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Módulo 6

Cambio – Tu Metamorfosis hacia


el SER que logra lo que Quieres

Ecología para el Cambio: Momento


adecuado para realizar un cambio.
Chequeo Ecológico.
Intención positiva.
Reencuadre: Cambiar el significado de una
conducta o síntoma.
Generador de comportamiento.
Integración de partes.
Congruencia - Incongruencia.

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Ecología para el Cambio

Ecología es el arte de establecer una relación de equilibrio con el entorno


(ecología externa) o con uno mismo (ecología interna). Es el interés por el
conjunto de relaciones entre los seres y su entorno. Las personas
podemos cambiar en diferentes niveles. Algunas veces cambiamos de
entorno, nos mudamos a otra vivienda, nos alejamos de personas que no
nos interesan o que no suman a nuestra manera de ser, cambiamos de
peinados, de ropa y hasta de pareja.

También solemos realizar cambios en nuestras conductas o


comportamientos, salimos a caminar, a ir a un gimnasio, vamos los fines
de semana al cine, esperamos a nuestro esposo o esposa con una cena
íntima con velas y flores. Cambios que las demás personas suelen advertir
con facilidad.

Otro nivel en el que solemos cambiar es el nivel de nuestras habilidades o


capacidades. Aquí es cuando aprendemos a dominar un nuevo idioma, o
aprendemos a manejar un automóvil, estudiamos danza, canto, yoga y
todas estas disciplinas nuevas las vamos incorporando lenta o
rápidamente a nuestra competencia inconsciente – la cuarta etapa del
aprender- (ver módulo 3) en donde definitivamente incorporamos la nueva
habilidad.

Cambiamos también de creencias y valores aunque con mayor lentitud


que los cambios nombrados anteriormente. Si creo ser un buen esposo o
buen padre será difícil entender que mis hijos digan lo contrario y hacerme
ver otro punto de vista generacional.

Hay un nivel que mucha gente piensa que es fijo y estático. Estoy
hablando del nivel de la Identidad. A veces escuchamos decir –“Yo soy así,
y no voy a cambiar”.
Identidad puede significar ser idéntico y la pregunta es ¿idéntico a quien?
Jorge Bucay en su libro Shimriti escribe: “Desde esta definición, la
identidad no es el resultado de nuestro crecimiento interno, sino el
resultado final del cóctel de mandatos que otros han configurado para mí”.
Bucay prefiere hablar del Ser, quién soy yo cuando estoy solo en una isla
alejado del mundanal ruido y en donde no hay nadie que diga quien soy, a
qué me dedico, qué cosas tengo. Soy yo mismo. La imagen que tienen los
otros de mí ha quedado en otro lugar.
Lo cierto es que podemos elegir ser montones de seres. Atahualpa
Yupanqui hablaba de “ser paisaje”, según él podés imaginar cuantos
paisajes existen en el mundo y elegir ser uno de ellos cuando más te
convenga.

El primer paso, el más importante para producir un cambio, consiste en


identificar el estado deseado. Saber hacia donde quiero cambiar teniendo
una “visión” gestáltica, suficientemente motivadora. ¿Qué es lo que
quiero? ¿Que quiero realmente?

Estado TIEMPO Estado


Presente Deseado

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Una manera de pensar en el cambio es hacer un viaje desde el Estado
Presente al Estado Deseado. Este viaje no es en línea recta, es mucho
más flexible, como estar en un bote en el cual remamos levemente hacia
la izquierda y luego hacia la derecha. Es como un viaje en zigzag, donde,
en cada momento, prestamos atención mediante nuestra Agudeza
Sensorial a los pequeños cambios que se producen y que nos acercan al
Objetivo.

Objetivo
Agudeza

Estado Estado
Presente Deseado

Flexibilidad

PAUTAS PARA ORIENTARNOS AL LOGRO DE OBJETIVOS

1. Objetivo: si no sé lo que quiero difícilmente pueda obtenerlo, sería


como ir de viaje sin destino. Sólo tiene sentido emplear un rayo
láser (de energía concentrada) cuando el punto de impacto se
definió con precisión.

2. Agudeza: Tener registro de lo que sucede y los cambios que debo


efectuar (con los remos voy guiando al bote para llegar a destino,
pero para eso debo pararme y determinar dónde estoy y dónde
voy). Tener agudeza, percibir los indicios es el feedback que nos
indica que vamos por el camino correcto.

3. Flexibilidad: Debo tener al menos 3 opciones o enfoques para


orientar mi bote a destino. Hay muchos caminos para llegar al
mismo lugar. Si descubro un atajo, modificar el recorrido será
favorable. También en el recorrido puedo descubrir otro destino más
favorable.

“Si hago lo que siempre hice obtendré más de lo mismo.”

