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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Jutiapa


Curso: Derecho Procesal Civil I
Profesor: Lic. Brénan Alexander Polanco Escobar
VII Ciclo. Sección B
RESUMEN DE CONTENIDO DE ESTUDIO SEGUNDO EXAMEN PARCIAL

Actos Procesales
Por acto procesal se entiende al acto jurídico emanado de las partes, los
agentes de la jurisdicción y, aún, de los terceros vinculados al proceso,
susceptibles de crear, modificar o extinguir efectos procesales. Para que sean tal,
necesita observarse los siguientes requisitos:

Requisitos subjetivos
Hacen relación al sujeto que los produce.
 Aptitud: se refiere a la aptitud de derecho. Si se trata del órgano
jurisdiccional, debe ser dotado de jurisdicción y de competencia. Si se trata
de las partes, deben tener capacidad legal, estar debidamente legitimadas y
gozar del poder de postulación. Si no se trata del órgano jurisdiccional, ni
de las partes, sino de terceros, estos según la ley tienen capacidad para
promover las tercerías.
 Voluntad: para que un acto procesal tenga validez basta que estos
emanen de las partes o del Juez, cuya capacidad es un presupuesto de la
relación procesal.

Requisitos objetivos
El acto procesal debe ser genéricamente posible, idóneo para la finalidad que se
busca y además justificado. En consecuencia, los requisitos objetivos son:
posibilidad, idoneidad y la causa.
 Posibilidad: determinada por aptitud que tiene el objeto para poder figurar
como tal en el proceso, y lo puede ser desde el punto de vista físico y
moral.
 Idoneidad: puede ser el objeto físicamente y moralmente posible, pero
inadecuado para el acto en que se intenta recoger. Ej: que se desee
plantear una pretensión de menor cuantía que quisiera hacer valer en un
juicio declarativo de mayor cuantía.
 Causa: es su por qué jurídico, la razón objetiva del mismo: no el móvil
personal que lo impulsa, sino la justificación, relevante jurídicamente, de la
actividad que se realiza.
Requisitos de actividad
Son ellos los requisitos de lugar, tiempo y forma.
a) Lugar: debe distinguirse la circunscripción o territorio jurisdiccional y el
local o recinto donde ejerce sus funciones el órgano jurisdiccional. Esto
permite precisar sobre aquellos acto que se llevaran a cabo dentro de la
circunscripción, sede o local, o fuera de ellos a través de los llamadas
despachos, exhortos y suplicatorios.
b) Tiempo: surge aquí la idea de los términos y plazos. Entendiéndose como
términos, el punto de tiempo marcado para el comienzo de un determinado
ato. El plazo supone un lapso dentro del cual pueden ejercitarse los actos
procesales. Lo que se denomina término para contestar la demanda, es
también un plazo.
c) Forma: es la disposición con que el acto aparece al exterior, la revelación
hacía fuera de su existencia. Es decir, la claridad y precisión en lo que se
pide al órgano jurisdiccional.

Clasificación de los Actos Procesales


Del órgano jurisdiccional y/o Juez:
 De decisión
 De comunicación
 De documentación

De las partes:
 De obtención
 De disposición

De los terceros:
 De prueba
 De decisión
 De cooperación

Actos procesales del órgano jurisdiccional / Juez


Se entiende por actos del tribunal a aquellos que encaminan los agentes de la
jurisdicción, ejercidos no sólo por los jueces, sino por sus colaboradores. Se
constituyen como manifestaciones de la función pública de juzgar (jurisdicción) y
se hallan dominados por los principios que regulan la producción de los actos
jurídicos de derecho público. Pueden ser:
a) Actos de decisión: cuando son dirigidos por los tribunales a resolver el
proceso y sus incidencias; aseguran, de esa manera, el impulso procesal.
b) Actos de comunicación: cuando son dirigidos a hacer saber a las partes,
terceros o autoridades, de lo resuelto, lo decidido, las órdenes o actuado,
emanadas del tribunal en el proceso por medio de la notificación; y,
c) Actos de documentación: consistentes en la representación que se hace
de las actuaciones y diligencias realizadas en el proceso por medio de
documentos y por escrito, la forma en que se muestran los actos procesales
del tribunal, las partes y los terceros.

Actos de las partes


Son actos de las partes, aquellos realizados por ellas en el curso del proceso, sea
que emanen del actor, del demandado y, eventualmente del tercero ligado a
proceso. Los actos de las partes pueden ser:
a) Actos de obtención: cuando tienden a lograr la satisfacción de la
pretensión hecha valer dentro del proceso. Dentro de estos están:
a.a Actos de petición: son aquellos que tienen por objeto determinar el contenido
de una pretensión; pueden referirse al asunto principal (pretensión de demanda o
de defensa) o a un detalle o incidente del procedimiento (admisión de un escrito,
rechazo de una prueba, etc).
a.b Actos de afirmación: son aquellos que contienen afirmaciones formuladas a
lo largo del proceso, dirigidos a recordar al tribunal el conocimiento requerido por
el peticionario. Estas afirmaciones se relacionan con los hechos y el Derecho; y,
a.c Actos de prueba: son aquellos que incorporan al proceso objetos o
documentos u otros medios de convicción y que, siendo idóneos, tienden a crear
en el juez la persuasión de la exactitud de las afirmaciones hechas por la parte
proponente.

