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EL CEMENTERIO DE LOS INGLESES DE SEVILLA

Alexander Biggie Muñoz


Universidad de Sevilla (US)
Técnicas y Metodología de Historia Moderna y Contemporánea
Correo: alexwrr77@gmail.com

Resumen: El presente trabajo propone una aproximación al Cementerio de San Jorge de


Sevilla como fuente para abordar el estudio de la comunidad británica hispalense en el
siglo XIX. Presentando como referencias centrales del análisis la génesis y localización
del cementerio, las relaciones de la comunidad con el camposanto y las relaciones
socioeconómicas con los locales, proponiendo un proyecto de futuro para el monumento.

Palabras clave: Cementerio británico, anglicanismo, ingleses en España, cementerio San


Jorge

I Introducción. El otro cementerio

Al norte de Sevilla encontramos el cementerio de San Fernando, muchos sevillanos


tenemos algún ser querido enterrado allí y compartimos vivencias similares en el mismo
espacio, los cementerios son lugares destinados a albergar a los fallecidos, son el punto
donde se recuerda y se honra la memoria de los que ya no están, son espacios asociados
a la solemnidad, el respeto y el recuerdo.
Los cementerios son lugares donde se recrean símbolos e ideas alrededor de los muertos
cuya identidad se quiere preservar para que nunca dejen de pertenecer a un entorno social
determinado; para que no mueran en la memoria.
Dejando atrás el esplendor del cementerio de San Fernando, recorriendo apenas dos
calles, un poco más al norte, nos encontramos otro cementerio en el que todas estas
propiedades sufren un gran peligro de desaparición debido al abandono, el vandalismo y
el olvido, se trata del cementerio de San Jorge, patrón de los ingleses, pues es esta la
nacionalidad de la mayoría de sus huéspedes. También conocido como el cementerio de
disidentes o de los ingleses, nunca tuvo una gran popularidad entre los sevillanos, pero
desde luego vivió mejores momentos, pues en la actualidad se encuentra prácticamente
en ruinas, con lápidas fracturadas, muros derruidos y la vegetación abriéndose paso ante
la indiferencia de todos. Y no es por la importancia de los allí sepultados, pues entre los
más destacados encontramos personajes de la talla de John Scroope, teniente coronel que
comandó las fuerzas inglesas en la Batalla del Puente de Triana durante la expulsión de
los franceses en la Guerra de Independencia, Gilbert Farquharson, hijo del primer
presidente del Sevilla F.C. o Bernard Whishaw, comerciante y fundador del primer
Museo Arqueológico de Sevilla, sin embargo este impresionante palmarés parece no ser
suficiente para que las instituciones tomen cartas en el asunto y no dejen morir este hito
histórico, patrimonio de todos los sevillanos.

El estado actual de las investigaciones es también muy pobre, pues es escasa la


bibliografía al respecto, el mejor acercamiento académico lo realizó Francisco Javier
Rodríguez Barberán en su obra “Los cementerios de la Sevilla Contemporánea” donde le
dedica un breve apartado, recopilando lo referente a dicho cementerio extraído del
Archivo Histórico Municipal de Sevilla y del Archivo Administrativo Municipal de
Sevilla y un artículo en el ABC de Sevilla de Martin Murphy.

Cabe destacar que la mayoría de los acercamientos extraacadémicos interesados en el


cementerio provienen de parte de la parapsicología y blogs de misterio, lo que flaco favor
hace al estudio y puesta en valor de dicho monumento.1
De esta situación surge la necesidad de despejar los mitos y estudiar el cementerio en
profundidad para mantener el conocimiento sobre un monumento en serio peligro de
desaparición.

II Los cementerios ingleses

Los países católicos sufrieron un doloroso debate desde el nacimiento de la reforma


protestante en el siglo XVI, este cisma provocaría las guerras de religión y la separación
de los espacios de culto y funerarios en todos los países de Europa occidental.

