no fa n ta sm a d a , d e la
re cip ro cid a d sim b ó lica . E ste p en sam ien to u tó p ic o n o es fu sio n a l: só lo la
n o sta lg ia en g e n d ra u to p ía s fu sio n a le s. A q u í n ad a es n o stá lg ic o , n i p e rd id o ,
n i se p a ra d o , ni in con scien te. T o d o está ahí ya, y re v e rsib le y sa c rifica d o .

17. El neo-milenarismo de la liberación del inconsciente no debe analizarse


como una distorsión del psicoanálisis: se engendra lógicamente de la resurrección
imaginaria de ese objeto perdido, de ese objeto «a» que el psicoanálisis entierra en
el corazón de su teoría: esa realidad inencontrable para siempre, y que le permite
guardar las puertas de lo simbólico. Ese objeto «a» es el verdadero espejo del
Deseo, al mismo tiempo que el espejo del psicoanálisis.
EL IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 167

LA ECONOMÍA POLÍTICA Y LA MUERTE

« N o m orim os p o rq u e hay qu e m o rir: mo­


rim o s p o rq u e ' e s ‘ u n m e can ism o a l cu al
o b lig a m o s a la con cien cia 'tin d ía , n o hace
m u ch o tie m p o .»
V an e gh e m

«D e n G o tte rn is t d e r T o d im m er n u r ein
V o ru rte il - P a r a los D io se s, la m u erte no
es m ás q u e u n p re ju ic io .»
N ietzsch e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
L a m u erte , en cu a n to su p u e sto u n iv ersal d e la co n d ición hum an a, no
e x iste sin o d e sd e q u e h ay u na d iscrim in ación so c ia l de lo s m u e rto s. L a
in stitu ció n d e la m u erte , c o m o la de la su p erv iv e n cia y la in m o rta lid ad , es
una c o n q u ista ta rd ía d e l racio n alism o p o lític o d e la s ca sta s d e sa c erd o tes y
d e las Ig le sia s: ellas b a sa n su p o d e r en el m anejo de esa esfera im a g in a ­
ria d e la m u erte. E n cu an to a la d e sap arició n de la su p erviven cia re lig io sa , es
la co n q u ista , m á s ta rd ía aú n , de un ra cio n a lism o p o lític o d e E sta d o . C u a n ­
d o la in m o rta lid ad d e sa p a re c e an te el p ro g re so d e la razón « m a te r ia lista » ,
es sim p lem en te q u e h a p a sa d o a la v id a m ism a: y e l E s ta d o b a s a su p o d e r
en la ad m in istració n d e la v id a com o su p erv iv e n c ia o b je tiv a. M á s firm e q u e
la Ig le sia : n o es a e x p e n sa s d e lo im a g in a rio d e l m ás a llá , sin o a e x p e n sa s
d e lo im a g in a rio d e e sta v id a co m o crece n el E s ta d o y su p o d e r ab stracto .
E s so b re la m u erte se cu lariz a d a , ia tra sc en d e n cia d e lo so cial, q u e se a p o y a,
y su fu erza p ro v ien e de esa a b strac ció n m o rtal q u e en carn a. A l igu al qu e
la m edicin a es la adm in istració n d el cad áver, el E s ta d o es la d el cu erp o
m u e rto d e l so ciu s.
L a Ig le sia se in stitu y ó d e u n a vez a cau sa d e la d iv isió n en tre la in ­
m o rta lid a d y la v id a , en tre el m u n d o terrestre y el R e in o C elestia l. Y v ela
so b re ella ce lo sam e n te , p o rq u e si esa d ista n cia d e sa p a re c e , se acab a su p o ­
d er. L a Ig le sia v iv e de la e te rn id ad d ife rid a (c o m o el E sta d o v iv e d e la
so cied ad d ife rid a , co m o lo s p a rtid o s re v o lu cio n ario s viven d e la rev o lu ció n
d ife rid a : to d o s v iv en d e la m u e rte ), p ero tu v o d ific u lta d e s p a ra im p o n erla.
T o d o el cristia n ism o p rim itiv o , y m ás ta rd e e l cristia n ism o p o p u lar, me-
sián ico y h erético, v iv e d e la esp e ran za d e l se g u n d o ad v en im ie n to d e C r is­
to, d e la ex ige n cia d e realización in m ed iata del R e in o d e D io s (cf. M ühl-
m ann: L e s M e ssia n ism e s ré v o lu tio n n a ires). L a s m u ltitu d e s cristian as no
creían al p rin cip io en u n cielo y en un in fie rn o d e l m ás allá: su v isió n im ­
p lica la d iso lu ció n p u ra y sim p le de la m u erte en la v o lu n ta d co lectiv a
de ete rn id ad in m ed iata. L a s g ran d e s h e rejías m a n iq u e a s, q u e p u sie ro n en
p e lig ro lo s cim ien to s d e la Ig le sia , h ered an el m ism o p rin cip io p u e sto q u e
168 JE A N BA U D RILLA R D

in terp re tan e ste m u n d o co m o d u a lid a d a gó n ica, aq u í-ab ajo, d e l p rin cip io d e l


b ie n y d e l m a l; h acen d escen d er e l in fie rn o a la tie rra , lo q u e es ran im p ío
co m o hacer descen d er a ella el cielo. P o r h a b e r b o rra d o esa v e la d u ra d e l
m á s a llá , serán so m e tid a s fero zm en te, co m o lo serán la s h e rejía s e sp iritu a ­
lista s d e l tip o d e San F ra n c isc o d e A sís y d e J o a q u ín d e F io re , c u y a c a r id a d
ra d ic al e q u iv a lía a e sta b le ce r en la tie rra u n a co m u n id a d to ta l y a ah o rra r
e l Ju ic io F in a l. L o s c á ta ro s ten d ían tam b ién u n p o c o a la p e rfe c c ió n re a­
liz a d a, a la in d istin ció n del e sp íritu y del cu erp o , a la in m an en cia d e la sa l­
vación en la fe co le ctiv a, lo q u e e q u iv a lía a re írse d e l p o d e r d e m u erte
d e las Ig le sia s. E n el cu rso de su h isto ria , la Ig le sia ha ten id o q u e d e s­
m an telar la co m u n id ad p rim itiv a , p o r q u e é sta tien e ten d en cia a sa lv a rse
so la , g ra c ia s a su p r o p ia en ergía y a la re cip ro cid a d in ten sa q u e la re co rre.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
C o n tra la u n iv e rsid a d a b stra c ta de D io s y de la Ig le sia , se ctas y co m u n i­
d a d e s practican la « a u to g e s tió n » d e la sa lv a c ió n , q u e co n siste en la e x a l­
tación sim b ó lica d e l g ru p o , y se acab a ev en tu alm en te en u n v é rtig o d e
m u erte. L o q u e co n d ic io n a la p o sib ilid a d d e la s Ig le sia s es la liq u id a c ió n
in cesan te de esa ex ig e n c ia sim b ó lica; es lo q u e con d icion a ig u alm e n te la
p o sib ilid a d d e l E s ta d o . A q u í es d o n d e en tra en escen a la eco n o m ía p ­
o
lítica.
C o n tra el d e slu m b ra m ie n to te rre stre de la s co m u n id a d e s, la Ig le sia
im p o n e una econ om ía p o lític a d e la sa lv a c ió n in d iv id u al. P rim e ra m e n te a
través d e la fe (p ero co n v e rtid a en relación p e rso n a l del alm a con D io s,
en lu g a r d e la efe rv e sce n cia d e u n a c o m u n id a d ), lu e g o a tra v é s de las o b ra s
y de lo s m é rito s, es d e cir, de u na econ om ía en el se n tid o p ro p io d el té r­
m in o, con su cálcu lo fin a l y su s eq u iv alen cias. E s en ton ces, co m o siem ­
p re d e sd e q u e su rg e u n a p ro c e so de acu m u lación 18, cu an d o la m u erte
ap arece v e rd ad eram en te en el h o rizo n te d e la v id a . E s en ton ces cu an d o e l
R e in o p a s a v e rd a d era m en te a l o tro la d o d e la m u erte , an te la cu al cad a
u n o v u e lv e a en co n trarse so lo . S i el c ristia n ism o a rra stra u n a fascin ació n
d el su frim ien to , d e la so le d a d y d e la m u erte, es en p ro p o rc ió n a su u n i­
v e rsa lid a d , qu e im p lica la destru cció n de las co m u n id ad e s arcaicas. E n la
fo rm a aca b a d a d e lo u n iv ersal re lig io so , co m o e n la d e lo u n iv ersa l eco­
n óm ico (el c a p ita l), ca d a c u a l v u elv e a e n co n tra rse so lo .
E s en el sig lo x v i c u a n d o esta fig u ra m o d e rn a d e la m u erte se g en era­
liza. C on la C o n tra -R e fo rm a y lo s ju e g o s fú n e b re s y o b sesiv o s d e l B a rro c o ,
p e ro so b re to d o con e l p ro te stan tism o qu e, al in d iv id u aliz ar las conciencias
an te D io s, al d e sin v estir e l cerem on ial co lectiv o , acelera el p ro c e so d e an ­
g u stia in d iv id u a l d e la m u erte. E s de él ta m b ié n d e d o n d e su rg irá la
in m en sa em p resa m o d ern a d e co n ju ración d e la m u erte : la é tic a d e la acu­
m ulación y d e la p rod u cció n m aterial, la san tificació n m ediante la in ver­
sión, el tra b a jo y la ganancia q u e co m ú n m en te se denom ina « e sp íritu del
c a p ita lism o » (M ax W e b e r: L a E tic a p ro te sta n te ); esa m áquina d e sa lv a ­

18. La propia ciencia no es acumulativa más que porque se ha aliado con la


muerte, porque amontona muerto sobre muerto.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 169

ción d e la cu al la asc esis in tram u n d an a se h a id o re tira n d o en p ro v e ch o de


la acu m u lac ió n m u n d an a y p ro d u c tiv a , sin c a m b ia r d e fin a lid a d : la p ro te c ­
ción co n tra la m u erte.
A n te s de ese v ira je d e l sig lo x v i , la v isió n y la ico n o grafía d e la m u er­
te en la E d a d M e d ia es aú n fo lk ló ric a y aleg re. H a y u n teatro co lectivo
d e la m u e rte , n o se ha e n te rra d o e n la co n cien cia in d iv id u a l y m ás
ta r d e en e l in co n scien te). L a m u erte alim en ta to d a v ía en e l s ig lo x v esa
gran fie sta m esián ica e ig u a lita ria q u e fu e la D a n z a d e la M u e rte : re y es,
o b isp o s, p rín cip e s, b u rg u e se s, v illa n o s; to d o s ig u a le s a n te la m u erte , en
d e sa fío a l orden n o -igu alitario del n acim ien to , d e la riq u eza y d e l po­
d er. U ltim o gran m o m en to d o n d e la m u erte p u d o ap are ce r com o m ito
o fe n siv o , c o m o p a la b ra co le ctiv a. D e s p u é s , co m o sa b e m o s, la m u erte
se h a v u e lto u n p en sa m ien to « d e d e re c h a », in d iv id u a l y trág ica 19, « r e a c ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
c io n a ria » , re sp e c to a lo s m o v im ie n to s d e re b elió n y d e rev o lu ció n so ­
cial.
L a m u erte , la n u e stra , n ac ió realm en te en e l sig lo XVI. H a p e rd id o
su hoz y su re lo j, ha p e rd id o lo s Jin e te s d el A p o c a lip sis, y lo s ju e g o s
gro te sc o s y m a cab ro s d e la E d a d M e d ia . T o d o e so era aún fo lk lo re y
fie sta, m edian te lo cu al la m u erte se in tercam b iab a aún, cla ro está n o
con la «eficacia sim b ó lic a » d e lo s p rim itiv o s, p e r o a l m e n o s c o m o f a n ­
ta sm a co lectiv o en el fro n tisp ic io d e la s ca te d ra le s o en lo s ju e g o s c o m ­
p a rtid o s d e l infiern o. P o d e m o s in clu so d ecir: m ie n tra s hay in fiern o, h ay
p lace r. S u d e sa p a ric ió n en lo im a g in a rio n o es sin o la se ñ a l d e su in te ­
rio rización p sic o ló g ic a , c u a n d o la m u erte d e ja d e se r la g ran se g a d o ra
p ara co n v e rtirse en la an g u stia d e la m u erte. P o r cu en ta d e este in fiern o
p sico ló g ico , o tra s ge n eracion es d e sa c erd o tes y d e b ru jo s v a n a d e sa rro ­
lla rse , m á s su tile s y m á s cien tíficas. '
C o n la desin tegración d e las co m u n id ad es tra d icio n a le s, cristia n a s y
fe u d a le s, gracias a la R a z ó n b u rgu esa y al siste m a n aciente d e la e c o ­
n o m ía p o lític a , la m u e rte d e ja de co m p a rtirse. E s a se m e ja n z a d e lo s
b ien es m a teria les, q u e circu lan c a d a v e z m e n o s, c o m o en lo s in terca m ­
b io s a n te rio res, en tre lo s c o m p a ñ e ro s in se p a ra b le s (es sie m p re m á s o
m en o s u na co m u n id ad o u n clan q u e in te rca m b ia ), y cad a v ez m ás b a jo
el sig n o d e un e q u iv a len te gen eral. Ig u a lm e n te , ca d a c u a l se en cu en tra
so lo an te la m u erte ; y- e sto n o es u na co in cid en cia. P o rq u e la eq u iv a len ­
cia gen eral e s la m u erte.
E s , a p a r tir d e ah í, la o b se sió n de la m u erte y la v o lu n ta d d e a b o lir
la m u erte m e d ia n te la acu m u lació n , lo q u e se co n v ierte en el m o to r fun -

19. Otra idea individualista y pesimista de la muerte existió antiguamente, la


de los estoicos. Pensamiento aristocrático precristiano ligado también a la concep­
ción de una soledad personal de la muerte en una cultura cuyos mitos colectivos se
dermmbaban. La misma nota reaparece en Montaigne y Pascal, en el señor feudal
o el jansenista noble (gran burguesía ennoblecida), en la resignación humanista o
el cristianismo desesperado. Pero ahí comienza ya la interiorización moderna de la
angustia de la muerte.
170 TEAN B A U D R ILLA R D

dam en tal de la racionalidad,-, de la econ om ía p o lític a. A cu m u lació n del


v a lo r, y en p a rtic u la r d e l tie m p o co m o valor, en el fa n ta sm a de u n a
p ró rro g a d e la m u e r te al térm in o de u n in finito lin eal d e l v a lo r. In c lu so
lo s q u e n o creen en u n a ete rn id a d p e rso n a l, creen en lo in fin ito d e l
tie m p o co m o en u n c a p ita l d e l tip o de in te ré s d o b le c o m p u e sto . E l in ­
fin ito d e l c a p ita l p asa al in fin ito d el tie m p o , la ete rn id ad d e u n siste m a
p ro d u c tiv o q u e n o co n o c e la re v e rsib ilid a d d e l in te r c a m b io /d o n , sin o só lo
la irre v e rsib ilid a d d e l crecim ien to c u a n titativ o . L a acu m u lación d e l tiem ­
p o im p o n e la id e a d e p ro g re so , com o la acu m u lación d e la ciencia im ­
p o n e la id e a d e v e rd a d : en u n o y o tro c a so , lo q u e se acu m u la ya no
se in tercam b ia sim b ó lica m e n te , y se co n v ierte en u na d im e n sió n o b je tiv a.
E n el lím ite, la o b je tiv id a d total d el tie m p o , así co m o la to ta l acu m u ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lación eq u iv a len a la im p o sib ilid a d to ta l de in tercam b iar sim bólicam en -
t e ;.£ la m u erte. D e ahí el im p a se a b so lu to de la econ om ía p o lític a : q u ie ­
re a b o lir la m u erte m e d ia n te la acu m u lació n , p e ro el p ro p io tie m p o de
la acu m u lación es e l d e la m u e rte . N o se p u e d e e sp e rar n in gu n a re v o ­
lu ció n dialcíctica a l term in o d e este p ro ceso , es u n a aceleración an o rm al
en esp iral.
Y a sa b íam o s q u e la racio n alizació n econ óm ica d e lo s in tercam b io s (el
m ercad o ) es la fo rm a so cial q u e p ro d u c e la p en u ria (M a rsh a ll S a h lin s:
S to n e A g e E c o n o m ic s, '« L a P rim era S o c ie d a d d e a b u n d a n c ia »). A sim is­
m o, es la acu m u lació n in d efin id a d e l tie m p o co m o v a lo r b a jo el sig n o
d e la e q u iv a le n c ia ge n e ra}; lo q u e aca rrea e sa p e n u ria a b so lu ta d e l tiem ­
p o q u e e s la m u erte.
¿ C o n tra d icc ió n d e l c a p ita lis m o ? N o , el co m u n ism o es en esto so li­
d a rio d e la ec o n o m ía p o lític a , p u e sto q u e tam b ién a sp ira a la ab olició n
d e la m u erte segú n el m ism o fa n ta sm a d e p ro g re so y d e lib e ració n , se­
gú n el m ism o e sq u e m a f a n á t i c o ' d e u n a etern id ad d e acu m u lación y
d e fu e rz a s p ro d u c tiv a s. S ó lo su ' d e sc o n o cim ien to to ta l d e la m u erte e x ­
cepto c o m o un h o r iz o n t e ,h o s t il q u e hay q u e vencer m e d ian te la cien cia
y la técn ica) lo h a p r o te g id o h asta ah ora d e la s p e o re s co n trad iccio n e s.
P o r q u e d e n ad a sirv e q u e r e r a b o lir la ley d e l v a lo r si se q u ie re al m is­
m o tie m p o a b o lir la m u e rte , es d e cir, p re se rv a r la v id a co m o v a lo r a b so ­
luto. E s la v id a m ism a la q u e d e b e a b a n d o n ar la ley d e l v a lo r y lle g a r
a in terca m b ia rse co n tra la m u erte . D e to d o e sto lo s m a te ria lista s n o se
p re o c u p a n en a b so lu to , en «su id e alism o de u n a v id a e x p u rg a d a d e la
m u erte, d e u n a v id a al f in « l i b r a d a » d e to d a am bivalencia.20
T o d a n u e stra cu ltu ra llQ. es m ás q u e un in m en so e sfu e rz o p a ra d i­
so ciar la v id a d e la m u e r te , c ^ u r a r la am b ivalen cia d e la m u erte en

20. En esto no hay ninguna diferencia entre el materialismo ateo y el idealismo


cristiano, porque si bien se distancian rsepecto a la cuestión de la inmortalidad (pero
que haya algo o no después de la muerte no tiene importancia: that is not the ques-
tion ), concuerdan en el principio fundamental: la vida es la vida —la muerte es
siempre la muerte— es decir, en el designio de tenerlas cuidadosamente distanciadas
una de otra.
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 171

ben eficio e x c lu siv o d e l a re p ro d u cció n d e la v id a co m o v a lo r, y d e l tie m ­


p o c o m o e q u iv a le n te g e n e ra l. A b o lir la m u erte , ta l es n u e stro fa n ta sm a
q u e se ram ifica en to d as d ire ccio n es: e l d e la su p e rv iv e n c ia y la ete rn id a d
p a r a la s re lig io n e s, el d e la v e rd a d p a r a la cien cia, e l d e la p ro d u c tiv i­
d a d y la acu m u lación p ara la econ om ía.
N in g u n a o t r a cu ltu ra con oce e sta o p o sició n d istin tiv a d e la v id a y
la m u erte en b en eficio d e la v id a c o m o p o sitiv id a d : la v id a c o m o acu ­
m u lació n , la m u erte co m o ven cim ien to.
N in g u n a o tra c u ltu ra conoce este im p a se: d e sd e q u e c e sa la a m b i­
valen cia d e la v id a y la m u e rte , d e sd e q u e c e sa la re v e r sib ilid a d sim b ó ­
lic a d e la m u e rte , se e n tra en un p ro c e so d e acu m u lación d e la v id a
c o m o v a lo r; p e r o , a l m ism o tie m p o , se en tra tam b ién en e l cam p o d e
la p rod u cció n e q u iv a len te d e la m u erte. D e e ste m o d o , e sa v id a co n v e r­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
tid a en v a lo r está co n stan tem e n te p e r v e r tid a p o r la m u erte eq u iv alen te.
L a m u erte se co n v ierte, a ca d a in sta n te, en el o b je to d e u n d e se o p e r ­
v e rso . L a se p a ra c ió n m ism a de la v id a y la m u erte e s in v a d id a p o r el
d e se o .
So la m e n te en to n ces p o d e m o s h ab lar d e im p u lso d e m u erte. S o la ­
m en te e n to n ces p o d e m o s h ab lar d e in co n scien te, p o rq u e e l in con scien te
no e s m á s q u e e sta acu m u lación d e la m u erte e q u iv a le n te ; la q u e n o se
in tercam b ia ya y n o p u e d e sin o co b ra rse en e l fa n ta sm a . L o sim b ó lico
es e l su eñ o in v e rso de u na fin alid ad d e acu m u lación , y d e u n a re v ersi­
b ilid a d p o sib le d e la m u erte en e l in tercam b io . L a m u erte sim b ó lica , la
q u e n o h a su fr id o esa d isy u n ció n im a g in a ria d e la v id a y de la m u er­
te q u e e stá en e l o rigen d e la re a lid a d de la m u erte, aqu élla, se in tercam b ia
en u n ritu a l so cial de fie sta . L a m u erte re a l/im a g in a ria (la n u estra) n o
p u e d e sin o re sca ta rse en u n tra b a jo in d iv id u a l d e d u e lo , q u e el su je to
cu m p le p o r la m u e rte d e lo s o tro s y p o r él m ism o d e sd e su p r o p ia v id a .
E s e l tra b a jo d e d u e lo q u e alim en ta la m e tafísica occid en tal d e la m u e r­
te d e sd e el c ristia n ism o h a sta el co n ce p to m e tafísic o d e im p u lso d e
m u erte.

E L IMPULSO DE MUERTE

C o n F reu d , p asa m o s d e la m u erte filo sófica, del d ra m a d e la con­


cien cia, a la m u erte co m o p ro ceso im p u lsiv o , in sc rito en e l o rd en d e l
in co n scien te ; d e u n a m e ta físic a de la a n g u stia a u n a m e ta físic a d e l im ­
p u lso . T o d o re su lta c o m o sí la m u erte , lib e ra d a d e l su je to , e n co n trara
al fin su e sta tu to de fin a lid a d o b je tiv a : e n e rg ía im p u lsiv a d e m u erte o
p rin cip io d e fu n cio n am ien to p síq u ico .
A l v o lv e rse im p u lso , la m u erte n o d e ja d e se r u n fin (es in c lu so el
ú n ico a p a r tir d e ah í: e l p o stu la d o d e l im p u lso d e m u erte sig n ifica una
172 JE A N BA U D RILLA R D

ex trao rd in aria sim p lificación d e las fin a lid a d e s, p u e sto q u e in clu so el


E r o s e stá su b o rd in a d o a ella), p ero esta fin alid ad se p ro fu n d iz a h a sta in s­
crib irse en e l in con scien te. A h o ra b ien , este p ro fu n d iz a rse de la m u erte
en e l in co n scien te, c o in c id e co n el p ro fu n d iz a rse d e l siste m a d o m in a n ­
te: la m u erte se co n v ierte a l m ism o tie m p o en u n « p r in c ip io d e fu n ­
cio n am ien to p síq u ic o » y en e l «p r in c ip io d e re a lid a d » d e n u e stras fo r ­
m acion es so ciales, a tra v é s de la in m en sa m o v ilización re p re siv a d e l
tra b a jo y d e la p ro d u cc ió n . O tam b ién , F re u d esta b le ce , con e l im p u lso ■
d e m u erte, e l p ro c e so d e re p etición en e l m eollo d e la s determ in acio n es !
o b je tiv a s, en e l m o m en to m ism o d e l trán sito d el sistem a g e n e ra l d e la
p ro d u cc ió n a la p u ra y sim p le rep ro d u cción . E s ta co in cid en cia re su lta ;
ex trao rd in aria p o r p o c o q u e , m ás a llá d e su e sta tu to m e tap sico ló g ic o ,

i© Del documento, ios autores. Digital¡zación realizada por ÜLPGC. Biblioteca Universitaria, 20071
n os in teresem o s en u na g e n e a lo g ía d e l co n ce p to d e l im p u lso d e m u erte.
¿ E s e s te un « d e sc u b r im ie n to » d e o rd e n an tro p o ló gico q u e eclip sa a
to d o s lo s d e m á s (y q u e p u e d e servir, p o r lo ta n to , d e p rin cip io u n iv er­
sal de e x p lic a ció n : p o d e m o s im agin ar to d a la econ om ía p o lítica com o
d o m in ad a y en gen d rad a p o r e l im pulso' de m u e r te )? , ¿o b ien , e ste con ­
cep to se p ro d u jo en u n m o m en to d ad o , en relació n con ta l co n figu ra­
ción d e l siste m a ? E n este caso, su ra d ic alid a d no es sin o 11 d e l p ro p io
siste m a , y el co n cep to só lo vien e a san cion ar una cu ltu ra d e la m uer- :
te, d á n d o le la etiqu eta d e p u lsió n tra n sh istó ric a. O p e ració n q u e es la '
d e to d o p en sa m ien to id e a lista , pero' q u e n o s re h u sam o s a a d m itir en
F re u d . C o n F re u d (com o co n M a r x ), la razón o ccid en tal d e ja ría d e ra- !
cio n alizar, d e id e aliz a r su s p ro p io s p rin cip io s, de id e alizar la re alid ad
m ism a, p o r su e fe cto crítico de « o b je t iv id a d » ; y d e sig n a ría a l fin las e s­
tru cturas irre b a sa b le s, im p u lsiv a s o e c o n ó m i c a s :a s í p ues, el im p u lso !
d e m u erte co m o el etern o p ro ce so d e l d e se o . ¿ P e r o , p o r q u é e s t e p o stu ­
la d o n o p o d ría concernir, él tam bién , a lo s p ro ce so s d e elab o ració n se­
cu n d a ria?
E s cierto q u e , en u n p rim er m o m en to , e l im pulse. d e m u erte ro m ­
p e con el p en sa m ien to o ccid en tal. D e l c ristia n ism o al m a rx ism o y al exis-
ten cialism o , o b ien la m u erte es fra n ca m e n te n eg a d a y su b lim a d a , o b ien
es d ialectiz ad a. E n la teo ría v la p rá ctic a m a rx ista s, la m u erte es de
ah ora en ad e lan te v en cid a en la conciencia de clase, o b ien es in teg ra ­
da co m o n e g a tiv id a d h istó ric a . M ás ge n e ralm en te, to d a la p ráctic a occi­
d e n tal d e d o m in io de la n atu raleza y d e su b lim ació n d e la a g re siv id a d
en la p ro d u cció n y la acu m u lación , se caracteriza co m o E r o s co n stru c­
tiv o : E r o s p on e a se rv ir la a g re siv id a d su b lim ad a a su s fines y , en el
m o v im ien to d e l d e v e n ir (d e la econ om ía p o lític a ig u a lm e n te ), la m u er­
te es d e stila d a co m o n e g a tiv id a d , en d o sis h o m eo p á tic a s. In c lu so las
filo so fía s m o d ern as d e l «ser-p ara-la-m u e rte» revocan e sta ten d en cia: la
m u erte sirv e en ellas d e en v ite trá g ico al su je to , se lla su a b su rd a li­
b e rta d .21

21. A Ja dialéctica cristiana de la muerte, que resume y remata la fórmula de


E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 173

C o n F re u d e s co m p le ta m en te d iferen te . N o h ay su b lim ació n , ni si­


q u ie ra trá g ica , n o h ay d ialéctica p o sib le con e l im p u lso d e m u erte . P o r
p rim e ra v e z , la m u erte a p a re ce co m o p rin cip io in d e stru c tib le , o p u e sto a l
E r o s . Y e sto sin co n sid eració n ai su je to , a la c la se o a la h isto ria : e s la
d u a lid a d irre d u ctib le d e d o s im p u lso s, E r o s y T á n a to s, lo q u e en cie rta
fo rm a re su cita la a n tigu a v e rsió n m a n iq u e a d e l m u n d o , la d e l a n ta g o ­
n ism o sin fin d e lo s d o s p rin c ip io s d e l b ie n y d e l m al. V isió n m u y p o ­
ten te, v e n id a d e lo s cu lto s a rcaico s d o n d e p a lp ita b a aún la in tu ició n
fu n d a m e n ta l d e u n a e sp e cific id a d d e l m a l y d e la m u erte. V isió n in so ­
p o rta b le p a r a la Ig le sia , q u e d e d ica rá sig lo s a e x te rm in a rla y a im p o n e r
p o r fin la p reem in en cia d e l p rin cip io d e l B ie n (D io s ), re b a ja n d o e l m al
y la m u erte a u n p rin cip io n egativ o, d ialécticam en te su b o rd in a d o al
o tro (el D ia b lo ). P e ro siem p re la p esa d illa d e u n a au ton om ía d e l A r ­
cá n g el d e l M al, L u c ife r (b a jo to d a s su s fo rm a s, d e sd e h erejías p o p u la re s

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
Pascal: «Importa para toda la vida el saber si el alma se mortal o inmortal», le
sucede el pensamiento humanista del dominio racionalista de la muerte, que tiene
sus fuentes en occidente en los estoicos y los epicúreos (Montaigne — negación de
la muerte— serenidad sonriente y helada), hasta el siglo xviii y Feuerbach: «La
muerte es un fantasma, una quimera, puesto que sólo existe cuando no existe». Pues­
ta en escena de la razón, que no resulta nunca de un exceso de vida o de una acep­
tación entusiasta de la muerte: el humanismo está a la búsqueda de una razón na­
tural de la muerte, de una cordura apoyada en la ciencia y en las Luces.
A esta superación formal y racionalista de la muerte sucede la razón dialéctica;
la muerte como negatividad y movimiento del devenir. Hegel. Esta bella dialéctica
retraza el movimiento ascendente de la economía política.
Se descompone a continuación para dar lugar a la irreductibilidad de la muerte,
a su inminencia insuperable (Kierkegaard}. La razón dialéctica se derrumba en Hei-
degger: toma una dirección subjetiva e irracional, la de una metafísica del absurdo y
de la desesperación, que no deja de ser sin embargo, la dialéctica de un sujeto cons­
ciente que reencuentra en ella una libertad paradójica: «Todo está permitido, puesto
que la muerte es insuperable» (quia absurdum; Pascal no estaba tan lejos de este
pathos moderno de la muerte). Camus: «E l hombre absurdo mira fijamente a la
muerte con una atención apasionada, y esta fascinación le libera».
La angustia de la muerte como prueba de verdad. La vida humana como ser-
para-la-muerte. Heidegger: «El Ser auténtico para la muerte, es decir, la finitud de
la temporalidad, es el fundamento oculto de la historicidad del hombre» (Sein und
Zeit). La muerte como «autenticidad»: hay en esto, con respecto al sistema mismo
mortífero, una puja vertiginosa, un desafío que es en realidad, una obediencia pro­
funda. El terrorismo de la autenticidad mediante la muerte, un proceso secundario
más por el cual la conciencia recupera su «finitud» como destino, por una acro­
bacia dialéctica. La angustia como principio de realidad y de «libertad», es otra vez
lo imaginario, que ha sustituido en su fase contemporánea el espejo de la muerte
al de la inmortalidad. Pero todo esto sigue siendo muy cristiano y se mezcla cons­
tantemente con el cristianismo «existencialista».
El pensamiento revolucionario por su parte, oscila entre una dialectización de la
muerte como negatividad y un objetivo racionalista de abolición de la muerte: aca­
bar con ella como con un obstáculo «reaccionario», solidario del capital, gracias a
la ciencia y a la técnica, hacia la inmortalidad del hombre genérico, más allá de la
historia, en el comunismo. La muerte, como tantas otras cosas, no es más que una
superestructura, cuya suerte será saldada por la revolución de la infraestructura.
174 JE A N BA U D RILLA R D

y su p e rsticio n e s, q u e tien en tendencia a tom ar al p ie d e la letra la ex is­


ten cia de un p rin cip io del m a l y, p o r lo ta n to , a re n d irle c u lto , h a s ta ' la
m a g ia n eg ra y la te o ría ja n se n ista , sin c o n ta r lo s cá ta ro s) o b se sio n a rá
lo s d ía s y las n och es d e la Ig le sia . A l p e n sa m ien to ra d ic al d e la m u erte ,
a l p e n sa m ie n to d u a lista y m a n iq u e o , o p o n d r á la dialéctica co m o teo ría
in stitu cio n al y arm a d e d isu asión . Y la h istoria co n tem p la rá la v icto ria
d e la Ig le sia y d e la dialéctica (in clu id a en ella la d ia léctica « m a te ria ­
lis t a » ) . E n e ste sen tid o , F re u d ro m p e m u y p ro fu n d a m en te co n la m e ­
ta físic a cristia n a y o ccid en tal.
L a d u a lid a d d e lo s in stin to s d e v id a y d e m u e rte co rre sp o n d e con
m ás p rec isió n a la p o sic ió n d e F re u d en M a s a llá d e l p rin cip io d e l p la ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cer. E n E l M a le sta r d e la C u ltu ra , la d u a lid a d se acab a en u n cic lo d e l
so lo im p u lso d e m u erte. E r o s n o es m á s q u e u n ro d e o d e la cu ltu ra
hacia la m u erte , q u e su b o rd in a to d o a su s p r o p io s fines. P e ro e sta ú lti­
m a v e rsión no vu elve sin em b argo m ás acá d e la d u a lid a d , h acia u na
d ialéctica in v e rsa . P o r q u e n o hay d ia léctica sin o d e l d e v e n ir co n stru c­
tiv o d e l E r o s, cu y a m eta es « e sta b le c e r u n id a d e s cad a vez m ás g ra n d e s,
u n ir y o rd en a r la s e n e r g ía s» . A e sto se o p o n e el im p u lso d e m u erte b a jo
d o s ca ra c te rístic as p rin cip a le s:
I . E l es lo q u e d isu e lv e lo s c o n ju n to s, d e s lig a la s e n e rg ía s, d e s­
h ace el d isc u rso o rgán ico d e E ro s, p a ra d e v o lv e r la s c o sa s a lo in o rg á ­
nico, a lo u n geb u n d en , a lo u tó pico, d e cierta fo rm a , p o r o p o sició n a
lo s tó p ic o s articu lad o s y co n stru ctiv o s d e l E ro s. E n tro p ía de la m u erte ,
n egen tro p ía d e l E r o s.
I I . E s t e p o d e r d e d isg reg ac ió n , d e d e sa rticu lac ió n , d e defecció n ,
im p lica u n a co n tra-fin alidad rad ic al en fo rm a de invo lu ción hacia el es­
tad o an terior e in o rgán ico . L a co m p u lsió n d e re p etición (W ied erh o lu n gs-
z w a n g ), o «te n d e n cia a la rep ro d u cció n , qu e hace su rg ir y revivir in clu so
lo s su ce so s p a sa d o s q u e no c o m p o rta b an la m ás m ínim a sa tisfa c c ió n » , es
p rim eram en te la ten d en cia a re p ro d u cir e se n o-suceso p o r excelen cia qu e
fu e , p a ra to d o se r v iv ien te, el esta d o a n te rio r e in o rg á n ico de c o sa , es
d ecir, la m u erte. P o r lo tanto, es siem p re c o m o ciclo re p e titiv o co m o
vien e la m u erte a d e sm an telar las fin alid ad e s co n stru c tiv as, lin eales o d ia ­
léc tica s, d e l E r o s. V isc o sid a d a e l im p u lso d e m u erte, e la stic id a d d e lo
in orgán ico, qu e re siste p o r d o q u ie r, v icto rio sa m en te, a la estru ctu ració n
d e la vida.
H a y p o r lo ta n to , en e l p o stu la d o d e l im p u lso de m u e rte — bien
sea en su fo rm a d u al o en la co n tra-fin alidad in cesan te y d e stru cto ra de
la re p etición — algo d e irre d u c tib le a to d o s lo s d isp o sitiv o s in te le ctu a ­
le s d e l p en sa m ien to o ccid en tal. E l p en sa m ien to de F r e u d actú a en el
fo n d o , él m ism o , c o m o im p u lso d e m u erte en el u n iv erso teó rico occid en ­
ta l. P e ro en ton ces, p o r su p u e sto , es a b su rd o o to rg a rle un e sta tu to co n s­
tru ctiv o d e « v e r d a d » : la « r e a lid a d » d el in stin to d e m u erte e s in d e fe n ­
dible; p ara m an ten erse fiel a la in tu ició n d e l im p u lso d e m u erte , hay
q u e m an ten erle en la h ip ó te sis d e sc o n stru c tiv a , es d e cir, a su m irlo en
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 175

lo s so lo s lím ite s d e la d esc o n stru c ció n q u e llev a a c a b o re sp e c to a to d o


p e n sa m ien to a n te rio r, p e ro tam b ién , e in m ed iatam en te, d e sc o n stru irlo
a é l co m o co n cep to . S e ría im p e n sa b le — e x c e p to co m o ú ltim o su b te rfu ­
g io d e la razón — q u e e l p rin c ip io d e d e sco n stru cció n fu e ra e l ú n ico en
esca p arse a ello.
C o n tra lo q u e hay q u e d e fe n d e r al im p u lso d e m u e rte e s co n tra
to d as la s ten tativ a s p a ra re d ia le ctiza rlo en un n u e v o e d ificio co n stru c­
tiv o . M a rcu se es u n b u en ejem p lo d e ello. H a b la d e la re p re sió n a tra ­
vés d e la m u e rte : « L a te o lo g ía y la filo so fía en tran hoy en co m p e ten cia
ce leb ra r la m u erte c o m o u n a ca teg o ría existen cial. D esn a tu ra liz a n ­
d o ( ! ) u n h ech o b io ló g ico p ara h acer d e é l u n a esen cia o n to ló g ica , atri­
buyen una b en d ició n tra sc en d e n ta l a la cu lp a b ilid ad d e la h u m a n id a d ,
q u e e lla s a y u d a n a p e r p e tu a r » ( E r o s y C iv iliz ació n ). E s t e en . cu a n to a
la « s u p e r r e p r e s ió n » . E n cu a n to a la re p re sió n fu n d a m e n ta l: « E l hecho

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cru d o d e la m u erte n iega d e u n a v ez p o r to d a s la re a lid a d d e u n a e x is ­
ten cia n o re p re siv a ». « P o r q u e la m u erte es la n egativ id ad fin a l d e l
tie m p o , m ie n tra s q u e el d is fr u te e x ig e la e t e r n id a d ... E l tie m p o n o
tien e p o d e r so b re e l A c á , p e ro e l Y o e s tá so m e tid o a l tie m p o . L a sim ­
p le an ticipación d e l fin in e v ita b le , p resen te en cada in sta n te , in tro d u ce
un elem en to re p re siv o en to d as las re lacio n es lib id in o sa s .» P a se m o s so­
b re el «h ech o cru d o d e la m u e r te » : ja m á s u n hecho cru d o , tan só lo una
relación so cial es re p re siv a . P e ro lo m ás cu rioso e s la fo rm a en que
esta re p re sió n fu n d a m en ta l d e la muc:rte v a a c a m b ia r d e sign o con la
« lib e ra c ió n » de E r o s : « E l in stin to d e m u erte o b ra b a jo la dirección
d e l p rin cip io d e l N irv a n a : tiende hacia un estado . . . sin n ece sid ad es. E s t a
ten d en cia d e l in stin to im p lica q u e su s m a n ife sta cio n es d e stru c to ra s d is ­
m in uy eron en la cercan ía d e ta l e sta d o . S i el o b je tiv o fu n d a m e n ta l d e l
in stin to n o e s el cese d e la vida, sin o el d el d o lo r, la au sen cia d e ten ­
sión , p arad ó jica m en te el co n flicto e n tre la m u erte y la v id a se r.educc
a m e d id a que la vida se a p ro x im a m ás al e sta d o d e sa tisfa c c ió n » . . . « E r o s
lib e ra d o de la su p e rre p re sió n , q u e d a ría re fo rz a d o ; y así re fo rz a d o , a b ­
sorbería en cie rta form a al in stin to d e m u erte. E l v a lo r in stin tu al d e l a
m u erte se ría m o d ific a d o » (p . 2 0 3 ). A sí p u e s, v a m o s a p od er ca m b ia r al
in stin to y triu n far del hecho cru d o , de acu erd o con la v ie ja filo so fía id e a ­
lista de la n ece sid a d y d e la lib e rta d : « L a m u erte p u e d e v o lv e r a ser un
sig n o d e lib e rta d . L a n ece sid a d d e la m u e rte n o r e fu ta la p o sib ilid a d d e
la lib e ració n fin al. A l ig u a l q u e to d a s la s d e m á s n e c e sid a d e s, p u ed e v o l­
v e rse racion al, in d o lo ra ». L a d ialéctica m arcu sian a im p lica, p o r lo tan ­
to, e l re b a ja m ie n to total d e l im p u lso d e m u erte (¡n o o b sta n te , e ste p a ­
saje está se g u id o in m ed iatam en te en E r o s y C iv ilizació n de la «c rític a
d el re v isio n ism o n e o - fre u d ia n o »!). P o d e m o s m e d ir cu án tas re sisten cias
p ro v o c a e s t e co n ce p to en la s a lm a s p ia d o sa s. A q u í tam b ién , n o e s t á d e
m á s to d a la d ialéctica — en e s te c a s o d e la « lib e r a c ió n » d e E r o s, en o tro s,
de la s fu e r z a s p ro d u ctiv a s— p a r a a c a b a r co n la m u erte.
E l im p u lso d e m u e rte e s m o le sto , p o rq u e n o p e rm ite n in g u n a restau-
176 JE A N BA U D RILLA R D

ración d ia léctica . E n eso e strib a su ra d ic alid a d . P e ro el p án ic o q u e p r o ­


v o c a n o le co n fiere un estatu to d e v e rd a d : h ay q u e p re g u n ta rse s i no
re su lta rá ser una racion alización d e la m u e rte , en ú ltim a in stan cia.
P rim eram e n te es la co n vicción la q u e h a b la en F r e u d (en o tra s p a r­
te s F r e u d h a b la rá de h ip ó te sis e sp e c u la tiv a ): « L a convicción que h e­
m o s a d q u irid o d e q u e la v id a p síq u ic a está d o m in ad a p o r la ten dencia
a la in v a ria b ilid a d , a la su p resió n de la ten sión in tern a p ro v o ca d a p o r
la s excitacion es (p rin cip io d e l N irv a n a — B a rb a ra L o w ), esta co n v ic­
ción constituye u n a d e la s m á s p o d e ro sas razo n es q u e n os in d u cen a
creer en la ex iste n c ia de in stin to s d e m u e rte » (M á s a llá d e l p rin cip io
d e l p lacer). ¿P o r qué, en ton ces, to d o s lo s esfu e rz o s de F re u d para fu n ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d a r su in stin to d e m uerte en la racion alid ad b iológica (a n álisis de W eiss-
m an n , e t c .) ? ; e sfu e rz o p o sitiv ista q u e d e p lo ra m o s gen eralm en te, un p o co
c o m o la ten tativa d e d ialectizar la N a tu ra le z a en E n g e ls, y q u e d e co ­
m ú n a cu erd o o lv id a m o s p o r a fecto a él. Y sin e m b a rg o : « S i a d m iti­
m os, co m o un h ech o ex p erim en tal, sin excep ción , q u e to d o lo que vive
v u elve al e sta d o in o rgán ico , m u ere p o r razo n es in tern as, p o d e m o s d e ­
cir: el fin h acia el cu al tie n d e to d a vid a es la m u e rte ; y a la in v e rsa , lo
n o -v iv o es a n te rio r a lo v iv o ... E s o s g u a rd ia n e s d e la v id a q u e so n los
in stin to s, han sid o p rim itiv am en te lo s sa té lite s d e la m u e rte ».
E s d ifíc il d e sp re n d e r a q u í el im p u lso d e m u erte d el p o sitiv ism o
p a ra h acer d e él u n a « h ip ó te s is e sp e c u la tiv a » o u n « p u r o y sim p le p rin ­
cip io d e fu n c io n a m ie n to p síq u ic o » (P o n ta lis, re v ista ). N o hay, p o r lo
d e m á s, a e ste n iv e l, v e rd a d era d u a lid a d de im p u lso s: só lo la m u erte es
fin a lid a d . P e ro es e sta fin a lid a d la qu e p la n te a a su vez un p ro b lem a
cru c ia l, p o rq u e in sc rib e la m u erte en una a n te rio rid ad tal, co m o d e stin o
o rgán ico y p síq u ic o , c a si co m o p ro g ra m ac ió n y c ó d ig o gen ético ; en re­
su m en , en una p o sitiv id a d tal q u e, sa lv o si se cree en la r e a lid a d cien tí­
fica de este im p u lso, n o se le p u e d e c o n sid era r m ás q u e co m o m ito . N o
p o d e m o s sin o o p o n er a F re u d lo q u e él m ism o d ice: « L a teo ría d e los
im p u lso s es, p o r d e cirlo a sí, n u e stra m ito lo g ía p ro p ia . L o s im p u lso s son
se re s m ítico s, g ra n d io so s en su in d eterm in a ció n » (N u e v o ciclo d e co n ­
feren cias p ara in tro d u cir a l p sico a n álisis).
S i e l im p u lso d e m u erte es un m ito, in terp re tém o slo . In te rp re te m o s
el im p u lso de m u erte, y el co n ce p to de in c o n scien te m ism o co m o m ito s,
y n o ten gam o s en cu en ta su e fe c to , o su e sfu e rz o d e « v e r d a d » . U n m ito
cu en ta a lg o : n o ta n to en su c o n ten id o c o m o en la fo rm a d e su d iscu rso .
A p o ste m o s a q u e, b a jo la s esp ecies m e tafó ric a s de la se x u a lid a d y la
m u erte , el p sic o a n á lisis cu en ta a lg o re la tiv o a la o rgan izació n fu n d am en ­
ta l d e n uestra cu ltu ra . C u a n d o el m ito ya n o se cuenta, cu an d o erige
su s fá b u la s en a x io m a s, p ie rd e esa «in d e te rm in a c ió n g ra n d io sa » d e q u e
h ab la F re u d . « E l co n ce p to n o e s s in o e l re sid u o d e u n a m e tá fo r a » , d ijo
N ietzsch e. A p o s te m o s, p o r lo ta n to , a la m e tá fo ra d e l in con scien te, a
la m e tá fo ra del im p u lso d e m u erte.
E r o s al se rv icio d e la m u erte , to d a la su b lim ació n c u ltu ra l co m o
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 177

un la rg o ro d eo hacia la m u e rte , e l im p u lso d e m u erte alim en tan d o la


violen cia re p re siv a y p re sid ie n d o la c u ltu ra com o un su p ery o fero z, la s
fu e rz a s d e la v id a in scrib ié n d o se en la co m p u lsió n d e rep etició n — to d o
e sto es c ie r to , p ero cierto d e n u e stra c u ltu ra — em presa d e m u erte b u s ­
c a n d o a b o lir la m u e rte y p o r ello m ism o , e rigie n d o m u e rte so b re m u er­
te, y o b sesio n ad a p o r ella co m o p o r su p ro p io fin. E s t o , el térm ino de
« im p u lso » lo dice m etafó ric am en te, y d e sig n a con e sto la fa se co n tem ­
p o rá n e a del sistem a d e la ec o n o m ía p o lític a ( ¿ e s to d av ía la eco n o m ía
p o lític a ? ), d o n d e la ley d e l v alor, b a jo la fo rm a e stru c tu ra l m ás te rro ris­
ta , se a cab a en la p u ra y sim p le re p ro d u cció n co m p u lsiv a d e l có d igo ;
d o n d e la ley d el v a lo r p arece una fin alid ad tan irre v e rsib le co m o un
im p u lso , tal co m o re v iste p a ra to d a n u e stra cu ltu ra carácter d e d estin o .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E s ta d io de la in m an en cia re p e titiv a d e u n a m ism a ley en to d o s lo s in s­
ta n te s d e la v id a . E s ta d io en el q u e el siste m a tro p ie z a con su p ro p io
fin, co g id o en tre el b lo q u e o d e la m u erte com o fin a lid a d o b je tiv a , y la
su b v e rsió n to ta l p o r e l im p u lso d e m u erte co m o p ro ce so de d e sc o n s­
tru cción . L a m e táfo ra d el im p u lso d e m u erte d ice to d o esto sim u ltá­
n eam ente; p o rq u e el im p u lso d e m u erte es a la vez el sistem a y el d o b le
d el s i s t e ^ , su d e sd o b la m ie n to en u n a con tra-fin alidad radical (cf. el
D o b le , y su «in q u ie ta n te e x tr a ñ e z a » , D a s U n h eim lich e).
H e ahí lo q u e cu en ta el m ito . P e ro v e a m o s có m o fu n cion a l a m u er­
te cuando se d a co m o d isc u rso o b je tiv o de « im p u ls o » . C on el térm ino
de « im p u ls o » , cu ya defin ición es a la vez b io ló g ic a y p síq u ic a , el p sico ­
an á lisis se arraiga en ca te g o ría s salidas d irectam en te de lo im agin ario
de una c ie rta razón o ccid en tal: lejo s d e co n trad ecirle rad icalm en te, deb e
p o r el co n tra rio in te rp re ta rse com o un m o m en to del p en sam ien to oc­
cid e n tal. En cu an to a lo b io ló g ic o : es ev id en te q u e es la racio n alid ad
cien tífica la q u e p ro d u ce la d istin ció n d el v iv o y el no-vivo, so b re la
cu al se fu n d a la b io lo g ía . L ite ra lm e n te , la cien cia, al p ro d u cirse a sí
m ism a co m o c ó d ig o , p ro d u c e el m u e rto , el n o-viviente, co m o o b je to
co n ce p tu al, y la sep aració n d el m u erto co m o a x io m a a p a rtir del cual
ella p o d rá le g isla r. N o hay o b je to b u en o (científico) co m o n o hay indio
b u e n o , sin o m u erto . A h o ra b ien , es a ese esta d o in o rgán ico al q u e se
refiere el im p u lso d e m u erte , a ese e sta tu to d e n o-v iv o, q u e no re su lta
m á s q u e d e l d e c re to a rb itra rio de la cien cia, y p ara d e cirlo to d o , de su
p ro p io fa n ta sm a d e re p re sió n y d e m u erte . N o sie n d o , a fin d e cu en tas,
m á s q u e el ciclo de re p etición d e l n o -v iv o , el im p u lso de m u e rte p a r­
tic ip a d e lo a r b itr a r io de la b io lo g ía , y lo d u p lica con un tray ecto p s í­
q u ico . A h o ra b ien , n o to d a s la s c u ltu ra s p ro d u cen el co n cepto se p arad o
del n o-v iv o, só lo n u estra cu ltu ra lo p ro d u ce b ajo el sign o de la b io lo ­
gía. B a s ta r ía , p or lo ta n to , su p rim ir e sta d iscrim in ació n p a r a in v alid ar
al m ism o tie m p o el co n cepto d e im p u lso de m u erte. E s t e no e s, fin al­
m ente, m á s q u e un arreglo teó rico en tre el v iv o y el no-vivo, sin m ás
salid a q u e to d a s las te n tativ a s d e articu lación en q u e se p ie rd e la cien-
178 JE A N BA U D RILLA R D

cia . D e fin itiv a m en te, siem p re es el n o -v iv o el q u e gan a, la a x io m á tic a


de u n siste m a d e m u erte (cf. J . M o n o d : E l A z a r y la N e c e sid a d ).
E l p ro b le m a es el m ism o p a ra lo p síq u ic o ; y a q u í e s to d o el p sic o ­
an á lisis lo q u e se d e b a te . H a y q u e p re g u n ta rse cu á n d o y p o r q u é n u e s­
tro siste m a co m ien za a p ro d u c ir lo « p s íq u ic o » . L a a u to n o m ía d e lo
p síq u ic o es recien te. E lla d u p lica a un n iv e l su p e rio r, la d e lo b io ló g i­
co . L a lín ea p asa e sta v ez en tre lo o rg á n ico , lo so m á tic o y . . . a lg o m á s.
N o e x iste lo p síq u ic o m á s q u e so b re la b a s e d e e s ta d istin c ió n . D e ahí
la in e x tric a b le d ificu lta d d e sp u é s p a ra re a rtic u la r e l co n ju n to ; d e d o n d e
re su lta p rec isam en te el co n ce p to de im p u lso , q u e in ten ta se rv ir d e in ­
term ed iario en tre lo s d o s, y sim p lem e n te p a rtic ip a d e lo a rb itra rio d e
u n o y o tro . L a m e tap sic o lo g ía d e l im p u lso va a la p ar a q u í c o n la m eta­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
físic a d e l alm a y el cu erpo: es su reescritu ra en un e sta d io m á s a v a n ­
zado.
E l ord en se p a ra d o d e lo p síq u ic o re su lta d e la p rec ip ita ció n , en n u e s­
tro « fu e r o in te r n o » , co n scien te o in co n scien te , de to d o lo q u e el sistem a
p ro h íb e in terca m b ia r c o le c tiv a v sim b ó licam en te . E s u n o rd e n d e lo re­
ch azad o. N a d a ex tra ñ o q u e e s té d o m in a d o p o r el im p u lso d e m u e rte ;
p u e sto q u e n o es sin o el p re c ip ita d o in d iv id u a l d é u n ord en d e m u erte .
Y el p sic o a n á lisis, q u e lo te o riz a en c u a n to tal, n o h a c e, co m o ca d a d is­
cip lin a en su o rd e n , m á s q u e san cio n ar esa d iscrim in ación m o rtal.
C o n scien te , in c o n scien te , su p er-y o, c u lp a b ilid a d , re p re sió n , p ro ce so s
p rim a rio s y se cu n d a rio s, fa n ta sm a , n eu ro sis y p sic o sis; si e s to fu n cion a
bien así, s i a d m itim o s la circun scrip ción d e lo p síq u ico en c u a n to t a l,
q u e p ro d u ce n u e stro siste m a (y n o cu a lq u ie ra ) co m o fo rm a in m ed ia ta y
fu n d a m en ta l d e la in te lig ib ilid a d , es d e cir, co m o có d ig o . L a o m n ip o te n ­
cia del c ó d ig o e s p rec isam en te e sta in scrip ció n d e e sfe ra s se p a ra d a s, t o ­
d a s re sp o n sa b le s d e u n a in v e stig ació n e sp e cia liz a d a y d e u n a cien cia
so b e ra n a ; p e ro la p síq u ica es sin d u d a la q u e tien e el m ejor p o rv e n ir.
|T o d o s l o s p ro c e so s sa lv a je s, e rra n te s, tra n sv e rsa le s, sim b ó lic o s, se in s­
crib irá n en ella p a ra ser a llí d o m e stic a d o s, en n om b re d e l in con scien te, el
cu al, p o r u n a ex trao rd in aria b u rla , ah ora h ace el p ap el de le n tm o tiv de
la « lib e r a c ió n » ra d ic al! ¡L a m ism a m u erte será d o m estic a d a b a jo el sig ­
n o d el im p u lso d e m u erte !
E l hecho e s q u e e s c o n tra F re u d m ism o y co n tra el p sico a n álisis
q u e h ay q u e in terp re tar el im p u lso d e m u erte si q u erem o s co n serv a r su
ra d ic alid a d . E l im p u lso d e m u erte d e b e se r e n te n d id o co m o algo qu e
actú a en co n tra d e to d a la p o sitiv id a d cien tífica del a p a ra to p sicoan alíti-
co tal c o m o F re u d lo elab o ró . N o es la fo rm u lació n ex trem a ni la con ­
clusión m ás ra d ic a l, es su v u e lc o , y los q u e han rech azad o su co n ce p to ,
h an v is t o en c ie r ta fo rm a m ás c la ro q u e lo s q u e lo acep tan sig u ie n d o
lo s p a so s del p sico a n álisis, sig u ie n d o en e sto al m ism o F re u d , sin co m ­
p re n d e r q u izá lo q u e d ice. E l im p u lso d e m u erte v u e lv e , en e fe c to , v ir­
tu alm e n te in ú tile s, ex c ed e d e le jo s a to d o s lo s p u n to s d e v ista y lo s
d isp o sitiv o s a n te rio re s: eco n ó m ico , en ergético , tó p ic o , in c lu so p síq u ic o .
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 179

C on m a y o r razón , d e sd e lu e g o , a la ló g ica im p u lsiv a , a la cu a l a p e la ,


h e red ad a d e la m ito lo g ía cien tífica d el s ig lo x i x . L a c a n lo h a ad iv in ad o
q u izá, cu a n d o h ab la de la « ir o n ía » de e ste co n ce p to , de la p arad o ja in au ­
d ita e in so lu b le q u e p la n te a . E l p sico a n álisis h a to m a d o h istó ricam en ­
te la re so lu ció n d e recon ocer en é l a su m á s e x tra ñ o h ijo, p e ro la m u erte
no se d e ja a tra p a r en e l e s p e jo d e l p sic o a n álisis. A c tú a c o m o p rin cip io
to ta l, rad ical, d e fu n cio n a m ien to , n o n ecesita p ara e llo d e l rech azo n i,
p o r lo ta n to , d e u n a econ om ía lib id in a l. N o n ece sita d e l ro d e o d e lo s
tó p ico s su c e siv o s, d e lo s cálcu lo s d e en ergía, e n e l lím ite , econ om iza
el in co n scien te; d e n u n cian d o to d o e so tam b ién c o m o u n a m áq u in a c o n s­
tru ctiv a d e l E r o s , co m o m á q u in a p o sitiv a d e in terp re tació n , q u e ella d e s­
hace y d e sm an tela co m o a c u a lq u ie r o tra . P r in c ip io d e con tra-fin alidad ,
h ip ó tesis esp e cu lativ a rad ical, m eta-econ óm ica, m e ta-p síq u ica, m eta-ener­
g é tica, m eta-p sico an alítica, e l (im p u lso de) m u erte está m ás allá d e l in ­

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
co n scien te; d e b e se r a rra n ca d o a l p sico an álisis y v u e lto co n tra él.

