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Ciencia Unisalle
2014
Citación recomendada
Polo Sánchez, C. M. (2014). Reporte de caso clínico persistencia de copas endometriales en yegua PSI de
16 años. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/medicina_veterinaria/323
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UNIVERSIDAD DE LA SALLE
Bogotá, Colombia
2014
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
Bogotá, Colombia
2014
TABLA DE CONTENIDO
Contenido
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 6
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .................................................................................... 9
2. OBJETIVOS .............................................................................................................................. 12
2.1 Objetivo General. ................................................................................................................... 12
2.2 Objetivos Específicos: ............................................................................................................ 12
3. MARCO TEÓRICO .................................................................................................................. 13
4. METODOLOGÍA GENERAL .................................................................................................. 26
5. DISCUSIÓN .............................................................................................................................. 32
Bibliografía........................................................................................................................................ 39
Lista de figuras
INTRODUCCIÓN
Diversos investigadores reportan como resultado de sus estudios, que las pérdidas de preñez se
dan con mayor frecuencia en aquellas tempranas, que en las avanzadas. Alrededor del 55% de
pérdidas se dan al día 39 de gestación, 75% en el día 49. La mayoría de autores coinciden que
la tasa de pérdida de preñez aparentemente disminuye después de los días 60-75 de gestación.
Las tasas de pérdida de gestación aumentan en yeguas mayores de 12 a 15 años de edad.
Muchos factores tanto genéticos, como de la madre y medioambientales contribuyen a la
perdida de preñado durante ciertos periodos críticos de desarrollo en la gestación (periodo
embrionario-organogénesis- periodo fetal-maduración de órganos hasta el final de la
gestación- periodo de parto y periodo neonatal-primeros 28 días de vida) (Brinsko, 2010). El
periodo embrionario en el equino incluye desde el día de la concepción hasta el día 40 de
gestación (Ginther O. , 1992.).
Las copas endometriales secretan Gonadotropina Coriónica Equina (eCG) las cual puede ser
detectada a niveles séricos entre los días 35-40 de gestación (Wilsher y Allen, 2011). La
gonadotropina coriónica equina, tiene la inusual característica de simular biológicamente la
mismaactividad de las hormonas folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH),
dando lugar a crecimiento folicular y luteinización de estos y formar los cuerpos lúteos
accesorios, generando como consecuencia el aumento de la progesterona a niveles séricos
(Crabtree, 2012) lo cual ayuda al mantenimiento de la gestación hasta el momento que la
placenta sea capaz de producir suficiente progestágenos que mantengan la misma alrededor
del día 100.
Se ha reportado que un pequeño número de yeguas con una alteración a la cual se le ha dado el
nombre de persistencia de copas endometriales, las cuales presentan actividad de esta
estructura por más de lo estipulado durante la gestación (entre 3-4 meses de actividad)
(Wolfsdorf, 2008). Esta condición de persistencia o retención de copas endometriales se ha
diagnosticado en yeguas post parto (Steiner, 2006)y también en yeguas las cuales han perdido
la gestación luego de la formación de las copas endometriales (Willis, 2005). La presencia
continua de eCG a niveles séricos en yeguas que presentan retención de copas endometriales
conlleva a una actividad ovárica irregular, teniendo impacto en la reproducción de forma
individual, lo cual hace de esta alteración o patología una importante condición a ser
diagnosticada y tratada (Crabtree, 2012).