La comunidad inglesa de Sevilla, al igual que todos sus compatriotas y fieles de las
iglesias protestantes habían perdido, el derecho a recibir sepultura en territorio español,
en el caso concreto de los anglicanos desde el los “Acts of Supremacy” de 1534 y la
consecuente reprobación papal.

Los súbditos británicos que murieran en España pasarían a no tener un lugar donde
enterrarse. La presión diplomática comenzó con el caso de Mr. Hole, diplomático
británico que había viajado a Madrid como parte de una embajada en 1622. Mr Hole
murió en Santander, pero no le fue permitido enterrársele en ningún lugar por lo que su
cuerpo fue arrojado al mar en una caja que fue rescatada por pescadores y finalmente
abandonado en el campo, este y otros casos como el de un tal Asham enviado de
Cromwell en 1650 servirían de reclamo por parte de la diplomacia británica para procurar
un enterramiento digno a sus compatriotas. (Pérez, 2015)

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, las relaciones anglo-españolas fueron muy
turbulentas en gran medida debido a los intentos británicos de socavar la supremacía
marítima española a través de la piratería y las patentes de corso (Fergusson, 2006) y la

1Estos grupos han mostrado interés por la naturaleza funeraria del lugar y el abandono que sufre,
asociándolo a fenómenos paranormales.
ferviente lucha de la corona española en defensa del Papa y contra el protestantismo
(Bennassar et al., 2005).

Felipe IV trataría de solucionarlo con el Tratado de Paz de 1664-67 donde se ordena


designar un lugar decente y apropiado para enterrar a los súbditos del Rey de Gran
Bretaña que muriesen en sus dominios, estos acuerdos fueron siendo ratificados en
sucesivos tratados como el de Utrech de 1713, Madrid 1717 y 1721 o Versalles 1783 sin
embargo no hubo ninguna iniciativa para hacer cumplir estos designios (Grice-
Hutchinson, 1989) y los súbditos británicos que morían en Sevilla eran enterrados por la
noche extramuros para más tarde pasar a enterrarse en la huerta del industrial Nathan
Wetherell2 cerca de la Puerta de la Carne. (Murphy, 1993)

Sin embargo, a pesar de las diferencias entre los gobernantes y sus políticas, sus súbditos
no siempre se regían por esta apatía, ya que podemos confirmar la existencia de una
comunidad inglesa en la Sevilla de los siglos XVI3 y XVII4 y que, naturalmente requeriría
un lugar de enterramiento, es por ello que las autoridades británicas venían solicitando la
creación de cementerios para sus compatriotas en España ya desde el siglo XVII
(Rodríguez, 1996) así como para el vecino Portugal, en ambos casos se hizo caso omiso
a estas peticiones.
En 1830 la insistencia del cónsul inglés de Málaga, Mr. William Mark había conseguido
establecer el primer cementerio inglés de España sentando el precedente para el futuro.
(Grice-Hutchinson, 1989)
Habría que esperar hasta 1831 cuando Fernando VII, probablemente motivado por la
ayuda británica durante la guerra de independencia, concedió, mediante una Real Orden,
el 13 de noviembre, el permiso para que las familias británicas pudiesen adquirir terrenos
para enterrar a sus cadáveres, pero sin que existiese iglesia ni capilla ni ninguna seña de
culto pública o privada.

El punto clave para la construcción de cementerios como el de Sevilla, sería sin embargo
la ley aprobada por las Cortes el 29 de abril de 1855 autorizando la construcción de
cementerios para los que murieran fuera de la comunión cristiana sin esconder sus ritos y
con el permiso de construir capillas e iglesias para honrar a sus fallecidos. (Rodríguez,
1996) Esta ley provocó una cadena de peticiones, como la del cementerio de Bilbao 1860,
Linares de 1864, Valencia 1870 o Riotinto 1878.