LA MUERTE EN BATAILLE

L a v isió n p sico an alítica d e la m u erte es aú n , en su ra d ic alid a d , una


v isio n p o r defecto-, coacción im p u lsiv a d e repetición , p e rsp e ctiv a de
e q u ilib rio fin al en e l co n tin u o in o rgán ico , ab o lició n d e las d iferen cias,
d e la s in ten sid a d es, segú n u n a in vo lu ción hacia el p u n to m á s b a jo , en ­
tro p ía d e la m u erte, co n serv ad u rism o d e l im p u lso , e q u ilib rio p o r d e fecto
d e l N irv a n a : esta teo ría p re se n ta in d u d a b le s a fin id a d e s con la eco n o ­
m ía p o lític a. M alth u sia n a co m o é sta , su o b je tiv o es d e fe n d e rse con tra
la m u erte . P o rq u e la econ om ía p o lítica n o ex iste m á s q u e p o r d e fe c to : la
m u erte e n ella e s ese p u n to cieg o , la ausen cia q u e o b se d e to d o s lo s
cálcu los. Y só lo la au sen cia d e la m u erte p erm ite e l in tercam b io d e
lo s v a lo re s y el ju e g o de la s e q u iv a len cia s. L a inyección in fin itesim a l d e la
m u erte crea ría in m ed iatam en te un exceso tal, u n a tal am b iv alen cia, q u e
to d o . el ju e g o d e l v a lo r se d erru m b aría. L a econ om ía política es u na eco­
n om ía d e m u erte , p o rq u e econ om iza la m u erte y la en tierra b a jo su
d iscu rso . E l im p u lso d e m u erte cae en lo in v e rso : es e l d isc u rso d e la
m u erte, co m o fin alid ad irre b a sa b le . D isc u rso in v e rso p e ro co m p lem en ­
tario, p o rq u e si la econ om ía p o lítica es ese N irv a n a (acu m u lación y re ­
p rod u cció n in d efin id as de v a lo r m u e rto ), e l im p u lso d e m u erte d e n u n ­
cia la v e rd a d , y al m ism o tiem p o , la b u rla a b so lu ta ; p e ro lo h ace en los
m ism os térm in o s d e l siste m a , id e aliz an d o la m u erte c o m o im p u lso (fi­
n alid ad o b je tiv a ). T a l cu al e s, el im p u lso d e m u erte es e l n eg a tiv o m ás
rad ic al d e l siste m a a ctu al, p e ro n o h ace aún m á s q u e ten d e r u n e sp e jo
a lo im a g in a rio fú n eb re d e la econ om ía p olítica.
E n lu g a r d e in sta u ra r la m u erte co m o regu lació n d e las ten sion es
180 JE A N BA U D RILLA R D

y fu n ción d e eq u ilib rio , co m o e c o n $ í a d e l im p u lso , B a ta ille la in tro­


d u ce, a la in v e rsa , co m o p aro x ism o d e lo s in terca m b io s, su p era b u n d an ­
cia y e x c eso . L a m u erte co m o acrecen tam ien to siem p re y a ah í, y p ru e b a
d e q u e la v id a só lo e s d e fe c tiv a c u a n d o la m u erte le e s q u ita d a , q u e la
v id a n o e x iste sin o en la irru p ció n y en e l in terca m b io con la m u erte,
si n o, e stá d e stin a d a a la d isc o n tin u id a d d e l v a lo r y , p o r lo tan to , a l d é ­
ficit a b so lu to . « Q u e r e r q u e n o h aya m ás q u e v id a e s h acer q u e n o haya
m ás q u e m u e r te .» L a id ea d e q u e la m u erte n o e s en ab so lu to u na
d e b ilid a d de la v id a, q u e es requ erida p or la v id a m ism a, y q u e el fa n ­
tasm a deliran te d e su p rim irla (el d e la econ om ía) eq uivale a in sta la rla en
el co razón m ism o d e la v id a , p e ro esta vez co m o la n ad a lú g u b re y sin
fin. B io ló g ica m e n te : « E l p en sam ien to d e u n m u n d o d o n d e la o rg a n iz a ­

© Del documento, los autores Digitalizacíón realizada por ULPGC. Biblioteca Unlverslta ría. 2)07
ción artificial a se g u ra se la p ro lo n g a ció n d e la v id a h u m an a, evoca la
p o sib ilid a d de u n a p e sa d illa » (E l E r o tis m o ). P e ro so b re to d o sim b ó lica­
m e n te ; y allí la p e sa d illa n o es u n a sim p le p o sib ilid a d , es la re a lid a d
q u e v iv im o s en cad a in sta n te : la m u erte (el exceso', la am b ivalen cia, el
d o n , el sacrificio, e l g a sto y e l p a r o x ism o ), y p o r l o ta n to , l a v e rd a d e ra
vida está ausen te d e ella. R e n u n ciam o s a m orir, y acu m u lam os en vez
d e p erd ern o s: « N o s o t r o s an e x am o s el o b jeto d el d e se o , q u e era en rea­
lid a d el d e m o rir, lo an e x am o s a n u e stra v id a d u ra b le . E n riq u e c e m o s
n uestra vida en lu g ar de p e rd e rla ». P reem in en cia d e l lujo y d e la pro­
d ig a lid a d so b re el cálculo fun cion al, p reem inencia de la m u erte so b re la
v id a co m o fin alidad u n ilateral d e p rod u cció n y d e acu m u lación : « S i con ­
sid eram o s glo b alm en te la v id a h u m an a, v e m o s qu e a sp ira , h a sta la an ­
g u stia , a la p ro d ig a lid a d , h asta e l lím ite en qu e la an g u stia se v u e lv e
in to lerab le. E l re sto e s ch arlatan ería d e m o r a lis ta ... U n a a gitació n afie­
b ra d a en n o so tr o s p id e a la m u erte q u e ejerza su s e stra g o s a n u e stra s
e x p e n sa s».
L a m uerte y la se x u a lid a d , en lugar de en fren tarse co m o p rin cip io s
an tago n istas (F re u d ), se in tercam b ian en el m ism o ciclo, en la m ism a
revolu ció n cíclica de la co n tin u id ad . L a m u erte n o es el « p r e c io » d e la
se x u a lid a d — especie d e eq uivalen cia q u e en co n tram o s en to d as p arte s
en la teo ría d e lo s se re s v iv o s c o m p le jo s (el in fu so rio e s in m o rta l y
a se x u a d o )— ni la sex u alid ad es el sim p le ro d eo d e la m u erte , co m o
en E l M a le sta r d e la C u ltu r a : ellas in tercam b ian su s en ergías, se ex altan
la u na a la o tra . N o ex iste econ om ía específica ni d e u n a n i d e o tra ,
so lam en te se p a ra d a s de la v id a y la m u e rte su cu m b en al efe cto d e u n a
eco n o m ía; co n fu n d id as, m archan ju n ta s m ás a llá de la econ om ía, en la
fiesta y la p é rd id a (el e ro tism o p ara B a ta ille ): « N o h ay d ife re n cia e n tre
la m u erte y la se x u a lid a d . N o son sin o lo s m o m en to s a g u d o s d e u na
fiesta qu e la n atu raleza ce leb ra con la m u ltitu d in a g o ta b le d e lo s seres,
una y o tra tienen el se n tid o d el d erro ch e ilim ita d o al cu al p ro ce d e la
n atu raleza en co n tra d el d e se o d e p erm an ecer, q u e es p ro p io de cad a ■
s e r » . U n a fie sta , p o r tanto, y fiesta p o rq u e es re stitu ción d e l ciclo, a llí
d o n d e la p en u ria im pon e la econ om ía lin e a l de la p erm an en cia; p o rq u e
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 181

e s re stitu ció n d e u n a re v o lu ció n cíclica d e l a v id a y la m u erte , a llí


d o n d e F r e u d n o au g u ra otra salida q u e la invo lu ción re p e titiv a d e la
m u erte.
H a y , p o r lo ta n to , en B a ta ille u n a v isió n d e la m u e rte c o m o p rin ­
c ip io e x c e siv o , y co m o anti-econ om ía. D e ah í la m e tá fo ra d e l lu jo , d e l
c a rá c te r lu jo so d e la m u erte . S ó lo e l g a sto su n tu a rio e in ú til tien e se n ­
tid o ; la e c o n o m ía no tien e se n tid o , n o e s m á s q u e re sid u o , d e l cu al h e­
m o s h ech o la ley d e la v id a , m ien tras q u e la riq u e z a está en e l inter-
c:ambio lu jo so d e la m u erte : el sa c rificio , la « p a r te m a ld ita » , la q u e esca p a
a la in v e rsió n y a la s e q u iv a le n c ia s, y q u e só lo p u e d e se r a n iq u ilad a.
S i la v id a só lo e s u n a n e c e sid a d d e d u r a r a c u a lq u ie r p recio, e n to n ­
ces, la an iq u ilació n e s u n lu jo q u e no tie n e p recio . E n u n siste m a d o n d e
la v id a está re g id a p o r e l v a lo r y la u tilid a d , la m u erte se v u elv e un
lu jo in ú til, y la so la a lte rn a tiv a .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E s t a co n ju n ció n lu jo sa d e l se x o y la m u erte fig u ra en B a ta ille b a jo
e l sig n o d e la co n tin u id ad , p o r o p o sició n a la eco n o m ía d isco n tin u a d e
la s e x iste n c ia s in d iv id u a le s. L a fin a lid a d es d e l ord en d e lo d isco n tin u o ,
son lo s se re s d isco n tin u o s lo s q u e segregan la fin a lid a d , to d a cla se d e
fin a lid a d e s, q u e se re d u cen a u n a so la : su p r o p ia m u erte. « S o m o s se re s
d isco n tin u o s, in d iv id u o s q u e m u eren a isla d a m e n te en u n a a v e n tu ra in in te ­
lig ib le , p e ro ten em o s la n o sta lg ia d e la co n tin u id a d p e r d id a .» L a m u e r­
te n o tie n e fin alid ad , e s lo q u e p o n e en cu estió n la fin a lid a d d e l ser
in d iv id u a l, en e l e ro tism o : « ¿ Q u é sign ifica el e ro tism o d e lo s c u e rp o s
sin o u n a v io lació n d e l ser d e lo s c o m p a ñ e r o s ? ... T o d o e l d e se m p eñ o
e ró tic o tien e co m o p rin c ip io u n a d e stru cció n d e la estru c tu ra d e l ser
c e rra d o q u e e s en e l e sta d o n o rm al un c o m p a ñ e ro d e ju e g o » . E l d e sn u ­
d a r e ró tic o es ig u a l q u e el d a i m u erte , en la m e d id a en q u e in a u g u ra
u n e sta d o d e co m u n icació n , d e p é rd id a d e id e n tid a d y d e fu sió n . F a s ­
cin ac ió n d e la d iso lu ció n d e la s fu e r z a s c o n stitu id a s: ta l e s E r o s (a la
in v e rsa d e F r e u d , p a r a q u ie n E r o s u n e la s e n e r g ía s, la s c o n fed era en
u n id a d es ca d a v e z m a y o re s). E n la m u e rte , c o m o en E r o s , se tra ta d e
in tro d u cir en la d isco n tin u id a d t o d a la c o n tin u id a d p o sib le : es un ju e g o
con la c o n tin u id a d to ta l. E n e ste se n tid o e s q u e « l a m u erte , ru p tu ra de esa
d isco n tin u id a d in d iv id u a l a la q u e n o s en cad en a la a n g u stia , se p re se n ta
co m o u n a v e r d a d m á s em in en te q u e la v id a » . F r e u d dice ex a c ta m en te lo
m ism o , p e ro p e r d efecto . Y n o se tra ta d e la m ism a m u erte.
L o q u e le fa lló a F r e u d , no es v e r en la m u erte la cu rv a tu ra m is­
m a d e la v id a , es h a b e rle e x tr a íd o e l v é rtig o , e l e x c e so , el v u elco d e
'toda eco n o m ía d e la v id a q u e e lla o p e ra ; e s h a b e r hecho d e e lla , en
c u a n to im p u lso fin al, u n a ecu ación e n re tr a so con la v id a . E s h ab e r
en u n ciad o su eco n o m ía fin a l b a jo el sign o de la re p e tició n , y h ab er o m i­
tid o e l p aro x ism o . L a m u erte no e s d iso lu ció n ni in v o lu ció n , es rev er­
sión y d e sa fío sim b ó lico .
182 JE A N BA U D RILLA R D

P o rq u e p o r o lv id o d e sí, y d e m a sia d o d iligen tes en a n ticip arse


al d e se o de lo s d io ses, esp o n tá n e a m en te lo s se re s m o rtales
una vez to m a d o su p ro p io cu rso, lo s o jo s a b ie rto s,
esco g en hacia la d iso lu ció n el cam in o m ás co rto.
A sí b u sca el to rre n te el re p o so d el m a r
se p rec ip ita a sp ira d o
a su p e sa r fa sc in a d o
d e roca en ro ca siri co n tro l
p o r la m a ra v illo sa n o sta lg ia d e l a b ism o ...
E l d e so rd e n e s fa scin a n te. P u e b lo s e n tero s tam b ién
se d e ja n a tra p a r p o r e l jú b ilo d e la m u erte .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
[ H a b ía en tiem p os d e lo s g rie g o s, a o rillas d e l X a n te , u n a c iu d a d ]
la g e n e ro sid ad d e B r u tu s lo s h ab ía en fu recid o .
C u an d o el fu e g o e sta lló ,' le s o fre ció ay u d arlo s
au n q u e asediab a su ciu dad
P e ro e llo s arro jaro n a sus h o m b res d e lo a lto d e la s m u ra llas
el fu e g o re d o b la y ello s se re gocijan
Y B ru tu s q u e le s tien d e la m an o — p e ro ello s están fu e ra
d e sí
v o cife ran de te rro r y d e exaltación
se arro jan h o m b res y m ujeres a la s llam as
y los n iñ o s en la co n tien da
m u eren — o so b re la s esp a d a s d e su s p a d re s/
N o h u b iera d e b id o d e safiarlo s.
P e ro eso ven ía d e m ás le jo s.
T a m b ié n su s p a d re s, a n tigu am en te, so rp re n d id o s, a co rralad o s p o r lo s p e rsas
h abían in cen d iad o la ciu d a d , e in ten tado una salida
p o r en tre las ca ñ a s d e l río.
Y su s casas y sus te m p lo s se h abían
v o la tiliz a d o hacia el cielo y con e llo s lo s h o m b res
— p resas d el fu e go .
Su s h ijo s n o lo h ab ían o lv id a d o ...

H o ld e rlin .

E l p o stu la d o segú n el cuai la vid a y la m u erte se in tercam b ian , se­


gú n el cu al la vida se in tercam b ia a su m ás alto p rec io en la m u erte,
n o es d el o rd e n d e la v e rd a d cien tífica; es una « v e r d a d » p ro h ib id a p ara
siem p re a la cien cia. C u a n d o B a ta ille d ice del erotism o «S i la unión
d e d o s am an te s es el re su lta d o de la p a sió n , llam a a la m u erte , al d e­
seo d e hom icidio o de su ic id io . . . vio lació n co n tin u a de la in d iv id u alid ad
d is c o n tin u a ... eso s orificio s, esa s a b ertu ras y e so s a b ism o s p o r d o n d e se
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R T E 183

absorben los seres en la continuidad, asimilándola en cierta forma a la


m u erte...»; no hay ninguna relación objetiva, ninguna ley, ninguna ne­
cesidad natural en todo esto. E i lujo y el exceso no son funciones y no
están inscritos ni en el cuerpo ni en el mundo. L a muerte tampoco, esa
muerte simbólica, suntuosa, que es d el orden del desafío, no está ins­
crita, contrariamente a la muerte biológica, en ningún cuerpo ni en l a ­
guna naturaleza. L o simbólico no se confunde nunca con lo real, ni con
la ciencia.
Ahora bien, el propio Bataille comete ese error. « E l deseo de pro­
ducir sin gran esfuerzo es propiamente humano. L a naturaleza, en cam­
bio, prodiga sin contar, “ sacrifica” alegremente.» ¿P or qué buscar la
garantía de una naturaleza idealmente pródiga, contra aquella de los eco­
nomistas, idealmente calculadora? E l lujo no es más «natural» que la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
-economía. E l sacrificio y el gasto sacrificial no pertenecen al orden de
las cosas. Este error lleva a Bataille incluso a mezclar sexualidad repro­
ductora y gasto erótico: «E l exceso de donde procede la reproducción
y el que es la muerte no pueden ser comprendidos sino el uno con ayu­
da del otro». Ahora bien, la reproducción en cuanto tal es sin excesos
— incluso si implica la muerte del individúo, se trata, aun así, de una
economía positiva y cle una muerte funcional— en beneficio de la es­
pecie. La muerte sacrificial, en cambio, es anti-reproductiva y antipro­
ductiva. Apunta, desde luego, a una continuidad, como dice Bataille,
pero no la de la especie, que no es más que la continuidad de un orden
de la vida, mientras que la continuidad radical, aquella donde el sujeto
se abisma en el sexo y la muerte, significa siempre el deterioro pro­
fundo de un orden. N o se apoya en el acto de reproducción, no más
que el deseo en la necesidad, no más que el gasto suntuario prolonga la
satisfacción de las necesidades; niega en el erotismo esa funcionalidad
biológica. Buscar en la ley de la especie el secreto del sacrificio, de la
destrucción sacrificial, del juego y del gesto, es funcionalizar también
todo esto. N i siquiera hay contigüidad entre los dos. N o hay nada en
común entre el exceso erótico y la función sexual y reproductiva. N o
hay nada en común entre el exceso simbólico de la muerte y el agota­
miento biológico de los cuerpos.222

22. Hay un gran peligro de confusión en esto porque, si bien está reconocido
que muerte y sexualidad están biológicamente ligadas como destino orgánico de los
seres complejos, sin embargo, esto nada tiene que ver con la relación simbólica de
la muerte y del sexo. La primera se inserta en la positividad del código genético, la
segunda en la desconstrucción de los códigos sociales. O más bien, la segunda no está
en ninguna parte inscrita en una equivalencia biológica, en una cifra o en un len­
guaje; sino que es juego, desafío y gozo, y funciona al hacer fracasar a la otra.
Entre las dos, entre esa relación real muerte/sexualidad y su relación simbólica pasa
la censura del intercambio, de un destino social donde todo está en juego.
Weissmann: el soma es mortal, el plasma germinativo es inmortal. Los protozoa-
rios son virtualmente inmortales, la' muerte no sobreviene sino entre los metazoarios
diferenciados, para quienes la muerte se vuelve posible, e incluso racional (la duración
184 JE A N BA U D RILLA R D

B ataille su cu m b e a q u í a la ten tació n n a tu ra lista , si no b io lo g ista ,


lo q u e le co n d u ce a n atu ralizar h a c ia la o tra v e rtie n te u n a esp e cie d e
ten den cia a la d isco n tin u id a d : « E l d e se o d e d u ra r es p r o p ia d e cada
s e r .» C o n tra u n a n atu raleza q u e sería d e rro ch e de e n e rg ía s v iv as y o r­
gía de an iq u ilam ie n to , el « s e r » se p ro te g e m ed ian te las p ro h ib icio n e s,
re siste p o r to d o s los m e d io s a este im p u lso d e exceso y de m u erte que
le vien e d e la n atu raleza (sin e m b a rg o , su re sisten cia n o es nunca m ás
q u e p ro v isio n a l, « lo s h o m b res jam ás han op u esto a la vio len cia y a la
m uerte un no d e fin itiv o » ). A sí se e sta b le ce en B a ta ille , so b re la b a se
d e u na defin ición n atu ra l d el g a sto (la n atu ra le z a co m o m o d e lo d e p ro ­
d ig a lid a d ) y de una definición igu alm en te su sta n cial y o n to ló g ica d e la
econ om ía (es el su je to qu ien q u iere m an ten erse en su se r; ¿ p e r o de
dó n d e le vien e ese d eseo fu n d a m e n ta l? ), una esp ecie d e d ia lé ctica su b je ­
tiv a de la p ro h ib ició n y de la tra n sg re sió n , d o n d e el jú b ilo in icial del

© Del documento, los autores. Di gitallzacbn re alizada por ULPGC. Biblioteca Univffsit
sacrificio y d e la m u erte se p ierd e en las delicias d el cristia n ism o y de
la p erv e rsió n 23; u n a especie de d ia léctica o b je tiv a en tre co n tin u id ad y 23

ilimitada de la vida individual se vuelve un lujo inútil; cf. Bataille, para quien es
la muerte al contrario lo que constituye un lujo «irracional»). La muerte no es más
que una adquisición tardía de los seres vivientes. En la historia de las especies vi­
vientes, aparece con la sexualidad.
Así mismo Tournier, en Les Limbes du Pacifique: «El sexo y la muerte. Su
estrecha connivencia... El insistía en el sacrificio del individuo a la especie que
siempre es consumado secretamente en el acto de procreación. Así, la sexualidad es,
decía, la presencia viva, amenazante y mortal, de la especie en el seno mismo del
individuo. Procrear es suscitar la generación siguiente que inocente, pero inexorable­
mente, repele a la precedente hacia la nada ... Por tanto, es cierto que el instinto
que inclina recíprocamente a los sexos es un instinto de muerte. Por eso la natura­
leza ha creído su deber el ocultar su juego, sin embargo transparente. Aparentemente
los amantes persiguen un placer egoísta, cuando en realidad siguen la vía de la
abnegación más loca». Fábula exacta, pero que sólo prueba la correlación biológica
de la muerte y la sexualidad; el decreto de muerte surge efectivamente con la se­
xualidad, porque ésta es ya la inserción de un corte funcional y, por tanto, inmedia­
tamente del orden del rechazo. Pero este corte funcional no es del orden del im ­
pulso, es social. Aparece en un cierto tipo de relación social. Los salvajes no autono-
mizan la sexualidad como nosotros lo hacemos, están más cerca de lo que describe
Bataille: «Hay una desposesión de sí en el juego de los órganos que se derraman
en la primavera de la fusión ...» De modo que hay que decir, con y contra Weissmann:
la muerte (y la sexualidad) no es más que una adquisición tardía del ser social.
23. Esa visión «por exceso» de Bataille, cae efectivamente a menudo en la
trampa de la transgresión; de una dialéctica o de una mística fundamentalmente cris­
tiana (preo compartida con el psicoanálisis actual y con todas las ideologías «liber­
tarias» de la fiesta y del desahogo) de la prohibición y de la transgresión. Nosotros
hemos hecho de la fiesta una estética de la transgresión, porque toda nuestra cul­
tura es una cultura de la prohibición. La fiesta, marcada por la represi,sín, puede
ser acusada a la vez de reactivar la prohibición y de reforzar el orden social. Nosotros
aplicamos graciosamente el mismo análisis a la fiesta primitiva, porque somos incapa­
ces de imaginar nada que no sea la barra y su más acá y su más allá. Y todo esto
procede igualmente' de nuestro esquema fundamental de un orden lineal ininterrum­
pido (la «buena forma» que rige nuestra cultura es siempre la del fin, la de una
realización final). La fiesta primitiva, como el sacrificio, no es transgresión, es rever-
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 185

d isco n tin u id a d , d o n d e e l d e sa fío q u e lan za la m u erte a la o rgan izació n


econ óm ica d e sa p a rec e an te u n a gran altern an cia m e tafísica .
P e ro q u e d a en la v isió n ex c esiv a y lu jo sa d e la m u erte en B a ta ille
a lg o q u e la se p a ra d e l p sic o a n á lisis, de la d e p en d en cia in d iv id u a l y p s í­
qu ica d e l p sic o a n á lisis; la o p o rtu n id a d de un d e sa ju ste de to d a eco n o ­
m ía, d e ro m p e r n o so lam en te el e sp e jo o b je tiv o de la econ om ía p o lí­
tica, sin o ta m b ié n el e sp e jo p síq u ic o in v e rso d e l re ch a z o , d e l in c o n s­
ciente y de la econ om ía lib id in a l. M á s allá de to d o s lo s e sp e jo s, o en su s
fragm e n to s d isp e rso s, co m o lo s d e l e sp e jo d o n d e el E stu d ia n te de P r a ­
ga reen cu en tra su im agen re al en el m o m en to d e m o rir, aparece o tra
cosa p ara n o so tro s ho y: u n a d isp e rsió n fa n tá stic a d el cu erp o , d e l ser y
de las riq u e z a s, cu y o p re se n tim ie n to m ás p ró x im o es la im agen d e la
m uerte en B a ta ille .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
MI MUERTE EN TODAS PARTES,
MI MUERTE QUE SUEÑA

M u erte p u n tu al m u erte b io ló gica

L a irre v e rsib ilid a d de la m u erte b io ló g ic a , su ca rá c te r o b je tiv o y p u n ­


tual, es u n hecho cien tífico m o d ern o . E s esp e cífico d e n u e stra cu ltu ra.
T o d a s la s o tra s afirm an q u e la m u erte co m ien za an te s d e la m u erte , qu e
la v id a co n tin ú a d e sp u é s d e la v id a y q u e es im p o sib le d iscrim in a r la
v id a d e la m u erte. C o n tra la re p re se n ta ció n qu e v e en la u n a el térm in o
de la o tra , hay q u e tratar de v er la in d eterm in ació n ra d ic al d e la v id a
y de la m u erte y la im p o sib ilid a d de au to n o m iz a rla s en e l ord en sim b ó li­
co. L a m u erte n o es un p la z o , es un m atiz de la vida, o qu izá la vida
es un m atiz d e la m u erte. P e ro n u e stra id e a m o d ern a d e la m u erte e stá
d o m in ad a p o r u n siste m a d e re p re se n ta cio n es to ta lm en te d iferen te : e l
d e la m áq u in a y el fu n cio n am ien to . U n a m á q u in a anda o IKJ an d a. D e l
m ism o m o do, la m áq u in a b io ló g ic a está m u erta o viva. E l o rd en sim ­
bólico n o conoce esta d ig ita lid a d a b stra c ta , e in clu so la b io lo g ía adm ite
que se co m ien za a m o rir d e sd e el n acim ie n to , p e ro esto se m an tien e en

sibilidad, revolución cíclica; única forma que elimina la barra de la prohibición.


El orden inverso, el de la transgresión o de la «liberación» de energías reprimidas,
no conduce más que a una compulsión de repetición de la prohibición. Por lo tanto,
sólo la reversibilidad, sólo el ciclo son por exceso; la transgresión sigue siendo por
defecto. «En el orden económico, toda producción no es más que reproducción; en
el orden simbólico, toda reproducción es producción.»
186 JE A N BA U D RILLA R D

el m a rc o d e u n a defin ición fu n cion al.24 O tra cosa es d ecir qu e la m uer­


te articula la v id a , se in tercam b ia con la vida, es el ap o geo d e la v id a ,
p o rq u e en to n ces re su lta a b su rd o h acer de la v id a u n p ro c e so q u e en-'
cuentra su térm in o en la m u erte , y m ás ab su rd o to d av ía e q u ip a r a r la
m u e rte a u n d éficit y a u n a ca d u c id ad . N i la v id a n i la m u erte p u e d en
co n tin u ar a sig n ad a s a un fin cu a lq u ie ra : n o hay, por lo ta n to , ni p u n tu a ­
lid ad ni d efin ición p o sib le d e la m u erte.
V iv im o s en teram en te d e n tro d e l p en sa m ien to ev o lu c io n ista , segú n
el cu al se p asa de la v id a a la m u erte . E s t o es la ilusión d e l su je to , q u e
so stien en co n ju n tam e n te la b io lo g ía y la m e tafísica (la b io lo g ía p reten d e
h ab e r d e rro cad o a la m etafísica, p e ro n o es m ás q u e su p ro lo n g a ció n ).
A h o ra bien, ni siq u iera hay u n su je to q u e m u ere en un m om en to d a d o .8
E s m á s real d e cir q u e p a rte s en teras d e « n o s o tr o s m ism o s» (d e n u e stro i

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universit
cuerpo, de n u e stro s o b je to s, d e n u e stro len g u aje) p asan de la vid a a la
m u erte , p ad ecen vivas el tra b a jo d e l d u elo . A lg u n o s lo g ra n así olvi­
d a rse d e sí m ism o s en v id a , p o co a p o c o , com o D io s olvida a la joven
ah o g ad a q u e d escien d e río a b a jo , en la can ción d e B rech t:

U n d e s gesch ah , d a s s G o t t sie allm áh lich v e rgass,


z u e rst d a s G esich t, dann d ie H án d e, u n d z u le tzt d a s H a a r . . .

Y su ce d ió q u e D io s la o lv id ó p o co a p o co , %
p rim ero el ro stro , lu e go las m a n o s, finalm ente la cab ellera . . .

L a id e n tid a d d e l su je to se desh ace a cad a in sta n te, cae en el o lv id o


de D io s. P e ro esta m u erte n o tiene n ad a de b io ló g ica . E n u n o d e sus
p o lo s, e l b io q u ím ico , lo s p rotozoos a se x u a d o s n o conocen la m uerte sin o
q u e se d iv id e n y se ram ifican (el có d igo genético tam p o co con oce la
m u e r t e : s e tra n sm ite in variable m ás allá d e l d estin o de lo s in d iv id u o s).
E n el o tro , el d e lo sim b ó lico la m u e r te /n a d a n o existe ta m p o co , la
v id a y la m u erte son re v ersib le s.
S ó lo en el esp acio in fin itesim al d e l su ie to in d iv id u al d e la concien­
cia la m u erte adq u iere un sen tido irre v ersib le . N i siq u iera u n aconteci­
m ien to, p o r lo d e m á s; un m ito v ivid o an ticip ad am en te. E l su je to n ece­
sita , p a ra su id e n tid a d , u n m ito d e su fin , co m o n ecesita u n m ito d e su
o rigen . E n re a lid a d , el su jeto no está nunca ah í, co m o el ro stro , las m a­
n os o los ca b e llo s, y sin d u d a , está siem p re ya en otra p a rte , p re so en
una d istrib u ció n in se n sa ta , en un ciclo in term in ab lem en te im p u lsad o
p o r la m u erte. E s ta m u erte q u e e stá p re se n te en to d a la v id a , h ay qu e

24. Por lo demás, es curioso ver como, técnicamente, la muerte se hace cada
vez más indecidible para la propia ciencia: paro cardíaco, después encefalograma plano, ■
después... ¿qué más? Hay en esto algo más que un progreso objetivo: algo se re­
fleja —-en el corazón mismo de la ciencia— de la indeterminación, de la indecibilidad
de la muerte en el plano simbólico.
EL IN TE R C A M BIO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 187

co n ju ra rla , lo ca liz arla en u n p u n to p re c iso d e l tie m p o y en u n lu g a r pre­


ciso : el cu erpo.
E n la m u erte b io ló g ica , la m u erte y el c u e rp o , en v ez d e e x a lta rse
m u tu a m e n te , se n eu tralizan . L a b io lo g ía su p o n e fu n d am en talm e n te la
d u a lid a d d e l a lm a y el cu e rp o . E s t a d u a lid a d es en c ie rto m o d o Ja m u e r­
te m ism a, p u e sto q u e es e lla la q u e o b je tiv a el c u e rp o co m o re sid u a l,
o b je to m a lo q u e se v e n g a m u rién d o se. E s en fu n ció n d e l a lm a q u e el
cu erpo se co n v ierte en e se h ech o b ru to , o b je tiv o , e se d e stin o d e se x o ,
de a n g u stia y d e m u erte . E s en fu n ción d e e sa e sq u iz o im ag in aria, e l
alm a, q u e el cu e rp o se c o n v ierte en e sa « r e a lid a d » q u e n o e x is te sin o
p a ra se r d estin ad a a la m u erte .
E l c u e r p o m o rta l n o e s p u e s m ás « r e a l » q u e el alm a in m o rta l: am ­
b o s re su lta n sim u ltán ea m en te d e la m ism a a b stra c c ió n y, co n e llo s, las
d o s gra n d e s m e tafísica s co m p le m e n ta rias: la id e a lista d e l alm a (con to ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d a s su s m e ta m o rfo sis m o ra le s) y la « m a te r ia lista » d e l cu e rp o , con su s
p ro lon gacion es b io ló g ic a s. L a b io lo g ía v iv e ta n to d e la se p a ra c ió n d e l
alm a y el cu erp o c o m o c u a lq u ie r m e tafísica c r istia n a o ca rte sia n a , p e ro
ya n o lo dice; e l alm a h a d e ja d o de n o m b ra rse , ha p asa d o en te ra , co m o
p rin cip io ideal, a la d iscip lin a m o ral d e la ciencia, a l p rin cip io de le ­
gitim id a d d e la o p eració n técnica so b re lo real y so b re el m u n d o , a los
p rin cip io s d e l m a teria lism o « o b je t i v o » .- L o s qu e d iscu rría n so b re el alm a,
en la E d a d M e d ia , estab an m en o s le jo s d e lo s « s ig n o s d e l c u e r p o » (O c ­
ta v io P a z : C o n ju n cio n e s y D isy u n cio n es) q u e la cien cia b io ló g ic a , la cu a l
se h a p a sa d o p o r en tero , técn ica y a x io m a s, d e l la d o d e l «n o -c u e rp o ».

EL ACCIDENTE Y LA CATÁSTROFE

H a y u n a p a r a d o ja en la co n cepción d e la m u erte p o r p a r te d e la
racio n alid ad m o d e rn a y b u rg u e sa . C o n c eb irla c o m o n atu ra l, p ro fa n a e
irre v e rsib le co n stitu y e el sig n o p ro p io d e « L a s L u c e s » y d e la R a z ó n ,
p e ro en tra en co n trad icció n a g u d a con lo s p rin c ip io s d e la ra cio n a lid ad
b u rg u e sa ; v a lo re s in d iv id u a le s, p ro g re so ilim ita d o d e la cien cia, d o m i­
n io d e la n atu raleza en to d a s ia s c o sa s. N e u tralizad a co m o «h e c h o n a ­
tu r a l» , se v u elv e tam b ién , c a d a v e z m á s, un escán d alo . E s l o q u e O c ta ­
vio P a z h a a n alizad o m u y b ien en su teo ría d e l A ccid e n te (r o n ju n c io n e s
y D isy u n c io n e s): « L a ciencia m o d ern a h a acab ad o con la s ep id em ia s y
n o s h a su m in istrad o ex p licacio n e s p la u sib le s d e ' las d e m á s c a tá stro fe s n a ­
tu rale s: la n a tu ra le z a h a d e ja d o de se r la d e p o sita r ia d e n u e str o se n ti­
m ien to de c u lp a ; a l m ism o tiem p o, la técn ica h a e x te n d id o y a m p lia d o
la n oción d e accid en te, y le h a c o n fe rid o un ca rá c te r co m p le tam en te d i­
feren te . . . E l A ccid en te fo rm a p arte d e n uestra v id a cotidian a y su esp ec­
tro o b se d e n u estro s in som n io s . . . E l p rin cip io d e in d eterm in ació n en fí-
188 JEAN BAUDRILLARD

sica y la p ru e b a d e G o d e l en ló gica son el e q u iv a len te d e l A ccid e n te en


el m u n d o h is t ó r ic o ... L o s sistem as a x io m ático s y d e te rm in ista s h an p er­
d id o su co n siste n c ia y revelan u na fa lla in h eren te. E s t a fa lla no lo es
en re a lid a d , es u n a p ro p ie d a d d el siste m a , algo q u e le p e rte n e c e en
cu an to siste m a . E l A ccid en te no es ni u n a excep ción ni una en ferm ed ad
de n u e stro s re gím e n e s p o lític o s, no es tam p o co un d e fe c to co rre g ib le de
n u e stra civ ilización : es la co n secu en cia n atu ra l de n u estra cien cia, d e n u e s­
tra p o lític a y d e n u e stra m o ral. E l A ccid e n te fo rm a p a rte de n u e stra idea
d el P r o g r e s o ... E l A c c id e n te se h a v u elto u n a p a ra d o ja d e la n ecesid ad :
p o se e la fa ta lid a d d e é sta y la in d eterm in ació n de la lib e rta d . E l no-cuer­
p o , tra n sfo rm ad o en cien cia m a te ria lista , es sin ónim o d e l terror: el A c ­
cid e n te es u n o de lo s a trib u to s de la razón qu e a d o r a m o s ... L a m o ral
cristia n a le ha ce d id o su s p o d e re s d e re p re sió n , p ero a l m ism o tiem p o
ha d e sa p a re c id o de e se p o d e r so b reh u m an o to d a p reten sió n m o ral. E s

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
el re g re so d e la an g u stia de lo s aztecas, au n q u e sin p resag io s ni sign os
ce leste s. L a ca tá stro fe se v u elv e b an al e irriso ria , p u e sto q u e el A c c i­
d e n te , a fin d e cu en ta s, no es m ás qu e u n acc id en te ».
A s í c o m o la so cied ad , al n o rm a liz arse, h ace su rg ir en su p e rife ria
a lo s lo co s y a n ó m a lo s, d e l m ism o m o do, al p ro fu n d iz a rse la razón y el
d o m in io técnico d e la n atu raleza, hacen su rg ir a su alred ed o r la c a tá s­
t r o f e y la decad en cia co m o irrazón d el «c u e rp o o rgán ico de la n a tu ra ­
le z a » ; irra z ó n in so p o rta b le , p o rq u e la ra z ó n se q u ie re so b e ra n a y no
p u e d e siq u iera p e n sa r lo qu e se le esc a p a; in solu b le p o rq u e ya no hay para
n o so tr o s ritu a le s d e p rop iciación o de reconciliación. E l accid en te, co m o
la m u erte , es a b su rd o , un p u n to , eso es to d o . E s un sa b o ta je . U n d e m o ­
nio m align o está ahí p ara hacer q u e e sta h e rm o sa m áquina se d e sc o m ­
p o n ga siem p re. A sí p u e s, esta cu ltu ra ra cio n a lista está a ta ca d a , com o
ninguna o tra , de p aran o ia co lectiva. E l m enor in cid en te, la m en o r irre­
g u larid a d , la m en o r c a tá stro fe , un tem b lo r d e tierra, u n a ca sa q u e se
d e rru m b a , el m al tiem po — tiene que haber un responsable— , todo es
un a ten tad o . D e m o d o q u e el recru d ecim ien to del sa b o ta je , del te rro ris­
m o, d e l b an d o lerism o , es m en o s in teresan te qu e el hecho d e q u e tod o
lo q u e su cede sea in te rp re ta d o en este sen tido. ¿A ccid en te o n o ? E s inde-
cid ib le. Y no tien e im p o rtan c ia, p o rq u e la categ o ría d e l A ccid e n te , qu e
analiza O c ta v io P a z , ha c a íd o en la d el Atentado. Y esto es normal en
un sistem a racio n al: el azar só lo p u e d e se r d ejad o a la vo lu n tad hum ana,
p o r co n sigu ien te tod o d e sa rre g lo se interpreta com o m aleficio, o p o lí­
ticam en te com o ataqu e al orden so cial.25 Y es cierto, u na catástrofe
n atu ral es un p e lig ro p ara el o rd e n e sta b le cid o , no so lam en te p o r el d e so r­
den re al q u e p ro v o c a , sin o tam b ién p o r el g o lp e qu e a se sta a to d a « r a ­
c io n a lid a d » so b e ra n a , así co m o p o lític a. D e ahí el esta d o de sitio a cau-

25. Hasta el punto de que ciertos grupos políticos se contentan con reivindicar
tal o cual accidente o atentado de origen desconocido: esa es su única «práctica»,
el transformar el azar en subversión
EL IN TE R C A M BIO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 189

sa d e u n te m b lo r d e tie rra (N ic a ra g u a ), d e ah í, lo s se rv icio s d e l o rd en


en lo s sitio s d e la s c a tá stro fe s (m ás im p o rta n te q u e p a ra u n a m a n ife sta ­
ción , cu a n d o a q u ella d e l D C -1 0 en E rm e n o n v ille ). P o rq u e n ad ie sab e h a s­
ta d ó n d e el « im p u lso d e m u e r te » , a tra íd o p or el accid en te o la c a tá s­
tro fe , p u e d e d e se n c ad en a rse en esa ocasió n y v o lv e rse co n tra el o rd e n
p o lític o .
E s n o ta b le q u e h a y a m o s re g re sa d o , en p le n o siste m a de la ra z ó n , y
en p le n a consecu en cia ló g ica de ese siste m a , a la visión « p r im itiv a » de
achacar to d o su ce so , y la m u erte en p a rtic u la r, a una v o lu n ta d h o stil.
P e r o so m o s n o so tro s, y só lo n o so tro s, q u ien es esta m o s en p le n a p rim i­
tiv id a d (a q u é lla ju stam e n te con la qu e d isfraz a m o s a los p rim itiv o s p a r a
e x o rc iz a rla ), p o r q u e e sta co n cepció n e n tre lo s « p r im itiv ó s» co rre sp o n d ía
a la ló g ica de su s in terca m b io s re cíp ro c o s y am b iv a len te s con to d o lo qu e
les ro d e a b a , h asta tal p u n to q u e in c lu so las ca tá stro fe s n atu rales y la m u er­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
te eran in te lig ib le s en el m arco de su s e stru ctu ras so ciale s, m ien tras qu e
en tre n o so tro s es fran cam en te p araló g ic a , es la p aran o ia d e la razón , cu ­
y o s a x io m a s h acen su rg ir en to d as p artes lo in in te ligib le a b so lu to , la
M u e rte c o m o in ace p tab le e in so lu b le, el A ccid e n te c o m o p ersecu ció n ,
co m o re sisten cia a b su rd a y m alv ad a d e u na m ateria, d e u n a n atu raleza
q u e n o q u iere co lo ca rse b a jo la s ley es « o b je t iv a s » d o n d e se la ha a c o ­
rrala d o . D e a h í la fascin ació n cad a vez m ás v iv a p o r la ca tá stro fe , el ac­
ciden te, el aten tad o : es la razón a c o rra lad a p o r la esp eran za de una re­
van ch a u n iv ersa l co n tra su s p ro p ia s n o rm as y su s p ro p io s p riv ile g io s.

LA MUERTE «NATURAL»

A la defin ición b io ló g ica d e la m u erte y a la v o lu n ta d ló gica d e la r a ­


zón co rre sp o n d e una fo rm a id eal y e sta n d a rd d e la m u erte, q u e e s la
m u e rte « n a t u r a l» . E s u na m u erte « n o r m a l» , p u e sto qu e llega « a l té r­
m in o de la v id a » . Su co n cepto m ism o su rge d e la p o sib ilid a d d e hacer
retroceder lo s lím ites d e la v id a : v iv ir se v u e lv e un p ro ceso d e acu ­
m ulación, y la ciencia y la técnica en tran en ju ego en esta e stra teg ia
cu a n tita tiv a . C ien cia y técn ica n o v ien en en a b so lu to a co lm ar un d e ­
se o o rig in a l de v iv ir el m a y o r tie m p o p o sib le ; es el trá n sito d e la vid a
al cap ital-v id a (a una ev alu ació n cu an titativ a) m e d ian te la d e sin trin ca ­
ción sim b ó lica de la m u erte , lo q u e p ro m u ev e u n a cien cia y u na técnica
b io m e d ical d e p ro lo n gació n d e la v id a.
L a m uerte n atural n o sign ifica, p or lo ta n to , la acep tación de una
m u erte q u e e sta ría den tro del «o rd e n de las c o s a s » , sin o u n a d e n e g a ­
ción siste m á tic a d e la m u erte . L a m uerte n atu ral es la q u e d ep en d e
d e la cien cia, y q u e tien e vo cación de se r ex te rm in a d a p o r la cien cia.
E s t o sign ifica claram e n te : la m u erte es in h u m an a, irra c io n a l, in se n sa ta ,
190 JEAN BAUDRILLARD

co m o la n atu ra lez a cu an d o n o está d o m e stic a d a (el co n cep to occiden tal


d e « n a tu r a le z a » es siem pre el de u n a n atu raleza rech azad a y d o m esti­
cad a). N o h ay m u erte bu en a sin o v e n c id a , y so m etid a a la ley: tal es el
id e al d e la m u erte n atu ra l.
D eb e ría se r p o sib le p a r a ca d a cu al el ir h a sta el lím ite d e su «c a ­
p it a l» b io ló g ic o , el d isfr u ta r « h a s ta el t o p e » de su v id a , sin violen cia
n i m u erte precoz. C o m o si cad a cu al tuv iera su p eq u eñ o esqu em a d e vida
im preso, su «e sp e ra n z a n o rm a l» d e vida, un «c o n tra to de v id a » , en el
fo n d o . D e a h í la reiv in d icació n so c ia l d e esta c u a lid ad d e v íd a d e la cu al
fo rm a p a r te la m u e rte n atu ra l. N u e v o c o n tra to so cial: e s to d a la so cied ad ,
con su ciencia y su técn ica, la q u e se v u elv e so lid aria m e n te re sp o n sa b le
d e la m u erte d e ca d a in d iv id u o .26 E sta reivin dicación p u e d e, p o r otra

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p a rte , im p lica r un a ta q u e al orden e x iste n te , del m ism o t ip o que las
reiv in d icacio n es sa la ria le s y cu a n tita tiv a s: es la ex ig e n c ia d e una ju sta
duración d e la v id a , co m o de u na ju sta re trib u ció n d e la fu e rza d e tra­
b a jo . E n lo e sen cia l, este derecho, co m o tod os lo s o tro s, esco n d e una
ju risd ic ció n re p re siv a . C ad a cu al tiene derecho, p e ro al m ism o tie m p o ,
d e b e r d e m u erte n atu ral. P o rq u e ésta es la m u erte caracte rística del sis­
tem a d e la eco n o m ía p o lític a , su tip o d e m u erte o b lig a d o :
I . C o m o siste m a d e m ax im ización d e las fu e rz a s p ro d u ctiv as (en
un siste m a « e x te n s iv o » d e la m a n o d e o b ra , no h ay m u erte n atu ral p ara
lo s esclav o s, se le s h ace re v en ta r tra b a ja n d o ).
I I . M u ch o m á s im p o rta n te : q u e ca d a cu al ten ga d erech o a su vid a
(h abeas co rp u s-h ab eas v ita m ), es la ju risd icció n so cial e x te n d id a a la
m u erte . L a m u erte es so cializ a d a co m o to d o el re sto : n o p u e d e ser m ás
q u e n atu ra l, p o rq u e to d a o tra m u erte es u n e scán d alo so cial, n o se ha
hecho lo q u e se d e b ía . ¿ P r o g r e s o so c ia l? N o : p ro g re so d e lo so cial,
q u e se an e x a in clu so la m u erte. C a d a uno está d e sp o se íd o d e e lla , ya
n o le será nunca p o sib le m o rir co m o él lo en tie n d e. Y a n u n ca será
lib re m á s q u e d e v iv ir el m a y o r tie m p o p o sib le . E s t o sign ifica en tre
otras, la p ro h ib ició n d e co n su m ir su vid a sin co n sid eració n d e lím ites.
E l p rin cip io d e la m u erte n atu ra l e q u iv a le a u na n eu tralizació n d é la
v id a , p u ra y sim p lem en te.27 L o m ism o p a ra la cu e stió n de la ig u a ld a d
an te la m u erte : h ay q u e re d u c ir la v id a a la c a n tid ad (y p o r ta n to , la
m u erte a n a d a ) p a r a a ju sta rla a la d e m o c racia y a la le y d e la s e q u iv a ­
len cias.

26. Porque hoy día es a la instancia social a quien se dirige esa exigencia
contractual. Antes era con el Diablo con quien se firmaba pacto de larga vida, ri­
queza o placer. El mismo contrato, la misma trampa: siempre es el Diablo quien gana.
27. Esto es más importante que la explotación máxima de la fuerza Je trabajo.
Se ve claramente en el caso de los ancian os:n o son explotados; si se les deja vivir
a expensas de la sociedad, si se les fuerza a vivir, es porque son el ejemplo vivo de
la acumulación de la vida (opuesta a su consumación). La sociedad los mantiene como
modelos de valor de uso de la vida, de acumulación y de ahorro. Y es por esto que ya
no tienen en nuestra sociedad ninguna presencia simbólica.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 191

VEJEZ Y TERCERA EDAD

A q u í tam b ién , la v icto ria d e la cien cia so b re la m u erte entra en


co n trad icció n c o n la ra cio n a lid ad d e l siste m a : la tercera e d a d se v u el­
ve u n p e so m u erto co n sid erab le en la ge stió n social. T o d a una p a r te
de la riq u e z a so c ia l (d in e ro y v a lo re s m o ra le s) se d isip a en ella sin p o ­
d e r d a rle un se n tid o . U n tercio de la so cied ad q u e d a de este m o d o en
e sta d o de p a r a sitism o econ óm ico y d e se gre gació n . L a s tie rra s co n q u is­
ta d a s en esta m arch a d e la m u erte so n so cialm en te d e sé rtic a s. C o lo n iz ad a
m u y recien tem en te, la v ejez d e la ép oca actu al p e sa so b re esta so cied ad
co m o p esa b a n an tigu am en te la s p o b lacio n e s in d íg en as co lo n izad as. L a
T e rc e ra E d a d e x p re sa b ien lo q u e sign ifica: es una esp ecie d e T e rc e r

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
M undo.
N o es m á s q u e u n tro z o d e v id a, m arg in al, aso cial en e x tre m o ; u n
g h etto , u n a p r ó r r o g a ^ u n a p en d ien te hacia la m u erte. S e trata d e la li­
q u id ació n d e la v e jez. A m e d id a q u e lo s v iv o s v iv e n m ás la rg a m e n te ,
a m e d id a q u e le « g a n a n » a la m u erte , cesan. d e ser reco n o cid o s sim ­
b ó licam e n te. C o n d en ad a a u n a m u e rte q u e retro ced e co n stan tem en te, esta
e d a d p ie rd e su e sta tu to y su s p re rro g a tiv a s. E n o tra s fo rm acio n e s s o ­
cia les, la v e jez e x iste v e rd a d e ra m e n te , com o b a se sim b ó lica d e l g ru p o .
E l e sta tu s d e an cian o, q u e p erfeccio n a el d e an c estro , e s el m á s p r e s ti­
g io so . L o s « a ñ o s » son u n a riq u eza real q u e se in tercam b ia en a u to ri­
d ad , en p o d e r, en ca m b io hoy', lo s añ o s « g a n a d o s » n o son sin o añ os
co n tables, acu m u lad o s sin p o d e r in tercam b iarse . L a esp eran za p ro lo n ­
g a d a d e v id a no h a d e se m b o c a d o , p o r lo ta n to , sin o en una d iscrim h
n ación de la vejez; ésta d eriv a ló g icam e n te de la d iscrim in ació n d e la
m u erte m ism a . L o « s o c ia l» a q u í tam b ién h a cu m p lid o su ta rea . H a h e­
cho d e la vejez un te rrito rio « s o c ia l» (q u e fig u ra en lo s p e rió d ico s con
ese títu lo , con lo s in m ig rad o s y el a b o rto ), ha so cializ ad o esta p o rció n
de v id a en cerrán d o la en sí m ism a. B a jo el sign o «b e n é fic o » d e la m u erte
n atu ral, h a hecho de ella u n a m u erte so c ia l a n ticip ad a.
« P o r q u e la v id a in d iv id u a l d e l civ ilizad o e stá su m e rg id a en el p r o ­
gre so y en e l in finito y q u e , se gú n su se n tid o in m an en te, u n a v id a se ­
m e jan te n o d e b ería te rm in a r n un ca. E n e fe c to , siem p re h ay p o sib ilid a d
de u n n u ev o p ro g re so p a r a quien v iv e en e l p ro g re so . N in g u n o d e los
q u e m u eren alcan zan jam ás la cim a, p u e sto q u e e lla está situ a d a en e l
in fin ito . A b rah am o los ca m p e sin o s en o tro s tie m p o s m u rieron v ie jo s
y co lm a d o s p o r la v id a , p o rq u e esta b a n in sta la d o s en el ciclo o rgán ico
d e la v id a , p o rq u e ésta les h ab ía ap o rtad o , en el ocaso de su s d ía s, to d o
el se n tid o q u e p o d ía o fre c e rle s, y p o rq u e n o su b sistía n in gú n en igm a
q u e e llo s h u b ie ra n q u e r id o to d a v ía re so lv e r. P o r lo ta n to , p o d ía n se n tir­
se sa tisfe c h o s d e la v id a . E l h o m b re civilizado, en cam bio, situ a d o en
la co rrien te de u n a civilización q u e se en riqu ece continu am en te en pen-
192 JE A N BA U D RILLA R D

sam ie n to , en saber y en p ro b le m a s, puede sen tirse ca n sa d o d e la vida j


no co lm ad o p or ella . . . E s p or e sto qu e la m u erte es para él un sucesc
sin sen tido, la v id a d e l civ ilizad o co m o tal tam p o co lo tiene, p u e sto qu<
el hecho d e su p ro g re siv id a d d e sp o ja d a de sign ificación , hace igualm ent<
de la vida un su ce so sin sign ificació n » (M a x W e b e r: E l S a b io y el P o
lítico ).

MUERTE NATURAL Y MUERTE SACRIFICIAL

¿P o r q u é la m u erte d e v e jez , e sp e ra d a , p re v ista , la m u erte en f a m i ­


lia — la ú n ica qu e tu v o u n sen tid o pleno p a r a 1a c o le ctiv id a d trad icicf
nal, de A b ra h a m a n u e stro s ab u elos, ya no lo tien e en a b so lu to h o y §
N i siq u iera es c o n m o v ed o ra , es casi rid ic u la , en to d o c a so , so c ia lm e n ti
insign ifican te. ¿ P o r q u é a la in v e rsa, la m u erte v io le n ta , accid en tal, aleí®
to ria , qu e era a b su rd a p a ra la co m u n id a d an tigu am en te (era tem id a ■£
m a ld ita , lo m ism o que para n o so tro s el su ic id io ), tiene tanto se n tid o par'i_
n o so tr o s? : es la ú n ica q u e acap ara la crón ica, q u e fa sc in a , q u e co n m u ev f
la im aginación . U n a v ez m ás, n u e stra cu ltu ra es la d e l A ccid e n te , c o m ¡
dice O c ta v io P az. J
¿ E x p lo ta c ió n ab y ecta d e la m u erte p o r p a rte de lo s m e d ia ? N c !
ésto s se conten tan con ap ro v e ch ar el hecho de q u e lo s ú nicos acontes
cim ien to s que sign ifican algo in m ed iato p ara n o so tr o s, sin cálcu lo 111
ro d e o s, so n los que ponen en ju e g o , en una u otra fo rm a , la m u erte . E j|
este se n tid o , los m edia m ás ab y ecto s so n tam b ién los m ás o b je tiv o s. 1!
aq u í tam b ién , la in terp re tació n en térm in o s d e im p u lso s in d iv id u a le s reí
ch azad o s, de sa d ism o in co n scien te, e tc ., es frív o la y sin in te ré s, p o rq u é
se tra ta de u n a p asió n co lectiva. L a m u erte v io len ta o catastró fica n o sa ­
tisface al pequ eñ o in con scien te in d iv id u a l, m a n ip u la d o p o r los inm un ­
d o s m ass-m ed ia (e sta es una v isió n secu n d aría y ya m o ralm en te fa lse a d a );
n o rem u eve tan p ro fu n d a m en te sin o p o rq u e p o n e en ju e g o al gru p o ,
la p asió n d e l g ru p o hacia sí m il.m o, q u e en u na u otra fo rm a ella tran s­
figura y re sca ta d e la n te d e ellos.
L a m u erte « n a tu r a l» está v a c ía d e se n tid o p o rq u e el g ru p o n o tie­
ne n in gun a p a r te en ella. E s b a n a l p o rq u e está lig ad a al su je to in d iv i­
d u a l b a n a liz ad o , a la célu la fa m ilia r b a n a liz ad a , p o rq u e ya no es d u elo
y alegría co le ctiv o s. C a d a cu al en tierra a su s m u erto s. N o e x iste la m u er­
te « n a tu r a l» en tre los p rim itiv o s: to d a m uerte es so cial, p ú b lic a , co­
lec tiv a, y es siem p re la co n secu en cia de una v o lu n ta d a d v ersa q u e d eb e
ser a b so rb id a p o r el g ru p o (no h ay b io lo g ía ). E sta a b so rció n se lleva a
cabo m e d ian te la fiesta y los rito s. L a fiesta es el in tercam b io d e la s v o ­
lu n tad es (no v e m o s có m o re a b so rb e ría la fiesta un su ce so b io ló g ico ).
V o lu n ta d e s fu n e s ta s v rito s d e ex p iació n se in tercam b ian so b re la cabeza
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 193

d e l m u e rto . L a m u erte se ju e g a , y se g a n a sim b ó lica m en te ; el m u e rto


gi:ina en e llo su e sta tu s, y el g ru p o se en riq u ec e con u n co m p añ ero .
N u e s tr a m u erte d e a h o ra e s u n o q u e se la rg a . N o tien e n a d a q u e
in tercam b iar. E s y a u n re sid u o an te s d e m o rir. A l térm in o d e u n a v id a
d e acu m u lació n , es él q u ie n e s re sta d o d e l to ta l: o p e ra c ió n econ óm ica.
N o se v u e lv e im ag en , sin o to d o lo m á s d e c o a r ta d a a lo s v iv o s, a la
su p e rio rid a d ev id e n te d e lo s v iv o s so b re lo s m u e rto s. E s 11' m u erte p r o ­
saica, u n id im e n sio n al, fin al d e l re co rrid o b io ló g ic o , sa ld o d e u n c ré d ito :
« e n tre g a r el a lm a » co m o u n n eu m á tic o , re cip ien te v a c ia d o d e su conte­
nido. ¡Q u é b a n a lid a d !
T o d a la p asió n se re fu g ia en to n ces en la m u erte v io le n ta , la ú n ica
q u e tra slu ce a lg o p a r e c id o a l sacrificio , e s d e cir, c o m o u na tra n sm u ta ­
ción re a l p o r v o lu n ta d d e l gru p o . Y q u e la m u erte se a a ccid en tal, cri­
m in al o cata stró fica , p o c o im p o rta . A p artir d e l m o m en to en q u e escap a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
a la razón « n a t u r a l» , en q u e es un d e sa fío a la n atu ra le z a , v u elv e a ser
a su n to d e l g ru p o , e x ig e u n a re sp u e sta co le ctiv a y sim b ó lica , en u na
p ala b ra , su sc ita la p a s ió n d e lo a rtificia l, q u e e s al m ism o tie m p o , la p a ­
sió n sacrificial. L a n atu ra lez a e s p ro sa ic a y n o tien e se n tid o , n o e s n e­
ce sario q u e u n a m u erte se a «e n tre g a d a a la n a tu ra le z a » , es n ece sario qu e
se intercam bie segú n lo s rito s co n ven cio n ales e stric to s, p ara q u e en er­
gía, la en ergía d e l m u erto y la en ergía d e la m u e rte , re p e rcu ta so b re el
g ru p o , se a a b so r b id a y g a sta d a p o r el g ru p o , en vez d e só lo d e ja r u n
re sid u o d e «n a tu ra le z a » . A n o so tro s, q u e n o ten em o s rito s p o d e ro so s d e
ab so rción d e la m u erte y d e su en ergía d e ru p tu ra , n o s q u e d a el fa n ta s­
m a d el sacrificio, d el artificio v io le n to d e la m u e rte . D e ah í la sa tisfa c ­
ción in ten sa, y p ro fu n d a m e n te co le ctiv a, d e la m u erte a u to m o v ilística . L o
q u e fa sc in a en el accid en te m o rta l e s la artificialid ad d e la m u erte. T é c ­
n ica, n o n a tu ra l, p o r lo ta n to d e se a d a (p o r la p ro p ia v íc tim a , ev en tu a l­
m e n te ), en to n ces, d e n u e v o in teresan te, p o rq u e la m u erte d e se a d a tiene
se n tid o . E s e sa artificialid ad d e la m u erte lo q u e p e rm ite , a l ig u a l q u e el
sacrificio, su am p lificación esté tic a en la im agin ació n , y el g o z o q u e se
d e sp re n d e d e ella. L a « e s t é t ic a » n o v a le ev id en tem e n te sin o p a ra n o so ­
tro s, q u e n o s c o n sa g ra m o s a 1? co n tem p lació n . E l sacrificio n o e s « e s ­
té tic o » p a r a lo s p rim itiv o s, p e r o e x p r e sa u n a re p u lsa a Jo s ó r d e n e s su ­
ce siv o s n atu ra les y b io ló g ic o s, u n a in terv en ció n d e o rd e n in iciá tico , u na
v io len cia co n tro la d a, so cialm en te e sta tu id a ; v io len cia a n tin atu ral q u e n o so ­
tro s só lo p o d e m o s v o lv e r a h allar en el azar d el accid en te y d e la
c a tá stro fe . P o r eso , é sto s lo s v iv im o s c o m o aco n tec im ie n to s so c iale s sim ­
b ó lic o s d e la m ay o r im p o rta n c ia , c o m o sacrificios. F in a lm e n te , el A cci­
dente só lo es accid en tal, es d e cir, a b su rd o , p ara la razón oficial; p ara la
exigen cia sim b ó lica , q u e n o n o s a b an d o n a ja m á s, el accid en te es a lg o
m uy d iferen te .
L a to m a d e reh en es co n ciern e al m ism o esce n ario . U n án im em en te
co n d en ad a , su scita u n te rro r y u n a aleg ría p ro fu n d a . Y e stá en v ía d e
co n v e rtirse en u n ritu al p o lític o d e p rim e ra c a te g o ría a l a h o ra q u e la
194 ]EAN BAUDRILLARD

p o lític a se h u n d a en la in d ife ren cia. E l reh én tiene u n a eficacia simbó­


lica cien v e ces su p erio r a la d e la m u erte a u to m iv ilístic a, d e p o r sí cien
veces su p erio r a la d e la m u erte n atu ra l. E s p o rq u e a q u í se re cu p e ra
u n a especie d e tie m p o d el sacrificio, d e ritu al d e ejecu ción , es la ^inmi­
n en cia d e la m u erte co lectiv am en te e sp e ra d a ; totalm en te in m erecid a, p o r
lo tanto, to ta lm en te a rtificial, p o r lo tan to, p erfe cta d e sd e el p u n to de
v ista sacrificíal, y q u e al o ficiarla, el « c r im in a l» ace p ta g en eralm en te m o ­
rir a c a m b io , lo q u e e s t á d e n tro d e la regla d e u n in tercam b io sim b ó ­
lic o al cu al n o s a d h erim o s m u ch o m á s p ro fu n d a m en te q u e a l o rd e n econó­
m ico.
E l accid en te d e trab ajo co n ciern e al o rd e n ec on óm ico y n o tiene
n in gu n a eficacia sim b ó lica. E s a sim ism o in d ife ren te a la im agin ación

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
co lectiv a y al e m p re sa rio c a p ita lista , p o rq u e es u n a d e sc o m p o sició n de
m á q u in a , y n o u n sa c rificio . E s o b je to de u n a re p u lsa d e p rin c ip io , f ^ -
d a d a en lo s d e re ch o s a la v id a y a la se g u rid a d ; n o e s n i o b je to n i ca u sa
d e u n terror lú d ic o .2J S ó lo e l o b re ro , lo sa b e m o s, ju e g a co n su se gu ri­
d a d , d em asiad o fácilm en te en o p in ió n d e lo s sin dicatos y lo s p a tro n o s qu e
n o com pren den n ad a d e ese d e sa fio .
T o d o s so m o s reh en es, ese e s e l se cre to d e la to m a d e reh en es, y
to d o s so ñ a m o s, en lu g ar d e m o iir e stú p id a m e n te d e d e sg a ste , con recib ir
la m u erte , y con d a r m u erte . P o rq u e d ar y recibir es u n acto sim b ó lico
(el acto sim b ó lico p o r ex celen cia), q u e q u ita a la m u erte to d a la negati-
v id a d in d ife ren te q u e tien e p a ra n o so tro s d e n tro d el ord en « n a t u r a l» d e l
ca p ita l. D e l m ism o m o d o , n u e stra re lació n con lo s o b je to s ya n o es v iv a
y m o rta l, sin o in stru m en ta l — no sa b e m o s d e stru irlo s. y n o esp e ra m o s
d e ello s n u e stra m u erte— p o r eso so n v e rd a d era m en te o b je to s m u e rto s,
y q u e a c a b a rá n p o r m a ta rn o s, p ero en la m ism a fo rm a q u e el accid en te
de trab ajo , co m o un o b jeto a p la sta a otro. S ó lo el accid en te d e a u to m ó ­
v il re sta b le c e en cierto m o d o el e q u ilib r io sacrificial. P o r q u e la m u erte
es a lg o q u e se c o m p a rte , y d e b e m o s sa b e r c o m p a r tirla co n n u e stro s o b ­
je to s al ig u a l q u e con lo s d e m á s h o m b re s. L a m u erte n o tien e se n tid o
m ás q u e d a d a y re cib id a , es d ecir, so cializ a d a p o r el in tercam b io . E n el
o rd e n p rim itiv o to d o e stá c o n stitu id o p ara q u e se a así. E n el o rd e n d e
n u e stra c u ltu ra , p o r el co n tra rio , to d o e stá c o n stitu id o p a r a q u e ella n o
so b rev en ga ja m á s a n ad ie d e algú n o tro , sin o so lam en te d e la «n a tu ra le ­
z a » , co m o u n a c a d u c id ad im p e rso n al d e l cu erp o . V iv im o s n u estra m u erte
co m o fa ta lid a d « r e a l» in sc rita en n u e stro c u e rp o , p e ro p o r q u e n o s a ­
b em o s in scrib irla e n u n ritu a l sim b ó lico d e in tercam b io . E n to d a s p ar­
tes, el orden d e lo « r e a l » , el de la « o b je tiv id a d » del cu erp o , com o el de
la econ om ía p o lític a , re su lta d e la ru p tu ra d e ese in tercam b io . N u e stro
m ism o cu e rp o co m ien za a e:X'istir a p a r tir d e ah í, co m o lu g ar de en d e- 28

28. N o se vuelve apasionante más que si puede ser atribuido a alguien (ta
capitalista o tal empresa personificada), y por lo tanto, vivido de nuevo como crimen
y sacrificio.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 195

r r o d e la m u erte in in te rca m b ia b le, y a ca b a m o s p o r creer en e sa esen cia


b io ló gica d e l cu erp o , so b re la q u e v e la la m u e rte , y so b re la m u erte v ela
la ciencia. L a b io lo g ía está p re ñ a d a de m u erte , e l cu e rp o qu e ella traza
está p re ñ a d o d e m u erte , y n in gú n m ito lo lib e ra ya. E l m ito, el ritu al que
lib e ra ría a l cu erp o de esa su p rem ac ía de la cien cia se h a p erd id o , o n o
ha sid o h a lla d o to d av ía .
E s p o r esto q u e tra ta m o s d e circu n scrib ir a lo s dem ás, a n u e stro s
o b je to s, y a n u e stro p r o p io c u e rp o , en un d e stin o d e in stru m e n ta lid a d ;
p a ra n o recib ir la m u erte d e ello s. P e r o n ad a p o d e m o s h acer; co n la m u er­
te su cede co m o con el re sto : al n o q u e re r d a rla ni recib irla, n os cerca
en el sim u lacro b io ló g ico d e n u estro p ro p io cu erp o .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
L a p en a d e m u erte

« H a s ta el sig lo XVIII, se a h o rcab a,


d e sp u é s d e u na sen ten cia le g a l, a lo s
an im ales c u lp a b le s d e h a b e r c a u sa d o
la m u erte d e u n h o m b re. S e a h o rca­
b a igu alm en te a lo s c a b a llo s.»

