Soy una persona muy pesimista, alguien que a veces no se esfuerza para tener lo que quiere justamente por no creer en mi y en mis capacidades que suele desesperarse mucho si algo no le sale a la primera eso me hizo pensar justo en el capítulo 4, en el cual habla de un señor que pierde la movilidad en las piernas y no se rinde por ello, al contrario, lucha todos los días para seguir adelante su vida. Siento que es un error común que todo el mundo tiene, no sentirnos capaces de lo que somos que tenemos que tener aprobación para lograr lo que sabemos hacer, este libro conforme va avanzando nos cuenta anécdotas después de un accidente grave en paracaídas, siento que nos relata otro punto de vista, de las adversidades que tiene la vida misma, los retos, la gente que te rodea y como a veces es la misma la que te humilla por un bien. Aunque hay personas que son necesarias en nuestra vida, nos motivan, nos hacen sentir queridos y en momentos tensos o como yo le diría mejor “ansiedad” te recuerdan quién eres en realidad y por qué estas vivo. El teniente Kelly y el entrenador de la historia en los campamentos sentí que eran todos esos problemas que la vida nos tiene adelante, los que nos hacen a veces ver la vida de otra forma tanto mala como buena pero que gracias a eso tenemos que seguir y ser fuertes siempre, a no darnos vencidos por nada en el mundo, que para cambiar el mundo siempre tenemos que dar nuestra mejor cara, nadie va a cambiar si nosotros no cambiamos para ser mejor La verdad me confundió un poco el primer capitulo ya que no entendí si era un entrenador, si era un militar o un aprendiz, pero mencionaba siempre el tender tu cama para hacerse un hábito; honestamente yo no tiendo mi cama, así como me levanto, la dejo todo el día, ya que es obvio que la voy a destender cuando llegue la noche y siento que no me sirve de nada hacerla para después destenderla, pierdo el tiempo haciéndolo porque me retraso y al contrario puedo tener ese tiempo para hacer otras cosas como, desayunar, arreglar mi mochila y no ir a prisas para tomar mi camión pero, si pienso que es importante hacerlo a la vez ya que genuinamente se te hace un gran hábito, y que ese mínimo hábito puede cambiar por completo tu mentalidad y tu estado anímico, te puedes sentir útil al lograr algo empezando el día o no se otra cosa. “Nunca te rindas, rendirse jamás te servirá de nada”