III El cementerio de San Jorge

El nacimiento

Como hemos visto, las peticiones británicas que demandaban la construcción de


cementerios pueden ser datadas desde el mismo momento en el que se les prohíbe
enterrarse junto a los católicos, en el momento de la reforma protestante que llevaría a
cabo Enrique VII y no recibirán una plasmación en la realidad hasta el siglo XIX.

2
Su tumba se encuentra hoy en el cementerio de San Jorge.
3
La existencia de esta comunidad puede documentarse gracias a la obra de Martin Murphy sobre el
colegio de San Gregorio, fundado en 1592. (Murphy, 2012)
4
AGI. Secciones: Indiferente General, legajo número: 777 fechada el 30 de marzo de 1662. Donde
encontramos una misiva del cónsul inglés en Sevilla hacía Felipe IV, solicitando derechos comerciales
para la comunidad inglesa en la ciudad, lo que indica la existencia de una comunidad de este origen en la
ciudad en el siglo XVII.
En 1830 se construye el primer cementerio británico de la península, el cementerio inglés
de Málaga (Grice-Hutchinson, 1989) y dos años después se envía una circular del director
de Propios y Arbitrios del Reino autorizando a los ayuntamientos que así lo requirieran a
la construcción de los conocidos como cementerios de disidentes (Rodríguez, 1996) en
casos análogos al de A Coruña5, creado por el cónsul británico de Galicia.
En esta primera concesión no se permitían las manifestaciones públicas de la fe
protestante ni la construcción de centros de culto, aunque curiosamente en Málaga se
construyera una capilla dentro del cementerio (Ramírez, 2016).
En 1833 se planteó el nuevo régimen de cementerios que por Real Orden, serían
construidos con fondos municipales pero custodiados por las autoridades eclesiásticas
(González, 1970).

En Sevilla la primera propuesta tras el permiso legal vino de mano de John Cunningham,
banquero y comerciante dueño de la J. Cunningham y compañía que pasaría a ser la
naviera Mac-Andrews and Co., llegando a ser presidente de la Junta del Puerto de Sevilla
(Zapata, 1992). Cunningham era británico, sin embargo, fue cónsul de Estados Unidos y
Venezuela, destaca también su aportación a la biblioteca colombina, en la que costeó el
estante 108. Consiguió que el comerciante Charles Pickman, fundador de la fabrica de
lozas y cerámicas del monasterio de la cartuja, cediera unos terrenos entre el camino de
San Jerónimo y el del hierro inmediato al río y casi frente del hospital de San Lázaro
(Rodríguez, 1996) donde pretendían construir el cementerio.
Cunningham presentó el proyecto ante el Cabildo Hispalense presentando un plano que
presentaba un recinto de planta trapezoidal y detalles de inspiración goticista 6 pero el
proyecto fue rechazado por la Academia de Arquitectura requiriendo un plano realizado
por un arquitecto titulado.
En ese mismo año, el arquitecto municipal Balbino Marrón realizó un proyecto7 que fue
aceptado por el Cabildo en octubre de 1854. Balbino Marrón había diseñado pocos años
antes el cementerio de San Fernando y contaba con el respaldo de la Academia de
Arquitectura, sin embargo, el proyecto nunca se llegó a concretar y ni los planos de
Balbino Marrón ni los terrenos cedidos por Charles Pickman coinciden con la situación
actual del cementerio. Marrón introduciría más tarde una sección separada del resto del
cementerio de San Fernando donde enterrar a los llamados disidentes de la fe católica.

