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TEMA 1: ¿QUIÉN ES MARÍA?

Ubicar: En muchas ocasiones, podemos decir mucho de la Virgen María, pero pocas veces sabemos quién
es ella y es que el problema es la falta de información que nos proporciona las sagradas escrituras y nuestro poco
interés en formarnos cristianamente. Por ello, en este teme, nos enfocaremos en ofrecer algunos datos acerca de
la Virgen María y así, conocer aún más a quien es estos días estaremos acompañando en su novenario.
Orientar: La Virgen María, Madre de Jesús. Los evangelios sólo aportan, respecto a María, los datos
fundamentales y algunas anécdotas. Consta que antes y después del nacimiento de Jesús vivió en Nazaret, pequeña
ciudad de Galilea, y que, según la ley, estuvo casada con el artesano San José, descendiente de la casa del rey
David. María acompañó a Jesús de Nazaret durante su ministerio de un lugar a otro hasta la cruz Jn 19, 25-27,
junto con las mujeres que le acompañaron desde Galilea y los "cuatro hermanos de Jesús": Santiago, José, Simón
y Judas, hijos de María y Cleofás.
María nació en Nazaret, Galilea, 15 ó 20 años antes del nacimiento de Cristo. Sus padres, según la
tradición, fueron Joaquín y Ana. María era judía. Fue educada en la lectura de los libros santos y en la obediencia
a la ley de Dios. Hizo voto de virginidad. Se desposó con José estando ambos de acuerdo en permanecer vírgenes
por amor a Dios. Un ángel del Señor se le apareció y le comunicó que el Espíritu Santo descendería sobre ella, y
que de ella nacería el Hijo de Dios (Lc. 1, 35). María aceptó tan maravilloso destino con estas palabras: «Hágase
en mí según tu Palabra», y en aquel instante Jesús, fue concebido en su seno. El nacimiento del Niño fue en Belén
de Judea y fue acompañado de diversas circunstancias, que refieren los Evangelios de Mateo y de Lucas.
Del Evangelio se desprende que María era humilde y pura; que era decidida y valiente para enfrentar la
vida; que era capaz de callar cuando no entendía y de reflexionar y meditar; que se preocupaba de los demás y
que era servicial y caritativa; que tenía fortaleza moral; que era franca y sincera; que era leal y fiel. María es,
como mujer, un modelo para las mujeres. Es también para los hombres el tipo ideal de mujer.
¿Cuál será la relación de María con Cristo?
María es madre. Es también discípula, su más perfecta discípula, su primera y fidelísima seguidora y su
inseparable colaboradora. María es un reflejo de la santidad de su Hijo Jesús. Se la ha comparado a la luna que
nos ilumina de noche con una luz más suave que la del día y que no es sino un reflejo de la luz deslumbrante del
sol.
Desde el punto de vista de la fe cristiana, la figura de la Virgen María tiene una relevancia singular y
creciente a lo largo de los siglos. Por lo que se refiere al Antiguo Testamento, la tradición ha señalado numerosos
textos en los que se encuentran anuncios proféticos sobre María. Un pasaje que ha tenido suma trascendencia es
la profecía del Emmanuel (Is. 7,14). En ella el profeta Isaías anuncia como signo divino el alumbramiento por
parte de una doncella (hebrero almah y griego parthénos), en el que la iglesia ve el anuncio de la Madre del
Mesías y de su virginidad.
En el Nuevo Testamento, las narraciones de la infancia de los evangelios de San Mateo y San Lucas
recogen las enseñanzas acerca de la concepción virginal y el nacimiento de Jesús, transmitidas en la primitiva
comunidad cristiana. Narra San Mateo que María concibió virginalmente al Mesías, cumpliéndose así la profecía
del Emmanuel. "Habiendo concebido por obra del Espíritu Santo, da a luz (continúa diciendo el envangelista) a
un hijo a quien se pone por nombre Jesús, Salvador" (Mt. 1, 20-25).
Desde los siglos IV-V se consideró a María como el modelo perfecto de fe y santidad a imitar por las
vírgenes cristianas, según la doctrina previamente elaborada por los grandes doctores de la Iglesia (San
Atanasio, San Jerónimo, San Ambrosio, San Agustín de Hipona). En el año 431, el Concilio de Éfeso reconoció
a María como Madre de Dios, confirmando así la creencia de muchos fieles que ya desde mucho antes intercedían
ante ella.
¿Cuál es la relación de María con la Iglesia?
Siendo madre «de Cristo» y, siendo nosotros por adopción, hermanos de Cristo, María es también Madre
«nuestra». Así lo dijo también expresamente Cristo en la cruz cuando le dijo a Juan: «He ahí a tu madre» (Jn. 19,
27). María, siendo discípula y seguidora de Cristo, es nuestro modelo, la que va delante en nuestra peregrinación
hacia Cristo, la que nos muestra el camino y nos anima a seguirlo: modelo de fe, de esperanza y de amor. Estando
María ahora en el cielo, intercediendo por nosotros, nos encomendamos a ella para que nos ayude a vivir aquí en
la tierra como cristianos y alcanzar nuestro destino final que es el cielo.
Realizar: Vemos claramente que, en los Evangelios, poco se dice de la Virgen María, y esto sucede porque
los evangelistas tenían muy claro que el centro del Evangelio es Jesús y por ello María aparece muy pocas veces
e incluso cuando aparece, es para poder comprender aún más a Jesús. Esto no es para nada un desprecio, sino que
María sabía que su Hijo tenía que manifestarse y mostrar el reino de su Padre Celestial. María no necesita decir
y aparecer muchas veces para conocer sus rasgos esenciales.
Ahora bien, ¿qué podemos rescatar y así llevarlo a la meditación comunitaria y personal? En que María
guardaba todas las cosas en su corazón, es decir, las meditaba, en que María pone a Jesus en primer lugar por eso
ella no aparece como protagonista principal en las sagradas escrituras, María es humilde, sencilla, decidida, María