b) Actos dispositivos: que tienen relación directa con el derecho material


cuestionado en el proceso o a los derechos procesales en particular. Entre
estos están:
b.a. El allanamiento: como acto procesal dispositivo del demandado por medio
del cual se somete a la pretensión del actor. Comprende el reconocimiento de la
verdad de los hechos y del derecho invocado por el adversario.
b.b. El desistimiento: como renuncia que hace el actor o sujeto activo de la
relación jurídico-procesal del proceso promovido; o la renuncia que hace el
demandado en el caso de reconvención. En el caso de los sujetos activo o pasivo,
también se da cuando renuncian a alguno de sus derechos de naturaleza
procesal; y,
b.c. La transacción: que implica, desde el punto de vista procesal, una doble
renuncia o un doble desistimiento. El actor renuncia o desiste de su pretensión y el
demandado renuncia o desiste a su derecho de obtener una sentencia favorable.
El acto dispositivo procesal corresponde, en éste caso, a un contrato análogo
material en el cual ambas partes se hacen recíprocas y dirimen el conflicto
mediante la autocomposición.

Actos de los terceros


Los actos de los terceros vinculados en el proceso, son aquellos que realizan
dentro del proceso y que, sin emanar de los agentes de la jurisdicción o de las
partes litigantes, proyectan efectos jurídicos en el mismo. Ejemplos: la declaración
del testigo, el informe del perito o experto, la actividad del agente de la fuerza
pública. Pueden der:
a. Actos de prueba dentro de los cuales están: la declaración de parte, el
dictamen de experto o perito y la autorización de documentos por notario o
funcionario autorizado.
b. Actos de decisión, que, en ciertas circunstancias, la ley procesal demanda
a terceros que decidan acerca de un punto controversial dentro del proceso,
tal como sucede, en el caso de los juicios por jurado o del perito en
arbitraje.
c. Actos de cooperación: sucedidos por la colaboración que ha de prestar un
tercero para que se ejecute una decisión u orden del juez; se citan como
ejemplo el caso del empleador o patrono a quien se solicita su cooperación
para asegurar el cumplimiento de una orden del tribunal o de una sentencia
de condena al pago de pensiones alimenticias al empleado, o cuando se
pide colaboración del martillero jurado para el remate de bienes
embargados o de la fuerza pública en circunstancias que el juez lo ordene.

El tiempo en los actos procesales


En importante estudiar por separado el requisito de tiempo en los actos
procesales, ya que éstos están concebidos para ser realizados en un momento
dado o dentro de un espacio de tiempo prefijado. Tiene en este sentido una
relación directa con la duración del proceso, ya que a través de limitaciones de
orden temporal puede alegarse o reducirse la tramitación de un proceso, pero
también puede influir en la oportunidad de defensa concedida a las partes, toda
vez que debe tomarse en cuenta que especialmente el demandado, debe disponer
de tiempo suficiente para reaccionar ante la acción del demandante.

Términos y plazos
Para Kisch los plazos son espacios de tiempo que generalmente se fijan
para la ejecución de actos procesales unilaterales, es decir, para las actividades
de las partes fuera de las vistas. Según GUASP, cuando este período de tiempo lo
constituye un momento o serie de momentos breve, no superior al día, hablamos
de términos; cuando lo constituye un espacio de tiempo, una serie de días
hablamos de plazo. En consecuencia, el término significa el “punto de tiempo
marcado para el comienzo de un determinado acto (celebración de una audiencia,
comparecencia de un testigo, práctica de un remate). En cambio, el plazo supone
un lapso dentro del cual pueden ejercitarse los actos procesales. De manera que
cuando hablamos de términos o de plazos en el sistema guatemalteco, nos
estamos refiriendo al espacio de tiempo concedido por la ley o por el juez para la
realización de determinados actos procesales.

Clasificación de los términos


 Legales: Aquellos que están establecidos en la ley. Ej: para contestar la
demanda. Art. 111 CPCyM. Para interponer excepciones previas. Art. 120.
 Judiciales: Aquellos que el Juez señala. Ej. el extraordinario de prueba.
Art. 124. Para fijar garantía en los casos de anotación de demanda,
intervención judicial, embargo y secuestro, que no se originen de un
proceso de ejecución. Art. 532 CPCyM.
 Convencionales: Se presentan con menos frecuencia en los procesos, sin
embargo, hay situaciones en que pueden darse. Ej: cuando las partes
convienen en dar por concluido el término de prueba y lo piden así al Juez
de común acuerdo. Art. 125
 Comunes: Cuando corre igualmente para las partes en el proceso.
Ejemplo: el de prueba, tanto en los procesos (artos. 123 y 124) como en
las tercerías excluyentes (art. 550).
 Particulares: Cuando se refiere a una parte o persona. Ejemplo: el que se
da al demandado para que conteste la demanda o al tercero emplazado
para que comparezca en el proceso por considerarse vinculado con el litigio
que se ventila (art. 553)
 Prorrogables: Dicha división se hace en atención a que puedan extenderse
o no para el cumplimiento de los actos procesales. Los términos legales son
por lo general improrrogables, a menos que la misma ley lo permita. Ej: en
el término ordinario de prueba que puede prorrogarse por diez días más a
solicitud de parte (art. 123).
 Improrrogables: Son improrrogables los términos que se conceden para la
interposición de los recursos y/o medios de impugnación. Libro Sexto
CPCyM.
 Perentorios: Reciben también el nombre de “plazos fatales” y de “plazos
preclusivos”. Por los efectos que producen. Son aquellos que, vencidos,
producen la caducidad del derecho, sin necesidad de actividad alguna ni del
juez ni de la parte contraria. Ej. El señalado para interponer el recurso de
apelación (art. 602
 No perentorios: En los términos no perentorios, se necesita un acto de la
parte contraria para producir la caducidad del derecho procesal. El acto de
la parte contraria se concreta en lo que en la práctica se llama “acuse de
rebeldía”, expresión del principio de dispositivo que deja el impuso del
proceso a la parte y mediante el cual se provoca la caducidad del derecho
que no se ejercitó. Art. 64 CPCyM. Ej. 113 CPCyM. Si no se hace así, la
demanda puede ser contestada en cualquier momento, teniendo tal acto
plena validez. Favorece el Der. De Defensa. Otro ejemplo: art. 324
 Ordinarios: Son aquellos que se determinan sin que medie ninguna
consideración especial para la ejecución de los actos procesales.
 Extraordinarios: Son aquellos que se fijan cuando concurren motivos
específicos, que salen fuera de lo común. Ejemplo: el término
extraordinario de prueba a que se refiere el art. 124, en el juicio ordinario
que no puede exceder de 120 días.