Para pasar del Estado Presente al Estado Deseado necesito Recursos.

¿Sé que recursos necesito? ¿Los tengo? ¿Los puedo adquirir?

La energía para el viaje que vamos a emprender proviene de la


Motivación:

Querer alcanzar el Objetivo.

Estar comprometido con él.

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Tener un Objetivo o una meta, es un viaje
en sí mismo. Los niños aprenden a
caminar o a hablar porque lo hacen con
actitud positiva. Los adultos festejamos
sus logros y nunca nos enojamos de sus
errores. Jamás contamos las veces que
se caen, tenemos en cuenta que dio un
paso más ¿Qué nos impide entonces
valorar, incentivar y festejar nuestros
logros?

Lista de Objetivos

Ejercicio

1. Hacé una lista de todo aquello que querés conseguir: hacer, ser,
tener.

2. Repasá la lista y calculá cuándo pensás alcanzar cada una de estas


cosas: meses, años, etc. No importa el tiempo. Sé lo más real
posible.

3. Seleccioná 3 o 4 objetivos para conseguirlos este año y colocalos en


orden de importancia para vos.

4. Ante cada objetivo contestá:

¿Cómo vas a saber que lo conseguiste?

¿Qué es lo que verías, oirías y sentirías?

¿Cómo vas a notar que tus objetivos se están aproximando?

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Criterios de un buen objetivo

Al momento de escribir un objetivo repasá los siguientes criterios:

1. POSITIVO
2. RESPONSABLE
3. ESPECÍFICO
4. EVIDENCIA
5. TIEMPO
6. RECURSOS
7. ALCANZABLE
8. MOTIVADOR
9. MARCO ECOLÓGICO

Positivo
Deberá estar enunciado en forma positiva. Es mucho más cómodo
acercarse hacia lo que se quiere que alejarse de lo que no se quiere, es
adoptar el estilo Ir Hacia, de los Metaprogramas.

Describí la Situación Presente y compárala con el objetivo futuro deseado.


¿Dónde estás ahora?
¿Dónde querés estar?
¿Qué querés?
¿Hacia dónde estás yendo?

Responsable
¿Estamos actualmente en el lugar que elegimos en nuestro pasado o
llegamos hasta aquí a deriva de las circunstancias? Es importante “hacerse
cargo”, ser responsables de las elecciones que tomamos, hacerse “Causa”
y no ser el efecto del mundo que nos rodea. Si elegís ir hacia un objetivo
tomá parte activa, ocupate de cumplirlo. Tomá el compromiso de cumplir
con tu palabra. ¿De quién depende conseguirlo?

¿Está bajo tu control?


¿Podés iniciarlo y mantenerlo por vos mismo?

Específico
Pensá en tu objetivo lo más específicamente como te sea posible. En qué
contextos lo querés y en cuales no. Con quién, donde, cuándo y cómo lo
querés.
¿Dónde, cuándo, cómo, con quién, conseguirás este objetivo?
¿El objetivo está en el contexto adecuado?

Evidencia
Buscá alguna evidencia de base sensorial que te sirva para saber que lo
alcanzaste o que estas en el rumbo correcto, indicadores que te ayuden a
guiarte en el transcurso del viaje hacia el estado deseado.

¿Qué verás, escucharás, sentirás cuando lo obtengas?


¿Qué pasos o etapas tendrás que atravesar hacia el objetivo?

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Tiempo
Poné límites de tiempo para alcanzar tu objetivo, plazos concretos: 1 mes,
dos años, etc.
Es importante que determines el tiempo que tardarás en alcanzarlo para
asegurarte de tener la meta clara.

Recursos
Antes de escribir tu objetivo pensá en los recursos que ya tenés o que vas
a necesitar. Los recursos pueden ser externos (agenda, teléfono, dinero) o
internos (habilidades interpersonales, mejor comunicación, actitud,
autoestima, motivación, estados de ánimo)

¿Qué recursos necesitarás para conseguir este objetivo?


¿En quién tendrás que convertirte?
¿Quién más ha alcanzado este objetivo?

Alcanzable
Fijate que el objetivo propuesto tenga una dimensión justa y alcanzable.
Si descubrís que tu objetivo es demasiado grande, desarmalo en varios
pequeños.

¿Has detallado tu objetivo en pequeños logros de modo que


cada uno sea realizable?

Motivador
El mismo enunciado del objetivo tiene que motivarte para alcanzarlo. Es el
dulce de leche adentro del bombón suizo. No lo vemos de entrada aunque
sabemos que está y será el premio al esfuerzo por salirnos de nuestra
zona de comodidad.

¿El objetivo es categórico? ¿Te atrae?


Observate a vos mismo en una imagen alcanzado el objetivo.

