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Cielo abierto

Novena a la Santa Faz


Mensaje de introducción:
Queridos hermanos, estamos en medio de una batalla espiritual, en donde nuestro enemigo está
tratando de imponer ideologías, las cuales tienen como objetivo destruir nuestra relación con Dios.
Su estrategia es, primero, debilitar a la familia, que es la imagen de la Santísima Trinidad en la Tierra,
y una vez hecho esto, corromper a la Iglesia Católica, que es la gran familia de Dios.

Sor Lucía de Fátima escribió una carta al Cardenal Carlo Caffarra, donde le explica todo esto: “La
batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del Matrimonio y de la Familia…
cualquiera que actúe a favor de la santidad del Matrimonio y de la Familia siempre será combatido y
enfrentado en todas las formas, porque ésta es el punto decisivo”. Después concluyó: “no teman…
Nuestra Señora ya ha aplastado su cabeza”.

En 1843 Jesús se apareció a la venerable Sor María de San Pedro, una monja Carmelita Descalza de
Tours, Francia, mostrándole una oración en forma de coronilla para honrar el adorable Rostro de
Cristo. Con ella, veneramos cada uno de los cinco sentidos de Jesús, mientras meditamos sobre su
Rostro Santo. Esta Coronilla es un arma que el Señor nos dio para derrotar a los enemigos de Dios,
especialmente al Comunismo, el cual impone ideologías a través del adoctrinamiento, lleva a la
pérdida de la fe a través de la propagación del ateísmo práctico, y quita la libertad a las personas,
siendo del completo desagrado de Dios, pues es contrario a sus planes. Jesús le dijo a Sor María:
“…ofrécela incesantemente a mi Padre por la salvación de tu país”.

Jesús le pidió a la religiosa que difundiera esta devoción en reparación por las blasfemias contra Dios
y la profanación del domingo. Nuestro Señor desea que su Divino Rostro sea ofrecido al Padre, pues
la Santa Faz es la Imagen misma de Dios.

Así mismo, Jesús le mostró a Sor María que su Sagrado Corazón está muy herido por las irreverencias
que sufre: “La Tierra está repleta de crímenes. La violación de los primeros tres mandamientos de Dios
ha entristecido a mi Padre. El Santo Nombre de Dios ha sido blasfemado… Jamás habían llegado sus
crímenes a tal punto…Mi Nombre es maldecido en todas partes; hasta los niños me insultan”.

Además de la lucha contra los enemigos de nuestra salvación, para consolar al Corazón divino, Jesús
le entregó a Sor María un acto de alabanza y reparación que se le conoce como la Flecha de Oro, la
cual, hecha con amor y ternura, reparara muchas heridas del Sagrado Corazón. Después de recibir
esta oración, Sor María de San Pedro tuvo una visión en la cual vio el Sagrado Corazón de Jesús herido
con deleite, observando cómo brotaban de Él torrentes de Gracia para la conversión de los
pecadores.

1|Introducción
De la misma manera, sor María recibió de Jesús varias promesas en favor de quienes honran su Divino
Rostro:
1. Al ofrecer mi Rostro a mi Padre Eterno, nada será negado y se obtendrá la conversión de muchos
pecadores.
2. Por mi Divino Rostro harás milagros, aplacarás la ira de Dios, y atraerás del Cielo misericordia sobre
los pecadores.
3. Todos aquellos que honren mi Divino Rostro en espíritu de reparación, realizarán, al hacerlo, el
oficio de la piadosa Verónica.
4. Con el mismo cuidado que tengan en hacer reparación a mi Rostro, desfigurado por las blasfemias,
cuidaré de sus almas que han sido desfiguradas por el pecado.
5. Quienes con palabras, oraciones o escritos defiendan mi causa en la obra de reparación,
especialmente mis Sacerdotes, Yo los defenderé ante mi Padre y les daré mi Reino.
6. Así como en un reino puedes procurar todo lo que deseas a través de una moneda grabada con la
efigie del rey, en el Reino de los Cielos obtendrás todo lo que desees con la moneda preciosa de
mi Divino Rostro.
7. Quienes contemplen en la Tierra las heridas de mi Rostro, en el Cielo lo contemplarán radiante de
gloria.
8. [Quienes contemplen en la Tierra las heridas de mi Rostro]… Recibirán en sus almas una irradiación
brillante y constante de mi Divinidad, que por su semejanza con mi Rostro los hará brillar en el
Cielo con particular esplendor.
9. [Quienes contemplen en la Tierra las heridas de mi Rostro]… Los defenderé, los preservaré y les
aseguraré la perseverancia final.