siempre está atenta ante las necesidades de los demás.
Para meditar: ¿tenemos algunas actitudes de María? ¿somos capaces de callar para que Jesús se
manifieste en nuestra vida? ¿somos humildes y sencillos con nuestros hermanos? ¿somos capaces de escuchar la
voz de Dios como lo hizo la virgen María?
TEMA 2: EL PROBLEMA MARIANO
Ubicar: A nivel general, el problema de la mayoría de los cristianos católicos, solo acuden y frecuentan
la iglesia cuando se viven tiempos litúrgicos fuertes, como la semana Santa, Pascua, Navidad o ante la fiesta
patronal o de algún santo de devoción. Ante este hecho podemos decir sin temor a equivocarnos que todas las
comunidades cristianas son meramente sentimentalistas. Somos conscientes que, durante todo el año, son pocas
las personas que asisten a la Celebración de la Palabra, la Hora Santa, la Misa, pero, sobre todo, son muy pocas
las personas que asisten al Santo Rosario.
Ante este acontecimiento, es necesario preguntarnos, ¿por qué sucede esto? ¿Cuál es la razón por la que
nosotros, los católicos solo acudimos cuando se acerca la fiesta de Nuestra Madre Santísima? Podemos responder
que la mayoría de los Cristianos, aún no hemos comprendido la verdadera devoción Mariana.
Orientar: El problema Consiste principalmente en que creemos que basta con asistir en los tiempos
fuertes o en este caso, en el novenario y festejo de nuestra Madre Santísima. Con esto estamos diciendo que la
gran mayoría de los fieles, se proclaman y demuestran con sus actos que son Marianos, pero no Cristianos
comprometidos.
Se proclaman Marianos porque asisten en el novenario de nuestra Madre Santísima, cada 12 de diciembre
hay un gran crecimiento de Católicos, ante cualquier fiesta Mariana, las Iglesias se llenan y hay una gran alegría
en ella, pero pasando esas fiestas, pasando esos sentimientos, ¿Dónde quedan esos católicos? ¿acaso María se
pone antes que su Hijo? La respuesta es NO.
El en evangelio de San Mateo capítulo 17, 5-8 dice: “Todavía estaba hablando, cuando una nube
luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salió una voz que decía «este es mi Hijo amado, en quien me
complazco; escúchenlo» es el mismo Padre quien pone en primer lugar a su Hijo y de hecho lo llama Hijo amado,
y nos dice con una voz de autoridad, ESCÚNCHENLO, escuchar implica realizar lo que se nos dice y esa debería
de ser la actitud de un verdadero Católico, escuchar la voz de Jesús, en los distintos momentos en que la iglesia
reúne a sus hijos y no reducirlo a un encuentro de cada año.
María, fue una mujer completamente Cristiana, desde el momento de la Concepción, al llevar a Jesús en
su seno, pero también, ella entendió su papel y el papel de su Hijo, ¿Dónde podemos ver este gesto? En las bodas
de Canaán, ella al ver la situación y la dificultad que estaban atravesando les dice a los criados, San juan 2, 5
“dice la madre a los sirvientes HAGAN LO QUE ÉL LES DIGA” María, siempre nos conduce a Jesús, María
no quiere ocupar un lugar que no le corresponde.
María nos muestra a Jesús, por eso ahora también nos dice, “hagan lo que él les diga” María es la abogada,
María es el medio para llegar a Jesús, y por eso nosotros debemos de seguir a Jesús como lo hizo María, y en la
actualidad solo se puede hacer mediante la escucha activa que se realiza en las distintas actividades de la Iglesia.
El problema no está en María ni en Jesús, sino en nosotros, el problema recae en que solo miramos a María
y por eso abandonamos a Jesús, Dios padre nos invita a hacer lo que Jesús nos dice, María nos dice, Hagan lo que
él les diga. Hermanos, escuchemos la voz de Dios que nos invita todos los días para encontrarnos con su Hijo.
Podemos decir que el problema Mariano surge cuando solamente miramos a María y nos olvidamos de
Jesús, basta con mirar la realidad, en el rezo del santo Rosario son muy pocas las personas que llegan y nuestro
pueblo debería de caracterizarse por el amor al rosario por estar bajo el cuidado de María. Somos personas que
nos dejamos llevar por los sentimientos, por los momentos, por eso, cuando la emoción pasa, ya no volvemos
sino hasta el siguiente año o cuando se vive tiempos fuertes.
Realizar: ¿Qué podemos hacer ante este problema? La respuesta ya nos lo dio Dios Padre y la Virgen
María, HACER lo que Jesús nos dice. Esto implica escucharlo, ¿en dónde? En la Hora Santa, en la Misa, en la
celebración de la palabra, que nuestra devoción a María nos conduzca a Jesús, una devoción mariana que no
conduzca a Jesús, no es una verdadera devoción. Que a partir de ahora seamos católico cristocéntricos (tener a
Cristo en el centro de nuestra vida) como María lo fue, cuánta razón tiene la frase de las legionarias que dice: “A
JESÚS POR MARÍA” que, en este inicio del docenario en honor a la Virgen María, podamos fortalecer nuestro
amor a María y que ese mismo amor, nos conduzca a Jesús.
TEMA 3: MARÍA EN LA CULTURA JUDÍA
Ubicar: Conocer la historia de una persona nos ayuda a comprender muchas cosas sobre ella, es decir,
podremos entender su forma de pensar y de actuar, sus creencias y tradiciones, es precisamente lo que se pretende
en este tema, que todos los que estamos participando en este docenario, podamos entender a María desde su
cultura y así, entender lo que realmente significó para ella el concebir a Jesús.
Todos los aquí reunidos, podemos desconocer la cultura judía e incluso podemos llegar a decir que ni nos
interesa saber, pero esto sería un error, porque como ya se dijo anteriormente; conocer a una persona desde su