Marco Ecológico
Como seres humanos no podemos vivir aisladamente porque somos seres
sociales y siempre formamos parte de un sistema mayor (“espiritualidad”
de los niveles lógicos, módulo 3) Pertenecemos a distintos grupos: la
familia, el trabajo, los amigos, la sociedad. Nosotros como parte de esos
sistemas podemos cambiar. Un pequeño cambio en uno de los integrantes
del sistema puede lograr un gran cambio en el sistema todo. El
movimiento de un peón puede cambiar el resultado de un partido de
ajedrez.

La ecología cuida que el sistema se mantenga en equilibrio armonioso


tanto con los demás integrantes y el resto de los sistemas como así
también nuestro propio sistema interno como individuos.

¿Hay alguna parte que objeta realizar este objetivo?


¿Es bueno para vos?
¿Es apropiado en tus relaciones personales?
¿Qué obtendrás a través de él?
¿Qué perderás o a qué tendrás que renunciar?
¿Es alcanzable?
¿Respeta tu salud, relaciones y otras áreas de tu vida?

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“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”.

Ludwin Wittgenstein

Descripción sensorial de los objetivos

Elegí 5 objetivos importantes de la lista y escribilos teniendo en cuenta los


criterios planteados anteriormente. En la segunda columna anotá el plazo
de tiempo en que lo vas a conseguir. Por último en la tercer columna
describí las distinciones sensoriales, lo que vas a ver, escuchar y sentir
cuando hayas conseguido el objetivo.

Objetivo Plazo Descripciones, distinciones sensoriales

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Chequeo Ecológico

Antes de buscar un cambio, siempre se hace un chequeo ecológico que


son preguntas para determinar si el cambio es ecológico en esta etapa de
nuestra vida. Pueden aparecer situaciones que lo sea y otras que no.
Hacer una dieta equilibrada puede ser un cambio de conducta óptimo en
casi todos los momentos de nuestra vida, pero cuando estamos pasando
por una situación límite, quizá debamos resolver algunos problemas o
superar determinadas situaciones antes de decidirnos a iniciar la dieta.
Recordá que cuando un cambio es ecológico, se benefician de él la
persona, el grupo, la organización y el planeta.

Cuestionario para detectar si es ecológico


realizar el cambio

Ejercicio: Buscá un objetivo de la lista de objetivos y trabajalo con


éste cuestionario.

1. ¿Qué es lo que querés?

o Cuanta más precisión tengas para definir tu objetivo, y programes tu


cerebro para advertir posibilidades, más seguridad tendrás de lograrlo.
o Establecé objetivos personales (podés ejercer cierta influencia para
que el otro ponga en marcha los cambios, pero no podemos cambiarlo.
Sólo puedo cambiar lo que depende de mí).
o Ir hacia el éxito en lugar de huir del fracaso (definirlo de manera
positiva) Si yo te dijera: “no pienses en los errores que cometiste
antes”, vos deberías borrar la imagen de la experiencia anterior, para
luego pensar en tu nueva meta. Rodger Bailey, determinó que el
patrón que guía la motivación de las personas es el Patrón de Foco (Ir
hacia...)

Las personas buscamos evitar el dolor y también sentir el placer. Bailey


dice que cuando vamos hacia (el placer), tenemos alta la motivación y la
meta es clara. Cuando huimos de...(problemas, personas, situaciones)
en lugar de enfocar las metas vemos los problemas e inconvenientes,
entonces nos asociamos con el dolor.

Ejemplo: Tomo agua mineral:


porque es sano, fresco y me alivia la sed (ir hacia)
porque no tiene sustancias tóxicas (huir de)
El mismo envase en distintos paquetes verbales.

2. ¿Cuándo lo querés?
o ¿Cuándo, cómo, con quién, dónde?

3. ¿Hay alguna situación o momento en que no lo querés?

4. ¿Qué necesitás para lograrlo?


o ¿Que recursos internos o externos necesitás?

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5. ¿Qué te impide conseguirlo?
o Si es muy amplio, hay que definirlo en varias metas pequeñas (si
quiero ser un famoso jugador de tenis, la primera meta será
conseguir un buen entrenador y una buena raqueta).

6. ¿Qué pasaría si lo lograras?


o Eso es lo que denominamos ecología para el cambio o chequeo
ecológico. Todo cambio debe ser ecológico, estar en armonía con
nosotros, y nuestras necesidades y deseos globales. (Quiero
independizarme, trabajar por mi cuenta, pero descubro que me
llevará más tiempo del que quiero dedicarle a mi proyecto).
o Si el objetivo no te motiva lo suficiente, buscá motivación en los
resultados. Si deseo ordenar mi cuarto y no tengo ganas, pienso en
los beneficios que obtendré: más espacio, comodidad.