El 29 de abril de 1855 se aprobó una ley que ordenaba la construcción de cementerios


especiales para los no católicos en las poblaciones que, a juicio del Gobierno, lo
necesitaran (Fernández y García, 1994), no sabemos si esta ley surtió efecto en el caso de
Sevilla ya que el Gobierno tuvo que reiterar el contenido de esta ley en 1872 y 1873
(Rodríguez, 1996) pero se señala esta fecha como fecha del nacimiento del cementerio de
San Jorge como lo conocemos hoy y que sólo contamos con un informe de 1932 redactado
por el cónsul británico de Sevilla, en el que expresa que unos individuos de religión
protestante, residentes en la ciudad adquirieron unos terrenos e para su uso como
cementerio.8 Este documento data la fecha de construcción de este cementerio el 13 de

5
El recinto se encuentra ahora adosado al cementerio de San Amaro
6
Podemos encontrar este plano en el AAMS. Sección cementerios. Legajo “cementerio de disidentes”
Expediente formado sobre la construcción de cementerio de protestantes en esta ciudad. 21 de Agosto
1854.
7
El plano del proyecto de Balbino Marrón lo podemos encontrar en el AHMS. Sección planos.
8
Este informe se encuentra en el AAMS. Sección Cementerios. Legajo “Inventarios/ 3213”. Expediente
con motivo de la publicación de la Ley, relativa al régimen de cementerios.
octubre de 1855 y lo sitúa en los terrenos del desamortizado monasterio de san Jerónimo,
lugar donde se encuentra nuestro cementerio de San Jorge.

Algunas tumbas muestran fechas anteriores a esta fecha por lo que podemos deducir que
fueron llevadas desde la huerta de Nathan Wetherell.
En esta ubicación se construyó una pérgola central y un camino ajardinado hasta la puerta
de entrada, el terreno se dividió en dos secciones separadas por un muro bajo conectado
dos arcos.

Ilustración 1 Alzado Cementerio de San Jorge de Sevilla (Elaboración propia)

Abandono

El 23 de octubre de 1869 se aprueba una propuesta de la comisión de Obras Públicas


mediante la cual se designa un espacio para el enterramiento de los miembros de la
Congregación de la Iglesia Española Reformada y todos los disidentes del culto católico
en el terreno diseñado por Balbino Marrón en el cementerio de San Fernando, lo que
suscitó fuertes críticas por parte del Arzobispado de Sevilla que veía desagradable la
realización de “actos heréticos” (Rodríguez, 1996) lo que pospuso la concreción de este
espacio por lo que la solución coyuntural continuó siendo el cementerio del monasterio
de San Jerónimo.
El cementerio fue mantenido por el consulado británico de Sevilla y sabemos que estuvo
vinculado a la Iglesia anglicana de España llamada Iglesia Reformada Episcopal pues en
la guía de Sevilla y su provincia de 1881 podemos leer:

“[…]-Cementerios.-[…]Además hay otros dos particulares, á saber: el de los Canónigos,


en donde estuvo el de San Sebastián, prado de este nombre, y el de la iglesia reformada
el exconvento de San Gerónimo. […]” pp.195
La Iglesia anglicana cuenta con dos sedes en Sevilla, la Iglesia de la Ascensión y la Iglesia
de San Basilio, esta última fue fundada en 1871, siendo su primer ministro el Rvdo.
Francisco Palomares García9 (Noyes, 1897), ellos conservan actas de defunción que
remiten al cementerio de San Jorge como es el caso de Guillermo Hamilton Hume
fallecido en 1883, sin embargo desde que desapareció el consulado británico en Sevilla
alrededor de los años ochenta del siglo XX, la única organización que se hizo cargo fue
la Iglesia que junto con los familiares de algunos fallecidos enterrados allí fundaron la
asociación San Jorge presidida actualmente por María Henderson sin embargo estos
esfuerzos no han podido impedir el maltrecho estado en el que se encuentra el cementerio
en la actualidad.
Ya en 1992 José García Tapial hacía referencia a este estado en su obra sobre el
monasterio de San Jerónimo de Buenavista:

“[…] En las huertas más al norte se levantaría más tarde el cementerio protestante, que
aún subsiste semiabandonado. El predio monacal se fue así fragmentando, dedicándose a
diversos usos, mientras que las edificaciones se continuaban degradando y expoliando.”