A u to r D e sco n o cid o

T ie n e qu e h ab er u na razón m u y esp e cial d e la re p u lsió n q u e n o s in s­


p iran lo s castigo s a an im a les, p o rq u e d e b ería ser m ás grav e ju zgar a un
h o m b re q u e a u n an im al, y m á s h o rrib le h acerle su frir. A h o ra bi._en, de
u n a fo rm a u o tra , el ah o rcar a u n c a b a llo o a u n c e rd o n o s p a r e c e m ás
d e te sta b le , c o m o lo es ta m b ié n el ah orcar a u n lo c o o a u n n iñ o, p u e sto
q u e son « ir r e sp o n sa b le s » . E s a secreta ig u a ld a d de la s co n cien cias en la
ju stic ia , q u e h ac e q u e el co n d en ad o co n serv e siem p re el p riv ile g io de
n e g a r el d erech o d e l o tro a ju z g a rle , e se d e sa fío p o sib le , q u e es d iferen te
al d erech o a la d e fe n sa , y q u e restab lece u n m ín im o d e c o n tra p artid a
sim b ó lica , n o ex iste en a b so lu to en el c a so d e l an im al o d e l loco. Y es
la a p lica ció n de u n ritu a l sim b ó lic o a u n a situ a c ió n q u e im p id e to d a p o ­
sib ilid a d d e re sp u e sta sim b ó lica , lo q u e co n stitu y e el carác te r p a r tic u ­
larm e n te o d io so d e ese tip o d e ca stig o .
A d iferen cia d e la liq u id a c ió n físic a , la ju stic ia e s u n a c to so cial,
m o ra l y ritu a l. L a ín d o le in fa m e d e l c a stig o a u n n iñ o o a u n lo c o p ro ­
vien e del asp ecto m o ral d e la ju stic ia : si el « o t r o » d e b e ser convencid o
de su cu lp a b ilid a d y con d en ad o en cuanto tal, el c a stig o p ie rd e su sen ­
tido, p u e sto q u e n i la con cien cia d e la falta, n i siqu iera la h u m illación
so n p o sib le s p ara e sto s « c rim in a le s» . E s p u e s tan e stú p id o c o m o cruci-
196 JE A N BAUDRIL^LAIU>

ficar a lo s le o n es. P e ro hay a lg o m á s en el c a stig o d e un a n im a l, y q u e


p ro v ien e e sta vez d e l carácter ritu a l d e la ju stic ia . M ás que la m u erte in ­
fligid a, es la ap licació n de un cerem o n ial h u m an o a un an im al lo q u e
co n stitu y e la ex trav a g a n c ia atro z d e la escen a. T o d a s las te n ta tiv a s d e
d isfra z a r a lo s an im ales, to d o s lo s d isfr a c e s y a m a estra m ien to s d e a n i­
m a les p a ra la co m ed ia h u m an a so n sin ie stro s y m a lsa n o s; en la m u erte ,
e sto se v u e lv e v e rd a d era m en te in so p o rta b le .
¿ P e r o p o r q u é esa re p u lsió n a v e r tra ta r al an im al co m o se r h u m a ­
n o ? E s q u e el h o m b re q u e d a tra n sfo rm a d o en b e stia . E n e l an im al qu e
se a h o rca, es, p o r la fu e rz a d e l sig n o y d e l ritu al, u n h o m b re el q u e es
a h o rcad o , p e ro u n h o m b re tra n sfo rm a d o en b e stia co m o p o r m agia n e ­
gra . U n a sign ificació n refleja, q u e v ien e d el fo n d o d e la re cip ro cid a d q u e ^
ju ega en to d o , siem p re, sea lo q u e se a , en tre el h o m b re y el an im al, en- §
tre el v e rd u g o y su v íctim a, se m ezcla a la re p re se n ta ció n v isu a l en u n a i

© Del documento, los autores, Digltallzación realizada por ULPGC. Biblioteca Universit
co n fu sió n terrib le, y d e esta a m b ig ü e d a d m aléfica (com o en L a M e ta m o r­
f o s is d e K a fk a ) n ace la av e rsió n . F in d e la cu ltu ra , fin d e lo so cial, fin
d e la re gla d e l ju e g o . M a ta r a u n an im al con la s fo rm a lid a d e s h u m an as
d esen cad en a una m o n stru o sid a d eq u iv a le n te en el h o m b re, q u e se con ­
v ie rte en víctim a d e su p ro p io ritu a l. L a in stitu ció n ju d icial se v u elv e
co n tra él, p u e s p o r ella el h o m b re p reten d e d e m o strar u n ra sg o q u e lo
d istin g u e d e la a n im a lid a d . D e sd e lu e g o , la b e stia lid a d es u n m ito ; lín ea
d e ce su ra q u e im p lica u n p riv ile g io ab so lu to d e lo h u m an o , y e l rechazo
d el an im al en lo « b e s t ia l» . E sta discrim in ación se ju stifica re lativ am e n te
sin e m b a rg o cu an d o im plica, ai m ism o tie m p o q u e el p riv ile g io , to d o s
lo s riesgos y la s o b ligacion es d e lo h u m an o , en p articu la r el d e ju sticia
y m u erte so ciale s, d e lo s cu a le s, segú n esta m ism a lógica, no d e p e n d e en
a b so lu to el an im al. Im p o n e rle esta re gla es tach ar e l lím ite en tre lo s dos,
y al m ism o tie m p o a b o lir lo h u m an o tam b ién . E l h o m b re no es en ton ­
ce s m ás q u e la caricatu ra in m u n d a d e l m ito de la an im alid ad q u e é l ha
in stitu id o .
N o se n ece sita p sic o a n á lisis, n i F ig u ra d e l P a d re , n i e ro tism o sád ico
n i cu lp a b ilid ad , p ara e x p lic a r la n áu se a d e l su p licio an im al. T o d o aq u í
es so c ial, to d o tiene relación con la línea d e d em arcación so c ia l q u e traza
el hom bre a lre d e d o r d e sí m ism o , se g ú n un có digo m ítico d e d ife re n ­
cias — y con la re to rsió n q u e ro m p e esta lín ea, segú n la ley q u e qu iere
q u e la re cip ro cid a d n o cese n u n ca : to d as las d iscrim in acio n es n o son o tra
co sa q u e im a g in a ria s, y la re cip ro cid ad sim b ó lica la s atrav iesa siem p re,
p a ra lo m ^ o r y p a ra lo p eor.
D e sd e lu e g o , esa n áu sea, lig ad a a la p é rd id a d e l p riv ile g io d e lo h u ­
m an o, es p ro p ia , p o r lo tanto, de un o rd en so cial d o n d e el co rte con lo
an im al y, p o r lo m ism o , la ab stracció n de lo h u m an o, es d efin itiv a. E s a
re p u lsió n n os d istin g u e : in d ica q u e la R azó n h u m a n a ha p ro g re sa d o , lo
q u e n o s p erm ite re m itir a la « b a r b a r ie » to d o ese « M e d io e v o » d e su p li­
cio s, h u m an os o an im ales. « E n 1 9 0 6 to d av ía , un p e rro , en S u iz a , es ju z­
g a d o y e jecu ta d o p o r p articip ació n en un ro b o y h o m ic id io .» N o s sentí-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 197

m o s tra n q u iliz a d o s al le e r e sto : y a n o e sta m o s en e sa s. In sin u ació n : so­


m o s « h u m a n o s » hoy d ía co n lo s an im ales, lo s re sp e ta m o s. P e ro e s a la
in v e rsa ex a c ta m en te : la re p u gn an cia q u e n o s in sp ira la ejecu ción d e un
an im al e s p ro p o rcio n a l a l d e sp re cio en q u e lo s ten em os. E s en la m e d i­
d a d e su re le gació n , p ro p ia d e n u e stra c u ltu ra , en la irre sp o n sa b ilid a d ,
en lo in h u m an o , q u e e l an im al se v u elv e in d ign o d e l ritu a l h u m an o : b a s­
ta en to n ces q u e éste sea a p lica d o p a r a p ro d u c irn o s n á u se a , n o a ca u sa
d e l p ro g re so m o ra l sin o p o r el p ro fu n d iz a rse d e l ra cism o h u m an o.
L o s q u e sacrificab an a n tig u am e n te en el ritu a l a lo s a n im a les n o lo s
to m ab an co m o b ru to s. E in c lu so la so c ie d ad m e d ie v a l, q u e lo s co n d en a­
b a y lo s c a stig a b a fo rm alm en te, estab a m u ch o m á s cerca d e e llo s q u e
n o so tro s q u e n o s h o rro riz a m o s d e esa p rá c tic a . E llo s lo s c o n sid era b a n
cu lp a b le s; eso e ra h o n ra rlo s. L a in ocen cia q u e ah ora le s co n ferim o s (a sí
com o a lo s lo c o s, lo s d é b ile s y lo s n iños) e s sign ificativ a d e la d ista n cia
ra d ic a l q u e n o s se p a ra d e e llo s, d e la e x c lu sió n ra cia l en q u e lo s m an tien e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la defin ición rig u ro sa d e lo H u m a n o . E n u n co n te x to d o n d e to d o s lo s
se re s v iv o s so n co m p a ñ ero s en el in tercam b io , lo s an im ales tien en « d e ­
r e c h o » al sa c rificio y a la exp iació n ritu a l. E l sa c rificio p rim itiv o d e l
an im al está lig a d o a su e sta tu s sa g r a d o y ex cep cio n al d e d iv in id ad , d e tó ­
tem .2930 N o s o tr o s ya no lo s sa c rifica m o s, in clu so no lo s ca stig a m o s, y es­
ta m o s o r g u llo so s d e e llo , p ero e s sim p lem en te q u e lo s h e m o s d o m e stic a ­
d o , q u e h e m o s h ech o d e e llo s u n m u n d o ra cia lm en te in ferio r, ni siq u iera
d ign o ya d e n u e stra ju stic ia , y ú n icam en te e x t e r m in a b a s co m o carn e de
carn icería. O b ien , el p e n sa m ien to racio n al lib e ra l to m a a su carg o a
a q u e llo s q u e e x c o m u lg a : lo s an im ales, lo s loco s, lo s niños, q u e n o « s a ­
b en lo q u e h a c e n » — p o r lo ta n to , n i siq u ie ra so n d ig n o s d e l c a stig o y
de la m u erte, ta n só lo d e la c a rid a d so cial: p ro tec cio n ism o d e to d o tip o ,
S .P .A ., p siq u ia tría open , p e d a g o g ía m o d ern a ; to d as la s fo rm as de infe-
riorizació n d e fin itiv a, p e ro co n tiento, en q u e se atrin ch era la R a z ó n L i ­
beral. C o n m iseració n racial m edian te la cu al el h u m an ism o re d o b la su p ri­
vilegio so b re lo s « s e r e s inferiores».™

A la luz d e to d o esto se p la n tea la cu e stió n d e la p en a d e m u erte ,


q u e e s ta m b ié n la d e la in g e n u id a d o la h ip o cre sía d e to d o h u m an ism o
lib e ra l a l re sp e cto .

29. Contrariamente a lo que se cree, los sacrificios humanos han sucedido a los
sacrificios de animales a medida ‘que el animal iba perdiendo su preeminencia má­
gica, y que el hombre-rey iba sucediendo al animal-totem corno digno de la función
sacrificial. El sacrificio sustitutivo del animal, mucho más reciente, tiene un sentido
completamente diferente.
30. Así antiguamente perdonaban a los prisioneros de guerra para hacerlos es-
claves. No siendo dignos del potlatch y del sacrificio, se les destinaba al estatuto más
vil y a la muerte lenta del trabajo.
198 JEAN BAUDRILLARD

P a ra lo s p rim itiv o s, el « c rim in a l» n o es u n ser in ferio r, anorm al e


irre sp o n sa b le . E n él, com o e n el « lo c o » y e l «e n fe rm o » se articulan gran
n ú m ero d e re so rte s sim b ó lico s — q u ed a a lg o d e eso en la fó rm u la d e M a rx
so b re el c r im p a l co m o fu n ción e sen cia l d e l o rd en b u rg u é s. E l rey es
aqu el a qu ien se le h a ad ju d icad o e l crim en p o r excelencia d e ro m p e r el
tabú d e l in c e sto ; p o r esto es rey y p o r esto se rá m u erto . S u exp iació n
le confiere el e sta tu s m ás alto, p u e sto q u e ella p on e en m arch a d e n u evo
el ciclo d e los in terca m b io s. H a y a q u í to d a u n a filo so fía de la cru e ld ad
(en el se n tid o d e A rta u d ) q u e n o so tro s y a n o co n ocem o s, y q u e exclu y e
tan to la in fam ia social co m o el c a stig o : la m u erte d el crim inal n o es u na
san ción , n o se p a ra ni elim in a a lg o p o d rid o d e l cu e rp o so cial, es fiesta y
cu m b re, p o r e l co n tra rio , en ella se rean u d an las so lid arid a d es y se ro m ­
p en las se p a ra c io n e s. E l lo co , el b u fó n , el b an d id o, e l h éroe y m u ch os

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
o tro s p e rso n a je s d e la s so cie d ad e s tra d icio n a le s han d e se m p eñ ad o , g u a r­
d ad as las p ro p o rcio n e s, el m ism o p ap el de ferm en tos sim b ó lico s. L a so­
ciedad se articu la b a en su d iferen cia. L o s m u erto s fu eron los p rim e ro s
en d e se m p eñ ar ese p ap el. N o afectad as aún p o r el p rin cip io de la R a tó n
so cial, las so cied ad es tra d icio n a ie s se ad ap tab an m uy b ien al crim in al, así
fu e ra p o r su m u erte ritu a l y co lectiv a 3I, así co m o la so cied ad cam pesin a
a su s id io ta s d e l p u e b lo , a sí fu e ra co m o o b je to s ritu a le s d e escarn io .
Se acab ó e sta cu ltu ra d e la cru e ld a d d o n d e la d iferen cia se e x a lta y
se e x p ía en el m ism o acto sacrificial. N o so tro s n o sa b e m o s m ás q u e de
e x te rm in a c ió n o d e terap éu tic a p ara con los- d e sv ia d o s. N o sa b e m o s m ás
q u e elim in ar, e x p u rg a r o a rro ja r a la s tin ie b la s so ciale s. Y e sto c o rre s­
p o n d e a n u e stra « to le r a n c ia » , a n u e stra co n cepció n so b e ra n a d e la li­
b e rta d . « S i la s so c ie d a d e s co n tem p o rán e as han p ro g re sa d o a l n iv e l d e las
c o stu m b re s, e llo n o exclu y e q u e h ay an re tro ce d id o a l n iv e l d e la s m en ­
ta lid a d e s» {E n ciclo p ed ia U n iv e rsa lis). A l n o rm a liz arse, es d e cir, al ex te n ­
d e r a to d o s la ló gica de las eq u ivalen cias — cad a cu al ig u a l y lib re an te la
n o rm a— , la so cied ad p o r fin so cializad a exclu y e to d o s los a n tica erp o s.
E n to n ce s crea, d e n tro d e la m ism a co rrien te, las in stitu cio n e s específicas
p ara re cib irlo s — es así co m o florecen en el tran scu rso d e lo s sig lo s, las
cárceles, lo s a silo s, lo s h o sp ita le s, la s e sc u e la s, sin o lv id a r la s fá b ric a s,
q u e tam b ién co m en zaron a flo re cer con lo s D erech o s d e l H o m b re ; es as.i
co m o h ay qu e en ten d er el tra b a jo . L a so cialización n o es o tra co sa qu e
este p a so d e sc o m u n al d e l in terca m b io sim b ó lico d e la s d iferen cias a la
ló g ic a so c ia l d e la s eq u iv alen cias. T o d o « id e a l so c ia l» o so c ia lista n o h ace
m ás q u e re d o b la r e ste p ro c e so d e so cialización , y el p en sa m ien to lib e ra l
q u e q u ie re a b o lir la p en a d e m u erte , n o hace sin o p ro lo n g a rlo . P e n sa ­
m ien to de d e re ch a o p e n sa m ien to d e iz q u ie rd a so b re la p en a de m u erte;
h iste ria re accion aria o h u m an ism o racio n al: n in gu n a d iferen cia. U n o y

31. ¿Pero cuándo y por qué esa muerte deja de ser un sacrificio para conver­
tirse en suplicio? ¿cuándo deja de ser un suplicio para volverse una ejecución,
como lo es para nosotros? N o hay una historia de la muerte y de la pena de muerte:
sólo hay la genealogía de las configuraciones sociales que dan su sentido a la muerte..
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 199

o tro e stá n ig u a l d e le jo s d e la co n figuració n sim b ó lica d o n d e e l crim en ,


l a lo cu ra y la m u erte so n u n a m o d a lid a d d e l in terca m b io , la «p a rte m a l­
d it a » en torn o a la cu al g ra v ita n to d o s lo s in terca m b io s. R e in te g ra r el
crim inal a la so cie d ad ; hacer cíe él un hom bre eq u iv a le n te , ¿ n o r m a l?
P e r o e s ex a c ta m en te lo in v e rso . C o m o d ic e G e n tis: « N o se tra ta de
co n v e rtir al lo c o a la v e rd a d d e la so cie d ad , sin o d e co n v e rtir a la s o ­
cied ad a la v e rd a d d e la lo c u r a » (L e s M u r s d e l ’a s i l e ). T o d o el p e n sa ­
m ien to h u m a n ista clau d ica an te e sta ex ige n cia, ab ie rta m e n te realizada en
las so cied ad es a n te rio res, siem p re p re se n te , p e ro o c u lta y v io len tam en te
rech azada en la s n u e stra s (p o rq u e e l crim en y la m u erte p ro v o ca n siem p re
el m ism o jú b ilo se cre to , au n q u e d e g ra d a d o y o b scen o ).
S i en u n a p rim era ép o ca el ord en b u rg u é s s e d e se m b araza del crim en
y d e la lo cu ra m e d ian te la liq u id a c ió n o el en cierro , en u n a se g u n d a é p o ­
ca, n eu traliza to d o e sto so b re la b a se d e la te rap é u tic a . E s la fa se d e la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ab so lu ció n p ro g re siv a d e l crim in al y de su re ciclaje co m o se r so cial, m e­
d ia n te to d o s lo s ro d e o s d e la m e d icin a y d e la p sico lo g ía. P e ro h ay q u e
v e r q u e este viraje lib e ra l se d a so b re la b a se d e u n esp a c io so cial en te ­
ram en te re p re siv o , cu y o s m e can ism o s n o rm a le s han a b so rb id o la fu n ció n
re p re siv a an tigu am en te a d ju d icad a a in stitu cio n e s esp e ciale s.32
E l p en sa m ien to lib e ra l n o sa b ría ex p re sa rse m e jo r al p re te n d e r qu e
« e l d e re ch o p en al está llam a d o a d e sa rro lla rse en el se n tid o de u na m e d i­
cina so cial p rev e n tiv a y d e u n a a siste n cia so cial c u ra tiv a » (E n ciclo p e d ia
U n iv e rsa lis). Se so b ree n tien d e con esto q u e e stá llam ad o a d e sa p a re c e r en
cu an to pen al. P e ro no es así en a b so lu to : es la san ción la q u e e stá lla ­
m ad a a cu m p lirse en su fo rm a m á s p u ra en el gran re ciclaje terap éu tic o ,
p sic a g ó g ic o y p siq u iá tric o . E s la v io le n cia p en al lo q u e en cu en tra su e q u i­
v a le n te m á s su til en la re so c ializac ió n y la reed u cació n (en o tra s p arte s
en la a u to crítica o el a rre p e n tim ien to , segú n el siste m a so cial d o m in an te ).
Y a p a r t ir d e a h í e sta m o s to d o s d e term in a d o s en la v id a n o rm al: to d o s
so m o s lo c o s y crim in ales.33

32. El mismo viraje liberal, en otro nivel, en la Inglaterra de 1830 cuando se


quiso sustituir el verdugo por una policía regular preventiva. Los ingleses prefirieron
el verdugo a la fuerza de policía regular. Y de hecho, la policía, constituida para
reducir la violencia hecha al ciudadano, simplemente ha tomado el relevo del crimen
en la vio.lencia hecha al ciudadano. Con el tiempo, se ha revelado mucho más repre­
siva y peligrosa para el ciudadano que el mismo crimen. Aquí también, la represión
abierta y puntual se ha metamorfoseado en represión preventiva generalizada.
33. E s el sentido de la famosa fórmula: «Todos somos judíos alemanes» (pero
también: todos somos indios, negros, palestinos, mujeres u homosexuales). A partir
del momento en que la represión de las diferencias no se lleva a cabo mediante la
exterminación, sino mediante la absorción en la equivalencia y la universalidad repre­
siva de lo social, todos somos diferentes y reprimidos. No hay sino detenidos en una
sociedad que inventa las cárceles open; no hay sino sobrevivientes en una sociedad
que pretende abolir la muerte. En esta contaminación por reacción se lee la om­
nipotencia del orden simbólico, la irrealidad en el fondo de las separaciones, de las
líneas que traza el poder. D e ahí el poder de tal consigna: TodOli somos judíos
alemanes, por cuanto no expresa una solidaridad abstracta, del tipo: «Todos juntos
200 JEAN BAUDRILLARD

N o so lam en te la pena d e m u erte y la violen cia p e n a l p u e d en d e sa p a ­


recer de esta so cied ad , sin o q u e d eb en h acerlo, y lo s a b o lic io n ista s n o
h acen sin o ir en la dirección d e l siste m a , p e ro en p le n a co n trad icció n con ­
sig o m ism o s. Q u ieren a b o lir la pena d e m u erte , p e ro sin a b o lir la r e s­
p o n sa b ilid a d ('¡p o rq u e sin re sp o n sa b ilid a d n o h ay conciencia ni d ign id ad
d e l h om bre, p o r ta n to , n o hay p e n sa m ien to lib e r a l!) Iló g ic o . P e ro so b re
to d o , in ú til: p o rq u e h ace m u ch o tie m p o q u e la re sp o n sa b ilid a d h a m u er­
to. V e stig io in d iv id u a l d e la ed ad d e L a s L u c e s, ha sid o liq u id a d a p o r el
siste m a a m edida q u e se vo lv ía m a s racio n al. A un ca p ita lism o q u e se
a p o y ab a e n e l m é rito , la in ic ia tiv a , la e m p re sa in d iv id u a l y la co m p e ten ­
cia, le con ven ía u n id e al d e re sp o n sa b ilid a d , y p o r ta n to , e l eq u iv alen te
re p re siv o : en b ien co m o en m a l, cad a u n o , e m p re sa rio o crim in al, recib e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la san ción q u e m erece. A u n siste m a q u e se ap o y a en la p ro g ra m ac ió n b u ­
rocrática y la ejecu ció n d e l p la n , le convien en ejecu ta n tes irre sp o n sa b le s,
y p o r ta n to , tod o el siste m a d e v a lo re s d e la re sp o n sa b ilid a d se d e rru m b a
so lo : ya no re su lta o p era c io n a l. Q u e luch em os o n o p o r a b o lirla , es in d i­
feren te : la pena d e m u erte es in ú til. L a ju stic ia tam b ién se d e rru m b a : en
to d a s p a r te s irre sp o n sa b iliz a d o , ei in d iv id u o se v a le , p a se lo q u e p a s e , d el
p re te x to d e la s e stru c tu ra s b u ro c rá tic a s, y n o a ce p ta se r ju z g a d o p o r
n ad ie , n i siq u ie ra p o r la so cied ad en tera. In c lu so el p ro b le m a d e la re s­
p o n sa b ilid a d co le ctiv a e s u n fa lso p ro b le m a : la re sp o n sa b ilid a d sim p le ­
m en te h a d e sa p a rec id o .
E l ben eficio secu n d ario d e la liq u id ació n de lo s v a lo re s h u m a n ista s
es la d e sc o m p o sició n d e l a p a r a to re p re siv o , b a sa d o en la p o sib ilid a d de
d istin g u ir « e n co n cien cia» el b ien del m al, y de ju z g a r y co n d en ar se­
gú n e ste criterio . P e ro al o rd en le e s fá c il ren u n ciar a la p en a d e m u erte ,
co n tin ú a ga n an d o , y la s cá rc e le s p u e d e n a b rirse , ya q u e la m u erte y la
cárcel eran la v e rd a d d e la ju risd icció n so cial d e u n a so cied ad aú n h ete­
ro gén ea y d iv id id a . L a terap éu tica y el re cicla je so n la v e rd a d d e la ju-
rid iscció n so cial de u na so cied ad h o m ogén ea y n o rm alizad a. E l p e n sa ­
m ie n to de d erech a se a ju sta m á s b ie n a la p rim e ra , el p e n sa m ie n to d e
iz q u ie rd a , a la se g u n d a ; p e r o u n o y o tr o ob ed ecen al m ism o siste m a
d e v a lo re s.
L o s d o s h ab lan , p o r lo d em ás, e l m ism o len g u aje m é d ico : ab lació n
d e u n m iem b ro p o d rid o , d ice la d e re ch a ; cu ració n d e u n ó rg a n o e n fer­
m o , dice la izq u ie rd a. D e u n o y otro la d o , la m u erte se in terp re ta a n i­
vel d e la s eq u iv a len cia s. E l p ro ce d im ien to p rim itiv o no conoce m á s q u e
la s re cip ro cid a d e s: clan co n tra clan , m u e rte c o n tra m u e rte (don co n tra
d o n ). N o s o t r o s n o co n o c e m o s m á s q u e un siste m a d e e q u iv alen cias (m u er­

para ... Todos unidos tras esto o aquello... Adelante con los proletarios, etc., etc.,
sino el hecho inexorable de la reciprocidad simbólica entre una sociedad y aquellos
que ella excluye. De un solo movimiento ella se pone del lado de aquellos como
diferencia radi<11. En este sentido dicha consigna recuperó en mayo 68 algo funda­
mental, mientras que los otros slogans no eran más que conjuro político.
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 201

te p o r m u erte) en tre d o s térm in o s ig u a l d e a b stra c to s q u e lo s d e l in te r­


cam bio econ óm ico: la so cied ad y el in d iv id u o , b ajo la ju risd ic ció n de u na
in sta n cia m o ra l «U n iv e rsa l» y d e l derech o.
M u e rte p o r m u erte, d ice la derech a, tom a y daca, h as m a ta d o , d e ­
b es m orir, es la ley d el c o n tra to . In to le ra b le , d ice la iz q u ie rd a , el cri­
m in al d e b e ser p e rd o n a d o : no es v e rd ad eram en te re sp o n sab le . E l prin ci­
p io de la eq uivalen cia está a sa lv o ; sim p lem en te u n o d e los térm in os (la
re sp o n sa b ilid a d ) tien d e hacía cero, el otro (la sanción) tien d e tam b ién a
lo m ism o . E l m edio, la in fan cia, e l inconscien te 34, la co n d ición social fo r ­
m an u n a n ueva ecuación d e la re sp o n sa b ilid a d , p e ro siem pre en térm i­
n os de c a u sa lid a d y d e c o n tra to . A l térm in o d e este n u ev o c o n tra to , el
crim in al n o m erece m ás q u e la p ie d a d (c ristia n a ) o la se g u rid a d so cial.
E l p e n sa m ie n to d e iz q u ie rd a n o in terv ien e p o r lo ta n to , sin o p a ra in ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
v e n ta r fo rm a s n eo -cap italistas m á s su tile s, en la s q u e la re p re sió n se
v u elv e d ifu sa , co m o en o tro s terren o s la p lu sv a lía . P e r o siem p re se t r a ­
ta d e eq u iv a le n te s d e la m u erte en la c u ra p siq u iá tric a , c u ra ergonóm i-
ca. E l in d iv id u o es tratad o en ella co m o so b rev ivien te fun cion al, co m o
o b je to d e re cicla je ; lo s c u id a d o s y la so licitu d con q u e se le ro d e a , con
q u e se le cerca, son o tro s tan to s ra sg o s d e su an o m alía. L a toleran cia
de q u e go z a e s d e l m ism o g é n e ro q u e la q u e h em o s v isto ejercer con lo s
an im a les: es u n a o p eració n m e d ia n te la cu al el ord en so cial e x o rciz a y
con trola sus p ro p ia s o b se sio n e s. ¿ E l siste m a n os hace a to d o s irre sp o n ­
sa b le s ? E s to n o e s so p o rta b le sin o circ u n scrib ién d o lo a u na ca teg o ría de
irre sp o n sa b le s n o to rio s, a q u ien es se v a a cu id ar en cu an to tale s. E s o n os
d a r á , p o r c o n tr a ste , la ilu sió n d e re sp o n sa b ilid a d . L o s d e lin cu en tes, lo s
crim in ale s, lo s n iñ o s y lo s lo c o s p ag ará n la s co n secu en cias d e e sta o p e ra ­
ción clín ica.

34. Porque en esa voluntad de abolición de la muerte, que es el proyecto de


la economía política, el inconsciente, por un curioso cambio de la situación (él, que
«no conoce la muerte», él que es impulso de muerte) representa un papel impor­
tante. Se convierte en el lenguaje de referencia de la tesis de la irresponsabilidad
del criminal (el crimen como acting-out). Es incorporado al expediente de la defensa
como sistema de explicación. E l inconsciente tiene hoy un papel decisivo en el pen­
samiento racionalista, progresista, humanista; ha caído muy bajo. Y el psicoanálisis
ingresa (¿sin quererlo?) en la ideología. Sin embargo, el inconsciente bien podría
decir otras cosas sobre la muerte si no hubiera aprendido a hablar la lengua del
sistema: diría simplemente que la muerte no existe, o más bien que abolir la muerte
es un fantasma nacido de las profundidades del rechazo a la muerte. Pero en lugar
de eso, no sirve hoy día sino de justificativo a nuestros idealistas sociales de la irres­
ponsabilidad y a su discurso moral: la vida es un bien, la muerte es un mal.
En su fase clásica y violenta, que coincide en la actualidad aún con el pensa­
miento conservador, el capital se vale del lenguaje de la psicología consciente de la
responsabilidad, por tanto, de la represión: es el discurso terrorista del capital. En
su fase más avanzada, que coincide con el pensamiento progresista, incluso revolucio­
nario, el neo-capitalismo se vale del lenguaje del psicoanálisis: inconsciente/irres-
ponsabilidad, tolerancia/reciclaje. La conciencia y la responsabilidad son el discurso
normativo del capital. El inconsciente es el discurso liberal del neo-capitalismo
202 JE A N BA U D RILLA R D

U n sim p le exam en en térm in o s « m a te r ia lista s» (d e gan an cia y d e cla­


se) d e la ev o lu ció n de la p en a d e m u erte d e b ería d e ja r p e rp le jo s a aq u e ­
llo s q u e qu ieren a b o lirla. E s siem p re p o r h ab er en co n trad o su stitu to s
eco n ó m ico s m á s v e n ta jo so s, ra cio n a liz a d o s se gu id am en te co m o «m ás h u m a­
n o s » , q u e la p en a d e m u erte se ha id o re d u cien d o h istó ricam en te. A sí,
lo s p risio n e ro s d e g u erra p e rd o n a d o s p a r a h ac erlo s esc la v o s, a sí lo s cri­
m in ales en la s m in as d e sa l d e R o m a , a sí la p ro h ib ic ió n d el d u elo en el
sig lo XVII, la in stitu c ió n d e l tra b a jo fo rz a d o com o solución- re p a ra d o ra ,
y la e x to rsió n v a ria b le de la fu e rza d e tra b a jo , d e lo s c a m p o s n azis al re­
ciclaje e rg o te ráp ic o . E n n in gún sitio se trata d e un m ila g ro : la m u erte
d esap arece o se aten ú a cu an d o el siste m a , p o r u n a razón o p o r o tra ,
tien e in te ré s en e llo ( 1 8 3 0 : p rim e ra s circu n stan cias a ten u a n te s en un

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p ro c e so q u e im p lica b a a un b u rg u é s). N o es c o n q u ista so cial n i p ro g re ­
so de la R azó n : la ló gica d el p ro v e ch o o d el p riv ileg io .3536
P e ro este a n á lisis e s totalm en te in su ficien te: só lo su stitu y e u n a ra­
cio n alid ad econ óm ica a u n a racion alid ad m o ral. Se trata de a lg o m ás,
u n a h ip ó te sis « d e p e s o » , c o n relación a la c u a l la in terp re tació n m a te ­
ria lista ap arece co m o u na h ip ó te sis « lig e r a » . P o r q u e la g an an cia p u e d e
se r u na consecu en cia del ca p ita l, p ero no es nun ca la ley p ro fu n d a d el
ord en social. S u ley p ro fu n d a e s el co n tro l p ro g re siv o d e la v id a y de la
m uerte. S u o b je tiv o es, p o r lo ta n to , a rran car la m u erte a la d ife re n ­
cia radical p ara so m ete rla a la ley d e las eq u iv alen cias. Y la in gen u id ad
d el p en sam ien to h u m a n ista (liberal o re v o lu cio n a rio ), e s n o v e r q u e su
re p u lsa a la m u erte es b á sica m e n te la m ism a q u e la d e l siste m a : la r e ­
p u lsa de a lg o q u e e sc a p a a la ley d e l v a lo r. S ó lo en este se n tid o la m u erte
es un m al. P e ro el p en sam ien to h u m an ista hace de ella un m al a b so lu to ,
y a p artir de ahí se en reda en las p e o re s co n trad iccio n es 36, C la u d e G lay -

35. 1819: es por la presión de los empresarios y propietarios, y porque la


jurisdicción demasiado severa de la pena de muerte bloqueaba la maquinaria penal
(los jurados sólo podían optar entre la pena de muerte y la absolución) que es abo­
lida en un centenar de casos (Inglaterra). Su abolición corresponde por tanto, a una
adaptación racional, a una mayor eficacia. del sistema penal.
K ^ t l e r (La Peine de mort, p, 35, «E l Código Sangriento»): «Nuestra pena ca­
pital no es en absoluto la heredera de las hogueras de la Edad Media. Tiene su
propia historia. E s el residuo de una jurisdicción contemporánea del desarrollo de
la economía política, cuya fase más feroz — el Código Sangriento en Inglaterra en
el siglo XIX— coincide con la revolución industrial. La costumbre medieval preveía
la muerte para algunos casos particularmente graves. Después, la curva se vuelve
ascendente, ligada a la defensa, cada vez más imperiosa, del derecho a la propiedad
privada, hasta alcanzar la cima en los siglos xvm -xix». La curva es pues la de la
propia asccendencia de la clase burguesa capitalista. Y el receso a partir de 1850 no es
el efecto de un progreso humano absoluto, sino de los progresos del sistema ca­
pitalista. •
36. Del tipo: «E l Estado es inducido a multiplicar los crímenes más reales
para evitar un crimen descoinocido del cual no sabrá nunca si existe una posibilidad
de que sea perpetrado» (Camus, Sur la peine capitale). Este juego de lógica, que
busca poner al sistema en contradicción consigo mismo, lleva directamente al huma­
nismo liberal y a compromisos abyectos: «La abolición de la pena de muerte debe ser
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y L A M U E R TE 203

m an (L e M o n d e, a p ro p ó sito d e la ejecu ción d e B u ffe t y B o n te m p s): « E l


sen tim ien to irre m ed iab lem en te h u m an o d e q u e n in gú n h o m b re tien e d e ­
recho a d a r m u erte v o lu n ta ria m e n te [ “ irre m ed ia b lem en te” es u n a esp ecie
d e la p su s: el h u m an ista n o tien e el aire d e e star irre sistib le m e n te co n ven ­
cido d e esa e v id e n cia ] . . . L a v id a es sa g ra d a . A u n sin fe re lig io sa, e s t a ­
m o s p ro fu n d a m e n te p e rsu a d id o s d e ello . . . E n u n a so cied ad d e co n su m o ,
q u e tien d e a d e ste rra r la p e n u ria , la m u erte es, p o d ría m o s d e cir, a ú n m ás
in to lerab le [ la v id a co m o b ien de co n su m o , la m u erte c o m o p e n u ria :
increíble b a n a lid a d ; p e ro e l co m u n ism o , y e l p ro p io M a r x , co n co rd arían
con esta ec u a c ió n ] . ...A q u í tam b ién p rev ale ce la im p resió n d e una e s­
pecie d e p erm an en cia en la E d a d M e d ia . . . ¿E n q u é so cied ad v iv im o s?
¿ H a c ia q u é o r illa s .v a m o s?, etc. ¡P o rq u e n o h ay q u e d a r le la e sp a ld a a la
vid a! ¡C u alq u ie ra qu e ella s e a !» (e x a cta m en te la en trad a en la m u erte a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
recu lo n es, p rin cip io b á sico d e la s alm as p ia d o sa s. S o n las m ism as q u e en ­
tran en la revolu ció n a re cu lo n e s, y d án d o le sin em b a rg o la espalda a
la v id a , acro b acia in v e ro sím il, p ero característica d e la to rsió n d e l p e n sa ­
m ien to ló g ic o so b re sí m ism o p a ra sa tisfa ce r a su re p u lsa d e la m u erte ).
E s tá claro d e d ó n d e p a rte la co n tro v ersia h u m a n ista : d e l siste m a in ­
d iv id u a lista de v a lo re s, d e l cu al es la cu lm in ación : « E l in stin to d e co n ­
servación d e la s so cied ad es, y p o r tan to de lo s in d iv id u o s, d ice C am u s,
e x ig e q u e la re sp o n sa b ilid a d in d iv id u a l sea p o stu la d a .» P e ro ju sta m e n te
esto s p o stu la d o s d efin en la b a n a lid a d de la v id a y la m u erte en n u e stro s
siste m a s d o m in a d o s p o r la eq u iv a len cia . F u e ra d e ello s, el h o m b re no
tie n e n ad a q u e h acer con el in stin to de co n serv ació n o con la re sp o n sa ­
b ilid a d (d o s p re ju ic io s c o m p le m e n ta rio s en la v isió n a b stra c ta y racion a­
lista d el su je to ). L a m u erte reco b ra su se n tid o d e in tercam b io sacrificial,
d e m o m en to co le ctiv o , de in te n sa lib e ració n d e l su je to . « N o e x is te p a ­
sió n tan d é b il q u e no p u e d a a fro n ta r y d o m in ar el m ied o a la m u e r te » ,
dice B ac o n . P e ro e s t o es d e m a sia d o p o c o : l a m u erte m ism a e s u n a p a ­
sión. Y a e ste n ivel la d iferen cia en tre u n o m ism o y lo s d e m á s d e sa p a ­
rece: « e l d e se o d e m atar co in cid e a m e n u d o con el d e se o d e m o rir u n o
m ism o o d e a n iq u ila r se » — « e l h o m b re d e se a v iv ir, p e ro d e se a tam b ién
no se r n ad a, q u iere lo irre p a ra b le , y la m u erte p o r ella m ism a. E n e ste
c a so , n o so lam en te la p e rsp e c tiv a d e se r m u erto n o p o d ría d e ten er al
crim in al, sin o q u e es p ro b a b le q u e se a ñ a d a a l v é rtig o en el q u e se p ie r ­
d e ». S a b em o s q u e el su icid io y el h o m icid io son frecu en tem en te su stitu i-
b les, con m a rc a d a p red ilecció n p o r el su icid io .

exigida a la vra. por razones de lógica y de realismo (!)» (Camus}. «En última instan­
cia, la pena de muerte es mala porque, por su misma naturaleza, excluye toda posibilidad
de proporcionar el castigo a la responsabilidad» (Koestler). ¡Por eso era que los capita­
listas mismos exigían ya su abolición en 1820 .en Inglaterra! El argumento liberal es:
el terror va en contra de su propia meta, una escala de penas bien dosificadas, el
«castigo mínimo» es a la vez «m ás humano y más eficaz(!)». Esta equivalencia de lo
humano y lo eficaz dice mucho sobre el pensamiento humanist.e.
204 JE A N BA U D RILLA R D

E s t a m u erte , p a sio n a l, sacrificial, acepta ab ie rtam e n te el esp ectácu lo d e


l a m u erte , d e l q u e hem os hecho, com o d e to d a s las fu n cio n es o rgán icas,
u n a fu n c ió n m o ral, p o r ta n to , v e rg o n z o sa y cla n d estin a . L a s b u e n a s al­
m as in siste n m u ch o en el carácter v e rg o n z o so de las ejecu cion es p ú b li­
c a s , p ero n o v e n q u e lo od io so de ese tip o d e ejecu ción p ro v ien e d e su
carác te r co n te m p la tiv o : la m uerte d e l otro e s sa b o rea d a a d ista n cia e s­
p e cta cu lar. E s a n o es la v io le n c ia sa c rific ia l, q u e n o so lam en te e x ig e la p re ­
sen cia total d e la co m un idad, sin o q u e e s u na de las fo rm a s d e su e sta r
p re se n te s en e lla . A lg o d e esa fe stiv id a d co n ta g io sa se r a str e a en aq u el
e p iso d io d e 1 8 0 7 en In g la te rr a , en el q u e 4 0 .0 0 0 p erso n as q u e asistían
a u n a ejecu ción fu e ro n p re sa s cie tal d e lirio q u e q u ed aro n cien m u e rto s

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
so b re el terren o . N o h ay n ad a en co m ú n en tre este acto c o le c tiv o y el
e sp e ctá cu lo de la ex term in ació n . A l m ezclar lo s d o s en la m ism a re p ro ­
b ació n a b stra c ta d e la v io len cia y d e la m u erte, n o s co n fu n d im o s con
el p en sam ien to d e E s ta d o , o sea, la p acificación de la v id a. A h o ra b ien ,
si la d erech a u tiliz a el ch an taje r e p re siv o , la iz q u ie rd a , a su v ez, se d is ­
tin g u e en im a g in a r y p o n e r a fu n cio n a r lo s m o d elo s fu tu ro s d e so ciali­
zación p acificada.
Se ju z g a así d el p ro g re so de u na civ ilizació n p o r su so lo re sp e to a la
v id a co m o v a lo r a b so lu to . ¡Q u é d iferen cia co n la m u e rte p ú b lic a , la m u er­
te fe ste ja d a , la m u erte-su p licio — la risa d el negro d e l A lto V o lta fren te
a lo s fu sile s q u e lo a b a ten , el can ib alism o de los T u p in a m b a s— e in clu so
el asesin ato y la vengan za, la m u erte-pasión y el su cid io ! S e acu sa a la
so c ie d a d , c u a n d o m a ta con p le n a p re m e d ita ció n , de v e n g a n z a b á rb a ra ,
d ig n a d e la E d a d M e d ia . E s h a c erle un gran h o n o r, p o rq u e la vengan za
e s aún una re cip ro cid a d m o rta l. N o e s ni « p r im itiv a » ni « p u r o m o v i­
m ien to n a tu ra l» , n ad a m á s falso. E s u n a fo rm a m uy e la b o rad a d e o b li­
gació n y d e re cip ro cid a d , una to rm a sim b ó lica . N o tiene n ad a q u e v e r
con n u e stra m u erte a b stra c ta , su b p ro d u cto de u na in sta n cia m o ral y
b u ro crática a la vez (n u e stra p en a ca p ita l, n u e stro s c a m p o s d e concen ­
tra ció n ); m uerte co n ta b le, m uerte e sta d ístic a , q u e tien e q u e ver en tod o
con el sistem a de la econ om ía p o lític a. T ie n e su m ism a ab strac ció n , que
n o es ja m á s lo p rop io de la v en gan za, o del a se sin a to , o d el esp e ctácu lo
sacrificial. J u d ic ia l, co n cen tracio n al, etn o cid ial: tal e s la m u erte q u e h e­
m o s p ro d u c id o , la qu e n u estra cu ltu ra ha p u esto en regla. H o y to d o ha
ca m b ia d o y n ad a h a cam b ia d o : b a jo el sig n o de lo s v a lo re s de v id a y
to leran cia , el m ism o sistem a de ex te rm in ac ió n , p ero con tie n to , rige la vida
cotidian a — y éste no tiene siq u iera n ecesidad de la m uerte para realizar
su s o b je tiv o s.

P o rq u e el m ism o o b je tiv o qu e se inserta en el m o n o p o lio de la v io ­


len cia in stitu c io n a l y d e la m u erte se realiza igu alm e n te en la su p erv i­
ven cia fo rz a d a , en el forcin ?, d e la v id a p o r la vid a (riñ o n es artificiales,
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 205

rean im ación in ten siv a d e lo s n iñ o s con a n o m a lía s, a go n ías p ro lo n g a d a s a


fu e rz a d e lo q u e sea, in jertos d e ó rgan os, e tc .). P ro ce d im ien to s to d o s
q u e eq u iv a len a d isp o n e r d e la m u erte y a im p o n e r la v id a — ¿d e acu er­
d o co n q u é fin a lid a d ? ¿ L a d e la ciencia y la m e d icin a ? P e ro en ton ces e so
e s p aran o ia cien tífica, y sin relació n co n a lg ú n o b je tiv o h u m a n o . ¿ L a d e
la gan an cia ? N o : la so c ie d ad en tierra en e llo su m a s g ig a n te sc a s. E s t a « t e ­
ra p éu tica h e r o ic a » se caracteriza p o r lo s c o sto s crecien tes y la s « v e n ta ja s
d e c re c ie n te s»: se fab rican su p erv iv ien tes im p ro d u c tiv o s. S i la S e g u rid a d
S o c ia l p u e d e se r an alizad a aún co m o «r e p a r a d o ra d e fu e rza d e tra b a jo
en ben eficio d e l c a p it a l» , e s e arg u m e n to n o tie n e v a lo r a q u í. D e tal m o d o
q u e el siste m a v u elv e a en co n trarse an te la m ism a co n trad icció n q u e en
lo re la tiv o a la p e n a d e m u e rte : ele v a la o fe rta a la p reserv ac ió n d e la
v id a co m o v a lo r p o rq u e t a l siste m a d e v a lo re s e s esen cial al e q u ilib rio
e stra té g ic o d e l co n ju n to , p e ro esta so b re p u ja d e se q u ilib ra econ óm icam en ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
te e l co n ju n to . ¿ Q u é h a c e r? U n a elección econ óm ica se im p o n e , en la qu e
v e m o s perfilarse la e u ta n a sia co m o d o ctrin a y p rá c tic a sem i-oficial. S e eli­
ge m an ten er en su p erv iv e n cia el 3 0 % de e n ferm o s g ra v e s de u rem ia en
F ra n c ia ( ¡3 6 % en E s t a d o s U n id o s!). L a eu ta n a sia e s tá y a en to d a s p a r­
te s, y la a m b ig ü ed a d d e h acer d e ella u na reiv in d icació n h u m a n ista (lo
m ism o p a r a la « lib e r t a d » d e l a b o rto ) es e v id en te: se in se rta en la ló g ica
a m e d ia n o y la rg o p la z o d e l siste m a . T o d o e sto v a en la dirección d e un
a u m en to d e l co n tro l so c ia l, p o rq u e , d e t r á s d e t o d a s la s co n trad iccio n es
ap a re n te s, el o b je tiv o e s se g u ro : a se gu rar el co n tro l so b re to d a la e x te n ­
sión d e la vid a y d e la m u erte . D e l birth-con trol al death -con trol, se eje­
cu te a la gen te o se le s o b lig u e a so b rev iv ir; y la p ro h ib ició n d e m o rir
es la fo rm a ca rica tu ra l p e ro ló g ica , d el p ro g re so d e la to leran cia. L o e se n ­
cial e s q u e la d e c isió n e sca p e a ello s y q u e jam ás sean lib r e s d e su v id a
y su m u erte, sin o q u e v iv a n y m u eran b a jo co n tro l so cial. R e su lta in ­
clu so d e m a sia d o q u e co n tin ú en lib r a d o s al az a r b io ló g ico de la m u erte ,
p o rq u e e s aún u n a e sp e c ie de lib e rta d . D e la m ism a fo rm a q u e la m o ral
o rd en a: « N o m a ta r á s» , h o y o rd en a : « N o m o r ir á s» ; en to d o c a so n o d e
c u a lq u ie r form a, y so la m en te si la ley y la m ed icin a lo p erm iten . Y si la
m u erte es co n ce d id a, se rá m e d ian te d ecisió n . E n resu m en , la m u erte p r o ­
p ia q u e d a ab o lid a en p ro v e ch o d e l d e ath -con trol y d e la eu ta n a sia : ni
siq u iera se tra ta , p ro p ia m e n te h a b la n d o , d e la m u erte , sin o d e a lg o co m ­
p le tam en te n e u tra liz a d o q u e se in serta en la s re g la s, en lo s cálcu lo s de
e q u iv a len cia : rew ritin g-plan n in g-program m in g-sy stem . L a m u erte d e b e p o ­
d er se r a se g u ra d a co m o serv icio social, in teg ra d a co m o la sa lu d y la en ­
fe rm e d a d , b ajo el sign o d e l P la n y d e la S eg u rid ad so cial. E s el cu en to
d e e so s «M o te le s-su ic id io » en U .S .A . d o n d e, a ca m b io d e u n a có m o d a su m a,
u n o p u e d e p ro p o rc io n a rse la m u e rte en las co n d icio n es m ás agra d ab le s
(com o c u a lq u ie r bien d e c o n su m o , serv icio p erfe cto , to d o está p re v isto ,
in c lu so las en train eu ses q u e le h acen a u n o re c o b r a r el g u sto p o r la v id a ,
lu e g o m an d an su a v e m en te, con to d a conciencia p ro fe sio n a l, el g a s a la
h a b itac ió n , sin to rtu ra y sin e sfu e rz o . E s un se rv icio q u e garan tizan es-
206 JEAN BAUDRILLARD

to s m o teles-su icid io , ju sta m e n te re trib u id o (¿e v e n tu a lm e n te re e m b o lsa d o ? ).


