Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
son el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos. Se interrelacionan
entre sí e incorporan los desafíos globales a los que nos enfrentamos día a día, como la
pobreza, la desigualdad, el clima, la degradación ambiental, la prosperidad, la paz y la
justicia.
Fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para
poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas
disfruten de paz y prosperidad.
1. Fin de la pobreza
Erradicar la pobreza extrema para todas las personas en todo el mundo para 2030
es un objetivo fundamental de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
2. Hambre cero
El objetivo 2 es crear un mundo libre de hambre para 2030. El problema global del
hambre y la inseguridad alimentaria ha mostrado un aumento alarmante desde
2015, una tendencia exacerbada por una combinación de factores que incluyen la
pandemia, los conflictos, el cambio climático y la profundización de las
desigualdades.
Para 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas,
en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos
los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el
año
Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a
más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el
retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y
abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres
embarazadas y lactantes y las personas de edad
Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los
productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los
pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores,
entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a
otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios
financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido
y empleos no agrícolas
3. Salud y bienestar
En los últimos años se han logrado grandes avances en la mejora de la salud de las
personas. 146 de 200 países o regiones ya han cumplido o están en camino de
alcanzar la meta de los ODS sobre mortalidad en menores de 5 años. El tratamiento
eficaz contra el VIH ha reducido las muertes relacionadas con el sida en un 52 %
desde 2010 y se ha eliminado al menos una enfermedad tropical desatendida en
47 países.
Sin embargo, todavía persisten las desigualdades en el acceso a la atención
sanitaria. La pandemia de la COVID-19 y otras crisis en curso han impedido el
progreso hacia el objetivo 3. La vacunación infantil ha experimentado el mayor
descenso en tres décadas y las muertes por tuberculosis y malaria han aumentado
en comparación con los niveles previos a la pandemia.
4. Educación de calidad
El progreso hacia una educación de calidad ya era más lento de lo requerido antes
de la pandemia, pero la covid-19 ha tenido impactos devastadores en la educación,
provocando pérdidas de aprendizaje en cuatro de cada cinco países de un total de
104 analizados.
Sin medidas adicionales, se estima que 84 millones de niños y jóvenes no asistirán
a la escuela de aquí a 2030 y aproximadamente 300 millones de estudiantes
carecerán de las habilidades básicas de aritmética y alfabetización necesarias para
tener éxito en la vida.
El progreso hacia una educación de calidad ya era más lento de lo requerido antes
de la pandemia, pero la covid-19 ha tenido impactos devastadores en la educación,
provocando pérdidas de aprendizaje en cuatro de cada cinco países de un total de
104 analizados.
Además de la educación primaria y secundaria gratuita para todos los niños de aquí
a 2030, el objetivo es proporcionar igualdad de acceso a una formación profesional
asequible, eliminar las disparidades de género y riqueza y lograr el acceso universal
a una educación superior de calidad.
5. Igualdad de género
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es
uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y
sostenible. Se han conseguido algunos avances durante las últimas décadas, pero el
mundo está lejos de alcanzar la igualdad de género para 2030.
Las mujeres y niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por tanto,
también la mitad de su potencial. Pero la desigualdad de género prevalece y
estanca el progreso social.
Al ritmo actual, se calcula que se tardará 300 años en acabar con el matrimonio
infantil, 286 años en subsanar las lagunas de protección jurídica y eliminar las leyes
discriminatorias, 140 años en que las mujeres estén representadas en pie de
igualdad en puestos de poder y liderazgo en el lugar de trabajo y 47 años en lograr
la igualdad de representación en los parlamentos nacionales.
Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las
niñas en todo el mundo
Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas
en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y
otros tipos de explotación
Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y
forzado y la mutilación genital femenina
Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados
mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección
social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la
familia, según proceda en cada país
Entre las medidas necesarias para garantizar el acceso universal al agua potable
segura y asequible de aquí a 2030 se encuentran las inversiones en infraestructuras
e instalaciones de saneamiento, la protección y el restablecimiento de los
ecosistemas relacionados con el agua, así como la educación en materia de
higiene. Además, la mejora del uso eficiente de los recursos hídricos es una de las
claves para reducir el estrés hídrico.
Se ha producido una evolución positiva. Entre los años 2015 y 2022, la proporción
de la población mundial con acceso a servicios de agua potable gestionados de
manera segura aumentó del 69 % al 73 %.
El mundo continúa avanzando para alcanzar las metas de energía sostenible, pero
no lo suficientemente rápido. Al ritmo actual, alrededor de 660 millones de
personas continuarán sin acceso a la energía eléctrica y casi 2000 millones de
personas seguirán dependiendo de combustibles y tecnologías contaminantes para
cocinar en 2030.
Mientras que los países menos adelantados (PMA) de Asia han realizado progresos
considerables, los PMA de África tendrían que cambiar la trayectoria actual e
intensificar significativamente sus avances para alcanzar el objetivo de aquí a 2030.
Sin embargo, las industrias de tecnología media-alta y alta mostraron sólidas tasas
de crecimiento.
Metas de Industria, innovación e infraestructura
Los océanos son intrínsecos a nuestra vida en la Tierra. Cubren tres cuartas partes
de la superficie terrestre, contienen el 97 % del agua de la Tierra y representan el
99 % del espacio vital del planeta por volumen.
Sin embargo, el mundo se enfrenta a una triple crisis del cambio climático, a la
contaminación y a la pérdida de la biodiversidad.
Más de 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas se degradaron
anualmente entre 2015 y 2019, lo que afectó a la vida de 1300 millones de
personas.
La expansión agrícola es el motor directo de casi el 90 % de la deforestación
mundial. Esta cifra guarda relación directa con nuestros sistemas alimentarios,
pues la cosecha de palma de aceite representó por sí sola el 7 % de la
deforestación mundial entre los años 2000 y 2018.
Los esfuerzos mundiales y regionales para mantener los ecosistemas forestales, así
como sus funciones sociales, económicas y medioambientales, son esenciales
especialmente para los países en desarrollo y los trópicos.
Para cumplir el Objetivo 15, es esencial un cambio fundamental en la relación de la
humanidad con la naturaleza, y tomar conciencia de que la naturaleza es la base de
nuestra vida en la Tierra. El Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad
Biológica, recientemente adoptado, ofrece al Objetivo 15 un impulso renovado al
esbozar cuatro objetivos orientados a resultados que deben alcanzarse para 2050 y
23 metas que deben lograrse para 2030.
Para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos
degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y
las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra
del suelo
Para 2030, velar por la conservación de los ecosistemas montañosos,
incluida su diversidad biológica, a fin de mejorar su capacidad de
proporcionar beneficios esenciales para el desarrollo sostenible
Sin embargo, los conflictos violentos, actuales y nuevos, en todo el mundo, están
haciendo descarrilar el camino global hacia la paz y hacia la consecución del
Objetivo 16.
Resulta alarmante que en el año 2022 se produjera un aumento en más del 50 %
en el número de muertes de civiles relacionadas con los conflictos, el primero
desde la adopción de la Agenda 2030, debido en gran parte a la guerra de Ucrania.
Los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades deben colaborar para encontrar
soluciones duraderas a los conflictos y al clima de inseguridad. El fortalecimiento
del Estado de derecho y la promoción de los derechos humanos es fundamental en
este proceso, así como la reducción del tráfico de armas ilícitas, la lucha contra la
corrupción y el fomento de una participación inclusiva.
Para tener éxito, es necesario movilizar tanto los recursos existentes como los
adicionales, y los países desarrollados deberán cumplir sus compromisos de
aumentar la asistencia oficial para el desarrollo.