En Abril del 2014 durante la temporada de reproducción en Estados Unidos, una yegua PSI
recién comprada por el cliente, la granja High Peak, Versailles, Kentucky, es presentada al
médico veterinario de la granja por primera vezpara realizar el chequeo reproductivo de rutina
y saber el momento indicado en que se debe servir por el reproductor.Como historia clínica
tenemosun paciente de 16 años, lleva 2 años abiertos, uno de los cuales se dejó descansar y el
año siguiente se mandó a servir quedando preñada y reabsorbió luego de los 45 días, posterior
a esto no pudo volver a preñar. La yegua entro en celo de forma normal en la nueva temporada
y fue servida por el reproductor. En el chequeo reproductivo de los días 16, 20 y 35 por medio
de ultrasonografía transrectal, se diagnostica una preñez positiva, pero al chequeo del día 60 se
encuentra un útero vacío. El dueño dice no haber visto nada extraño. Posterior a esto se le
realiza el seguimiento mediante ultrasonografía, donde se aprecia que la yegua presenta celos
8
El caso clínico que será descrito a continuación es un gran reto diagnóstico para los médicos
veterinarios, ya que a nivel de campo es muy común que pase inadvertido, porque rara vez se
logran apreciar a nivel ecográfico las copas endometriales. La persistencia de copas
endometriales luego de una perdida de preñezdespués de los 35 días de gestación cuando ya se
han formado estas estructuras (Allen W. K., 2007), o posterior a una gestación a término,
como se ha visto en ciertos casos (Allen & Wilsher, 2012), pueden encaminarse hacia un mal
diagnóstico, arrojando como resultado una preñez falso-positiva, cuando se hacen
diagnósticos mediante niveles séricos de eCG sin realizar el diagnostico de preñez por
ecografía transrectal – el diagnostico de preñez por medición de la hormona en sangre se
realiza a nivel de campo en preñeces confirmadas después del día 35 hasta el día 120, etapa en
la que el feto y la placenta pueden mantener la gestación y no requiere de cuerpos lùteos
accesorios – , y puede también confundirse en el seguimiento de un celo, y llevar a intentar
servir la yegua en repetidas ocasiones, ya que en el seguimiento se observa el desarrollo de
folículos los cuales no llegan a una ovulación como tal, en vez de esto, serán folículos
luteinizados (Samper, 2009.).
la medicina de campo en esta y otras fincas del sector dedicadas a la crianza de caballos Pura
Sangre Ingles de carreras, asistiendoemergencias tales como: cólico equino, complicaciones
post parto, neonatología, planes sanitarios entre otros. La tarea del practicante es asistir en
todos los procedimientos realizados por el profesional en sus visitas de rutina a las granjas,
teniendo como horario de llegada a la primera granja 6.00 am y realizando citas durante todo
el día, terminando jornada de labores alrededor de 6.00-8:00 de la noche, de los días lunes a
sábados y cumpliendo un turno nocturno los sábados para asistir en posibles partos.
En cualquiera de los diferentes espacios donde se realice la practica rotatoria a cargo del Dr.
José Alejandro Espinosa, se le permite al estudiante familiarizarse con los diferentes
principios activos y nombres comerciales, vías de administración, dosis y frecuencia de los
medicamentos, permitiéndole hacer fórmulas médicas que después son evaluadas por alguno
de los docentes; además de esto dependiendo del espacio de práctica, se asigna a 2
practicantes, para realizar turnos nocturnos, durante los cuales deben realizar exámenes de los
pacientes que estén en observación por algún tipo de complicación en el caso del Polo Club, o
realizar el monitoreo de yeguas próximas a parir, en el caso de los turnos nocturnos en la
Granja Chanteclaire, en Versailles, Kentucky; también se realiza toma de muestras constantes
fisiológicas, evaluación del estado general, alimentacióne hidratación de los pacientes, evaluar
la producción de orina y materia fecal y así dar un reporte al día siguiente de la evolución de
los pacientes, esto bajo la dirección del Dr. José Alejandro Espinosa o el Dr. Hernando Plata
respectivamente.
2. OBJETIVOS
3. MARCO TEÓRICO
Una vez llegado el embrión fecundado al útero, se comienza el reconocimiento materno, esto
es diferente de lo apreciado en otras especies de animales domésticos, el conceptus de embrión
equino permanece esférico y no se implanta, con lo cual continúa en constante movimiento a
lo largo del útero debido a los movimientos peristálticos del miométrio dados por la secreción
de PGF2α y PGE2, ambas por parte del embrión. Este proceso dura hasta el día 17, donde el
tono del miometrio aumenta y detiene la migración, generando una fijación y eventual
implantación del embrión en uno de los dos cuernos. En los equinos aún es un misterio cuál es
la señal exacta que lleva a la luteostasis, ya que en equinos a diferencia de los rumiantes no
hay una secreción de interferón tau. (Allen W. R., 2005)
Figura 1 Endoscopia de un embrión al día 14 rodeado de secreciones de glándulas endometriales "leche uterina" durante
la migración uterina en el reconocimiento materno (Allen, 2000)
Al día 20-21 se presume que la capsula desaparece por efecto de enzimas provenientes de la
luz del útero. Con este evento, se expone las células trofoblásticas al exterior, uniendo a la
superficie externa de la membrana bilaminar coriovitelina no vascularizada, una vez esto, se
acelera el proceso de organogénesis, y se aprecia las pulsaciones del corazón primitivo
embrionario. Alrededor del día 21 aparece la membrana alantoide, la cual crece rápidamente
rodeando el embrión hasta fusionarse con el corion, formando el alantocorion, siendo esto la
futura placenta (Allen W. R., 2000).
