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Esclavitud
Al parecer, antes de Roma, la noción de relación de trabajo para el mundo occidental estaba
subsumida dentro del vínculo personal de dependencia entre el prestador del servicio y el
objeto. Este concepto del trabajo está íntimamente relacionado al trabajo esclavo, por el
cual el sujeto que realiza la actividad tenía exactamente la misma condición jurídica
correspondiente a un objeto, del cual su dueño era propietario. Dicha forma de
aprovechamiento del trabajo humano era la más común en las civilizaciones de la
antigüedad, constituyéndose como el principal motor de sus economías.
Es en la antigua Roma donde pueden señalarse las primeras nociones del trabajo por cuenta
ajena, libre y retribuido. Los juristas romanos empezaron a crear nuevas formas
contractuales (siempre desde la lógica del Derecho Civil) por las cuales se regulaban las
nuevas formas de prestación de los servicios que empezaron a surgir en la sociedad romana.
De acuerdo con diversas fuentes históricas, entre los siglos VI y V a. C., la población de
Roma experimentó un crecimiento que hizo insuficiente la mano de obra esclava
disponible.
Posteriormente, se tipificó un contrato distinto, el locatio conductio operis, cuyo objeto era
el aprovechamiento de una obra de tipo artesanal (opus), la cual era realizada por el
arrendador con completa libertad, con la única guía de sus propios conocimientos. Los
ejemplos de este tipo de actividad serían aquellos trabajos que implican un resultado
concreto (la obra), como la del artesano que es requerido para producir muebles, la del
herrero al que se le pide la producción de un número determinado de armas, etcétera.
Esta irrupción histórica empieza a gestarse por la conjunción, en el siglo XVIII (incluso
antes) de diversos elementos, aparecidos con la denominada doble revolución: La francesa
de 1789, de naturaleza política, y la revolución industrial inglesa.
Las condiciones de trabajo y de vida que este régimen supuso tienen ejemplos
sobradamente conocidos:
I. Bajos salarios;
II. largas y agotadoras jornadas de trabajo;
III. precarias condiciones de seguridad e higiene; y
IV. alta mortandad de la mano de obra, en particular de los niños y mujeres
La prohibicion El reconocimiento
La prohibición
Esta etapa tiene como actores destacados a los primeros sindicatos como organizaciones de
trabajadores (constituidos en defensa de los intereses de los trabajadores) y al Estado
liberal, el cual empezaba a consolidar su propia legitimidad sobre la base de la soberanía o
monopolización del poder. El Estado abstencionista pasó por encima de su propia ideología
al reprimir severamente a las organizaciones colectivas de trabajadores.
La tolerancia
En algún momento, sea porque la presión social ejercida por los sindicatos era ya
demasiado evidente, o por el arraigo democrático de algunos Estados, la represión sindical
cesó y se suprimieron las sanciones que pesaban sobre los sindicatos. Sin embargo, esto aún
distaba de la aceptación de las manifestaciones sindicales.
Es necesario anotar que no en todos los contextos nacionales la evolución del Derecho del
Trabajo siguió las tres etapas arriba descritas. Otro caso notable es el de México, donde el
reconocimiento de data antigua del que gozan los sindicatos se contradice con una
legislación que se ha mostrado tradicionalmente represora de las actividades sindicales en
ese país.
La centralidad de los derechos laborales en este proceso es notoria y, por esta razón, “los
derechos laborales ocupan un lugar principal en el catálogo de los nuevos derechos
sociales, pudiendo hablarse, por ello, de una ‘constitucionalización del Derecho del
Trabajo’ e, incluso, de un ‘Derecho Constitucional del Trabajo’”.
A lo largo del siglo XX, se ha producido la llamada “internacionalización” del Derecho del
Trabajo, que ha corrido por dos vertientes:
I. Una universal; y
II. otra regional (que en nuestro caso se refiere a toda América).
Así, en la medida en que los derechos laborales fueron incluyéndose en los tratados
internacionales sobre Derechos Humanos, se fue consolidando un marco genérico que
incorpora a los derechos laborales entre los derechos económicos, sociales y culturales. La
Organización Internacional del Trabajo [en adelante, OIT], la cual, desde su creación en
1919, se ha constituido como el principal órgano productor de la normativa internacional
del trabajo.
El derecho laboral es el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones entre el
trabajador y el patrón; el contrato de trabajo; las condiciones de trabajo tales como la
jornada laboral, el salario, los días de descanso, las vacaciones, entre otras; las formas de
terminación de la relación laboral y la seguridad social.