En esta novena, honraremos el Rostro de Cristo por nueve días consecutivos con estas oraciones, de
preferencia ante el Santísimo Sacramento o la Imagen del Divino Rostro, acudiendo al Sacramento
de la Confesión y recibiendo la Sagrada Comunión para reparar el Corazón de Jesús y pedir la pronta
derrota de sus enemigos, mientras esperamos el cumplimiento de las promesas que obtendremos al
venerar la Santa Faz, el Santo Rostro de nuestro Señor Jesús.

2|Introducción
PRIMER DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “Yahveh te bendiga y te guarde; ilumine Yahveh su Rostro sobre ti y te sea propicio;
Yahveh te muestre su Rostro y te conceda la paz. Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo
los bendeciré” Números 6, 24-27

Contemplación: Mientras oramos, contemplemos el Rostro adorable de Jesús en su nacimiento. Pues


Él es el más hermoso de los hijos de los hombres. (cfr. Sal 45, 2)

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final: Oh, Señor Jesucristo, al presentarnos ante tu adorable Rostro para pedirte a Ti las
gracias que más necesitamos, te rogamos, sobre todo, nos concedas la disposición interior, para
nunca dejar de hacer en ningún momento tu Divina Voluntad.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 1
SEGUNDO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “Retira tu mirada de mis pecados, borra todas mis culpas. Crea en mí, oh, Dios, un corazón
puro, renueva dentro de mí un espíritu firme; no me rechaces lejos de tu Rostro, no retires de mí tu
Santo Espíritu” Sal. 51, 11-13

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro amable de Jesús en su vida pública, el cual consoló a
muchos, atrajo los Apóstoles, miró con compasión a los afligidos, dirigió una mirada de misericordia
a los arrepentidos, se alegró con los convertidos, y se entristeció con la necedad de los pecadores (cfr.
Mc. 1, 34)

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Oh, bondadoso Jesús, que has dicho “pide y recibirás, busca y encontrarás, toca y se abrirá para ti...”
aumenta nuestra fe; concédenos, a través de tu amable Rostro, las gracias que necesitamos y las que
buscamos en tu infinita misericordia.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 2
TERCER DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “¡Oh, Dios!, haznos volver, y que brille tu Rostro, para que seamos salvos” Sal. 80, 4

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro radiante de Jesús en su transfiguración. Aquel Rostro
resplandeciente es antesala de la faz que contemplaremos en el cielo (cfr. Lucas 9, 28-36).

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Oh, Dios nuestro, no rechaces nuestras oraciones cuando en medio de nuestras aflicciones, rogamos
a tu Santo Nombre y buscamos con amor y confianza tu radiante Rostro. Amado Señor, ten
misericordia de nosotros.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 3
CUARTO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “[Si]... mi pueblo, sobre el cual es invocado mi Nombre, se humilla, orando y buscando mi
Rostro, y se vuelven de sus malos caminos, Yo los escucharé desde los cielos, perdonaré su pecado y
sanaré su tierra” 2ª Crónicas 7, 14

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro afligido de Jesús en el Huerto de los Olivos, donde la
angustia hizo que la belleza de su Rostro se atenuara, la Santa Faz de Jesucristo fue deshonrada por
el beso traicionero de Judas (cfr. Lc. 22, 44-48).

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Todopoderoso y eterno Dios: mira el Rostro afligido de tu Hijo Jesús. Te lo presentamos a Ti con
confianza, para implorar tu perdón. Te entregamos a tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Mira su llanto, observa sus lágrimas, oh, Dios, y a través de sus infinitos méritos, escúchalo a Él cuando
intercede por nosotros pobres pecadores.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 4
QUINTO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “No les ocultaré más mi Rostro, porque derramaré mi Espíritu sobre la casa de Israel,
oráculo del Señor” Ezequiel 39, 29

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro misericordioso de Jesús con los pecadores. Imaginemos
sus ojos tristes y tiernos, mirando a Pedro después de su traición con dulce reproche. Esa mirada
traspasó el corazón del Apóstol y lo llenó de vergüenza y de arrepentimiento (cfr. Lc. 22, 61).