Tumbas y Epitafios

Las sepulturas han tenido desde la antigüedad epitafios que trataban de honrar al fallecido
o mostrar un testimonio escrito que reflejara algo del difunto, los epitafios pueden
estudiarse como una estrategia de autorrepresentación de una comunidad ya que
constituyen un fiel reflejo de las ideas religiosas y de la actitud ante la muerte en las
diferentes sociedades (Ariés, 1983).
Analizando los diferentes epitafios de las tumbas del cementerio de San Jorge podemos
extraer una gran cantidad de información que se nos presenta de manera explícita e
intencional por parte tanto de los fallecidos como de los amigos y familiares que se
encargaron de producir sus tumbas.
El cementerio de San Jorge responde al modelo de los cementerios jardín victorianos que
se pusieron de moda en el siglo XIX, incluyendo vegetación propia de la región como las
palmeras y la existencia de tumbas de inspiración mozárabe como las del sector 8 10 y
tumbas de estilos plenamente victoriano como las tumbas neogóticas de la Zona A, es
interesante compararlo con los cementerios católicos de Andalucía dónde fácilmente
podemos encontrar algunas diferencias.
La tipología monumental resulta más variada teniendo en cuenta el escaso tamaño del
cementerio, también destaca la iconografía que diverge de la de sus cementerios vecinos,
aunque podemos observar guiños hacia la región en la que se encuentra.
De un modo u otro los aquí enterrados vincularon su vida o su muerte a esta región y en
cada sepultura hay una historia de unión con una ciudad que no les permitió enterrarse
con el resto de los sevillanos.
El grupo autorrepresentado en estas tumbas y epitafios son los protestantes, en muchas
ocasiones comerciantes británicos, especialistas que vinieron a trabajar en las industrias,
militares fallecidos en la guerra de independencia o turistas o visitantes que encontraron
aquí su descanso eterno.

9
El Reverendo Palomares fue el primero en casarse en la Iglesia de San Basilio en 1872 con Margarita
del Pino delgado, dicha información se puede consultar en el libro de matrimonios de la Iglesia de San
Basilio.
10
Véase el catálogo de inscripciones funerarias.
En los epitafios que dejaron se muestra más comúnmente el mensaje de sus familiares y
amigos que el de ellos mismos, entre los testimonios más antiguos tenemos el de John
Cunningham, principal impulsor de la construcción del cementerio y en el que sus
parientes amigos dedicaron uno de los monumentos más vistosos en respuesta a su caridad
con los pobres de la ciudad. También es habitual las referencias a los oficios o las
muestras de afecto a la ciudad.
Destacan también las tumbas infantiles como la de Gilbert Farquharson, estas tumbas son
comunes debido a la alta mortalidad infantil de la época y en muchas ocasiones eran
enterrados con algún familiar y no llegaban a contar con ningún epitafio suelen ser
pequeñas y simples existiendo casos en los que no aparece el nombre del niño.

También podemos encontrar en las inscripciones funerarias fragmentos de la Biblia,


himnos religiosos o latinismos célebres como el caso de la tumba de Arthur Trench que
quiso plasmar en su tumba el adagio “Mors janua vitae”, la muerte es la puerta de la vida