Al día 25 el alantocorion representa 1/4 del volumen del conceptus y durante 15-20 días
posteriores sigue creciendo hasta reemplazar el saco vitelino completamente alrededor del día
33-35 engloba todo conceptus. El alargamiento del alantoides y regresión del saco vitelino,
genera una ilusión óptica, entre días 23-40, que el embrión migra de un polo a otro, pero en
realidad el polo es el que no migra a diferencia del embrión, con lo que al realizar un escaneo
continuo en este intervalo de tiempo parece estar levantado a la porción ventral del útero y
ascender al techo del mismo. Posterior a estos eventos se da la formación de las copas
endometriales. (Ginther O. J., 1998)
15
Figura 2 Eventos y cambios morfoestructurales del embrión entre los días 21-36 (Ginther O. J., 1998)
16
Las copas endometriales del equino, son un derivado fetal, están compuestas por células
trofoblásticas que se originan en el cinturón coriónico (Allen W. M., 1972). Estas células
especializadas del cinturón coriónico invaden el endometrio de la madre entre los días 36 y 38
de gestación. Aquí se fijan, se alargan y se compactan todas estas células en el estroma para
formar una masa, formando una protuberancia con aspecto de ulcera para dar lugar a la
formación de las copas endometriales (Allen W. H., 1973).
Entre los días 40-42 y sólo un día después de la invasión del endometrio por parte de las
células del alantocorion comienza a formar una conexión a las células epiteliales de la luz
endometrial por medio de unas microvellosidades (Allen W. R., 2005). El alantocorion
comienza a elongarse de forma continua y sobre la zona fetomaterna una vellosidad empieza a
sobresalir y se elonga hasta el endometrio. Pasado el día 60 esta estructura tanto fetal como
materna se empieza a ramificar y hasta el día 120 da origen a la unidad de intercambio
hemotrófico de la placenta alantocorionica, las microplacentomas, las cuales recubren toda la
superficie de la placenta difusa. Estas ramificaciones de las microvellosidades se sigue
realizando durante toda la gestación, para maximizar el área de contacto fetomaterno y
aumentar el intercambio de nutrientes, gases y productos de desechos. (Allen W. R., 2000).
Figura 3 Imagen por ecografía transrectal, en una gestación de 42 días, periodo en el que normalmente se han formado
las copas endometriales (Samper, 2009).
Las copas endometriales tienen una vida media de 50-90 días y son destruidas por una
combinación de mecanismos simultáneos, de los cuales se ha evidenciado, apoptosis por
hipovascularización sobre las estructuras y un ataque inmune de parte de la madre compuesto
por linfocitos, macrófagos y eosinófilos (Allen W. , 1975). Las copas endometriales alcanzan
su madurez alrededor de los días 50-60 de gestación. Entre los días 70-100 de gestación, las
copas endometriales comienzan a desprenderse lentamente por los mecanismos encargados de
su degeneración, hasta que esta se desprenda del endometrio por completo y pase a ser una
parte de tejido del alantocorion (Steiner, 2006). El mecanismo por el cual se da la
degeneración y destrucción de las copas endometriales no es muy claro del todo. Se dice que
cada copa es hipovascularizada progresivamente, y que las células de esta zona comienzan a
ser vacuolizadas, simultáneamente con la presencia a nivel periférico de leucocitos y células
de defensa mediados por el sistema inmune de la madre los cuales comienzan a atacar de
forma activa esta zona (Grünig, 1995).
18
Figura 4 Endoscopia de útero, en una yegua con pérdida de gestación alrededor del día 38, donde podemos apreciar que
ya se habían formado las copas endometriales. (Samper, 2009).