¿ P o r q u é n o h a d e tra n sfo rm arse la m u erte en u n serv icio so cial, d e s­
d e el m om en to en que, com o tod o el re sto , se ha fu n cio n alizad o com o
con sum o in d iv id u al y se ha hecho c o m p u ta b le en el in p u t-o u tp u t so ­
cia l?
P a ra q u e el siste m a ad m ita ta le s sacrificios econ óm icos en la resu-
re cció n a rtificia l d e su s d e sh ech o s v iv ien tes, tien e qu e h ab e r en ello u n
in terés fu n d a m e n ta l en re tira rle a la g e n te h a sta e l azar b io ló gico d e su
m u erte. «M o rid , n o so tro s h acem o s el re sto » n o es y a m á s qu e u n v ie ­
jo ad agio p u b lic itario al u so de los fu n e ra l h om es. H o y , m orir y a fo rm a
p a r te d e l re sto , y los T h an ato s C en ters se en cargarán d e la m u erte com o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lo s E r o s C en ters se en cargan d el sexo. L a caza de b ru ja s co n tin ú a.
H a y qu e d e legar la ju sticia, la m u erte, la venganza en una in stan cia
tra sc en d e n te « o b je t iv a » . H a y q u e a rran car la m u erte y la e x p iac ió n al
circu ito, m o n o p o liza rla s en la cu m b re y re d istrib u irla s. E s n ecesaria una
b u ro crac ia d e la m u erte y d el ca stig o , ig u a l q u e es n ecesaria una a b stra c ­
ción de lo s in tercam b io s eco n ó m ico s, p o lític o s y se x u a le s; si no, to d a la
e stru c tu ra del co n tro l so cial se d e rru m b a .
E s p o r e sto q u e tod a m uerte o violencia que escap e a ese m o n o p o lio
d el E s ta d o es su b v e rsiv a — p refigu ració n de la ab olició n del p o d e r. L a
fascin ació n q u e ejercen lo s gra n d e s a se sin o s, b an d id o s o fuera-de-la-ley
p ro v ien e d e ah í, y se acerca a la q u e se trib u ta a la s o b ra s de a rte: algo
d e la m u erte y de la vio len cia le e s arran cad o al m o n o p o lio del E sta d o
p a r a se r re in teg rad o a u n a re cip ro cid a d salv aje, d ire cta , sim b ó lic a , de la
m u erte — com o algo en la fie sta y el g a sto , e s reco b rad o de lo econ óm i­
co para ser rein tegrad o a un in tercam b io inútil y sacrificial— com o
a lg o , en el p o em a y la o b ra de a rte , e s re co b rad o a la econ om ía te rro ­
rista de la sign ificación p ara ser re in teg rad o a la d isip a ció n de lo s sign o s.
S ó lo eso es fa sc in a n te en n u e stro siste m a . S ó lo e s fascin an te lo q u e no
se ca m b ia en v a lo r: se x o , m u erte , lo c u ra , v io le n c ia , y q u e p o r e sa r a ­
zón está re p rim id o en to d a s p arte s. L o s m illo n e s d e m u e rto s de g u e rra
se ca m b ia n en v a lo r, se g ú n una eq u iv alen cia ge n e ral: « la m u e rte p o r la
p a t r ia » ; so n co n v e rtib le s en o ro , p u e d e d e cirse, n o están p e rd id o s p ara
to d o el m u n d o . E l h o m icid io, la m u erte , la infracció n está n en to d as p a r ­
tes le g a liz ad o s, si n o so n legales, con tal d e q u e sean c o n v e rtib le s en v a ­
lor, d e a cu erd o al m ism o p ro c e so q u e m e d iatiza el tra b a jo . S ó lo ciertas
m u erte s, c ie rta s p rá ctic a s escap an a esta c o n v e rtib ilid a d , só lo ella s son
su b v e rsiv a s, y son a m en u d o del orden d e la s p ág in as d e su ceso s.
E n tre e lla s, el su icid io , q u e ha ad q u irid o en n u e stra s so cied ad es una
extensión y una defin ición d iferen te , h a sta co n v e rtirse , en el m arco d e
la re v e rsib ilid a d o fe n siv a d e la m uerte, en la fo rm a m ism a d e la su b ­
versión . S e ejecu ta cad a v ez m en o s en la s cárceles, p ero allí se su icid an
ca d a vez m ás: acto de d esv iació n de la m u erte in stitu cio n al y de v u elta
c o n tra el siste m a q u e la im p o n e : m e d ian te el su icid io , el in d iv id u o ju zga
a la so cied ad y la c o n d e n a a su m o d o , in v irtien d o la s in sta n cia s; reins-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 207

tau ra la re v e rsib ilid a d d o n d e h ab ía d e sa p a re c id o co m p le tam en te y , a la


vez, re cu p e ra la v e n ta ja . In c lu siv e lo s su icid io s fu e ra d e la cárcel se v u e l­
ven p o lític o s en este se n tid o (eí h ara-k iri m e d ia n te el fu e g o n o es sin o
la fo rm a m ás esp e c ta c u la r): to d o s ab ren u n a b rech a in fin itesim al, p ero
in e x p ia b le , p o rq u e co n stitu y e u n a d e rro ta to ta l p ara un siste m a d no p o ­
d e r alcan zar la p erfección to tal; b a sta con q u e la m en o r c o sa e sca p e a
su racio n alid ad .
L a p ro h ib ició n d el su icid io co rre sp o n d e a la a p a rició n de la ley del
v a lo r. R e lig io sa , m o ra l o e c o n ó m ica , es siem p re la m ism a ley q u e d ice :
n ad ie tie n e derech o a re sta r a lg o d e l cap ital o d el v a lo r. A h o ra b ie n ,
cad a in d iv id u o es u na p arcela cit cap ital (com o c a d a cristia n o e s un alm a
q u e h ay q u e sa lv a r), n o tien e, p o r lo tan to, d erech o a d e stru irse a sí
m ism o . E s co n tra esta o r to d o x ia d e l v a lo r q u e se su b le v a e l su icid a,

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e stru y e n d o la p arcela d e cap ital de q u e d isp o n e. E s im p e rd o n a b le: se
lle g a rá in clu so a ahorcar al su icid ad o p o r h a b e rlo lo g ra d o . R e su lta , p o r
ta n to , sin to m á tic o que au m en te el su icid io en u n a so cied ad sa tu ra d a de
la ley d e l v a lo r, co m o d e s a fío a su re g la fu n d a m e n ta l. P e ro al m ism o
tie m p o , h ay q u e v o lv e r a v e r su d e f i n i c i ó n :s i to d o su icid io se v u elv e
su b v e rsiv o en u n siste m a m u y in te g ra d o , to d a su b v e rsió n y re sisten cia a
ese siste m a es recíp rocam en te d e n aturaleza su icid a . A l m enos aq u ellas
q u e aten tan co n tra su s o b ra s v iv a s. P o rq u e la m ay o ría de las p rácticas,
in clu so llam a d a s « p o lític a s» y « r e v o lu c io n a r ia s» , se co n ten tan con in te r­
ca m b ia r su su p erv iv e n c ia, es d ecir, con re g a te a r r a m u erte con el siste ­
m a. S o n ra ra s la s q u e se alzan co n tra la p ro d u cc ió n y el in tercam b io
co n tro lad o d e la m u erte , co n tra el v alo r de ca m b io d e la m u erte, n o su
v a lo r de uso (p orq ue la m u erte es quizá. lo ú n ico q u e no tien e v a lo r de
u so , n o re m ite jam ás a la n ece sid ad , p o r lo q u e p u e d e co n v e rtirse en un
a rm a a b so lu ta ) sin o su v a lo r de ru p tu ra , de d iso lu ció n c o n ta g io sa y d e
n egación .
S u icid a la acción d e lo s p ale stin o s o de lo s n egro s re b eld e s q u e in ­
cen d ian su p ro p io b arrio , su icio a la resisten cia a la se g u rid a d en to d as
su s fo rm a s, su icid a s la s co n d u ctas n eu ró ticas, lo s d e sa rre g lo s m ú ltip le s
m ediante los cuales d e sa fia m o s al siste m a a p o d e r in te g ra rn o s, su icid as
to d a s la s p rá ctic a s p o lític as (m a n ifesta cio n es, d e só rd e n e s, p ro v o cacio n e s,
etc.) cu y o o b je tiv o es h acer su rg ir la re p re sió n , la «n a tu ra le z a re p re siv a
d el siste m a » , no com o consecuen cia se cu n d aria, sin o com o in m ed iatez
d e la m u erte : es el ju ego d e 1a m u erte q u e d e sen m ascara a la fu n ción de
m u erte d el siste m a . E l o rd en d e ten ta la m u erte , p ero n o p u e d e /a g á rre la ;
só lo gan a el q u e re ju e g a la m u erte co n tra él.

E l siste m a de la p ro p ie d a d es tan ab su rd o q u e llev a a la gen te a


reiv in d icar su m u erte co m o b ien p ro p io — ap ro p iació n p riv a d a d e la
m u erte . E l e stra g o m e n ta l d e la ap ro p iació n es tal q u e lleva a la inver-
208 JE A N BA U D R ILLA R D

sión « in m o b ilia ria » d e la m u e rte , n o so lam en te p o r la p reocu p ación de


esa «re sid e n c ia te r c ia r ia » en q u e se h a co n v e rtid o el p an teó n o la se ­
p u ltu ra (m u ch os co m p ran al tiem p o u n a casa d e cam p o y u na concesión
en el cem en terio d e l p u e b lo ), sin o p o r la re iv in d icación d e una «c alid a d
d e la m u e r te » . U n a m u erte p e rso n a liz ad a , « d e s ig n a d a » , co n fo rta b le , una
m u erte « n a t u r a l» : d erech o in alien ab le q u e e s la fo rm a lo g ra d a d el d e ­
rech o b u rg u é s in d iv id u al. L a in m o rta lid ad n o es, p o r o tra p arte, sin o
la p ro y ecció n en el infinito d e este d erech o n atu ral y p e rso n a l — a p ro ­
piación d e la su p erv iv e n c ia y d e la e te rn id a d d e l su je to — in alien ab le
en su cu e rp o , in alie n ab le en su m u erte . Q u é d e se sp e ra c ió n o c u lta e sta
re iv in d icación a b su rd a , a n álo ga a la q u e alim en ta n u e stro d e lirio d e acu ­
m ulación d e o b je to s y d e sig n o s, al coleccion ar m an iático d e n u e stro

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
u n iv e rso p riv a d o : h ace fa lta in clu so q u e la m u erte se v u elv a el ú ltim o
o b je to d e la co lección y , en lu g ar d e a tra v e sa r esta in ercia co m o el ú n ico
su ce so p o sib le , se re in tegre al ju ego d e la acu m u lación y d e la ad m in is­
tración d e las c o sa s.
C o n tra esta to rsió n q u e im p o n e el su je to a su p r o p ia p é rd id a , n o hay
d e sa sim ie n to m ás q u e en la m u erte v io len ta , in e sp e ra d a, q u e re stitu y e la
p o sib ilid a d d e escap ar al control n eu ró tico d e l su je to .37
E n to d as p arte s se ev id en cia u na resisten cia ten az, fe ro z , a e ste p rin ­
cip io de acu m u lació n , de p ro d u cció n y d e conservación d e l su je to , en
el q u e p u e d e leer su p ro p ia m uerte p ro g ra m a d a . P o r d o q u ie r se ju e g a
la m u e rte c o n tra la m u erte . E n u n siste m a q u e o b lig a a v iv ir y a c a p ita ­
liz a r la v id a , el im p u lso d e m u erte e s la ú n ica a lte rn a tiv a . E n u n u n i­
v e rso m in u ciosam en te re g u la d o , un u n iv e r so d e la m u erte re a liz a d a , la
ú n ica te n tac ió n e s n o rm a liz a r to d o m e d ia n te la d e stru cció n .

EL CHANTAJE DE LA SEGURIDAD

O tr a fo rm a d e co n tro l so cial en fo r m a de ch an taje d e la v id a y la


su p erv iv e n c ia: la se g u rid a d . E s t á p resen te en to d a s p a r te s hoy d ía , y
las « fu e r z a s d e se g u rid a d » van d e sd e el se g u ro d e v id a y la S e g u rid a d
S o cial h asta el cin tu rón d e au to m ó v il, p asa n d o p o r las C o m p añ ía s R e ­
p u b lic an as de S eg u rid a d . «A b ró c h e se a é l» , dice un eslo gan p u b lic itario
so b re el cin tu rón d e segu rid ad . D e sd e lu ego, la se g u rid a d e s u n a em ­
p re sa in d u stria l, co m o la ec o lo g ía q u e e s su e x te n sió n a n ivel d e la es­
p ecie: en to d as p arte s está en ju eg o una c o n v e rtib ilid a d d e la m u erte,

37. Sin embargo, nada resulta simple, puesto que el sujeto puede aún invocar
la muerte violenta, la muerte «del exterior»; el accidente, el suicidio o la bomba,
para evitar el poner en tela de juicio su inmortalidad «natural». Ultimo subterfugio,
última mentira del «yO» que puede llevarle al extremo contrario de buscar una muerte
«absurda» para salvaguardar su principio inmortal.
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y L A M U E R T E 209

d e l accid en te, d e la en ferm ed a d , d e la co n tam in ación , en su p er-provech o


c a p ita lista . P e ro se trata so b re to d o d e la p eo r d e la s re p re sio n es
q u e c o n siste en d e sp o se e rlo a u n o d e su p ro p ia m u erte , a q u e lla con la q u e
u n o su eñ a d e sd e el fo n d o d e su in stin to de co n serv ació n . N e c e sid a d d e
d e sp o se e r a cad a cu al d e la p o sib ilid a d ú ltim a d e d a r se m u e rte ; ú ltim a
«b u e n a e sc a p a d a » d e la v id a cercad a p o r el siste m a . A qu í tam bién se
tra ta d e l in tercam bio-don , en ese co rto -circu ito sim b ó lico q u e es el d esa­
fío a s í m ism o y a su p ro p ia v id a , y q u e está a co rra lad o a m u erte . N o
p o rq u e e x p re sa ría la reb elión a so cia l d e u n in d iv id u o — la defecció n
d e u n o o d e m illon es d e in d iv id u o s n o q u eb ran ta en n ad a la ley del sis­
tem a— , sin o p o rq u e co n lleva u n p rin c ip io de so c ialid a d rad icalm en te
an tagó n ico a l p rin cip io so c ia l re p re siv o q u e e s el n u e stro . E s el in ter­
cam b io-d o n lo q u e hay q u e m a ta r en terra n d o la m u erte b a jo e l m ito in ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
v e rso d e la se g u rid a d .
M a ta r la e x ig e n c ia de m u erte. ¿ P a r a q u e v iv a n lo s h o m b re s? N o :
p ara q u e m ueran d e la sola m u erte autorizad a p o r el siste m a ; v iv o s se­
p arad o s d e su m u erte, y q u e n o in tercam b ian sin o la fo rm a d e su su ­
p erv iv e n cia, bajo el sign o d e l se g u ro contra to d o riesg o . L o m ism o en
cu an to a la se g u rid a d au to m o v ilística. M o m ificad o d e n tro d e su casco,
su s cin tu ron es, su s sím b o lo s d e se g u rid a d , e m p acad o en el m ito d e la
se g u rid a d , e l co n d u cto r n o e s m á s q u e u n c a d á v e r en cerrad o en o tra
m u e rte , é sta n o m ític a : n e u tra y o b je tiv a co m o la técn ica, silen cio sa y
artesan al, en cad en ad o a su m á q u in a , clavad o so b re ella, y a no co rre el
r ie sg o d e m o rir, p u e sto q u e y a está m u erto . A q u í e stá el se c re to de la
se g u rid a d , co m o e l b iste c b a jo c e lo fá n : s e le en cierra a u s t e d en un sa r c ó fa ­
g o p a r a im p e d irle m o r ir á
T o d a n u e stra cu ltu ra técnica crea un m ed io a rtific ia l d e m u erte. N o
so lam en te lo s arm a m en to s q u e sigu en sien d o en to d a s p a r te s el a rq u e ­
tip o d e la p ro d u cc ió n m aterial, sin o la s m á q u in a s y lo s m e n o res obje--
to s q u e n o s ro d e a n , co n stitu y e n u n h o rizo n te d e m u erte , y d e u n a
m u erte in d iso lu b le en ad e lan te p o r crista liz ad a y fu e ra d e l alcan ce: ca­
p ita l fijo d e m u erte , d o n d e el tra b a jo v iv o d e la m u erte está co n ge lad o ,
com o la fu e rza d e tra b a jo está co n gelad a en el cap ital fijo y d tra b a jo
m u erto . O ta m b ién : tod a la p ro d u cció n m aterial n o e s sin o u na g i­
gan tesca «c o ra z a c a ra c te ria l» m e d ia n te la cu al la e sp e c ie q u ie re m an ­
ten er la m u erte a raya. D e sd e lu ego, es la m u erte la q u e d o m in a a la
especie y la en cierra en esta co ra z a con la cu a l creía. p ro te g e rse . V o lv e ­
m os a en con trar aquí, en la d im e n sió n d e una civilización entera, la im a ­
ge n del sa rc ó fa g o a u to m o v ilístic o : la co raza de se g u rid a d es la m u erte
m in iatu rizad a, c o n v e rtid a en u n a p ro lo n g a ció n técn ica d e n u e stro p ro p io
cu erp o . B io lo g iz a c ió n del cu erp o y tecnificación del en torn o van a la p ar
en la m ism a n e u ro sis o b sesiv a. E l en torn o técn ico es n u e stra su p erp ro- 38

38. La cryogenización o conservación en hielo a fin de resucitar a la gente es


la forma extrema de esta práctica.
210 JE A N BA U D R ILLA R D

d u cció n de o b je to s co n ta m in a d o re s, frá g ile s, o b so le sce n te s. P o rq u e la pro­


du cció n v iv e y to d a su ló g ic a y su e stra te g ia se articu lan en la fra g ilid a d
y la o b so lescen cia . U n a eco n o m ía d e p ro d u c to s estab le s y d e b u en o s o b ­
je to s es im p e n sa b le : la econ om ía no se d e sarro lla m ás q u e de se g re g a r
p elig ro , co n tam in ació n , u su r a , decepción y o b se sió n . L a econ om ía só lo
v iv e d e ese su sp e n so d e m u erte q u e m an tien e a tra v é s de la p ro d u c ­
ció n m aterial, d e re n o v ar e l sto c k d e m u erte d isp o n ib le , lista a co n ju ­
ra rlo p o r u na m e jo r o fe rta d e se g u rid a d : ch an taje y rep resión . L a m u erte
se ha se cu lariz ad o d e fin itiv am e n te en la p ro d u cció n m aterial; ah í e s d o n ­
d e se re p ro d u ce a m p liam e n te co m o el cap ital. Y n u e stro p r o p io cu er­
p o , co n v e rtid o en m áq u in a b io ló g ica , se am old a a e se c u e rp o inorgánico
y se v u elv e al m ism o tie m p o u ii m a l o b je to , d e stin a d o a la en ferm ed a d ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
al acciden te y a la m u erte .
A l v iv ir d e la p ro d u cció n d e m u erte , el ca p ita l tien e u n b u e n ju e ­
g o al p ro d u c ir se g u rid a d : es lo m ism o. L a se g u rid a d e s la p ro lo n gació n
in d u stria l d e la m u erte , así co m o la e co lo gía es la p ro lo n gació n in d u s­
trial d e la co n tam in ació n . U n a s cu a n ta s v e n d a s m ás al sa r c ó fa g o . E s to
e s cierto ta m b ié n re sp ecto a la s gra n d e s in stitu c io n e s q u e co n stitu y en la
g lo ria d e n u e stra d e m o c ra cia : la S e g u rid a d S o c ia l es la p ró te sis social
d e u na so cied ad m u erta ( « ¡ L a S e g u rid a d S o c ia l es la m u e r te [ » — M ay o
6 8 ), e s d e cir, q u e se h a e x te rm in a d o p rev ia m e n te en to d o s su s re so rte s
sim b ó lico s, en su siste m a d e re c ip ro c id a d e s y de o b ligacio n e s p ro fu n d a s,
p o r lo q u e ni el cd n cep to d e « s e g u r id a d » n i el d e « s o c ia l» tienen y a el m is­
mo se n tid o . L o « s o c ia l» co m ien za con el su m in istro del servicio al m u er­
to . E l m ism o escen ario q u e p a ra la s c u ltu ra s d e stru id a s, q u e se resu citan
y se p ro tege n co m o fo lk lo re (cf. M . d e C e rte a u : L a B e a u té d u M o rt). L o
m ism o p ara el se g u ro de v id a : es la v a ria n te d o m éstic a de un sistem a
q u e p resu p o n e en to d a s p a r te s la m u erte co m o a x io m a . T ra d u cció n s o ­
cial d e la m u erte d el g ru p o ; cad a cu al m aterializán d o se p ara e l o tro só lo
co m o cap ital social g ra d u a d o con a rre glo a su m u erte.
D isu a sió n de la m uerte al p recio d e u na m ortificación co n tin u a : tal
es la lógica p a ra d ó jic a de la se g u rid a d . E n un co n texto cristian o , la as-
ce sis d e se m p e ñ ó el m ism o p a p e l. L a acu m u lación d e su frim ie n to y de
p en iten cia p u d o d e se m p eñ ar el m ism o p ap e l de co raza caracte rial, de sa r­
có fa g o p ro te c to r co n tra el infierno. Y n u estra co m p u lsió n o b se siv a d e se ­
g u rid a d p u e d e in te rp re ta rse co m o u n a g igan te sca ascesis co le ctiv a, u na
an ticipación de la m u erte en la vid a m ism a : d e p ro tec ció n en p ro tec ció n ,
d e d e fen sa en d e fe n sa , a tra v é s d e to d a s la s ju risd iccio n es, la s in stitu ­
cio n es, lo s d isp o sitiv o s m a te ria le s m o d e rn o s, la v id a no e s m ás q u e u n a
triste c o n ta b ilid a d d e fe n siv a , en cerrad a en su sa rcó fa g o co n tra to d o rie s­
go. C o n ta b ilid a d d e la su p e rv iv e n c ia , en lu g a r d e la ra d ic a l co n ta b ilid a d
de la v id a y d e la m u erte .
N u e stro sistem a v iv e d e la p ro d u cció n d e m u erte y p reten d e fa b r i­
car se g u rid a d . ¿ P a lin o d ia ? E n a b so lu to . S im p le to rsió n en el ciclo cu y os
e x tre m o s se ju n tan . Q u e u n a firm a d e au to m ó v ile s se recicle en la se-
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 211

g u rid a d (c o m o la in d u stria en la an tico n tam in ació n ) sin c a m b ia r d e co n ­


d u cta , d e o b je tiv o , ni d e p ro d u c to , d e m u estra q u e la segu rid ad n o es
m ás q u e u n a cu e stió n d e su stitu c ió n d e té rm in o s. L a se g u rid a d n o es sin o
una co n d ición in tern a d e re p ro d u cció n del siste m a una vez alcan zad o un
cierto esta d io de e x p a n sió n , c o m o el feed-b ack no es m á s q u e un p r o ­
c i m i e n t o in tern o de re g u la c ió n d e lo s siste m a s u n a vez alcan zad o u n
cierto g ra d o d e c o m p le jid a d .
D e sp u é s de h a b e r e x a lta d o la p ro d u c c ió n , h ay q u e sa lu d a r ah ora el
h eroísm o d e la se g u rid a d . « E n u n a ép o ca en la q u e cu a lq u ie ra se m a ta
al v o la n te d e c u a lq u ie r v eh ícu lo , a c u a lq u ie r v e lo cid a d , el v e rd a d ero h é ­
roe es el q u e se reh ú sa a m o r ir » (C a rte l d e l P o rsc h e : « M a te m o s u n a
cierta glorificación d e la m u e r te » ). A h o ra b ien , e s to e s d ifíc il p o rq u e la
gen te e s in d ife ren te a la se g u rid a d . N o la q u isie ro n cu an d o la F o rd y la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
G e n e ral M o to rs se la p ro p u sie ro n a p a r tir d e 1 9 5 5 - Í 9 6 0 . F u e n ecesario
im p o n erla en to d a s p arte s. ¿ Ir r e sp o n sa b le s y c ie g o s? N o : hay q u e re la ­
cion ar esta re siste n c ia con la q u e h an o p u e sto h istó ric a m en te en to d a s
p a r te s lo s g ru p o s tra d ic io n a le s a lo s p ro g re so s so ciale s « r a c io n a le s » : v a ­
cu n a, m e d icin a, se g u rid a d del tra b a jo , ed u c a ció n e sc o la r, h ig ien e, co n tro l
d e n ac im ie n to s y m u ch os otro s. C a si siem p re, la s re siste n cia s fu e ro n v e n ­
cidas, y hoy p o d e m o s a lu d ir a una n ece sid ad « n a t u r a l» , « e t e r n a » , esp o n ­
tá n e a » d e se g u rid a d , y de to d a s e sa s b u e n as co sa s q u e h a p ro d u cid o n u e stra
civilización . Se h a lo g ra d o in to x ic a r a la gen te co n el v iru s de la co n ­
se rv a c ió n y d e la se g u rid a d , en. tal fo rm a q u e lu ch arían a m u erte p o r
o b ten erlo . E n re a lid a d , e s a lg o m á s co m p lica d o : p o r lo q u e luchan e s
p o r el d erech o a la se g u rid a d , q u e es algo d e m u y d iferen te ord en . E n
cu an to a la se g u rid a d m ism a , a n ad ie le im p o rta u n b le d o . H a sid o
n ece sa rio in to x ic a rlo s d u ra n te g e n e ra cio n e s p ara q u e acab aran creyen do
qu e la n ecesitab an . E sta c o n q u ista co n stitu y e u n asp ecto esen cial d e la
do m esticació n y d e la co lo n izació n « s o c ia le s » . E l hecho d e q u e g ru p o s
en tero s hayan p re fe rid o re v en ta r a n te s q u e v e rse d e se stru c tu ra r p o r la
interven ción te rro rista d e la m e d icin a, d e la razón , d e la ciencia y d el p o ­
der ce n tral, eso , se ha o lv id a d o , su m id o b a jo la ley m o ral u n iv ersal d e l
« in s tin to » d e co n serv ació n ; no o b sta n te , siem p re re a p a re c e de p ro n to , a u n ­
que n o sea sin o en tre lo s o b r e r o s q u e re h ú sa n a p lic a r la s n o rm a s d e se ­
g u rid ad en lo s talle res. ¿ Q u é q u ie re n con e llo , sin o sa lv a r u n a p arce la
de co n tro l so b re su p ro p ia v id a , a sí sea a su p r o p io rie sg o , a sí sea al p re ­
cio de u na e x p lo ta ció n su p le m en taria (p u e sto q u e p ro d u ce n m á s y m á s rá p i­
d o )? N o so n p ro le ta rio s « r a c io n a le s » . P e ro luchan a su m an era, y sab en
q u e la e x p lo ta ció n econ óm ica es m e n o s g rav e q u e esta « p a r te m a ld ita » ,
esta p arce la m a ld ita q u e so b re to d o n o h ay q u e d e ja rse arran car, e sta
p orción d e d e sa fío sim b ó lico , q u e e s al m ism o tie m p o d e sa fío a la se g u ­
rid a d y d e sa fío a su p ro p ia vida. E l p atró n p u e d e e x p lo ta rlo s a m u erte,
pero no lo s d o m in a verd ad eram en te m á s q u e si lo g ra q u e cad a u n o d e
ellos se id en tifiq u e con su in te r é s in d iv id u a l y se h aga el co n tab le y el
cap italista d e su p ro p ia v id a . E n ese c a so , se ría verd ad eram en te el A m o ,
212 J^ W BA U D RILLA R D

y e l o b re ro e l esc la v o . M ie n tras q u e p o r e sta ínfim a re sisten cia al o rd en


m o ra l d e la se g u rid a d , e l e x p lo ta d o m a n tie n e la elección e n tre v id a y
m u erte , e s é l q u ie n gana e n su p r o p io terren o : sim b ó lico .
L a resisten cia d e l a u to m iv iltsta a la se g u rid a d es d e l m ism o gé n e ro ,
y tien e q u e se r elim in ad a p o r in m o ra l. A sí, en to d as p artes el su cid io
h a sid o p ro h ib id o o co n d en ad o p o rq u e sign ifica en p rim e r lu g a r u n d e sa fío
q u e la so c ie d ad n o p u e d e reco ger, y qu e p o r co n sigu ien te asegu ra la
p reem in en cia d e u n o so lo so b re to d o el o rd en so cial. S iem p re la p a r te
m a ld ita , ese a lg o q u e ca d a cu al a su m e con su p ro p ia vida p a r a d e s a ^ t t
a l o r d e n so c ial, e s e a lg o q u e cad a cu a l asu m e con su p r o p io c u e rp o p a r a
d a rlo , y q u e p u e d e se r su p ro p ia m u e rte , a c o n d ic ió n d e q u e a lg u ie n se
la d é , e se a lg o q u e c o n stitu y e el se cre to d el in tercam b io sim b ó lico , por.

© D el documento, los autores Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria. 2007
q u e es d a d o y re cib id o , y d e v u elto , y p o r lo tan to, in a p re sa b le p o r el in ­
tercam b io d o m in an te, irre d u ctib le a su ley y m o rtal p ara él: su ú n ico ad­
v e rsa rio en re a lid a d , el ú n ico q u e d e b e exterm in ar.

F u n era l h o m e y ca tacu m b as

« A fu erza de la v a r, de en jab on ar, d<


lu stra r, d e ce p illar, d e p ein ar, de en ju a­
g a r, de b ru ñ ir, d e fro ta r y de ra sp a r
su ce d e q u e to d o el m u gre de las cosa!
la v ad as p asa a la s c o sa s v iv a s .»

V íc to r H u go .

L o m ism o re sp e cto a la m u erte : a fuerza de ser la v a d a y en ju a g a d a ,


fro ta d a y ra sp a d a , n egad a y co n ju rad a, su ced e q u e p a sa a to d as la s co sa s
d e la v id a . T o d a n u estra cu ltu ra e s h igién ica: su o b je tiv o e s e x p u rg a r la
v id a d e la m u erte. E s a la m u erte q u e a p u n ta n lo s d e terg en te s d e cual­
q u ier lejía. E ste riliz a r la m uerte a c u a lq u ie r p re c io , v itrificarla, re frig e , .
ra rla , clim a tiz a rla , m a q u illa rla , « s e ñ a la r la » , acosarla con el m ism o en ­
carn izam ien to q u e al m u gre, al se x o , al deshecho b acterio ló g ic o o rad io ­
activo. M ak e-u p d e la m u erte : la fórm ula d e H u g o hace p e n sa r en eso s
fu n e ra l h om es am erican os d o n d e el m uerto es in m ed iatam en te su stra í­
d o al duelo y a la p ro m isc u id a d d e los vivos para ser « s e ñ a la d o » segú n 1
las leyes m ás p u ra s d el sta n d in g , del sm ilin g y d e l m ark e tin g in tern a­
cion al.
L o m á s in q u ie ta n te n o es q u e acicalen al m u erto y q u e le d e n u n
aire d e re p re se n tació n . T o d a s las so cie d ad e s lo han hecho siem p re. H a n
e v ita d o la ab yección d e la m u erte n atu ra l, ab yección so c ia l d e la descom a
EL IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 213

p o sició n q u e v acía el cu e rp o d e su s sig n o s, d e su fu e rza so cial d e sig n i­


ficar, p a r a re d u c irlo a su sta n c ia ; y a l m ism o tie m p o d e se n cad en a en el
g ru p o el te rro r a su p r o p ia d e sc o m p o sició n sim b ó lic a . H a y q u e a d o rn a r
a l m u e rto , c u b rirlo d e a rtificia lid a d p a r a e sca p ar a e se m o m en to in so ­
p o rta b le d e la carn e a b a n d o n ad a a s í m ism a, y q u e h a d e ja d o d e se r sig ­
n o . L o s h u eso s d e sn u d o s y el e sq u e le to se llan e l p a c to d e la recon ci­
liació n p o sib le d e l gru p o, p o rq u e recu peran la fu e rz a de la m á sca ra y
d el signo. P e ro en tre los d o s m om en tos hay ese p aso ab y ecto p o r la
n atu ra lez a y lo b io ló g ico , q u e hay q u e c o n ju ra r a c u a lq u ie r p rec io a tra ­
v é s d e p rá ctic a s sa rco fá g ica s (d e v o ra d o ra s de carn e) q u e son, d e h ech o,
p rá ctic a s sem iú rgicas. T o d a tn a to p ra x ia, en n u e stra s so c ie d a d e s tam b ién ,
se in te rp re ta , p o r lo tan to, co m o v o lu n ta d de co n ju rar esa sú b ita p é rd id a
d e sig n o s q u e se h a a b a tid o so b re el m u erto , d e im p e d ir q u e su b sista en

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la carn e aso cial del m u erto , a lg o qu e no sig n ifiq u e n ad a.39
E n re su m en , la sa rc o fa g ia ritu a l es co m ú n a to d a so c ie d a d , y e l
e m b a lsa m a m ie n to , la p reserv ac ió n a rtificia l d e la carn e, es u n a v a ria n te
d e aq u élla . L a s p ráctic as de lo s fu n e ra l h o m es, qu e n os p arecen tan ri-
d ícu las y fu e ra d e lu g a r a n o so tro s, id e a lista s d e la m u erte n atu ra l, son
p or ta n to , fieles en e s o a la m á s leja n a trad ició n . E n lo q u e re su lta n
a b su rd a s es en su co n n otación de n atu ralid ad . C u a n d o e l p rim itiv o cu b re
al m u e rto d e sig n o s, es para h acerle tra n sita r lo m ás rá p id a m en te hacia
su e sta tu s d e m u erto ; m ás allá d e la a m b ig ü e d a d en tre el m u e rto y el
v iv o , d e la q u e es testim o n io precisam en te la carn e q u e se d e sco m p o n e.
N o es cu estió n d e h acer p asa r al m u e rto p o r v iv o : el p rim itiv o d e v u elv e
el m u e rto a su d iferen cia, p o rq u e es a ese precio q u e p o d rán v o lv e r a
se r co m p añ eros e in tercam b iar su s sig n o s. E l escen ario d e lo s fu n e ra l
h o m es es a la in v e rsa. Se tra ta d e co n serv ar al m u erto con un a ire de
v id a , con el n atu ra l d e la v id a : so n ríe to d a v ía , el m ism o co lo r, la m ism a
p ie l, e s e l m ism o m ás allá d e la m u erte , es in c lu so m á s f r e s c o q u e d e
v iv o , só lo le fa lta h a b la r (p e ro se le p u e d e v o lv e r a o ír en este re o fo n ía ).
M u e rte fa lse a d a e id e aliz ad a con lo s co lo res d e la v id a : l a id ea secreta
es q u e la v id a es n atu ra l, la m u erte , co n tra la n atu ra lez a ; p o r lo tan to
hay q u e n atu ralizarla, d iseca rla en u n sim u lacro d e v id a . H a y en to d o
e sto u n re ch az o a d e ja r q u e la m u erte sign ifiq u e, q u e a d q u ie ra fu e rza
d e sign o, y tam bién , tra s e se fetich ism o sen tim en tal de lo n atu ra l, una
gran cru e ld a d p ara con el p ro p io m u erto : p ro h ib id o p u d rirse , p ro h ib id o
c a m b i a r ;e n vez de se r in d u cid o al e sta tu s de m u erto , y p o r tan to al re ­
co n ocim ien to sim b ó lic o d e lo s v iv o s, es m an ten id o co m o fa n to c h e en la

39. Devorando simplemente el cuerpo asimismo-, en este sentido el canibalismo


con los muertos es una actividad también semiúrgica (la idea siempre adelantada
de «asimilar en esa forma las fuerzas del muerto» es un lenguaje mágico secundario,
para el primitivo corno para el etnólogo, no se trata de una cuestión de fuerza, es
decir, de un excedente o de un potencial natural, sino al contrario, de una cuestión
de signos, o sea de preservar un potencial de signos contra todo proceso natural,
contra la naturaleza devastadora).
214 JE A N BA U D RILLA R D

órbita de los viv o s p ara se rv ir d e sim u lacro y d e c o artad a a su p ro p ia


v id a . R eten id o en lo n atu ra l, p ierd e sus derech o s a la diferen cia y toda
p o sib ilid a d d e u n e sta tu s so cial.
A p a re ce d e nuevo aquí to d o lo q u e se p a ra a las so cied ad es q u e no
tienen m iedo d e l 'sign o , n i d e la m u erte , p u e sto que la hacen sign ificar
ab iertam en te, y a las n u e stra s « id e o ló g ic a s » , d o n d e to d o está en terrad o
b a jo la n atu ra lid a d , d o n d e lo s sign o s n o so n m ás q u e d e sig n , m an ten ien ­
d o la ilu sió n d e una razón n atu ra l. L a m u erte es la p rim era v íctim a de
esta id e o lo g izac ió n : fijad a en un sim u lacro banal d e la v id a , se v u elv e
v e rg o n z o sa y ob scen a.
Q u é d iferen cia e n tre e sto s sa n tu a rio s, e sto s d r u g sto re s de la m u erte

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
so n rien te y e ste riliz a d a , y lo s co rre d o re s d el co n v e n to d e lo s C ap u ch i­
n os en P a le rm o , d o n d e tre s sig lo s de ca d á v ere s d e se n te rra d o s, q u e la ar­
cilla d e l cem en terio ha fo siliz a a o cu id a d o sa m e n te , con la piel, lo s ca b e­
llos y las u ñ a s, a c o sta d o s o c o lg ad o s p o r los h o m b ro s, en filas cerra d as
a lo la rg o d e lo s c o rre d o re s re se rv a d o s — c o rre d o r de lo s re lig io so s, co­
rred o r de lo s in te le ctu a le s, c o rre d o r d e las m u je res, d e lo s n iñ o s, etc.— -
v e stid o s to d av ía con un p añ o b u rd o o, p o r el co n trario, con tra je s, gu an ­
te s y m u selin as p o lv o rie n ta s: 8 .0 0 0 cad áv ere s en la d é b il cla rid a d d e lo s
tra g a lu c e s, en u n a in c re íb le d iv e rsid a d d e a c titu d e s, iró n ic as, lá n g u id a s,
o scila n te s, fero ce s o tím id as. D an za d e la m u erte q u e fu e d u ra n te la r g o
tiem p o , an tes d e co n v e rtirse en M u se o G ré v in p a ra tu ristas, un Ju g a r d e
p a s e o d o m in ical p a r a lo s p arie n tes y a m ig o s d e lo s d ifu n to s, q u e venían
a v e rlo s, a re co n o ce rlo s, a m o strá rse lo s a lo s n iñ o s, segú n una fa m ilia rid a d
v iv a , u na «d o m in ic a lid a d » de la m u erte p arecid a a la d e la m isa o el
te a tro . B a rro c o d e la m u erte (los p rim e ro s cu erp o s . d e se n te rra d o s d a ta n
d e l sig lo x v i y de la C o n tra rre fo rm a ). S o lid e z de una so cied ad c a p a z d e
exh u m ar su s m u e rto s, de tra ta r con ello s a m itad de cam in o en tre la in ­
tim id a d y el e sp e ctá cu lo , de so p o r ta r sin h o rro r n i cu rio sid ad o b scen a, es
d e c ir, sin los e fe c to s de su b lim ació n y de fo rm a lid a d q u e n os so n h ab i­
tu a le s, e l teatro d e la m u erte , d o n d e la cru eld ad se m an ifiesta aú n , aun­
que no sean lo s ritos san g rien to s d e los T a ra h u m a ra s. Q u é c o n tra ste con
la fra g ilid a d d e n u e stra s so cied ad es in cap aces de e n fre n ta r la m u erte sin o
d e so slay o, a tra v é s d e u n h u m or lív id o o de u n a fa scin a ció n p e rv e rsa.
Q u é co n traste con la co n ju ració n a n sio sa d e lo s fu n e ra l h om es.

LA MUERTE DESAFECTADA

E l cu lto a lo s m u erto s dism in u ye. H a y p rescrip ció n re sp ecto a la s


tu m b a s, no hay co n cesión p e rp e tu a . L o s m u e rto s en tran en la m o v ilid a d
so cial. L a d e v o c ió n a la m u erte p erm an ece so b re to d o en las cla se s p o p u ­
la r y m edia, p e ro m uch o m ás hoy día co m o v a ria b le d e sta n d in g (resi-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 215

dencia se cu n d aria) q u e co m o p ie d a d trib a l. Se h a b la ca d a vez m en o s d e


lo s m u e rto s, se a b re v ia , se hace silen cio ; d e sc o n sid erac ió n d e la m u erte .
Se a ca b ó la m u erte so le m n e y d e ta lla d a , en fa m ilia : se m u ere en e l h o s­
p ita l; ex te rrito ria lid a d d e la m u erte . E l m o rib u n d o pierde sus d e re ch o s,
en tre ello s e l d e sab e r q u e v a a m o rir . L a m u erte e s o b scen a y m o le sta .
E l d u e lo ta m b ié n se v a v o lv ie n d o , lo elegan te es o c u lta rlo : eso p u e d e
ch ocar a lo s d e m á s en su b ie n e sta r. E l b ien esta r p ro h ib e to d a referen cia
a la m u erte. L a in cin eración e s el ex tre m o de esta liq u id a c ió n d iscre ta y
él v e stigio m ín im o . N o m ás v é rtig o d e la m u erte : d e sa p e g o . Y el in m en ­
so tráfico m o rtu orio ya n o p erten ec e al ord en d e la p ie d ad , e s el sign o
m ism o d e l d e sa p e g o ; co n su m o de la m u erte. C rece, p o r ta n to , p ro p o r­
cion alm en te a la d e sin v estid u ra d e la m u erte .
N o s o tr o s ya n o te n e m o s la ex p erie n cia d e la m u e rte d e lo s d em ás.
L a exp erien cia esp e cta cu la r y te le v isa d a n o tie n e n ad a q u e v e r con ella. L a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m ay oría no tien e n un ca la ocasió n d e v e r m o rir a alguien. E s t o es
algo im p en sab le en cu alq u ie r o tro tip o de so cied ad . E l se rv icio lo su ­
m in istran el h o sp ital y la m ed icin a; la ex trem au n ción técnica ha reem p la­
zado a los d e m á s sac ram en to s. E l h o m b re q u ed a re tirad o d e sus p ró jim o s
an te s de e sta r m u erto . E s de eso, p o r lo d e m á s, q u e m u ere.
L a id e a d e la su iza R o ss de ir a h a b la r a lo s m o rib u n d o s d e su
m u erte , d e h ac erles h a b la r. Id e a o b scen a , n eg a tiv a ge n e ral: n ad ie e stá
m o rib u n d o en n in gu n o d e lo s se rv icio s d e l h c s p it a l (so n lo s d e l perso-.
n al q u ien es tienen p ro b le m a s). L u e g o , la to m an p o r lo ca, p ro v o c a d o ra ,
la echan d e l h o sp ital. C u a n d o en cu en tra a un m o rib u n d o a q u ien h a b la r,
va a b u sc a r a su s e stu d ia n te s, c u a n d o re g re sa , e stá m u e rto (e n to n ce s, se
p ercata d e q u e son e lla y lo s e s tu d ia n te s q u ien es tienen p ro b le m as). M á s
ad e lan te, triu n fa ; p ro n to h a b rá un s t a f f d e p sic ó lo g o s p a r a v e la r p o r d e ­
v o lv e r la p a la b ra a lo s m o rib u n d o s. N e o -e sp iritism o de la s cien cias h u ­
m an as y p sic o so c ia le s. .
Sace rd o te y extrem au n ción eran to d av ía u na h u ella d e esa co m u ­
n id ad d e p alab ra a lred ed o r de la m u erte . H o y , black-out. D e to d o s m o­
d o s, si el cu ra n o era m ás q u e u n b u itre , esa fu n ción la d e se m p eñ a hoy
am p lia m e n te la m ed icin a, q u e cierra a to d o s la b oca a b ru m á n d o lo s con
su s cu id a d o s y aten ción técnica. M u e rte in fa n til, q u e n o h ab la, m u erte
in a rticu la d a , o c u lta a la v ista . L o s su e ro s y lo s la b o ra to rio s, la cu ración ,
n o e s m ás q u e la co artad a de la p ro h ib ició n d e h ab lar.

EL INTERCAMBIO DE LA ENFERMEDAD

D e to d a s fo rm a s, y a no m o rim o s en n u e stra s c a sa s, se m uere en el


h o sp ita l. P o r u n m ontón d e b u e n a s razones « m a te r ia le s» (m éd ic as, de
u rb an id ad , e tc .), p e ro so b re to d o : en c u a n to cu erp o b io ló g ico , el m oribun-
216 JEAN BAUDRILLARD

d o o el en ferm o só lo está en su sitio en e l m e d io técnico. C on el p retex to


d e cu idarle, es p u e s d e p o rta d o a un e sp acio -tiem p o fu n cio n a l q u e se en ­
c a rg a d e n eu tralizar la en ferm ed ad y la m u erte en su diferen cia sim ­
b ó lica . '
P recisam en te a llí d o n d e la fin alid ad es elim inar la m u e rte , e l h o sp ita l
(y la m ed icin a en gen eral) to m a a su ca rg o a l en ferm o co m o v irtu alm e n te
m u erto . C ie n tificid ad y eficacia te rap é u tic a p resu p o n en la o b je tiv ac ió n ra­
dical d el c u e rp o , la d iscrim in ació n so c ia l d e l en fe rm o , p o r ta n to , u n p ro ­
ceso de m o rtificación . C on clu sión ló g ic a de la g e n e alo g ía m édica d e l cu er­
p o : «C o n el ca d á v er, la m ed icin a se m o d e r n iz a ... R e su lta r á sin d u d a
d e cisiv o p a ra n u e stra cu ltu ra , q u e el prim er d iscu rso de la m edicina res­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p ecto al in d iv id u o , haya ten id o qu e p a s a r p o r la m u e r te » (M ich el F ou -
c a u lt, N a issa n c e d e la c lin iq u e ). M o rtifica d o , el en ferm o es tam b ién m o r­
tífero ; se ven ga com o p u e d e : to d a la in stitu c ió n h o sp ita la ria , m e d ian te
su fu n cio n a m ien to , su e sp e cia liz a ció n , su je ra rq u ía , tra ta d e p re se rv a rse
d e e sa co n tam in ació n sim b ó lica d e l y a-m u erto. L o q u e re su lta p e lig ro so
en e l en fe rm o , es e sta m u erte a n ticip a d a a la cu a l se le h a c o n d en ad o , es
esta n e u tra lid a d en la q u e se le e n cierra d u ra n te el p la z o d e la cu ra. P e ro
el cu erp o n ad a sab e d e este p aré n te sis y de esta cu ra, irradia tal cual es,
in m ed iatam en te, to d a su d iferen cia d e en ferm o , to d o su p o ten cial d e
m u erte co n v e rtid a en m aleficio; n o se rá d e m a sia d o to d a la m an ip u lación
técn ica, tod o el «e n to r n o h u m a n o », ni siqu iera con ocasió n de su m u erte
re a l, p a r a h acerlo callar.
E l p e lig ro m á s g ra v e qu e c o n stitu y e el en ferm o , en lo q u e es v e rd a ­
d e ram e n te a so c ia l y co m o un lo c o p e lig ro so , es su p ro fu n d a ex ig e n ­
cia de ser re co n o cid o co m o tal y el in te rca m b ia r su en ferm ed ad . E x ig e n c ia
ab erra n te e in ad m isib le d e l e n ferm o (y d e l m o rib u n d o ) de fu n d a r u n in ­
tercam b io en e sta d ife re n c ia; e x ig e n c ia n o de h a c e rse cu id a r y co rregir,
sin o d e d a r su en ferm ed a d , y q u e se a recib id a, p o r lo ta n to , sim b ó lica­
m en te reco n o cid a e in terca m b ia d a , en v e z de se r n eu tralizad a en b m u er­
te técn ica h o sp ita la ria y en e sa su p erv iv e n c ia estricta m en te fu n cio n al qu e
se llam a la sa lu d y la cu ración .
N in g ú n p erfe ccio n am ie n to d e la relación h u m an a o terap éu tica en el
h o sp ita l o en el ejerc ic io gen eral de la m ed icin a, p u e d e ca m b ia r n ad a
d e ese black -out, d e ese lock -ou t sim b ó lico . In tim a d o el en fer¡n o a cu ­
rarse, c o n sag ra d o s d m édico y lo s a y u d an tes a cu rar, exclu siv am en te e q u i­
p a d a p ara cu rar la in stitu ció n c o m p le ta , h a sta en su s ta b iq u e s, su s m á­
q u in as q u irú rg ic a s y su in stru m en tal p sico ló g ico (fria ld a d y so licitu d
a lte rn a s, y h o y la «h u m a n iz a c ió n » d e l h o sp ita l): n ad a de to d o e sto q u ie ­
b ra la p ro h ib ició n fu n d a m e n ta l d e u n estatu s d iferen te de la en ferm ed ad
y la m u erte. C o m o m á x im o , se !e dejará al en ferm o la p o sib ilid a d d e « e x ­
p r e s a r se » , de h a b la r d e su en ferm ed a d , d e su vida, de resitu arse en un
co n tex to , en resu m en , d e n o vivir d e m a sia d o n egativ am en te esa a n o m alía
p a sa je ra . P e ro en cu an to a recon ocer co m o d iferen cia e sa lo cu ra q u e es
la en ferm ed a d , co m o se n tid o y riq u eza de sen tido , co m o m a te ria l a p a rtir
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 217

d e l cu al re e stru c tu ra r u n in tercam b io , sin tra ta r e n a b so lu to d e «d e v o lv e r


al en ferm o a la v id a n o rm a l» , eso su p o n d ría la liq u id ació n to ta l de la
m ed icin a y d e l h o sp ita l, d e to d o el siste m a d e en cierro d e l cu erp o e n su
« v e r d a d » fu n cio n a l; y en e l lím ite d e to d o el o rd e n so cial d o m in an te ,
p a r a q u ien la sim p le e x ig e n c ia de la e n fe rm e d a d co m o e stru c tu ra d e inter-
cam b io es u n p elig ro absoluto.40

M u e r te se x u aliz ad a, se x o m o rtífero

H a b la r d e m u erte h ace re ír, con u n a risa c risp a d a y o b scen a. H a ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
b la r d e se x o n i siq u ie ra p ro v o c a e sa re acción : el se x o e s le g a l, só lo la
m u erte es p o rn o gráfica. L a so cie d ad , « a l lib e r a r » la se x u a lid a d , la re em ­
p laza p ro g re siv a m e n te p o r la m u erte en fu n ció n d e rito se cre to y de p r o ­
h ibición fu n d a m e n ta l. E n u n a fa se an te rio r, religio sa, la m u erte e s re v e ­
la d a , recon ocida, y e s la se x u a lid a d la q u e está p ro h ib id a . H o y es lo
co n trario . P e ro to d a s la s so c ie d a d e s « h is tó r ic a s » se la s arreglan d e to d a s
fo r m a s p a ra d iso c ia r el se x o y la m u erte y sim u la r la d ib e r a c ió n del u n o
co n tra la o tra , lo q u e co n stitu y e u na m an era d e n e u traliz a r a am b os.
¿ H a y u n a b alan z a e x a c ta en esta e stra te g ia , o p rio rid a d d e u n o
d e lo s d o s té rm in o s? P a ra la fa se q u e n o s co ncierne to d o se desarroU a
co m o si la ex c lu sió n de la m u erte fu er^ el o b je tiv o p rio rita rio , u n id o a
una e stra te g ia d e ex a lta ció n de la se x u a lid a d : la «R e v o lu c ió n se x u a l»

40. Entre los Dangaleat (Jean Pouillon, Nouvelle Revue de Psychanalyse, n.° 1),
la enfermedad tiene valor iniciático. Hay que haber estado enfermo para formar parte
del grupo. N o se llega a médico si no se ha estado enfermo, y por el hecho mismo
se llega a serlo. La enfermedad viene de las marga!, cada uno tiene su o sus mar­
ga!, las cuales se heredan de padre a hijo. Toda posición social se adquiere gracias a
la enfermedad, que es un signo de elección. La enfermedad es una marca, un sen­
tido; lo normal se sobreentiende, es insignificante. La enfermdadi es la cultura,
fuente del valor y principio de organización social. Incluso allí donde la enfermedad
no tiene una función social determinante, sigue siendo asunto social, crisis social y
públicamente resuelta por la puesta en juego y reactivación de todo el metabolismo
social a través de esa relación excepcional entre el enfermo y el médico. Diferencia
radical con respecto al ejercicio actual de la medicina, en el que el mal es sufrido
individualmente y la terapéutica individualmente administrada. La reciprocidad del
mal, el intercambio del mal es preponderante en las sociedades primitivas. El mal es
una relación social, como el trabajo, etc. La causalidad orgánica puede ser reconocida
y tratada por toda clase de medios; el mal no es nunca concebido como lesión or­
gánica, sino en última instancia como ruptura o debilidad del intercambio social. Lo
orgánico es metáfora: será tratado, por tanto, «metafóricamente», por operación sim­
bólica del intercambio social a través de los dos protagonistas de la cura. Los dos son,
por lo demás, tres: el grupo es inmanente a la cura, a la vez conductor y apuesta
de la «eficacia simbólica». En resumen, médico y enfermo se redistribuyen en torno
al mal como relación social, mientras que para nosotros el mal se autonomiza como
relación orgánica con su causalidad objetiva, y el enfermo y el médico se objetivan
de una parte y de otra como pasivo y activo, paciente y especialista.
218 JE A N BA U D RILLA R D

está to talm en te o rie n ta d a en ese se n tid o , b a jo el sign o d e l E r o s u n id i­


m en sion al y la fu n ció n d e l p lacer. E s, p o r otra p a r te , lo q u e co n stitu y e
su in g e n u id ad , su p ath o s, su se n tim e n ta lid a d , al m ism o tie m p o q u e su
te rro rism o « p o lític o » (el im p erativ o categ ó rico d e l d e se o ). L a consign a
d e la se x u a lid a d es so lid aria d e la econ om ía p o lítica en cu an to q u e tam ­
b ién apu n ta a la ab o lició n d e la m u erte . N o h ab re m o s hecho sin o cam ­
b ia r de p ro h ib ició n . Q u iz á in c lu so , m e d ia n te esta « r e v o lu c ió n » h em os
esta b le cid o la p ro h ib ició n fu n d am en tal, q u e es la d e la m u erte. A l h a­
ce rlo , la R e v o lu ció n se x u a l se a u to d e stru y e , p u e sto q u e la m u erte es la
v e rd a d e ra sex u ació n d e la v id a .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
M i m u erte en to d a s p a rte s, m i m u e rte q u e su e ñ a

E n to d a s p a r te s aco sa d a y c e n su rad a , la m u erte re a p a re ce p o r d o ­


qu ier. N o co m o fo lk lo re a p o c a líp tic o , tal co m o ob sed ió la im agin ación
v iv a de cierta s é p o c as; p e ro p recisam en te p e sp ro v ista d e to d a su stan cia
im a g in a ria , p a sa a la re a lid a d m á s b a n a l, to m a p a ra n o so tro s el asp ecto
d e l p r o p io p rin cip io d e ra cio n a lid ad q u e d o m in a n uestra vida. L a m u er­
te , e sto es q u e to d o fu n cio n e y sirv a p ara algo, e s la fu n cio n a lid a d a b ­
so lu ta, d e sc rip tiv a , cib ern é tica, d e l en to rn o u rb a n o , co m o en P lay -tim e,
el film d e Ja c q u e s T a ti, la gra d u a ció n a b so lu ta d e l h om b re en relación
a su fu n ció n , c o m o en K a fk a : la e d a d d e l fu n cio n ario es la d e u n a cu l­
tu ra d e m uerte. E s el fa n ta sm a d e la p ro gram ació n to ta l, esa puja de
p re v isib ilid a d , d e e x a c titu d , d e fin a lid a d n o so la m en te en la s co sa s m a ­
te ria le s, sin o en la realización ciel d e se o . E n u n a p a la b ra , la m u erte se
co n fu n d e con la ley d e l valor. Y p articu la rm e n te con el v alor e stru c tu ra l
m e d ian te el cu al to d o q u e d a fija d o co m o d ife re n cia codificad a en u n n exo
u n iv ersal d e relacio n es. E ste es el v e rd a d e ro ro stro de la m u erte u ltra ­
m o d ern a , h echa d e la co n ex ió n o b je tiv a , sin falla, u ltra rrá p id a , d e to d o s
lo s térm in o s de u n siste m a . N u e stra s v e rd a d e ra s n ecró p o lis n o so n los
cem en terios, lo s h o sp ita le s, la s g u erras, la s h ecatom b es, la m u erte n o e stá
en a b so lu to d o n d e se cree; n o es b io ló g ic a , p sico ló g ica , m e ta físic a , no es
n i siq u ie ra m o rta l. S u s n ecró p o lis so n lo s só ta n o s o lo s h a lls de co m p u ­
tad o ras, e sp a c io s b la n c o s, e x p u rg a d o s d e tod o ru id o h u m an o ; a ta ú d d e
crista l d o n d e se co n gela to d a la m e m o ria e ste riliz a d a d el m u n d o . S ó lo
lo s m u erto s se acu erd an d e t o d o ; algo co m o u n a ete rn id ad in m ed iata del
sa b e r, u na q u in taesen cia d el m u n d o q u e hoy so ñ am o s con e n terrar en
fo rm a d e m icro film s y d e a rch iv o s, arch iv ar el m u n d o en tero p a r a q u e
se a re d e scu b ie rto p o r algu n a civ ilizació n fu tu ra ; re frig e ra c ió n d e to d o
el sa b e r a fin d e q u e re su cite , p a so de to d o el sa b e r a la in m o rta lid ad com o
v a lo r /s ig n o . C o n tra n u estro su eñ o de p e rd e r to d o , de o lv id a r to d o , a l­
zam o s u n a m u ralla in v ersa d e re lacio n e s, de co n e x io n es, d e in fo rm a d o -
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 219

n es, u n a m e m o ria artificial d e n sa e in e x tric a b le , y n o s e n terra m o s v iv o s


en e l in terio r con la esp e ra n z a fó s il d e ser re d e sc u b ie rto s u n d ía.
L a s co m p u ta d o ra s so n esa m u e rte m in iatu riz ad a a la q u e n o s so m e­
tem o s con la esp eran za d e so b re v iv ir. L o s m u se o s está n ya ah í p a r a so ­
b re v iv ir a to d a esta civ ilizació n , p ara te s tim o n ia r ... ¿ q u é ? P o co im p o r­
ta. E l so lo hecho de q u e e x ista n atestig u a q u e estam o s en u n a cu ltu ra
qu e no tien e se n tid o p a r a sí m ism a y q u e n o p u e d e sin o so ñ ar co n te­
n er algu n o p o ste rio rm e n te p a ra algu ien . T o d o se v u e lv e a sí e n to rn o de
m u erte d e sd e el m o m en to en q u e n o e s m á s q u e un sign o m in iatu rizab le
en un co n ju n to gig a n te sco . C o m o la m o n eda en su p u n to d e no-cam bia-
b ilid a d , en el q u e ya no e s m á s q u e u n siste m a de escritu ra .
E n el fo n d o , la econ om ía p olítica n o se co n struy e — al p recio d e
sacrificios in a u d ito s— m á s q u e con el d e sig n io d e se r re con ocid a co m o
in m o rtal p o r una civilización fu tu ra , o u n a in sta n cia d e la v e rd a d . E s to

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
e s in im a g in a b le, com o p a ra la religió n , a n o se r en el ju ic io fin al d o n d e
D io s recon ocerá a lo s su y o s. P ero el Ju ic io F in a l está a q u í, ya, realiza­
d o : es el esp e ctácu lo defin itivo de n u e stra p ro p ia m u erte c rista liz ad a . E l
e sp e ctá cu lo es, h ay q u e d e cirlo , g ra n d io so . D e s d e lo s co n ju n to s je ro g lí­
ficos d e la D e fe n sa o d el W o rld T r a d e C e n te r h a sta lo s gra n d e s co n ­
ju n to s in fo rm á tic o s de lo s m edia, de lo s co m p le jo s 'sid e rú rg ic o s a los
gra n d e s a p a ra to s p o lític o s, d e la s m e g a ló p o lís a la cu ad rícu la in sen sata
d e lo s m e n o res a cto s co tid ia n o s; en to d as p a r te s, co m o d ice B e n jam ín ,
la h u m a n id a d se h a v u e lto un o b je to de co n tem p lación p a ra sí m ism a.
« S u en ajen ación h a alcan zad o un g ra d o .tal q u e p u e d e ex p erim en ta r hoy
su p ro p ia d e stru cció n com o u n p la ce r estético de p rim e r o r d e n » (L 'o e u v re
d ’a r t a l ’ e re d e sa re p ro d u c tib ilité tec h n iq u e). P a ra é l, era la fo rm a m is­
m a d el fascism o . E s d ecir, una cierta fo rm a e x a c e rb a d a d e la id e o lo g ía ;
u na p e rv e rsió n e stética d e lo p o lític o q u e im p u lsa la a ce p tació n ju b ilo sa
d e u n a cu ltu ra de m u erte. Y es cierto q u e to d o el siste m a d e la eco n o ­
m ía p o lític a se c o n v ierte p a ra n o so tro s actu alm en te en esa fin a lid a d sin
fin, ese v é rtig o estético d e la p ro d u c tiv id a d q u e no es sin o e l v é rtig o
c o n tra ria d o de la m u erte. E s p o r e sto q u e el arte ha m u e rto : en e ste
p u n to d e satu ració n y de so fisticació n , to d o el jú b ilo se ha t r a s ljd a d o al
p ro p io e sp e ctá cu lo de la co m p le jid a d , to d a la fascin ació n e stética está
m o n o p o lizad a p o r el siste m a en su re p e tirse a sí m ism o (¿ q u é hace con
su s to r r e s g ig a n te sc a s, su s sa té lite s, su s co m p u ta d o ra s g ig a n te s, s in o re­
p e tirse en los s ig n o s? ). T o d o s so m o s v íc tim as d e la p ro d u cció n co n ver­
tid a en esp e ctá cu lo , de la alegría estética d e la p ro d u cc ió n y d e la re­
p ro d u cció n d e liran te . Y n o e sta m o s p re p a ra d o s p ara lib e ra rn o s d e ello
p o rq u e en tod o e sp e ctá cu lo exif'te la inm inencia de la c a tá stro fe . E l v é r­
tig o de lo p o lític o , qu e B e n jam ín denu n cia en el fa sc ism o , su aleg ría e s ­
tética y p e rv e rsa , lo e x p e rim e n ta m o s hoy al n ivel d e l siste m a gen eral d e
la p ro d u cc ió n . E x p e rim e n ta m o s un v é rtig o d e sp o litiz a d o , d e sid e o lo g iz a d o ;
v é rtig o d e la a d m in istració n racio n al d e la s c o sa s, de u n d e sb o c a rse de
la s fin a lid a d e s. L a m u erte es in m an en te a la eco n o m ía p o lític a . E s p o r
220 JEAN BAUDRILLARD

esto q u e ésta se p re te n d e in m o rta l. L a R ev o lu ció n tam b ién se fija un


o b je tiv o in m o rta l, en n o m b re d e l cu a l e x ig e un d e ja r en su sp e n so la m u erte
en p ro v e c h o d e la acu m u lació n . A h o ra b ien , la in m o rta lid a d es sie m p r e '
aq u e lla , m on óton a, d e lo s p a r a íso s so ciale s. L a rev o lu ció n ja m á s re d e s­
cu b rirá la m u erte si no la e x ig e d e in m ed iato. S u im p ase c o n siste en
h a b e rse fija d o e l fin d e la ec o n o m ía p o lític a co m o p la z o p ro g re siv o , m ien ­
tra s q u e es d e sd e ah ora q u e se p la n tea la ex igen cia d e l fin d e la econ om ía
p o lític a, en la ex igen cia d e v id a y d e m u erte in m ed ia ta . D e to d as fo rm a s,
la m u erte y la a le g r ía a c o rra la d a s, c u y o p re c io h a b re m o s p a g a d o d u ra n te
to d o e l tra n scu rso d e la ec o n o rría p o lític a, reap arecerán co m o p ro b le m a s,
in so lu b le s, a l « d ía sig u ie n te » d e la R e v o lu ció n . E s ta só lo d a acceso a l
p ro b lem a d e la m u e rte , y sin ia m en o r o p o rtu n id a d d e re so lv e rlo . E n

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
re a lid a d , no hay m añ ana: to d o s so n sie m p re lo s d e la a d m in istració n de
las c o sa s. L a m u erte e x ig e ser v iv id a in m ed iatam en te, en la cegu era to ta l,
en la am b iv alen cia to ta l. ¿ P e r o e s re v o lu cio n a ria ? S i la econ om ía p o líti­
ca es la te n ta tiv a m ás rigu ro sa d e p o n er fin a la m u erte, es ev id en te q u e
só lo la m u erte p u e d e p o n e r fin a la econ om ía p o lític a.
V I. L A E X T E R M IN A C IO N D E L N O M B R E D E D IO S

E L ANAGRAMA

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E n e l c a m p o d e l le n g u a je e x is te tam b ién el m o d e lo d e u n in tercam ­
b io sim b ó lico , a lg o a sí c o m o e l n ú cle o d e u n a an ti-econ om ía p o lític a, lu ­
gar d e ex te rm in ac ió n d e l v a lo r y d e la ley : es el len gu aje p o é tic o . E n ese
c a m p o de u n a an ti-d iscu rsiv id a d , d e un m ás allá d e la ec o n o m ía p o lítica
d e l le n g u aje , L o s A n a g ra m a s de S a u ssu re co n stitu y e n e l d e sc u b rim ien to
fu n d a m e n ta l. E s t e in v e stig a d o r, q u e d io m á s ta rd e su s a rm as co n ce p tu a­
les a la cien cia lin g ü ística , an te rio rm e n te , en su s C u a d e rn o s d e an agra­
m as, h a b ía d e sta c a d o la fo rm a a n ta g o n ista de un len g u aje sin ex p re sió n ,
m á s a llá d e la s ley e s, d e lo s a x io m a s y d e la s fin alid ad e s q u e le a sig n a la
lin g ü ístic a ; la fo r m a de u n a o p eració n sim b ó lic a d e l le n g u aje , es d ecir, n o
d e u n a o p era c ió n e stru c tu ra l d e re p re se n tació n a tra v é s d e lo s s ig n o s, sin o
ju sta m e n te a la in v e rsa , d e d e sc o n stru c ció n d e l sig n o y d e la re p re se n ­
tación .
E l p rin cip io d e fu n c io n a m ie n to p o é tic o d e sta c a d o p o r S a u ssu re n o
se p re te n d e re v o lu cio n ario . S ó lo la p a s ió n co n q u e se d e d ica a e sta b le ­
ce rlo co m o e stru c tu ra co m p ro b a d a y co n scien te d e te x to s le ja n o s, védi-
c o s, ge rm á n ic o s, sa tu rn a le s, só lo la p a sió n con q u e se d e d ica a m o stra r
con e llo la p ru e b a , es p ro p o rc io n a l a l alcance fa n tá stic o de su h ip ó te sis.
E l m ism o n o sa c a d e e lla n in gu n a co n secu en cia ra d ic a l o crítica, n o su e ­
ñ a u n m o m e n to en g e n e ra liz a rla en el p la n o e sp e c u la tiv o , y cu a n d o le f a l­
te la p ru e b a , a b a n d o n ará esta in tu ició n re v o lu cio n a ria p a r a p asa r a la
ed ificación d e la cien cia lin g ü ística . S ó lo hoy qu izá, a l c a b o d e m e d io si­
g lo d e d e sa rr o llo in in te rru m p id o d e e sta cien cia, p o d e m o s sa c ar la s co n ­
secu en cias d e la h ip ó tesis ab a n d o n ad a d e S a u ssu re l , y reco n o cer en q u é
m e d id a an ticip a la s b a se s d e u n a d e scen tració n d e to d a la lin gü ística.
L a s re g la s d e lo p o é tic o d e sta ca d as p o r S a u ssu re so n e sta s: 2

1. Pero sobre todo cuidadosamente «olvidada» y revocada por toda la lingüística:


sólo a ese precio ha podido fundarse como «ciencia» y asegurar su monopolio estruc­
tural en todas las direcciones.
2. Remitimos para lo que sigue y para lo concerniente al material anagramático,
a Jean Starobinski: Les mots sous les mots (Gallimard, 1971). Para las reglas funda­
mentales, cf. Le souci de la répétition, p. 12 y siguientes.
222 JEAN BAUDRILLARD

L e y d el A co p la m ie n to

1. «U n a v o ca l só lo tien e d e re ch o a fig u rar en e l S a tu rn a l si tiene


su con tra-vocal en un lu g ar cu alqu iera d e l v e rso (e sto es, la vo cal id én ti­
ca, y sin tran sacción re sp ecto a la ca n tid ad ) . . . D e a q u í resu lta q u e si el
v e rso tiene un n ú m ero p ar d e sila b a s, las v o cale s se acop lan ex ac tam en te ,
y d e b e n d a r siem p re c o m o re sto ce ro , con c ifra p a r p a ra cad a clase de
v o c a l.»
2. L e y d e la s co n so n an tes. E s id é n tica y no m en o s e stric ta ; siem ­
p re hay un n úm ero p a r p a ra cu alqu ier co n so n an te.
3. L a cosa v a tan le jo s q u e si h ay un re sid u o irre d u ctib le , se a en
la s v o cales (v e rso im p a r), se a en la s c o n s o n a n te s... m uy co n trariam e n te

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
a lo q u e se p o d ría creer, n o se le d e ja en a b so lu to reco n o cién d o se com o
re sid u o , así sea una sim p le « e » : la v e m o s reaparecer en el verso sigu ie n ­
te, c o m o n u evo re sid u o co rre sp o n d ie n te a lo re p leto d e l p reced en te.