Modo de computar los términos


La duración de un término (distancia temporis) comprende el tiempo que
transcurre desde que comienza a correr hasta que expira, pero para que se
abarque con exactitud ese lapso la LOJ da reglas especiales al respecto. Como
los términos pueden contarse por horas, días, meses y años, estas unidades de
tiempo dan origen a determinadas reglas, siendo las siguientes:
a) El día es de veinticuatro horas. Art. 45 a), LOJ.
b) Los meses y los años se regularán por el término de días que les
corresponden, según el calendario gregoriano. Art. 45 c), LOJ.
c) El día que comienza un término, se cuenta entero aunque no lo sea; pero
aquél que concluye debe ser completo. Art. 45 d), LOJ.
d) Los términos designados por horas se cuentan de momento a momento.
Art. 46 LOJ. Ej. 553 CPCyM.
e) En los términos legales y judiciales, no se comprenden los días de feriado
que se declaren oficialmente, ni los domingos. Art. 45 d).
f) Actuaciones de urgencia. Art. 47 LOJ.
Forma de los actos procesales:
Al referirnos a la forma de los actos procesales, debemos entender la disposición
con que el acto aparece al exterior, la revelación hacía fuera de su existencia.

Producción de los actos: debe distinguirse en cuanto a la producción de los


actos, según estos consistan en declaraciones o en manifestaciones de voluntad.
En el primer caso se ve visible a través de los signos del lenguaje, reviste especial
importancia el idioma. En cuanto al lenguaje oral o escrito, nuestro sistema
reconoce una combinación de ambos, y aunque predomina el escrito, en el código
están regulados los llamados juicios orales.
 Escritos iniciales. Artículos 61 y 62 CPCyM
 Copias. Artículo 63 CPCyM
 Resoluciones judiciales. Artos. 141, 143, 147, 159 LOJ

Actos jurisdiccionales
Las resoluciones judiciales son los actos procesales por medio de los
cuales el órgano jurisdiccional decide sobre las peticiones y los demás actos de
las partes y los otros participantes en el proceso. La forma en que las mismas se
dan a conocer esta plasmado en el título IV, capítulo IV, título V, capítulos I, II y III,
de la Ley del Organismo Judicial. Artos. 141 al 177 LOJ.

 Decretos: Las resoluciones judiciales son los actos procesales por medio
de los cuales el órgano jurisdiccional decide sobre las peticiones y los
demás actos de las partes y los otros participantes en el proceso. La forma
en que las mismas se dan a conocer esta plasmado en el título IV, capítulo
IV, título V, capítulos I, II y III, de la Ley del Organismo Judicial. Artos. 141
al 177 LOJ
 Autos: Son resoluciones que deciden materia que no es de simple trámite
o bien resuelven incidentes o el asunto principal antes de finalizar el trámite.
Deberán razonarse debidamente. Deben dictarse dentro de tres días. Artos.
141, 142, 144, 145 LOJ
 Sentencias: Son resoluciones que deciden el asunto principal después de
agotados los trámites del proceso y aquellas que sin llenar estos requisitos
sean designados como tales por la ley. Deben dictarse dentro de los 15
días después que se termine la tramitación del asunto. Artos. 141, 142. 144,
147, LOJ

Actos de comunicación
Notificaciones: Son actos de comunicación a los sujetos procesales, de todas
aquellas decisiones que el órgano jurisdiccional realiza en el tramitación del
proceso, que son ejecutados por el personal auxiliar de los órganos
jurisdiccionales. Título IV, Capítulos III y IV. Artos. 66 al 85 CPCyM

Clases de notificaciones. Art. 66 CPCyM


 Notificaciones personales: Art. 67, 71, 74 CPCyM
 Notificaciones por estrados, por libros y por el bolín judicial. Art 68
CPCyM
 Exhortos, despachos y suplicatorios. Art. 73, 81 CPCyM.
Para toda clase de notificaciones deben observarse ciertas “reglas”, que deben
observarse en las mismas. Ej. Sobre los requisitos que debe contener la cédula de
notificación Art. 72; el término de 24 horas para que se hagan las notificaciones
personales Art. 75; la que prohíbe que en las notificaciones se hagan
razonamientos o se interpongan recursos, Art. 76; la que concede facultad a las
parte para darse por notificado Art. 78. Debe observarse además que de acuerdo
al artículo 79, las partes están obligados a señalar lugar para ser notificados
dentro del perímetro de la población donde funciona el tribunal.