7. ¿Cómo te darías cuenta que lo obtuviste?


o Asociate con el logro. Qué sentirás, oirás, verás cuando lo hayas
logrado.

8. ¿Cómo se darían cuenta los demás que lo lograste?


o Tu pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo.

“Todos tus sueños pueden convertirse en


realidad, si tienes el coraje para
perseguirlos”.

Walt Disney

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Intención Positiva

Cada conducta, comportamiento o síntoma posee alguna intención o


propósito útil e importante. Es el beneficio secundario que obtenemos de
una acción. Reconocer esto es valioso para una curación interior.
Esta suposición nos ayuda a lograr un mayor contacto con nuestras partes
o aspectos y por ende con la totalidad de nuestro ser. Encontrar el
propósito o intención positiva nos ayuda a resignificar problemas o
limitaciones generando recursos que actúan como base para un cambio
sencillo.

Veamos un Artículo que nos aclara el concepto de Intención Positiva:

En muchas organizaciones las personas se preguntan ¿para qué me sirve hacer algo que
NO funciona en mi equipo de trabajo?
La mayoría de estas acciones son hábitos arraigados en las conductas del supervisor,
gerente y también de los miembros del equipo.

La Intención Positiva es lo que está detrás de nuestras acciones. Es lo que nos impulsa a
realizarlas.
Cada conducta o comportamiento posee alguna intención o propósito útil e importante o
bien, alguna vez lo tuvo. Es el beneficio secundario que obtenemos de hacer una acción.
Reconocer esto es valioso para efectuar cambios en nuestra manera de observar.

Algunas veces nuestras acciones no son las adecuadas y nos enfrentan con otras
personas ocasionando conflictos, tanto en lo personal como en el trabajo. En estos casos
la intención positiva que alguna vez nos sirvió, ya no sirve para el propósito que
queremos alcanzar. Encontrar el propósito o intención positiva nos ayuda a resignificar
problemas o limitaciones generando recursos que actúan como la base para un cambio
sencillo.

Las acciones que el individuo manifiesta en una situación concreta constituyen siempre la
mejor opción de que dispone en ese momento, por muy inadecuadas, incomprensibles, e
incluso estrafalarias, que puedan parecerle a otra persona.

La mayoría de nuestros comportamientos van siendo adquiridos con el paso del tiempo.
Podemos considerar que, al menos en el momento y en la circunstancia en que
adoptamos por primera vez una conducta determinada, ésta tuvo cierto sentido y cumplió
un propósito positivo, porque de otro modo no la habríamos transformado en costumbre.
Más tarde, la finalidad positiva fue oscureciéndose, debido al hecho de que nosotros
continuamos evolucionando y las circunstancias externas van cambiando. Los efectos
perturbadores y negativos de la reacción fueron acentuándose cada vez más,
confiriéndole un carácter más bien problemático, de no adecuación.

La intención positiva de nuestras acciones puede ser muy diferente de su expresión.


Imaginemos que está caminando por los pasillos de su empresa y ve en la sala de
Recepción a un antiguo compañero del colegio que no ve desde hace años y lo llama a los
gritos justo en la puerta de la oficina de su jefe reunido con varios clientes.
Bueno, su intención no era realmente molestar a su jefe en esa reunión.
Todo lo que pretendía era captar la atención de esta persona que no había visto desde
que iban al colegio secundario. (Había una intención positiva tras su conducta, aunque
acabara haciendo enojar a su propio jefe. Y la intención seguiría siendo positiva aunque
hubiera resultado que la persona en la Recepción no fuera su compañero del colegio
después de todo, si no sólo alguien que se le parecía).

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Tenemos que separar la acción de la intención.

Acción

Intención

Aquí tenemos otro ejemplo.

Es domingo por la mañana. El teléfono suena, demasiado pronto. Lo descuelga y una


voz le dice:
- ¿Puedo hablar con Patricia?
- Soy Patricia. ¿Quién es?
- Me llamo Juan Perez. Llamo en nombre del Comité Nacional para…
¡Bang! Cuelga el receptor. Maleducado, improcedente; agita la cabeza, en parte
enojada con quien ha llamado, en parte perpleja por su propia conducta.

¡Holaaaa! De repente hay una parte de usted que se expresa a las 8:45 de la mañana de
un domingo, una parte suya que no sabía que existía. Es Patricia la mala, la parte que no
quiere que molesten a Patricia esta mañana y está protegiendo su sueño.

Maleducada
por teléfono

Proteger
su sueño

Tome otra forma de accionar, una voz interior que va diciéndole: “No soy lo
suficientemente listo”. Ésta es la manifestación de una parte que podría estar
intentando motivarlo a estudiar con más empeño, tomar clases extras, leer más. La
Intención Positiva es conseguir ser lo mejor que pueda ser; tener éxito.