cultura, es conocerlo de una manera más profunda, pero, sobre todo, es importante conocer la cultura de la Virgen
María y poder entender de una manera más amplia todo lo que implicó para ella el ser madre de Dios.
Orientar: Primer punto. podemos mencionar que los judíos son el pueblo escogido por Dios, y esto lo
podemos comprobar en todo el antiguo testamento, en como libera a su pueblo de la esclavitud (MOISÉS), y
cuando eran atacados por otros pueblos, el señor siempre estuvo con ellos (LOS JUECES).
Segundo punto. El pueblo de Israel siempre tuvo el favor de Dios, siempre contó con su ayuda. Aquí hay
que poner especial atención en un aspecto, que Dios solo se dirigía y hacia sus pactos y alianzas con los hombres,
en el libro del Éxodo capítulo 3, 6. encontramos lo siguiente, Y añadió: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios
de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” los tres personajes que acabamos de escuchar, son con los
que Dios se dirigió primero para guiar a su pueblo, ¿Por qué no aparece una mujer?
Tercer punto. Hay que entender que, desde el comienzo de la cultura judía, el protector de la familia y el
personaje más importante era únicamente el hombre. La mujer tenía muy poca validez e importancia, de ahí que
las alianzas que hacia Dios para con su pueblo, era con los hombres, las mujeres eran reconocidas solo con la
referencia de un hombre, en el libro de RUT, capítulo 4, 13-16, estos versículos ya son los últimos de este libro
y es la historia de Noemí y Rut, dos mujeres viudas, lo central de estos versículos, es identificar la alegría de que
Rut al ser tomada como esposa de Booz y que le nace un hijo, antes de ser rescatada y ser tomada como esposa
de Booz, estas dos mujeres no tenían valor alguno.
Cuarto punto: lo peor que podía cometer una mujer, es tener a un hijo sin estar casada y ser sorprendidas
cometiendo adulterio recordemos a la Magdalena JN 8, 1-11, el precio de esa falta era la muerta apedradas. Para
la cultura judía era una falta total que una mujer hiciera esto y por ello se juntaban para acabar con la vida de
ellas.
La cultura judía tenía una esperanza, que es la salvación por parte de Dios, esperaban y de hecho muchos
judíos aun lo siguen esperando, la salvación de Dios por medio del mesías, aquel que tendría que salvar a su
pueblo de la esclavitud. Para los judíos tenía que ser un hombre poderoso, de una familia pudiente y que estuviera
en la misma sintonía que todo el pueblo, por eso, para ellos es algo es algo inaceptable que María fuera la madre
del Mesías, en primer lugar, porque si tuvo un hijo ya no podía seguir siendo virgen, en segundo lugar, no podía
concebir un hijo sin la intervención de hombre y San José sabía esto, por eso pensó en dejar en secreto a María,
para no dejarla en mal.
Tengamos muy claro que, para la cultura judía, la mujer no importaba mucho. Ahora bien, teniendo este
conocimiento podemos entender aún más las dificultades que pasó nuestra madre santísima al concebir en su seno
a nuestro Señor Jesucristo.
Realizar: como se dijo al inicio, lo que se quiere en este tema, es conocer un poco más sobre el papel de
la mujer en la cultura judía, la manera de cómo era concebida incluso nuestra madre Santísima en su propia cultura
y todo lo que pasó en su mente al saber que iba a concebir a un hijo siendo virgen y sin estar casada.
La reflexión de debemos de hacer ahora, debe estar enfocada en el papel que tiene la mujer en nuestra
sociedad actual, y para ser aún más concretos, debemos preguntarnos de que manera tratamos a la mujer en
nuestras casas. Los hombres, ¿Cómo tratan a su esposa? ¿los hombres son capaces de lavar los trastes, barrer la
casa, cuidar a los hijos, hacer la comida, etc.?
Estas acciones que parecen insignificantes, en realidad tiene un gran peso en nuestra sociedad, que los
mayores enseñen a los más pequeños a respetar a las mujeres. Que todos, hombres y mujeres podamos respetarnos
mutuamente y que todos podamos ayudar en los trabajos de la casa, que las mujeres ya no se sientan señaladas y
con poco valor como se vivía en la cultura judía y seamos como Jesús, que vino a dignificar a la mujer..
TEMA 4: MARÍA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Ubicar: Por la desobediencia que tuvieron nuestros primeros padres ante Dios, da inicio el plan de
salvación, en donde Dios salva a toda la humanidad de las garras de la muerte eterna enviando a su Hijo único,
encarnándose en la Virgen María por obra del Espíritu Santo. El conjunto de años y de personajes que han
participado en el plan de salvación, también se le puede denominar como, la historia de la salvación.
Debemos tener muy claro una cosa, Dios, es libre de hacer lo que quiera, él tiene el poder para hacerlo, y
desde el principio, predestino a la virgen María para ser parte importante de la historia de la salvación, por decisión
libre de él, quiso tomar en cuenta la persona de María y por ello, antes de que llegara la salvación por medio de
Jesús, ya en el antiguo testamento se empieza a hablar de María de manera prefigurativa.
Prefiguración=El término hace referencia a una representación que se realiza de manera anticipada.
Puede decirse que la prefiguración es una idea que se desarrolla anticipadamente sobre algo. En algunos casos la
prefiguración es una especie de adelanto, mientras que en otros se erige como un esquema o un pronóstico.
Teniendo un panorama acerca de lo que significa la palabra prefiguración, podremos iniciar a mencionar
las maneras o formas en las que aparece la Virgen María en el antiguo Testamento.
Orientar: La primera referencia que podemos encontrar respecto a la figura de María es en el libro de
