Curso de INICIADO Plutón en las Casas

PLUTÓN EN LAS DOCE CASAS

El objetivo de Plutón es mantenerte en tu vida inconsciente; atraparte en tu mundo de deseos

satisfactorios, convencerte de que lo que tienes es lo mejor, o, en su defecto, a lo único que puedes
aspirar porque no hay otra posibilidad. Plutón apaga tu luz, la oscurece, te convence de que tu realidad es
la que te mereces y que no puedes optar a otra. Te mantiene falsamente vivo y retenido en el submundo,
en las profundidades de la ignorancia y del camino equivocado que solo te conduce a caminar en
desconocidos círculos viciosos. Plutón distorsiona la realidad para que veas solo lo que quieres ver, lo que
necesitas, pero que termina siendo ilusorio.

Plutón en casa 1

Con esta posición, el nativo descubre una nueva oportunidad a cada momento. Se pueden producir a lo
largo de la existencia muchos instantes de crisis asociadas al cuerpo y a la visión del mundo. Se cambia
de forma de ser “a la fuerza”; la presión que ejerce el inconsciente es aquí muy elevada; no se sabe al
principio de dónde proviene la energía, pero el nativo se ve impulsado a realizar muchas modificaciones
en sus puntos de vista, en su comportamiento, en su relación con el entorno. Diferentes actitudes no bien
entendidas por los demás. Se desea algo, pero no se sabe muy bien el qué; se busca, pero no se sabe
dónde. Cierto desconcierto que puede transformarse en descontento con uno mismo.

En luz, el nativo ha alcanzado la posibilidad de profundizar en su interior a base de múltiples experiencias

corporales y con los sentidos; no habrán sido fáciles pero se adquirió un grado de consciencia sobre el por
qué somos como somos. Se ha alcanzado un autoconocimiento sobre el propio comportamiento. Uno se
conoce a sí mismo y sabe por qué reacciona, cuándo y cómo. Conoce sus contenidos.

En sombra, el nativo se ve arrastrado por fuerzas que le dominan; no es capaz de controlarse y se dedica
a manipular o a ser manipulado, o las dos cosas a la vez. No ha profundizado en la raíz de sus emociones
y éstas le dominan como a una marioneta. Hace cosas sin saber por qué. Reacciona muy instintivamente
y luego se arrepiente, pidiendo perdón, pero el daño ya está hecho, en su entorno o incluso sobre sí
mismo. Poca consciencia del cuerpo físico, el cual aún se maltrata o descuida.

Plutón en casa 2

Aquí Plutón prevalece con mucha fuerza, identificando al nativo con el sufrimiento y el esfuerzo. Se
pretende salir de algún sitio, pero no se sabe de dónde; el nativo sabe que contiene algo que no le gusta,
pero no sabe identificarlo. Existe una “relación directa” con el submundo, con lo desconocido, con lo
incontrolado e incognoscible, pero no se sabe usualmente identificar. Se conoce que uno contiene fuerzas
ocultas, pero rara vez se llegan a dominar; el pozo es demasiado profundo y cada vez que se entra en él,
se pierde conciencia sobre la luz que se dejó en la superficie.

Mucha labor de “determinación” para el autoanálisis será necesaria, paciencia para esa profundización y
calma y sosiego para analizar y desmenuzar los encuentros. La identificación del nativo con las otras
dimensiones es muy intensa y puede dejarse arrastrar por lo desconocido, perdiendo el hilo de regreso al
lugar del que partió.

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En luz significa un conocimiento de sí mismo sin precedentes, pudiendo subir y bajar por la escalera sin
perderse y sin hacer que otros se pierdan, extrayendo energía y experiencias del pasado de su
subconsciente para hacerlas presentes y darlas luz de conocimiento. Los demás podrán valorar mucho
esta capacidad por la intensidad de las experiencias transmitidas.

En sombra se manifiesta la manipulación y el desconcierto, la falta de información clara y el descrédito por

la ausencia de transparencia. El nativo se perdió entre tanta intensidad y hará perderse a otros, sin rumbo
fijo porque se quebró el hilo del conocimiento original. Hay que retornar a los inicios y volver a empezar
desde cero; no hay otra posibilidad; no se puede volver sobre los pasos andados, porque no se ven.