No soy lo
suficientemente
listo

Motivarlo para
el éxito

Sea cual sea la acción de la que estemos hablando, ya sea externa (acciones
observables por terceros) o interna (pensamientos), las dos juntas forman el todo.
Recuerde que la acción está separada de la intención. La intención es siempre
positiva, aunque usted no lo sepa. De lo único que usted tiene conciencia es de la
acción observable, que puede NO ser positiva en absoluto; de hecho, podría ser
totalmente lo contrario.

La expresión de la conducta (decirse a sí mismo que no es lo suficientemente listo;


colgar el teléfono de golpe, gritar en la puerta de la oficina de su jefe) representa la
parte que se está comunicando, que es la que le permite saber que existe. El
resultado de la conducta es muy diferente a la intención.

En la conducta interpersonal (entre personas en lugar de entre partes internas suyas),


una persona puede una tener intención positiva hacia la otra y estar intentando
enviarle un mensaje positivo de ánimo o apoyo. Pero la manera que tenga esta
persona de hacerlo puede impedir que se transmita el mensaje y, de hecho, puede
producir el efecto contrario.

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Lo mismo puede pasar dentro de usted mismo. Una parte suya quiere motivarlo a
hacer algo para aumentar su autoestima, hacerlo sentir mejor y la otra parte quiere
protegerlo de algo que podría hacerle daño. (La intención positiva es: motivarlo o
protegerlo). Usted no es consciente de esto. De lo único que se da cuenta es de algo
que no le gusta, tal vez incluso odia, de sí mismo, el tipo de cosa que no lo deja
dormir por la noche preguntándose: ¿cómo pude haber hecho eso?

Piense en la peor cosa que sabe de usted mismo: algo que le avergüence, sobre lo
que usted sienta que no tiene el control; algo que usted haga que no apruebe, que
crea que es un error. Por ejemplo fumar, gritarle a sus hijos, dejar su casa hecha un
desastre, ser infiel, beber demasiado, enojarse con sus colaboradores; cualquiera de
estas conductas destructivas tiene una intención o función positiva, separada de la
propia conducta.

Parece una paradoja: si hace algo que es malo para usted, ¿cómo puede la misma
cosa ser buena para usted? Si alguien está bebiendo demasiado y destruyéndose a sí
mismo, ¿cuál podría ser la posible intención positiva que subyacería a tal conducta?

Hay muchas posibilidades. La bebida podría calmar a esta persona, dándole un


respiro del tremendo estrés, u ofreciéndole una pizca de descanso e incluso de placer
si está inmerso en un trabajo agotador, preocupaciones financieras, una enfermedad,
depresión o un aburrimiento aparentemente inevitable.

Quizás este abuso esté dándole a alguien la fuerza que necesita en unos momentos
especialmente malos.
Por supuesto, beber puede ser destructivo y frecuentemente lo es (especialmente
para otras personas) pero tiene una intención o función positiva para el individuo que
lo hace. Reconocer que hay una intención positiva no aprueba o apoya la conducta
destructiva; reconocer que una cosa existe no es necesariamente excusarla. (Aquí no
estamos juzgando, sólo intentamos entender las raíces de la conducta).

Hay tantas respuestas, tantas intenciones posibles, como personas. Incluso podría
ser que la intención de la parte que bebe demasiado fuera no dejar que la persona se
volviera loca.

Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos: ¿qué está haciendo esta conducta (no
deseada) por mí?; ¿cuál es su intención positiva? Si no es así, la conducta sigue su
curso y seguimos “colaborando” para NO cambiar.

¿Qué hace por mí dejar mi oficina hecha un desastre? ¿Qué hace por mí gritarle a mis
hijos? ¿Qué hace por mí enojarme con mis colaboradores? Cada vez que lo hace, se
siente culpable por ello, y se promete a sí mismo que no volverá a hacerlo. Pero no
funciona, por supuesto; cuanto más intenta dejar de gritar, más parece hacerlo. Y
pronto empieza a odiar esa conducta suya; odia esa parte de usted, quiere
deshacerse de ella. De esto a odiarse a sí mismo hay un paso.

La solución puede llegar, si llega a entender su intención positiva –tal vez sea
mantener su empleo en realidad, tal vez sea motivar a sus colaboradores a actuar
mejor; sea la que sea, hay una intención positiva que subyace a la conducta negativa-
, entonces puede empezar a entender su acciones y a comunicarse con Ud mismo
para encauzar un cambio con aprendizaje futuro.

Sólo en ese momento puede usted empezar a cambiar sus acciones.