El medio de debate El Proceso


Proceso Civil
Definición
El proceso surge de una situación extra y meta procesal que va a
resolverse en virtud de aquél. Esta situación de conflicto es lo que se llama litigio.
Entendido este término en la misma acepción Carneluttiana, como conflicto de
intereses cualificado por la pretensión de una parte y la resistencia de la otra, pero
en términos más amplios –dice Alcalá-Zamora y Castillo- como conflicto
jurídicamente trascendente y susceptible de solución asimismo jurídica, en virtud
de las tres vías posibles para dicha solución: proceso, autocomposición y
autodefensa. Estas dos últimas denotan una solución parcial (opuesta a imparcial)
del litigio, mientras que el proceso supone la solución imparcial del litigio.

En la solución parcial del litigio en forma autocompositiva (éste término


también es de Carnelutti), uno de los litigantes consciente el sacrificio de su propio
interés. En la forma de la autodefensa, uno de ellos impone el sacrificio del interés
ajeno. Tanto en una forma como la otra pueden ser de carácter unilateral o
bilateral. Por ejemplo: en la autocomposición: allanamiento a las pretensiones de
la otra parte (unilateral), transacción (bilateral); en la autodefensa: legítima
defensa (unilateral), duelo (bilateral). A ambas formas también se las califica por el
impulso subjetivo que las determina, como altruista y egoísta, respectivamente.

En cambio, con la solución imparcial del litigio o sea que se logra en virtud
del proceso, se persigue la solución justa y pacífica del conflicto. Por esa razón se
vincula la institución del proceso, a una actividad eminentemente pública que
corresponde al Estado, y se prohíben las formas que implican un régimen de
justicia privada. Naturalmente no todas las formas de autocomposición y
autodefensa han desaparecido, pero en los casos en que existan, es necesario
para estas siutaciones excepcionales, un proceso ulterior, para declarar la licitud
de la misma en el caso concreto (homologación judicial). Así sucede por ejemplo,
en la legitima defensa; no es suficiente alegar que el niño X es hijo del señor Y, es
indispensable demostrarlo en el proceso y evidenciarlo, para que así sea
declarado en la sentencia.

Ahora bien, la designación “proceso” es relativamente moderna, ya que


antiguamente se usaba la denominación juicio, que proviene de iudicare, que
quiere decir declaración del derecho.

El proceso supone un contenido orgánico, variado desde la intervención de


los propiamente llamados sujetos del proceso, hasta la actividad desplegada por
los órganos jurisdiccionales.

Es necesario hacer un distingo con respecto a otros términos, con los


cuales se ha confundido el significado del que nos ocupa. Primero, conviene
distinguir el proceso como tal, del mero orden de proceder o tramitación o
procedimiento, ya que el contenido del proceso es por entero diferente de la mera
sucesión de actos procesales.

También debe distinguirse el término proceso de juicio. Éste último término


es el más generalizado y el que acostumbran usar los códigos procesales. En el
Código Procesal Civil de Guatemala, aunque predomina el empleo del término
proceso también se usa como sinónimo el de juicio.

Por la variedad terminológica, es preciso dar un concepto lo más


exactamente posible, para lo cual hay que partir de su significado etimológico.

Etimológicamente proceso, equivale a avance (denota actividad como se


dijo, a la acción y efecto de avanzar, pero en un sentido mucho más adecuado, el
término procederé denota una serie o sucesión de actos que modifican
determinada realidad; es decir, una serie de actos que modifican determinada
realidad; es decir, una serie o sucesión de acaecimientos o hechos, al proceso
debe entendérsele como en su aspecto dinámico y no como una realidad estática.

Se analizan algunas ideas que explican lo que para el Derecho representa


ese fenómeno jurídico que se conoce con el nombre de proceso.

Ideas de Guasp: la doctrina dominante que se utiliza para explicar el


Proceso es la que sostiene que, se persigue con éste LA ACTUACIÓN DE LA LEY
o bien DEL DERECHO OBJETIVO. Así concebida la tendencia, el proceso
entonces no sería más que un instrumento jurídico destinado a obtener la
actuación de la ley. Sin embargo, para Guasp, la misma resulta insuficiente por las
siguientes razones

 Porque si el proceso esta instituido para la actuación de la ley, no se


comprende por qué no se origina un fenómeno de ésta clase tan pronto
como una de tales normas jurídicas queda incumplida y su actuación pueda
ser precisa;
 El proceso no surge tan pronto como existe un incumplimiento de éste tipo
y que Juez no se apresura a intervenir en estos casos, porque entonces no
actuaría efectivamente como Juez; sin más, en cumplimiento de los fines de
interés general, la actividad judicial no pone en marcha un proceso por la
simple y sola existencia de una norma jurídica inactuada.

