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Que nuestros hijos e hijas se mantengan en pureza y santidad.

Que crezcan como Jesús, en sabiduría, en estatura y gracia para con


Dios y los hombres. (Lucas 2:52)
Que Dios atraiga a nuestros hijos e hijas y les instruya desde
pequeños y ellos respondan, le busquen y le amen con devoción,
haciendo lo recto a los ojos de Dios, y que el Señor multiplique su paz.
(2 Crónicas 34:1-4; Isaías 54:13).
Que el Señor limpie los corazones de nuestros hijos e hijas y escriba
Su ley en sus mentes y ponga Su Espíritu en ellos. (Ezequiel 36:25-
29)
Que amen a Dios y aborrezcan el pecado. (Salmos 97:10)
Que con diligencia se presenten ante Dios aprobados, que no tengan
nada de qué avergonzarse, que usen bien la palabra de verdad y
eviten las palabrerías vanas y profanas. (2 Timoteo 2:15
Que Dios los proteja del enemigo, que los guarde y libre del mal, que
los proteja de toda peste destructora. (Juan 17:15; Isaías
49:25, Salmos 91:3; 2 Samuel 22:33)
Que Dios los cuide, los guarde, rodeándolos de Sus brazos
poderosos. (Salmos 91:11-12; Salmos 18:48; Isaías 55:11)
Que nuestros hijos e hijas sean dirigidos a buenas compañías y
buenas amistades, y protegidos de las malas compañías. (Proverbios
1:10-15; Salmos 71:4-6)
.Que Dios les dé espíritu de un espíritu de excelencia y sean
responsables de todas sus relaciones. (Daniel 6:3)
Que se sometan completamente a Dios y resistan al diablo. (Santiago
4:7)
Que el Espíritu Santo derrame sobre nosotras como madres y padres
de familia sabiduría y gracia para sembrar en el corazón de sus hijos
los valores eternos. Luchas: 11:13
13.Que el Espíritu de Vida limpie los aires de toda maldad que se
esparce a través de los medios de comunicación masivos para robar la
pureza, inocencia y santidad de nuestros hijos e hijas. Ezequiel:
36:25.
14.Que sean guardadas sus mentes de toda enseñanza, doctrina y
filosofía que los apartes del conocimiento de Dios, impartida por
cualquier medio, ya sea de maestros, contenidos educativos, o los
medios de comunicación e internet. Romanos 8: 6-10

15. Que nuestros hijos e hijas Puedan superar cada obstáculo de su


vida dirigidos por el Espíritu Santo. Filipenses 3: 13-14.

16. Que nuestros hijos e hijas tengan paz interior en medio de los
conflictos que se están generando en todo el mundo. Filipenses 4: 9

17. Que Dios guarde a nuestros hijos e hijas de los pedófilos y toda
perversión de la mente de hombres deshonestos.

18. Que Dios sea guardando a nuestros hijos e hijas de toda corriente
política perversa que opera en el mundo.
19. Que Dios guarde su integridad física mental y espiritual donde
quiera que estén.

20. Que Dios ayude a nuestros hijos e hijas hacer profesionales de


éxito útil a su reino y a la sociedad.

21.Que el Señor vuelva el corazón de los padres a los hijos y el de los


hijos a los padres.
Que el amor de Dios manifiesto a través de nosotros los padres hacia
nuestros hijos e hijas, sea el impedimento más grande contra el
pecado y la rebelión de los hijos.
22. Que nuestros hijos e hijas sean criados en el camino de la piedad
y devoción a Dios, en el camino de la fe en el Señor Jesucristo.
23. Que sean discipulados por nosotras los padres, además, por
pastores, maestros y mentores que los amen como a hijos e hijas, que
los capaciten y envíen a cumplir con el llamado de Dios para sus
vidas.
24.Que obedezcan en el Señor y a sus padres. (Efesios
6:1; Colosenses 3:20).
25.Que honren y alegren el corazón de sus padres. (Efesios 6:2-
3; Proverbios 10:1)
26.Que reciban el consejo de los padres. (Proverbios 13:1)
27.Que la pureza y santidad de corazón prevalezcan en nuestros hijos
e hijas.
Que nuestros hijos e hijas se propongan en su corazón no
contaminarse con el mundo, tal como lo hicieron Daniel, Ananías,
Misael, Azarías, Juan el Bautista y Jesucristo.
29.Que con la ayuda del Espíritu Santo puedan ver con claridad sus
habilidades especiales y los muchos talentos escondidos dados por
Dios. Que el Espíritu Santo les ayude a entender y desarrollar Sus
dones y que no teman en pedir Su ayuda.
30.Que los dones y frutos del Espíritu Santo sean evidentes en la vida
de nuestros hijos e hijas para ayudar a otros.

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