Figura 5 Endoscopia de útero, en una yegua con pérdida de gestación alrededor del día 70, donde se ven maduras las
copas endometriales. (Brinsko, 2011).
Gráfico 2 Estudio donde se medía la concentración de eCG a nivel sérico, para identificar el promedio que alcanzaba ésta
hormona, en diferentes etapas de preñez. Fue realizado en 25 yeguas PSI, en un total de 61 preñeces, las cuales fueron
servidas por el mismo reproductor (Whilsher, 2011).
Figura 6 Ecografía ovárica de una yegua al día 65 de gestación, evidencia: En el lado derecho el cuerpo lúteo primario, y
en el ovario izquierdo la presencia de 2 cuerpos lúteos accesorios, producto de la acción luteinizante, de la secreción de
eCG por parte de las copas endometriales (Brinsko, 2011).
Figura 7 Ecografía ovárica de una yegua al día 50 de gestación, evidenciando en ambos ovarios la presencia de múltiples
folículos hemorrágicos siendo luteinizados, por acción de la eCG proveniente de las copas endometriales, para formar los
cuerpos lúteos acceso accesorios (Samper, 2009).
La eCG a nivel sérico, varía considerablemente entre individuos. Podemos encontrar picos con
valores en concentración entre 20-250 Ui/ml los cuales pueden ser alcanzados entre los días
55-70, viendo también que los niveles pueden desaparecer por completo entre los días 90-160
de gestación. Esto se debe a que el total de la disponibilidad de la hormona producida por las
copas endometriales, es directamente proporcional a la cantidad de células del cinturón
coriónico que logra invadir el endometrio de la madre alrededor del día 36 de gestación, lo
21
Figura 8 Ecografía transrectal del cuerno derecho en una yegua PSI de 12 años, la cual perdió la gestación luego del día
51. Se pueden ver las estructuras hiperecogénicas las cuales representan la persistencia de copas endometriales
(Crabtree, 2012).
Figura 9 Histeroscopia de una yegua para el diagnóstico por sospecha de persistencia de copas endometriales, luego de
ser diagnosticada preñada al día 14; al día 331 de gestación se diagnosticó vacía (Crabtree, 2012).
Son cuatro los reportes de caso de autores variados, con diferentes características y
presentaciones en sus historias clínicas respectivamente. Uno de los autores reporta la
anomalía entre los años 2003 y 2006 en 14 diferentes yeguas PSI en Lexington, Kentucky, de
las cuales 1 tuvo la patología 2 años seguidos. Ésta yegua dio a cría y se diagnosticó con
persistencia de copas endometriales por otro médico veterinario, por lo cual se decidió realizar
la prueba de laboratorio de eCG. El resultado fue negativo y en el seguimiento no hubo
ninguna anomalía, por lo cual fue enviada al reproductor y posteriormente diagnosticada en
gestación. Al siguiente año, al dar cria, se diagnosticó con persistencia de copas
endometriales, las cuáles fueron visibles a la ultrasonografía y reconfirmadas por
23
histeroscopia; además los exámenes de laboratorio para presencia de eCG dieron como
resultado positivo (Steiner, 2006).
Una yegua PSI multípara de 12 años,que fue servida y posteriormente diagnosticada con
preñez positiva a los días 15, 19 y 51 contando desde el día de la ovulación. La yegua fue
nuevamente chequeada reproductivamente al día 321 desde la ovulación, en el cual se
evidenció la ausencia de preñez. Al chequeo se encontró una yegua en fase folicular en uno de
los ovarios, presentando folículos de 20 y 28 mm, los cuáles presentaban paredes gruesas y de
forma irregular; paralelo a esto, el endometrio no presentaba ningún tipo de edema y el útero
no tenía tono. Fueron descubiertas múltiples áreas hiperecogénicas entre 2 y 5 mm en la base
del cuerno derecho. En este mismo reporte, se presenta otro caso simultáneo. El de una yegua
PSI multípara de 14 años, con la diferencia que es inseminada con semen fresco de un
reproductor Warmblood; se presume que la yegua queda preñada por el no retorno a mostrar
celo. La yegua fue movilizada a otro lugar, donde se esperaba que diera cría para ser cargada
nuevamente, a lo que se evidencio el útero vacío por lo tanto la posible pérdida de preñez en
algún momento de la gestación, la cual se asume por los resultados de diagnóstico en la prueba
de persistencia de copas endometriales, los cuales fueron similares al caso anterior, con la
diferencia que a nivel uterino por ecografía no son evidentes las copas endometriales, mas sí lo
fueron a la histeroscopia. Para ambos casos se realizó el examen por histeroscopia como lo
describen Bracher y Allen en (Bracher y Allen, 1992), presentando en ambos casos la
presencia de estructuras en forma de cadena, en la base de alguno de los cuernos, con color y
apariencia de plaquetas; las cuales se identificaron como copas endometriales. En estos dos
casos en particular, se tomaron biopsias de las copas endometriales (Figura 8 y 9), en las que
fue evidente la degeneración de las células del tejido (presencia de núcleos de forma irregular
y con citoplasma vacuolizado), se encontraban una que otra célula binucleada de las copas en
forma intacta, pero rodeada de eosinófilos e infiltrada por células linfoides (Crabtree, 2012).
