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EL ALMA DE LA TOGA

Ángel Ossorio
El alma de la toga es un libro en donde se nos narra detalladamente la
formación que debe mantener el abogado durante su práctica como tal, así
como de las enseñanzas y muestras que deberá mantener para quienes de él
aprenda como es el caso de los pasantes, o quien de él consulte, como es en
el caso de los clientes.

El autor define al abogado no como un licenciado en derecho estudiado en una


universidad si no como la persona que dedica su vida para abogar por otra
persona, dando consultas y ejerciendo la profesión de manera continua e
ininterrumpida, este nos dice que el abogado debe tener una fuerza interna
superior, y debe creer primero en sí mismo aconsejando que si no se cree en
esa fuerza es mejor que se abandone la profesión.

¿QUIÉN ES ABOGADO?

El autor nos empieza con la definición de lo que es un abogado, nos dice que
cualquier persona lo puede ser, basta con ejercer la profesión o tener al menos
un poco de ingenio, esto se debe a que en España cualquier persona puede
ejercer la abogacía y la puede seguir ejerciendo hasta que se demuestre lo
contrario,

Abogado será aquel que se apasione por su arte, el que busca no llevar a su
cliente a lo que este le pida, si no a la emanación pura de la justicia, el que de
ella ejerza permanentemente. El abogado debe tener previsión, serenidad,
amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, será abogado; quien no
tenga más inspiración ni más guía que las leyes, de no ser así será un
desventurado mandadero, pues según el autor la justicia no es fruto del estudio
si no que es una sensacion.

FUERZA INTERIOR

Menciona que la fuerza interior es la que distingue a la abogacía de otras


profesiones, ya que como abogados se encuentran en una especie de
confinamiento en solitario, se encuentra solo a la condición de la confianza,
esto mencionado como que lo único meramente formal con lo que cuentan los
abogados, son ellos mismos como abogados. Deben aprender a confiar en
ellos mismos.

El autor menciona la moral del abogado o más bien menciona habla el criterio
que debe tener un abogado “La abogacía no se cimienta en la lucidez del
ingenio, sino en la rectitud de la conciencia. Malo será que erremos y
defendamos como moral lo que no es; pero si nos hemos equivocado de buena
fe, podemos estar tranquilos.

Nos dice que el abogado debe marchar según su conciencia, tratando de dejar
esta tan limpia como sea posible, dice que la rectitud de la conciencia es más
importante que el ingenio del abogado y que este no debe aceptar asuntos que
para su conciencia sean inmorales o perturbadoras; tambien nos habla del muy
conocido secreto profesional dejando claro que el abogado por ningún motivo
debe revelar los secretos que le haya confiado un cliente ,siendo el abogado
visto o parecido a un sacerdote donde las personas confiesan sus faltas.

La sensibilidad del abogado, el autor menciona que el abogado, vive de las


emociones de los clientes a fin de hacerlas del conocimiento del juez mediante
los escritos o su recitación en las palabras, no podemos ser fríos de alma y
mostrarnos insensibles a los sentimientos de nuestros clientes y/o de
nuestra contraparte, sin embargo, a su vez, no podemos ser emocionales en
estos.

De la conveniencia menciona: El letrado que ha de obtener la misma


remuneración legitima, cualquiera que sea el resultado del negocio, aconseja
con templanza, procede con mesura, haz lo que la moral y la ley consienten. El
que sabe que ganará más o menos según la solución que obtenga, tiene ya
nublada la vista por la codicia, pierde su serena austeridad, participa de la
ofuscación de su defendido, lejos de ser un canal es un torrente.

Ossorio define al abogado como amante a la independencia, quisquilloso y


como persona que detesta las jerarquías, amante de la libertad. La profesión
de abogado es conocida como una profesión liberal que no está sometida a un
orden jerárquico, el autor expresa tambien su opinión sobre el trabajo diciendo
que debemos amar lo que hacemos y crecer en eso de lo que trabajamos, en
este caso la profesión de abogado, puesto que en caso contrario se convertiría
en una especie de cárcel o carga muy pesada pues no hay nada peor que
tener que hacer lo que no se quiere.

EL DESDOBLAMIENTO PSIQUICO

Ossorio nos dice que "El abogado se compenetra con el cliente de tal manera,
que pierde toda postura personal" pues "como el actor en escena, olvida la
propia personalidad y a la realidad negativa de semejante olvido une la positiva
de ensimismarse en el papel desempeñado por el"

¿Cómo se puede llegar a esto sin mesclar sentimientos y ambiciones? Pues


simplemente hay que dejar atrás todas estas cosas que nos manejan como
personas y comenzar a actuar como es debido (haciendo justicia y guiándonos
mediante el derecho)

El autor habla sobre la toga y nos dice que toga no representa por sí sola
ninguna calidad, cuando no hay cualidades verdaderas debajo de ella se
reduce a un disfraz ridículo, en honor al concepto fundamental de las cosas,
conviene reconocer que la toga, como todos los atributos profesionales, tiene
para el que la lleva, dos significados: freno e ilusión; y para el que la contempla,
otros dos: diferenciación y respeto.

La toga es freno, porque cohíbe la libertad y es ilusión, por nuestra función, por
nuestro valer y por nuestra significación.

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