L e y d e la p alab ra-tem a

E l p o e ta em p le a en la co m p o sició n d e l verso , el m aterial fó n ico su ­


m in istrad o p o r u na p a la b ra - te m a ... U n v e rso (o v a rio s) an agram atizan
u na so la p ala b ra (g en eralm en te un n o m b re p ro p io , el d e un d io s o un
h é ro e ), o b lig á n d o se a re p ro d u cirlo p reced ien d o a to d a la su cesió n v o ­
cálica. « A l escu ch ar u n o o d o s v e r s o s sa tu rn a le s la tin o s, F . d e S a u ssu re
oye e le v arse g ra d u a lm e n te lo s fo n e m a s p rin cip a le s d e u n n o m b re p ro p io »
(S ta ro b in sk i).
S a u ssu re : « S e tra ta , e n el h ip o g ra m a , de su b ra y a r u n n o m b re , u na
p a la b ra , e sfo rz á n d o se p o r re p e tir su s síla b a s y d á n d o le a sí u n a se g u n ­
da m an era de se r, ficticia, a ñ ad id a p o r d e c irlo así, al origin al de la p a ­
la b r a » .

T A U R A S I A C IS A U N A S A M N I O C E P I T (S C I P I O )
A A SEN A R G A LE O N A N EM O N A M EG A R TO S A U TM E (A G A -
M ENNON)

E s t a s reglas sim p les se repiten in can sab lem en te b ajo m ú ltip le s v a­


ria n te s. A cerca d e la alite ració n , regla a la cu al se creía p o d e r re ferir tod a
la p o e sía arcaica, S a u ssu re d ice q u e n o es m ás q u e un a sp e c to «d e un
fen ó m en o m u ch o m ás v a sto e im p o rta n te » , d a d o q u e « t o d a s las síla b a s
son a lite ra d a s, o a so n a n te s, o están co m p re n d id a s en u na arm o n ía fón ica
c u a lq u ie ra ». L o s g ru p o s fó n ic o s «se hacen e c o » ; « v e r s o s en tero s p arecen
un an agram a d e o tro s v e rso s p reced e n te s, in clu so m u y d ista n cia d o s d e n ­
tro del te x t o .» « L o s p o lífo n o s re p ro d u cen v isib le m e n te , sie m p re q u e se
p re se n ta la o c asió n , la s síla b a s de u n a p a la b ra o d e un n o m b re im p o r­
ta n te , sea q u e ap arezca co m o fig u ra en el te x to , sea q u e se h aga pre-
EL IN TER C A M BIO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 223

sen te al e s p ír itu p o r el c o n te x to .» « L a p o e sía a n a liz a la su sta n cia fó n ic a


de las p a la b ra s, b ien p ara h acer con ella se ries a cú sticas, o b ien p a ra
h acer con ella se ries sign ificativ as cu an d o se alu d e a un c ie rto n o m b re »
(la p a la b ra a n a g ra m a tiz a d a ). E n resu m en , « to d o se co rre sp o n d e d e u n a
u o t r a m an era en el v e r s o » : o b ien lo s sign ifican te s, lo s fo n e m a s se co ­
rresp o n d e n entre sí en e l cu rso del v e rso , o bien el sign ificad o o c u lto ,
la p alab ra-tem a, se h ace eco de u n p o lífo n o a o tro , « b a jo » el te x to « m a ­
n ifie sto ». L a s d o s r e g la s p u e d e n , p o r lo d e m á s, co e x istir: « T a n t o c o n ­
ju n ta m e n te en la a n a fo n ía , c o m o fu e r a d e to d a p a la b ra q u e se im ita , h ay
u n a co rre sp o n d en cia d e to d o s lo s e le m e n to s q u e se trad u ce en un “ aco­
p la m ie n to " exacto , es d ecir, re p e tició n en n ú m ero p a r .»
S a u s su r e d u d a rá en tre lo s térm in o s de a n a g r a m a , an tig ra m a , hipo-
g ra m a , p a ra g ra m a , p a r a te x to , p ara d e sig n a r esta «v a ria c ió n d e sa rro lla d a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
q u e p erm ite q u e u n lec to r p ersp ica z p e rc ib a la p resen cia ev id en te, p e ro
d isp e r sa , d e lo s fo n e m a s c o n d u c to re s» (S ta ro b in sk i). P o d ría m o s, sigu ie n ­
d o en la d irección d e S a u ssu re , p ro p o n e r el térm in o d e « A N A T E M A » ,
q u e e s o rig in alm e n te e l eq u iv a le n te d e u n ex-v o to , d e u n a o fre n d a v o ­
tiva: e se n o m b re d iv in o q u e tra n sc u rre b ajo el texto , es la d e d ica to ria d e l
tex to , el n om b re d e l q u e lo d ed ica y el del qu e le es d e d icad o ,3
E sta s d o s ley es so n ap aren tem en te m uy p o b re s en relació n con to d o
lo q u e se ha d ich o y esp e cu la d o so b re la « e se n c ia » de lo p oético. A d e ­
m á s, n o tienen p a r a n ad a en cu en ta el « e fe c to » p o ético , el p la c e r qu e
p ro d u ce n los te x to s, o su « v a lo r » e sté tico . S a u ssu re n o se p reo c u p a de
la « in sp ira c ió n » d e l p o e ta n i del éx tasis d e l lecto r. Q u izá n i siq u iera h u ­
b ie ra p re te n d id o ja m á s q u e h aya u n a re la c ió n e n tre e sta s re g la s q u e d e se n ­
trañ ó (él creía o b se rv a rla s, e so es todo) y la e x c e p c io n al in ten sid a d q u e
se ha co n ven id o sie m p r e en reco n o cer a la p o e sía . L im ita n d o su p e r s ­
p ectiv a a u n a ló g ic a fo rm a l d e l sign ifican te, p a r e c e d e ja r a lo s d em ás,
p sic ó lo g o s, lin g ü ista s, y a lo s p r o p io s p o e ta s, la tarea d e b u sc a r el se­
cre to d el p la ce r p o é tic o — lo q u e h an h ech o siem p re u n án im em en te— en
la riqu eza d e l sig n ifica d o , en la p ro fu n d id a d d e la « e x p r e sió n » . S in e m ­
b a rg o , es S a u ssu re , y só lo él, q u ie n n o s d ic e en q u é co n siste d p la c e r
q u e p ro v ie n e d e lo p o é tic o ; p la ce r p o rq u e ro m p e las «le y e s fu n d a m en ­
tale s de la p a la b ra h u m a n a » .
L o s lin g ü ista s se han re fu g ia d o , an te esta su b v e rsió n d e su d iscip lin a ,
en u n a p a r a d o ja in so ste n ib le . R e co n o c e n , con R o m a n J a k o b so n , q u e «e l
an agram a p o é tic o sa lta p o r en cim a d e la s d o s ley es fu n d a m en ta les d e la
p a la b ra h u m a n a, p ro c la m a d as p o r S a u ssu re , la d e l v ín cu lo co d ificad o en tre
e l sign ifican te y su sign ificad o , y la d e la lin ealid ad d e los sig n ifica n te s»
( « L o s m e d io s d e l len gu aje p o ético son cap aces de h acern os sa lir fu e ra
d el ord en lin e a l» ), y afirm an al m ism o tie m p o q u e « S a u ss u r e a b re con

3. Que el término «anatema», que puede ser tanto una víctima inmolada como
un objeto dedicado, haya derivado hacia el sentido de objeto maldito, de persona
maldita, es de gran importancia en la continuación de este análísis.
224 JE A N BA U D RILLA R D

su s in v e stig a cio n es, p ersp e ctiv as in au ditas' en e l estu d io lin g ü ístico d e la


p o e s ía » .
E le g a n te m an era d e re cu p e rar l o p o é tic o co m o cam p o p a rtic u la r d e l
d isc u r so , cu y o m o n o p o lio co n serv a la lin g ü ística . ¿Q u é ' im p o rta q u e lo
p o é tico n ie g u e to d a s la s ley e s de la sig n ifica ció n ?: se le n e u traliz a rá d á n ­
d o le d erech o d e ciu d a d a n ía lin g ü ístic a , y o b lig á n d o lo a ob e d e cer a l m is­
m o p rin cip io d e re a lid a d . ¿ P e r o q u é es u n sign ifican te o u n sign ificad o
q u e n o están re g id o s p o r e l có d ig o d e la eq u iv a le n cia ? ¿ Q u é es u n sig ­
n ificante q u e n o está re g id o p o r la ley d e la lin e a lid a d ? ¿ Y q u é e s una
lin g ü ística sin to d o e s to ? N a d a (p ero v e re m o s la s to rsio n e s q u e realiza
p a ra sa lv a r esta v io len cia).
D e la p rim era ley d e S a u ssu re (a c o p la m ien to ) se z a fa a legan d o la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
red u n d an cia del sign ifican te, o se a e l g ra d o d e coin ciden cia d e t a l fo n e­
m a o p o lífo n o , su p e rio r en p o e sía a la m edia d e l len g u aje co rrien te, etc.
D e la segu n d a (p ro p iam e n te a n a gram átic a) se z a fa in v o can d o el n o m b re
« la te n te » (A gam e m n o n ) co m o « sig n ific a d o » se g u n d o de u n te x to q u e lo
« e x p r e s a » y lo « r e p r e s e n ta » , co n ju n tam e n te con el sign ificad o « m a n i­
fie sto » (« u n m ism o sign ifican te d e sd o b la su s sig n ific a d o s», d ic e J a k o b so n ):
ten tativ a d e se sp e ra d a p o r sa lv a r, au n q u e sea a tra v é s d e u n ju e g o m ás
co m p le jo , la ley d e l v a lo r lin g ü ístico y la s c a te g o ría s esen ciale s d e l m o d o
de sig n ifica ció n (S ig n ifica n te , sig n ifica d o , e x p re sió n , re p re se n ta ció n , e q u i­
valen cia). L o im agin ario d e la lin g ü ística trata de a n e x io n a rse lo p o é tic o y
p reten d e in clu so en riq u ecer con ello su econ om ía, la d el térm in o y el
valor. P e ro en contra de ella, y d e v o lv ie n d o al d e sc u b rim ien to d e S a u s­
su re to d a su e n v e rg a d u ra , hay q u e d e cir q u e lo p o é tic o e s, a la in v e rsa,
u n p ro ce so de exterm in ació n d e l valor.
L a ley del p o e m a es, efe ctiv a m e n te , hacer, segú n u n p ro ceso rig u ­
ro so , q u e no q u ed e n ada. E n esto e s q u e se op o n e al d isc u r so lin g ü ístico
q u e, co n tra ria m e n te, es u n p ro ce so d e acu m u lació n , de p ro d u cc ió n y de
d istrib u ció n d e l le n g u aje co m o v a lo r. L o p o é tico es irre d u ctib le al m o d o
d e sign ificació n , q u e no es sin o el m o d o d e p ro d u cc ió n de lo s v a lo re s d el
len g u aje. Y p o r e sto tam b ién e s irre d u ctib le a la lin g ü ística , q u e e s la
ciencia de e se m o d o d e p ro d u cc ió n .
L o p o é tico e s la in su rrecc ió n d el len gu aje co n tra su s p ro p ia s ley es.
E l p r o p io S a u ssu re no fo rm u lo ja m á s e sta co n secu en cia su b v e rsiv a . P ero
lo s otro s han calcu lad o b ien lo q u e h ab ía de p e lig ro so en la sim ple fo r­
m ulación d e otra p o sib le operación del len g u aje. E s p o r eso q u e se las
han arreglado para revocar e s to segú n su código (cálcu lo d el sign ifi­
can te co m o térm in o, cálcu lo d el sign ificad o co m o v a lo r).
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 225

L o p o é tico co m o exterm in ació n d e l v alo r

1. L a p rim e ra ley d e Sau i.su re — la del aco p lam ien to — no es en


a b so lu to , co m o é l m ism o in siste , la d e la alite ració n o re d u n d an cia e x ­
p resiv a ilim ita d a d e tal o cu al fo n em a.

P o u r q u i so n t ce s se rp e n ts q u i s ilfle n t s u r n o s te te s?

E s a s se rp ie n te s son la s se rp ie n te s ca sca b el d e u n a lin g ü ística d e la


co m peten cia y la acu m u lación d e l sign ifican te, siem p re fin alizad o p o r n o
se sa b e q u é e fe cto d e l sign ificad o : s-s-s-s- « E S O » silb a tam b ién en el sig ­
n ifican te; y cu an tas m á s « s » , m á s silb a , m á s a m e n a z a n te , m e jo r se « e x ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p r e s a » . A sí tam b ién :

...t h e fa ín t fre sh fla m e o f th e y ou n g y e a r flu sh e s


fro m lea/ to flo w e r a n d flo w e r to f r u i t ...

« S e n tim o s p a s a r l a b r isa , d ice Iv a n F o n a g y , en lo s v e rso s d e Sw in-


b u rn e , sin q u e los v e rso s la m encionen e x p re sa m e n te » (D io g e n e , 1 9 6 5 ,
n .0 51, p . 9 0 ). E l a co p lam ien to d e S a u ssu re e s la d u p licació n calcu la d a ,
co n scien te y rig u ro sa , q u e re m ite a u n e sta tu to c o m p le ta m en te d ife re n te
d e la re p e tic ió n ; la repetición n o co m o la acum ulación d e térm in o s, com o
(co m )p u lsió n acu m u lativa o a lite ra tiv a , sin o co m o an u lación cíclica d e lo s
térm in o s, d o s a d o s, exterm in ació n a tra v é s d e l ciclo d e la d u p licación .
« L a s vocales se acop lan siem p re ex ac tam en te , Y D E B E N D A R S I E M ­
P R E C O M O R E S T O : C E R O » (S a u ssu re ). Y en el e p íg ra fe em b lem á ­
tico q u e d a a esta le y : N U M E R O D E U S P A R I G A U D E T ; D io s se re g o ­
cija d e l n ú m e ro p ar, q u e d a dich o q u e d e u n a m an era u o tra, e l go zo
m ism o es in se p a ra b le n o d e la acu m u lación d e l M ism o , d e l re fu e rz o d e
se n tid o p o r adición d e l M ism o , sin o a l co n tra rio , d e su an u lación a
tra v é s d el d o b le , a tra v é s d e l ciclo de la an ti-vocal, d e l an ti-gram a, d o n d e
el rasgo fon em ático se su p rim e co m o en u n esp e jo .
2 . L a se gu n d a ley d e S a u ssu re , la q u e con ciern e a e sa p alab ra-tem a,
o «a n a te m a » q u e d iscu rre b a jo e l te x to , d e b e se r an a liz ad a en e l m ism o
se n tid o . E s n e ce sa rio v e r q u e n o se tra ta en a b so lu to d e re p e tir e l sig n i­
fican te o rig in a l, d e re p ro d u cir su s co m p o n e n tes fo n em á tico s en el cu rso
de un tex to .
« A a s e n argaleáit an em on a m e g a rto s a u tm e » n o « r e p r o d u c e » A gam em -
n on, au n q u e so b re e ste p u n to , S a u ssu re se a a m b ig u o : « S e tra ta , d ice,
en el h ip o g ra m a , d e su b ra y a r u n n o m b re , u n a p a la b ra , e sfo rz á n d o se p o r
re p e tir su s sílab as y d án d o le así u na segu n d a m an era de ser, ficticia, añ a­
dida, p o r d e cirlo así, al origin al de la p a la b r a » . E n re a lid a d , la p alab ra-
tem a se d ifra c ta a tra v é s d e l te x to . E s en cierta fo rm a « a n a liz a d a » p o r
el v e rso y el p o em a, d isu e lta en su s elem en to s sim p le s, d esc o m p u e sta
226 JEAN BAUDRILLARD

c o m o la luz de un e sp e c tro , cu y o s ra y o s d ifra c ta d o s b a rre n a co n tin u a­


ción el te x to . D ic h o d e o tro m o d o , el c o rp u s o rigin al e s d isp e rsa d o en
« o b je to s p a r c ia le s» . N o se trata, p o r lo ta n to , de o tra fo rm a d e se r d e l
M ism o , d e u na re ite ra ció n o de u n a p a rá fra sis, d e u n a v a ta r clan d estin o
d e l n o m b re o rig in a l d e l d io s, sin o m á s b ien d e un e sta llid o , de u na d is­
p ersió n , d e un d esm em b ram ie n to en el q u e ese n o m b re e s an iq u ilad o .
N o un « d o b le a rtificial» (¿ d e q u é serviría, si e s p a ra v o lv e r a d e cir lo m is­
m o ? ) , sin o un d o b le d e sm em b ra d o , u n cu e rp o d e sp e d a z a d o co m o el d e
O sir is y e l d e O r fe o . L e jo s de re to rz a r el sign ifican te en su se r, d e re p e tirlo
p o sitiv am en te , esta m e ta m o rfo sis en su s m iem b ro s d isp e r so s e q u iv a le a su
m uerte en cuanto tal, a su an iq u ilació n . Para decirlo tod o, eso e s, en el
p lan o d e l sig n ifica n te , d e l n om b re que lo en carn a, el eq u iv a len te d e l d a r­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
le m u erte a l d io s o a l héroe en el sa c rificio . E s d e sa rtic u la d o , d e sin te g ra d o
p o r su m u erte en el sacrificio (e v en tu alm e n te d e sp e d a za d o y co m id o ) co m o
el an im al tótem , el d io s o el h éroe circu lan a co n tin u ació n , co m o m aterial
sim b ó lic o de la in teg ració n d e l gru p o . E s d e sp e d a z a d o , d isp e rso en su s
ele m en to s fo n e m á tic o s en esta m atan za d el sign ifican te, co m o el n om ­
b re d el d io s h a b ita el p o e m a y lo re a rtic u la en el ritm o d e su s fra g m e n to s,
sin q u e ja m á s se re c o n stitu y a co m o tal.
E l acto sim b ó lico n o co n siste n un ca en la reco n stitu ció n d el n o m b re
d e l d io s d e sp u é s d e l ro d e o y la v en tilació n en el p o e m a, n u n ca en la
re su rrección d e l sign ifican te. S ta ro b in sk i se eq u iv o ca cu an d o d ice : « S e
tra ta rá d e reco n o cer y re u n ir las síla b a s d ire ctrice s, co m o I s i s reu n ía el
cu erp o d e sp e d a z a d o d e O s ir is » . L a c a n se eq u iv o ca en su teo ría d e l sim ­
b o lism o (P sic o a n á lisis, V , p . 15) cu an d o d ice: « S i el h o m b re se h alla
a b ie rto a d e se a r tan to s o tro s en sí m ism o cu an to s n o m b re s tienen su s
m ie m b ro s fu e ra d e é l, si tien e q u e re c o n o c e r ta n to s m ie m b ro s d e su n id o s
d e su u n id ad , p e rd id a sin h a b e r sid o ja m á s, cu a n to s “ sien d o ” q u e so n la
m e tá fo ra d e e so s m ie m b ro s hay; v e m o s tam b ién q u e la cu estión q u ed a
re su elta al sa b e r q u é v a lo r d e co n o cim ien to tienen lo s sím b o lo s, p u e sto
q u e se trata d e su s p r o p io s m ie m b ro s q u e re torn an d e sp u é s d e h ab e r
erra d o p o r el m u n d o b ajo u na fo rm a a lie n a d a » . E l acto sim b ó lico n o
ra d ic a ja m á s en ese « r e t o r n o » , en esa re to taliz ació n p o ste r io r a la en ajen a­
ción , en esa re su rre cció n d e u na id e n tid ad . R a d ic a siem pre, p o r el co n ­
tra rio , en es!l v o la tiliz a ció n d el n o m b re , d e l sign ifican te, en esa ex te rm in a­
ción d e l térm in o, en esa disp ersió n sin re to rn o ; ella e s la q u e hace p o si­
b le esa circu lación in ten sa en ei in terio r d el p o em a (com o en el g ru p o
p rim itiv o con o casió n de la fiesta y el sacrificio), q u e d e v u e lv e d le n g u a ­
je al d isfru te , y en d o n d e n o q u e d a ni re su lta n ad a. N o e s su p erflu a tod a
la jau ría d e c a te g o ría s lin g ü ístic a s p a ra b o rr a r el escán d alo de la p é rd id a
y d e la m u erte d e l sign ifican te, to d a la agitació n afieb rad a d el len gu aje
q u e , c o m o d ice B a ta ille d e la v id a , « p id e a la m u erte q u e ejerza su s e s ­
tra g o s a su s e x p e n sa s » .
A q u í d e sd e lu e g o , lo s lím ite s q u e se im po n e S a u ssu re e x p lo ta n : e se
p rin cip io p o ético n o e s v á lid o so lam en te p a r a la s p o e sía s v é d ic a s, germ áni-
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 227

ca s o la tin a s, y d e n ad a sirv e b u scar co m o él lo hizo, una gen eralización


hipo tética d e la p r u e b a : e s ev id en te q u e lo s p o e ta s m o d ern o s n o se han
d a d o nun ca una p alabra-tem a gen erad o ra, si e s q u e lo s p o etas an tigu os lo
h iciero n ja m á s ; p e ro e sto n o es u n a o b je ció n , p o rq u e está claro q u e p ara
to d a s la s le n g u a s y p a ra to d a s la s é p o c a s, la fo rm a d e se n tra ñ a d a p o r Saus-
su re e s so b e ra n a . E s tá cla ro p a r a to d o s — es la ev id en cia d el d is fr u te —
qu e el buen p o em a es a q u e l en el q u e n o q u ed a n ad a, en el q u e to d o el
m aterial fó n ico p u esto en ju ego e s co n su m id o , y q u e a la in v e rsa , el m al
p o em a (o la ausencia d e p o e sía ) e s aq u él d o n d e h ay u n re sid u o , d o n d e to d o
fo n em a, o d ífo n o o sílab a o térm in o sign ifican te, n o h a sid o recu p erad o
p o r su do b le, d o n d e to d o s lo s térm in os no se han vo latilizad o o co n su ­
m id o en u n a re cip ro cid a d (o u n a n ta g o n ism o ) rig u ro so , co m o en el inter-
c a m b io /d o n p rim itiv o , d o n d e se n tim o s p e sa r lo q u e re sta , lo q u e n o h a

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
e n co n trad o su re sp o n sa b le , ni p o r ta n to su m u erte y su ab so lu ció n , lo
q u e n o h a en co n trad o el m o d o d e in te rca m b ia rse en la o p eració n m ism a
del te x to : e s en p ro p o rció n a e se re sid u o q u e sab em os q u e u n p o em a e s
.m alo, qu e e s esco ria d e d isc u r so , algo q u e no h a a rd id o , q u e n o se h a
p e rd id o n i co n su m id o e n la fiesta d e u n a p ala b ra re v ersib le .
E l r e s t o ; eso es el valor. E s el d iscu rso d e la sign ificación , n u estro
len gu aje re g id o p o r la lin g ü ística . T o d o lo q u e n o ha sid o re cu p e ra d o
p o r la o p eració n sim b ó lica d e l le n g u aje , p o r la exterm in ació n sim b ó li­
ca; so b re eso re p o sa la econ om ía de la sign ificación y de la com u n icación .
A h í es d o n d e p ro d u cim o s e in terca m b ia m o s lo s térm in o s, lo s v a lo re s d e
se n tid o , b a jo la ley d e l có d igo .
D el m ism o m o d o se in au gu ra el p ro c e so d e lo econ óm ico: lo qu e
en tra en el circu ito de la acu m u lación y d e l v a lo r e s lo q u e q u ed a d e la
extin ció n sacrificial, e s lo q u e n o se a g o ta en e l ciclo in cesan te del do n
y el co n tra-don . E n ese re sto lo q u e se a cu m u la, so b re lo q u e se esp e cu ­
la y d o n d e n ace lo econ óm ico.

D e esta noctón de re sto se p u e d e d e sp re n d e r una tercera dim en sió n


d e n u estro m o d o d e sign ificación . S a b em o s q u e la op eració n p oética « r o m ­
p e la s d o s ley e s fu n d a m e n ta le s d el le n g u a je » :
1. L a eq u ivalen cia sig n ifica n te /sig n ific a d o .
2. L a lin ea lid a d del sign ifican te (S a u ssu re : «Q u e lo s elem en tos que
fo rm an una p a la b ra se su ced en e s u na v e rd a d q u e co n ven d ría n o se co n ­
sid e ra se , en lin g ü ística , co m o algo sin in terés p o r ser ev id en te, ya q u e
d a d e an tem an o e l p rin cip io ce n tral d e to d a reflexión ú til re sp e cto a la s
p a la b r a s .» )
3. L a tercera d im e n sió n , ja m á s to m a d a v e rd a d era m en te e n cu en ta,
y estrech am en te so lid aria d e las o tra s d o s, es 1a d e l a ilim itación , d e la
p rod u cció n sin lím ite s d e l m aterial sign ifican te . A l igu al q u e la e q u iv a ­
len cia y la acu m u lació n definen u n a d im e n sió n d e lo econ óm ico q u e es
228 JE A N BA U D RILLA R D

la d e la p ro d u c tiv id a d ilim ita d a , d e la re p ro d u cció n in d efin id a J e l v a lo r,


a sim ism o , eq u iv alen cia sig n ific a n te /sig n ific a d o y lin e a lid a d d e l sign ifican ­
te defin en un cam p o d e la d isc u rsiv id a d ilim ita d a .
N o n o s p e rc a ta m o s, d e tal m o d o n o s re su lta « n a tu r a l» , d e e sta p r o ­
life ració n d e n u e stro u so d isc u r siv o , q u e sin e m b a rg o n o s d istin g u e d e
to d a s la s d e m á s cu ltu ras. U sa m o s y a b u sa m o s d e la s p ala b ra s, lo s fo n e ­
m as, lo s sign ifican te s, sin restricció n ritu a l, re lig io sa o p o ética d e n in ­
gu n a e sp e cie , co n to d a « lib e r t a d » , sin o b lig a ció n ni re sp o n sa b ilid a d fre n te
al in m en so m a te ria l q u e « p ro d u c im o s» a n u e stro cap rich o. C ad a cu al es
lib r e de u tliz a r , d e to m a r in d efin id am en te d e l m aterial fó n ic o , a n o m b re
d e lo q u e q u iere « e x p r e s a r » , y con la so la co n sid eración d e lo q u e tiene

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
q u e d ecir. E sta « lib e r ta d » d e l discu rso , esta p o sib ilid a d d e to m arlo y u sa r­
lo sin ja m á s d e v o lv e r ni re sp o n d er p o r él, ni sa c rifica r así se a una p a r te
co m o se h ac ía con lo s b ie n e s p rim itiv o s p ara a se g u ra r su rep ro d u cción
sim b ó lica , esta id e a d e l len g u aje co m o m e d io p a r a to d o y d e u na n atu ­
raleza in a g o ta b le, com o lu g a r en d o n d e se ha realizad o ya y en lo su cesivo
la u to p ía d e la eco n o m ía p o lític a: « a cad a cual segú n su s n e c e sid a d e s» ;
fa n ta sm a d e u n sto c k in a u d ito . d e u n a m ateria p rim a q u e se re p ro d u ­
ciría m ágicam en te a m ed id a q u e se la u tiliza (ni siq u iera hay n ecesid ad
d e acu m u lación p rim itiv a ), y p o r ta n to , d e lib e rta d d e d erro ch e fa n tá s­
tico. E s t e e sta tu to , q u e e s el d e n uestra com un icación d iscu rsiv a, el de
una d isp o n ib ilid a d lo ca d e l m aterial sign ifican te, no es co n ce b ib le sin o en
una co n figuració n general d o n d e los m ism o s p rin cip io s rigen la re p ro d u c­
ción de lo s bien es m a te ria le s y la d e la p rop ia e sp e cie: u na m u tación
sim u ltán ea d a p aso d e la s fo rm acio n e s so ciales d o n d e lo s b ien es, el n ú m e­
ro d e in d iv id u o s y la p ro life ració n de la s p a la b ra s son, d e fo rm a m ás o
m e n o s rig u ro sa , lim ita d o s, a p ro x im a d a m e n te fija d o s, c o n tro la d o s en el in ­
te rio r d e u n ciclo sim b ó lico , a la s fo rm a cio n e s so ciale s « m o d e r n a s » , las
n u e stras, q u e caracteriza una p ro d u c tiv id a d in d efin ida, ta n to econ óm ica
co m o lin gü ística y d e m o g ráfic a; so cie d ad e s e m b arcad as, en to d o s lo s p la ­
nos, en u na e scalad a sin fin: de acu m u lación m a te ria l, d e e x p re sió n lin ­
gü ística , de p ro life ra ció n de la esp ecie.4
E s t e m o d elo d e p ro d u c tiv id a d — d e sa rro llo ex p o n en cial, d e m o g ra fía
g a lo p an te , d isc u rsiv id a d ilim ita d a — d e b e an alizarse en to d as p a r te s si­
m u ltán eam en te. E n el p lan o d el len g u aje, q u e e sta m o s tra ta n d o aquí, está
claro q u e a esa lib e rta d d e se n fre n a d a d e u sa r fo n e m a s en n úm ero ilim ita­
d a p ara la e x p re sió n , sin p ro ce so in verso de an u lación , d e ex p iació n , de
re ab so rció n , de d e stru cció n — poco im p o rta el térm in o— se co n trap o n e
rad icalm en te esta sim p le ley en u nciada p o r S a u ssu re de q u e en p o esía
ni u n a v o ca l, ni u n a co n son an te, ni una sílab a, d e b e ser p ro fe rid a sin se r

4. Nuestra concepción del espacio y del tiempo es de este mismo orden. ambos
son impensables para nosotros de otro modo que en la infinitud; proliferación que
corresponde a su objetivación como valor, y aquí también al fantasma de una exten­
sión o de una sucesión inagotables.
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 229

d u p lica d a, e s d e cir, en cie rta fo rm a exo rcizad a, sin , cu m p lirse en la rep e­


tición q u e la an u la.
E n co n secu en cia, n o es cu e stió n d e u n u so ilim ita d o . L o p o é tic o , co m o
el in te rc a m b io sim b ó lic o , em p le a u n c o rp u s estricta m e n te lim ita d o y fijo ,
y a d e m á s se en carg a d e d a rle fin , m ie n tra s q u e n u e stra econ om ía d e l d is­
c u r s o p o n e en ju e g o u n co rp u s ilim ita d o , sin cu id a rse d e reso lv erlo .
¿Q u é p a sa co n la s p a la b ra s, lo s fo n e m a s, en n u e stro sistem a d isc u r­
siv o ? N o hay q u e creer q u e d e sa p a rec en tra n q u ila m en te u n a v ez u tili­
z a d a s, o q u e v u elv en a algu n a p a r te c o m o lo s c a ra c te re s en la m atriz d e l
lin o tip o , en e sp e ra d e v o lv e r a p re sta r su ay u d a. E s t o fo rm a p a rte de
n u e stra co n ce p c ió n id e a lista d el len g u aje. T o d o térm in o , to d o fo n em a no
re cu p e ra d o , n o d e v u elto , n o v o la tiliz a d o p o r la re p e tició n p o é tic a , n o e x te r­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m in a d o co m o té rm in o o c o m o v a lo r (en su e q u iv a len cia d e lo q u e « q u is o
d e c ir » ), q u e d a . E s u n re sid u o . V a a a g re g a rse a u n a sed im en tación fa n ­
tástica d e d e sh ech o s, de m ateria d iscu rsiv a o p aca. C o m e n z a m o s a p erc a ­
ta m o s de que el p ro b le m a esen cial de una civ ilización p ro d u c tiv a p u e d e
se r el d e su s desh ech o s, q u e n o e s o tro q u e el d e su p ro p ia m u e rte : su cu m ­
b ir b a jo su p ro p io re sid u o ; p e ro el re sid u o in d u stria l n o es n ad a en re la ­
c ió n a l re sid u o d e le n g u aje . T a l c u a l es, n u e stra c u ltu ra e stá o b se sio n a d a
y b lo q u e a d a p o r esa g ig a n te sca in stan cia residual p etrificad a q u e ella tra ­
ta d e re so lv e r m e d ia n te u n a su p e rp ro d u c ció n : m e d ia n te u n a so b re p u ja d e
len g u aje tra ta d e re d u c ir la ten d en cia a la b a ja d e la ta sa d e «c o m u n ica ­
c ió n » . N a d a q u e hacer. A l igu al q u e to d a m ercan cía, e s d e cir, toda co sa
p ro d u c id a b a jo e l sign o d e la ley d e l v a lo r y d e la e q u iv a len cia , es un
re sid u o in so lu b le q u e cierra e l p a so a la re la c ió n so cial, a sim ism o to d a p a ­
la b ra , to d o térm in o , to d o fo n em a p ro d u cid o y n o d e stru id o sim b ó lica ­
m en te se acu m u la co m o lo re ch azad o , y p esa so b re n o so tro s con to d a la
ab stracció n d e l len gu aje m u erto .
S o b r e n u e stro le n g u a je re in a u n a eco n o m ía d e p ro fu sió n y d e d e sp il­
fa rro ; la u to p ía d e la ab u n d an cia. P e ro m ie n tra s q u e la «a b u n d a n c ia » y
e l d e sp ilfa rro so n u n a característica recien te d e la econ om ía m a teria l, un
ra sg o h istó rico , a p a re c e n co m o una d im e n sió n n atu ral, sie m p re ya d a d a ,
d e l le n g u aje h a b la d o o e scrito . U to p ía d e q u e siem p re h ay y h a b rá m á s,
en t o d o m o m en to , ta n to c o m o se q u ie ra p a r a t o d o el m u n d o . U to p ía d e
un c a p ita l ilim ita d o d e len g u aje c o m o v a lo r de u so y v a lo r d e cam b io.
C a d a cu al, p a r a sign ificar, p ro c e d e p o r acu m u lac ió n y ca m b io acu m u la­
tiv o d e sign ifican tes cuya v e rd a d e s tá en o tra p a r te , en la eq uivalen cia
d e lo q u e q u ieren d e cir (se p u e d e d e cir en m en o s p a la b ra s; la concisión
es u n a v irtu d m o ral, p e ro n o e s m á s q u e u na eco n o m ía d e m e d io s). E s t e
« c o n s u m o » d isc u rsiv o , so b re "el c u a l n un ca p lan ea el esp e ctro d e la p e ­
n u ria, e sta m an ip u lación d e sp ilfa rra d o ra , so ste n id a p o r lo im a g in a rio d e la
p ro fu sió n , d a lu g a r a u n a in flació n p ro d ig io sa q u e d e ja , a se m e ja n z a d e
n u e stra s so c ie d a d e s d e d e sa rro llo in c o n tro la d o , un re sid u o igu alm e n te p ro ­
d ig io so , u n d esh ech o no d e g ra d ab le d e sign ifican te s co n su m id o s, p e ro n un ­
ca e x tin to s. P o rq u e las p ala b ra s q u e han servid o n o se v o la tiliz a n , se acu-
230 JE A N BA U D RILLA R D

m u ían co m o u n d esh ech o; co n tam in ació n p o r los sig n o s, tan fan tástica
co m o la co n tam in ació n in d u stria l, y c o n tem p o rá n e a d e ella.

E s e ste s<1 ío e sta d io d el desh ech o lo q u e recu pera la íingüísticf!, el


d e un len g u aje fu n cio n al, q u e ella u n iv ersaliz a com o el estado n atu ra l de
to d o len gu aje. N o im agina n ad a d istin to : « A l igu al q u e lo s ro m a n o s y
lo s etru sc o s d iv id ía n el cielo en ríg id a s lín ea s m a tem á tica s, y -:n un e s­
p ac io d e lim ita d o co m o e s un tem p lo , co n ju rab an a un d io s, a sí tam b ién
ca d a p u e b lo tien e so b re él un cielo d e co n ce p to s m atem ático s re p a rtid o s

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
y, b a jo la ex ig e n c ia d e la v e rd a d , en tien d e en lo su ce siv o q u e to d o d io s
co n ce p tu a l no se a b u sc a d o en o tra p a r te q u e en su e s fe r a » (N ietzsch e,
L ib r o d e l F iló s o fo ). A sí hace la lin g ü ística : f u e r z a al len gu aje en u na e s­
fe ra a u to n o m izad a a su im agen ; sim u la en co n trarlo « o b je tiv a m e n te » ahí
d o n d e lo h a in v e n tad o y racion alizado p o r co m p leto . E s in cap az de im a -
g in a r o tro esta d o d e l len gu aje q u e no se a el d e la a b strac ció n co m b in a­
toria d e un có d ig o (la len gu a) p ro v isto d e u na m a n ip u ía to ria indefinida
d e la p a la b ra , dich o de o tro m o d o , el d e la especulación (en el d o b le se n ­
tid o d e l té rm in o ) so b re la b a se d e u na eq u iv alen cia gen eral y d e u n a c ir­
c u la ció n lib re ; ca d a cu al u sa la s p a la b ra s a su g u sto y la s in tercam b ia d e
acu erd o a la ley d el có d igo .
P e ro su p o n g a m o s un e sta d io en el q u e lo s sig n o s del len g u aje estén
d e lib e ra d a m e n te lim ita d o s (com o la m o n e d a en tre lo s A re-A re): d ifu sió n
re strin g id a, sin « lib e r t a d » fo rm a l d e p rod u cció n , circulación y u so . O
m á s bien, un d o b le circ u ito :
— el d e la s p a la b ra s « lib e r a d a s » , u sa b le s a cap rich o , q u e circulan
co m o v a lo r d e cam b io ; zon a del «c o m e rc io » d el sen tid o , a n álo ga a la
esfe ra del gim w aíi en el in tercam b io econ óm ico;
— el d e una zon a n o « lib e r a d a » , b a jo co n tro l, d e un m aterial re s­
trin g id o aí u so sim b ó íic o , d o n d e ía s p a ía b ra s n o tien en v a ío r d e u so ni
v a ío r d e c a m b io , n o so n n i m u ltip lica b le s ni p ro fe rib íe s a cap rich o ; a n á ­
lo g a a ía e sfe ra d e ía k u ía p a ra ío s b ie n e s « p r e c io so s » .
E n esta esfe ra n o in tervien e e n a b so íu to eí p rin cip io d e eq u iv aíen cia
gen eraí, ni p o r tanto, ía articu lació n íó gica y racio n aí d e í sign o d e qu e
se ocu p a ía « c ie n c ia » sem io-íin gü ística.
L o p o ético re c re a en m a te r ia d e íe n g u a je e sa situ a c ió n d e ía s so cie­
d a d es p rim itiv a s: un co rp u s re strin g id o d e o b je to s cuya circuíación inin­
te rru m p id a den tro d e í in te r c a m b io /d o n su sc ita u n a riq u eza in a g o ta b íe , una
fiesta d e í in tercam b io . P ro p o rcio n a d o s a su vo íu m en o a su v a ío r, ío s
b ien es p rim itiv o s se sa íd a n m e d ian te u n a p e n u ria casi a b so íu ta . Incan-
sab íem e n te c o n su m id o s en ía fiesta y e í in tercam b io , retrazan , con su
«m ín im u m en eí v o íu m e n y eí n ú m e ro » , ese «m á x im u m de en erg ía en
ío s sig n o s» d e q u e h ab ía N ie tz sc h e , o tam b ién e sa v e rd a d e ra so c ie d a d de
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R T E 231

ab u n d an cia, la p rim e ra y la ú n ica, d e q u e h a b la M a rsh a ll S a h lin s (L es.


T e m p s M o d e rn e s, oct. 1 9 6 8 ).
L a s p a la b ra s tienen a llí el m ism o e sta tu to q u e lo s o b je to s y lo s b ie ­
n e s: no está n d isp o n ib le s en to d o m o m en to p a ra to d o el m u n d o , n o hay
« a flu e n c ia » d el len gu aje. E n la s fó rm u la s m ág icas, ritu ales, rein a esta r e s ­
tricción q u e e s la ú n ica en p reserv ar la eficacia sim b ó lica d e lo s sign o s. E l
sh am an , e l vate, o p era n con fo n e m a s o fó rm u la s c o n ta d a s, co d ificad as, li­
m ita d a s, a g o tá n d o lo s en u n a organ izació n m a x im a l d el se n tid o . S eg ú n sea
p ro n u n ciad a la fó rm u la , en su e x a c titu d lite ra l y rítm ic a, a sí en cad en a al
p o rv en ir. Y no p o r lo q u e ella sign ifica.5
L o m ism o v a le p ara lo p o é tic o , q u e se define p o r el h ech o d e o p era r
con u n co rp u s re strin g id o de sign ifican te, y de a p u n ta r a su co m p le ta d i­
so lu ción . Y e s d e b id o a q u e lo p o é tico (o el ritu a l lin gü ístico p rim itiv o )

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n o a p u n tan a la p ro d u cció n d e sign ificad o s, sin o a la ex a c ta co n su m a ­
ción , a la d iso lu c ió n cíclica de u n m aterial sign ifican te, q u e elige fo rz o ­
sam en te u n co rp u s lim ita d o . L a lim itació n n o tien e a q u í n ad a d e re stric­
tiv o ni d e p en ú rico : e s una re g la fu n d a m e n ta l d e lo sim bólico. In v e r sa ­
m en te, el ca rá c te r in a g o ta b le de n u e stro d isc u r so e stá lig a d o a la re gla de
eq u iv alen cia y d e lin e a lid a d ; así co m o la in fin idad d e n u e stra p rod u cció n
m aterial e s in sep arab le d e l p aso a la equ ivalen cia en el v a lo r de cam b io
(e ste infinito lin eal es el q u e alim en ta a la vez, en cad a m o m en to del
ca p ita l, la p o b reza d a d a y el fa n ta sm a d e u na riqu eza fin al).
E l sign ifican te q u e se d u p lica y v u elv e so b re s í m ism o p a ra supri-

5. Es necesario hacer aquí una crítica de la «eficacia simbólica» según Lévi-Strauss


(Anthropologie structurale): para él está ligada (como para la representación vulgar
de la magia} a la operación de un mito sobre un cuerpo (o sobre la naturaleza) me­
diante el intercambio o la correspondencia «simbólica» de los significados (cf. el parto
difícil): la palabra mítica removiliza el cuerpo bloqueado en el curso de su significado,
de su contenido. Pero, por el contrario, la eficacia del signo debe ser comprendida
como la solución de una fórmula. E s haciendo que los elementos significantes de una
fórmula se intercambien y se resuelvan en ese intercambio, como se provoca la
misma solución en el cuerpo enfermo: los elementos del cuerpo (o de la natu­
raleza) reanudan el intercambio. El impacto de los signos en el terreno (o en la naturale­
za, como en la leyenda de Orfeo), su fuerza operatoria proviene precisamente de
que no son «valor». No hay racionalización del signo en las sociedades primitivas, o sea,
no hay separación entre su operación actual y un significado de referencia, una
«reserva de sentidos» donde transitarían las analogías. La operación simbólica no es
analógica, sino que es disolutiva, revolucionadora, y concierne a la materialidad del
signo, que extermina como valor. Al dejar de ser valor, el signo actualiza la am­
bivalencia y, por tanto, el intercambio total, la reversibilidad total del sentido. De
ahí su eficacia, puesto que todos los conflictos, incluida la enfermedad, no se resuel­
ven de otro modo que en el intercambio.
Al actualizar la ambivalencia, ese signo primitivo, el signo «eficaz», no tiene in­
consciente. E s claro e igual a su operación manifiesta No opera indirectamente o por
analogía, en la representación reprimida o inconsciente (Lévi-Strauss se inclina muy
claramente en esta dirección, en su comparación con el psicoanálisis — El Hechicero y
su Magia— al igual que toda la antropología psicoanalítica). El signo es su propia
operación sin residuo, es así como él opera, como él es la operación directa del
mundo.
232 JEAN BAUDRILLARD

m irse, co rre sp o n d e al m o vim ien to d e l don y el con tra-don , el d a r y el


d e v o lv e r. R e cip ro cid a d d o n d e qu ed a a b o lid o el v alo r d e cam b io y el v a ­
lor de u so d el o b je to ; id én tico ciclo realizad o qu e re su lta en una nada
d e l valor, y so b re esa n ad a ju ega la in te n sid a d de la relació n social sim ­
bólica o el d isfru te d el p o e m a . .
Se trata aq u í de u n a revolu ció n . L o q u e lo p o é tic o realiza m icro scó ­
p icam en te re sp e cto al v a lo r/fo n e m a , to d a revolu ció n so cial lo re aliza r e s ­
p e c to a p la n o s e n tero s d e l c ó d ig o d e l v a lo r: v a lo r d e u so , v a lo r d e
c a m b io , r e g la s d e eq u iv alen cia, a x io m a s, siste m a s d e v a lo re s, d isc u rso co d i­
ficad o , fin a lid a d e s racio n ales, e tc ., cu an d o el im p u lso d e m u erte se ar­
ticula en ello s p a ra v o la tiliz a rlo s. In c lu so n o h ay o p eració n an alítica qu e

© Del documento, los autores. Digltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n o se llev e a ca b o d e esta m an era: co n trariam e n te a la cien cia com o p r o ­
ce so de a cu m u lació n , la v e rd a d e ra o p eració n a n a lític a e s a q u ella q u e a n i­
q u ila su o b je to , q u e acab a con él. E l térm in o del a n á lisis, n o su fin alid ad
« c o n s tr u c tiv a » , sino su v e rd a d e ro fin , es esa v o latilizació n de su o b je to
y d e su s p r o p io s co n ce p to s, o bien, es la actu ació n d e l su jeto q u e, lejos
de tratar d e d o m in a r a su ob jeto, acep ta se r an alizad o p o r él a cam bio,
m o v im ien to p o r el cual se vien en ab ajo irrem ed iab lem en te las p o sicio n es
re sp ectiv as de am b os.
S o lam e n te a p artir d e ahí se in tercam b ian el su jeto y el o b je to , míen-
tra s q u e en su p o sitiv id ad re sp ectiv a (en la ciencia, p o r ejem p lo) no h a ­
cen m ás que co n stru irse y en fre n ta rse in d efin idam en te. L a cien cia v a
lig ad a a la co n stru cció n d e su o b je to y a su re p etición co m o fa n ta sm a (a sí
co m o a la rep ro d u cció n fa n ta sm á tic a d el "tem a del sa b e r). F an tasm a
al q u e se a d scrib e un p la ce r p e rv e rso : el de re stab lecer co n tin u am en te
un o b je to d e b ilitad o , m ien tras qu e lo p ro p io del a n á lisis y d el d isfru te
e s a c a b a r con su o b je to .6
L o p o é tico e s la re stitu ció n d el in tercam b io sim b ó lico en el cen tro
m ism o de las p a la b ra s. A llí d o n d e, en el d iscu rso de la sign ificación , la s
p a la b ra s, fin alizad as p o r el se n tid o , n o se co rre sp o n d en , n o se h ab lan
(ni, en el p r o p io in te rio r de la s p a la b ra s, la s síla b a s, la s co n so n an tes y
las v o cales en tre sí), en lo p oético al co n trario , una vez in v alid ad a la
instan cia del se n tid o , to d o s lo s elem en tos c o n stitu tiv o s com ienzan a in ­
terca m b iarse y a co rre sp o n d erse. N o so n « lib e r a d o s » , ni n in gún co n te­
n id o p ro fu n d o o «in c o n scien te» es « lib e ra d o » a tra v é s d e e l l o s : s o n
sim p lem en te d e v u e lto s al in tercam b io , y ese m ism o p ro ceso es lo que
co n stitu y e el d isfr u te . E s in ú til b u sc a r su secreto en u na en ergética, en
una econ om ía lib id in a l o u na din ám ica d e lo s flu id o s: el d isfr u te no e stá

6. A quí de nuevo, es el residuo del análisis lo que alimenta al campo del «saber»,
al Eros constructivo de la «ciencia». Al igual que el campo de la comunicación se
articula en los residuos de lo poético. Y sobre ese residuo especulan la ciencia y
el lenguaje en su inmaginario, producen su «plus-valía» y fundan su poder. L o que
no es analizado y resuelto radicalmente en la operación simbólica es lo que se fija
bajo la máscara mortuoria d.el valor; la cultura de muerte y de acumulación de co­
mienzo.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 233

lig a d o al e jerc ic io d e u n a fu e rz a , sin o a la actu alización d e u n in te r­


cam bio. D e u n in tercam b io sin traza, sin u na so m b ra d e fu e rz a , h a b ie n ­
d o d isu e lto to d a fu e rz a y la ley q u e e s tá d e trá s d e la fu e rz a . P o rq u e la
o p e ra c ió n d e lo sim b ó lic o c o n siste en q u e su p ro p io fin e sté en sí m ism o .
L a sim p le p o sib ilid a d d e e sto es u n a rev o lu ció n con re sp e c to a un
o r d e n d o n d e n a d a , n ad ie , n i las p a la b ra s n i lo s h o m b re s, n i su cu erp o
n i sus m irad as tienen d erech o a co m u n icarse d ire ctam e n te, sin o qu e d e­
b en tra n sita r com o valores a través d e los m o delo s q u e lo s en gen d ran y
lo s rep ro d u cen en m ed io d e u n a « e x tr a ñ e z a » total d e lo s u n o s p ara
co n lo s otro s . . . L a rev o lu ció n e stá allá d o n d e se in sta u ra un in tercam b io
q u e ro m p e la fin alid ad d e lo s m o d elo s, la m ed iació n d e l c ó d ig o y el
c i d o co n secu tiv o d e l v a lo r. A sí se a el in te rca m b io in fin itesim al de' lo s
fo n e m a s, d e la s síla b a s en u n te x to p o é tic o , o el d e m illares d e h o m ­
b re s q u e se h a b la n en u na ciu d a d in su rrecc io n a !. P o r q u e el se c re to d e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
u n a p a la b ra so cial, d e u n a re v o lu ció n , e s a sim ism o e sta d isp e rsió n ana-
gra m ática d e la in stan cia d e l p o d e r, e s ta v o latilizació n rig u ro sa de to d a
in stan cia so cial tra sc en d e n te. E l cu e rp o d e sm a n te la d o d e l p o d e r se in ­
tercam bia en ton ces co m o p a la b ra so cial en el p o e m a d e la re v u elta. D e
esta p a la b ra tam p o co q u e d a n ad a y n o se acu m u la en n in gu n a parte. E l
p o d e r ren ace d e lo q u e no se h a co n su m id o en ella, p o rq u e el p o d e r es
re sid u o d e p ala b ra . E n la re v u elta so cial se o p e ra la m ism a d isp e rsió n
an agram ática q u e la del sign ifican te en el p oem a, q u e la del cu erp o en el
e ro tism o , q u e la d el sa b e r y su o b jeto en la o p eració n an a lítica : la re v o ­
lu ció n es sim b ó lica o n o es re volu ció n .

E l fín d e l an atem a

T o d a la cien cia lin g ü ística p u e d e an alizarse co m o re sisten cia a esta


o p eració n d e d isem in ació n y d e d iso lu ció n lite ra l. E s en to d a s p a r te s la
m ism a te n tativ a d e re d u cir lo p o é tic o a un q u e re r d e cir, d e tra e rlo d e
n u evo a la so m b ra d e un se n tid o , d e ro m p e r la u to p ía d e l len g u aje p a r a
traerla a la tó p ica d e l d iscu rso . A l ciclo d e la lite ra lid a d (re v e rsib ilid a d y
d isem in a c ió n ), la lin gü ística co n trap on e el ord en d e la d isc u rsiv id a d (e q u i­
valen cia y acu m u lació n ). P o d e m o s v e r d e sp le g a rse esta co n trao fe n siv a en
to d as las in terp re ta cio n e s d a d a s a q u í y a llá d e lo p o é tico (Ja k o b so n , Fo-
n agy, U m b e rto E co . V er m ás a d e lan te « L o im a g in a rio d e la lin g ü ístic a »).
P e ro de esta resisten cia d e p e n d e tam b ién la in terpretación p sico a n alítica ,
so b re la cu a l v o lv ere m o s. P o rq u e la ra d ic a lid a d d e lo sim b ó lic o es tal
q u e to d as la s cien cias o d isc ip lin a s que- se o cu p an d e n eu traliz a rlo , re su l­
tan an alizad as (por lo sim b ó lico ) a cam b io, y re m itid as a su d e sc o n o ci­
m ien to.
P o r lo tan to, so n lo s p rin cip io s d e la lin g ü ística y d el psicoan áli-
234 JEAN BAUDRILLARD

s is lo s q u e estarán en ju e g o con m o tiv o d e la h ip ó te sis a n a gram átic a


d e S a u ssu re . E l la p lan teó re sp e c to a un p u n to p re c iso , y sin p erju icio de
in v e n tario . P e ro n ada im p id e d esarro llarla h asta sus ú ltim a s consecu en ­
c ia s. D e to d o s m o d o s, l a rad icalizació n d e la s h ip ó te sis e s el ú n ic o méto­
d o p o sib le , ya q u e la violen cia teó rica e s el eq u ivalen te, en el ord en d el
a n á lisis, d e e sa « v io le n c ia p o é tic a » d e q u e h ab la N ie tz sc h e , «q u e re­
n ueva el o rd en d e to d o s los á to m o s de la fr a s e » .
C o m en zarem os p o r el com en tario d el p ro p io Staro b in sk i so b re S a u s­
su re. D o s a sp e c to s so b re to d o so n el o b je to d e l d e b a te : la p alab ra-tem a
(su ex iste n c ia o n o ), y la e sp e cific id a d de lo p o ético (y p o r tan to, d el d e s­
cu b rim ien to de S a u ssu re ).