Autores: Anné Linden y Kathrin Perutz


Libro: Ejercitar la Mente. PNL para una vida mejor
Editorial Paidos

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EJERCITACIÓN PRÁCTICA

Luego de determinar la conducta o comportamiento que consideres


conveniente:

1. ¿Para qué te sirve?

2. ¿Qué propósito u objetivo tiene?

3. ¿Qué sentís cuando.....?

4. ¿Qué te pasa cuando.....?

5. ¿Qué haces cuando.....?

6. ¿Qué hace tu entorno cuando.....?

7. ¿Crees que en aquel momento en que comenzó esto, te sirvió


para algo?

8. ¿Te cuida o protege de algo?

9. ¿Te avisa de algo?

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Reencuadre

Cada persona tiene un modelo del mundo diferente, es como pegar una
etiqueta a cada situación que vivimos. Esa etiqueta son los filtros que
utilizamos para entenderlo. Cada uno de nosotros le “pegamos” una
interpretación a la realidad que nos toca vivir. Lo que pasa en el territorio
es distinto para cada ser humano. Nos formamos un mapa lo más parecido
a esa realidad, aunque no es la realidad en sí misma. Como dice Humberto
Maturana: “Escuchar es oír más interpretar”. Siempre estamos
interpretando para poder entender lo que pasa ahí afuera de nuestra
mente.

Pasa en cualquier situación o evento. A veces la gente que sale de un


seminario comenta que fue fantástico y que usará en su vida muchas de
los conceptos aprendidos y habrá otras que dirán: “Esto ya lo sabía, es
más de lo mismo”

“El evento es emocionalmente neutro”

Hay países en donde se toma la muerte de otra manera. Los familiares no


lloran, por el contrario se festeja el paso de un estado a otro más elevado,
más espiritual. Son dos maneras de encuadrar un mismo evento.

¿Qué significa un terremoto para una persona que vive en San Francisco,
USA y para otra que vive en Rio de Janeiro, Brasil?

Lo que pasa en el territorio es neutral hasta que le damos la interpretación


de acuerdo a nuestros modelos mentales, a nuestro propio mapa.
Elegimos qué carga emocional asignarle.
Encuadramos el evento para que encaje dentro de nuestras creencias,
estilos de elección, entorno. Le damos un “marco” para que tome
significado.

¿Cuántos marcos podemos darle?


Varios. Una de las premisas de la PNL es sumar opciones para conseguir
resultados satisfactorios. Si la manera de hacer las cosas nos lleva
siempre al mismo lugar entonces hagamos algo diferente. Reencuadremos
la situación.

Lo que hace la técnica de reencuadre es reinterpretar la situación desde


otros mapas, genera nuevas “maneras de ver” que sirven para corregir
comportamientos inadecuados y tomar opciones diferentes para mantener
la misma “intención positiva” que motiva esa conducta.

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Técnica de Reencuadre

Se reúnen de a dos. Facilitador y cliente.

1. Establecer Rapport con el cliente.

2. Pedirle que identifique el comportamiento que quiere cambiar.

3. Realizar el cuestionario de Chequeo Ecológico.

4. Pedirle que le pregunte a la parte responsable de ese


comportamiento si se puede trabajar con ella. (Reglas de
cortesía con el inconsciente: Respetarlo. Agradecerle. Confiar.
Pedirle, preguntarle.)

¿Cómo es esa parte?


¿En qué lugar de su cuerpo está?
Buscar Submodalidades
Asociar !

5. Solicitarle que le agradezca a esa parte por haber permitido


trabajar con ella.

6. Buscar la Intención Positiva de ese comportamiento. (Hacerle al


cliente las preguntas del cuestionario de Intención Positiva)

7. Establecer un estado interruptor. (Es útil para luego pasar a


conectarse con la parte creativa)

8. Ahora pedir al cliente que se comunique con su parte creativa.

¿Cómo es esa parte?


¿En qué lugar de su cuerpo está?
Buscar Submodalidades
Asociar !
Pedirle 3 (tres) alternativas u opciones que satisfagan la
Intención Positiva del comportamiento que quiere cambiar.

9. Pedirle que le pregunte a la parte que creaba este


comportamiento si acepta estas 3 (tres) nuevas opciones.

10. Chequear si hay alguna otra parte que ponga alguna objeción a
estas nuevas opciones.

11. Pedir al cliente que piense en una situación futura para chequear
la utilización de las 3 (tres) nuevas opciones.

M6 – Pag.15
Generador de Comportamiento
Grafico:

2
Visual 1 3
(Paso 7) EP ED

Auditivo
(Paso 8) EP 1 2 3 ED

Kinestésico
(Paso 9) EP 1 2 3 ED

EP: Estado presente


ED: Estado deseado
1, 2 y 3: Imágenes, Observador
sonidos y sensaciones
creadas por el cliente.
Observador: Es la
mirada de un
observador neutral
que ve el sistema
desde afuera.

