“CARTA A LOS GÁLATAS”

ENSEÑANZAS DE PABLO ACERCA DE DIOS

CAPITULO 1:

Pablo dice que su apostolado lo recibió de Dios el Padre y del Señor Jesucristo.

Enseña también que Dios el Padre fue quien levantó a Jesucristo, su Hijo, de los muertos.

Pablo enseña que en Dios está la gracia y la paz que todo hombre (humanidad) necesita.

También que Dios el Padre, es quien planeó el plan de Salvación para nuestro rescate y llama al
hombre a acercarse a Él por medio de Jesucristo, el único camino.

Las buenas nuevas de Dios no pueden ser tergiversadas por nada ni nadie. Dios guarda su mensaje
fiel y verdadero a través del tiempo. No hay otro evangelio aparte.

Dios es quien envía su mensaje de salvación a la humanidad (judíos y gentiles) a través de

Jesucristo.

Pablo recibe de Jesucristo mismo el santo evangelio y lo envía a predicar a los gentiles.

Pablo enseña la importancia de agradar a Dios antes que a los hombres, esta es la marca de un
verdadero siervo de Cristo.

Pablo dice que Dios es quien aparta, elige y llama a sus siervos para la obra, así lo hizo con él.

Solo Dios quien tiene el poder de revelar a Jesucristo a cada hombre, sus siervos solo son sus
mensajeros.

CAPITULO 2:

Es Dios quien revela la misión a cumplir a cada uno de sus siervos y los envía (Pedro a los Judíos y
Pablo a los gentiles) pero es el mismo poder de Dios actuando en cada uno de ellos.

Explica que Dios declara justo al hombre solo a través de la fe en Jesucristo y su obra salvadora en
la cruz.

CAPITULO 3:

Pablo enseña que un don de Dios para el nuevo creyente es el Espíritu Santo quien viene a morar en
él.

Que Dios considera “justo” a todo aquel que deposita su confianza y seguridad (fe) en Él, así como
lo hizo Abraham.

Que ante Dios, el hombre no puede justificarse mediante el cumplimiento de la ley (obras) sino solo
a través de la fe en Jesucristo quien nos liberta de la esclavitud de la ley y del pecado.

Pablo reitera que la gracia de Dios se ha extendido a los gentiles y los ha bendecido también con la
salvación a través de su Hijo.

También enseña que Dios nunca olvida y siempre cumple sus promesas. Así Dios cumplió la
promesa a Abraham levantando de su descendencia “un Hijo” en quien fueron benditas todas las
familias de la tierra, esto es, Cristo.
Que Dios trajo la ley al hombre, no para salvación sino para señalarle sus pecados y su incapacidad
para cumplir con las exigencias de Dios y por consiguiente, hacerle ver su necesidad de un
Salvador: Cristo.

Que Cristo es el único camino de fe hacia Dios y que solo por medio de la fe en Cristo Dios nos ha
declarado o adopta como sus hijos.

Que la fe en Cristo trasciende todas las diferencias entre las personas y hace que todos los creyentes
seamos uno en Él.

“Queda claro que no es mi intención ganarme

el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi
objetivo fuera agradar a la gente, no sería un
siervo de Cristo.”

Gál. 1: 10