IV Un futuro para el cementerio: Puesta en valor y patrimonialización

Resulta difícil poner en valor un monumento tan desconocido por sus conciudadanos, en
una encuesta realizada por el autor en enero de 2021 a sevillanos nacidos y criados en la
ciudad, se encontró que 14 de los 21 encuestados (un 66%) no sabían de la existencia de
tal cementerio, 17 de ellos (un 81%) no habían oído hablar de la presencia de la Iglesia
anglicana en Sevilla y 20 de ellos, (un 95%) no conocía a ningún británico con alguna
relevancia histórica en la ciudad de Sevilla.
No se ha realizado trabajo alguno acerca de los ingleses asentados en la ciudad 11 y quizá
sea excesivamente presuntuoso pretender equiparar la temática con el interés que suscitan
comunidades como la judía o la romaní cuya influencia supera con creces la de los anglos,
sin embargo, el conocimiento del legado cultural que todas las comunidades han aportado
a la ciudad resulta de gran utilidad para la comprensión del patrimonio cultural y material
de Sevilla y de cualquier ciudad.
El caso del cementerio de San Jorge resulta de un elevadísimo interés al tratarse de un
espacio de gran relevancia para el conocimiento de dicha comunidad y constituye en sí
mismo un bien de interés cultural; sin embargo, ni los vecinos ni las instituciones lo
consideran así, es por ello, que he querido incluir en el trabajo una propuesta de
patrimonialización del monumento con el fin de restaurar y mantener una parte del pasado
que la ciudad parece haber olvidado.

El cementerio de San Jorge no es el único en su categoría y como hemos visto existen


otros ejemplos en nuestro país que parecen haber corrido mejor suerte, es el caso del
cementerio inglés de Málaga, declarado como Bien de Interés Cultural en noviembre de
201212 y a cargo de una fundación privada que se encarga de mantenerlo y restaurarlo
financiándose gracias a patrocinios corporativos, donaciones privadas y las tasas de
nuevos columbarios.13 Otro ejemplo es el cementerio británico de Madrid dependiente de
la fundación de cementerios británicos o fuera del país como el cementerio español y
portugués de Mile End Road en Londres.

11
Únicamente de forma individual o familias concretas como Nathan Wetherell o los Pickman.
12
Por el Decreto 524/2012, de 20 de noviembre, por el que se inscribe en el catálogo General del
Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés cultural, con la tipología de Monumento (Boletín
Oficial de la Junta de Andalucía núm. 246, del 18 de diciembre de 2012).
13
Información extraída de su propia pagina web: https://cementerioinglesmalaga.org/la-fundacion/
Existen además otros ejemplos de monumentos funerarios que son mantenidos y
respetados por organismos públicos como el Monumento a los héroes del Dos de Mayo
en Madrid, sustentado con fondos del Ministerio de Defensa o la Iglesia y cementerio de
San Sebastián en el barrio de El Porvenir calificada como Bien de Interés Cultural y
protegida por la Junta de Andalucía.
Cabe considerar la presentación del cementerio como Bien de Interés Cultural (BIC).

No debemos olvidar el caso de otros cementerios que corrieron peor suerte como es el
caso del cementerio inglés del Puerto de Santa María desaparecido en 1990, el de
Valverde del Camino o el de Cádiz, fundado por el obispo anglicano George Tomlinson
en 1842 y que tan sólo treinta años después, el Ayuntamiento de Cádiz trataría de cerrar
argumentando razones sanitarias debido a la construcción posterior de viviendas cercanas
y que terminaría siendo clausurado en 1976 trasladando los restos cuatro años después al
Cementerio Mancomunado de la Bahía de Cádiz. Antes de su destrucción, en este
cementerio no se realizó ningún estudio ni catalogación por lo que su memoria se ha
perdido para siempre y sólo conservamos algunas fotografías. (Ramírez, 2016)

Para la iniciativa privada se propone una serie de instituciones que podrían estar
interesadas en participar en la restauración y mantenimiento del cementerio:

-Embajada Británica en Madrid


-Fundación Cementerios Británicos en España
-Fundación Cementerio Inglés de Málaga
-British Council
-Association of significant Cemeteries in Europe. ASCE
-Alianza Evangélica Española
-Iglesia Española Reformada Episcopal Comunión Anglicana
-Fundación Hispano-británica
-British Spanish Society
-Hispania Nostra
-Patrimonio Sevilla
-Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico
-British Association for Cemeteries in South Asia
-Cañada Blanch Centre