24
Figura 10 Aspecto microscópico (poco aumento) del tejido de una copa endometrial obtenido mediante biopsia
(Crabtree, 2012).
Figura 11 Aspecto microscópico (a mayor aumento), L: células linfoides. EC: células de copas endometriales. Flecha:
células degeneradas (Crabtree, 2012).
El siguiente caso reportado es el de una yegua PSI multípara de 16 años, la cual hacia parte de
un grupo de estudio, que consistía en realizar un seguimiento semanal por ultrasonografía
doppler, para evaluar el flujo sanguíneo del útero durante la gestación. En el estudio se
realizaba una muestra de sangre de 2-3 veces semanales para evaluar niveles séricos de eCG y
progesterona a partir del día de la ovulación, control de protocolo descrito previamente por
Allen y Sanderson (Allen W. S., 1987). Se realizaban chequeos transrectales por
ultrasonografía cada 5-7 días, a partir del día 14 luego de confirmar preñez. El seguimiento
por doppler no mostró ningún tipo de alteración al día 71, evidenciando un feto fuerte, con una
fetocardia normal. En este caso, se presentó un aborto al día 75 de gestación, mostrando por
25
ecografía un feto con carencia de pulso cardiaco. La toma de muestras tres veces por semana
en esta yegua se continuó hasta el día equivalente a 224 de gestación, en el cual se evidencio
una baja entre los días 73-75 de la concentración de progesterona sérica, la cual fue de <0.5
ng/ml y 0.7 ng/ml respectivamente, lo cual evidenció que la causa de éste aborto pudo
implicar una incapacidad hormonal en éste período, por lo cual para la yegua fue imposible
mantener la gestación por déficit en los niveles de progesterona. Pasado este episodio, se
aplicaron en 5 ocasiones, entre los días equivalentes a 105 y 208 días de gestación, una dosis
intramuscular inyectada de clorprostenol (un análogo de la prostaglandina F2alfa), para
inducir la luteólisis. En dos ocasiones, en días equivalentes a 154 y 177 de gestación, fueron
visualizadas ultrasonográficamente, las copas endometriales a nivel uterino. Igual al caso
anterior, procedieron a realizar una histeroscopia y posterior biopsia de las copas
endometriales, las cuales a nivel histológico mostraron estar integras y viables, lo cual las
hacía activamente funcionales y secretoras de la eCG (Allen W. K., 2007).
La persistencia de copas endometriales luego de una perdida de preñez en la yegua, ya sea una
preñez temprana, tardía o una gestación a término, genera un reto para nosotros como médicos
veterinarios, debido a su baja prevalencia, lo cual lo convierte en un caso que podría pasar
inadvertido a nivel de campo debido a su presentación, y nos obliga a buscar diferentes
herramientas como prueba diagnóstico para acertar al momento de brindar un diagnóstico
definitivo y ofrecer un tratamiento adecuado.
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4. METODOLOGÍA GENERAL
El paciente se encuentra en la lista para la visita del día en la granja High Peak, Versailles,
Kentucky, como todas las demás yeguas en temporada de reproducción para realizar el
chequeo reproductivo. Una yegua PSI multípara de 16 años de edad. Lleva 2 años abiertos,
uno de los cuales se dejó descansar y el añosiguiente, temporada anterior a la actual,
presentó reabsorción luego de los 35 días, suceso a partir del cual la yegua durante esa
temporada no pudo volver a quedar preñada. Se dice que fue enviada al reproductor en una
ocasión, pero al realizar el chequeo de ovulación por ultrasonografía, no presento tal
evento sino por el contrario, se encontró un folículo hemorrágico de paredes gruesas y
aparente luteinización.