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
T o d a la argu m en tació n de S a u ssu re p arece ap o y arse en la ex isten cia
real d e esa p a la b ra clav e , 6.e ese sign ifican te laten te, d e e sa « m a t r iz » , d e
e se «C orp u s princeps»-. « E s t a v e rsific a ció n e stá en teram en te do m in ad a
p o r u n a p reo c u p a ció n fó n ica, o ra in tern a y lib re (co rresp o n d en cia d e los
elem en to s en tre sí, p o r p a re s o p o r rim a s), o ra extern a, e s d e cir, in sp i­
ra d a en la co m po sición fón ica d e un n o m b re com o Scipio, J o v e i, e tc .» .
Y sa b e m o s q u e d e sp u é s de h ab e rlo in tu id o , to d o s su s e sfu e rz o s h a n ap u n ­
ta d o al esta b le cim ien to d e la p rueba. E s cierto q u e S a u ssu re cae en ton ­
ces en la tram p a d e la v alid ación cien tífica, d e la su p erstición del hecho.
A fo rtu n a d a m e n te , fra ca sa en ei estab le cim ien to de dich a p ru e b a (esto
es qu e el p o eta arcaico p a u ta b a co n scien tem en te su p rá c tic a se g ú n el
an agram a d e una p ala b ra -tem a ), y e ste fra c a so p re se rv a el alcan ce d e su
h ip ó te sis. E s t a , en e fe c to , circu n scrita p o r la p ru e b a , se h a b ría re strin ­
g id o a un d e term in a d o tip o d e p o e sía arcaica y, lo q u e e s m á s g ra v e, h a­
b ría re d u cid o el acto p o ético a la gim n asia fo rm a l d el crip to gram a, a
u n ju g a r al escon d ite con una p alab ra clave, especu lan do so b re la re ­
co n stitu c ió n de u n térm in o v o lu n ta ria m e n te esco n d id o y d e sa rticu lad o .
A sí lo in te r p re ta S ta ro b in sk i: « E l d isc u rso p o ético n o se rá , p o r ta n to , sino
la se g u n d a fo rm a d e se r d e un n o m b re : una v a ria ció n d e sa rr o lla d a q u e
p e rm itiría p e rc ib ir, a un le c to r p e rsp ica z , la p resen cia ev id en te, p ero
d isp e rsa , de lo s fo n em as co n d u cto res . . . E l h ip o gram a in d uce d e u n n om ­
b re sim p le a u n a d isem in ació n co m p le ta d e las síla b a s d e un verso ; se
tratará d e recon ocer y reu n ir las sílab as d ire ctrice s, com o Isis reu n ía el
cu erp o d e sp ed azad o d e O sir is » .
S ta ro b in sk i e lim in a d e en trad a la teo ría e m a n a tista o m ístic a (d i­
fu sió n ge rm in al d e la p alab ra-tem a en el v e rso ) y la te o ría p ro d u ctiv a
(la p alab ra-tem a u tiliz a d a p o r el p o e ta co m o b o sq u e jo d e u n tra b a jo d e
co m p o sició n ). L a p alab ra-tem a n o e s ni u n a célu la o rig in a l, ni u n m o d e lo :
S a u ssu re n o tra ta n un ca d e estab le ce r u na relación d e p r iv ile g io sem án ­
tico en tre lo s d o s n iv e les (n om in al y an a g ra m a tiz a d o ) d e la p a la b ra . M a ­
niquí, b o c e to , escen ario en m in ia tu ra, tem a o a n ate m a, ¿ q u é e sta tu to
p o d e m o s d a r le ? E s t o e s im p o rta n te p o rq u e e s to d o el e sq u e m a d e la
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 235

sign ificación , d e l « d a r sig n o » , lo q u e e s t á en ju e g o . A l m en o s es se g u ro


q u e n o p o d e m o s h acer d e la p alab ra-tem a e l sign ificad o de u n sign ifi­
can te q u e se ría el p o e m a ; y n o m en o s c ie rto q u e ex iste en tre lo s d o s,
si n o u n a re fere n cia, p o r lo m en o s u n a coheren cia. S ta ro b in sk i p arece
m u ch o m ás ce rcan o a S a u ssu re cu a n d o p ro p o n e : « L a p alab ra-tem a la ­
ten te n o d ifiere d e l v e rso m an ifiesto m á s q u e p o r su co n d en sació n . E s
u n a p a la b ra co m o la s p a la b ra s d e l v e rso d e sa rro lla d o : n o d ifiere d e é l,
p o r lo ta n to , sin o d e l m ism o m o d o q u e e l u n o difiere d e l m ú ltip le . S u r­
g id a an tes q u e el te x to total, e sco n d id a d e trá s d e l te x to , o m á s bien en
él, la p alab ra-tem a n o se ñ a la n in g u n a d iferen cia c u a lita tiv a : n o es ni d e
esen cia su p e rio r, ni d e n atu raleza m ás h u m ilde. O fre c e su su stan cia a u na
in ven ción in terp re ta tiv a q u e la h ace so b re v iv ir en un eco p ro lo n g a d o » .
P e ro : s i e s una p a la b ra co m o las d e m á s, ¿ p o r q u é tiene q u e e sta r o c u lta ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la te n te ? P o r o tra p a rte , e l te x to « m a n ifie sto » e s o t r a c o sa q u e « d e s a ­
rr o llo , m u ltip lica c ió n , p ro lo n g a ció n , e c o » d e la p alab ra-tem a (e l eco en
sí n o es p o é tic o ): lo es la d isem in ació n , e l d e sm em b ra m ie n to , la d e s ­
c o n stru c ció n . E s t e a sp e c to d e la o p eració n a n a g ra m á tic a se le e sc a p a a
S ta ro b in sk i, in clu so en la in terp re tació n m ás m atizada en tre la s d a d a s
p o r é l: « L a d icció n d e la p ala b ra -tem a a p a re c e d islo c a d a , so m e tid a a o tro
ritm o q u e e l d e lo s v o ca b lo s a tra v é s d e l cu al se d e sp lie g a e l d isc u fso
m an ifiesto ; la p alab ra-tem a se d istien d e , a la m an era en q u e se en u n cia
e l tem a d e u n a fu g a , c u a n d o está tra ta d a en im itación p o r aum en to. S ó lo
q u e la p ala b ra -tem a , n o h a b ie n d o sid o o b je to d e u n a ex p o sic ió n , tien e q u e
se r ad iv in ad a en una le c tu ra aten ta en el n e x o p o sib le d e fo n e m a s
e sp a c ia d o s. E s t a lec tu ra se d e sa rro lla de a c u e rd o a o tro te m p o (y en un
tiem p o d ife re n te ): en e l e x tre m o , sa lim o s d e l tie m p o d e la «co n sec u tiv i-
d a d a » p ro p ia d e l len gu aje « h a b itu a l» .
E s t a in terp re tació n , m ás su til p o rq u e s e em p are n ta con e l p ro ce so
an alítico (la aten ción flotante en u n d isc u rso la te n te ), p arece sin em b a r­
g o caer tam b ién en la tra m p a cie la p re su p o sició n de u n a fó rm u la ge n e­
ra d o ra , cuya p resen cia d isp e rsa en el p o em a só lo sería en cierto m o d o e l
se g u n d o e sta d o , p e ro sien d o siem p re p o sib le (es in c lu so lo esen cial d e la
lectu ra) d e sc u b rir su id e n tid a d . D o b le p resen cia sim u ltán ea a d o s n iv e ­
les: O sir is d e sp e d a z a d o e s e l m ism o b a jo o tra fo rm a , su fin alid ad es
v o lv e r a se r O s ir is d e sp u é s d e la f a s e de d isp e rsió n . L a id e n tid a d qu ed a
la te n te , y el p ro c e so de lectu ra es un p ro ce so d e iden tificación .
A h í está la tra m p a , ahí e stá la d e fe n sa lin g ü ística : p o r c o m p le ja s q u e
sean , to d a s estas in te rp re ta c io n e s n o h acen de lo p o é tic o m ás q u e una
op eració n su p le m en ta ria, un r o d e o en u n p ro c e so d e re con ocim ien to (d e
una p a la b r a , d e un térm in o , d e un ten ia). E s sie m p r e lo m ism o q u e se
da a lee r. P e r o en to n ces, ¿ p o r q u é e sa d esm u ltip lic a ció n la b o rio sa ; y en
d ó n d e e stá lo « p o é tic o » ? S i es p a ra v o lv er a d ecir e l m ism o térm in o , si
el v e r so n o es sin o la d isim u lació n fón ica de u na p a la b ra c la v e , t o d o e so
n o es m á s q u e co m p licación y su tilid a d in ú til. ¿ Y d ó n d e e stá e l g o c e?
L a in ten sid a d d e lo p o é tic o n o e strib a en la rep etició n d e u n a id e n tid a d ,
236 JEAN BAUDRILLARD

e strib a en la d e stru cció n d e u n a id e n tid a d . E ste desco n o cim ien to es lo


q u e lleva a la reducción lin g ü ística , a q u í es d o n d e ella d isto rsio n a su til­
m ente lo p oético hacia su s p ro p io s a x io m a s: id e n tid a d , eq u iv a len cia , re fra c­
ción d e lo m ism o , «im ita c ió n p o r a u m e n to » , etc. S o b re tod o, n o re­
co n o cer nun ca q u e hay u na d ifracció n loca, u n a d isip a c ió n d e l sign ifi­
can te, una m u e rte en el an agram a com o form a sim bólica d e l le n g u aje . P e r­
m an ecer d e n tro d el ju ego lin g ü ístico , a llí d o n d e la p oesía só lo sería u n a
c ifra , u n a « c la v e » ; c o m o se h ab la de u n a c la v e d e lo s su eñ o s.
E s t o es lo q u e hacen lo s ju e g o s d e so cie d ad , no h acen sin o e sto . E s
la m a la p o e sía , la a le g o ría , o la m ú sica « fig u r a tiv a » la s q u e h acen esto ,
c u a n d o rem iten d e m a sia d o fácilm en te a lo q u e «sig n ific a n », o no hacen

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m á s q u e m etafo rizarlo en o tro s térm in o s. A sí so n la s c h a ra d a s, la s a d i­
v in an zas o lo s tra b a le n g u a s, d o n d e to d o se acab a con el d e scu b rim ien to
d e la p a la b ra clave. Y p o r su p u e sto , hay un p la ce r en ese ro d e o , y en
alzar la m áscara a lo q u e está o c u lto y cu ya p resen cia secreta o s atrae.
P e r o e ste p lace r n o tie n e n ad a q u e v e r co n el g o z o p o é tico q u e e s ra d i­
cal en u n a fo rm a a b so lu ta m e n te d ife re n te , y no p e rv e rs o ; n ad a se d e s­
c u b re a llí, n ad a se e x p re sa n i n ad a se tra n sp a re n ta . N o h ay «a d iv in a n ­
z a » , n o hay té rm in o se cre to , no hay p ilar del se n tid o . L o p o é tic o d estru y e
to d o p a s a je h acia un lím ite fin a l, to d a re fere n cia, to d a clave. D isu e lv e
e l a n a te m a , la ley q u e p esa so b re el len g u aje.
S e p u e d e p la n te a r la h ip ó te sis d e q u e el g o z o es en fu n ción d ire cta
d e esa d iso lu ció n d e to d a re fere n c ia p o sitiv a. E l g o z o e s m ín im o allí
d o n d e el sign ificado se p ro d u ce in m ed iatam en te co m o v a lo r: en el d is­
cu rso « n o r m a l» d e la co m u n icación ; p alab ra lin eal y e sta cio n a ria , qu e
se agota en la desco d ificació n . M á s allá d e ese discu rso — gra d o cero d el
g o z o — to d a su erte de co m b in acio n es so n p o sib le s d o n d e se estab lece un
ju e g o d e l e sc o n d ite con el sign ificad o, u n d e sc ifra r y ya n o u na d e sc o d i­
ficación p u ra y sim p le. E s el an agram a trad icio n al o el te x to en clave, e l
Y a m a m o to K a k a p o té o lo s te x to s d e F lie g e n d e B liitter (r e c o g id o s p o r
F re u d y an alizad o s p o r L y o ta rd en « E l tra b a jo d el su eñ o n o p ie n ­
s a » , R e v u e d ’E sth é tiq u e , 1, 1 9 6 8 ), d o n d e , d e trá s d e un te x to m an ifiesto
co h eren te o in co h eren te, yace un te x to la te n te q u e hay q u e d e scu b rir.
E n to d o s esto s ca so s hay d e sa sim ie n to , d istan ciació n d e l sig n ifica d o , de
la p a la b ra clav e d e l asu n to , ro d eo d el sign ifican te, « d ife r im ie n to » , d iría
D e rrid a . P e ro en to d o s lo s c a so s es p o sib le , p o r un cam in o cu a lq u ie ra ,
re cu p e ra r la p a la b ra clave, la fó rm u la q u e ord en a el texto . E s t a fó rm u la
p u e d e ser su b co n scien te (en el chiste v o lv erem o s so b re e llo ), o in con s­
ciente (en el su e ñ o ), p e ro es siem p re co h eren te y d isc u rsiv a . C on la a d i­
vin ación de la fó rm u la se a go ta el ciclo del se n tid o . Y el d isfr u te , en to ­
d o s lo s caso s, e s p ro p o rcio n a l al ro d e o , a la m o ro sid a d , a la p é rd id a d el
en u n ciad o , al tie m p o p e rd id o en reen con trarlo. P o r lo ta n to , es m uy re s­
trin g id o en lo s ju e g o s d e so cied ad , m á s in ten so en el ch iste, d o n d e el
d e sc ifra m ie n to e stá p e n d ie n te y d o n d e se ríe en p ro p o rció n a la d e stru c ­
ción del se n tid o . E s in fin ito erz el te x to p o ético , p o rq u e n in gu n a c ifra es
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 237

a q u í re en co n trab le , n in gún d e sc ifra m ie n to p o sib le , n un ca u n sign ificad o


q u e p o n g a fin a l ciclo. S u fó rm u la ni siq u iera es in con scien te (esa e s la
lim itación d e to d a s la s in terp retacio n es p sic o a n a lític a s), n o ex iste. L a cla­
ve está d efin itiv am en te p e rd id a . A h í está la d iferen cia en tre d p lacer
crip to gram ático sim p le (to d a la ca teg o ría del h a lla zg o , d o n d e la o p e r a ­
ción se sa ld a siem p re con un resid u o p o sitiv o ) y la irrad iación sim b ó lica
del p oem a. O tam b ién : si el p o em a rem ite a a lg o , es sie m p re a N A D A ,
al térm in o n a d a , sign ificad o cero . E s ese v é rtig o d e la diso lu ció n p e r­
fe c ta , q u e deja ab so lu tam en te vacío el sitio d e l sign ificado, d e l re fe re n te ,
lo q u e co n stitu y e la in te n sid a d d e l o p o é tic o .7

« A b o lí b ib e lo t d ’in a n ité sonore»-, v e rso p e rfe c to en el q u e se re su ­


m e la fo rm a an a g ra m á tic a. « A B O L I » e s la p alab ra-tem a ge n e rad o ra q u e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
co rre a lo la rg o d el v e rso y re m ite a la n ad a . L a fo rm a an agram ática y
su co n ten ido se llan a q u í u n a co n ju n ció n e x trao rd in aria .

Se p u e d en ad elan tar a lg u n a s otras co sas re sp ecto a la p alab ra-tem a,


d e n tro d e l m arco d e la h ip ó te sis d e S a u ssu re . E l h ip o g ra m a , q u e e s un
n o m b re d e d io s o d e h é ro e , n o e s u n «sig n ific a d o » cu a lq u ie ra , ni siq u iera
es e n a b so lu to u n sign ificad o . E s sa b id o q u e la in vo cación lite ra l d el
d io s es p elig ro sa p o r las p o ten cias q u e d esen cad en a. P o r esta razó n , la
an agram atizació n se im p o n e co m o ev ocación v e la d a , d e letre o rig u ro so ,
p e ro in d irecto , d e l n o m b re d e l d io s; m o d o a lu siv o , rad icalm e n te d ife ­
rente d el m o d o d e la sign ificación . P o rq u e el sign ifican te vale co m o au ­
sen cia, com o d isp e rsió n y m uerte d el sign ificad o. E l n om b re d e l d ios
aparece a llí en el eclipse d e su d e stru cc ió n , al m o d o sacrificial, ex te r­
m in ado en el se n tid o lite ra l d el térm in o.
A p a r tir d e e sto , e s ev id en te q u e la cu e stió n de confianza q u e S a u s­
su re se p la n te a , y so b re la cu:-1 re p o sa to d a la o b je c ió n de S ta ro b in sk i
— la d e la ex iste n c ia p o sitiv a de la p alab ra-tem a— e s in esen cial, p u e sto
q u e e se n o m b re d e l d io s só lo e x iste p a ra ser an iq u ilad o .
N o n o s in teresa la id e n tid a d d e l n o m b re d e l d io s, p o rq u e d e e llo

7. Pero no basta con la desaparición de todo significado coherente para que se


produzca lo poético. Si así fuera, bastaría con el léxico en delirio o con la escritura
aleatoria automática. Es necesario abolir el significante en una operación rigurosa, y
en absoluto aleatoria, si no continúa como «residual» y su sola absurdidad no lo salva.
En la escritura automática por ejemplo, hay abolición del significado («eso no
quiere decir nada») — aunque vive de la nostalgia del significado y su placer es dar
la oportunidad a todo significado posible— de todos modos, en ella el significante
es producido sin control, no resuelto, resto instantáneo: ¡a tercera regla del lenguaje
común (cf. s u p r a la de la disponibilidad absoluta del significante, no ha sido rota
ni superada. Ahora bien, el modo poético implica ambas cosas: liquidación del sig­
nificado y disolución anagramática del significante.
238 JE A N BA U D RILLA R D

no se d e sp re n d e n in gu n a esp ecie de g o z o ; é ste p ro ce d e siem p re de la


m u erte d e l d io s y d e s u n o m b re , y m á s g en eralm en te d e q u e a llí d o n ­
d e h ab ía a lg o : u n n o m b re , u n sign ifican te, una in stan cia, u n d io s, no
q u e d a n a d a . E s t o re p re se n ta to d a u na re v isió n d e sg a rra d o ra d e n u e stra s
con cepcio n es a n tro p o ló g ic a s. S e ha so ste n id o q u e la p o e sía h a sid o siem ­
p re la ex altació n , la ce leb ració n p o sitiv a d e u n d io s o d e u n h éroe (o de
m u ch as o tra s c o sa s d e sp u é s), h ay q u e v e r, p o r e l co n tra rio , q u e n o
es b e lla e in te n sa sin o p o rq u e lo d e v u elv e a la m u erte , q u e la p o e sía es
e l lu g a r de su v o latiliz ació n y d e su sacrificio , p o rq u e to d a la « c ru e ld a d »
(en e l se n tid o d e A r ta u d ), to d a la am b iv alen cia d e la relació n con lo s d io ­
se s se cu m p le en ella d e m a n e r : p rec isa. H a y q u e ser tan in ge n u o co m o
u n o ccid en tal p a ra p e n sa r q u e io s « s a lv a je s » se p o stra ro n an te su s d io ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
se s co m o n o so tro s lo h acem o s an te el n u e stro . E llo s su p ie ro n siem p re, al
co n trario , actu aliz a r en su s rito s la am b iv alen cia hacia ello s, q u iz á in clu so,
no lo s su sc ita ro n ja m á s sin o p a r a m atarlo s. E s to se m an tiene v iv o en lo
p o é tic o . D io s n o es in v o c a d o a llí b a jo o tra fo rm a , su n o m b re n o es m a­
ch a ca d o « e n e x te n sió n » (u n a vez m á s, ¿c u á l se ría el in te r é s ? , p a ra re­
p e tir su n o m b re b asta co n un ro sa rio de o rac io n e s), es d isu e lto , d e sm em ­
b ra d o , sa crificad o en s u nom bre. S e p o d ría d e cir, sig u ie n d o a B ataille, qu e
la d isco n tin u id ad (d isc u rsiv id a d ) d e l n om b re qu ed a allí ab olida en la
co n tin u id ad ra d ic al d e l p oem a. E x ta s is d e m u erte.
E n el p o e m a , n i el d io s es el tem a, incluso o cu lto , d e l en u n ciad o , n i
e l p o e ta e s e l su je to d e la en u n ciación . E s e l p ro p io len g u aje e l q u e
to m a la p a la b ra p ara p e rd e rse en ella. Y el n o m b re d e l d io s es asim ism o
e l n o m b re d e l P a d r e : l a ley (a e l rech azo, d e l sign ifican te, d e la c a stra ­
ción ) q u e é ste hace p e sa r so b re el su je to y so b re el len gu aje al m ism o
tie m p o , esa ley es ex te rm in a d a en el a n agram a. E l te x to p o ético es el
e jem p lo fin alm en te re a liz a d o d e la re a b so rc ió n sin re sid u o , sin h u ella, de
u n á to m o d e sign ifican te (el n o m b re d e l d io s) y, a tra v é s d e él, d e la
in stan cia d e l len gu aje y , a tra v é s de ella, d e la d iso lu ció n d e la L ey .
E l p o em a es esa d e clin ación m o rta l d e l n om b re d e D io s, y p ara
n o so tro s q u e n o ten em os dios, p ero p ara q u ien es el len gu aje se h a co n ­
v e rtid o en D io s (el v a lo r p le n o y fá lic o d e l n o m b re d e D io s se ha d i­
fu n d id o p a ra n o so tro s a tra v é s de to d a la e x te n sió n d el d isc u r so ), lo
p o é tic o es e l lu g ar d e n u estra am b iv alen cia fre n te al le n g u aje , de n u es­
tro im p u lso d e m u erte fre n te al le n g u aje , d e l p o d e r m ism o d e la e x te r­
m in ació n d e l có d ig o .

L o s nueve m il m illon es de n om b res d e D io s

E n u na n o v ela c o rta d e ciencia-ficción (A rth u r C la rk e , L e s n eu f


m illia rd s d e n o m s d e D ie u ), u n a co fra d ía de la m a s p erd id o s en el fo n d o
E L IN T E R C A M B IO SIM B O L IC O Y LA M U E R TE 239

d e l T ib e t, co n sag ran s u s v id a s a la recitació n d e lo s n o m b re s d e D io s.


E s t o s n o m b re s so n m u y n u m e ro so s: n u e v e m il m illo n e s. C u a n d o to d o s
e llo s hayan sid o p ro n u n c ia d o s y d e clin a d o s, el m u n d o se a ca b a rá , u n ci­
clo en tero d e l m u n d o . P o n e rle fin al m u n d o , p a so a p a s o , p a la b ra a p a ­
la b ra , a g o ta n d o el c o rp u s to ta l d e lo s sign ifican tes d e D io s: tal e s su
d e lirio re lig io so , o la v e rd a d d e su im p u lso d e m u erte .
P e r o lo s la m a s d e sc ifra n len tam e n te , su ta rea d u ra d e sd e h ace si­
g lo s. P e ro en to n ces oyen h a b la r de m iste rio sa s m á q u in a s o c cid e n ta le s qu e
p u e d e n re g istra r y d e sc ifra r a u n a v e lo c id a d fa b u lo sa . Y u n o d e e llo s
p a rte a en ca rg ar u n a p o te n te co m p u ta d o ra a la I .B .M ., p ara ag iliz a r su
tarea. L o s té c n ic o s a m e ric a n o s v ien en a la s m o n ta ñ a s d e l T ib e t a in sta ­
lar y p ro g ra m a r la m áq u in a . S eg ú n ello s, tre s m e se s seran su ficien tes
p a ra c o m p le ta r lo s n u e v e m il m illo n e s de n o m b re s.8 D e s d e lu e go , ello s
n o creen u n a p a la b ra d e la s co n secu en cias p ro fé tic a s d e e sa c o n ta b ili­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d ad , y, p o c o an te s d el térm in o de la o p erac ió n , tem ien d o q u e lo s m o n jes
se v u e lv a n co n tra e llo s an te el fra c a so d e su p ro fe c ía , h u y en d e l m o ­
n aste rio . E n to n c e s, m ie n tra s d e sc ie n d en hacia el m u n d o civ iliz a d o , e m ­
p iezan a v e r ex tin g u irse la s e stre lla s, u n a a u na . . .
E l p o em a tam b ién e s d iso lu ció n to ta l d el m u n d o , cu an d o lo s fo n e ­
m a s del n o m b re d e D io s e sp a rc id o s, se co n su m en en él. C u a n d o la d e ­
clinación an agram ática se term in a , n o q u e d a n ad a , un ciclo d e l m u n d o
cu lm ina en e lla , y el gozo in ten so q u e lo a tra v ie sa no p ro v ien e d e nin­
gu n a o tra p arte .

E l se g u n d o p u n to al q u e hace referen cia el co m en ta rio d e S ta ro b in sk i


es la esp ecificid ad d e lo p o é tic o . E n el fo n d o , d ice, las re glas d e d u cid a s
p o r S a u ssu re y q u e é ste atrib u y e a un cálcu lo d e lib e ra d o , p u e d en re d u ­
cirse a la s p re m isa s b á sic a s d e tod o len g u aje. R e sp ec to a la prim era re­
gla (d el a co p la m ien to ): « L a s p ro b a b ilid a d e s fó n ic a s to tales q u e o fre ce
la len gu a a cad a instan te a qu ien q u iere e m p le a r la s ... son lo b a sta n te
m ú ltip le s p ara n o e x ig ir n in g u n a co m b in ació n la b o rio sa , y p a ra ex igir
sim p lem en te una co m b in ación a te n ta » (en el e x tre m o , ni siq u ie ra : el
azar, la pu ra p ro b a b ilid a d p u e d e b a sta r ). O ta m b ién : « L o s hechos de
sim e tría fón ica (el térm ino « s im e t r ía » es ya un térm ino re d u cto r: e s ver
en la rep etició n d e los fo n e m a s una re d u n d an cia esp e cu la r) aqu í co n s­
ta ta d o s son so rp re n d e n te s; ¿p e ro so n el re su lta d o d e u n a re g la o b se r­
v ad a (d e la q u e n o h a b ría so b re v iv id o n in gú n te stim o n io )? ¿ N o p o d ría ­
m o s in v o car, p ara ju stifica r esa m u ltip lic id a d de re sp u e sta s in tern a s, un
g u sto p o r el eco, m u y p o co consciente y casi in s tin tiv o ? »

8. E l humor de esta novela es tanto más singular cuanto que si hay algo que
fracasa en registrar la muerte, algo donde el impulso de muerte es interceptado, son
precisamente los sistemas cibernéticos.
240 JE A N BA U D RILLA R D

« G u s to in stin tiv o p o r e l e c o » : el p o e ta no se ría en e l fo n d o m ás


q u e u n ace le rad o r d e p a rtíc u la s d e l le n g u aje , n o h aría o tr a c o sa q u e
re fo rz a r la ta sa de re d u n d a n cia d e l len g u aje co rrien te. E s o e s la « in s p i­
ra c ió n » , y n o se n e ce sita cálcu lo p a ra eso, un p o co d e « a te n c ió n » y d e « in s ­
t in to » b a sta n : « ¿ E s n ecesario q u e el ejercicio d e la p o e sía en tre lo s A n ­
tig u o s se se m e je m á s a l rito de la o b se sió n q u e al ím p e tu d e la p a la b ra
in s p ir a d a ? » N a tu ra lm e n te p o d e m o s a d m itir la o b ligació n fo rm a l: « E s
cierto q u e e l co m p á s trad icio n al su je ta la dicció n d e l v a te a u n a re g u la­
rid a d q u e h ay q u e calificar d e o b sesiv a . N a d a im p id e im a g in a r, p u e sto
q u e lo s h ech o s se p re sta n a ello , una p u ja de ex ig e n c ia s fo r m a le s que
o b lig a ría n al p o e ta a u tiliz a r d o s v e ces en el verso cada uno de los ele­
m e n to s fón icos . . . » P e ro q u e el p o e ta se a un reson ad or in sp ira d o o un

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ca lcu la d o r o b se siv o , re su lta siem pre el m ism o tip o d e in terp re tació n :
e l a co p lam ien to y el a n a g ra m a so n e fe c to s d e la re so n an cia, de la re d u n ­
dan cia, de la «im ita c ió n p o r a u m e n to », e tc .; en resu m en , lo p oético es
un ju ego co m b in a to rio , y p u esto q u e to d o len gu aje es c o m b in a to rio , lo
p o é tic o v ie n e a se r u n caso p a rtic u la r d e l len g u aje: « ¿ P o r q u é n o p o ­
d r ía m o s v e r en el a n a gram a un a sp ec to d e l p ro c e ssu s d e la p a la b ra . ¿P ro -
c e ssu s ni p u ra m e n te fo rtu ito , ni p le n am e n te co n scien te ? ¿ P o r q u é no
p o d ría e x is tir u na re ite ra ció n , una p alilalia ge n e ra d o ra s q u e p ro y ectarían
y re d o b la rían en el d isc u rso lo s m a te ria le s d e una p rim era p a la b ra , a la
vez no p ro n u n ciad a y n o c a lla d a ? A u n q u e n o sea una re gla consciente,
el an agram a p u e d e no o b sta n te ser c o n sid e ra d o com o u na re g u la rid a d (o
una ley) en la q u e lo a rb itra rio de la p alab ra-tem a se co n fía a la n ece si­
d a d d e un p r o c e ss u s .» ¿ L a h ip ó tesis d e la p ala b ra -tem a , d e su rigu ro sa
d isp e r sió n ? « E s to e s d e sc u b rir esta sim p le v e rd a d : q u e el len gu aje es
re cu rso in fin ito, y q u e d etrás d e cada frase se esconde e l rum or m ú ltip le
del q u e se ha d e sp re n d id o p ara a isla rse d e la n te de n o so tro s en su o rig i­
n a lid a d .» P e ro en ton ces, ¿ q u é d e sc u b rió S a u s su r e ? N a d a . ¿ F u e el « v é r t i­
go d e un e r r o r » ? P e o r: u na b an alid ad . A s í g e n e raliz ad a, su h ip ó te sis
q u ed a a n iq u ila d a . H e a q u í co m o, con to d a «b u e n a f e » lin g ü ística , se
n iega la d iferen cia ra d ic al d e lo p o ético . S a u ssu re al m enos fu e p re sa
d e u n v é rtig o d e lo p o é tic o ; v é rtig o d e ese rig o r con e l q u e v eía al len ­
gu aje v o lv e r so b re sí m ism o, o p era r so b re su p ro p ia m a te ria , en lu g ar
d e d e sp le g a rse lin ealm e n te , d e su ce d e rse ton tam en te co m o en el d is­
cu rso h a b itu a l. N a d a d e to d o eso en S ta ro b in sk i: e l rig o r se ha v u elto
« o b s e s ió n » , c a te g o ría p sic o p a to ló g ic a , la rep etició n sin re sid u o se ha v u e l­
to c o in cid e n cia /re c u rre n cia p ro b a b ilista , la d isp e rsió n an agram ática se ha
v u elto «r u m o r m ú ltip le de la le n g u a » , co n te x tu a lid ad arm ó n ica don d e tal
se n tid o se especifica su ce siv a m e n te: « T o d o d isc u rso e s u n co n ju n to que
se p re sta a la dedu cción de un su b co n ju n to . . . , todo texto es. p o r su
p arte , e l su b co n ju n to d e o tro tex to . . . , todo tetx o en glob a y es en glo­
b a d o . T o d o texto es un p ro d u cto p ro d u c tiv o , e tc .» Y ad elan te con las
m u ñecas ru sa s, con la te x tu a lid a d «e n a b is m o » , tan cara a T e ! Q « e !.
T o d a la argu m e n tació n d e S ta ro b in sk i vien e a d ecir: o b ien el p o eta
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 241

n o e s m á s q u e u n o b se so fo rm a lista (si s e sig u e la h ip ó te sis d e S a u s­


su re ), o b ien su o p eració n e s la m ism a d e to d o le n g u aje , y en to n ces es
S a u ssu re el o b s e s o : to d o lo q u e creyó d e sc u b rir no e s m á s q u e ilu sió n
re tro sp e c tiv a d e in v e stig a d o r, p u e sto q u e « t o d a e stru c tu ra co m p le ja s u ­
m in istra al o b se rv a d o r e le m e n to s su ficien tes p a r a q u e p u e d a esco g er un
su b co n ju n to ap are n te m en te d o ta d o d e se n tid o , y al cu a l n a d a im p id e
q u e se le con fiera a p rio ri u n an te ced en te ló gico o cro n o ló g ic o ». ¡P o b re
Sa u ssu re, q u e v e ía e l a n ag ram a en to d a s p a r te s y p re sta b a su s fa n ta sm a s
a lo s p o e ta s!
S ta ro b in sk i y lo s lin g ü ista s, e llo s, no su eñ an : v erifican d o la h ip ó ­
tesis d e S a u ssu re al in fin ito, la red u cen a cero. H a b a sta d o p a r a e so
p ren d e rla a su co n ten id o (la in d u cció n d e la p ala b ra -tem a , su figuració n
p o sitiv a , su s m e ta m o rfo sis) en lu g ar d e ju z g a rla p o r su fo rm a . L a p u e sta

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e lo p o é tic o n o e s la p ro d u c c ió n , ni siq u ie ra la s v a ria c io n e s co m b i­
n a to ria s d e u n tem a o u n « su b c o n ju n to » id e n tifica b le. E n e se caso, en ­
cajaría efe ctiv o m e n te en u n m o d o u n iv e rsa l d el d isc u rso (só lo q u e en ton ces
n o v e m o s en a b so lu to la n ece sid a d d e lo p o ético , su esta tu to d ife ­
ren cial, ni e l gozo p rop io d e ese m o d o p o r o p o sició n al d e l d isc u rso ). Su
ap u esta es, a través p recisam en te d el tra b a jo an agram ático , el p u n to de
n o-regreso d e c u a lq u ie r térm in o o tem a que se a. E n e ste p u n to , la e x is ­
ten cia co m p ro b a d a o n o d e la p ala b ra -te m a es u n fa lso p ro b le m a, no
p o rq u e en e l fo n d o , se g ú n S ta ro b in sk i, to d o le n g u a je se a rticu la en una
especie d e cifra o d e fó rm u la , sin o p o rq u e , d e to d o s m o d o s, el a n iq u i­
lam ien to de esa cifra e s lo q u e co n stitu y e la fo rm a d e lo p o ético . Y esta
fo rm a d e sc rita p o r S a u ssu re , v a le p a r a to d a p o e sía , la m á s m o d ern a
com o la m á s a n tig u a. E l p rin cip io d e esa an iq u ilació n d e la c ifr a gu ard a
su p le n a in telig ib ilid a d aun si ia ex iste n c ia d e dich a fó rm u la n o p u e d e
se r v e rifica d a .9 S im p lem en te, esa cifra q u e p u d o to m a r fo rm a en la p o e ­
sía arcaica d e una p alab ra-tem a, puede n o se r en la p o e sía m oderna m ás
q u e una co n ste lació n sign ifican te n o aislab le en cuanto tal, e sto es, u na
le tr a o u na fó rm u la p e rd id a p a r a siem p re, de tip o lec lairian o , o in c o n s­
cien te, o bien esa «d ife re n c ia l sig n ifica n te » de q u e h ab la T e l Q uel. L o
esen cial, c u a lq u ie ra q u e sea la fó rm u la , es no co n sid era r lo p o ético co m o
su m o d o d e a p a rició n , sin o co m o su m o do d e d e sap arició n . E n este
se n tid o , m á s v a le el fra c a so d e S a u ssu re al h acer la p ru e b a : al verificar
u n co n ten id o , le h u b ie ra re sta d o a la ra d ic alid a d d e la fo rm a . M á s v a le
el fra c a so y el v é rtig o d e S a u ssu re , q u e al m en o s m an tien en la exigen cia
de lo p o ético , q u e to d a s las b a n a lid a d e s q u e a d a p tan lo p o é tico a un
h ech o d e len gu aje u n iv ersal.

9. Sucede lo mismo en cierta forma con la hipótesis del impulso de muerte en


Freud, inverificable al cabo, según su propia confesión, en el plano clínico, en su
proceso y su contenido, pero revolucionaria en su forma, como principio de fun­
cionamiento psíquico y anti-logos.
242 JEAN BAUDRILLARD

LO IMAGINARIO DE LA LINGrdSTICA

V a m o s a v e r a h o ra , in d ep en d ien tem en te d e S a u ssu re , cóm o se las


h an a rre g la d o lo s lin g ü ista s re sp ecto a lo p oético y a la in terro gació n
q u e h ace p e sa r so b re su « c ie n c ia » . A fin d e c u e n ta s, su d e fe n sa ante el
p e lig ro e s la m ism a q u e la d e lo s a d e p to s d e la ec o n o m ía p o lític a (y d e
su s críticos m a rx ista s) a n te la a lte rn a tiv a d e lo sim b ó lico en 1as so cie­
d a d es an teriores y en la n u e stra . T o d o s optan- p o r d iferen ciar, p o r mo­
d u la r su s ca te g o ría s, sin cam b iar en n ad a su p rin cip io d e ra cio n a lid ad ;
sin cam b iar en n ad a lo a rb itra rio y lo im a g in a rio q u e le s ha h e ch o hi-
p o sta sia r en lo u n iv ersa l el o r d e n d e l d isc u rso y el o rd e n d e la p ro d u c ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
ción . E n cuanto cien cias, tienen b u e n a s razon es p ara creer en e s e o rd en ,
p u e sto q u e so n su se rv icio d e l o rd en .
A sí p u e s, lo s lin g ü ista s co n ced erán q u e lo a rb itra rio d e l sig n o es
a tro p e lla d o e n lo p o é tic o , p e ro d e sd e lu e g o n o la d istin ció n m ism a d e l
sign ifican te y e l sig n ific a d o , ni p o r tan to, la le y d e e q u iv a len cia y la fu n ­
ción d e re p re se n ta ció n . E n cierta fo rm a in c lu so , el sign ifican te re p re ­
se n ta en este caso m u ch o m ejor al sig n ifica d o , p u esto q u e lo « e x p r e s a »
d ire cta m e n te, se g ú n u n a co rre lació n n ece saria en tre cad a e le m e n to d e la
su stan cia del sign ifican te y lo q u e se su p o n e q u e e x p re sa , e n vez d e re ­
m itir a ello arb itrariam en te co m o en el d isc u rso . S e le co n ced e a u to n o ­
m ía al sign ifican te (I v a n F o n a g y , en D io g en e, n .° ,51, 1 9 6 5 : « L o s m en ­
sa je s co n ce p tu ale s tra n sm itid o s p o r in term ed io de, lo s so n id o s d ifieren
n ece sariam e n te de los m e n sa jes p rec o n c ep tu a les co n ten id o s en e l en ca­
d en am ien to d e lo s p ro p io s so n id o s y d e los ritm o s. S u ced e q u e am b os
co in ciden o d i v e r g e n ...» ) ; p e ro en el fo n d o es p ara q u e en carn e m e jo r,
n o so lam en te p o r co n ven ció n , sin o en su m a te ria lid a d y en su carn e, lo
q u e tie n e q u e d e cir: « S e n tim o s p a sa r la b risa en lo s v e rso s d e Sw inbur-
n e . . . » E n vez d e q u e se a , co m o en la len gu a co n cep tu al, la u n id ad de
prim era articu lación , es el fo n em a , la u n id ad d e segu n d a articu lació n , el
q u e se v u elve re p re se n ta tiv o ; p e ro la fo rm a d e la represen tación n o ha
c a m b ia d o . Se tra ta sie m p re de re m itir (n o a tra v é s de lo s té rm in o s d e la
le n g u a ni d e la sin ta x is al co n ce p to , sin o a tra v é s d e las v o ca le s, d e las
síla b a s, de lo s á to m o s de len g u aje, y a tra v é s de su co m b in ación en el
ritm o ) a u na p resen cia elem en tal, a u na in stan cia o rigin al d e la s co sa s
( ¡la « b r is a » c o m o p ro c e so p rim a rio !). E n t r e la su sta n c ia d e l le n g u a je y
la su sta n cia d e l m u n d o (el v ie n to , el m ar, lo s se n tim ien to s, las p asio n e s,
el in co n scien te: to d o lo «p re c o n c e p tu a l» , d e h e ch o y a co n ce p tu a liz a d o ,
sin q u e lo p arezca, p o r to d o un có d ig o d e la p ercep e ió n ), es siem p re una
c o rre la ció n p o sitiv a la q u e ju ega, un ju e g o d e eq u iv a len cia en tre Jos
valores.
A sí las v o ca le s so rd a s v ald rían para lo o sc u ro , e tc ., y n o ten d ríam o s
a q u í u na eq u iv a len cia co n cep tu al arb itra ria, sin o una eq u iv alen cia fón ica
n ecesaria. L o m ism o el so n e to d e las v o cale s d e R im b a u d , y to d o el aná-
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 243

lis is d e F o n a g y so b re e l « sim b o lis m o » d e lo s so n id o s d e l len gu aje (D io-


gen e, n .° 5 1 , p. 7 8 ): to d o el m u n d o co n ven d ría en recon ocer que la i es
m á s lig e ra , m á s ráp id a, m á s d e lgad a que la ti (o u ); que la k y la r
so n m ás d u ras q u e la /, etc. « L a sensación de d elgad ez asociada a la vocal i
p u e d e se r la re su lta n te d e una p ercep ció n q u in e stésíca su b co n scien te d e
la p o sic ió n de la len gu a en la e m isió n de ese so n id o . L a r p a r e c e m a sc u ­
lin a ( !) en razón d e q u e e x ig e u n m ay o r esfu e rz o m u sc u la r en la e m isió n ,
en co m p aració n con la l a lv e o la r o la m la b ia l. . . » V e rd a d e ra m e tafí­
sica d e una lengua o rigin al, ten tativa d e se sp erad a por d e sc u b rir un y aci­
m ien to n atu ra l de lo p o é tic o , un gen io e x p re siv o d e la len g u a, q u e b a s­
ta ría con c a p ta r y tra n scrib ir.
E n re a lid a d , to d o e s to e stá co d ificad o , y e s tan a rb itra rio co rrela­
cion ar el fo n em a « Í » re p e tid o con la b risa q u e p a sa , com o la p a la b ra
« m e s a » co n el co n ce p to d e m esa. N o hay n ad a en com ún en tre ello s,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
no m á s q u e en tre tal m ú sica v lo q u e ella « e v o c a » (p a isa je o p a sió n ),
sin o p o r con ven ción cu ltu ra l, sin o segú n un có d igo. Q u e ese có d igo se
q u iera a n tro p o ló g ic o (v o ca les « n a tu r a lm e n te » d u lce s) no q u ita n ad a d e
su a rb itra rie d a d . In v e rsa m e n te , p o r lo d e m á s, se p u e d e so ste n e r con
B e n v en iste , q u e la con ven ción c u ltu ra l a rra ig a d a q u e lig a a la p ala b ra
« m e s a » con el co n cep to de « m e s a » im p o n e una real n ecesid ad , y q u e el
sig n o en el fo n d o n o es n un ca a rb itra rio . E s t o e s ju sto : lo a rb itra rio fu n ­
d a m e n ta l no e stá en la organ izació n in te rn a d e l sig n o , e stá en la im p o ­
sició n d e l sig n o co m o valor, es d e cir, en la p resu p o sició n d e d o s in sta n ­
cias y de su eq u iv alen cia segú n la ley , y d o n d e el sign o in terv ien e com o
v alien d o-p ara, co m o em an an d o d e u n a re a lid a d q u e o s d a señ ales. T a l es
la m e tafísica d e la lin g ü ística , ta l es su im a g in a rio , y su in terp re tació n
de lo p o ético está aú n o b se d id a p o r esa p re su p o sició n .
E n cam b io , cuando H a r p o M arx esgrim e un v e rd a d e ro esturión en
ve2 de p ro n u n ciar la consigna « e s t u r ió n » , en ton ces sí, al su stitu ir el
térm in o p o r el re fere n cial, ab o lien d o su se p arac ió n , hace sa lta r lo a rb i­
trario al tie m p o que el siste m a d e la re p re se n ta ció n ; acto p oético p o r
excelen cia: m atan za d el sign ifican te « e stu r ió n » p o r su p rop io referen cial.
C on cep tu al o p rec o n c ep tu a l, e s siem p re « m e n sa je » , y «e l o b je tiv o
d e l m e n saje en cu a n to ta l» , m e d ia n te el cu al Ja k o b so n d e fin e la fun ción
p o é tica , n o hace, al au to n o m iz ar la op eració n d e l m aterial sign ifican te,
sin o rem itirla a un e fe cto d e sign ificación su p le m en taria. O tr a cosa q u e
no es el co n cep to c irc u la , p e ro sig u e sien d o o tra c o sa — o tro v a lo r a ctu a ­
liz a d o p o r el ju e g o m ism o d e l sign ifican te , p ero sigue sie n d o v alor— el
m a te ria l sign ifican te fu n cio n a a o tro n iv e l, el su yo p ro p io , p e ro sigu e
fu n cio n a n d o . Ja k o b so n h ace d e esta fu n ció n p o ética u na fu n ció n d e l le n ­
gu aje en tre o tras, su p le m e n ta ria y no a lte rn a tiv a ; p lu sv a lía d e sig n ifi­
cación d e b id a a q u e el p ro p io sign ifican te es to m a d o en cu en ta com o
v alo r au tó n o m o . ¡L o p o é tico o s d a m á s!
E sa «p re se n cia en sí m ism o » d e l significante se analiza en térm in o s
de re d u n d an cia, de eco in terno, de reson an cia, d e recu rren cia fó n ic a, ^ c .
244 JE A N BA U D RILLA R D

(H o p k in s: « E l v e rso es un d iscu rso q u e re p ite total o p arcialm e n te la


m ism a fig u ra fó n ic a » ). O b ien (M . G ra m m o n t, T r a ité d e p h o n étiq u e,
1 9 3 3 ): « E s in d iscu tib le q u e lo s p o e ta s dign os d e ese n om bre p o se en
un sen tim ien to d e lic a d o y p e n e tra n te d e l v a lo r e m o tiv o d e la s p ala b ra s
y d e lo s so n id o s q u e las co m p o n e n ; p a ra co m u n icar e ste v a lo r a lo s q u e
lee n , su ele n re p re se n ta r en to rn o a la p a la b ra p rin c ip a l lo s fo n e m a s q u e la
caracterizan , d e m o d o q u e e sa p a la b ra se co n v ie rte en ge n e ra d o ra d e to d o
el v e rso en el cu a l f ig u r a » .
E n to d o e sto , e l « t r a b a jo » d el sign ifican te ap are ce siem p re co m o
d isp o sic ió n p o sitiv a , co n cu rren te con la d el sign ificad o ; ora co in cid e n ,
ora d iv e rg e n , p a ra v o lv e r a F o n a g y , p e ro d e to d o s m o d o s e sto n o con ­
du ce sin o a « una co rrien te su b y a ce n te d e sig n ific a c ió n ». N i h ab lar d e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
e sca p ar a l se r d e l d isc u rso . Y n o p o d r ía se r d e o tro m o d o en u na p e r s ­
p e c tiv a q u e n o c o n c ib e lo p o é tic o sin o co m o au ton om ización d e u na de
las ca te g o ría s fun cion ales d el o rd en del d iscu rso .
E l m ism o ilu sio n ism o en la o tra fó rm u la ja k o b so n ia n a : L a fun ción
p oética p roy ecta el p rin cip io de eq u ivalen cia d e l eje d e la selección al
e je de la co m b in ación . L a eq u iv alen cia es p ro m o v id a al ran go d e p r o ­
ce d im ie n to co n stitu tiv o de la secu en cia. « E n p o e sía , cad a sílab a es p u e s­
ta en re la c ió n de e q u iv a le n cia con to d a s la s d em ás síla b a s d e la m ism a se ­
cu en cia; to d o acen to d e p a la b ra se su p o n e ig u a l a to d o o tro ace n to de
p a la b ra ; a sim ism o , in acen tu ad a ig u a l a in ace n tu ad a; la rg a (p ro só d ic a ­
m en te) ig u a l a larga, b re v e igu al a b re v e , e tc .» N a tu ra lm e n te la a rticu la­
ción n o es la de la sin ta x is h a b itu a l, p e ro se trata siem p re d e u na a rq u i­
tectu ra c o n stru c tiv a ; n o se con sid era jam ás q u e p u e d a en trar en ju ego
en la p ro so d ia otra cosa qu e u n com pás d e las e q u iv a len cia s. Ja k o b so n
se co n ten ta con su stitu ir la am b iv alen cia d e l sign ifican te p o r la a m b igü e­
d a d d e l sign ificad o.
P o rq u e lo q u e caracteriza lo p o ético , y lo d istin g u e de !o d iscu r­
sivo, es la a m b ig ü e d a d : « L a a m b ig ü ed a d es u na p ro p ie d a d in trín seca,
in alie n ab le, d e to d o m e n saje ce n tra d o en sí m ism o , en re su m en , es un
co ro lario o b lig a d o d e la p o e s ía » . E m p so n : « L a s m aq u in acion es d e la
am b igü ed ad e stá n en las raíces m ism as d e la p o e s ía » . Ja k o b so n aún :
« L a su p rem acía de la fun ción p o é tica so b re la fun ción re fere n c ial n o o b li­
tera la referen cia [ la d e n o ta c ió n ], p e ro la v u elv e am b ig u a. A un m en­
saje d e d o b le se n tid o co rre sp o n d en un re m ite n te d e sd o b la d o , un d e sti­
n atario d e sd o b la d o y, a d e m ás, u na referen cia d e sd o b la d a ». A sí, tod as
las categ o rías d e la com un icacion d iscu rsiv a «to m an c a r ta s » en lo p o é ­
tico (to d a s, salv o , cu riosam en te, el có d ig o , d e l q u e Ja k o b so n n o h ab la:
¿ q u é p a sa con e l c ó d ig o ? ¿ S e v u e lv e a m b ig u o ta m b ién ? P e r o en ton ces
eso se ría el fin de la len gu a y d e lo lin g ü ístico ). L a a m b ig ü ed a d n o es
p e lig ro sa . N o cam b ia n ad a d e l p rin cip io d e id e n tid a d y d e eq u iv a len cia ,
d el p rin cip io d e l se n tid o co m o v a lo r, sim p lem e n te hace flotar estos v a ­
lo re s, v u elv e d ifu sa s la s id e n tid a d e s, hace m ás co m p le ja la re g la d e l ju e­
g o re fere n c ia l, sin a b o lirla. A sí. rem itente y d e stin a ta rio am b ig u o s sólo
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 245

sign ifican p a ra Ja k o b so n e l d e sp re n d im ie n to d e l Y O / T U in tern o al m e n ­


saje con re sp e c to a la relació n a u t o r / l e c t o r : l a s p osicion es d e lo s su je ­
tos re sp e ctiv o s n o se p ie rd e n , n o h acen sin o d e sm u ltip lic a rse en cie rta
fo rm a ; lo s su je to s se v u elv en ca m b ia n te s en el in terio r d e su p o sició n
d e su je to . Ig u a lm e n te , e l m e n saje se v u elv e ca m b ia n te , a m b ig u o , en el
in terio r d e su defin ición d e m e n sa je ; to d a s las c a te g o ría s (rem iten te, d e s­
tin atario , m en saje, re fere n te) se m u ev en , tom an ju e g o en su p o sició n re s­
p e ctiv a , p e ro la reja estru c tu ra l d e l d isc u rso p erm an ece igu al.
L a s «m a q u in a c io n e s d e la a m b ig ü e d a d » n o cam b ian p o r ta n to g ran
co sa en la fo r m a d e l d isc u rso . Ja k o b s o n tie n e e sta fó rm u la au d az: « L a
p o e sía n o c o n siste en a ñ a d ir o rn am en to s re tó rico s a l d isc u rso : ella im plica
u n a re v a lu a ció n to tal d e l d isc u tso y d e to d o s su s co m p o n e n tes, c u a le s­
q u iera q u e se a n » . A u d az y am b ig u a, p u e sto q u e lo s co m p o n e n tes (rem i-
te n te /d e stin a ta r io , m e n s a je /c ó d ig o , etc.) n o d e jan de e x istir se p a ra d a ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m en te, sim p lem e n te son « r e v a lu a d o s» . L a econ om ía ge n e ral sig u e sie n d o
la m ism a: la econ om ía p o lític a d e l d iscu rso . E n n in gún m o m en to se a v e n ­
tu ra e ste p en sa m ien to h asta u n a ab olició n de las fu n cio n e s se p a ra d a s:
abolición d e l su je to de la com unicación (y p o r lo ta n to , d e la d istin ció n
re m ite n te /d e stin a ta rio ), ab o lició n d e l m e n saje en cu an to ta l (y p o r ta n ­
to, d e to d a a u to n o m ía e stru c tu ra l d e l c ó d ig o ). T o d o ese tra b a jo , q u e co n s­
titu y e la ra d ic a lid a d d e l a c to p o ético , q u ed a a q u í re b a ja d o a « a m b ig ü e d a d » ,
a u n cierto flo ta r d e la s c a te g o ría s lin g ü ística s. «D isc u r s o en el in terio r
d e l d is c u r so » , « m e n sa je ce n tra d o en sí m ism o » : to d o e sto só lo gira en
to rn o a u n a re tó rica de la am b igü ed ad . A h o ra b ien , el d isc u rso a m b ig u o ,
el q u e b izq u e a hacia sí m ism o (e stra b ism o d e l se n tid o ), sig u e sien d o el
d is c u r so d e la p o sitiv id a d , el d iscu rso d e l sign o com o valor.
E n lo p o é tico a l co n tra rio , el len gu aje v u elv e so b re sí m ism o p ara
a b o lirse . N o está « c e n tr a d o » en sí m ism o , se d e sc e n tra d e s í m ism o .
D esh a ce t o d o e l p ro c e so d e co n stru c tív id a d ló gica d e l m e n sa je, d isu elv e
to d a esa esp ecu larid ad interna q u e hace q u e u n sign o se a un sign o : a lg o
p le n o , re fle ja d o , ce n trad o en sí m ism o , y a este títu lo , efectiv am en te am ­
b ig u o . L o p o é tic o es la p é rd id a de esa cla u su ra e sp e c u la r d e l sign o y d el
m en saje.

E n el fon d o, la m ism a m e tafísica go b iern a to d a teo ría d e la fo rm a


a rtístic a d e sd e el ro m an ticism o : la m etafísica b u rg u e sa d e la to ta lid ad . L o
p r o p io d e l a rte se ría el ev o car « e sa fa c u lta d d e se r un to d o , d e p e rte n e ­
cer a un to d o m ay o r q u e incluye a to d as las co sa s y qu e n o es o tro q u e el
u n iv e r so en el q u e v iv im o s » . U m b e rto E c o hace su y a esta co sm o lo g ía
y la tra n scrib e en té rm in o s lin gü ístico s. E s a to talizació n d e l se n tid o se
llev a a cab o p o r «reacción en caden a y d e sm u ltip licació n infinita d e lo s
sig n ific a d o s» ( L a o b ra a b ie r ta ). « H a y u n a id e n tificac ió n , en el m a te ria l,
d e l sign ifican te y el sig n ifica d o ; el sign o e sté tic o n o se a go ta en la rem i-
246 JEAN BAUDRILLARD

sión a lo d e n o tatu m , sin o q u e se en riqu ece cad a vez q u e se disp on e d e


él, p o r la fo rm a irre e m p laz a b le en q u e se fu n d e con el m a te ria l q u e le
d a su estru c tu ra . L a sign ificación v u elv e co n tin u am en te so b re el sign o ,
en riq u ecién d o se a sí con n u e v o s ec o s . . . » A sí p u e s, el e sq u e m a e s el de
u n a p rim e ra fa se re fere n cial (d e n o ta tiv a ), lu e g o d e o tra fa se d e referen cia
« a rm ó n ic a » , d o n d e a ctú a una reacción en cad en a «te ó ric a m e n te ilim i­
ta d a » . D e ah í la ev ocación có sm ica.
E sta te o ría sirv e ó e id e o lo g ía b ásica d e to d o lo q u e se h a dich o
resp ecto a lo p oético (el p ro p io p sic o a n á lisis n o escap a a e lla ): a m b igü e­
d a d , p o lise m ia , p o liv a le n cía, p o lifo n ía de se n tid o ; se trata siem p re de
u n a irrad iació n d e l sig n ifica d o , de u na sim u ltan eid ad d e sign ificacio n es.