El “fenómeno social del trabajo”, genera unas relaciones asimétricas entre las partes
contratantes, en las que existe una parte fuerte (el empleador) y una parte débil (el
empleado). Por ello, el Derecho laboral tiene una función tuitiva, como lo esgrimiese
anteriormente. Con respecto al trabajador, las normas que lo regulan tienen a protegerlo; ya
que es la parte débil frente a la fuerte, y persiguiendo así fines de estructuración social
tutelada.
El objeto del derecho de trabajo es proteger al trabajador humano, siempre y cuando la
actividad laboral no se realiza de forma libre y espontánea, que no sea ejecutada por
amistad, colaboración o con actitud benévola, entre esposos e hijos en asuntos del hogar,
etc.
La finalidad primordial del derecho del trabajo es la justicia social, y tiene por misión el
estudio de los problemas legales que tienen relación con una actividad laboral. En base a lo
anterior señalado entendemos el Derecho del Trabajo tiene como objetivo:
Regular los deberes y derechos tanto de los obreros como de los patronos.
Regular todo lo referente a salario, horas de trabajo, despidos justificados y no
justificados, contratos individuales, sindicatos, huelgas entre otros.
Regular los conflictos de la relación jurídico-laboral.
Artículo 2o. Las normas del trabajo tienden a conseguir el equilibrio entre los factores de la
producción y la justicia social, así como propiciar el trabajo digno o decente en todas las
relaciones laborales.
Se entiende por trabajo digno o decente aquél en el que se respeta plenamente la dignidad
humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad,
discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria,
opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se
percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento de la
productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones óptimas de
seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo.
El trabajo digno o decente también incluye el respeto irrestricto a los derechos colectivos de
los trabajadores, tales como la libertad de asociación, autonomía, el derecho de huelga y de
contratación colectiva.
1.3 Fuentes del Derecho Laboral
1. Constitución
Seguridad social.
Jornada de trabajo, descanso semanal y vacaciones anuales.
Indemnización ante despido injusto.
Derecho al salario mínimo
Derecho al trabajo.
Estabilidad de los funcionarios públicos.
Seguridad e higiene en el trabajo. La materia contempla dos temas específicos: los
accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales.
Derecho de sindicación.
Derecho de huelga y de cierre patronal.
Derecho a negociar colectivamente.
2. Tratados Internacionales
3. Leyes
Las leyes son la principal fuente del Derecho laboral, y la directa expresión de la
intervención del Estado en esta materia.
4. Reglamentos
Por lo general, los reglamentos de ejecución de las leyes laborales, dictados por el poder
ejecutivo, dentro de los límites permitidos por la Constitución y las mismas
leyes, complementan esas leyes en aspectos de detalle.
Fuentes del Derecho Laboral
Constitución
Tratados internacionales
Leyes
Reglamentos
Principio protector
Es el principio más conocido del derecho del trabajo, ya que también es el más
importante, y hace referencia a la “protección” que se le otorga
al empleado o empleador cuando la parte contraria tiene un abogado que le defienda
legalmente.
Este principio hace referencia a la negativa que recibe una parte de una relación
laboral al negarse voluntariamente a disfrutar de los derechos laborales establecidos
en la ley.
En caso de que un empleado no cuente con otra fuente de ingresos, este principio le
permite para solicitar una extensión de su contrato de trabajo.
Principio de razonabilidad:
Este principio es el que hace más comprensible el punto de vista de cada parte en
una relación laboral. Pues, hace referencia al sentido común que deben tener para
cumplir con sus deberes, ejercer sus derechos y llegar a acuerdos.
Este otro principio intenta darle un voto de confianza a ambas partes de una relación
laboral, presumiendo que sus conductas son de buena fe. Aunque, también establece
que de ser lo contrario debe ser demostrado.
Hay definiciones filosóficas, económicas y físicas del trabajo. No obstante, para el derecho
laboral lo que importa es que rige el trabajo subordinado. La actividad
del médico independiente o del artista, u otros profesionales independientes, están fuera del
interés del derecho laboral. Donde cese la subordinación, cesa la aplicación del derecho
laboral.
Sistema de produccion
Sistema de produccion feudal
escalvista
TRABAJADOR: El artículo 8 de la LFT establece que es la persona física que presta a otra
física o moral, un trabajo personal subordinado. En cuanto al sexo de la persona física,
nuestra Constitución dispone que el varón y la mujer sean iguales ante la ley, así quedan
equiparados en sus derechos.
Son aquellos que prestan sus servicios en una empresa de forma indefinida y se presumen
de base desde que empiezan a prestarlos, salvo disposición en contrario, en cuyo caso
podrán optar por esta categoría siguiendo las disposiciones que la empresa marque.