Figura 12 Yegua PSI multípara de 16 años, próxima a realizar el chequeo reproductivo (Granja High Peak, Versailles,
Kentucky, 2014)
27
Figura 13 Yegua PSI multípara de 16 años. Chequeo reproductivo mediante palpación y ultrasonografía transrectal
(Granja High Peak, Versailles, Kentucky, 2014)
28
Se realizó el chequeo por ultrasonografía post monta en el cual no se evidenció ningún tipo de
reacción inflamatoria por parte del útero, como tampoco una reacción bacteriana que causara o
produjera fluidos intrauterinos. Para este caso clínico se realizó el chequeo para confirmar que
se dio la ovulación dentro de los tiempos estipulados, hasta 48 horas post servicio desde el día
de la ovulación, se cuentan 16 días más en los cuales se realiza el chequeo para diagnóstico de
preñez, con lo cual se aprecia una vesícula embrionaria correlacionando en tamaño con los
días transcurridos desde la ovulación (Figura 14), volviéndose a realizar otro chequeo el día 20
para reconfirmar la preñez, donde se haya una vesícula embrionaria efectivamente del tamaño
para el día de confirmación a partir de la ovulación, lográndose así apreciar el embrión (Figura
15). Por último se realiza un chequeo al día 35 donde se ve la fetocardia de buena forma y se
estima que la gestación va evolucionando de manera satisfactoria (Figura 16).
Figura 14 Vesícula embrionaria de 16 días post ovulación en yegua PSI (Cortesía Dr. Hernando Plata, 2014).
29
Figura 15 Vesícula embrionaria de 20 días post ovulación, donde se aprecia el embrión en la parte superior derecha
(Cortesía Dr. Hernando Plata, 2014).
Figura 16 Embrión de 35 días apreciado por ultrasonografía transrectal en una yegua PSI (Cortesía Dr. Hernando Plata,
2014).
30
Pasado un tiempo se regresó a la granja High Peak, donde estaba en agenda realizar el
chequeo al día 60 de gestación en nuestra paciente, chequeo con el cual se encontró con unos
resultados negativos. Para este día mediante la palpación y ultrasonografía transrectal se
diagnosticó una pérdida de preñez pasado el día 35 cuando fue el último chequeo de gestación
positivo para esta yegua, posteriormente el médico tratante realizó un chequeo minucioso en el
sector, pues a nivel ovárico se había notado la presencia de folículos hemorrágicos, generando
la duda acerca de la existencia de copas endometriales, ya que la pérdida se dio en etapas
posterior a la formación de estas (alrededor de los 35 días); encontrando unas estructuras
hiperecogénicas en la base de uno de los cuernos uterinos muy similares a el patrón ecográfico
de las copas endometriales en casos de retención o persistencia (Figura 17). Luego de esto se
procedió a la toma de muestra de sangre para enviar a laboratorio y valorar los niveles séricos
de eCG y dar un diagnóstico más acertado. Los exámenes de laboratorio dieron como
resultado positivo a valores séricos de eCG en nuestro paciente, los cuales se encontraban en
3.5 Ui/ml.
Figura 17 Vista ecográfica transrectal de la base de un cuerno uterino en una yegua PSI multípara de 16 años – Caso
clínico - con pérdida de preñez luego de los 35 días post ovulación. Se observan zonas hiperecogénicas, presuntivamente
copas endometriales (Cortesía Dr. HernandoPlata, 2014).
31
Los hallazgos por ultrasonografía transrectal tanto de la actividad ovárica, como presencia de
zonas hiperecogénicas en la base de uno de los cuernos uterinos, juntándolo con ausencia de
edema, cérvix cerrado y los resultados de laboratorio positivos a eCG en el paciente, brindó
las suficientes pruebas para diagnosticar en forma definitiva, una persistencia de copas
endometriales en él. Con lo anterior ya definido, se instaura un tratamiento, que consiste en
realizar un curetaje químico con kerosene, mediante infusión intrauterina de 120 ml al día 1.