Plutón en casa 3

Aquí Plutón representa el orden o el caos de las ideas, la estructura del pensamiento o la ausencia de ella,
la coherencia o el desorden mental. Mucha energía puesta a disposición del “encuentro cognitivo”, del
estudio de los procesos mentales, del discernimiento lógico, del saber entender y hacerse entender.

“Todo puede suceder”; esta premisa ha de ser entendida y aceptada desde la mente ordinaria adquiriendo
“flexibilidad”. Cualquier evento es susceptible de que se produzca con el objetivo de que podamos
entenderlo, ampliando nuestra visión, abriendo la mente, elaborando estrategias y teorías; métodos y
procedimientos de análisis e investigación serán promovidos en virtud de las experiencias vividas. Todo
tiene un sentido y el nativo se propone encontrarlo.

En luz, el sujeto sabe cuál es su propósito y trabaja por realizarlo. Es conocedor de las formas verbales y
mentales que utiliza y sabe cuál es el objetivo. No duda porque tiene claro el mapa de lo que desea hacer
y sus motivaciones son transparentes. Comunica sus intenciones a sus colaboradores y explica los fines y
objetivos a largo plazo. Se invierte tiempo y esfuerzo con miras a entender en un futuro circunstancias que
sucedieron en la vida del nativo. Es una inversión a largo plazo y sus resultados serán progresivos, pero
“transitorios”; no se debe generar apego por los encuentros intermedios.

En sombra, el nativo se siente confundido, a menudo desesperado, no controla sus pensamientos, ni

invierte en conocerlos; los roces y tensiones y malentendidos con los que le rodean son muy frecuentes y
no se analizan los orígenes de los conflictos existentes. Se pasa de largo sin esclarecer los hechos,
ocultando tanto los acontecimientos sucedidos como sus implicaciones y las decisiones tomadas como
consecuencia de los conflictos abiertos. No se hace caso de los otros porque no interesa entrar a debate.
El nativo no tiene fundamentos para rebatir la lógica de los demás y emplea frases hechas para auto
defenderse. Nunca ha profundizado en querer saber por qué dice lo que dice o por qué le dicen lo que le
dicen. No le interesa el estudio ni la investigación de los hechos. Los acontecimientos le resbalan, los pasa
por alto y no se pregunta por ellos.

Plutón en casa 4

Aquí la energía de plutón tiende a no manifestarse, a ocultarse y a reprimirse como inclinación

fundamental; esta energía entonces se estanca, produce retrocesos, no fluye ni evoluciona y sus sentidos
tienden a apagarse, a solidificarse, a peder vibración, fuerza y empuje; los sentidos se retrotraen sobre sí
mismos, impidiendo la expansión y el crecimiento.

Es una posición de fuerza interior no manifestada, a menudo asociada a la impotencia, reconocida u

oculta, a una disposición intimista que construye una coraza de la cual luego no se sabe cómo salir. Las
energías se densifican y puede llegar el colapso por un aumento de la presión; los elementos impactan
unos contra otros y puede reinar el desorden.

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Lo aleatorio aparece como una señal del caos. Cualquier cosa podrá suceder y no se podrá controlar;
estaba tan aprisionado, que cuando saltó, cuando surgió, no se supo nunca más dónde acabó. Se perdió.
Así, el nativo puede atravesar etapas largas en su vida donde “sea prisionero de sí mismo”, como perdido
en un mar de emociones que no sabe analizar ni de dónde surgen; las circunstancias le sobrepasan y sólo
puede aguantar; no se plantea tomar soluciones ni aclarar situaciones de su vida, de su familia y de su
pasado.

En luz, significa compromiso por descubrir y conocer el pasado, capacidad de ser muy intimista, llegando
hasta lo profundo del sí mismo para luego ponerlo a la luz; capacidad para adentrarse en sus emociones y
sanarlas. Disposición al encuentro, al saber sobre los orígenes y a aceptar los cambios que impliquen
evolución. El encuentro y reconocimiento será duro, pero se apuesta por él.

