Está en la página 1de 6

plutón en casa viii

El aprendizaje del alma se vinculaba con la transformación de sí mismas.


Estas personas debían descubrir la raíz de sus propias limitaciones
personales, los miedos y deseos que frenaban su evolución personal,
para así soltarlos y reconstruirse a sí mismas. No obstante, en el camino,
tuvieron que experimentar tanto la potencia como la impotencia (no
poder).

Otro aspecto era profundizar en la intimidad y en la fusión con otros,


conectándose profundamente con quienes se iban vinculando.

Finalmente, el alma debía descubrir las corrientes subterráneas y


esotéricas que gobiernan esta realidad, las cuales son tanto una fuente
de poder como de transformación personal.

Pero esto se volvió una necesidad plutoniana generando:

• Compulsión por satisfacer todos los deseos y superar todas las limitaciones que
experimentan.
• Miedo a la muerte, el que genera una enorme necesidad de control y poder.
• Fuertes deseos de vivir fusionados con otro y que estos funcionen y actúen como la
persona desea.
• Una gran conexión con lo “mágico” y lo esotérico, pero usado para satisfacer los
anhelos personales sin importar las consecuencias que sus acciones tienen para otros.

El trauma y el deseo de protegerse

No es extraño que estas personas hayan vivido en su infancia experiencias muy traumáticas por
sentirse agredidas, violentadas o abusadas por otros; o bien que les haya tocado experimentar
la muerte de personas cercanas. En su registro de alma también existen fuertes experiencias de
dolor e impotencia.
Todo esto genera:

• Un enorme resentimiento en su interior.


• La necesidad de no mostrarse y exponerse hacia afuera.
• El deseo de controlar su medioambiente más íntimo y sus vínculos con otros.

El apego al “apego” y al sufrimiento

Las personas con Plutón en la Casa VIII suelen sufrir bastante, pues tienen una enorme cantidad
de deseos, así como una gran necesidad de control. No se dan cuenta de que la vida justamente
quiere que se liberen de todo esto, y por eso las lleva a experimentar crisis continuas y a tener
la sensación de impotencia para que puedan transformarse, así como también a vivir fuertes
emociones plutonianas (sufrimiento, angustia, rabia, resentimiento, odio, envidia, manipulación,
victimización, etc.).

Estas personas no quieren soltar ni rendirse. Su tendencia es la contraria: se apegan más y, por
lo tanto, más sufren. Plutón en esta posición es similar al proceso de muerte y renacimiento, las
personas que nacen con esta posición astrológica son una suerte de Ave Fénix, que muere de
forma constante, para renacer siendo otra.

Su propósito evolutivo principal es liberarse de todos los deseos del ego, que son los que les
impiden conectarse con la espiritualidad más sagrada y con su Yo interno, libre de apegos.

La sombra

Estas personas nacen con una fuerte conexión con su sombra y, al mismo tiempo, tienen mucho
miedo de liberarla, pues la sombra (Plutón) está ubicada en la Casa astrológica donde naturalmente
habita (Casa VIII).

Desde pequeños sienten emociones destructivas y sexuales que les aterran, pero que al mismo
tiempo les fascinan y tientan. Ante esto, algunas tenderán a reprimir su sombra, negándose
a manifestar en el mundo su lado oscuro y sexual, porque sienten mucha culpa de ello. O bien,
pueden proyectarla en el mundo externo, volviéndose muy intolerantes hacia otras personas
que muestran abiertamente los deseos que ellas no se permiten vivir. Lo que no saben es que
entre más reprimen, más fuertes se volverán sus deseos, tentaciones y emociones. Negarse a
mirar su sombra, les impide ver todas las pulsiones que existen dentro de sí, que es lo que les
impide evolucionar. Otras personas con esta posición oscilarán entre manifestar su sombra y
luego negarla, sintiéndose culpables y malas por sus acciones y deseos. En cambio, otras serán
completamente poseídas por ella y por sus deseos más oscuros, y no lograrán diferenciarse de
esta ni mirarla con objetividad.
En esa sombra hay un gran tesoro que tienen que descubrir. Detrás de
ese lado violento y sexual, hay una parte muy herida y traumada que
necesita ser sanada.

Esta parte sombra-herida-traumada es la que necesita satisfacer deseos constantemente porque


es su forma de sentirse segura y creer que tiene el control. Es fundamental que las personas con
esta posición puedan mirarla objetivamente, diferenciándose de ella, pero aceptando que es
parte de sí mismas. Poder observar la sombra, sin juzgarla, les va a permitir sentir el dolor interno
y aprender a ser más compasivas. De esta manera, podrán sanarse y entregarse amor a sí mismas,
supliendo las carencias que son el origen de los deseos.

El apego a lo externo como fuente de poder personal

Necesitan sentir mayor control o poder que el que normalmente tiene un ser humano que se
mueve por sus propios medios (Casa II). La potente necesidad de satisfacer sus propios deseos es
la que les ha llevado a darse cuenta de que existen fuerzas externas a sí mismas que los pueden
ayudar a alcanzarlos.