Génesis capítulo 3, 14-15, el libro del génesis no menciona quien es la mujer, pero sí menciona que el linaje de
ella, es con quien tendrá enemistad, por eso se dice que se habla de María de forma prefigurativa, porque es lo
que todavía va a suceder.
La segunda referencia la encontramos en el libro del profeta Isaías capítulo 7,1-17. Lo que resalta en esta
cita bíblica es la señal que Dios da a su pueblo, “he aquí que una doncella está encita y va a dar a luz un hijo, y
lo pondrán por nombre Emmanuel” ¿acaso tiene alguna similitud con María? ¡claro que sí! María es la doncella
que esta encinta y el Hijo que dará a luz es Jesús, de hecho, Emmanuel, significa, Dios con nosotros, ¿acaso Jesús,
no es el Dios con nosotros? La salvación ya era anhelada por el pueblo de Israel, pero tenía que llegar de una
forma concreta, y en esta cita, hemos podido vislumbrar de qué manera llagaría el salvador.
La tercera referencia se encuentra en Miqueas capítulo 5, 2-3. Cuando menciona a la parturienta, se
refiere a la madre del Mesías, es decir, la Madre de Jesús. Encontramos la descripción de cómo será la manera de
proceder de este Hijos nacido de la parturienta, uno de ellos es que contará con el favor de Dios y que crecerá
hasta los confines del mundo, es claramente la prefiguración del señor.
La cuarta referencia se encuentra en Jeremías 31,22. Los comentarios de las sagradas escrituras, versión
Jerusalén dice al respecto, “la mujer rodeará al varón, lo que acentúa el sentido mesiánico evocando la concepción
virginal de Cristo”, nuevamente la prefiguración de la madre de Jesús vuelve a aparecer, el texto original de
Jeremías, se refiere al pueblo de Israel, pero también, evoca a la maternidad de María.
Existen otras muchas referencias de María en las Sagradas Escrituras, pero solo mencionamos estas con
la finalidad de que nos demos cuenta que desde muy antiguo ya se esperaba que Jesús nacería de una joven virgen,
de una doncella, en todos los pasajes bíblicos que acabamos de leer, no mencionan el nombre de la madre, pero
si mencionan las cualidades que tiene ella.
Realizar: Es momento de darnos cuenta que, desde el antiguo Testamento, ya se viene hablando de María
de manera prefigurativa, aquello que en un futuro se llegaría a realizar. Dios, ya tenía su plan de salvación y en
ella estaba María como la madre de su Hijo, por ello los profetas ya hablaban de ella, ya mencionaban que de ella
tendría que salir el mesías, aquel mesías que salvaría a su pueblo.
Los profetas entendieron muy bien el papel que tendría María en la historia de la salvación, por ello
siempre se dirigieron de forma respetuosa.
María no es cualquier persona, María es la madre de Dios, en ella se cumple todo lo profetizado, ella es la
doncella que trae a luz al salvador, desde el antiguo Testamento es reconocida como la madre del Salvador, y tú,
¿reconoces a María como la madre del Salvador? ¿hablas de María como lo hicieron los profetas o tienes miedo?
TEMA 5: MARÍA EN EL NUEVO TESTAMENTO
Ubicar: En el tema anterior, veíamos la presencia de María de forma prefigurativa. En el antiguo
Testamento, los profetas nos hablaban de una mujer que esta encita, de una doncella, de aquella madre de cuyo
Hijo traería la salvación a la humanidad, pero si recordamos, los profetas nunca mencionan el nombre, el nombre
viene a aparecer hasta el nuevo testamento, en donde se nos manifiesta de manera concreta quien es la madre del
Salvador.
En esta parte de la Sagrada Escritura la aparición de María es explícita y se muestra su especialísima
consideración en el plan de Dios. Sin duda, las referencias a Ella son muchas; de manera silenciosa o abierta
siempre está junto a Jesús. Como lo indica san Lucas: “María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su
corazón” (Lc 2, 51) y acompañó a Cristo en toda su vida (Mt 2, 1-12; Lc 2, 22-35; Lc 2, 41-49). Ahora bien,
destacaremos solo tres relatos que nos hablan sobre la Virgen María. Estos son:
Orientar:
Lucas 1, 26–38. Texto que corresponde al Anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios en las purísimas
entrañas de María Santísima. “El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será
llamado Hijo del Altísimo…” María entonces dijo al ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?”. Contestó
el ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño
santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios”. Aquí se encuentra la intervención especial de Dios que hace
que su Único Hijo, nazca del vientre virginal de María Santísima.
Juan 2, 1–12. Pasaje que recuerda las Bodas de Caná, donde Jesús realizó el primer signo milagroso de
su vida que manifiesta su gloria, a petición de la Santísima Virgen María. El texto dice: “Sucedió que se terminó
el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”.
Jesús le respondió: “¿Qué quieres de mí, Mujer? Aún no ha llegado mi hora”. Pero su madre dijo a los sirvientes:
“Hagan lo que él les diga”. A pesar del aparente reproche de Jesús a su Madre, Él atiende al pedido de María. Ella
nos enseña a pedir, pues la Virgen expone la situación y se abandona en las manos providentes de Dios.
Juan 19, 25–27. Relato que corresponde a la Pasión de Cristo. “Jesús, viendo a su madre y junto a ella al
discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu
madre.” Un hermoso texto donde Jesús proclama la maternidad espiritual y universal de María. Desde este
momento, Ella no sólo es Madre de Dios, sino también de todos los hombres y de la Iglesia, Madre del mundo y
protectora de la humanidad.
Realizar: María es la Madre del Salvador, es aquella mujer de quien los profetas se referían, desde que el