Son los que substituyen a otro por un tiempo determinado, por lo tanto, se contratan por
tiempo.
Son aquellos que prestan sus servicios por determinados períodos del año, esto es, en
labores cíclicas; tienen los mismos derechos de un trabajador de base.
Son aquellos que prestan sus servicios en labores diferentes a las que se suele dedicar la
empresa. Respecto a estos trabajadores, el patrón quedará eximido de la obligación de
reinstalar, mediante el pago de las indemnizaciones que se determinan en el artículo 50. Por
otro lado, tendrán derecho a participar en las utilidades de la empresa cuando hayan
trabajado sesenta días durante el año, por lo menos y conservan el derecho de ser
readmitidos en la negociación a la que hubieren prestado su trabajo.
No se les cubren las prestaciones más elementales como son el tiempo extraordinario o la
prima dominical, así que podríamos decir que ser trabajador de confianza lejos de ser una
distinción es un castigo. Concluyendo ideas se puede afirmar que los trabajadores de
confianza no encuentran representados sus intereses con los demás trabajadores y mucho
menos con los intereses del patrón, en otras palabras "no son ni de aquí ni de allá".
Huelga
Libertad sindical
Rescisión del contrato
Reinstalación obligatoria
Participación de las utilidades de la empresa
Remoción a un puesto de planta
Otras prestaciones
En materia laboral están equiparados los derechos y condiciones laborales entre hombre y
mujer, sin embargo, dicha circunstancia realmente no implicó una total identidad entre unos
y otras en virtud de la diferencia biológica, por lo cual se estableció una protección especial
hacia la mujer con el propósito fundamental de proteger la maternidad. En este tenor, la ley
laboral establece algunas prohibiciones tales como:
Por otra parte, los artículos 170 al 172 enumeran los derechos que corresponden a las
madres trabajadoras:
adquiere a los 16 años, sin embargo, la LFT en sus artículos 22, 22 bis y 23 permite o
autoriza a los mayores de 15 años el trabajo, pero con ciertas restricciones, tales como las
establecidas en los artículos 173 a 180, que principalmente consisten en:
A partir de las reformas a la Ley Federal del Trabajo del año 2012, se establecieron las
medidas de protección siguientes:
Se tipifica como delito el trabajo de los menores de 15 años fuera del círculo
familiar;
Se otorga a las autoridades laborales facultades, a efecto de que puedan ordenar el
cese inmediato de las labores de los menores de 15 años;
Se establece la obligación de resarcir las diferencias salariales, si hubieran percibido
ingresos menores a los de otros trabajadores que realicen actividades idénticas;
Se propone un nuevo esquema para detallar con mayor precisión los tipos de
actividades que no podrán realizar los menores, esto con el propósito de fortalecer
las medidas de protección y vigilancia a su favor;
Se establece una identificación precisa de las tareas que potencialmente resultan
peligrosas e insalubres.
Se establecen sanciones a los patrones por violaciones a las normas que rigen el
trabajo de los menores, así como a quienes empleen a un menor de 15 años fuera del
círculo familiar (artículo 995 bis LFT).
Se establece la prohibición de utilizar el trabajo de los menores de 16 años en caso
de declaratoria de contingencia sanitaria, lo anterior sin perjuicio en su salario,
prestaciones y derechos. Asimismo, en caso de suspensión general de labores, el
patrón estará obligado a pagarles una indemnización equivalente a un día de salario
mínimo general vigente, por cada día que dure la suspensión, sin que pueda exceder
de un mes.
El cumplimiento de sus deberes permite a los trabajadores, exigir al patrón el respeto a sus
derechos y el poder aspirar a mejores prestaciones. Las obligaciones de los trabajadores se
encuentran comprendidas en los artículos 134 y 135 de la LFT, y estas pueden ser:
Artículo 154. Los patrones estarán obligados a preferir, en igualdad de circunstancias, a los
trabajadores mexicanos respecto de quienes no lo sean, a quienes les hayan servido
satisfactoriamente por mayor tiempo, a quienes no teniendo ninguna otra fuente de ingreso
económico tengan a su cargo una familia, a los que hayan terminado su educación básica
obligatoria, a los capacitados respecto de los que no lo sean, a los que tengan mayor aptitud
y conocimientos para realizar un trabajo y a los sindicalizados respecto de quienes no lo
estén.