Si bien los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) representan un paso significativo hacia
un mundo más sostenible, también hay algunas críticas válidas que se pueden plantear:
1. Falta de acción concreta: Una de las críticas más comunes es que los ODS, aunque
establecen objetivos ambiciosos, a menudo carecen de medidas específicas y
acciones concretas para lograrlos. Esto puede dificultar su implementación efectiva
a nivel nacional e internacional. Sin planes de acción detallados y claros
indicadores de progreso, los países y las organizaciones pueden tener dificultades
para determinar qué acciones tomar y cómo medir su impacto.
2. Enfoque limitado en el crecimiento económico: Algunos críticos argumentan que
los ODS siguen priorizando el crecimiento económico sobre la sostenibilidad
ambiental y social. Si bien el crecimiento económico puede ser importante para
reducir la pobreza y mejorar el bienestar, un enfoque exclusivo en este aspecto
puede conducir a la sobreexplotación de recursos naturales y a un aumento de las
desigualdades sociales y económicas. Los ODS podrían beneficiarse de un equilibrio
más sólido entre el crecimiento económico, la protección ambiental y la equidad
social.
3. Falta de inclusión de perspectivas locales: Los ODS fueron diseñados a nivel global,
con objetivos universales que se aplican a todos los países. Sin embargo, esto
puede llevar a la falta de adaptabilidad a las realidades locales y a la falta de
inclusión de perspectivas y necesidades específicas de las comunidades afectadas.
La participación de las comunidades locales en la formulación e implementación de
estrategias para alcanzar los ODS es fundamental para garantizar su relevancia y
efectividad en el terreno.
4. Dependencia de los países desarrollados: Aunque los ODS son universales y se
espera que todos los países contribuyan a su logro, la implementación efectiva de
muchos de los objetivos depende en gran medida de la ayuda y la colaboración de
los países desarrollados. Esto puede generar desequilibrios en el poder y la toma
de decisiones, así como en la distribución de recursos, lo que podría obstaculizar
los esfuerzos para alcanzar los ODS en los países en desarrollo.
5. Falta de enfoque en la responsabilidad corporativa: Si bien los ODS instan a la
acción tanto del sector público como del privado, a menudo se critica la falta de
medidas concretas para responsabilizar a las empresas por su impacto en la
sostenibilidad. Muchas empresas continúan operando sin considerar
adecuadamente su responsabilidad ambiental, social y económica, lo que puede
socavar los esfuerzos para alcanzar los ODS relacionados con la producción y el
consumo sostenibles, la acción climática y la igualdad de género, entre otros.
Resumen de ODS
Este ODS describe la pobreza como un problema de derechos humanos, no solo por la
falta de ingresos, sino también por el hambre, malnutrición, la carencia de una vivienda
digna o el acceso a la salud o la educación.
Así, una de las metas de este objetivo de desarrollo sostenible para 2030 es erradicar la
pobreza extrema para todas las personas en el mundo, un grado de desamparo que se
cuantifica en aquellas personas que no logran superar los 1,25 dólares de ingresos al día.
Una de cada nueve personas está subalimentada. El dato sumaría unos 815 millones de
personas en todo el mundo. Por ese motivo, este ODS quiere poner remedio al hambre y
mejorar la alimentación en el planeta mediante el desarrollo sostenible y las inversiones
necesarias en recursos agrarios y agropecuarios y la protección de bosques, océanos, agua
y biodiversidad. También se busca lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y
promover la agricultura sostenible, algo que pasa, entre otras cosas, por favorecer a los
productores locales y mantener la diversidad genética de semillas, plantas y animales.
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las
edades
Más de cinco millones de niños mueren cada año antes de los 5 años. Desde 2000, las
vacunas contra el sarampión evitan casi 15,6 millones de fallecimientos, pero la mortalidad
infantil es elevada en las zonas más pobres del planeta. El ODS de garantizar una vida sana
y el bienestar tiene como una de sus metas reducir la tasa mundial de mortalidad materna
a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos en 2030, mediante mejor asistencia en los
partos, entre otras medidas sanitarias.