Ángel Gabriel le anuncia en que será la madre de Jesús, ella, no hizo alarde de su predilección, al contrario,
siempre se mantuvo alado de su Hijo, nunca quiso anteponer, el ejemplo claro fue en las bodas de Caná, al dejar
a disposición de su Hijo la situación que estaba pasando.
María es la mujer valiente que acepta con un sí, el plan de salvación, a pesar de su cultura y de todo lo que
esto implicaría, ella dice que sí, ella pone su confianza en Dios porque reconoce que esta obra es solo por gracia
de Dios, en el Magnificat Lc, 1, 46-55, ella reconoce que el señor la ha tomado en cuenta, por eso alaba a Dios,
María tiene un lugar muy especial en el Nuevo Testamento.
Veamos que María nunca busco el primer lugar, nunca quiso que se hablara más de ella que de su Hijo,
ella era consciente que su misión es traer al salvador y de hecho lo cumplió y después de ello, ella sabía que Jesús
debía de ser quien predicará la buena nueva y salvara a su pueblo, por ello María, habla poco e interviene poco
en la misión de Jesús, pero siempre estuvo presente. En María se cumple todo cuanto los profetas escribieron, en
ella se da la plenitud, ella es el primer sagrario, ella es la primera en tener a Jesús, nosotros solo es por
participación, pero ella lo tuvo en cuerpo y alma.
María no es cualquier mujer, María es la escogida de entre todas las mujeres para traer al salvador al
mundo, por ello, los profetas ya hablaban de ella con mucho respeto, porque fueron conscientes de la misión que
desempeñaría, ¿con cuanto respeto nos acercamos a ella? ¿creemos que ella es la madre del salvador?
TEMA 6: EL CULTO A MARÍA
Ubicar: Durante estos días hemos estado hablando acerca de la Virgen María, y ahora veremos el culto
que se le tiene dentro de la iglesia, así como la manera correcta de venerarla. Todos los aquí reunidos creemos y
amamos a nuestra Madre Santísima, pero quizás desconozcamos el lugar que tiene dentro de la iglesia católica,
por ello, en este tema, hablaremos del culto a María a la luz del Catecismo de la Iglesia Católica.
Orientar: podemos preguntarnos, ¿dónde nace el culto a María?, ¿por qué se le debe de dar un culto
especial a ella? Ante estas preguntas es necesario mencionar que María, juega un papel muy importante en la
historia de la salvación, al ser la madre del Salvador, por ello, recibe un culto distinto al de los santos. La misión
de María, solo se entiende bajo la luz de Jesucristo, ella es madre de Jesús, ella acompañó a su hijo hasta la cruz,
por ello, el culto que se le da a María, es de manera especial.
Iluminemos nuestras palabras con lo que dice el Evangelio san Lucas, capitulo 1, 46-56. Analícelos estas
bellas palabras que nuestra Madre Santísima dice de sí misma.
En primer lugar, ella, reconoce la grandeza y misericordia del Señor que tuvo hacía con ella, por ello
empieza a bendecirlo y agradece el don maravillo de ser ella la madre de su Hijo Jesús. María es consiente que
en ella se cumple la promesa de salvación, ella era consciente de la promesa que Dios tenía con su pueblo y
reconoce que ella será la Madre del Salvador, por ello alaba a Dios y reconoce que ella es grande por la misión
que está realizando.
Pongamos especial atención en el versículo 48 cuando dice, “por eso desde ahora todas las generaciones
me llamarán bienaventurada” no lo dice porque se quiera engrandecer o llamar la atención, estas palabras nacen
desde el profundo de su corazón y lo dice porque ella reconoce que ha conseguido el favor de Dios, y se siente
grande por cumplir la voluntad de Dios, ella formará parte de la historia de la Salvación, por eso dice estas
palabras y desde ese momento hasta nuestros días, reconocemos la grandeza de María.
Ahora bien, si María, reconoce que su grandeza lo obtiene por ser la Madre de Dios, era necesario que la
iglesia también la reconociera y le diera el lugar que se merece, en el numeral 1172 del Catecismo de la Iglesia
Católica dice; "En la celebración de este círculo anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con
especial amor a la bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con un vínculo indisoluble a la obra
salvadora de su Hijo; en ella mira y exalta el fruto más excelente de la redención y contempla con gozo, como
en una imagen purísima, aquello que ella misma, toda entera, desea y espera ser" (SC 103).
“María, ensalzada por gracia de Dios, después de su Hijo, por encima de todos los ángeles, y de todos los
hombres, por ser Madre santísima de Dios, que tomó parte en los misterios de Cristo, es justamente honrada por
la Iglesia con un culto especial. Y, ciertamente, desde los tiempos más antiguos, la Santísima Virgen es venerada
con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y necesidades.
El mismo Papa Paulo VI, en la exhortación apostólica Marialis Cultus, postula "una renovación y revisión
de los ejercicios de piedad a la Virgen, que sean respetuosos, con la sana tradición y abierta a las legítimas
aspiraciones de los hombres de nuestro tiempo" (MC, 24). El culto a María tiene que poner de relieve las obras
que realizó en ella El Espíritu Santo, no sólo en la Encarnación del Verbo en su seno purísimo, y en su
santificación, sino también en su acción constante en la historia de la salvación y en la propia Iglesia. La
piedad mariana de los fieles debe tener presente que María "en la Iglesia santa ocupa, después de Cristo, el puesto
más alto y más cercano a nosotros" (MC 54). María está unida estrechamente a la Iglesia, y en ella, y con
referencia a ella, debe ser honrada.