De acuerdo con las ideas de Guasp, es preciso dejar sentado, lo siguiente:

a) Que la actividad en que el proceso consiste proviene del Estado;


b) Que el objeto o materia sobre que recae dicha actividad, es la misma
pretensión que se ha mencionado, o sea la declaración de voluntad por la
que un sujeto pide o solicita del órgano jurisdiccional una determinada
conducta frente a otra persona distinta y determinada;
c) Que la naturaleza de la actividad que mediante el proceso se tiende a
obtener es aquella que dé como resultado la actuación de una pretensión
conforme con el derecho objetivo; por el término actuación se entiende la
realización, el cumplimiento, la verificación de la pretensión que se hace
valer; es claro que la pretensión puede no estar acorde con el derecho
objetivo, y entonces será rechazada, pero no deja de ser pretensión y el
proceso siempre agotará su tendencia a actuar la ley, la que no será
actuada por no estar conforme la pretensión con la norma.

La definición del concepto proceso, acorde con las ideas de Guasp, es la


siguiente: el proceso es una serie o sucesión de actos que tienden a la actuación
de una pretensión fundada mediante la intervención de los órganos del Estado
instituidos especialmente para ello.

Ideas de David Lascano: para dicho autor, los conceptos de jurisdiccional y


proceso son correlativos, pero sostiene que no todos tienen verdadero carácter
jurisdiccional, sino únicamente el proceso contencioso, comprendiéndose también
el de ejecución. Es necesario entonces, separar los conceptos de jurisdicción y
proceso. Para Lascano, la jurisdicción no es más que la función estatal y el
proceso es el resultado del ejercicio de la actividad jurisdiccional. Por ésta razón,
para dicho autor, no tiene una función ni un fin propios; el proceso no es más que
un medio por el cual se ejercita la función jurisdiccional y se persiguen los fines de
la misma. El Proceso es un fenómeno material, la jurisdicción es una función. Para
Lascano lo jurisdiccional es siempre procesal (solamente lo contencioso), lo
procesal no siempre es jurisdiccional. Dentro de éste último aspecto estaría la
actividad que se desarrolla en la llamada jurisdicción voluntaria. El proceso
siempre supone una Litis o litigio o conflicto, entendido éste no sólo como efectiva
oposición de intereses o desacuerdo respecto de la tutela que la ley establece,
sino a la situación contrapuesta de dos partes respecto a una relación jurídica
cualquiera cuya solución sólo puede conseguirse con intervención del Juez.

Razón de ser o fin del proceso

Para el estudio de la razón de ser o fin del proceso, se han agrupado las
doctrinas en dos corrientes fundamentales: la corriente subjetiva y la
corriente objetiva.

a) Corriente Subjetiva: es la que propiamente corresponde a lo que se ha


denominado concepción privatistica del proceso, porque lo considera como
una institución de derecho privado, que tiene por objeto definir las
controversias entre partes, o sea, se concibe al proceso como la discusión
sostenida por dos o más personas con intereses opuestos, con arreglo a las
leyes, y con respecto a sus correspondientes derechos u obligaciones.

b) Corriente objetiva: estructura la concepción del proceso sobre la base de


que tiene por fin la actuación del derecho substancial. Sin embargo, se ha
dicho, debe tenerse en cuenta, que no es indispensable la existencia del
proceso. Para que el derecho objetivo o substancial se manifieste, pues
esta actuación puede obtenerse sin necesidad de recurrir al proceso, como
sucede en los casos de cumplimiento voluntario de la obligación

El verdadero fin del proceso dice Alsina, puede inducirse considerando la


actuación del juez y de las partes en el mismo. Indudablemente el juez desarrolla
una función pública y ésta procura el restablecimiento del orden jurídico mediante
la actuación de la ley; su misión consiste en declarar si una voluntad abstracta de
la ley ampara una situación concreta y, en su caso, hacer efectiva su realización
por todos los medios posibles, incluso de la fuerza pública. Pero el proceso civil
solo se inicia a instancia de parte y lo que ésta busca es la satisfacción de un
interés individual, satisfacción que obtiene mediante la actuación de la ley en el
proceso. Para el Juez la satisfacción de un interés individual es objeto mediato,
pues el inmediato lo constituye el restablecimiento del orden jurídico, para la parte,
en cambio, lo inmediato es su interés individual.
En el proceso civil existe una variedad de intereses. Ahora bien, cuál de esos
intereses persigue el proceso. Indudablemente que, la finalidad del proceso no
puede determinarse con miras a un singular interés, concebido el proceso como
una institución, es decir (según el concepto de Guasp) como un conjunto de
actividades ligadas entre sí por el vínculo común de una idea objetiva a cuyo
servicio se sujetan aquéllas; esta idea objetiva, que no es otra cosa que la
actuación de pretensiones, nos trae al pensamiento la interrogante ¿de qué es lo
que busca el Estado con la actuación de una pretensión?. A ésta interrogante
responde Guasp, que lo que persigue es lograr mantenimiento de una paz justa
en la comunidad; en esencia el fin del proceso lo constituye el mantenimiento de la
paz social.