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Misericordioso Rostro de Jesús, nuestro único amor, nuestra luz y vida: permítenos conocerte,
amarte y servirte sólo a Ti. Que podamos vivir de Ti, contigo, a través de Ti y para Ti.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 5
SEXTO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “¡Buscad a Yahveh y su fuerza, id tras su Rostro sin descanso!” 1ª Crónicas 16, 11

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro honorable de Jesús durante la coronación de espinas. La
faz de nuestro Rey fue deshonrada: le escupían en el Rostro y lo abofeteaban; otros le golpeaban el
Rostro con las palmas de las manos (cfr. Mt. 26, 67).

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Eterno Padre, te ofrecemos el honorable Rostro de tu Amado Hijo por la conversión de los pecadores
y por la salvación de los moribundos.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 6
SÉPTIMO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “¡Alza sobre nosotros la luz de tu Rostro!, oh, Yahveh” Sal. 4, 7b

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro agonizante de Jesús en la cruz. Su Rostro, totalmente
desfigurado e impreso de dolor, suplicaba al Padre por perdón para aquellos que lo ultrajaban:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (cfr. Lc. 23, 34).

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Oh, Divino Jesús: a través de tu agonizante Rostro, sálvanos. Tú eres nuestra esperanza, nuestra
fortaleza, nuestro refugio. Señor, ten misericordia, mira nuestra debilidad, no nuestro pecado.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 7
OCTAVO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “No habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y los
siervos de Dios le darán culto. Verán su Rostro y llevarán su nombre en la frente” Apocalipsis 22, 3-4

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro glorioso de Jesús en su resurrección. ¡Cristo ha vencido a
la muerte! Su faz resplandece de gloria e inmortalidad.

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Dios Señor nuestro: no escondas de nosotros tu glorioso Rostro en el día de la angustia; inclina hacia
nosotros tu oído; respóndenos pronto, Dios nuestro. (cfr. Sal. 102, 2)

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día 8
NOVENO DÍA

Inicio:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos estas oraciones
en reparación por los pecados que más te ofenden. Y te rogamos que nos libres de los planes de
aquellos que atentan contra nuestra libertad y nuestra fe en Ti. ¡Amén!

Cita Bíblica: “Te oculté mi Rostro por un instante, pero con amor eterno te he compadecido, dice
Yahveh tu Redentor” Is, 54, 8

Contemplación:
Mientras oramos, contemplemos el Rostro misterioso de Jesús escondido en el Santísimo
Sacramento del Altar. Santa Gertrudis recibió de Dios la seguridad de que cada vez que alguien mira
con reverencia la Sagrada Eucaristía, el alma recibirá por añadidura otro grado a la gloria en el Cielo,
y, cuando llegue a la visión beatífica de Dios, recibirá tantos deleites especiales, como cuantas
miradas amorosas haya dedicado a la Sagrada Eucaristía.

Rezar la Coronilla de la Santa Faz (última página)

Oración final:
Padre Santo, mira con misericordia a aquellos que adoramos el misterioso Rostro de tu amadísimo
Hijo, nuestro Señor Jesucristo. No nos abandones, Dios Salvador nuestro. ¡Amén!

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nota final: Mañana, último día de esta Novena, confiésate, cumple tu penitencia, ve a Misa, comulga
y ora por las intenciones del Papa. Si no puedes confesarte mañana, hazlo en la semana.

Día 9
DÍA FINAL DE LA NOVENA

¡Gracias por haber hecho esta Novena con nosotros! En estos días previos nos hemos entregado a
Dios para reparar su Sagrado Corazón y para pedirle su pronta acción contra sus enemigos. Recuerda
que hoy, día final de tu Novena, asiste a la Santa Misa, comulga y reza por las intenciones del Santo
Padre y las necesidades de la Iglesia. Ahora consagrémonos a la Santa Faz:

¡Oh Faz amabilísima de Jesús!


Aquí venimos atraídos por tu dulce mirada,
que como Divino imán arrebata nuestro corazón, aunque pobre y pecador
¡Oh, Jesús!
Quisiéramos enjugar tu adorable Faz y consolarte de las injurias y olvido de los pecadores.
¡Oh, Rostro hermosísimo!
Las lágrimas que brotan de tus ojos nos parecen perlas preciosas,
que queremos recoger para comprar con ellas las almas de nuestros hermanos.
Ha llegado a nuestros oídos la queja amorosa que salió de tus labios en la Cruz,
y sabiendo que la sed que te abraza es de amor, quisiéramos poseer un amor infinito para apagarla.
¡Oh, amado Jesús!
Si nosotros tuviéramos el amor de todos los corazones, todo sería para Ti.
Envía, Señor, almas; sobre todo almas de apóstoles y mártires,
para abrazar en tu corazón a la multitud de los desgraciados pecadores.
¡Oh, amado Jesús!
Mientras aguardamos el día en que contemplaremos tu Gloria Infinita,
nuestro únicos deseo es venerar tu Faz Santísima,
a la cual consagramos desde ahora y para siempre,
nuestras almas con sus potencias y nuestros cuerpos con sus sentidos.
¡Oh, Jesús!
Haz que tu Rostro lastimado sea aquí, abajo, nuestro encanto y nuestro cielo. ¡Amén!