Más de 265 millones de niños no están escolarizados. La educación es la base para mejorar
la vida y el desarrollo sostenible, porque el acceso a la educación inclusiva y equitativa
puede ayudar a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar
soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo, explican los motivos de
este ODS. De aquí a 2030, todos los niños deberían acceder y completar la enseñanza
primaria y la secundaria.
Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las
niñas
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio hicieron que se dieran avances en la igualdad entre
géneros de 2000 a 2015. Sin embargo, hoy, una de cada cinco mujeres y niñas entre 15 y
49 años afirmó sufrir violencia física o sexual. Este ODS pretende acabar con la
discriminación sobre las mujeres, aplicando marcos legales y políticas de
empoderamiento.
Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento
para todos
Más de 3000 millones de personas, la mayoría de Asia y África Subsahariana, aún cocinan
con combustibles muy contaminantes y tecnologías poco eficientes. Este ODS hace
hincapié en el acceso universal de la energía como desafío para el empleo, la seguridad y
el cambio climático. Las metas de este objetivo se orientan a conseguir dicho objetivo
aumentando, además, el uso de energías renovables mediante inversiones públicas y
privadas, mayores niveles de financiación y compromiso de los países.
Los países deben revisar, bajo este ODS, sus políticas económicas y sociales para fomentar
un crecimiento económico sostenido e inclusivo que no dañe el medioambiente y que
permita oportunidades de crear empleo, con condiciones laborales decentes, con foco
también en los jóvenes.
Entre las metas de este ODS para 2030 se persigue, por ejemplo, mantener el crecimiento
de los ingresos del 40% de la población más pobre a una tasa superior a la media nacional.
Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos,
seguros, resilientes y sostenibles
Cerca de 5000 millones de personas vivirán en ciudades para 2030. Por este motivo, este
ODS busca mejorar la planificación y gestión urbanas para que las urbes sean más
inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. En definitiva, apuesta por un futuro con
ciudades de oportunidades que permitan acceso a energía, vivienda, transporte y más
facilidades para los ciudadanos.
"El mundo sigue utilizando los recursos naturales de manera insostenible", advierte el
informe de la ONU. Si en 2050 la población alcanza los 9.600 millones de habitantes,
necesitaríamos tres veces lo que es hoy nuestro planeta para poder mantener el estilo de
vida actual. Asimismo, menos del 3% del agua es potable, porque de ese porcentaje el
2,5% está congelada en los polos.
Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
Este ODS, por tanto, se traza como algunas de sus metas incorporar políticas contra el
cambio climático en las políticas nacionales, mejorar la educación ambiental o lograr para
2020 el objetivo de movilizar 100.000 millones de dólares anuales para atender el Fondo
Verde para el Clima.
Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos
marinos para el desarrollo sostenible
El fin de este ODS es lograr que los océanos, mares y recursos marinos, como fuentes de
vida, comercio y transporte sean administrados de manera efectiva, y que cuenten con
recursos suficientes y leyes que reduzcan la sobrepesca, la contaminación marina y la
acidificación de los océanos.
Este objetivo también promueve el acceso a la justicia para todos y crear instituciones
eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. Aborda la creación de leyes y
presupuestos que contrarresten las amenazas de homicidios, violencia sexual o contra los
niños o la trata de personas. Se busca, por tanto, lograr sociedades pacíficas y más justas a
través de instituciones más responsables e inclusivas.
Objetivo 17: Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el
Desarrollo Sostenible
Este ODS describe la necesidad de alianzas entre gobiernos, el sector privado y la sociedad
civil para poner en el centro a las personas y al planeta para, entre otras cosas, financiar,
prestar servicios y crear políticas sobre energías sostenibles, infraestructuras, transportes y
comunicaciones desde lo global, a lo nacional y de ahí a lo local.