Esta consecuencia es lógica, porque el proceso resulta para canalizar el litigio,


cuya solución no es permitida en virtud de una actividad meramente privada. El
Estado al suprimir el régimen de autodefensa, tiene forzosamente que sustituir la
justicia privada por otra más adecuada, instituyendo la vía correspondiente, que no
es otra que el proceso. Pero, si en virtud del proceso se va a lograr el
mantenimiento de una paz social en la comunidad; no es menos cierto que esa
paz debe estar basada necesariamente en la justicia. Por eso dice Guasp: la
finalidad del proceso no es, pues, el mantenimiento de la paz sin más, sino
el mantenimiento de una paz justa; por ello, el órgano jurisdiccional no actúa
toda clase de pretensiones, sino solo las que pretensiones fundadas.

Naturaleza Jurídica del Proceso

Las doctrinas explicativas sobre la naturaleza jurídica del proceso, tienden a


desentrañar, cuál es en verdad, su esencia.

Hay doctrinas, como la teoría contractualista y la doctrina del cuasi-contrato, que


tienen un interés meramente histórico, por esa razón no se estudian. Sin embargo,
existen teorías modernas como las siguientes:

 Teoría de la relación jurídica


Tiene sus antecedentes en los trabajos de Hegel y según Alsina fue expuesta por
primera vez por Bülow y especialmente desarrollada, por la doctrina italiana. Esta
doctrina expone que la actividad de las partes y del Juez está regulada por la ley,
salvo los casos de excepción; el proceso determina la existencia de una relación
de carácter procesal entre todos los que intervienen, creando obligaciones y
derechos para cada uno de ellos, pero tendiendo todos al mismo fin común: la
actuación de la ley. Es una relación autónoma, porque tiene vida y condiciones
propias fundadas por las partes (sustanciales); compleja, porque comprende un
conjunto indefinido de derechos y obligaciones; y pertenece al derecho público
por que deriva de normas que regulan una actividad pública.
El deber fundamental que constituye como el esqueleto de proveer a las
demandas de las partes, aun en caso de silencio y obscuridad de la ley,
obligación que forma parte de su oficio y que esta garantizada por las
penalidades en que incurre por su incumplimiento. A las partes corresponde la
exposición y prueba de los hechos, e la forma y dentro de los plazos y
condiciones que la ley determina. El contenido de la relación procesal, que
viene así a comprender el conjunto de derechos y obligaciones que tienen el
Juez y las partes, esta condicionado por las formas establecidas por la ley para
la tramitación de los juicios. Ella determina bajo qué condiciones está el
demandado obligado a contestar la demanda, el actor a justificar sus
pretensiones y el Juez a dictar sentencia.

Por eso en su opinión, no puede negarse la existencia de una relación jurídica


en el proceso, con derechos y obligaciones entre el órgano jurisdiccional y las
partes, como una consecuencia de aceptar que la acción es un derecho que el
actor tiene contra el Estado para la tutela de su pretensión jurídica frente al
demandado.

 Teoría de la situación jurídica

Esta teoría se debe a Goldschmidt, representa una crítica de las más acentuadas,
contra la ya explicada, de la relación jurídica. Éste autor, niega la existencia de
una relación procesal.
En el proceso no puede hablarse de derechos y obligaciones, sino de cargas
procesales, que no tienen su origen en el proceso, sino fuera de él, en la relación
existente el Estado, el órgano encargado de la jurisdicción y los individuos.
Argumenta también en el sentido de que el deber del Juez de decidir la
controversia, es de naturaleza constitucional y no procesal; los llamados deberes
de las partes como el de comparecer en juicio, están medidos por el interés que
tiene en hacerlo, para evitar las consecuencias de su incomparecencia; la
obligación de producir prueba no es sino la carga que todo ciudadano tiene de
colaborar con la administración de justicia –caso de testigos-; el llamado deber de
buena fe, es de carácter moral aún cuando se traduzca en normas legislativas,
etc. En resumen, las partes tienen interés, de colocarse en situaciones favorables
dentro del proceso, porque de no hacerlo así, en ellas repercuten las
consecuencias del mismo.
Clases de procesos
La primera categoría de tipos procesales, según la clasificación de Alcalá-Zamora
y Castillo, está determinada por el contenido del proceso, distinguiéndose aquellos
que resultan de la diversa materia litigiosa a que se refieren; o sea que, según las
diversas ramas del derecho que conozcamos, así habrá un tipo procesal definido,
el cual puede ser civil, penal, administrativo, constitucional, laboral, canónico, etc.

Para Guasp, la división fundamental, que debe hacerse con respecto a la


jurisdicción, es solamente en ordinaria (Común) y jurisdicciones especiales; éste
mismo criterio sirve para la clasificación de los procesos. Así habrá dos categorías
de procesos: COMUNES, como el penal y el civil; y ESPECIALES, los demás:
administrativo, social o del trabajo, de adolescentes, militar, etc.

En cuanto al proceso civil en particular, es definido por Guasp, como una serie de
actos que tienden a la actuación de una pretensión conforme con las normas del
derecho privado por los órganos de la jurisdicción originaria, instituidos
especialmente para ello.