Luego de esto se realizan lavados por 3 días seguidos, con el fin de remover todo el epitelio
que el kerosene remueva del endometrio. Para los siguientes días post tratamiento aplicar 1
dosis diaria de prostaglandina F2alfa. Realizar un seguimiento por ultrasonografía transrectal a
ver para observar si hay retorno a un celo nuevamente o si se mantienen los celos irregulares.
Cuando se ve un aparente ciclo regular, se vuelven a medir los niveles de eCG séricos, los
cuales fueron de 0 Ui/ml y se procede a realizar nuevamente un protocolo normal de chequeo
reproductivo para volver a servir a la yegua.
32
5. DISCUSIÓN
La historia clínica del paciente y los hallazgos a nivel uterino mediante ecografía transrectal,
más los resultados de laboratorio pertinentes, son necesarios y de gran importancia para un
diagnóstico adecuado. Datos como la edad, número de partos, raza y fin zootécnico, son de
igual manera importante conocerlos para pensar en las diferentes posibles afecciones que
podamos estar afrontando. La mayoría de los casos reportados, dan lugar en yeguas PSI de
más de 12 años, multíparas.
Siguiendo una pérdida de preñez a partir del día 35 en adelante, se ha visto que las copas
endometriales de la yegua suelen permanecer más de lo normal o lo esperado (alrededor de los
días 120-140 en una gestación normal, donde se degeneran y desprenden del endometrio de
forma biológica). Se espera que las copas endometriales funcionen luego de una pérdida,
posterior a su formación, entre 60 y 80 días o en algunos casos por más de 100 días, afectando
en la yegua de forma que esta no pueda retornar a su ciclo estral común, repercutiendo en la
parte reproductiva en forma que no se pueda repetir el servicio del semental durante la misma
temporada de reproducción (Steiner, 2006). Por lo anterior, para los médicos veterinarios, es
importante abordar esta patología del tracto reproductivo de las yeguas, teniendo como
beneficiarios ambas partes, tanto el propietario como el profesional tras su tratamiento, ya que
al disminuir el tiempo de persistencia de copas endometriales en una yegua, se puede hacer
que retorne en el menor tiempo posible a un nuevo ciclo estral y poder repetir el servicio,
esperando que se dé una preñez a término.
El diagnostico de esta patología, es congruente con los hallazgos a nivel del examen clínico o
en este caso por lo observado en el chequeo reproductivo. En todos los estudios reportados
(Allen & Wilsher, 2012) (Allen W. K., 2007) (Steiner, 2006) (Crabtree, 2012); las yeguas
fueron examinadas por palpación y ultrasonografía transrectal, durante la temporada de
reproducción, para realizar el seguimiento de gestación en yeguas cursantes con este periodo,
o en yeguas post parto para servicio del semental. En la mayor parte de los casos, se
encontraron yeguas en aparente fase folicular del ciclo estral, mostrando folículos entre 20 y
28 mm de diámetro; fue observándose mediante el seguimiento, que los folículos
aparentemente en desarrollo, poseían una pared dura y morfológicamente eran irregulares; a
nivel uterino en la gran mayoría de reportes se vieron animales con ausencia de edema uterino,
presentando también un útero sin tono y cérvix cerrado. No para todos los casos se reportó la
presencia a nivel ecográfico del posible patrón imagenológico de copas endometriales a nivel
uterino; pero para todos se encontraron, mediante el seguimiento del aparente ciclo irregular,
la presencia de folículos que colapsaban, se tornaban hemorrágicos y se daba su posterior
luteinización. Ya con la sospecha de la afección, para el reporte de todos los casos se realizó
un examen sanguíneo para evaluar la presencia de eCG en concentraciones sanguíneas y
evaluar los niveles de progesterona, con esto buscaban correlación a la presencia de las copas
endometriales y su relación con las estructuras encontradas a nivel ovárico, para saber si eran
o no cuerpos luteales mediados por la acción biológica de la eCG similar a la de la LH.
contempló el uso de este método diagnóstico, debido a que los hallazgos mediante ecografía
transrectal de ovarios y útero, junto con los exámenes de laboratorio para la presencia de eCG
sérica, fué evidencia diagnóstica suficiente para el profesional a cargo del caso.