En sombra, el nativo carece de fuerza, de valor y no quiere saber nada, ni de sí mismo ni de los temas
familiares que siempre se han ocultado; prefiere evadirse de su responsabilidad y aunque se enoja con
facilidad, prefiere no reconocer por qué. Es más fácil gritar que buscar una posición reconciliadora. Mucho
dolor despasado aún por sanar. Todo es posible, pero será necesario un gran esfuerzo.

Plutón en casa 5

El nativo adolece de fuerza, le falta expresión, ha de buscarla en su interior para encontrarla. Ha de

renacer continuamente para encontrar sus propios significados. La virtud por encontrar sentido a su vida
deberá ganarla; es tendente a despistarse o se mostrará con carencia de concentración. Ha de redirigir
sus motivaciones continuamente, encontrar una razón para vivir, buscar una motivación social y adquirir
destreza para elegir lo que más le conviene. Puede sentirse arrastrado a hacer cosas que no quiere y/o a
vivir una vida que parece que nunca la eligió.

En luz, sí se sabe elegir, el nativo ha superado su pasado, se conoce internamente y se sabe elegir,
diseñando el presente y mostrando valentía para abordar los temas que desconoce. No tiene miedo a vivir
ni a perder sus posesiones. Sabe que él y sus circunstancias son las que son y no se lamenta. Adquiere
dones y flexibilidad según avanza y aunque no tenga todos los datos, lo hace con determinación y firmeza.
Es auténtico y sabe compartirlo. No menosprecia la vida de nadie y mucho menos la propia. Es digno y fiel
a sí mismo.

En sombra, la fuerza no aparece o se encuentra muy debilitada; no se hace caso a las circunstancias
externas que le deberían llamar la atención ni se escucha a los amigos; el nativo vive bajo dependencias
severas y no quiere ni sabe ejercer su propio poder personal. Estará casi siempre a merced de terceros,
ejerciendo voluntades de otros y quejándose por la vida que tiene. Es incapaz de asumir el cambio y
mucho menos contemplar sus propios errores. Se hace lo que se puede para sobrevivir, dada las
circunstancias (se dice a si mismo), pero nunca se hace nada para cambiarlas. “todo sigue igual siempre”.

Plutón en casa 6

Se pone a prueba al nativo en la determinación y la búsqueda de su verdad. Se le proponen muchas

pruebas y oportunidades y la persona deberá “elegir” correctamente entre tantas opciones disponibles.
Plutón juega aquí al despiste, a la deslocalización, a hacerte perder el rumbo y que no sepas dónde mirar.
Siempre hacia fuera, nunca hacia adentro, ese es su juego. Lo externo se vuelve tan sugerente y lleno de
detalles que es muy sencillo entrar en la crítica, en el juicio y en las opiniones superficiales, desligando al
nativo de su verdadera realidad: “estará aún pendiente de su propia sanación.

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En luz, esta posición supone que la persona es capaz de dominar su pensamiento, de dirigirlo a lo
importante, de centrarse en sí mismo y no en lo externo, de adquirir destrezas internas en lugar de juzgar
los comportamientos de los demás. Es capaz de acercarse al resto de manera transparente y sin
manipulaciones. Es un sanador de su propio subconsciente y por ello entiende las desviaciones de los
demás. Ha desarrollado la comprensión y el entendimiento profundo.

En sombra, el nativo adolece de fuerza comprensiva; las energías le fallan y el entendimiento se bloquea.
La comunicación se estanca y no sabe dirigir su atención a las cosas importantes, perdiéndose en los
detalles; le hace falta perspectiva y otros puntos de vista. Juzga y critica de manera superficial y se vuelve
exigente con los demás, sin darse cuenta que él mismo incumple aquéllo que a otros pide. No sabe
separarse de las cosas poco importantes y da excesivo peso a detalles sin transcendencia. No deja en paz
a nadie con sus múltiples observaciones sobre los hábitos de vida de los demás, conocidos o
desconocidos. Juzga a primera vista.