Procesos de conocimiento, de ejecución y cautelar

Dice Guasp: la clasificación verdaderamente importante del proceso civil hay que
obtenerla, pues, a base del análisis de la actuación a que el proceso tiende; aquí
se ha de partir de una diferenciación esencial; la pretensión, objeto del proceso,
trata siempre de lograr determinada conducta del órgano jurisdiccional, pero esta
conducta es fundamental diversa según lo pedido sea una declaración de voluntad
del juez o una manifestación de voluntad: el primer caso, en que lo pretendido es
que el Juez declare algo influyendo en la situación existente entre las partes, de
un modo simplemente jurídico, se diferencia facialmente del segundo en que lo
que se pide al Juez es una conducta distinta del mero declarar, puesto que se pide
que intervenga entre las partes de una manera física, basta para afirmar esta
diferencia comparar la distinta actividad del órgano jurisdiccional cuando emite una
sentencia que cuando entrega un bien al acreedor: si lo pedido es una declaración
de voluntad, el proceso civil se llama de cognición; si lo pedido es una
manifestación de voluntad, el proceso civil se llama de ejecución.

En cuanto al proceso cautelar, aunque aún se discute la autonomía de la misma,


consideramos necesario dedicar un apartado exclusivo para referirnos al mismo
más adelante.

Proceso civil de cognición


Éste proceso comprende: a) el proceso constitutivo: se tiende a obtener la
creación, modificación o extinción de una situación jurídica, llamándose a la
pretensión que le da origen, pretensión constitutiva e igualmente a la sentencia
correspondiente; y, b) proceso de mera declaración o proceso declarativo: se
trata de obtener la constatación o fijación de una situación jurídica; la pretensión y
la sentencia, reciben el nombre de declarativas; y c) proceso de condena:
normalmente se tiende a hacer que pese sobre el sujeto pasivo de la pretensión
una obligación determinada; la pretensión y sentencia, se denominan de condena.

Proceso civil de ejecución


Éste proceso comprendería: a) Proceso de dación: si lo que se pretende del
órgano jurisdiccional es un dar, bien sea dinero, bien otra cosa, mueble o
inmueble, genérica o específica; y b) de transformación; si la conducta
pretendida del órgano jurisdiccional es un hacer distinto a dar.

Elementos y/o principios básicos del Proceso Civil


No puede hacerse una enumeración taxativa de los principios básicos que rigen el
proceso, puesto que no todos los tipos de procesos aplican los mismos principios
que pueden enunciarse, y depende, en mucho, del ordenamiento legal que riga
cada proceso en particular en un lugar y época determinados. Sin embargo, sí
pueden estudiarse los principios más comúnmente citados por los autores.

 Impulso procesal: se le llama así, al fenómeno por virtud del cual se asegura
la continuidad de los actos procesales y su dirección hacía el fallo definitivo.
En efecto, este poder de impulso del proceso, unas veces ésta a cargo de las
partes, y otras, depende exclusivamente del Juez. Indudablemente que su relación
con la institución de los plazos procesales es evidente. Por ello, para el sistema
guatemalteco representó un gran adelanto la disposición del nuevo Código
contenida en el artículo 64, que establece: “Los plazos y términos señalados en
éste código a las partes para realizar los actos procesales, son perentorios e
improrrogables, salvo disposición legal en contrario. Vencido el plazo o término
procesal, se dictará la resolución que corresponda al estado del juicio, sin
necesidad de gestión alguna”.

 Principio dispositivo: este principio frecuentemente se relaciona con el de


impulso procesal o sea con el movimiento del proceso y por ello, incluso se
habla de sistemas: el legal, dispositivo e inquisitivo.
Es necesario advertir que no existe un sistema, que en sí mismo se conceptúe
puro, siempre se mixtifican.
En el sistema legal, desde luego, es en virtud de la ley que el Juez da
cumplimiento a ciertas actividades procesales; así en nuestra legislación,
podemos citar por ejemplo, el mandato que impone el Juez abrir a prueba los
incidentes, cuando hubiere hechos qué establecer.
En el sistema dispositivo, son las partes las que impulsan el proceso; es el que
se manifiesta con caracteres más acentuados en el proceso, llegando a constituir
a veces un verdadero abuso con la interposición de incidencias o excepciones
notoriamente frívolas. El efecto principal de éste sistema consiste en limitar las
facultades del Juez, quien no puede conocer más que sobre lo que las partes
someten a su decisión. En éste sistema en el que campea la iniciativa de parte, el
principio dispositivo se aprecia, en el proceso, desde la demanda, sin la cual el
Juez no puede proceder; durante la alegación de excepciones, hasta la sentencia,
puesto que el Juez se pronuncia sobre los hechos alegados por las partes. Este
principio se ve atenuado por ciertas facultades que tiene el Juez para mitigarlo,
como sucede en los casos en que el órgano jurisdiccional puede proceder de
oficio o en los casos en que puede rechazar de plano ciertas diligencias (por
ejemplo: prueba extemporánea) o excepciones o incidencias frívolas, etc.
En el sistema inquisitivo, el Juez actúa de oficio. Se refiere, pues, a los procesos
en que el Juez puede actuar sin consultar la actividad de las partes, como ocurre
entre nosotros con los dispuesto en el artículo 64 ya indicado y con las diligencias
para mejor proveer (art. 197 CPCyM).