Generador de Comportamiento es una técnica que se usa para generar


cambios progresivos de comportamientos. El cliente crea esa la transición
desde el Estado Presente al estado Deseado pasando por los tres canales
representativos.

Visual: Se crean las imágenes en una pantalla en la pared de manera


disociada (paso 7). Esas imágenes se construyen con elementos VAK.
Siempre describiéndolos desde la postura del Observador.

Auditiva: Una vez armada la secuencia de imágenes se baja toda la


secuencia a la altura de los ojos (paso 8) y auditivamente se chequea si la
secuencia es correcta o si es necesario agregar o mejorar algo.

Kinestésica: Una vez chequeada la secuencia se asocia kinestésicamente


al cliente en cada uno de los pasos, poniendo la secuencia de imágenes en
el piso (paso 9). Este “como si” hace que nuestro cerebro “crea” que es
posible y accione para lograr el estado Deseado.

A continuación veremos el ejercicio que se relaciona con este gráfico.

M6 – Pag.16
Generador de Comportamiento

Ejercicio

1. Establecer Rapport con el cliente

2. Ambos se ubican en un espacio amplio y con buena visión. Lugar del


Observador.

3. Preguntarle cuál es el objetivo o estado deseado que quiere lograr.

4. Pedirle que cree una imagen en la pared arriba a su izquierda de su


Estado Presente, disociado y en términos de submodalidades VAK

5. Ahora, que cree una imagen en la pared de su Estado Deseado


arriba a su derecha en términos de submodalidades y disociado.

6. Chequear si es ecológico y adecuado lograr ese objetivo.

7. Pedirle que cree los pasos que necesita dar para ir del Estado
Presente al Estado Deseado, arriba, disociado y en términos de
submodalidades. (Mirada Visual)

8. Pedirle que baje las imágenes en la pared a la línea media de sus


ojos y observe si los pasos son correctos o si quiere agregar o
modificar algo. (Mirada Auditiva)

9. Pedirle que baje las imágenes al suelo, llevarlo físicamente de pie


hasta cada imagen y Asociarlo en cada una desde el Estado
Presente al Estado Deseado. (Mirada Kinestesica) Al salir de cada
imagen volver al lugar del Observador.

10. Acompañarlo de pie, encadenando cada imagen y Asociarlo en


cada una. Cuando llegue al Estado Deseado: Anclar con un toque
para forzar la situación.

11. Desde el lugar del Observador, pedirle que observe el Estado


Presente para verificar si algo cambió.

M6 – Pag.17
Integración de Partes

Cuando dos ideas entran en conflicto, las habilidades de negociación


pueden usarse entre las distintas partes de nuestra personalidad. Resolver
un problema supone lograr un equilibrio y éste siempre es dinámico y
nunca estático. Es posible que algunas partes de nuestra personalidad que
encierran distintos valores, creencias y capacidades entren en conflicto.
Algunas veces aceptás ir a un cumpleaños cuando tendrías que quedarte
en casa preparando un proyecto para tu trabajo. Cuando llegás a la fiesta
te sentís mal porque querés terminar tu proyecto y cuando regresás
temprano a casa, preferías en realidad quedarte divirtiéndote un rato más
con tus amistades.
Para este tipo de conflictos usá la técnica de Integración de Partes:

1. Identificá el conflicto. Algo que quieras integrar.

2. Poné la parte que querés cambiar en una mano o en la pantalla


imaginaria y la otra parte en la otra mano o pantalla. Describí ambas
imágenes en términos de submodalidades VAK.

3. Hacé que ambas partes se miren y dialoguen entre sí.

¿Qué piensa y siente cada una de la otra?


¿Qué necesita una de la otra?
¿Qué enseña una a la otra? ¿Cómo lo hace?

4. Buscá la Intención Positiva u objetivo de cada una de las partes y


agradecé haber encontrado las mismas.

5. Preguntá a cada parte qué necesita de la otra y qué recursos tiene cada
una para darle a la otra.

6. Creá una nueva imagen en términos de submodalidades VAK.


Combinando los recursos de ambas para trabajar juntas e integradas.

7. Preguntá si hay alguna parte que se oponga a esta nueva imagen.

8. Poné esta nueva imagen dentro tuyo.

9. Agradecé a tu inconsciente haber realizado esta integración.

M6 – Pag.18
Congruencia

Decimos que hay congruencia en la comunicación cuando todos los


canales transmiten el mismo mensaje, cuando lo que se dice se
corresponde con lo que se muestra.