V Catálogo de inscripciones funerarias

El cementerio de San Jorge de Sevilla contiene un gran número de tumbas con una
cronología que va desde el siglo XVIII hasta el XXI, ya que cuenta con algunas tumbas
trasladadas de la huerta de Nathan Wetherell.
Debido a su estado de abandono y los sucesivos actos de vandalismo y saqueo no
podemos garantizar su conservación en el futuro lo que complicará su estudio si es que
no se lleva a cabo una restauración en profundidad, es por ello, que se hace necesario una
documentación y catalogación de todos los monumentos funerarios que se han podido
recopilar.
Para su catalogación se ha dividido el cementerio en dos zonas, la zona A correspondiente
al sector más occidental dividido por la tapia medianera y zona B correspondiente al
sector oriental, a su vez la zona B está dividida en sector 1, correspondiente a las tumbas
de la pared sur, 2 correspondiente al muro más oriental, 3 correspondiente al muro norte,
4 correspondiente al muro más occidental, 5 del sector central noroccidental alrededor de
la pérgola, 6 al sector suroccidental, 7 del sector suroriental y 8 correspondiente al sector
nororiental.

Ilustración 2 Alzado Zona B Cementerio de San Jorge de Sevilla


(Elaboración propia)

En la catalogación se incluye su clasificación geográfica, su referencia en imágenes (si es


que la tiene) una descripción artística y material, la lectura del epitafio o cualquier texto
original sobre la misma y su localización formal. Las letras restituidas por el contexto,
confusas o abreviadas aparecerán entre paréntesis.
Las tumbas aquí catalogadas constituyen una ínfima parte de las que se encuentran en el
cementerio, sin embargo, debido a que me ha sido imposible acceder al mismo, dicha
catalogación deberá completarse en futuros estudios.

Zona B Sector 1 (Fig 1). Lápida de cabecera en semicírculo rebajado, de mármol blanco
adosada al muro.
Lectura: MEMORY / OF JOHN LEUIS WHO / DIED THE 23 OF DE.(cem)BER 1895
/ AGED 62 ALSO HIS 3, / CHILDREN MARY AGED / 5 YEARS ELISABETH /
AGED 2 YEARS AND / JOHN AGED 3 / YEARS / THY WILL BE / DONE.

Zona B Sector 6 (Fig 2). Estela de cabecera mixtilínea, bajorrelieve de Jesús crucificado
junto a la Virgen María y María Magdalena en gris macael.
Lectura: IN MEMORY / OF / PHYLLIS / THE BELOVED WIFE OF / CLIVE
M(innoe) BURTON / BORN 30 TH MARCH 1906 / DIED 17 TH DECEMBER 1978.

Zona B Sector 7 (Fig 3). Estela de cabecera en semicírculo rebajado, frontón con cruz
latina soportada por dos columnas dóricas, con lápida de cabecera en semicírculo
rebajado de mármol blanco con fuente adosada.
Lectura: MARCUS FISHER / BARBARA HIS WIFE / HECTOR AND ANDREA /
HIS CHILDREN / IN EVER LOVING MEMORY.

Zona B Sector 2 (Fig 4). Lápida de cabecera en semicírculo rebajado, de mármol blanco
adosada al muro con cruz latina en la parte superior central.
Lectura: SACRED / TO THE MEMORY OF / MARY ANN RELICT OF / JAMES
FORSYTH OF / KINGSTON JAMAICA / WHO DEPARTED THIS LIFE / 11 TH
DECEMBER 18 (…) / IN THE 67TH YEAR OF (…).

Zona B Sector 6 (Fig 5). Losa en granito con cruz Latina en una sepultura delimitada
por un bordillo liso.
Lectura: TO THE PRECIOUS MEMORY OF / ARTHUR TRENCH / BORN MARCH
6 1851 / DIED APRIL 15 1934 / MORS JANUA VITAE.