Plutón en casa 7

Plutón en esta casa es bastante destructivo, activo, interactivo, atrevido, osado y hasta a veces
espectacular en el mundo de las relaciones, de la pareja y de los amigos. Nunca sabe dónde parar,
siempre exige un paso más, un esfuerzo más tanto de sí mismo como hacia los demás. Se enfrenta a
numerosos cambios y es proactivo, involucrando a otros. Sabe mejorar las cosas y trabaja arduamente
porque interpreta que aún queda mucho por hacer.

Plutón en 7ª adolece de fuerza creativa en el sentido en que aún siendo transformador, suele dar vueltas
sobre sí mismo, como deseando encontrar algo, llegar a algún sitio, esperando que al dar un paso más se
le resuelvan los asuntos que tiene pendientes y, en todo ello, involucra a otros que están cerca. La labor
de rectificación es muy intensa y necesitará de buenos espejos para ver su naturaleza indómita, atrevida,
a veces sarcástica, siempre deseando algo más, a menudo con bastante insatisfacción porque los retos
llevaron mucho esfuerzo y los objetivos parece que no se cumplieron, lo que implica mucho desgaste de
uno mismo y de las relaciones. Muchos amigos y parejas pueden romperse hasta que el nativo entiende
esta dinámica conceptual: todo tiene un origen y el origen de este comportamiento es el siguiente:

En luz, el nativo sabe distinguir sus deseos de los de los demás, separándolos, aplicándoles el tiempo
justo a cada uno de ellos, identificando “las necesidades” y de quiénes son, a quiénes pertenecen:
¡¡¿¿Quién necesita qué??!!, no dejándose arrastrar por unas necesidades cuando son de otros ni
imponiendo las propias sobre la vida de los demás. En el fondo, se trata de “gestionar bien tanto la libertad
propia como la ajena”, hasta sus últimas consecuencias.

En sombra, el nativo no sabe diferenciar estas necesidades y se ve arrastrado a un sinfín de compromisos

que desgastan su energía. Las obligaciones están perennes y no se sabe diferenciar lo propio de lo ajeno.
Todo se mete en el mismo saco y los conflictos permanecen abiertos produciendo fugas de energía.

Plutón en casa 8

Aquí Plutón es renacedor, transformador, especulativo, a veces altruista; maneja los recursos propios y
ajenos, pudiéndolo hacer en luz, con transparencia, o en sombra, con manipulación e interés propio. Los
resultados son de lo más variados ya que existe mucha energía disponible, tanta, que ni el propio sujeto
será capaz de encauzarla ni se suele poder dominar. Muchos nativos, por ello, ante el miedo de verse a sí
mismos con poder, prefieren ocultar cualquier sensación preocupante o desafiante, características de esta
posición. Sucede también que el nativo a menudo no sabe por qué le pasan ciertos acontecimientos
“externos” que le llegan a su vida; se retrotrae sobre sí mismo y se encierra para no descubrir aquello que

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tal vez intuye que no pudiera entender. El dominio de sí mismo está incompleto y no es capaz de gestionar
tantas energías existentes, tanto entrantes como las que ya contiene desde el nacimiento.

Por ello deberán darse uno o varios renacimientos, despertares súbitos de alta potencia y energía
concentrada para “despertar” al nativo con Plutón en esta casa, puesto que sin ello, usualmente se
prefiere estar dormido antes que asumir las consecuencias del cambio que supone saberse “un mago de
la propia vida”.

En luz, el nativo gestiona bien todas las energías entrantes y salientes. Respeta su fuerza y la de los
demás, profundiza en su subconsciente y extrae de él la verdad y la energía suficiente que alimenta sus
cambios. Renace cada día asumiendo su responsabilidad con lo que ve, siente e intuye, que es profundo e
interno. Ayuda a los demás en su propia transformación. No se apega a nada ni a nadie.

En sombra, Plutón desvanece toda claridad y asoma con dudas, frustración por la energía mal empleada,
distorsión de las formas, manipulación de los sentidos, engaño, farsa y difamación. Todo lo peor puede ser
volcado hacia los demás porque el ego ha tomado las riendas y usa toda la energía disponible para
controlar al sujeto, haciéndole ver sus acciones son para algo, para unos fines concretos, engañándolo al
convencerlo de que los medios y las formas utilizados no importan. Todo vale entonces.

