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TERCERA PALABRA Juan 19, 25-27

25. Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de
Cleofás, y María de Magdala.
26. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí
tienes a tu hijo.»
27. Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento el discípulo se la
llevó a su casa.

Hoy en la cruz, Jesús encuentra en la mirada de la virgen María, su madre, la


fortaleza para enfrentar tan dura prueba, es Ella quien con su silencio orante
lo llena de amor, lo anima para terminar su misión que por voluntad ha
asumido por cada ser humano que existió, existe y existirá. Porque la obra
redentora no fue únicamente para las personas que existieron en el tiempo
de Jesús, el sacrificio del Mesías desborda el tiempo y nos alcanza en el
ahora, en el hoy, en el 2024; de aquí, queridos hermanos que esta semana
bien llamada Santa, no es un simple recuerdo o una tradición sin espíritu, es
la renovación de la Gracia de la Salvación que nos trajo Nuestro Señor
Jesucristo, bendición que se hizo realidad con el Sí de la Virgen María, “que
bendita entre todas las mujeres” como le dijo Santa Isabel, (Lucas 1, 39-48) “y
llena de la Gracia del Padre Dios” como fue el saludo el Arcángel Gabriel
(Lucas 1,26-38) permitió que Jesús se encarnara y se hiciera un hombre y
viviera entre nosotros, sanando enfermos, consolando al oprimido,
devolviéndole al esclavo por el pecado la dignidad, dando de beber y comer
al hambriento, restaurando el valor de la mujer, resucitando a los muertos
etc.
Hoy un moribundo que está colgado de una cruz a punto de entregar su vida,
bañado en sangre por los atroces golpes que recibió toda la noche después
de su captura en el monte de los olivos, triste por el abandono de sus amigos;
Jesús gira su cabeza y encuentra en su madre el amor que le negaron todos
estos que habían recibido de El solo bien, empezando por la mayoría de sus
discípulos; Nuestro Señor encomienda la Virgen María a Juan un joven
discípulo que se atrevió a caminar muy junto a Él, le dice: “Juan he ahí a tu
madre”, a partir de ese momento se confirma que La Virgen María es madre
de toda la humanidad, así algunos hermanos separados-protestantes no
quieran reconocer tan grande bendición, convirtiéndosen en huérfanos
espirituales, perdiéndose la intercesión eficaz de María, acordemos del
pasaje bíblico (Juan 2,1-12) las bodas de Caná de Galilea cuando a los novios
se les acabo el vino y se expusieron a la vergüenza publica de los invitados, ya
que el vino era para ellos como hoy en día para nosotros la torta o la comida
que uno ofrece a los invitados de una celebración. La Virgen le dice a su hijo
que actué, que les ayude, que los escuche, y por supuesto, que Jesucristo
modelo de buen hijo, ante la petición de su madre no se puede negar, no
puede ser indiferente y hace el milagro de convertir el agua en vino y no
cualquier vino el mejor. Es un acto de la razón y del verdadero cristiano
reconocer a María que sale a nuestro encuentro, camina a nuestro lado.
Podemos ver en el rostro materno de la Virgen la ternura de Dios que nos
ama con amor de Madre.
Por eso y muchas cosas más, La Virgen María es modelo de Fe, cada vez que
nuestra vida toma rumbos de tristeza, de enfermedad, de necesidades
económicas, encontramos en Ella, esa intercesión, esa oración suplicante al
Padre Dios y a su hijo Jesucristo; Permítanme hermanos hacer una salvedad,
la Virgen María es respetuosa de la potestad de Dios para actuar, a veces la
culpamos porque las cosas no se dieron como nosotros queríamos o como
pensábamos, y somos injustos, muchos renegamos, nos apartemos o nos
olvidamos de Ella. Recuerden ella no hace milagros ella hace que esos
milagros sean posible con su oración intercesora, pero es Dios quien decide.
La Virgen María es modelo de caridad, ella está de lado del que sufre, del que
necesita una mano amiga, del abandonado, del necesitado de la misericordia
de Dios que en ultimas somos todos, recuerden que cuando ella fue
informado por el Ángel Gabriel de que iba a ser la madre del redentor no se
llenó de orgullo y vanidad, no pidió entonces, que la atendieran y le trajeran
manjares, al contrario, salió rápido ayudar a su prima Santa Isabel que
entrada en años también estaba en embarazo, tenía en su vientre a Juan el
Bautista, la Virgen fue ayudarla, a socorrerla, a estar ahí. Porque la caridad no
se agota con dar una moneda, o llevar un mercado, o regalar el pantalón o
blusa que ya no me pongo, la caridad es estar ahí con el prójimo cuando más
lo necesita y el prójimo puede ser mi hermano, mi vecino, mi amigo etc. A
veces no debo dar nada solo basta con estar ahí, al estilo de la Santísima
Virgen María, que siempre estuvo ahí y muchas veces en silencio. En nuestros
hogares muchos tenemos una imagen de la Virgen en cualquiera de sus
advocaciones (la Milagrosa, la del Carmen, la de Guadalupe, la Auxiliadora
etc.) Ella está ahí con nosotros, siempre acompañándonos, haciéndonos
sentir la protección y la misericordia de su hijo nuestro señor Jesucristo.
Por último, La Virgen María es modelo de esperanza… una madre cualquiera
al ver como trataban a su hijo, como lo golpeaban, lo ultrajaban, como se
burlaban de Él, hubiera actuado, hubiera intervenido incluso, hubiera
arriesgado su propia vida por tratar de evitarlo y defenderlo….pero no, la
Virgen María espero con fe, camino sufriendo al lado de su hijo vía al
calvario, creyó en las promesas del Padre, creyó que se harían realidad, que
todo estaría bien , que después de tanto dolor vendría la Gracia, que Dios
Padre no abandonaría a su primogénito, que la muerte daría paso a la
resurrección. Es la Santísima Virgen María luz de esperanza para todos los
que creen que las puertas se cierran, que las noches oscuras de la vida no
tienen un amanecer, que las tormentas no pasan.
Queridos hermanos es de personas ciegas hablando de manera espiritual,
negar, desconocer, el papel importante de la Virgen María en la historia de
Salvación, no podemos desligar a la Virgen María de la obra redentora de
Jesucristo, quién nos dio un ejemplo y una orden directa en la cruz, amen la,
respétenla, acójanla en sus vidas, Ella es una voz que Dios escucha y atiende.
Ella es la Madre de la humanidad, Ella es el modelo de la mujer madre,
hermana, amiga e hija que siempre está para nosotros, Ella es modelo de
todas las mujeres que son sagradas y que debemos respetarlas, dignificarlas,
valorarlas y amarlas como lo hizo Jesucristo con todas las mujeres que se
encontró cuando estuvo físicamente entre nosotros.
Amén.
José Javier Ángel Bocanegra
Docente

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