Zona A. (Fig 6). Lápida de cabecera semicircular rebajado en adosada al muro en


mármol blanco con cruz de Canterbury.
Lectura: IN MEMORY OF / GILBERT / INFANT SON OF / EDWARD AND MARY
/ FARQUHARSON JOHNSTON / BORN 23 RD DIED 24 TH JUNE 1880.

(Fig 7). Losa de granito.


Lectura: (…) ESPOSO QUE FUE DE / D(…) JOSEFA LOPEZ GARCIA / NACIO EN
KIEL (ALEMANIA) / EL 27 DE OCTUBRE DE 1849 / MURIO EN SEVILLA / EL 7
DE DICIEMBRE DE 1927. / BIENAVENTURADOS MISERICORDIOSOS / POR
QUE ALCANZARÁN / MISERICORDIA.

Zona B Sector 7. Estela cuadrangular rematada por una cruz latina sobre un pedestal de
cuatro escalones, grabada en la piedra una cruz de la trinidad sobre el nombre del
fallecido y una cruz latina sobre el epitafio de la cara este.
Lectura: Cara norte JUAN / CUNNINGHAM. Cara este AL INOLVIDABLE SEÑOR
DON / JUAN CUNNINGHAM / (…) CON LA CRUZ (…) / DE PRIMERA CLASE /
POR SU INAGOTABLE CARIDAD. / MUERTO EN SEVILLA EL DIA / 8 DE
NOVIEMBRE DE 1871 / A LOS 54 AÑOS DE EDAD. / SIENDO QUERIDO Y
RESPETADO / POR TODOS LOS QUE LE CONOCIERON. / ERIGIDO POR SUS
PARIENTES Y AMIGOS / SE DEDICA ESTA MEMORIA.

Zona B Sector 6. Losa de basalto negro sobre pedestal con un escalón cuadrangular y
rematado con cruz latina en granito, está restaurada con lapidas originales en mármol
blanco.
Lectura: WILLIAM MACDUGALL / DIED IN SEVILLE 23 RD FEBRUARY 1905 /
AGED 52 YEARS / WILLIAM MACDOUGALL / DIED IN SEVILLE 23 RD
FEBRUARY 1905 / AGED 52 YEARS / JOHN S. MACDOUGALL / DIED IN
SEVILLE 21 ST MARCH 1919 / AGED 70 YEARS.

Zona A. Lápida de cabecera semicircular en mármol blanco.


Lectua: ANNE / CIARAMITARO / 5 MAY 1929 24 JANUARY 1994 / REST WELL
DEAREST.

Imágenes

Figura 1 (J.M. Serrano)


Figura 2 Recuperado de
(sevillamisteriosyleyendas.com)

Figura 3 (J.M. Serrano)


Figura 4 (J.M. Serrano)

Figura 5 (J.M. Serrano)


Figura 6 Recuperado de (ayeryhoysevillistas.blogspot.com)

Figura 7 (J.M. Serrano)


VI Bibliografía y fuentes documentales

Fuentes documentales

AGI. Secciones: Indiferente General, legajo número: 777 fechada el 30 de marzo de 1662.

AAMS. Sección cementerios. Legajo “cementerio de disidentes” Expediente formado


sobre la construcción de cementerio de protestantes en esta ciudad. 21 de agosto
1854.

AAMS. Sección Cementerios. Legajo “Inventarios/ 3213”. Expediente con motivo de la


publicación de la Ley, relativa al régimen de cementerios.

Bibliografía

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Yuncos, España. Akal Ediciones.

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Books.

García M. y Fernández M. C. (1994). “Los cementerios. Competencias municipales y


producción documental” Boletín de ANABAD, 44, pp. 55-85

González, A. (1970). “El cementerio español en los siglos XVIII y XIX” Archivo Español
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M. Murphy. (1993). “El cementerio de los exiliados”. ABC de Sevilla, 82.

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y artístico (1800 – 1950)” Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla.

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XX. De los muelles fluviales a la dársena cerrada.” Sevilla: Secretariado de
publicaciones de la Universidad de Sevilla.

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