Plutón en casa 9

En esta casa adolece de fuerza creativa porque “no sabe resolver”; se le suman las situaciones conflictivas
y los pequeños problemas aquí se hacen grandes; se obturan las soluciones y los conflictos se enquistan,
se endurecen hasta “rodear” al nativo, encapsulándolo en el autoengaño de que como tiene tantos frentes
abiertos, nunca podrá ser libre, nunca podrá solucionarlos todos y siempre aparecen dos más cuando se
había finalizado con uno.

Es una trampa del “yo”, que consigue identificar al sujeto con una serie de “responsabilidades indexadas”
unas con otras formando una larga cadena de obligaciones, casi infinita, nunca se le ve el término. El
objetivo es no dejarle descansar mentalmente ni un solo momento, a través de ideas, especulaciones,
filosofías, objetivos y falsas esperanzas. Mientras tanto, se pierde la vida verdadera. Todo está unido, sí,
pero hemos de ver cuál es nuestro “orden personal” entre tanto “universo” que tenemos ahí fuera. No
podemos llegar a todas partes ni responsabilizarnos de todos los procesos abiertos. Es un autoengaño el
creernos irremplazables o imprescindibles. Hemos de encontrar nuestro sitio correcto y equilibrado y
“aceptarlo”; de lo contrario se corre el riesgo de pasarse la vida recorriendo sueños y fantasías inútiles,
que a nadie sirven, salvo al ego personal.

En luz, el nativo vive de acuerdo a una filosofía que él mismo ha construido, que la comprende y domina,
no siendo dominado por ella. Instala sus propios preceptos y es responsable con ellos. No juzga a quien
no lo sigue, tan solo se ocupa por cumplirlos en sí mismo. Su responsabilidad es para con su presente y
para los más cercanos y allegados. Evita toda elucubración fantasiosa y se ajusta a la realidad tangible.
Elabora ideas de futuro para el bien de la comunidad y no transgrede las leyes universales.

En sombra, Plutón en 9 elabora teorías inútiles que luego se obliga a cumplir; no respeta los
condicionantes y reglas del día a día; se inmiscuye en temas que no le importan e intenta controlar el
futuro. No tiene consideración por el presente y en sus visiones y planificaciones no todos caben, solo
unos pocos. Es altanero y prepotente porque “cree saber” y su justicia se aplica solo cuando le interesa; es
conocedor y formado culturalmente, pero su intelectualidad le distancia de los demás; no es cercano ni
profesa la humildad ni la humanidad.

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Plutón en casa 10

En esta área Plutón desvanece todo poder, lo vuelve relativo, a veces inútil; descarta casi todas las
posibilidades, anula las soluciones o las vuelve ineficaces; hace creer al nativo que está avanzando pero
esa realidad no es así. Esta posición se caracteriza por “solidificar la experiencia”, la hace repetitiva y
monótona; no se sabe cómo salir; ¡habría que romper estructuras tan grandes que es imposible hacerlo!,
¡mejor no hacer nada y vivir dentro del sistema! (son sus palabras).

Plutón atemoriza aquí también con perder el estatus social y entrar en el descrédito, en la separación de
los demás, en la negación o descrédito si se te ocurre cambiar algo. ¡Luego no podrás echarte atrás!, te
dice.

Son cambios tan bruscos y arriesgados los que te propone, que acabas seducido por la idea de que todo
siga igual. Te convence para que no te arriesgues a ser juzgado por los demás, ya que tus decisiones
siempre serán públicas: los demás lo sabrán.

Plutón en luz muestra un carisma enigmático pero conciliador, reunificador, paciente, trabajando para el
bien común y proponiendo metas alcanzables, realizables, posibles, donde otros colaboren. Es
dinamizador y se mueve con agilidad, sin pesos ni trabas, con flexibilidad y desapego (es esa parte de ti
que no reconoce más poder que el tuyo propio y lo ejerce aquí en la tierra con responsabilidad y buen
juicio).

En sombra, prevalece el dominio y la manipulación, el engaño de masas y la definición de proyectos para

el bien de unos pocos. Se asume el liderazgo porque interesa y no para servir a nadie. Se imponen reglas
y normas para ejercer el control y uno termina viviendo bajo la prisión que construyó. No hay libertad, tan
solo un falso sentimiento de que bajo el esfuerzo y el sacrificio de metas inalcanzables, uno se mereció el
cielo, cuando la verdad es que construyó su infierno.