La congruencia puede definirse como coherencia, como un estado


unificado del ser en el que todos nuestros aspectos trabajan juntos hacia
un mismo objetivo. Todas las partes están en armonía y tenemos libre
acceso a nuestros recursos. Los niños pequeños son congruentes, cuando
quieren algo, lo quieren con todo su ser.

Somos congruentes cuando nuestras creencias, valores e intereses actúan


conjuntamente y nos facilitan el logro de nuestros objetivos.

Cuando los mensajes que una persona emite a través de los diferentes
canales de expresión, postura corporal, movimientos, respiración, tonos de
voz, etc., no forman un bloque coherente, decimos que existe
incongruencia.

El lenguaje corporal o analógico es inconsciente y muy obvio. En general


las personas no se dan cuenta de cuánto expresan a través del cuerpo.
Cuando el mensaje que transmitimos con nuestras palabras, no se
corresponde con el resto de nuestro caudal comunicativo, habrá
incongruencia y será difícil que obtengamos el resultado que deseamos, ya
que el otro recibirá la información de manera confusa. Por ejemplo si le
digo a mi pareja que tengo ganas de salir, con vos lánguida, tono bajo y
lentamente es muy factible que piense que lo estoy diciendo por
compromiso y se rehúse a salir.

Congruencia en la Salud
La congruencia es un aspecto de la aspiración humana de unidad, sea cual
sea el concepto que cada uno tenga de ello. Cuerpo, mente y espíritu son
inseparables y eso se refleja en nuestro desarrollo biológico, ya que el
corazón y el cerebro provienen de la misma célula embrionaria. Así la
curación del cuerpo se relaciona de algún modo con nuestra vida mental y
espiritual. Si consideramos lo espiritual como nuestra conexión con los
demás y con el mundo más allá de nuestra identidad, la medicina
moderna confirma las enseñanzas antiguas: la mejor manera de cuidar de
la propia salud es conectarse con otros.

M6 – Pag.19
Cambiar o no cambiar

Artículo extraído del libro “Ligero de Equipaje”


de Tony de Mello

Me voy a servir de mi propio caso para ilustrar este principio.


Yo había ido a Lonaula porque estaba demasiado tenso y quería relajarme
y descansar. Varios factores en la última temporada habían contribuido a
sobrecargar mis nervios, ya de por sí bien anudados de ordinario, y estaba
nervioso, impaciente, inquieto, a disgusto con todo el mundo y falto de
sueño.

Yo tenía pensado contarle todo esto a Tony en detalle, en presencia del


grupo, y luego me imaginaba que él se pondría a trabajarme con terapia,
ejercicios, diálogos o cualquiera de los mil recursos que tenía a su
disposición para irme tranquilizando y curando. Yo estaba muy tenso, y
confiaba en que Tony me iba a ayudar a dejar de estarlo. Por eso me
sorprendió cuando, después de que yo le conté mi situación ante todo el
grupo, me dijo tranquilamente:

«¿De modo que estás tenso, Carlos? Vale. Sigue tenso. Acepta el hecho de
que estás tenso, y déjalo estar. Es posible que tu tensión desaparezca
durante estos días, y es posible que no. Si se va, se va; y si se queda, se
queda. Tú sigues siendo el mismo y estando bien en ambos casos. La
felicidad es algo más que el no sentir tensiones, así como la vida es algo
más que no estar enfermo. Es decir, son cosas distintas. Puedes ser feliz
mientras estás tenso, y puedes estar perfectamente relajado y ser
desgraciado. Ni siquiera sabes si te conviene o no para tu bien el estar
tenso. De modo que déjalo en paz. Métete de lleno en la vida, métete en
las sesiones, en todo lo que hagas estos días y siempre, y deja que tus
nervios hagan lo que les dé la gana. La naturaleza es sabia y puede
cuidarse de sí misma, si es que la dejas. Cuanto menos te entrometas,
mejor.»

No pude menos de ver la sabiduría del consejo. Yo estaba tenso y quería


forzarme a relajarme. Y eso, desde luego, no hacía más que aumentar la
tensión.

¿Cómo conseguiré relajarme? ¿Cuánto tiempo me llevará? ¿Qué me


pasará si no lo consigo? ¿Por dónde empiezo? ¿Qué método sigo? Para
volverse loco. Paradójicamente, pero evidentemente, la única manera de
relajarme era el dejarme ser tenso. Sí, estoy tenso, y me va muy bien,
gracias. Me he dado permiso a mí mismo para estar todo lo tenso que me
dé la gana. y ¿qué pasa? ¿Quién se queja ahora? ¿Por qué no he de estar
tenso? ¿Qué tiene de malo estar nervioso? Nervioso he sido toda la vida, y
no lo he pasado tan mal que digamos. Puedo seguir así toda la vida con
toda tranquilidad.

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