Ya, el segundo concilio de Nicea (787) aprobaba, contra los iconoclastas la veneración de las imágenes,
pero distinguía entre la adoración latréutica, tributada únicamente a Dios, y la veneración honorífica, tributada a
los santos y a las imágenes en cuanto a representativas de la persona venerada. A Dios se le reserva la palabra
latría, a los santos dulía y a la Virgen hiperdulía. La hiperdulía es entonces el tipo de culto que se le rinde a la
Virgen María.
Realizar: nosotros como católicos, debemos tener muy claro que la Virgen María es la segunda persona
más importe después de Jesús, por ello, la iglesia le rinde un culto especial no solo por ser la madre de Jesús, sino
todo lo que ella hizo en vida, acompañando a los apóstoles e intercediendo por los demás ante su hijo Jesús.
Debemos preguntarnos si realmente nosotros respetamos y le rendimos el culto que se merece o solo nos
acercamos a ella cada año.
TEMA 7: EL SANTO ROSARIO
Ubicar: Dentro de la iglesia, se tienen diferentes actividades, como la Misa, la celebración de la palabra,
la Hora Santa y el Santo Rosario, y si nos preguntamos, ¿en cuál de estas actividades llega menos personas?
Todos coincidiríamos en decir que en el Santo Rosario. Recordemos que el Santo Rosario es totalmente Mariano,
y nuestra capilla tiene como patrona a María, y por esa razón, el Santo Rosario se debería de rezar por todos y
todos los días, por estar bajo la protección de la Virgen María, pero la verdad es otra, son muy pocas las personas
que asiste al rezo, por ello, en este tema se hablará acerca del Santo Rosario, su origen y de esa manera poder
comprender que nuestra Madre Santísima derrama sus bendiciones a sus hijos que recen el Rosario.
Orientar: La Madre de Dios, en una aparición a Santo Domingo le enseñó a rezar el rosario, en el año
1208. Le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se
habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del
mal. También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer
al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la
fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También había factores políticos envueltos.
Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones
y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos,
los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes
convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en
esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando
casi nada.
La Virgen pide a Santo Domingo le ayuda a propagar la devoción.
La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo.
Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían
abundantes gracias. Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y
con gran éxito porque muchos albingenses volvieron a la fe católica. Un creciente número de hombres se unió a
la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores
(más conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A
medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la
Virgen.
Realizar: Ahora ya sabemos de dónde surge el Santo Rosario y por quien fue difundido, pero ahora es
necesario resaltar que el Santo Rosario es aquella suplica que se le hace a la virgen María y pedirle que ella
interceda ante su Hijo Jesús. Santo Domingo de Guzmán difunde el Santo Rosario con mucho fervor y con mucha
fe con la finalidad de conseguir que muchas personas se conviertan.
Quien hace el milagro y quien actúa siempre será Dios, pero a través del Santo Rosario, es la virgen María
quien intercede en favor nuestro. María siempre busca llevarnos a Jesús, por eso nos ofrece el Rosario como un
medio para llegar a él, y ella nos ayuda con su intercesión de Madre, podemos preguntarnos de manera personal,
¿por qué no asisto al Santo Rosario? ¿Qué es lo que me impide rezar? ¿acaso no confío en que María puede
interceder por mí?
Santo Domingo de Guzmán confío en las palabras de Nuestra Madre Santísima y empieza a difundir y
rezar el Santo Rosario pidiendo la conversión de muchas personas, el resultado de esto es que hubo muchos
convertidos. Nosotros podemos estar atravesando un problema muy difícil en casa, en la escuela, en el trabajo, en
el matrimonio o en cualquier área de nuestra vida, la pregunta es, ¿Dónde acudimos pidiendo ayuda? Será que
somos como Santo Domingo que pedimos la ayuda de María.
Realmente este pueblo es bendecido, porque tiene como patrona a la Madre de Dios, María es la segunda
persona más importante después de Jesús, y nosotros que estamos bajo su protección, deberíamos de tener un
amor tan grande al Rosario, nosotros deberíamos de ser un pueblo que se distinga por el amor a María, atreves
del Rosario. Recemos mucho para que papá, mamá, hijo, hija o quien sea, se convierta y deje los malos pasos que
lleva, recemos por la conversión de los pecadores.
TEMA 8: LA PROMESA DEL SANTO ROSARIO
Ubicar: Ayer meditábamos acerca del Santo Rosario y su importancia en nuestras vidas, y a ejemplo de
Santo Domingo de Guzmán, que confió en la Virgen María y rezó incesantemente del rosario para pedir su
intercesión y así muchas personas se pudieran convertir, así también nosotros podemos rezar con esa misma fe
de Santo Domingo, para la conversión de aquella persona que más lo necesitan o incluso por nosotros mismos.
Ahora bien, la Virgen María como toda madre, siempre quiere nuestro bien y por ello nos ha dejado gracias
especiales a todos los que recemos con mucha devoción el Santo Rosario.
Orientar: Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al
Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del
Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del
Santo Rosario.

Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con
devoción la oración mariana:

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.


2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende
de las herejías.
4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los
corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas
almas se santificarán por este medio.
5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha.
Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios,
y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios
y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores
a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
Realizar: María es una madre que ama por igual a todos sus hijos, pero otorga gracias especiales a aquellos
que le sean fiel a ella y le recen el Santo Rosario, por ello, nosotros como pueblo Mariano, deberíamos de empezar
a valorar el Rosario, tomarlo como una verdadera arma contra el mal. María ya nos ha dejado el Rosario y ella es
clara al decir lo que podemos ganar con el receso devoto, ya depende de cada uno de nosotros si tomamos enserio
nuestra vida Cristiana, pero sobre todo nuestra salvación.
TEMA9: ¿QUÉ ES UN DOGMA?
Ubicar: La fiesta que vamos a celebrar dentro de unos días, es uno de los dogmas más importantes de la
iglesia. Todos los aquí reunidos, no cabe duda que creemos y amamos a la Virgen María, de lo contrario no
estaríamos aquí, sabemos y defendemos que María es Virgen y que es la Madre de Jesús, la Madre de Dios, y que
fue asunta a los cielos por obra de Dios y que eso es un dogma que todos creemos, pero, ¿sabemos lo que realmente
es un Dogma? ¿sabemos quién y cuándo se proclama un dogma? ¿Quiénes están obligados a creer en los dogmas?
En este tema responderemos estas preguntas para que podamos ir conociendo aún más nuestra fe.
Orientar: El catecismo de la iglesia católica en el numeral 88, dice lo siguiente; «el Magisterio de la
Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone, de
una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la
Revelación divina o verdades que tienen con éstas vínculo necesario»
Un Dogma es una verdad de fe que es vivida y asumida por el pueblo Cristiano y que encuentra su
fundamento en las sagradas escrituras y la iglesia lo proclama solemnemente. Por ello un dogma es una verdad
absoluta, definitiva, inmutable, infalible, irrevocable, incuestionable y absolutamente segura sobre la cual no
puede flotar ninguna duda. Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado o negado,
ni por el Papa ni por decisión conciliar. Por eso, los dogmas constituyen la base inalterable de toda la Doctrina
católica y cualquier católico está obligado a adherir, aceptar y creer en los dogmas de una manera irrevocable. (a
ti te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en el cielo en la tierra quedará atado en los cielos, y lo
que desates en la tierra quedará desatado en los cielos Mt 16,19).
¿Cuándo se empieza a hablar de Dogma? Desde el Concilio de Trento de 1545, las autoridades religiosas
del cristianismo comenzaron a usar la palabra “dogma” para referirse a toda verdad reconocida por la Iglesia
como revelada por Dios. La iglesia se vio en la necesidad de proclamar solemnemente los distintos dogmas que
hoy conocemos, puesto que, en la antigüedad, empezaron a surgir muchos enemigos de la iglesia y de su doctrina,
por ello, la iglesia, para salvar las verdades de fe y a los fieles cristianos, empieza a definir los dogmas. Es
necesario señalar que no solo existen dogmas Marianos, sino que también existen dogmas cristocéntricos y
muchos más.
Una vez que el papa proclama solemnemente cualquier dogma, no puede ser derogado o negado, ni por el
mismo Papa ni por decisión conciliar. Esta declaración que anteriormente se mencionó, se vuelve a hacer presente
para hacer hincapié en el hecho de que un dogma debe ser creída por todos los cristianos católicos, y con esto se
está diciendo que todos los católicos, estamos obligados a creer en los dogmas que la iglesia proclame, puesto
que es un dato revelado que sirve para el crecimiento espiritual de nosotros.
Realizar: una vez que tenemos claro lo que es un dogma y de donde toma su fundamento, tenemos ahora
un elemento más para fortalecer nuestra fe puesto que ya sabemos que la fiesta que vamos a celebrar dentro de
unos días, es un dogma, es decir, es una verdad de fe que fue proclamada solemnemente por el papa y que
encuentra su fundamento en las sagradas escrituras. Todos los dogmas deben ser creídas, asumidas y vividas por
todos los católicos, así también, todos los dogmas tienen un carácter infalible, es decir, no se equivoca ni se
pueden volver a quitar o derogar.
Todos los cristianos católicos estamos obligados a creer en los dogmas que la iglesia proclame, cuando un
católico no cree en cualquier dogma y proclama públicamente su inconformidad y enseña lo contrario, se
convierte en un hereje, es decir, es una persona que esta en contra de la doctrina de la iglesia, por ello, es necesario
conocer cuáles son los dogmas que tiene la iglesia. Ahora ya conocemos a grandes rasgos lo que es un dogma y
quien lo define, por ello, el dogma de la Asunción de María, forma parte de estas verdades de fe.
TEMA 10: MARÍA MADRE DE DIOS
Ubicar: Para poder entender el dogma de la Asunción de María, es necesario tener claro que ella es la
madre de Dios, aunque este hecho en su mayoría ya lo sabemos, pero en este teme se mencionará de qué manera
se debe entender cuando se dice que María es la madre de Dios y así evitar decir o caer en alguna herejía. La
importancia de este tema es entender que María es madre de Dios y por ese hecho, ella gana gracias espaciales
que no podemos alcanzar los demás hijos e hijas de Dios.
Orientar: María ¿es verdaderamente Madre de Dios? ¿por qué creemos esto? ¿qué implicaciones tiene?
María es verdaderamente Madre de Dios. Pregunta: "¿Cómo puede ser María la madre de Dios, si Dios
ya existía antes de que ella naciera?"
Respuesta: En el diccionario encontramos que "madre" es la mujer que engendra. Se dice que es madre
del que ella engendró. Si aceptamos que María es madre de Jesús y que Él es Dios, entonces María es Madre de
Dios.
No se debe confundir entre el tiempo y la eternidad. María, obviamente, no fue madre del Hijo
eternamente. Ella comienza a ser Madre de Dios cuando el Hijo Eterno quiso entrar en el tiempo y hacerse hombre
como nosotros. Para hacerse hombre quiso tener madre. Gálatas 4:4: "al llegar la plenitud de los tiempos, envió
Dios a su Hijo, nacido de mujer". Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios, por ende María es madre de Jesús,
Dios y hombre verdadero.
Entonces, María es Madre de Dios, no porque lo haya engendrado en la eternidad sino porque lo engendró
hace 2000 años en la Encarnación. Dios no necesitaba una madre, pero la quiso tener para acercarse a nosotros
con infinito amor. Dios es el único que pudo escoger a su madre y, para consternación de algunos y gozo de otros,
escogió a la Santísima Virgen María quién es y será siempre la Madre de Dios.
Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le llamó "Madre de
mi Señor". El Señor a quien se refiere no puede ser otro sino Dios. (Cf. Lucas 1, 39-45). Escuchemos ahora lo
que dice el catecismo de la Iglesia Católica respecto al dogma de la maternidad de María.
La verdad de que María es Madre de Dios es parte de la fe de todos los cristianos ortodoxos (de doctrina
recta). Fue proclamada dogmáticamente en el Concilio de Efeso, en el año 431 y es el primer dogma Mariano.
La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios, frente a
ella san Cirilo de Alejandría y el tercer concilio Ecuménico reunido en Efeso, en el año 43. Confesaron que «el
verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre.» la humanidad de
Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumida y hecho suya desde su
concepción, por eso el Concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre
de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno: «Madre de Dios, no porque el verbo de
Dios haya tomado de lla su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien el cuerpo sagrado dotado de un
alma racional unido a la persona del verbo, de quien se dice que el verbo nació según la carne»
Realizar: María, es madre de Dios, porque Jesús es Dios y él quiso encarnarse de la virgen María, se dice
que María no es madre de Jesús desde la eternidad, sino en el momento de la encarnación, pero es un hecho de
que María es madre de Dios a partir de ese momento. María es privilegiada por Dios, la predestinación que tuvo
con ella no limitó en absoluto su libertad ni su dignidad, al contrario, al aceptar ser la madre de Dios, es colmada
de bendiciones, por ello, si Dios se fijó en esa humilde mujer para ser la madre de su Hijo, con cuanta mayor
razón la elevó al cielo en cuerpo y alma. ¿realmente crees que María es madre de Dios?
TEMA11 Y 12: DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA
El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo
y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la
Constitución Munificentisimus Deus:

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para
gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey
inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre
y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados
apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado
que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en
cuerpo y alma a la gloria del cielo".

Ahora bien, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la
Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a este
interrogante:

"La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo
y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (#966).

La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la
Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María,
mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es
eso: una anticipación de nuestra propia resurrección.

Más aún, la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo es un Dogma de nuestra fe católica, expresamente
definido por el Papa Pío XII hablando "ex-cathedra". Y ... ¿qué es un Dogma? Puesto en los términos más
sencillos, Dogma es una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y
que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios.

En este caso se dice que el Papa habla "ex-cathedra", es decir, que habla y determina algo en virtud de la
autoridad suprema que tiene como Vicario de Cristo y Cabeza Visible de la Iglesia, Maestro Supremo de la Fe,
con intención de proponer un asunto como creencia obligatoria de los fieles Católicos.

El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a
la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda
mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada
al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores
y vencedor del pecado y de la muerte".
Y el Papa San Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes
términos:

"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto,
mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la
glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio" (San Juan Pablo II, 2-julio-97).

"Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia


Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana
que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la
resurrección de los cuerpos" (San Juan Pablo II , Audiencia General del 9-julio-97).
Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de quienes `oyen la Palabra de Dios y la
cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la
derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial" (San Juan Pablo
II, 15-agosto-97)

Los hombres y mujeres de hoy vivimos pendientes del enigma de la muerte. Aunque lo enfoquemos de
diversas formas, según la cultura y las creencias que tengamos, aunque lo evadamos en nuestro pensamiento,
aunque tratemos de prolongar por todos los medios a nuestro alcance nuestros días en la tierra, todos tenemos una
necesidad grande de esa esperanza cierta de inmortalidad contenida en la promesa de Cristo sobre nuestra futura
resurrección.

Mucho bien haría a muchos cristianos oír y leer más sobre este misterio de la Asunción de María, el cual
nos atañe tan directamente. ¿Por qué se ha logrado colar la creencia en el mito pagano de la re-encarnación entre
nosotros? Si pensamos bien, estas ideas extrañas a nuestra fe cristiana se han ido metiendo en la medida que
hemos dejado de pensar, de predicar y de recordar los misterios, que como el de la Asunción, tienen que ver con
la otra vida, con la escatología, con las realidades últimas del ser humano.

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada
vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la
Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Angeles y Santos del Cielo. El
saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos
la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

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