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
F o n a g y : « E l carácter lin eal d e l d isc u rso escon de u n a r ic a p o lifo n ía ,
u n co n cierto a rm o n io so de d ife re n te s m e n sa je s» (D io gen e, n .° 5 1 , p. 1 0 4 ).
D e n sid a d sem án tica d e l len g u aje, riq u ez a d e in fo rm ació n , e tc .: e l p o e ta
« lib e r a » to d a su erte d e v irtu a lid a d e s (con , co m o co ro la rio , u n a h erm e­
néutica d iferen cial p o r p arte d ei le c to r; ca d a lectu ra « e n r iq u e c e » e l te x to
con su s se rie s arm ó n ica s p e rso n a le s). T o d o . e ste m ito esp e c u la con una
a n te rio rid a d « s a lv a je » , p rec o n c ep tu a l, con u n a v irg in id ad d e l se n tid o : « E l
térm in o u su a l aco rd a d o a l co n ce p to , y q u e e s la redu cción e sq u elé tica d e
to d a s la s ex p erie n c ias a n te rio res. e s rech azad o p o r el p o e ta , q u e se h alla
c a ra a ca ra con u n a re a lid a d in d ó m ita , to d a v ía v irg e n » , « c a d a v e z h ay q u e
recrear la p a la b ra a p a rtir de u n a e x p e rie n c ia p erso n al in ten sa, v e stir d e
carn e vivien te el e sq u e le to de la c o sa en s í a fin d e co n ferirle la re alid ad
co n creta de la co sa p a ra m í» ( i b t d , p. 9 7 ). ¡Y a n o sa b e m o s b ien si hay qu e
d e sn u d ar o re v estir el co n cep to p a r a d e sc u b rir la v irgin id ad de lo p o ético !
D e to d o s m o d o s, se trata de d e sc u b rir d a s secretas co rre sp o n d en cia s q u e
e x istía n en tre las c o sa s» .
T e o ría « g e n ia l» y ro m án tica, e s ta visió n en cu en tra h o y p a r a d ó jic a ­
m en te el m o d o de re escrib irse en térm in o s in fo rm á tico s. L a « r iq u e z a »
p o lifó n ic a se tra d u c e en térm in o s d e «in c re m e n to de in fo rm a c ió n » . A l ni­
vel d e l sig n ifica d o , la p o e sía de P e tra rc a c o n stitu y e un in m en so c a p ita l de
in fo rm ació n so b re el a m o r (U m b e rto E c o ). A l n ivel del sig n ifica n te , un
c ie rto tip o de d e so rd e n , de ru p tu ra , d e n egación del orden h a b itu a l y
p rev isib le d e l len guaje aum en tan la tasa de in fo rm ació n d el m en saje. H a ­
b ría u n a «te n sió n d ia lé c tic a » en tre lo s ele m en to s d e ! d e so rd e n y el orden
q u e le sirv e d e -fo n d o a lo p o ético . M ie n tra s q u e la u tilización m ás p r o ­
b a b le d e l siste m a lin g ü ístico no d a ría n ada, lo in e sp e ra d o de lo p o ético ,
su im p ro b a b ilid a d re la tiv a , d e term in a n una ta sa m áxim a de in fo rm ació n .
A q u í, d e n u e v o , lo p o é tic o o s d a m ás.
E n e sta fo rm a , lo im a g in a rio se m io íó gico co n cilia m u y b ien la p o ­
lifo n ía ro m án tica con la d escrip ció n q u án tica. « E s en térm in o s de en ca­
den am ien to d e p ro b a b ilid a d e s co m o se p u e d e d e sc rib ir e in terp retar con
el m ay o r rig o r la e stru c tu ra de la p o e s ía .» « U n a acu m u lación su p e rio r a la
fre c u e n c ia m e d ia d e u n a d e term in a d a clase d e fo n e m a s, o la reu n ió n co n ­
tra sta n te d e d o s cla se s o p u e sta s, en la te x tu ra fó n ic a d e u n v e rso , d e u na
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 247

e stro fa , d e u n p o e m a , h ace el p a p e l d e u n a “ co rrien te su b y acen te d e s ig ­


n ificació n ” .»
« L a fo rm a , en e l len g u aje, tien e u n a estru c tu ra claram e n te g ra n u la r, y
es su scep tib le de u na d e scrip ció n q u á n tic a » (Ja k o b so n ). E sto se relacio n a
con lo q u e dice K riste v a (S e m io tik e , « P o e s ía y N e g a tiv id a d » , p. 2 4 6 ):
« L a s p a la b ra s n o so n e n tid a d e s in d e sc o m p o n ib le s, so ste n id a s p o r su sen ­
tid o, sin o reu n io n es d e átom o s sig n ific a n te s, fó n ic o s y e sc rip tu ra le s, q u e
v u elan d e p a la b ra en p ala b ra , crea n d o re lacio n e s in so sp e c h a d a s, in co n s­
cien tes, en tre lo s elem en to s del d isc u rso . Y esta p u esta en relació n d e lo s
elem en tos sig n ifica n te s c o n stitu y t u na in fra e stru c tu ra sig n ifica n te d e la len ­
g u a » . T o d a s e sta s fó rm u la s co n vergen h a c ia la id e a d e u n e sta d io «b ro w -
n ian o» d e l le n g u aje , de un e sta d io em u lsio n al d e l sign ifican te , h o m ó lo go
d e l estad io m o le cu lar de la m ateria fís ic a ; lib e ra d o r d e las « s e r ie s arm ó­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n ic a s » d e sen tido, co m o la fisió n o la fu sió n lib e ra n las afin id a d e s m o le­
cu la res n u e v a s. T o d o e llo co n ce b id o co m o u na « in fr a e str u c tu r a » , una
«c o rrie n te su b y a c e n te » , es d e cir, un e sta d io ló gicam e n te an terior, o e stru c ­
tu ralm en te m ás ele m en tal, d el discu rso co m o d e la m ateria. V isió n cien-
tifista « m a te r ia lista » d el d isc u rso , en la qu e el áto m o y la m o lécu la se
asim ilan a la segu n d a articu lación d el len gu aje. Y el estad io m o le cu lar,
ál e sta d io p o ético ; e sta d io origin ai, a n te rio r a la s organ izacio n es d ife re n ­
ciadas d el se n tid o . K r iste v a , p o r lo d e m á s, n o se a su sta d e su m e tá fo ra ;
ella d ice q u e la cien cia m o d e rn a h a d e sc o m p u e sto lo s cu erp o s en elem en ­
to s sim p les, d e la m ism a fo rm a q u e la lin g ü ística (p o é tica) d e sa rticu la
la sign ificació n en á to m o s sig n ific a n te s. .
A q u í se enlaza, co n ju n tam e n te con la m etafísica de la p rim era articu ­
lación (m e ta física d e lo s sig n ific a d o s, lig a d a al ju ego de las u n idad es sig ­
n ifica tiv as) lo q u e p o d ría m o s llam ar la m e tafísica d e la se g u n d a a rticu la ­
ción , la del e fe c to de sign ificación in fra e stru c tu ra ! lig ad a al ju e g o d e la s
u n id a d es d istin tiv a s, de lo s elem en to s m ín im o s d e l d iscu rso . P e r o , d e
n u e v o , to m a d o s c o m o v alen cias p o sitiv a s (al ig u a l qu e lo s á to m o s y las
m o lé cu las tienen u na valen cia e le m en ta l), co m o m a te ria lid a d fó n ic a cu ya
d isp o sic ió n se e fe c tú a en térm in o s de en ca d e n am ie n to y de p ro b a b ilid a d e s
P e ro su ce d e q u e lo p o é tic o n o se b asa m ás en la articu lación au tó n o m a
d e l n iv e l fo n em á tico , q u e en la d e la s p a la b ra s o la sin ta x is. N o se vale d e
la se g u n d a articu lación co n tra la p r im e r a } 0 L o p o ético es la abolición de
esa distinción analítica de las a rticu lacio n es so b re la q u e rep osa la discur-
siv id a d del le n g u aje , su a u to n o m ía op eracio n al co m o m ed io d e ex p re sió n 10

10. Es una ilusión creer que se puede separar las dos articulaciones y, even­
tualmente, sustraer la una a la otra. Es una ilusión creer que se puede descubrir en
el lenguaje, al separar la primera articulación «significativa», el equivalente de los
sistemas de signos no lingüísticos (gestos, sonidos, colores). Ilusión que conduce
(J. F. Lyotard, D isco u rs, F ig u re ) a privilegiar absolutamente ese nivel de lo visual,
del grito, como transgresión espontánea, siempre más allá de lo discursivo y más
cerca de lo figural. Esta ilusión queda cogida en la trampa por el propio concepto
de doble articulación, mediante el cual el orden lingüístico halla el medio de impo­
nerse en la interpretación de lo que le escapa.
248 JE A N BA U D RILLA R D

(y co m o o b je to d e la lin g ü ístic a ). D e to d a s fo rm a s, ¿p o r q u é el nivel


fo n em ático se ría m ás « m a te r ia lista » q u e el d e l co n cepto lé x ico o d e la
fr a se ? D e sd e el m o m en to en que se h ace de ellos su sta n cias m ín im a s, el
fo n e m a c o m o el á to m o , son re fere n c ias id e a lista s. L a cien cia no ha hecho
otra co sa , co n la física atóm ica, q u e p ro fu n d iz a r su racio n alid ad p o sitiv ista .
N o se h a a c e rc a d o , g ra c ia s a e lla , a o tro m o d o q u e p resu p o n g a Ja e x te r­
m in ació n d e las p o sicio n e s re sp e c tiv a s de o b jeto y su jeto d e la cien cia.
Q u iz á hoy e stá lle g a n d o a e so s co n fin e s, al m ism o tie m p o q u e a una
crisis teó rica to ta l d el m aterialism o , sín p o d e r, n o o b sta n te , sa lta r so b re
su so m b ra : n o hay tran sició n « d ia lé c tic a » en tre la cien cia, in clu so en el
a p o g e o de su c risis, y algo situ a d o m ás a llá , y de lo cu al e stá irre m e­
d iab lem en te se p a ra d a , p u e sto q u e es en la den egación (n o la n egación d ia ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
léctica, sin o la denegación ) de eso m ism o en lo q u e está b a sa d a . Ja m á s
lle v a rá el m a te ria lism o m á s rig u ro so m ás a llá d e l p rin cip io d e racio n alid ad
d e l v alor.

L o s a n á lisis d e T e l Q u e l van m ás lejos en la descon stru cción d e l sig ­


no, h a sta u na « lib e ra c ió n » totai d e l sig n ifica n te . S e aca b ó la hipoteca
d el sig n ifica d o y del m e n sa je, no hay « p o lis e m ia » , es el sign ifican te el q u e
es p lu ral. N o m ás « a m b ig ü e d a d » d e l m e n sa je, sin o in te rte x tu a lid a d d e l
sign ifican te, q u e se en caden a y se p ro d u c e en su p u ra ló gica « m a te r ia l» .
T e x to sin fin d e l p a ra g ra m a , la sign ifican cia es el v e rd a d e ro n iv e l d e pro­
d u ctiv id a d d el len g u aje, p ro d u ctiv id a d m ás allá del v a lo r q u e se op on e
a la sign ificació n d el sign o p ro d u cid o .
Ju lia K riste v a , en « P o e s ía y N e g a tiv id a d » (S ém éio tik e, p. 2 4 6 sg .)
es la q u e m ás se acerca a un recon ocim ien to d e la fo rm a d e lo p o ético ,
au n q u e la su p e rstic ió n d e u na «p ro d u c c ió n m a te r ia lista » d e l se n tid o , la
lle v a , tra n sfirie n d o lo p o ético a! orden se m ió tico , a ce n su rarlo co m o a l­
tern ativ a rad ical.
E lla plan tea la am b iv alen cia del sig n ifica d o p oético (y no la sim p le
a m b ig ü e d a d ): es a la vez co n creto y ge n e ral, en glo b a a la vez la afirm a­
ción (ló g ica) y la n egació n , en u ncia la sim u ltan eid ad d e lo p o sib le y d e
lo im p o sib le ; lejos de p o stu la r «c o n c re to v ersu s g e n e ra l» , hace sa lta r este
co rte d e l co n cep to : la ló g ica b iv a le n te ( 0 / 1 ) qu ed a a b o lid a p o r la ló gica
am b iv alen te . D e ahí la n e g a tiv id a d tan p articu la r d e lo p oético. L a ló g i­
ca b iv a le n te , la^ d e l d isc u rso , re p o sa so b re la n egació n in tern a d e l ju ic io ,
fu n d a el co n cep to y su eq u ivalen cia a sí m ism o (el sig n ifica d o es lo q u e
él e s). L a n e g a tiv id a d d e lo p o é tic o es u na n e g a tiv id a d rad ical q u e alcanza
a la ló gica m ism a d e l ju icio . A lg o « e s » y no es lo q u e e s: u to p ía (en el
se n tid o lite ra l) d el sig n ifica d o . L a eq u ivalen cia d e la co sa a sí m ism a (y d el
su jeto tam b ién , d e sd e luego) es v o la tiliz a d a . D e m o d o q u e el sig n ifica d o
p o ético es ese esp acio d o n d e « e l N o -ser se en trelaza con el Ser, y e sto
d e m an era c o m p le ta m en te d e sc o n c e rta n te ». P e ro hay el p e lig ro — y se
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 249

p e rfila en la p ro p ia K riste v a — - cíe to m a r e se « e s p a c io » c o m o tó p ico , y e se


« e n tre la z a m ie n to » c o m o d ialéctico . P e lig r o d e llen ar e se e sp a c io d e to d as
la s fig u r a s d e su stitu c ió n : « L a m e tá fo ra , la m eton im ia y to d a la tro p a se
in scrib en en el esp acio cercad o p o r esta e stru c tu ra sem án tica d o b le » . P e ­
lig ro de la m e tá fo ra , d e u n a econ om ía to d av ía p o sitiv a d e la m e táfo ra .
E n el e je m p lo cita d o , e l d e lo s «m u e b le s v o lu p tu o so s» d e B a u d e la ire , el
e fe cto p o é tic o no p ro v ien e d e un v a lo r erótico a g re g a d o , ju e g o d e fa n ta s­
m as a d icio n ale s, n i d e u n « v a lo r » m e tafó ric o o m e to n ím ico . P ro v ien e de
q u e , en el co rto circu ito de lo s dos, ni el m u eb le es y a m u eb le , n i la
v o lu p tu o sid a d , v o lu p tu o sid a d ; el m u eb le se v u e lv e v o lu p tu o so , la v o ­
lu p tu o sid a d se v u elv e m ó v il; n o q u ed a n ada d e lo s d o s cam pos sep ara­
d o s del v a lo r. N in g u n o d e lo s d o s térm in os es p oético en sí, ni Jo es m ás
su sín te s is, es v o la tiliz a d o s el u n o en el o tro q u e lo so n . N in g u n a relació n
en tre el g o z o (p o é tico ) y la v o lu p tu o sid a d en cu a n to tal. E n el p lacer

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
a m o ro so , ésta no es m á s q u e volu ptu osidad -, v o la tiliz a d a en m u eb le , se
co n vierte en gozo . Y lo m ism o p ara el m u eb le a n u la d o p o r la v o lu p tu o si­
dad: la m ism a re v ersió n q u e b a rre la p o sició n p ro p ia de cad a térm in o. E n
este se n tid o es q u e v ale la fó rm u la d e R im b a u d : « E s cierto lite ralm en te,
y en to d o s lo s se n tid o s» .
L a m etáfo ra n o es aún m ás que tra sla d o d e u n cam po a l o tro d el v a ­
lo r, h a sta la «a b so rc ió n d e u na m u ltip licid a d d e te x to s (d e se n tid o s) en
el m e n sa je » (K riste v a ). L o p o é tico im p lica re v e rsib ilid a d d e un cam p o a l
o tro y, p o r lo tan to, an u lación d e lo s v a lo re s re sp e c tiv o s. M ie n tra s q u e
en la m e tá fo ra la s v a len cia s se m ezclan , se im p lican , se in terte x tu a liza n
de acu erd o con u n ju eg o « a rm ó n ic o » (lo s "«aco rd es se cre to s d e l le n g u a je »),
e n el g o z o p o é tic o se a n u lan ; la am b ivalen cia rad ic al es n o-valencia.
V e m o s, p o r lo ta n to , q u e K riste v a red u ce u n a teo ría rad ic al d e la am ­
b iv a len c ia a u n a teo ría d e la in te rte x tu a lid a d y de la « p lu ra lid a d d e
c ó d ig o s » . L o p o é tic o n o se d istin g u e en ton ces d e l d isc u rso sin o p o r la
«in fin id a d d e su c ó d ig o » ; es un d isc u rso « p lu r a l» , en ta n to q u e e l o tro
es el caso e x tr e m o d e un d isc u r so m o n o ló g ico , d isc u r so d e un so lo có d ig o .
D e este m o d o h ay lu g ar p ara lo s d o s tip o s de d isc u r so en u na se m ió tica
g e n e ra l: « L a p ráctica se m ió tica de la p a la b ra [ e l d isc u r so ] n o es m ás
qu e u na d e la s p rá ctic a s se m ió tica s p o s ib le s» (S é m é io tik e , p. 2 7 6 ). E l se-
m io a n álisis tien e q u e to m a rla s to d as en cu en ta, sin e x c lu sió n , es d e c ir, sin
d e sc u id a r la irre d u c tib ilid a d de lo p o é tic o , p e ro sin red u cir p o r ello la
ló g ica d el sign o. T ie n e q u e c o n stitu ir una « tip o lo g ía n o re d u cto ra d e
la p lu ralid ad d e las p rácticas se m ió tic a s» . H a y una co m p le jid a d d e la s
d iferen te s ló g ic a s d e l se n tid o : « E l fu n cio n am ien to d e la p a la b r a e stá im ­
p reg n a d o d e p ara g ra m a tism o , co m o el fu n cio n am ien to d e l len g u aje p o é tic o
está ce rc a d o p o r la s leyes d e la p a la b r a » ( l b i d ., p. 2 7 5 ).
V o lv e m o s a e n co n trar a q u í e l eq u ív o c o d e S ta ro b in sk i re sp e c to a '
S a u ssu re : to leran cia re sp ectiv a de lo p o é tic o y d e lo d isc u rsiv o en n o m b re
de las re g la s u n iv e rsa le s del len g u aje (a q u í en n o m b re d e u n a cien cia « v e r ­
d ad eram en te m a te r ia lista » , llam ad a se m ió tica ). E n re a lid a d , p o sició n re-
250 JEAN BAUDRILLARD

d u c to ra , re p re siv a . P o rq u e no hay d e lo p o é tic o a lo d isc u r siv o la d iferen ­


cia d e u na articu lació n d e l sen tid o a o tra ; hay a n ta g o n ism o rad ical. E l
u n o n o es «in fr a e stru c tu ra sig n ific a n te » ( ¿ d e la cu al el d isc u r so ló g ico
se ría la « s u p e r e s t r u c t u r a » ? ). Y el d isc u rso , el lo g o s, n o es u n c a so p a r­
tic u la r d e n tro d e la in fin id a d d e lo s c ó d ig o s: él es el c ó d ig o q u e acab á
con la in fin itu d , es el d isc u r so d e a m u ra lla m ie n to q u e p o n e fin a lo p o é ­
tico, a lo p ara y an agra m á tic o . In v e rsa m e n te , su d e sm a n tela m ien to , su
d e stru cció n , p e rm ite q u e el le n g u aje reanu de su p o sib ilid a d d e « in fin itu d » .
D e h echo, el térm in o «in fin itu d d e c ó d ig o s » es m a lo p o rq u e es el q u e
p erm ite esa a m a lg a m a d e lo u n o y lo in fin ito en la « m a te m á tic a » d el te x to ,
y su d istrib u ció n en u n a m ism a cad en a. H a y q u e d e c ir, en té rm in o s d e
in c o m p atib ilid a d rad ic al y d e a n ta g o n ism o : co n la d e stru cció n d e ese d is­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
cu rso d e l v alo r, el len gu aje rean u d a la p o sib ilid a d d e la am bivalencia-, esa
es la revolu ció n d e lo p o é tic o con re sp e cto al d isc u rso , y el u n o n o p u e d e
se r m ás q u e la m u erte d el o tro .
L a em p re sa se m ió tica n o es m á s q u e u na fo r m a m ás s u t il d e n eu tra
liz a r la ra d ic alid a d d e lo p o ético , y d e sa lv a r la h egem o n ía d e lo lin g ü ís­
tic o (re b a u tiz a d o « s e m ió t ic o » ), n o p o r an ex ión p u ra y sim p le, sin o d e trá s
d e la id e o lo g ía d e la « p lu r a lid a d » .

L a su b v e rsió n d e lo lin gü ístico p o r lo p oético n o se d e tie n e ah í: co n ­


d u ce a p re g u n ta rse si las reglas d el len g u aje valen in clu so p ara el cam po
d e l len g u aje d e l q u e sacan ta n to p artid o , es d e cir, en la esfe ra do m in an te
d e la co m u n icació n (d e la m ism a fo rm a , el fra c a so d e la eco n o m ía p o lítica
en d a r cu en ta d e las so cie d ad e s a n te rio re s, lle v a , p o r reacctón , a p re g u n ­
ta rse si su s p rin cip io s tienen algún v a lo r in clu so p ara n o so tr o s). A h o ra
b ien , es c ie rto q u e la p rá c tic a in m ed iata d e l le n g u aje tie n e a lg o d e re fra c ­
tario en la ab stracció n racional d e la lin g ü ística . O . M an n o n i lo d ice
m u y bien en « L a e lip se y la b a rra » en C le fs p o u r l ’im agin aire, p . 3 5 : « L a
lin gü ística n ace d e la b a rra q u e in sta u ra en tre sign ifican te y sig n ifica d o , y
p arece q u e co rre el p e lig ro d e m o rir d e su reun ión, la cu al n os rem ite
p recisam en te a la s co n v e rsac io n e s co rrien tes d e la v id a » . E s esa b a rra
sa u ssu ria n a la q u e h a p e rm itid o re n o v a r p o r c o m p le to la teo ría lin ­
gü ística . Ig u a lm e n te, m e d ian te el co n ce p to d e u na in fra e stru ctu ra m a te ­
ria l o p u e sta a la « s u p e r e str u c tu r a » , e l m a rx ism o ha fu n d a d o a lg o a sí
c o m o u n an á lisis « o b je t iv o » y re v o lu cio n a rio d e la so cied ad . E l co rte fu n d a
la ciencia. E s asim ism o d e la d istin ció n en tre teo ría y p ráctic a q u e n ace
u n a « c ie n c ia » , u na ra cio n a lid ad d e la p rá ctic a : la o rgan izació n . T o d a cien ­
cia, to d a racio n a lid ad , d u ra lo q u e d u ra e se corte. L a dialéctica no hace
sin o a d a p ta rlo fo rm alm en te , n o lo elim in a ja m á s. D ia le ctiz a r la in fra y la
su p e re stru c tu ra, la teo ría y la p ráctic a, o b ien el sign ifican te y el sig n ifi­
cad o, la len gu a y la p a la b ra : v a n o e sfu e rz o d e to talizació n . L a cien cia v iv e
d e ese co rte, y m u ere con él.
EL IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U ER TE 251

E s p o r e s to q u e la p ráctica co rrien te n o cien tífica, ta n to lin g ü ística


co m o so cial, es en cierto m o d o re v o lu cio n aria, p o rq u e n o h ace e sta clase
d e d istin cio n e s. A l ig u a l q u e n un ca ha hecho la d istin ció n d e l alm a y el
cu erp o , m ien tras q u e to d a la filo so fía y la religión d o m in an te s n o v ivían
sin o d e esa d istin ció n , ta m p o co ah ora la p ráctica social, in m ed ia ta , « s a l­
v a je » , la n u e stra , la de to d o s, hace d istin ció n de la te o ría y la p rá ctic a ,
d e la in fra y d e la su p e re stru c tu ra ; es d e p o r sí, im p rem e d itad am e n te ,
tra n sv e rsa l, m á s allá de la ra cio n a lid ad , b u rg u e sa o m a rx ista . L a te o ría , la
« b u e n a » te o ría m a rx ista , no anaJiza n un ca esta p rá c tic a so cial real, analiza
el o b je to qu e ella se a trib u y e p o r d iso cia ció n de esta p rá c tic a en u n a in fra
y u na su p e re stru c tu ra, o b ien analiza el cam p o so cial q u e se atrib u y e a
través de la disociación en tre teo ría y p ráctic a. N u n c a se in tegrará a e!¡ta
« p r á c tic a » , p o r q u e a q u e lla n o e x is te sin o de h ab erla v iv ise ccio n ad o . A fo r­
tu n ad am en te esta práctica sí com ien za a in teg rarse en ella y a so b rep a sa rla .

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
P e r o en ton ces, se a cab ó el m a te ria lism o d ia léctico e h istó rico .
D e igual m odo, la p ráctica lin g ü ística in m ed ia ta , co tid ia n a, la d e la
p a la b ra y d e l « s u je t o h a b la n te », n o tien e en cu en ta la d istin ció n en tre
el sig n o y el m u n d o (ni la del sign ifican te y el sig n ifica d o , ni lo a rb itra ­
rio d e l sign o , e tc .). B e n v e n iste lo dice y lo recon oce, p e ro a títu lo in fo r ­
m a tiv o , p u e sto q u e es el estad io qu e la cien cia p recisam en te su p era y deja
a trá s: só lo le in teresa el su je to lin g ü ístico , el su jeto de la len g u a, que es
a l m ism o tie m p o e l su je to d e l sa b e r: é l, B e n v en iste . ^ algu n a p a rte , sin
e m b a rg o , es el o tro quien tiene razón , el q u e h ab la m ás acá de la d is­
tin ció n d el sign o y d e l m u n d o , en p le n a « s u p e r s tic ió n » ; es c ie rto q u e en
lo esen cial, sab e m ás, y con él cad a u n o de n o so tro s, y el p r o p io B e n v e ­
n iste sab e m ás de eUo q u e el lin gü ista B e n v en iste . P o rq u e la m e to d o lo gía
d e la se p aració n d el sign ifican te y d e l sig n ifica d o n o v a le m ás qu e la
m e to d o lo gía d e la sep aració n d e l alm a y el cu erp o . E s el m ism o im a g in a rio
a q u í y allá. E n u n c a so , el p sico a n álisis 11 lo ha m o stra d o , en e l o tro , lo
p o é tic o tam b ién lo m u e stra . P e ro en el fo n d o n o h a h a b id o n u n ca n e­
c e sid a d d el p sico a n álisis ni de lo p o é tic o : n ad ie lo crey ó n un ca, fu e ra
d e lo s p ro p io s sab io s y lo s lin g ü istas, co m o nadie crey ó jam ás en la d e ­
term in ació n en ú ltim a in stan cia p o r lo ec on óm ico, fu e ra d e lo s cie n tifista s
d e la econ om ía y su s críticos m a rx ista s.
V irtu a lm e n te , p e ro lite ralm en te h a b la n d o , n o h a h a b id o n un ca su je to

11. Pero aténción: todo esto vale para el propio psicoanálisis. El también vive
del corte entre procesos primarios y secundarios, y morirá del fin de esa separación.
Es cierto que el psicoanálisis es «científico» y «revolucionario» cuando explora todo
el campo de las conductas a partir de ese corte (del inconsciente). Pero quizá un
día se percibirá que la práctica real, total, inmediata, no obedece a ese postulado,
a ese modelo de simulación analítica; que la práctica simbólica está de entrada más
allá de la distinción procesos primarios/secundarios. Ese día, el inconsciente y el su­
jeto del inconsciente, el psicoanálisis y el sujeto del saber (psicoanalítico) habrán vi­
vido en provecho del campo simbólico (el campo analítico habrá desaparecido en
cuanto tal, en la separación que él establece a su vez). Podemos ver por muchos
signos que esto ya tiene lugar.
252 JEAN BAUDRILLARD

lin g ü ístico , n o es n i siq u ie ra c ie rto d e n o so tr o s lo s qu e h a b la m o s cu an d o


n o re fle ja m o s p u ra y sim p lem e n te ese có d ig o d e la lin g ü ística . Ig u a lm e n ­
te, n o h a h a b id o ja m á s s u je t o econ óm ico, h a m o econ om icu s: e s a ficció n n o
h a sid o n un ca in scrita en n in g u n a p arte , sin o en u n có d ig o . Ig u a lm e n te n o ha
h a b id o n un ca su je to d e la con cien cia, y p o r lo m ism o , ta m p o co su je to d e l
inconscien te. E n la p rá ctic a m á s sim p le , sie m p re ha h ab id o a lg o q u e atra ­
v iesa eso s m o d e lo s d e sim u la ció n , q u e so n to d o s m o d e lo s ra c io n a le s; ha
h ab id o siem pre u na rad icalid ad a u sen te d e to d o s e so s c ó d ig o s, d e to d a s
esa s racio n alizacio n es « o b je tiv a s» q u e en el fo n d o n u n ca han d a d o lu g ar
m á s q u e a u n so lo gran su je to : e l su je to d e l sa b e r, cu ya fo rm a e stá d e s­
tro z a d a d e sd e h y , d e sd e ah ora, p o r la p a la b ra in d iv isa.12 E n el fo n d o ,
cu alqu iera sabe siem p re m á s d t eso q u e D e sc a rte s, q u e S a u ssu re , qu e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
M a rx , q u e F re u d .

EL w itz, o EL FANTASMA DE LO ECONÓMICO EN FREUD

¿ H a y una a fin id a d entre lo p o é tic o y lo p sic o a n a lític o ? S i es ev id en te


q u e la fo rm a p o ética (d isem in ació n , re v e rsib ilid a d , lim itació n e stricta d el
c o rp u s) es irre co n ciliab le con la fo rm a lin gü ística (eq u iv ale n cia sig n ifi­
c a n t e / sig n ifica d o , lin e a lid a d d e l sig n ifica n te , co rp u s in d e fin id o ), p arece qu e
co in cide en cam b io co n la fo rm a p sico a n alítica (p ro c eso p rim a rio , d e sp la ­
zam ien to, co n d en sació n , e tc .). E n el sueño, el la p su s, el sín to m a, el ch iste,
en to d a s p a r te s d o n d e tra b a ja el in co n scien te, p o d e m o s le e r con F re u d esa
d isto rsió n d e la relació n sig n ific a n te /sig n ific a d o , d e la lin e a lid a d d e l sig ­
n ifica n te , de la d iscreció n d el sig n o . D isto rsió n d e l d isc u rso b ajo el e fe cto
d el p ro ce so p rim a rio , e x c eso , tra n sg re sió n d e len gu aje d o n d e ju e g a el fa n ­
ta sm a y se m a n ifie sta el gozo. ¿ P e r o q u é hay d e l deseo y d e l in con scien te
en lo p o ético , y h asta d ó n d e lo e x p lic a la eco n o m ía lib id in a l?
L o p o ético y lo p sico a n alítico n o se co n fu n d en . E l m o d o sim bólico
no e s el d e l tr a b a jo d e l in con scien te. In te r ro g a r a lo p o é tico d e sd e el án g u lo
d e F re u d e s co m o in terrogar al p sic o a n á lisis d esd e el án g u lo d e lo sim ­
b ó lic o ; siem p re el a n á lisis a c a m b io , el ú n ico qu e, m e d ian te esa re v ersió n ,
p erm ite e sca p ar d e la teo ría co m o p u ro y sim p le ejercicio d e p o d e r.

12. Esta palabra no tiene nada que ver con la acepción lingüística del término
«palabra», tomada dentro de la oposición lengua/palabra, en la que está sometida a
la lengua. La palabra indivisa (simbólica} niega la distinción lengua/palabra; como la
práctica social indivisa niega la distinción teoría/práctica. Sólo la palabra «lingüística»
no dice lo que dice, pero tal palabra no ha existido nunca, sino en el diálogo de
los muertos. La palabra concreta, actual, dice lo que dice, y todo lo demás al mismo
tiempo. No observa la ley de discreción del signo, de separación de las instancias,
sino que habla a todos los niveles al tiempo, mejor aún: deshace el nivel de la
lengua y, por tanto, de la lingüística misma. Esta en cambio, trata de imponar una
palabra que sólo sea la ejecución de la lengua, es decir, el discurso del poder.
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 253

E l an á lisis d e l ch iste en F re u d p u e d e se rv ir d e h ilo co n d u cto r, y a q u e


n o h ay en él u n a d iferen ciació n te o riz a d a en tre el cam p o p ro p ia m e n te
sin to m á tic o y e l cam p o d e la o b ra , d e la «c re a c ió n a rtístic a » (el co n ce p to
d e « su b lim a c ió n » , co m o sa b e m o s, se re sien te d e fa lta d e rig o r y d e id e a ­
lism o h e re d ita rio ). E s t o c o n stitu y e y a u n p u n to im p o rta n te : si d p o em a
n o e s e l la p s u s n i tam p o co el ch iste, a lg o fa lta en la te o ría d el in co n scien te
p ara ex p lic a rlo .
C o n tra ria m e n te a S a u ssu re q u e no se p re o c u p a d el p la ce r p o é tic o ni
ta m p o c o d e u na cau sa o d e u n a fin a lid a d cu alq u ie ra de lo q u e é l. ex p o n e,
el a n á lisis d e F r e u d es fu n cio n a l, es u n a teo ría d e l placer. E l trab ajo s o ­
b re el sign ifican te siem p re es re fe rid o a llí a la re a liz a ció n d e d e se o . Y e sta
te o ría d e l p la ce r es econ óm ica. E l W itz, el ch iste v a m á s rá p id o , p o r a ta jo s
y co rto -circu ito s, h a c ia lo q u e q u iere d e cir, y dice c o sa s, « lib e r a » sig ­
n ificacio n es q u e n o lo h ab rían sid o sin él, sin o a l p re c io d e nn esfu e rz o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
in telectual co n scien te m u y co n sid erab le. Y esta elip se d e la distan cia p s í­
q u ica es lo q u e co n stitu y e la fu e n te d el placer. O tam bién , la su p resió n
d e la ce n su ra, el d e sv ío q u e eso p ro d u ce , « lib e r a » la s en ergías lig ad as
a l su p er-y o y a l p ro c e so d e re p re sió n . « L ib e r a c ió n » d e lo s a fe c to s; no-
afectació n d e las re p re se n ta cio n es in con scien tes o p reco n scien tes, n o -afec­
tació n d e la in stan cia p síq u ic a re p re siv a . D e to d o s m o d o s, el go zo em erge
d e u n re sto , d e u n su p lem en to , d e u n q u an tu m d e en ergía d iferen cial
q u e v u elv e a q u ed a r d isp o n ib le p o r la o p eració n d e l W itz.
E s en e ste sentido q u e la co n cisión , o el re em p leo , b a jo d iv e rsa s
m o d a lid a d e s, d e l m ism o m a teria l, son la s cara c te rístic as fu n d am en tales
d e l ch iste; siem p re la econ om ía d e e sfu e rz o : d e un so lo sig n ifica n te se
sign ifica a m ú ltip le s n iv eles, del m ín im u m de sign ifican te se saca el m á ­
x im o d e sign ificacio n es (a v e c e s c o n tra d icto ria s). In ú til in sistir so b r e la s
v a ria s an a lo g ía s co n el m o d o p o ético : el re em p leo d e l m ism o m aterial
ev o c a el a n a gram a y el a c o p la m ie n to de S a u ssu re , la n e ce saria lim itació n
d el c o rp u s, y ese « m á x im o en la e n e rg ía de lo s sig n o s» de q u e h ab la
N ietz sc h e. D e l p o e ta tam b ién dice F re u d q u e « la o rq u e sta c ió n p o lifó n ica
le p erm ite em itir lo s m e n sa jes en el trip le p la n de la conciencia cla ra ,
el su b co n scien te y el in co n scien te ». S ie m p re se tra ta , p o r lo tan to, d e un
p o rce n taje d e en ergía «e c o n o m iz a d a » en relación con el siste m a co rrien ­
te d e d istrib u ció n d e las u tilizacio n es. E n el p o líg o n o d e fu e rz a s que es
el aparato p síq u ico , el p lacer es co m o la re su lta n te de u n a especie d e a ta jo ,
o m ás b ie n , d e e sa tra n sv e rsa lid a d d e l W itz q u e , trazan d o una d ia g o n a l a
trav és de las d iv e rsas c a p a s d el a p a ra to p síq u ic o , alcanza con m enos g a sto
su o b je tiv o , lo g ra d o in c lu so sin e sfu e rz o de lo s o b je tiv o s im p re v isto s,
y q u e , p o r ta n to , d e ja u n a e sp e c ie de p lu sv alía en ergética, la « p r im a » d e
p lace r, el «b e n e fic io de p la c e r» .
E s te cálcu lo en ergético tiene un cierto o lo r a ca p ita l; el d e una eco ­
n om ía d e ah orro (F re u d u tiliza co n tin u am en te ese térm in o ) d o n d e el gozo
n o so brev ien e nunca sin o p o r su stra c ció n , p o r d efecto , d e un residu o de
energía p síq u ica a ctiv a , o d e un exced en te, p ero nunca d e un e x c e so ; o
254 JEAN BAUDRILLARD

in clu so , d e n a d a : d e un p roceso in verso d e g a sto , d e abolición de las en er­


gías y d e la s fin a lid a d e s. N o h a b la m o s en p rim e r térm ino d el « t r a b a jo »
m ism o d e l « s ig n ific a n te » p o rq u e e ste n ivel n o es nunca p rim e ro p ara
F re u d . S u econ om ía lib id in a l se b a sa en la ex iste n c ia d e c o n ten id o s in c o n s­
cien tes (a fe cto s y re p re se n ta cio n es), d e u na re p re sió n y d e una p ro d u c­
ción d e lo re p rim id o , d e un cálcu lo de u tilización qu e re g u la esa produ cció n
con el fin d e lograr un e q u ilib rio (de elim inación de te n sio n e s), d e cone-
x ió n /d e sc o n e x ió n d e las en ergías. E l p lace r freu d ian o se realiza y se e x ­
presa en térm in os de fu erzas y de q u a n tu m d e en ergía. E n el W ítz o en
e l su eñ o, el ju ego d e los sig n ifican te s nunca es en sí m ism o la articu lación
d e l gozo : so lam en te a b re e l p aso a lo s co n ten id o s fa n ta sm á tic o s o rep ri
m id o s. E s u n « m e d iu m » q u e n o es ja m á s en sí m ism o el « m e n sa je » ,

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p u e sto q u e es n ece sario a lg o co m o e l d e se o — en estricta teo ría tó p ic a y
económ ica, se en tien d e— - p ara h ab lar p o r su voz d e « E s o » q u e hab la.
E l ju e g o d e l sign ifican te só lo está en tre lín eas d e l d e se o . Y ahí, a lred ed o r
d e ese «m o d o de p ro d u c c ió n » del inconscien te (y de su m o d o d e re­
p resen ta c ió n ), se p la n te a to d o el p ro b lem a de la econom ía líb id in al y de
su crítica, en la p e rsp e ctiv a d e un p lace r q u e no ten dría nada que ver
con lo econ óm ico.
F reu d , en la P sic o p a to lo g ía d e la v id a co tid ian a, acerca d el la p su s:
« E s e l d e se o d e l le c to r lo qu e d e fo rm a e l te x to , en e l q u e in tro d u ce lo
q u e le in teresa y le p reo c u p a . . . B a sta en ton ces q u e e x ista en tre la p a la ­
b ra del t e x to y la p a la b r a p u e sta en su lu g a r u n p a re c id o q u e el le c to r
p u e d a tra n sfo rm a r en el se n tid o q u e d e se a » . S e trata p u e s, de un con ­
ten id o la te n te , re p rim id o , qu e esp e ra su rgir y « a p ro v e c h a » las fa n ta sía s,
lo s in te rsticio s, lo s p u n to s d éb ile s del d isc u rso ló g ico , p ara irru m p ir. E s t o
co rre sp o n d e a n ivel d e l d isc u rso a lo q u e su ced e co n el cu erp o en el
co n cep to d e a p o y o : el d e se o « a p ro v e c h a » la sa tisfa cc ió n d e la n ecesid ad
fisio ló g ica p ara in v a d ir lib id in alm en te tal o cu al zon a d el cu erp o . D e sv ía
la fu n ción p u ra y sim p le (la ló gica o rgán ica) hacia la realización d e l d e ­
seo. S í, p e ro p re c isam e n te : la articu lación d e la n ecesid ad y d el d e se o
n o h a sid o n un ca aclarad a. E n tre los d o s térm in o s a sí p la n te a d o s sin o tra
fo rm a d e p ro ce so , el u n o de realización fu n cion al d e term in a d a , el o tro de
realización im p u lsiv a in d eterm in ad a (en cu a n to a su o b je to ), el co n cep to
d e a p o y o n o es m ás q u e un co n cep to p asa re la q u e n o articu la n ad a en
a b so lu to . L a econ om ía lib id in a l se re sien te aqu í d e l m ism o c o lla g e q u e
la econ om ía sim p le y llan am e n te con e l co n ce p to d e n ece sid a d : e n tr e .el
su je to y el o b je to hay « n e c e sid a d » , en tre la n e c e sid a d y el d e se o , hay
« a p o y o » (lo m ism o en econ om ía lin g ü ística : en tre el sig n ifica n te y el
sig n ifica d o , o e n tre e l sig n o y el m u n d o , hay o n o hay « m o tiv a c ió n » ). T o ­
d o s e sto s c o lla g e s tie n e n el d isc re to en can to d e una ciencia in so lu b le:
si la articu lació n es im p o sib le , es q u e lo s térm in o s están m al p la n te a d o s,
e s q u e su m ism a p o sició n es in so ste n ib le . E n algu n a p a rte sin d u d a , la
au ton o m izació n d el d e se o fren te a la n ece sid a d , la d el sign ifican te fre n te
al sig n ifica d o , la d el su je to fre n te al o b je to , n o es m ás q u e un efe cto d e
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 255

la cien cia. P e ro la s ec o n o m ías q u e dim an an d e e lla tienen s ie te v id a s,


n o v a n a ren u n ciar a su s o p o sicio n es re g u la d a s, d e la s cu ales v iv e n : d e s e o /
n ece sid ad , in c o n scie n te /co n scie n te , p ro c e so p rim a r io /p r o c e s o se cu n d a rio ...
¿ E l p ro p io p rin cip io d el p la c e r es o tra co sa q u e el p rin cip io d e re a lid a d
del p sic o a n á lisis?
Sin e m b a rg o , es cierto q u e el p sico a n álisis h a m o v id o la relació n sig-
n ific a n te /sig n ific a d o , y e s to es un se n tid o p ró x im o a lo p o é tic o . E l sig n ifi­
ca n te , en lugar d e m a n ife sta r el sig n ific a d o en su p resen cia, e stá en
relació n in v e rsa c o n él: le sign ifica en su au sen cia, e n su rech azo, segú n
u na n egativ id ad q u e n o ap are ce ja m á s en la econ om ía lin g ü ística . E l sig ­
n ifican te está en una. relació n n ece saria (n o a rb itra ria) con el sign ificad o ,
p e ro co m o la p resen cia p u e d e e sta rlo en au sen cia de algo. S ig n ific a n d o
el o b je to p e rd id o y v in ien d o en lu g a r d e esa p érd id a. L e cla ire , P sy ch a n a ly -
s e r , p. 6 5 : « E l co n ce p to d e re p re se n ta ció n se situ a ría en p sic o a n á lisis,

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
n o en tre u n a re a lid a d o b je tiv a d e u n a p a r te y su fig u ració n sig n ifica tiv a
de la o tra , sin o m ás b ien en tre u na re a lid a d alu cin ad a d e u n lad o , im agen
m n ésica de un o b je to sa tisfa c ie n te p e rd id o , y u n o b je to su stitu tiv o d e l
o tro la d o , a sí sea u n a fó rm u la -o b jeto , c o m o la q u e co n stitu y e el fa n ta sm a ,
o u n tra sto in stru m e n ta l, co m o p u e d e se r u n fe tic h e ». L a eq u iv alen cia
lin g ü ística está p erd id a, p o rq u e el sign ifican te está en lu g a r d e o tra co sa
q u e n o e stá , o q u e n u n ca ha e sta d o . T a m p o c o es n u n ca, p o r lo ta n to ,
lo q u e es él: e l o b je to -fe tich e, en su id e n tid ad vacilan te , n o h ace m ás
q u e m e tafo riz a r lo q u e e stá p a ra siem p re re p ro b a d o : la au sen cia d e fa lo
en la m a d re , la d iferen cia d e lo s se x o s.
E l p la g io d e la sign ificación p sico a n alítica con re sp e c to a lo lin g ü ístico
está bien fo rm u la d o p o r O . M an n o n i (C le fs p o u r l ’im agin aire, « L a elip se
y la b a r r a » , p. 4 6 ): « E s al in tro d u cir el sig n ifica n te q u e hacem o s v acilar
el sen tido. Y n o e s p o rq u e el sig n ifica n te ap o rte d e p o r sí u n a colección
de sig n ifica d o s co m o lo s q u e p o d ría se ñ alar u n a se m án tica d e tip o tra d i­
cional. E s p o rq u e in terp re tam o s la elip se de S a u ssu re co m o s i g u a rd a ra
vacío el sitio d e l sig n ifica d o , sitio que n o se puede llen ar m ás q u e en lo s
d iferen te s d isc u rso s cu y o sig n ifica n te ú n ic o es en to n ces la p a r te c o m ú n ...
Si n o so tro s tam b ién d e sp re n d em o s el sig n ifica n te d e l p e so d el sig n ifica d o
n o es p ara d e v o lv e rlo a las leyes q u e la lin gü ística d e sc u b re en to d o d is ­
c u rso m a n ifie sto , sin o p ara q u e se p u e d a d e cir qu e o b e d e ce a la d e l
p ro c e so p rim a rio , p o r el cu a l esca p a, a sí sea p ara un b re v e tro p ie z o , a la
co acción d el d isc u rso a p are n te q u e siem p re tie n d e a la u n iv o c id a d , in ­
clu so cu an d o e x p lo ta un e q u ív o c o ». P a sa je n o tab le , ¿ p e ro q u é es ese sig ­
n ific a d o « e n b la n c o » q u e se v a a llen ar d e d isc u rso s su ce siv o s, q u é e s ese
sign ifican te « lib e r a d o » p a ra ser d e v u e lto a la ju risd icció n d e o tr o o rd en ?
¿ S e p u e d e su stra e r tal « ju e g o » a las categorías lin g ü ístic a s d e l sign ifican te
y d el sig n ifica d o sin h acer saltar la b arra qu e lo s se p a ra ?
E s a b a rra e s e l ele m en to estra té g ic o : ella es la q u e fu n d a m e n ta e l sig ­
n o en su p rin c ip io de n o-con trad icción , y su s c o n stitu y e n te s co m o v a lo ­
res. E s ta estru c tu ra es co h eren te, y n o se p u e d e in y ectarle cu a lq u ie r co sa
256 ]E A N BA U D RILLA R D

(am b iv alen cia, co n trad icció n , p ro ceso p rim a rio ). B en v en iste pon e claram e n ­
te las co sas en su p u n to en la critica q u e h ace d e l G e g e n sin n d e r U rw o rte
(Sobre los se n tid o s o p u e sto s en las p a la b ra s p rim itiv a s). « R e s u lt a im p ro ­
b a b le a p rio ri q u e las len gu as, p o r arcaicas q u e sean, escap en al p rin cip io
d e co n trad icció n . E n la su p o sició n d e q u e exista una len gu a en la q u e
« g r a n d e » y « p e q u e ñ o » se d igan id én ticam en te, será u n a len g u a d o n d e
la d istin ció n en tre « g r a n d e » y « p e q u e ñ o » n o tien e lite ra lm en te se n tid o ...
P o rq u e es co n trad icto rio im p u tar al m ism o tie m p o a una len gu a el co n o­
cim ien to d e d o s n ocion es en cuanto c o n tra ria s, y la e x p re sió n d e e sa s n o­
cion es en cu a n to id é n tic a s» (P r o b le m e s d e lin g u istiq u e gé n é rale , t. I , p . 8 2 ).
Y e s t o es ju s t o : la am b iv alen cia n o e s t á d e n tro d el o rd en d e la sig n ifica ­
ción lin g ü ística . « L o p ro p io del le n g u aje es n o ex p re sa r m á s q u e lo q u e

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
es p o sib le e x p r e sa r » , y es ab su rd o im a g in a r u n sen tido q u e n o se apoye
en algu n a d istin c ió n , o in v e rsam en te, u n sig n ifica n te q u e qu iera d ecir
todo: « I m a g in a r u n e sta d io d el le n g u a je ... en el q u e un d eterm in ad o
o b je to se den o m in e co m o sien d o él m ism o y al m ism o tie m p o cu alq u ie r
o tro , y d o n d e la relació n d e co n trad icció n se a p erm an en te, d o n d e to d o
sea ello m ism o y otro , p o r ta n to , ni ello m ism o ni otro , es im agin ar una
p u ra q u im e r a » . B e n v e n iste sa b e d e q u é habla, p o rq u e to d a la racion aliza­
ción lin g ü ística está ahí p recisam en te p ara im p e d ir eso. L a am b ivalen cia
d e lo re p rim id o n o co rre el rie sg o d e a flo ra r en la cien cia lin g ü ística ,
p u e sto q u e ésta fo rm a p a r te de la in stan cia re p re siv a . P e r o en su ord en ,
ella tien e razón : n ada p a rticip ará jam ás d e la len gu a q u e no o b ed ezca al
p rin cip io de n o-con trad icción , d e id e n tid a d y d e eq u ivalen cia.
N o se tra ta d e sa lv a r la lin g ü ística , se tra ta d e v e r q u e a q u í B e n v en iste
e s cla riv id e n te re sp ecto a la elección de h acer (¡e s así de clariv id en te
p o rq u e se trata de p ro te g e r su cam p o de la in cursión d e lo s o tro s! T o lera
qu e e x ista en o tra p a r te un « á t e a sim b ó lic a » , p ero «e s d el d isc u rso , no
es de la le n g u a » ; ¡cad a uno en su casa y la len gua será sa lv a g u a rd a d a !):
no p o d e m o s co n ten tarn o s con « in te r p r e ta r » la elip se y la b a rra sa u ssu ria n a
p a r a re v e rtir el sig n o a l p ro ce so p rim a rio , para hacerlo en trar en an álisis.
H a y q u e d e stro z ar to d a la arq u itectu ra d el sig n o , hay q u e d e stro z ar su
ecu ación , y n o b a sta con m u ltip lica r las in c ó g n ita s. O bien hay q u e su p o n e r
q u e el p sico a n álisis acep ta en algu n a p a rte u n cierto m o d o d e sig n ifica ­
ción y d e re p re se n ta ció n , u n cierto m o d o d e l v a lo r y d e la e x p re sió n : eso
es lo q u e efe ctiv am en te « s ig n ific a » e se sig n ifica d o « v a c ío » de M an n o n i;
el sitio del sig n ifica d o co n tin ú a dem arcado, es el de Jos co n ten id o s cam ­
b ian te s d e l in con scien te.
S i e sta m o s, p o r lo tanto, con el sig n ifica n te p sico an alítico , fu e ra de la
e q u iv a le n cia ló gica, n o estam os sin e m b a rg o , fu e ra d e l v a lo r, ni m ás allá.
P o rq u e lo q u e él represen ta en su « t r o p ie z o » , lo design a siem p re com o
v a lo r en ausen cia, b a jo el sign o d e la re p re sió n . E s te v a lo r n o tran sita
ló gicam e n te p o r el sig n ifica n te , sin o q u e lo h a b ita fan ta sm á tica m en te . L a
b a rra q u e lo s se p ara ha cam b iad o d e se n tid o , p ero p erm an ece n o o b sta n ­
te: siem p re hay de un la d o lo sig n ific a d o en p o ten cia (c o n te n id o d e v alo r
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U E R TE 257

irre su e lto , re p rim id o ) y d e l o tro u n sig n ifica n te , é l m ism o in stan cia eri­
g id a en cu an to tal p o r la re p re sió n .
P a ra d e cirlo to d o , y a n o h ay eq u iv a len cia , p e ro tam p o co h ay am b i­
valen cia, es d e cir, d iso lu ció n d e l valor. E n e sto rad ica la d iferen cia con lo
p o é tic o , d o n d e esa p é rd id a d e l v a lo r es rad ic al. N o h ay v a lo r, n i siq u iera
ausen te o re p rim id o , p ara alim en tar u n sig n ifica n te resid u al en form a
de sín to m a, d e fa n ta sm a o d e fetiche. E l o b jeto -fetich e n o e s p o é tic o , p r e ­
cisam en te p o rq u e es o p a co , m ás sa tu ra d o d e v alo r q u e c u a lq u ie r o tro ,
p o rq u e el sig n ifica n te no se desh ace en él, al co n trario , q u e d a fija d o ,
c r ista liz a d o p o r u n v a lo r o c u lto p a r a siem p re, p a r a siem p re alu cin ad o co m o
realid ad p e rd id a . N o h ay m o d o d e d e sb lo q u e a r e s te siste m a fija d o en la
o b sesió n d e l se n tid o , en la realizació n d e d e se o p erv e rso q u e llen a d e sen ­
tid o la fo rm a vacía d el o b je to . E n lo p oético (lo sim b ó lico ), el sign ifican te
s e d e sh a c e a b so lu ta m e n te . E n cam b io en lo p sico a n alítico tan só lo s e m u ev e

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
b a jo el e fe c to d e los p rocesos p rim a rio s, se d isto rsio n a segú n lo s p lie g u e s
de lo s v a lo re s re p rim id o s; p e ro d isto rsio n a d o , tra n sv e rsa l o a co lch ad o , sig u e
sien d o u n a su p e rfic ie g ra d u a d a con a rre g lo a la re a lid a d tu m u ltu o sa d e l
in con scien te. E n lo p o é tico él se d ifra c ta e irra d ia en el p ro c e so anagra-
m ático , n o c a e b a jo e l p eso de la ley q u e lo e rig e , ni bajo e l p e so d e lo r e ­
prim id o q u e lo ata, no tiene nada qu e d e sign ar, ni siquiera la am b ivalen cia
de u n sig n ifica d o reprim ido . N o es m ás q u e d isem in ació n , ab so lu ció n d e l
v a lo r; y e sto es v iv id o sin so m b ra d e an g u stia, en el go zo to ta l. L a ilu ­
m in ació n d e la o b ra , o d e l acto sim b ó lico , ra d ic a en e se p u n to de n o-repri­
m ido, de n o-resid u o, de n o -regreso . A h í d o n d e se hacen a u n lad o la re­
p resión y la repetición in cesan te d el sen tido en el fa n ta sm a o en el fetich e ,
la re p e tició n in cesan te de la p ro h ib ic ió n y d e l v a lo r; ahí d o n d e se p on en
en ju e g o sin tra b a s, la m u erte y ia d iso lu ció n d el se n tid o .
« C a p ta r en lo q u e se ha e sc rito un sín to m a d e lo q u e se h a c a lla d o »
(N ietzsch e, M a s a l lá d e l bien y d e l m a l). P o stu la d o p sico an alítico p o r e x ­
celen cia: to d o lo q u e «q u ie re d e c ir» a lg o (y esp e cialm en te el d iscu rso
cie n tífic o en su « tra n sp a re n c ia » ) tien e p o r fu n ció n el callar. Y e so qu e
calla v u elv e a o b se d e rlo en u n a lig e ra , p e r o irre v ersib le su b v e rsió n d e su
d isc u rso . E s e es el lu g a r d e lo p sic o a n a lític o , e se n o-lu gar re la tiv o d e
to d o d isc u rso ló gico .
P e ro lo p o é tic o en c a m b io , n o calla n ad a, y n ad a v u e lv e a o b sed erlo .
P o rq u e lo q u e siem p re es re p rim id o y ca lla d o es la m u erte . A q u í e lla e s
actu alizad a en e l sacrificio d e l se n tid o . L a n ad a , la m u erte , la au sen cia,
está a b ie rtam e n te dich a y d isu e ita : al fin la m u erte es m a n ifie sta , al fin
'es sim b o liz a d a , m ien tra s q u e só io es sin to m á tic a en to d a s la s d e m á s fo r ­
m acion es d isc u rsiv a s. E sto sign ifica d e sd e lu e g o la in h ab ilitación d e tod a
lin g ü ística , q u e v iv e d e la b a rra de eq u ivalen cia en tre lo q u e se d ice y
lo q u e eso q u ie re decir. P e ro tam bién el fin d e l p sico a n álisis q u e vive
de la b a rra d e la rep resión en tre lo q u e se dice y lo q u e se ca lla , rep rim id o ,
n egado , fa n ta sm a d o , in d efin id am e n te re p e tid o en el m o d o de la d en ega­
ción : la m u erte . C u an d o en u n a fo rm ació n so cial, o u n a form ación d e len-
258 JEAN BAUDRILLARD

g u a je , la m u erte h a b la , se h ab la y se in tercam b ia en u n d isp o sitiv o sim b ó ­


lic o , el p sico an álisis ya n o tiene n ad a q u e d ecir. C u a n d o R im b a u d dice
d e la S a iso n en E n fe r . « E s v e rd a d e ro lite ra lm en te, y en to d o s lo s se n tid o s» ,
e s o q u iere d e cir tam b ién q u e n o h a y se n tid o o cu lto , la te n te , n ad a rep ri­
m id o , n ad a d e trá s, nada p ara el p sic o a n álisis. E s a e se p recio q u e tod os
lo s sen tidos son p o sib le s.
« L a lin g ü ística n ace d e la b arra q u e ha in sta u ra d o en tre el sig n ifi­
can te y el sig n ifica d o , y corre el rie sg o de m o rir de su re u n ió n » (O . M an-
n on i). E l p sic o a n á lisis, p o r su p a rte , tam b ién nace d e la b arra q u e ha
in sta u ra d o , b a jo la ley de la ca stra ció n y d e la re p re sió n , en tre lo q u e se
d ice y lo q u e se calla (o «e n tre u na re a lid a d alu cin ad a y un o b je to sus-

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
titu tiv o » , L e cla ire , P sic o an aliz ar, p . 6 5 ) y tam b ién co rre el rie sg o d e m o­
rir d e su reun ión.
Sin re sid u o , e s to sign ifica no so la m en te qu e ya n o hay sign ifican te
n i sig n ifica d o d e t r á s d el sig n ifican te , o d e u na y o tra p arte una b a rra e s ­
tru ctural q u e los d istrib u y e ; esto sig n ifica tam b ién q u e n o h ay , com o
en la in terp re tació n p sico a n alítica , in stan cia re p rim id a b a jo una in stan cia
re p re siv a , lo late n te b a jo lo m a n ifie sto , p ro c e so s p rim a rio s ju g a n d o al
esco n d ite con los p ro ce so s se cu n d ario s. N o hay sig n ific a d o , cu alq u ie ra
q u e se a , p ro d u cid o p o r el p o em a, n o hay ta m p o co «p e n sa m ie n to d e l su e­
ñ o » d e trás del te x to p o ético , ni fórm u la sign ifican te (L e c la ire ), ni lib id o
o p oten cial en erg ético cu alq u iera que, d e algún m odo, se filtre a través
d e los p ro ce so s p rim a rio s y testim o n ie en alguna fo rm a u na econ om ía
p ro d u c to ra d e l in con scien te. N o hay m á s econ om ía lib id in a l, com o ta m ­
p o c o hay econ om ía p o lític a , n i, d esd e lu e g o , econom ía lin g ü ístic a , es d e ­
cir, econ om ía p o lític a d e l len gu aje. P o rq u e lo econ óm ico, d o n d e q u iera
q u e sea, se fu n d a en el r e s t o (só lo el re sto p erm ite la p ro d u cció n y la r e ­
p ro d u cc ió n .0 ) O ra ese re sto sea lo n o-com p artid o sim b ó licam en te que
in gresa al in terca m b io m ercan til y al circ u ito de e q u iv a le n cia d e la m e r­
can cía, o ra ese re sto sea lo q u e n o se a g o ta en la circulación an agram ática
d el p o em a y en tra en ton ces en d circ u ito d e la sign ificación , ora e se re sto
sea sim p lem en te el fa n ta sm a , es d e cir, lo q u e n o ha p o d id o d iso lv e rse en el
in terca m b io a m b iv a len te y la m u erte , y q u e p o r esa razón se d isu elv e en
ese p re c ip ita d o d e v a lo r in co n scien te in d iv id u a !, d e alm acen am ien to r e ­
p rim id o de escen as o de re p re se n ta cio n es, q u e se p ro d u ce y se rep ro d u ce
segú n la in cesan te co m p u lsió n d e rep etició n .
V a lo r m e rcan til, v a lo r sig n ifica d o , v a lo r re p rim id o /in c o n sc ie n te ; to d o
ello está h ech o d e lo q u e q u e d a , d e! p re c ip ita d o re sid u al d e la o p eració n
sim b ó lica, es ese re sto q u e p o r d o q u ie r se acu m u la y alim enta !as d iv e rsa s
eco n o m ías q u e rigen n u e stra vida. P a sa r m ás allá de la econ om ía — y si
ca m b ia r la v id a tien e u n se n tid o , n o p u e d e se r m ás q u e éste— - es exter- 13

13. Cf. Charles Malamoud: «Sobre la noción de resto en el brahmanismo», Wiener


Zeitschrift für die Kunde Südasiens, vol. XVI, 1972.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R TE 259

m inar e se resto en to d o s lo s d o m in io s, y su m o d elo es lo p oético p o r su


o p eració n sin eq u iv a len cia , sin acu m u lació n , sin residu o.