Plutón en casa 11

Aquí el nativo está sujeto a la prueba de la introspección. Ha de mirarse a sí mismo para saber qué quiere
hacer. Analizar las circunstancias, encontrar en ellas los objetivos, hacer hincapié en lo realmente
importante; saber separar la paja del trigo, hacer una “criba de sus sentimientos”, trabajar por su propia
transparencia; aprender a hacer grupos sociales. Todo ello le sacará de la trampa plutoniana de sentir y
actuar desde la individuación. El objetivo es “trabajar creando grupo”, así se evita la distorsionante
tendencia plutoniana de creer que “primero uno y después los demás”; no es esto y tampoco lo es que los
otros sean los más importantes. El trabajo en grupo significa un liderazgo compartido y la fijación de
objetivos comunes, aunando esfuerzos.

Plutón intenta aquí construir un futuro basado en la individualidad y la separación, poniendo a prueba al
nativo sobre su verdadera naturaleza e intenciones. Depurar esta energía es dar un salto de conciencia
muy importante, solidario, pensando en grupo y trabajando para obtener una “conciencia de unidad social”,
un equipo participativo y solidario, cuya fuerza aumenta exponencialmente al sentirse partícipes de
objetivos comunes.

En luz, el individuo trabaja en grupo y para el grupo, dentro de él, haciendo conexiones y creando puentes
a través de los cuales todos se comuniquen y accedan a la misma información. Se comparten destinos
comunes.

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En sombra, el nativo analiza las situaciones particulares “sociales” y busca en ellas “su mejor oportunidad”,
sacando provecho de aquello que fue diseñado y construido para el servicio de bien común. Es insolidario
y busca tan solo su propia satisfacción personal. Es ajeno a las necesidades de los demás y prioriza
primero solo las suyas.

Plutón en casa 12

En esta posición el nativo adolece de fuerza creativa cuando no sabe dispersarse, es decir, “concentra”
tanto su atención, que no sabe relajarse; “comprime” tanto la existencia, que luego se ahoga en ella; no
sabe separar, disgregar para poder discernir, diferenciar para poder analizar. Todo se junta en el mismo
cesto y uno acaba por perderse. Hay que separar los acontecimientos para poderlos asignar “el orden
adecuado”, jerarquizarlos, darles la importancia y el sitio adecuado.

Se debe realizar una permanente labor de reordenación y recolocación de las ideas y de las experiencias
vividas; de lo contrario, se amalgarán, unirán y solidificarán hasta hacer para el nativo la existencia
incomprensibles o inaceptable. Demasiada intensidad que deberá ser filtrada, seleccionada, separada y
entendida a fondo a través de una labor de investigación profunda sobre las causas y los orígenes de los
sentimientos, intuiciones, visiones, sueños y experiencias vividas. “No todo cabe y no a todo se le debe
dar sitio ni abrir la puerta”.

El nativo deberá volverse selectivo y cuestionador. De otro modo correrá el peligro de sobresaturarse y
producir un cortacircuito debido al contenido intenso que existe en la raíz de sus experiencias. Peligro de
sobrecarga.

En luz, el nativo conoce sus fuerzas y las domina. Se da sus tiempos y no fuerza la existencia ni la inclina
hacia su interés; es respetuoso con el entorno y entiende el tiempo y proceso que lleva cada quien, sin
presionar ni a nada ni a nadie. Respeta y es respetado por ello.

En sombra, el nativo se pierde entre tanta experiencia; puede acabar solidificado y hasta hastiado, no
queriendo saber nada de nada ni de nadie más. Se aísla y manipula su propia verdad hasta llegar a
creérsela. Asumió tal vez demasiados riesgos y luego pagó las consecuencias. Mejor recomenzar desde
cero, con nuevos criterios y nuevas leyes, más claras y más diáfanas, sin tanta responsabilidad y
ejerciendo el poder personal al que se renunció: “el de poder cambiar de vida propia recomenzado otra
vez”.

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