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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, TURISMO Y PSICOLOGÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

Practica Calificada Nro 4

PRESENTADO POR

ALARCON GUARDA, SEBASTIAN FABIANO

DOCENTE

MG. Rafael Rodríguez Falla

LIMA - PERÚ

2024
El texto presenta una profunda reflexión sobre el concepto de inconsciente y

sexualidad en el marco del psicoanálisis freudiano, subrayando cómo este

descubrimiento representa un cambio fundamental en la historia de las ideas. La

sexualidad, entendida de manera amplia y no limitada a la genitalidad, juega un

papel crucial en la estructura del psiquismo y en la conformación de la subjetividad,

implicando aspectos simbólicos, fundamentales para el individuo.

Freud introdujo la idea de que las pulsiones sexuales y los deseos inconscientes

forman la base del psiquismo, destacando el papel de la represión y otros

mecanismos de defensa en la gestión de estas pulsiones. Este desafía las

concepciones tradicionales de la sexualidad y su expresión, argumentando que el

conflicto psíquico o la tensión entre el deseo y las defensas constituyen la

singularidad de cada sujeto.

El texto explora cómo la noción freudiana de sexualidad abarca tanto aspectos

vitales como agresivos, integrando conceptos como el narcisismo y el complejo de

Edipo en el proceso de subjetivación. Además, se discute la importancia de la

diferencia de los sexos y cómo la genitalidad emerge de una estructura psíquica

más profunda marcada por el deseo inconsciente.

A través de la noción de pulsión (Trieb), Freud buscó articular la relación entre el

cuerpo y el lenguaje, señalando cómo los afectos y las representaciones se

entrelazan en la construcción de la subjetividad. También aborda cómo la

metapsicología freudiana continúa siendo un campo de estudio e investigación

relevante, desafiando perspectivas evolutivas lineales y destacando la complejidad

del espacio psíquico.


Finalmente, reflexiona sobre las implicaciones contemporáneas de estas ideas,

especialmente en lo que respecta al papel del otro en la formación de la subjetividad

y cómo la dependencia de un deseo ajeno es fundamental para la supervivencia y la

satisfacción del individuo. Este enfoque enfatiza la necesidad de reconsiderar

conceptos como el autoerotismo y la autonomía del yo en el contexto de la teoría

psicoanalítica.

Lacan amplía el concepto freudiano de pulsiones parciales, añadiendo la pulsión

escópica y la pulsión invocante, considerando esenciales la mirada y la voz junto al

alimento y la respuesta corporal a la demanda del otro. Se destaca la importancia de

la negatividad subjetivadora y la función estructurante de la agresividad,

redefiniendo la pulsión de muerte hacia una dimensión menos ominosa. Freud y

posfreudianos ven la crueldad y el apoderamiento como aspectos continuos,

sugiriendo una pulsión desvinculada del dualismo vida muerte, donde la agresividad

es central para la subjetividad. Este enfoque implica repensar la estructura edípica y

las teorías sexuales infantiles en el contexto de los mitos y la neurosis, subrayando

la dimensión simbólica y la dependencia del deseo del otro. La castración emerge

como un organizador estructural, y la noción freudiana de filogenia es vista como

estructura transmitida a través del deseo inconsciente de los padres. Se reconoce

un cambio social hacia la aceptación de la diversidad, desafiando las normas y

promoviendo una comprensión más amplia de las diversas formas de parentalidad y

sexualidad. El psicoanálisis debe evitar la normativización moralizante, centrándose

en el sujeto de deseo inconsciente que se manifiesta en fantasías, síntomas y otras

formaciones del inconsciente. La sexualidad, según Freud, abarca mucho más que

la genitalidad, incluyendo lo vital, lo agresivo, lo narcisista y lo edípico, con la muerte

y la castración como temas centrales, rompiendo la linealidad desde sus inicios y


destacando la importancia del fantasma y la sublimación infantil, reconoce los

cambios sociales hacia la aceptación de la diversidad, argumentando contra la

normativización moralizante y enfatizando la necesidad de un psicoanálisis que se

enfoque en el sujeto de deseo inconsciente, sus fantasías, síntomas y formaciones.

Esto aboga por una comprensión más amplia y profunda de la sexualidad, más allá

de la genitalidad, considerando su importancia vital, agresiva, narcisista y edípica,

con la muerte y la castración como pilares fundamentales. Resalta la necesidad de

romper con la linealidad tradicional en el pensamiento psicoanalítico, valorando la

subjetividad inconsciente que emerge de lo "visto" y "oído", y cómo esta subjetividad

se manifiesta a través de deseos, juegos y fantasías infantiles.

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