P a ra v o lv e r so b re el W itz. ¿ N o p o d e m o s su p o n e r qu e el gozo sea


n o ese e fe c to de «e c o n o m ía » , d e gan an cia de p o ten cial d e b id a a la « e lip se
d e la d ista n cia p síq u ic a » , ni e sa irru p c ió n d e l p ro ce so p rim a rio en el o r ­
den del d isc u rso , e sa irru p ció n d e un se n tid o b a jo el se n tid o , ni esa re a ­
lid a d m á s p ro fu n d a q u e im p o n e la d u a lid a d su p u e sta d e la s in stan cias
p síq u ic a s: la fin a lid a d d e la « o tr a e sc e n a » q u e se p ro d u c iría p o r to rsió n
hacía ésta, la fin a lid a d de lo re p rim id o q u e re su rg iría co m o v a lo r p síq u ico
d e la p ro p ia sep aració n d e las in sta n cia s (h ip ó te sis tó p ic a), y el co ro lario
d e u n a lig a z ó n /d e slig u e d e las en ergías de lo cu al re su lta ría en u n m o ­

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
m en to d a d o esa p lu sv a lía lib id in al q u e se d en o m in a go zo (h ip ó tesis eco ­
n ó m ica )?
¿ N o p o d e m o s su p o n e r q u e e l go zo p ro v ien e a la in v e rsa, d e l fin de
la sep aració n d e e so s c a m p o s se p a ra d o s; qu e su rg e m á s acá de la d iscrim i­
n ació n d e la s in sta n cia s, y p o r tan to d e l ju e g o d iferen cial d e lo s tm p le o s,
y, p o r lo ta n to , m ás acá d el p sic o a n á lisis y de su orden ló g ic o ?
¿ E fe c to d e co n fla g ra ció n , de co rto circu ito ( K u r z s c h lu ss ), de in te rp e ­
n etració n en tre c a m p o s se p a ra d o s (fo n em a s, p a la b ra s, ro le s, in stitu c io n e s)
q u e n o ten ían h a sta en to n ce s se n tid o sin o en cu a n to se p a ra d o s, y q u e p ie r ­
den su sentido en ese acercam ien to b ru tal q u e le s hace in terca m b ia rse ? ¿ N o
radica en eso el W itz, el e fe cto d el gozo, d o n d e el sujeto se p ie rd e tam b ién
en cu an to se p a ra d o , n o so lam en te en la d ista n cia re fle x iv a d e la con cien cia,
sin o tam b ién se gú n la in stan cia d e l in co n scien te? L a ab o lició n d el su p ery o
en e se in sta n te, d e l e sfu e rz o q u e ex ig e el m an ten er la discip lin a d el p rin ­
cip io d e re a lid a d y d e ra cio n a lid ad d e l se n tid o , n o sig n ific a so la m en te la
d e sa p a ric ió n de la in stan cia re p re siv a en p ro v ech o de la in stan cia re p ri­
m id a , sign ifica la d esap arició n sim u ltán ea de a m b a s. Y eso e s lo q u e hay
d e p o ético en el W itz y lo có m ico, y q u e está m á s allá de la re su rrección
co m p u lsiv a del fan tasm a y de la realización d el deseo.
F r e u d cita a K a n t: « D a s K o m isch e ist eine in n ichts zergan gen e E r-
w a rtu n g » ( « L o có m ico es una e sp e ra que se tra n sfo rm a en n ad a, qu e
se d isu e lv e en n a d a » ). D ic h o de otro m o d o : a llí d o n d e h a b ía algo , no
q u e d a n ad a ; ni siqu iera in con scien te. A llí d o n d e había u n a fin a lid a d cu a l­
q u ie ra (in clu so in co n scien te ), o tam b ién u n v a lo r (in clu so re p rim id o ), n o
q u e d a n ad a. E l g o z o es la h e m o rra g ia d e l valor, la d e sin te gració n d e l c ó ­
d ig o , d el lo g o s re p re siv o . E n lo có m ico, e s el im p e ra tiv o m o ral de lo s c ó ­
d ig o s in stitu c io n a le s (situ a cio n e s, ro le s, p e rso n a je s so ciale s) lo q u e es
su p rim id o ; en el W itz, es el im p e ra tiv o m oral d el prin cipio d e id e n tid a d
d e la s p a la b ra s y d el su je to lo q u e se a n iq u ila . P a ra n ad a . N o p a ra « e x ­
p r e s a r » lo « in c o n sc ie n te » . L a d efin ición del cu ch illo (d el n o-cuchillo) d e
L ich te n b e rg — a g u d ez a rad icalm e n te p o ética— re traza esa e x p lo sió n d el
se n tid o sin se g u n d a in ten ción . U n cu ch illo e x iste com o algo se p a ra d o , con
260 JE A N BA U D RILLA R D

una hoja y un m an go q u e se denom inan se p a ra d a m en te. S i se su p rim e la


se p aració n e n tre lo s d o s (y n o p o d e m o s reu n ir la h o ja y e l m an go sin o en
su d e sa p a ric ió n , co m o e n la fra se d e L ic h te n b e rg ), n o q u e d a p ro p ia m e n te
n a d a ... m á s q u e el go z o . L a « e s p e r a » d e l cu ch illo, d iría K a n t, la e sp e ra
p rá c tic a , p e ro tam b ién la e sp e ra fa n ta sm á tic a (sa b em o s lo q u e el cu ch illo
p u e d e « q u e r e r d e c ir » ) se resu elv en en n ad a . Y n o se tra ta d e un p ro ce so
p rim ario (d e sp la z a m ie n to , co n d en sació n ), no hay irru p ció n d e algu n a co sa
d e d e trá s d e la h o ja o e l m an go , n o hay n ad a d e trá s de e sa n ad a . F in de
la se p a ra c ió n , fin d e la ca stra ció n , fin d e la rep resión , fin d e l in con scien te.
D iso lu c ió n to ta l, g o z o to ta l.
E l e je m p lo d e L ic h te n b e rg n o es u n caso esp e cial. S i n o s fija m o s b ien ,
to d o s lo s e je m p lo s de a b su rd o ló g ic o (q u e es el ex tre m o d e l W itz, y

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d o n d e el p la ce r es p:tás agu d o ) m en cion ados p o r F r e u d — -el cald ero, la
ta rta , el sa lm ó n la m ay o n esa, la p ie l d e g a t o a g u jerea d a en el sitio de
lo s o jo s, la su erte q u e tien e el b e b é d e e n co n trar u n a m am á cu an d o nace
p ara q u e se o cu p e d e él— - to d o s p o d ría n an a liz arse de la m ism a fo rm a ,
co m o rep etició n de u n a id e n tid a d o d e u n a ra cio n a lid ad q u e v u e lv e so b re
s í p ara d e sin te g ra rse y an iq u ilarse, co m o re a b so rc ió n d e u n sign ifican te
en sí m ism o sin u n a h u ella de sen tid o .
« E ife r su c h t is t ein e L e id en sc h a ft, d ie m it E if e r su ch t, w a s L e id en
sc h a fft» (in trad u c ib le en cu an to W itz : « L o s celos son una p a sió n que
b u sc a o b stin a d a m e n te lo qu e hace s u fr ir » ) . ¿ R e em p leo d e l m ism o m ate­
ria l, por ta n to , p la ce r por d ed u cción de e n e rg ía ? P ero el m ism o F re u d
ad m ite q u e el reem p leo d el m aterial e s tam bién lo m ás d ifíc il, y a q u e lo
m ás sim p le es d e c ir d o s co sa s d iferen te s con a y u d a de d o s sign ifican te s
d ife re n te s. L o q u e cam b ia es q u e esas d o s co sas so n d ich as sim u ltán ea ­
m ente. P e ro lo esen cial en ton ces, es e sa ab olició n d el tie m p o d e d e sa rro llo
d e l sign ifican te, de su su ce siv id a d . E l p la ce r p ro v ien e n o d e la ad ició n d e
lo s sig n ifica d o s b a jo el m ism o sign ifican te (in te rp retació n ec o n o m ista),
sin o d e esa an u lación d e l tie m p o ló g ic o d e la en u n ciación , lo q u e eq u iv ale
a la an u lación d el p ro p io sign ifican te (in terp retación an ti-eco n o m ista). A d e ­
m ás, el W itz « E ife r s u c h t, e tc .» co n stitu y e u n a esp e cie d e acop lam ien to
sa u ssu ria n o : realiza al n iv e l de u na fra se y d e su «a n ti- fra se » lo q u e Saus-
su r e decía d e c a d a v o c a l y d e su co n tra-vocal en el v e r so . L a r e g la actú a
a q u í al n ivel d e un sin tagm a en te ro , m ie n tra s q u e p a ra S a u ssu re actú a
en lo s e le m e n to s n o sig n ifica tiv o s (fo n em as o d ífo n o s), p e ro es siem pre
la m ism a re gla d e revolu ció n d e un sig n ifica n te so b re sí m ism o d e d o n d e
su rg e la ch ispa d e p la ce r, W itz o p o em a. P o c o im po rta la « r iq u e z a » del
se n tid o o de los m ú ltip le s se n tid o s. M u y al co n tra rio : es el sig n ific a d o el
q u e hace a m en u do q u e el p lacer d el W itz sea re lativ am e n te p o b re , son
los sig n ifica d o s los q u e cierran el ju e g o al sa lv a g u a rd a r el se n tid o . M ie n ­
tras q u e en el la p so d e tiem p o in fin itesim al d e l re g re so d el sign ifican te so ­
bre sí m ism o , en el tie m p o de esa an u lació n , hay una in fin id ad d e se n tid o s,
u na v irtu a lid a d d e su stitu c ió n in d e fin id a , g a sto lo c o y u ltra r á p id o , co rto ­
circu ito in sta n tán eo d e to d o s lo s m e n sa je s, p ero d e fin itiv a m e n te n o signi-
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 261

fic a d o s. E l se n tid o n o o p e ra : p erm an ece e n e s ta d o d e circu lación , d e cen ­


trifu gación , d e « r e v o lu c ió n » . C o m o lo s b ien es en el in te rca m b io sim b ó lico :
in cesan tem en te d a d o s y d e v u e lto s, sin caer ja m á s b ajo la in stan cia d el
v a lo r.

F re u d h abla en to d as p artes d e la « té c n ic a » d el chiste, q u e d istin g u e


así d e l p ro c e so fu n d a m e n ta l: « L a técn ica d el W itz co n siste en e m p le ar
u n a so la y m ism a p a la b ra d e d o s m an eras, u n a p rim era vez en tera, u na
se g u n d a vez d e sc o m p u e sta en síla b a s en fo rm a de c h a ra d a » , p e r o e sto
n o e s m ás q u e « té c n ic a » . L o m ism o p a r a el re em p leo d e l m ism o m a teria l:
to d a s e sa s técn icas se re su m en en u n a so la ca te g o ría : la co n d en sació n :
« L a c o n d en sa ció n sig u e sie n d o ¡a ca teg o ría a la cu al están su b o rd in a d a s

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
to d as la s d em ás. U n a te n d e n c ia a la co m p ren sió n , o m ejo r, al a h o rro ,
d o m in a to d a s e sta s técn icas. T o d o p are ce se r, c o m o d ice H a m le t, cu estió n
d e e c o n o m ía ...» L o q u e se le esc a p a a q u í a F re u d e s q u e las « té c n ic a s »
d e l W itz so n p o r s í m ism a s fu e n te s de p la ce r. L o a firm a sin em b a rg o
(E l c h iste y s u s re lac io n e s con el in con scien te, col. Id e a s, p. 1 8 0 ), p ero
p ara a ñ ad ir a co n tin u ació n (p . 1 9 6 ): «E m p e z a m o s a co m p ren d e r q u e lo
q u e h em o s d e scrito com o técnica del W itz , so n m ás b ien las fu e n te s d e
d o n d e el W itz sa c a el p la c e r ... L a té c n ica p a r tic u la r, p ro p ia d e l W itz,
c o n siste en p ro te g e r e sa s fu e n te s, g e n e ra d o ra s d e go zo , co n tra el in stru ­
m ento d e la crítica q u e in h ib iría ese p la c e r ... D esd e el o rig e n , m isión
es su p rim ir la s in h ib icion es in trín se c a s y re a b rir las fu e n te s d e p la ce r
q u e e sa s in h ib icio n e s h ab ían p ro h ib id o » . D e m o d o q u e lo q u e p o d ría
su rg ir d e la o p eració n m ism a d e l W itz es re m itid o a u n a « f u e n t e » o rig i­
nal, d e la cu al el W itz só lo es en ton ces u n m e d io técnico.
E l m ism o e sq u e m a p ara el p la ce r d e l recon ocim ien to y d e l re cu erd o
(I b id ., p. 1 8 3 ): «R e c o n o c e r lo co n o cid o es u n p la ce r y n o s se rá fá cil re­
co n ocer en e se p la ce r el d el ah o rro , in c lu irlo en el ah orro d e esfu e rz o
p síq u ico . E l recon ocim ien to e s en sí u n p la ce r en razón d e la red u cción
d el gasto p síq u ico . . . L a rim a , la alite ració n , el estrib illo y o tra s fo rm a s de
re p artición d e lo s so n id o s en p o e sía , e x p lo ta n esa m ism a fu e n te d el p lacer
d e re en co n trar lo c o n o c id o ». A q u í d e n u evo, e sta s técnicas «ta n e s tre ­
ch am en te em p a re n ta d a s co n la d e l e m p le o m ú ltip le d e l m ism o m a teria l
en el W itz » , n o tienen se n tid o en sí m ism a s: está n su b o rd in a d a s al re su r­
gim ien to d e u n c o n ten id o m n ésico (conscien te o in con scien te: p u e d e ser
un fa n tasm a o rig in a rio , d e in fan cia, e tc .), d el cu al só lo so n el m ed io d e
e x p re sió n .u 14

14. En esta reducción, en esta primacía de la economía del inconsciente, estriba


la imposibilidad para Freud de teorizar verdaderamente la diferencia entre el fan­
tasma y la obra de arte. Podrá decir que todo lo que él analizaba había sido intuido
ntes por los poetas, o también (en Gradiva) que no hay privilegio del psiquiatra so­
bre el poeta, y que éste puede muy bien, «sin restarle nada a la belleza de su
262 JE A N BA U D RILLA R D

T o d a in terp retació n d el W itz, así co m o d e lo p o é tic o , en térm in os de


«lib e ra c ió n » d e fa n ta sm a s o de en ergía p síq u ic a es fa lsa . C u a n d o el sig­
n ificad o hace irru p c ió n y circuí? en to d o s lo s sen tido s (sim u lta n e id a d de
lo s sig n ific a d o s p ro v e n ie n te s de la s d istin ta s ca p a s de lo p síq u ic o , trans-
v e rsa lid a d d e l sign ifican te b ajo el e fe c to d e lo s p ro ce so s p rim a rio s), no
n o s re ím o s y n o g o z a m o s: es la a n g u stia , es la alucin ación y la locu ra.
A m b ig ü e d a d y p o lisem ia son a n g u stio sa s p o rq u e la o b sesió n del sen tid o
(la ley m o ral d e la sign ificació n ) p erm an ece in ta cta , al tiem p o q u e el se n ­
tid o claro y u n ív o co no le re sp o n d e. E l go zo su rg e al co n tra rio , p o rq u e to d o

obra»(!) expresar en toda su profundidad un problema inconsciente. El acto poético


sigue siendo adicional, sublime pero adicional. J.-F. Lyotard trata de relevar a Freud

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
sobre este punto, devolviendo toda su importancia a la distinción del fantasma y de
la obra, pero procurando articularlos rigurosamente. Denuncia primeramente todas
las interpretaciones en términos de «liberación» del fantasma. Liberar el fantasma
es absurdo, puesto que éste es prohibición del deseo y porque es del orden de la
repetición (eso es lo que se produce actualmente con la «liberación» del incons­
ciente: se lo libera en cuanto rechazado e ilícito, es decir, bajo el signo del valor,
de un supervalor inverso; ¿pero quizá es eso la «Revolución»?). Lyotard dice: «El
artista lucha por liberar en el fantasma lo que es propiamente proceso primario, y
que no es repetición» (Dérive a partir de Marx et Freud, p. 236). Para Freud, el
arte debe ser situado por referencia al fantasma... solamente el artista no oculta sus
fantasmas, les da forma en objetos efectivamente reales, y por añadidura [ ! ] la
presentación que hace de ello es una fuente de placer estético» (p. 56). Esta teoría
torna en Lyotard giros «invertidos»: el fantasma' del artista no se produce en la
realidad como juego, como reconciliación, como realización de deseo, se produce en
la realidad como contra-realidad, sólo interviene en la carencia de la realidad, y ex­
cava esa carencia. «La función del arte no es el ofrecer un simulacro real de
realización de deseo, sino el mostrar por el juego de sus figuras, a qué desconstruc­
ción hay que librarse, en el orden de la percepción y del lenguaje, para que una
figura del orden inconsciente se deje adivinar por su propia evasiva (presentación
del proceso primario)».
¿Pero cómo puede el fantasma, siendo prohibición de deseo, tener de pronto
ese papel subversivo? Lo mismo para los procesos primarios: «Diferencia con el
sueno, el síntoma: en la obra, las mismas operaciones de condensación, desplazamien­
to, figuración, que en el sueño o el síntoma tienen corno finalidad el disfrazar el
deseo porque es intolerable, son empleadas en la expresión para separar la «buena
forma», el proceso secundario, para exhibir lo informe que es el desorden del orden
inconsciente» (p. 58). ¿Cómo entender que los procesos primarios puedan ser inver­
tidos en esa forma? ¿No están ligados a la propia operación del deseo reprimido,
o bien es que son el modo de existencia de un inconsciente puro y duro, de un
inconsciente «infraestructura!» insuperable? Lyotard entonces se condenaría a sí
mismo, ya que dice justamente que «no se alcanzan jamás los procesos primarios.
Tomar el partido del proceso primario es también un efecto de los procesos se­
cundarios».
Ahora bien, eso es lo que hace el artista: «Este trabajo [del artista] puede ser
asimilado al del sueño, y en general a las operaciones del proceso primario, pero
las repite invirtiéndolas, porque las aplica a la obra misma de ese proceso, es
decir, a las figuras salidas del fantasma» (p. 65).
Y más radicalmente aún: «E l artista es alguien en quien el deseo de ver la
muerte, al precio de morir, puede más que el deseo de producir» ... «la enfermedad
no es la irrupción del inconsciente, es esa irrupción y la lucha furiosa contra ella.
E l genio se aventura hasta la misma figura de profundidad que la enfermedad, poro
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y L A M U ER TE 263

im p e ra tiv o , to d a referen cia a l se n tid o (m a n ifie sto o la te n te ) h a s id o b a rri­


da, y e so n o es p o sib le m ás q u e en la re v ersib ilid a d e x ac ta d e to d o se n tid o ;
n o en la p ro life ra c ió n , sin o en k re v e rsió n m in u cio sa de to d o se n tid o . L o
m ism o su cede con la e n erg ía : ni su « lib e ra c ió n » e x p lo siv a , ni su d e slig u e ,
ni su so la d e riv a , n i su « in te n s id a d » so n p la c e r; só lo la re v e rsib ilid a d es
fu e n te de p la c e r.15
C u a n d o re ím o s o cu a n d o g o zam o s es q u e de u n a m an era u o tra , una
to rsió n o re to rsió n del sign ifican te o d e la en ergía ha o c u rrid o p ara h acer
el vacío. C o m o en el cu en to d e l q u e p e rd ió su lla v e en u n a c a lle ja o scu ra,
y la b u sc a b a jo el fa ro l, p o rq u e es la ú n ica p ro b a b ilid a d q u e tie n e d e
en co n trarla. A e sa lla v e p e rd id a , se le p u e d en d a r to d o s lo s se n tid o s o c u lto s
(m ad re, m u erte, fa lo , castració n , e tc .), p o r lo d e m ás, to d o s in d ecid ib les y
eso p o c o im p o rta : es el v acío d e u na razón ló g ica q u e se re p ite ex a c ta m en te
p ara d e stru irse , y e s en el v acío así c re a d o q u e e x p lo ta n la risa y el

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p lace r (y n o p o rq u e en ese vacío «d e sa p a re c e y se e rig e lo re p rim id o d el
v e rb o , su su b su e lo » Y y o ta rd ). F re u d d ice m u y b ien : « E n tfe s se lu n g d e s
U n sin n s», d e se n cad en am ien to del n o-sen tid o. P e ro el n o-sen tid o n o es el
in fiern o o c u lto d el se n tid o , ni la em u lsió n de to d o s los se n tid o s rech aza­
d o s y co n tra d icto rio s. E s la re v e rsib ilid a d m in u ciosa d e to d o térm in o ;
su b v e rsió n p o r reversión .
E s p o r esta ló gica in tern a d e l W itz q u e hay q u e in terp re ta r u na d e su s
cara c te rístic as « e x t e r n a s » : se co m p arte , n o se co n su m e so lo , n o tien e sen ­
tid o m ás q u e en el in tercam b io . L a agu d eza o el ch iste so n co m o lo s
b ien es sim b ó lico s, e l ch am p án , lo s re g a lo s, lo s b ien es e s c a so s, la s m u je res
en las so c ie d a d e s p rim itiv a s. E l W itz ev o ca la risa o la re cip ro cid a d d e

él no se defiende de ella; la desea» (p. 60-61). ¿Pero de dónde proviene, sino de


un vuelco de la «voluntad», de una «gracia actual» inapresable, esa conformidad con
la «crueldad» del inconsciente? ¿Y de dónde viene el gozo que emana de este acto
que debe resultar de la forma y no del contenido? Esta forma, para Lyotard, no está
lejos del vado místico. El artista, según él, dispone «un espacio desconstruido», un
vacío, una estructura para acoger la irrupción fantasmática. «El sentido viene como
infracción al discurso, es fuerza o gesto en el campo de las significaciones, impone
silencio. Y en ese agujero, lo reprimido del verbo, su subsuelo, se levanta y se
erige.»
Ese vacío, ese silencio — depuración que antecede a la irrupción— peligrosa ana­
logía con el proceso místico. ¿Pero sobre todo, de dónde proceden? ¿Cuál es el pro­
ceso de la «desconstrucción»? Parece más bien que no tiene nada que ver con el
proceso primario, al que se le adjudica aquí un doble rol incomprensible: está de los
dos lados de la inversión. ¿No vale más dejarlo francamente del lado del rechazo y
de la repetición y despejar el acto poético de toda contradependencia psicoanalítica?
15. El placer, satisfacción, realización de deseo corresponden al orden econó­
mico, el gozo es de orden simbólico. Hay que hacer la distinción radical entre los dos.
No hay ninguna duda de que el ahorro, el reconocimiento, la elipse psíquica, la re­
petición compulsiva son fuentes de un cierto placer (entrópico en cierta forma, invo-
lutivo, a la vez heimlich y unheimlich, familiar e inquietante, nunca exento de
angustia puesto que está ligado a la repetición del fantasma. Lo económico es siem­
pre acumulativo y repetitivo. Lo simbólico es reversivo, disolución de la acumula­
ción y de la repetición; disolución del fantasma.
264 JE A N BA U D RILLA R D

otro cu en to g ra c io so , o incluso un v e rd ad ero p o tla tc h d e cu en to s su cesiv o s.


Sab em os q u é re d sim b ó lica d e co m p licid a d tejen algun os cu en tos o agu d e­
z a s, q u e van de una a otra co m o an tig u am en te la p o e sía . T o d o re sp o n d e
a q u í a la o b ligació n sim b ó lica. G u a rd a r p ara u n o u n cu en to g ra c io so es
ab su rd o , n o re írlo e s o fe n siv o , p e ro re ír el p rim e ro d e su p ro p ia h isto ria
ro m p e tam b ién a su m an era, las ley e s su tile s d e l in tercam b io .16
Si el W itz se in scrib e n ecesariam en te en un in tercam b io sim b ó lico , es
p o rq u e e stá lig a d o a un m o d o sim b ó lico (y n o ec on óm ico) d e l p la c e r. S i
é ste d e p e n d ie ra d el « a h o rro p síq u ic o » n o v e m o s p o r q u é cad a cu al n o se
r e ir ía so lo , o el p rim e ro , d e tod a esa e n e rg ía p síq u ic a « lib e r a d a » . E s n ece­
sario, p o r lo ta n to , q u e haya alpo m ás q u e lo s m ecan ism os econ óm icos in ­
co n scien te s, y q u e fu e rz a a la re cip ro cid ad . E sa o tra co sa es p recisam en te

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
la an u lación sim b ó lica d e l v alo r. E s d e b id o a q u e lo s térm in o s se in te r­
cam b ian sim b ó licam en te , es d ecir, se re v e rsib iliz an y se an u lan en su m is­
m a o p era c ió n , q u e lo p o é tico y el W itz estab le ce n u na relació n so cial del
m ism o tip o . Sólo los su je to s d e sp re n d id o s d e su id e n tid a d , co m o la s pa­
la b ra s, está n co n sag ra d o s a la re cip ro cid a d so cial en la risa y el gozo .

T e o ría a n tim a te ria lista d e l len gu aje

V e m o s p e rfila r se , en la in terp re tació n p sico an alítica d e l sueño, d e l


W itz, de la s n eu ro sis y, p o r e x te n sió n , de la p o e sía , u na teo ría « m a te ria ­
lis t a » d el len g u aje. L o qu e hace p o sib le el trab ajo d el p ro c e so p rim a rio
es q u e el in co n scien te trata la s p a la b ra s co m o c o sa s. E l sig n ifica n te , e s ­
ca p an d o al h o rizo n te y a la fin a lid a d del sig n ifica d o , se v u e lv e p u ro m a ­
te ria l, d isp o n ib le p a ra o tr o tra b a jo ; m a te ria l «e le m e n ta l» d isp o n ib le p ara
los p lie g u e s, lo s a rra str e s, la s in terp e n e tra cio n e s d el p ro c e so p rim a rio . L a
su stan cia fó n ica d e l len gu aje ad q u iere la inm an en cia d e la co sa m a teria l,
cae m ás acá (si es q u e e sta s fórm ulas tienen un se n tid o ) de la p rim era
articu lación (u n id ad es sig n ific a tiv a s), q u izá incluso, m ás acá de la segu t>
d a articu lación (u n id ad e s d istin tiv a s). L o s so n id o s (o tam bién las letras)
son co n ceb id o s en to n ces co m o Jos á to m o s d e u na su sta n cia n o d iferen te
de la d el cu erp o .
P u e d e p arece r q u e hay en e sto u na ra d ic alid a d in su p e ra b le d e l le n ­
gu aje. T r a ta r las p a la b ra s « c o m o c o s a s » se ría ir al o rig e n de la o p eració n
p ro fu n d a d el le n g u aje , p u e sto q u e p arece q u e se haya d ich o to d o cu an d o
se ha e x tr a íd o al fin una b a se « m a te r ia lista » . P e r o a q u í su cede con el
m a teria lism o co m o en to d as p arte s. E l d e stin o filo só fic o d e esta te o ría es
p ro d u cir u n sim p le v u elco d el id e alism o , sin su p erar la especu lació n sin

16. Freud piensa, siempre dentro de la lógica de la interpretación económica,


que, si no se ríe el primero es porque la iniciativa del Witz requiere un cierto gasto
psíquico y, por lo tanto, no hay un excedente disponible para el placer. E l mismo
admite que no es una explicación muy satisfactoria.
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 265

fin , y p o r u n sim p le ju e g o d e altern an cia. Y a s í e s co m o lo s co n ce p to s d e


« c o s a » y d e « m a t e r ia » , fo rja d o s n eg a tiv a m en te p o r el id e a lism o c o m o su
in fiern o , su fa n ta sm a n egativ o , h an p a sa d o tran q u ilam en te al e s ta d io d e
re a lid a d p o sitiv a, o sea, d e p rin c ip io re v o lu cio n a rio d e e x p lic a ció n , sin
p e rd e r en a b so lu to e sa a b strac ció n q u e le vien e d e su o rig e n . E l id e alism o
h a c re a d o u n fa n ta sm a , en la re p re sió n , d e la « m a t e r ia » , y éste, c a rg a d o
d e to d o s lo s e stig m a s d e la re p re sió n id e a lista , es el q u e re su rg e en el
m a teria lism o . P re g u n té m o n o s b ie n p o r e se co n ce p to d e « c o s a » m e d ia n te
e l cu al se p re te n d e ce rca r al m á s allá d e la re p re se n ta ció n . E v a c u a d a to d a
trascen d e n cia, q u e d a u n a m a teria b ru ta , o p a c a , « o b je t iv a » , u n se r su sta n ­
cial, b a se m o la r, o m o le cu lar, d e p ie d ra o d e len g u aje. ¿ A c a s o n o está
c la ro q u e es el ú ltim o g o lp e , y el m á s su til, d e l id e alism o , e l h a b e r ence­
rr a d o lo q u e lo n egab a en esa su sta n cialid a d irre d u ctib le , leg itim á n d o la así
c o m o re fe re n c ia l a d v e rso , c o m o co a rta d a , y co n ju rán d o la en un « e fe c t o »

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e re a lid a d q u e se co n v ierte en el m e jo r a p o y o d e l p e n sa m ie n to id e a lista ?
L a « c o s a » , la « s u s t a n c ia » , la « in fr a e str u c tu r a » , la « m a t e r ia » n o tien en
n in gún o tro se n tid o . Y la teo ría « m a te r ia lis ta » d e l le n g u aje cae en la
m ism a tra m p a d e co n trad ep e n d en cia id e a lista . N o e s c ie rto q u e la s p a ­
la b ra s, c u a n d o sale n d e la re p re se n ta ció n , c u a n d o p ie rd e n la razó n d e l sig ­
no, se co n vierten en « c o s a s » y p a sa n a en carn ar u n e s ta tu to m ás fu n d a ­
m en tal d e la o b je tiv id a d , u n p lu s d e re a lid a d , u n e stad io re c u p e ra d o de
ú ltim a in stan cia. N o h ay p e o r co n tra se n tid o .
T r a ta r la s p a la b ra s «c o m o c o sa s» . . . p a ra e x p re sa r L A c o s a : e l I n ­
co n scien te, p a ra m a teria liza r u n a e n e rg ía laten te. E s sie m p re la em b o sc a d a
d e la ex p re sió n , au n q u e a q u í lo q u e e s p o sitiv iz a d o c o m o re fere n cial es
lo re p rim id o , lo n o-d ich o, lo in d ecib le q u iz á ; p e ro n o en algu n a p arte
v u elv e a a d q u irir fu e rz a de in sta n cia , si n o es d e su sta n cia. E l p en sam ien ­
to occiden tal n o so p o r ta , no h a so p o rta d o n un ca en el fo n d o el v a c ío de
la sig n ificació n , el n o-lu gar y el n o-v alo r. N e cesita una tó p ic a y u n a e c o ­
n óm ica. L a re a b so rc ió n rad ic al d el sig n o in a u g u rad a en lo p o é tic o (y sin
d u d a tam b ién en el W itz ), tien e que v o lv e rse el sig n o d e sc ifra b le d e un
n o-dicho, d e una cosa que n o re v elará nun ca q u izá su se cre to , p ero q u e p or
eso m ism o ad q u ie re aún m ás v a lo r. S é m u y bien q u e el p sic o a n á lisis no
es una « v u lg a r » h e rm en éu tica, sino una m u y su til en la m edida en que
d e trá s del tra b a jo d el m aterial sign ifican te siem p re tiene lugar otra co sa ,
o t r o m u n d o , o tra e sc e n a , c u y o s co n to rn o s p u e d e re d e scu b rir u n len gu aje
esp e cia liz a d o . E l g o z o n o es n u n ca el de u n a co n su m ació n p u ra y sim p le.
E s siem p re lo q u e se m e tab o liza de lib id o en e se tra b a jo , lo q u e se « h a b la »
d e l fo n d o de lo s fa n ta sm a s, lo q u e se lib e ra de afecto . E n re su m en , ese
m aterial de len gu aje e stá en cau zad o ya p o r u na tran sfo rm ac ió n (en este
c a so u na tran scrip ció n ) p o sitiv a , d e p e n d e d e an tem an o de la in terp re ta ­
ción , q u e Io en v u elv e co m o su razón a n alítica.17 L a « C o s a » se o c u lta, y
o cu lta o tra co sa . B u sc a d la fu e rza, b u sc a d el sign ifican te.
17. Toda materia es una materia prim a. Es decir, que su concepto no surge
sino en función de un orden de producción. Todos aquellos que se quieren «mate-
266 JEA N BA U D RILLA R D

M o tiv ac ió n p ro fu n d a d el sig n o / sín to m a, c o n su sta n cia lid a d d e la p ala ­


b ra y d e la co sa , d el destin o de len g u aje y d el destin o d e im p u lso , d e la
fig u ra y d e la fu erza. E c o n o m ía lib id in al cu yo p rin cip io e s siem pre el
m e tafo riz a r (o m eto n im izar) el in con scien te, el cu erpo, la lib id o , el fa n ta s­
m a, en u n d e so rd e n d e len gu aje. E n la m o tiv a ció n lin g ü ística , e s lo ar­
b itra rio del sign o lo q u e se som ete a una a n alo gía p o sitiv a del sign ifican te
y d e la co sa sig n ifica d a. E n la m o tiv ació n p sico a n alítica , es u na n ecesid ad
in v e rtid a la q u e une el sign ifican te d e sc o n stru id o a un p o ten cial en ergético
p rim a rio . L a m otivación ap arece aq u í co m o tra n sg re sió n d e u na fo rm a
p o r p a rte d e u n co n ten id o in su rreccio n al. E s la su rre a lid a d ciega d e la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
lib id o la q u e h ace re v e n ta r el p rin cip io de re a lid a d y d e tran sp aren cia
d e la len gu a. E s así co m o es in te rp re ta d o , en el m e jo r de lo s c a so s, lo
p o é tic o : e s el ru id o v ita l d e L u cia n o B e rio , e s el tea tro de la cru eld ad
d e A rta u d , este rto r, g rito , ja d e o , el conjuro y la irru pción del cu erp o en
el esp a c io re p re siv o in terio rizad o d e la len gu a. Irru p c ió n de im p u lso s p a r­
ciales q u e em ergen a la su p e rfic ie en cu an to p arciales, b a jo el se llo d e la
rep resió n , tr a n sg re siv o s/r e g re siv o s a la vez, p o rq u e esta lib e ració n no es
p recisam en te m á s q u e la de un co n ten id o re p rim id o , m a rc a d o en cu an to
tal p o r la h egem on ía d e la fo rm a.
E s m e jo r q u e la b risa d e S w in b u rn e, p ero e s siem p re m o tiv ació n y
m e táfo ra . M e táfo ra v ita lista , en ergética, co rp o re ísta , de ese te a tro d e la
cru eld ad . Y p o r tan to , teleológica en ú ltim a in sta n cia , aun qu e se trate d e
u na fin a lid a d salvaje. M a g ia de u na « lib e ra c ió n » d e la fu erza o rigin al (s a ­
b em o s la afin id a d a m en u d o esca b ro sa d e A r ta u d con la m agia y el ex o r­
cism o , o sea, el m isticism o orgíaco ) (H é lio g a b a le ). L a m etafísica e stá siem ­
p re a la v u e lta , com o e s tá a la v u elta d e la visión ec o n ó m ica /e n e rg é tic a
d el p ro ce so in con scien te (es d ecir, llan a y sim p lem e n te d el co n ce p to de
in co n scien te ): ten tació n m e tafísica d e la su sta n tifica ció n del I .C .S . com o
c u e rp o , y p o r tanto, d e la fin a lid a d d e su lib e ració n . Ilu sió n c o n te m p o rá ­
n ea d e la re p re sió n q u e se re p re se n ta el in co n scien te com o co n ten id o,
co m o fu e rza. E l triu n fo de la fo rm a es c irc u n scrib ir lo q u e n iega com o
co n ten id o , y e n v o lv erlo en u na fin a lid a d de e x p re sió n de co n ten id o o d e
re su rrección de fu e rzas.
E n e ste p u n to , no hay m u ch a diferen cia e n tre lo lin g ü ístico y lo psi-
co an a lític o : es siem p re la m ism ? ten tativa de b a sa r lo p o ético en la con-

rialistas» (científicos, semióticos, históricos, dialécticos, etc.) deben recordarlo. Inclu­


sive el materialismo sensualista del siglo xvm es el primer paso hacia una «liberación»
del cuerpo según la función/placer, como materia prim a de una producción de placer.
La materia no es otra cosa que fuerza productiva Pero la producción, por su
parte, no tiene nada de «materialista», ni de idealista, desde luego. E s un orden y
un código, un punto, eso es todo. Lo mismo la ciencia: es un orden y un código,
no es ni más ni menos «materialista» que la magia o cualquier otra cosa.
E L IN T E R C A M B IO S IM B O L IC O Y LA M U E R T E 267

n a tu ra lid a d d e l len gu aje y d e su o b je to : « L a d ista n cia d e la s p a la b ra s a las


c o sa s se tra n sfo rm a p o r e l u so d<ó lo q u e hay de « c o s a » en la p a la b ra , p or
m e d iación de su carne y del eco qu e su carne puede p rodu cir en la cavern a
de la se n sib ilid a d , en el ru m or q u e su scitaría allí la c o sa » (L y o tard , D is-
co u rs, F ig u re . p . 7 7 ). D e este m o d o , los lin g ü ista s tra ta rá n de sa lv a r el
v a lo r « s im b ó lic o » de la so n o rid a d co n tra la te sis de lo a rb itra rio . M ás ad e­
la n te: « L a co sa n o es «in tro d u c id a en » el le n g u aje , p e ro la d isp o sició n de
é ste h ace qu e se e x p a n d a n so b re la s p a la b ra s y en tre e lla s, l o s ritm o s que
co n suen an con los qu e su sc ita ría en n u e stro cu erp o la co sa d e q ue h ab la
e l d isc u r so » . ¿ Q u é m ilagro hace con son ar la « c o s a » y la p a la b ra p o r
m ediación d e l cu e rp o ? ¿ E l ritm o ? L a m e táfo ra . Se tra ta efectiv am en te,
en to d o esto , de una econ om ía p o sitiv a d e la m etáfora-, la idea d e u n a re­
co n ciliación en tre la « c o s a » y !a p a la b ra d e v u elta a su m a teria lid a d . P ero
e s to es fa! s o . Si es cierto qu e el d isc u rso ló gico n iega la m a te ria lid a d de la

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
p alab ra (el W o rtk o rp e r), lo poéti co n o es en a b so lu to , p o r sim p le in v e rsió n ,
resu rrección de la palabra com o co sa. L e jo s de hacer aparecer la « c o s a » ,
a p u n ta a d e stru ir el le n g u aje m ism o co m o co sa. L o p o é tic o es p recisam en te
la v o latilización d el e sta tu to re sp ectiv o de la cosa y del d iscu rso . E s d ecir,
qu e tien d e a la exterm in ació n nel len gu aje co m o d iscu rso , p e ro tam b ién
co m o m a te ria lid a d ; no re p rim ién d o la, co m o lo hace el d iscu rso , sin o to ­
m án dola en cuenta hasta an iq u ilarla.

A sí p u e s, n os en co n tram o s con que K riste v a , a su v e z , en u ncia, a


p a rtir de H e r á c lito y d e L u cre cio , una teoría m a teria lista del sign ifican te:
las p a la b r a s n o ex p re san lo real (c a m b ia n te), sin o q u e lo so n . N o p o r la
m e d iación de las id e as, sin o p o r esa c o n su sta n cia lid a d , q u e es m á s que
una «c o rre sp o n d e n c ia ») en tre la cosa m a te ria l y la su stan cia fó n ica d el
len gu aje. H o m o lo g ía con el p sic o a n á lisis: si el len gu aje hace v e r el in ­
co n scien te, n o es q u e lo ex p re se , es q u e tiene la m ism a e stru c tu ra , es que
se articula y h ab la de la m ism a form a. E l m ism o corte, la m ism a escen a,
la m ism a « m a n e r a » , el m ism o tra b a jo . D o n d e lo s a n tigu o s decían el fu e g o ,
el agu a, el aire, la tie rra , n o so tro s d e cim o s: el le n g u aje , el in co n scien te, el
cu erpo.
P e ro decir que el len gu aje hace ver el fuego, el aire, el a g u a , la
tierra (o e l tra b a jo d e l in con scien te) p o rq u e él m ism o es ele m en to , su s­
tan cia ele m en tal en a fin id a d d ire cta co n to d as las dem ás, re su lta a la vez
m ás rad ic al q u e to d a « m o tiv a c ió n » p sic o n a tu ra lista , y m u y le ja n o de la
v e rd ad . E s n ece sario d arle a to d o e sto u n v u elco : es a co n d ic ió n de v e r q u e
el fu e g o , el a g u a, la tie rra , el aire, n o so n ni v a lo re s, ni elem en to s p o siti­
v o s, qu e so n m e táfo ra d e la d iso lu ció n co n tin u a del v a lo r, d e l in tercam ­
b io sim b ó lico d e l m u n d o — qu e n o so n su sta n c ias, sin o a n tisu sta n c ia s, an ­
tim a te ria s— y en este se n tid o es q u e p u e d e d ecirse qu e el len g u aje se
le s u n e cu an d o se le su stra e a la ló g ic a d e l sig n o y d e l v a lo r. E s o es lo q u e
268 JEAN BAUDRILLARD

d ecían lo s m ito s a n tig u o s so b re io s e le m e n to s, e so es el m ito h e raclitian o


y n ietzsch ean o d e l d e v e n ir, y p o r eso eran p o é tico s y m u y su p e rio re s a
to d a in terpretación a n alítica, la cu al tra n sp o n e esa d isolu ción en la in sta n ­
cia o cu lta d e u n n o -d ich o , q u e se tra n sp a re n ta en u n n o -d ecir, o u n de-
cir-otro.
E n la o p eració n sim b ó lica n o h ay re fe re n c ia l m a te ria lista , n i siq u ie ra
« in c o n sc ie n te » . E s, p o r el co n trario, u n a o p eració n « a n tim a te r ia » . ¡C u id a d o
co n la cien cia-ficció n !, p e ro e s cierto q u e hay cierta an alogía en tre u n a p a r­
tíc u la y su a n tip a rtícu la , cu y o en cu en tro p ro d u c e el an iq u ilam ie n to d e am ­
b a s (y ad em ás u n a en ergía fa b u lo sa ) y el p rin cip io d e la v o ca l y d e su
co n tra-vocal en S a u ssu re , o m ás ge n e ralm en te, el de c u a lq u ie r sign ifican te
y su d o b le an agram ático q u e lo su p rim e : a q u í tam p o co q u ed a n ad a, ap arte

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
d e un g o z o fa b u lo so .
K riste v a : « E n ese esp a c io o tro , d o n d e las leyes ló gicas d e la p a la b ra
so n d islo c a d a s, el su je to se d isu e lv e y en lu g a r d e l sign o , se in stau ra el
ch oqu e de sig n ifica n te s an u lán d o se m u tu a m e n te . U n a o p eració n d e nega-
tiv id a d g e n e raliz ad a, q u e n o tiene n ad a q u e v e r con la n egativ id ad qu e
co n stituy e el ju ic io (A u fh e b u n g ) ni con la n e g a tiv id a d in tern a a l ju icio
(lógica 0 -1 ); una n eg a tiv id a d qu e an iq u ila (b u d ism o : su n y a v ad a ). U n s u ­
je to ce ro ló gico , un n o -su jeto q u e a su m e e ste p en sam ien to q u e se a n u la ».

M á s a llá d e l inconscien te

L a cu estió n es e sta : el in con scien te, esa en ergía, ese p o ten cial de
a fecto q u e , en su re p re sió n y por su tra b a jo , e stá en la b a se d e l d e sa ju ste ,
d e la d islo cació n « e x p r e s iv a » d e l ord en d e l d isc u rso y o p o n e su p ro ce so
p rim ario a lo s p ro ce so s se cu n d a rio s; ¿ p o d e m o s ech ar m ano de él co m o
h ip ó te sis d e l p ro c e so d e lo p o é tic o ? Y to d o p arece co n co rd ar ev id e n te ­
m en te: si el inconscien te es esa in stan cia irrev ersib le, en ton ces la d u a li­
d a d p ro ce so p rim a r io /p r o c e s o se cu n d ario es irred u ctib le, y e l tra b a jo d e l
se n tid o n o p u e d e co n sistir en otra co sa q u e en el re su rg im ie n to ■ de eso
re p rim id o , en su tra n sp a re n ta rse en la in stan cia re p re siv a d e l d iscu rso .
E n e ste a sp e c to , n o h ay d iferen cia en tre lo p o ético y lo n eu ró tico , en tre
e l p o em a y el la p su s. T o m am o s nota de la rad ic alid a d d e l p sic o a n álisis:
si los p rocesos p rim a rio s « e x is t e n » , actú an en to d as p artes y son p o r d o ­
q u ie r d e term in an te s. P e ro in v e rsam en te, Ja sim p le h ip ó te sis de un orden
d iferen te , d e u n o rd en d e lo sim b ó lico q u e ahorre el in con scien te, la p ro ­
h ibición y la re p re sió n , y q u e anule en el fo n d o la p rop ia d istin ció n en tre
p ro ce so p rim a rio y p ro c e so secu n d ario . E s a sim p le h ip ó te sis b a sta p a ra
re la tiv iz ar to d a la p e rsp e c tiv a p sico a n alítica , y no so lam en te en lo s te­
rrenos m arg in ales a ella p ero q u e h a u su srp a d o so b eran am en te (a n tro p o ­
logía, p o é tica , p olítica, etc .), sin o en su p ro p io terren o , en e l a n á lisis psí-
EL INTERCAMBIO SIMBOLICO Y LA MUERTE 269

qu ico, en la n eu rosis y en el tra ta m ie n to . Y v o lv ie n d o a M an n o n i, n o es


im p o sib le q u e el p sic o a n á lisis, q u e n ace d e la d istin ció n en tre p ro ce so
p rim ario y p ro c e so se cu n d a rio , m u era u n d ía d e la ab olició n d e dicha d is­
tin ción . L o sim b ó lico es ya ese m á s a l lá d e l in con scien te y d e l p sico a n á ­
lisis, ese m ás allá de la econ om ía lib id in a l, co m o está m ás allá d e l v alo r
y d e la eco n o m ía p o lític a.
H a y q u e o b se rv a r q u e lo s p ro c e so s sim b ó lico s (re v e rsib ilid a d , d isp e r­
sión an ag ram átic a, re a b so rc ió n sin resid u o ) n o se co n fu n d en en ab so lu to
con los p ro ceso s p rim ario s (d esp la z a m ien to , conden sación , re p re sió n ). Se
o p o n e n en tre sí, a u n q u e a m b o s se o p o n gan al d isc u rso ló g ico d e l se n tid o .
Y e sa d iferen cia sin g u la r (en cu a n to al g o z o ta m b ién ) h ace q u e u n su e­
ñ o , un la p su s o u n ch iste n o sean una o b ra o u n p o em a. D iferen cia en tre
lo sim bó lico y e l in con scien te lib id in a l, hoy eclip sada p o r e l p riv ile g io
d e l p sic o a n á lisis, p e r o q u e hay q u e re stitu ir; p ro h ib ir al p sic o a n á lisis in ­

© Del documento, los autores. Dlgltallzaclón realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
v a d ir a llí d o n d e n ad a tien e q u e d e cir: el cam po d e lo p o é tico (la o b ra d e
a rte ), d e lo sim b ó lico , d e la a n tro p o lo g ía (p rim itiv a ). F re u d n i M a r x
n o han sa b id o d e cir n ad a sin o re d u cto r, el u n o en el m o d o d e p ro d u c ­
ción, el o tro en la re p re sió n y en la castra ció n . D o n d e p sic o a n á lisis y
m a rx ism o fra c a sa n , n o hay q u e q u e re r h acerles d a r el sa lto d e l án gel
(y de la b e s tia ), hay q u e analizarlos sin p ie d ad en fu n ción d e lo q u e se
le s esca p a. E s o s lím ites d e l u n o y d e l o tro so n hoy lo s p u n to s e stra té ­
g ico s d e to d o a n á lisis rev o lu cio n ario .
M a rx cree re c u p e ra r en lo ec o n ó m ico y su p ro c e so d ia léctico , la in s­
tan cia fu n d a m en ta l. R e c u p e ra en re a lid a d , a tra v é s d e lo ec o n ó m ico y
su s co n v u lsio n es, lo q u e le o b sesion a en fo rm a sin to m ática: la sep aració n
m ism a de lo econ óm ico en cu an to in stan cia. L o qu e a tra v ie sa lo econ óm i­
co, lo h ace co n flictivo y lo co n v ierte en el lu g ar d e las co n trad iccio n es,
lo q u e esas co n trad iccio n e s, p o r v iolen tas q u e sean, racion alizan a su
m an era, es la a u to m atizació n fa n tá stic a d e lo econ óm ico e le v a d o a p rin ­
cipio d e re a lid a d .
P e r o e s to es cierto ta m b ié n d e l p sic o a n á lisis: b a jo el térm in o d e in ­
co n scien te y d e tra b a jo del in con scien te, F re u d recu pera c o m o in sta n ­
cia fu n d am en tal lo q u e, aq u í tam b ién , re su lta b a jo fo rm a d e p siq u ism o
in d iv id u al, d e u na fra c tu ra d e lo sim b ó lico . L a s re lacio n es co n flictivas
co n scie n te /in co n scie n te n o hacen m ás q u e tra d u cir la o b se sió n de esa se­
p aració n m ism a d e lo p síq u ic o en cu a n to tal. L a tó p ica fre u d ia n a ( I . C . S . /
P .C .S ./ C .S .) n o hace m á s q u e fo rm a liz a r y teo rizar co m o p re m isa o rig i­
n al lo q u e resu lta de u n a d e se stru ctu ració n .
E l an á lisis de M a r x , co m o ei d e F re u d , es crítico. P e r o si n i e l u n o
ni el o tro lo so n con re sp e cto a la se p aració n re sp ectiv a de su d o m in io ,
n o son co n scien te s del co rte q u e lo s fu n d a . S o n sin to m a to lo g ía s c rític as
q u e , su tilm eñ te , hacen d e su ca m p o sin to m á tic o re sp e c tiv o el cam p o d e ­
term in an te . P ro c e so s p rim a rio s, m o d o d e p ro d u cc ió n : p alab ras « r a d ic a ­
l e s » , e sq u e m as d e determ in acion es irre d u ctib le s. Y a títu lo d e ta le s e x ­
p ortan sus co n ce p to s y se im p erializan .
270 JE A N BA UD RILLARD

M arxism o y p sic o a n á lisis tra ta n hoy d e m ezclar, de in terca m b ia r sus


co n ce p to s. L ó g ic a m e n te , en efe cto , si a m b o s con cirn ieran a la crítica
« r a d ic a l» , d e b e ría n p o d e r h acerlo , p e r o no es así. L o q u e hay es e l fa n ­
tasm a y el fra c a so d e l fre u d o -m a rx ism o en to d a s su s fo rm a s. L a razón
p ro fu n d a d e l fra c a so incesan te d e esa tran sferen cia de co n ce p to s, de q u e
n o sea m ás q u e m e tá fo ra d e se sp e ra d a de un la d o co m o d e l otro , es p re ­
cisam en te q u e el m a rx ism o , co m o el p sic o a n á lisis, n o tienen coheren cia
sin o en su c irc u n scrip ció n p arcial (en su d esco n o cim ien to ) y n o so n p o r
tan to ge n e ralizab les co m o e sq u e m as d e an álisis.
N i su « s ín te s is » , ni su co n ta m in a ció n ; só lo su exte rm in ació n r e s ­
p e c tiv a p u e d e fu n d a r u n a teo ría ra d ic al. M a rx ism o y p sic o a n á lisis e stá n
en c risis. H a y q u e en trech ocar y p re c ip ita r su s c risis re sp e c tiv a s y n o

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
re sp ald a r la u na co n la otra. T o d a v ía p u e d en h acerse m u ch o d añ o recí­
p ro cam en te. N o hay qu e p riv a rse de ese esp e ctácu lo . N o so n m ás qu e
terren o s críticos.
IN D IC E

I. E L F I N D E L A P R O D U C C I O N . ............................................................ 11

L a revolu ción estru c tu ra l d e l v a l o r ................................................................. 11


E l fin d e la p r o d u c c i ó n ........................................................................................... 15
E l T r a b a j o ............................................................................................................. 18
E l S a l a r i o ............................................................................................................. 27
L a M o n e d a ............................................................................................................. 29

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
L a H u e l g a ............................................................................................................. 32
L a econ om ía p o lítica com o m odelo d e i m i t a c ió n ............................................ 40
E l tra b a jo y la m u e r t e .................................................................................................... 52

II. E L O R D E N D E L O S S I M U L A C R O S ..................................................... 59

L o s tre s ó rd en es de s im u la c r o s ................................................................................. 59
E l ángel d e e s t u c o ................................................................................................... 59
E l a u tó m a ta y el r o b o t .......................................................................................... 62
E l sim u lacro i n d u s t r i a l .......................................................................................... 64
L a m e tafísica d e l c ó d i g o .......................................................................................... 67
L o tá c til y lo d i g i t a l .................................................................................................... 72
E l h iper-realism o de la s i m u l a c i ó n ........................................................................ 83
K o o l K ille r o la insurrección d e l s i g n o ........................................................ 90

III. L A M O D A O L A M A G IA D E L C O D IG O . . . . 101

F r iv o lid a d d e lo d e j a - v u ............................................................................................... 101


L a « estru c tu ra » d e m o d a ...............................................................................................1 0 3
L a flo tació n d e lo s s i g n o s ............................................................................................... 1 0 6
E l « im p u ls o » d e m o d a ............................................................................................... 1 0 7
E l se x o m o d i f i c a d o ........................................................................................................1 1 0
L o i n s u b v e r s i b l e ................................................................................................................. 1 1 4

IV . E L C U E R P O O E L O S A R IO D E S IG N O S . . . . 117

El cu erp o m a r c a d o ........................................................................................................ 1 1 7
La d e sn u d ez s e g u n d a ........................................................................................................ 1 2 2
El « s t r i p - t e a s e » ................................................................................................................. 1 2 5
El n arcisism o d i r i g i d o ........................................................................................................ 1 2 9
La m an ip u lación i n c e s t u o s a ......................................................................................1 3 2
272 JE A N BA U D RILLA R D

M o d e lo s d e l c u e r p o .........................................................................................................1 3 3
P h a llu s exch an ge s t a n d a r d ...............................................................................................1 3 4
D e m a g o g ia d e l c u e r p o ........................................................................................................ 1 3 6
A p ó l o g o ....................................................................................................................................1 3 9
E l carn icero d e T c h o u a n g - T se u ......................................................................................1 4 0

V. L A E C O N O M IA P O L IT IC A Y L A M U E R T E . . . 143

L a extrad ició n d e lo s m u erto s ...................................................................................... 143


L a su p erv iv e n cia o la m u erte e q u i v a l e n t e ................................................ 1 4 6
E l gh etto d e u l t r a t u m b a ......................................................................................1 4 7
D e a th P o w e r ............................................................................................. . 149

© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2007
E l in tercam b io d e la m u erte en el ord en p rim itivo . . . . 150
S im b ó lico / R eal / I m a g i n a r i o ............................................................................ 153
E l in tercam b io i n e lu c t a b l e ......................................................................................155
E l inconscien te y e l orden p r i m i t i v o ................................................................... 1 5 6
E l d o b le y el d e s d o b la m ie n t o ............................................................................ 1 6 2
L a econ om ía p o lític a y la m u e r t e ............................................................................ 1 6 7
E l im p u lso d e m u e r t e .......................................................................... . . 171
L a m u erte en B a t a í l l e ........................................................................................................ 1 7 9
M i m u erte en to d a s p a r te s, m i m u erte q u e su e ñ a . . . . 185
M u erte p u n tu al-M u erte b i o l ó g i c a ...................................................................1 8 5
E l accid en te y la c a t á s t r o f e ......................................................................................187
L a m u erte « n a t u r a l » ...............................................................................................1 8 9
V ejez y tercera e d a d ............................................................................................... 191
M u erte n atu ral y m u erte s a c r i f i c i a l ................................................................... 192
L a p en a de m u e r t e ...............................................................................................195
E l ch an taje d e la s e g u r i d a d ..................................................................................... 2 0 8
F u n e ra l h o m es y c a t a c u m b a s ............................................................................ 2 1 2
L a m u erte d e s a f e c t a d a ...............................................................................................2 1 4
E l in tercam b io de la e n f e r m e d a d ...................................................................2 1 5
M u erte se x u a liz a d a , se x o m o r t í f e r o ...................................................................2 1 7
M i m u erte p o r to d as p arte s, m i m u erte q u e su eñ a . . . 218

V I. L A E X T E R M IN A C IO N D E L N O M B R E D E D IO S . . 221

E l a n a g r a m a .......................................................................................................................... 2 2 1
L o p o é tic o co m o exterm in ació n del v a l o r ................................................ 2 2 5
E l fin d e l a n a t e m a .............................................. 233
L o s n u e v e m illon es de n om b res d e D i o s ......................................................... 2 3 8
L o im agin ario d e la lin g ü ís t i c a ..................................................................................... 2 4 2
E l W itz, o el fa n ta sm a d e lo econ óm ico en F r e u d . . . . 252
T e o ría a n tim aterialista del l e n g u a j e ...................................................................2 6 4
M ás allá d e l i n c o n s c i e n t e ..................................................................................... 2 6 8
A d i f e r e n c i a d e la s s o c i e d a d e s p r im it i v a s t r a d i c i o n a l e s ,
n o h a y i n t e r c a m b i o s i m b ó l i c o a n iv e l d e s o c i e d a d e s
m o d e r n a s m á s q u e c o m o f o r m a o r g a n iz a tiv a . E s q u iz á
p o r e llo q u e lo s i m b ó l i c o le s p r e o c u p a c o m o su
p r o p i a m u e r t e , c o m o u n a e x i g e n c ia o b s t r u i d a p o r
la le y d e l v a lo r .

M O N T E A V IL A M á s a l lá d e t o d a s la s e c o n o m í a s , p o l í t i c a s o l ib i d i n a le s ,

E D I T O R E S se p e r fila d e sd e a h o r a a n u e str o s o jo s el e s q u e m a d e
u n a r e la c ió n s o c i a l f u n d a m e n t a d a e n la e x t e r m i n a c i ó n
d e l v a l o r , c u y o m o d e l o se r e m i t e a la s f o r m a c i o n e s p r i m i t i v a s , p e r o c u y a
u t o p í a r a d i c a l c o m i e n z a a e x p l o t a r le n t a m e n t e a t o d o s lo s n iv e le s d e n u e s t r a
s o c i e d a d : e s e l e s q u e m a q u e i n t e n t a a n a l i z a r e s t e lib r o a p a r t i r d e r e g is t r o s
t a n d iv e r s o s c o m o e l t r a b a jo , l a m o d a , el c u e r p o , la m u e r t e , e l l e n g u a je
p o é t i c o . T o d o s e s t o s r e g i s t r o s e le v a n a ú n h o y d i s c ip l in a s i n s t i t u i d a s q u e
a q u í so n r e c o g id a s y a n a liz a d a s c o m o m o d e lo s d e sim u la c ió n .

o
Q_

:i

o
©

También podría gustarte