Como tratamiento para esta patología, diversos autores han realizado y reportado a modo
experimental el empleo de diversas técnicas como tratamiento. Un claro ejemplo lo dan Willis
y Riddle (2005), al realizar una ablación con láser de las copas endometriales, que no tuvo un
resultado positivo, al no se lograrse que la yegua retornara al ciclo estral durante esa
temporada de reproducción en la cual tuvo evento el aborto posterior diagnóstico de la
patología. Otro reporte más reciente, por parte de Kutzler et al (2008), demostró en un modelo
experimental mediante la técnica de fulguración laser del tejido de las copas, los niveles eCG
disminuían notablemente al día 15 post tratamiento; y en otro estudio, el cual no fue reportado,
mediante el empleo de la misma técnica de fulguración laser del tejido de las copas
endometriales en una yegua que perdió la preñez luego del día 40, no fue sino hasta el día 72
equivalente a los días de gestación, que se observó un descenso en los niveles circulantes de
eCG. Lo anterior es debido precisamente, a que la vida de las copas endometriales varía de
forma individual (Whilsher y Allen, 2011). En un estudio, en el cual se empleaba el uso de
fulguración láser de copas endometriales, mediante pruebas post tratamiento se evidenció una
incidencia del 20% de endometritis bacteriana, a causa de esta técnica (Wolfsdorf et al, 2008).
Estas dos técnicas son de alto valor económico y los equipos no se encuentran disponibles en
todas las zonas o países donde se trabaje.
Como otro recurso o técnica de tratamiento aparece una medida mucho más económica y
mucho más fácil de realizar, Se reporta la realización de un curetaje químico mediante el uso
de keroseno a nivel intrauterino por parte de los diferentes autores que reportan casos de
persistencia de copas endometriales. Se practicó la infusión de keroseno, a nivel intrauterino
con la intención de remover el tejido de las copas endometriales por Crabtree (2012). Se ha
presumido que el uso de keroseno tiene como acción para estos casos, el de remover el tejido
de la superficie de las copas endometriales y ayuda a mejorar la respuesta inmune de la madre
contra las copas endometriales, mediante el efecto inflamatorio que tiene a nivel endometrial;
una inflamación aguda del endometrio de corta duración, inducida por el kerosene intrauterino
fue observado por Bracher et al. (1991).
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Gráfico 3 Evaluación del efecto de la infusión intrauterina de keroseno, desde la primera infusión al día 328 equivalente a
días de gestación, hasta el día 105 post tratamiento, sobre las concentraciones en sangre de la hormona secretada por
las copas endometriales (eCG) (Crabtree, 2012).
Los hallazgos vistos en este caso por ultrasonografía transrectal de ovarios, útero y resultados
de laboratorio para concentraciones de eCG, fue prueba para el médico veterinario tratante, el
cual al igual que los demás autores procedió a realizar una infusión de keroseno intrauterina. A
diferencia de lo que se reporta, nuestra yegua recibió 120 ml de keroseno para el tratamiento,
en contraste con lo reportado por otros donde la cantidad que se empleaba era 50 ml (las dosis
del químico son empleadas de forma empírica). Podríamos intuir que con una cantidad mayor
del químico, lo que se buscó como resultado era el de generar un mayor efecto de curetaje, por
más cantidad empleada y acelerar el proceso de degradación de las copas endometriales.
Crabtree en un caso emplea el uso de prostaglandina en 4 ocasiones, cuando los valores de
progesterona a niveles sanguíneos aparecían elevados; para nuestro caso la sola presencia de
cuerpos luteales a nivel ovárico fue para el tratante del caso motivo suficiente para aplicar la
prostaglandina por varios días seguidos, lo anterior con la intención de lisar cualquier cuerpo
lúteo que se haya podido formar en los últimos 4 días. Por último, se realiza la toma de
muestra sanguínea con el fin de evaluar valores de eCG sérica y asimismo ver la evolución del
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Este caso nos permite analizar la manera en que se debe diagnosticar e instaurar un
tratamiento frente a yeguas con persistencia de copas endometriales, una vez se haya dado un
aborto luego de la formación de estas. Hay que tener en cuenta la urgencia, por así decirlo, que
tenga el propietario en que la yegua vuelva a quedar en gestación debido a su importancia
reproductiva.
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