¡Que Dios tenga misericordia de nosotros y del mundo entero!


En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Día de la Novena
CORONILLA DE REPARACIÓN DE LA SANTA FAZ
Se utiliza un Rosario de la Santa Faz, sin embargo, también se puede usar un Rosario común, pero utilizando
solo 6 de las cuentas pequeñas en vez de 10.

Dios mío: ¡ven en mi auxilio!


Señor: ¡date prisa en socorrerme!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Que el santísimo, sacratísimo, adorabilísimo, misteriosísimo e inefable Nombre de Dios sea alabado, bendito,
amado, adorado y glorificado en el cielo, en la Tierra y en el abismo por todas las criaturas de Dios y por el
Sagrado Corazón de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar ¡Amén!

Primera meditación: En honor al sentido del tacto de nuestro Señor Jesucristo, recitamos:
Padre Eterno, te ofrezco el Rostro de tu Hijo Jesús, con todos sus sufrimientos…
En reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
[Levántate, ¡oh, Señor!, y que tus enemigos se dispersen…
Y que aquellos que te odian, huyan ante tu Rostro] x6
Jesús mío: ¡Misericordia!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Segunda meditación: En honor al sentido de la escucha de nuestro Señor Jesucristo, recitamos:


Padre Eterno, te ofrezco el Rostro de tu Hijo Jesús, con todos sus sufrimientos…
En reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
[Levántate, ¡oh, Señor!, y que tus enemigos se dispersen…
Y que aquellos que te odian, huyan ante tu Rostro] x6
Jesús mío: ¡Misericordia!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Tercera meditación: En honor al sentido de la vista de nuestro Señor Jesucristo, recitamos:


Padre Eterno, te ofrezco el Rostro de tu Hijo Jesús, con todos sus sufrimientos…
En reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
[Levántate, ¡oh, Señor!, y que tus enemigos se dispersen…
Y que aquellos que te odian, huyan ante tu Rostro] x6
Jesús mío: ¡Misericordia!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Cuarta meditación: En honor al sentido del olfato de nuestro Señor Jesucristo, recitamos:
Padre Eterno, te ofrezco el Rostro de tu Hijo Jesús, con todos sus sufrimientos…
En reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Coronilla a
[Levántate, ¡oh, Señor!, y que tus enemigos se dispersen…
Y que aquellos que te odian, huyan ante tu Rostro] x6
Jesús mío: ¡Misericordia!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Quinta meditación: En honor al sentido del gusto de nuestro Señor Jesucristo, recitamos:
Padre Eterno, te ofrezco el Rostro de tu Hijo Jesús, con todos sus sufrimientos…
En reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
[Levántate, ¡oh, Señor!, y que tus enemigos se dispersen…
Y que aquellos que te odian, huyan ante tu Rostro] x6
Jesús mío: ¡Misericordia!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Sexta meditación: En honor a la vida pública de nuestro Señor Jesucristo, recitamos:


Padre Eterno, te ofrezco el Rostro de tu Hijo Jesús, con todos sus sufrimientos…
En reparación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
[Levántate, ¡oh, Señor!, y que tus enemigos se dispersen…
Y que aquellos que te odian, huyan ante tu Rostro] x3
Jesús mío: ¡Misericordia!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Padre Eterno, te ofrecemos la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, y todos los instrumentos de su Santa Pasión.
Para que Tú pongas división en el campo de tus enemigos;
Porque, como dijo tu Hijo Amado:
un reino dividido contra sí mismo caerá.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Dios Protector nuestro: míranos, y fija tus ojos en el Rostro de tu Cristo.

Que Dios se levante, y deje que sus enemigos se dispersen. Y que aquellos que lo odian, huyan ante su Rostro.
Que el tres veces Santo Nombre de Dios derribe todos sus planes.
Que el Santo Nombre del Dios viviente, los separe por desacuerdos.
Que el terrible Nombre del Dios de la eternidad, elimine toda su impiedad.
Señor: no deseo la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.
Padre: perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Muéstranos, Señor, tu Santa Faz, y seremos salvos.

Coronilla b

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