 Principio de igualdad, es una garantía procesal por excelencia y unas veces


se le llama también principio de contradicción o de bilateralidad de la
audiencia. Tiene una base constitucional, puesto que todos los hombres son
iguales ante la ley, y además, nadie puede ser condenado sin antes haber sido
citado, oído y vencido en juicio (artos. 4, 12,14, 29 CPRG). Las aplicaciones de
éste principio se refieren a que la demanda deber ser comunicada al
adversdario a través de un emplazamiento válido, en relación al cual el
demandado debe tener un plazo razonable para comparecer y poder
defenderse. Las pruebas deben estar sujetas a la fiscalización de la otra parte;
los incidentes deben resolverse con intervención de la parte contraria y ambas
partes deben tener igualdad en las posibilidades de alegación o de
impugnación.
El quebrantamiento de éste principio no proviene de que se dicten resoluciones
sin oír a la otra parte contraria, sino de que se conceda a un litigante lo que se
le niega a otro. Una resolución inapelable para las dos partes o una prueba
denegada a ambas partes, no constituyen violaciones legales del principio
constitucional de igualdad ante la ley. El quebrantamiento existiría cuando al
actor se le permitiera alegar, probar o impugnar lo que estuviera prohibido al
demandado, o viceversa. Una de las excepciones principales a éste principio
ocurre en relación a ciertas medidas, cuya realización se permite soslayando
éste principio, es decir, antes de ser notificada a la parte a quien afecte
(inaudita parte), como sucede en los casos de medidas cautelares.

 Principio de adquisición procesal, alude al influjo recíproco de la actividad


de las partes, tanto en sus efectos como perjudiciales. Los actos procesales se
aprecian por sus efectos no por su origen. Tiene aplicación, sobre todo, en
materia probatoria, para evitar la duplicidad inútil de la misma.

 Principio de inmediación, se refiere al conocimiento directo del Juez con


respecto a las partes y principalmente a la recepción de prueba. Este sistema
ésta efectivamente vinculado con el sistema de la oralidad en los juicios y no
propiamente con el sistema escrito. En éste el Juez forma su convicción de
acuerdo con los resultados o constancias de autos, que no dan cabalmente un
reflejo fiel de la realidad de los hechos. Además, es frecuente la comisión de
diligencias a otros jueces, las cuales hacen verdaderamente inaplicable éste
principio. Art. 129 CPCyM.

 Principio de concentración, la misma consideración que sobre el anterior


principio se ha hecho, merece éste principio de concentración. Su aplicación es
también característico del proceso oral. En virtud de éste principio se pretende
acelerar el proceso, mediante la acumulación de la prueba (por ejemplo, la
recepción de la misma en una sola audiencia).

 Principio de eventualidad, según Alsina éste principio consiste en aportar de


una sola vez los medios de ataque y defensa, como medida de previsión –ad
eventum- para el caso de que el primeramente interpuesto sea desestimado;
tiene también por objeto favorecer la celeridad de los trámites, impidiendo
regresiones en el procedimiento y evitando la multiplicidad de juicios. El
anterior principio y el presente, tienen en común, su fundamento, o sea, el de
abreviar los trámites.

 Principio de economía, art. 29 CPRG, el proceso civil es gratuito puesto que


las partes no remuneran a los oficios judiciales.

 Principio de publicidad, más que a los litigantes, se refiere al resto de la


comunidad social, que no puede permanecer ajena a la satisfacción de los
fines del proceso. El mejor contralor de la actividad judicial es el público. En
parte en los códigos procesales se llenan estas exigencias, como sucede por
ejemplo con la publicación de los fallos, vistas públicas, etc. Este principio es
de la esencia del sistema democrático de gobierno, pero se advierte que por
ser la generalidad de las materias que se discuten en el proceso civil, de índole
privada, no se requiere con frecuencia la publicidad. Además, el método escrito
que priva en nuestros procedimientos también amengua la aplicación del
principio de publicidad.

 Principio de oralidad, este principio más bien es una característica de ciertos


juicios, que se desarrollan por medio de audiencia, en forma oral, con
concentración de pruebas y actos procesales, de todo lo cual se deja
constancia por las actas que se levantan. Nuestro proceso es
predominantemente escrito como se hizo ver antes, pero sí ha habido
tendencia a introducir la oralidad en los procedimientos. En favor de éste
principio en el CPCyM, se encuentra el juicio oral para ciertos asuntos. Como
el juicio oral es de tramitación breve es muy conveniente la última disposición
mencionada sobre que se tramitarán en juicio oral los asuntos en que por
disposición de la ley así se establezca, porque aparte de las remisiones que a
él hace el Código Civil, podría aprovecharse esta clase de juicio en los asuntos
de índole mercantil.

 Principio de preclusión, en los sistemas procesales en que es marcada la


diferencia del proceso en etapas; es decir, cuando pueden separarse con
nitidez las distintas fases procesales, es en los que se puede aplicar el
concepto de la preclusión. Éste término vale como decir cerrar o clausurar y
ésta es la significación italiana del término. El paso de una fase procesal a otra,
supone la clausura de la anterior, de modo que no puede volverse a aquélla.
Nuestro Código Procesal es de éste tipo, por ejemplo, la interposición de las
excepciones previas debe hacerse antes de contestar la demanda; una vez
contestada ésta, no puede variarse ni modificarse la acción; si no se ha
contestado la demanda, no puede abrirse a prueba el juicio, etc. El efecto que
tiene un estado procesal de clausurar el anterior es lo que constituye la
preclusión. En virtud de la preclusión de da fijeza a las fases procesales. Esta
institución está íntimamente ligada con la de los términos judiciales, que le
ponen un límite a la duración del proceso y con el impulso procesal, que le da
movilidad al mismo.

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