Básicamente Plutón en la Casa VIII descubre dos fuentes de poder externo que puede utilizar:

1. Objetos esotéricos y mágicos.


Magia, ocultismo, sexo y rituales. En la Casa VIII descubrimos que hay fuerzas y energías
que son invisibles a los ojos, pero que tienen mucho poder y son un medio para lograr lo que
deseamos.

No nos debería sorprender que muchos textos hablen de un pasado de magos y brujos para
las personas con este Plutón. El alma de estas personas sabe utilizar las energías externas
como medio para obtener lo que desean. Sin embargo, muchas sienten gran culpa por los
excesos a los que cedieron en encarnaciones anteriores; mientras que otras se dejan atrapar
completamente por el miedo a la impotencia, abusando en esta vida de las “energías” que se
pueden utilizar para obtener lo que desean.

La evolución está en soltar la necesidad de cumplir con sus deseos y aprender a utilizar estas
energías externas para transformarse a sí mismas, es decir, liberar al ego de sus apegos.
2. Personas cercanas y relaciones de pareja que les pueden proporcionar lo que tanto
quieren.
Estas personas prefieren no mostrar su individualidad en el mundo, así que se protegen y no
se exponen. Sí van a enfocar su energía en controlar a otros, especialmente, a su pareja y a
personas cercanas. Quieren que estas hagan lo que ellas desean o que lleven su vida como
a ellas les gustaría.

Muchos caen en el drama en las relaciones o se vuelven adictos a la manipulación. Pueden


ser personas que toman energía y recursos de los demás. Por ejemplo, le quitan poder
personal a otro y así se aseguran de que su propio poder no se vea afectado.

Las personas con Plutón en la Casa VIII tienen una notable capacidad para poder mirar
profundamente al que tienen al frente y entenderlo a la perfección; ven sus miedos,
necesidades, apegos, deseos, sueños, etc. Esto los hace psicólogos naturales. El problema
está que muchos usan este poder para manipular y controlar al otro y obtener lo que
desean. Por otro lado, su tremenda intensidad y energía de fusión sexual está enfocada
principalmente en obtener algo a partir de su pareja y así satisfacer sus necesidades.

Deseos y tentaciones secretas

Lo que suele pasar es que los intereses que hicieron que se vinculara con alguien van cambiando
con el tiempo, de esta forma, una pareja que pudo haberles sido de utilidad antes puede que
no lo sea ahora. Los nuevos intereses se empiezan a manifestar lentamente como tentaciones,
atracciones prohibidas y deseos que amenazan a la relación.

Según Jeff Green, las personas con Plutón en la Casa VIII operan de tres maneras distintas:

1. Liberándose de la relación que las limita.


Estas son personas que van de relación en relación, simplemente buscando satisfacer sus
necesidades. Cuando esta ya no les sirve para superar sus limitaciones u obtener poder,
simplemente la desechan y terminan, con ello destruyen a su pareja y a sí mismas en el
proceso.
2. Se limitan y se resisten a las fuertes tentaciones que sienten.
Se apegan entonces a aquello que les da estabilidad y seguridad. Sin embargo, sufren por
dentro debido a la represión de sus emociones y deseos. Jeff Green dice que todo esto pasa
porque el alma de estas personas viene a aprender el compromiso en la pareja.

3. Tienen relaciones de pareja abiertas y honestas, donde puedan vivir la experiencia de


transformación y cambio, en las cuales las necesidades, emociones y apegos plutonianos
sean expresados y compartidos.
Una relación sin secretos, donde ambos comunican sus necesidades y tentaciones.
No obstante, para esto deben estar dispuestas a perder al otro y a soltarlo. Este tipo de
relaciones son las que las llevarán a avanzar en el proceso de mayor libertad en los vínculos
y de transformación personal. En estricto rigor, es una forma de “usar” al otro para liberarse
de los deseos, no para satisfacerlos.

La evolución está en aprender a ir a la Casa II

Para evolucionar, estas personas deben:

• Aprender a sostenerse a sí mismas y dejar de depender de otros para obtener los


recursos que desean.
• Buscar una mayor estabilidad interna y seguridad, libre de tanto drama y sufrimiento.
• Simplificar su vida y haciéndola más básica.
• Satisfacer sus necesidades orgánicas y no los deseos que surgen desde su necesidad
de control.
Consejos

• Usar su poder “mágico y energético” para ayudar a sanar y transformar a otros.


• Enfrentar sus traumas y experiencias de dolor.
• Participar de terapias que las enfrenten al terror que sienten frente a la muerte y a la
experiencia de impotencia.
• Darse cuenta de los propios deseos.
• Usar los objetos de poder para transformarse a sí mismas.

Las personas con este Plutón tienen la facultad de cambiarse a sí mismas al empoderar y
transformar a otros, en especial, a sus parejas… para bien o para mal. La evolución está en utilizar
la capacidad que tienen de ver y entender a los demás, ayudarlos a evolucionar y liberarlos;
haciendo que se conozcan a sí mismos y dándoles poder; aunque en ello exista el riesgo de ser
abandonadas o que los deseos propios no sean satisfechos. Este camino lleva a la evolución y
transformación de ambas partes.

También podría gustarte