Si existe contrato colectivo y éste contiene cláusula de admisión, la preferencia para ocupar
las vacantes o puestos de nueva creación se regirá por lo que disponga el contrato colectivo
y el estatuto sindical
Artículo 159. Las vacantes definitivas, las provisionales con duración mayor de treinta días
y los puestos de nueva creación, serán cubiertos por el trabajador que tenga la categoría o
rango inmediato inferior, así como mayor capacitación, con mayor antigüedad, demuestre
mayor aptitud, acredite mayor productividad y sea apto para el puesto.
Es el derecho que tienen los trabajadores de postularse a puestos cuando exista la vacante, o
se cree una nuevo puesto dentro, pero esto no implica que le patrón tenga la obligación de
otorgarla, solo porque el trabajador con más antigüedad la solicita.
El trabajador debe pasar por los procedimientos de selección de la empresa. Lo que indica
la ley es que si existiera una vacante de un puesto, tiene por obligación tener que tomar en
consideración primero, a los trabajadores internos, sobre otros que aún no forman parte de
la empresa (contrataciones nuevas) o los que tienen poco tiempo en ella.
El Patrón es, de acuerdo con la definición de la Ley Federal del Trabajo (LFT), la persona
física o moral que utiliza los servicios de uno o varios trabajadores.
El Artículo 132 establece las obligaciones de los patrones hacia sus trabajadores,
incluyendo:
La sustitución patronal tiene por objeto preservar las relaciones laborales cuando existe un
cambio de titular en la fuente de trabajo por transmitirse los bienes objeto de la empresa o
establecimiento al adquirente (compraventa, fusión, etc.)
Contratista
Es una persona natural o jurídica que contrata la ejecución de una o varias obras o la
prestación de servicios en beneficio de uno o varios terceros por un precio
determinado. Este asume los riesgos de la actividad con sus propios medios y goza de
autonomía técnica y directiva; generalmente, empleando personal subcontratado
Intermediario
Serán simples intermediarios los contratistas independientes que cumplan las siguientes
condiciones:
No actúan como verdaderos empresarios en la ejecución del contrato de prestación
de servicios firmado con el contratante.
No tienen una estructura propia y un aparato productivo especializado.
No tienen capacidad técnica y directiva.
Sus empleados no están subordinados.
UNIDAD 3. Relaciones individuales de trabajo
Artículo 20 de la LFT.- Se entiende por relación de trabajo, cualquiera que sea el acto que
le dé origen, la prestación de un trabajo personal subordinado a una persona, mediante el
pago de un salario.
Existen diferentes tipos de contratos laborales, cada uno con características específicas y
aplicaciones particulares.
3.3.1 Contrato individual de trabajo por tiempo indeterminado
Es el tipo de contrato más común y establece una relación laboral sin una fecha de
finalización específica. El trabajador se compromete a prestar sus servicios de manera
continua, mientras que el empleador se compromete a pagarle un salario y proporcionarle
los beneficios correspondientes según el convenio.
En este caso, el contrato establece una duración específica para la relación laboral. El
periodo de contratación puede ser fijo, es decir, por una fecha determinada (por ejemplo,
seis meses o un año), o puede ser eventual, vinculado a la realización de un proyecto o a la
satisfacción de una necesidad temporal de la empresa. Al finalizar el contrato, ambas partes
pueden decidir si desean renovarlo o darlo por terminado.
Este tipo de contrato se utiliza cuando la relación laboral está vinculada a la realización de
una obra o servicio específico. Se establece una duración determinada, pero está sujeta a la
conclusión del proyecto o servicio para el cual fue contratado el trabajador. Una vez
finalizada la obra o servicio, el contrato se da por terminado automáticamente.
Se utiliza en actividades laborales que se realizan durante periodos específicos del año,
como la agricultura, el turismo o el comercio estacional. Este contrato establece una
duración determinada que coincide con la temporada de mayor demanda de trabajo. Al
finalizar la temporada, el contrato puede renovarse para la siguiente temporada o darse por
terminado.
Este contrato se utiliza cuando se contrata a una persona para brindarle capacitación y
adquirir los conocimientos necesarios para desempeñar un determinado puesto de trabajo.
La duración del contrato puede variar, pero no puede exceder de tres meses. Cuando
finaliza la capacitación, el empleador puede decidir si contrata al trabajador de forma
permanente o no.
3.3.8 Subcontratación
Consiste en que una empresa provee de personal temporal a otra, sin incumplir con las
obligaciones naturales que surgen de la relación obrero-patronal.
3.1.2.3 Causas de rescisión de las relaciones de trabajo que puede invocar el trabajador
Bibliografías
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Ley Federal del TrabajoTítulo cuarto - Derechos y obligaciones de los trabajadores y de los
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